Dejar la propia casa

 
El testimonio de Natalia, una joven de Concordia, que junto a su familia debió evacuarse de la noche a la mañana. La solidaridad y el apoyo fueron fundamentales para sobrellevar esos momentos.

El día 22 de diciembre, a las dos de la madrugada, llegó a casa un oficial de policía para anunciar que debíamos evacuarnos, ya que el río alcanzaría los 15 m de altura en las primeras horas de la mañana. En esos momentos comenzó la angustia y la tristeza para nuestra familia y los vecinos del barrio. Fue una noche difícil, nos preparamos para irnos pronto, con la incertidumbre de no saber cuánto tiempo estaríamos fuera de nuestro hogar.

15-12-22macabrohallazgoEn la mañana llegaron familiares, amigos y miembros de la comunidad del Focolar para ayudarnos en el operativo de evacuación, nos sentimos acompañados y amados en esas circunstancias, junto con las manos dispuestas a ayudar llegaban también palabras de consuelo y aliento, en esa situación le entregamos a Jesús todas las preocupaciones y miedos.

En los días siguientes y junto con la crecida del río, también crecía la solidaridad de la gente, diferentes organizaciones, grupos parroquiales e instituciones educativas se dispusieron rápidamente para contener y asistir a las familias afectadas. Desde mi lugar y viviendo de cerca este difícil momento aporté mi granito de arena colaborando con los voluntarios de Cáritas, quienes necesitaban gente para preparar kits alimentarios y de limpieza para distribuir, recuerdo muy bien las miradas agradecidas de las familias que recibían esa ayuda. Ese pequeño servicio reavivó la esperanza, las ganas de hacer presente a Jesús en medio de los hermanos que tanto necesitaban la ayuda material, pero también de gestos que los hicieran sentir que no estaban solos.

crecidas-en-el-litoral-2135029h540Durante las tres semanas en las que el río continuó creciendo o en estado estacionario la cercanía en el afecto y en la oración de mis hermanos sostuvo los ánimos y la esperanza de la familia, recibimos muchos mensajes de aliento y Daniela nos informó sobre una ayuda que se organizó desde el Movimiento para colaborar con las familias evacuadas en la vuelta a casa. Todo se va solucionando gracias a la solidaridad y el aporte de muchas personas, héroes anónimos que no conocemos, pero que supieron hacerse uno en estos momentos de necesidad que atravesamos, concretamente nosotros recibimos la donación de dos tachos grandes de pintura y cal para reacondicionar nuestra casa, una ayuda muy importante en estos momentos, y que para nosotros significa mucho, por este motivo deseo enviarles a cada uno un fuerte abrazo y hacerles llegar mi agradecimiento por la ayuda brindada. Mi familia y yo agradecemos tanta generosidad y entrega. Dios los colme de bendiciones.

Natalia (Concordia)
(Las imágenes son ilustrativas)

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