Genfest aurrea

 
Burua, bihotza eta eskuak senidetasunerako. Horrela bizi dira Genfest-aren aurreko egunak.

Un grupo de cuatrocientos chicos y chicas provenientes de varias partes de mundo están participando -del 28 de junio al 5 de julio- de una semana densa de acciones de solidaridad e iniciativas bajo el signo de la interculturalidad, para entrar así en el espíritu del Genfest,… Más allá de las fronteras, #beyondallborders.

Estos jóvenes están repartidos en barrios periféricos de como Hong Kong o Seúl; otros están visitando áreas rurales en Masbate o en Pangasinan, en las Filipinas; otros están haciendo una experiencia de diálogo interreligioso, como en Chiang Mai (Tailandia), en Medan (Indonesia) y en Yangon (Myanmar). En Coimbatore, India, esta experiencia intercultural e interreligiosa está bajo la guía del lema de Gandhi “sé el cambio que quieres ver”, mientras que en Taipei (Taiwan) los jóvenes están interactuando con los habitantes de la isla. En Aklan, Filipinas, se está llevando a cabo una verdadera inmersión en la cultura de la comunidad de Atis (Aetas), tribu que se piensa está entre las originarias de la isla Boracay. Pero hay también iniciativas de tipo ecológico y de la tutela del territorio, como en Hanoi, Vietnam, en donde se participa en la cosecha del arroz, o en Palawan, famosa localidad turística de las Filipinas, en donde un grupo está limpiando algunas playas.

“La finalidad –explica Romè Vital, uno de los coordinadores– es la de ofrecer a estos jóvenes, que están por participar en el Genfest de Manila, la oportunidad de hacer una experiencia concreta y en miniatura, de fraternidad universal. Y también otro objetivo es abrirlos a realidades sociales que están muy lejos geográficamente de sus países de origen. Hemos querido ofrecerles la posibilidad de entender más acerca de las diversidades culturales presentes en Asia”.

“En muchas localidades –continúa Vital– un recorrido socio-cultural ayuda a entrar profundamente en la historia de ese país. Es el caso de Seúl, donde los jóvenes presentes están profundizando los eventos que han producido la división entre Corea del Norte y del Sur, con la guía de expertos que conducen talleres sobre la paz, exportables a cualquier latitud. Fundamental en la preparación de la semana fue la colaboración con organizaciones como Bukas Palad y Façenda da Esperanza, en Filipinas, y Shanti Ashram en India.

Esta semana pre-Genfest tendrá un impacto imborrable en la vida de los jóvenes que están participando, porque la construcción de un mundo unido comienza siempre con acciones concretas, como dijo recientemente -durante su visita a Loppiano el 10 de mayo pasado- el Papa Francisco: “hay que entrenarse a usar juntos tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos”. Éste es un elemento fundamental en la formación de las nuevas generaciones. En la misma ocasión, el Papa invitó al Movimiento de los Focolares a ponerse “al servicio de todos, con la mirada que abraza a toda la humanidad, empezando por aquellos que de alguna manera están relegados a las periferias de la existencia”. Cuando lleguen a Manila para el Genfest, estos jóvenes ya habrán experimentado en pequeña escala lo que significa la fraternidad universal, porque el mundo unido necesita las manos de todos. Entonces sí que será una verdadera experiencia de Dios. Ésta es la finalidad por la que ha nacido el Genfest”.

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