Mariápolis en Tomé: escuela de fraternidad

 
En Concepción, Chile, esta original convivencia se revela como una profunda experiencia de familia.

TomesalaTomé es una comuna chilena ubicada en la Provincia de Concepción, Región del Biobío, junto a un profundo mar azul y rodeada por generosas colinas verdes, que a la hora de la puesta de sol invitan a recogerse, contemplar y a descansar en este regalo de la naturaleza.

En este marco se realizó nuestra Mariápolis Vacaciones desde el 23 al 25 de enero, con 80 participantes de todas las edades, provenientes principalmente de la región, pero también con la representación de otras ciudades de Chile.

Tome descansoEl programa fue muy sencillo, con momentos para la reflexión y compartir las experiencias de vida, la Misa y mucho espacio para participar libremente en paseos, juegos, playa, donde todos estaban involucrados, sin distinción de edad.
Profundo el momento de reflexión del Arte de Amar, que fue iluminado con la vida del P. Felix, apóstol del Movimiento en la región y que partió a la casa del Padre hace un mes. Recordado a través de los testimonios de los participantes de su parroquia, se podía concluir que su vida fue una perenne Mariápolis.

TomecharlasUn Mariapolita retomaba el contacto con el Movimento después de 15 años y la impresión de haber sido amado por los hermanos le hacía decir que era como haber dejando de leer un buen libro y poder retomarlo nuevamente.
Otra persona tuvo que volver por el día a su turno de trabajo durante la Mariápolis, pero no le parecía que ésta hubiese sido interrumpida, sino que allí podía seguir tratando a cada persona como si fuesen mariapolitas, y los efectos de plenitud experimentados fueron los mismos, como si no se hubiese alejado de este encuentro.
Muy fuerte los testimonios de la Comunidad de Concepción que regalaron su experiencia de acompañamiento a una familia, cuando la esposa se enferma de cáncer, haciendo visible el amor concreto de una verdadera familia Tomeampliada, que asume el dolor del otro en cada detalle hasta acompañarla a su encuentro con el Padre. Ahora la hijita y el papá cuentan con el apoyo de toda esta Comunidad.
Los encargados del lugar que nos albergó además de ver la alegría y unidad de las personas, quedaron sorprendidos porque en este encuentro participaba toda la familia.
¡Qué mejor desafío para llevarse de la Mariápolis, tratar de crear el clima de familia en cada lugar que nos encontremos!

(Con la colaboración de Juan Ortiz y Neldi Betoño)

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