En tiempos donde los jóvenes y adolescentes piden cambios sociales, la educación escolar puede ofrecer un espacio de vida y formación integral, donde los estudiantes -ya desde la primera infancia- se descubren ciudadanos activos, comprometidos con el bien común de todos y cada uno, integrando aquello que estudian, con cuanto viven y sienten y lo hacen al servicio de los demás, contando con el apoyo y guía institucional.
Con el inicio de una nueva etapa en el Centro Mariápolis, generando cursos al servicio de la comunidad para formar personas en la cultura de fraternidad, teníamos un gran anhelo: retomar el valor del Aprendizaje y Servicio Solidario en la educación escolar, ya desde la etapa inicial, como fundante para la formación de niños y adolescentes.
Una propuesta que había llegado a Chile en el 2001 para los liceos de educación media, articulando los contenidos y temáticas ya programados en el curriculum poniéndolos al servicio de las necesidades de una comunidad; proyecto que con el tiempo se desarrolló ampliamente y casi exclusivamente en la Educación Superior.
Éramos conscientes de la oportunidad que el desafío educativo actual nos planteaba.
Así invitamos a María Nieves Tapia, Fundadora y Directora del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario (CLAYSS), que ha trabajado en el Ministerio de Educación de Argentina, como también junto al CELAM y al Dicasterio de la Educación en diversas oportunidades, y es representante de diversas Redes a nivel mundial; entre ellas ha tenido un rol 
protagónico para el nacimiento de la Red Chilena de Aprendizaje y Servicio Solidario (REASE), Red que también colaboró con el Curso.
“Me gusta destacar que la profesora Nieves Tapia puso un sello particular a una metodología ya existente en los Estados Unidos “Service Learning”: la solidaridad, un apellido que indica una clara orientación de la educación para formar sujetos protagonistas de una cultura fraterna”. Así se iniciaba el Curso de Capacitación que en Aprendizaje y Servicio Solidario que ofreció el Centro Mariápolis de Chile el 9 y 10 de octubre de este año que convocó a 44 docentes de distintas regiones del país.
Un modo de pensar la pedagogía
Como afirmaba Nieves Tapia, “el aprendizaje y servicio solidario no es sólo un proyecto y práctica educativa, ni sólo una metodología, sino sobretodo un modo de pensar la pedagogía.” Ejemplos de Chile y otras partes del mundo ilustraron la temática y ampliaron el espectro , evidenciando cómo es posible concretarlo a partir del propio sello y misión institucional, desde el protagonismo estudiantil y aplicando los aprendizajes curriculares al servicio de las necesidades de una comunidad, entablando un encuentro significativo entre sociedad y escuela, donde la solidaridad se vive como experiencia 
transversal: + solidaridad + aprendizaje.
Muy valoradas las presentaciones de los demás expositores: Patricia Dintrans (mg en Educación), miembro fundador de la Red Chilena de Aprendizaje y Servicio que ilustró la rica experiencia y servicio de la Red, como también los distintos modos que el Aprendizaje y Servicio Solidario penetra en una institución; Elena Aros Hermosilla, Coordinadora 
Nacional del plan 100° involucrados del Hogar de Cristo, que busca vincular y formar a los Colegios en este nuevo estilo de solidaridad. Concluyendo, la dra. Paula Luengo Kanacri, especialista en Prosocialidad y Psicología del Desarrollo, que analizó el Aprendizaje y Servicio Solidario desde el proyecto de investigación e intervención escolar ProCiviCo, de formación prosocial para la formación cívica y cohesión social en Chile.
Rico el aporte de escuelas que actualmente implementan el Aprendizaje y Servicio Solidario. Así, Esteban
Mena, coordinador de la Red Marista nacional de Aprendizaje y Servicio.
También Eugenia Cerna nos contó su experiencia como profesora de Tecnología en una escuela de Concepción, donde ya en 2001 comenzó en su sala de clases y año tras año se ha ido involucrando todo el colegio, alumnos, docentes, padres y también exalumnos ahora ya profesionales.
Un nuevo estilo de educación, un nuevo estilo de solidaridad, acorde a cuanto el papa Francisco ha dicho en Chile*, donde se involucra mente, corazón y manos. Una educación en salida. Una educación al servicio de la Fraternidad. Este el sello que la Fundadora y Directora del Centro Latinoamericano de Aprendizaje y Servicio Solidario ha dejado impreso en los docentes y directivos que han participado y que deseamos pueda multiplicarse en muchas otras instituciones del país.
