Un barrio, una familia

 
En un barrio de la ciudad de Paraná, Entre Ríos, donde los vecinos, poco a poco, fueron construyendo relaciones fraternas, encontraron un modo original de realizar el momento del aplauso a las 21 horas todos los días.

Vivimos en Paraná desde hace algunos años, nos trasladamos desde Rosario por trabajo. Durante los primeros años vivimos en el centro de la ciudad. Los años vividos con todos los hijos en Rosario, los transcurrimos en una casa de pasillo, en el centro de manzana. En ambas ocasiones no tuvimos muchas oportunidades de construir relaciones con el barrio, más allá del vecino más próximo…

Hace algo más de 3 años nos trasladamos a un barrio periférico de Paraná, en una callecita corta donde viven 12 familias, la mayoría desde hace más de 40 años. Nos propusimos desde nuestra llegada crear lazos de fraternidad entre los vecinos, interesándonos por las realidades de cada familia, conociéndolos desde el saludo cordial al cruzarnos en la vereda, luego una charla cortita en la calle, en el mercadito cercano, la tienda, etc. En la escucha atenta hacia cada uno fuimos conociendo sus vidas, muchas con experiencias profundas de dolor y de necesidades, a quienes acudimos con la compra de medicamentos para un vecino enfermo, con otra familia asegurando la oración conjunta por un señor gravemente enfermo, escuchando con atención también a otro vecino que vive solo con escasos recursos económicos y muy necesitado de hablar de sus cosas, de su vida, otro que solicita una ayuda concreta de calzado, podar no sólo nuestro árbol sino también el del vecino, barrer las hojas del otoño de nuestra vereda pero también la de los demás, hablar con aquél otro vecino que no es bien visto por algunos y tratado con desconfianza… pequeños gestos concretos.

Al poco tiempo que nos mudamos nosotros, también lo hizo otra familia, justo enfrente de nuestra casa, con quienes enseguida nos fue fácil empezar a construir una relación. Su hija de 13 años, comenzó a participar de las reuniones de los adolescentes del Movimiento de los focolares (gen 3) que se realizan justamente en nuestra casa. De a poco la cuadra empezó a animarse. Los demás vecinos empezaron también a soltarse y se dieron a conocer con confianza. Otra pareja de recién casados, mudados hace poco tiempo, se unieron a nosotros en las intenciones de construir fraternidad. Nos ayudamos unos a otros.

Algunas de estas familias son creyentes: católicos, una evangélica, un musulmán, un budista, otras no manifiestan una fe religiosa, pero, lo que poco a poco fue produciéndose fue una relación fraterna.

Parte del barrio (Imagen de TV – Canal 9 – Paraná)

Al comenzar este tiempo de cuarentena, la mamá de la chica que se reúne con nosotros, de acuerdo con su vecina más próxima comenzaron cada noche a abrir sus ventanas y a aplaudir por el personal de la salud, policías, etc, como se hace en otros lugares. Empezamos a abrir nuestras ventanas para unirnos a la iniciativa, también las casas que están más allá de nuestra cuadra comenzaron a encender sus luces y se unieron, con el aplauso se escucha de fondo la canción de la cantante española Lucía Gil “Volveremos​ a brindar”​, compuesta por ella en sus días de cuarentena. En vez del Himno Nacional, nos pareció que esta canción era más representativa para todos, no solo para nuestro país, reflejaba perfectamente el sentir del mundo en el presente. Este acto repetido cada noche es un momento mágico, especial, profundo, esperado, reconfortante, nos hace sentir que estamos todos en​ la misma barca​, como ha dicho el Papa Francisco. Luego del aplauso y de la canción, se comparte con el parlante, otra canción con letras que llamen y recuerden la vida en comunidad, con solidaridad y aceptación del otro, como si fuera yo mismo.

En el momento de los aplausos, José (musulmán) ofrece su oración a las 21 hs. (Imagen de TV – Canal 9 Paraná)

Y mientras se espera este momento tan especial de cada noche a las 21, durante el día las relaciones entre nosotros se van acrecentando. Nos ayudamos en las salidas de las compras, compartimos comidas caseras que acercamos a las casas de cada uno, nos hablamos por whatsapp para ayudar a quien vive solo para que se sienta parte de esta familia barrial. Estamos atentos a ayudar a cada uno que pasa vendiendo el producto de sus pequeñas huertas o cultivo de plantitas, o a quien solicita algo para comer. La necesidad del otro debe dolerme en carne propia. El dolor, la incertidumbre, el temor, nos unió aún más.

Duly es entrevistada por el Canal 9 de Paraná (Imagen de TV)

Hace unos días supimos que en el Canal 9 de Paraná que llega a toda la Provincia de Entre Ríos y también a Santa Fe solicitaban que se enviaran noticias sobre cómo se vivía la cuarentena en los barrios, mandamos nuestra experiencia e inmediatamente se pusieron en contacto con nosotros para hacer la nota en vivo. Los productores del canal, el movilero y la conductora del noticioso quedaron notablemente sorprendidos y emocionados de la experiencia que pudieron compartir junto a nosotros. Casi al unísono mientras se desarrollaba la nota, los celulares de todos los vecinos comenzaron a sonar en sus redes, haciendo saber que estaban viéndonos y nos felicitaban por la iniciativa. Muchos de nosotros tenemos familiares viviendo en otras partes del mundo, a quienes les hacemos llegar el aplauso solidario y fraterno, instándolos a continuar con coraje el trabajo realizado y a los que están transitando la cuarentena, una idea de replicar estos momentos en sus barrios. Un granito de arena para construir la fraternidad universal.

Hoy en nuestro barrio se respira paz, serenidad, alegría y esperanza.

Duly y Jorge Yañez (Paraná, Entre Ríos, Argentina)

LA NOTA QUE REALIZÓ EN VIVO CANAL 9 DE PARANA

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