Movimiento de los Focolares
Asís 2011: la presencia de los Focolares

Asís 2011: la presencia de los Focolares

«Una inspiración –afirma la presidente de los Focolares, María Voce, en el Osservatore Romano – que dará seguramente una nueva aceleración y profundidad en el vivir las propias convicciones religiosas al servicio de la paz. Urgente precisamente hoy, cuando, paradójicamente, se difunde el temor hacia la religión, que por naturaleza es fuente vital de paz, imputándole la causa principal de muchos conflictos, tensiones, fobias, intolerancia y persecuciones por motivos religiosos que pululan en el mundo». Las delegaciones, numerosas y de alto nivel, partirán desde Roma, en tren, la misma mañana del 27 de octubre, junto con el Papa. En el tren Frecciargento junto a los líderes de todas las principales religiones del mundo, estará presente también María Voce, en representación de un Movimiento que –fundado sobre el carisma de la unidad de Chiara Lubich- desde sus orígenes se ha moldeado esencialmente para el diálogo. El Movimiento cuenta dentro de sus miembros con cristianos de 350 Iglesias y comunidades eclesiales. Por su expansión universal, hoy en día mantiene un diálogo abierto con todas las principales religiones del mundo, no sólo con algunos seguidores o líderes religiosos, sino también con líderes y seguidores de vastos movimientos: como el Movimiento budista Rissho Kosei-kai que cuenta con seis millones de adherentes (Japón), o el Movimiento de los afroamericanos (USA) o varios Movimientos de inspiración gandhiana del sur de India. Son miles los seguidores de otras religiones que viven, en la medida de lo posible, el espíritu del Movimiento y se comprometen a colaborar con sus fines. El diálogo se ha abierto también a personas sin una fe religiosa como agnósticos, indiferentes y ateos. Este diálogo nace a partir del encuentro entre personas creyentes y personas sin una referencia religiosa, pero unidas por el deseo de colaborar para que se recomponga en fraternidad la familia humana. Desde este punto de vista es emblemático el hecho que Benedicto XVI quiso también invitar a Asís a un grupo de no creyentes que “a pesar de no profesar una religión, están en el camino de la búsqueda de la verdad y advierten la común responsabilidad en pro de la justicia y de la paz en este mundo nuestro”. Son cuatro los invitados que aceptaron la invitación de Benedicto XVI. Son filósofos, historiadores, profesores de varias partes del mundo. Entre ellos está también Walter Baier: un economista austríaco, coordinador de la red «Transform!», un foro de investigación europeo que reúne revistas y «think tanks» de izquierda. Es miembro del Partido Comunista Austríaco además de colaborar en el “Centro internacional para el díálogo con personas de convicciones no religiosas” del Movimiento de los Focolares. Así se vislumbra el horizonte. «Una ciudad-mundo sin murallas se perfila en el horizonte, rica de esperanza”. Así se entrevé el evento de Asís 2011. “Hoy – afirma todavía María Voce – el diálogo entre las religiones no puede limitarse a los líderes, a los expertos. Debe convertirse en un diálogo del pueblo, un diálogo de la vida, que se vuelve cada vez más indispensable para la pacífica convivencia en nuestras ciudades y países, más teniendo que vivir cara a cara con musulmanes y budistas, hindúes y sijs. Es una crónica por descubrir y quizás por inventar, sin dejarnos amedrentar por el ruido que causan hechos de violencia e intolerancia. Es el testimonio cotidiano el que abre los caminos”. Seguimos y rezamos desde ya por esta gran cita de Asís del próximo octubre. A la espera de las nuevas sorpresas que nos reservará el Espíritu Santo”.

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Espiritualidad de la unidad: La Eucaristía

La Eucaristía siempre ha desempeñado un papel importante en la vida de Chiara Lubich, ya desde su infancia. Su vida personal y también la de sus primeras compañeras – como luego lo será de todo el movimiento que se constituirá con el tiempo – fueron marcadas por la Eucaristía. No podría ser de otro modo, si se piensa que Jesús Eucaristía es el alma, el corazón de la propia vida de la Iglesia. El Espíritu Santo, a través del carisma de la unidad, provocó en Chiara y en sus primeras compañeras una fuerte atracción hacia ella, hasta tal punto que deseaban ardientemente que llegara la hora de ir a Misa, para compartir con Jesús Eucaristía toda su vida. Más tarde, cuando comenzaron a viajar por Italia, buscaban con gran interés los campanarios que se veían en el paisaje a través de la ventanilla del tren, dirigiendo la mirada hacia ellos: allí estaba la Eucaristía, allí estaba su amor. Existe una conexión maravillosa entre la Eucaristía y la espiritualidad de la unidad. Así expresa Chiara este maravilloso misterio: “Si el Señor, para dar comienzo a este extenso movimiento, nos concentró en la oración de Jesús por la unidad, significa que Él debía empujarnos con fuerza hacia Aquel que únicamente lo podía realizar: Jesús en la Eucaristía. En efecto, de la misma forma que los niños recién nacidos se alimentan del seno materno instintivamente, sin saber lo que hacen, así, ya desde el comienzo del movimiento, advertimos un hecho: los que entraban en contacto con nosotros comenzaban a recibir diariamente la Comunión. ¿Qué explicación tiene esto? Lo que es el instinto para el niño recién nacido, es el Espíritu Santo para el adulto, recién nacido a la nueva vida que surge del Evangelio de la unidad. Es impulsado al “corazón” de la Madre Iglesia y se alimenta del néctar más precioso que ella posee, en el cual encuentra el secreto de la vida de unidad y de la propia divinización”. “En efecto, la Eucaristía tiene como fin hacernos Dios por participación. Mezclando la carne vivificada -por el Espíritu Santo- y vivificante de Cristo con la nuestra, nos diviniza en el alma y en el cuerpo. La misma Iglesia se podría definir: el ‘uno’ provocado por la Eucaristía, porque está formada por mujeres y hombres divinizados, hechos Dios, unidos a Cristo, que es Dios y entre ellos. Este Dios con nosotros está presente en todos los sagrarios de la tierra y ha recogido siempre todas nuestras confidencias, nuestras alegrías, nuestros temores”. “¡Cuánto consuelo nos ha proporcionado Jesús Eucaristía en nuestras pruebas, cuando nadie nos daba audiencia porque el movimiento tenía que ser examinado! Él estaba siempre allí, a todas horas, esperándonos y diciéndonos: en realidad el jefe de la Iglesia soy yo. ¿Quien nos dio fuerzas en las luchas y en los sufrimientos de todo tipo, hasta pensar que podríamos haber muerto muchas veces si Jesús Eucaristía y Jesús en medio, que Él alimentaba, no nos hubiesen sostenido?”.

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Costa de Marfil: la fuerza de una comunidad unida

Glolé es un pueblo de Costa de Marfil de aproximadamente 1000 habitantes, está situado a 30 km de Man. La población está compuesta en su mayoría por agricultores, muchos de ellos sin ningún tipo de instrucción. La comunidad del Movimiento nació de la Palabra de vida puesta en práctica, primero por una persona, y luego por un grupo que ha ido creciendo siempre más. Actualmente, unas sesenta personas del pueblo se organizan en grupos para realizar muchas acciones en vista del bien común. Gilbert cuenta: “Las iniciativas concretas florecen de la Palabra de Vida vivida. No podíamos sólo escucharla para luego quedarnos con los brazos cruzados. Cada vez que un forastero venía al pueblo, alguno de nosotros le cedía la propia cama y dormía en el piso. Un día decidimos juntos construir monolocales de hospedaje. Nosotros mismos fabricamos los ladrillos y levantamos las paredes entre cantos de alegría. Actualmente tenemos 12 monolocales. Está en vías de construcción uno más, cerca de la calle asfaltada, para que pueda pernoctar quien no logre hacer el trayecto durante el día hasta Man (7 km a pie y 30 en carro), y poder llegar al hospital más cercano. Se trata de construcciones muy sencillas. Una vez tuvimos que llevar al hospital a una parturienta en una carretilla. Esto nos motivó a hacer algo nuevo: un pequeño “reparto maternidad” con lo indispensable para casos de emergencia, con algunas parteras, y útil también para las campañas de vacunación. El personal trabaja allí gratuitamente y, en cambio, recibe dones de la comunidad. Teníamos también un grave problema por la mortalidad infantil causada por la desnutrición, no tanto debido a la negligencia, sino por la falta de instrucción de las madres. Un proverbio de nuestra tradición dice que “el niño pertenece a la comunidad”. Así que, con la ayuda del “Centro Nutricional” que tenemos en Man, nos organizamos para dar formación a las madres. Cuando un grupo de ellas se forma, el mismo se ocupa de la formación de las otras mamás. Nos dimos cuenta que si estamos unidos, podemos hacer mucho. Logramos incluso cambiar algunas prácticas culturales del pueblo, que no eran conformes con la dignidad humana. En el ámbito agrícola, instauramos un “Banco del arroz” que consiste en un granero de reserva al servicio de todos, para los tiempos de penuria. Son más de 100 las familias que colaboran y que se benefician con este banco. Muchos pueblos de los alrededores han querido adoptar esta práctica. Gracias al don de una hectárea de pantano, ofrecido por una persona de la comunidad, pudimos cultivar un campo de arroz que ayuda a 12 pueblos. Se trata de un campo comunitario. Lo recaudado sirve para financiar la formación sanitaria, los costos para transportar a los niños al hospital, y para otros proyectos como la escolaridad de los niños que se recuperan de la desnutrición. Además, producimos el aceite rojo de palma para solventar nuestras necesidades. Lo que nos queda lo guardamos como depósito en vista de los períodos difíciles o lo vendemos cuando el precio es ventajoso. Recibimos como regalo un panel solar, muy útil para el “pequeño reparto maternidad” y un tractor que sirve, tanto para algunos trabajos agrícolas, como para transportar a los enfermos hasta la calle asfaltada. Todos estos dones los recibimos sólo con la condición de que sirvan para hacer crecer la fraternidad entre nosotros. La comunidad de Glolé ha hecho de la fraternidad su fuerza, y no quiere perderla. De hecho, la comunidad fue capaz de rechazar una donación considerable de dinero que amenazaba con traer la división. Durante una reciente visita pastoral del obispo, nos presentamos a él de esta manera: “Aquí en Glolé, gracias al espíritu de fraternidad, cristianos, animistas y musulmanes, vivimos todos en armonía.” [nggallery id=75]

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Año de la Fe

«Con sorpresa y gran alegría y gratitud hemos acogido el anuncio del próximo “Año de la fe” convocado por el Papa Benedicto XVI. Y todavía más su Carta Apostólica “Porta fidei”, con la que convoca dicho año, que comenzará el 11 de octubre de 2012, con motivo del 50° aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II. Una vez más se siente el fuerte impulso del Espíritu Santo en esta iniciativa que llega con puntualidad en este momento de la historia. Los jóvenes de la JMJ, las familias, los trabajadores y los jóvenes que bajan a las plazas, inauguran nuevas primaveras e invocan profundas reformas sociales; son signos que dicen hasta que punto la humanidad busca hoy el cambio. También me lo han confirmado los recientes viajes que he hecho a Estados Unidos, Santo Domingo, Rusia, Eslovenia, Gran Bretaña. “No podemos dejar que la sal se vuelva sosa y la luz permanezca oculta” , escribe el Papa. Es una urgencia que también nosotros advertimos intensamente y que pide una conversión: vivir con particular intensidad la Palabra de Dios. Impulsados con mayor vigor por el ‘mandato’ del Papa, nos hemos comprometido a volver a la radicalidad de los comienzos del Movimiento para, antes que nada, volvernos a evangelizar nosotros mismos y luego irradiar el Evangelio, con su fuerza de transformación, sobre la humanidad que nos rodea. Todavía hoy – como Chiara Lubich escribía en 1948 – “el mundo necesita una cura de Evangelio”. Además, profundo eco ha encontrado en nosotros la apremiante invitación del Papa a dar testimonio público de la fe, de la Palabra vivida “como experiencia de un amor que se recibe” y “se comunica como experiencia de gracia y gozo” . En los primeros años de vida del Movimiento de los Focolares era una novedad la comunión de las experiencias de la vida de la Palabra. Éstas resultaban irrefutables, porque eran ‘vita’, fecundas, capaces de engendrar el encuentro vivo con Jesús, de hacer que personas dispersas formaran una comunidad. Benedicto XVI nos ha recordado que no se afronta esta empresa solos, sino en compañía. Queremos intensificar esa experiencia de comunión y de fraternidad en nuestros ambientes: en los parlamentos, en las fábricas, en los barrios, en las universidades, en las familias, porque en la comunión es el mismo Resucitado quien está espiritualmente presente, toca los corazones y los transforma. El Papa nos ha reforzado en la convicción de que éste es un momento de gracia especial para la Iglesia, en el que el espíritu de renovación del Concilio sigue actuando como nunca».

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Editorial: vivir la espiritualidad de la unidad en los Estados Unidos

Dos historias, la del Focolar y la de los Estados Unidos. En Trento, en un refugio antiaéreo en 1944, Chiara Lubich y otras jóvenes mujeres redescubren como meta de sus vidas ese pasaje del Evangelio: “Que todos sean uno” (Jn. 17, 21), 150 años antes, los fundadores de los Estados Unidos escriben en la bandera “E pluribus unum”, de muchos uno. Las dos frases indican una tensión fundamental: tener en cuenta las diversidades, aspirando a la unidad. La introducción del volumen “Focolare: living a Spirituality of Unity in the United States”, Thomas Masters, Amy Uelmen – New City Press (NY 2011), nos presenta enseguida seis cuadros de jóvenes que ponen en práctica la espiritualidad. Como Rebecca, de Ohio, quien se sintió animada por la espiritualidad de la unidad a decidirse a prestar un servicio voluntario de ayuda a Sierra Leona. O Nick, quien creció en Baltimore, en Maryland, y después de terminar una maestría en asuntos internacionales se encontró en la situación de tener que confrontar su elección a favor del diálogo y la relación con los demás, con un ambiente fuertemente competitivo como el de la especialización universitaria. Elisabeth una auténtica campeona de natación. Gracias a una jornada deportiva organizada en su ciudad Indiana, encontró el focolar: “Cuando estos muchachos que conocían el Focolar vinieron a mi escuela, me impresionó el tipo de interacción que había entre ellos. La variedad de culturas –para mí que crecí en la Indiana rural- esto provocó un fuerte impacto. Sentí que todo el mundo estaba en mi jardín”. “No era fácil explicar a mis amigos quienes eran estas personas, la mayor parte de origen europeo, dónde íbamos y qué hacíamos” – cuenta Keith, crecida en un barrio negro de Nueva York. Pero con ellos todo era especial, me sentía atraída. Hacía las mismas cosas que en casa con mis amigos: deporte, juegos, pero había un clima distinto, tratábamos de querernos”. La ciudadela de los Focolares en Hyde Park, Nueva York – Mariápolis Luminosa – ofrece  programas veraniegos de formación para adolescentes. Naomi, una chica de dieciséis años de  Chicago, cuenta: “Antes de ir a la Luminosa era la típica adolescente: escuela, amigos, compras, diversión. Me resultaba difícil pensar en los demás. Bien, todo esto cambió. Volviendo a casa, empecé a compartir mis cosas, tendía la cama en la mañana, trataba de preparar al menos una vez al día la comida, escuchaba a mi hermanito de 8 años, en la escuela trataba de ser sociable con todos, ya no iba a las tiendas donde una camiseta costaba 100 dólares. Trataba de hacer todo por Dios, de hacer que fuera feliz. Entonces mi mamá se preguntó qué había sucedido”. Por último David, de Nueva York, conoció el Focolar durante la JMJ del 2002 en Toronto. Para él ha significado no encerrarse en prácticas “devocionales”, sino tratar de poner en primer lugar el amor a Dios y al prójimo. “Redescubriendo así mi fe, sentí el llamado del Espíritu Santo a ser sacerdote, y ahora estoy en el seminario”. Las seis experiencias reportadas sugieren que la espiritualidad de los Focolares puede ser mejor entendida mediante el ejemplo de quienes tratan de ponerla en práctica. A partir de la vida de Chiara Lubich y de aquellos primeros que se unieron a su camino, sigue el ejemplo de estadounidenses jóvenes, adultos, familias, este libro cuenta una experiencia compartida de vidas transformadas – en forma única, como es única cada persona, y al mismo tiempo igual- por la luz del amor de Dios.

Oración por la paz

Juan Pablo II acababa de llegar a Asís, ese 24 de enero del 2002. En seguida se había dirigido a la Plaza san Francesco donde acogió a los Representantes de las Religiones del mundo junto con sus Delegaciones. Después del saludo pronunciado por el Papa y la introducción del Cardenal François Xavier Nguyên Van Thuân, los Representantes leyeron, en sus respectivos idiomas, los testimonios por la paz. Aquí proponemos el de Chiara Lubich, que junto con Andrea Riccardi representaba a la Iglesia católica.. «Para nosotros cristianos Jesús es el Dios de la Paz. Por esto la Iglesia católica hace de la paz uno de sus primordiales objetivos. “Nada se pierde con la paz. Todo se puede perder con la guerra” exclamaba Pío XII. Pacem in terris era el título de una encíclica de Juan XXIII. «Nunca más guerra» repetía Pablo VI en la ONU. Y Juan Pablo II, después de los terribles acontecimientos del 11 de septiembre, indica la vía para alcanzarla: «No hay paz sin justicia, no hay justicia sin perdón». Toda la Iglesia católica trabaja para la paz. Lo hace recorriendo muchos caminos. Son muy eficaces los diálogos sobre la vía trazada por el Concilio Vaticano II. Estos, generando fraternidad, garantizan la paz. Se realizan ya sea a nivel universal, en las Iglesias particulares, como también a través de grupos y Asociaciones, Movimientos eclesiales y Nuevas comunidades. La Iglesia desarrolla el primero entre sus mismos hijos e hijas, encendiendo esa comunión necesaria a todos los niveles, que es causa segura de paz. Actúa un segundo irreversible diálogo, con las diversas Iglesias y Comunidades eclesiales, que acrecienta la paz en la gran familia cristiana. Realiza otro diálogo con las grandes Religiones del mundo, haciendo leva, también, en la llamada “regla de oro”, presente en los diversos Libros Sagrados, que en el Evangelio se expresa así: “Todo cuanto queráis que os hagan los hombres, hacédselo también vosotros a ellos» (Mt 7, 12). Esta “regla de oro”, subrayando el deber de amar a lo propios hermanos y hermanas, genera porciones de fraternidad universal en las cuales reina la paz. Y finalmente el diálogo y la colaboración en los más variados campos con todos aquellos que, aún no teniendo un referente religioso, son hombres y mujeres de buena voluntad por lo que también con ellos se puede construir la paz. Varias expresiones, por tanto, de un único gran diálogo, creador de esa fraternidad que puede llegar a ser, en este tan difícil momento histórico, el alma de la vasta comunidad mundial, que paradójicamente hoy gente del pueblo y gobernantes empiezan a augurar». 24 de enero del 2002

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Jóvenes en Tokio: concierto de solidaridad por Fukushima

Esta invitación lanzada por Jóvenes por un Mundo Unido (JMU) de Japón, el domingo 9 de octubre en Tokio, durante el concierto “The Power of Smile” (la fuerza de la sonrisa), para recordar el grave tsunami que ha golpeado las costas del norte del país. «La idea del concierto – cuentan – nos vino al constatar cuanto el sisma ha movilizado y asustado a la gente. Con “The Power of Smile”, hemos querido donar a nuestros amigos un momento de serenidad que después pudieran llevar a todos». El mensaje lanzado a los 170 participantes y resumido en el estribillo de la canción conclusiva decía “Con la potencia de mi sonrisa quiero creer en la posibilidad de amar este país”. «En estos meses –continúan- muchos grupos de JMU del mundo se han prodigado en mil modos para hacernos llegar su solidaridad y estas acciones nos han animado a hacer nosotros mismos algo concreto. Apenas, se verificó el desastre, el 11 de marzo, hemos organizado una recogida de fondos en el metro de Tokio, algo inusual para nuestra cultura, pero que ha despertado un fuerte espíritu de solidaridad y altruismo en muchos viajeros. Sucesivamente, algunos de nosotros estuvimos en el distrito de Fukushima durante algunos días, calentando a los refugiados con una taza de café y nuestra escucha». Al final, con un unos cuatro grupos que se alternaban en el palco, el esperado concierto. «Antes de iniciar nos reunimos en un círculo y nos prometimos que aunque sintiéramos que nuestra organización había dejado muchos “agujeros”, aquello que deseábamos quedase en todos fuera la luz de nuestra unidad. Poco a poco, mientras el espectáculo iba adelante –recuerda uno de los presentadores- ¡veía las caras ante mí cambiar!» Muy distinto de los conciertos tradicionales, lo que los Jóvenes por un Mundo Unido de Tokio habían preparado fue un café-concierto, con los grupos sobre el palco que interactuaban continuamente con el público y la posibilidad para todos de poder relajarse, encontrarse y conocerse ante una taza de café y un trozo de tarta. Al final del concierto, algunos de los participantes escribían: “Quería ir a hacer voluntariado a Fukushima, pero no pude. ¡Qué alegría haber descubierto que donando mi sonrisa a todos puedo hacer algo concreto para serenar nuestra sociedad!”, “¡No me esperaba tantas sonrisas!, ¡me han llenado de amor!”, “¡Dar una sonrisa es una potencia que vence todo!”; “¡También tú, también yo… todos juntos creamos la posibilidad de amar este país!”. [nggallery id=73]

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Sophia y la vida de la Palabra

«La inauguración del nuevo año del Instituto Universitario Sophia, que llega a su cuarto año de vida, constituye indudablemente una ocasión oportuna para detenerse a considerar brevemente el trecho de camino recorrido hasta ahora, en vista de lo que todavía nos espera. Los resultados académicos alcanzados son un dato alentador. Son una expresión muy elocuente los trabajos de tesis que han completado el itinerario de varios estudiantes. De hecho, son el fruto no sólo de un compromiso intelectual llevado adelante con seriedad y competencia, sino también de una experiencia con características únicas. Según el espíritu del Carisma de la Unidad que anima al Instituto, esta experiencia conjuga pensamiento y vida concreta, la preeminencia del estudio junto a la valoración de las relaciones que se construyen y alimentan en el seno de toda la Comunidad académica. Todo ello nos permite mirar al futuro de Sophia con un optimismo realista, es decir con la mirada de quien, a pesar de estar consciente de las inevitables dificultades del camino, persigue seguro un designio de luz que se le manifiesta y ya ve realizarse, si bien en ciernes. Y para que este designio que Sophia encierra se realice cada vez más plenamente, este año deseo enfocar la atención de ustedes en uno de los puntos fundamentales alrededor del cual se desarrolla la experiencia de Sophia: la vida de la Palabra, invitándolos a dejarse impregnar profundamente por ella, es decir por la forma de pensar, de querer, de amar de Jesús. Vivir la Palabra, dejarse vivir por la Palabra: a esto nos exhortaba Chiara Lubich, reconociendo en ello una condición indispensable para acceder a un nuevo tipo de ser y a una nueva forma de conocer. De hecho, sólo una persona transformada por la Palabra puede alcanzar una verdadera conversión de su propia mente. Puede convertirse en transmisor creíble de la verdad no sólo anunciada sino vivida. Puede incidir eficazmente en los distintos contextos sociales y culturales donde tendrá que trabajar, introduciendo el  germen fecundo de la vida del Evangelio. De todo ello, gracias al aporte de cada uno de ustedes, Sophia puede convertirse cada vez más en una auténtica testigo. Éste es el augurio que sentidamente les dirijo». María Voce


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Inaugurado el IV año académico del Instituto Universitario Sophia (IUS)

«Esperanzas y dudas. Son estos los sentimientos que tenemos en el corazón cuanto llegamos al IUS”, cuenta Gabriel Almeida, representante de los estudiantes. Sophia es para nosotros la respuesta a un llamado personal de Dios dirigido a cada uno, que se encuentra con la historia de tantos, dispuestos a ser cada vez mejor una comunidad itinerante deseosa de construir, no sin esfuerzo, la civilización del amor». Se respira un clima de cambio, de crecimiento, de novedad al inicio de este IV° año académico del IUS, en cuya inauguración, el 17 de octubre en Loppiano, participaron alrededor de mil personas estre docentes, estudiantes y amigos de toda Italia; después estaban presentes los alcaldes de la región Toscana, personalidades políticas y religiosas, además de varios profesores provenientes de varios institutos europeos con los que Sophia está estableciendo fructíferas relaciones académicas. «Sophia es una realidad joven como fundación –afirmó Mons. Betori, Gran Canciller del Instituto y Arzobispo de Florencia, en su saludo de apertura,- pero ha encontrado amplio espacio dentro del mundo académico, (…) en donde ha podido llevar una nueva propuesta en el contexto cultural actual bajo el emblema del diálogo y la comunión». «Dirijo a ustedes la misma exhortación del Papa al Seminario de Friburgo: “Nosotros somos Iglesia. ¡Seámoslo! Seámoslo precisamente al abrirnos e ir más allá de nosotros mismos para ser junto a los demás”». Los resultados alcanzados por Sophia en estos primeros cuatro años de vida resultan alentadores: son 83 los estudiantes ordinarios inscritos hasta ahora para el curso de la Maestría, de los cuales 34 este año. 33 ya presentaron su trabajo de tesis y obtuvieron el título académico en “Fundamentos y perspectivas de una cultura de la unidad”. 15 se inscribieron para hacer el doctorado, mientras que otros 7 provienen de maestrías en otras instituciones académicas y están consiguiendo los créditos necesarios para acceder al doctorado. Hay que evidenciar otros 31 estudiantes no ordinarios para quienes se están preparando planes de estudio personalizados. Y son precisamente los resultados académicos lo que constituye el dato más alentador del IUS, como subrayó María Voce, vice Gran Canciller y presidente de los Focolares: «Cada vez que firmo un certificado, siento la alegría de decir que hay otro que llegó a absorber los principios de esta cultura de la unidad para llevarla al mundo». «Lo que se ha construido hasta ahora nos permite mirar al futuro de Sophia con un optimismo realista». Y fijó en la vida de la Palabra evangélica el punto fundamental sobre el cual desarrollar también la experiencia de Sophia: «Les invito a dejarse impregnar profundamente por ella, es decir por la forma de pensar, de querer, de amar de Jesús». Al ilustrar los desafíos y las perspectivas para el futuro de esta comunidad académica, el rector Piero Coda explicó que es necesaria una reevaluación del plan de estudios, para hacer que los títulos respondan más adecuadamente al nivel científico y sean más valorados en el plano académico y profesional. “Por eso están en vías de elaboración tres nuevos cursos de especialización en Ciencias Políticas, Economía y gerencia, Ontología trinitaria”. Un amplio espacio interno del Instituto será dedicado al estudio de las Ciencias Sociales, gracias a la institución de la cátedra en Fundamentos de estudios sociales” y a un próximo congreso en colaboración con la Universidad de Trento. Vera Araujo, socióloga brasileña, en la instalación oficial, afirmó su convicción de que “No ha habido nunca un período mejor que éste para el sociólogo”. “También nosotros queremos decir una palabra sobre la posibilidad de encontrar nuevos paradigmas y modelos: (…) las persona, la fraternidad, la comunión, el amor-ágape, la unidad. No son sólo conceptos o paradigmas, sino herramientas para agregar al equipo de trabajo de quienes están en el ámbito social ». Reflexiones que tienen el gusto de un impulso y de un augurio no sólo para la nueva sociología, sino también, y quizás sobre todo- para la aventura académica de Sophia, llamada a irrigar la sociedad con una nueva cultura. [nggallery id=72] Altre foto: Flickr photostream

Espiritualidad de la unidad: Amor recíproco

El Evangelio que Chiara Lubich y sus compañeras leían en los refugios era un descubrimiento constante, un libro que, en el fondo, no conocían: nadie les había hablado de él en aquellos términos. “Jesús actúa siempre como Dios. Por poco que das, te colma de dones. Estás sola y te encuentras rodeada de mil madres, padres, hermanos, hermanas y de todo tipo de bienes que luego distribuyes a quién no tiene nada”. De este modo, se consolidaba en ellas la convicción, porque estaba basada en la experiencia, de que no existía ninguna situación humana problemática que no encontrara una respuesta, explícita o implícita, en aquel pequeño libro que contenía palabras de cielo. Los adherentes del incipiente movimiento se nutrían de ellas, se evangelizaban nuevamente y experimentaban que cuanto Jesús decía y prometía se realizaba sin falta. Escribía Chiara: “La guerra continuaba. Los bombardeos proseguían. Los refugios no eran suficientemente seguros y se preveía la posibilidad de presentarse pronto delante de Dios. Todo eso hacía nacer en nuestro corazón un deseo: poner en práctica en esos momentos, que podían ser los últimos de nuestra vida, la voluntad de Dios que Él más deseara.  Recordamos, entonces, el mandamiento que Jesús dice suyo y nuevo: “Este es mi mandamiento: ámense los unos a los otros, como yo los he amado.  No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”. (Jn 15, 12-13). El descubrimiento del “mandamiento nuevo” las inflamó hasta tal punto, que el amor recíproco pasó a ser su habitus, su modo de ser. Y era ese amor, el que atraía a mucha gente a sus reuniones, de todas las edades y clases sociales. Amarse recíprocamente no era para ellas una opción, sino su propio modo de ser y de presentarse al mundo.Decíamos que Jesús, como un emigrante, nos trajo de su patria sus usos y costumbres. Dándonos “su” mandamiento trajo a la tierra la ley del Cielo, que es el amor entre las tres personas de la Santísima Trinidad. Nos miramos a los ojos y dijimos: “Yo estoy dispuesta a morir por ti”. “Yo por ti”. Todas por cada una. Y si estábamos dispuestas a dar la vida la una por la otra, era lógico que, mientras tanto, era necesario responder a las mil exigencias que el amor fraterno requería: era necesario compartir las alegrías, los dolores, los pocos bienes, las experiencias espirituales. Nos esforzamos en vivir así  para que el amor recíproco estuviera vivo entre nosotras, antes que cualquier otra cosa. “Un día, en el primer focolar, sacamos del armario nuestras pocas y pobres cosas y las agrupamos en el centro de la habitación, para luego dar a cada una aquel poco que le podía servir y el superfluo a los pobres. Dispuestas a poner el sueldo en común, y todos los pequeños y grandes bienes que teníamos o que habríamos recibido.  Dispuestas a poner en común también los bienes espirituales… El mismo deseo de santidad lo pospusimos a una única elección: Dios, que excluía cualquier otro objetivo, pero incluía, obviamente, la santidad que Él había pensado para nosotras”. “Luego, cuando se encontraron dificultades obvias por las imperfecciones de cada una,  decidimos no mirarnos con ojos humanos que ve la paja en el ojo del otro, sin ver la viga en el propio ojo, sino tener una mirada que  todo perdona y olvida . Y sentimos tan importante el perdón recíproco, a imitación de Dios misericordioso, que nos lo propusimos como una especie de voto de misericordia entre nosotras: es decir, levantarnos cada mañana y vernos como personas “nuevas” que no han percibido aquellos defectos”.

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Nuevos evangelizadores para la nueva evangelización

«La Palabra de Dios crece y se difunde» (He 12,24) es la expresión de los Hechos de los Apóstoles escogida como tema de este encuentro internacional, el primero promovido por el Consejo Pontificio para la Promoción de la Nueva Evangelización – de reciente institución – bajo el título: “Nuevos Evangelizadores para la Nueva Evangelización”, del 15 al 16 de octubre en el Vaticano. Las actividades dieron inicio la mañana del 15 con el informe del presidente del Dicasterio Vaticano, Mons. Rino Fisichella, y un amplio espacio de confrontación entre los responsables de las realidades eclesiásticas para la nueva evangelización. En la tarde, después de las participaciones de los expositores, tuvo lugar un concierto del tenor Andrea Bocelli. Fueron dos los momentos con Benedicto XVI: en la tarde, y la celebración eucarística durante la conclusión del evento, el 16 en la mañana. ¿Cuál es la base sobre la cual debe apoyarse la nueva evangelización para que pueda realmente hacer nacer o renacer preguntas sobre Dios, sobre el significado de su presencia en la vida y en la historia? – preguntaron de la Agencia SIR en una entrevista a Fisichella – “El contenido de la nueva evangelización es siempre el mismo, no cambia. La nueva evangelización no hace otra cosa más que recorrer aquel largo camino que desde los apóstoles llega hasta nuestros días, a través del cual hombres y mujeres de buena voluntad, es decir, los discípulos del Señor, han querido anunciar su palabra como un Evangelio que salva. Lo que se modifica es, lógicamente, el lenguaje, un nuevo entusiasmo, un renovado sentido que debe adquirir la comunidad cristiana de ser ella misma evangelizadora”. También los Focolares estuvieron presentes en el convenio, con una delegación del Centro Internacional. “La Palabra de Dios” entre otras cosas es el punto de la espiritualidad de Chiara Lubich que, desde ahora hasta el Sínodo de los Obispos sobre la Nueva Evangelización del próximo año, caracterizará la reflexión y la vida de los miembros del Movimiento, y ha sido el tema principal del encuentro de los delegados de los Focolares provenientes de todo el mundo en Rocca di Papa, que concluyó la semana pasada. Ya en el 2008, durante el Sínodo sobre la Palabra, en el cual participó como oyente, la presidente, María Voce había presentado en Sala la experiencia de la vida de la Palabra iniciada “desde los albores del Movimiento de los Focolares”, cuando “Chiara Lubich, junto con un pequeño grupo de compañeras, emprendía un camino espiritual trazado por un profundo descubrimiento y vida del Evangelio”. Había dicho aún más en esa ocasión: “Efecto de esta vida fue el nacimiento de una comunidad formada por todos aquellos, que entrando en contacto con ellas, comenzaban a su vez a vivir con responsabilidad y entusiasmo el Evangelio, comunicándose entre ellos las muchas y sorprendentes experiencias. Aún hoy la Palabra de Dios ocupa un lugar central. Se experimenta la Palabra como una fuente de Dios (cf DV 7) con la cual saciarse, con la cual nutrir el alma, como con la Eucaristía (cf DV 21). La costumbre de comunicarse recíprocamente las experiencias surgidas de la vida de la Palabra, contribuye siempre a suscitar una auténtica evangelización. Entonces se puede entender el anhelo de Chiara de dejar a quien la habría seguido sólo el Evangelio”. Para profundizar sobre el tema:

Asís 2011: la presencia de los Focolares

Delegados de los Focolares de todo el mundo, de regreso

Como es costumbre, el encuentro empezó con tres días de retiro espiritual basados en la Palabra de Dios –punto de la espiritualidad de Chiara Lubich que caracterizará durante este año la vida de los miembros del Movimiento de los Focolares –y sobre la Nueva Evangelización, también en vista del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar en el 2012, del 7 al 28 de octubre. Los temas fueron profundizados a la luz de la Exhortación Apostólica post-sinodal “Verbum Domini” de Benedicto XVI y siguiendo el camino de los “Lineamientos” para el Sínodo del 2012. Se presentaron algunas meditaciones de Chiara Lubich recorriendo el camino de su redescubrimiento de la Palabra durante la Segunda Guerra Mundial y cómo es vivida hoy en el Movimiento, con los efectos consecuentes: “cambia la mentalidad, hace resplandecer la vida, hace libres, da alegría, suscita vocaciones, crea la comunidad”. Todo enriquecido con testimonios sobre la vida de la Palabra en contextos muy distintos y –algunas veces- adversos y por momentos de comunión entre los participantes, característica de distingue los encuentros de los Focolares. El trabajo fue introducido por la actual presidente, María Voce, y por el co-presidente Giancarlo Faletti, con una exposición sobre sus actividades del año pasado que subrayaron tres puntos:

  • Los viajes (España, Tierra Santa, Canadá, USA, Santo Domingo, Rusia, Hungría, Chequia, Eslovenia e Inglaterra), con los que se puso de relieve la belleza de cada pueblo y el propio aporte al “proyecto del mundo unido”, junto al gran tema de la inculturación.
  • El diálogo, del que se pudo constatar un desarrollo, una extensión, un cambio: hay personas no pertenecientes a la Iglesia católica, no cristianas, y personas de convicciones no religiosas, que forman parte de la misma “familia” de los Focolares.
  • Las perspectivas y prioridades: la prioridad de las prioridades es la vida, iluminada por la Palabra de Dios.

Nueva Evangelización. En el 2002 Chiara Lubich había hablado de ella a un grupo de Obispos, a partir de las palabras de Juan Pablo II, en donde menciona a los Movimientos como instrumentos especiales para su actuación. La evangelización se considera “nueva” y debe ser tal por su ardor, sus métodos y sus expresiones. El primer anuncio que se debe dar es: Dios te ama. Esta nueva evangelización tiene que llegar a formar comunidades cristianas maduras. Tomando todo el Evangelio, la palabra que se pone de relieve es el amor. Pero ello significa también encarnar el mandamiento nuevo de Jesús “en un modo cada vez más auténtico y radical”. El mundo está presente. Por turno cada zona geográfica habló de la situación en la que viven los miembros de los Focolares en las diversas regiones del mundo. Se le dio especial atención a Medio Oriente mediante la presentación de la experiencia de diálogo vivida con todos los focolarinos de esos países, nacida precisamente de la exigencia de encontrar juntos una línea para afrontar los nuevos retos de esas tierras tan sufridas, en las cuales el diálogo entre culturas diversas, a veces, parece limitado por muros infranqueables. Vincenzo Buonomo, docente de Derecho Internacional, realizó un análisis sobre la situación de Medio Oriente y el desarrollo del mundo árabe. Y después el continente Africano. Los focolarinos que viven allí presentaron la historia religiosa y socio-cultural del continente, describiendo también las etapas de la difusión de la espiritualidad de la unidad en el África Subsahariana. Jóvenes y adultos. Característica de este encuentro fue también la presencia de los jóvenes quienes en varios momentos enriquecieron el programa de los delegados de los Focolares: en la tarde dedicada al Genfest (Budapest, 31 de agosto – 2 de septiembre de 2012); con la presentación de un proyecto de formación para jóvenes a partir de You Cat, y con la proyección del documental “Juntos podemos. Siguiendo las huellas de Carlo y Alberto” sobre la vida de dos gen para quienes se ha encaminado el proceso de beatificación, juntos. Durante la vigilia de las conclusiones, el sábado 8 de octubre, María Voce se conecto por streaming internet con miles de personas para un saludo y un augurio. María Voce expresó a los miembros de los Focolares conectados en todo el mundo un sueño: “Si cada uno de nosotros, empezando desde ahora, se pone a vivir la Palabra de Dios con la intensidad con que la vivían las primeras focolarinas con Chiara, verdaderamente se puede pensar en tantas luces que se encienden y como rayos luminosos señalan las vías del mundo”. Y agregó: “¿cómo no esperarnos todo y más? ¿Cómo no pensar que estas luces tienen la posibilidad de iluminar todos los rincones de ese sótano oscuro que es el mundo?”. El augurio fue de tener “un año espléndido y todo luminoso”, eco del ‘testamento’ espiritual de Chiara Lubich “deja a quien te sigue sólo el Evangelio”.

Espiritualidad de la unidad:Amor al hermano

La aventura de las jóvenes de Trento unidas a Chiara no podía dejar indiferente ni a la población de la ciudad, en aquel momento pocas decenas de miles de habitantes, ni tampoco a la Iglesia trentina. El comportamiento de las jóvenes de la “casita” de Plaza Cappuccini, sede del primer “focolar”, asombraba a grandes y a pequeños. En aquel apartamento modesto los pobres se sentían en su casa.  Incluso el problema social de la ciudad, desangrada por la guerra, era un problema que las jóvenes sentían suyo. Creían nada menos que lograrían resolverlo, sencillamente, creyendo que las palabras del Evangelio eran verdaderas. Amando al hermano, uno a uno. Chiara escribió: “Entre todas las Palabras, nuestro carisma enseguida nos subrayó las que se refieren específicamente al amor evangélico hacia el prójimo y no solamente hacia los pobres, como cuando leímos en el Evangelio que Jesús dijo: “Cada vez que  lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos (y se entiende con todos), lo hicieron conmigo” (Mt 25,40). De consecuencia,  nuestro viejo modo de concebir el prójimo y de amarlo cambió totalmente.  Si Cristo  de alguna manera estaba en todos, no se podían hacer discriminaciones, no se podían hacer preferencias.  Cayeron los conceptos humanos que clasifican a los hombres: compatriota o extranjero, anciano o joven,  guapo o feo, antipático o simpático, rico o pobre, Cristo estaba detrás de cada uno, Cristo estaba en cada uno. Y cada hermano era realmente “otro Cristo” – si la gracia enriquecía su alma – u “otro Cristo”, un Cristo in fieri – si todavía estaba lejos de Él. “Viviendo así, nos dimos cuenta de que el prójimo era para nosotros el camino para llegar a Dios. Aún más, el hermano se nos presentaba como un arco bajo el cual era necesario pasar para encontrar a Dios. Y lo hemos experimentado desde los primeros días. ¡Qué unión con Dios por la noche, en la oración, o en el recogimiento, después de haberlo amado todo el día en los hermanos! ¿Quién nos daba ese consuelo, ese recogimiento interior tan nuevo, tan celestial, si no Cristo que vivía el  “Den y se les dará” (Lc 6,38) de su Evangelio? Lo habíamos amado todo el día en los hermanos y ahora Él nos amaba a nosotros. ¡Qué útil  ha sido este don interior para nosotros! Eran las primeras experiencias de la vida espiritual, de la realidad de un reino que no es de esta tierra. Así, en el maravilloso camino que el Espíritu nos mostraba, el amor al hermano fue un nuevo punto fundamental de nuestra espiritualidad”.

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El lunes tendrá el cemento. Historias de empresarios.

Germán M. Jorge

«Suena el teléfono; es nuestra principal competencia en la zona, responsable de un establecimiento de producción de cemento. Me pide si podemos venderles una cierta cantidad de cemento porque otros proveedores no les daban más crédito. Estaban atravesando un momento muy difícil, desde el punto de vista financiero, a causa de la disolución de la sociedad de familia, con todas sus consecuencias. Sabía que la situación era grave y sentía que había llegado el momento que tanto había esperado: tenía la posibilidad de cambiar la historia; esta ‘competencia’ jugaba muy fuerte contra mí en el mercado y había dicho a los otros colegas que su error había sido el de dejarme que levantara la cabeza. Después de su petición, la conversación continuó más o menos así: – No te preocupes, el lunes tendrás el cemento. – Pero no se si los cheques podrán estar listos para el lunes; hace dos meses que no recibo mi sueldo. – No hay problema, llámame cuando estén listos. – Págame lo mismo que tendré que pagar yo. – Pero así no ganas nada – No tiene sentido que yo gane algo en esta operación, porque nunca ustedes serán mis clientes y ahora necesitan una mano. Me agradece y la conversación termina ahí. Pero la plenitud y la felicidad que probé en aquel momento, les aseguro, valen más que el cemento. Este hecho causó sorpresa en mis dependientes que al principio no entendían y tuve que explicarles que la cosa más importante no era el hecho en sí, sino lo que esto puede generar dentro y fuera de nuestra empresa. Aquel mes alcanzamos el récord en ventas y justo en el medio de la crisis logramos ahora vender cerca del 30% más, con respecto al mismo periodo del año precedente. Este modo de relacionarnos, poniéndonos al servicio de los otros, ha reforzado nuestra reputación y nos ofrece nuevas oportunidades de negocios cada año, casi sin la necesidad de ir a buscarlos. Creo que si las empresas descubrieran la utilidad, también económica, que los principios de la Economía de comunión generan, no dudarían en ponerlos en práctica ». de Germán M. Jorge Fuente: «Economia di Comunione – una cultura nuova» n.30

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Espiritualidad de la unidad: La Palabra

Vivían una frase del Evangelio y la novedad, para aquel tiempo, consistía en el hecho de que Chiara y sus primeras compañeras, para darse ánimo recíprocamente y para crecer juntas, compartieran los frutos de la vida de la Palabra en sus vidas. Escribía Chiara: “Estamos siempre en tiempos de guerra. Cada vez que suena la sirena de las alarmas aéreas podemos llevar con nosotros al refugio solamente un pequeño libro: el Evangelio. Lo abrimos y esas palabras, si bien tan conocidas, se iluminan por el nuevo carisma, como si debajo de ellas se encendiera una luz. Nos inflaman el corazón y nos empujan a ponerlas enseguida en práctica. Todas nos atraen y tratamos de vivirlas una por una. Yo leo para todas, por ejemplo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo” (Mt 19,19). El prójimo. ¿Dónde estaba el prójimo? Estaba allí, a nuestro lado, en todas esas personas afectadas por la guerra, heridas, sin casa, desnudas, hambrientas y sedientas. Inmediatamente nos dedicamos a ellas de muchas formas. “El Evangelio asegura: “Pidan y obtendrán” (Mt 7,7). Pedimos para los pobres y –una cosa totalmente extraordinaria durante la guerra- ¡vemos cómo nos llenamos de un sinfín de bienes! Un día, y este es uno de los primeros episodios que a menudo se cuenta, un pobre me pidió un par de zapatos n° 42. Sabiendo que Jesús se identificó con los pobres, dirijo al Señor esta oración, en la iglesia de Santa Clara del hospital que lleva el mismo nombre: “Dame un par de zapatos n° 42, para ti en ese pobre”. Saliendo de allí, una señorita me entrega un paquete. Lo abro: es un par de zapatos n° 42”. “Leemos en el Evangelio: “Den y se les dará” (Lc 6,38). Damos, damos y siempre recibimos algo. Un día tenemos sólo una manzana. Se la damos al pobre que viene a pedir. Y esa misma mañana vemos llegar, quizás de parte de un pariente, una docena. Damos también esa docena a otros que piden y esa misma tarde nos llega una maleta. Era así, siempre así”. “Uno tras de otro, estos episodios soprenden y encantan. Nuestra alegría es grande y contagiosa. Jesús lo había prometido y lo sigue manteniendo. Por lo tanto, Él no es una realidad sólo del pasado, sino del presente. Y el Evangelio es verdadero. Esta constatación impulsa el camino emprendido. Comunicamos lo está sucediendo a quien está intrigado por nuestra felicidad en tiempos y horas tan tristes; ellos no advierten el encuentro con un grupo de chicas o con un Movimiento, sino con Jesús vivo”.

Octubre 2011

«Sígueme» Jesús les había dirigido ya esta palabra a Andrés, Pedro, Santiago y Juan a la orilla del lago. Y la misma invitación, pero con otras palabras, le hizo a Pablo por el camino de Damasco. Pero Jesús no se detuvo ahí; a lo largo de los siglos ha seguido llamando a hombres y mujeres de todos los pueblos y naciones. Hoy también lo hace; pasa por nuestra vida, nos aborda en distintos lugares, de maneras diferentes, y de nuevo nos invita a seguirlo. Nos llama a estar con Él porque quiere entablar una relación personal, y al mismo tiempo nos invita a colaborar con Él en el gran proyecto de una humanidad nueva. No le importan nuestras debilidades, nuestros pecados, nuestras miserias. Él nos ama y nos elige tal como somos. Será su amor el que nos transforme y nos dé la fuerza para responderle y el valor para seguirlo, como hizo Mateo. Y para cada uno tiene un proyecto de vida, una llamada, un amor especiales. Lo percibimos en el corazón gracias a una inspiración del Espíritu Santo, o mediante determinadas circunstancias, o por un consejo o una indicación de alguien que nos quiere… Y aunque se manifieste de los modos más diversos, resuena la misma palabra: «Sígueme» Recuerdo cuando yo también sentí esta llamada de Dios. Era una mañana muy fría de invierno en Trento. Mi madre le pidió a mi hermana más pequeña que fuera a comprar leche a dos kilómetros de casa, pero hacía demasiado frío y no le apetecía ir. Mi otra hermana también dijo que no; entonces me ofrecí: «Voy yo, mamá», le dije, y cogí la botella. Salí de casa y a mitad de camino sucedió algo especial. Me pareció que el cielo se abría y Dios me invitaba a seguirlo. En el corazón sentí: «Entrégate completamente a mí». Era una llamada explícita a la que quise responder enseguida. Hablé con mi confesor y él me dio permiso para consagrarme a Dios para siempre. Era el 7 de diciembre de 1943. Nunca podré describir lo que mi corazón sintió ese día: me había desposado con Dios; podía esperarlo todo de Él. «Sígueme» Esta Palabra no se refiere solamente al momento de la elección determinante de nuestra vida. Jesús nos la sigue diciendo todos los días. «Sígueme», parece decirnos ante los deberes cotidianos más sencillos; «sígueme» en esa prueba que debo abrazar, en esa tentación que superar, en ese servicio que llevar a cabo. ¿Cómo responderle concretamente? Haciendo lo que Dios quiere de nosotros en el presente, que conlleva siempre una gracia especial. Este mes nos comprometeremos a entregarnos con decisión a la voluntad de Dios, al hermano o a la hermana que debemos amar, al trabajo, al estudio, a la oración, al descanso o a la actividad que debemos realizar. Aprendamos a escuchar en lo más profundo del corazón la voz de Dios, que habla también a través de la voz de la conciencia, y nos dirá en cada momento lo que Él quiere de nosotros. Y estemos dispuestos a sacrificarlo todo para llevarlo a cabo. «Concédenos, oh Dios, no sólo que te amemos cada día más, porque pueden ser muy pocos los días que nos queden, sino que te amemos en cada momento presente con todo el corazón, el alma y las fuerzas haciendo tu voluntad». Éste es el mejor sistema para seguir a Jesús. Chiara Lubich


 Palabra de vida, junio 2005, publicada en Ciudad Nueva nº 421.

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Argentina: Una fiesta inolvidable

Sábado 24 de septiembre. La Mariápolis Lia, ciudadela argentina de los Focolares sumergida en la Pampa, se prepara para recibir a más de mil jóvenes. El primer ómnibus llega con 50 jóvenesde Paraná (Argentina),  luego de 12 horas de viaje. Entre ellos está Juan Carlos, es la primera vez que viene invitado por una amiga de la facultad. No le explicó mucho, simplemente le dijo: “tienes que vivirlo”. Se irán agregando otros  jóvenes de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Bahía Blanca, Neuquén, Federal, Chaco, Tucumán, Salta, Asunción (Paraguay) y de Montevideo (Uruguay). El fin de semana se perfila con un clima muy agradable en esta primavera recién estrenada. Almuerzo “a la canasta” en el amplio parque, y enseguida se organizan las visitas a la ciudadela en pequeños grupos. Luego de la cena, juegos y karaoke en el anfiteatro hasta pasada la medianoche. Entre bambalinas, los 80 jóvenes que este año están viviendo en la ciudadela se reparten entre animar los distintos momentos y ultimar los detalles para el día domingo. Domingo 25 de septiembre. El gran salón está colmado con más de 1000 jóvenes. El escenario es invadido por personajes enmascarados que van componiendo una coreografía que no dejará a nadie indiferente. ¡Comienza la Fiesta de los Jóvenes 2011! Poco a poco se irá desplegando, a través de distintas expresiones artísticas, el lema que eligieron para este día: “Revolución es amar, el sí está en ti”. Pocas palabras, las justas para que no se pierda el hilo conductor, testimonios que ilustran cómo el amor -ese amor que toma la iniciativa, que no excluye a nadie, que es concreto- revoluciona nuestro ambiente, como sucedió con los compañeros de clase de Felipe, o el barrio en el que trata de ayudar Santiago, o la economía de Cielo y Virginia, o Carina y sus amigos con los damnificados por el terremoto de Chile. Una obra de teatro, con escenas a veces dramáticas y otras que despiertan sonrisas, recorre el camino que varios jóvenes hacen desde la indiferencia y la vida fácil hasta poner en práctica el amor hacia los demás. En un video pasan brevemente la vida de tres jóvenes del Movimiento gen que llegaron a la meta: Marcos, fallecido en un accidente de trabajo; Juanma, que al descubrir este estilo de vida se donó incansablemente hacia los más necesitados y en un viaje, durante las vacaciones, tuvo un accidente en un río; Lucía, que falleció luego de padecer leucemia. Tres jóvenes como todos, con ganas de vivir, con muchos proyectos, pero que revolucionaron sus vidas y sus ambientes con el amor. Gabriel había venido a la Fiesta el año pasado, con muchas experiencias que le pesaban en la mochila. Ese día fue clave para él. Volvió a su Mendoza natal dispuesto a recomponer la relación con sus padres y a recomenzar desde lo que había descubierto en esos días. En enero pasado llegó para quedarse un año y hoy está donando a todos el camino tortuoso que recorrió y los desafíos del presente que comparte con chicos y chicas de distintas culturas y proveniencias. Pasaron más de 2 horas, pero parecen instantes. El parque se puebla de grupos que tocan la guitarra, ensayan un paso de baile, juegan con una pelota o simplemente conversan. Todos esperan para entrar al laberinto. “Tuweln”, en mapuche (lengua de una etnia del sur de Argentina y Chile) significa “dar inicio a algo”. Es lo que quiere expresar este original laberinto. Una gran instalación en la que se pasa de sala en sala y a través de fotos, frases, videos, se hace un recorrido desde las propuestas que reciben hoy los jóvenes hasta encontrarle un sentido a la vida. En la última estación: “el desafío está en ti”. Imposible saber la reacción de los jóvenes que transitan por el Tuweln, pero sin temor a equivocarnos podemos afirmar que “algo comienza” a gestarse en cada uno. En la conclusión es Chiara Lubich que desde el video les habla de la revolución de amor que cada uno puede generar a su alrededor, y la red que se teje entre todos es la respuesta a esa invitación: no estamos solos, sino que contamos con la fuerza de la unidad. Ahora que lo experimentaron es difícil partir. Se suceden las canciones con ritmos animados y todos cantan y participan. En un muro dejan escritas sus impresiones. Entre otras, se lee: “Un momento único, sentido, profundo, inexplicable. Vale la pena jugarse todo por la unidad.” Carlos Mana

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El Papa en Alemania

«Benedicto XVI hizo una visita a su tierra natal, en la cual del 22 al 25 de septiembre transcurrió días muy intensos. Aún si las santas misas – celebradas al aire libre en el estadio olímpico en Berlín, en la plaza de la catedral en Erfurt, en Etzelsbach, Santuario de la Turingia, y en Freiburg en la Seva Negra– han marcado algunos de los momentos culminantes de su estadía, el Papa testimonió claramente, a través de muchos otros encuentros, que no vino sólo por el 30% de los católicos. Se reunió de hecho con representantes del Hebraísmo y del Islam, hizo un discurso valiente en la Cámara de Diputados Alemana y se entretuvo con representantes de las Iglesias ortodoxas. En un lugar muy significativo, en el monasterio agustiniano en Erfurt donde Martín Lutero estudió teología, entró para formar parte del Orden y fue ordenado sacerdote, se llevó a cabo el encuentro con representantes de la Iglesia evangélica-luterana. En esta ocasión el Papa expresó claramente su estima por la espiritualidad de Lutero y por su compromiso en la búsqueda de una respuesta adecuada a la pregunta sobre Dios. Benedicto XVI invitó a los cristianos de las dos Iglesias a “dar testimonio juntos de la presencia del Dios viviente, ofreciendo así al mundo la respuesta de la cual tiene necesidad… Ayudémonos recíprocamente a vivirla. Esta es una gran tarea ecuménica que nos introduce en el corazón de la oración de Jesús.” El Presidente de la EKD (Iglesia Evangélica en Alemania), Nikolaus Schneider apreció y subrayó cuanto dijo Benedicto XVI: las dos Iglesias deberían “ayudarse recíprocamente en el intensificar y reavivar la vida de fe en nuestra sociedad – de verdad una tarea ecuménica.” Quien esperaba que la venida del Papa marcara pasos concretos en el ecumenismo y quien esperaba que Benedicto señalara un itinerario nuevo con respecto a la concelebración común – principalmente en vista del aniversario de los 500 años de la Reforma en el 2017 – no fue complacido. Tampoco para las parejas de confesiones distintas que no pueden participar juntas de la Eucaristía, trajo “novedades”. La fe no es una realidad que se puede contratar, en analogía con los acuerdos políticos – esta es su motivación: “La unidad en la fe no crece sopesando ventajas y desventajas, sino mediante una profunda identificación en la vida y en el pensamiento.” Benedicto XVI no quiso ofrecer, sea en el campo ecuménico como en las preguntas de fondo de los católicos, respuestas superficiales, ni soluciones concretas. Quiso penetrar en las raíces de la “crisis de las Iglesias”, en cuya raíz el identifica una crisis de fe. Vino para animar la fe en Dios y para reforzar la fe en Cristo, que él considera como la premisa fundamental para que se puedan desarrollar cambios y renovaciones».   Léase también en Cittá Nuova online

En www.vatican.va

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¿Europa en crisis? Caminamos juntos

“La de juntos por Europa no es una vocación pasada de moda, sino que cada vez es más necesaria, porque el mundo está yendo hacia una crisis profunda, no solo económica y estructural, si no de las relaciones”– afirma Marco Impagliazzo en el diálogo que el 24 por la mañana ha tenido como protagonistas a algunos representantes del grupo promotor de Juntos por Europa, con los delegados de los Focolares de las naciones europeas, reunidos en este periodo en el centro internacional de Rocca di Papa para el encuentro mundial anual. “El empuje para la unidad ha renacido dentro de nosotros – afirma Gerhard Pross, recordando un momento decisivo en el 2000, cuando los testimonios de Chiara Lubich y del Obispo luterano Wilekens, han mostrado una profunda consonancia aún en la diversidad de las expresiones y de la proveniencia: “La verdad más fuerte: la pertenencia común a Cristo. El Espíritu Santo ha ampliado los horizontes… Juntos hemos entendido la importancia de la actitud de apertura hacia el otro. Y empezaban, de este modo, a caer los prejuicios”. La mesa redonda, por tanto, ha visto alternarse al representante del YMCA (movimiento evangélico) de Esslingen, uno entre los primeros testigos del inicio de la aventura europea de los movimientos cristianos; al actual presidente de la Comunidad de San Egidio, recién llegado del encuentro de oración por la paz (Múnich, 11-13 septiembre) y a Eli Folonari, junto a Chiara Lubich en todos estos años. Es justo ella, quien abre el intercambio, encuadrando las raíces del camino de comunión entre los diversos movimientos, dentro de la iglesia católica, y con los movimientos carismáticos de las distintas iglesias cristianas. Cita entre otras la carta: “Bases de la Comunión entre comunidades y movimientos cristianos”, firmado en el 2009 por los Amigos de Juntos por Europa, durante su congreso en la Comunidad de San Egidio en Roma. Para promover el conocimiento recíproco cada año cambian la sede y el movimiento que los hospeda: después de Schoenstatt en el 2010, este año toca a los Focolares. Cita prevista del 10 al 12 de noviembre próximo para trabajar en el programa del 12 de mayo. Hace de marco a la mesa redonda, la concomitancia con la visita de Benedicto XVI en Alemania, que da relevancia al valor del diálogo ecuménico y a la ‘necesidad’ de Europa. ‘Vivir juntos’ se convierte entonces en una palabra-clave, para aprender y proponer, para soñar y realizar. Una visión que nos involucra a todos, partiendo de los jóvenes: “Justo porque hay crisis, tenemos que trabajar aún más”- afirma Impagliazzo. “La experiencia con el conjunto de los movimientos me ha cambiado desde dentro”tiene el tono de la confidencia lo que comunica Gerhard Pross, subrayando aquella “pasión” por la unidad que también como evangélicos han sentido renacer, justo gracias al trabajo conjunto con los cristianos de las distintas iglesias. Se recuerdan con conmoción Chiara Lubich y Helmut Nicklas, dos grandes carismáticos, que han creído y entusiasmado a las masas en el sueño por Europa, y que han dejado esta tierra a pocos meses de distancia uno del otro, pero con su herencia continúan inspirando el trabajo de muchos.   Ideas interesantes que encienden las intervenciones: soy de Bélgica – dueños de casa del evento central del 12 de mayo-, de Alemania, Eslovenia, Noruega, Francia, Portugal, Holanda, en una ronda de contribuciones que hablan de la vitalidad de un recorrido que tiene sobre el territorio la resonancia más fuerte. Contemporáneamente a la manifestación de Bruselas, se prevén de hecho eventos paralelos en 200 ciudades europeas – de una Europa no de los 27, sino de todos- esto para decir, que hay una base de pueblo, de sociedad civil, que tiene en el corazón el futuro del continente, no cerrado y replegado sobre sí mismo, sino al servicio del mundo.

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Espiritualidad de la unidad: la voluntad de Dios

¿Cuál tenía que ser la actitud que teníamos que tener para demostrar a Dios que Él era efectivamente el centro de nuestros intereses? Chiara y sus primeras compañeras se preguntaban en efecto cómo poner en práctica su nuevo ideal de vida, Dios Amor. Enseguida pareció obvio: tenían que amar a Dios. Sus vidas no  tendrían ningún sentido si no fueran «una pequeña llama de este infinito fuego: amor que responde al Amor».  Y les parecía un don grande y sublime, tener la posibilidad de amar a Dios, hasta el punto de repetir frecuentemente: «No tenemos que decir: “debemos amar a Dios”, sino: “¡Poder amarte Señor! ¡Poderte amar con este pequeño corazón!”». Recordaban una frase del Evangelio que no dejaba y no deja escapatoria a quien quiere llevar una vida cristiana coherente: «No quien dice: Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino aquél que hace la voluntad de mi Padre, que está en los cielos» (Mt. 7,21). Hacer la voluntad de Dios, por lo tanto, era la gran posibilidad que todas tenían para amar a Dios. De este modo, Dios y su voluntad coincidían. Escribía Chiara: «Dios era como el sol. Y a cada uno de nosotros llegaba un rayo de este sol: la divina voluntad sobre mí, sobre mi compañera, sobre la otra.  Un único sol, distintos los rayos, pero siempre “rayos de sol”. Único Dios, única voluntad, distinta para cada uno, pero siempre voluntad de Dios. Era necesario caminar por el propio rayo sin apartarse nunca. Y caminar durante el tiempo que poseíamos. No tenía sentido divagar sobre el pasado o fantasear acerca del futuro. Era necesario abandonar el pasado a la misericordia de Dios, ya que no lo poseíamos;  y  el futuro lo viviríamos plenamente cuando se hiciera presente.

Chiara Lubich (al centro) en Tonadico con sus primeras compañeras

«Sólo el presente estaba en nuestras manos. Para que Dios reinase en nuestra vida, tendríamos que concentrar en el presente, la mente, el corazón, las fuerzas, haciendo su voluntad. Lo mismo que  un viajero en el tren, no piensa en caminar por el vagón para llegar antes a la meta, sino que se deja llevar sentado; así nuestra alma, para llegar a Dios, tenía que hacer su voluntad, enteramente, en el momento presente, porque el tiempo camina por sí solo. Y no habría sido muy difícil entender lo que Dios quería de nosotros. Él manifestaba su voluntad mediante los superiores, la Sagrada Escritura, los deberes del propio estado, las circunstancias, las inspiraciones… Minuto a minuto y ayudadas por la gracia actual, construiríamos el edificio de nuestra santidad; o mejor aún, haciendo la voluntad de Otro –de Dios mismo Él se habría edificado a sí mismo en nosotros. «Por lo tanto, hacer la voluntad de Dios no significa sólo “resignación”, como a menudo se entiende, sino la más grande divina aventura que le pueda tocar a una persona: la de seguir no la propia y mezquina voluntad, no los propios proyectos limitados, sino seguir a Dios y realizar el designio que Él tiene sobre cada uno de sus hijos; designio divino, sorprendente, riquísimo. Hacer la voluntad de Dios ha sido para nosotros el descubrimiento de un camino de santidad para todos. De hecho, la voluntad de Dios la puede vivir cada uno, en cualquier lugar, situación o vocación en la que se encuentre, puede ser el billete de ingreso de las masas a la santidad. Hacer la voluntad de Dios para amarlo se ha convertido en el segundo punto cardinal de nuestra espiritualidad de la unidad».

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Jóvenes por un mundo unido: en Sassari un verano de trabajo

Campus con ancianos (29 de julio/7 de agosto). Nos unía un objetivo sencillo, pero preciso: amar. Con este deseo en el corazón pusimos, juntos, manos a la obra. En medio del tórrido calor veraniego, fue un duro trabajo de servicio: limpiar las habitaciones de los ancianos, servir la comida, animar veladas para ellos… pero el amor circulaba, se sentía en la atmósfera. Había una atención especial a la hora de hacer las cosas, juntos, para no dejar a nadie de lado, con la disponibilidad de perder la propia idea cuando el conjunto consideraba que no era apropiada. Todo se hizo bajo el signo de la sonrisa… y esto hizo extraordinaria cada cosa. Los ancianos confiaban en nosotros y nos animaban. Si la flor de papel maché que embellecía la sala no era tan perfecta, o el cartel del bingo hecho a último momento no estaba tan bien terminado, sabían siempre disimular. Por nuestra parte, nos escribe Salim, de Kenia: “Estoy contento de haber estado en el campus, me sentí como en casa porque este tipo de actividad me despertó el deseo de ser feliz. ¡No hay tristeza cuando amamos así!”. Cáritas (1/14 DE agosto). Para permitirles a los voluntarios de la asociación tener unos días de vacaciones, nos propusimos encargarnos nosotros de las múltiples actividades que se desarrollan en nuestro territorio en el período de verano,. Esta vez el trabajo consistía en la preparación de los menú, el empaque de los almuerzos y finalmente en nuestro donarnos a los tantos marginados de nuestra ciudad, descubriendo su mundo. Para nosotros fue sorprendente descubrir cómo, día tras día, no hubo un sólo momento en el que se apagara la sonrisa de nuestro rostro a pesar de los problemas que no faltaron.  Un regalo más, además de las comidas que se distribuían, a muchos que venían cotidianamente. A su regreso los voluntarios nos felicitaron por el trabajo desarrollado y nosotros constatamos cómo las ideas divergentes se armonizan, si se vive la regla de oro y mantenemos la sonrisa en los labios. Ahora, después de este verano tan activo y aventuroso, todavía más recargados, estamos listos para empezar el nuevo año. Juntos, queremos hacer ver la belleza de esta nueva corriente de vida y corremos decididos hacia la gran cita del próximo septiembre: el Genfest 2012. A cargo de los Jóvenes por un Mundo Unido de Sassari.

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De Costa Rica a El Salvador

Gustavo Alvarado

«Antes de venir a vivir en el focolar de San Salvador, –desde el que tenemos contacto con varias naciones de Centro América- conocía solamente por las noticias los sufrimientos de estos pueblos. Eran cosas que no lograba entender profundamente, habiendo nacido en un lugar donde, desde el 1 de diciembre de 1948, fue abolido el ejército y donde no ha habido ningun guerra civil. Esto ha permitido a Costa Rica un cierto desarrollo económico y social, distinto del resto de naciones hermanas. Me sentí, en cualquier caso, “en casa” cuando me mudé aquí, quizá sea también por los años vividos en otra nación de Sudamérica –Venezuela-, más grande que la mía, experiencia que en cierto modo, amplió mis horizontes humanos.  Aquí he encontrado muchos males que están en todos sitios: pobreza, corrupción, desequilibrios sociales, injusticia, inseguridad personal, pero quizá por todo esto y a pesar de esto, las personas saben luchar cada día por el pan cotidiano, e incluso habiendo vivido cosas atroces, han “aprendido a sufrir”, yendo más allá de la dificultades.Aquí no han existido solamente guerras cruentas, sino también terremotos, inundaciones y otras tragedias. La solidaridad es un valor presente entre la gente. La mujer, debiendo afrontar distintos tipos de opresión, es fuerte, decidida, “batallera”. En este contexto, el Ideal de vida presentado por el Movimiento de los Focolares responde ampliamente a las aspiraciones más profundas de la gente, donde hay descendientes de europeos, de africanos, de mestizos, de indígenas… El encuentro con la figura de Jesús Abandonado, reconocido en cada situación dolorosa, hace que el miedo se desvanezca. En estos años, he vuelto a descubrir la sabiduría del “hacerse uno” con el otro: para amar a un pueblo basta lograr vivir así, hasta el fondo, con la persona que tienes delante. De este modo, cada día me encuetro enriquecido con la nueva experiencia de la unidad vivida». A cargo de SSA

Asís 2011: la presencia de los Focolares

Venecia, aquella carretera peligrosa

Una carretera peligrosa, una curva que no tiene mucha visibilidad, y los automovilistas siempre a excesiva velocidad: un cóctel mortal que pone en riesgo la vida de los peatones. Hasta que alguien se decide, por el bien de la comunidad, a hacerse cargo de la situación. Luisa Busato – Venecia, Italia. Vivo en una carretera lateral, en Martellago, provincia de Venecia. Cruzar esta carretera nacional es muy peligroso, por la poca visibilidad del paso de peatones y la alta velocidad de los automóviles. Las señales que indican los límites de velocidad y el paso peatonal no se tienen muy en cuenta y las consecuencias son frenadas buscas de los que paran para dejar pasar a los peatones, casi siempre niños y ancianos, y adelantamientos muy arriesgados. Tiempo atrás, había comunicado este problema a un consejero municipal, sin ningún resultado, otros habían recogido firmas y las habían entregado a la policía de tráfico; pero no obtuvieron respuesta alguna. Más de una vez hemos visto a nuestros hijos casi “bajo las ruedas” por lo que, después de haber estado a punto, por enésima vez, de que se produjera una tragedia, sentí la responsabilidad de contribuir personalmente a resolver un problema que afectaba a todos, y hablé con algunos padres de mi calle y de las calles vecinas. Junto a uno de éstos, muy preocupado por el peligro cotidiano, pensamos escribir una carta al alcalde. Para dar más peso e importancia al asunto, decidimos que la firmaran también otros ciudadanos. Al redactar el texto de la carta, tratamos de poner de relieve la gravedad de la situación, pero sin acusar a nadie, indicando posibles soluciones y recordando las iniciativas positivas, como la de organizar un “Pedibús” y la utilización de la bicicleta en la ciudad, que el propio ayuntamiento había emprendido para limitar el uso del coche y contaminar menos. Durante la recogida de firmas, también hubo algunos que la rechazaron, diciendo que ya era la enésima recogida y que no resolvería nada. Pero, en general, tanto la redacción de la carta como la recogida de firmas fueron ocasión para construir muy buenas relaciones con los  vecinos y los padres. Todos nos sentimos más responsables y activos buscando juntos la solución a un problema, trabajando “para” y no “contra”. Compartí lo que estaba viviendo con aquellos amigos que, como yo, tratan de vivir por la fraternidad en sus ciudades y pueblos y así  encontré fuerza y ánimo para seguir adelante. Fuimos al ayuntamiento para hablar con el alcalde y entregarle la carta con las firmas. Un estrecho colaborador suyo nos advirtió que el alcalde no recibiría de buen grado, como siempre, la recogida de firmas y así fue. Al comenzar el encuentro, el “primer ciudadano” nos expresó toda su contrariedad por aquellas firmas. En ese momento, me atreví y le dije: “Señor alcalde, lea bien el texto de nuestra petición”. Él leyó, comprendió nuestras intenciones y se calmó. Y así comenzó un diálogo, gracias al cual se pusieron de relieve algunas posibles soluciones, aunque todas ellas resultaban demasiado caras e irrealizables. En aquel momento, tuve una idea: en otra carretera de nuestro municipio, se había instalado un detector de velocidad  iluminado, que parpadeaba cuando se sobrepasaban los 50 Km. por hora y los pasos peatonales estaban señalizados en rojo. Así que le propuse esta posibilidad. El alcalde acogió la propuesta inmediatamente, diciéndonos que tenía un detector almacenado y que no sería un problema señalar los pasos peatonales en rojo. El sábado siguiente, nos volvimos a encontrar con el alcalde quien, muy orgulloso, nos enseñó el proyecto y, un mes más tarde, comenzaron los trabajos en aquella carretera. Esta experiencia me hizo comprender la belleza y la fuerza de vivir juntos por la fraternidad, poniéndose, por amor, al servicio de la propia ciudad, del propio pueblo.

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Espiritualidad de la unidad: Dios Amor

Chiara Lubich y sus primeras compañeras, durante la guerra, tomaron la costumbre de encontrarse en los refugios antiaéreos, apenas sonaba la sirena que anunciaba un nuevo bombardeo. Era demasiado fuerte el deseo de estar juntas, de descubrir formas siempre nuevas de ser cristianas, de poner en práctica el Evangelio, después de la intuición fulgurante que las llevó a poner a Dios en el centro de sus intereses, en el centro –único y absoluto– de sus jóvenes vidas. «Cada acontecimiento nos impactaba profundamente –comentará años más tarde Chiara. La lección que Dios nos ofrecía mediante las circunstancias era clara: todo es vanidad de vanidades, todo pasa.  Sin embargo, al mismo tiempo, Dios ponía en mi corazón, para todas,  una pregunta y con ésta la respuesta: “¿Existirá un ideal que no muera, que ninguna bomba pueda destruir al que podamos donarnos completamente?”. Sí, Dios. Decidimos hacer de Él el ideal de nuestra vida» En el 2000 Chiara escribe: «Dios. Dios, que en medio del furor de la guerra, fruto del odio, bajo la acción de una gracia especial, se manifestó por lo que  realmente es: amor. La primera idea central sobre la que el Espíritu ha construido esta espiritualidad ha sido: Dios Amor (Cf. 1 Jn. 4,8).

¡Qué transformación produce en las personas esta verdad, comprendida de manera completamente nueva, al contacto con el carisma del Movimiento! La vida cristiana practicada anteriormente, aún siendo coherente, en comparación  parecía ensombrecida de orfandad. Ahora, de hecho, habíamos descubierto que Dios es amor, Dios es Padre. Nuestro corazón, habiendo vivido en el exilio de la noche de la vida, se abre y sube  y se une con Aquel que lo ama, que piensa en todo, que cuenta incluso los cabellos de nuestra cabeza.

Las circunstancias alegres o dolorosas adquieren un significado totalmente nuevo: todo está previsto y es querido por el amor de Dios. Ya nada puede darnos miedo. Es una fe apasionada, que fortifica, que nos hace exultar. Es una fe que conmueve a quien la experimenta por primera vez. Es un don de Dios que nos hace gritar: «Nosotros hemos creído en el amor (1 Gv4,16). Con la elección de Dios, que es amor, como ideal de la vida, se definía el primer punto cardinal, el primer paso de esta nueva espiritualidad que brotaba en nuestros corazones.  En consecuencia, habíamos encontrado por quién vivir, Dios amor».

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Cientos de “Gen4” de todo Brasil en viaje

«Del 17 de agosto al 5 de septiembre en Brasil se pudo ver un acontecimiento extraordinario: 470 Gen 4 (niños de los 5 a los 9 años) y sus acompañantes de más de 50 ciudades de Brasil salieron de viaje, algunos superando distancias de hasta 2000 kilómetros. El objetivo: sus Congresos Gen 4, en Recife del 19 al 21 de agosto, en la Mariápolis Ginetta cerca de San Pablo del 26 al 28 de agosto, y en los alrededores de Brasilia del 2 al 4 de septiembre. Con fantasía y seriedad los Gen 4 se prepararon con numerosas actividades para juntar el  dinero para su viaje: hubo quien vendió sus juguetes, organizaron un mercado de títeres, pusieron en funcionamiento una pequeña ‘empresa’, amasando y vendiendo pan a sus amigos y vecinos, otros juntaron sus ahorros y varias ayudas de parte de sus parientes o de la comunidad local. Fueron acogidos por ambientes adornados con mil colores, con bellísimas decoraciones, danzas y payasos. El inicio fue celebrado con el lanzamiento de la más grande aventura que existe: descubrir ¡la voluntad de Dios! ¿Pero cómo llegar? Empezando por la creación del mundo conocimos que Dios se manifiesta a lo largo de la historia siempre lleno de amor y misericordia y también nosotros formamos parte de esta historia. Después, mediante su regalo más grande, Jesús, conocimos muchos episodios que nos muestran cómo Él hizo la voluntad de su Padre. Esto nos hizo descubrir que lo podemos imitar en cada instante de nuestra vida. Cierto, para poder conocer la voluntad de Dios en el momento presente es necesario abrir el corazón y “hacer también un momento de silencio para escuchar la voz correcta”, como constató un Gen 4. María Voce envió un mensaje que enseguida pusieron en práctica: decir siempre “sí” a Dios y llevar la llama del amor de Jesús a todo el mundo. Un gran parque de juegos, actividades varias, acomodando las habitaciones y el comedor, las experiencias de Chiara Lubich dramatizadas, les dieron la posibilidad de convertirse en constructores del Congreso. También durante la Santa Misa –momento del encuentro con Jesús- los niños vivieron como protagonistas, con cantos, dramatizaciones y llevando en el ofertorio sus actos de amor. Pero ahora dejemos hablar a los Gen 4 que con sus aventuras involucraron a todos, pequeños y grandes».   Desde Recife:

  • Jesús, yo te amo hasta la muerte. Puedes contar conmigo quisiera serte siempre fiel. Prometo no traicionarte nunca, como hizo Judas. Estoy eternamente agradecido, porque diste la vida por todos nosotros. Gabriel
  • Me gustó cuando se habló de la Palabra de Dios, así me puedo acordar de que tengo que ayudar más a mi mamá, porque dentro de mi corazón vive el hombre nuevo. Pedro
  • Jesús es el tesoro de mi vida, es el verdadero hombre de la tierra y de todos nosotros. Abraão

Desde San Paolo:

  • Ayudé a mi amigo Rafael a llevar su maleta a la habitación, porque él es muy pequeño y no logra llevarla. Después jugué con él. Eduardo
  • Quisiera que toda mi familia estuviese aquí para ver este gran momento de mi vida. Matheus
  • Vendí 50 paquetes de galletas para ayudar con los gastos de los Gen4 de mi ciudad. Pedro

Desde Brasilia:

  • Querido Jesús, no te olvidaré nunca. Difundiré la alegría por el mundo y tendré una gran amistad con mis compañeros. André
  • Le dejé a un amigo mi lugar en el columpio. Compartí la merienda con un amigo. Compartí mis cosas con los otros y presté mis juguetes… Te quiero mucho Jesús. Paulo
  • Señor, te pido un poco de plata para poderla dar a los pobres. Carlos
  • Yo sé que a veces no soy ese niño que ayuda a todos, pero trato de hacerlo lo mejor posible. Espero que tú me entiendas. Tu querido Gen 4. André».

Matthias Bolkart – Centro Gen4

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Espiritualidad de la unidad

La espiritualidad de la unidad se desarrolla en doce puntos, entrelazados uno en el otro.

  1. Dios Amor
  2. La Voluntad de Dios
  3. La Palabra
  4. El hermano
  5. El amor recíproco
  6. Jesús Eucaristía
  7. La unidad
  8. Jesús abandonado
  9. María
  10. La Iglesia
  11. El Espíritu Santo
  12. Jesús en medio.

La espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich, en cada uno de sus puntos, no es la formulación de un proyecto madurado en su mente, de una reflexión, de un aspecto de la teología espiritual. Se trata más bien de algo que suscita la vida, de una espiritualidad que requiere una inmediata adhesión, decidida y concreta. En la riqueza de la historia de la Iglesia, de sus miembros, de sus santos y de sus comunidades, existe una característica constante: es la persona que camina de manera individual hacia Dios. Esto también es así en la espiritualidad de la unidad, en el sentido de que la experiencia que el individuo hace con Dios es única e irrepetible. Sin embargo, junto a esta indispensable experiencia espiritual personal, la espiritualidad que contiene el carisma de la unidad, confiado por el Espíritu a Chiara, acentúa la dimensión comunitaria de la vida cristiana. No es, en absoluto, una novedad, ya que el Evangelio es eminentemente comunitario. Existen en el pasado experiencias que subrayan este aspecto colectivo de la peregrinación hacia Dios, sobre todo en las espiritualidades que ponían el amor como base de la vida espiritual, como por ejemplo, San Basilio y sus comunidades. La espiritualidad de Chiara Lubich conlleva una forma original, comunitaria, de ir hacia Dios: ser uno en Cristo, según las palabras del Evangelio de Juan: “Como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, así estén también ellos en nosotros” (Jn. 17, 21). En Chiara esta frase se convierte en un estilo de vida. Una “espiritualidad comunitaria” había sido augurada para nuestra época por teólogos contemporáneos y a ella se refiere el Concilio Vaticano II. Karl Rahner, por ejemplo, hablando de la espiritualidad de la Iglesia del futuro, la veía en la «comunión fraterna en la que sea posible hacer la misma experiencia fundamental del Espíritu». El Vaticano II, orienta su atención sobre la Iglesia como cuerpo de Cristo y pueblo reunido en el vínculo del amor de la Trinidad. Si Santa Teresa de Ávila, doctora de la Iglesia, hablaba de un “castillo interior”, la espiritualidad de la unidad contribuye a edificar también un “castillo exterior”, donde Cristo esté presente e ilumine todas sus partes.

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Jóvenes en Tonadico de Primiero para estudiar “la primavera árabe”

La “primavera árabe” y el complejo escenario de relaciones políticas y jurídicas del cuadrante medio-oriental, fueron el centro del Seminario de estudio que se concluyó recientemente en el Trentino (del 27 al 30 de agosto de 2011), promovido por el Instituto Universitario Sophia, en colaboración con el Movimiento político por la unidad (MPPU) y Comunión y Derecho (CeD).

La iniciativa, que aprovechó el aporte de la Provincia de Trento y la colaboración de las administraciones locales, representa la primera edición de un proyecto de investigación más complejo, plurianual, dirigido a jóvenes universitarios, para incrementar una “cultura de la fraternidad universal” entre pueblos y culturas.

La característica de la experiencia fue la posibilidad de poner en comunicación competencias y lenguajes disciplinarios diversos para profundizar en un tema multidimensional, en estrecha interacción entre docentes y estudiantes en el ámbito jurídico y de la politología, gran parte de los cuales ya estaban en relación entre ellos por su participación a iniciativas previas (como los seminarios de verano de CeD/Comunión y derecho, y las “Escuelas de participación” del Mppu (Movimiento Político por la Unidad).

Dicho enfoque interdisciplinario, típico de la experiencia formativa del  IUS, despertó interés e involucró a los participantes, confirmándose como un instrumento imprescindible para poder hacer un análisis serio de los eventos, e incluso intervenir en ellos.

El programa requería concentración y esfuerzo personal por parte de cada uno de los participantes –en total cincuenta personas, de las cuales 38 jóvenes- pero al mismo tiempo ofrecía, por la extraordinaria belleza del ambiente natural en el que se desarrolló, en las Dolomitas de Primiero, tiempos apropiados para el conocimiento recíproco y el descanso.

Pero, lo que llevó a las montañas a la Summer School no fue el espléndido paisaje y la temperatura agradable. El catalizador fue sobre todo la referencia a la experiencia de Chiara Lubich y del primer grupo del naciente Movimiento de los Focolares que, en este valle, a lo largo de los años ’50, vivió algunas etapas que marcaron en forma imborrable su desarrollo. Fue entonces que se intuyó con más claridad la fuerza carismática de la idea de la unidad y de su traducción en un modelo diverso de sociedad humana, iluminada por la fraternidad universal.

¿Cómo dar continuidad a la iniciativa? A la clausura, al entusiasmo de los jóvenes se sumó la concreción y la capacidad de hacer proyecciones del presidente de la Comunidad de Valle, del alcalde de Tonadico y de otros administradores del territorio, con los cuales ya se han trazado algunas líneas. Lo que se entrevé es la posibilidad de que Primiero hospede anualmente una semana de estudios internacionales, propuesta por un equipo de Sophia en colaboración con otras redes de expertos, focalizando cada año un tema específico identificado en forma interdisciplinaria.

Fuente: http://www.mppu.org/ – 6 de septiembre de 2011

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En Curitiba, gran homenaje a Chiara Lubich

El ‘frío’ mes de agosto ha sido inolvidable para los miembros del Focolar de la ciudad de Curitiba: las tres sedes del poder político –la Cámara de Diputados del Estado, el Municipio, y la Cámara del Consejo Comunal- del 20 al 24 del mes rindieron homenaje a la persona de Chiara Lubich. Inauguración del Memorial Chiara Lubich: a pesar de la tardanza debida a la lluvia, el alcalde Luciano Ducci –tal como había anunciado la prensa- inauguró el 20 de agosto el nuevo centro cultural, como un “monumento de entrada” al Parque de los Trabajadores, en la zona industrial de la ciudad. La idea de “fijar en Curitiba la memoria de esta mujer”, dedicándole una avenida, una plaza o un centro cultural, se remonta a una iniciativa del Consejero Comunal Tito Zeglin, cuando en el 2009 la capital de Paraná fue candidata como sede del primer “City-Forum”. En la Asamblea Legislativa del Estado, en la sesión extraordinaria del 23 de agosto, el diputado  Reihnold Stephanes Junior, propuso, con la aprobación unánime del parlamento, entregar un diploma póstumo a Chiara Lubich. En dicha ocasión, una sorpresa: tomó la palabra el Director de la Oficina de Correos del Estado de Paraná, Areovaldo Figueiredo, miembro de la comisión del Movimiento Político por la Unidad local, para presentar una estampilla del Correo Brasileño, dedicada a Chiara Lubich, personalizada con su foto. El Arzobispo Mons. Moacir José Vitti, directamente desde Madrid donde se encontraba para la JMJ, envió un mensaje, que entre otras cosas decía: “Chiara, con su valentía y su fe inquebrantable en Dios, ha encantado al mundo con su forma de vivir y con sus obras que todavía hoy prosiguen”. Como conclusión, el 24 de agosto, en una Sesión Especial en Homenaje a Chiara Lubich, en la sede del Consejo Comunal tuvo lugar la entrega de un pergamino propuesto con el Consejero Tito Zeglin. En cada una de estas ocasiones los políticos y las personalidades presentes confirmaron su adhesión a lo que María Voce –presidente de los Focolares- propuso con su mensaje: “Que estos eventos sean ocasiones favorables para ofrecer a la colectividad, con nuevo impulso, todos esos valores positivos, que derivan de la adhesión al espíritu de amor y fraternidad, importantes en la vida cotidiana y en la acción política: buscando primero que nada lo que nos une y prefiriendo el bien común a los intereses particulares. Es decir enmarcar el propio ambiente, privado, social y político en un horizonte más amplio, el de la familia humana”.      

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Obispos de varias Iglesias: volver a empezar a partir de la Palabra que une

31 obispos de 18 países de 15 iglesias diferentes. Se trata del 30° encuentro ecuménico de los obispos promovido por el Movimiento de los Focolares, el primero tuvo lugar en 1982. Estamos en Welwyn Garden City, una pequeña ciudad a alrededor de 40 kilómetros al Norte de Londres. Es una ciudad jardín, surgida en medio de áreas verdes, con amplios prados más extensos que las mismas calles y que los laguitos. Fundada por Ebenezer Howard»>Sir Ebenezer Howard en 1920, cuenta con alrededor de 40 mil habitantes. Allí se erige el Focolare Centre for unity nacido después de la visita de Chiara Lubich a Inglaterra en 1983, cuando advirtió la necesidad de “una cuna”, un lugar para las actividades de los Focolares. El encuentro de los obispos es itinerante precisamente porque es la ocasión para conocer las realidades eclesiales del país anfitrión. Este año se profundiza en especial en el conocimiento de la Iglesia de Inglaterra. Es interesante un documento, llamado The anglican communion covenant, es decir la propuesta de un pacto para sostener la comunión y un acuerdo, preparado por un grupo de teólogos anglicanos, vinculante para las iglesias de la Comunión Anglicana que compromete a 44 iglesias anglicanas autónomas a reconocer principios comunes. Será un importante instrumento de comunión, que puede representar un vínculo también para las iglesias no anglicanas. La adhesión será siempre libre y no están previstas sanciones jurídicas para quien cambie de idea. El programa del Congreso se desarrolla también mediante la visita a lugares simbólicos del anglicanismo como el Lambeth Palace, la sede del Primado de la Iglesia de Inglaterra Rowan Williams, quien acogió a todos los participantes, la visita al santuario de San Alban, donde se conservan las reliquias del primer mártir inglés, y el encuentro en la catedral de Westminster con el arzobispo católico Vincent Nichols. El tema elegido este año es: “La Palabra de Dios y su fuerza transformadora”. María Voce, Presidente de los Focolares, intervino con un apasionante tema sobre la espiritualidad ecuménica de los Focolares nacida de la vida de la Palabra. Y recordó cómo la espiritualidad de los Focolares nació a partir del Evangelio leído a la luz de una vela en un oscuro sótano por Chiara y sus primeras compañeras durante los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. «El sótano oscuro de hoy –explica María Voce- es el mundo con sus desafíos e interrogantes. La Verdad muchas veces es sustituida por muchas verdades, prevalecen los intereses económicos, el núcleo familiar pareciera no tener ya significado». «El sótano oscuro nos interpela a todos para que no tengamos otra cosa que el Evangelio. Es a partir de allí que tenemos que empezar para re-evangelizarnos a nosotros mismos y, después, a la humanidad que nos rodea». «Empezando por vivir la palabra, momento tras momento, y compartiendo las experiencias, los frutos de esta vida». Ya Martin Lutero escribía que: “Al alma le puede faltar todo menos la Palabra de Dios”. Y, en este momento “delicado –dice María Voce- por el paso del período de fundación” de los Focolares “al período de actualización y desarrollo, tenemos que volver a los orígenes y recordarnos que toda la vida del Movimiento explotó a partir del Evangelio vivido” Así nacieron comunidades centradas en la palabra, la espiritualidad de comunión y también vivir la palabra nos ha facilitado el diálogo ecuménico y a todo nivel. “El apego fiel al único Evangelio -está escrito en el documento “Caminos hacia la comunión”, redactado por la Iglesia Católica y la Federación Luterana Mundial- es un paso indispensable hacia la plena unidad”. Unidad que se ha de perseguir no sólo con los cristianos pertenecientes a otras iglesias, “sino también –agregó María Voce- para abrir el diálogo con personas de otras religiones y en el encuentro con personas de convicciones no religiosas o con las diversas expresiones culturales actuales”. Del enviado Aurelio Molè [nggallery id=68] Más informaciones: