La paz concierne a las personas, a cada uno de nosotros. Es algo que todos debemos construir siempre y en cualquier condición. Es un compromiso nada fácil y no se da por descontado, sobre todo hoy. Con su intervención en 1978 Chiara nos lanzó un fuerte reto. «Amen a sus enemigos». ¡Esto sí que es fuerte! Esto sí que es un vuelco de nuestra forma de pensar y hace que todos demos un giro al timón de nuestra vida. Porque, no lo ocultemos: algún enemigo… un enemigo pequeño o grande, lo tenemos todos. Está ahí, detrás de la puerta del apartamento de al lado, en esa señora tan antipática e intrigante, que trato de evitar cada vez que se dispone a entrar conmigo en el ascensor…. Está ahí, en ese familiar que, hace treinta años le causó una ofensa a mi padre, y por ello le he negado el saludo… Se sienta detrás de tu pupitre en la escuela y nunca, nunca más la has mirado a la cara, desde que te acusó ante el profesor… Es esa chica que era tu amiga y luego te dejó plantada para irse con otro… Es ese comerciante que te engañó… Son aquellos que en la política no piensan como nosotros y por eso los declaramos como enemigos nuestros. Y hoy, hay quien ve como enemigo al Estado y practica con gusto la violencia contra las personas que pueden representarlo. Como hay, y siempre ha habido, quien ve como enemigos a los sacerdotes y odia a la Iglesia. Pues bien, a todos estos y a una infinidad de otros, a los que llamamos enemigos, hay que amarlos. ¿Hay que amarlos? Sí, hay que amarlos. Y no creas que podamos arreglárnoslas sencillamente cambiando el sentimiento de odio por otro más benévolo. Hay algo más. Oye lo que dice Jesús: «Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, recen por los que los maltratan» » (Lc 6, 27-28). ¿Ves? Jesús quiere que venzamos el mal con el bien. Quiere un amor traducido en hechos concretos. Podemos preguntarnos: pero ¿por qué Jesús da un mandamiento semejante? La realidad es que Él quiere modelar nuestra conducta según la de Dios, su Padre, que «hace salir el sol sobre los malos y los buenos, y hace llover sobre los justos y los injustos». Esto es. No estamos solos en el mundo: tenemos un Padre y tenemos que parecernos a Él. No solo eso, sino que Dios tiene derecho a este comportamiento nuestro porque, cuando éramos sus enemigos y estábamos todavía en el mal, Él fue el primero en amarnos, enviándonos a su Hijo, que murió de esa forma tan terrible por cada uno de nosotros. […] Quizás convenga que también nosotros arreglemos alguna situación, más aún porque seremos juzgados según juzguemos a los demás. De hecho, somos nosotros los que damos a Dios la medida con la que debe medirnos. ¿Acaso no le pedimos «perdona nuestras ofensas como nosotros perdonamos a los que nos ofenden»? Por tanto ¡amemos al enemigo! Solo actuando así se pueden reparar las desuniones, derribar las barreras, construir la comunidad. ¿Es difícil? ¿Es doloroso? ¿Nos quita el sueño solo pensarlo? Ánimo. No es el fin del mundo: un pequeño esfuerzo por nuestra parte y luego, el 99 por ciento lo hace Dios y… en nuestro corazón habrá un torrente de alegría.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pp. 105-108) https://www.youtube.com/watch?v=fxs_dZ3BqS0
Educa es un proyecto que ha ofrecido a 25 jóvenes de Guatemala formación en programación informática y diseño de páginas web. Algunos de los becarios provienen de etnias indígenas y quieren poner los conocimientos técnicos adquiridos al servicio especialmente de las mujeres de sus comunidades. El objetivo es valorar su cultura y ayudar a las mujeres a superarse, para que haya igualdad de oportunidades para todos. https://www.youtube.com/watch?v=5uWYv_cg85c&t=5s
Margaret Karram: «Me comprometo en nombre del Movimiento de los Focolares a responder con acciones, medidas de escucha, acogida y prevención, a las recomendaciones finales formuladas por la investigación independiente».
La investigación fue encomendada el 23 de diciembre de 2020 por los Focolares a la empresa británica GCPS Consulting, un organismo independiente cuya misión siempre ha sido ayudar a las instituciones a mejorar sus sistemas de prevención y denuncia de abusos. Para garantizar la integridad, la calidad y la fiabilidad del proceso de investigación y de sus resultados, el Movimiento de los Focolares también designó a Alain Christnacht, ex alto funcionario francés, como supervisor independiente, sin vínculo alguno con el Movimiento.
A petición de las víctimas, el Movimiento de los Focolares encomendó la investigación a una Comisión independiente en el mismo espíritu de la Conferencia Episcopal Francesa que en febrero de 2019 había encomendado ala CIASE [Comisión independente sobre abusos sexuales] realizar una investigación a toda la Iglesia católica francesa con el único objetivo de situar a las víctimas en el centro de las prioridades y del trabajo de investigación.
El organismo independiente ha recibido testimonios que cubren el período 1958-2020 y que muestran claramente que JMM es responsable de abusos a varios niveles al menos de 26 víctimas.
GCPS Consulting resume el trabajo realizado para la encuesta de la siguiente manera:
“Escuchar a las víctimas ha sido una de las tareas principales, así como un desafío del proceso, para las víctimas y para el equipo de investigación, pero es el elemento más importante.
El informe describe los hechos a lo largo de cinco décadas en las que JMM abusó o intentó abusar sexualmente de sus víctimas, principalmente chicos adolescentes, describiendo su modus operandi y también el contexto en el que se produjeron los abusos. La investigación escuchó a otras víctimas de abuso, algunas sexuales y otras formas de abuso, de un número significativo de víctimas y testigos.
Es también objeto del informe el hecho de que el abuso se haya extendido y no se haya abordado, aun cuando fue denunciado a los responsables ya los puestos de responsabilidad. Se solicitó a la Investigación que examinara el grado de conocimiento de estos hechos por parte de las personas responsables en esa época y posteriormente, y que evaluara cómo se afrontaron. El informe detalla que las denuncias no fueron respondidas adecuadamente, las víctimas no fueron escuchadas, no fueron tratadas convenientemente y se perdieron las oportunidades de responder al abuso de JMM y de prevenir los incidentes posteriores.
Finalmente, el informe describe en detalle cómo el Movimiento de los Focolares ha desarrollado más recientemente medidas de protección y hace una serie de recomendaciones destinadas a fortalecer el entorno de salvaguarda, incluidas las relacionadas con cambios fundamentales a nivel cultural y de liderazgo”.
Después de examinar el informe Margaret Karram, Presidenta del Movimiento de los Focolares, ha declarado:
«No hay palabras adecuadas para expresar la conmoción y el dolor que siento por el daño causado por JMM a niños y adolescentes y –debo decir esto con grandísimo sufrimiento – no solo por él, como se desprende de los resultados de la investigación».
Al dirigirse a las víctimas agregó: “En este momento, todo mis pensamientos y mis palabras se dirigen a ustedes que han sufrido un crimen muy grave que en muchos casos les ha arruinado la vida”.
A TODAS Y TODOS USTEDES, A CADA UNA Y CADA UNO PERSONALMENTE, JUNTAMENTE CON EL COPRESIDENTE, JESÚS MORÁN, Y EN NOMBRE DEL MOVIMIENTO DE LOS FOCOLARES, LES PIDO HUMILDEMENTE PERDÓN.
Debemos reconocer que, no obstante el bien que el Movimiento ha realizado a lo largo de su historia, en este ámbito hemos fallado en la vigilancia, en la escucha y en la acogida del grito de auxilio de muchos: esto ya no puede volver a ocurrir y está en total contradicción con los valores que el Movimiento de los Focolares, con su espiritualidad cristiana, está llamado a vivir.
Me comprometo, en nombre del Movimiento de los Focolares, a responder con acciones, medidas de escucha, acogida y prevención, a las recomendaciones finales formuladas por la investigación independiente”.
El Movimiento de los Focolares está más decidido que nunca a garantizar que sus comunidades en todo el mundo sean lugares de seguridad y enriquecimiento recíproco. Tal como lo señala la investigación del GCPS, en 2011 el Movimiento inició una evaluación profunda de las medidas para prevenir los abusos y proteger a las personas. Medidas que han sido revisadas en 2014 y en 2020 y que serán actualizadas ulteriormente tras el estudio en profundidad de los resultados de esta investigación.
El Movimiento de los Focolares ha informado a la Conferencia Episcopal Francesa y al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida de la publicación del informe.
La principal preocupación del Movimiento es contribuir lo más posible al proceso de reconstrucción de las víctimas, incluida la compensación económica si es necesaria y requerida. Por esto, por recomendación de la Iglesia en Francia, el Movimiento de los Focolares ha solicitado a la “Commission indépendante de reconnaissance et de réparation» (CRR), organismo multidisciplinario compuesto por expertos de la sociedad civil e instituido por la CORREF (Conférence des Religieux et Religieuses de France) que acompañe a las víctimas que lo deseen en su proceso de reparación. Desde ahora las víctimas pueden contactar a este organismo.
Para mantener el compromiso asumido con las víctimas de JMM, el Movimiento, desde hace algunos meses ha activado un procedimiento de apoyo psicológico coordinado por el Dr. Alexis Vancappel. Este procedimiento se mantendrá para las víctimas que ya recurrieron a este servicio.
El Movimiento de los Focolares informa que en las próximas semanas dará a conocer las acciones y medidas que pretende implementar para dar respuesta a las recomendaciones expresadas en el informe.
Los resultados de la investigación están publicados por completo y son accesibles a todos en las páginas web de GCPS Consulting y en las página francesa e internacional del Movimiento de los Focolares. Por el momento la investigación está disponible en los idiomas: inglés, francés e italiano, posteriormente se agregarán los idiomas alemán, español y portugués.
¿Qué hacer para que nuestro esfuerzo cotidiano, nuestro trabajo y nuestras relaciones sean vehículo para construir el mundo unido? Dirigir una mirada nueva, cada mañana, a quienes encontramos, dispuestos a no juzgar, a dar confianza, a esperar siempre, a creer siempre. Por eso es necesario adquirir una mirada de misericordia, virtud que los tiempos que vivimos nos piden poner en práctica con los prójimos cercanos y lejanos. La fraternidad universal, este es el gran proyecto de Dios para la humanidad. Una fraternidad más fuerte que las inevitables divisiones, tensiones, rencores que se insinúan tan fácilmente por incomprensiones y errores. Muchas veces las familias se deshacen porque no sabemos perdonarnos. Antiguos odios mantienen divisiones entre familiares, entre grupos sociales, entre pueblos. A veces hay incluso quien enseña a no olvidar las ofensas recibidas, a cultivar sentimientos de venganza… Y un rencor sordo envenena el alma y corroe el corazón. Hay quien piensa que el perdón sea una debilidad. No, es la expresión de máxima valentía, es amor verdadero, el más auténtico porque es el más desinteresado: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué recompensa merecen?”– dice Jesús – esto saben hacerlo todos: “Ustedes amen a sus enemigos”[1]. También a nosotros se nos pide que, aprendiendo de Él, tengamos un amor de padre, un amor de madre, un amor de misericordia con todos los que encontramos durante el día, especialmente con quien se equivoca. Además, a los que están llamados a vivir una espiritualidad de comunión, es decir, la espiritualidad cristiana, el Nuevo Testamento le pide más todavía: “Perdónense mutuamente”[2]. El amor recíproco exige casi un pacto entre nosotros: estar siempre dispuestos a perdonarnos unos a otros. Solo así podremos contribuir a la realización de la fraternidad universal. Estas palabras no solo nos invitan a perdonar, sino que nos recuerdan que el perdón es la condición necesaria para que también nosotros podamos ser perdonados. Dios nos escucha y nos perdona en la medida que nosotros sepamos perdonar. (…) De hecho, si el corazón está endurecido por el odio ni siquiera está en condiciones de reconocer y de acoger el amor misericordioso de Dios. (…) Hace falta una obra de prevención. Y así, cada mañana, dirijo una mirada nueva a los que voy encontrando en la familia, en la escuela, en el trabajo, en la tienda, dispuesto a pasar por alto lo que no va con nuestro modo de hacer, dispuesto a no juzgar, a darles confianza, a esperar siempre, a creer siempre. Me acerco a cada persona con esta amnistía completa en el corazón, con este perdón universal. No recuerdo para nada sus defectos, cubro todo con el amor. Y a lo largo del día trato de reparar un desaire, un estallido de impaciencia, pidiendo disculpas o con un gesto de amistad. (…) Entonces también yo, cuando eleve la oración al Padre, sobre todo cuando le pida perdón por mis errores, veré que mi petición es escuchada, podré decir con plena confianza: “Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”[3].
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pág. 667) [1] Cf. Mt 5, 42-47. [2] Cf. Col 3, 13. [3]Mt 6, 12.
El 25 de marzo el Papa Francisco consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Esta súplica forma parte de la oración coral que se eleva en el mundo por la paz y acompaña a la gran red de solidaridad a la que también se adhieren los miembros del Movimiento de los Focolares. El 25 de marzo, en la solemnidad de la Anunciación del Señor, alrededor de las 18.30 (hora de Roma) el Papa Francisco, desde la Basílica de San Pedro del Vaticano, consagrará a toda la humanidad, y en particular a Rusia y Ucrania, al Corazón Inmaculado de María. Según la tradición católica, con este acto se le confía a la Madre, y por su intercesión a Dios, todas las personas de la tierra, especialmente hoy a todos los que sufren a causa de la guerra. La Iglesia -escribe el Papa a los obispos del mundo a los que invita a participar- “está fuertemente llamada a interceder ante el Príncipe de la paz y a estar cerca de quienes pagan en su piel las consecuencias de los conflictos”. Porque la guerra es una derrota para todos. Con la guerra todo se pierde. Por eso, continúa el Papa, “acogiendo también numerosas peticiones del Pueblo de Dios, deseo confiar de manera especial a la Virgen las naciones en conflicto”. Este acto “quiere ser un gesto de la Iglesia universal, que en este momento dramático lleva a Dios, a través de la Madre suya y nuestra, el grito de dolor de todos los que sufren e imploran el fin de la violencia, y confía el futuro de la humanidad a la Reina de la Paz”. El Movimiento de los Focolares, presente en más de 180 países, y por lo tanto también en muchos lugares donde todavía hay conflictos y guerras, adhiere al llamamiento del Papa. La presidenta del Movimiento de los Focolares, Margaret Karram, hace unos días en Asís, junto con el Consejo General del Movimiento, reunido en la “ciudad de la paz” para unos días de retiro, invocó la oración por la paz universal: “Te pedimos con la fe que mueve montañas, que cese ‘el fuego’ de la guerra y venza el diálogo ‘en busca de caminos de paz’ entre Rusia y Ucrania. Pedimos la gracia que termine cada acto de conflicto especialmente los más olvidados”. Desde 1991 – los años de la Guerra del Golfo – las comunidades de los Focolares se unen en una oración común por la paz a través del Time Out diario a las 12 horas en cada zona horaria. Cristianos de diferentes Iglesias, creyentes de diferentes religiones se detienen durante un minuto de silencio o de oración para pedir la paz y reorientar su compromiso personal para construirla allí donde se encuentran. El viernes 25 de marzo, en el mismo momento en el que el Papa hará el acto de Consagración, Card. Konrad Krajewski, enviado del Papa en Fátima, hará el mismo acto para implorar juntos la Paz.
El 26 de febrero de 2022, la colaboración entre Gen 4, los niños del Movimiento de los Focolares, y la asociación Forme Sonore, organizó un workshop sobre la composición de música para niños, con unos cien participantes de todos los continentes. Fueron muchas las reflexiones recogidas entre los participantes y las impresiones de los Maestros, Sabrina Simoni y Siro Merlo. La bellísima colaboración nacida en el verano boreal de 2021 entre Forme Sonore, asociación que se ocupa de producciones y experimentaciones para favorecer el crecimiento del pensamiento musical, y los Gen 4, creó un trozo musical grabado por un pequeño coro de niños de Burundi. La ocasión para unir fuerzas y realizar nuevamente algo bonito juntos se volvió a presentar el 26 de febrero de 2022. Ese día los fundadores de Forme Sonore, la maestra Sabrina Simoni (directora del Pequeño Coro «Mariele Ventre» del Instituto Antoniano de Boloña, protagonista de la manifestación canora anual italiana para niños “Zecchino d’oro”) y el maestro Siro Merlo (experto en escritura y dirección artística de canciones para niños) gestionaron un hermoso workshop organizado y promovido por GEN 4 y dirigido, en especial, a los que entienden de música y que trabajan en estrecho contacto con los más pequeños. Un momento de formación seguido online por unas cien personas de todos los continentes, que puso en el centro la composición de música para la infancia, no sólo desde el punto de vista técnico, sino como medio para vehiculizar valores como el compartir, la unidad, la fraternidad y el cuidado del otro y de la naturaleza. “Cuando el año pasado nos contactó Valeria Bodnar, asistente GEN4 de Burundi –cuentan los maestros– sinceramente quedamos muy impresionados por su entusiasmo. La misma emoción la vivimos el sábado 26 de febrero. La palabra que mejor consigue describir ese momento es “lo coral”, esa sensación intensa que se experimenta cuando, animados por una alegría auténtica, se ejecuta una canción junto con los demás. Las personas que participaron, además de estar muy lejos geográficamente las unas de las otras, pertenecen a ambientes sociales y culturales notablemente distintos. Sin embargo, los mensajes que nos llegaron al terminar el workshop expresaron opiniones con gran consonancia y en perfecta armonía”. “Este curso, de una manera particular, me hizo volver a sentir el deseo y las ganas de componer algo para nuestros Gen 4 –dice Filippo de la ciudad de Monopoli, Italia–. Aprendí que las canciones para nuestros niños tienen que ser simples, lúdicas, tienen que hacerlos sentir libres y contentos de cantarlas”. Han sido muchos los agradecimientos que nos han llegado. Ramia de Costa de Marfil escribe: “Me di cuenta de que la composición de la canción hay que hacerla teniendo en cuenta la psicología de los niños, el target que la interpretará, encontrando el medio mejor para transmitir una emoción y la rítmica adecuada para permitir al niño cantar sin preocupaciones”. Ha sido un verdadero viaje entre notas y técnica, que ha manifestado a los participantes cuán importante es considerar la música como un “medio y no como un fin –explican los Maestros Sabrina Simoni y Siro Merlo–, un vehículo en condiciones no sólo de ‘transportar’ contenidos de variada naturaleza (didácticos, pedagógicos, emotivos o lúdicos), sino también hacerlo en tiempos breves, de una manera más directa y llegando más en profundidad”. Un momento de gran participación entre todos que se hizo don recíproco y dejó un mandato importante a quien se ocupa de infancia y música: crecer y formarse cada vez más, acompañando a los niños en este recorrido de descubrimiento en el que “la música –concluyen los maestros– tiene una energía socializante especialmente potente que tiene que ser guiada y canalizada oportunamente por docentes competentes, animados por una gran pasión y ricos de empatía y sensibilidad”.
Un conflicto, el de Ucrania, que estamos siguiendo en tiempo real, a través del trabajo de los periodistas enviados, las noticias difundidas a través de la web y las redes sociales. Asistimos todos los días al drama humano de grandes masas que tienen que escapar de las bombas, en su mayoría niños y mujeres. Y, al mismo tiempo, en silencio, los gestos de acogida se multiplican en muchos países europeos. Aquí algunos testimonios. Hace un mes, ninguno de nosotros podía imaginar que hoy tendríamos más de tres millones de refugiados de Ucrania. En cambio, es la realidad que estamos experimentando no solo en los países vecinos a las zonas de conflicto, sino también en todos los países de Europa y más allá. Prácticamente, de la noche a la mañana, fue necesario organizarse para acoger a los hermanos ucranianos, en su mayoría niños y mujeres, que huyen del horror. “Cuando comenzó el conflicto y llegaron las primeras personas de Ucrania – dice Manuela desde Berlín, Alemania – para mí también fue una respuesta a la cancelación forzada de la reunión anual de los Focolares que llamamos Mariápolis europea: acoger a la gente como podemos, ahora es mí, nuestra Mariápolis. Esto es lo que Dios quiere de mí, de nosotros”. Y desde Múnich, en Alemania, Dora cuenta: “La casa de los sacerdotes donde trabajo ha acogido a dos mujeres y un niño de 12 años. No hablan alemán ni inglés, pero nos entendemos con la traducción de la web en nuestros celulares. Hace unas noches, después de la cena, les pregunté si necesitaban algo. La madre respondió: ‘Sí, necesito un par de zapatos n° 2 para mi hijo’. En ese momento he sentido a Chiara Lubich muy cerca de mí y me di cuenta de que estábamos en el camino correcto”. Dora se refiere a un hecho que le sucedió a Chiara Lubich durante la Segunda Guerra, cuando un hombre pobre le pidió un par de zapatos de hombre n° 42 y, al mismo tiempo, una amiga le había entregado precisamente un par de zapatos de ese número que en su familia estaba de más. Hoy, para recibir a los refugiados de Ucrania, están disponibles algunas instalaciones de acogida de los Focolares. Ya el 3 de marzo de 2022, los primeros 5 refugiados (2 madres jóvenes con sus hijos) encontraron alojamiento y agradecieron la ducha caliente y la comida recibida en el centro Mariápolis ‘dialog.hotel.wien’, cerca de Viena, en Austria. Al día siguiente continuaron su viaje en tren. Diez días después, llegaron 34 refugiados, entre los cuales 15 niños, que fueron recibidos de 1 a 5 noches. Lo mismo ocurre con los Centros Mariápolis de Alemania: Zwochau, en Leipzig, Solingen en Colonia, Ottmaring en Augsburgo. Veinticinco jóvenes del noroeste de Alemania participaron en una carrera benéfica para los huérfanos de Ucrania el sábado 12 de marzo de 2022. Un gran grupo ha corrido en Solingen y desde Colonia, Múnich y también desde Graz, otros participantes se unieron y han corrido con ellos. ¡En total, los jóvenes recorrieron más de 250 kilómetros y recaudaron más de 10.000 euros! Luego se conectaron a través de una videoconferencia con las focolarinas que están en Ucrania para compartir experiencias. Y no solo se hacen cargo de los refugiados o recaudan dinero, ropa o comida, sino que también es necesario concientizar sobre la idea de la paz. Margarete D. es docente y ha iniciado una campaña especial con su clase en Krefeld (Alemania). Ha captado entre los niños el gran deseo entre los niños de hacer algo concreto. Así dieron vida a la acción “Postales por la paz”. Algunas frases han sido traducidas al ruso y meticulosamente escritas por los niños en letras cirílicas junto con la versión en su lengua materna, para ser enviadas a quienes tengan la posibilidad de detener los enfrentamientos. Todavía hay mucho por hacer. Mientras tanto, se están haciendo esfuerzos para organizar mejor los aspectos logísticos de la acogida de los refugiados durante mucho tiempo, con la esperanza de que este conflicto termine pronto, como ha dicho el papa Francisco en el Ángelus del domingo 20 de marzo de 2022, suplicando: “Suplico a todos los actores de la comunidad internacional que se esfuercen de verdad para hacer que cese esta guerra repugnante”.
¿Es posible imitar al Padre poniendo en práctica un amor que llegue hasta el perdón? Efectivamente, es complicado, pero la verdadera condición que nos permite hacer un gesto tan grande es haber recibido en vida «la gracia de la vergüenza», como dice el Papa Francisco, y la consecuente alegría de haber sido perdonados. Es un camino misterioso por el que la Cuaresma nos pide que caminemos, para que al final podamos disfrutar de paisajes maravillosos.Heridas sanadas Un día, una persona me hizo un montón de reproches que, según mi orgullo, no merecía. Durante algún tiempo, esta falta de respeto me consumió por dentro. Tuve la tentación de limitar la relación, no quería tener nada más que ver con esa persona desagradable, pero de esa manera no habría sido coherente con mi elección de vivir el Evangelio. ¿Cómo sanar esta herida? Me dirigí a Jesús e inmediatamente pensé: “No hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”. Durante días practiqué con aquellos con los que tenía que relacionarme, incluidos los que me habían hecho daño, y en lugar de pensamientos molestos sentí que algo sanaba dentro de mí. Esa sensación de alivio que sólo el perdón puede dar. (R. – Italia) Amor incondicional Desde hace algún tiempo, las discusiones entre mi mujer y yo se habían intensificado. Quién sabe por qué, bastaba un pequeño desacuerdo, una palabra fuera de lugar, nada para que empezáramos a alzar la voz, reviviendo viejas historias. Una de esas noches, cuando el ambiente se había vuelto tenso, nuestra hija de nueve años parecía estar jugando a lanzar aviones de papel desde la escalera de arriba. Ella sonreía y su hermano pequeño parecía estar divirtiéndose como nunca. Intrigado, tomé algunos de ellos y se los mostré a mi esposa. Al observar más de cerca, cada uno de los aviones estaba decorado con corazones y mensajes como: “Los queremos mucho”, “Son los padres más hermosos del mundo”, “Queremos oírlos cantar”. Mientras mi mujer los leía, las lágrimas inundaban su rostro. Avergonzados, nos miramos, luego nos abrazamos, prometiendo encontrar nuestra unidad en ese «Sí» de amor que dijimos hace años. (M. – Portogallo) El primer paso Desde la adolescencia, mi padre y yo no nos soportábamos. Mi madre sufría por eso, pero no veía ninguna solución para nuestra familia. Durante un viaje al extranjero, le conté a un amigo mío que participaba en un movimiento católico y que, en casos difíciles, solía preguntarse: «Si yo no amo a esa persona, ¿quién la amará en mi lugar? Volví de ese viaje atesorando estas fuertes palabras y, curiosamente, me acordé de tantas oportunidades perdidas en las que hubiera podido tener un gesto de cariño hacia mis padres. Para enmendarlo, empecé con pequeñas cosas, servicios sencillos relacionados con mi experiencia, que solía evitar… En resumen, algo cambió en mí. Han pasado décadas desde entonces, y ahora que tengo una familia e hijos, entiendo la importancia de dar el primer paso, como si la alegría de la otra persona dependiera únicamente de mí. (R.T. – Ungheria)
Editado por Maria Grazia Berretta
(extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VIII, nº 2, marzo-abril de 2022)
En el Padre nuestro, Jesús nos invita a pedir a Dios que perdone nuestras ofensas, así como nosotros las perdonamos a los que nos ofenden. Es la Palabra de Vida que tratamos de poner en práctica durante este mes de marzo de 2022. Nuestro amor a los hermanos debe estar lleno de misericordia, hasta llegar al perdón. Jesús afirma que debemos tomar siempre la iniciativa para que la buena armonía sea constante, para que se mantenga la comunión fraterna. Y así lleva el mandamiento del amor al prójimo hasta su raíz más profunda. Pues Él no dice: “Si te acuerdas de haber ofendido tú a un hermano”, sino “si te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti”. Para Él, el mero hecho de quedarnos indiferentes ante la discordia con el prójimo, aunque no seamos nosotros los responsables de esta sino los demás, es ya un motivo para no ser gratos a Dios, para ser rechazados por Él. Así pues, Jesús quiere ponernos en guardia no solo contra las más graves explosiones del odio, sino también contra toda expresión o actitud que de un modo u otro denote falta de atención o de amor a los hermanos. (…) Tendremos que procurar no ser superficiales en las relaciones, sino rebuscar en los rincones más recónditos de nuestro corazón. También trataremos de eliminar la simple indiferencia, o cualquier falta de benevolencia, toda actitud de superioridad, de desinterés hacia cualquier persona. Normalmente intentaremos reparar un desaire o un arranque de impaciencia pidiendo disculpas o con un gesto de amistad. Y si a veces esto no parece posible, lo importante será el cambio radical de nuestra actitud interior. Una actitud de rechazo instintivo del prójimo debe ser sustituida por una actitud de acogida total, plena, de aceptación completa del otro, de misericordia sin límites, de perdón, de compartición, de atención a sus necesidades. Si actuamos así, podremos ofrecer a Dios cualquier regalo que queramos y Él lo aceptará y lo tendrá en cuenta. Nuestra relación con Dios será más profunda y llegaremos a esa unión con Él que es nuestra felicidad presente y futura.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, Ciudad Nueva, 2020, pp. 296-297)
La «oración por la paz universal» pronunciada hoy por la presidenta del Movimiento de los Focolares en Asís, ante la tumba de San Francisco, se hace eco de las palabras del Papa Francisco. Se adjunta la versión integral. “Te pedimos con la fe que mueve las montañas, que ‘cese el fuego’ de la guerra y venza el diálogo ‘en la búsqueda de vías de paz’ entre Rusia y Ucrania. Pedimos la gracia de poner fin a todo conflicto en curso, especialmente los más olvidados”. Esta ferviente invocación está en el centro de la «oración por la paz universal«, pronunciada esta mañana en Asís por Margaret Karram, presidenta del Movimiento de los Focolares. En la cripta de San Francisco, en la Basílica inferior, estaba presente con ella el Consejo General del Movimiento, reunido en la «ciudad de la paz» para unos días de retiro. “Estamos aquí en representación de todos los miembros del Movimiento: cristianos de distintas Iglesias, fieles de varias religiones, personas que se reconocen hermanos y hermanas en la única familia humana. Hacemos nuestro el grito y la desesperación de los pueblos que en este momento sufren a causa de la violencia, de conflictos y de guerras” prosiguió Margaret Karram. “Concédenos la gracia de acogernos unos a otros, de perdonarnos, de vivir como una única familia humana. ¡Concédenos amar la patria de los demás como la nuestra! Dios de misericordia, de concordia, haznos “instrumentos de tu paz”. A una semana (el 25 de marzo 2022) de la consagración que el Papa Francisco hará de Rusia y Ucraina al Corazón inmaculado de María, esta súplica se inserta en la oración coral elevada de todo el mundo por la paz y acompaña la gran red de solidaridad a la que también se adhieren los miembros del Movimiento. Las comunidades de los Focolares están presentes en más de 180 países, por lo tanto, también en muchos de los lugares en los que están todavía produciéndose conflictos y guerras.
Un proyecto de intercambio cultural rompe las barreras entre inmigrantes haitianos y la comunidad de La Romana, en la República Dominicana
República Dominicana es un país en medio del mar Caribe el cual comparte el territorio de la isla Hispaniola con Haití. Históricamente tiene un valor cultural para todo el continente americano, pues allí desembarcó Cristóbal Colón en su primer viaje.
Ambos países comparten raíces culturales e históricas, pero también tienen contrastes que los han separado por siglos. Haití es el país más pobres del continente americano. La inestabilidad política y violencia interna han hecho que miles de personas emigren hacia otros países.
Cada año miles de inmigrantes cruzan la frontera desde Haití hacia República Dominicana en busca de un mejor futuro creando tensiones entre ambas naciones.
“Se estima que en la República Dominicana hay alrededor de 2 millones de Haitianos. Ellos vienen principalmente a trabajar en lo que es el cultivo de la caña de azúcar, porque aquí hay varias centrales azucareras”, dice Modesto Herrera, un médico que forma parte de la comunidad de los Focolares en República Dominicana.
A pesar de que existe un mutuo intercambio entre estos pueblos vecinos, también existen tensiones latentes y discriminación contra los haitianos que viven en República Dominicana. Una de las grandes barreras es el idioma, pues en República Dominicana el idioma es el español, mientras que en Haití se habla creole.
Hace varios años la comunidad de los Focolares en La Romana ha iniciado un proyecto que busca crear lazos de fraternidad con los inmigrantes haitianos que viven en poblaciones cercanas.
“Nosotros trabajamos en la parroquia donde está ubicado un Batey, que es una pequeña comunidad poblada por haitianos en su mayoría”, dice Sandra Benítez, empresaria.
Aunque muchos nunca habían visitado el Batey pues es una zona alejada de la ciudad donde principalmente habitan inmigrantes haitianos, junto a jóvenes y otros miembros de la comunidad decidieron romper la barrera que los ha dividido por años y comenzaron a visitarlos con el fin de conocerse mutuamente.
Poco a poco descubrieron que la comunidad haitiana tenía necesidades de integración en la sociedad. La Romana es conocida por su industria textil. “Vimos el potencial que tienen los jóvenes y decidimos trabajar en el área textil”, dice Cristian Salvador Roa, quien enseña a coser a la comunidad haitiana. Y agrega: “Me deja una gran satisfacción cuando veo que un joven ya no está desperdiciando su juventud, sino que es un joven productivo que le está sacando beneficio a su vida haciendo algo productivo”.
“El mejor testimonio que podemos dar nosotros es que, teniendo la barrera del idioma, la barrera de la predisposición social, cuando rompemos esa barrera, descubrimos la gran riqueza que puede haber en una cultura o que puede haber en la convivencia humana con otra persona”, concluye Concepción Serrano, un ingeniero industrial.
Todo pasa, también la vida. Solo el Evangelio permanecerá para siempre porque no sufre el desgaste del tiempo. Hoy, 14 de marzo de 2022, 14 años después del fallecimiento de Chiara Lubich, publicamos este pasaje en el cual ella consigna el Evangelio a quien la sigue por el camino de la unidad. Una invitación a vivir la Palabra en todas nuestras acciones cotidianas. Advierto en el alma un pensamiento que vuelve una y otra vez: “Deja a quien te sigue solo el Evangelio. Si haces así el Ideal de la unidad continuará. Es evidente que en este tiempo en el que vives tú y viven los otros, han sido útiles los conceptos, las frases, los lemas que adaptaban el Evangelio a la época moderna, pero estos pensamientos, estos dichos, estas ‘casi’ palabras de vida pasarán. Cuando la unidad entre los cristianos esté casi realizada no se hablará más de ecumenismo; cuando exista una cierta unidad en el mundo no se hablará más de hombre-mundo[1] como un ideal por alcanzar; cuando el mundo, prevalentemente ateo, sea impregnado de la realidad de Dios, no se pondrá tan de relieve el ateísmo. La misma espiritualidad de la unidad, que es la medicina para este tiempo, habiendo alcanzado su objetivo se pondrá al lado de todas las otras nacidas de los diversos carismas que Dios ha dado a su Iglesia a través de los siglos. Lo que permanece y permanecerá siempre es el Evangelio que no sufre el desgaste del tiempo: «Pasarán los cielos y la tierra, pero mis palabras no pasarán» (Mt. 24,35). Aquí se trata de todas las palabras de Jesús. Advierto que, sin duda, debemos adecuarnos con todas nuestras fuerzas a la época en que vivimos y seguir las particulares inspiraciones que Dios nos da para llevar y cultivar en nosotros y en aquellos que nos han sido confiados el reino de Dios; pero tenemos que hacer todo esto conscientes de la transitoriedad de la vida, sabiendo que existe la Vida eterna anunciada por Jesús en su Evangelio. Tenemos que subordinar en nuestro corazón todas las ideas y los modos de hacer, útiles pero no puramente evangélicos, y renovar constantemente nuestra fe en el Evangelio que no pasa”.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en La Parola di Dio, Città Nuova 2011, pp. 112-113) [1] La expresión – acuñada por Chiara Lubich en sus diálogos con los jóvenes – se refiere al imperativo de ampliar el corazón y la mente a la medida de Jesús Abandonado, para llegar a ser personas capaces de contribuir eficazmente a la unidad del mundo (Cf. C. Lubich, A los Gen – años 1970-1974, pp. 69-80).
Tras haberse realizado la primera jornada en la Facultad Teológica de Italia Central, ha concluido en Florencia, en el espléndido marco exterior del Palazzo Vecchio, el congreso “El Concilio Vaticano II y el carisma de la unidad de Chiara Lubich». Un evento que ha tratado temas como la sinodalidad y el compromiso por la paz y el diálogo entre los hombres y pueblos, y que se inserta en un debate de extraordinaria actualidad. La gran temporada de los nuevos movimientos eclesiales, que vio su apogeo bajo el pontificado de Juan Pablo II, ciertamente tuvo su origen en el período preconciliar. Luego, encontró en la asamblea vaticana, en particular en la valorización del laicado católico y en la redefinición de la presencia de la Iglesia en el mundo (Lumen Gentium) –además de hallarlo también en la centralidad de la Palabra compartida en comunión (Dei Verbum)– su razón de ser. El período post-conciliar después permitió la explosión numérica y cualitativa de tales movimientos. Fueron valorizados en su nacimiento y desarrollados por Paulo VI y luego impulsados y sostenidos con su magisterio por el papa polaco. Una aventura de unidad y distinción, en particular en la Iglesia de la segunda mitad del siglo XX, que vivió su expresión más madura en el carisma de Chiara Lubich, que es un carisma al servicio de la unidad de la Iglesia y de la humanidad. Como testimonio de lo adecuado del carisma al servicio de la unidad, en la compleja y por momentos convulsionada actualidad, el congreso se ubicó en el gran movimiento de solidaridad con las víctimas de la guerra en Ucrania y con todos los hombres y todas las mujeres de paz en Ucrania y Rusia, en Europa y en Asia y en todas partes. Lo recordó el asesor Alessandro Martini, en un día en el que la ciudad de Florencia hospedó una manifestación de nivel internacional. El Movimiento de los Focolares aparece como el primero y el más difundido de los movimientos eclesiales de la temporada conciliar. Por ese motivo, con ocasión del Centenario del nacimiento de su fundadora –luego postergado dos veces por la pandemia– el Instituto Universitario Sophia y el Centro Chiara Lubich organizaron un congreso internacional cuyo título explicativo fue: “El Concilio Vaticano II y el carisma de la unidad de Chiara Lubich: Dei Verbum y Lumen Gentium”. Sede: Florencia. Fecha: 11 de marzo de 2022 en la Facultad Teológica de Italia Central y el 12 de marzo en el Palazzo Vecchio, en el salón de los “Cinquecento”. El congreso tuvo el patrocinio del Ayuntamiento de Florencia, y participaron la Asociación Teológica Italiana, la Facultad Teológica de Italia Central, el Instituto Paulo VI, el Centro Internacional de Estudiantes Giorgio La Pira, la revista Città Nuova, la Escula Abbá y obviamente el Movimiento de los Focolares. Integraban el comité científico Alessandro Clemenzia (FTIC), Piero Coda (IUS), y, por el Centro Chiara Lubich, Florence Gillet, João Manoel Motta y Alba Sgariglia. Cuando concluía la Asamblea Vaticana en noviembre de 1965, Chiara Lubich sintetizaba en una plegaria significativa una nota evidente del Concilio, y que lo resumía tal vez. Es decir, la Iglesia que nace de la presencia de Jesús entre los suyos. La oración así se expresaba: “¡Oh, Espíritu Santo!, a través de lo que ya has sugerido en el Concilio, haz que lleguemos a ser una Iglesia viva. Es ése nuestro único deseo y todo lo demás está en función de ese anhelo”. Con este espíritu el congreso se fijó el objetivo de iniciar un estudio profundizado destinado a cerciorarse, por un lado, de si el mensaje del Concilio encontró en la experiencia suscitada por el carisma al servicio de la unidad un fecundo lugar de interpretación y desarrollo, y cómo lo hizo. Por el otro lado, si el florecimiento de vida eclesial promovido por el carisma fue posible y propiciado por el horizonte abierto por el Vaticano II y en qué manera. En esta primera etapa, la atención se concentró en la Dei Verbum y en la Lumen Gentium, para desentrañar los perfiles de convergencia y los aportes de la doctrina conciliar y de la inspiración del carisma de la unidad en torno al nexo crucial por el que la Iglesia nace y crece como encarnación histórica, en el soplo del Espíritu y en la Palabra que “se hizo carne” (Juan 1,14). El programa del congreso fue particularmente denso, como a menudo sucede cuando es el resultado de un serio trabajo de ideación y preparación. Un río de palabras que, poco a poco, adquirió un sentido acabado por el aporte plural de los estudiosos. En la primera jornada se destacaron las intervenciones de Piero Coda, ex-rector del Instituto Universitario Sophia (“Una coincidencia cronológica y kairológica: un concilio y un carisma. Por un discernimiento teológico de la correlación entre Vaticano II y carisma de la unidad”), de Paolo Siniscalco de la Universidad La Sapienza de Roma (“Chiara Lubich en la época del Vaticano II”) y del teólogo de Trieste Severino Dianich (“El evento del Concilio Vaticano II: sacramento… de la unidad de todo el género humano”). El profesor Coda puso en luz cómo el carisma al servicio de la unidad ha dado un aporte muy decisivo para la historia de la Iglesia en la vida de la comunión basada en el Cristo crucificado, abandonado y resucitado. Siniscalco, por su parte, trazó con inteligencia y precisión histórica los varios pasajes de la aventura existencial de Chiara Lubich antes, durante y después del Concilio Vaticano II. Mientras que Dianich dio, con sus bien conocidas claridad y franqueza, una interpretación del Vaticano II como clave para una reinterpretación más laica y más comunitaria del Evangelio. El sábado 12 el congreso se trasladó a un ambiente civil, tras la primera sesión que se había llevado a cabo en un ambiente eclesial. Ello remarcaba la doble valencia operativa del carisma al servicio de la unidad. En la prestigiosa sede del Palazzo Vecchio, en la de la Sala “dei Cinquecento” –que viera desarrollarse, desde el año 1964, varios congresos de los Focolares, y donde la misma Chiara Lubich en el año 2000 recibiera la ciudadanía honoraria de Florencia– abrió los trabajos la actual Presidente de los Focolares, Margaret Karram. Ella destacó la importancia de la sede de Florencia, recordando a Giorgio La Pira, el alcalde santo, hombre de paz y de “Iglesia viva”. En su memoria, ya en 1974, junto al Cardenal Benelli, Chiara Lubich había fundado el Centro Internacional de Estudiantes Giorgio La Pira, vinculando así inescindiblemente su nombre a la ciudad del Arno. Por lo tanto, Florencia como ciudad de paz, con vínculos privilegiados con ese Medio Oriente de donde proviene Margaret Karram, palestina de pasaporte israelí. “Trabajamos para crear en todas partes relaciones de paz, el bien más precioso que la humanidad pueda tener”, dijo la presidente de los Focolares. Luego, el mensaje del Cardenal Giuseppe Betori, ausente por motivos de salud, fue un eco de las palabras de Karram: “La experiencia del diálogo, a todos los niveles, que caracterizó la vida de Chiara Lubich, se fundaba en una intuición evangélica acerca de la relación entre interioridad y exterioridad, en donde la relación con el otro era una prolongación causal y consecuencial de la unión íntima con Dios”. Prosiguiendo con el Congreso en el Palazzo Vecchio, hablando de la Dei Verbum, Vincenzo Di Pilato (FTP) con un tinte eminentemente teológico afrontó el tema: “El alfabeto para conocer a Cristo. La Palabra de Dios evento permanente de salvación en la Dei Verbum”. Por su parte, Florence Gillet, del Centro Chiara Lubich, afrontó, en cambio, un tema en la frontera entre historia y eclesiología: “La Palabra de Dios en Chiara Lubich: presencia viva de Cristo que genera la Iglesia”. Siguió una mesa redonda con Giovanna Porrino (IUS) sobre “La Palabra en la vida de la Iglesia”, Declan O’Byrne (IUS), “La Palabra y el Espíritu”, Angelo Maffeis (FTIS) sobre “La Palabra de Dios como principio de unidad” y con el teólogo evangélico Stefan Tobler (USBL) sobre “Una mística de la Palabra como camino al ecumenismo”. Luego fue el momento de la tercera y última sesión del Congreso, dedicada a la Lumen Gentium, con una esperada conferencia de Monseñor Brendan Leahy (Obispo de Limerick, Irlanda) sobre “La Iglesia y el principio mariano”. La siguiente mesa redonda contó con los discursos de Alessandro Clemenzia (FTIC / IUS), “La Iglesia desde la Trinidad”, de Assunta Steccanella (FTT/TV), “El pueblo mesiánico”, de Erio Castellucci, Obispo de Módena y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Italiana, “Colegialidad episcopal y sinodalidad de la Iglesia” y de Cristiana Dobner (carmelita descalza), “Los carismas en la misión de la Iglesia”. Para terminar, el tema “Un ícono de la eclesiología del Vaticano II” fue expuesto por la teóloga Yvonne Dohna Schlobitten de la Universidad Gregoriana. La Sala “dei Cinquecento” que, aun cargada de símbolos guerreros que se destacan en las grandes pinturas colgadas a las paredes, oyó las palabras de paz de La Pira, de Bargellini, y de Chiara Lubich, fue anfitriona el 12 de marzo, de un evento que mostró que la Iglesia y la sociedad civil pueden dar testimonio de comunión y de diálogo, estimulando la política a asumir como horizonte propio la paz y su construcción.
Los días 6 y 7 de marzo de 2022 la presidente y el copresidente de los Focolares se trasladaron a Sassello (Italia), ciudad natal de la beata. Un encuentro íntimo y personal con Chiara Luce y con la Fundación que protege y promueve su memoria.Hay un antes y un después de pasar por Sassello, la ciudad natal de Chiara “Luce” Badano en la provincia de Savona (Italia). Seguro que se puede conocer a la joven beata a través de libros, documentales o la presencia masiva en las redes sociales, pero si tienes la suerte de poder ir a Sassello, todo cambia. Porque en el cementerio o a través de su madre María Teresa y amigos-testigos, la relación con ella salta inmediatamente a otro nivel: el del encuentro personal. Y esto es lo que les sucedió el pasado 6 y 7 de marzo a Margaret Karram y a Jesús Morán que acudieron allí: uno de los primeros viajes fuera de casa de la presidente y del copresidente de los Focolares, un año después de la Asamblea que los eligió. Una visita privada, nacida del deseo, pues, de conocer a Chiara Luce, pero no solo. “En estos días he comprendido el carácter extraordinario de Chiara Luce; las raíces de su santidad” – ha comentado la presidente que pudo abrazar a María Teresa Badano, encontrarse con el obispo de Acqui, Monseñor Luigi Testore y reunirse con los miembros de la Fundación Chiara Badano. Han sido días importantes, vividos en un clima de creciente afecto, diálogo y de compartir para la reconstrucción de relaciones de confianza, colaboración y mirada común sobre numerosos desafíos y proyectos de futuro. Una visita relámpago, sin duda, salpicada por las preciosas “microhistorias” de María Teresa, que recordaba fragmentos de la vida cotidiana de Chiara Luce, como su constante y total apertura para acoger a quien venía a visitarla, hasta los últimos días de su la vida. En el cementerio, cara a cara con Chiara, “le hemos encomendado en primer lugar la paz en Ucrania y en los muchos lugares donde los conflictos no están en el punto de mira de los medios” – ha dicho Jesús Morán, – y luego a todos los jóvenes para los que es un modelo extraordinario y sumamente necesario, hoy más que nunca”.
Durante los días 11 y 12 de marzo de 2022, se llevará a cabo en Florencia el Congreso cuyo título es “El Concilio Vaticano II y el carisma de la Unidad de Chiara Lubich”, evento que ha nacido por la colaboración entre el Centro Chiara Lubich y el Instituto Universitario Sophia y que también se podrá seguir en directo streaming en italiano e inglés. En los días 11 y 12 de marzo de 2022 la ciudad de Florencia, cuna del Renacimiento, será el marco externo que hospedará el Congreso con el título El Concilio Vaticano II y el carisma de la Unidad de Chiara Lubich. Partiendo de un atento análisis del evento conciliar, esta cita se propone ir al corazón de este recorrido in itinere (desde el Concilio hasta ahora), un momento que tras haberse fijado en la historia se realiza en el tiempo. Dos jornadas intensas que abrirán, gracias a la presencia de numerosas personalidades y autoridades, un camino de investigación y profundización, delineando el vínculo entre el carisma de la fundadora de los Focolares y el Vaticano II. Tres sesiones con títulos significativos: Una coincidencia cronológica y kairológica: un Concilio y un carisma; La Palabra se hace Iglesia; La Iglesia se hace Palabra. Vincenzo Di Pilato, docente de Teología Fundamental en la Facultad Teológica de la Región de Puglia, en Italia y Florence Gillet del Centro Chiara Lubich, teóloga y estudiosa de la fundadora de los Focolares, serán dos de las voces de este Congreso. Ahora responden a algunas preguntas acerca del evento. Prof. Di Pilato, ¿en qué quiere hacer hincapié, de un modo particular, este momento de intercambio? En su intención originaria, el congreso se ubicaba dentro del Centenario del nacimiento de Chiara Lubich (1920-2020). Sin embargo, a causa de la emergencia sanitaria mundial ha sido postergado hasta hoy. El objetivo era y sigue siendo el de sondar la reciprocidad fecunda entre el carisma de la unidad y las dos Constituciones promulgadas por el Concilio II sobre la Revelación de Dios y sobre la Iglesia: Dei Verbum y Lumen Gentium. ¿De qué manera estos dos documentos encontraron en la experiencia eclesial suscitada por el carisma de la unidad un fecundo lugar de interpretación y de desarrollo? Y viceversa: ¿en qué medida el florecimiento de vida eclesial promovido por el carisma de la unidad se hizo posible justamente por el horizonte abierto por el evento extraordinario del Concilio? Son las preguntas de fondo que acompañarán el diálogo en la sala entre los participantes. De todos modos, hay que recordar que fue el Vaticano II el que confirmó esta unidad esencial entre dones jerárquicos y dones carismáticos (cf. Lumen gentium, número 4). Tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI llegaron a hablar de “co-esencialidad” de estos dones, mientras que recientemente el Papa Francisco remarcó que la acción del Espíritu Santo produce “armonía” entre los distintos dones, recordando a las asociaciones carismáticas la apertura misionera y la sinodalidad. Doctora Gillet, ¿de qué preguntas ustedes han partido para organizar este congreso? Podríamos preguntarnos si no es demasiado osado poner en paralelo dos eventos tan distintos. ¿Qué relación podría existir entre un Concilio ecuménico que vio intervenir a 3000 Obispos y grandes teólogos con visiones proféticas para la Iglesia, y un carisma dado a una joven mujer veinte años antes, de donde nació una Obra que se esparció por todo el mundo? Para responder, notamos en primer lugar la sintonía en el origen: el Espíritu Santo que quiere hablar al mundo en los umbrales del tercer milenio. Luego se trata de dos eventos en camino que siempre se tendrán que fecundar recíprocamente: el Concilio Vaticano II aún no ha sido plenamente acogido, si bien su recepción hoy está en curso significativamente en el proceso sinodal promovido por el Papa Francisco. Nos reserva aún muchas sorpresas. Por otro lado, el carisma de la unidad todavía tiene que manifestar toda su potencialidad, tiene que traducirse en vida en el pueblo de Dios: de alguna manera está aún en los comienzos, como dijo el Papa cuando visitó Loppiano en 2018. Prof. Di Pilato, ¿Cómo interpretar el carisma de la unidad de Chiara Lubich a la luz de lo que está sucediendo hoy en el mundo? La pandemia parecía el contexto funesto en el que se tendría que haber celebrado inicialmente el congreso. Pero la opción que se hizo por postergarlo nos ha catapultado de improviso a otro escenario no menos dramático. En este sentido, la experiencia paradigmática de Chiara Lubich y de sus primeras compañeras en Trento, durante el segundo conflicto mundial, nos ofrece una clave de lectura del congreso. Es conocido por todos el rol que la Palabra de Dios asumió para esas jóvenes mujeres en un tiempo marcado por el derrumbe de los ideales, tiempo en el que habían crecido. La luz que surgía de las páginas del pequeño Evangelio que llevaban consigo durante los bombardeos, las guió para sanar las heridas físicas y existenciales, para inspirar a millones de persones en el mundo y para implicarlas en la realización del sueño de Dios: la fraternidad universal, “que todos sean uno”. Y fue la Palabra de Dios, traducida en compromiso social en favor de los pobres necesitados, lo que generó una Iglesia viva como pudo confirmar, con sorpresa y gran alegría, su Obispo de ese entonces. Hoy también, mientras todo parece derrumbarse nuevamente bajo los golpes de una política miope y desmemoriada, no nos queda más que la Palabra de Vida como algo seguro en nuestras manos, la única que es capaz de regenerar la Iglesia. Y sobre ese testimonio de vida, la Iglesia podrá llegar a ser para el mundo entero Palabra autorizada de paz y unidad. Para seguir en directo streaming el evento: https://live.focolare.org/firenze2022 .
La Palabra de Vida de marzo de 2022 nos invita a poner en práctica la frase que repetimos todos los días en el Padrenuestro: “Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. Pero ¿cómo podemos perdonar? Perdonar. Perdonar siempre. El perdón no es olvido, que en muchos casos significa no querer afrontar la realidad. El perdón no es debilidad, es decir, no tener en cuenta una ofensa por miedo a quien la cometió, que es más fuerte. El perdón no consiste en considerar que lo que es grave no tiene importancia, o tomar por bien lo que está mal. El perdón no es indiferencia. El perdón es un acto de voluntad y de lucidez –por tanto, de libertad– que consiste en acoger al hermano tal como es a pesar del daño que nos ha hecho, como Dios nos acoge a los pecadores a pesar de nuestros defectos. El perdón consiste en no responder a una ofensa con otra ofensa, sino en hacer lo que Pablo dice: “No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence al mal con el bien”. (Rm 12, 21). El perdón consiste en abrir a quien te ofende la posibilidad de una nueva relación contigo, es decir, la posibilidad para él y para ti de reanudar la vida, de tener un porvenir en el que el mal no tenga la última palabra. (…) Por tanto, debes comportarte así ante todo con tus hermanos en la fe: en la familia, en el trabajo, en clase y en tu comunidad, si formas parte de alguna. Sabes que es normal querer compensar con una palabra o con un acto proporcionado la ofensa que uno ha sufrido. Y sabes que, por diversidad de caracteres, por nerviosismo o por otras causas, es frecuente faltar al amor entre personas que viven juntas. Pues bien, recuerda que solo una actitud de perdón, continuamente renovada, puede mantener la paz y la unidad entre los hermanos. Siempre tendrás tendencia a pensar en los defectos de tus hermanos, a recordar su pasado, a querer que sean distintos de cómo son… Es necesario que te acostumbres a verlos con ojos nuevos y a verlos nuevos en sí mismos, a aceptarlos siempre, enseguida y hasta el fondo, aunque no se arrepientan. Dirás: «Eso es difícil». Claro. Pero ahí está la belleza del cristianismo. Por algo sigues a un Dios que, mientras moría en la cruz, pidió perdón a su Padre para aquellos que le habían dado muerte. ¡Ánimo! Empieza una vida así. Te aseguro una paz jamás experimentada y una alegría desconocida.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 228-229)
Vivir en el mismo edificio y ser extraños. Es lo que sucede en la mayor parte de los casos. Basta un poquito de valentía y un gesto sencillo para encontrarse realmente, algo como lo que hizo la familia Scariolo. “El encuentro con el otro es una riqueza recíproca, más allá de las culturas, de las religiones y de las ideologías. Cada vez descubrimos que el otro ha sido creado como un don de amor para mí y yo para él”. Con estas palabras Adriana y Francesco Scariolo, focolarinos suizos, casados hace 42 años, cuentan una experiencia que, hace algunos meses, los enriqueció de forma especial. “Vivimos en el Cantón de Ticino, en la Suiza italiana, y desde hace un año y medio vivimos en un edificio de 13 apartamentos. Los días antes de Navidad 2021, pensamos en hacer la vuelta de las felicitaciones, puerta a puerta. La sorpresa y la gratitud de todos los vecinos fue grande: “Yo fui el primer inquilino de este edificio y nunca me sucedió que nadie viniera a felicitarme” dijo uno de ellos. “Nosotros somos musulmanes, pero queremos desearles también a ustedes Feliz Navidad”, agregó otro. También le distribuimos a todos una invitación para un momento de fiesta por el fin de año y para desearnos un Buen 2022 en nuestra casa. Así el 19 de diciembre tuvimos un refrigerio-cena con tres familias, una musulmana y dos cristianas, de las cuales una era evangélica y la otra católica, respetando las normas de seguridad y utilizando rigurosamente el cubreboca. Fue un lindo momento en el que cada uno se dio a conocer espontáneamente. “Es bello saber que hay vecinos con quienes darse la mano, saludarnos -afirmó el marido de la señora musulmana- nos sentimos menos solos”. ¿Es algo que ya habían hecho en el pasado? “Sí, no es la primera vez que tratamos de crear relaciones con las personas del condominio. Todo surgió hace muchos años cuando escuchamos hablar de la “fiesta de los vecinos”, una iniciativa propuesta para darle a las personas la posibilidad de encontrarse. Nos dimos cuenta de que se necesitaba un poco de valentía y de fantasía de nuestra parte y lo intentamos. Al inicio, aprovechando el año nuevo, poniendo en sus casilleros del correo las felicitaciones, después, dependiendo de la reacción de las personas, haciendo más amistad, intentando organizar antes del verano un almuerzo en el jardín con todos. Después nos mudamos de ese barrio para hacer un período de voluntariado en el extranjero que duró 7 años, pero regresando, desde que estamos en este nuevo edificio, hemos querido mantener la tradición”. ¿Qué les sorprendió más de sus reacciones? “Ver sus rostros sonrientes. No se lo esperaban, sobre todo en un período delicado como este debido a la pandemia. Además nos pareció un regalo poder terminar los últimos días del 2021 con un momento de socialidad después de tanto aislamiento, un signo que da esperanza y no frena el deseo de amar a los demás y de construir relaciones fraternas. El 2 de enero de 2022 acogimos a otras familias que se habían anotado pero que, por la sana distancia, no pudimos recibir junto a las otras. Algunas se habían contagiado de COVID y por lo tanto no pudieron venir, pero la cena con ellos solo la postergamos para tiempos mejores”. ¿Qué quiere decir para ustedes salir a encontrar al hermano? “Quiere decir salir al encuentro de la humanidad de hoy a través de simples gestos de amor cotidianos. Por ejemplo, ayudar a la vecina que cada tanto tiene problemas con su TV, escuchar a la pareja que recién tuvo un bebé, disipar los muros de la indiferencia, del anonimato que caracteriza las relaciones y que ha crecido con la pandemia. La frase de Jesús “todo lo que hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños a mí me lo hicieron” nos interpela. Entonces cada prójimo realmente es la persona que Él pone a nuestro lado para ser acogida y amada. Y ¿quién es más próximo que los vecinos de la casa?”.
Del 25 al 27 de febrero de 2022 más de 3000 chicos dieron testimonio de la fraternidad universal a través de acciones locales y globales, desarrollando una ciudadanía activa. El compromiso en los grandes retos del planeta, como la paz, el medio ambiente y la lucha contra el hambre y la pobreza. Ganas de estar juntos, encontrarse para construir la paz, vivir la fraternidad universal, hacer acciones en favor del ambiente y por los sectores más vulnerables de la sociedad. Tres días, del 25 al 27 de febrero en los cuales los Gen3, los adolescentes del Movimiento de los Focolares, vivieron el laboratorio planetario Hombre Mundo. Más de 3000 chicos en más de 600 puntos esparcidos por el mundo vivieron acciones concretas y se conectaron por video-conferencia online para dar testimonio del mundo unido. Además, a través de las redes sociales de teens4unity pudieron compartir videos y fotos de sus experiencias. Fueron muchas las declaraciones de paz y solidaridad. Entre ellas, la de los Gen3 siberianos, desde la ciudad de Krasnojarsk en Russia. Durante su Hombre Mundo enviaron un mensaje: «nosotros vivimos por la Paz». Un mensaje cargado de esperanza sobre todo en estos días de conflicto entre Rusia y Ucrania. El programa del laboratorioplanetario se dividió en tres etapas. 25 de febrero: nuestro estilo de vida es el arte de amar: ¿cómo lo hemos vivido y lo podemos vivir durante la pandemia? ¿Cómo seguir amando en el mundo virtual de las redes sociales? “Hemos comprendido –cuenta Samira de Congo– que tenemos que aceptarnos recíprocamente a pesar de nuestras diferencias, que son una enorme riqueza. Es una manera de promover los valores y al mismo tiempo desterrar los anti-valores”. Y Élise de Francia: “durante un encuentro nos impactó mucho ver algunas cifras sobre la mortalidad infantil en el mundo, sobre todo a casusa de la falta de agua potable. Entonces organizamos un concierto para recolectar fondos para la perforación de un pozo en Camboya, que proveerá de agua limpia a unas doce familias para toda la vida”. El 26 de febrero los chicos profundizaron su compromiso en la ecología integral y en el Objetivo “Hambre Cero”. Mejorar eficazmente la salvaguarda del planeta y reducir drásticamente el hambre y la pobreza, hasta hacerlas desaparecer. Entre las varias experiencias que se contaron, mencionamos la de los Gen3 de Austria, sobre un proyecto de reforestación. “El dinero invertido para realizar el proyecto de los árboles lo recolectamos durante el torneo Fair play que se llevó a cabo en Viena –cuentan–. El tema era ‘Fair play contra el cambio climático’. Ese día participaron alrededor de 120 jugadores y 100 colaboradores. Con el dinero recolectado conseguimos comprar alrededor de unos 1500 árboles”. El 27 de febrero estuvo dedicado a la belleza del encuentro entre los pueblos y el compromiso común por construir un mundo de paz y unidad. Una conexión mundial en video-conferencia live permitió a más de 3000 chicos, conectados en 600 puntos, encontrarse y rezar por la paz. Luego se contaron muchas experiencias de paz y de unidad a pesar de las numerosas dificultades. Como la de una chica de Myanmar, país que vive una situación política muy difícil. Muchas familias tienen que dejar sus casas y refugiarse en los centros de acogida. Ella quería fuertemente poder hacer algo por ellos. “Entonces me puse a disposición para ayudar a los refugiados que habían sido recibidos en una iglesia. Por más que estaba muy cansada creía que Dios estaba conmigo, me miraba y me daba la fuerza para ir adelante y ayudar a los demás. Ahora puedo decir que fue un período maravilloso y precioso para mí, del que guardo un recuerdo inolvidable”. En el Líbano, en cambio, Maria Sfeir, embajadora de paz del Medio Oriente junto con Fouad Sfeir contaron cómo “hemos incorporado la cultura de la paz, educando a nuestros niños y criándolos con los buenos valores del amor y del dar para construir una sociedad mejor, en un ambiente de no violencia y justicia”. Entre las muchas intervenciones, destacamos también la del Gen Rosso, conectado desde la isla de Lampedusa, Italia, famosa por la acogida a los migrantes: “Estamos en Lampedusa para sostener a estas maravillosas personas que reciben y acogen a quienes por la guerra, el hambre o la violencia están obligados a dejar su propia tierra. Lampedusa es una isla de fraternidad, puerto abierto, gente que mira al horizonte y se lanza al mar para llegar hasta los que están a merced de las olas y salvarlos. Lampedusa: lámpara, faro luminoso que dice tierra. Tierra que dice casa. Desde aquí queremos decir: tengamos siempre abiertas de par en par las puertas de nuestro corazón”. Luego el mensaje de Margaret Karram presidente de los Focolares: “El laboratorio ustedes lo han construido con su testimonio de vida –afirma–. (…) No se sientan solos, sepan que el Movimiento en todo el mundo está con ustedes y los sostiene. (…) A menudo yo también me siento impotente frente al mal del mundo: guerras, injusticias, destrucción de la naturaleza. En estos momentos me ayuda hablar con Dios. Me da fuerza y valentía saber que él está con nosotros. La certeza de su amor reconforta mi corazón, me hace capaz de amar, de perdonar, de tender la mano para construir la unidad con los que encuentro día a día. Siento que sólo así puedo tomar la iniciativa en ser una artesana de paz”.
Las contribuciones recaudadas por la Coordinación de Emergencias del Movimiento de los Focolares a través de las ONG Azione per un Mondo Unito (AMU) y Azione per Famiglie Nuove (AFN), se destinarán a apoyar las actividades de asistencia a la población que realiza Caritas-Spes Ucrania. Las acciones bélicas en Ucrania no cesan y entre la población hay miles de evacuados que huyen y muchos tratan de sobrevivir en albergues y refugios de emergencia, donde pueden recibir un ayuda inicial. Con las contribuciones recaudadas a través del llamamiento lanzado por la Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares, AMU y AFN apoyan en primer lugar las acciones de Caritas-Spes Ucrania, que brinda una primera asistencia a miles de personas obligadas a abandonar sus hogares para huir hacia la frontera o refugiarse en los refugios subterráneos habilitados donde es posible. El compromiso de Caritas-Spes es ofrecer refugio, alimentos, medicamentos y productos de higiene, así como apoyo psicológico a unas 500 madres con niños evacuados y alojados en sus propios centros. Más de 2500 personas también están recibiendo ayuda a través de Caritas parroquial y 14 comedores que permanecen activos en las áreas de Kiev, Lutsk, Berdiansk, Kamianets-Podil’skyi, Zhytómyr, Járkov, Leópolis, Odesa, Vínnytsia y en varias ciudades de la región de Transcarpatia. Las imágenes de la guerra en Ucrania que llegan cada día desde los medios de comunicación internacionales y los testimonios de nuestros referentes en la zona, como Mira Milavec, una focolarina eslovena que vive en Ucrania y colabora con Caritas-Spes, describen el estado de emergencia de una población sitiada, indefensa ante los bombardeos, aglomerada a lo largo de las rutas para llegar a las fronteras o en sótanos y refugios donde se han colocado camas improvisadas a la espera de una comida caliente, agua potable y electricidad. En la frontera con Polonia, la fila de personas desesperadas que quieren cruzar la frontera alcanza decenas de kilómetros. Caritas-Spes de Leópolis ha organizado una asistencia específica especialmente para las madres que intentan escapar con niños, incluso muy pequeños, en brazos. Para ellos se necesita de todo, sobre todo agua caliente para poder preparar papillas o cambiar pañales. En Odesa, bajo ataque, se están instalando refugios, incluso debajo de la catedral, marcado por el sonido de sirenas que anuncian la llegada del peligro o su cese temporal. En Vínnytsia, un psicólogo está organizando reuniones de formación online para voluntarios y operadores sobre la ayuda psicológica que pueden proporcionar en situaciones de estrés como esta: más de 120 personas ya han asistido a la primera. Actualmente, la recaudación de fondos para la emergencia relacionada con la guerra en Ucrania, realizada por la Coordinación de emergencias del Movimiento de los Focolares (AMU y AFN) ya ha alcanzado los 100 mil euros y ya se ha realizado una primera transferencia de fondos en el lugar, que se utilizará para apoyar las acciones de Caritas-Spes para la primera asistencia a las familias ucranianas. También estamos evaluando la posibilidad de apoyar los costos de acogida de los numerosos refugiados ucranianos que están llegando a los países vecinos, como Eslovaquia y Polonia, acogidos por la generosidad de las familias del lugar que les abren sus casas. Lamentablemente, las acciones militares no se detienen y, como lo confirman los referentes locales, las necesidades aumentarán. Las actualizaciones constantes sobre las intervenciones de asistencia que estamos realizando en el lugar están disponibles en la web y en las redes sociales de AMU y AFN. Para apoyar la acción en Ucrania y la asistencia a las familias devastadas por la guerra, es posible donar en línea en los sitios: AMU: www.amu-it.eu/dona-online-3/ AFN: www.afnonlus.org/dona/ o por transferencia bancaria a las siguientes cuentas corrientes: Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU) IBAN: IT 58 S 05018 03200 000011204344 presso Banca Popolare Etica Codice SWIFT/BIC: ETICIT22XXX Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN) IBAN: IT 92 J 05018 03200 000016978561 presso Banca Popolare Etica Codice SWIFT/BIC: ETICIT22XXX Motivo: Emergencia en Ucrania
Donatella Rafanelli cuenta a Maria Chiara Biagioni, de la agencia SIR, la vida de la comunidad de los Focolares en Ucrania en los últimos días. Un viaje de 29 horas desde Kiev. “Ahora nuestro sueño es volver allá”. Un viaje de 29 horas desde Kiev hasta una ciudad del oeste del país, Mukachevo. El tráfico en las calles, las largas filas en los cajeros automáticos y en la gasolinera, los tanques y la gente a lo largo de la carretera pidiendo que los lleven. Una italiana de Pistoia, Donatella Rafanelli, focolarina, que vive en Kiev en la comunidad del Movimiento fundado por Chiara Lubich desde 2019, cuenta a SIR lo que está pasando en estas horas en el ‘camino’ de los refugiados. ‘Estábamos en Kiev cuando nos llamaron muy temprano el jueves por la mañana para decirnos que hiciéramos las maletas rápido porque estaban disparando a 70 kilómetros de la capital’, cuenta Donatella. ‘No sabíamos qué hacer también porque para todas nosotras era la primera vez que estábamos en una situación similar. Luego fuimos a buscar el refugio más cercano a nuestra casa y nos indicaron un estacionamiento subterráneo. Fuimos a casa y llamamos a la embajada de Italia a un número gratuito de emergencia y nos dijeron que nos quedáramos en casa y que fuéramos al refugio solo si daban la alarma’. Todo parecía normal. La gente había estado hablando durante días sobre la posibilidad de un ataque en Kiev ‘pero cuando sucedió, lo primero que hicimos fue mirarnos a los ojos. Dijimos: aquí estamos, estamos en guerra. Y oramos. Le pedimos a Jesús que nos diera fuerza y que nos diera paz’. A partir de entonces todo fue una carrera contra el tiempo. ‘Tomamos algunas cosas y las pusimos en una maleta. Llevamos muy poco, solo lo necesario y los documentos personales. Inmediatamente buscamos un boleto de tren para poder movernos hacia el oeste, pero estaban agotados. El aeropuerto estaba cerrado. Por lo tanto, elegimos viajar en coche’. Las carreteras que salían de Kiev estaban bloqueadas. ‘Había largas filas frente al banco para retirar dinero y en los supermercados. Nos llevó mucho tiempo, especialmente para salir de la ciudad. Paramos dos veces por el combustible. En la primera estación de servicio hicimos cola durante una hora. Y allí mismo, mientras esperábamos, escuchamos los disparos. Fue muy fuerte. Nos quedamos quietos, en silencio’. Reanudando el viaje, a lo largo del camino se podían ver los tanques y la gente haciendo autostop para pedir un pasaje. En el camino, los teléfonos enviaban y recibían continuamente mensajes y llamadas: quién se había ido, quién había decidido quedarse. Para dar noticias y poner en contacto a la gente que huía con las comunidades de los focolares de Eslovaquia y Polonia que se han mostrado dispuestas a acoger. ‘Solo mientras viajábamos – confiesa Donatella – nos dimos cuenta de lo que nos había pasado. No estábamos en el coche para cumplir con un compromiso o para hacer un viaje. Estábamos dejando una ciudad, nuestra casa. Nunca hubiéramos querido irnos. Pero nos dimos cuenta de que era imposible quedarnos’. En Mukachevo, Donatella y sus compañeros de viaje fueron acogidos por un sacerdote de una parroquia y por la comunidad de focolares de esa ciudad. ‘Estamos aquí en Ucrania. Y esto es muy importante para nosotros. No nos escapamos. Queremos vivir y quedarnos en este país. Nos ofrecieron mil lugares para ir. El hecho de que nos hayamos mudado de Kiev es solo porque es peligroso en este momento. No tenía sentido quedarnos bajo los bombardeos. Pero ahora nuestro sueño es volver allí’. ‘¿La guerra? Es pura locura’, responde Donatella sin dudarlo. ‘Porque nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otra persona, así como la posibilidad de vivir una vida normal. Aquí la gente ha hecho muchos sacrificios para comprar una casa, para tener algunos ahorros. Y ahora, con la guerra, los planes futuros se hacen añicos, los sueños se esfuman. Estamos orando para que esta locura termine pronto. Seguimos las noticias de las conversaciones entre las delegaciones y los esfuerzos que se realizan a nivel de diplomacia internacional. Creo que lo único que nos puede ayudar es un milagro. Y todas las noticias que nos llegan de la gente que reza por nosotros y se manifiestan en la plaza por la paz nos hacen mucho bien. Se necesita un milagro’.
El Sínodo 2021-2023 convocado por el Papa Francisco es la ocasión para ponerse a la escucha y en diálogo con el otro y la oportunidad de volver a encontrar la verdadera identidad de la Iglesia, “universal”, desde el principio. El recorrido involucra a todas las diócesis del mundo, la Tierra Santa también. “Mientras nos disponemos a iniciar este camino, somos más conscientes que nunca que nosotros, todos juntos, como discípulos de Cristo en esta Tierra, que es Su casa, estamos llamados a ser sus testigos. Recordemos que su deseo más grande es que seamos uno (cfr. Juan 17)”. Es lo que se lee en la carta del 26 de enero de 2022, enviada por los Ordinarios católicos a los jefes de las Iglesias cristianas en Tierra Santa respecto del Sínodo 2021-2023 convocado por el Papa Francisco, cuyo título es “Por una Iglesia sinodal. Comunión, participación, misión”. Con el deseo explícito de informar e integrar a los hermanos de las demás comunidades eclesiales locales respecto del articulado recorrido sinodal iniciado también en Tierra Santa, el patriarca de Jerusalén de los Latinos, Pierbattista Pizzaballa, quien firma el texto, destaca la importancia de la escucha recíproca en este camino de comunión. Una mirada a la misión de una Iglesia “universal”, en particular a la de Jerusalén, de la que el patriarca había hablado el 9 de noviembre de 2021, durante un encuentro con los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades presentes en Tierra Santa a raíz de la apertura del camino sinodal: “Nuestra Iglesia, la Iglesia de Jerusalén nació en el Cenáculo, en Pentecostés, y nació ya en ese momento como Iglesia universal y local al mismo tiempo. (…) Sobre todo en estos últimos años se ha enriquecido de muchos carismas más. Por este motivo la presencia de ustedes aquí no es solamente un regalo y un signo de la Providencia (…), sino que también forma parte de un deseo de Dios (…)”. En esa ocasión, los representantes de las varias realidades presentes pudieron escucharse, dar testimonio de la propia experiencia y, con la preciosa ayuda del patriarca, entender mejor cómo afrontar el Sínodo a nivel local. Mons. Pizzaballa, al responder a varias preguntas, compartió su pensamiento acerca de la sinodalidad, que “es un estilo –dijo– o un modo de estar en la vida, en la Iglesia, pero también fuera de la Iglesia. Es una actitud. Y la escucha, el diálogo son expresiones de ello (…)”. Por tanto, es necesario que los varios movimientos y las varias realidades trabajen en “cross-platform” (multiplataforma), yendo al corazón de la experiencia de “comunión” de la Iglesia universal. Es una experiencia que más que otras parece realmente difícil vivir en Tierra Santa. “Por comunión –prosiguió– yo entiendo la conciencia de pertenencia, de un don recibido, de una gratuidad y de una vida insertada en el otro (…).Todo ello surge de la experiencia del encuentro con Jesús. (…) Tras haber encontrado al Señor y haber hecho la experiencia de la salvación, tú entiendes que esa experiencia se hace completa y profunda cuando se comparte en una comunidad (…)”. Un hondo deseo que se renueva en las palabras de esa carta enviada por los Ordinarios católicos a los jefes de las varias Iglesias cristianas en la Tierra Santa y que abre los horizontes, haciendo hincapié también en la voluntad de crecer en la fraternidad y enriquecerse con la sabiduría de los demás. La posibilidad de “estar juntos”: éste es el deseo del camino sinodal. Quiere ser un momento que tenga el sabor de una comida compartida, de un dolor que se abraza en grupo, de una alegría que no puede esperar a ser contada. Es la marcha de los discípulos de Emmaus que, aunque tristes y desilusionados, caminan juntos y se sostienen en la comunión, hasta que el Resucitado se acerca a ellos. Es una ocasión para no dejar pasar, es la ocasión de reconocerlo en medio de nosotros.
Acercarse al Evangelio hoy significa encontrar la Palabra viva de Dios. Chiara Lubich, a través de su experiencia con la primera comunidad del Movimiento en Trento, nos hace saborear los efectos de ponerla en práctica. Si un Dios nos habla, ¿cómo no acoger su Palabra? La Biblia repite nada menos que 1.153 veces la invitación a escucharlo. La misma invitación la dirige el Padre a los discípulos cuando la Palabra, su Hijo, viene a vivir en medio de nosotros: “Escúchenlo”.[1] Pero la escucha de la cual habla la Biblia se hace más con el corazón que con los oídos. Es adherir íntegramente, obedecer, adecuarse a lo que Dios dice, con la confianza de un niño que se abandona en los brazos de la madre y se deja llevar por ella. (…) Se siente aquí el eco de la enseñanza de Jesús que declara dichoso a aquel que, habiendo escuchado la Palabra de Dios, la observa[2], y que reconoce como madre y hermanos suyos a aquellos que la escuchan y la ponen en práctica[3]. (…) El buen oyente de la Palabra, afirma también Jesús al concluir el “sermón de la montaña”, es el que la pone en práctica, dando así consistencia a su vida como a una casa construida sobre la roca.[4] En cada Palabra suya Jesús expresa todo su amor por nosotros. Encarnémosla, hagámosla nuestra, experimentemos la potencia de vida que se desprende de ella, en nosotros y a nuestro alrededor, si la vivimos. Enamorémonos del Evangelio a tal punto que nos dejemos transformar en él y lo desbordemos sobre los demás. Este es nuestro modo de corresponder al amor a Jesús. Ya no seremos nosotros los que viviremos, Cristo se formará en nosotros. Experimentaremos la libertad de nosotros mismos, de nuestros límites, de nuestras esclavitudes, pero además veremos estallar la revolución de amor que Jesús, libre de vivir en nosotros, provocará en el tejido social en el que estamos inmersos. Lo experimentamos desde los inicios del Movimiento durante la Segunda Guerra Mundial, cuando, en Trento (Italia), debido a los frecuentes bombardeos corríamos a los refugios llevando con nosotros solo el pequeño libro del Evangelio. Lo abríamos, lo leíamos y, creo que por una gracia particular de Dios, esas Palabras que tantas veces habíamos escuchado, se iluminaban con una luz completamente nueva. Eran Palabras de Vida, se podían convertir en vida. (…) En pocos meses vimos nacer a nuestro alrededor una comunidad viva de 500 personas. Todo era fruto de la comunión con la Palabra, que era constante, era una dinámica de minuto a minuto. Estábamos embriagados de la Palabra, podemos decir que la Palabra vivía en nosotros. Bastaba decirnos: “¿Vives la Palabra?”, “¿Eres la Palabra viva?”, para aumentar en nosotros la premura por vivirla. Tenemos que volver a aquellos tiempos. El Evangelio es siempre actual. Depende de nosotros creerlo y experimentarlo.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pag. 789-791)[1]Mt 17, 5. [2] Cf. Lc 11, 28 [3] Cf. Lc 8, 20-21. [4]Mt 22, 39.
Los aportes, recogidos a través de las Asociaciones sin fines de lucro “Acción por un Mundo Unido (AMU)” y “Acción por Familias Nuevas (AFN)”, servirán para hacer llegar a la población de Ucrania ayudas de primera necesidad, en colaboración con las Iglesias locales.
La Coordinación Emergencias del Movimiento de los Focolares ha lanzado una recolección de fondos extraordinaria para sostener a la población ucraniana, a través de las ONLUS (Asociaciones sin fines de lucro) Acción por un Mundo Unido (AMU) y Acción por Familias Nuevas (AFN).
“Kiev” obra del pintor Michel Pochet
Los aportes que se depositen serán gestionados conjuntamente por AMU y AFN para hacer llegar a la población ucraniana ayudas de primera necesidad para la alimentación, tratamientos médicos, la casa, la calefacción y la acogida en distintas ciudades del país, en colaboración también con las Iglesias locales. Es posible donar online en los siguientes sitios: AMU: www.amu-it.eu/dona-online-3/ AFN: www.afnonlus.org/dona/ O bien a través de transferencia bancaria a las siguientes cuentas corrientes:
Azione per un Mondo Unito ETS (AMU) IBAN: IT 58 S 05018 03200 000011204344 presso Banca Popolare Etica Codice SWIFT/BIC: ETICIT22XXX
Azione per Famiglie Nuove ETS (AFN) | Banca Etica – filiale 1 di Roma – Agenzia n. 0 | Codice IBAN: IT 92 J 05018 03200 000016978561 | BIC/SWIFT: ETICIT22XXX
Causal: Emergencia Ucrania
En muchos países de la UE y en otros países del mundo existen ventajas fiscales para este tipo de donaciones, según las distintas normativas locales. Los contribuyentes italianos podrán obtener deducciones y desgravaciones de sus ingresos, según la normativa para entidades sin ánimo de lucro. (más…)
Frente a los hechos que desde haces unos días convulsionan al mundo entero, el Movimiento Politicos por la unidad, que inspira su acción en la experiencia y el ideal del Movimiento de los Focolares, afirma el compromiso común en favor de la paz a la que se llega solo a través de una «acción» concreta.
«Si quieres la paz, prepara la paz». Así se expresaba Igino Giordani, un político pacifista del siglo XX. Solo un cotidiano esfuerzo multiforme por la paz puede detener la guerra que la historia ya ha declarado demasiadas veces como una opción absurda.
Los medios de la oposición están desactualizados y abren el camino a una mayor inseguridad, tanto a nivel local como global.
De ello estamos convencidos los políticos, funcionarios, ciudadanos, diplomáticos del Movimiento Político por la Unidad, y desde todo el mundo expresamos nuestra cercanía a los pueblos que sufren esta trágica guerra, mientras apoyamos firmemente a quienes, de diversas maneras, continúan negociando por la paz, la única solución verdadera.
Nunca es demasiado tarde para reabrir la negociación y el diálogo, a corto y largo plazo.
Que la obligación de la paz nos guíe.Identificamos estas tres direcciones principales de compromiso:
1- A menudo la creación de los estados nacionales no ha sido una elección libre de los pueblos, sino el resultado de mesas de tratativas de la posguerra, legados de imperialismos. Viejas y nuevas divisiones exigen un esfuerzo político valiente, que dé nuevo significado a las identidades nacionales, que interpele las uniones continentales, en primer lugar a la Unión Europea, más allá de los intereses inmediatos.
2- La historia nos enseña que las sanciones económicas dejan indemnes a los gobiernos y empobrecen a la sociedad civil, a las mujeres y los hombres, y sobre todo a los niños. Siria es el último y más grave ejemplo de esto.
La elección de las sanciones ha de llevarse a cabo con cautela, para que no forme parte de la lógica de la guerra y de las contraposiciones de fuerza. La política debe saber controlar los circuitos de las armas y de la industria del carbón y solo así construirá una verdadera paz.
3- Ante el recrudecimiento de las armas nucleares con su potenciación estratégica, hoy pedimos en voz alta a nuestros gobiernos que se firme e implemente el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, adoptado solo por 122 Estados el 7 de julio de 2017. La fuerza política de la ONU debe volver a la acción y la voz de los gobiernos debe integrarse con la voz de las ciudades del planeta, reunidas en una específica asamblea mundial, para darle más fuerza a nuestros pueblos.
En estas horas en que parece prevalecer el crudo poder de la fuerza, afirmamos sin vacilación alguna que todavía y siempre creemos en la construcción de la paz, en los procesos de diálogo, en los instrumentos de la política.
Son las organizaciones de la sociedad civil, con la fuerza espiritual y cultural de su fe y con las muchas buenas prácticas las que pondrán de relieve los grandes ideales para sostener la historia.
Que nuestros representantes silencien las armas cuanto antes y escuchen a las mujeres y a los hombres de paz.
Un testimonio de la comunidad de los Focolares, presente en varias ciudades del país, y la invitación para unirse a ellos en la oración planetaria por la paz todos los jueves a las 19,30 (ora italiana) “En este momento dramático nos sostienen la fe y el amor que estamos recibiendo desde distintas partes del mundo a través de mensajes, llamados telefónicos y oraciones. Queremos agradecer a cada uno y a cada una. Nos dan fuerza y aumentan la esperanza que Dios nos conceda el don, el milagro de la paz”. Con estas palabras Donatella Rafanelli, focolarina italiana, docente, que vive en el focolar de Kiev cuenta como están viviendo las comunidades de los Focolares en Ucrania estas horas dramáticas. “En las últimas semanas, con la tensión creciente -prosigue- teníamos la sensación de vivir un momento especial de nuestra vida, aun si el día a día seguía igual que siempre. Hablando con las personas cercanas a nosotros percibimos el miedo, la preocupación, la tristeza y la desilusión que hay desde hace meses. Se torna aún más dramática ahora con la escalada de las últimas horas”. “También nosotros, como comunidad del Movimiento, ciertamente no estamos inmunes a todo esto -explica-. Nos hemos preguntado, y lo seguimos haciendo, sobre qué hacer en esta situación. Estamos viviendo junto a todos también este momento doloroso. Somos conscientes que no podemos hacer cosas extraordinarias o especiales, pero podemos escuchar a quien nos circunda, compartiendo miedos y preocupaciones y tratar de entender, momento por momento, que es mejor hacer”. El Papa Francisco ayer ha invitado a todos, creyentes o no, para unirse en una súplica coral por la paz viviendo, especialmente el 2 de marzo próximo, inicio de la Cuaresma, un día de oración y ayuno por la paz. Junto a él otros responsables de distintas Iglesias cristianas, invitan a la oración para pedir el don de la paz. En el Movimiento de los Focolares en todo el mundo se sigue haciendo todos los días el time-out por la paz (a las 12:00 en cada huso horario), un momento de silencio y oración por la paz en todo el mundo. “Aquí en Ucrania todos los jueves, desde hace ya un año -dice Rafanelli- a las 19:30 (ora italiana) organizamos un momento de oración por la paz, en italiano y ucraniano, en este link . Invitamos a todos para que se unan a nosotros en este momento, al que en estos últimos tiempos, se unen muchas personas de varios países del mundo que tienen en el corazón la paz”. El focolar en Ucrania se abrió en mayo de 2019 en Kiev, pero ya había algunas comunidades de los Focolares en el país. El carisma de la unidad había sido al país gracias a muchos miembros del Movimiento de naciones vecinas que, a través de viajes y contactos, habían hecho conocer esta espiritualidad en varias ciudades. Hoy los miembros de los Focolares, de distintas edades y vocaciones, están presentes en Mukachevo, Uzhgorod, Storozhniza, Leopoli, Kiev y alrededores.
El rol de las comunidades de fe como guía del cambio climático y de la construcción del futuro. Las potencialidades y la humildad. El programa Faith Plans. El papel de los Focolares. Entrevista a Martin PalmerLa Conferencia de las Naciones Unidas sobre los cambios climáticos (COP 26) en Glasgow concluyó en noviembre de 2021. Martin Palmer, ex secretario general de la Alliance of Religions and Conservation (ARC) y actual CEO de FaithInvestnos ayuda a descubrir el potencial que las comunidades de fe tienen como guía en el cambio climático y el rol que los Focolares pueden desempeñar en este contexto. Martin Palmer es un experto internacional de las mayores tradiciones religiosas y autor de más de 20 libros sobre temas religiosos y ambientales. Colabora regularmente con la BBC y es un predicador laico de la Iglesia de Inglaterra. ¿Cuál es el rol específico de las comunidades de fe frente a una crisis ecológica sin precedentes?“Las grandes religiones no sólo son fuentes de antigua sabiduría espiritual. También se encuentran entre los actores más importantes del planeta. Sin un trabajo educativo, médico, asistencial y caritativo de las comunidades de fe, a través de las escuelas, los hospitales, el trabajo con los jóvenes, las agencias asistenciales, etc. la sociedad civil se derrumbaría en pocas semanas.De esta forma, mientras el aspecto espiritual es vital pues nos da la perspectiva más amplia del tiempo, del espacio y del significado, si ignoramos nuestro rol como accionistas en la construcción de nuestro futuro terminaremos desplazados gritando y esperando que alguien nos escuche.”¿Es importante un papel activo de las comunidades de fe en la conducción del cambio? ¿Ha notado un cambio de actitud en los últimos años? “Veo un enorme cambio. Por primera vez todos los principales grupos ambientalistas religiosos como GreenFaith, Eco-Sikh, Daoist Ecological Temple Network, Hazon –el grupo ambiental judío más grande– y obviamente ahora el Vaticano a través del Movimiento Laudato Si’ y los Focolares están trabajando juntos, codo a codo, dando juntos un maravilloso ejemplo de pluralismo de distintas creencias, valores y redes, especialmente a través del programa Faith Plans”. En octubre de 2021, con ocasión de la fiesta de San Francesco de Asís, el Papa Francisco y otros líderes religiosos, entre los cuales el arzobispo de Canterbury Justin Welby y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé, lanzaron un llamado por el cambio climático y un compromiso público para crear planes para el ambiente. ¿Por qué es importante hacer un plan?“A fin de que las religiones sean realmente eficaces, necesitamos no sólo las maravillosas palabras de sabiduría que surgen de las grandes corrientes espirituales, sino que también necesitamos saber dónde podrían ser artífices del cambio. Ello significa saber cuán extendido es su rol en la educación en cada sitio o país; cuántas clínicas y hospitales tienen; dónde están sus inversiones; cuánta tierra poseen; qué gama de competencias profesionales hay en la comunidad de fe, etc.”. ¿Cuál es, para usted, el aporte específico de los Focolares en la realización de esta conversión ecológica?“El rol de los Focolares es único. Ustedes no sólo son una gran organización de laicos en una de las religiones más jerarquizadas del mundo, sino que también son una inspiración que va mucho más allá de sus miembros. Durante décadas ustedes han trabajado a través de la Economía de Comunión en la realidad de vida y de trabajo de la fe en la práctica del mercado. Crear nuevos modelos e iniciativas parece ser connatural para ustedes, el estilo de vida que tienen de compartir lo que hacen es una inspiración. Ustedes tienen décadas de trabajo interreligioso y una profundidad e integridad que no se encuentra fácilmente en el mundo interreligioso, que a menudo es superficial. Sus vínculos con otros credos muestran una alegría por el pluralismo que no se encuentra a menudo en organizaciones religiosas del alcance y del impacto de los Focolares. Por último, parece que ustedes ya han integrado por todo el mundo a algunas de las personas más carismáticas, altamente motivadas, hábiles y generosas, que ya están actuando”.
Del 25 al 27 de febrero de 2022 un proyecto global ideado e implementado por adolescentes con el objetivo de la fraternidad universal. Acciones locales y globales para fomentar el conocimiento entre diferentes culturas y religiones, desarrollar una ciudadanía activa, concretar el compromiso de los adolescentes con los grandes desafíos del planeta, desde el ambiental hasta la eliminación del hambre y la pobreza.“Hemos comprendido que tenemos que aceptarnos a pesar de nuestras diferencias que son una riqueza enorme. Es una forma de promover los valores y prohibir los antivalores”. Claire Mulimbi es una gen 3 – chicos de 10 a 17 años del Movimiento de los Focolares – y vive en la República Democrática delCongo. Con estas palabras relata su experiencia tras organizar dos días de “Hombre Mundo” en septiembre de 2021. “Ha sido una experiencia muy bonita de intercambio de culturas a través de canciones, bailes, poesías y adivinanzas. Con unos ambientalistas aprendimos nociones de ecología, luego plantamos algunos árboles”. Hombre Mundo es un proyecto que involucra a miles de chicos y chicas del Movimiento de los Focolares en todo el mundo. El objetivo es formarse en la fraternidad universal promoviendo el conocimiento de chicos de otras culturas y religiones, descubriendo y compartiendo las riquezas de cada pueblo, comprometiéndose juntos por los grandes desafíos del planeta. De hecho, Hombre Mundo no es solo una oportunidad de encuentro y conocimiento, sino que se basa en acciones concretas para desarrollar una ciudadanía activa para el bien común de la comunidad donde los niños están insertos o asociados con otros. Hombre Mundo prevé, por tanto, acciones a nivel local y mundial junto a eventos planetarios, como el que se celebrará del 25 al 27 de febrero de 2022. El primer laboratorio de Hombre Mundo tuvo lugar en 2014 en Argentina, luego en 2017 en Europa del Este se realizaron tres (en Croacia, Serbia y Polonia): son talleres internacionales para aprender a conocer, amar, respetar la patria de los otros como la propia. El programa es concebido y creado directamente por los chicos a partir de la elección de los temas a abordar hasta los testimonios, desde los textos hasta las canciones. Esta edición debería haber tenido dos eventos centrales en Kenia y Costa de Marfil y muchos eventos locales en muchos países del mundo. Sin embargo, por primera vez, debido a la pandemia, será completamente online. La web también fue de gran ayuda en la preparación. Gašper Jošt, gen 3 de Eslovenia dice: “Nos dividimos en grupos más pequeños por zona horaria e idioma. Nosotros de Eslovenia nos reunimos con algunos chicos de Malta e Irlanda. Así que escribimos una canción. Miha escribió la letra y Anja escribió la melodía. Con esta canción queremos alentar a las personas a seguir construyendo un mundo más bello y decir que mientras haya una sola persona que intente hacerlo, esto animará a otros y les dará esperanza”. Los gen 3 de todo el mundo también han iniciado varias acciones concretas para vivir y difundir una cultura de dar y compartir. Así, los chicos algunos países de África centro-oriental, Vietnam, Indonesia y Myanmar recibieron material útil para su formación. En India, por otro lado, se han destinado fondos para prevenir el trabajo infantil, para construir lugares seguros donde los niños puedan participar en actividades para recuperar su autoestima, socializar con otros, desarrollar sus talentos. Ser cada vez más hombres y mujeres-mundo, es decir, personas con el corazón abierto a toda la humanidad con sus riquezas y sus desafíos por afrontar y superar, es el objetivo de los tres días de este año. Cada día se profundizará en un tema. Partiremos de la vida personal para luego ampliar nuestra mirada a las comunidades en las que viven los chicos y el planeta. El 25 de febrero estará dedicado al estilo de vida que caracteriza a estos chicos, el arte de amar propuesto por Chiara Lubich estará en el centro de sus reflexiones y testimonios, con especial referencia al período que estamos viviendo: ¿cómo vivirlo durante la pandemia? ¿Cómo seguir amando en el mundo virtual y las redes sociales? La segunda jornada, en cambio, profundizará en su apuesta por la ecología integral hasta el Objetivo “Hambre Cero”, el segundo de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para 2030. La tercera jornada llevará por título “Que todos seamos uno” y la atención se centrará en la belleza del encuentro entre los pueblos y el compromiso común de construir un mundo de paz y unidad. El conjunto internacional Gen Verde también participará en el Laboratorio 2022, con un taller de percusión que involucrará a 60 niños y niñas del área interamericana y el Gen Rosso con un concierto por la paz el 26 de febrero a las 12:30 (hora italiana), en vivo desde la isla italiana de Lampedusa, famosa por recibir inmigrantes. Antes del concierto, a las 12 horas (hora del meridiano de Greenwich) habrá una conexión mundial para rezar todos juntos por la paz. “Cada hombre en el planeta Tierra está dotado de facetas, facultades, habilidades y capacidades que lo convierten en una obra de arte inimitable – dice Granville de Bangalore (India) – Por eso, cada vez que nos encontramos uno al lado del otro, sostenidos por un espíritu de unidad, construimos una impresionante galería de arte. ¿Qué significa Hombre Mundo para mí? Creo que una palabra responde perfectamente a esta pregunta: unidad. No puede haber unidad sin amor. El amor es el puente sobre el abismo de la división. El amor derriba los muros que nos fragmentan y nos unen. Es solo a través del amor por mi prójimo que puedo hacer mi parte para crear un mundo en el que cada uno de nosotros, obras de arte, nos unimos para crear una galería de arte sinérgica”. Para obtener más información, visite teen4unity.org
Las palabras de Chiara Lubich, que nos proponemos meditar hoy, son de extraordinaria actualidad y no nos dejan indiferentes y, sin duda, nos llevan a mirar a nuestro alrededor para actuar en favor de cada hermano. (…) Jesús durante su vida en la tierra acogió a todos, particularmente a los marginados, a los más necesitados, a los más alejados. Es el amor con el que Jesús ofreció a todos su confianza, su lealtad, su amistad, abatiendo una a una las barreras que el orgullo y el egoísmo humanos habían erigido en la sociedad de su tiempo. Jesús fue la manifestación del amor plenamente acogedor del Padre celestial hacia cada uno de nosotros y del amor que, en consecuencia, tendríamos que tener los unos para con los otros. Esta es la primera voluntad del Padre sobre nosotros; por lo que no podríamos dar al Padre una gloria mayor de la que le damos cuando intentamos acogernos los unos a los otros como Jesús nos acogió a nosotros. (…) Llama la atención sobre uno de los aspectos más frecuentes de nuestro egoísmo y, digámoslo también, más difíciles de superar: la tendencia a aislarnos, a discriminar, a marginar, a excluir al otro en cuanto que es distinto de nosotros y podría perturbar nuestra tranquilidad. Trataremos de vivir entonces (…) ante todo, en nuestras familias, asociaciones, comunidades, grupos de trabajo, eliminando en nosotros los juicios, las discriminaciones, las prevenciones, los resentimientos, las intolerancias hacia este o ese prójimo, tan fáciles y tan frecuentes, que tanto enfrían y comprometen las relaciones humanas e impiden, bloqueando como la herrumbre, el amor mutuo. Y luego en la vida social en general, proponiéndonos dar testimonio del amor acogedor de Jesús hacia cualquier prójimo que el Señor ponga a nuestro lado, en especial a aquellos que el egoísmo social tiende más fácilmente a excluir o a marginar. Acoger al otro, que es distinto de nosotros, es básico en el amor cristiano. Es el punto de partida, es el primer peldaño para la construcción de esa civilización del amor, de esa cultura de comunión, a la que Jesús nos llama sobre todo hoy.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pag. 512-514)
Chiara Lubich en una meditación escribe que “la misericordia es la última expresión de la caridad, aquella que le da cumplimiento”[1]. No es un sentimiento, por lo tanto, sino una acción concreta, que unida a la intención interior, nos impulsa a alejarnos de nosotros y dirigir la mirada del otro. Un impulso revolucionario que sana y genera vida.No perder la ocasión Había comprado un boleto ida y vuelta para una ciudad en la estación. Llegué sin aliento a la parada del tren, pero para mi decepción constato que el tren se acaba de ir. Regreso a la boletería para tratar de que me hagan una devolución y obtener más informaciones, pero la señora me hace notar que con tanta gente que tiene que atender no puede perder tiempo conmigo. Contrariado, estoy por marcharme muy enojado cuando, en el momento que estoy guardando el boleto dentro de la agenda, leo una frase que había escrito en la mañana: “No perder ninguna ocasión”. Me detengo y reflexiono. Después decido: “¡No debo perder la ocasión de amar!”. Regreso donde la señora de la boletería, y cuando es mi turno le digo que lamento si fui demasiado exigente con ella y que comprendo su reacción. Ella cambia su cara y su tono de voz y, sin necesidad de que le pida nada, se pone a resolver mi situación. No sólo, encuentra una alternativa de viaje que me permita llegar a mi destino. En el fondo, basta poco para volver a encontrar la armonía en las relaciones. (R.J. – Rumania) La lista de los enemigos Jesús quiere que nosotros, sus seguidores, amemos a nuestros enemigos, quiere que los perdonemos. Por mucho tiempo pensé que era algo que no tenía que ver conmigo. Tengo una vida tranquila, una buena posición social, una familia serena. No le hacemos mal a nadie y tratamos de protegernos de lo negativo que hay en la sociedad. Sin embargo esa frase no me dejaba en paz. ¿Enemigos? Pensándolo bien, los había tenido y todavía los tenía, pero los tenía relegados en una zona del cerebro donde no pudieran molestarme. Una a una, volvieron a mi mente situaciones donde, más que afrontar la contrariedad debida a un “enemigo”, escapaba. La fuga se había convertido en una auténtica costumbre. Pero Jesús exige algo muy distinto. Entonces me hice una lista de “enemigos” por los cuales comprometerme a hacer algo: llamarlos por teléfono, mandarles un mensaje, visitarlos, para decirles que cada uno de ellos existía en mi vida. No fue fácil, continuamente los obstáculos y los razonamientos me frenaban. Ahora que me he vencido a mí mismo, puedo decir que ese mandamiento de Jesús ha alcanzado su objetivo, el de hacerme sentir un hombre vivo. (G.R. – Portugal)
A cargo de Maria Grazia Berretta
(tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio del día), Città Nuova, año VIII, n.1, enero-febrero 2022)[1] C. Lubich, “Quando si è conosciuto il dolore”, in La dottrina spirituale, Città Nuova, Roma 2006, pp. 140-141
Darci Rodrigues es el ejemplo de aquellos que, de un modo “mariano”, supieron gastar su vida por la causa de la unidad.Desde el primer momento en que murió Darci Rodrigues, focolarina brasileña, el pasado 10 de febrero, y en las horas posteriores a su funeral, las redes sociales se inundaron de expresiones de agradecimiento. Fue una figura muy conocida tanto en Brasil como en el exterior por los numerosos cargos que ocupó en el Movimiento de los Focolares, lo que le permitió cultivar infinidad de relaciones. “Una vida comprometida y exigente como la suya nunca le impidió mantener una sana normalidad y, según muchos, una gran profundidad espiritual”. “Y por eso fue querida por todos”, ha escrito sobre ella Saad Zogheib Sobrinho, focolarino brasileño. Un comentario que parece resumir el pensamiento de muchas personas que han convivido con ella. Darci conoció el carisma de Chiara Lubich cuando aún era muy joven, en 1963, durante una “Mariápolis”, una reunión de varios días realizado en la ciudad de Garanhuns, en el estado de Pernambuco. “Fue una experiencia muy fuerte, quedé fascinada, sobre todo porque allí he visto ‘vivir’ el Evangelio”, cuenta la propia Darci, contando el primer contacto con los Focolares. En ese momento, ella era estudiante de historia en la Universidad de Recife, “un ambiente impregnado de ideas marxistas y de fuerte crítica a la Iglesia”, dice. Por eso su encuentro con Dios y su adhesión al carisma de la Unidad fueron tan irresistibles que decidió consagrarse y hacerse focolarina. Tras esta decisión, Darci dejó a su novio, su familia y sus estudios para asistir a la escuela de formación de focolarinos en Italia de 1964 a 1966. A su regreso a Brasil, comenzó a trabajar intensamente al servicio de los Focolares. De Belo Horizonte, se traslada a las afueras de la actual Vargem Grande Paulista, cerca de San Pablo, para dar vida a la Mariápolis Araceli (hoy Mariápolis Ginetta), uno de los tres centros del Movimiento de los Focolares en Brasil. De allí pasó a San Pablo, donde trabajó durante 20 años al frente del Movimiento en la región que, en ese momento, comprendía varios estados brasileños del sureste y centro-oeste del país. En 2002 fue elegida consejera del Movimiento por Brasil y posteriormente, tras la muerte de la fundadora, Chiara Lubich, en 2008, fue reelegida consejera y nombrada por la entonces presidente de los Focolares, Maria Voce, delegada central, con un papel importante en el gobierno del Movimiento a nivel internacional. “A veces tuve que enfrentar situaciones difíciles, pero siempre sentí paz en esos momentos y una ayuda especial del Espíritu Santo”, dice la propia Darci. “Muchas veces ya tenía una idea, pero en cierto momento Jesús me hacía entender, a través de alguien, que quería otra cosa, quizás lo contrario de lo que yo pensaba. Era importante para mí confiar en la presencia de Jesús entre nosotros, y no solo en mi sentido común”, dice. En mayo de 2012, le diagnosticaron una enfermedad pulmonar grave. “Después de algunos exámenes – dice – el diagnóstico era muy grave: el médico me dijo que tenía que armarme de mucha valentía para luchar y perseverar. Dentro de mí tenía la fuerte convicción de que nada sucede por casualidad y que Dios tiene un plan de amor para cada uno de nosotros”. El tratamiento tuvo un resultado sorprendente, para asombro de los médicos. De este periodo de tratamiento, su entonces secretaria, Gloria Campagnaro, dice: “La vida transcurría con la solemnidad y la paz de siempre, entre terapias, paseos recomendados por el médico y trabajo para el Movimiento, con horario reducido; una vida que daba fecundidad y unidad”. En mayo de 2020, de repente, hay una recaída de la enfermedad. Llegan nuevas hospitalizaciones, hasta que, en condiciones de salud irreversibles, Darci vive sus últimos momentos rodeada del cariño y la oración de toda la comunidad de los Focolares. En un video grabado en este periodo, antes de Navidad, ella misma reafirma la convicción que la ha guiado durante toda su vida: “Tenemos a Jesús en medio de nosotros”. “Deja una lección ejemplar de vivir plenamente el ideal de unidad y fraternidad que tanto necesita la humanidad”, declaró Luiza Erundina, diputada federal, al conocer la noticia de su muerte. En las múltiples expresiones de agradecimiento por el don de la vida de Darci, son comunes las referencias a la serenidad y la alegría acogedora que transmitió a todos a lo largo de su vida, dondequiera que estuviera. En una palabra, una presencia mariana.
De una pequeña idea de compartir nace una gran cadena de solidaridad, un puente aéreo con destino a Beirut que transporta medicinas para los enfermos crónicos y leche en polvo para los recién nacidos. En la acción –que ha acogido el llamamiento del Vicariato Apostólico de Beirut de los católicos de rito romano y de la Nunciatura Apostólica del Vaticano en Líbano– participan el Movimiento de los Focolares, la Fundación Juan Pablo II y muchísimas personas de Italia y Líbano que se han unido para apoyar este proyecto, como en una gran familia. https://www.youtube.com/watch?v=_nLSgSHmMrA
En el viaje de la vida a veces tenemos que aminorar la marcha durante algunos momentos y escuchar la voz que habla en nuestro corazón. Descubriremos nuevos retos como Chiara Lubich sugiere en este texto. Escuchar la voz de Jesús (…) no significa solamente escuchar su doctrina y asumirla, sino establecer relación personal con Jesús, que llama a cada uno por su nombre. Su voz se hace oír en la intimidad, su verdad (que es la Verdad) actúa en el corazón, aunque la respuesta a su invitación siga siendo libre para cada individuo. Con el ejemplo del buen Pastor, Jesús afirma que hay oposición entre el pastor legítimo, que entra por la puerta, y el ladrón o el bandido, que salta la tapia. A lo largo de los siglos han existido (y siguen existiendo) otros falsos mesías que tratan de atraer a los hombres con sus ideologías. Pero los que pertenecen a Jesús y conocen su voz no se dejan engañar por todas esas promesas y no se fían de otras voces. (…) Trata de escuchar la voz de Jesús que te habla en el corazón. Verás cómo te lleva fuera de tu egoísmo, de tu no-amor, del querer destacar, de tu soberbia, del deseo de violencia…: de todo lo que te esclaviza. Si pones tu vida en Jesús y Él es tu guía, sin duda te sentirás impulsado a salir de la tentación de un cristianismo fácil y cómodo, de la mediocridad de una vida sin sentido. Siguiéndolo a Él, que habla en ti, que te llama precisamente a ti (porque llama a cada uno), no conocerás caminos trillados, sino que emprenderás una aventura divina nunca soñada; todo será nuevo y bonito, aunque a tu naturaleza le cueste; constarás lo variada que es la fantasía divina y comprenderás que, siguiendo a un pastor así, la vida es plena, abunda en frutos e irradia por todas partes el bien. Y finalmente comprenderás que el Evangelio vivido es una revolución potente y maravillosa.
Chiara Lubich
Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 212-215).
Dejar que Dios conduzca nuestros pasos y descubrir que su amor, también en el silencio, no se olvida de nuestras fatigas. Ángel Canó, abogado, focolarino casado de República Dominicana cuenta su experiencia. En el año 2001, estudios médicos de rutina detectaron un prolapso “leve” de la válvula mitral de mi corazón. Inesperadamente, a finales del 2020, la situación se agravó y el cardiólogo confirmó la presencia de una verdadera “una bomba de tiempo” en mi corazón. Junto a Margarita, mi esposa, también ella focolarina casada, asumimos con mucha paz el diagnóstico, poniéndonos en las manos de Dios. Decidimos hablar con nuestros hijos, Angel Leonel y Zoila, que es médica especializada en los Estados Unidos. Ella observó los estudios con un cardiólogo y consultó a un colega del centro donde ella trabaja en Nueva York, quien confirmó la necesidad de una operación. Con Margarita pasamos la noche antes de la intervención quirúrgica con mucha paz, preparándome físicamente, mentalmente y espiritualmente para lo que me esperaba. Estábamos confiados y, al día siguiente, cuando llegamos a la puerta de la sala operatoria, nos saludamos declarándonos de nuevo nuestro amor recíproco, seguros de que nos volveríamos a ver. Cuando desperté, sentí que había vuelto a la vida, aunque desperté con una arritmia fuerte, pues mi corazón corría como un caballo veloz que impedía que pudiera articular palabras. Los médicos se apresuraron a analizar la situación, mientras yo afrontaba los dolores del post operatorio. Luego le permitieron pasar a Margarita: sus palabras de ánimo me trasnmitieron mucha paz. Siguieron diez durísimos días en terapia intensiva, entre el dolor, la impotencia de sentirme inmovilizado, la soledad, la fragilidad, el insomnio y el miedo a la muerte. Largas noches en las cuales, ante mi grito, Dios parecía permanecer en silencio. Creía que no superaría todo eso. Una mañana, estando sumido en una burbuja de sedantes y analgésicos, sentí una voz que me decía repetidamente “hermano…”. Cuando abrí los ojos vi a un sacerdote amigo que queremos mucho. Fue un momento de mucha paz que me devolvió la confianza: el Cielo había estado siempre conmigo y esa sensación me acompaña también ahora. Un día, ya había dejado la terapia intensiva, Margarita, me abrazó colocando su cabeza con delicadeza en mi maltrecho pecho diciéndome: “¡Qué alegría volver a abrazarte!”. Fueron palabras que evidenciaban, no sólo la felicidad, sino el sentido de la vida. Era redescubrir el amor que tiene por mí. Estaba vivo, no sólo gracias a la destreza médica, sino a la Voluntad de un Dios que manifestaba su amor regalándome una nueva oportunidad de vida. Hoy, veo todo aquello como un gran regalo y me deja el compromiso de descubrir qué quiere Dios de mí en esta nueva etapa de vida. Cada noche, en mis oraciones, doy gracias al Cielo y, cuando llega el nuevo día, no hay palabras para expresar mi gratitud por la oportunidad de volver a ver la luz del día, ver con ojos nuevos el rostro de mi esposa y de mis hijos.
Encontrarse con Jesús en el prójimo es descubrir la ternura y la belleza del amor de Dios. Abrirse al otro nos permite ser un don para todo el que pasa a nuestro lado, y recibir el céntuplo inesperadamente.El corazón lleno de alegría En nuestro pueblo vive una familia muy pobre con cinco niños. El padre es alcohólico. Tres de ellos son compañeros de estudio de mis hijos. Una tarde, cuando salían del colegio, llovía a cántaros. Recogí a mis hijos en el coche y, viendo a esos tres por la calle, los hice subir y los llevé hasta su casa. La más pequeña me dijo: “¿Vienes a conocer a mi mamá?”. Entramos en la vivienda, sumamente humilde, y la señora me agradeció. Luego, conversando, me dijo que estaba buscando una cama de oferta para el recién nacido y me mostró las habitaciones, que por la humedad estaban muy deterioradas. Los otros cuatro hijos duermen todos en el mismo cuarto. La pequeña, de dos años, casi desnuda, llevaba un delantal demasiado largo para ella. Le prometí que para el día siguiente les llevaría una cama plegable que nosotros utilizábamos muy raramente. Al día siguiente, cuando llegamos a visitarlos llevando la camita, juguetes y un poco de ropa, los niños saltaban de alegría, incluso los míos. Nos despedimos con la promesa de volver y, camino a casa, la más pequeña de mis hijos exclamó: “Mamá, tengo el corazón lleno de alegría”. (M.O.D. – Francia) El ex director Un día, por la calle, me crucé con el director del instituto en donde solía enseñar. Justamente él, que un tiempo atrás, encontrando un pretexto, me había echado. En aquella ocasión todavía era sacerdote, después había dejado el ministerio y se había casado. Cuando me reconoció, trató de evitarme, pero yo fui a su encuentro. Para romper el hielo le hice alguna pregunta interesándome por sus cosas. Me dijo que vivía en otra ciudad, que se había casado con una viuda madre de dos hijos, y había llegado aquí para buscar trabajo. Pude conseguir, no sin dificultad, que me diera su dirección, y nos despedimos. Al día siguiente, hice circular la noticia de que yo estaba buscando trabajo para una persona que lo necesitaba realmente. La respuesta no se hizo esperar y me indicaron algo que podía responder a ese pedido. Cuando lo contacté para decírselo, ¡casi no podía creerlo! Lo aceptó, profundamente agradecido. Estaba emocionado por el hecho que me hubiese ocupado de él. ( J. – Argentina) El abuelo Desde cuando el abuelo sufre serios problemas en la deambulación, renunció a sus acostumbrados paseos y se quedaba siempre en casa leyendo en un sillón o dormitando, a pesar de que el geriatra le aconsejó que se moviera y que saliera. ¿Cómo podía hacer para volver a darle las ganas de curarse, de luchar por la vida? Nuestras hijas, con mucho amor, encontraron la mejor manera de ayudar al abuelo siempre cansado y deprimido. Cada tanto le llevaban los naipes y le proponían un partido a la brisca. Él trataba de disuadirlas, diciendo que no estaba en condiciones de jugar, pero ellas no desistían del intento. Ya en el juego, que las niñas conducían con entusiasmo y con la vivacidad típica de la edad, él sentía alegría y ganas de estar en compañía. Además, mis hijas le recordaban que tenía que hacer ejercicio. Inventaron incluso una competencia por la que el abuelo tenía que levantar bien las rodillas y no caminar arrastrando los pies. Ellas se ponían sentadas en el suelo con las piernas estiradas, para que él tuviera que pasarles por encima alzando los pies. (F.G. – Italia)
Recogido por Maria Grazia Berretta
(extraído de: Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VIII, número 1, enero-febrero de 2022)
Está en marcha el Sínodo 2021-2023 titulado “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”. En esta primera fase, además de la participación de cada uno en su propia comunidad parroquial o diocesana, también estamos invitados a dar un aporte como Movimiento de los Focolares.El motivo de nuestra participación “Considerando que las Asociaciones de fieles son un ‘gimnasio de formación a la sinodalidad’ (…) son colaboradores particulares en esta fase de consulta, al inicio de esta aventura eclesial quisiera ponerme cerca de todos para alentarlos y apoyarlos en este camino junto con el pueblo de Dios”, dijo el cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, en la carta dirigida a Margaret Karram en mayo de 2021, llamando al Movimiento de los Focolares a vivir con toda la Iglesia el camino hacia el Sínodo de los Obispos 2023. En respuesta a esta invitación de la secretaría del Sínodo de los Obispos, la presidente de los Focolares ha nombrado un equipo internacional para preparar la primera etapa, es decir, el tiempo de la escucha. Como Movimiento, por tanto, estamos invitados a buscar espacios de discusión sobre el tema de la sinodalidad en la perspectiva del carisma de la unidad. Una Iglesia sinodal Con motivo de la conmemoración del 50° aniversario de la instauración del Sínodo de los Obispos (2015), el papa Francisco recordó que “el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. (…) Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia que escuchar es más que oír”. En su discurso del 18 de septiembre de 2021 a los fieles de la diócesis de Roma (Italia), el Papa animó enérgicamente a seguir la voz del Espíritu Santo que no conoce fronteras, a escuchar a todos los que pertenecen al único pueblo de Dios y también los que viven al margen de la comunidad. “Los pobres, los mendigos, los jóvenes drogadictos, todos estos que la sociedad descarta, ¿forman parte del Sínodo? Sí, querido, sí, querida. (…) La sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo, su misión”. Tres fases Esta riquísima visión nos ofrece una clave importante para “entrar” en la realidad del proceso sinodal en curso, abierto el 10 de octubre de 2021 en el Vaticano, y después se abrió en las Iglesias locales el domingo 17 de octubre de 2021. Es un proceso de tres años, dividido en tres fases, marcado por la escucha, el discernimiento y la consulta. Y se presenta como una novedad absoluta tanto en la modalidad como en las fases de su desarrollo. No tiene lugar sólo en el Vaticano, sino en cada Iglesia particular de los cinco continentes. Es la primera vez en la historia de esta institución que se realiza un Sínodo de manera descentralizada. La primera etapa (octubre de 2021 – abril de 2022) se refiere a las Iglesias diocesanasindividualmente donde el camino sinodal pretende responder a diversas preguntas sobre la vida y la misión de la Iglesia. Y en particular, como nos recuerda en el Vademécum publicado por la Secretaría General del Sínodo, a una pregunta fundamental: “¿Cómo se realiza hoy, en niveles diferentes (desde el local al universal) ese ‘caminar juntos’ que permite a la Iglesia anunciar el Evangelio, según la misión que le ha sido encomendada?; y ¿qué pasos nos invita el Espíritu a dar para crecer como Iglesia sinodal?”. Tras la consulta de las diócesis, las Conferencias Episcopales ultimarán el resumen que será enviado a la secretaría general del Sínodo junto con las aportaciones diocesanas. Luego, la secretaría general redactará el primer Instrumentum laboris para septiembre de 2022. La finalidad de la siguiente fase, la continental (septiembre 2022 – marzo 2023), es dialogar sobre el texto del primer Instrumentum laboris en siete encuentros continentales: África, Oceanía, Asia, Medio Oriente, América Latina, Europa y América del Norte. Estas siete reuniones internacionales producirán a su vez siete documentos finales que servirán de base para el segundo Instrumentum laboris, que se utilizará en la Asamblea del Sínodo de los Obispos en octubre de 2023. La última fase del camino sinodal es la de la Iglesia universal (octubre de 2023). Una etapa fundamental de este proceso es la celebración de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en octubre de 2023, a la que seguirá la fase de implementación, que volverá a involucrar a las Iglesias particulares. El carisma de la unidad para una espiritualidad sinodal ¿Con qué actitud nos ponemos ante el proceso sinodal en curso? Durante la Asamblea General del Movimiento de los Focolares, el papa Francisco invitó a los participantes a dar prioridad a la sinodalidad: “En cuanto al compromiso dentro del Movimiento, os exhorto a promover cada vez más la sinodalidad, para que todos los miembros, como custodios del mismo carisma, sean corresponsables y partícipes de la vida de la Obra de María y de sus finalidades específicas”. Reflexionando sobre la experiencia dentro del Movimiento, la presidente Margaret Karram recordó los puntos de referencia en la espiritualidad de los Focolares que pueden ayudar en la implementación de un proceso sinodal. El Pacto de amor recíproco, renovado y puesto en la base de todo proceso de discernimiento, representa el compromiso de estar dispuestos a amarse unos a otros. La caridad mutua y continua exige aprender el arte evangélico de amar: escuchar, ponerse en actitud de aprender. Hablar con respeto, con sinceridad y claridad. Todo se puede compartir con parresia, poniéndose ante Dios y manteniendo viva la realidad del mandamiento nuevo.
Liliane Mugombozi (Yaundé, Camerún), del equipo internacional para el camino sinodal del Movimiento de los Focolares.
Para facilitar el proceso de reflexión, compartir y escuchar, el equipo ha iniciado el “camino sinodal” en julio de 2021. Además de un video de entrevistas, publicado en el canal de YouTube del Movimiento de los Focolares, se creó un subsidio de estudio para ayudar a los miembros del Movimiento para vivir el proceso sinodal, recoger y elaborar aportes para ofrecer a la secretaría del Sínodo. Link al vademécum en español https://www.youtube.com/watch?v=9SosjcY4LVM&list=PLKhiBjTNojHpVNzhRRVCRJ-2BDdMzArXH&index=4
El 8 de febrero es la Jornada mundial de oración contra la trata de personas. Este año 2002 una maratón de oración online empezará en Oceanía y dará la vuelta al mundo para terminar en Norteamérica. El compromiso de los Focolares para contrarrestar este fenómeno.“Hay mucha prostitución en nuestro barrio, pero la invitación del Papa a ir a las periferias existenciales en busca de los más vulnerables, necesitados y olvidados, nos ha impulsado a acercarnos a quienes se prostituyen, para acompañarlos, estar cerca de ellos, hacerles sentir que los queremos como personas”. Laura Diaz, voluntaria del Movimiento de los Focolares, es una de las ocho mujeres del grupo «Juntas en camino» que nació en 2013 en la parroquia de la Santa Eucaristía, en el barrio Palermo de Buenos Aires, Argentina que se ocupa todos los días de cuidar a quien se prostituye para contrarrestar el fenómeno. “En este servicio nuestro –prosigue– recibimos más de lo que damos. En nosotros algo ha cambiado: nuestra mentalidad, nuestro acercamiento a ellos sin prejuicios. Este cambio se dio también en varias de nuestras familias. Nos relacionamos con ellos mirándolos como personas cuya dignidad ha sido violada pero que les puede ser devuelta”. Éste y otros testimonios de más de 30 países serán contados el 8 de febrero de 2022, durante la maratón de oración online –que tiene como título “La fuerza del cuidado”– organizado en ocasión de la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas. Siguiendo los distintos husos horarios –delas 9.00 a las 17.00 (CET)– la maratón empezará en Oceanía, Asia y Medio Oriente, para pasar luego a África, Europa, Sudamérica y concluirá con Norteamérica. Será transmitido en directo streaming en cinco idiomas (francés, inglés, italiano, portugués y castellano) en la página de la jornada. www.preghieracontrotratta.org
Marcela Villares presenta el cuaderno de actividades al Papa
Marcela Villares, focolarina que vive en Argentina, también está comprometida todos los días en contrarrestar el fenómeno de la trata. Trabaja con los Obispos de la Comisión Episcopal para los Migrantes y los Itinerantes de la Conferencia Episcopal Argentina, en donde coordina el área del tráfico de seres humanos. “Hemos descubierto la importancia de trabajar para formar sobre estos temas a niños y adolescentes –cuenta–. Desde hace varios años ofrecemos una formación sobre temas relacionados con la trata de seres humanos a distintas diócesis del país, trabajando sobre todo en los colegios. Los frutos han sido muchos, sobre todo en los niños y en los jóvenes, en donde ya se siente que la semilla se lanzó; y en los docentes y directores que la han tomado como un eje pedagógico que hay que continuar en el tiempo”. El resultado de estas experiencias ha sido un librito con actividades didácticas y juegos para chicos desde los 6 hasta los 17 años. “Este años en una diócesis del norte de nuestro país, en el límite con la provincia de Salta, y por lo tanto muy sensible a este tipo de crímenes –sigue explicando Marcela–, gracias a un grupo de amigos de la Asociación Mundo Unido (Amu) de Luxemburgo, hemos podido formar y financiar material para cuatro colegios. El vicario para la educación nos pidió extender la formación a otras escuelas católicas y ha invitado a otros directores de colegios públicos”.
La estatua de Santa Bakhita del artista Timothy Schmaltz
Después de esta experiencia en Orán, Marcela y su equipo fueron contactados por varios medios de comunicación argentinos y el Presidente del Círculo de Periodistas pidió que se pudiera encaminar la formación para periodistas, médicos y enfermeros de los hospitales de la zona, para las personas relacionadas al transporte y también una universidad pidió que se hiciera una conferencia. “La pandemia ha aumentado el negocio de la trata, las condiciones de vulnerabilidad para las personas de más riesgo y las desigualdades entre hombres y mujeres –declara la HermanaGabriela Bottani, coordinadora de la Jornada mundial contra la trata–. Todo ello se afronta con valentía. Nosotras mujeres, por lo tanto, tenemos que asumir un rol de protagonistas para promover un sistema económico nuevo, fundado sobre la fuerza del cuidado. La violencia causada por la explotación puede ser transformada con gestos de cuidado y de solidaridad”. La maratón de oración del 8 de febrero de 2022 está coordinada por Talitha Kum, la red internacional anti-trata de alrededor de 3000 religiosas, amigos y colaboradores en todos el mundo, y está promovida por las Uniones Internacionales de las Superioras y de los Superiores Generales, conjuntamente con la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicioal Desarrollo Humano Integral, Caritas Internationalis, la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas, el Movimiento de los Focolares, el Jesuit Refugee Service y muchas otras organizaciones en todo el mundo.
En la sociedad actual, el perdón es una opción decididamente contra corriente. «Algunos piensan que el perdón es una debilidad» – escribe Chiara Lubich en el pasaje que publicamos–. No, es la expresión de una valentía extrema, es el amor verdadero, el más auténtico porque el más desinteresado. Si queremos contribuir efectivamente a crear un mundo nuevo, el camino es hacer como Dios, que no solo perdona, sino que también olvida. El Señor perdona todas nuestras culpas porque “el Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia”[1]. Cierra los ojos para no ver más nuestros pecados[2], los olvida echándolos a sus espaldas[3]. Dios perdona porque, como todo padre, como toda madre, ama a sus hijos y por lo tanto los disculpa siempre, oculta sus errores, les da confianza y los alienta sin cansarse nunca. Como padre y madre, a Dios no le basta amar y perdonar a sus hijos y a sus hijas. Su mayor deseo es que ellos se traten como hermanos y hermanas, vivan de acuerdo, se quieran, se amen. La fraternidad universal, este es el plan de Dios para la humanidad. Una fraternidad más fuerte que las inevitables divisiones, tensiones, rencores que se insinúan con tanta facilidad por incomprensiones y errores. A menudo las familias se deshacen porque no se sabe perdonar. Viejos odios mantienen divididos a parientes, grupos sociales, pueblos. A veces hasta hay quien enseña a no olvidar las ofensas recibidas, a cultivar sentimientos de venganza… Entonces un sordo rencor envenena el alma y corroe el corazón. Algunos piensan que el perdón es una debilidad. No, es la expresión de una valentía extrema, es el amor verdadero, el más auténtico porque el más desinteresado: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué merito tienen?” – dice Jesús – esto saben hacerlo todos: “Ustedes amen a sus enemigos”[4] Además, a nosotros se nos pide que, aprendiendo de Él, tengamos un amor de padre, un amor de madre, un amor de misericordia con todos los que se cruzan en nuestro camino durante el día, especialmente con quien se equivoca. Además, a los que están llamados a vivir una espiritualidad de comunión, es decir, la espiritualidad cristiana, el Nuevo Testamento les pide más todavía: “perdónense mutuamente”[5] El amor recíproco exige casi un pacto entre nosotros: estar siempre dispuestos a perdonarnos unos a otros. Sólo así podremos contribuir a la realización de la fraternidad universal.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pp. 666-667) [1] Cf. Sal 103, 3.8 [2] Cf. Sab 11, 23 [3] Cf. Is 38, 17 [4] Cf. Mt 5, 42-47 [5] Cf. Col 3, 13
Nacido en 2012, el proyecto de educación para la paz “Living Peace” promueve una cultura de paz y fraternidad. Involucra a más de 1.000.000 de jóvenes, adolescentes y niños de 130 países del mundo y está inspirado en el arte de amar de Chiara Lubich. El 5 de febrero de 2022, un evento on line en el canal de Youtube de Living Peace International celebrará su décimo aniversario. “Estaba dando clases en una escuela estadounidense en El Cairo, en Egipto y allí nació esta idea de contribuir a la paz y su cultura para responder a los muchos desafíos que se vivían en Medio Oriente”. Así comienza la historia de Carlos Palma, focolarino y docente, creador del proyecto “Living Peace”, nacido el 5 de febrero de 2012 con el objetivo de promover una cultura de paz, fraternidad y solidaridad. Hoy, después de 10 años, este camino de educación para la paz se ha desarrollado en todo el mundo. Es promovido por la Asociación AMU – Acción por un Mundo Unido, una organización sin fines de lucro en asociación con Teens4Unity y New Humanity, involucrando a más de 80 organizaciones internacionales y más de 1000 escuelas y grupos, involucrando a más de un millón de adolescentes, jóvenes y niños. El 5 de febrero de 14:30 a 16:00 (UTC+1) en el canal de YouTube de Living Peace International con motivo del décimo aniversario del proyecto, se realizará un evento on line traducido al inglés, español, portugués, francés e italiano. “Living Peace” se basa en el “Dado de la Paz” en cuyas caras no hay números, sino frases que ayudan a construir relaciones de paz entre todos. Está inspirado en los puntos de “El arte de amar” que Chiara Lubich había propuesto años antes, con un dado, a los niños del Movimiento de los Focolares. Junto al Dado, se propone también el “Time out”: a las 12 h todos los días, en cada franja horaria, un momento de silencio, de reflexión o de oración por la paz. Nacido inicialmente para las escuelas primarias, pronto se desarrolló también en las escuelas secundarias, llegando a universidades, movimientos juveniles, asociaciones, fundaciones, prisiones, comunidades religiosas, centros de formación artística, etc. ¿Qué significa educar para la paz? La Constitución de la Unesco afirma: “Puesto que las guerras comienzan en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben construirse los baluartes de la Paz”. Educar para la paz no es una disciplina adicional, sino hacer de cada área formativa un instrumento de paz, un camino en el que se desarrolle la creatividad y la autonomía de las niñas y niños y adolescentes frente a los problemas y conflictos, aprendiendo a dialogar. Educar para la paz significa, por tanto, promover acciones concretas por la paz y la reconciliación desde las escuelas y llegando a todos los centros de formación posibles. “En 2013 fui nombrado embajador de la paz por el Círculo Universal de Embajadores de la Paz (Francia/Suiza), nos cuenta Carlos Palma. Dos años después nació la idea de nombrar también jóvenes embajadores de la paz de entre 6 y 25 años. Hoy son 600 jóvenes embajadores en todo el mundo que portan el ‘Dado de la Paz’ por todas partes, protagonistas de las más variadas acciones en todos los campos. También se ha convertido en un tema de estudio y de profundización en algunas universidades. Gracias a los jóvenes embajadores, se creó el “Dado por la Paz” en braille para personas ciegas y se creó el formato Peace Got Talent que, siguiendo el ejemplo del formato televisivo conocido en varias partes del mundo, da espacio a jóvenes talentos para promover paz”. Luego llegó la pandemia. “Pero a pesar de ello – concluye Carlos Palma – los jóvenes han seguido y siguen de mil maneras, a través de la web y las redes sociales, promoviendo la paz y la fraternidad”. Para obtener más información, visite el sitio web en este link.
Para mantener el compromiso con las víctimas de J.M.M., ex focolarino francés condenado por abusos a menores, el Movimiento de los Focolares ha elaborado un procedimiento de ayuda psicológica que se ofrece a las víctimas que deseen utilizarlo. Este servicio (véase el anexo) se ofrece como parte de la encuesta independiente realizada por GCPS Consulting, que escuchó las opiniones de algunas víctimas. Obviamente, esta ayuda es un primer paso hacia los compromisos que el Movimiento quiere asumir para el futuro y tras la publicación del informe de GCPS Consulting. En este sentido, el Movimiento de los Focolares ha reconocido que la Red Simon es un instrumento adecuado para acoger, escuchar y acompañar a las víctimas y a las personas afectadas por estos sufrimientos. La Red Simon está formada por psicoterapeutas, psiquiatras y acompañantes espirituales dispuestos a ofrecer un itinerario psicológico o psiquiátrico en las diferentes etapas de la investigación a quienes lo necesiten o lo soliciten. El acuerdo entre el Movimiento de los Focolares y la Red Simon pretende que las víctimas puedan utilizar este servicio lo más cerca posible de su lugar de residencia (la red cubre la mayor parte de Francia). También es posible, para aquellos que no deseen utilizar esta red de apoyo proporcionada por el Movimiento de los Focolares, recurrir a otros profesionales de su confianza. En cualquier caso, tanto los profesionales de la Red Simon como los de confianza de las víctimas individuales, acordarán todos los aspectos del proceso de acompañamiento psicológico o psiquiátrico con un profesional independiente identificado por el Movimiento de los Focolares en la persona del Dr. Alexis Vancappel, que asumirá el papel de coordinador de este aspecto. El Dr. Vancappel es psicólogo, especializado en terapia cognitiva conductual y neuropsicología. Trabaja como psicólogo clínico en la Clínica Psiquiátrica Universitaria del CHU de Tours. – Es miembro del Centres experts dépression résistante (CEDR), Fondation Fondamentale, Red nacional multidisciplinar, dedicada a la investigación de la depresión resistente. – Miembro del Laboratorio Inserm, Equipe Imagerie et Cerveau – Laboratorio médico dedicado al estudio de la neuropsiquiatría funcional. – Miembro del Laboratorio Qualipsy – Laboratorio de Psicología dedicado al estudio de la calidad de vida.
Los detalles relativos a otros compromisos asumidos por el Movimiento de los Focolares con las víctimas, incluida la indemnización por daños y perjuicios, se acordarán después de que GCPS Consulting publique su informe, previsto en el primer trimestre de 2022.
En esta ocasión nos detenemos en la piedra angular fundamental de la Espiritualidad de la Unidad. Chiara Lubich nos muestra el camino para obtener la gracia de la unidad del Padre. Aquí, en este punto típico nuestro, está implícito ese “algo más” de lo que es requerido, en general, en las espiritualidades individuales, al menos a lo largo de su historia. Ese “algo más” que, como sabemos, es reciprocidad y unidad. La unidad. Pero ¿qué es la unidad? ¿Se puede realizar la unidad? La unidad es lo que Dios quiere de nosotros. La unidad es realizar la oración de Jesús: “Padre, que sean uno como tú y yo. Yo en ellos y tú en mí, para que sean uno” (Cf. Jn 17, 21). Pero la unidad no se puede realizar solo con nuestras fuerzas. Puede realizarla solo una gracia especial, que desciende del Padre si encuentra una disposición especial en nosotros, un requisito preciso y necesario. Este requisito es el amor recíproco, ordenado por Jesús, puesto en práctica. Su amor recíproco, el que Él quiere y que –como sabemos– no es simple amistad espiritual, o estar de acuerdo, o buen entendimiento. Es amarse unos a otros como Él nos amó. O sea, hasta el abandono: hasta el desapego completo de las cosas y de las criaturas, materiales y espirituales, para poder “hacernos uno” con los otros recíprocamente, perfectamente. De esta manera hacemos nuestra parte y estamos en condiciones de recibir la gracia de la unidad, que no faltará, que no puede faltar. […] Debemos recordar que en nuestra espiritualidad comunitaria hay una gracia más; que el Cielo se nos puede abrir a cada momento; y nosotros, si hacemos lo que Él nos pide, invadidos por esta gracia, podemos hacer mucho, mucho por el Reino de Dios. […] Durante el próximo mes ¡esforcémonos por obtener siempre este regalo! Y no lo esperemos solo para ser felices, sino para estar capacitados para nuestra típica evangelización. Ya saben cuál es: “Que sean uno para que el mundo crea” (Jn 17, 21). En el mundo hay mucha necesidad de fe, de creer. Y todos estamos llamados a evangelizar. […] Que cualquier persona que observe a dos o más de nosotros unidos (en el focolar, en los núcleos, en las unidades, en nuestras reuniones o casualmente juntos) quede impactado por un rayo de nuestra fe y crea: crea en el amor porque lo ha visto. Empecemos ya. Esto quiere el Señor de nosotros. Lo quiere a través de nuestro carisma impreso en nuestros Estatutos: La unidad es la premisa de cualquier otra voluntad de Dios. Luego podremos también hablar para difundir el Evangelio. Pero solo después.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Conversazioni, Cittá Nuova, 2019, p. 523-524) https://youtu.be/PqxbaGBkeo8
Los Gen, jóvenes de los Focolares, apuntan a la santidad. Son jóvenes como todos, con sus alegrías, dolores, sueños y dificultades. Pero saben que a una meta tan audaz no se llega de un día para otro. Se construye momento tras momento y no solos, sino juntos. Lo expresaron a través de sus testimonios de vida, canciones y relatos en una jornada mundial donde se reunieron durante más de dos horas, el domingo 19 de diciembre de 2021.Margaret Karram, Presidente de los Focolares, en su saludo los invitó a estar atentos y construir con todos relaciones auténticas, profundas, deteniéndose ante cada prójimo para descubrirlo «aquí y ahora».Les damos la palabra a ellos mediante esta selección de experiencias de vida contadas durante la jornada.Unidad en la diversidad La República de Indonesia reconoce algunas religiones oficiales: el Islam, el Cristianismo, el Hinduismo, el Budismo, el Confusionismo, y las creencias tradicionales. La población más numerosa es musulmana. Esta diversidad hace que el diálogo interreligioso sea un diálogo de la vida cotidiana. Actualmente estoy haciendo una Maestría en Ciencias Farmacéuticas. En la universidad encuentro muchos amigos provenientes de las distintas islas, pertenecientes a distintas religiones. Algunas de ellas son muy cercanas, son como mis hermanas. Yo soy cristiana católica, mi amiga de al lado es hindú y las otras son musulmanas. Durante el mes de Ramadán, a menudo acompaño a mis amigos a romper el ayuno. Una vez las invité a romperlo juntos en el Focolar. Se sintieron muy amados. Después de ese encuentro, uno de ellos escribió en su perfil de Instagram: «No tenemos el mismo background, ni religión, ni edad, tampoco provenimos del mismo país, pero tenemos un sueño, crear una casa mejor para todos, esperar y rezar por un futuro próspero. Esperamos en un mundo universal, como dice el lema de nuestro país, “Bhineka Tunggal Ika” – “Unidad en la diversidad”. Vivo en una residencia donde la mayoría de las chicas son musulmanas. Cuando me transferí ahí, al principio me tenían miedo, porque parecía muy seria y la mayor parte de ellas nunca habían vivido con personas no musulmanas. Un día tenía muchos dulces así que pensé en compartirlos con ellas. La relación entre nosotros está creciendo. Cocinamos juntas, comemos, hacemos deporte, jugamos juntas. Nuestra experiencia de convivencia ha expandido nuestro horizonte y estamos felices por ello. Tika (Indonesia)Amar más allá de nuestras fuerzas Tengo una hermana que estudia arquitectura. Desde hacía tres meses estaba dedicada a su trabajo de graduación trasnochado a menudo. Tenía que presentar un proyecto de una ciudad, preparar la documentación, la presentación y las maquetas. Normalmente los estudiantes recién ingresados ayudan a los avanzados, pero debido al COVID-19 mi hermana tenía que hacer todo sola. A un cierto punto me pidió ayuda a mí y a mi mamá. Le respondí con alegría: “¡Está bien! ¡Yo te ayudo!”. Sin embargo después pensé: “También yo tengo muchas tareas en este momento”. y me pregunté: “¿Habrá sido la decisión más sabia decirle que sí la voy a ayudar? Es una tarea importante para su graduación, ¿lograré hacerla bien? ¿No sería mejor otra persona que conozca la materia?”. Sin embargo, viendo a mi hermana en dificultades pensé: “Si termino antes mis tareas voy a poder darle una mano”. Así, cada noche me quedaba ayudándola con sus tareas con todo el corazón, como si fueran las mías. Al final pudo entregar el trabajo concluido a tiempo, exitosamente. Me agradeció mucho y se sintió feliz por haber completado el trabajo, no solo ella, sino con la fuerza de todos. Sería mentira si dijera que ayudé a mi hermana al cien por ciento, sin quejarme, pero no me arrepiento de haberlo hecho, sentí mi corazón aliviado y contento. Además, dentro de mí sentí una pequeña alegría. Me vino a la mente la frase del Evangelio que dice: “Quien permanece en el amor vive en Dios y Dios vive en él”, y pensé: “¿Quizás Dios habrá vivido en mí?”. Rosa (Corea)Entre la guerra y la esperanza Estoy estudiando Ingeniería Informática. Desde niño trato de vivir la espiritualidad de los Focolares. En el último período sentía muy lejana la relación con Jesús y con María. Me preguntaba dónde está Dios y por qué Él permite las dificultades que vivimos en Siria, como la falta de electricidad, el aumento de los precios, la dura situación económica. Además, todo esto tenía incidencia en mi relación con los demás. Recientemente estuve un mes en Londres visitando a mis hermanas y participé en un fin de semana con los gen, los jóvenes de los Focolares. Esta experiencia me ayudó a encontrar muchas respuestas y a encontrarme a mí mismo viviendo la espiritualidad de la unidad. Nunca olvidaré el amor que encontré en los gen, un amor que llenó mi corazón… era como si nos conociéramos desde hacía mucho tiempo. Estas experiencias me impresionaron tanto que sentí que como consecuencia algo empezaba a cambiar dentro de mí. Cuando recién regresé a Siria también aquí había un congreso en el que puede participar. Por primera vez, debido a las difíciles situaciones de la guerra, después de 10 años logramos volver a encontrarnos. Fue una experiencia rica caracterizada por el amor recíproco y vivida como en una única familia. Experimenté que la paz interior crecía dentro de mí día tras día. Las experiencias vividas en esos dos fines de semana con los gen y las personas que encontré, me dejaron una huella profunda en el corazón y me ayudaron a volver a ser la persona positiva que era, que mira hacia adelante con valentía. Existen períodos en donde, debido a la presión a la que estamos sometidos en la vida, perdemos la esperanza… es como si fuera el fin del mundo y ya no existiera nada. Pero si nuevamente experimentamos a Dios, Él con su gracia nos permite volver a Él y así descubrimos que las cosas difíciles que hemos vivido han sido como una pequeña participación nuestra a los sufrimientos de Jesús en la cruz. Nos damos cuenta que nuestros dolores son pequeños delante de Su sufrimiento vivido para redimirnos. Una cosa que siento que tengo que decir es que cuando vivimos momentos dolorosos en la vida, que parece que no tienen fin, ellos pueden terminar siendo luz, pero depende de nosotros pedir ayuda a Dios en la oración. Él siempre está dispuesto a ayudarnos y con gran esperanza podemos volver a empezar y también tener una relación cada vez más fuerte con Él. Paolo (Aleppo, Siria)Encontrar a los que más sufren Después del terremoto de hace dos años en Croacia decidimos emprender una actividad yendo a los lugares del epicentro. Buscando la mejor forma de poder ser útiles, el párroco de Sisak nos sorprendió, al pedirnos que colaboráramos con él preparando a un grupo de chicos para la primera comunión. Nos pusimos de acuerdo para ir todas las semanas durante algunos meses a la aldea de Capranske Poljane donde viven gitanos musulmanes y cristianos (ortodoxos y católicos). Con ellos estudiábamos el catecismo, hacíamos obras de teatro, juegos… A partir de estos encuentros nacieron relaciones bellísimas que continúan y siguen creciendo también hoy. A través de los focolarinos también conocimos y visitamos una familia de Petrinja, que vive en una situación muy difícil (debido al terremoto pero también por la situación socioeconómica en la que se encuentran). Con la ayuda de Cáritas logramos comprar material y herramientas para reparar su casa y para que pudieran regresar a trabajar. ¡En ellos renació la esperanza! En un encuentro con los gen sentí que tenía que dar un paso fuera de mi zona de confort -inspirado por el ejemplo de muchos en el mundo- quise “salir a la calle” para tratar de amar a los demás como a mí mismo. Un día fuimos a Sisak para hablar con el párroco de cómo seguir ayudando a la comunidad de gitanos y después fuimos a visitar a esta familia de Petrinja para llevarle algunas cosas de primera necesidad. Vimos cómo habían usado el dinero que habíamos recogido para arreglar su casa ¡que ahora es realmente acogedora! También les llevamos una laptop para que los niños puedan seguir sus clases on line. Me sentí como en mi casa. Había un lindísimo clima de familia. Aunque en ese momento no había hecho nada concreto por su situación, di lo que podía, a mí mismo con mi buena voluntad y un poco de mi tiempo. Estoy agradecido a Dios que me ha dado esta oportunidad de amar y quiero seguir amando porque he experimentado una alegría centuplicada que quiero compartir con los demás y ahora con ustedes. Thiana y Peter (Croacia)
Un encuentro capaz de superar grandes obstáculos; un salto en el amor que acerca y genera unidad. Bella Gal, una judía que vive cerca de Tel Aviv, cuenta sobre su amistad con E., una cristiana palestina. Hace algunos años tuve un encuentro muy interesante y profundo con una mujer palestina, cristiana, profesora universitaria, durante una conferencia en Jerusalén donde ella estaba dando un discurso. Su nombre es E. Ella ha criado sola a sus hijos, mientras su esposo estuvo en una prisión israelí durante 10 años. Fue puesto en libertad por problemas de salud y lamentablemente murió poco después. A pesar del sufrimiento, E. no desistió de vivir y educó a sus hijos, que ahora son profesionales, cada uno en su área de especialización. Su discurso era muy interesante, pero al mismo tiempo, muy triste. Al final del discurso, sin esperar la sesión de preguntas y respuestas, salí de la sala. No podía soportar escuchar su historia. Me recordó mi sufrimiento, mi primera infancia y mis padres que murieron durante el Holocausto. Quizás fue muy egoísta de mi parte, pero E. me dio un ejemplo y una lección muy importante para “hacer que cada encuentro sea provechoso”. Después de salir de la sala, fui a sentarme en la cafetería. De repente sentí que alguien puso una mano en mi hombro. Era E. quien me dijo: “Te he visto en mi conferencia y también te he visto salir al final. ¿Pasó algo? ¿Te he ofendido?”. Aunque E. tenía todas las razones del mundo para ser hostil conmigo, nos acercamos con gran compasión, dándonos cuenta de que ambas habíamos sufrido, pero habíamos encontrado nuestra fuerza interior, recogido los fragmentos y abrazamos esa situación. Después de hablar y llorar, E. y yo inmediatamente nos sentimos conectadas, y experimentamos un gran amor y aprecio mutuo la una por la otra. Hemos podido unirnos profundamente como mujeres y ver más allá de las diferencias de nuestra nación. A lo largo de los años, E. también ha ocupado importantes cargos políticos y esto históricamente es un logro importante para una mujer cristiana que vive en ese contexto. Hoy, debo admitirlo, E. es mi alma gemela más allá del muro.
Acaba de aparecer el libro “La unidad. Una mirada desde el Paraíso 49 de Chiara Lubich”, preparado por Stefan Tobler y Judith Povilus (Città Nuova, Roma 2021). Próximamente se publicará en otros idiomas. Un estudio polifacético que nos ayuda a comprender qué es la unidad, pilar central de la espiritualidad de los Focolares. “La unidad es nuestra vocación específica”[1]; “La unidad, por tanto, es nuestro ideal y no otro”[2]. Chiara Lubich conocía bien la misión de la obra al que había dado vida. Si “la unidad es lo que caracteriza al Movimiento de los Focolares”[3], éste está llamado a cuestionarse sobre la herencia que ha recibido y sobre cómo desarrollarse de manera creativa y fiel. ¿Cómo vivir hoy la unidad en los focolares, en los núcleos, entre quienes comparten la “Palabra de vida”? ¿Cómo seguir un camino con audacia y libertad que evite autoritarismos e individualismos, que permita el pleno desarrollo de los dones personales y la búsqueda de objetivos comunes? ¿Cómo recorrer el difícil camino de una comunión que requiere la salvaguarda de la autonomía legítima y la búsqueda de la identidad y la aceptación, la integración, la apertura a lo diferente? El tema pone el dedo en la llaga a toda la Obra. Al mismo tiempo, el legado de Chiara Lubich es mucho más amplio: la unidad concierne al mundo eclesial, las relaciones entre religiones, culturas, naciones… A petición del Centro Opera di María, la Escuela Abba se ha interrogado, desde hace algunos años, sobre este tema, partiendo, como es de su naturaleza, de la experiencia vivida por Chiara Lubich en los años 1949-1951. Así ha nacido el libro “La unidad. Una mirada desde el Paraíso 49 de Chiara Lubich”. Está dividido en tres partes. El primero, “Fundamentos”, ofrece una mirada global sobre la unidad desde un punto de vista bíblico, teológico y espiritual. Los escritos de Chiara están cortados con toda su profundidad y audacia. Tomados en su contexto, muestran la “lógica” divina, la de un Dios cuyo “interior” “no debe pensarse como un todo en el que desaparecen las diferencias, al contrario: Dios es el Uno precisamente siendo multiplicidad infinita”, una dinámica que se refleja en la creación. Como escribe Chiara, El Padre “dice: ‘Amor’ en tonos infinitos”, indicando la extraordinaria riqueza de las infinitas manifestaciones de su amor. La segunda parte del libro propone una lectura de algunos textos del Paraíso 49, para poner de manifiesto las intuiciones bases sobre la unidad. Así, páginas o fórmulas se iluminan con una nueva luz que el paso del tiempo o una perezosa repetición han vuelto en ocasiones incomprensibles o inaceptables. ¿Para vivir la unidad es necesario anular la propia personalidad o más bien el “don de sí mismo sin reservas, en la lógica de la vida de Dios que lleva a ‘correr el riesgo’ de ‘perder’ la propia”? ¿Qué significa vivir “según el modelo de la Trinidad”? ¿Hay una nivelación en la unidad o más bien la epifanía de la pluralidad? Se afrontan con claridad malentendidos que pueden llevar a una comprensión inexacta de expresiones como “perder”, “morir”, “anularse”, y se pone en evidencia la fecundidad de un amor exigente y total que conduce a la plena realización de uno mismo. “Se ha visto claramente – afirma Chiara – que cada uno de nosotros tiene una personalidad muy distinta, inconfundible”, que es “la palabra que Dios pronunció al crearnos”. La unidad aparece entonces dinámica, en constante evolución, creativa, necesitada del aporte de todos, respetuosa de cada uno y de todos. En este contexto, también se incluye la aportación y la posición única e irrepetible de la persona de Chiara como instrumento de mediación del carisma y fundadora. La tercera parte del libro se abre a diferentes disciplinas que se inspiran en los dictados de Paraíso 49 para una propuesta que concierne su campo específico. Esta última parte es la que requirió mayor atención metodológica. Dado que el lenguaje del Paraíso 49 es predominantemente de naturaleza religiosa, nos preguntamos cómo escribir un libro transdisciplinario en torno a una palabra multisemántica – unidad -, sin el riesgo de hablar de cosas diferentes y de mezclar lenguajes. Si las realidades sociales y los aportes académicos en los más diversos campos nacieron de un Movimiento y una espiritualidad que se definen de la “unidad”, esto significa que hay un denominador común, un punto de partida y una base estable que lo hace posible para todos, aun trabajando en los diferentes campos, reconocer un horizonte común en la unidad, incluso cuando se expresan en el lenguaje específico de su propia disciplina. Sólo se trazan unas pocas líneas intuitivas en ciertos campos de la vida social y del pensamiento que requerirán un mayor desarrollo. El libro es el resultado de un lento proceso de la Escuela Abba. Durante más de dos años, comenzando alrededor de 2017, el Paraíso 49 se ha leído a la luz de este tema específico. Cada una de las doce contribuciones lleva la firma de sus respectivos autores, quienes conservan su propio estilo, competencia y metodología específica. Al mismo tiempo es fruto de la comunión de todo en un grupo; una forma de trabajar que requería un ejercicio de “unidad” – ¡en consonancia con el tema mismo! – no siempre fácil, para acoger y comprender al otro en su diversidad, por procedencia de diferentes países, por diferentes formaciones científicas y áreas disciplinarias y metodológicas específicas. El libro se limita a leer algunas páginas del Paraíso 49. Por tanto, no pretende agotar un tema tan amplio y exigente, aunque, gracias a la profundidad de los textos de referencia, ofrece una gran riqueza de reflexiones y propuestas.
Fabio Ciardi
L’unità e Gesù Abbandonato, Città Nuova, Roma 1984, p. 26.
GCPS Consulting anunció en noviembre pasado una prórroga acerca de la difusión de los resultados de la investigación independiente para el primer trimestre de 2022. La investigación concerniente a los abusos sexuales por parte de JMM, exmiembro consagrado francés de los Focolares, está necesitando más tiempo del previsto. Lo anunció el pasado mes de noviembre en una notaGCPS Consulting, la sociedad consultora especializada a la que el Movimiento ha encomendado la investigación independiente. “El proceso de recopilación de información está extendiéndose mucho más allá del cronograma previsto -dice- y la Comisión está planeando entrevistas con personas clave dentro de los Focolares (…) también como parte de una revisión de las disposiciones de salvaguardia. Como nota positiva, esto demuestra que el proceso es minucioso y completo (…). Nuestro objetivo es publicarlo lo antes posible en el primer trimestre de 2022”. Al expresar su pesar por la demora, la Comisión encargada espera que “todas las partes interesadas comprendan que se ha ampliado el alcance del trabajo y que el objetivo es reflejar plenamente las voces de todos aquellos que han aportado pruebas y otras informaciones a la Comisión».
La Palabra de vida de este mes de enero de 2022 dice que los Magos llegaron a Belén siguiendo la estrella para honrar al Niño Jesús. También nosotros podemos honrarlo con nuestras opciones de vida, como propone Chiara Lubich en este fragmento. Tú estás en el mundo. Y ¿quién no lo ve? Pero no eres del mundo. Y esto supone una gran diferencia. Esto te clasifica entre quienes se nutren no de las cosas que son del mundo, sino de las que te expresa la voz de Dios dentro de ti. Esa está en el corazón de cada hombre y –si la escuchas– te introduce en un reino que no es de este mundo, donde se viven el amor verdadero, la justicia, la pureza, la mansedumbre, la pobreza; donde rige el dominio de uno mismo. (…) No es propia del cristiano la vida cómoda y tranquila, y Cristo no pidió y no te pide menos si quieres seguirlo. El mundo te embiste como un río arrollador, y tú debes caminar a contracorriente. Para el cristiano el mundo es una selva impenetrable en la que hay que mirar dónde poner los pies. ¿Y dónde hay que ponerlos? En las huellas que el propio Cristo te marcó cuando pasó por esta tierra, en sus palabras.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 109-111)
En estos días en los que en el hemisferio norte se celebra la Semana de oración por la unidad de los cristianos 2022, desde México nos cuentan cómo se ideó el proyecto ecuménico “Visitas Virtuales a las comunidades cristianas”, nacido hace un año para promover la unidad entre las distintas Iglesias. “México es un país con una mayoría católica. Viviendo la espiritualidad de la unidad, hemos descubierto el anhelo por la unidad de los cristianos y desde hace varios años cultivamos relaciones ecuménicas muy bonitas”. Son las palabras de Dolores Longi, esposa de Pablo, ambos voluntarios en el Movimiento de los Focolares, que desde hace años coordinan el diálogo ecuménico en México. Junto a su hija Úrsula, focolarina, en febrero del año pasado, iniciaron el proyecto «Visitas virtuales a las comunidades cristianas» con la finalidad de extender el ecumenismo más allá de la Semana de oración por la unidad y empezar un camino de fraternidad y comunión de experiencias. Desde los comienzos, los objetivos de este proyecto han sido conocer cómo vive cada tradición y cómo expresa la fe dentro de la sociedad en la que está integrada; además de querer identificar la manera de colaborar por el bien de toda la sociedad. Úrsula, ¿cómo se han concretizado estas visitas virtuales y por dónde han empezado? “Para llevar adelante el proyecto se creó una verdadera Comisión Central formada por nosotros, el Oficial de Ecumenismo para la Iglesia Anglicana de México y Presidente del Consejo Interreligioso del país, el Secretario de la Comisión de Diálogo ecuménico e interreligioso de la Conferencia Episcopal Mexicana, una docente de “Teología Ecuménica” de la Universidad Pontificia de México y una de Ecumenismo en la Universidad Anahuac de la ciudad de Querétaro, además de un sacerdote de la Conferencia de los Misioneros Ecuménicos. La primera visita fue a la Iglesia anglicana para luego pasar a las Iglesias católicas orientales. Todas nos donaron verdaderas “joyas” (la historia, los ministerios, el testimonio de fe y de caridad de jóvenes y adultos). En el encuentro con la Iglesia anglicana estaban presentes varios sacerdotes anglicanos y el Obispo anglicano emérito de Uruguay, Mons. Miguel Tamayo, que contó sobre los encuentros de Obispos de varias Iglesias promovidos por el Movimiento de los Focolares. En cada una de nuestras “visitas virtuales” tuvimos un momento de diálogo en pequeños grupos, que nos dio la oportunidad de conocernos más y entablar relaciones de amistad con las personas de las diferentes Iglesias”. Pablo, ¿qué momentos relevantes hubo y qué tipo de afluencia se constató? “En el programa del año hubo un momento de oración en coincidencia con el día de Pentecostés (período en el que en el hemisferio sur celebramos la Semana de oración por la unidad de los cristianos) y otras siete Visitas Virtuales a distintas Iglesias el último jueves de cada mes, además de un festival ecuménico de lecturas bíblicas y cantos al comenzar el Adviento. Para la difusión de la iniciativa en las redes sociales y con el objetivo de generar una comunidad ecuménica, abrimos canales WhatsApp, Telegram y Facebook, que en los primeros meses del proyecto alcanzaron a más de 10.500 personas de Ecuador, Perú, Argentina, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Honduras y Estados Unidos, además de varias ciudades de México. Dolores, ¿qué les ha dejado esta experiencia? “Hemos quedado sorprendidos por la gran respuesta que esta iniciativa ha tenido y estamos muy contentos por haber hecho un aporte, en nuestra medida, al crecimiento del espíritu de unidad en y entre nuestras Iglesias. Nos damos cuenta de que podemos realizar ya lo que el Concilio Vaticano II proponía en el número 5 de la Unitatis Redintegratio: ‘El empeño por el restablecimiento de la unión corresponde a la Iglesia entera, afecta tanto a los fieles como a los pastores, a cada uno según su propio valor, ya en la vida cristiana diaria, ya en las investigaciones teológicas e históricas. Este interés manifiesta la unión fraterna existente ya de alguna manera entre todos los cristianos, y conduce a la plena y perfecta unidad, según la benevolencia de Dios’ ”.
El 21 de enero de 2022 tendrá lugar en el auditorio de la sede internacional del Movimiento de los Focolares (Rocca di Papa – Italia) la presentación del libro ‘Chiara Lubich en diálogo con el mundo, perspectivas interculturales, lingüísticas y literarias en sus escritos’, editado por la casa editorial Rubbettino. “Los escritos de los autores y autoras definidos ‘maestros del espíritu’ a menudo son “considerados solamente como libros de edificación espiritual (…) ofrecidos al público en versiones antológicas y a las que se suman breves críticas literarias. Pero en realidad a menudo se trata de obras de gran valor literario, testimonio de una lengua viva, creativa y valiente[1]”. Con estas palabras, Anna Maria Rossi, lingüista, docente, colaboradora del Centro Chiara Lubich, introduce al lector dentro de un camino de conocimiento, el que propone el libro “Chiara Lubich en diálogo con el mundo, perspectivas interculturales, lingüísticas y literarias en sus escritos” (editado por Rubbettino) de cuyo texto estuvo a cargo junto a Vincenzo Crupi. Esta obra recoge las ponencias presentadas durante el Congreso homónimo, que tuvo lugar en Trento (Italia) del 24 al 25 de septiembre, con ocasión del centenario del nacimiento de Chiara Lubich. La propuesta de publicar este libro “fue acogida con mucho agrado y sin reservas porque responde perfectamente con la línea de la colección ‘Iride’ de la Editorial Rubbettino, nacida con el objetivo de ‘convertirse en un punto de encuentro para estudiosos italianos y extranjeros que permita responder a una exigencia de información dialéctica’ sobre las mejores producciones en el campo de la crítica literaria, de la lingüística y de la filología” afirmó Rocco Mario Morano, Director de la colección. “El volumen sobre Chiara Lubich -continua- suma a esta área de investigación, el prestigio de la vastedad y profundidad del análisis que se puede encontrar en los ensayos de los 25 estudiosos que, desde distintos lugares del mundo, hicieron fructificar sus experiencias de lectura y su propia sensibilidad y competencias desde varios ámbitos disciplinarios que son su objeto de estudio”. Para describir su experiencia espiritual, Chiara Lubich como autora, agrega Moreno, presta una atención especial al utilizar “modelos de escritura siempre consonantes a la exigencia primaria de comunicar sus impulsos interiores y su pensamiento, impregnado de una elevada espiritualidad y de una gran religiosidad (…). A partir de aquí se deriva además la exigencia de someter sus textos a revisiones continuas para permitir a quien los lee el penetrar los significados más profundos en todos sus matices (…), un refinamiento que no prescinde nunca (…) del deseo vivo y de la alegría inmensa de donar la Palabra como acto de amor a todos los hombres de buena voluntad del mundo entero, independientemente de su credo religioso, político o filosófico”. El libro, que será presentado el 21 de enero de 2022 en la sede internacional del Movimiento de los Focolares, profundiza en la primera parte de la lectura de los textos escritos por Chiara Lubich entre 1949 y 1951, más conocidos como “Paraíso 49”. La palabra, mediante un atento análisis del texto y el estudio detallado del lenguaje místico, transmite el mensaje de una experiencia muy profunda que “mediante imágenes y metáforas -explica Anna Maria Rossi- ofrece elementos para hacer comparaciones intertextuales”. Pero la palabra es también vista como medio que conduce a un ideal, a la unidad. Por eso, la segunda parte del libro analiza escritos de Lubich que revelan su ser “mujer del diálogo”, dirigida siempre al otro, atenta a la dimensión multicultural de sus interlocutores; una mujer capaz de edificar con la palabra, construir abatiendo las diferencias, viviendo plenamente el amor evangélico. Un amor que, incluso en el pasaje de un idioma a otro, mediante la delicadísima tarea de la traducción, prevé la confrontación, el intercambio con el otro, la existencia de una relación entre traductor y autor, como nos explica Regina Célia Pereira da Silva, Docente de Idioma Portugués de la Universidad para Extranjeros de Siena (Italia), especialista en Traducción, Estrategias y Tecnologías de la Información Lingüística: “Las palabras de Chiara no provienen de una simple teoría religiosa, sino que son el fruto de su vida real, concreta, que brota del encuentro con lo divino. Solo si el traductor hace la misma experiencia, del donarse diciendo, logrará comprender tales realidades, viviéndolas, no individualmente, sino en modo colectivo”. Con el fin de donar al mundo una experiencia tan fuerte respetando la voluntad del autor y eliminando toda posibilidad de ambigüedad en el lenguaje, no solo es útil expresarse en la misma lengua, sino que es necesario que el traductor done su idea, se vacíe, esté dispuesto a perderla; y es necesario que se establezca un diálogo entre “autor, traductor y los lectores del texto que -continua Regina Pereira-, y esto presupone una nueva dinámica que es típica de Chiara Lubich (…) la de penetrar en las necesidades del otro para compartirlas y si es posible dar el primer paso. Exige humildad y amor. La relación autor-traductor se injerta en una nueva comunicación basada en la nada que, porque es un vacío, acoge totalmente al otro con su identidad y bagaje cultural. El traductor o el lector entran en el texto, en el autor y adquieren su experiencia que los enriquece”.
Maria Grazia Berretta
[1] Rossi, Anna Maria in Chiara Lubich in Dialogo con il mondo, prospettive interculturali, linguistiche e letterarie nei suoi scritti, a cura di Anna Maria Rossi, Vincenzo Crupi, Rubbettino Editore, 2021, p. 11.
Comienza en el hemisferio norte la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (18-21 de enero de 2022). Los cristianos de Oriente Medio, que han preparado las propuestas para esta semana, dicen: “El camino nuevo de las Iglesias es el camino de la unidad visible que perseguimos con sacrificio, valentía y audacia a fin de que, día tras día, «Dios reine realmente en todos» (1 Cor 15,28)». En una entrevista realizada por la TV bávara en 1988 en Montet (Suiza), Chiara Lubich habló precisamente de cómo avanzar en el camino de la unidad de los cristianos. Si hablamos de unidad entre los cristianos, tenemos que pensar que el primer promotor no fue un cristiano de una o de otra Iglesia. Sabemos que es el Espíritu Santo el que empuja a los cristianos hacia la unidad. El programa, antes de estar en nosotros, está en Dios. Entonces, somos realmente personas prudentes y sabias si lo seguimos a Él y lo hacemos escuchando su voz que habla en nuestro interior y nos dice: da este paso, ahora da este otro. Las Iglesias se han situado en estas dos vías: construir la unidad en la caridad, el diálogo de la caridad, típico de Atenágoras y de Pablo VI y, además, el diálogo en la verdad entre las Iglesias, o también entre grupos de Iglesias. Estaría muy bien tener como base el ideal de la caridad, porque mediante la caridad se establece la presencia de Cristo en medio de nosotros. Donde está la caridad y el amor allí está Dios. Y bien, si Él está en medio de nosotros, puede sugerir e iluminar también a los teólogos sobre los caminos que llevan a la unidad y a encontrar una única verdad, una única verdad considerada, quizá, desde muchos puntos de vista. ¿Qué es lo que hace falta? Continuar en esta línea que las Iglesias han tomado, haciendo el diálogo de la caridad; y sobre este, el diálogo en la verdad, de la verdad. Con respecto a la unidad de la humanidad, veo que hay muchos impulsos hacia la unidad y un pequeño impulso es también el nuestro. Lo que pienso es que tienen que derribarse muchas barreras; si caen las barreras muchas cosas se resuelven (…) Si difundimos el cristianismo y lo reavivamos en nuestras Iglesias, si logramos testimoniar mejor a Cristo y difundimos principios cristianos mediante el diálogo con las otras religiones y con los hombres de buena voluntad, seguramente seremos cada vez más uno; Jesús vino a la tierra para construir la fraternidad universal. Pero el final lo conoce solo Dios.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Una espiritualidad para la unidad de los cristianos, Città Nuova, 2020, p. 122-123)
Donarse y dar lo que más queremos al otro es el gesto más grande que el hombre, saliendo de sí mismo, puede cumplir; es hacer la experiencia de los Reyes Magos que, desde el lejano Oriente, llegaron a la gruta trayendo dones preciosos para honrar al Rey de Reyes.La consecuencia de compartir Soy médico, estoy pensionada desde hace tres años. En los últimos años de mi actividad laboral, antes de la pandemia, desarrollé mi servicio en un centro de vacunación. El trabajo era muy intenso. Estaba bastante cansada y esperaba ansiosamente mi pensión. Con la llegada de la pandemia, y la campaña de vacunación general, se solicitó la disponibilidad de todas las fuerzas necesarias (incluso se convocó al personal médico y de enfermería en pensión), esto suscitó en mí la exigencia de volver al campo, y comprometerme concretamente para contribuir a frenar la ola que nos estaba arrollando. Empecé la campaña de vacunación en un gran centro. Era una empresa desafiante. Como médico me toca hacer la anamnesis de las personas antes de vacunarse y garantizar la idoneidad para una vacuna segura. Se trata de abrir el corazón, además de la mente y los conocimientos científicos y escuchar profundamente a cada persona que tengo delante, entenderla y acompañarla a tomar una decisión consciente sobre lo que es mejor hacer para su bien y el de la colectividad. He podido compartir muchas situaciones dolorosas de enfermedades personales, de historias y sucesos familiares, de temores, ansias, desilusiones, de ideales y proyectos destruidos por la pandemia, de muerte de seres queridos, pero también de alegrías, de esperanza, de liberación, de valentía, de confianza en la ciencia y en la comunidad. Las expresiones que he escuchado que nos dirigen son: “gracias, nos han salvado, nos dan paz… no veía la hora de venir a vacunarme… estoy emocionada… me vacuno no solo por mí, sino por los demás”. Pero la expresión de un señor me dió la medida de lo que puede ser mi servicio a la humanidad. Me dijo: «Yo no soy creyente, pero si Dios existe, lo encontré hoy en usted”. Agradecí a Dios por esta reacción pero sobre todo porque he experimentado la fuerza de la unidad en todo lo que hago y ést es el testimonio del Dios-Trinidad que se manifiesta a través de el “focolar ambulante” que he querido llevar conmigo. (M.P. – Italia) Azúcar y zapatos Una noche, regresando a casa, vi a mis hijas preocupadas; una pariente había venido a pedir azúcar y se había llevado el poco que nos quedaba. Las tranquilicé diciéndoles que ella tenía más necesidad. Pocos minutos después llegó una persona conocida con uan bolsa llena de comida para nosotros, entre varias cosas dentro había el doble del azúcar que habíamos dado. Tiempo después con la primera ganancia que recibimos logramos comprar un par de zapatos para nuestra hija mayor. Un día regresando de la escuela me dijo que pensaba regalárselos a una compañera que tenía los zapatos rotos: “mamá nos ha enseñado que a los pobres les tenemos que dar las cosas mejores” – dijo. Sabiendo cuánto sacrificio nos habían costado, me quedé perpleja pero no sentí que podía contradecirla. Tres días después una señora nos trajo un par de zapatos nuevos del mismo número. Se los había comprado a su hija pero le habían quedado pequeños. Nuestra hija la miró sorprendida y feliz. Desde que tratamos de vivir la palabras de Jesús, experimentamos que Dios es Padre y nos lleva de la mano. (C.E. – México)
A cargo de Maria Grazia Berretta
(tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio del día), Città Nuova, año VIII, n.1, enero-febrero 2022)