Las contribuciones recaudadas por la Coordinación de Emergencias del Movimiento de los Focolares a través de las ONG Azione per un Mondo Unito (AMU) y Azione per Famiglie Nuove (AFN), se destinarán a apoyar las actividades de asistencia a la población que realiza Caritas-Spes Ucrania. Las acciones bélicas en Ucrania no cesan y entre la población hay miles de evacuados que huyen y muchos tratan de sobrevivir en albergues y refugios de emergencia, donde pueden recibir un ayuda inicial. Con las contribuciones recaudadas a través del llamamiento lanzado por la Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares, AMU y AFN apoyan en primer lugar las acciones de Caritas-Spes Ucrania, que brinda una primera asistencia a miles de personas obligadas a abandonar sus hogares para huir hacia la frontera o refugiarse en los refugios subterráneos habilitados donde es posible. El compromiso de Caritas-Spes es ofrecer refugio, alimentos, medicamentos y productos de higiene, así como apoyo psicológico a unas 500 madres con niños evacuados y alojados en sus propios centros. Más de 2500 personas también están recibiendo ayuda a través de Caritas parroquial y 14 comedores que permanecen activos en las áreas de Kiev, Lutsk, Berdiansk, Kamianets-Podil’skyi, Zhytómyr, Járkov, Leópolis, Odesa, Vínnytsia y en varias ciudades de la región de Transcarpatia. Las imágenes de la guerra en Ucrania que llegan cada día desde los medios de comunicación internacionales y los testimonios de nuestros referentes en la zona, como Mira Milavec, una focolarina eslovena que vive en Ucrania y colabora con Caritas-Spes, describen el estado de emergencia de una población sitiada, indefensa ante los bombardeos, aglomerada a lo largo de las rutas para llegar a las fronteras o en sótanos y refugios donde se han colocado camas improvisadas a la espera de una comida caliente, agua potable y electricidad. En la frontera con Polonia, la fila de personas desesperadas que quieren cruzar la frontera alcanza decenas de kilómetros. Caritas-Spes de Leópolis ha organizado una asistencia específica especialmente para las madres que intentan escapar con niños, incluso muy pequeños, en brazos. Para ellos se necesita de todo, sobre todo agua caliente para poder preparar papillas o cambiar pañales. En Odesa, bajo ataque, se están instalando refugios, incluso debajo de la catedral, marcado por el sonido de sirenas que anuncian la llegada del peligro o su cese temporal. En Vínnytsia, un psicólogo está organizando reuniones de formación online para voluntarios y operadores sobre la ayuda psicológica que pueden proporcionar en situaciones de estrés como esta: más de 120 personas ya han asistido a la primera. Actualmente, la recaudación de fondos para la emergencia relacionada con la guerra en Ucrania, realizada por la Coordinación de emergencias del Movimiento de los Focolares (AMU y AFN) ya ha alcanzado los 100 mil euros y ya se ha realizado una primera transferencia de fondos en el lugar, que se utilizará para apoyar las acciones de Caritas-Spes para la primera asistencia a las familias ucranianas. También estamos evaluando la posibilidad de apoyar los costos de acogida de los numerosos refugiados ucranianos que están llegando a los países vecinos, como Eslovaquia y Polonia, acogidos por la generosidad de las familias del lugar que les abren sus casas. Lamentablemente, las acciones militares no se detienen y, como lo confirman los referentes locales, las necesidades aumentarán. Las actualizaciones constantes sobre las intervenciones de asistencia que estamos realizando en el lugar están disponibles en la web y en las redes sociales de AMU y AFN. Para apoyar la acción en Ucrania y la asistencia a las familias devastadas por la guerra, es posible donar en línea en los sitios: AMU: www.amu-it.eu/dona-online-3/ AFN: www.afnonlus.org/dona/ o por transferencia bancaria a las siguientes cuentas corrientes: Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU) IBAN: IT 58 S 05018 03200 000011204344 presso Banca Popolare Etica Codice SWIFT/BIC: ETICIT22XXX Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN) IBAN: IT 92 J 05018 03200 000016978561 presso Banca Popolare Etica Codice SWIFT/BIC: ETICIT22XXX Motivo: Emergencia en Ucrania
Donatella Rafanelli cuenta a Maria Chiara Biagioni, de la agencia SIR, la vida de la comunidad de los Focolares en Ucrania en los últimos días. Un viaje de 29 horas desde Kiev. “Ahora nuestro sueño es volver allá”. Un viaje de 29 horas desde Kiev hasta una ciudad del oeste del país, Mukachevo. El tráfico en las calles, las largas filas en los cajeros automáticos y en la gasolinera, los tanques y la gente a lo largo de la carretera pidiendo que los lleven. Una italiana de Pistoia, Donatella Rafanelli, focolarina, que vive en Kiev en la comunidad del Movimiento fundado por Chiara Lubich desde 2019, cuenta a SIR lo que está pasando en estas horas en el ‘camino’ de los refugiados. ‘Estábamos en Kiev cuando nos llamaron muy temprano el jueves por la mañana para decirnos que hiciéramos las maletas rápido porque estaban disparando a 70 kilómetros de la capital’, cuenta Donatella. ‘No sabíamos qué hacer también porque para todas nosotras era la primera vez que estábamos en una situación similar. Luego fuimos a buscar el refugio más cercano a nuestra casa y nos indicaron un estacionamiento subterráneo. Fuimos a casa y llamamos a la embajada de Italia a un número gratuito de emergencia y nos dijeron que nos quedáramos en casa y que fuéramos al refugio solo si daban la alarma’. Todo parecía normal. La gente había estado hablando durante días sobre la posibilidad de un ataque en Kiev ‘pero cuando sucedió, lo primero que hicimos fue mirarnos a los ojos. Dijimos: aquí estamos, estamos en guerra. Y oramos. Le pedimos a Jesús que nos diera fuerza y que nos diera paz’. A partir de entonces todo fue una carrera contra el tiempo. ‘Tomamos algunas cosas y las pusimos en una maleta. Llevamos muy poco, solo lo necesario y los documentos personales. Inmediatamente buscamos un boleto de tren para poder movernos hacia el oeste, pero estaban agotados. El aeropuerto estaba cerrado. Por lo tanto, elegimos viajar en coche’. Las carreteras que salían de Kiev estaban bloqueadas. ‘Había largas filas frente al banco para retirar dinero y en los supermercados. Nos llevó mucho tiempo, especialmente para salir de la ciudad. Paramos dos veces por el combustible. En la primera estación de servicio hicimos cola durante una hora. Y allí mismo, mientras esperábamos, escuchamos los disparos. Fue muy fuerte. Nos quedamos quietos, en silencio’. Reanudando el viaje, a lo largo del camino se podían ver los tanques y la gente haciendo autostop para pedir un pasaje. En el camino, los teléfonos enviaban y recibían continuamente mensajes y llamadas: quién se había ido, quién había decidido quedarse. Para dar noticias y poner en contacto a la gente que huía con las comunidades de los focolares de Eslovaquia y Polonia que se han mostrado dispuestas a acoger. ‘Solo mientras viajábamos – confiesa Donatella – nos dimos cuenta de lo que nos había pasado. No estábamos en el coche para cumplir con un compromiso o para hacer un viaje. Estábamos dejando una ciudad, nuestra casa. Nunca hubiéramos querido irnos. Pero nos dimos cuenta de que era imposible quedarnos’. En Mukachevo, Donatella y sus compañeros de viaje fueron acogidos por un sacerdote de una parroquia y por la comunidad de focolares de esa ciudad. ‘Estamos aquí en Ucrania. Y esto es muy importante para nosotros. No nos escapamos. Queremos vivir y quedarnos en este país. Nos ofrecieron mil lugares para ir. El hecho de que nos hayamos mudado de Kiev es solo porque es peligroso en este momento. No tenía sentido quedarnos bajo los bombardeos. Pero ahora nuestro sueño es volver allí’. ‘¿La guerra? Es pura locura’, responde Donatella sin dudarlo. ‘Porque nadie tiene el derecho de quitarle la vida a otra persona, así como la posibilidad de vivir una vida normal. Aquí la gente ha hecho muchos sacrificios para comprar una casa, para tener algunos ahorros. Y ahora, con la guerra, los planes futuros se hacen añicos, los sueños se esfuman. Estamos orando para que esta locura termine pronto. Seguimos las noticias de las conversaciones entre las delegaciones y los esfuerzos que se realizan a nivel de diplomacia internacional. Creo que lo único que nos puede ayudar es un milagro. Y todas las noticias que nos llegan de la gente que reza por nosotros y se manifiestan en la plaza por la paz nos hacen mucho bien. Se necesita un milagro’.
El Sínodo 2021-2023 convocado por el Papa Francisco es la ocasión para ponerse a la escucha y en diálogo con el otro y la oportunidad de volver a encontrar la verdadera identidad de la Iglesia, “universal”, desde el principio. El recorrido involucra a todas las diócesis del mundo, la Tierra Santa también. “Mientras nos disponemos a iniciar este camino, somos más conscientes que nunca que nosotros, todos juntos, como discípulos de Cristo en esta Tierra, que es Su casa, estamos llamados a ser sus testigos. Recordemos que su deseo más grande es que seamos uno (cfr. Juan 17)”. Es lo que se lee en la carta del 26 de enero de 2022, enviada por los Ordinarios católicos a los jefes de las Iglesias cristianas en Tierra Santa respecto del Sínodo 2021-2023 convocado por el Papa Francisco, cuyo título es “Por una Iglesia sinodal. Comunión, participación, misión”. Con el deseo explícito de informar e integrar a los hermanos de las demás comunidades eclesiales locales respecto del articulado recorrido sinodal iniciado también en Tierra Santa, el patriarca de Jerusalén de los Latinos, Pierbattista Pizzaballa, quien firma el texto, destaca la importancia de la escucha recíproca en este camino de comunión. Una mirada a la misión de una Iglesia “universal”, en particular a la de Jerusalén, de la que el patriarca había hablado el 9 de noviembre de 2021, durante un encuentro con los movimientos eclesiales y las nuevas comunidades presentes en Tierra Santa a raíz de la apertura del camino sinodal: “Nuestra Iglesia, la Iglesia de Jerusalén nació en el Cenáculo, en Pentecostés, y nació ya en ese momento como Iglesia universal y local al mismo tiempo. (…) Sobre todo en estos últimos años se ha enriquecido de muchos carismas más. Por este motivo la presencia de ustedes aquí no es solamente un regalo y un signo de la Providencia (…), sino que también forma parte de un deseo de Dios (…)”. En esa ocasión, los representantes de las varias realidades presentes pudieron escucharse, dar testimonio de la propia experiencia y, con la preciosa ayuda del patriarca, entender mejor cómo afrontar el Sínodo a nivel local. Mons. Pizzaballa, al responder a varias preguntas, compartió su pensamiento acerca de la sinodalidad, que “es un estilo –dijo– o un modo de estar en la vida, en la Iglesia, pero también fuera de la Iglesia. Es una actitud. Y la escucha, el diálogo son expresiones de ello (…)”. Por tanto, es necesario que los varios movimientos y las varias realidades trabajen en “cross-platform” (multiplataforma), yendo al corazón de la experiencia de “comunión” de la Iglesia universal. Es una experiencia que más que otras parece realmente difícil vivir en Tierra Santa. “Por comunión –prosiguió– yo entiendo la conciencia de pertenencia, de un don recibido, de una gratuidad y de una vida insertada en el otro (…).Todo ello surge de la experiencia del encuentro con Jesús. (…) Tras haber encontrado al Señor y haber hecho la experiencia de la salvación, tú entiendes que esa experiencia se hace completa y profunda cuando se comparte en una comunidad (…)”. Un hondo deseo que se renueva en las palabras de esa carta enviada por los Ordinarios católicos a los jefes de las varias Iglesias cristianas en la Tierra Santa y que abre los horizontes, haciendo hincapié también en la voluntad de crecer en la fraternidad y enriquecerse con la sabiduría de los demás. La posibilidad de “estar juntos”: éste es el deseo del camino sinodal. Quiere ser un momento que tenga el sabor de una comida compartida, de un dolor que se abraza en grupo, de una alegría que no puede esperar a ser contada. Es la marcha de los discípulos de Emmaus que, aunque tristes y desilusionados, caminan juntos y se sostienen en la comunión, hasta que el Resucitado se acerca a ellos. Es una ocasión para no dejar pasar, es la ocasión de reconocerlo en medio de nosotros.
Acercarse al Evangelio hoy significa encontrar la Palabra viva de Dios. Chiara Lubich, a través de su experiencia con la primera comunidad del Movimiento en Trento, nos hace saborear los efectos de ponerla en práctica. Si un Dios nos habla, ¿cómo no acoger su Palabra? La Biblia repite nada menos que 1.153 veces la invitación a escucharlo. La misma invitación la dirige el Padre a los discípulos cuando la Palabra, su Hijo, viene a vivir en medio de nosotros: “Escúchenlo”.[1] Pero la escucha de la cual habla la Biblia se hace más con el corazón que con los oídos. Es adherir íntegramente, obedecer, adecuarse a lo que Dios dice, con la confianza de un niño que se abandona en los brazos de la madre y se deja llevar por ella. (…) Se siente aquí el eco de la enseñanza de Jesús que declara dichoso a aquel que, habiendo escuchado la Palabra de Dios, la observa[2], y que reconoce como madre y hermanos suyos a aquellos que la escuchan y la ponen en práctica[3]. (…) El buen oyente de la Palabra, afirma también Jesús al concluir el “sermón de la montaña”, es el que la pone en práctica, dando así consistencia a su vida como a una casa construida sobre la roca.[4] En cada Palabra suya Jesús expresa todo su amor por nosotros. Encarnémosla, hagámosla nuestra, experimentemos la potencia de vida que se desprende de ella, en nosotros y a nuestro alrededor, si la vivimos. Enamorémonos del Evangelio a tal punto que nos dejemos transformar en él y lo desbordemos sobre los demás. Este es nuestro modo de corresponder al amor a Jesús. Ya no seremos nosotros los que viviremos, Cristo se formará en nosotros. Experimentaremos la libertad de nosotros mismos, de nuestros límites, de nuestras esclavitudes, pero además veremos estallar la revolución de amor que Jesús, libre de vivir en nosotros, provocará en el tejido social en el que estamos inmersos. Lo experimentamos desde los inicios del Movimiento durante la Segunda Guerra Mundial, cuando, en Trento (Italia), debido a los frecuentes bombardeos corríamos a los refugios llevando con nosotros solo el pequeño libro del Evangelio. Lo abríamos, lo leíamos y, creo que por una gracia particular de Dios, esas Palabras que tantas veces habíamos escuchado, se iluminaban con una luz completamente nueva. Eran Palabras de Vida, se podían convertir en vida. (…) En pocos meses vimos nacer a nuestro alrededor una comunidad viva de 500 personas. Todo era fruto de la comunión con la Palabra, que era constante, era una dinámica de minuto a minuto. Estábamos embriagados de la Palabra, podemos decir que la Palabra vivía en nosotros. Bastaba decirnos: “¿Vives la Palabra?”, “¿Eres la Palabra viva?”, para aumentar en nosotros la premura por vivirla. Tenemos que volver a aquellos tiempos. El Evangelio es siempre actual. Depende de nosotros creerlo y experimentarlo.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pag. 789-791)[1]Mt 17, 5. [2] Cf. Lc 11, 28 [3] Cf. Lc 8, 20-21. [4]Mt 22, 39.
Los aportes, recogidos a través de las Asociaciones sin fines de lucro “Acción por un Mundo Unido (AMU)” y “Acción por Familias Nuevas (AFN)”, servirán para hacer llegar a la población de Ucrania ayudas de primera necesidad, en colaboración con las Iglesias locales.
La Coordinación Emergencias del Movimiento de los Focolares ha lanzado una recolección de fondos extraordinaria para sostener a la población ucraniana, a través de las ONLUS (Asociaciones sin fines de lucro) Acción por un Mundo Unido (AMU) y Acción por Familias Nuevas (AFN).
“Kiev” obra del pintor Michel Pochet
Los aportes que se depositen serán gestionados conjuntamente por AMU y AFN para hacer llegar a la población ucraniana ayudas de primera necesidad para la alimentación, tratamientos médicos, la casa, la calefacción y la acogida en distintas ciudades del país, en colaboración también con las Iglesias locales. Es posible donar online en los siguientes sitios:
AMU: www.amu-it.eu/dona-online-3/ AFN: www.afnonlus.org/dona/ O bien a través de transferencia bancaria a las siguientes cuentas corrientes: Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU) IBAN: IT 58 S 05018 03200 000011204344 presso Banca Popolare Etica Código SWIFT/BIC: ETICIT22XXX
Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN) IBAN: IT 92 J 05018 03200 000016978561 presso Banca Popolare Etica Código SWIFT/BIC: ETICIT22XXX
Causal: Emergencia Ucrania
Para estas donaciones están previstos beneficios fiscales en muchos países de la Unión Europea y en otros países del mundo, según las distintas normativas locales. Los contribuyentes italianos podrán obtener deducciones y descuentos del rédito, según la normativa prevista para las Onlus.
Frente a los hechos que desde haces unos días convulsionan al mundo entero, el Movimiento Politicos por la unidad, que inspira su acción en la experiencia y el ideal del Movimiento de los Focolares, afirma el compromiso común en favor de la paz a la que se llega solo a través de una “acción” concreta.
“Si quieres la paz, prepara la paz”. Así se expresaba Igino Giordani, un político pacifista del siglo XX. Solo un cotidiano esfuerzo multiforme por la paz puede detener la guerra que la historia ya ha declarado demasiadas veces como una opción absurda.
Los medios de la oposición están desactualizados y abren el camino a una mayor inseguridad, tanto a nivel local como global.
De ello estamos convencidos los políticos, funcionarios, ciudadanos, diplomáticos del Movimiento Político por la Unidad, y desde todo el mundo expresamos nuestra cercanía a los pueblos que sufren esta trágica guerra, mientras apoyamos firmemente a quienes, de diversas maneras, continúan negociando por la paz, la única solución verdadera.
Nunca es demasiado tarde para reabrir la negociación y el diálogo, a corto y largo plazo.
Que la obligación de la paz nos guíe.Identificamos estas tres direcciones principales de compromiso:
1- A menudo la creación de los estados nacionales no ha sido una elección libre de los pueblos, sino el resultado de mesas de tratativas de la posguerra, legados de imperialismos. Viejas y nuevas divisiones exigen un esfuerzo político valiente, que dé nuevo significado a las identidades nacionales, que interpele las uniones continentales, en primer lugar a la Unión Europea, más allá de los intereses inmediatos.
2- La historia nos enseña que las sanciones económicas dejan indemnes a los gobiernos y empobrecen a la sociedad civil, a las mujeres y los hombres, y sobre todo a los niños. Siria es el último y más grave ejemplo de esto.
La elección de las sanciones ha de llevarse a cabo con cautela, para que no forme parte de la lógica de la guerra y de las contraposiciones de fuerza. La política debe saber controlar los circuitos de las armas y de la industria del carbón y solo así construirá una verdadera paz.
3- Ante el recrudecimiento de las armas nucleares con su potenciación estratégica, hoy pedimos en voz alta a nuestros gobiernos que se firme e implemente el Tratado sobre la Prohibición de las Armas Nucleares, adoptado solo por 122 Estados el 7 de julio de 2017. La fuerza política de la ONU debe volver a la acción y la voz de los gobiernos debe integrarse con la voz de las ciudades del planeta, reunidas en una específica asamblea mundial, para darle más fuerza a nuestros pueblos.
En estas horas en que parece prevalecer el crudo poder de la fuerza, afirmamos sin vacilación alguna que todavía y siempre creemos en la construcción de la paz, en los procesos de diálogo, en los instrumentos de la política.
Son las organizaciones de la sociedad civil, con la fuerza espiritual y cultural de su fe y con las muchas buenas prácticas las que pondrán de relieve los grandes ideales para sostener la historia.
Que nuestros representantes silencien las armas cuanto antes y escuchen a las mujeres y a los hombres de paz.
Un testimonio de la comunidad de los Focolares, presente en varias ciudades del país, y la invitación para unirse a ellos en la oración planetaria por la paz todos los jueves a las 19,30 (ora italiana) “En este momento dramático nos sostienen la fe y el amor que estamos recibiendo desde distintas partes del mundo a través de mensajes, llamados telefónicos y oraciones. Queremos agradecer a cada uno y a cada una. Nos dan fuerza y aumentan la esperanza que Dios nos conceda el don, el milagro de la paz”. Con estas palabras Donatella Rafanelli, focolarina italiana, docente, que vive en el focolar de Kiev cuenta como están viviendo las comunidades de los Focolares en Ucrania estas horas dramáticas. “En las últimas semanas, con la tensión creciente -prosigue- teníamos la sensación de vivir un momento especial de nuestra vida, aun si el día a día seguía igual que siempre. Hablando con las personas cercanas a nosotros percibimos el miedo, la preocupación, la tristeza y la desilusión que hay desde hace meses. Se torna aún más dramática ahora con la escalada de las últimas horas”. “También nosotros, como comunidad del Movimiento, ciertamente no estamos inmunes a todo esto -explica-. Nos hemos preguntado, y lo seguimos haciendo, sobre qué hacer en esta situación. Estamos viviendo junto a todos también este momento doloroso. Somos conscientes que no podemos hacer cosas extraordinarias o especiales, pero podemos escuchar a quien nos circunda, compartiendo miedos y preocupaciones y tratar de entender, momento por momento, que es mejor hacer”. El Papa Francisco ayer ha invitado a todos, creyentes o no, para unirse en una súplica coral por la paz viviendo, especialmente el 2 de marzo próximo, inicio de la Cuaresma, un día de oración y ayuno por la paz. Junto a él otros responsables de distintas Iglesias cristianas, invitan a la oración para pedir el don de la paz. En el Movimiento de los Focolares en todo el mundo se sigue haciendo todos los días el time-out por la paz (a las 12:00 en cada huso horario), un momento de silencio y oración por la paz en todo el mundo. “Aquí en Ucrania todos los jueves, desde hace ya un año -dice Rafanelli- a las 19:30 (ora italiana) organizamos un momento de oración por la paz, en italiano y ucraniano, en este link . Invitamos a todos para que se unan a nosotros en este momento, al que en estos últimos tiempos, se unen muchas personas de varios países del mundo que tienen en el corazón la paz”. El focolar en Ucrania se abrió en mayo de 2019 en Kiev, pero ya había algunas comunidades de los Focolares en el país. El carisma de la unidad había sido al país gracias a muchos miembros del Movimiento de naciones vecinas que, a través de viajes y contactos, habían hecho conocer esta espiritualidad en varias ciudades. Hoy los miembros de los Focolares, de distintas edades y vocaciones, están presentes en Mukachevo, Uzhgorod, Storozhniza, Leopoli, Kiev y alrededores.
El rol de las comunidades de fe como guía del cambio climático y de la construcción del futuro. Las potencialidades y la humildad. El programa Faith Plans. El papel de los Focolares. Entrevista a Martin PalmerLa Conferencia de las Naciones Unidas sobre los cambios climáticos (COP 26) en Glasgow concluyó en noviembre de 2021. Martin Palmer, ex secretario general de la Alliance of Religions and Conservation (ARC) y actual CEO de FaithInvestnos ayuda a descubrir el potencial que las comunidades de fe tienen como guía en el cambio climático y el rol que los Focolares pueden desempeñar en este contexto. Martin Palmer es un experto internacional de las mayores tradiciones religiosas y autor de más de 20 libros sobre temas religiosos y ambientales. Colabora regularmente con la BBC y es un predicador laico de la Iglesia de Inglaterra. ¿Cuál es el rol específico de las comunidades de fe frente a una crisis ecológica sin precedentes?“Las grandes religiones no sólo son fuentes de antigua sabiduría espiritual. También se encuentran entre los actores más importantes del planeta. Sin un trabajo educativo, médico, asistencial y caritativo de las comunidades de fe, a través de las escuelas, los hospitales, el trabajo con los jóvenes, las agencias asistenciales, etc. la sociedad civil se derrumbaría en pocas semanas.De esta forma, mientras el aspecto espiritual es vital pues nos da la perspectiva más amplia del tiempo, del espacio y del significado, si ignoramos nuestro rol como accionistas en la construcción de nuestro futuro terminaremos desplazados gritando y esperando que alguien nos escuche.”¿Es importante un papel activo de las comunidades de fe en la conducción del cambio? ¿Ha notado un cambio de actitud en los últimos años? “Veo un enorme cambio. Por primera vez todos los principales grupos ambientalistas religiosos como GreenFaith, Eco-Sikh, Daoist Ecological Temple Network, Hazon –el grupo ambiental judío más grande– y obviamente ahora el Vaticano a través del Movimiento Laudato Si’ y los Focolares están trabajando juntos, codo a codo, dando juntos un maravilloso ejemplo de pluralismo de distintas creencias, valores y redes, especialmente a través del programa Faith Plans”. En octubre de 2021, con ocasión de la fiesta de San Francesco de Asís, el Papa Francisco y otros líderes religiosos, entre los cuales el arzobispo de Canterbury Justin Welby y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla Bartolomé, lanzaron un llamado por el cambio climático y un compromiso público para crear planes para el ambiente. ¿Por qué es importante hacer un plan?“A fin de que las religiones sean realmente eficaces, necesitamos no sólo las maravillosas palabras de sabiduría que surgen de las grandes corrientes espirituales, sino que también necesitamos saber dónde podrían ser artífices del cambio. Ello significa saber cuán extendido es su rol en la educación en cada sitio o país; cuántas clínicas y hospitales tienen; dónde están sus inversiones; cuánta tierra poseen; qué gama de competencias profesionales hay en la comunidad de fe, etc.”. ¿Cuál es, para usted, el aporte específico de los Focolares en la realización de esta conversión ecológica?“El rol de los Focolares es único. Ustedes no sólo son una gran organización de laicos en una de las religiones más jerarquizadas del mundo, sino que también son una inspiración que va mucho más allá de sus miembros. Durante décadas ustedes han trabajado a través de la Economía de Comunión en la realidad de vida y de trabajo de la fe en la práctica del mercado. Crear nuevos modelos e iniciativas parece ser connatural para ustedes, el estilo de vida que tienen de compartir lo que hacen es una inspiración. Ustedes tienen décadas de trabajo interreligioso y una profundidad e integridad que no se encuentra fácilmente en el mundo interreligioso, que a menudo es superficial. Sus vínculos con otros credos muestran una alegría por el pluralismo que no se encuentra a menudo en organizaciones religiosas del alcance y del impacto de los Focolares. Por último, parece que ustedes ya han integrado por todo el mundo a algunas de las personas más carismáticas, altamente motivadas, hábiles y generosas, que ya están actuando”.
Del 25 al 27 de febrero de 2022 un proyecto global ideado e implementado por adolescentes con el objetivo de la fraternidad universal. Acciones locales y globales para fomentar el conocimiento entre diferentes culturas y religiones, desarrollar una ciudadanía activa, concretar el compromiso de los adolescentes con los grandes desafíos del planeta, desde el ambiental hasta la eliminación del hambre y la pobreza.“Hemos comprendido que tenemos que aceptarnos a pesar de nuestras diferencias que son una riqueza enorme. Es una forma de promover los valores y prohibir los antivalores”. Claire Mulimbi es una gen 3 – chicos de 10 a 17 años del Movimiento de los Focolares – y vive en la República Democrática delCongo. Con estas palabras relata su experiencia tras organizar dos días de “Hombre Mundo” en septiembre de 2021. “Ha sido una experiencia muy bonita de intercambio de culturas a través de canciones, bailes, poesías y adivinanzas. Con unos ambientalistas aprendimos nociones de ecología, luego plantamos algunos árboles”. Hombre Mundo es un proyecto que involucra a miles de chicos y chicas del Movimiento de los Focolares en todo el mundo. El objetivo es formarse en la fraternidad universal promoviendo el conocimiento de chicos de otras culturas y religiones, descubriendo y compartiendo las riquezas de cada pueblo, comprometiéndose juntos por los grandes desafíos del planeta. De hecho, Hombre Mundo no es solo una oportunidad de encuentro y conocimiento, sino que se basa en acciones concretas para desarrollar una ciudadanía activa para el bien común de la comunidad donde los niños están insertos o asociados con otros. Hombre Mundo prevé, por tanto, acciones a nivel local y mundial junto a eventos planetarios, como el que se celebrará del 25 al 27 de febrero de 2022. El primer laboratorio de Hombre Mundo tuvo lugar en 2014 en Argentina, luego en 2017 en Europa del Este se realizaron tres (en Croacia, Serbia y Polonia): son talleres internacionales para aprender a conocer, amar, respetar la patria de los otros como la propia. El programa es concebido y creado directamente por los chicos a partir de la elección de los temas a abordar hasta los testimonios, desde los textos hasta las canciones. Esta edición debería haber tenido dos eventos centrales en Kenia y Costa de Marfil y muchos eventos locales en muchos países del mundo. Sin embargo, por primera vez, debido a la pandemia, será completamente online. La web también fue de gran ayuda en la preparación. Gašper Jošt, gen 3 de Eslovenia dice: “Nos dividimos en grupos más pequeños por zona horaria e idioma. Nosotros de Eslovenia nos reunimos con algunos chicos de Malta e Irlanda. Así que escribimos una canción. Miha escribió la letra y Anja escribió la melodía. Con esta canción queremos alentar a las personas a seguir construyendo un mundo más bello y decir que mientras haya una sola persona que intente hacerlo, esto animará a otros y les dará esperanza”. Los gen 3 de todo el mundo también han iniciado varias acciones concretas para vivir y difundir una cultura de dar y compartir. Así, los chicos algunos países de África centro-oriental, Vietnam, Indonesia y Myanmar recibieron material útil para su formación. En India, por otro lado, se han destinado fondos para prevenir el trabajo infantil, para construir lugares seguros donde los niños puedan participar en actividades para recuperar su autoestima, socializar con otros, desarrollar sus talentos. Ser cada vez más hombres y mujeres-mundo, es decir, personas con el corazón abierto a toda la humanidad con sus riquezas y sus desafíos por afrontar y superar, es el objetivo de los tres días de este año. Cada día se profundizará en un tema. Partiremos de la vida personal para luego ampliar nuestra mirada a las comunidades en las que viven los chicos y el planeta. El 25 de febrero estará dedicado al estilo de vida que caracteriza a estos chicos, el arte de amar propuesto por Chiara Lubich estará en el centro de sus reflexiones y testimonios, con especial referencia al período que estamos viviendo: ¿cómo vivirlo durante la pandemia? ¿Cómo seguir amando en el mundo virtual y las redes sociales? La segunda jornada, en cambio, profundizará en su apuesta por la ecología integral hasta el Objetivo “Hambre Cero”, el segundo de los 17 objetivos de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas para 2030. La tercera jornada llevará por título “Que todos seamos uno” y la atención se centrará en la belleza del encuentro entre los pueblos y el compromiso común de construir un mundo de paz y unidad. El conjunto internacional Gen Verde también participará en el Laboratorio 2022, con un taller de percusión que involucrará a 60 niños y niñas del área interamericana y el Gen Rosso con un concierto por la paz el 26 de febrero a las 12:30 (hora italiana), en vivo desde la isla italiana de Lampedusa, famosa por recibir inmigrantes. Antes del concierto, a las 12 horas (hora del meridiano de Greenwich) habrá una conexión mundial para rezar todos juntos por la paz. “Cada hombre en el planeta Tierra está dotado de facetas, facultades, habilidades y capacidades que lo convierten en una obra de arte inimitable – dice Granville de Bangalore (India) – Por eso, cada vez que nos encontramos uno al lado del otro, sostenidos por un espíritu de unidad, construimos una impresionante galería de arte. ¿Qué significa Hombre Mundo para mí? Creo que una palabra responde perfectamente a esta pregunta: unidad. No puede haber unidad sin amor. El amor es el puente sobre el abismo de la división. El amor derriba los muros que nos fragmentan y nos unen. Es solo a través del amor por mi prójimo que puedo hacer mi parte para crear un mundo en el que cada uno de nosotros, obras de arte, nos unimos para crear una galería de arte sinérgica”. Para obtener más información, visite teen4unity.org
Las palabras de Chiara Lubich, que nos proponemos meditar hoy, son de extraordinaria actualidad y no nos dejan indiferentes y, sin duda, nos llevan a mirar a nuestro alrededor para actuar en favor de cada hermano. (…) Jesús durante su vida en la tierra acogió a todos, particularmente a los marginados, a los más necesitados, a los más alejados. Es el amor con el que Jesús ofreció a todos su confianza, su lealtad, su amistad, abatiendo una a una las barreras que el orgullo y el egoísmo humanos habían erigido en la sociedad de su tiempo. Jesús fue la manifestación del amor plenamente acogedor del Padre celestial hacia cada uno de nosotros y del amor que, en consecuencia, tendríamos que tener los unos para con los otros. Esta es la primera voluntad del Padre sobre nosotros; por lo que no podríamos dar al Padre una gloria mayor de la que le damos cuando intentamos acogernos los unos a los otros como Jesús nos acogió a nosotros. (…) Llama la atención sobre uno de los aspectos más frecuentes de nuestro egoísmo y, digámoslo también, más difíciles de superar: la tendencia a aislarnos, a discriminar, a marginar, a excluir al otro en cuanto que es distinto de nosotros y podría perturbar nuestra tranquilidad. Trataremos de vivir entonces (…) ante todo, en nuestras familias, asociaciones, comunidades, grupos de trabajo, eliminando en nosotros los juicios, las discriminaciones, las prevenciones, los resentimientos, las intolerancias hacia este o ese prójimo, tan fáciles y tan frecuentes, que tanto enfrían y comprometen las relaciones humanas e impiden, bloqueando como la herrumbre, el amor mutuo. Y luego en la vida social en general, proponiéndonos dar testimonio del amor acogedor de Jesús hacia cualquier prójimo que el Señor ponga a nuestro lado, en especial a aquellos que el egoísmo social tiende más fácilmente a excluir o a marginar. Acoger al otro, que es distinto de nosotros, es básico en el amor cristiano. Es el punto de partida, es el primer peldaño para la construcción de esa civilización del amor, de esa cultura de comunión, a la que Jesús nos llama sobre todo hoy.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pag. 512-514)
Chiara Lubich en una meditación escribe que “la misericordia es la última expresión de la caridad, aquella que le da cumplimiento”[1]. No es un sentimiento, por lo tanto, sino una acción concreta, que unida a la intención interior, nos impulsa a alejarnos de nosotros y dirigir la mirada del otro. Un impulso revolucionario que sana y genera vida.No perder la ocasión Había comprado un boleto ida y vuelta para una ciudad en la estación. Llegué sin aliento a la parada del tren, pero para mi decepción constato que el tren se acaba de ir. Regreso a la boletería para tratar de que me hagan una devolución y obtener más informaciones, pero la señora me hace notar que con tanta gente que tiene que atender no puede perder tiempo conmigo. Contrariado, estoy por marcharme muy enojado cuando, en el momento que estoy guardando el boleto dentro de la agenda, leo una frase que había escrito en la mañana: “No perder ninguna ocasión”. Me detengo y reflexiono. Después decido: “¡No debo perder la ocasión de amar!”. Regreso donde la señora de la boletería, y cuando es mi turno le digo que lamento si fui demasiado exigente con ella y que comprendo su reacción. Ella cambia su cara y su tono de voz y, sin necesidad de que le pida nada, se pone a resolver mi situación. No sólo, encuentra una alternativa de viaje que me permita llegar a mi destino. En el fondo, basta poco para volver a encontrar la armonía en las relaciones. (R.J. – Rumania) La lista de los enemigos Jesús quiere que nosotros, sus seguidores, amemos a nuestros enemigos, quiere que los perdonemos. Por mucho tiempo pensé que era algo que no tenía que ver conmigo. Tengo una vida tranquila, una buena posición social, una familia serena. No le hacemos mal a nadie y tratamos de protegernos de lo negativo que hay en la sociedad. Sin embargo esa frase no me dejaba en paz. ¿Enemigos? Pensándolo bien, los había tenido y todavía los tenía, pero los tenía relegados en una zona del cerebro donde no pudieran molestarme. Una a una, volvieron a mi mente situaciones donde, más que afrontar la contrariedad debida a un “enemigo”, escapaba. La fuga se había convertido en una auténtica costumbre. Pero Jesús exige algo muy distinto. Entonces me hice una lista de “enemigos” por los cuales comprometerme a hacer algo: llamarlos por teléfono, mandarles un mensaje, visitarlos, para decirles que cada uno de ellos existía en mi vida. No fue fácil, continuamente los obstáculos y los razonamientos me frenaban. Ahora que me he vencido a mí mismo, puedo decir que ese mandamiento de Jesús ha alcanzado su objetivo, el de hacerme sentir un hombre vivo. (G.R. – Portugal)
A cargo de Maria Grazia Berretta
(tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio del día), Città Nuova, año VIII, n.1, enero-febrero 2022)[1] C. Lubich, “Quando si è conosciuto il dolore”, in La dottrina spirituale, Città Nuova, Roma 2006, pp. 140-141
Darci Rodrigues es el ejemplo de aquellos que, de un modo “mariano”, supieron gastar su vida por la causa de la unidad.Desde el primer momento en que murió Darci Rodrigues, focolarina brasileña, el pasado 10 de febrero, y en las horas posteriores a su funeral, las redes sociales se inundaron de expresiones de agradecimiento. Fue una figura muy conocida tanto en Brasil como en el exterior por los numerosos cargos que ocupó en el Movimiento de los Focolares, lo que le permitió cultivar infinidad de relaciones. “Una vida comprometida y exigente como la suya nunca le impidió mantener una sana normalidad y, según muchos, una gran profundidad espiritual”. “Y por eso fue querida por todos”, ha escrito sobre ella Saad Zogheib Sobrinho, focolarino brasileño. Un comentario que parece resumir el pensamiento de muchas personas que han convivido con ella. Darci conoció el carisma de Chiara Lubich cuando aún era muy joven, en 1963, durante una “Mariápolis”, una reunión de varios días realizado en la ciudad de Garanhuns, en el estado de Pernambuco. “Fue una experiencia muy fuerte, quedé fascinada, sobre todo porque allí he visto ‘vivir’ el Evangelio”, cuenta la propia Darci, contando el primer contacto con los Focolares. En ese momento, ella era estudiante de historia en la Universidad de Recife, “un ambiente impregnado de ideas marxistas y de fuerte crítica a la Iglesia”, dice. Por eso su encuentro con Dios y su adhesión al carisma de la Unidad fueron tan irresistibles que decidió consagrarse y hacerse focolarina. Tras esta decisión, Darci dejó a su novio, su familia y sus estudios para asistir a la escuela de formación de focolarinos en Italia de 1964 a 1966. A su regreso a Brasil, comenzó a trabajar intensamente al servicio de los Focolares. De Belo Horizonte, se traslada a las afueras de la actual Vargem Grande Paulista, cerca de San Pablo, para dar vida a la Mariápolis Araceli (hoy Mariápolis Ginetta), uno de los tres centros del Movimiento de los Focolares en Brasil. De allí pasó a San Pablo, donde trabajó durante 20 años al frente del Movimiento en la región que, en ese momento, comprendía varios estados brasileños del sureste y centro-oeste del país. En 2002 fue elegida consejera del Movimiento por Brasil y posteriormente, tras la muerte de la fundadora, Chiara Lubich, en 2008, fue reelegida consejera y nombrada por la entonces presidente de los Focolares, Maria Voce, delegada central, con un papel importante en el gobierno del Movimiento a nivel internacional. “A veces tuve que enfrentar situaciones difíciles, pero siempre sentí paz en esos momentos y una ayuda especial del Espíritu Santo”, dice la propia Darci. “Muchas veces ya tenía una idea, pero en cierto momento Jesús me hacía entender, a través de alguien, que quería otra cosa, quizás lo contrario de lo que yo pensaba. Era importante para mí confiar en la presencia de Jesús entre nosotros, y no solo en mi sentido común”, dice. En mayo de 2012, le diagnosticaron una enfermedad pulmonar grave. “Después de algunos exámenes – dice – el diagnóstico era muy grave: el médico me dijo que tenía que armarme de mucha valentía para luchar y perseverar. Dentro de mí tenía la fuerte convicción de que nada sucede por casualidad y que Dios tiene un plan de amor para cada uno de nosotros”. El tratamiento tuvo un resultado sorprendente, para asombro de los médicos. De este periodo de tratamiento, su entonces secretaria, Gloria Campagnaro, dice: “La vida transcurría con la solemnidad y la paz de siempre, entre terapias, paseos recomendados por el médico y trabajo para el Movimiento, con horario reducido; una vida que daba fecundidad y unidad”. En mayo de 2020, de repente, hay una recaída de la enfermedad. Llegan nuevas hospitalizaciones, hasta que, en condiciones de salud irreversibles, Darci vive sus últimos momentos rodeada del cariño y la oración de toda la comunidad de los Focolares. En un video grabado en este periodo, antes de Navidad, ella misma reafirma la convicción que la ha guiado durante toda su vida: “Tenemos a Jesús en medio de nosotros”. “Deja una lección ejemplar de vivir plenamente el ideal de unidad y fraternidad que tanto necesita la humanidad”, declaró Luiza Erundina, diputada federal, al conocer la noticia de su muerte. En las múltiples expresiones de agradecimiento por el don de la vida de Darci, son comunes las referencias a la serenidad y la alegría acogedora que transmitió a todos a lo largo de su vida, dondequiera que estuviera. En una palabra, una presencia mariana.
De una pequeña idea de compartir nace una gran cadena de solidaridad, un puente aéreo con destino a Beirut que transporta medicinas para los enfermos crónicos y leche en polvo para los recién nacidos. En la acción –que ha acogido el llamamiento del Vicariato Apostólico de Beirut de los católicos de rito romano y de la Nunciatura Apostólica del Vaticano en Líbano– participan el Movimiento de los Focolares, la Fundación Juan Pablo II y muchísimas personas de Italia y Líbano que se han unido para apoyar este proyecto, como en una gran familia. https://www.youtube.com/watch?v=_nLSgSHmMrA
En el viaje de la vida a veces tenemos que aminorar la marcha durante algunos momentos y escuchar la voz que habla en nuestro corazón. Descubriremos nuevos retos como Chiara Lubich sugiere en este texto. Escuchar la voz de Jesús (…) no significa solamente escuchar su doctrina y asumirla, sino establecer relación personal con Jesús, que llama a cada uno por su nombre. Su voz se hace oír en la intimidad, su verdad (que es la Verdad) actúa en el corazón, aunque la respuesta a su invitación siga siendo libre para cada individuo. Con el ejemplo del buen Pastor, Jesús afirma que hay oposición entre el pastor legítimo, que entra por la puerta, y el ladrón o el bandido, que salta la tapia. A lo largo de los siglos han existido (y siguen existiendo) otros falsos mesías que tratan de atraer a los hombres con sus ideologías. Pero los que pertenecen a Jesús y conocen su voz no se dejan engañar por todas esas promesas y no se fían de otras voces. (…) Trata de escuchar la voz de Jesús que te habla en el corazón. Verás cómo te lleva fuera de tu egoísmo, de tu no-amor, del querer destacar, de tu soberbia, del deseo de violencia…: de todo lo que te esclaviza. Si pones tu vida en Jesús y Él es tu guía, sin duda te sentirás impulsado a salir de la tentación de un cristianismo fácil y cómodo, de la mediocridad de una vida sin sentido. Siguiéndolo a Él, que habla en ti, que te llama precisamente a ti (porque llama a cada uno), no conocerás caminos trillados, sino que emprenderás una aventura divina nunca soñada; todo será nuevo y bonito, aunque a tu naturaleza le cueste; constarás lo variada que es la fantasía divina y comprenderás que, siguiendo a un pastor así, la vida es plena, abunda en frutos e irradia por todas partes el bien. Y finalmente comprenderás que el Evangelio vivido es una revolución potente y maravillosa.
Chiara Lubich
Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 212-215).
Dejar que Dios conduzca nuestros pasos y descubrir que su amor, también en el silencio, no se olvida de nuestras fatigas. Ángel Canó, abogado, focolarino casado de República Dominicana cuenta su experiencia. En el año 2001, estudios médicos de rutina detectaron un prolapso “leve” de la válvula mitral de mi corazón. Inesperadamente, a finales del 2020, la situación se agravó y el cardiólogo confirmó la presencia de una verdadera “una bomba de tiempo” en mi corazón. Junto a Margarita, mi esposa, también ella focolarina casada, asumimos con mucha paz el diagnóstico, poniéndonos en las manos de Dios. Decidimos hablar con nuestros hijos, Angel Leonel y Zoila, que es médica especializada en los Estados Unidos. Ella observó los estudios con un cardiólogo y consultó a un colega del centro donde ella trabaja en Nueva York, quien confirmó la necesidad de una operación. Con Margarita pasamos la noche antes de la intervención quirúrgica con mucha paz, preparándome físicamente, mentalmente y espiritualmente para lo que me esperaba. Estábamos confiados y, al día siguiente, cuando llegamos a la puerta de la sala operatoria, nos saludamos declarándonos de nuevo nuestro amor recíproco, seguros de que nos volveríamos a ver. Cuando desperté, sentí que había vuelto a la vida, aunque desperté con una arritmia fuerte, pues mi corazón corría como un caballo veloz que impedía que pudiera articular palabras. Los médicos se apresuraron a analizar la situación, mientras yo afrontaba los dolores del post operatorio. Luego le permitieron pasar a Margarita: sus palabras de ánimo me trasnmitieron mucha paz. Siguieron diez durísimos días en terapia intensiva, entre el dolor, la impotencia de sentirme inmovilizado, la soledad, la fragilidad, el insomnio y el miedo a la muerte. Largas noches en las cuales, ante mi grito, Dios parecía permanecer en silencio. Creía que no superaría todo eso. Una mañana, estando sumido en una burbuja de sedantes y analgésicos, sentí una voz que me decía repetidamente “hermano…”. Cuando abrí los ojos vi a un sacerdote amigo que queremos mucho. Fue un momento de mucha paz que me devolvió la confianza: el Cielo había estado siempre conmigo y esa sensación me acompaña también ahora. Un día, ya había dejado la terapia intensiva, Margarita, me abrazó colocando su cabeza con delicadeza en mi maltrecho pecho diciéndome: “¡Qué alegría volver a abrazarte!”. Fueron palabras que evidenciaban, no sólo la felicidad, sino el sentido de la vida. Era redescubrir el amor que tiene por mí. Estaba vivo, no sólo gracias a la destreza médica, sino a la Voluntad de un Dios que manifestaba su amor regalándome una nueva oportunidad de vida. Hoy, veo todo aquello como un gran regalo y me deja el compromiso de descubrir qué quiere Dios de mí en esta nueva etapa de vida. Cada noche, en mis oraciones, doy gracias al Cielo y, cuando llega el nuevo día, no hay palabras para expresar mi gratitud por la oportunidad de volver a ver la luz del día, ver con ojos nuevos el rostro de mi esposa y de mis hijos.
Encontrarse con Jesús en el prójimo es descubrir la ternura y la belleza del amor de Dios. Abrirse al otro nos permite ser un don para todo el que pasa a nuestro lado, y recibir el céntuplo inesperadamente.El corazón lleno de alegría En nuestro pueblo vive una familia muy pobre con cinco niños. El padre es alcohólico. Tres de ellos son compañeros de estudio de mis hijos. Una tarde, cuando salían del colegio, llovía a cántaros. Recogí a mis hijos en el coche y, viendo a esos tres por la calle, los hice subir y los llevé hasta su casa. La más pequeña me dijo: “¿Vienes a conocer a mi mamá?”. Entramos en la vivienda, sumamente humilde, y la señora me agradeció. Luego, conversando, me dijo que estaba buscando una cama de oferta para el recién nacido y me mostró las habitaciones, que por la humedad estaban muy deterioradas. Los otros cuatro hijos duermen todos en el mismo cuarto. La pequeña, de dos años, casi desnuda, llevaba un delantal demasiado largo para ella. Le prometí que para el día siguiente les llevaría una cama plegable que nosotros utilizábamos muy raramente. Al día siguiente, cuando llegamos a visitarlos llevando la camita, juguetes y un poco de ropa, los niños saltaban de alegría, incluso los míos. Nos despedimos con la promesa de volver y, camino a casa, la más pequeña de mis hijos exclamó: “Mamá, tengo el corazón lleno de alegría”. (M.O.D. – Francia) El ex director Un día, por la calle, me crucé con el director del instituto en donde solía enseñar. Justamente él, que un tiempo atrás, encontrando un pretexto, me había echado. En aquella ocasión todavía era sacerdote, después había dejado el ministerio y se había casado. Cuando me reconoció, trató de evitarme, pero yo fui a su encuentro. Para romper el hielo le hice alguna pregunta interesándome por sus cosas. Me dijo que vivía en otra ciudad, que se había casado con una viuda madre de dos hijos, y había llegado aquí para buscar trabajo. Pude conseguir, no sin dificultad, que me diera su dirección, y nos despedimos. Al día siguiente, hice circular la noticia de que yo estaba buscando trabajo para una persona que lo necesitaba realmente. La respuesta no se hizo esperar y me indicaron algo que podía responder a ese pedido. Cuando lo contacté para decírselo, ¡casi no podía creerlo! Lo aceptó, profundamente agradecido. Estaba emocionado por el hecho que me hubiese ocupado de él. ( J. – Argentina) El abuelo Desde cuando el abuelo sufre serios problemas en la deambulación, renunció a sus acostumbrados paseos y se quedaba siempre en casa leyendo en un sillón o dormitando, a pesar de que el geriatra le aconsejó que se moviera y que saliera. ¿Cómo podía hacer para volver a darle las ganas de curarse, de luchar por la vida? Nuestras hijas, con mucho amor, encontraron la mejor manera de ayudar al abuelo siempre cansado y deprimido. Cada tanto le llevaban los naipes y le proponían un partido a la brisca. Él trataba de disuadirlas, diciendo que no estaba en condiciones de jugar, pero ellas no desistían del intento. Ya en el juego, que las niñas conducían con entusiasmo y con la vivacidad típica de la edad, él sentía alegría y ganas de estar en compañía. Además, mis hijas le recordaban que tenía que hacer ejercicio. Inventaron incluso una competencia por la que el abuelo tenía que levantar bien las rodillas y no caminar arrastrando los pies. Ellas se ponían sentadas en el suelo con las piernas estiradas, para que él tuviera que pasarles por encima alzando los pies. (F.G. – Italia)
Recogido por Maria Grazia Berretta
(extraído de: Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VIII, número 1, enero-febrero de 2022)
Está en marcha el Sínodo 2021-2023 titulado “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación, misión”. En esta primera fase, además de la participación de cada uno en su propia comunidad parroquial o diocesana, también estamos invitados a dar un aporte como Movimiento de los Focolares.El motivo de nuestra participación “Considerando que las Asociaciones de fieles son un ‘gimnasio de formación a la sinodalidad’ (…) son colaboradores particulares en esta fase de consulta, al inicio de esta aventura eclesial quisiera ponerme cerca de todos para alentarlos y apoyarlos en este camino junto con el pueblo de Dios”, dijo el cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, en la carta dirigida a Margaret Karram en mayo de 2021, llamando al Movimiento de los Focolares a vivir con toda la Iglesia el camino hacia el Sínodo de los Obispos 2023. En respuesta a esta invitación de la secretaría del Sínodo de los Obispos, la presidente de los Focolares ha nombrado un equipo internacional para preparar la primera etapa, es decir, el tiempo de la escucha. Como Movimiento, por tanto, estamos invitados a buscar espacios de discusión sobre el tema de la sinodalidad en la perspectiva del carisma de la unidad. Una Iglesia sinodal Con motivo de la conmemoración del 50° aniversario de la instauración del Sínodo de los Obispos (2015), el papa Francisco recordó que “el camino de la sinodalidad es el camino que Dios espera de la Iglesia del tercer milenio. (…) Una Iglesia sinodal es una Iglesia de la escucha, con la conciencia que escuchar es más que oír”. En su discurso del 18 de septiembre de 2021 a los fieles de la diócesis de Roma (Italia), el Papa animó enérgicamente a seguir la voz del Espíritu Santo que no conoce fronteras, a escuchar a todos los que pertenecen al único pueblo de Dios y también los que viven al margen de la comunidad. “Los pobres, los mendigos, los jóvenes drogadictos, todos estos que la sociedad descarta, ¿forman parte del Sínodo? Sí, querido, sí, querida. (…) La sinodalidad expresa la naturaleza de la Iglesia, su forma, su estilo, su misión”. Tres fases Esta riquísima visión nos ofrece una clave importante para “entrar” en la realidad del proceso sinodal en curso, abierto el 10 de octubre de 2021 en el Vaticano, y después se abrió en las Iglesias locales el domingo 17 de octubre de 2021. Es un proceso de tres años, dividido en tres fases, marcado por la escucha, el discernimiento y la consulta. Y se presenta como una novedad absoluta tanto en la modalidad como en las fases de su desarrollo. No tiene lugar sólo en el Vaticano, sino en cada Iglesia particular de los cinco continentes. Es la primera vez en la historia de esta institución que se realiza un Sínodo de manera descentralizada. La primera etapa (octubre de 2021 – abril de 2022) se refiere a las Iglesias diocesanasindividualmente donde el camino sinodal pretende responder a diversas preguntas sobre la vida y la misión de la Iglesia. Y en particular, como nos recuerda en el Vademécum publicado por la Secretaría General del Sínodo, a una pregunta fundamental: “¿Cómo se realiza hoy, en niveles diferentes (desde el local al universal) ese ‘caminar juntos’ que permite a la Iglesia anunciar el Evangelio, según la misión que le ha sido encomendada?; y ¿qué pasos nos invita el Espíritu a dar para crecer como Iglesia sinodal?”. Tras la consulta de las diócesis, las Conferencias Episcopales ultimarán el resumen que será enviado a la secretaría general del Sínodo junto con las aportaciones diocesanas. Luego, la secretaría general redactará el primer Instrumentum laboris para septiembre de 2022. La finalidad de la siguiente fase, la continental (septiembre 2022 – marzo 2023), es dialogar sobre el texto del primer Instrumentum laboris en siete encuentros continentales: África, Oceanía, Asia, Medio Oriente, América Latina, Europa y América del Norte. Estas siete reuniones internacionales producirán a su vez siete documentos finales que servirán de base para el segundo Instrumentum laboris, que se utilizará en la Asamblea del Sínodo de los Obispos en octubre de 2023. La última fase del camino sinodal es la de la Iglesia universal (octubre de 2023). Una etapa fundamental de este proceso es la celebración de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en octubre de 2023, a la que seguirá la fase de implementación, que volverá a involucrar a las Iglesias particulares. El carisma de la unidad para una espiritualidad sinodal ¿Con qué actitud nos ponemos ante el proceso sinodal en curso? Durante la Asamblea General del Movimiento de los Focolares, el papa Francisco invitó a los participantes a dar prioridad a la sinodalidad: “En cuanto al compromiso dentro del Movimiento, os exhorto a promover cada vez más la sinodalidad, para que todos los miembros, como custodios del mismo carisma, sean corresponsables y partícipes de la vida de la Obra de María y de sus finalidades específicas”. Reflexionando sobre la experiencia dentro del Movimiento, la presidente Margaret Karram recordó los puntos de referencia en la espiritualidad de los Focolares que pueden ayudar en la implementación de un proceso sinodal. El Pacto de amor recíproco, renovado y puesto en la base de todo proceso de discernimiento, representa el compromiso de estar dispuestos a amarse unos a otros. La caridad mutua y continua exige aprender el arte evangélico de amar: escuchar, ponerse en actitud de aprender. Hablar con respeto, con sinceridad y claridad. Todo se puede compartir con parresia, poniéndose ante Dios y manteniendo viva la realidad del mandamiento nuevo.
Liliane Mugombozi (Yaundé, Camerún), del equipo internacional para el camino sinodal del Movimiento de los Focolares.
Para facilitar el proceso de reflexión, compartir y escuchar, el equipo ha iniciado el “camino sinodal” en julio de 2021. Además de un video de entrevistas, publicado en el canal de YouTube del Movimiento de los Focolares, se creó un subsidio de estudio para ayudar a los miembros del Movimiento para vivir el proceso sinodal, recoger y elaborar aportes para ofrecer a la secretaría del Sínodo. Link al vademécum en español https://www.youtube.com/watch?v=9SosjcY4LVM&list=PLKhiBjTNojHpVNzhRRVCRJ-2BDdMzArXH&index=4
El 8 de febrero es la Jornada mundial de oración contra la trata de personas. Este año 2002 una maratón de oración online empezará en Oceanía y dará la vuelta al mundo para terminar en Norteamérica. El compromiso de los Focolares para contrarrestar este fenómeno.“Hay mucha prostitución en nuestro barrio, pero la invitación del Papa a ir a las periferias existenciales en busca de los más vulnerables, necesitados y olvidados, nos ha impulsado a acercarnos a quienes se prostituyen, para acompañarlos, estar cerca de ellos, hacerles sentir que los queremos como personas”. Laura Diaz, voluntaria del Movimiento de los Focolares, es una de las ocho mujeres del grupo “Juntas en camino” que nació en 2013 en la parroquia de la Santa Eucaristía, en el barrio Palermo de Buenos Aires, Argentina que se ocupa todos los días de cuidar a quien se prostituye para contrarrestar el fenómeno. “En este servicio nuestro –prosigue– recibimos más de lo que damos. En nosotros algo ha cambiado: nuestra mentalidad, nuestro acercamiento a ellos sin prejuicios. Este cambio se dio también en varias de nuestras familias. Nos relacionamos con ellos mirándolos como personas cuya dignidad ha sido violada pero que les puede ser devuelta”. Éste y otros testimonios de más de 30 países serán contados el 8 de febrero de 2022, durante la maratón de oración online –que tiene como título “La fuerza del cuidado”– organizado en ocasión de la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas. Siguiendo los distintos husos horarios –delas 9.00 a las 17.00 (CET)– la maratón empezará en Oceanía, Asia y Medio Oriente, para pasar luego a África, Europa, Sudamérica y concluirá con Norteamérica. Será transmitido en directo streaming en cinco idiomas (francés, inglés, italiano, portugués y castellano) en la página de la jornada. www.preghieracontrotratta.org
Marcela Villares presenta el cuaderno de actividades al Papa
Marcela Villares, focolarina que vive en Argentina, también está comprometida todos los días en contrarrestar el fenómeno de la trata. Trabaja con los Obispos de la Comisión Episcopal para los Migrantes y los Itinerantes de la Conferencia Episcopal Argentina, en donde coordina el área del tráfico de seres humanos. “Hemos descubierto la importancia de trabajar para formar sobre estos temas a niños y adolescentes –cuenta–. Desde hace varios años ofrecemos una formación sobre temas relacionados con la trata de seres humanos a distintas diócesis del país, trabajando sobre todo en los colegios. Los frutos han sido muchos, sobre todo en los niños y en los jóvenes, en donde ya se siente que la semilla se lanzó; y en los docentes y directores que la han tomado como un eje pedagógico que hay que continuar en el tiempo”. El resultado de estas experiencias ha sido un librito con actividades didácticas y juegos para chicos desde los 6 hasta los 17 años. “Este años en una diócesis del norte de nuestro país, en el límite con la provincia de Salta, y por lo tanto muy sensible a este tipo de crímenes –sigue explicando Marcela–, gracias a un grupo de amigos de la Asociación Mundo Unido (Amu) de Luxemburgo, hemos podido formar y financiar material para cuatro colegios. El vicario para la educación nos pidió extender la formación a otras escuelas católicas y ha invitado a otros directores de colegios públicos”.
La estatua de Santa Bakhita del artista Timothy Schmaltz
Después de esta experiencia en Orán, Marcela y su equipo fueron contactados por varios medios de comunicación argentinos y el Presidente del Círculo de Periodistas pidió que se pudiera encaminar la formación para periodistas, médicos y enfermeros de los hospitales de la zona, para las personas relacionadas al transporte y también una universidad pidió que se hiciera una conferencia. “La pandemia ha aumentado el negocio de la trata, las condiciones de vulnerabilidad para las personas de más riesgo y las desigualdades entre hombres y mujeres –declara la HermanaGabriela Bottani, coordinadora de la Jornada mundial contra la trata–. Todo ello se afronta con valentía. Nosotras mujeres, por lo tanto, tenemos que asumir un rol de protagonistas para promover un sistema económico nuevo, fundado sobre la fuerza del cuidado. La violencia causada por la explotación puede ser transformada con gestos de cuidado y de solidaridad”. La maratón de oración del 8 de febrero de 2022 está coordinada por Talitha Kum, la red internacional anti-trata de alrededor de 3000 religiosas, amigos y colaboradores en todos el mundo, y está promovida por las Uniones Internacionales de las Superioras y de los Superiores Generales, conjuntamente con la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicioal Desarrollo Humano Integral, Caritas Internationalis, la Unión Mundial de las Organizaciones Femeninas Católicas, el Movimiento de los Focolares, el Jesuit Refugee Service y muchas otras organizaciones en todo el mundo.
En la sociedad actual, el perdón es una opción decididamente contra corriente. “Algunos piensan que el perdón es una debilidad” – escribe Chiara Lubich en el pasaje que publicamos–. No, es la expresión de una valentía extrema, es el amor verdadero, el más auténtico porque el más desinteresado. Si queremos contribuir efectivamente a crear un mundo nuevo, el camino es hacer como Dios, que no solo perdona, sino que también olvida. El Señor perdona todas nuestras culpas porque “el Señor es bondadoso y compasivo, lento para enojarse y de gran misericordia”[1]. Cierra los ojos para no ver más nuestros pecados[2], los olvida echándolos a sus espaldas[3]. Dios perdona porque, como todo padre, como toda madre, ama a sus hijos y por lo tanto los disculpa siempre, oculta sus errores, les da confianza y los alienta sin cansarse nunca. Como padre y madre, a Dios no le basta amar y perdonar a sus hijos y a sus hijas. Su mayor deseo es que ellos se traten como hermanos y hermanas, vivan de acuerdo, se quieran, se amen. La fraternidad universal, este es el plan de Dios para la humanidad. Una fraternidad más fuerte que las inevitables divisiones, tensiones, rencores que se insinúan con tanta facilidad por incomprensiones y errores. A menudo las familias se deshacen porque no se sabe perdonar. Viejos odios mantienen divididos a parientes, grupos sociales, pueblos. A veces hasta hay quien enseña a no olvidar las ofensas recibidas, a cultivar sentimientos de venganza… Entonces un sordo rencor envenena el alma y corroe el corazón. Algunos piensan que el perdón es una debilidad. No, es la expresión de una valentía extrema, es el amor verdadero, el más auténtico porque el más desinteresado: “Si ustedes aman solamente a quienes los aman, ¿qué merito tienen?” – dice Jesús – esto saben hacerlo todos: “Ustedes amen a sus enemigos”[4] Además, a nosotros se nos pide que, aprendiendo de Él, tengamos un amor de padre, un amor de madre, un amor de misericordia con todos los que se cruzan en nuestro camino durante el día, especialmente con quien se equivoca. Además, a los que están llamados a vivir una espiritualidad de comunión, es decir, la espiritualidad cristiana, el Nuevo Testamento les pide más todavía: “perdónense mutuamente”[5] El amor recíproco exige casi un pacto entre nosotros: estar siempre dispuestos a perdonarnos unos a otros. Sólo así podremos contribuir a la realización de la fraternidad universal.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, Città Nuova, 2017, pp. 666-667) [1] Cf. Sal 103, 3.8 [2] Cf. Sab 11, 23 [3] Cf. Is 38, 17 [4] Cf. Mt 5, 42-47 [5] Cf. Col 3, 13
Nacido en 2012, el proyecto de educación para la paz “Living Peace” promueve una cultura de paz y fraternidad. Involucra a más de 1.000.000 de jóvenes, adolescentes y niños de 130 países del mundo y está inspirado en el arte de amar de Chiara Lubich. El 5 de febrero de 2022, un evento on line en el canal de Youtube de Living Peace International celebrará su décimo aniversario. “Estaba dando clases en una escuela estadounidense en El Cairo, en Egipto y allí nació esta idea de contribuir a la paz y su cultura para responder a los muchos desafíos que se vivían en Medio Oriente”. Así comienza la historia de Carlos Palma, focolarino y docente, creador del proyecto “Living Peace”, nacido el 5 de febrero de 2012 con el objetivo de promover una cultura de paz, fraternidad y solidaridad. Hoy, después de 10 años, este camino de educación para la paz se ha desarrollado en todo el mundo. Es promovido por la Asociación AMU – Acción por un Mundo Unido, una organización sin fines de lucro en asociación con Teens4Unity y New Humanity, involucrando a más de 80 organizaciones internacionales y más de 1000 escuelas y grupos, involucrando a más de un millón de adolescentes, jóvenes y niños. El 5 de febrero de 14:30 a 16:00 (UTC+1) en el canal de YouTube de Living Peace International con motivo del décimo aniversario del proyecto, se realizará un evento on line traducido al inglés, español, portugués, francés e italiano. “Living Peace” se basa en el “Dado de la Paz” en cuyas caras no hay números, sino frases que ayudan a construir relaciones de paz entre todos. Está inspirado en los puntos de “El arte de amar” que Chiara Lubich había propuesto años antes, con un dado, a los niños del Movimiento de los Focolares. Junto al Dado, se propone también el “Time out”: a las 12 h todos los días, en cada franja horaria, un momento de silencio, de reflexión o de oración por la paz. Nacido inicialmente para las escuelas primarias, pronto se desarrolló también en las escuelas secundarias, llegando a universidades, movimientos juveniles, asociaciones, fundaciones, prisiones, comunidades religiosas, centros de formación artística, etc. ¿Qué significa educar para la paz? La Constitución de la Unesco afirma: “Puesto que las guerras comienzan en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben construirse los baluartes de la Paz”. Educar para la paz no es una disciplina adicional, sino hacer de cada área formativa un instrumento de paz, un camino en el que se desarrolle la creatividad y la autonomía de las niñas y niños y adolescentes frente a los problemas y conflictos, aprendiendo a dialogar. Educar para la paz significa, por tanto, promover acciones concretas por la paz y la reconciliación desde las escuelas y llegando a todos los centros de formación posibles. “En 2013 fui nombrado embajador de la paz por el Círculo Universal de Embajadores de la Paz (Francia/Suiza), nos cuenta Carlos Palma. Dos años después nació la idea de nombrar también jóvenes embajadores de la paz de entre 6 y 25 años. Hoy son 600 jóvenes embajadores en todo el mundo que portan el ‘Dado de la Paz’ por todas partes, protagonistas de las más variadas acciones en todos los campos. También se ha convertido en un tema de estudio y de profundización en algunas universidades. Gracias a los jóvenes embajadores, se creó el “Dado por la Paz” en braille para personas ciegas y se creó el formato Peace Got Talent que, siguiendo el ejemplo del formato televisivo conocido en varias partes del mundo, da espacio a jóvenes talentos para promover paz”. Luego llegó la pandemia. “Pero a pesar de ello – concluye Carlos Palma – los jóvenes han seguido y siguen de mil maneras, a través de la web y las redes sociales, promoviendo la paz y la fraternidad”. Para obtener más información, visite el sitio web en este link.
Para mantener el compromiso con las víctimas de J.M.M., ex focolarino francés condenado por abusos a menores, el Movimiento de los Focolares ha elaborado un procedimiento de ayuda psicológica que se ofrece a las víctimas que deseen utilizarlo. Este servicio (véase el anexo) se ofrece como parte de la encuesta independiente realizada por GCPS Consulting, que escuchó las opiniones de algunas víctimas. Obviamente, esta ayuda es un primer paso hacia los compromisos que el Movimiento quiere asumir para el futuro y tras la publicación del informe de GCPS Consulting. En este sentido, el Movimiento de los Focolares ha reconocido que la Red Simon es un instrumento adecuado para acoger, escuchar y acompañar a las víctimas y a las personas afectadas por estos sufrimientos. La Red Simon está formada por psicoterapeutas, psiquiatras y acompañantes espirituales dispuestos a ofrecer un itinerario psicológico o psiquiátrico en las diferentes etapas de la investigación a quienes lo necesiten o lo soliciten. El acuerdo entre el Movimiento de los Focolares y la Red Simon pretende que las víctimas puedan utilizar este servicio lo más cerca posible de su lugar de residencia (la red cubre la mayor parte de Francia). También es posible, para aquellos que no deseen utilizar esta red de apoyo proporcionada por el Movimiento de los Focolares, recurrir a otros profesionales de su confianza. En cualquier caso, tanto los profesionales de la Red Simon como los de confianza de las víctimas individuales, acordarán todos los aspectos del proceso de acompañamiento psicológico o psiquiátrico con un profesional independiente identificado por el Movimiento de los Focolares en la persona del Dr. Alexis Vancappel, que asumirá el papel de coordinador de este aspecto. El Dr. Vancappel es psicólogo, especializado en terapia cognitiva conductual y neuropsicología. Trabaja como psicólogo clínico en la Clínica Psiquiátrica Universitaria del CHU de Tours. – Es miembro del Centres experts dépression résistante (CEDR), Fondation Fondamentale, Red nacional multidisciplinar, dedicada a la investigación de la depresión resistente. – Miembro del Laboratorio Inserm, Equipe Imagerie et Cerveau – Laboratorio médico dedicado al estudio de la neuropsiquiatría funcional. – Miembro del Laboratorio Qualipsy – Laboratorio de Psicología dedicado al estudio de la calidad de vida.
Los detalles relativos a otros compromisos asumidos por el Movimiento de los Focolares con las víctimas, incluida la indemnización por daños y perjuicios, se acordarán después de que GCPS Consulting publique su informe, previsto en el primer trimestre de 2022.
En esta ocasión nos detenemos en la piedra angular fundamental de la Espiritualidad de la Unidad. Chiara Lubich nos muestra el camino para obtener la gracia de la unidad del Padre. Aquí, en este punto típico nuestro, está implícito ese “algo más” de lo que es requerido, en general, en las espiritualidades individuales, al menos a lo largo de su historia. Ese “algo más” que, como sabemos, es reciprocidad y unidad. La unidad. Pero ¿qué es la unidad? ¿Se puede realizar la unidad? La unidad es lo que Dios quiere de nosotros. La unidad es realizar la oración de Jesús: “Padre, que sean uno como tú y yo. Yo en ellos y tú en mí, para que sean uno” (Cf. Jn 17, 21). Pero la unidad no se puede realizar solo con nuestras fuerzas. Puede realizarla solo una gracia especial, que desciende del Padre si encuentra una disposición especial en nosotros, un requisito preciso y necesario. Este requisito es el amor recíproco, ordenado por Jesús, puesto en práctica. Su amor recíproco, el que Él quiere y que –como sabemos– no es simple amistad espiritual, o estar de acuerdo, o buen entendimiento. Es amarse unos a otros como Él nos amó. O sea, hasta el abandono: hasta el desapego completo de las cosas y de las criaturas, materiales y espirituales, para poder “hacernos uno” con los otros recíprocamente, perfectamente. De esta manera hacemos nuestra parte y estamos en condiciones de recibir la gracia de la unidad, que no faltará, que no puede faltar. […] Debemos recordar que en nuestra espiritualidad comunitaria hay una gracia más; que el Cielo se nos puede abrir a cada momento; y nosotros, si hacemos lo que Él nos pide, invadidos por esta gracia, podemos hacer mucho, mucho por el Reino de Dios. […] Durante el próximo mes ¡esforcémonos por obtener siempre este regalo! Y no lo esperemos solo para ser felices, sino para estar capacitados para nuestra típica evangelización. Ya saben cuál es: “Que sean uno para que el mundo crea” (Jn 17, 21). En el mundo hay mucha necesidad de fe, de creer. Y todos estamos llamados a evangelizar. […] Que cualquier persona que observe a dos o más de nosotros unidos (en el focolar, en los núcleos, en las unidades, en nuestras reuniones o casualmente juntos) quede impactado por un rayo de nuestra fe y crea: crea en el amor porque lo ha visto. Empecemos ya. Esto quiere el Señor de nosotros. Lo quiere a través de nuestro carisma impreso en nuestros Estatutos: La unidad es la premisa de cualquier otra voluntad de Dios. Luego podremos también hablar para difundir el Evangelio. Pero solo después.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Conversazioni, Cittá Nuova, 2019, p. 523-524) https://youtu.be/PqxbaGBkeo8
Los Gen, jóvenes de los Focolares, apuntan a la santidad. Son jóvenes como todos, con sus alegrías, dolores, sueños y dificultades. Pero saben que a una meta tan audaz no se llega de un día para otro. Se construye momento tras momento y no solos, sino juntos. Lo expresaron a través de sus testimonios de vida, canciones y relatos en una jornada mundial donde se reunieron durante más de dos horas, el domingo 19 de diciembre de 2021.Margaret Karram, Presidente de los Focolares, en su saludo los invitó a estar atentos y construir con todos relaciones auténticas, profundas, deteniéndose ante cada prójimo para descubrirlo “aquí y ahora”.Les damos la palabra a ellos mediante esta selección de experiencias de vida contadas durante la jornada.Unidad en la diversidad La República de Indonesia reconoce algunas religiones oficiales: el Islam, el Cristianismo, el Hinduismo, el Budismo, el Confusionismo, y las creencias tradicionales. La población más numerosa es musulmana. Esta diversidad hace que el diálogo interreligioso sea un diálogo de la vida cotidiana. Actualmente estoy haciendo una Maestría en Ciencias Farmacéuticas. En la universidad encuentro muchos amigos provenientes de las distintas islas, pertenecientes a distintas religiones. Algunas de ellas son muy cercanas, son como mis hermanas. Yo soy cristiana católica, mi amiga de al lado es hindú y las otras son musulmanas. Durante el mes de Ramadán, a menudo acompaño a mis amigos a romper el ayuno. Una vez las invité a romperlo juntos en el Focolar. Se sintieron muy amados. Después de ese encuentro, uno de ellos escribió en su perfil de Instagram: “No tenemos el mismo background, ni religión, ni edad, tampoco provenimos del mismo país, pero tenemos un sueño, crear una casa mejor para todos, esperar y rezar por un futuro próspero. Esperamos en un mundo universal, como dice el lema de nuestro país, “Bhineka Tunggal Ika” – “Unidad en la diversidad”. Vivo en una residencia donde la mayoría de las chicas son musulmanas. Cuando me transferí ahí, al principio me tenían miedo, porque parecía muy seria y la mayor parte de ellas nunca habían vivido con personas no musulmanas. Un día tenía muchos dulces así que pensé en compartirlos con ellas. La relación entre nosotros está creciendo. Cocinamos juntas, comemos, hacemos deporte, jugamos juntas. Nuestra experiencia de convivencia ha expandido nuestro horizonte y estamos felices por ello. Tika (Indonesia)Amar más allá de nuestras fuerzas Tengo una hermana que estudia arquitectura. Desde hacía tres meses estaba dedicada a su trabajo de graduación trasnochado a menudo. Tenía que presentar un proyecto de una ciudad, preparar la documentación, la presentación y las maquetas. Normalmente los estudiantes recién ingresados ayudan a los avanzados, pero debido al COVID-19 mi hermana tenía que hacer todo sola. A un cierto punto me pidió ayuda a mí y a mi mamá. Le respondí con alegría: “¡Está bien! ¡Yo te ayudo!”. Sin embargo después pensé: “También yo tengo muchas tareas en este momento”. y me pregunté: “¿Habrá sido la decisión más sabia decirle que sí la voy a ayudar? Es una tarea importante para su graduación, ¿lograré hacerla bien? ¿No sería mejor otra persona que conozca la materia?”. Sin embargo, viendo a mi hermana en dificultades pensé: “Si termino antes mis tareas voy a poder darle una mano”. Así, cada noche me quedaba ayudándola con sus tareas con todo el corazón, como si fueran las mías. Al final pudo entregar el trabajo concluido a tiempo, exitosamente. Me agradeció mucho y se sintió feliz por haber completado el trabajo, no solo ella, sino con la fuerza de todos. Sería mentira si dijera que ayudé a mi hermana al cien por ciento, sin quejarme, pero no me arrepiento de haberlo hecho, sentí mi corazón aliviado y contento. Además, dentro de mí sentí una pequeña alegría. Me vino a la mente la frase del Evangelio que dice: “Quien permanece en el amor vive en Dios y Dios vive en él”, y pensé: “¿Quizás Dios habrá vivido en mí?”. Rosa (Corea)Entre la guerra y la esperanza Estoy estudiando Ingeniería Informática. Desde niño trato de vivir la espiritualidad de los Focolares. En el último período sentía muy lejana la relación con Jesús y con María. Me preguntaba dónde está Dios y por qué Él permite las dificultades que vivimos en Siria, como la falta de electricidad, el aumento de los precios, la dura situación económica. Además, todo esto tenía incidencia en mi relación con los demás. Recientemente estuve un mes en Londres visitando a mis hermanas y participé en un fin de semana con los gen, los jóvenes de los Focolares. Esta experiencia me ayudó a encontrar muchas respuestas y a encontrarme a mí mismo viviendo la espiritualidad de la unidad. Nunca olvidaré el amor que encontré en los gen, un amor que llenó mi corazón… era como si nos conociéramos desde hacía mucho tiempo. Estas experiencias me impresionaron tanto que sentí que como consecuencia algo empezaba a cambiar dentro de mí. Cuando recién regresé a Siria también aquí había un congreso en el que puede participar. Por primera vez, debido a las difíciles situaciones de la guerra, después de 10 años logramos volver a encontrarnos. Fue una experiencia rica caracterizada por el amor recíproco y vivida como en una única familia. Experimenté que la paz interior crecía dentro de mí día tras día. Las experiencias vividas en esos dos fines de semana con los gen y las personas que encontré, me dejaron una huella profunda en el corazón y me ayudaron a volver a ser la persona positiva que era, que mira hacia adelante con valentía. Existen períodos en donde, debido a la presión a la que estamos sometidos en la vida, perdemos la esperanza… es como si fuera el fin del mundo y ya no existiera nada. Pero si nuevamente experimentamos a Dios, Él con su gracia nos permite volver a Él y así descubrimos que las cosas difíciles que hemos vivido han sido como una pequeña participación nuestra a los sufrimientos de Jesús en la cruz. Nos damos cuenta que nuestros dolores son pequeños delante de Su sufrimiento vivido para redimirnos. Una cosa que siento que tengo que decir es que cuando vivimos momentos dolorosos en la vida, que parece que no tienen fin, ellos pueden terminar siendo luz, pero depende de nosotros pedir ayuda a Dios en la oración. Él siempre está dispuesto a ayudarnos y con gran esperanza podemos volver a empezar y también tener una relación cada vez más fuerte con Él. Paolo (Aleppo, Siria)Encontrar a los que más sufren Después del terremoto de hace dos años en Croacia decidimos emprender una actividad yendo a los lugares del epicentro. Buscando la mejor forma de poder ser útiles, el párroco de Sisak nos sorprendió, al pedirnos que colaboráramos con él preparando a un grupo de chicos para la primera comunión. Nos pusimos de acuerdo para ir todas las semanas durante algunos meses a la aldea de Capranske Poljane donde viven gitanos musulmanes y cristianos (ortodoxos y católicos). Con ellos estudiábamos el catecismo, hacíamos obras de teatro, juegos… A partir de estos encuentros nacieron relaciones bellísimas que continúan y siguen creciendo también hoy. A través de los focolarinos también conocimos y visitamos una familia de Petrinja, que vive en una situación muy difícil (debido al terremoto pero también por la situación socioeconómica en la que se encuentran). Con la ayuda de Cáritas logramos comprar material y herramientas para reparar su casa y para que pudieran regresar a trabajar. ¡En ellos renació la esperanza! En un encuentro con los gen sentí que tenía que dar un paso fuera de mi zona de confort -inspirado por el ejemplo de muchos en el mundo- quise “salir a la calle” para tratar de amar a los demás como a mí mismo. Un día fuimos a Sisak para hablar con el párroco de cómo seguir ayudando a la comunidad de gitanos y después fuimos a visitar a esta familia de Petrinja para llevarle algunas cosas de primera necesidad. Vimos cómo habían usado el dinero que habíamos recogido para arreglar su casa ¡que ahora es realmente acogedora! También les llevamos una laptop para que los niños puedan seguir sus clases on line. Me sentí como en mi casa. Había un lindísimo clima de familia. Aunque en ese momento no había hecho nada concreto por su situación, di lo que podía, a mí mismo con mi buena voluntad y un poco de mi tiempo. Estoy agradecido a Dios que me ha dado esta oportunidad de amar y quiero seguir amando porque he experimentado una alegría centuplicada que quiero compartir con los demás y ahora con ustedes. Thiana y Peter (Croacia)
Un encuentro capaz de superar grandes obstáculos; un salto en el amor que acerca y genera unidad. Bella Gal, una judía que vive cerca de Tel Aviv, cuenta sobre su amistad con E., una cristiana palestina. Hace algunos años tuve un encuentro muy interesante y profundo con una mujer palestina, cristiana, profesora universitaria, durante una conferencia en Jerusalén donde ella estaba dando un discurso. Su nombre es E. Ella ha criado sola a sus hijos, mientras su esposo estuvo en una prisión israelí durante 10 años. Fue puesto en libertad por problemas de salud y lamentablemente murió poco después. A pesar del sufrimiento, E. no desistió de vivir y educó a sus hijos, que ahora son profesionales, cada uno en su área de especialización. Su discurso era muy interesante, pero al mismo tiempo, muy triste. Al final del discurso, sin esperar la sesión de preguntas y respuestas, salí de la sala. No podía soportar escuchar su historia. Me recordó mi sufrimiento, mi primera infancia y mis padres que murieron durante el Holocausto. Quizás fue muy egoísta de mi parte, pero E. me dio un ejemplo y una lección muy importante para “hacer que cada encuentro sea provechoso”. Después de salir de la sala, fui a sentarme en la cafetería. De repente sentí que alguien puso una mano en mi hombro. Era E. quien me dijo: “Te he visto en mi conferencia y también te he visto salir al final. ¿Pasó algo? ¿Te he ofendido?”. Aunque E. tenía todas las razones del mundo para ser hostil conmigo, nos acercamos con gran compasión, dándonos cuenta de que ambas habíamos sufrido, pero habíamos encontrado nuestra fuerza interior, recogido los fragmentos y abrazamos esa situación. Después de hablar y llorar, E. y yo inmediatamente nos sentimos conectadas, y experimentamos un gran amor y aprecio mutuo la una por la otra. Hemos podido unirnos profundamente como mujeres y ver más allá de las diferencias de nuestra nación. A lo largo de los años, E. también ha ocupado importantes cargos políticos y esto históricamente es un logro importante para una mujer cristiana que vive en ese contexto. Hoy, debo admitirlo, E. es mi alma gemela más allá del muro.
Acaba de aparecer el libro “La unidad. Una mirada desde el Paraíso 49 de Chiara Lubich”, preparado por Stefan Tobler y Judith Povilus (Città Nuova, Roma 2021). Próximamente se publicará en otros idiomas. Un estudio polifacético que nos ayuda a comprender qué es la unidad, pilar central de la espiritualidad de los Focolares. “La unidad es nuestra vocación específica”[1]; “La unidad, por tanto, es nuestro ideal y no otro”[2]. Chiara Lubich conocía bien la misión de la obra al que había dado vida. Si “la unidad es lo que caracteriza al Movimiento de los Focolares”[3], éste está llamado a cuestionarse sobre la herencia que ha recibido y sobre cómo desarrollarse de manera creativa y fiel. ¿Cómo vivir hoy la unidad en los focolares, en los núcleos, entre quienes comparten la “Palabra de vida”? ¿Cómo seguir un camino con audacia y libertad que evite autoritarismos e individualismos, que permita el pleno desarrollo de los dones personales y la búsqueda de objetivos comunes? ¿Cómo recorrer el difícil camino de una comunión que requiere la salvaguarda de la autonomía legítima y la búsqueda de la identidad y la aceptación, la integración, la apertura a lo diferente? El tema pone el dedo en la llaga a toda la Obra. Al mismo tiempo, el legado de Chiara Lubich es mucho más amplio: la unidad concierne al mundo eclesial, las relaciones entre religiones, culturas, naciones… A petición del Centro Opera di María, la Escuela Abba se ha interrogado, desde hace algunos años, sobre este tema, partiendo, como es de su naturaleza, de la experiencia vivida por Chiara Lubich en los años 1949-1951. Así ha nacido el libro “La unidad. Una mirada desde el Paraíso 49 de Chiara Lubich”. Está dividido en tres partes. El primero, “Fundamentos”, ofrece una mirada global sobre la unidad desde un punto de vista bíblico, teológico y espiritual. Los escritos de Chiara están cortados con toda su profundidad y audacia. Tomados en su contexto, muestran la “lógica” divina, la de un Dios cuyo “interior” “no debe pensarse como un todo en el que desaparecen las diferencias, al contrario: Dios es el Uno precisamente siendo multiplicidad infinita”, una dinámica que se refleja en la creación. Como escribe Chiara, El Padre “dice: ‘Amor’ en tonos infinitos”, indicando la extraordinaria riqueza de las infinitas manifestaciones de su amor. La segunda parte del libro propone una lectura de algunos textos del Paraíso 49, para poner de manifiesto las intuiciones bases sobre la unidad. Así, páginas o fórmulas se iluminan con una nueva luz que el paso del tiempo o una perezosa repetición han vuelto en ocasiones incomprensibles o inaceptables. ¿Para vivir la unidad es necesario anular la propia personalidad o más bien el “don de sí mismo sin reservas, en la lógica de la vida de Dios que lleva a ‘correr el riesgo’ de ‘perder’ la propia”? ¿Qué significa vivir “según el modelo de la Trinidad”? ¿Hay una nivelación en la unidad o más bien la epifanía de la pluralidad? Se afrontan con claridad malentendidos que pueden llevar a una comprensión inexacta de expresiones como “perder”, “morir”, “anularse”, y se pone en evidencia la fecundidad de un amor exigente y total que conduce a la plena realización de uno mismo. “Se ha visto claramente – afirma Chiara – que cada uno de nosotros tiene una personalidad muy distinta, inconfundible”, que es “la palabra que Dios pronunció al crearnos”. La unidad aparece entonces dinámica, en constante evolución, creativa, necesitada del aporte de todos, respetuosa de cada uno y de todos. En este contexto, también se incluye la aportación y la posición única e irrepetible de la persona de Chiara como instrumento de mediación del carisma y fundadora. La tercera parte del libro se abre a diferentes disciplinas que se inspiran en los dictados de Paraíso 49 para una propuesta que concierne su campo específico. Esta última parte es la que requirió mayor atención metodológica. Dado que el lenguaje del Paraíso 49 es predominantemente de naturaleza religiosa, nos preguntamos cómo escribir un libro transdisciplinario en torno a una palabra multisemántica – unidad -, sin el riesgo de hablar de cosas diferentes y de mezclar lenguajes. Si las realidades sociales y los aportes académicos en los más diversos campos nacieron de un Movimiento y una espiritualidad que se definen de la “unidad”, esto significa que hay un denominador común, un punto de partida y una base estable que lo hace posible para todos, aun trabajando en los diferentes campos, reconocer un horizonte común en la unidad, incluso cuando se expresan en el lenguaje específico de su propia disciplina. Sólo se trazan unas pocas líneas intuitivas en ciertos campos de la vida social y del pensamiento que requerirán un mayor desarrollo. El libro es el resultado de un lento proceso de la Escuela Abba. Durante más de dos años, comenzando alrededor de 2017, el Paraíso 49 se ha leído a la luz de este tema específico. Cada una de las doce contribuciones lleva la firma de sus respectivos autores, quienes conservan su propio estilo, competencia y metodología específica. Al mismo tiempo es fruto de la comunión de todo en un grupo; una forma de trabajar que requería un ejercicio de “unidad” – ¡en consonancia con el tema mismo! – no siempre fácil, para acoger y comprender al otro en su diversidad, por procedencia de diferentes países, por diferentes formaciones científicas y áreas disciplinarias y metodológicas específicas. El libro se limita a leer algunas páginas del Paraíso 49. Por tanto, no pretende agotar un tema tan amplio y exigente, aunque, gracias a la profundidad de los textos de referencia, ofrece una gran riqueza de reflexiones y propuestas.
Fabio Ciardi
L’unità e Gesù Abbandonato, Città Nuova, Roma 1984, p. 26.
GCPS Consulting anunció en noviembre pasado una prórroga acerca de la difusión de los resultados de la investigación independiente para el primer trimestre de 2022. La investigación concerniente a los abusos sexuales por parte de JMM, exmiembro consagrado francés de los Focolares, está necesitando más tiempo del previsto. Lo anunció el pasado mes de noviembre en una notaGCPS Consulting, la sociedad consultora especializada a la que el Movimiento ha encomendado la investigación independiente. “El proceso de recopilación de información está extendiéndose mucho más allá del cronograma previsto -dice- y la Comisión está planeando entrevistas con personas clave dentro de los Focolares (…) también como parte de una revisión de las disposiciones de salvaguardia. Como nota positiva, esto demuestra que el proceso es minucioso y completo (…). Nuestro objetivo es publicarlo lo antes posible en el primer trimestre de 2022”. Al expresar su pesar por la demora, la Comisión encargada espera que “todas las partes interesadas comprendan que se ha ampliado el alcance del trabajo y que el objetivo es reflejar plenamente las voces de todos aquellos que han aportado pruebas y otras informaciones a la Comisión”.
La Palabra de vida de este mes de enero de 2022 dice que los Magos llegaron a Belén siguiendo la estrella para honrar al Niño Jesús. También nosotros podemos honrarlo con nuestras opciones de vida, como propone Chiara Lubich en este fragmento. Tú estás en el mundo. Y ¿quién no lo ve? Pero no eres del mundo. Y esto supone una gran diferencia. Esto te clasifica entre quienes se nutren no de las cosas que son del mundo, sino de las que te expresa la voz de Dios dentro de ti. Esa está en el corazón de cada hombre y –si la escuchas– te introduce en un reino que no es de este mundo, donde se viven el amor verdadero, la justicia, la pureza, la mansedumbre, la pobreza; donde rige el dominio de uno mismo. (…) No es propia del cristiano la vida cómoda y tranquila, y Cristo no pidió y no te pide menos si quieres seguirlo. El mundo te embiste como un río arrollador, y tú debes caminar a contracorriente. Para el cristiano el mundo es una selva impenetrable en la que hay que mirar dónde poner los pies. ¿Y dónde hay que ponerlos? En las huellas que el propio Cristo te marcó cuando pasó por esta tierra, en sus palabras.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 109-111)
En estos días en los que en el hemisferio norte se celebra la Semana de oración por la unidad de los cristianos 2022, desde México nos cuentan cómo se ideó el proyecto ecuménico “Visitas Virtuales a las comunidades cristianas”, nacido hace un año para promover la unidad entre las distintas Iglesias. “México es un país con una mayoría católica. Viviendo la espiritualidad de la unidad, hemos descubierto el anhelo por la unidad de los cristianos y desde hace varios años cultivamos relaciones ecuménicas muy bonitas”. Son las palabras de Dolores Longi, esposa de Pablo, ambos voluntarios en el Movimiento de los Focolares, que desde hace años coordinan el diálogo ecuménico en México. Junto a su hija Úrsula, focolarina, en febrero del año pasado, iniciaron el proyecto “Visitas virtuales a las comunidades cristianas” con la finalidad de extender el ecumenismo más allá de la Semana de oración por la unidad y empezar un camino de fraternidad y comunión de experiencias. Desde los comienzos, los objetivos de este proyecto han sido conocer cómo vive cada tradición y cómo expresa la fe dentro de la sociedad en la que está integrada; además de querer identificar la manera de colaborar por el bien de toda la sociedad. Úrsula, ¿cómo se han concretizado estas visitas virtuales y por dónde han empezado? “Para llevar adelante el proyecto se creó una verdadera Comisión Central formada por nosotros, el Oficial de Ecumenismo para la Iglesia Anglicana de México y Presidente del Consejo Interreligioso del país, el Secretario de la Comisión de Diálogo ecuménico e interreligioso de la Conferencia Episcopal Mexicana, una docente de “Teología Ecuménica” de la Universidad Pontificia de México y una de Ecumenismo en la Universidad Anahuac de la ciudad de Querétaro, además de un sacerdote de la Conferencia de los Misioneros Ecuménicos. La primera visita fue a la Iglesia anglicana para luego pasar a las Iglesias católicas orientales. Todas nos donaron verdaderas “joyas” (la historia, los ministerios, el testimonio de fe y de caridad de jóvenes y adultos). En el encuentro con la Iglesia anglicana estaban presentes varios sacerdotes anglicanos y el Obispo anglicano emérito de Uruguay, Mons. Miguel Tamayo, que contó sobre los encuentros de Obispos de varias Iglesias promovidos por el Movimiento de los Focolares. En cada una de nuestras “visitas virtuales” tuvimos un momento de diálogo en pequeños grupos, que nos dio la oportunidad de conocernos más y entablar relaciones de amistad con las personas de las diferentes Iglesias”. Pablo, ¿qué momentos relevantes hubo y qué tipo de afluencia se constató? “En el programa del año hubo un momento de oración en coincidencia con el día de Pentecostés (período en el que en el hemisferio sur celebramos la Semana de oración por la unidad de los cristianos) y otras siete Visitas Virtuales a distintas Iglesias el último jueves de cada mes, además de un festival ecuménico de lecturas bíblicas y cantos al comenzar el Adviento. Para la difusión de la iniciativa en las redes sociales y con el objetivo de generar una comunidad ecuménica, abrimos canales WhatsApp, Telegram y Facebook, que en los primeros meses del proyecto alcanzaron a más de 10.500 personas de Ecuador, Perú, Argentina, Venezuela, Colombia, Costa Rica, Honduras y Estados Unidos, además de varias ciudades de México. Dolores, ¿qué les ha dejado esta experiencia? “Hemos quedado sorprendidos por la gran respuesta que esta iniciativa ha tenido y estamos muy contentos por haber hecho un aporte, en nuestra medida, al crecimiento del espíritu de unidad en y entre nuestras Iglesias. Nos damos cuenta de que podemos realizar ya lo que el Concilio Vaticano II proponía en el número 5 de la Unitatis Redintegratio: ‘El empeño por el restablecimiento de la unión corresponde a la Iglesia entera, afecta tanto a los fieles como a los pastores, a cada uno según su propio valor, ya en la vida cristiana diaria, ya en las investigaciones teológicas e históricas. Este interés manifiesta la unión fraterna existente ya de alguna manera entre todos los cristianos, y conduce a la plena y perfecta unidad, según la benevolencia de Dios’ ”.
El 21 de enero de 2022 tendrá lugar en el auditorio de la sede internacional del Movimiento de los Focolares (Rocca di Papa – Italia) la presentación del libro ‘Chiara Lubich en diálogo con el mundo, perspectivas interculturales, lingüísticas y literarias en sus escritos’, editado por la casa editorial Rubbettino. “Los escritos de los autores y autoras definidos ‘maestros del espíritu’ a menudo son “considerados solamente como libros de edificación espiritual (…) ofrecidos al público en versiones antológicas y a las que se suman breves críticas literarias. Pero en realidad a menudo se trata de obras de gran valor literario, testimonio de una lengua viva, creativa y valiente[1]”. Con estas palabras, Anna Maria Rossi, lingüista, docente, colaboradora del Centro Chiara Lubich, introduce al lector dentro de un camino de conocimiento, el que propone el libro “Chiara Lubich en diálogo con el mundo, perspectivas interculturales, lingüísticas y literarias en sus escritos” (editado por Rubbettino) de cuyo texto estuvo a cargo junto a Vincenzo Crupi. Esta obra recoge las ponencias presentadas durante el Congreso homónimo, que tuvo lugar en Trento (Italia) del 24 al 25 de septiembre, con ocasión del centenario del nacimiento de Chiara Lubich. La propuesta de publicar este libro “fue acogida con mucho agrado y sin reservas porque responde perfectamente con la línea de la colección ‘Iride’ de la Editorial Rubbettino, nacida con el objetivo de ‘convertirse en un punto de encuentro para estudiosos italianos y extranjeros que permita responder a una exigencia de información dialéctica’ sobre las mejores producciones en el campo de la crítica literaria, de la lingüística y de la filología” afirmó Rocco Mario Morano, Director de la colección. “El volumen sobre Chiara Lubich -continua- suma a esta área de investigación, el prestigio de la vastedad y profundidad del análisis que se puede encontrar en los ensayos de los 25 estudiosos que, desde distintos lugares del mundo, hicieron fructificar sus experiencias de lectura y su propia sensibilidad y competencias desde varios ámbitos disciplinarios que son su objeto de estudio”. Para describir su experiencia espiritual, Chiara Lubich como autora, agrega Moreno, presta una atención especial al utilizar “modelos de escritura siempre consonantes a la exigencia primaria de comunicar sus impulsos interiores y su pensamiento, impregnado de una elevada espiritualidad y de una gran religiosidad (…). A partir de aquí se deriva además la exigencia de someter sus textos a revisiones continuas para permitir a quien los lee el penetrar los significados más profundos en todos sus matices (…), un refinamiento que no prescinde nunca (…) del deseo vivo y de la alegría inmensa de donar la Palabra como acto de amor a todos los hombres de buena voluntad del mundo entero, independientemente de su credo religioso, político o filosófico”. El libro, que será presentado el 21 de enero de 2022 en la sede internacional del Movimiento de los Focolares, profundiza en la primera parte de la lectura de los textos escritos por Chiara Lubich entre 1949 y 1951, más conocidos como “Paraíso 49”. La palabra, mediante un atento análisis del texto y el estudio detallado del lenguaje místico, transmite el mensaje de una experiencia muy profunda que “mediante imágenes y metáforas -explica Anna Maria Rossi- ofrece elementos para hacer comparaciones intertextuales”. Pero la palabra es también vista como medio que conduce a un ideal, a la unidad. Por eso, la segunda parte del libro analiza escritos de Lubich que revelan su ser “mujer del diálogo”, dirigida siempre al otro, atenta a la dimensión multicultural de sus interlocutores; una mujer capaz de edificar con la palabra, construir abatiendo las diferencias, viviendo plenamente el amor evangélico. Un amor que, incluso en el pasaje de un idioma a otro, mediante la delicadísima tarea de la traducción, prevé la confrontación, el intercambio con el otro, la existencia de una relación entre traductor y autor, como nos explica Regina Célia Pereira da Silva, Docente de Idioma Portugués de la Universidad para Extranjeros de Siena (Italia), especialista en Traducción, Estrategias y Tecnologías de la Información Lingüística: “Las palabras de Chiara no provienen de una simple teoría religiosa, sino que son el fruto de su vida real, concreta, que brota del encuentro con lo divino. Solo si el traductor hace la misma experiencia, del donarse diciendo, logrará comprender tales realidades, viviéndolas, no individualmente, sino en modo colectivo”. Con el fin de donar al mundo una experiencia tan fuerte respetando la voluntad del autor y eliminando toda posibilidad de ambigüedad en el lenguaje, no solo es útil expresarse en la misma lengua, sino que es necesario que el traductor done su idea, se vacíe, esté dispuesto a perderla; y es necesario que se establezca un diálogo entre “autor, traductor y los lectores del texto que -continua Regina Pereira-, y esto presupone una nueva dinámica que es típica de Chiara Lubich (…) la de penetrar en las necesidades del otro para compartirlas y si es posible dar el primer paso. Exige humildad y amor. La relación autor-traductor se injerta en una nueva comunicación basada en la nada que, porque es un vacío, acoge totalmente al otro con su identidad y bagaje cultural. El traductor o el lector entran en el texto, en el autor y adquieren su experiencia que los enriquece”.
Maria Grazia Berretta
[1] Rossi, Anna Maria in Chiara Lubich in Dialogo con il mondo, prospettive interculturali, linguistiche e letterarie nei suoi scritti, a cura di Anna Maria Rossi, Vincenzo Crupi, Rubbettino Editore, 2021, p. 11.
Comienza en el hemisferio norte la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos (18-21 de enero de 2022). Los cristianos de Oriente Medio, que han preparado las propuestas para esta semana, dicen: “El camino nuevo de las Iglesias es el camino de la unidad visible que perseguimos con sacrificio, valentía y audacia a fin de que, día tras día, “Dios reine realmente en todos” (1 Cor 15,28)”. En una entrevista realizada por la TV bávara en 1988 en Montet (Suiza), Chiara Lubich habló precisamente de cómo avanzar en el camino de la unidad de los cristianos. Si hablamos de unidad entre los cristianos, tenemos que pensar que el primer promotor no fue un cristiano de una o de otra Iglesia. Sabemos que es el Espíritu Santo el que empuja a los cristianos hacia la unidad. El programa, antes de estar en nosotros, está en Dios. Entonces, somos realmente personas prudentes y sabias si lo seguimos a Él y lo hacemos escuchando su voz que habla en nuestro interior y nos dice: da este paso, ahora da este otro. Las Iglesias se han situado en estas dos vías: construir la unidad en la caridad, el diálogo de la caridad, típico de Atenágoras y de Pablo VI y, además, el diálogo en la verdad entre las Iglesias, o también entre grupos de Iglesias. Estaría muy bien tener como base el ideal de la caridad, porque mediante la caridad se establece la presencia de Cristo en medio de nosotros. Donde está la caridad y el amor allí está Dios. Y bien, si Él está en medio de nosotros, puede sugerir e iluminar también a los teólogos sobre los caminos que llevan a la unidad y a encontrar una única verdad, una única verdad considerada, quizá, desde muchos puntos de vista. ¿Qué es lo que hace falta? Continuar en esta línea que las Iglesias han tomado, haciendo el diálogo de la caridad; y sobre este, el diálogo en la verdad, de la verdad. Con respecto a la unidad de la humanidad, veo que hay muchos impulsos hacia la unidad y un pequeño impulso es también el nuestro. Lo que pienso es que tienen que derribarse muchas barreras; si caen las barreras muchas cosas se resuelven (…) Si difundimos el cristianismo y lo reavivamos en nuestras Iglesias, si logramos testimoniar mejor a Cristo y difundimos principios cristianos mediante el diálogo con las otras religiones y con los hombres de buena voluntad, seguramente seremos cada vez más uno; Jesús vino a la tierra para construir la fraternidad universal. Pero el final lo conoce solo Dios.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, Una espiritualidad para la unidad de los cristianos, Città Nuova, 2020, p. 122-123)
Donarse y dar lo que más queremos al otro es el gesto más grande que el hombre, saliendo de sí mismo, puede cumplir; es hacer la experiencia de los Reyes Magos que, desde el lejano Oriente, llegaron a la gruta trayendo dones preciosos para honrar al Rey de Reyes.La consecuencia de compartir Soy médico, estoy pensionada desde hace tres años. En los últimos años de mi actividad laboral, antes de la pandemia, desarrollé mi servicio en un centro de vacunación. El trabajo era muy intenso. Estaba bastante cansada y esperaba ansiosamente mi pensión. Con la llegada de la pandemia, y la campaña de vacunación general, se solicitó la disponibilidad de todas las fuerzas necesarias (incluso se convocó al personal médico y de enfermería en pensión), esto suscitó en mí la exigencia de volver al campo, y comprometerme concretamente para contribuir a frenar la ola que nos estaba arrollando. Empecé la campaña de vacunación en un gran centro. Era una empresa desafiante. Como médico me toca hacer la anamnesis de las personas antes de vacunarse y garantizar la idoneidad para una vacuna segura. Se trata de abrir el corazón, además de la mente y los conocimientos científicos y escuchar profundamente a cada persona que tengo delante, entenderla y acompañarla a tomar una decisión consciente sobre lo que es mejor hacer para su bien y el de la colectividad. He podido compartir muchas situaciones dolorosas de enfermedades personales, de historias y sucesos familiares, de temores, ansias, desilusiones, de ideales y proyectos destruidos por la pandemia, de muerte de seres queridos, pero también de alegrías, de esperanza, de liberación, de valentía, de confianza en la ciencia y en la comunidad. Las expresiones que he escuchado que nos dirigen son: “gracias, nos han salvado, nos dan paz… no veía la hora de venir a vacunarme… estoy emocionada… me vacuno no solo por mí, sino por los demás”. Pero la expresión de un señor me dió la medida de lo que puede ser mi servicio a la humanidad. Me dijo: “Yo no soy creyente, pero si Dios existe, lo encontré hoy en usted”. Agradecí a Dios por esta reacción pero sobre todo porque he experimentado la fuerza de la unidad en todo lo que hago y ést es el testimonio del Dios-Trinidad que se manifiesta a través de el “focolar ambulante” que he querido llevar conmigo. (M.P. – Italia) Azúcar y zapatos Una noche, regresando a casa, vi a mis hijas preocupadas; una pariente había venido a pedir azúcar y se había llevado el poco que nos quedaba. Las tranquilicé diciéndoles que ella tenía más necesidad. Pocos minutos después llegó una persona conocida con uan bolsa llena de comida para nosotros, entre varias cosas dentro había el doble del azúcar que habíamos dado. Tiempo después con la primera ganancia que recibimos logramos comprar un par de zapatos para nuestra hija mayor. Un día regresando de la escuela me dijo que pensaba regalárselos a una compañera que tenía los zapatos rotos: “mamá nos ha enseñado que a los pobres les tenemos que dar las cosas mejores” – dijo. Sabiendo cuánto sacrificio nos habían costado, me quedé perpleja pero no sentí que podía contradecirla. Tres días después una señora nos trajo un par de zapatos nuevos del mismo número. Se los había comprado a su hija pero le habían quedado pequeños. Nuestra hija la miró sorprendida y feliz. Desde que tratamos de vivir la palabras de Jesús, experimentamos que Dios es Padre y nos lleva de la mano. (C.E. – México)
A cargo de Maria Grazia Berretta
(tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio del día), Città Nuova, año VIII, n.1, enero-febrero 2022)
La realización de la Asamblea Eclesial de la Iglesia en América Latina es una experiencia inédita, un caminar junto a todo el Pueblo de Dios en un proceso que tuvo su ápice a finales de noviembre pasado, pero que ahora prosigue para actuar las orientaciones prioritarias que emergieron. “Hemos vivido una verdadera experiencia de sinodalidad, en la escucha recíproca y en el discernimiento comunitario de lo que el Espíritu quiere decir a su Iglesia. Hemos caminado juntos reconociendo nuestra poliédrica diversidad, pero sobre todo aquello que nos une y, en el diálogo, nuestro corazón de discípulos ha mirado la realidad que vive el continente, en sus dolores y esperanzas”. Así se expresaron los 885 miembros de la Asamblea Eclesial Latinoamericana y del Caribe, que tuvo lugar del 21 al 28 de noviembre en formato virtual y presencial en México, con representantes de todos los países del continente americano. “El Papa Francisco -dijo Susana Nuin, focolarina uruguaya, coordinadora del Cebitepal, el organismo de la Consejo Episcopal Latinoamericana y del Caribe (CELAM) que se dedica a la formación- el 24 de enero de 2021 inauguró el proceso de esta primera asamblea eclesial, con la indicación de hacer partícipe a todo el Santo pueblo de Dios, es decir a cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, laicos y laicas, involucrando todas las generaciones y todas las culturas”. Ha sido un camino en el que participaron en un tiempo de “escucha” todas las diócesis, las parroquias, las comunidades y los Movimientos. Llegaron 70.000 respuestas colectivas o individuales que conformaron un libro. A partir de este material surgieron las grandes líneas sobre las que se trabajó en distintos grupos. “Según mi parecer -continua Nuin- el de los grupos fue un espacio muy interesante, por el compromiso y el interés de los participantes. Se trabajaron 3 horas seguidas, con mucha libertad de expresión, con deseo de cambio”. “Para mí fue una experiencia de auténtica sinodalidad -interviene Sandra Ferreira Ribeiro, focolarina brasileña, corresponsable del Centro “Uno”, la Secretaría para el diálogo entre cristianos de distintas Iglesias de los Focolares-. Todos los días, en los trabajos de grupo había una pregunta distinta a la que había que responder con base en la temática afrontada en la primera parte de la jornada. En nuestro grupo éramos 14 personas de distintos países, vocaciones y edades, todos conectados a través del zoom. En un primer momento se escuchaba el pensamiento de cada uno, después se trataba de priorizar lo que había emergido, haciendo una síntesis”. Un trabajo intenso y fecundo, intercalado con pausas breves, que incluso a veces se omitían para proseguir el diálogo y así hacer llegar siempre al equipo coordinador alguna reflexión personal. Los medios telemáticos permitieron una mayor participación a pesar de que representaron un límite para el conocimiento recíproco espontáneo, ese que surge en “los pasillos”, en los intervalos y que, también, forma parte de la sinodalidad. Los momentos de oración, muy bien preparados especialmente por los religiosos y las religiosas, expresaron los distintos aportes culturales con símbolos y expresiones musicales basadas en la Palabra. Como en todo camino sinodal también hubo espacio para disentir, para el intercambio de puntos de vista que a veces eran divergentes, pero que en ningún momento llevaron a choques o rupturas. Fue a propósito el no querer realizar un documento final, porque todavía hay muchas cosas que poner en práctica del documento de Aparecida (2007). Además esta Asamblea es solo un paso en el camino emprendido que debe continuar y continuará. Lo que se decidió fue lanzar un mensaje a todo el Pueblo de Dios de América Latina y el Caribe, que contenía los desafíos y las orientaciones pastorales prioritarias, que van desde un nuevo impulso como Iglesia en salida al protagonismo de los jóvenes y de las mujeres; desde la promoción de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural, a la formación a la sinodalidad. Los desafíos incluyen la escucha y el acompañamiento a los pobres, excluidos y descartados, con el fin de redescubrir el valor de los pueblos originarios, la inculturación y la interculturalidad; la prioridad es poner en práctica los sueños de “Querida Amazonia”[1] para la defensa de la vida, la tierra y las culturas originarias y afrodescendientes. Y no por último, prestar mucha atención a las víctimas de los abusos ocurridos en el contexto eclesial y trabajar para la prevención. Entre los invitados, estaba presente el Cardenal Marc Ouelet, prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, el Cardenal Mario Grech, Secretario General del Sínodo de los Obispos, y representantes de las conferencias episcopales regionales, quienes siguieron con mucho interés todo el trabajo. “Ha sido un momento privilegiado el poder encontrar la Iglesia de América Latina -concluye Sandra-. En mi grupo había obispos, sacerdotes, religiosos y laicos. Encontré esa Iglesia precisamente en sus miembros, en las personas que expresaban sus propios anhelos y preocupaciones. Ha sido emocionante ver una Iglesia latinoamericana viva, dinámica y su deseo de llevar la fraternidad, el Reino de Dios; su deseo de llevar realmente Jesús a todos”.
Palmira Frizzera, una de las primeras compañeras de Chiara Lubich, que falleció el 5 de enero de 2022, vivirá en el recuerdo y en la vida muchos -focolarinas, focolarinos, jóvenes, familias- que ha acompañado en su formación en la Mariápolis Foco (Montet, Suiza), la ciudadela de los Focolares en la que vivió durante más de 40 años. Recordamos algunos momentos que marcaron su camino de vida. “Señorita, ya no se puede hacer nada por su vista, sus ojos”. Un diagnóstico gravísimo que recibió Palmira Frizzera del oftalmólogo, algunos meses después de su llegada al primer focolar de Plaza Cappuccini en Trento (Italia). Palmira tenía 18 años cuando había conocido el primer grupo de focolarinas en el 1945. Los problemas a la vista los tenía desde hacía tiempo y ya le habían provocado la interrupción de su sueño de ir como misionera a la India. Pero ahora el problema era más grave. Después de varias visitas a especialistas, ese día había ido a ver un oculista de Trento acompañada por Natalia Dallapiccola, otra de las primeras compañeras de Chiara Lubich. “El médico me auscultó detenidamente -contó Palmira a un grupo de chicas en el 2004- y después dijo: ‘el ojo derecho ya está perdido y el ojo izquierdo está por perderlo’”.
¡Un balde de agua fría! “Apenas dejé el consultorio, todavía en la escalera, estallé en llanto. Lloraba y pensaba: con mis 21 años me quedaré ciega y justo ahora que he encontrado el ideal más hermoso de mi vida, que nadie me puede quitar. Ahora que encontré la alegría de vivir y que la quisiera gritar al mundo entero, tendré que quedarme ciega. Y lloraba”. Llovía y, resguardándose con un paraguas, Natalia la tenía del brazo y la acompañaba en silencio. “En un momento -continúa- me detuve en medio de la calle y le dije: ‘Pero Natalia, ¿Estoy llorando porque perderé la vista? Para ver a Jesús en el hermano no necesito estos ojos, me bastan los ojos del alma y esos, si no lo quiero no los perderé nunca (…). Yo ahora hago un pacto con Jesús y tu serás mi testigo. Si le doy más gloria a Dios con los ojos, que él me los deje, pero si le doy más gloria sin los ojos, que me los quite, porque quiero hacer solo su voluntad’. Después pensé: ¿Jesús en el Evangelio no dijo que es mejor ir al Paraíso sin los ojos que al infierno con los dos ojos?. Desde ese momento no he sufrido más por esto”. “Después le escribí a Chiara Lubich mi experiencia -continúa Palmira-, con alegría, porque estaba feliz, no me faltaba nada”. Mientras tanto se consultan otros especialistas, entre ellos uno que, después de revisarla atentamente le dice que la enfermedad es grave, pero unilateral, había atacado solo al ojo derecho que probablemente lo habría perdido, pero el izquierdo estaba sano y no corría ningún peligro. “ Y sucedió así -sigue Palmiera-. Perdí el ojo derecho, pero con el izquierdo nunca tuve problemas en todos estos años. Se comprende que habría dado más gloria a Dios con los ojos. Y les digo la verdad que con este ojo izquierdo siempre he visto por dos”. Y concluye: “Muchas veces nosotros tenemos miedo de dar algo a Jesús, un afecto, un apego, algo en el estudio. Mientras en cambio, conviene darle siempre todo, porque él no se deja vencer por nuestra generosidad que es siempre poca en comparación a la suya, porque Dios es Amor y él responde siempre con el céntuplo”.
En los años siguientes Palmira tuvo distintas responsabilidades en el Movimiento de los Focolares en Italia. En 1981 Chiara Lubich le pidió de ir, junto a otros focolarinos, a Montet, Suiza, donde estaba naciendo una ciudadela. Tendría que ir solo por tres días a evaluar los trabajos necesarios para la reestructuración. Pasados los tres días los otros partieron y ella se quedó sola, en un departamento de Estavayer, la ciudad vecina. En un momento, le vino el desaliento y un poco de desesperación frente a la grandeza de lo que la esperaba, se arrodilló y recitó el Padre Nuestro. Recuerda: “Cuando llegué a la frase ‘hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo’ la dije en voz alta y me invadió una paz que aun no la he perdido”. Esos tres días se convirtieron en 40 años. Palmira construyó la ciudadela junto a otros, acompañó y formó a generaciones de jóvenes. Con simplicidad y franqueza, sus características salientes, se preguntaba en el 2017: “¿Lo logré? No lo se. Yo he tratado siempre de amar con el corazón para no errar, porque con la cabeza siempre puedo equivocarme, pero si se ama con el corazón, dispuestos a dar la vida, no. Pienso que quien ama, no se equivoca nunca”.
La vida cristiana vivida es luz también hoy día, para llevar los hombres a Dios. Los creyentes, individualmente y como comunidad, tienen que desarrollar una función que Chiara Lubich explica en este fragmento: revelar a través de su vida la presencia de Dios, que se manifiesta allí donde hay dos o tres unidos en su nombre, una presencia prometida a la Iglesia hasta el final de los tiempos. El cristiano no puede huir del mundo, esconderse o considerar la religión como un asunto privado. Él vive en el mundo porque tiene una responsabilidad, una misión ante todos los hombres: ser luz que ilumina. También tú tienes esta tarea, y si no la realizas, tu inutilidad es como la de la sal que ha perdido su sabor o como la de la luz que se vuelve sombra. (…) La luz se manifiesta en las «buenas obras». Resplandece a través de las obras buenas que realizan los cristianos. Me dirás que no solo los cristianos hacen obras buenas. Otros contribuyen al progreso, construyen casas, promueven la justicia… Tienes razón. El cristiano ciertamente hace y debe hacer también todo esto, pero no es esta su única función específica. Debe hacer las obras buenas con un espíritu nuevo, el espíritu que hace que ya no sea él quien vive en sí mismo, sino Cristo en él. (…) Si el cristiano actúa así, es «transparente», y la alabanza que se le dará por lo que hace no le llegará a él sino a Cristo en él, y Dios se hará presente en el mundo a través de él. Así pues, la tarea del cristiano es dejar traslucir esa luz que vive en él, ser «signo» de esta presencia de Dios entre los hombres. (…) Si la obra buena del individuo creyente tiene esta característica, también la comunidad cristiana en medio del mundo debe tener la misma función específica: revelar a través de su vida la presencia de Dios, que se manifiesta allí donde hay dos o tres unidos en su nombre, una presencia prometida a la Iglesia hasta el final de los tiempos.
Chiara Lubich
Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Ciudad Nueva, Madrid 2020, pp. 147-148
Seguir la Estrella que lleva al Niño Jesús y convertirse en peregrinos. Siguiendo el ejemplo de los Magos, este tiempo es una oportunidad preciosa para volver a ponernos juntos en camino dando testimonio, día tras día, al prójimo de la maravilla que habita en esa gruta y viene a hacer nuevas todas las cosas.Lo positivo en el cambio Al repasar la vida de todo un año marcado por la pandemia imprevista, tengo la impresión de estar viendo una película de acción que nos ha desorientado un poco a todos, padres e hijos. Tener que cambiar programas y ritmo de vida a menudo ha sido duro, agotador, pero también es cierto que ha traído un soplo de aire fresco a nuestra familia. De hecho, hemos notado, nuevas posibilidades de relacionarnos, de necesidades que antes no nos importaban. Si con los hijos la fe había resultado ser un tabú, ahora estamos frente a nuestras debilidades, miedos con dimensiones planetarias, a preguntas que antes estaban dormidas. El verdadero cambio, sin embargo, comenzó cuando nos preguntamos el significado de lo que estaba sucediendo. Acostumbrados a tener respuestas a todas las preguntas, esta vez estábamos desconcertados ante lo desconocido. En resumen, nos encontramos más solidarios no solo entre nosotros en la familia, sino que ampliamos nuestra mirada hacia los demás. Nos encontramos considerando a la humanidad como una familia. (R.F. – Francia) Amor circulando entre los presos Soy voluntario en la prisión de mi ciudad, y con otros me ocupo del “Proyecto lectura Città Nuova”, en el que participan muchos internos semanalmente; además animo la misa dominical. Uno de ellos parecía lamentar no poder acercarse a la Eucaristía porque no tenía la formación catequética, así que le propongo prepararlo. Feliz, me agradece y junto con el capellán elaboramos un programa para las lecciones. Algunos otros presos se agregan espontáneamente. A los pocos meses estamos listos y en la fecha elegida para recibir el sacramento, para mi gran sorpresa, la iglesia se llena: los compañeros de sección, que rara vez asisten a los servicios religiosos, vienen a misa bien vestidos. No solo eso: recordando la infancia, se encargan de los cantos, lecturas, oraciones de los fieles. Emocionados como todos nosotros, disfrutan del ambiente familiar que se ha creado, donde nadie se siente solo. (Antonietta – Italia) De rodillas Vive solo en un tugurio sucio, medio paralizado y reducido a piel y huesos. Debe tener un poco más de 60 años, pero parece mayor. A este hombre que durante años había abandonado la fe y los sacramentos, la primera vez que fui a llevarle alimentos y algo de ropa le propuse rezar juntos. Ya no se acordaba del Padrenuestro, solo conocía el Ave María. Cuando me despedía, le pedí su bendición, aunque si yo era más joven que él, extranjero y, a sus ojos, un extranjero rico. Levanté su mano paralizada e hice la señal de la cruz en mi cabeza. Él, ese pobre hombre, me miró con ojos llenos de alegría, sorpresa y lágrimas. La nuestra ahora se ha convertido en una cita semanal. Cada vez decimos algunas oraciones juntos, que han surgido en su mente. Las recita en voz alta. La única posición posible para estar más cerca de él es arrodillarme junto a su cama, y mientras tanto pienso: “Aquí estoy, Señor, de rodillas ante ti”. (L.B. – Tailandia)
Maria Grazia Berretta
(tomado del Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VIII, n.1, enero-febrero de 2022)
Hoy, 5 de enero de 2022, nos dejó Palmira Frizzera, una de las primeras compañeras de Chiara Lubich. Palmira Frizzera nació en Terlago (Trento, Italia), el 9 de abril de 1927. Conoció a Chiara Lubich en 1945 en Trento, en la casa de Piazza Cappuccini, que será el primer focolar. Impresionada por el ideal de la “fraternidad universal” decidió seguirla. En 1947 entró a formar parte del focolar en Trento donde permaneció durante varias años antes de trasladarse a Sicilia, luego a Turín y Roma, siempre en Italia. En la Mariápolis Foco de Montet (Broye, Suiza) vivió durante más de 40 años, donde fue la responsable de la Ciudadela del Movimiento de los Focolares y ocupándose de la formación de las futuras focolarinas. https://www.youtube.com/watch?v=zNDtyrx3GMA&list=PLKhiBjTNojHoPfT9syIwfyLI4sPeqBV0P&index=2
En Parintins, en el corazón de la selva amazónica, inicia el proyecto “Proteger la infancia y la adolescencia” para la prevención de las violencias sobre los menores, dirigido a los chicos, los padres, los educadores y los profesores. https://www.youtube.com/watch?v=87rUNZJ36fA
¿Qué ha dejado en Grecia y en Chipre la visita del Papa Francisco, a un mes de distancia? Se lo hemos preguntado a algunos miembros de la comunidad de los Focolares en esos dos países.Un mes después del viaje de Francisco a Grecia y a Chipre, esta parte del globo sigue estando bajo los reflectores internacionales. Entre las noticias de estos días leemos la historia llena de esperanza de Grace Enjei. Se trata de una joven de veinticuatro años, camerunesa. Gracias a la visita del Papa y la ayuda de la Comunidad de San Egidio, desde esa “no man’s land” (tierra de nadie) de Chipre, Grace llegó a Roma junto con otras diez personas que solicitaban asilo. Pero nos enteramos también de enésimo naufragio en el Mar Egeo, el día de Navidad, en donde perdieron la vida trece migrantes. Grecia y Chipre. Dos países con una población relativamente pequeña (los católicos, además, son una minoría religiosa) pero que son el espejo de las principales crisis globales: las fuertes corrientes migratorias y la crisis financiera, además de la sanitaria. En particular, sufren por las preocupantes influencias de carácter político de sus vecinos turcos. A algunos de la comunidad de los Focolares de ambos países les hemos preguntado qué ha dejado este viaje apostólico, cuáles son los pasos que hay que realizar hacia la paz y hacia una convivencia más humana entre todos. Lina Mikellidou, ortodoxa y responsable de la comunidad de los Focolares de Chipre no tiene dudas: “Cuando el Papa Francisco afirmó que hay que hacer de esta isla ‘un laboratorio de fraternidad’ individualizó claramente el problema. Chipre desde al año 1974 está ocupada por los turcos y la capital Nicosia es la última ciudad europea dividida por un alambre de púa. Los intentos de recomponer esas fracturas no han dado resultados concretos, a pesar del esfuerzo de la comunidad internacional y de las dos partes en los últimos años. Creo que es necesario desarrollar o reforzar plataformas, espacios de diálogo entre las distintas realidades que existen en Chipre, o bien entre cristianos de distintas denominaciones (como armenios, latinos, maronitas y ortodoxos) y también con los musulmanes. Luego, hay que cultivar el espíritu de ‘unidad en la diversidad’ entre las dos Iglesias hermanas, la Católica y la Ortodoxa. Finalmente, está el tema de los migrantes. Esa cantidad de refugiados no es sustentable para nuestro país, tanto desde el punto de vista logístico como económico. Mi pueblo es conocido por su generosidad y por el espíritu de acogida. Se ha hecho mucho ya por los migrantes pero seguramente se puede mejorar, tratando de sensibilizar las conciencias, encontrando fondos y estructuras para hacer que estos hermanos nuestros vivan en condiciones más humanas y dignas”. “El Papa nos ha alentado a tener una nueva mirada –concluye Lina–, una atención viva por temáticas candentes como la de los migrantes y la del diálogo ecuménico. Nos da mucha esperanza la búsqueda de la unidad entre el Papa Francisco y el Patriarca Ecuménico de Constantinopla S. B. Bartolomé. Es una relación fraterna, hecha de gestos concretos y de profundo diálogo”. Alexandros Oshana, joven de Atenas de la comunidad local de los Focolares sostiene que el camino del diálogo ecuménico es largo aún: “En este sentido –afirma– la visita del Papa ha ofrecido la posibilidad de un nuevo inicio. En sus discursos usaba a menudo las palabras ‘unidad’, ‘fraternidad’, ‘diálogo’. El Papa ponía su esperanza en una iglesia inclusiva, abierta a los que sufren. Francisco nos expresó a todos nosotros griegos católicos al 100%, nuestra intención de estar cerca de los hermanos ortodoxos y de sentirnos ante todo cristianos”. Teniendo ese propósito, a nadie se le pasó por alto el ejemplo que el Papa Francisco quiso dar en primera persona. Para remarcar que la unidad es posible sólo a través de un completo acto de humildad, él mismo le pidió perdón una vez más al Arzobispo ortodoxo Ieronimos por los errores cometidos en el pasado por los católicos para con los ortodoxos. El mismo Arzobispo dijo que él estaba seguro de que será posible “remover los pesos del pasado, particularmente los que se relacionan con los acontecimientos de la guerra de la independencia griega”. Como signo de fraternidad dijo también que quiere unirse a Francisco “en el enorme reto” que se refiere a la suerte de los migrantes y que quiere emprender “una acción común por el ambiente”.
Lorenzo Russo con la colaboración de la comunidad de los Focolares de Grecia y Chipre
El pasado 1º de enero, con motivo de la 55° Jornada Mundial de la Paz, el Papa Francisco afirmaba en su mensaje que: “Dialogar significa escucharse, confrontarse, ponerse de acuerdo y caminar juntos. Fomentar todo esto entre las generaciones significa labrar la dura y estéril tierra del conflicto y la exclusión para cultivar allí las semillas de una paz duradera y compartida”. También Chiara Lubich en este pasaje nos invita a entablar relaciones de diálogo para llegar a una paz verdadera. Jesús vino a construir relaciones totalmente nuevas entre las personas: entre hombre y mujer, entre chico y chica, entre esposo y esposa, entre padres e hijos, entre profesores y alumnos, entre trabajadores y empresarios, entre empleados y directivos, entre ciudadanos y gobernantes, entre raza y raza, entre pueblo y pueblo, entre Estado y Estado. Jesús quiere construir un nuevo orden social, fundado en la justicia, basado en el respeto y en la verdadera fraternidad humana. Jesús quiere darnos, como individuos y como sociedad, la verdadera paz, esa paz divina que solo Él puede dar. Pero, para que esto suceda, es necesario seguirlo, aunque a primera vista parezca ser tan exigente. Es necesario vivir su Palabra, cada uno en la vocación a la que ha sido llamado.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Palabras de Vida/1, preparado por Fabio Ciardi, Ciudad Nueva, Madrid, 2020, pp. 379-380)
El Papa Francisco, en el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz que se celebra hoy, 1° de enero, lanza una fuerte advertencia a los políticos que invierten en armamento más que en educación. ¿Qué hacer para dar esperanza a los jóvenes y cambiar el rumbo? Le preguntamos al profesor Buonomo, rector de la Pontificia Universidad Lateranense. Hoy, según el Banco Mundial, hay casi 100 millones más de personas que viven en un estado de empobrecimiento debido a la pandemia de Covid-19. Y el gasto militar en el mundo en 2020 a pesar del Covid ha aumentado a casi 2.000 millones de dólares (en el 2019 fue de 1650 millones) según el informe del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri). Datos que llevaron al papa Francisco a enviar un mensaje duro pero esperanzador para la 55ª Jornada mundial de la paz que se celebra hoy 1 de enero de 2022. El Papa propone tres elementos: diálogo entre generaciones, educación y trabajo: instrumentos para construir una paz duradera. ¿Cómo contextualizar este mensaje en los desafíos que vive la sociedad hoy? Le preguntamos al profesor Vincenzo Buonomo, rector de la Pontificia Universidad Lateranense. ¿Cómo se inicia el diálogo entre las generaciones para construir la paz? ¿En qué se basa la confianza hoy en día, dado que tanto la pandemia como el desarrollo de la tecnología han creado tanta soledad e indiferencia? “En primer lugar, el mensaje del Papa presenta el diálogo no sólo como un objetivo de las relaciones entre generaciones, sino como un método. Y creo que este es el aspecto más importante que se puede observar y es el aspecto que también nos permite poder hacer del diálogo un instrumento eficaz para la paz, porque muchas veces vinculamos el elemento del diálogo solo con la posibilidad de comunicar. En realidad, el diálogo presupone algo más: hay un pacto entre las generaciones, un pacto en el que la palabra dada tiene su propio significado. Muchas veces hemos hecho del diálogo sólo una herramienta técnica y no algo que compartimos y que por tanto se convierte en un método o una acción diaria”. La instrucción y la educación en los últimos años se consideran gastos más que inversiones. Y el gasto militar ha aumentado. ¿Qué medidas deben tomar los políticos para promover una cultura del “cuidado” en lugar de la “guerra”?“La relación entre el educador y el educado es una relación que debe construirse en el día a día sobre la base de renuncias de ambos. Este tipo de metodología educativa también debe servir a las grandes cuestiones a las que se enfrenta la humanidad. El problema de la carrera armamentista y, por tanto, de la sustracción de recursos para otras áreas, es sobre todo la vinculación de las armas a un concepto de poder. Entonces, a través de la educación, debemos intentar hacer funcionar los valores compartidos. Este es el aspecto que destaca el mensaje del Papa, porque si hay valores compartidos, la paz, por ejemplo, se convierte en una forma de superar el conflicto. Pero el conflicto se supera eliminando armamentos, entonces es un concepto que luego va en cadena”. El trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso y es un factor para preservar la paz. Sin embargo, la precariedad y la explotación laboral han aumentado con la pandemia. Entonces, ¿qué se puede hacer para dar esperanza a los jóvenes para luchar contra la precariedad y la explotación? “El trabajo no es simplemente un elemento que garantiza la paz social como se dice tradicionalmente. El trabajo es algo que garantiza la paz. Si falta el requisito del trabajo, falta la educación, falta la relación intergeneracional, falta el diálogo. Porque del trabajo la persona no solo se sustenta, sino que también expresa su dignidad. Esto lo encontramos en el magisterio de la Iglesia y del papa Francisco, que lo ha subrayado varias veces. En consecuencia, hoy los políticos, o más bien los que tienen responsabilidad, los llamados ‘tomadores de decisiones’, deben hacer del trabajo una prioridad y no uno de los muchos puntos de la agenda política. Creo que las generaciones más jóvenes necesitan no solo un trabajo, sino un trabajo que sea capaz de expresar su cualificación y sobre todo que les haga sentirse protagonistas en las decisiones sobre el trabajo. Por tanto, el elemento que une las tres voces – diálogo, educación, trabajo – es la palabra pacto. El pacto entre generaciones, el pacto educativo, el pacto del trabajo: esta es la palabra clave que los pone en función de la paz. Porque de lo contrario serían tres elementos dispersos y no conjugados entre sí”. Haga clic aquí para leer el mensaje del Papa para la 55ª Jornada mundial de la paz.
Ha iniciado una recaudación de fondos extraordinaria para apoyar a las poblaciones de Filipinas afectadas por el súper tifón Odette-Rai entre el pasado 16 y 17 de diciembre. A continuación, encontrarán todas las indicaciones para el envío de contribuciones a través de las ONG Acción por un Mundo Unido (AMU) y Acción para Familias Nuevas (AFN). “Hace poco que he regresado a Italia desde Cebú y también he recibido noticias esporádicas a través de Messenger –cuenta Alessandra Emide, directora de los programas de Fundación Bukas Palad Cebú– porque en este momento no es fácil acceder a Internet en esas zonas. Los mayores daños se han dado en las islas Visayas, el archipiélago en el centro del país cuya capital es Cebú”. Diez días después, las cifras del súper tifón Odette-Rai, como ha sido llamado, son realmente impresionantes: según el principal coordinador humanitario de Naciones Unidas en Filipinas, Gustavo González, desde que la tormenta azotó el Archipiélago, alrededor de 2 millones de personas se han visto afectadas por la catástrofe y al menos 300 han muerto, pero se teme que esta cifra aumente, porque no todas las víctimas han sido reportadas oficialmente; las inundaciones son muy extensas y los deslizamientos de tierra que han arrasado viviendas son muchísimos. Con unas 300.000 personas evacuadas mientras el súper tifón azotaba las regiones centrales de Filipinas, las necesidades inmediatas y prioritarias incluyen alimentos, agua potable, refugio, combustible, kits de higiene, medicamentos y servicios de protección. Alessandra agrega además que el principal problema son las líneas eléctricas completamente destruidas con el consiguiente bloqueo de la red hídrica. La gente tiene que hacer largas colas para conseguir agua y la falta de electricidad dificulta muchísimo las comunicaciones, los transportes y los suministros. En los supermercados se están agotando los artículos de primera necesidad, la gasolina escasea y el precio se dispara; sin mencionar los enormes daños que han sufrido las casas, muchas de las cuales han sido destruidas. “También el centro de los Focolares en Bukas Palad, en la isla de Cebú, donde trabajo –prosigue Alessandra– ha sufrido daños: vidrios, puertas y ventanas rotas, árboles caídos y, a pesar de ello, alberga a algunas familias que lo han perdido todo. Las autoridades locales dicen que hará falta un mes para comenzar a restaurar la electricidad y el agua, mientras tanto estamos tomando medidas para hacer llegar a las familias contenedores de agua potable, linternas solares y baterías recargables, arroz y alimentos de larga duración”. Giò Francisco cuenta que, junto con los socorristas, también los Jóvenes por un Mundo Unido de Filipinas (Y4UW) han concentrado sus esfuerzos en cuatro de las seis regiones más afectadas, incluida la provincia de Cebú, donde se encuentra Bukas Palad. Hasta ahora, los Jóvenes por un Mundo Unido han recaudado fondos para suministrar cientos de paquetes de comida y agua a las familias de las áreas más inaccesibles. Se trata de primeros auxilios que, sin embargo, no serán suficientes. “Las familias tendrán que recuperarse –dice Giò Francisco– y trabajar, especialmente los muchos que dependen de la agricultura y de la pesca. Las barcas de los pescadores han sido destruidas. Los agricultores han perdido sus cosechas. Basta pensar que una ciudad, famosa por sus plantaciones de plátanos, ha visto desaparecer hasta la última planta. La Coordinación de Emergencia del Movimiento de los Focolares ha lanzado una recaudación de fondos extraordinaria en apoyo de las poblaciones filipinas afectadas y para sostener la reconstrucción. Es posible donar a través de las siguientes cuentas corrientes: Azione per un Mondo Unito ONLUS (AMU) IBAN: IT 58 S 05018 03200 000011204344 . Banca Popolare Etica Código SWIFT/BIC: CCRTIT2T Azione per Famiglie Nuove ONLUS (AFN) IBAN: IT 92 J 05018 03200 000016978561 . Banca Popolare Etica Código SWIFT/BIC: CCRTIT2T84A Motivo: Emergencia por tifón en Filipinas
Una iniciativa que conjuga las ganas de hacer con las múltiples necesidades que existen en el mundo. Es el deseo que en 2016 generó “Milonga”, un programa de voluntariado internacional intercultural y fraterno.Una nueva oportunidad, una propuesta renovada para llevar ayuda donde sea necesario. Es la misión que aún hoy, después de 5 años, lleva a cabo “Milonga“. Nacida del aporte de Nueva Humanidad, Jóvenes por un Mundo Unido y Uniredes Latinoamericana de organizaciones sociales inspiradas en el carisma de la unidad, con la colaboración de Sociedade Movimento dos Focolares-Brasile, Sumà Fraternidad y Promoción Integral de la Persona, esta plataforma de voluntariado internacional es el resultado de un deseo muy sentido por los jóvenes de experiencias sociales globales. Los primeros voluntarios partieron en 2016 para Bolivia y Brasil. Posteriormente, más de 200 jóvenes siguieron sus pasos, cruzando fronteras para ofrecer su tiempo, su talento, su profesionalidad. Una pequeña pero importante contribución para superar las desigualdades en el mundo. Pero, ¿qué tiene de distintivo “Milonga” en comparación con otros programas de voluntariado? Para Virginia Osorio, integrante uruguaya del Equipo de Coordinación, “Milonga” fue la oportunidad de conectar en red a diferentes actores y así generar un sistema de cooperación internacional diferente, que ponga en el centro la fraternidad, en el que el servicio se fortalezca por la interculturalidad y la formación a una ciudadanía global y local, tejiendo lazos no sólo de norte a sur, sino en todas direcciones.” Los jóvenes de entre 21 y 35 años colaboran en sinergia con el trabajo de las ONG que cada día se empeñan en las distintas periferias del planeta. Marco Provenzale, italiano, dice: “Por eso el programa toma el nombre de un baile latinoamericano de raíces africanas y juega con las siglas ONG: Mil ONG en acción”. Las comunidades y ciudadelas del Movimiento de los Focolares también se han sumado a esta iniciativa como espacios significativos de acción y formación para jóvenes motivados y deseosos de comprometerse con la problemática social. En estos cinco años, “Milonga” ha visto cuánto este camino ha marcado la vida de muchos jóvenes. “La experiencia que tienen entre ellos refleja el papel que juegan como ciudadanos del mundo -prosigue Virginia Osorio-, y los anima a actuar a nivel local, allí donde nace el sufrimiento”. A los muchos que se han ofrecido como voluntarios en los últimos años, durante la pandemia ha habido más de un centenar que han realizado una experiencia intercultural virtual. Esta posibilidad permitió apoyar acciones como la recaudación de fondos, ayuda a los niños en edad escolar, preparación de exámenes, práctica de diferentes idiomas y mucho más. Antonela, joven argentina, hizo un voluntariado virtual en Brasil y ahora se prepara para finalmente hacerlo en persona: “Antes no participaba en cosas de este tipo. Hoy, sin embargo, si no hago algo concreto, me siento vacía. Esta nueva conciencia me fue transmitida por la experiencia que hice con Milonga .”
En la Encarnación los ojos de Dios le revelaron a María que su pequeña y frágil humanidad servía a Su diseño de salvación. El Adviento puede ser para todos nosotros la oportunidad para volver a empezar a vivir la experiencia más bella, sentirnos mirados por Dios y dejarnos conducir por Él, como hizo con María, para después profundizar cada día con una alegría profunda en el corazón y un canto de alabanza en sus labios.Volver a vivir Un amigo, comprometido en la reinserción de los exconvictos le propuso a nuestra comunidad religiosa que acogiera a uno de ellos por algunos meses, poco después del final de su pena. Pietro, así se llamaba, demostró ser un experto en el mantenimiento de infraestructuras e incansable a la hora de reparar todo lo que era necesario. Una verdadera bendición para nosotros que, no contamos con muchos medios económicos y tampoco tenemos mucho tiempo para dedicarnos a ellos. Un día después de la cena, mientras estábamos en el jardín, Pietro empezó a abrirse: “Estoy agradecido con ustedes no sólo por la hospitalidad recibida, sino por su respeto hacia mí. Los exconvictos a menudo son considerados como apestados y la gente los mantiene a distancia. A pesar de que la inclusión sería la única medicina capaz de sanar ciertas heridas”. Antes de irse nos dejó una tarjeta: “Gracias. Ahora puedo regresar a la sociedad porque sé que también yo tengo algo para aportar”. (F. de O. – Italia) Como el hijo pródigo Cuando un vagabundo llamado A. se abrió conmigo y me contó cómo había terminado en ese estado de miseria, tuve la impresión de volver a ver en él al hijo pródigo de la parábola, en su afán por rescatar su libertad. Ante mi propuesta de regresar donde sus familiares, su primera reacción fue de rechazo, imposible decirles a ellos el nivel al que se había reducido. Solo la idea de presentarse ante sus hermanos y hermanas, todos exitosos y con una vida realizada, aumentaba su humillación. Sin embargo -él lo recordó en ese momento- ellos no habían dejado de amarlo y esperarlo. No dijo más y se quedó en silencio. A. volvió a aparecer después de algunos días. Esta vez me pedía ayuda para comprar el boleto aéreo y regresar a su patria. Sin dudar le di la suma necesaria. Después de no mucho tiempo recibí noticias de su parte: “Era como me había dicho. La alegría de volver a abrazarme fue el verdadero regalo que le podía dar a mi gente. Gracias por recordarme por qué estoy aquí”. (J.G. – España) De la mano Debido a un ictus se me quedó paralizada la parte izquierda del cuerpo. De golpe mi vida cambió. También me afligía todo el caos que esto procuraba en la pequeña empresa que recién había abierto, en la dinámica de mi familia, en mis hijos adolescentes. Me tuve que ejercitar mucho para aceptar este nuevo estilo de vida. Sin embargo, mientras se derrumbaba un mundo, veía abrirse dimensiones que había descuidado y no había sabido apreciar antes, como la vida de fe. De hecho, hacía años que no rezaba. Reconocía que estaba ahí la causa de mi fragilidad, y me resultó espontáneo volver a rezar, no con las palabras aprendidas en el catecismo, sino dialogando. Volví a aprender a conversar con Dios. Mientras tanto proseguía el tratamiento. A un cierto momento la recuperación de todas las funciones a nivel motor me tomó por sorpresa. Ahora que estoy en convalecencia, puedo afirmar que el amor de Dios quiso sumergirme en la vida en un modo pleno y no superficial. Me ha dado una mano y yo me aferré a ella. (D.A. – Argentina)
A cargo de Maria Grazia Berretta
(Tomado de “Vangelo del Giorno” (El Evangelio del día), Città Nuova, año VII, n.4, noviembre-diciembre
En este periodo de Navidad, la Palabra de Vida de diciembre de 2021 nos invita a vivir palabras dedicadas a María: “Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor” (Lc 1,45). También el texto que sigue está dedicado a la Madre de Dios. En el mismo, Chiara Lubich nos invita a tener, como María, una disponibilidad total a creer y poner en práctica lo anunciado de parte del Señor. En María hay un vínculo estrecho entre fe y maternidad, como fruto de la escucha de la Palabra. Y Lucas aquí nos refiere algo que tiene que ver también con nosotros. Más adelante, en su Evangelio, Jesús dice: “Mi madre y mis hermanos son los que escuchan la Palabra de Dios y la ponen en práctica” (Lc 8, 21). Casi como anticipando estas palabras, Isabel, movida por el Espíritu Santo, nos anuncia que todo discípulo puede volverse “madre” del Señor. La condición es que crea en la Palabra de Dios y la viva. (…) María, después de Jesús, es la que mejor y más perfectamente supo decir “sí” a Dios. Esta es, sobre todo, su santidad y su grandeza. Si Jesús es el Verbo, la Palabra encarnada, María, por su fe en la Palabra, es la Palabra vivida, siendo criatura como nosotros, igual a nosotros. El rol de María, como madre de Dios, es excelso y grandioso. Pero Dios no llama solo a la Virgen a generar a Cristo en sí misma. Si bien de otra manera, todo cristiano tiene un rol semejante: el de encarnar a Cristo hasta repetir, como San Pablo: «Ya no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí (Gal 2, 20). Pero ¿cómo hacerlo realidad? Con la actitud de María hacia la Palabra de Dios, es decir, con total disponibilidad. Creer, por tanto, con María, que se verificarán todas las promesas contenidas en la Palabra de Jesús y, afrontar como María, si fuera necesario, el riesgo del absurdo que a veces su Palabra comporta. Grandes o pequeñas, pero siempre maravillosas, son las cosas que le suceden a quien cree en la Palabra.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, a cura di Fabio Ciardi, Opere di Chiara Lubich, Città Nuova, 2017, pag. 610-612)
Acoger al Niño Jesús en la fría cueva de nuestro corazón; dar hospitalidad a aquella Luz que no había encontrado lugar en otro sitio y decidió brillar sobre nosotros, haciendo nuevas todas las cosas. En pocas palabras, Igino Giordani nos narra la Navidad. Jesús nació en un establo para mostrarnos que puede nacer también en nuestro corazón, que es un lugar no muy distinto. Y cuando nace en nuestro corazón, como en la cueva, los ángeles se levantan a cantar, la luz brilla en la noche, y la paz llueve sobre la tierra. Jesús, con su Navidad, inició una Revolución: sacó al hombre de los establos y lo elevó a las estrellas. Esclavo del más fuerte, hizo de él un hermano, un igual. No se puede reducir todo a canciones y velitas. No puede uno burlarse de Dios. El Padre nuestro en el Cielo reclama el pan nuestro en la tierra. Está claro: permanece la acción de quien quiere nuevamente esclavizarnos; volver a quitarnos la libertad. Y esto con distintas formas de presión (…). Desvanece la libertad y desvanece la caridad: y de ese modo se vive según la carne, y en vez de servidores voluntarios de nuestro hermano, nos convertimos en sus explotadores. En cambio, esta es la ley, esta es la justicia: tratar al hermano como me trato a mí. Servicio recíproco, donde justicia y caridad son una cosa sola. Son Dios que vive en nosotros: el Verbo – la Razón – que se encarna entre nosotros, y hace que sobre los establos florezcan las estrellas.
La presidente de los Focolares, en un encuentro con los gen, los jovenes del Movimiento, ha dirigido a todos un saludo para las proximas fiestas. https://www.youtube.com/watch?v=AFPn8FRLduE
Lorna Gold, presidente del Movimiento Laudato Si’, y Martin Palmer, fundador y presidente de Faith Invest, explican de qué manera las grandes religiones pueden ser una fuerza impulsora de la sociedad civil en lo que se refiere a cambio climático. Durante la conferencia COP26, los líderes religiosos presentes participaron en varios eventos que fueron ocasiones para conocerse y dialogar. Entre éstos, un evento que se realizó en la Mezquita y otro que tuvo como anfitrión al Movimiento de los Focolares. Martin Palmer (Inglaterra) ha transcurrido toda su vida laboral comprometiéndose con las principales religiones de todo el mundo en lo relativo a cuestiones ambientales. Ello empezó en 1986, cuando el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo –que era presidente internacional de World Wildlife Fund (WWF)– le pidió que reuniera a los representantes de cinco de las principales religiones del mundo para examinar la forma en la que en estos credos entendían su lugar en la naturaleza. Crearon un programa completo para inducir a las religiones a que colaboraran con los principales grupos ambientales, la ONU, el Banco Mundial y otros organismos. Lorna Gold es vicepresidente del Consejo del Global Catholic Climate Movement y presidente del Movimiento Laudato Si’. Coordina el trabajo de éstos respecto de la acción por el clima que realizan las comunidades de fe y llevó adelante una acción para que la Iglesia Católica en Irlanda y a nivel global desinvierta de los combustibles fósiles. En nuestras entrevistas, hablamos de muchos temas que se referían a la COP26, a la crisis climática y a la situación actual… Naturalmente, no fue posible incluirlo todo en el servicio transmitido por la Conexión. Por ejemplo, Martin Palmer nos habló del período especial que estamos atravesando; nos dijo: “Pienso que estamos en el ápice de un gran cambio. El gran cambio es que en lugar de esperar a que sean los gobiernos los que den el ejemplo, es la sociedad civil, son los jóvenes y los ancianos quienes lo hacen. Trabajo en ello desde hace 40 años. Pienso en el ascenso de las organizaciones femeninas, que simplemente no estaban en 1997. Pienso en el rol de los indígenas, pienso en el rol de las comunidades de fe, del mundo de las ONG y del mundo de la educación. Veo que ahora estamos en un momento de transformación. Todavía sigue habiendo muchas personas que piensan que si protestamos, podemos influir sobre los gobiernos… Debo decir que yo no lo creo”. “Las religiones se están encontrando con el mundo financiero, con el mundo de la educación y están diciéndoles: ¿cómo podemos crear una colaboración? Allí donde tenemos el dinero, podemos influir. Tenemos las estructuras. Tenemos los medios para generar un cambio…”. Luego tuvimos un intercambio muy interesante con Lorna Gold acerca de lo que ella definió “ansiedad de clima”, y dijo: “Pienso que es algo que todos afrontaremos, en una medida u otra, porque una vez que aceptas que hay una crisis climática y que no todo será tan “color de rosa” en el futuro –como habríamos querido– la perspectiva de un mundo unido está bastante lejos; si el cambio climático no puede resolverse… “(…) Trato de gestionar esta ansiedad. Una manera es transcurrir tiempo con la naturaleza. La naturaleza es una gran sanadora. Estar al aire libre, meditar en la naturaleza y encontrar a Dios en la creación. Te hace entender que la naturaleza es bastante resiliente. La vemos volver a generarse a nuestro alrededor”. “Verdaderamente, creo que este momento que estamos viviendo es una crisis, pero también puede ser un kairós. Un kairós, como dice el Papa Francisco, es una oportunidad, un momento oportuno para pensar, para convertirnos, para sufrir en nosotros esa profunda conversión ecológica y empezar a movernos en una dirección distinta.” https://www.youtube.com/watch?v=CYuJpSFYyM8
Chiara Lubich en este pasaje nos invita a compartir con el prójimo lo que le falta para tener una vida digna. Es el mejor modo de prepararnos a la Navidad que festejaremos dentro de pocos días. La conversión del corazón, que se necesita para ir al encuentro de Jesús, no consiste en palabras bonitas o impulsos sentimentales, sino en hacer la voluntad de Dios y sobre todo, en amar a nuestro prójimo, en solidarizarnos concretamente y compartir con él cuando carece de lo necesario, nuestros bienes: comida, vestido, alojamiento, asistencia, etc. Es lo que Jesús enseñará más tarde. La vida cristiana, de hecho, no consiste principalmente en largas oraciones y penitencias agotadoras; no requiere cambiar de trabajo o profesión –a menos que esta sea mala en sí misma– sino vivir, en la actividad y en el estado de vida al que pertenecemos, el amor al prójimo. “El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, que haga lo mismo”. (Lc 3,11). (…) Estamos en el mes en el que se celebra la Navidad. La Navidad para la Iglesia no es una simple conmemoración de un acontecimiento pasado, sino que es la celebración de un misterio siempre presente, siempre actual: el nacimiento de Jesús en nosotros y en medio de nosotros. ¿Cómo prepararnos entonces para la Navidad? ¿Qué hacer para que Jesús nazca o renazca en nosotros y en medio de nosotros? Amando concretamente. Estemos atentos para que nuestro amor al prójimo no se detenga en declaraciones o en sentimientos, sino que siempre pase a la acción a las obras pequeñas o grandes.
Chiara Lubich
(Chiara Lubich, en Parole di Vita, preparado por Fabio Ciardi, Opere di Chiara Lubich, Cittá Nuova, 2017, pag. 422-423)
Se ha inaugurado el 6 de noviembre de 2021 el ciclo de clases del nuevo curso de la Universidad Popular Mariana (UPM) del Movimiento de los Focolares, cuyo título es este año “Donde el hombre está solo con Dios: la conciencia”. Catherine Belzung, experta en neurociencia, y Emanuele Pili, docente, relatores de la segunda lección, responden a algunas preguntas.“La conciencia es el núcleo y el sagrario del hombre, en donde él se encuentra solo con Dios, cuya voz le resuena en la intimidad”. Las palabras que leemos en la Constitución Pastoral Gaudium et Spes inspiran el título del nuevo curso de la UPM (Universidad Popular Mariana) de los Focolares, pensado para el año académico septentrional 2021-2022: “Donde el hombre está solo con Dios: la conciencia”. Un espacio “santo” es el de la conciencia moral, como explicó Renata Simon, co-responsabile para el aspecto de la sabiduría y el estudio del Movimiento de los Focolares, durante el primer encuentro de este recorrido, el 6 de noviembre de 2021: “La conciencia no encierra al hombre dentro de una impenetrable soledad, como en una celda aislada, sino que lo abre al llamado de Dios”. Analizar el tema en sus varias implicancias y en el contexto de la espiritualidad de la unidad, reflexionar sobre la capacidad de actuar según la responsabilidad de cada uno de entrar en diálogo consigo mismo y con esta voz, son sólo algunos de los objetivos que este curso se propone alcanzar. Un gran reto sobre todo en el mundo actual, como nos explican Cahterine Belzung, experta en neurociencia y docente del Departamento “Imagerie et Cerveau” de la Universidad François Rabelais de Tours (Francia) y Emanuele Pili, profesor adjunto en el Departamento de Teología, Filosofía y Ciencias Humanas del Instituto Universitario Sophia. Ambos serán relatores durante el segundo encuentro programado para el 18 de diciembre de 2021 cuyo tema es: La conciencia en un mundo plural, distintas perspectivas. La clase tratará los aspectos psicológicos relacionados con la conciencia moral, introduciendo de alguna manera la cuestión de la libertad y de sus posibles condicionamientos, materia de reflexión durante el tercer encuentro. “Cada uno de nosotros se encuentra ante la situación de tener que escoger según una serie de valores, y ello lo vemos en varias perspectivas disciplinarias –explica Catherine Belzung–. Lo que varía a menudo son los conceptos y el lenguaje utilizado. En las neurociencias hablamos de ‘mecanismos para tomar una decisión’, en otros campos se habla de ‘conciencia moral’. Hay que construir un diálogo para entender si las varias palabras utilizadas corresponden a un concepto común”. En la acción ¿estamos condicionados neurológicamente o somos libres?“Somos personas completamente libres –afirma Catherine Belzung–. Algunas investigaciones han sido mal interpretadas e identifican al hombre como un títere en las manos del propio material genético y del propio cerebro. En realidad nosotros no estamos determinados por nuestra biología”. Entender qué es lo que obstaculiza poderse escuchar y escuchar la voz de Dios en una realidad ruidosa como la que vivimos, pareciera ser el verdadero problema. “El tiempo en que vivimos –explica Emanuele Pili– es tan ruidoso y frenético que, a veces, se crea como una capa sofocante alrededor de nuestros deseos más íntimos y auténticos. El hecho que la tecnología está omnipresente y todo lo invade cambia el proceso a través del cual se forma la identidad personal. Por lo tanto, el reto de escuchar nuestra interioridad es efectiva y no simple de afrontar”. ¿Cómo salir de este callejón cerrado?“Lo más importante, creo, es encontrar la forma de perforar la capa que tiende a obstaculizar la posibilidad de entrar en uno mismo – prosigue Emanuele Pili–. Considero que mucho pasa por descubrir –ayudados también por la experiencia de la pandemia– las relaciones verdaderas y simples, vividas en su dimensión corpórea y emocional, capaces de dejar a un lado superficialidad y mediocridad. (…) Redescubrir la interioridad y el deseo que la inspira es el juego serio de la normalidad de la vida. Tal vez hoy perforar la capa que no nos permite acceder a la interioridad pasa también, y sobre todo, por saber escuchar este grito, a veces mudo o sofocado, del que los jóvenes, en el bien y en el mal, son el más vivo y eficaz testimonio”.