Entrevista a Lucas, un voluntario “de los buenos”

 
Una charla a fondo con Lucas Aguirre de Avellaneda (Buenos Aires). Discapacitado, en silla de ruedas y coherente con su vocación de Voluntario de Dios de los Focolares.

Hace unos días viajé a Buenos Aires para compartir un fin de semana con los Voluntarios de de allí. Fueron dos días muy simples y profundos a la vez, que nos permitieron avanzar en el conocimiento mutuo e intercambiar vivencias en lo que respecta a nuestro compromiso.

20150530_170515(0)
Lucas Aguirre junto a Pablo Loyola

Me encontré particularmente con una persona que me impactó muchísimo. Ya lo conocía, pero nunca había tenido la oportunidad de compartir mucho tiempo con él. No hablaba mucho, pero cada vez que lo hacía era para transmitir luz. Comentarios oportunos, profundos y sobre todo bañados del carisma de la unidad en su expresión más pura. A lo largo de los años ocupó distintas funciones: fue responsable de un núcleo (así llamamos los grupos de voluntarios), y en al actualidad forma parte del núcleo “operativo” (el encargado de coordinar) de la parte sur de Buenos Aires.

Lamentablemente a mi oído aún le cuesta un poco entender sus palabras, cosa que otros ya han superado ampliamente. Pero no me parecía una buena idea que esa imposibilidad de “charlar” con él fuera un impedimento para conocerlo más y sobre todo, que todos también lo conozcan.

Es así como a través de Facebook le pedí a mi querido hermano Lucas Aguirre si me permitía hacerle una especie de “entrevista”. Le avisé que las preguntas no iban a ser fáciles, a lo cual contestó con su incisivo sentido del humor “y yo no te avisé que cobro…”.

He aquí este pequeño intercambio. Un gracias gigante a Lucas, ¡un Voluntario de los buenos!

– ¿Cómo vive Lucas Aguirre el “salir” que el Papa Francisco y el Movimieto nos piden hoy? Es decir, ¿cuál es tu aporte para llevar Dios al mundo, tanto en tu trabajo como en el Instituto de Rehabilitación al que concurrís?

– Pienso que antes de hablar de hoy vuelvo un minuto a mi juventud. Como dije en el encuentro con vos, 25 años atrás (Tengo 54) no tenía pudor en hablar de Dios, la revolución del Amor; y eso que estábamos en plena dictadura pero no me importaba. En la actualidad no hablo, pero va conmigo a todas partes, y veo el resultado siempre. En la sonrisa de los internados, en la respuesta de los saludos que muchas veces cuesta. En los profesionales que ya saben cuál es mi movimiento católico, y tenemos una hermosa relación.

Lucas 2– ¿En qué trabajas?

– Como empleado administrativo, desde casa, desde que volví por segunda vez de la Mariápolis Lia, estuve allí Enero 1983 y Frebrero 1984. El trabajo es así, mi papá me trae las facturas y yo las paso al Iva compra y luego via mail se las envío al contador, es una Estación de Servicio. También hago los pedidos, Ingresos Brutos. No manejo las manos, pero Windows tiene incorporado un sistema que convierte el teclado numérico, en ratón.

– Vos decías que ahora no hablas tanto de Dios. Por otro lado decís que ves el resultado de su compañía siempre, ¿te acordás alguna experiencia de esto?

– Si. Acá te la transcribo:

Quiero contarles como trato de vivir la Voluntad de Dios en mi vida. He pasado pruebas difíciles y estoy atento a lo que Dios me pide en el presente. Como cada uno de ustedes no me privó de nada. De chico no comprendía el porque de mi situación, tuve que llegar a la adolescencia y conocer este estilo de vida para revertir en parte todo el dolor que sentía. Sufrí operaciones cruentas, con muchas expectativas para mi recuperación, que fallaron. Igual sigo esperando, y será así si es su Voluntad.

Cercano a los 25 años me enamoré, no fui correspondido, sufrí pero no fue un dolor, Dios me hizo sentir lo que es amar a una mujer y fue hermoso. Acompañado por mi silla de ruedas ingresé al mundo del discapacitado, donde se nombra poco a Dios y allí experimenté el ser uno con El. Dándome sin esperar recompensa pero recibiéndola en abundancia.

Lucas en una foto de grupo durante un encuentro en el Centro Mariápolis de José C. Paz
Lucas en una foto de grupo durante un encuentro en el Centro Mariápolis de José C. Paz

¿Y en este mundo? donde se habla también poco de Dios y los discapacitados tenemos poca cabida ¿Cuál es la Voluntad de Dios? Desilusiones, luchas internas, dialogar para que desaparezcan las trabas que existen, etc. Y yo corriendo con ventaja, porque sé que su voz me habla siempre y sabe mis necesidades. A veces pienso que no me escucha, pero no es así, me va dando todo lo que es bueno para mí según sus tiempos.

Como ven hasta el día de hoy este es el plan de Dios sobre mi, le pido fortaleza y sabiduría para seguir reconociéndolo en cada momento y como María decirle “Si” a su Voluntad.

– ¿Cómo tratas de amar en la rehabilitación?

– Escuchando a cada uno, amándolos. Viendo a Jesús en ellos.

– ¿Por qué Lucas eligió ser Voluntario?

– Alrededor del 88/89 pasé a la rama de los Voluntarios, yo venía de una hermosa experiencia con los gen, los jóvenes. Me costó el cambio, no tanto en lo espiritual sino en hacerle ver a los muchachos que mi discapacidad es física y por tal ser tratado no como aparento, un chico, sino como soy, una persona adulta con límites propios de mi enfermedad, tengo parálisis cerebral de nacimiento, pero solo eso. Sé que todos lo hacen por amor, pero yo también por amor trato de hacerles ver esta realidad y me sigue costando mucho.

Siento, espiritualmente, que es una vocación hermosa. Llevar a Dios al mundo con mi vida, tratando de no hablar. A veces, lo logro, otras no; pero con la misericordia de él, puedo recomenzar siempre y eso me da la fuerza para seguir adelante. La vida de núcleo es fundamental, ese focolar “temporario”, como siempre digo, es una necesidad semejante al momento de la misa.

Tuve varios cambios de núcleos, pero siempre es empezar de nuevo y esto me gusta, conocer a nuevas personas, poder entrar en el alma de cada una solo Dios nos regala esta gracia, como también que me conozcan como soy.

Entrevista de Pablo Loyola

Normas(500)