La cuarentena nos tiene “al trote”

De una Religiosa de clausura de la Ciudad de Neuquén (Argentina).
La verdad que todo lo de la pandemia es muy preocupante, sobre todo lo que le sucede a los mas pobres, los que no tienen nada. Acá, a casa, siempre se acercan los que no tienen siquiera una casa, y nosotras rezamos comunitariamente mucho por ellos. Te cuento que antes de que se haya declarado la cuarentena, aquí tenemos dos hermanas que se encargan de hacer las compras y sabíamos de un caso dudoso acá en Neuquén, que no se sabía si tenía coronavirus o no, y queríamos tomar precauciones, entre ellas comprar barbijos, pero supimos que estaban carísimos, muy caros. Y nos dimos cuenta que si nosotras no lo podíamos comprar, imagínate los que no tienen nada, porque dentro de todo los religiosos nunca somos pobres del todo, porque siempre Dios nos provee. Entonces nos pusimos en marcha y tratamos de asesorarnos bien con una médica que conocemos para hacer nosotras barbijos, para ver los materiales, que fuerandescartables y que dentro de nuestras posibilidades sean seguros, y comenzamos a hacerlos.

Primero hicimos 500, para la gente de las chacras de los alrededores que no tenían posibilidades de adquirirlos, y la gente podía venir y retirarlos al convento. Después cuando ya se declaró la cuarentena obligatoria ya hubo más escasez de barbijos, alcohol en gel, etc, del sistema público de Neuquén nos empezaron a proveer materiales para confeccionar para la Salud Pública, no solo barbijos, también para elaborar la ropa descartable para los médicos y el personal de salud, así que acá la cuarentena nos tiene “al trote” a las Carmelitas de Neuquén, con bastante trabajo, pero ofreciendo y palpitando con nuestro corazón al lado de la gente. La verdad que esto ha sido una gracia gigante para nosotras, para mantenernos bien cercanas al pueblo. Esta es nuestra manera de vivir la cuarentena, un tiempo de gracia para nosotras y para mi.

La compra en el supermercado

De Cecilia y Patri del focolar de Resistencia, Chaco, Argentina.
El primer día de la Asamblea de la zona recibimos el mensaje de un vecino nuestro que vive a cinco cuadras de casa, diciéndonos que su familia entraba en cuarentena, porque su esposa es médica y en su lugar de trabajo se detectaron seis casos de coronavirus, por lo que les estaban haciendo los análisis, pero mientras tanto debían estar en aislamiento. Enseguida le escribimos que rezábamos por ellos, pero el domingo por la mañana nos dimos cuenta de que era necesario ofrecernos para hacerles las compras o lo que necesitaran, en este momento que están viviendo. No tenemos auto, así que con el changuito y con abundante alcohol nos fuimos al supermercado con la lista que nos pasaron. Llegamos a la casa, con prudencia, dejamos en el hall de entrada los víveres y un pequeño regalo, maíz para hacer pororó que teníamos en el focolar. Nos saludamos rápido, pero contentas… luego volvimos a participar de las conexiones de la Asamblea. A las 21 del domingo recibimos un mensaje de ellos: el examen de coronavirus dio negativo.

Los cuadraditos de Betty¹

Analia Maezo, Salta, Argentina
En este tiempo de quedarnos quietos no podemos dejar de lado la solidaridad. Les cuento que mí amiga Betty Ríos tiene una disminución visual y una condición delicada de salud. Pero eso no le impide tejer cuadraditos para hacer mantas para bebés recién nacidos de los hospitales de Salta. Colabora con Mantitas Salta hace varios años y esto la llena de entusiasmo cada día cuando pasa muchas horas tejiendo en forma solidaria.

1. Extractado de: Coronavirus en positivo https://www.facebook.com/groups/214207876329109/?ref=nf_target&fref=nf