Movimiento de los Focolares

Jesús Abandonado: monumento de la perfección

Amar a Jesús en su abandono en la cruz significa amarlo en los dolores y en las renuncias que comporta la atención al prójimo. Este es un verdadero camino hacia la perfección en la vida cristiana, como nos comunica Chiara Lubich a través de su experiencia. […] Para animarnos cada vez más en el camino de nuestra santificación colectiva […] creo que les gustará conocer una reciente experiencia espiritual mía. Como tal vez saben, estoy dedicando unos días del mes […] a profundizar [un] punto fundamental de nuestra espiritualidad: […] Jesús Abandonado, clave de la unidad. Este tema me impactó tan profundamente, me pareció tan interesante y atrayente, que me sentí motivada a vivirlo inmediatamente en el momento presente, casi olvidando el compromiso de vivir la tensión a la santidad. O sea, me puse a amar a Jesús Abandonado abrazándolo en las distintas circunstancias en que se presenta. Pero precisamente en estos días, durante la meditación de la mañana, he vuelto a encontrar aquellas que san Juan de la Cruz llama «las doce estrellas» de la perfección. O sea: amor a Dios, amor al prójimo, castidad, pobreza, obediencia, paz, silencio, humildad, mortificación, penitencia, coro y oración. Las conocía bien; es más, habiéndolas meditado una y otra vez, me las sabía incluso de memoria. Pero en estos días no pensaba en ellas en absoluto, sino solo en amar a Jesús Abandonado. Y he aquí la sorpresa, una gozosa sorpresa, un luminoso redescubrimiento: al volver a leer estas doce estrellas durante la meditación, me he dado cuenta de que mi amor a Jesús Abandonado las había hecho resplandecer todas, las doce, un poquito más en mi alma. Había amado a Dios un poco más, porque había amado a Jesús Abandonado, que es Dios. Había amado más al prójimo, porque, por amor a Jesús Abandonado, me había esforzado en «hacerme uno» con todos. Había mejorado en la castidad, porque el amor a Jesús Abandonado nos lleva a mortificarnos. Igualmente en la pobreza, porque por Él había tratado de cortar cualquier apego. La obediencia, porque por Él me había esforzado en hacer callar a mi yo, para escuchar [la voz de Dios que nos habla interiormente]. Amando a Jesús Abandonado en los dolores pude mantener la paz; amándolo guardé mejor el silencio, mortificando palabras inútiles. Aumentó la humildad al morir mi yo que el amor a Jesús Abandonado produce. Y lo mismo la mortificación y la penitencia. Estuve más atenta al «coro», que para nosotros es la oración junto con los demás del focolar; y también la oración personal fue más plena. En resumen, todo fue mejor solo por el amor a Jesús Abandonado. Yo sabía que Jesús Abandonado es –como nosotros decimos– un monumento de santidad. Pero todavía no había experimentado, con tanta evidencia, que vivirlo significa verdaderamente tender con fruto a la santidad. […] Hoy no puedo desearles nada mejor salvo que también ustedes hagan esta experiencia. ¡Prueben! Ámenlo en los dolores, en las renuncias, al morir para hacerse uno con cada prójimo.  […] ¡Que Jesús Abandonado llegue a ser todo para nosotros! Y nuestra santidad colectiva estará asegurada.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 16 de junio de 1982) Cf. “Jesús Abandonado y las doce estrellas de la perfección”, en: Chiara Lubich, La Vida un Viaje, Ciudad Nueva 1994, pp. 54-56.  

Pascua, una renovación de todos nosotros

Aunque la emergencia del coronavirus aún continúa, la Pascua es una oportunidad para pasar de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz a través del amor al hermano. La fuerza de la solidaridad y de la fraternidad universal nos ayuda a mantener viva la esperanza de un mundo más unido. Son los deseos pascuales de la Presidente de los Focolares, Margaret Karim y de muchas personas de todo el mundo. Vea el vídeo con subtítulos en italiano, inglés, español, francés y portugués. https://youtu.be/2BVukpY5b5s

Para ser un pueblo de Pascua

Queridísimos: Se acerca Pascua, la fiesta más grande del año, y con ella la Semana Santa, desbordante de los misterios más preciosos de la vida de Jesús. Estos misterios se recuerdan sobre todo el jueves, el viernes, el sábado santo y el domingo de Resurrección y representan para nosotros otros tantos aspectos centrales de nuestra espiritualidad. […] Entonces, ¿qué podemos vivir en el aproximarse la Semana Santa y durante esos benditos días? Pienso que si vivimos la Pascua, es decir, si dejamos vivir al Resucitado entre nosotros, tenemos el mejor modo de vivirlos todos. Para que el Resucitado resplandezca entre nosotros, debemos amar a Jesús Abandonado y estar siempre -como decimos nosotros- “más allá de su llaga”, donde la caridad es reina. Luego, es ella la que nos impulsa a ser el Mandamiento Nuevo en acción; la que nos impulsa a acercarnos a la Eucaristía, […]es la caridad la que nos lleva a vivir la unidad con Dios y con los hermanos. Así, todos juntos seremos, realmente ese “Pueblo de Pascua” que a alguien le pareció entrever en nuestro Movimiento. (1)

Chiara Lubich

https://vimeo.com/529522295 (1) Conexión CH, Sierre, 24 de marzo de 1994

Un viaje vivo de profundización de la fe

Un viaje vivo de profundización de la fe

Es el camino hacia la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2023. Las respuestas de una joven de los Focolares que colabora en la realización del evento. La próxima Jornada Mundial de la Juventud tendrá lugar en Lisboa, la capital de Portugal, en 2023 sobre el tema “María se levantó y fue rápidamente” (Lc 1,39). La pandemia deja preguntas abiertas, pero el trabajo preparatorio se ha puesto en marcha hace tiempo. Mariana Vaz Pato, una joven del Movimiento de los Focolares, forma parte del equipo local que colabora para la realización del evento.

la cruz de la JMJ

El lema de la JMJ elegido por el Papa recuerda el “sí” de María a Dios y su prisa por visitar a su prima Isabel, como narra el Evangelio. ¿Qué significa esto para los jóvenes de hoy, especialmente en estos tiempos de pandemia? “Este tema, en primer lugar, nos muestra una acción “María se levantó”. Podemos entender que el Papa nos desafía a salir de nuestra zona de confort, a levantarnos e ir al encuentro del otro. En segundo lugar, tenemos el “sí” de María a Dios, que nos sirve de ejemplo para decir nuestro “sí” y salir en misión. El Papa lanzó el tema en el 2019, antes de que existiera esta pandemia. En este momento, el tema elegido puede parecer contradictorio con lo que estamos viviendo, pero nos dice que la pandemia no puede ser un obstáculo para seguir a Dios, que hace posible lo que parece imposible”. Se exhorta a los jóvenes de todo el mundo a identificarse con María. Es un modelo elevado: ¿cómo podemos inspirarnos en ella en nuestra vida diaria? “En Panamá, el Papa dijo que María es la “influencer” de Dios y que en su sencillez dijo su “sí”, convirtiéndose en la mujer más influyente de la historia. Es cierto que transformar el mundo es una misión ambiciosa, pero María supo hacerlo con sus virtudes. Si seguimos su ejemplo vamos por buen camino”. ¿En qué momento se encuentran con la preparación del evento? ¿Cuántos jóvenes se esperan? “Dadas las circunstancias es difícil de predecir. El logo se lanzó en octubre, la ceremonia de presentación del símbolo se llevó a cabo en noviembre y el himno se lanzó recientemente. También se desarrolló un itinerario de catequesis para que la JMJ no sea solo un evento sino un camino vivo de profundización de la fe. No sabemos cómo será el mundo en 2023, pero los equipos están trabajando para hacer de este evento un momento decisivo en la vida de los jóvenes y para la renovación de la Iglesia y la sociedad”. Algunos jóvenes del Movimiento de los Focolares están involucrados en este trabajo preparatorio… “La Iglesia se está organizando en comisiones que preparan el programa y se encargan de los aspectos logísticos. Como Movimiento estamos presentes en estas comisiones con jóvenes, focolarinos, parejas y personas del Movimiento parroquial, con diversas tareas: desde la Pastoral de juventud a la comunicación con las comunidades locales y el Movimiento parroquial en Portugal, y luego la comunicación con la región de Europa occidental y con los centros juveniles del Movimiento. Esta experiencia es un desafío, con todos los imprevistos de estos tiempos, pero también es un alegría descubrir el aporte que podemos dar como Movimiento y, sobre todo, poder hacer este camino junto a la Iglesia”. Claudia Di Lorenzi  

Mae Sot: entre Tailandia y Myanmar para ayudar a los más pobres

Mae Sot: entre Tailandia y Myanmar para ayudar a los más pobres

A pesar de los violentos enfrentamientos en Myanmar prosigue la ayuda de la comunidad de los Focolares “Gota a gota” para dar testimonio de la fraternidad universal en medio de la pandemia y la revolución. Referimos noticias del viaje que hicieron los focolarinos de la zona a principios de marzo (las actividades se realizaron siguiendo la normativa Covid prevista en el país). Todavía hoy Myanmar vive una revolución que empezó el pasado 22 de febrero bajo el nombre ‘22222’. Este país, conformado por grupos étnicos diferentes y rico de bellezas naturales y de materias primas, de 1947 al 2010 vivió la guerra civil más larga de la historia de la humanidad. Entre las varias revoluciones intentadas está la del 8 de agosto de 1988 denominada ‘8888’ (con miles de muertos) y la del 2007, la ‘revolución azafrán’ por el gran número de monjes budistas que iniciaron la protesta y que perdieron la vida. En los enfrentamientos de 1988 miles de personas empezaron a emigrar a la frontera con Tailandia, precisamente a la provincia de Tak, a la pequeña ciudad de Mae Sot, después a Mae Hong Song, y también más al sur, hacia Kanchanaburi. Hoy, después de 32 años, todavía hay nueve campos de refugiados con millones de birmanos que trabajan en Tailandia. Los focolarinos presentes en la zona desde 1988 empezaron a ayudar a muchos jóvenes conocidos algunos años antes en Rangoon y en Bassein. “Nuestro contacto con ellos -cuenta Luigi Butori, focolarino que vive en Ho Chi Min en Vietnam y que desde hace años viaja a estas zonas -se remonta a cuando el Padre Justine Lewin, un sacerdote vinculado a los Focolares, llegó a Mae Sot para ayudar a esta gente que vivía no sólo en los campos de refugiados, como el de Mae La que era el más famoso, donde había 50 mil personas, sino también en la pequeña ciudad de Mae Sot, esparcida en los campos, a menudo en las cercanías de las fábricas donde trabajaban, o en los sembradíos de maíz. Eran los primeros años del 2000 cuando empezamos a encaminar pequeños proyectos en el campo de Mae La y poco a poco también en la ciudad de Mae Sot, el objetivo era dar de comer y vestir a la gente”. En el 2011 nació un puente de solidaridad entre Italia y Mae Sot. La comunidad de los Focolares de Latina en Italia central, junto con algunos alumnos de la profesora Maria Grazia Fabietti, empezaron a hacer algo para ayudar a los niños y a las personas que viven en la frontera entre Tailandia y Myanmar. “Para los 50° cumpleaños de uno de estos amigos italianos, Paolo Magli, se recogió dinero para ayudar a estos grupos de la etnia Karen (una población que escapó de Birmania durante los conflictos y que durante años se vieron obligados a vivir como refugiados en la frontera entre Myanmar y Tailandia), en el campo de refugiados de Mae La pero sobre todo fuera -explica Luigi-. Fue el inicio de Gota a Gota. Hoy día a través de este proyecto se ayuda a más de 3300 personas en tres países del sudeste asiático y se colabora también con la asociación Charis de Singapur para ofrecer una ayuda a quien se ve afectado por la pobreza, la soledad, la enfermedad y también por la pandemia. Vietnam, Tailandia y Myanmar representan para nosotros la ‘posibilidad de amar concretamente’, hay personas que han conocido el espíritu de la fraternidad universal y hoy hacen todo lo posible para ayudar al excluido, al marginado, al rechazado, al enfermo y al solo”. Gota a Gota ayuda a todos, a personas de la etnia Karen, Bama, Kachin, Thai Yai, y a los Xtieng y Hmong en Vietnam pero también a musulmanes indigentes que están en contacto con el focolar de Bangkok. A principios de marzo los focolarinos fueron a Mae Sot con una buseta llena de alimentos, tela, juguetes y otras cosas, como presenta el vídeo que podrán ver (las actividades se realizaron siguiendo las normas Covid del país). Los donativos llegaron de parte de musulmanes, budistas, cristianos y de tantas personas en contacto con el focolar. “Cada uno es un hermano y una hermana -prosigue Luigi-. Queremos vivir una de las páginas más bellas escritas por Chiara Lubich, la fundadora de los Focolares hace muchos años: “Señor, dame a todos los solos, siento que mi corazón late por toda la soledad que hay en el mundo entero*’’. El último proyecto que ha nacido es para ayudar a seis mamás abandonadas en Mae Sot con sus quince niños. “Les hemos hecho llegar dos máquinas de coser y 15 Kg de tela de algodón para poder cortar y coser, para fabricar camisas, faldas y pantalones para quienes tienen necesidad -cuenta Luigi-. Es una alegría y una fiesta ver cómo las personas se ayudan entre ellas. La fraternidad universal es una realidad que toma cuerpo, día tras día, y Gota a Gota representa esto precisamente”.

Lorenzo Russo

https://youtu.be/xv5W3hxZInc * Meditación: “Señor dame a todos los solos” de Chiara Lubich – septiembre de 1949

Ahora al cien por cien

Amar a Dios y amar al prójimo cuando se está bien, es bastante fácil. Pero cuando se está mal, también físicamente, puede convertirse en un enorme reto. Chiara Lubich propone un programa de entrenamiento, para prepararse bien, un programa que también prevé el fracaso. Como todos sabemos, nuestro Ideal se puede definir con una sola palabra: amor. El amor es toda nuestra vida. El amor es el alma de nuestra oración, de nuestro apostolado, de todas las expresiones de nuestra existencia El amor es también la salud de nuestra vida spiritual individual, igual que el amor recíproco es nuestra salud como comunidad, como Cuerpo místico de Cristo. En efecto, cuando amamos estamos bien, íntegros, delante de Dios, tanto si disfrutamos de la integridad física como si estamos enfermos. Pero amar cuando estamos sanos es fácil: es fácil amar a Dios y a los hermanos. Amar cuando estamos enfermos, es más difícil. […] [Quisiera] hacerme y hacerles una pregunta: ¿Es justo tal vez que quien se encuentra en unos momentos tan difíciles de su vida terrenal viva con tanto empeño el enlace de su alma con Jesús Abandonado, y nosotros, que tenemos quizás más salud física, vivamos con mediocridad nuestra tensión a la santidad? ¿Debemos dejar siempre que Dios permita que nos enfrentemos a pruebas especiales, de esas que parecen quitarnos el respiro, para que nos decidamos a amarlo enteramente? […] Entonces […] no podemos perder el tiempo. Todos tenemos al Espíritu Santo en el corazón y sabemos lo que nos pide y sus indicaciones. Es Él quien nos dice: aquí hay que amar a Jesús Abandonado, en un dolor por ejemplo, o en una dificultad. En esta ocasión hay que preferirlo en una virtud, en el amor fraterno por ejemplo; en esa otra hay que elegirlo en un aspecto de la Obra, de la Iglesia, o de la humanidad… Tenemos que hacer el propósito de amarlo día a día, siempre, […] al cien por cien. Y […] repetir antes de cada una de nuestras acciones: «Por Ti». Además, si nos asustase una vida así, […] recordemos lo que Jesús nos recomendó: «A cada día le bastan sus problemas» (Mt 6, 34). Ocupémonos, pues, del rostro de Jesús Abandonado de hoy, de cada momento; mañana tendremos otras gracias. Así iremos acumulando días plenos, totalmente consagrados a Él, y con ellos construiremos nuestra santidad. Si sucede que fallamos, si traicionamos, si nos bloqueamos, sabemos que más allá de todas estas circunstancias está su rostro. Que cada noche podamos respondernos a nosotros mismos, o mejor, a Jesús  que en el fondo del corazón nos pregunta cómo ha ido el día: «Bien, al cien por cien». […] Al abrazar a Jesús Abandonado al cien por cien, el Resucitado resplandece en nosotros y entre nosotros y da testimonio. […]

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 16 de enero de 1986) Cf. Chiara Lubich, Juntos en camino, Ciudad Nueva Argentina, 1988, pp. 137-139.  

Nuestra aventura en Huaycán

Nuestra aventura en Huaycán

En la periferia oriental de Lima, en Perú, la comunidad de los Focolares asiste cada día a personas que viven en la extrema pobreza, compartiendo alimentos, ayuda material, alfabetización y experiencias evangélicas. Huaycán, está ubicada en la perifería Este de Lima (Perù). De los 200.000 habitantes, el 90% son inmigrantes de los  Andes, huyendo de la pobreza. Conservan sus tradiciones y su lengua, el quechua, el antiguo idioma de los incas. En las partes altas de los cerros, viven personas en la pobreza extrema. Sus viviendas con piso de tierra y de un solo ambiente (las camas junto a la cocina), carecen de agua potable, luz, desagües… Son, en su mayoría, vendedores ambulantes. Algunas mujeres son limpiadoras de casas y algunos hombres ayudantes de construcción o recolectores de chatarra. La comunidad de Lima, miró y eligió esa “llaga de Cristo” para amarla con predilección. “Llegamos a Huaycán –recuerda Elsa– alrededor del 1998, cuando con Tata, Carmen, Mary y Milagros llevamos la Palabra de Vida a una comunidad cercana al “Colegio Fe y Alegría”, de las Hermanas franciscanas. Luego se unieron Elba, Mario, Lula, Yeri, Fernando y Eury, Cristina… Íbamos a las partes altas de los cerros y compartíamos con los más pobres las experiencias del Evangelio vivido. Padecían enfermedades, violencia familiar, promiscuidad, desempleo, droga, hambre…”. “Nos sentábamos sobre piedras –cuenta Elba–. Luego, entrando en confianza, sacaban sus sillas. En el invierno, nos invitarnon a sus humildes habitaciones. Allí conocimos a Olinda, la cocinera del Colegio, quien nos abrió su casa para reunirnos. Una hermosa persona que fue nuestro punto de referencia local. La muerte de su hijo, primero, y luego la suya repentina nos causó mucho dolor”. Para aliviar las necesidades, la comunidad de Lima impulsó varias iniciativas: ayudas materiales, sostén educativo de los niños, formación y alfabetización de los adultos, apoyo psicológico, seguimiento y ayuda sanitaria, venta de ropa usada … “Cada año celebramos juntos la Navidad, el Día de la Madre, organizamos paseos y, algunos, participan de las Mariápolis anuales –recuerda Mario–. Una pareja, luego de prepararse, se casó durante una de las Mariápolis, presentes sus 5 hijos y los familiares. Un hecho que marcó sus vidas, como la de tantos que se encontraron con Dios Amor.” “Con la pandemia –sigue Cristina–, muchos perdieron el trabajo y no tenían para dar de comer a sus hijos. Nos organizamos con algunas familias para procurar los víveres necesarios y distribuirlos entre los más necesitados. Una mujer puso en función un horno, que tenía inactivo, para producir pan. De marzo a junio, distribuímos 140 canastas de víveres y 12.720 panes. Conocimos la más pobre comunidad “Granja Verde”, necesitada de un comedor donde preparar alimentos. Nos organizamos: ellos ofrecieron un terreno, colocaron el piso de cemento. Nosotros, la cocina con los utensilios necesarios y un tanque de 2.500 litros de agua potable. El comedor se inauguró el 15/11/2020 y comenzó a operar al día siguiente. Hoy se producen 100 menús diarios. Sabemos, como nos recuerda el Papa Francisco, que si nos olvidamos de los pobres, Dios se olvidará de nosotros. Huaycán, llaga de Cristo, es nuestra predilecta y nuestra gran oportunidad para obtener la bendición de Dios”.

Gustavo E. Clariá

Evangelio vivido: la fraternidad universal

Considerar “hermanos todos” – como dice el Papa Francisco – nos ayuda a ampliar nuestros horizontes. “Den y se les dará” El Padre David, de Kenia, cuenta: “ayudaba a un chico refugiado pobre, que había conocido durante la misión en el campo de refugiados Kakuma, en el noroeste de Kenia, pagándole la escuela. Pero después de un tiempo ya no tenía dinero para mantener este apoyo; por lo que le expliqué esta dificultad y nos despedimos. Después de un tiempo este chico mandó a través de las redes sociales un mensaje pidiendo nuevamente ayuda, sentí mucho dolor por no poder ayudarlo. Entonces decidí vender una vaca que tenía en la casa de mis padres, para pagarle la escuela. Él estaba muy feliz de poder finalmente volver a clases. En la nueva parroquia donde vivo desde hace casi un año, un día los parroquianos decidieron venir a visitarme porque supieron que mi papá no estaba bien de salud. Entre los regalos que me trajeron había tres vacas. No podía creerlo, me parecía que era Dios quien me quería repetir sobre todo las palabras: “una medida buena, apretada, remecida y rebosante, vaciarán en vuestro regazo”. Padre David, Kenia “Para mis hermanos en Líbano” Después de la catástrofe del 4 de agosto de 2020 en Beirut (Líbano), me pregunté qué podía hacer para ayudar a aquella tierra tan sufrida. Después de algunos días iba a ser mi cumpleaños: 40 años. Mi familia y mis amigos querían hacerme una fierta, por lo menos con una cena. Pensé que era la ocasión ideal para ayudar a la población libanesa. Así que le pedí a todos los invitados a la cena que no me dieran regalos sino que contribuyeran con mi proyecto de ayuda a Beirut.  Al final de la velada quedé sorprendido al contar el dinero recogido: ¡buenos 600 euros! Nunca pensé que iba a llegar a esa cifra, también porque eran pocos los invitados a la cena debido a las restricciones por el Covid-19. Pero este gesto desencadenó una reacción entre mis amigos: Emilia para su graduación dio lo recaudado para otro proyecto, Francisco para su cumpleaños hizo una adopción a distancia, y después también los chicos del barrio, sabiendo de nuestra iniciativa por el cumpleaños, ¡destinaron las ganancias de una venta de material de reciclaje que hicieron siempre para Líbano! Gratuitamente han recibido, gratuitamente den… es en esto en lo que creemos fuertemente, siempre, cuando recibimos y cuando damos. L., Ischia (Italia) “De un sándwich al céntuplo para los pobres” Un día estaba en un restaurante, esperando para comprar un sándwich; tenía dinero sólo para comprar uno. Saliendo del negocio, vi a una señora que miraba a todos los que comían. Me di cuenta de que tenía hambre y que estaba esperando que alguien le ofreciera algo de comer. Tomé mi sándwich y se lo di. Pensé dentro de mí, siempre puedo comer algo más tarde. Estaba feliz. Después la llevé a la frutería y le pregunté al verdulero si le podía dar fruta y que se la pagaría al día siguiente porque en ese momento no tenía dinero. El verdulero le dio con gusto no sólo una fruta sino una bolsa llena, gratis. Estaba feliz viendo como un pequeño sándwich  se convertía en una cadena del céntuplo. Mumbai (India)

Lorenzo Russo

 

Solidaridad con el pueblo de Myanmar

Solidaridad con el pueblo de Myanmar

Declaración conjunta de SIGNIS, Pax Christi Internacional y el Movimiento Focolar en solidaridad con el pueblo de Myanmar SIGNIS, la Asociación Católica Mundial para la Comunicación, escucha el clamor del valiente pueblo birmano que se resiste, sin violencia, al golpe militar en Myanmar que anula una elección legítima y democrática. Lo expresamos de la mano de Pax Christi International y sus miembros en la región Asia-Pacífico, quienes en su declaración de febrero sobre el “Estado de Emergencia” en Myanmar expresaron serias preocupaciones sobre la situación en el país. Asimismo, el movimiento internacional de los Focolares se une a nosotros en solidaridad con el pueblo birmano. Todos los días, personas valientes, de los cuales muchos son jóvenes, regresan a las calles para protestar pacíficamente, incluso mientras los soldados los golpean y disparan. Como símbolo de su protesta, conforme a la costumbre birmana, se puede escuchar un signo de la justa ira del pueblo hacia los militares, en el golpe firme y constante de ollas y sartenes para protegerse de los espíritus malignos. Hemos sido testigos de la detención arbitraria de miembros del gobierno democráticamente electo, así como de líderes civiles y religiosos que han participado en la larga lucha del pueblo birmano por la democracia. Dado que la información veraz es fundamental en una democracia, rechazamos la campaña de desinformación del ejército de Myanmar, que busca justificar sus acciones. Pedimos la total garantía de los derechos humanos y el debido proceso de los periodistas arrestados por compartir noticias e información sobre lo que está sucediendo en el país, y exigimos su derecho a la libertad de prensa. Deploramos el autoritarismo extremo que consideró oportuno pisotear la constitución de la nación, y que en los hechos permitió una democracia limitada al tiempo que mantuvo gran parte del poder político en las élites de las fuerzas armadas. A pesar de enormes desafíos, Myanmar estaba dando sus primeros pasos hacia la democracia, generando en sus ciudadanos la esperanza de un nuevo futuro. Esta esperanza debe restaurarse. Sobre todo, escuchamos la voz del pueblo de Myanmar: este golpe se trata esencialmente de derrocar su voluntad. En última instancia, no se trata de eliminar a los oponentes políticos o al supuesto orden público, sino que suprime años de paciente trabajo por los derechos fundamentales de los ciudadanos y aplasta los sueños de construir un país libre y democrático. Como organizaciones católicas, nos unimos al Papa Francisco y a los líderes civiles y religiosos de todo el mundo que han condenado el golpe y piden un “diálogo significativo” para restaurar la democracia. Además, nos unimos a otras organizaciones para exigir:

  • La liberación de Aung San Suu Kyi y de otros funcionarios y líderes detenidos.
  • Que los militares dejen de utilizar la violencia y la detención arbitraria de manifestantes pacíficos y de periodistas.
  • Justicia y rendición de cuentas por las acciones violentas cometidas por el ejército contra el pueblo rohingya y contra otras minorías étnicas, así como la prevención de tales crímenes y abusos en el futuro.
  • Que miembros de la comunidad internacional, especialmente en la región de Asia-Pacífico, presionen al régimen para que dimita y restablezca la democracia, y no utilicen esta crisis para sus propios intereses geopolíticos.

Hacemos un llamado a los miembros de SIGNIS, Pax Christi International y el movimiento de los Focolares de todo el mundo para ser eco del llamado del pueblo birmano, informando en medios de comunicación locales y nacionales sobre la situación, e instar a sus gobiernos a tomar acciones diplomáticas firmes. oponerse al golpe y ayudar a devolver la democracia a Myanmar. Nuestra misión como organizaciones es promover la paz. Así, nos unimos al Arzobispo de Yangoon, Cardenal Charles Maung Bo, presidente de las conferencias episcopales asiáticas, cuando afirma: “La paz es posible. La paz es el único camino. La democracia es la única luz en ese camino”. Descargue la declaración aquí  

Fijar la brújula

La elección de amar a Jesús en su abandono en la cruz y  de preferirlo a cualquier otro amor, se convirtió para Chiara Lubich en una especie de brújula que orientaba su vida y la liberaba de muchas preocupaciones. […] Hemos observado que la llamada a seguir a Jesús Abandonado de un modo radical no se hizo una sola vez, es decir, cuando inició el Movimiento. En efecto, de vez en cuando, durante estos años, Jesús nuevamente nos la fue subrayando con acontecimientos o consideraciones especiales. Así me sucedió a mí en 1954. […] Por primera vez un focolarino era ordenado sacerdote. Yo tenía que ir de Roma a Trento  para asistir a la ordenación sacerdotal de don Foresi realizada por el arzobispo de esa ciudad. Como yo no estaba bien de salud, se pensó que hiciese la mayor parte del viaje en avión. Apenas subí, una azafata muy amable, para facilitarme el viaje me invitó a pasar a la cabina del piloto. Estando en ella, enseguida me impresionó el magnífico panorama que se podía observar: amplio, completamente despejado, a través de la cabina toda de cristal. Pero no fue el panorama lo que más me impactó espiritualmente. Fue más bien una somera explicación del piloto sobre lo que es importante para conducir un avión. Me dijo que para hacer un viaje directo y seguro era necesario, ante todo, fijar la brújula en el punto de llegada. Y después, a lo largo del trayecto había que vigilar que el avión no se desviara nunca de la ruta establecida. Al escuchar esta explicación, surgió inmediatamente en mi espíritu un paralelismo entre lo que es un viaje en avión por este mundo y lo que es el viaje de la vida: hoy diría el “Santo Viaje”. Me pareció comprender que también para este era necesario fijar desde la salida la ruta con precisión, el camino de nuestra alma, que es Jesús Abandonado. Después, a lo largo de todo el trayecto, hacer solo una cosa: permanecerle fiel. Sí, el camino al que Dios nos llama a todos nosotros es solo este: amar a Jesús Abandonado siempre. Esto significa abrazar todos los dolores de nuestra existencia. Significa amar, adecuando siempre nuestra voluntad a la suya. […] Amar a Jesús Abandonado significa conocer la caridad; saber cómo hay que amar a nuestros prójimos (como hizo Él, hasta el abandono) Amar a Jesús Abandonado siempre, significa poner en práctica todas las virtudes, que en aquel momento Él vivió de modo patente y heroico. […] Creo poder afirmar que orientar la brújula de nuestra alma hacia Jesús Abandonado es lo mejor que podemos hacer para continuar y terminar el Santo Viaje, y para recorrerlo también con cierta facilidad. Si el piloto –que pude observar que se movía con libertad– no usa riendas como para manejar un carro, ni volante como en un auto, también nosotros, si orientamos la aguja de nuestra brújula espiritual hacia Jesús Abandonado, no tendremos necesidad de otras cosas para llegar seguros a la meta. Y así como en el viaje en avión no existen las sorpresas de las curvas, porque se viaja en línea recta, ni se encuentran las montañas, porque inmediatamente se sitúa a gran altura, también en nuestro viaje, con el amor a Jesús Abandonado, nos situamos rápidamente en lo alto; no nos asustan los imprevistos, ni sentimos tanto el esfuerzo en las cuestas, porque por Él, las sorpresas, los esfuerzos y los sufrimientos ya están todos previstos y esperados. Fijemos, por tanto, la brújula en Jesús Abandonado y permanezcámosle fieles. ¿Cómo? Por la mañana, al despertarnos, orientemos nuestra brújula a Jesús Abandonado diciéndole “Aquí me tienes”.  Después, durante el día, de vez en cuando echémosle una ojeada: veamos si estamos siempre en línea con Jesús Abandonado. Y si no fuera así, con un nuevo “Aquí me tienes” orientémonos otra vez y el viaje no peligrará. […] Si hacemos el viaje de la vida en compañía de Jesús Abandonado, también nosotros podremos repetir al final la famosa frase de santa Clara: “Vete segura, alma mía, porque un buen compañero llevas en tu camino. Vete, porque el que te creó siempre te ha mirado y te ha santificado”. […]

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 5 de enero de 1984) Cf. Chiara Lubich, Fijar la brújula, La Vida un Viaje, Ciudad Nueva, Madrid 1994, pp. 143-146.  

El testamento de Chiara Lubich: “Sed una familia”

Hoy, 14 de marzo, se cumple el decimotercer aniversario de la muerte de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares. Desde aquel 14 de marzo de 2008, en esta misma fecha, las comunidades de los Focolares esparcidas por todos los continentes se reúnen para recordarla y rezar juntas, recordando el legado que ella confió al Movimiento: “Sed una familia”. «Si hoy tuviese que dejar esta tierra y se me pidiese una palabra como la última que dice nuestro Ideal, diría – segura de ser entendida en el sentido más exacto – “Sed una familia”». https://youtu.be/QKwgvxsUU2E

Hogar para adultos mayores Chiara Lubich

Hogar para adultos mayores Chiara Lubich

Por el compromiso de una pequeña comunidad de los Focolares con los más vulnerables, nace en una ciudad de la Amazonía peruana un Centro para adultos mayor titulado a Chiara Lubich. Hace cuatro años nos vinimos de la Argentina a vivir al profundo Perú. Dentro nuestro el Ideal de la Unidad. Apenas llegamos a nuestro pueblito, Lámud, así se llama, supimos que el Obispo de la Diócesis se encontraba de paso. Corrimos a verlo y le dijimos que éramos de los Focolares. “¡Qué bueno que los Focolares estén en Amazonas!”, nos dijo. Y nos dio su bendición para seguir adelante. Nos pusimos de acuerdo con el Párroco y nos pidió que siguiéramos la Pastoral Social y la Catequesis Familiar de los pueblitos que conforman la parroquia. Así tomamos contacto con la realidad social: salíamos a recorrer la periferia del pueblo. Muchas veces íbamos como familia, con nuestras hijas. Nos encontramos con una Lámud escondida, de mucho sufrimiento. Quisimos empezar por los últimos y nos dimos cuenta de que eran los adultos mayores. Algunos ni siquiera tenían un lecho digno donde morir. Recordamos mucho la meditación programática de Chiara Lubich: “Una ciudad no basta”. Recorríamos, entonces, la periferia del pueblo, buscando a los que estaban solos, abandonados, y les llevábamos una caricia, una palabra de aliento, alimentos, ropa; y les pedíamos que rezaran por nosotros, ya que estábamos iniciando nuestra gran aventura por estos lares. Pasado el tiempo, fuimos soñando poder darles una casita digna, una comida caliente y, lo más importante de todo, que se sintieran acompañados. Un sueño que por una parte parecía muy lejano y por otra muy cercano. Tanto que nos decíamos: ¡Nosotros podemos! Tenemos que hacer algo y no quedarnos con sólo visitarlos y luego irnos, sino concretarlo. Juntos pudimos elaborar el proyecto: pocas líneas, pero cada frase escrita nos alentaba más. Pensamos qué nombre darle a esta casita. Nos miramos a los ojos y coincidimos que se llamaría “Hogar y Centro de Día Chiara Lubich, para Adultos Mayores”. Así se fue gestando nuestro sueño, y se fueron dando muchas situaciones y contactos con personas que se entusiasmaban con el proyecto. Yo venía con experiencias de voluntariados que había hecho en la Argentina. Además, se dio la oportunidad de que la Municipalidad del Distrito de Lámud contratara a Jenny para trabajar justamente con los adultos mayores. Por último, el Papa también nos animó como laicos -particularmente a los que estamos ligados a la espiritualidad de la unidad- a trabajar por los más vulnerables, más aún en estos tiempos de pandemia. En fin, se dieron muchas situaciones por las que Jesús estará muy contento en ver nacer una obra para los más últimos en la selva peruana; un hogar digno para los adultos mayores de esta provincia amazónica. Mientras tanto, todo se está dando en forma vertiginosa. Nos confiamos en todo a la Providencia de Dios y a la fuerza que nos da la oración. Sabemos que Jesús no nos va a dejar, sabemos que con nuestra pequeña comunidad no estamos solos. En estos días hemos firmado el contrato de alquiler para el hogar y estamos haciendo los trámites legales para constituirnos como Asociación sin fines de lucro. Un grupo de personas voluntarias de la comunidad ya se unió al proyecto. Aceptaron con un SÍ comprometido a trabajar por el bien de las personas más vulnerables del pueblo de Lámud y de la Provincia de Luya (Departamento de Amazonas). Hemos habilitado el lugar para empezar a servirles una comida diaria; y así, de a poco, iremos evaluando cada paso para llegar a la meta, que es ofrecer la residencia permanente a personas adultas mayores que están en riesgo o están solos. Pero más que títulos, nombres y estatutos, queremos que en el hogar reine siempre ese clima de unidad, de armonía y de familia que Chiara Lubich nos dejó como herencia, y que por eso el hogar lleva su nombre. https://youtu.be/bqRSzfxmLS8 Jenny y Javier, con la comunidad de Lámud (Departamento Amazonas, Perú)

Recogida por Gustavo E. Clariá

La geopolítica audaz del Papa Francisco

La geopolítica audaz del Papa Francisco

La categoría imprescindible del pontificado del Papa Francisco, confirmada también en Irak, es la fraternidad.  Su testimonio personal y eclesial, su magisterio y sus relaciones con el mundo musulmán, hacen de la fraternidad ya una figura geopolítica. El histórico encuentro con al-Sistani. Desde varios lugares, en estos días, se trata de efectuar un balance del viaje del Papa Francisco a Irak. Pienso que es difícil, cuando no imposible, intentar un análisis exhaustivo.  Son demasiados los temas involucrados y, sobre todo, estamos demasiado cerca, demasiado poco tiempo ha transcurrido desde el evento global articulado, que sólo con el pasar del tiempo se podrá comprender en toda su valencia, Obviamente algunos elementos más que otros han impactado el imaginario de quien ha seguido los varios acontecimientos en un contexto que, en ciertos aspectos, en su cruda realidad, corría el riesgo de presentarse casi como algo surrealista. Si pensamos en los viajes papales, inaugurados por Woityla a partir de 1979, estábamos acostumbrados a escenarios de fondo muy  diferentes: multitudes oceánicas, preparación coreográfica que a menudo rozaba la perfección y, sobre todo, eventos que dejaban la imagen, sobre todo en los primeros años de la era del papa polaco, de una fe fuerte, en el centro de la historia, en contraposición con el mundo ateo del que el papa polaco llegaba. El Papa Francisco, que desde el comienzo de su pontificado introdujo la idea de una Iglesia accidentada  y comparó con un hospital de campaña, en estos años está comprometido en transmitir esa imagen de Iglesia y lo ha hecho prácticamente allí donde ha estado. Desde su primer viaje oficial a Lampedusa, puerto y cementerio de migrantes, pasando por Bangui, en donde quiso inaugurar su Jubileo inesperado y extraordinario, para llegar a Mosul, en donde el escenario tenía como fondo ruinas y muros aún perforados por proyectiles de variado calibre. Y no podemos olvidar a  Tacloban, en donde desafió un inminente tifón para estar junto a los sobrevivientes de otro evento catastrófico; Lesbos en donde pasó sin prisa un tiempo precioso escuchando las historias inenarrables de prófugos de distintas proveniencias. Pero la lección de Francisco no se refiere sólo al compromiso de mostrar que el rostro más precioso de la Iglesia es el accidentado. Es más bien la manera con la cual muestra la proximidad, el calor necesario para hacer sentir a quien sufre que existe una comunidad cristiana. Sobre todo se ha comprometido a proyectar estas comunidades al escenario mundial, para decir que ésa es la Iglesia verdadera, que todos tenemos que tener en nuestro corazón y que da testimonio de Cristo de una manera real. Como dijo en el vuelo de regreso, Bergoglio respira en esas situaciones extremas, porque ése es su llamado petrino, ése por el cual el cónclave lo eligió aun sin saber adónde conduciría la barca de Pedro. Lo estamos viendo y experimentando en estos años. Y los viajes son el espejo acaso más veraz de ello, que no traiciona y no deja lugar a malentendidos. Por otra parte no es nada nuevo. Como sus predecesores,  el papa argentino demuestra saber leer y decodificar los  signos de los tiempos  y ofrece un testimonio creíble del hecho que la Iglesia es testigo en el tiempo, interceptando sus problemáticas y sus nudos-clave, ofreciendo respuestas a menudo a contracorriente respecto de las que el mundo político, internacional  y, hoy, financiero imponen. Frente a la realidad que Francisco le ha tocado vivir, incluso esa realidad sin precedentes (por lo menos en estos términos) de la pandemia, la categoría imprescindible de su pontificado, confirmado también en Irak es la fraternidad.  El testimonio personal y eclesial de Bergoglio, su Magisterio y sus relaciones, sobre todo con el mundo musulmán, pero no sólo con ellos, conforman ya una figura geopolítica. Lo demostró también su encuentro con el Gran Ayatollah al-Sistani. Las implicancias de esos cuarenta y cinco minutos son fundamentales. Todos sabemos, en efecto, que el gran nudo que el Islam hoy debe desatar es dentro de su mundo:  la tensión jamás adormecida pero hoy peligrosamente agravada entre la esfera sunita y la  chiita. Allí deben buscarse las raíces de muchos de los problemas que los musulmanes viven y por los cuales, también, muchos mueren.  Bergoglio ha mostrado un gran tacto político al quererse encontrar con al-Sistani, el representante más significativo del chiismo espiritual, bien distanciado de la teocracia iraní que desde la revolución jomeinista de la década de 1980, llevó al mundo iraní a ser paladín de esa franja del caleidoscopio musulmán. Al-Sistani siempre tomó distancia de la opción teocrática de los ayatollah iraníes, y desde hace décadas es un líder espiritual y religioso reconocido. Por otro lado, nació en Irán. El encuentro entre los dos se realizó a puertas cerradas, pero como lo describió el Papa Francisco en el vuelo de retorno, fue un momento de espiritualidad, «un mensaje universal. Sentí el deber, […] de ir a encontrarme con un grande, un sabio, un hombre de Dios. Pero sólo escuchando se percibe eso. […] Y él es una persona que tiene esa sabiduría… y también la prudencia. […] Y él fue muy respetuoso, muy respetuoso en el encuentro, y yo me sentí honrado.  Incluso en el saludo: él jamás se levanta, y se levantó, para saludarme, dos veces. Es  un hombre humilde y sabio. A mí me hizo bien al alma, ese encuentro. Es una luz». Bergoglio luego se atrevió a hacer una apreciación que quizás ningún papa había tenido el coraje de expresar en el pasado: «Estos sabios están en todos lados, porque la sabiduría de Dios ha sido esparcida por todo el mundo. Sucede lo mismo también con los santos, que no son los que están en los altares. Son los santos de todos los días, ésos a los que yo llamo “de la puerta de al lado”, los santos –hombres y mujeres– que viven su fe, cualquiera que ella sea, con coherencia, que viven los valores humanos con coherencia, la fraternidad con coherencia». Todo esto no ha pasado desapercibido. Los comentarios positivos fueron muchísimos y de varias partes, empezando justamente por el mundo musulmán. Sayyed Jawad Mohammed Taqi Al-Khoei, secretario general del Instituto Al-Khoei de Nayaf es un exponente de relieve del mundo chiita iraquí y director del Instituto Al-Khoei que forma parte del Hawza de Nayaf, un seminario religioso fundado hace casi mil años para los estudiosos musulmanes chiitas. Él fue muy claro en sus apreciaciones. «Si bien éste es el primer encuentro en la historia entre el jefe del establishment islámico chiita y el jefe de la Iglesia Católica, esta visita es el fruto de muchos años de intercambio entre Nayaf y el Vaticano y reforzará sin duda nuestras relaciones interreligiosas. Ha sido un momento histórico también para Irán». Al-Khoei afirmó el compromiso por reforzar nuestras relaciones como instituciones y como individuos.  Iremos pronto al Vaticano para asegurar que este diálogo continúe, se desarrolle y no se detenga aquí.  El mundo debe afrontar desafíos comunes y estos retos no pueden ser resueltos por ningún Estado, institución o persona, por sí solos». La agencia AsiaNews transcribe algunos comentarios positivos que han aparecido en la prensa iraní, que dio amplio relieve y celebró el histórico encuentro como una “oportunidad para la paz”. La noticia fue el título de primera plana de periódicos y órganos de información de la República islámica. Sazandegi, una histórica publicación cercana al ala reformista, destaca que los dos líderes religiosos son hoy   «los abanderados de la paz mundial». Y definió su conversación cara a cara en la casa del líder espiritual chiita como «el evento más eficaz [en la historia] del diálogo entre las religiones».

 Roberto Catalano

 

Burundi y el proyecto “¡Se puede hacer!”

Burundi y el proyecto “¡Se puede hacer!”

Microcrédito y micro-financiamiento comunitarios para sostener el crecimiento de proyectos en expansión. El testimonio de Rose acerca de la importancia de la iniciativa promovida por AMU. BIRASHOBOKA en lengua kirundi significa “SE PUEDE HACER”. De esa convicción nació en Burundi el proyecto de Microcrédito y Micro-financiamiento comunitarios A pesar de las grandes dificultades por las que atraviesa aún ese país –es el segundo más densamente poblado de África y uno de los cinco países con índices de pobreza más altos del mundo– AMU (Acción por un mundo unido-Onlus), organización no gubernamental de Desarrollo, que se inspira en la espiritualidad del Movimiento de los Focolares, sostiene desde hace mucho tiempo las capacidades de las comunidades locales. Desde 2007, de hecho, en plena sinergia con la organización sin fines de lucro CASOBU (Cadre Associatif des Solidaires du Burundi) ayuda a las familias locales en un recorrido de formación y mejora de las propias condiciones de vida. Con el proyecto “¡Se puede hacer!” se apunta a crear grupos de microcrédito comunitario cuyos miembros puedan auto-sostenerse para la creación de actividades laborales y, en la segunda fase, crear un grupo de micro-financiamiento comunitario para apoyar el crecimiento de los proyectos en expansión. “En mi grupo empezamos hace 13 años –cuenta Rose–. Con el primer crédito que obtuvimos, recuerdo muy bien que no hice nada especial, compré ropa y cosas que necesitaba, pero el resto lo malgasté.  Al comienzo no sabía cómo emprender una actividad y lo que sucedía a menudo era que me veía en dificultad para devolver los créditos recibidos. Después entendí que no podía continuar tomando préstamos sin un proyecto concreto y al final decidí iniciar el proyecto de un restaurante con los primeros 300.000 Fbu (150 €). Empecé a comprar ollas y platos, y poco a poco abrí el restaurante. Era el año 2009, aún no tenía ningún trabajador empleado. En ese momento mis hijos me ayudaban en la cocina y yo iba en autobús a llevar la comida a la ciudad, en donde tenía mis clientes. Cuando empezaron a conocerme y aumentaron los clientes, pude contratar a algunos empleados. Estoy orgullosa de que a través del sueldo que reciben yo también participo en la realización de sus sueños”. Rose, feliz por haber emprendido este recorrido, hoy puede asegurar un sueldo a otras cinco familias, además de la propia. Ahora ella quisiera mejorar y hacer crecer su actividad, por ejemplo alquilando una casa más grande, en donde poder cocinar y reducir los costos del restaurante y de los traslados. Es una decisión muy valiente porque se trata de sostener una inversión importante y Rose no tiene los requisitos ni las garantías necesarias para acceder a un préstamo de un banco cualquiera. Justamente para Rose y para muchas otras personas que como ella querrían hacer crecer su actividad, ha nacido el proyecto de AMU y CASOBU, que con su apoyo hace posible encaminar una institución de Micro-financiamiento comunitario y de ese modo ofrecer servicios de ahorro y crédito a personas con grandes sueños pero aún hoy no realizables a través de un banco. Para sostener el proyecto hacer click aquí.

Lorenzo Russo

Descubrir a Dios allí donde ha desaparecido

Descubrir a Dios allí donde ha desaparecido

Junto a distintas realidades católicas el Movimiento de los Focolares en Alemania organizó un congreso online acerca de la búsqueda de Dios en un mundo en el que parece cada vez más ausente.  Es también un aporte al recorrido sinodal de la Iglesia Católica en Alemania. “Dios desaparece –y ¿acaso él es necesario? Dios desaparece– y ¿acaso él quiere que sea así?” Éstas eran las preguntas provocadoras que guiaron el programa de un congreso que se realizó online los días 26 y 27 de febrero en Alemania.  En colaboración con la “Herder-Korrespondenz”, revista mensual católica, y con la Academia Católica de la diócesis Dresde-Meissen en la ex-República Democrática Alemana, el Movimiento de los Focolares en Alemania había organizado este congreso para afrontar una de las preguntas más urgentes de muchos cristianos: ¿qué hacemos y cómo nos movemos en un mundo en donde parece que Dios ya no existe?” Fueron 350 los participantes de Alemania, Austria, Suiza y otros países europeos, dispuestos a profundizar las causas de una cada vez mayor ausencia de Dios en la sociedad y en la vida de las personas hasta llegar –como dijo el obispo anfitrión de Dresde, Heinrich Timmerevers, en su saludo inicial– incluso a la pregunta perturbadora, “¿es acaso la misma Iglesia la que aleja a las personas de Dios por la crisis causada por los abusos?” Margaret Karram, Presidente de los Focolares, afirmó en un mensaje de saludo que el tema de la ausencia de Dios toca el núcleo de la espiritualidad del Movimiento que se resume en la figura de Jesús, abandonado en la cruz por los hombres y por Dios, como “el momento más arduo y al mismo tiempo más divino de Jesús, como clave para contribuir a la realización de la fraternidad allí donde falta […] y a dirigirse a quienes sufren más por esta oscuridad” Luego siguieron dos días de reflexión crítica y estimulante sobre todo lo que, a pesar de una creciente tendencia al secularismo, es motivo aún para permanecer firmes en la fe en Dios. Pero incluso se habló sobre nuevas formas de interés –especialmente en los jóvenes– en algo trascendente que pasa por historias auténticas, experiencias de una profunda estética y sobre la curiosidad de profundizar nuevas reflexiones acerca del sentido de la vida. Pero también estaba presente la conciencia de que a menudo las Iglesias ya no consiguen satisfacer las nuevas exigencias religiosas de los hombres y las mujeres de hoy. Fue muy fuerte, casi un shock, el discurso de la teóloga alemana Julia Knop. Partiendo del debate acerca del abuso de poder y la violencia sexual por parte de clérigos y consagrados, demostró que hasta en los más fieles se siente una erosión de la confianza en la Iglesia. Y la crisis de la Iglesia –remarcó la profesora de teología dogmática– está estrechamente relacionada con la crisis de fe. El teólogo de la Iglesia Reformada Suiza, Stefan Tobler, afirmó que la ausencia de Dios puede ser también una oportunidad.  Presentando algunos aspectos de la mística de  Madeleine Delbrêl, la Madre Teresa de Calcuta y Chiara Lubich puso en luz que justamente la experiencia de un Dios que desaparece puede llegar a ser el lugar de la revelación de Dios. “Dios se deja encontrar justamente allí donde parece más lejano.  No se trata de llevarlo al mundo, sino de descubrirlo en el mundo”.

Joachim Schwind

La oración de los hijos de Abrahan: “abre nuestros corazones al perdón recíproco”.

El sábado 6 de marzo de 2021, durante el viaje apostólico del Papa Francisco a Irak, se celebró un encuentro interreligioso en la Llanura de Ur de los Caldeos. Al final, se entonó una oración inspirada en la figura del patriarca Abrahan, padre común en la fe para cristianos, judíos y musulmanes. Este es el texto.  Dios omnipotente, Creador nuestro que amas a la familia humana y a todo lo que han hecho tus manos, nosotros, los hijos e hijas de Abrahán pertenecientes al judaísmo, al cristianismo y al islam, junto a los otros creyentes y a todas las personas de buena voluntad, te agradecemos por habernos dado como padre común en la fe a Abrahán, hijo insigne de esta noble y amada tierra. Te damos gracias por su ejemplo de hombre de fe que te obedeció hasta el fin, dejando su familia, su tribu y su patria para ir hacia una tierra que no conocía. También te agradecemos por el ejemplo de valentía, resiliencia y fortaleza, de generosidad y hospitalidad que nuestro padre común en la fe nos ha dado. Te damos gracias, en particular, por su fe heroica, demostrada por la disponibilidad para sacrificar a su hijo por obedecer tu mandato. Sabemos que era una prueba muy difícil, de la que, no obstante, salió vencedor, porque sin condiciones confió en Ti, que eres misericordioso y abres siempre nuevas posibilidades para volver a empezar. Te agradecemos porque, bendiciendo a nuestro padre Abrahán, lo has hecho una bendición para todos los pueblos. Te pedimos, Dios de nuestro padre Abrahán y Dios nuestro, que nos concedas una fe fuerte, diligente en el bien, una fe que abra nuestros corazones a Ti y a todos nuestros hermanos y hermanas; y una esperanza invencible, capaz de percibir en todas partes la fidelidad de tus promesas. Haz de cada uno de nosotros un testigo de tu cuidado amoroso hacia todos, en particular hacia los refugiados y los desplazados, las viudas y los huérfanos, los pobres y los enfermos. Abre nuestros corazones al perdón recíproco y haznos instrumentos de reconciliación, constructores de una sociedad más justa y fraterna. Acoge en tu morada de paz y de luz a todos los difuntos, en particular a las víctimas de la violencia y de las guerras. Asiste a las autoridades civiles en la búsqueda y el rescate de las personas secuestradas, y en la particular protección de las mujeres y los niños. Ayúdanos a cuidar el planeta, la casa común que, en tu bondad y generosidad, nos has dado a todos nosotros. Sostiene nuestras manos en la reconstrucción de este país, y concédenos la fuerza necesaria para ayudar a cuantos han tenido que dejar sus casas y sus tierras con vistas a alcanzar seguridad y dignidad, y a comenzar una vida nueva, serena y próspera. Amén.

Amar la propia cruz

El amor a Dios y al prójimo gana espesor, profundidad y autenticidad solo si pasa por el dolor, si es purificado por la cruz que Jesús nos invita a acoger. Pero ¿de qué cruz se trata? La respuesta de Chiara Lubich en la siguiente reflexión es muy precisa: cada uno de nosotros tiene una propia cruz muy particular y personal. […] “Todo contribuye al bien [pero] para los que aman a Dios” (Cf. Rm 8,28). ¡Amar a Dios! Nosotros ciertamente queremos amarlo. Pero ¿cuándo podemos estar seguros de que lo amamos? No solo si le damos nuestro corazón cuando todo va bien, porque eso es fácil, es bonito, pero puede ser fruto también del entusiasmo o estar mezclado con intereses personales, con el amor a nosotros mismos y no a Él. Estamos seguros de que lo amamos si lo hacemos también en las adversidades: más aún, para garantizarnos el amor verdadero, hemos decidido preferirlo precisamente en todo lo que nos hace daño. Amar a Dios en las contrariedades, en los dolores, es siempre amor verdadero, seguro. Nosotros expresamos este amor con las palabras: amar a Jesús crucificado y abandonado. […] Pero ¿qué cruz hay que amar? ¿A qué Jesús Abandonado tenemos que desear amar? Ciertamente no una cruz genérica, como cuando decimos: quiero asumir […] los dolores de la humanidad. Tampoco una cruz fruto de  nuestra fantasía que sueña, por ejemplo, con el martirio, que quizás no llegue jamás. Jesús, a quienes querían seguirlo les dijo: “Si alguno quiere venir en pos de mí, tome su cruz” (Cf. Lc 9, 23). ¡Su cruz! Por lo tanto, cada uno debe amar la propia cruz, el propio Jesús Abandonado. En efecto, si en un momento preciso de nuestra historia Él –movido por el amor– se presentó ante nuestra alma pidiendo que lo siguiéramos, que lo eligiéramos, que –como solemos decir–, lo desposáramos, no pretendía manifestarse de una manera abstracta a cada uno de nosotros, sino precisa. Nos pedía abrazarlo en esos dolores, contrariedades, enfermedades, tentaciones, circunstancias, personas, y obligaciones que atañen a nuestra persona, de modo que podamos decir: “Esta es mi cruz”, o mejor: “¡He aquí mi Esposo!”. Porque cada uno tiene su proprio y personal Jesús Abandonado, que no es como el de su hermano, ni el de todos los demás hermanos, sino el suyo. Esto es estupendo si sabemos captar –más allá de la trama de los varios sufrimientos personales– el amor de Dios por cada uno de nosotros, y nos impulsa a unirnos con amor a nuestro Jesús Abandonado, a abrazarlo, como hacían los santos, a esperar verlo transfigurado en nosotros por una resurrección muy nuestra. […] Entonces no perdamos tiempo. Hagamos un pequeño examen sobre nuestra situación personal y decidamos, con la ayuda de Dios, decir sí a todo aquello a lo que quisiéramos decir no, pero que sabemos que es voluntad de Dios. […] Levantémonos por la mañana con este propósito en el corazón: “Hoy viviré solo para amar a mi Jesús Abandonado”. Y todo estará resuelto. El Resucitado vivirá en cada uno de nosotros y entre nosotros. […]                                       

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Mollens, 16 de agosto de 1984) Extraído de: “Amar la propia cruz”, Cf. Chiara Lubich, Juntos en camino, Ciudad Nueva Argentina 1988, pp.32-34.  

“Hacer familia” para ser familia

La historia de una familia “ampliada” que se abre a un amor que no es automático Acoger en la familia a un niño, un joven o una persona adulta es siempre un desafío. Complejo y para nada automático. Al vivirlo y en sus resultados, que nunca se pueden dar por concluidos. Mirando desde fuera a estas “familias ampliadas” se experimenta un sentimiento que es una mezcla de estima y asombro, parece que la serenidad que experimentan es el fruto de una indescifrable alquimia de amor.  Una visión casi romántica. Difícilmente es posible imaginar lo complejo que es armonizar sensibilidades, culturas y costumbres diferentes, y, concretamente, exigencias, horarios y lenguajes, en una amalgama donde los tantos “yo” se funden en un “nosotros fluido”. Sin artritis o. más bien, con engranajes bien lubricados. Después el sentirse una sola familia es una conquista que no anula el esfuerzo, las dudas, las desilusiones. De hecho, acoger en la familia a Therese -cuentan Serio y Susana, de la comunidad de los Focolares de Vinovo, en Turín (Italia)- no fue fácil. Su relato sincero, para nada azucarado, es por lo mismo auténtico. Lo que los sostuvo en esta decisión fue la voluntad de vivir su ser familia como un don para los demás, y el sentir la presencia espiritual de Jesús como fruto del amor recíproco. La decisión de abrir la puerta, y el corazón, a una joven madre africana, que había llegado a Italia como refugiada, fue tomada de acuerdo con sus hijas, Aurora y Beatrice, de 20 y 17 años. Y fue en la combinación de las necesidades recíprocas donde surgieron las primeras dificultades. “Beatrice ama planificar todo –dice Susanna. En la mañana tiene los minutos contados pero cada tanto Therese se levantaba antes y ocupaba el baño. Esto le creaba un problema, pero poco a poco aprendió a “crear la familia” con ella, sugiriendo con sencillez que se pusieran de acuerdo sobre el uso del baño. Aurora en cambio enseguida decidió compartir su armario con Therese y la ayudó con el estudio”. El desafío, de hecho, radica sobre todo en superar la contraposición, silenciosa y corrosiva, entre el “nosotros” y “el otro”. Y acoger al otro en nuestra dimensión íntima, extender el “nosotros”. En el “hacer familia” se esconde la voluntad necesaria para “ser familia”, de hecho el amor es ante todo una elección. Y para los adultos no deja de ser comprometedora.  “Por el deseo de ser acogedora con Therese, me encontré muchas noches hablando con ella hasta tarde –recuerda Susanna- pero después empecé a sufrir por la situación, no lograba explicarle que en la mañana me tenía que levantar temprano, tenía miedo de herirla. Sergio me ayudó a afrontar la cosa con gentileza y firmeza”. Para Sergio las dificultades nacían cuando en la noche, en lugar de regresar a casa del trabajo tenía que ir a buscar a Therese que estudiaba en un barrio cercano. “Las clases terminaban tarde, Therese no sabía usar los medios de transporte público, y yo tenía que cenar después de las 21”. También aquí, elegir amar quería decir acoger las necesidades de Therese, pero también cuidar el bienestar de la familia. “Tratamos de enseñarle a ser autónoma, como lo hicimos con nuestras hijas, para que la disponibilidad no se convirtiera en un peso demasiado grande para nosotros ni en un obstáculo para su crecimiento. Poco a poco ella aprendió a utilizar los medios públicos”. También descubrieron que el ser familia define la forma como se presentan externamente: “Durante los primeros meses que Therese estaba con nosotros –explica Sergio- había puesto en el perfil de whatsapp una foto en la que estaba con Susanna y las hijas. ¡Therese me dijo que no era una foto de familia porque faltaba ella! Y es esto lo que descubrimos cada día, somos una única familia porque somos hijos del mismo Padre y nos preocupamos los unos de los otros y gozamos con las conquistas de cada uno”. Es ese “nosotros” que por amor se amplía y nos enriquece.

Claudia Di Lorenzi

Más allá del siglo XX. Chiara Lubich en diálogo con nuestro tiempo

Más allá del siglo XX. Chiara Lubich en diálogo con nuestro tiempo

El congreso sobre la figura carismática de Chiara Lubich que supo apuntar al nuevo milenio y al cambio de época que estamos viviendo, proponiendo el ideal de la fraternidad universal. El congreso internacional “Más allá del siglo XX. Chiara Lubich en diálogo con nuestro tiempo ha concluido oficialmente el intenso programa de eventos dedicado al centenario del nacimiento de la fundadora del Movimiento de los Focolares.  Un título programático, para leer en una perspectiva dinámica la figura carismática de una protagonista del siglo XX que supo apuntar al nuevo milenio y al cambio de época que estamos viviendo, proponiendo el ideal de la fraternidad universal, con la certeza de que “la unidad es un signo de los tiempos”. Las dos jornadas de estudio se llevaron a cabo el 18 y 19 de febrero en la Biblioteca Nacional Central de Roma y fueron dedicadas a la figura de la fundadora del movimiento de los Focolares desde múltiples puntos de vista.  La cita fue promovida por el Centro Chiara Lubich de Rocca di Papa (Italia) y por la Biblioteca Nacional Central de Roma, en colaboración con el Instituto Universitario Sophia, New Humanity y la Fundación del Museo Histórico de la Provincia de Trento. Los patrocinios fueron concedidos por la Comuna de Roma y por el Dicasterio vaticano para el Servicio del Desarrollo humano integral. El Presidente de la República italiana Sergio Mattarella confirió al congreso el reconocimiento de la Medalla de Representación, en virtud del particular interés cultural de la iniciativa. El programa se articuló en cuatro secciones: histórica, literaria, socio-política y una última dedicada a algunos personajes del siglo XX, analizando las posibles consonancias y convergencias entre su pensamiento y el Chiara Lubich. Una multiplicidad de perspectivas de lectura, con aportes de estudiosos de varias disciplinas y de distintos enfoques culturales, que permiten una más madura  y profunda reflexión y comprensión de la experiencia histórica y del pensamiento de Chiara Lubich, y un mayor conocimiento de su herencia intelectual, espiritual y existencial. Igualmente fecunda la confrontación con las figuras de otros protagonistas de la época contemporánea – Dietrich Bonhoeffer, Simone Weil, el Mahatma Gandhi, Giorgio La Pira, Martin Luther King, Mijail Gorbachov – con quienes Chiara Lubich no tuvo ocasión de encontrarse directamente, pero con los cuales dialogó a la distancia compartiendo la pasión por el hombre y el futuro de la humanidad, y poniendo en luz ideales e intuiciones con evidentes rasgos comunes. Los trabajos, en los que participaron estudiosos provenientes de todo el mundo, fueron introducidos por la lectio di Miguel Ángel Moratinos (alto representante de las Naciones Unidas) y por el historiador Andrea Riccardi, fundador de la Comunidad de Sant’Egidio. La clausura del congreso se le encargó a  Piero Coda, teólogo e hijo espiritual de Chiara. Donato Falmi, miembro de la comisión científica del congreso, presentó el evento con estas palabras:  “La biografía de Chiara Lubich, en su dimensión temporal, espiritual e intelectual, está caracterizada de manera marcada por algunas temáticas que pertenecen al corazón del mundo contemporáneo, más allá de toda diferencia étnica, social y religiosa. Pensamos que entre las más relevantes hay que mencionar la constante atención y apertura a la novedad, la capacidad y disposición a habitar el conflicto, la búsqueda de lo que une, la aptitud para medir los eventos con el metro de la unidad de los opuestos. Tales dimensiones profundamente humanas, y que deben ser consideradas estructuras basilares de la nueva época en la que ya hemos entrado, abren esas posibilidades de confrontación, encuentro y diálogo que animan el proyecto”. El congreso, transmitido en directo en la web con traducciones en cuatro idiomas (y ya disponible en  Youtube), ha sido ocasión para la presentación de la primera edición crítica de la obra de Chiara Lubich Meditaciones, a cargo de Maria Caterina Atzori. Un escrito, cuya primera edición fue en 1959, que ha sido traducido en 28 idiomas e impreso en más de un millón de copias, indicando al hombre contemporáneo el camino de la unidad para realizar en la tierra el testamento de Jesús “Que todos sean uno”. Como “corolario” del congreso, el lunes 22 de febrero se llevó a cabo la ceremonia de clausura del concurso nacional italiano “Una ciudad no basta. Chiara Lubich ciudadana del mundo”, dedicado al mundo de la educación, que registró la participación de numerosos institutos de enseñanza secundaria.

Maurizio Gentilini

  Foto di Thomas Klann

Paraguay: Generar comunión entre ricos y pobres para promover una cultura de fraternidad

La experiencia del Centro Mariápolis en Paraguay durante la pandemia, ayudando a los más necesitados de su barrio. El centro Mariápolis “madre de la humanidad” se encuentra en Paraguay a sólo 20 km de la capital Asunción, en un barrio donde viven unas 200 familias con buenas condiciones económicas. Tres focolarinas viven permanentemente en el Centro Mariápolis junto a tres casadas. Apenas comenzó la cuarentena por Covid 19, “no queríamos estar encerradas dentro del centro Mariápolis – dicen –, así que empezamos a mirar las necesidades de las familias de nuestra zona”. En el barrio se organizaron “ollas solidarias”, es decir, todos traen lo que tienen y todos juntos hacen una olla grande para compartir con todas las familias. Por lo tanto, esta podía ser una buena oportunidad para poner a disposición la cocina grande del Centro Mariápolis. “Hemos escrito cartas para involucrar a todos los clientes y proveedores del centro del Mariápolis. De inmediato llegó mucha ayuda, así que cocinamos una buena salsa boloñesa con pasta y arroz, distribuida a unas 4000 personas del barrio. Esto nos hizo descubrir muchas carencias: niños que no tenían casa, o tenían problemas de salud, o incluso casas sin baño o sin ventanas. Así hemos comenzado a atender sus necesidades”. Al mismo tiempo, se creó un grupo de WhatsApp en el barrio para compartir experiencias de ayuda a los pobres y solicitudes de todo tipo. “En poco tiempo los vecinos nos ayudaron trayendo leche, aceite, ropa, celulares para que los niños pudieran seguir sus lecciones en la escuela, refrigerador, materiales de construcción, así pudimos construir 5 baños para familias que no tenían”. La pandemia continuó y con ella también los problemas de gestión y gastos del Centro Mariápolis. “Nuestro punto fuerte era tener una cocina bien organizada, así que empezamos a ofrecer un menú para la venta. Los principales pedidos vinieron de nuestros vecinos: este nuevo trabajo nos dio la oportunidad de conocer mejor a algunos de ellos. Un día, por ejemplo, un vecino nos pidió ayuda para confesarse: hacía 32 años que no se acercaba al sacramento de la reconciliación. Otro vecino, un ciclista profesional, quiso organizar una maratón en las tres principales ciudades de Paraguay y con lo recaudado hemos ayudado a dos etnias de los pueblos originarios a llevar luz y agua potable a sus hogares”. La Providencia nunca faltó. “Un miembro de la comunidad de los Focolares donó una suma de dinero para cubrir 4 meses de sueldos, luego llegó una freidora industrial, mucha verdura, fruta y muchas cosas y lo que más nos sorprendió es que también llegó un coche para distribuir la comida. Pero el regalo, el mayor regalo que nos dio la pandemia a nosotras, focolarinas, fue la posibilidad de estar cerca de nuestros pobres y vivir plenamente nuestro carisma de la Unidad. Estamos aquí en esta brecha, donde podemos generar comunión entre ricos y pobres y llevar esta cultura de la fraternidad”.

 Lorenzo Russo

Un órgano de unidad y servicio

La Presidente de los Focolares atribuyó sus tareas a los nuevos consejeros generales del Movimiento y reiteró que forman un órgano de gobierno caracterizado por un profundo espíritu de servicio fraterno que nace del amor recíproco evangélico. Con la elección de Noreen Lockhart (Gran Bretaña) y Flavio Roveré (Brasil) como responsables de las secciones de las focolarinas y de los focolarinos, que tuvo lugar en sus respectivas Asambleas pasado jueves 11 de febrero, se ha completado también uno de los órganos centrales de gobierno del Movimiento de los Focolares, llamado “Centro de la Obra”. Forman parte del mismo, además de la presidente y el copresidente, los 22 consejeros, las consejeras generales y los dos responsables de las secciones. Los consejeros provienen de 17 países y 4 continentes, tienen entre 52 y 70 años y representan la multiculturalidad que distingue a los Focolares. Muchos de ellos han vivido en diversos contextos geográficos, además de aquel de origen, un dato importante para conocer en profundidad las características, necesidades y desafíos de los países en los que viven quienes se reconocen en el mensaje de unidad de los Focolares. Por su composición, el “Centro de la Obra”, de hecho, debería en cierto modo resumir a todo el Movimiento y manifestar su unidad. Según los Estatutos Generales de los Focolares, es tarea de este órgano, “asegurar e incrementar la unidad en todo el Movimiento, orientándolo a la realización de sus fines y ocupándose de la coordinación entre sus diferentes partes”. En su segunda sesión, la presidente Margaret Karram ha atribuido hoy, martes 2 de marzo, a los consejeros electos las tareas que deberán atender para seguir la vida del Movimiento en sus diferentes aspectos y en las distintas áreas geográficas. En esta ocasión reafirmó su deseo de que el “Centro de la Obra”, como todo órgano de gobierno del Movimiento, se caracterice por un profundo espíritu de servicio fraterno que nace del amor recíproco evangélico.

Oficina Comunicación

Consejeras Cuneo, Chiara (Italia)                                  Espiritualidad y vida de oración Escandell, Silvia (Argentina)                       Delegada central Gómez, Margarita (España)                        Naturaleza y vida física Kempt, Donna Lynn (EE.UU.)                       Europa Kobayashi, Renata (Japón)                          Unidad y medios de comunicación Koller, Friederike (Alemania)                      Testimonio e irradiación, África y Medio Oriente Lockhart, Noreen (Gran Bretaña)               Responsable de la sección de las focolarinas Moussallem, Rita (Líbano)                          Asia y Oceanía Ngabo, Bernadette (RDC Congo)                América del Norte, Central y del Sur Sanze, Geneviève (Rep. Centroafricana)    Comunión de los bienes, economía y trabajo Simon, Renata (Alemania)                          Sabiduría y estudio Zanolini, Clara (Italia)                                 Armonía y ambiente Consejeros Asprer, Ray (Filipinas)                                 Delegado central Bartol, Ángel (España)                                América del Norte, Central y del Sur Battiston, Ruperto (Italia)                           Comunión de los bienes, economía y trabajo Brüschke, Klaus (Brasil)                               Testimonio e irradiación, África y Medio Oriente Canzani, Francisco (Uruguay)                     Sabiduría y estudio Dijkema, Enno (Holanda)                            Armonía y ambiente Kenfack, Etienne (Camerún)                       Naturaleza y vida física Roveré, Flavio (Brasil)                                 Responsable de la sección de los focolarinos Salimbeni, Antonio (Italia)                          Asia y Oceanía Schwind, Joachim (Alemania)                     Unidad y medios de comunicación St-Hilaire, Marc (Canadá)                           Espiritualidad y vida de oración Valtr, Vit (República Checa)                        Europa  

Comprender la cruz

Buscar el amor y  huir del dolor: he aquí un mecanismo casi natural de la existencia humana. El cristianismo, en cambio, con el mensaje de la cruz enseña que el amor verdadero y profundo pasa por el dolor. El que comprende bien la cruz – dice Chiara Lubich en el siguiente texto – encuentra en ella una clave para la plenitud de la vida. «Tome su cruz…» (Mt 16,24). Extrañas y singulares palabras. Y también estas como las demás palabras de Jesús, tienen algo de esa luz que el mundo no conoce. Son tan luminosas que los ojos apagados de los hombres, y también de los cristianos lánguidos, quedan deslumbrados y, por tanto, cegados. […] Quizás todo el error radique en esto: que en el mundo no se comprende el amor. Amor es la palabra más hermosa, pero también la más deformada, la más deteriorada […]. Quizá se pueda entender algo a través del amor materno, porque el amor de una madre no es solo caricias y besos: es, sobre todo, sacrificio. De la misma manera, a Jesús el amor lo llevó a la cruz, lo que muchos consideran que fue una locura. Pero solo esa locura ha salvado a la humanidad y ha forjado a los santos. Los santos son, en efecto, personas capaces de comprender la cruz. Personas que, siguiendo a Jesús, el Hombre-Dios, tomaron la cruz de cada día como lo más precioso de la tierra; la esgrimieron a veces como un arma, haciéndose soldados de Dios, la amaron toda su vida y conocieron y experimentaron que la cruz es la llave, la única llave que abre un tesoro, el tesoro; abre, poco a poco las almas a la comunión con Dios. Así, a través del hombre, Dios se asoma de nuevo al mundo y repite –de modo infinitamente inferior, pero semejante– las acciones que Él realizó en un tiempo cuando, hombre entre los hombres, bendecía a quien lo maldecía, perdonaba a quien lo injuriaba, salvaba, curaba, predicaba con palabras de Cielo, saciaba a los hambrientos, fundaba sobre el amor una nueva sociedad y manifestaba la potencia de Aquel que lo había enviado. La cruz es, en resumen, ese instrumento necesario por medio del cual lo divino penetra en lo humano y la persona participa con más plenitud de la vida de Dios, elevándose desde el reino de este mundo al Reino de los Cielos. Pero es preciso «tomar la propia cruz…», (Mt 16,24), despertarse por la mañana esperándola, sabiendo que solo por medio de ella llegan a nosotros esos dones que el mundo no conoce; esa paz, ese gozo, ese conocimiento de las cosas celestiales que la mayoría desconoce. […] La cruz, emblema del cristiano, que el mundo no quiere porque cree que huyendo de ella huye del dolor, y no sabe que ella abre, de par en par, el alma de quien la ha comprendido, al reino de la Luz y del Amor. Ese amor que el mundo busca tanto, pero que no tiene.

Chiara Lubich

Cf. Chiara Lubich, Escritos espirituales, Madrid 1995, pp. 28-30  

México: el descubrimiento de Dios Amor sana a una pareja en crisis

“Hemos aprendido a amarnos sin pedir nada a cambio, como lo hace Dios”  “Poco a poco nos hemos enamorado el uno del alma del otro. Nos encontramos ahora en una plenitud de amor que no habíamos experimentado antes, ni siquiera cuando éramos novios, y ello es posible porque ahora nos amamos en la libertad, sin pedir nada a cambio, como lo hace Dios”. Nacho y Fili son de México, están casados desde hace 30 años y tienen dos hijos. Cuentan que su amor nació, realmente, sólo después de haber hecho el descubrimiento de que Dios es Amor y que amó al hombre hasta dar la vida por él. Al ponerse como medida un amor tan grande entendieron que podrían superar sus respectivas limitaciones y sanar las heridas que habían lastimado su relación. Un descubrimiento que dio sentido al recorrido de cada uno de ellos y los hizo capaces de amarse recíprocamente hasta donarse el uno a la otra. Su historia, hasta un determinado momento, se asemeja a la de muchas parejas. Dos personas que se sienten enamoradas y deciden casarse, llevando “como dote” cada uno un vacío interior que socava los cimientos de todo proyecto.  Un vacío que esperan colmar sumando sus llagas respectivas: es la premisa de un abismo que conducirá a una ulterior disgregación. “Mi padre tenía otra mujer y otros hijos –cuenta Fili– y yo sufría por eso. Entonces, mi deseo era casarme y tener una familia estable”. “Yo también de pequeño sufrí por la ausencia de mi padre y la poca atención de mi madre –continúa Nacho– Fili y yo unimos nuestras soledades, pero queríamos colmar esos vacíos sin haber conocido el verdadero amor. Muy pronto notamos la ausencia de ese amor entre nosotros”. De hecho, los problemas llegaron rápidamente. Por los celos de Fili, Nacho se vio obligado a cambiar a menudo de trabajo y el rencor que ello causaba producía mayor tensión.  Los hijos también se resentían por todo lo que sucedía: “Nuestro amor para con ellos era grande, pero no sabíamos educarlos en el amor, ni hacer que ellos amasen a Dios”. Tras 15 años de matrimonio se separaron: Nacho estaba desilusionado y sentía que la relación se había roto; Fili no conseguía perdonar al esposo. “Parecía que ya nada nos unía – recuerdan– que ya no había amor”. Pero luego, un acontecimiento cambia la dirección de esta historia. Una noche, mirando la televisión,  Nacho queda impactado por una mujer, Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, que habla de amor fraterno. Ve las imágenes de la ciudadela del Movimiento en México, llamada El Diamante. Es cerca de su casa, un domingo van a misa allí y los invitan a la Mariápolis, un encuentro de los Focolares.  No se imaginaban que la invitación a seguir el Evangelio podía ser para ellos revolucionaria: “Perdona hasta setenta veces siete” (Mateo 18:21-22) es la frase a la que se los llamaba a vivir en la cotidianeidad. “Nos hablaron de Jesús Abandonado –cuenta Fili– de cómo él perdonó y dio la vida por nosotros. Entendí que frente a eso mis dolores eran pequeños. Dios ya había perdonado a mi esposo, y la voluntad de Dios para mí era que lo perdonase. Lo hice y experimenté que es posible volver a nacer”. “Somos imperfectos y distintos –observa, al final, Nacho– pero he aprendido a tener confianza en ese Dios que hace que todo sea posible”.

Claudia Di Lorenzi

Fundación Unisol: la mayor recompensa

Un centro social en Bolivia ofrece apoyo a 220 niños y familias en dificultad. La historia de Silvio: acogido cuando era niño, hoy trabaja para la asociación que lo salvó. Silvio vive en Cochabamba, tiene 10 hermanos, su padre minero murió cuando él tenía 10 años. A partir de ese momento, la madre tuvo que criar sola a sus 11 hijos: vivían en una habitación de 4 x 5 metros en un barrio donde las drogas y el robo eran las principales actividades de los niños. Ahora Silvio trabaja para la Fundación Unisol, la misma organización benéfica que un día lo salvó a él y a sus hermanos de las calles. Esta fundación también cuenta con el apoyo de AFN (Asociación Acción para Familias Nuevas), ONLUS que ofrece, a través de programas específicos de Apoyo a Distancia, servicios orientados a apoyar al menor en el ámbito escolar, alimentario y médico, ocupándose también del contexto familiar y comunitario al que pertenece el menor, para que pueda crecer, dentro de lo posible, en un ambiente sano. La implementación de estos programas se coordina de forma remota con personal local competente. Pero, ¿qué hace concretamente la fundación? Le preguntamos al propio Silvio, cuya historia se entrelaza con la de Unisol que hoy ofrece apoyo a 220 niños y familias en dificultad. ¿Puedes contarnos algo sobre tu familia y tu infancia? “Somos una familia muy numerosa, en total somos 11 hijos. Al principio vivíamos en Quillacollo, uno de los barrios más peligrosos de Cochabamba (una de las ciudades más pobladas de Bolivia). Mi padre trabajaba en una mina. Murió de un tumor cuando yo tenía 10 años, y desde ese momento mi madre se encargó de todo, y nos crió sola. Por primera vez se vio obligada a buscar trabajo y la contrataron como personal de limpieza en una escuela de otra ciudad. Para facilitar el traslado, le ofrecieron vivir dentro de la escuela, en la portería: una pequeña habitación de 4×5 metros en la que vivíamos 8 personas. El barrio al que nos mudamos era mejor que el anterior, pero seguía siendo muy peligroso. Las familias a menudo no pueden cuidar de sus hijos porque trabajan todo el día y los niños entran en el ambiente de la droga fácilmente, por lo que venden o roban para pagar sus dosis. Muchos de mis compañeros de clase terminaron en esos grupos. Yo hablaba con ellos, incluso con los más peligrosos. ¡Ciertamente no quería ser enemigo de alguien que luego podría vengarse de mí o de mi familia! Algunos de mis amigos se drogaban mucho. Y también me la ofrecían a mí. Pero siempre me negué, sobre todo por el respeto que le tenía a mi madre, que se sacrificó por sus hijos, y que siempre admiré”. Pero un día algo cambió… “Sí. Un día llegaron a la escuela unas personas del Movimiento de los Focolares y le ofrecieron a mi madre ayuda para nosotros. Nos daban meriendas y golosinas, nos hacían jugar, nos escuchaban, nos dieron lo que necesitábamos. Y nos sentimos felices, finalmente. Luego, a medida que nos volvíamos más numerosos, nació la idea de encontrar un espacio, que no fuera la calle, donde jugar, estudiar, estar juntos. Así nació el centro ‘Rincón de Luz’, en Cochabamba. Paralelamente, también nacería el centro ‘Clara Luz’, en Santa Cruz. Este espacio ha cambiado nuestras vidas; por ejemplo, una de mis hermanas es sorda y muda. Era imposible encontrarle trabajo y no teníamos dinero para que estudiara. Pero gracias a la ayuda que recibimos de los donantes de la Fundación, pudo formarse y ahora también tiene una profesión”. ¿Qué hace realmente la Fundación Unisol? “Ayuda a los más desamparados, especialmente a las familias. Les proporciona alimentos, medicinas y útiles escolares; también ofrece apoyo escolar para los niños; organiza instancias recreativas, almuerzos, meriendas, talleres para enseñar algunas actividades prácticas y manuales, para sensibilizar sobre el reciclaje y el medio ambiente, formación personal, compartir experiencias…”. Después de haber tenido la experiencia de ser acogido por la Fundación, ahora eres tú quien recibe a niños y familias en dificultad. ¿Qué te empuja a quedarte? “Primero que nada, tengo que explicar un poco el contexto: en octubre de 2019 se realizaron las elecciones presidenciales en Bolivia. Inmediatamente después ha habido una crisis política que redujo significativamente el desembolso de fondos a los organismos públicos, luego llegó la pandemia. La situación ha empeorado: muchos médicos y trabajadores sanitarios han dejado de trabajar por miedo al contagio; cualquiera que accediera a trabajar en el hospital recibía salarios elevados. Fue en ese momento que recibí una oferta de trabajo muy ventajosa. Tuve la tentación: ¿a quién no le hubiera gustado tener algunas comodidades adicionales? Pero luego me di cuenta de que el dinero no me haría feliz. Comprendí que vivir para los demás me hace feliz: tenía que seguir en Rincón de Luz…”. ¿Cómo ha cambiado la ayuda a las familias con la pandemia? ¿Y hay algo que le gustaría decir en particular a quienes conocerán la Fundación Unisol? “La pandemia ha afectado mucho a las familias. Muchos solían vender artículos o comida en la calle, y ahora ya no pueden hacerlo, dejando de ganar dinero. Muchos están perdiendo la esperanza de recuperarse de esta situación. Además, ha habido muchos divorcios y esto también tiene muchas consecuencias para los niños que acogemos. En este momento mi madre también recibió a un niño en casa, es el hijo de una pareja que se acaba de separar y que prácticamente ya no tiene nada. Lo que hacemos es esto, estar ahí para todo lo que estas familias necesitan. Lamentablemente, no tenemos los recursos para llegar a un mayor número de personas, incluso aun queriendo. A las familias que seguíamos antes, continuamos ayudándolas. Por lo demás, también intentamos ofrecerles un lugar donde puedan distraerse, porque la situación es realmente muy difícil. Pero los que necesitarían apoyo serían muchos más, para ello invito a los que están conociendo la Fundación Unisol, a dar una mano, empezando por los que nos rodean, que quizás no sepan, pero que necesitan nuestro tiempo, nuestra atención y nuestro amor”.

Laura Salerno

Entrevista de Laura Salerno con Silvio: https://youtu.be/UVTztN2UoUE Contactos: www.fundacionunisol.org Facebook: @fundaciónunisol https://www.afnonlus.org/ Facebook: @afnonlus Instagram: @afn.onlus  

Ahí está nuestro lugar

La elección más radical en la vida de Chiara Lubich fue la de amar a Jesús sobre todo en su mayor dolor: su abandono en la cruz. Pero amar a “Jesús Abandonado” significa como consecuencia, amar sobre todo a esos prójimos que sentimos más “alejados” de nosotros. “Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal”1. […] Volvemos al amor al hermano. Es útil, es necesario, es bueno para nosotros volver a tomarlo en consideración. El fin general [de nuestro Movimiento] es la perfección de la caridad. Amor al hermano. Amor cada vez más sentido, profundo, perfeccionado, refinado. A veces sentimos que es difícil doblegar nuestro corazón a un amor más refinado del que ya tenemos a nuestros hermanos: nuestro corazón es todavía un poco de piedra; nuestro amor es rudo, superficial, muy apresurado. ¿Por qué? Porque todavía tenemos el corazón ocupado por nosotros mismos, por una cierta consideración de nosotros. Aunque no nos demos cuenta somos egoístas y soberbios. Eso se demuestra por el hecho de que cuando pasamos alguna prueba espiritual dura (que, como un terremoto, parece que desarraiga todo de raíz, produciendo como efecto el desapego de nosotros mismos, y de nuestras cosas, humillándonos y haciendo disminuir   nuestro orgullo), notamos que tenemos un amor más comprensivo, más profundo, más fácil, más espontáneo hacia nuestros hermanos. Es así. Por tanto, se puede deducir que la pobreza y la humildad están en la base de la caridad. La pobreza y la humildad. ¿Cómo adquirirlas? ¿Cómo conquistarlas sin esperar a que vengan tormentas espirituales? […] Hay que “vivir el otro” […] y esto lleva consigo el no pensar en sí mismos, la pobreza total y la humildad total. […] Pongámonos ante nuestros prójimos con la actitud de acoger su vida en nosotros plenamente. […] Y ya que hablamos de prójimos, preguntémonos: ¿A quién amar primero? ¿A quién amar más? ¿Por quién tener preferencia? Nosotros hemos elegido en nuestra vida a Jesús Abandonado. Por lo tanto, tenemos  que preferir a aquellos que, debido a las situaciones en las que se encuentran, nos recuerdan en algo su rostro: todos los que, aun siendo católicos viven separados de la Iglesia; y luego, a todos los que de distintas formas, están más o menos alejados de la verdad que es Cristo, y a los que no creen. Sobre todo a estos debemos dirigir nuestra atención. ¿Tenemos que cuidar nuestros “racimos de personas” con cartas, con visitas, con llamadas por teléfono? Empecemos por quienes, en cierto modo, están más alejados de nosotros. Reavivemos nuestro amor a los hermanos, haciéndonos uno con ellos hasta el punto – por decir así – de vivir su vida. Y empecemos por aquello que nos parecen estar más lejos de nuestro modo evangélico de pensar y de vivir […] Jesús Abandonado nos espera allí. Allí está nuestro sitio.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 12 de febrero de 1987) Extraído de: “Empezar por el amor a los más alejados”, Cf. Chiara Lubich, Buscando las cosas de arriba, Ciudad Nueva 1993, pp.21-23. 1) Mt 5,22a

Hacerse cargo de la ciudad

Hacerse cargo de la ciudad

A partir del compromiso de una pequeña comunidad en el territorio de Murcia (España) han nacido muchas actividades para abrir espacios de diálogo y solidaridad: encuentros entre ciudadanos y políticos, eventos culturales, actividades por emergencias sociales y humanitarias. Aljucer es una pequeña ciudad de la región de Murcia, en el sur de España. Aquí hace doce años la comunidad local de los Focolares se preguntó cómo concretar el compromiso de vivir la fraternidad e incidir a nivel social en esta localidad inmersa en una zona fértil cercana al mar Mediterráneo, en la que tampoco faltan las emergencias pequeñas o grandes. El primer paso fue encontrar el camino para actuar formas de participación en la vida de la ciudad más abiertas e inclusivas. Por ello, en colaboración con otros grupos, dieron vida a la asociación cultural “ACLF Aljucer”. “La primera experiencia que hicimos como asociación -relatan- fue reunir a varios alcaldes que administraron la ciudad en el período democrático español. No fue fácil hacer las invitaciones, pero al final todos aceptaron participar. Tuvieron la oportunidad de presentarse, recordar los tiempos en el que desempeñaron en sus encargos y, en algunos casos, de reconciliarse. Al final, nos agradecieron, nos animaron a seguir en esa línea”. Fue una experiencia que hizo surgir una idea: replicar cada año encuentros para acercar a políticos y ciudadanos. Así nacieron: “Nuestras manos” y “The Speaker”. “El primer evento, que ya llegó a la décimo segunda edición -explican- se realiza antes de las elecciones y ofrece un ambiente sereno que favorece el diálogo entre ciudadanos y candidatos. En el segundo evento en cambio se elige un argumento de actualidad y se da la palabra a los políticos y a los ciudadanos. Las intervenciones y las propuestas son recogidas, publicadas en el sitio de la Asociación y ofrecidas como aporte al Consejo Comunal. Algunos temas propuestos han sido profundizados y, a partir de esta experiencia, surgió la idea de un Centro Cultural en los espacios municipales que se está realizando”. Otro campo de actividad de la Asociación es el cultural: conciertos, presentaciones de libros y exposiciones. Y después “Aljucereños”, un evento en el cual personajes de la cultura, de la música, de la pintura, de la literatura, de la política, de la economía y de la medicina, relatan sus experiencia de vida y las motivaciones de sus elecciones. Con otras Asociaciones se promueve un encuentro mensual y organizan la Feria Anual de las Asociaciones. Pero para realizar la fraternidad es necesario también escuchar y responder a los dolores y a las heridas del territorio. “El primer paso en el campo de la solidaridad -prosiguen- fue una cena para el proyecto ‘Fraternity with Africa’, para financiar becas para jóvenes africanos que se comprometieron a trabajar por su país por lo menos por cinco años. En poco tiempo se convirtió en nuestra principal actividad, por la cual muchos nos conocen”. En la realización de las cenas, en donde se reúnen alrededor de doscientas personas, colaboran empresas y asociaciones. En cada edición se ofrece un informe sobre la evolución del proyecto”. Pero la Asociación también colabora con iniciativas promovidas por otros entes en programas de apoyo a emergencias humanitarias (Filipinas, Madagascar, Croacia) y está comprometida a favor de los refugiados que ha provocado la guerra en Siria. La última actividad fue una colecta de fondos a favor de Líbano, después de las explosiones en Beirut de agosto 2020. Y también cuando las emergencias llegan cerca de casa no se echan para atrás. “El año pasado -explican- nuestra prioridad fue recoger agua y víveres para las personas afectadas por las inundaciones de nuestra región. También organizamos actividades de voluntariado y colectas de material escolar para una escuela de nuestro territorio con un alto porcentaje de población en riesgo social. En el último año hemos sostenido a tres familias víctimas de la pandemia, con alimentos, medicinas y ayuda económica. Difundimos todas estas actividades a través del sitio web y la página de facebook de la Asociación, medios que nos ayudan a promover una cultura solidaria a amplia escala”.

Anna Lisa Innocenti

Un original camino evangélico

Si la espiritualidad de los Focolares, centrada en el amor al hermano, es una expresión del Evangelio, entonces, también la “perfección en las virtudes”, como la conoce la tradición cristiana, debe ser realizable en la relación con los demás, con los hermanos. Esta es la convicción que Chiara Lubich explica en el siguiente texto. Para poder hacer de la vida un Santo Viaje, y que esa concluya como deseamos, La Imitación de Cristo, ese libro de piedad y de meditación tan rico de espiritualidad, que muchos de nosotros conocemos, dice que hay que tener algunas cualidades muy difíciles: el completo desprecio del mundo, el deseo ardiente de progresar en la virtud, el amor al sacrificio, el fervor en la penitencia, la renuncia a uno mismo y el saber soportar cualquier adversidad… Son cualidades que es necesario que también todos nosotros poseamos. Sin embargo, tenemos que preguntarnos: según nuestra espiritualidad, ¿de qué manera podemos adquirirlas? La respuesta es clara y segura: nosotros no estamos llamados por Dios a realizar todo esto a través de una vida monástica y apartada del mundo. Estamos llamados a permanecer en medio del mundo y a llegar a Dios a través del hermano, es decir, a través del amor al prójimo y del amor recíproco. Comprometiéndonos a proseguir por este original camino evangélico es como descubriremos, como por encanto, nuestra alma enriquecida con todas esas virtudes. Es necesario el desprecio del mundo: No hay mejor desprecio de una cosa que el olvidarse de ella, ignorarla, descuidarla. Si todos nosotros tendemos a pensar en los demás, a amar a los demás, no nos cuidamos del mundo, lo olvidamos, y por tanto lo despreciamos, aunque esto no nos dispense de hacer nuestra parte, para alejar sus sugestiones, cuando nos ataquen. Es necesario progresar en la virtud: Pero es con el amor con lo que se logra eso. ¿No está escrito acaso: “Corro por el camino de tus mandamientos, pues tú dilatas [con el amor] mi corazón”?[1] Si amando al prójimo se corre para cumplir los mandamientos de Dios, quiere decir que se progresa. Es necesario el amor al sacrificio: Amar a los demás significa precisamente sacrificarse a sí mismos para dedicarse al hermano. El amor cristiano es sinónimo de sacrificio, aunque comporte mucha alegría. Es necesario el fervor de la penitencia: En una vida de amor es donde encontraremos la mejor y principal penitencia. Es necesaria la renuncia a uno mismo: En el amor hacia los demás está siempre implícita una renuncia a sí mismo. Es necesario, en fin, saber soportar las adversidades: ¿No es cierto que muchos dolores son causados en el mundo por la convivencia con los demás? Debemos saber soportarlos todos y amarlos por amor a Jesús Abandonado y así superaremos en nuestra vida muchos obstáculos. Sí, en el amor al prójimo encontramos un modo excelente de hacer de la vida un “Santo Viaje”. […]

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 27 de noviembre de 1986) Extraído de: “Cualidades indispensables para hacer un Santo Viaje”. Cf. Chiara Lubich, Juntos en Camino, Ciudad Nueva Argentina, 1988, pp.191-192. [1] Sal 119, 32

Chiara Lubich en diálogo con nuestro tiempo

Éste es el título del congreso que tendrá lugar los días 18 y 19 de febrero próximos, promovido por el Centro Chiara Lubich y por la Biblioteca Nacional Central de Roma. Consonancias y puntos de encuentro de la espiritualidad de la unidad con las ideas y el pensamiento de los grandes de nuestro tiempo. ¿Cómo nos imaginamos un diálogo entre Chiara Lubich, Dietrich Bonhoeffer, Simone Weil, el Mahatma Gandhi, y también con Giorgio La Pira, Martin Luther King o incluso Mijail Gorbachov? Cuando sucede que la visión de una personalidad se cruza con la de otros “grandes” de su tiempo o de otros tiempos, a menudo tales convergencias potencian o enriquecen un movimiento de ideas transversal, capaz de alcanzar porciones de humanidad vastísimas e imprimir una dirección de marcha hacia un cambio duradero. Además, poner en diálogo la idea de la unidad de Chiara Lubich con distintas personalidades que hicieron historia, es la intención del congreso “Más allá del siglo XX. Chiara Lubich en diálogo con nuestro tiempo” (18/19 de febrero de 2021), promovido por el Centro Chiara Lubich y por la Biblioteca Nacional Central de Roma. Será posible seguir el evento online en el canal YouTube de Città Nuova, en castellano, italiano, inglés y portugués.  JUEVES 18/02  Y ITALIANO https://youtu.be/hePSudSFdbo PORTUGUÊS https://youtu.be/91uF6G4uJ80 ENGLISH https://youtu.be/_vKWn0NNP_Q ESPAÑOL https://youtu.be/Awo4Z3sbQU0 VIERNES 19/02 ITALIANO https://youtu.be/R1NtYaCUifA PORTUGUÊS https://youtu.be/pQKtuCs1loQ ENGLISH https://youtu.be/s8H4u-LHC70 ESPAÑOL https://youtu.be/TNFO84-RZBM El congreso afrontará el pensamiento, la experiencia histórica, política, económica y literaria de  Chiara Lubich gracias al aporte de académicos y estudiosos de distintas disciplinas:  Miguel Ángel Moratinos, Andrea Riccardi, Piero Coda, Alessandra Smerilli, Vincenzo Buonomo,  Pasquale Ferrara,  Maurizio Gentilini, Giulia Paola De Nicola,  Adriano Roccucci, Cristiana Freni,  Lucia Tancredi,  Aldo Civico, con la participación de otros países a través de  Andras Fejérdy de Hungría y  Vinu Aram de la India, sólo para citar a algunos. El congreso se desarrollará en cuatro sesiones: histórica, literaria, socio-política y una última dedicada a algunas figuras del siglo XX. Chiara Lubich atravesó el siglo XX y vivió el inicio del nuevo milenio, mirando este cambio de época desde la perspectiva de la fraternidad universal, convencida –como dijo muchas veces–  que “la unidad es un signo de los tiempos”. Las consonancias que el congreso quiere poner de relieve superan ampliamente el análisis del pensamiento de Chiara Lubich, porque lo colocan en diálogo y lo cotejan con figuras de grandes personalidades que, aun con recorridos de vida y culturales distintos, fijaron la mirada hacia la misma dirección. Además del Movimiento de los Focolares, colaboran con el congreso el Instituto Universitario Sophia, la editorial Città Nuova, New Humanity y la Fundación del Museo Histórico de la Provincia de Trento.

Stefania Tanesini

 

Padre Paolo Bachelet S.J.

29 de marzo de 1922 – 1° de noviembre de 2020 Jesuita y religioso de los Focolares, fue un gran educador y padre espiritual. Poco antes del amanecer de la fiesta de todos los santos, en la enfermería de los padres jesuitas de Roma, el Padre Paolo Bachelet subió a la Casa del Padre. El 29 de marzo del 2020 había cumplido 98 años. El Padre Paolo entró en la Compañía de Jesús el 7 de diciembre de 1941. Fue ordenado sacerdote el 7 de julio de 1951. Terminó su formación con los votos solemnes el 3 de febrero de 1958. Conoció el Movimiento y su Espiritualidad de la Unidad en los años ‘50, cuando era estudiante de Teología en la Universidad Gregoriana, donde tuvo como compañero de estudios a Pascual Foresi, co-fundador del Movimiento. Enseguida se creó entre ellos un vínculo espiritual que nunca se interrumpió. Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, le “confió” una frase del Evangelio para que viviera en su cotidianidad, para que se convirtiera en su Palabra de Vida: “Es necesario que Él crezca y que yo disminuya” (Jn. 3,30). Cuando adhirió a la Espiritualidad de los Focolares entró a formar parte del grupo de religiosos del Movimiento y vivió muchos años, primero en el seminario regional de Anagni (Italia), después en la Capilla de la Universidad La Sapienza de Roma. Fue un gran educador y padre espiritual. Muchos ex-seminaristas de Anagni, incluso aquellos que llegaron a ser obispos, siguieron dejándose guiar espiritualmente por él. En la Capilla universitaria de La Sapienza, donde vivió de 1987 al 2003, fue muy amado y buscado como acompañante espiritual tanto por los estudiantes como por los docentes universitarios. Vivir con él una fuerte relación espiritual siempre era fuente de enriquecimiento y de edificación espiritual. Tenía una gran capacidad de escucha. Realmente sabía hacerse a un lado para acoger plenamente al otro. Al comunicar su alma dentro del pequeño grupo de los religiosos que compartían con él la Espiritualidad de la Unidad, a menudo refería cómo en muchos coloquios se encontraba delante de temas para los cuales no tenía una respuesta. No se preocupaba por eso porque constataba que quien le confiaba sus problemas, gracias a su escucha discreta y atenta, encontraba por sí mismo la luz y la respuesta. Lo comunicaba como un fruto de la presencia espiritual de Jesús que estaba en ese momento presente entre él y su interlocutor, tal como dice el Evangelio «Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, ahí estoy Yo en medio de ellos» (Mt 18,15-20). Tenía un amplio conocimiento de la Teología Moral y del Derecho Canónico. Siempre le dedicó gran atención a las familias y, con la colaboración de un focolarino casado y otros del Movimiento de los Focolares, en los años ‘90 colaboró con la formación de la asociación Familias Separadas Cristianas (FSC). Siguió con mucha dedicación el grupo romano de la asociación hasta el 2017,  cuando se transfirió a la enfermería de Via dei Penitenzieri en Roma. Siguió con atención la preparación y realización del Sínodo de los Obispos sobre la familia. Algunas de sus observaciones, que llegaron a la Secretaría General del Sínodo, se pueden encontrar en el documento final: Amoris Laetitia. Recordamos al Padre Paolo como un hijo espiritual de Chiara Lubich y como un verdadero hermano en el compartir la Espiritualidad de la Unidad, que ahora nos acompaña desde el Cielo.

Armando Ceccarelli S. J.

Este Europeo y comunión de bienes: providencia de Dios

De las comunidades de los Focolares de Croacia, Macedonia y Serbia, donde se experimenta la alegría de dar gratuitamente para ayudar a quien pasa dificultades. “La comunión de los bienes que nosotros hacemos nació observando la primitiva comunidad cristiana: hemos visto que ahí ponían en práctica y debido a la comunión de los bienes no había ningún indigente (…). Entonces esa es la fórmula, nosotros decíamos: si todo el mundo viviera la comunión de bienes los problemas sociales, los pobres, los hambrientos, los desheredados, etc. ya no existirían”. Son las palabras de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, cuando lanzó el proyecto de la Economía de Comunión, en 1991, relatando cómo nació en el Movimiento la costumbre de practicar la comunión de bienes, materiales y espirituales. En 1943, en Trento, la guerra había destruido la ciudad y muchos habían perdido la casa, el trabajo, algún familiar.  Delante de tanta desesperación, a la luz de las palabras del Evangelio meditadas en los refugios -Chiara y sus primeras compañeras decidieron hacerse cargo de los más necesitados. “Teníamos el objetivo de actuar la comunión de bienes en la más amplia escala posible para resolver el problema social de Trento. Yo pensaba: “hay dos, tres localidades donde están los pobres… vamos ahí, llevamos lo que tenemos, lo compartimos con ellos”. Era un razonamiento sencillo, es decir, nosotros tenemos más, ellos tienen menos; elevaremos su nivel de vida hasta llegar a una cierta igualdad”. Después de ochenta años, la práctica de la comunión de bienes es en el Movimiento una realidad siempre viva. Cada uno dona libremente según sus posibilidades; a menudo es una expresión de gratitud por haber recibido. Se multiplican las experiencias por doquier en el mundo. Desde Croacia cuentan: “Fui a comprar 10 Kgs. de semilla para mis pollos. El señor que me la vendió no quiso el dinero. Doné lo que había ahorrado para la comunión de bienes extraordinaria en este tiempo de pandemia”. Ciertamente no siempre se trata de dar bienes materiales y dinero, pero el compromiso refuerza el valor del gesto: “Recientemente le vendí vino a un vecino, el me dio más dinero y no quiso el vuelto. Lo di para la comunión de bienes extraordinaria, pero no fue fácil, tuve que superar mi modo de pensar humano”. En cambio es común la experiencia de recibir después de haber donado. Es el “Den y se les dará”(Lc 6,38) evangélico que Chiara y sus primeras compañeras experimentaban concretamente. Desde Macedonia: “Ayudamos a algunas familias que se quedaron sin trabajo por la crisis causada por la pandemia, dándoles comida, medicinas y material escolar. Una pequeña ayuda, pero una de ellas nos dijo que con eso había podido comer durante dos semanas. Poco después una familia nos hizo una donación que cubría todos nuestros gastos. Todo circula”. Y también es común la alegría de dar y de recibir. En  Serbia la comunión de bienes pudo ayudar a una familia con hijos donde el padre y la madre estaban enfermos y sin trabajo. Viven de la producción de su huerto y para pagar las facturas Toni ayuda en la parroquia. “Cuando fuimos a llevarle el dinero él estaba regresando a casa después de haber pedido un préstamo para comprar leña. Les explicamos de dónde estaba llegando la ayuda se sintieron conmovidos porque sentían que Dios a través de nosotros los había “mirado”. La comunión de bienes, en el fondo, no es otra cosa que un instrumento de la Providencia de Dios.

Claudia Di Lorenzi

Renovar el amor recíproco

Los Estatutos generales del Movimiento de los Focolares, así como los Reglamentos de cada una de sus ramas, contienen una “premisa de toda otra regla” una “norma de las normas”: el compromiso de cualquiera que forme parte del Movimiento a vivir la mutua caridad según el Mandamiento de Jesús. En el texto siguiente Chiara Lubich subraya que este compromiso debe renovarse continuamente. [En la Carta a los Romanos el apóstol Pablo] dice: “Despojémonos, pues, de las obras de las tinieblas y revistámonos de las armas de la luz”[1]. Las “obras de las tinieblas” son los frutos de los vicios y del pecado. Las “armas de la luz” son las virtudes,  y el poner en práctica en la vida la Palabra de Dios. Ahora bien, sabemos que el Mandamiento nuevo de Jesús es casi un resumen de todos sus mandamientos, de todas sus Palabras. Llevaremos por tanto “las armas de la luz” volviendo a centrar nuestras vidas en este mandato. Por este – como sabemos – el Resucitado resplandecerá en medio de nuestra comunidad. […] “Armas de luz” por tanto. Mandamiento nuevo realizado con un novísimo empeño. […] Es esta la invitación que extiendo a todos ustedes. Para comenzar enseguida, analicémonos un poco sobre nuestro amor recíproco: consideremos la medida de nuestro amor (recordando que debe ser la misma que la de Jesús hacia nosotros, es decir, estar dispuestos a dar la vida), evidenciemos así nuestra poca generosidad, nuestras limitaciones al ponerlo en práctica, para superarlas; observemos si nuestro amor recíproco no es demasiado humano, para llevarlo a un plano más sobrenatural… Si hacemos así, mejorándolo de esta forma, Jesús, el Santo, estará entre nosotros y Él podrá hacer del año actual el más santo de nuestra vida. […]

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 13 de noviembre de 1986) Extraído de: “Renovar el amor recíproco”, Cf. Chiara Lubich, Juntos en Camino, Ciudad Nueva  Argentina, 1988, pp. 188-190. [1] Rm 13, 12  

Oración mundial contra la trata

El 8 de febrero, maratón de oración por una economía que valora y cuida al ser humano y la naturaleza, que incluye y no explota a los más vulnerables. La séptima jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas se celebrará el 8 de febrero de 2021 en el memorial litúrgico de Santa Giuseppina Bakita y nos propone reflexionar y profundizar en el tema y las conexiones de la economía en el mundo contemporáneo y la trata de personas. . El Movimiento de los Focolares se adhiere a esta red que involucra a asociaciones y entes en todo el mundo, incluido el Dicasterio para la Vida Consagrada, el Pontificio Consejo Justicia y Paz, el Pontificio Consejo para los Migrantes e Itinerantes, la Academia de Ciencias del Vaticano, Caritas Internacional y muchos otros. Queremos una economía que no se apoye en el tráfico de la ilegalidad y la explotación, sino que promueva la vida y la dignidad de todas las personas y el trabajo digno para todas y para todos. La trata de personas existe porque moviliza una gran cantidad de dinero que garantiza ingresos fáciles para todos los que la trafican. En realidad, todos ganamos un poco con el tráfico, adquiriendo bienes y servicios de bajo costo. Tenemos que revertir el rumbo y decir no a todo lo que destruye la vida. La Jornada Mundial de Oración y Reflexión contra la Trata de Personas 2021 centra la atención en una de las principales causas de la trata de personas: el modelo económico dominante, cuyos límites y contradicciones se ven agravados por la pandemia Covid-19. Y la trata de personas es parte integrante de “esta economía”: las personas que son víctimas de la trata como “mercancías” se insertan en los engranajes de una globalización gobernada por la especulación financiera y la competencia “por bajo costo”. Por lo tanto, se necesita una visión “estructural y global” de la trata para aniquilar todos esos mecanismos perversos que alimentan la oferta y la demanda de “personas para ser explotadas”, porque es el corazón de toda la economía el que está enfermo. Un aforismo atribuido a Oscar Wilde afirma que el cínico es el que conoce el precio de todo y el valor de nada, pues bien, esta economía parece dominada por el cinismo: con referencia a bienes, servicios y personas, no solo el mercado pone el precio, sino que aún más dramático es el precio que determina su valor. La misma empresa es víctima de esta lógica que es cada vez más valorada por los mercados financieros por el precio de sus acciones y no por el valor añadido que genera su capital humano. La trata es, por tanto, la punta del iceberg, es el cristal de aumento de un malestar debido a un neoliberalismo imperante basado en una (falsa) idea de libertad económica en la que toda instancia ética, social y política resulta ajena y un obstáculo. Por el contrario, una economía sin trata es una economía que valora y se preocupa por el ser humano y la naturaleza, que incluye y no explota a los más vulnerables. ¿Cómo participar en la jornada mundial de oración? El 8 de febrero se puede seguir la maratón de oración en el canal Youtube dedicado a la maratón de siete horas en cinco idiomas, con testimonios de las diferentes realidades involucradas en el mundo contra la trata. Para más información: www.preghieracontrotratta.org

Lorenzo Russo

Documento final:  trabajos en curso

Documento final:  trabajos en curso

Diario de la Asamblea general/12, del 5 de febrero del 2021 Concluyó para los participantes de la Asamblea general, una intensa jornada de trabajo. Entre ayer y hoy se analizaron y votaron una serie de mociones para la vida futura del Movimiento.  Se escribió un primer boceto del documento final, que contiene una síntesis de las orientaciones y líneas de acción de las temáticas que se discutieron en los diferentes grupos de trabajo. Cabe señalar que los límites de tiempo y las condiciones técnicas impuestas por la modalidad telemática, constituyeron un desafío para los trabajos de la Asamblea. No obstante esto, se hizo todo lo posible para ofrecer a cada uno, las condiciones necesarias para dar su propio aporte, para vivir una experiencia de unidad en la diversidad y construir juntos un documento final a consignar al nuevo Gobierno. Según cálculos aproximados, para cada argumento se trabajó un total de entre 13 y 15 horas, y sólo en el primer boceto, se invirtieron un total de 3.500 horas de trabajo. Todo esto ayudado por algunas  plataformas especializadas y por tres facilitadores profesionales. Mañana  por la mañana, una cita extraordinaria: la Asamblea general será recibida en audiencia privada por el Papa Francisco, en el Aula Pablo VI.  Algunos participantes estarán  en forma presencial, mientras que la mayor parte lo seguirá por streaming. La presidente saliente, María Voce, le presentará  al Santo Padre a la recién  elegida Margaret Karram. La nueva presidente dirigirá un discurso de saludo al Papa y el Santo Padre hablará a los presentes y a los participantes de la Asamblea conectados. La transmisión  de la audiencia estará disponible para todos. En el siguiente link encontrarán la información detallada: https://www.focolare.org/es/news/2021/02/05/el-papa-francisco-recibe-en-audiencia-a-la-asamblea-general-de-los-focolares/

Oficina de Comunicaciones de Focolares

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Fueron elegidos los consejeros: un equipo “mundial”

Fueron elegidos los consejeros: un equipo “mundial”

Diario de la Asamblea general/11, del 4 de febrero de 2021 Fueron elegidos los 22 nuevos consejeros generales de los Focolares en las jornadas de ayer y de hoy. Provienen de 16 países y de 4 continentes, tienen entre 52 y 70 años y representan la multiculturalidad que caracteriza a los Focolares. Muchos de ellos vivieron en distintos contextos geográficos además de su lugar de origen, un dato importante para conocer en profundidad las características, las necesidades y los desafíos de los países en los cuales abitan quienes se identifican con el mensaje de unidad de los Focolares. “Pedimos el Espíritu Santo para que podamos ser guiados solo por él”, había dicho ayer Margaret Karram en la apertura de las votaciones para los consejeros. En efecto, éste es solo el primer paso hacia la composición del nuevo “Centro de la Obra”. Próximamente la nueva Presidenta distribuirá a cada uno las funciones. La intensa jornada de hoy se concluyó con una sesión dedicada a la presentación y la aprobación de distintas mociones. Mañana los trabajos seguirán en reunión plenaria con sesiones de diálogo sobre las líneas y las orientaciones para los próximos 6 años. Mientras tanto conozcamos a los consejeros recién elegidos por nombre y lugar de proveniencia. Fueron elegidos: Consejeras Cuneo Chiara (Italia) Escandell Silvia (Argentina) Gomez Margarita (España) Kempt Donna Lynn (USA) Kobayashi Renata (Japón) Koller Friederike (Alemania) Moussallem Rita (Líbano) Ngabo Bernadette (RDC Congo) Sanze Genéviève (Rep. Centroafricana) Simon Renata (Alemania) Zanolini Clara (Italia)   Consejeros Asprer Ray (Filipinas) Bartol Angel (España) Battiston Ruperto (Italia) Brüschke Klaus (Brasil) Canzani Francisco (Uruguay) Dijkema Enno (Holanda) Kenfack Etienne (Camerún) Salimbeni Antonio (Italia) Schwind Joachim (Alemania) St-Hilaire Marc (Canadá) Valtr Vit (República Checa)   Oficina de Comunicación Focolares Texto en PDF

En curso las votaciones de las consejeras y de los consejeros generales

En curso las votaciones de las consejeras y de los consejeros generales

Diario de la Asamblea general /10, del 3 de febrero 2021 La jornada de hoy está nuevamente dedicada a las votaciones: la Asamblea general de los Focolares se reencontró en plenaria para iniciar el proceso de votaciones que terminará mañana, para elegir las consejeras y los consejeros generales del Movimiento de los Focolares.

La comisión electoral en funcionamiento

Los consejeros son los más estrechos colaboradores y consultores de la Presidenta. El número total está dividido en partes iguales entre los focolarinos y las focolarinas con votos perpetuos y es indicado por la Presidenta recién elegida. Margaret Karram ha decidido que serán veintidós y en los próximos días les distribuirá las distintas ocupaciones. Muchos son los ámbitos de los cuales se ocupan los consejeros: van desde la economía a la vida de oración, del cuidado del ambiente y de la persona a la comunicación, de la cultura a la evangelización, hasta la tarea de seguir y mantener relaciones estrechas con Países o áreas geográficas enteras. La Presidenta les puede confiar además otras tareas especiales. Componen, junto con la Presidenta y el Copresidente, el “Centro de la Obra” que constituye el corazón pulsante del Movimiento. Mañana continuarán las votaciones y se conocerán todos los nombres de los veintidós consejeros. Oficina de Comunicación Focolares Texto en PDF  

No hay Covid que valga. El amor se ingenia para desafiar la distancia

No hay Covid que valga. El amor se ingenia para desafiar la distancia

A pesar de las restricciones impuestas por la pandemia, la comunidad de los Focolares de Toronto se acerca a una madre enferma y a su familia “¡No me siento sola en este viaje, gracias a todos ustedes que son mi familia!”. Susan vive en Toronto, Canadá, tiene cinco hijos y hace aproximadamente un año descubrió que tenía un cáncer avanzado. El suyo es un camino accidentado, donde se alternan progreso y esperanza con momentos de prueba en los que su estado de salud empeora. Pero compartir su experiencia con la comunidad de los Focolares, de la que forma parte desde hace mucho tiempo, la ayuda a aliviar el peso de su sufrimiento y que su alegría sea mayor. Un compartir que ni siquiera las restricciones impuestas por la pandemia pueden impedir. Será porque el amor se las ingenia para superar los obstáculos más difíciles. Y también se aplica a las relaciones de fraternidad que unen a los miembros de una comunidad. “Cuando Susan compartió la situación con nosotros – cuentan desde el focolar de Toronto – nos dijo que se sentía en paz y quería ofrecer su sufrimiento por todos los afectados por la pandemia. Le aseguramos nuestras oraciones personales, y una de nuestras familias tuvo la idea de reunirse con nosotros por zoom para rezar el rosario pidiendo su curación”. Así que desde el pasado mes de marzo, todos los domingos a las 16 hs, los miembros de la comunidad de Toronto se reúne por zoom: “Nos alternamos en el rezo de una decena del Rosario, dejando a Susan y su familia el resto”. Es un momento de oración tan fuerte que sienten la presencia espiritual de Jesús entre ellos, según el Evangelio que dice “Donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, yo estoy allí, en medio de ellos” (Mt 18, 20). Y por intercesión de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, piden que Susan se cure. “Después de la oración – continúan – Susan nos cuenta del progreso de los tratamientos, y todos nos alegramos con ella y Nino, su esposo, si hay progreso y sufrimos con ellos por los momentos difíciles. Continuamente recalca que gracias a la presencia espiritual de Jesús entre nosotros, se siente más fuerte espiritual y emocionalmente, ¡experimentando que todos llevamos juntos este sufrimiento!”. El amor por esta madre y por su familia también se expresa en gestos concretos. Y si los médicos prescriben descanso y desaconsejan cocinar, hay quienes se turnan para preparar la cena, que es diferente cada vez. “Es increíble – observan – cuando hay amor, se superan todas las dificultades, incluso las provocadas por el virus con el encierro. Para los miembros de la familia de Susan, especialmente para los niños pequeños, siempre es una alegría descubrir qué les llega para la cena porque cada vez, desde nuestra comunidad multicultural, hay platos de diferentes cocinas del mundo. Esta experiencia que estamos viviendo con tantos actos de amor nos ha hecho crecer como comunidad”. Sentirse familia es lo que da valor a Susan. Y es por el amor de Susan que la comunidad se redescubre todos los días como familia.

Claudia Di Lorenzi

 

Saludos desde todo el mundo

Diario del la Asamblea generale/9, del 2 de febrero de 2021 Después de 10 días, la Asamblea general de los Focolares está en un punto de inflexión: con la elección de la nueva Presidenta Margaret Karrram y la confirmación llegada hoy de la renovada elección del copresidente Jesús Morán, se concluye la primera parte. Como primer acto oficial, la nueva Presidenta establecerá mañana el número de los consejeros generales que la Asamblea tendrá que elegir. No podrán ser menos de 20, en base a una reciente modificación de los Estatutos generales del Movimiento. Mientras que hoy se trabaja sobre las orientaciones y las líneas de acción para los próximos seis años, llegan de todo el mundo saludos y felicitaciones a la presidente electa. Transcribimos algunos particularmente significativos: “Con mucho gusto hemos recibido la noticia de su elección como nueva presidenta del Movimiento de los Focolares […] Siendo muy experta en el diálogo entre las culturas […] su nombramiento reforzará el testimonio de unidad entre culturas y religiones. […] En la cooperación de “Juntos por Europa” queremos ser un ‘partner’ de confianza para contribuir a una nueva cultura de la unidad”.                                                                                                                                                                                     Heinrich Walter, Movimiento de Schoenstatt Querida Margaret, […] me alegro contigo, también en nombre de Andrea [Riccardi] y de toda la Comunidad de Sant’Egidio por esta importante elección. […] Ya nos hemos encontrado en varios oportunidades […] particularmente en el compromiso por la unidad entre movimientos y “Juntos por Europa”. […] Construir puentes y lazos de fraternidad es una necesidad para nuestro mundo y una “vocación” a la cual tu historia personal, tu proveniencia de una tierra de sufrimiento y de conflicto, te hace particularmente sensible. […] En este espíritu de fraternidad continuamos nuestra amistad entre el movimiento de los Focolares y la Comunidad de Sant’Egidio.                                                                                                            Marco Impagliazzo, Presidente de la Comunidad de Sant’Egidio “La Federación de las Amistades Judeo-Cristianas en Italia le expresa sinceros deseos de buen trabajo para su función. […] Idealmente recordamos la luz y los colores de sus ciudades: Haifa, Los Ángeles y Jerusalén y deseamos poder colaborar para la promoción del diálogo judeo-cristiano e interreligioso”. “Con inmenso placer, en nombre de la Unión de las Comunidades Islámicas de Italia le hago llegar las más cálidas felicitaciones por su nombramiento como Presidenta del Movimiento de los Focolares. Renuevo en nombre de las comunidades que represento la voluntad de colaborar siempre en el camino del diálogo, del compartir, del encuentro, con la esperanza de poder recoger frutos de paz.”                                                                                                                                                                               Yassine Lafram, presidente UCOII. “La Orden del Santo Sepulcro hace llegar sus mejores deseos a la recientemente elegida Presidenta del Movimiento de Focolares, Margaret Karram. […] Árabe católica de Haifa, siempre estuvo intensamente involucrada en las actividades de diálogo interreligioso obrando para la cultura del encuentro en Tierra Santa.” Antes de concluir este diario pedimos a todos ustedes, nuestros queridos lectores, vuestra colaboración: están circulando en distintos canales documentos, fotos, grabaciones de la Asamblea General. Queremos expresarles vivamente que esta Asamblea no es un evento público. Les pedimos que nos ayuden a proteger la reserva y no fomentar la difusión inapropiada de contenidos no autorizados por esta oficina. ¡Gracias!

Oficina de Comunicación Focolares

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Jesús Morán reelegido copresidente de los Focolares

Es el segundo mandato para Morán, cuya primordial tarea es pleno apoyo y cooperación con Margaret Karram, la nueva presidenta recién elegida de los Focolares. También la elección del copresidente fue acogida por la Asamblea de los Focolares con un aplauso mundial y hoy el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida ha confirmado su nombramiento: Jesús Morán ha sido reelegido copresidente de los Focolares. Este es su segundo mandato tras el que termina de concluir junto a María Voce. Jesús Morán tiene 63 años y nació en Navalperales de Pinares, Ávila (España). Conoció el mensaje evangélico propuesto por el Movimiento de los Focolares durante sus estudios universitarios, a través del testimonio de algunos de sus compañeros. Es licenciado en Filosofía por la Universidad Autónoma de Madrid, obtuvo la Licenciatura en Teología Dogmática en la Pontificia Universidad Católica de Santiago de Chile y el Doctorado en Teología en la Pontificia Universidad Lateranense de Roma. De 1996 a 2004 fue delegado para los Focolares en Chile y Bolivia, donde fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 2002. De 2004 a 2008 fue corresponsable del Movimiento en México y en Cuba. En la Asamblea General de los Focolares de 2008 fue elegido consejero general y encargado del aspecto de la formación cultural de las personas pertenecientes  al Movimiento. En 2009 empezó a formar parte de la “Escuela Abba”, centro interdisciplinario de estudio de los Focolares, por su competencia en antropología teológica y teología moral. Desde 2014 hasta hoy es copresidente del Movimiento de los Focolares. Funciones del Copresidente La primera tarea del Copresidente es el apoyo y la cooperación con la presidenta. Los Estatutos de los Focolares hablan de “profunda unidad con la Presidente” para ofrecerle la posibilidad de examinar ideas y decisiones, en escucha y común búsqueda de la voluntad de Dios. Es responsable de los sacerdotes que se adhieren a los Focolares y se encarga de que la vida interna y las actividades del Movimiento sean conformes a la fe y a la moral de la Iglesia.

Stefania Tanesini 

 

Margaret Karram es la nueva Presidenta de los Focolares

Elegida el 31 de enero, es la tercera Presidenta que dirige el Movimiento después de la fundadora, Chiara Lubich, y de María Voce, que ha concluido ahora dos mandatos. COMUNICADO DE PRENSA – 1 de febrero de 2021 Margaret Karram, fue elegida ayer Presidenta de los Focolares con más de los dos tercios de las preferencias de los participantes con derecho a voto de la Asamblea general del Movimiento, compuesta por 359 representantes de todo el mundo. Sucede a la fundadora Chiara Lubich y a María Voce que ocupó el cargo durante 12 años (dos mandatos). Margaret Karram nació en Haifa, Israel, en 1962, en el seno de una familia católica palestina y es licenciada en Judaísmo por la Universidad Hebrea de Los Ángeles (EE.UU.). Ocupó varios puestos en el Movimiento de los Focolares en Los Ángeles y en Jerusalén. También ha colaborado en diversas comisiones y organizaciones para la promoción del diálogo entre las tres religiones monoteístas, como la Comisión Episcopal para el Diálogo Interreligioso, la Asamblea de los Ordinarios Católicos de Tierra Santa y la organización ICCI (Consejo de Coordinación Interreligiosa en Israel). Trabajó durante 14 años en el Consulado General de Italia en Jerusalén. Desde 2014 está en el Centro internacional de los Focolares como consejera para Italia y Albania y corresponsable para el Diálogo entre los Movimientos eclesiales y nuevas Comunidades católicas. Habla árabe, hebreo, italiano e inglés. En 2013 fue galardonada con el “Premio Monte Sión” por la reconciliación, que se le concedió junto con la académica e investigadora Yisca Harani, por su compromiso con el desarrollo del diálogo entre  culturas y religiones diferentes. En 2016 recibió el Premio internacional S. Rita por haber favorecido el diálogo entre cristianos, judíos, musulmanes, israelíes y palestinos, a partir de la cotidianidad de la vida. Las elecciones se celebraron ayer, 31 de enero de 2021, pero su nombramiento no se ha hecho efectivo hasta hoy, tras la confirmación por parte del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, como previsto en los Estatutos Generales de los Focolares. El documento expresa el deseo de que la nueva Presidenta pueda desempeñar su tarea “con fidelidad, espíritu de servicio y sentido eclesial, para el bien de los miembros de la Obra y de la Iglesia universal”. Las tareas de la Presidenta de los Focolares Según los Estatutos Generales del Movimiento, la Presidenta es elegida entre las focolarinas (consagradas, con votos perpetuos) y siempre será una mujer. Ella – se lee en los mismos-  es un “signo de la unidad del Movimiento”; ello significa que representa la gran variedad religiosa, cultural, social y geográfica de quienes se adhieren a la espiritualidad  de los Focolares en los 182 países en los que el Movimiento está presente y que se reconocen en el mensaje de fraternidad que  la fundadora, Chiara Lubich, extrajo del Evangelio “Padre, que todos sean uno”. (Jn 17, 20-26) Son muchos los compromisos y los retos que le esperan a Margaret Karram en los próximos años: las tareas de gobierno y dirección de un Movimiento mundial como el de los Focolares, profundamente inmerso en las realidades y desafíos locales y globales de la humanidad, empezando por este tiempo de pandemia.  Los Estatutos indican además el “estilo” que debe caracterizar la labor de la Presidenta: “La suya será sobre todo una presidencia de la caridad, porque deberá ser la primera en amar, es decir servir a sus hermanos, recordando las palabras de Jesús: “(…) quien quiera ser el primero que se haga el servidor de todos” (Mc 10, 44). El compromiso prioritario de la Presidenta, por lo tanto, es ser constructora de puentes y portavoz del mensaje central de la espiritualidad de los Focolares, dispuesta a practicarlo y difundirlo, como leemos más adelante, incluso a costa de su propia vida. Las próximas etapas de la Asamblea General de los Focolares son la elección del Copresidente esta tarde y de los consejeros el próximo 4 de febrero. Stefania Tanesini – Cel. +39 338 5658244 Texto en PDF  

Margaret Karram: nueva Presidenta de los Focolares

Margaret Karram: nueva Presidenta de los Focolares

La nueva presidenta del Movimiento de los Focolares para el próximo sexenio es Margaret Karram, nacida en Haifa (Israel), en 1962. La elección, para la cual son necesarios por lo menos los dos tercios de los presentes, se realizó el domingo 31 de enero y fue aprobada por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, según los Estatutos de los Focolares. La nueva Presidenta -que según los Estatutos debe ser siempre una mujer- guiará el Movimiento en los próximos seis años. Debido a la pandemia la Asamblea general del Movimiento de los Focolares que votó a la nueva presidenta se está desarrollando completamente online. Comenzó el 24 de enero pasado y se concluirá el próximo 7 de febrero de 2021. Es la tercera Asamblea general después de la muerte de la fundadora Chiara Lubich. Participan 359 personas de todo el mundo, en representación de las distintas culturas, generaciones, vocaciones, pertenencias eclesiales y fe religiosas presentes en el Movimiento de los Focolares. Luego de la elección de la Presidenta siguen, el 1° de febrero, la elección del Copresidente, que según los estatutos debe ser un focolarino sacerdote, y la elección de los consejeros que colaborarán en el gobierno central del Movimiento. Seguirá un comunicado de prensa.

 Lorenzo Russo – Oficina de Comunicación Focolares

 

Vivir bien el presente

Para amar a Dios y amar a los hermanos tenemos siempre y solo un momento: el actual. Este es uno de los conceptos en los que Chiara demostró ser “maestra” de una pedagogía genial como sencilla. Poner todo el empeño en vivir bien el presente le muestra a cada uno un método que permite realizarse y alcanzar la felicidad. […] También entre nosotros hay quien cumple su Santo Viaje después de una larga espera y quien lo cumple en un soplo, cuando menos lo piensa. Cabe entonces preguntarse: ¿Cómo será para nosotros? Y espontáneamente se deduce que es bueno estar siempre preparados. ¿De qué manera? Permaneciendo en gracia de Dios y viviendo plenamente el momento presente. Por esta razón he deseado en estos últimos días fijar una vez más mi atención en ese típico aspecto de nuestra espiritualidad que consiste en concentrarse en vivir el momento presente. Y con el pensamiento volví a muchas frases tomadas por ejemplo de los santos, que nos motivan a ponerlo en práctica a la perfección. ¿Recuerdan? Santa Catalina de Siena decía: «La aflicción que pasó ya no la tenemos, porque el tiempo se escapó; lo que ha de venir, no lo tenemos, porque no estamos seguros de tener tiempo»[1]. Así nos invitaba a vivir el momento presente. Y santa Teresa del Niño Jesús: «Tú lo sabes, Dios mío, que para amarte […] tengo solo hoy»[2]. Y recordé también un lema que nos fue útil en el pasado, que era fácil de retener porque, en italiano, cada una de sus palabras comienza con la letra s: «Seré santa si soy santa enseguida». Pero también en estos días me di cuenta de que este modo de vivir la vida lo aman también otros santos, que lo aconsejan con pasión. «Afortunada el alma –escribía Pablo de la Cruz– que descansa “in sinu Dei” (en Dios), sin pensar en el futuro, sino que procura vivir en Dios momento a momento, sin otro cuidado que el de hacer bien su voluntad en cada circunstancia»[3].  «Afortunada el alma…». Nosotros podemos poseer esta fortuna, porque es propio de nuestra espiritualidad vivir así. Viviendo el presente es como podemos cumplir bien todos nuestros deberes. Viviendo el presente es como las cruces se hacen soportables; por algo se aconseja esta práctica a aquellos que se acercan a la muerte. Viviendo el presente es como se pueden comprender las inspiraciones de Dios, los impulsos de su gracia que llegan en el presente. […] ¡Vivamos, pues, el presente! […] ¡Vivamos el presente a la perfección! Nos encontraremos, en la noche de cada día y en la noche de la vida, cargados de buenas obras cumplidas y de actos de amor ofrecidos. […]

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 23 de octubre de 1986) Extraído de: “Vivir el presente con perfección”, en: Chiara Lubich, Juntos en Camino, Ciudad Nueva , 1988, pp. 185-187. [1] Epistolario de santa Catalina de Siena, espíritu y doctrina, Tomo 2. Ed. San Esteban [2] S. Teresa de Lisieux, Obras completas, Ed. Biblioteca de autores cristianos. [3] S. Pablo de la Cruz, “Lettere, I”, Tipografia Pontificia Istituto Pio IX, Roma 1924

Gran expectativa

Gran expectativa

Diario de la Asamblea general /8, del 31 de enero de 2021 “Escuchar hoy la voz del Señor”. No podía ser más atinado el “Pensamiento del día”, conocido también por “Pasapalabra”, que diariamente es difundido entre los Focolares en todo el mundo, como lo es hoy esta frase tomada del Salmo 94/95. En efecto comenzaron hoy las elecciones para la futura Presidenta del Movimiento de los Focolares, y el primer esfuerzo de los electores es el de escuchar atentamente la voz de Dios para encontrar la persona justa para los próximos seis años.

La comisión electoral

Los Estatutos generales prevén tres pasos para llegar a la elección de la nueva Presidenta:

  • debe ser elegida por lo menos con dos tercios de los presentes con derecho a voto. Este porcentaje bastante alto expresa el deseo de la fundadora Chiara Lubich, para que haya el más amplio consenso posible respecto a ese rol tan importante. A pedido de los participantes el proceso electoral puede ser interrumpido por un momento de comunión en reunión plenaria o en pequeños grupos;
  • una vez alcanzada la mayoría necesaria, la candidata debe aceptar la elección frente a la Asamblea;
  • para el tercer paso se requiere un poco de paciencia porque, siendo el Movimiento una asociación de derecho pontificio, la Presidenta elegida -como también el Copresidente- tiene que ser confirmada por la Santa Sede, concretamente por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida. Solo después de  esa confirmación la elección es válida y podrá ser comunicada.

Para vigilar que se cumplan las reglas de las elecciones hay una comisión electoral presentada ante la Asamblea y confirmada en la primera sesión plenaria del 24 de enero. Los cinco miembros son todos expertos en el ámbito jurídico: el focolarino casado italiano Danilo Virdis, la focolarina italiana Flavia Cerino, la voluntaria italiana Laura Bozzi, il voluntario holandés Waldery Hilgeman y la hermana franciscana italiana Tiziana Merletti. Mañana, 1 de febrero, seguirá el proceso electoral. Elegida la Presidente, se pasará a la elección del Copresidente, con las mismas modalidades.

Oficina de Comunicación Focolares

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Una mirada detrás de bambalinas

Una mirada detrás de bambalinas

Diario de la Asamblea general /7, del 30 de enero 2021 Mientras la Asamblea continúa también hoy trabajando sobre las prioridades y las líneas de acción para los próximos seis años, quisiéramos echar un vistazo detrás del telón, para conocer las personas que hacen funcionar “la máquina” que hace posible el desarrollo de este evento. La modalidad telemática ha requerido una red de colaboradores y ténicos especializados en distintos campos, indispensables no sólo para el funcionamiento de las plataformas digitales, sino también para garantizar la validez jurídica de esta Asamblea. Son setenta y tres  las personas que componen el equipo técnico de la Asamblea general de los Focolares; muchos están físicamente presentes en la sede internacional del Movimiento en Rocca di Papa, en Italia, mientras que otros colaboran desde lejos, desde tantas partes del mundo: Brasil, Filipinas, Francia, Guatemala, Inglaterra, Irlanda, Italia, Holanda, España, Tailandia y desde los Estados Unidos. Veinte informáticos se ocupan de las páginas en Internet y de las distintas aplicaciones. Catorce operadores subdivididos en dos direcciones hacen funcionar las distintas  video-conferencias. Treinta y cuatro traductores y traductoras de siete países colaboran para garantizar a los participantes la traducción en cinco idiomas: francés, inglés, italiano, portugués y español. Y el equipo que se ocupa de la coordinación general de todos los equipos técnicos está compuesto por cinco personas. Pero ésta es más que una red de colaboradores o técnicos especializados, como nos dice Francesco Mazzarella, quien trabaja desde Sicilia en el equipo de la dirección de video-conferencias. Nos escribe: Detrás de la Asamblea que va on line, un grupo de personas disperas por el mundo, los “famosos” técnicos se conocieron, se han encontrado y han creado un vínculo que supera de lejos el aspecto técnico, porque entre nosotros ha nacido una comunión espiritual, que ha ido creciendo poco a poco, a través de un camino que podríamos definir tecno-relación. A veces no se piensa en todo lo que está detrás, para que un evento pueda existir. Hoy el desafío pasa por la Web, con todas las incertidumbres y los desafíos de consecuencia, pero además con todas las posibilidades que esto implica. Lograr gestionar los momentos vía Web sin verse, sin poder estrecharse en un abrazo físico, es justamente el desafío de esta Asamblea. Pero la prueba más grande para los técnicos es la de donar las propias capacidades, conquistadas con sudor y estudio, en un intercambio de confianza. Me explico: un técnico, más allá de que haya elegido trabajar siguiendo los principios de la espiritualidad de la unidad, es siempre un profesional celoso de su propio trabajo, de sus propias habilidades. Lograr compartir métodos o procedimientos que con fatiga y estudio se han logrado, no se da por descontado; hacerlo es justamente un acto de fe,  es confiar en el otro, que está allí por amor, confiar que en la donación se construye la Asamblea. Un conjunto de de conexiones telemáticas y de almas que construyen realmente los cimientos tecno-relacionales de esta aventura llamada Asamblea on line. En general,  la presencia de los técnicos salta en evidencia cuando algo no está funcionando. En esta Asamblea es distinto: su trabajo y su “estilo” construyen cada día este evento. ¡Gracias a cada uno y a cada una!

Oficina de Comunicación Focolares

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Lituania – La cercanía espiritual de Dios y de los hermanos es bálsamo y curación

La historia de Irena, médica de Lituania, en el Este europeo, adherente del Movimiento de los Focolares, que contrajo la infección por el Covid 19. La fatiga de la enfermedad y la fuerza en el amor de Dios a través de la oración. “Los mensajes y las oraciones inundaban mi teléfono celular con mensajes.  No sé exactamente cómo lo habían sabido  mis amigos, mis conocidos y mis compañeros de trabajo. Rezaban por mí incluso amigos que yo no sabía que supieran rezar.  No podía imaginar que tanta gente pudiese unirse en oración por mi salud”.  Irena es una médica clínica que adhiere a la espiritualidad del Movimiento de los Focolares y vive en Lituania.  En estos meses en los que su país está afectado por la pandemia del Covid–19, además de su trabajo extenuante, contrajo la infección por el virus y experimentó el malestar de la enfermedad. Pero su fuerza –ella nos cuenta– fue la confianza en el amor de Dios.  Haber descubierto, además, que estaba unida a muchos a través de la oración, de alguna manera, compensó sus esfuerzos y le dio energía en su peregrinar hacia la curación. Su experiencia, de hecho, fue particularmente dura. Ante todo, el trabajo en el hospital seguía su ritmo habitual, pero enseguida el contagio se difundió entre sus colegas e Irena se vio trabajando sola. “Tenía que encontrar camas para el personal que había que aislar –nos explica– ubicar a los pacientes   que tenían que ser dados de alta porque no tenían ningún pariente que los cuidase; contactar a los familiares para que se ocuparan de ellos. No había mascarillas para los enfermos y repartía las mías. Una vez, con una colega que se quedó después del horario de trabajo, examinamos a 37 pacientes. Sólo por la noche tenía un poco de calma y podía rezar”. Tras muchos días vividos en el hospital sin descanso, Irena pudo volver a su casa. Pero sabía que había contraído la enfermedad.  Sin embargo, le llega un sosiego, porque siente la cercanía espiritual de Chiara Lubich (fundadora de los Focolares): “En la mesa de luz al lado de mi cama tenía la foto de Chiara sonriente, la veía como si fuese la primera vez que la miraba. Me sonreía y yo le sonreía, y todo se volvía más fácil”.  Al poco tiempo, los síntomas de la enfermedad se tornaron más pesados, pero Irena no se dejó vencer por el dolor.  “Perdí el sentido del gusto y me di cuenta de que el sentido del gusto también es un don de Dios. Ofrecía mis sufrimientos por mis colegas y por mi país. Las noches eran muy difíciles, pero conmigo estaba Chiara que me sonreía”. Cuando la enfermedad se hizo más agresiva la hospitalización fue inevitable, pero ello le provocó nuevas complicaciones dolorosas.  “Ya no tenía la fuerza de hablar, quedé sometida a un tratamiento experimental. La responsable del sector se ocupaba de mí, pero las enfermeras se olvidaban de darme la medicación y no me preguntaban si tenía fuerzas como para llegar a tomar la comida del carrito.  De todos modos, yo podía ofrecer esas dificultades también”. Y sucedió que la ayuda le llegó del que estaba a su lado: “En mi habitación había una señora con una enfermedad oncológica, me traía algo para comer y beber. Nos hicimos amigas y cuando me sentía mejor rezábamos juntas”.  Sentirse unida en la oración con todos los que rezaban por ella le permitió a Irena sentirse amada por Dios y por los hermanos. “Le estoy agradecida a Dios por la indescriptible experiencia de amor que viví durante la enfermedad –concluye– porque siempre lo sentí cerca, y por la experiencia bellísima de la comunión de oración, que tiene una potencia gigantesca;  y Dios me permitió experimentarlo. Siento como si hubiese vuelto a nacer”.

Claudia Di Lorenzi