En el comedor Había un colega que nunca venía al comedor. Por su carácter beligerante casi no tenía amigos. Un día le insistí que vinera y como respuesta me confió el drama que estaba viviendo con su hijo drogadicto. Lo escuché profundamente, después vino conmigo a comer. Los colegas, viendo la cordialidad con la que hablábamos entre nosotros, desde entonces asumieron hacia él una actitud de respeto. O.F. – EslovaquiaUn regalo En la oficina donde trabajo me ofrecí junto con otra colega, a recoger el dinero para comprar un regalo para un empleado que estaba por pensionarse. Cuando había que comprar el regalo, la colega me dijo que bastaba gastar la mitad de la cifra y que el resto nos lo podíamos dividir entre nosotros. Le contesté que no me parecía justo, pero ella replicó que esa era la costumbre. Me quedé en silencio, haciéndole entender que no pensaba de ese modo. Poco después vino a pedirme disculpas, y desde ese día nos hicimos amigas. F.M. – ItaliaUna rosa y una promesa Desde hace tiempo me ocupo de mantener abierto el oratorio de la parroquia para que los chicos tengan un lugar donde reunirse cuando están libres de la escuela. El compromiso no es poca cosa. A veces entre los chicos se desencadenan peleas y no siempre es fácil devolver la calma. Una vez, por separar a dos que estaban peleando, recibí un golpe destinado a uno de los dos. Por el susto ambos se escaparon. Pero poco después, el que involuntariamente me golpeó regresó con una rosa y la promesa de ser más bueno. F.B. – SuizaPasantía Mientras yo estaba haciendo la práctica en el hospital me llamó la atención un paciente. Leí su expediente clínico y me entere que, debido a la diabetes, le habían amputado un dedo y medio pie. Lamentablemente la situación se había agravado y los médicos habían decidido amputarle toda la pierna. Asumí la situación y decidí hablarle de la próxima operación. Él se desesperó y yo traté de consolarlo. «Mira – le dije – tengo un regalo para ti, no es algo material». Juntos leímos la Palabra de Vida. Al día siguiente, cuando lo estaban llevando a la sala de operaciones, me vio y me dijo: «Tengo fe. ¡Creamos juntos!». C. – ArgentinaEn voz baja Quería restablecer la relación con mi hermana con quien habíamos tenido una diferencia, pero nunca encontraba el valor y no me decidía. Al día siguiente de una noche de lucha, la encontré en la cocina y le dije “hola”, pero tan bajo que ella no escuchó. Pensé para mí mismo: «Ahora tengo que repetirlo más fuerte», pero también pensé pero no, y «mi amor propio…». Volví a decir “hola” con voz fuerte y convencida. Ella se quedó sorprendida y nos sonreímos. D.B. – Italia
«Para seguir a Jesús hay que ser jóvenes, o hacerse jóvenes. Él nos pide incluso que nos volvamos como niños: todos los días, en todo momento, liberándonos de la enfermedad de la senilidad espiritual. Que si el espíritu envejece, de alguna manera se anquilosa, y como tal no se presta ya a volar. Por lo tanto, cada vez hay que renacer, recomenzar, hacerse un hombre nuevo: Jesús. Se dice a menudo, como un lugar común, que la juventud de nuestro tiempo es escéptica, o incluso cínica… Si ello es cierto, se trata sólo de una pose, o tal vez de una moda, en las que pesa el asombro, mezclado con el estupor, de una generación que ha nacido a la vida en medio de un derroche inhumano y enorme de energías para fabricar la muerte. Un asombro que aumenta al ver la ignorancia con la que se insiste en el error, mientras se siguen introduciendo en la convivencia los explosivos de un maquiavelismo especulativo y ruin. Es el materialismo que asusta o desilusiona, o frena a esta juventud, que, por naturaleza, reacciona frente a un tenor de vida hecho sólo de cálculos económicos, sólo de diversiones sensoriales, sólo de lucha por el estómago… Ésta es la lección divina de esta crisis humana, en la que derramamos ríos de lágrimas, de tinta y de coca-cola: no se puede vivir sin lo absoluto. Jesús pasa, y los jóvenes lo siguen si lo ven: si el verlo no está impedido por el surgimiento de criaturas humanas, soberbias, o sea que se sienten más que los demás por dinero o poder político… Si los jóvenes descubren, tan sólo apenas, el rostro juvenil, puro y divino de Jesús, dejan padre y madre, noviazgo y dinero, comodidades y lisonjas, y lo siguen, primero por los senderos del apostolado y después por los del calvario. Ellos quieren a Cristo, y a Cristo crucificado. A Cristo entero, todo en todos: un único ideal. Y quieren su espíritu, que es la caridad: esa sangre divina, que vence a la muerte; que es inteligencia y sabiduría y vínculo de unidad.»Igino Giordani
A los pies de dos pequeñas montañas, en el corazón de Argentina, en encuentra La Falda, una pequeña ciudad de la provincia de Córdoba, situada en una dulce colina, que forma parte del famoso circuito turístico del Valle de Punilla. Aquí vivía, hasta hace cuatro años, la familia Bongiovanni, Esteban y Victoria, junto con sus dos hijos. Después, en forma inesperada, se transfirieron a San Marcos Sierras, un poco más al norte. Como respuesta generosa a la solicitud de ir a vivir al Hogar Sierra Dorada, una casa de acogida para menores que a su joven edad ya cargan con demasiados y graves problemas. Son historias de maltrato, violencia, abandono, desnutrición. Actualmente el centro hospeda a 28 chicos. «Antes de llegar al Hogar, tenía un pésimo concepto de las casas de acogida para los menores, las imaginaban así como las que se ven en las películas, donde los jóvenes y los niños son agredidos o maltratados. En cambio encontramos una realidad muy distinta, como de una gran familia. Nos esforzamos en mejorar su situación y ayudarlos a vaciar desde dentro de la violencia y las condiciones en las que han vivido, de modo que comprendan que lo normal, a su edad, es vivir en paz, jugar y estudiar». La Casa está la provincia de Córdoba, fue fundada hace casi veinte años por Julio y Patricia y es sostenida por una fundación sin fines de lucro, que trabaja con verdadero espíritu cristiano. Su objetivo es mejorar las condiciones de vida de los chicos y ayudarlos a reintegrarse en su contexto familiar o en el de familias adoptivas. Al inicio Julio y Patricia Laciar no tenían nada, sólo el deseo de querer mejorar la situación de muchos chicos. Poco a poco, gracias a la solidaridad de muchas personas, esta realidad fue creciendo; hoy la Fundación Sierra Dorada administra cuatro Casas-Laboratorio: San Marcos Sierras (donde viven Victoria y Esteban), Embalse de Río Tercero, Rumipal y Salsipuedes, además de distintos programas de acompañamiento familiar, las becas para los voluntarios y otras numerosas actividades. Sentados alrededor de la mesa del comedor de externo, Victoria y Esteban explican: «Muchas personas demuestran una gran solidaridad, especialmente desde que empiezan a cultivar una relación con los chicos. Hay jóvenes extranjeros que vienen para hacer pasantías en trabajo social, pero también hay estudiantes universitarios argentinos. Nuestro trabajo empieza con la acogida. Desde que llegan, tratamos de ofrecerles contención, de darles amor, como una mamá y un papá. Con la ayuda de un equipo de psicólogos, tratamos de ayudarlos a dar un orden a sus vidas. Empezando por el uso del cepillo de dientes, el baño diario, el uso de ropa limpia, hasta educarlos para que sean responsables con sus tareas y las de la escuela». Con una gran sonrisa, Victoria elige unas diez historias que podría relatar. «Hace algunas semanas fuimos todos a un hotel, donde nos invitaron a pasar el fin de semana. No había tendido mi cama pensando que estaba en un hotel. Pero me di cuenta de que los chicos habían dejado sus habitaciones en perfecto orden, y también los baños estaban impecables. Entonces regrese de prisa para arreglar mi cama, porque me di cuenta de que sólo yo no la había hecho». «Tratamos de vivir bien esta vocación de servicio. Pero, ciertamente, no siempre es necesario dejar todo, la propia ciudad, la propia casa, para ir a vivir en una casa con los niños. El servicio se puede vivir en todas partes, con quien está a nuestro lado. A partir de las cosas más pequeñas, como ceder el lugar a una persona anciana en el autobús, o manejar sin agresividad. A partir de los pequeños gestos se difunden las buenas acciones». Y concluye Esteban: «Hemos entendido que Dios no nos abandonará nunca si hacemos las cosas bien, sin esperar nada a cambio, con humildad y confianza. La realidad es que haciendo así… funciona». Fuente: United World Project
Chiara Lubichestá entre las mujeres italianas más estimadas y por eso digna de ser recordada, según afirman en el Comité organizador de la “Italian week”. En el festival que dura diez días, y que se realiza en Ottawa, capital de Canadá, del 6 al 25 de junio pasados, figuran nombres ilustres que simbolizan la cultura italiana, desde Giacomo Puccini a Sophia Loren, de Vittorio De Sica a Alda Merini. Fue inesperada la propuesta del Comité de incluir también a Chiara Lubich entre las mujeres italianas a celebrar. Ante la propuesta, la comunidad de los Focolares se preguntó: ¿cómo presentar el carisma de la unidad en una sociedad multicultural y multireligiosa, constantemente en búsqueda de soluciones de convivencia pacífica y respetuosa de todas las diversidades? ¿En una sociedad, en donde la relación con los aborígenes sigue siendo un desafío siempre abierto, con una serie de contradicciones y consecuencias a nivel relacional y social? «Durante el período de preparación del evento –explican entre otros Fernando y Lucie- supimos que algunos musulmanes de Montreal, discípulos del Dr. Shomali, habían participado recientemente en un Congreso promovido por nosotros en Castelgandolfo, cerca de Roma. Ante el deseo de trabajar juntos, dieron su disponibilidad para ofrecer su testimonio». El 16 de junio, escriben, «la sala San Marco, en el centro de la “Little Italy” de Ottawa, empezó a poblarse de personas provenientes de África, de Asia, de Medio Oriente y, naturalmente, de Italia y de Canadá, estaba también presente el Nuncio Apostólico, Mons. Luigi Bonazzi, y el Ministro Fabrizio Nava, en representación de la Embajada italiana». Fueron distintas las experiencias que en ese contexto daban testimonio de la actualidad del carisma de Chiara Lubich. Empezando por la de Jaques, un focolarino que vive en Toronto y es “pionero” de la difusión del ideal de la unidad en Canadá, después de un encuentro casual con dos italianos en Vancouver. Después fue el momento de Anne, gerente de una empresa turística con un nombre emblemático, “Spiritours”, quien habló del descubrimiento de la Economía de Comunión como una posibilidad para vivir concretamente el Evangelio, también en la empresa. Después tomó la palabra María, una focolarina brasileña que está en Montreal, quien dio su testimonio del encuentro con los aborígenes de Wati, en el Gran Norte. Junto con otras cuatro personas, el año pasado, transcurrieron un mes con ellos por solicitud de la Iglesia local. Y también: Edwige, originaria de Togo, quien actualmente vive en Rimouski, en la provincia de Quebec. Después de haber sido una de las primeras estudiantes del Instituto Universitario Sophia de Loppiano, en Italia, empezó a poner a la persona en el centro, y por este estilo de vida suyo, recientemente obtuvo una mención honorífica, normalmente reservada a los docentes de la Universidad que frecuenta actualmente. Después fue el momento de Fátima, quien junto con Mostapha ofreció una experiencia de diálogo entre musulmanes y cristianos, que están en contacto con el carisma de Chiara. «Una de las lecciones más importantes que he aprendido –dijo- es que la unidad es un don de Dios y que una manifestación de la unidad es la armonía en la diversidad». Al final el Nuncio de Canadá, Mons. Luigi Bonazzi, quien se encontró varias veces con la fundadora de los Focolares, contó a los presentes que en el lejano 1975 hizo con ella el pacto de “amar siempre” a pesar de las dificultades, un pacto que siempre lo ha sostenido en su intensa actividad diplomática. Al final del programa propusieron el discurso de Chiara Lubich pronunciado en Washington en el 2000, sobre el tema “el arte de amar”. «Gracias a este evento –concluyen- difundido a través de las redes sociales y de distintos sitios web, la semilla de la espiritualidad de la unidad se ha lanzado lejos también en Canadá, y promete nuevos frutos».
«Nuestra delegación hindú-cristiana llega al Instituto Universitario Sophia de Loppiano para profundizar el conocimiento de su original experiencia, y también para conmemorar el décimo quinto aniversario del regalo del cuadro de la Virgen María, pintada por un artista hindú, que domina una de las paredes laterales de la Theotokos, el Santuario de la ciudadela. Los momentos de intercambio con profesores y algunos estudiantes de Sophia son muy ricos. Los académicos indios muestran un gran interés por los estudios que tienen que ver con la formación al diálogo, en una dimensión interdisciplinaria. Momentos de diálogo e interacción profundos permiten el conocimiento recíproco y revelan consonancia entre algunas instituciones que se inspiran en Mahatma Gandhi y Sophia. Se espera que pronto se pueda introducir, en el Instituto Universitario con sede en Loppiano, también estudios y profundizaciones acerca de la figura de este apóstol del diálogo. Un seminario muy interesante, sobre Teología y praxis del diálogo, se lleva a cabo en presencia, no sólo de los estudiantes y de la delegación hindú, sino también de otros jóvenes y adultos de la ciudadela. El tema es vital, pero al mismo tiempo desconocido para muchos. Al atardecer, en el Santuario Theotokos, los hindúes, en procesión, llevan ramos de flores y guirnaldas a la imagine de María, mientras el grupo musical Gen Verde canta un himno. Reverencias y solemnidad crean un clima espiritual profundo. Siguen algunas oraciones espontáneas en sánscrito, tamil e inglés. Luego, el momento sagrado del silencio. El silencio es parte del ser oriental. ¡Qué incómodo es, en cambio, para Occidente! Casi como si no estuviésemos acostumbrados, o por miedo a tener que enfrentarnos con nuestro propio ser. Cuando las culturas y las religiones se encuentran con hombres y mujeres de fe genuina no es necesario recurrir a componendas, sincretismos o anomalías de cualquier tipo. Todo gesto, toda palabra, todo silencio habla de Absoluto, cada uno lo escucha en la propia longitud de onda, pero las vibraciones – como las llaman los indios – son las mismas y llegan hasta el fondo del corazón». Última etapa, Asís. «Llegamos alrededor de las 10.30 de la mañana. Subimos a pie hacia la basílica de San Francisco y desde allí seguimos hasta el cementerio. No puedo hacer a menos que recordar el otoño de 1997, pocas semanas después del terremoto que había golpeado con fuerza la ciudad y había causado muchas víctimas. En esos días habíamos subido a estas colinas con Vinu y Ashok, hijos del Dr. Aram, educador gandhiano, fallecido algunos meses antes. Había querido que parte de sus cenizas fueran llevadas a la patria de San Francisco, que admiraba mucho, y por ello recitaba su oración de paz todas las noches: Señor, hazme un instrumento de tu paz. La peregrinación sigue hacia la cripta de la Basílica, en donde participamos de la oración de la “hora sexta” de los frailes, delante de la tumba de San Francisco. Gran recogimiento, en una atmósfera de fraternidad y espiritualidad. Nuestros amigos siguen en un silencio profundo nuestra oración: un signo de respeto y valorización de la oración de los demás como si fuera la propia. La historia de San Francisco, hombre de paz y de diálogo, sigue atrayendo a hombres y mujeres de todas partes del mundo y de toda creencia religiosa. Asís es realmente el lugar ideal para el diálogo». Fuente: blog de Roberto Catalano
«Después de tres años, aquí estoy nuevamente en Tonadico, en el valle de Primiero (Italia del Norte). Con nosotros están los amigos hindúes, que han venido de la India para una “peregrinación” a las fuentes del carisma de la unidad. Son viejos conocidos, sobre todo del mundo académico, con quienes desde hace años compartimos momentos de estudio y de vida, el último de los cuales en enero pasado, cuando estuve en Mumbai. Es una alegría volverse a encontrar juntos. Son personas fascinadas por Chiara Lubich, que quieren profundizar en el conocimiento de su experiencia mística. Y ¿qué ambiente puede ser más apto que Tonadico, en donde Chiara en 1949 tuvo una extraordinaria experiencia de luz? El encuentro empieza con una profunda comunión en un gran espíritu de familia. La mística une las religiones en lo más profundo. Los caminos que cada religión recorre, con los medios que pone a disposición, conducen al corazón del Misterio, único para todas ellas. Los caminos y los instrumentos son distintos, pero el punto de llegada es el mismo, por eso en la mística hay convergencia y nos encontramos unidos. Los lenguajes y las formas, también, son muy diferentes, pero los símbolos son comunes: el sol, la llama, el oro, la nada, el todo… y a través de ellos nos entendemos. Sabemos que “el Camino” es Jesús, pero él, de la manera que sólo él conoce, se hace “Caminante” con todos y conduce a todos al Padre. Entonces, ¡nos deseamos un buen viaje!» El Padre Fabio Ciardi es profesor en el Instituto de Teología de la vida consagrada “Claretianum” (Roma) y director del Centro de estudios de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Actualmente es responsable de la Escuela Abba, Centro de estudios interdisciplinarios fundado por Chiara Lubich en 1990, con el aporte del obispo Klaus Hemmerle (3 de abril de 1929 – 23 de enero de 1994), conocido teólogo y filósofo. Su objetivo es profundizar el carisma de la unidad desde diferentes puntos de vista. Fuente:Blog F. Ciardi
Al comienzo del período de mayores iluminaciones [de Chiara Lubich] podemos ponerle una fecha: el 16 de julio. En efecto, ese día llegó a Tonadico (en las montañas de la zona de Trento, en el Norte de Italia, ndr) Igino Giordani. Se alojaba en el Hotel Orsinger, y tenía que dar una conferencia en la sala de los padres capuchinos. Giordani, «enamorado de Santa Catalina», siempre había buscado una virgen a la cual seguir. Seguro de que la había encontrado en Chiara, le propuso hacerle un voto de obediencia, pensando que de esa manera obedecería a Dios. Agregó que se iban a poder hacer santos juntos, como San Francisco de Sales y Juana de Chantal. Chiara no entendía: el Movimiento no existía, no se hablaba de votos; y además, percibía que ella había nacido para el «que todos sean uno». Estaba tentada de no darle importancia a ese deseo, pero tuvo la impresión de que una gracia era al origen de esas palabras, una gracia que no podía perderse. Le dijo entonces: «Tú conoces mi vida, yo no soy nada. De hecho, quiero vivir como Jesús Abandonado que se anuló completamente. Tú tampoco eres nada porque vives de la misma manera. Pues bien, mañana iremos a la iglesia y a Jesús Eucaristía que estará en mi corazón, como en un cáliz vacío, le diré: “Sobre la nada de mí, haz tú un pacto de unidad con Jesús Eucaristía en el corazón de Foco. Y tú, Jesús, haz que nazca ese vínculo que tú crees debe nacer”. Y tú, Foco, haz lo mismo». Hicieron así. Giordani, de allí, se dirigió hacia la sala en la que debía hablar, mientras que Chiara se sintió impulsada a volver a la iglesia. Delante del tabernáculo, se dispuso a rezarle a Jesús, pero en ese momento sintió que no lo podía hacer, sintió que estaba totalmente identificada con el hijo. Sintió que sus labios pronunciaban una palabra: «Padre». Entendió que su vida religiosa debía ser distinta a la que había vivido hasta ese momento: no dirigida a Jesús, sino al lado de Jesús, Hermano, dirigida al Padre. Armando Torno, “PortarTi il mondo fra le braccia. Vita di Chiara Lubich”, Città Nuova, Roma, 2011. Cit. pp. 45-46.
En el siguiente texto, publicado integralmente en la Revista Nuova Umanità XXXIV (2012/6) 204, Chiara Lubich describe el “pacto de unidad” estrechado con Igino Giordani (a quien ella llamaba Foco) el 16 de julio de 1949, que fue el preludio de la experiencia espiritual y mística de ese verano. «Vivíamos esta experiencia cuando vino a la montaña Foco.Foco, enamorado de Santa Catalina, siempre había buscado en su vida a una virgen a la cual poder seguir. Y ahora tenía la impresión de haberla encontrado entre nosotros. Por eso, un día me hizo una propuesta: hacerme el voto de obediencia, pensando que, haciendo así, habría obedecido a Dios. Añadió también que, en este modo, podíamos hacernos santos como San Francisco de Sales y Santa Giovanna de Chantal. Yo no comprendí en aquel momento ni el porqué de la obediencia, ni esta unidad entre dos. Entonces no existía la Obra y entre nosotros no hablábamos mucho de votos. La unidad entre dos, además, no la compartía porque me sentía llamada a vivir el «que todos sean uno». Pero al mismo tiempo me parecía que Foco estuviese bajo la acción de una gracia, que no se debía dejar perder. Entonces le dije más o menos así: “Puede ser verdaderamente que cuanto tú sientes venga de Dios. Por eso tenemos que tomarlo en consideración. Pero yo no siento esta unidad entre dos porque todos deben ser uno”. Y añadí: “Tú conoces mi vida: yo soy nada. Quero vivir, de hecho, como Jesús Abandonado que se ha anulado completamente. También tú eres nada porque vives de la misma manera. Pues bien, mañana iremos a la Iglesia y a Jesús Eucaristía que vendrá a mi corazón, como en un cáliz vacío, yo diré: ‘Sobre mi nada pacta Tú unidad con Jesús Eucaristía en el corazón de Foco. Y haz, Jesús, que surja ese vínculo entre nosotros que Tú sabes'”. Después añadí: “Y tú, Foco, haz lo mismo”». Continua en: Centro Chiara Lubich
Dios no es un personaje lejano, al que uno se puede acercar sólo a través de un protocolo. Él escucha a quienes son especialmente pobres, especialmente pequeños, especialmente humildes con especial atención. (Del volumen Elegido por los hombres, p. 113)Cuantas más cosas tengo que hacer, tanta más necesidad tengo de la oración. Y entonces descubro una cosa: cuando yo empleo, “malgasto” mi tiempo en permanecer en Dios, sucede una “milagrosa multiplicación del tiempo”; gracias al tiempo donado a Dios, tengo más tiempo a mi disposición o por lo menos, un tiempo mejor, más disponible, más rico de amor para donar a los demás. El tiempo se convierte como en un collar de perlas, hecho de momentos preciosos que puedo vivir, y llevar a plenitud en el recogimiento y la dedicación a los demás. (Del volumen Elegido por los hombres, pp. 109-110) Se podría definir “grano de sal” de la oración cristiana el punto en el que la distinción que caracteriza lo que es cristiano parece más claro y evidente: es decir, cuando en la oración dirigida a Dios está presente siempre el hermano, el otro; cuando al decir yo en el orante está siempre incluido el decir nosotros. (Del volumen Elegido por los hombres, p. 114)Quizás a veces es bueno no querer otra cosa que permanecer en silencio. Sólo entonces, de hecho, notamos el flujo de pensamientos, de impresiones, de ideas que nos atraviesan. Estamos como inmersos en una marea que crece y que incesantemente nos aleja de nosotros mismos, no nos permite llegar a nosotros mismos. Para la oración no es determinante que alcancemos este silencio absoluto. Ella puede ser incluso “justa” si, a pesar de todo nuestro esfuerzo, no lo logramos. De hecho, en cierto modo comprendemos que también en ese flujo indistinto, confuso, imperfecto e incompleto, soy siempre yo mismo, yo que me doy y me aban-dono a mí mismo, no soy yo quien me conozco, no soy yo quien me poseo, sino tú en mí, en lo más profundo de mi yo interior, Tú que me conoces y me escrutas, tú quien sabes quién soy y qué es bueno para mí y me respondes con tu sí, te diriges a mí diciéndome: Tú. (Del volumen Das Wort fur uns, pp. 91s.) De: Klaus Hemmerle, “La luce dentro le cose, meditazioni per ogni giorno”, (“La luz dentro las cosas, meditaciones para cada día”) Città Nuova, 1998.
«Vengo de un país de Centroamérica, El Salvador. Un pequeño Estado, pero rico de recursos naturales y de historia, y al mismo tiempo agobiado, desde hace muchos años, por una gran inestabilidad política, injusticias y pobreza, que han generado distintas formas de violencia y malestar social. En los últimos años, la violencia se ha intensificado tanto que se ha creado una falta de confianza recíproca entre los habitantes, y cualquier persona representa una amenaza para los demás. Una situación que hace sentir a todos la impotencia. En 2014 viví por algún tiempo con otros Jóvenes por un Mundo Unido en una ciudadela de los Focolares en Argentina, la “Mariápolis Lía”. Allí tratamos de poner en práctica la llamada “regla de oro”, que dice: “haz a los demás lo que quisieras que te hicieran a ti”. Me di cuenta de lo hermoso que sería construir una sociedad en la que todos cuidemos los unos de los otros. Pero cuando volví a El Salvador, me encontré nuevamente frente a la lucha interna de mi país. La situación era realmente difícil, e incluso más violenta aún. En cualquier momento, incluso de día, era arriesgado salir de casa. Yo solía ir en autobús a un centro deportivo, pero hasta eso se había vuelto peligroso. Nunca sabes si volverás a casa de noche sano y salvo. A raíz de esta situación mis padres, mi hermana y yo llegamos a pensar que debíamos irnos de allí. Pero reflexionando más a fondo sobre el tema, decidimos quedarnos, para ser una luz en este lugar oscuro, en tiempos tan oscuros. En ese período leí un artículo de los Jóvenes por un Mundo Unido de Medio Oriente, quienes contaban que habían decidido quedarse allí, a pesar de la guerra, para estar disponibles a ayudar a los heridos después de los ataques. Su experiencia me hizo reflexionar, reforzando la determinación de quedarme en El Salvador, para ir al encuentro de los sufrimientos de mi gente. Así fue que, junto con otros coetáneos míos, decidimos lanzar una campaña, a la que llamamos “Cambia tu metro cuadrado”, con el objetivo de construir la paz en nuestro ambiente. Sabemos que el problema de nuestro país es complejo, pero podemos hacer la diferencia si empezamos desde nuestra vida, con la gente que encontramos a diario, con las actividades que normalmente desempeñamos. A nivel personal, por ejemplo, trato de ayudar a mis compañeros a afrontar un difícil examen de matemática, o a crear relaciones positivas con los vecinos. Todo ello tuvo un impacto en nuestra sociedad también. Hemos involucrado a otros en este trabajo conjunto, construyendo un parque local, un ambiente más bonito, pintando paredes, limpiando las calles, recogiendo la basura e instalando bidones de residuos. Lanzamos una campaña de recolección de libros para enviar a esas ciudades en donde la tasa de abandono escolar es muy alto. Nació luego una colaboración con otros movimientos que se dedican a visitar a personas ancianas en los institutos, o con instituciones que proveen de alimentos y alojamiento a personas sin techo. Los adultos nos ayudan recogiendo víveres y abriendo sus casas para dejar que cocinemos en ellas. Es increíble ver que la comida siempre alcanza para todos los que la necesitan. Tal vez no estemos en condiciones de cambiar nuestro país de golpe, pero “metro cuadrado por metro cuadrado” podemos hacer un cambio».
«Soy Jean Paul. Una noche de 2015, cuando esperaba un ómnibus para volver a casa, me encontré con un joven en la estación. Para él, viajar solo, era arriesgado pues estábamos en una de las zonas más peligrosas de la ciudad, así que le propuse que viniera esa noche a mi casa. Como el ómnibus no llegaba, comenzamos a caminar. A lo largo del trayecto, fuimos agredidos por seis hombres. Nos dieron una paliza y después me tiraron en una cuneta, tal vez pensando que me había muerto. Allí estuve durante una hora en un estado de inconsciencia. Cuando me desperté, me di cuenta que no podía moverme desde el tórax hasta abajo. Me puse a gritar, después este amigo nuevo vino a auxiliarme: él no estaba gravemente herido como yo. Con la ayuda de algunas personas, me llevaron a un hospital cercano. Esa actitud de amor que yo había tenido hacia él, fue lo que me salvó la vida. Si no hubiera sido por él, me habría muerto. Después de una semana en el hospital, me trasladaron a Kigali, a Ruanda, la ciudad de Egide. Tenía una lesión espinal, no podía moverme porque estaba paralítico y muy dolorido» Egide: «Estaba asombrado porque él (Jean Paul) sonreía siempre, después de lo que le había pasado. A todos los que lo visitaban le infundía alegría y esperanza, era como si irradiara una luz. Durante el primer mes se ocupó de él, un amigo suyo, que debía también ir a la escuela. Entonces me ofrecí a tomar su lugar. No era fácil, había encontrado un trabajito, pero decidí dejarlo para estar al lado de Jean Paul todo el tiempo. Mi madre no comprendía, decía que ese trabajito, aunque fuera pequeño, era un buen comienzo, pero yo estaba decidido y ella me dejó ir. Le pedí a Dios que me indicara la forma de ayudar a Jean Paul. Nuestros amigos y familiares de Ruanda y de Burundi venían a visitarnos. Gracias a su amor, encontramos la fortaleza» «Después de algunos meses, me operaron. Me dijeron que no iba a caminar más. Después de un mes, nos trasladamos a un centro de rehabilitación para comenzar la terapia, que era muy exigente. Pero no me rendí. Hice los ejercicios con todas mis fuerzas y al final logré caminar. ¡Un milagro! Primero con dos muletas, posteriormente, después de un año, con una sola»«Esta amistad nuestra atrajo la atención de la familia de Jean Paul, de las enfermeras, de los médicos y de los otros pacientes, porque yo soy ruandés y el burundí. Durante el tiempo transcurrido en el hospital y en el centro de rehabilitación, él sufría mucho, pero seguía sonriendo. Todos estábamos asombrados de su actitud, de su valor y decisión. Con la ayuda de Jóvenes por un mundo unido y de nuestros amigos, pudimos superar los sufrimientos y vivir entre nosotros “más allá de toda barrera”. Nuestros amigos se alternaban para traernos comida. Poco a poco, una ong descubrió nuestra situación y nos brindó las comidas diarias. Pero Jean Paul me pedía siempre que llevara la comida a alguien que tuviera mayor necesidad. Lo hacía con alegría, diciendo que era el regalo de otro paciente» «Hace un año terminé la rehabilitación. Agradezco a Dios por haberme dado el valor de no sentirme derrotado. Pude también perdonar a aquellos que me habían lastimado. Perdonarlos no sólo me dio paz, sino que también me ayudó de algún modo a recuperarme más rápidamente. Quiero agradecer a los Jóvenes por un mundo unido y a sus familiares que me ayudaron a juntar el dinero para pagar los tratamientos» «Después de este período recibí dinero para volver a la escuela, y, al mismo tiempo encontré un trabajo mejor que el que había dejado. Agradezco a Dios, ¡nadie pensaba que Jean Paul habría caminado! Si una persona da todo por amor, no permanece sola»
Se llama “Que se haga en mi según tu palabra” y su versión internacional fue lanzada el 4 de julio. La próxima Jornada Mundial de la Juventud, en la cual estará presente el Papa Francisco, se realizará en Panamá desde el 22 al 27 de enero de 2019 y tendrá un himno oficial que se cantará en cinco idiomas. La música fue compuesta por Abdiel Jimenez, y la versión italiana fue compuesta por el Maestro Marco Frisina. Los intérpretes de la versión internacional son Gabriel Diaz, Marisol Carrasco y Masciel Muñoz para el español; Lucía Muñoz y Pepe Casis para el italiano; Naty Beitía para el francés; José Berasategui y Eduviges Tejedor para el inglés; y Erick Vianna y Kiara Vasconcelos de la Comunidad Shalom de Brasil para el portugués. https://www.youtube.com/watch?v=SXlYt_JjftE
«Los muros dividen naciones, culturas y personas. Crecí frente al muro que separa por un lado los Estados Unidos y por otro México. Me llamo Noé Herrera y nací en una ciudad de México, cuyo nombre, Mexicali, viene de México y California. Desde pequeño, me preguntaba por qué es tan difícil atravesar la frontera con los Estados Unidos. Estos dos países tienen muchos rasgos comunes en su cultura, como la comida, la lengua e incluso aspectos económicos. Tengo muchos amigos en ambos lados y mucha gente, como yo, va y viene de México a Estados Unidos y viceversa. Sin embargo, he visto que esta frontera representa un motivo de grandes sufrimientos para nuestros países. Lo vi en muchas familias que se separaron, en los inmigrantes que luchan por encontrar un futuro mejor, en los muchos prejuicios que hemos creado. Pero he visto que la gente es indiferente a esta situación. ¿Por qué? Porque nos hemos acostumbrado a ver esta división». «No hice la misma experiencia que Noé con el muro, puedo decir que desde los Estados Unidos es más fácil atravesar la frontera, que al revés. Me llamo Josef Capacio. Vivo en una ciudad del sur de California, San Diego, cerca de la frontera. Yo también vi la división en los Estados Unidos, pero por suerte aprendí, desde cuando era muy joven, a vivir por la unidad. A lo largo de los años una nueva percepción del mundo se abrió camino dentro de mí. Creciendo, expuesto a la multiculturalidad, no sólo la tolero ahora, sino que la he hecho mía. Pienso que es parte del motivo por el cual Noé y yo nos hicimos amigos. Yo no soy solamente Josef, norteamericano, nacido en una familia emigrada de las Filipinas, y él Noé, de la gran estirpe mexicana. Somos todo esto y algo más aún. Somos dos ciudadanos del mundo. Y no olvidaré nunca cómo nos conocimos. Tras haber pasado un año lejos de mi casa, y habiendo estado en una escuela de formación para jóvenes de los Focolares en Italia, me había entusiasmado con la idea de volver a casa y sostener nuestras iniciativas en California. Un amigo me sugirió que me uniese a un proyecto en Mexicali. Siendo honesto, al principio, no me gustaba la idea. Pero me mordí la lengua y lo escuché. Afortunadamente, después de haber conocido a Noé, me decidí a ir con algunos amigos. Ese día no se puede describir con palabras; fue una maravilla.» «El objetivo era mostrar nuestra visión de un mundo unido a través de una carrera simultánea a lo largo del muro. Había unas 200 personas de los dos lados, con un único mensaje: “Podemos estar divididos por un muro, pero estamos juntos para construir un mundo unido”. Mucha gente, de todas las edades, adhirieron y desde entonces se ha vuelto una cita anual en la que hemos involucrado a los gobiernos locales, de ambos lados. Después de ese primer gran evento, nuestro objetivo se volvió más visible. Josef y yo, con otros amigos de nuestros países, tuvimos la oportunidad de trabajar juntos en muchas actividades sociales, y también con el tiempo, hemos desarrollado relaciones de fraternidad y de verdadera amistad con nuestros vecinos más allá de la frontera. Descubrí que nuestros valores, objetivos y visión del mundo son muy similares. Somos todos iguales y puedo amar a su país como al mío». «Saqué esta foto durante uno de nuestros eventos, que me inspiró esta idea: “Hay, por distintos motivos, fronteras físicas, geopolíticas, económicas, de seguridad. Pero en nuestros corazones no hay barreras. Somos un único pueblo y queremos un mundo unido”. Los que tuvieron el privilegio de mirar a nuestro planeta desde el espacio hablan a menudo de una nueva percepción de la vida humana, en la Tierra. Desde allá arriba no hay fronteras. Desaparecen. Son invisibles, inexistentes. Los motivos por los que seguimos haciendo guerras se vuelven pequeños. Un astronauta llegó a decir incluso: “Desde aquí se ve claramente que sobre la Tierra somos una única humanidad”».
En el pasado mes de abril el “United World Project”, seleccionó a 25 jóvenes representantes de todo el mundo para desarrollar el rol de “Embajadores por un Mundo Unido”, con la función principal de trabajar por el reconocimiento oficial de la Semana Mundo Unido a nivel de Naciones Unidas. Durante el Genfest de Manila, se les ofreció la posibilidad de encontrarse por primera vez, con el objetivo de entrar en contacto directo con las comisiones nacionales de importantes organizaciones internacionales en Filipinas. Los primeros encuentros tuvieron lugar el 5 y 6 de julio visitaron la sede de la FAO y de la UNESCO en Manila con el fin de conocer más a fondo el trabajo de estas organizaciones y comenzar una colaboración para futuros proyectos comunes a través de New Humanity, la ONG que representa al Movimiento de los Focolares a nivel de las Naciones Unidas, dotada de estatus consultivo general desde el 2005 y que, a partir del 2008 es partner UNESCO. Los embajadores pusieron el acento en la necesidad de establecer estas relaciones para enfrentar juntos los grandes desafíos globales como los conflictos, las migraciones y el cambio climático, focalizando la atención en particular en una de las prioridades de la UNESCO, la educación a la ciudadanía global. Estos días en Manila permitieron desarrollar las relaciones entre los mismos embajadores: los encuentros entre estas agencias de las Naciones Unidas fueron una ocasión para reforzar su rol de “ingenieros” para una nueva cultura capaz de ir más allá de las etnias, de las religiones y los grupos sociales, promoviendo un espíritu de unidad entre los pueblos, ya sea a través de las acciones concretas locales como a nivel de organizaciones internacionales. Al mismo tiempo los jóvenes participantes fueron más conscientes de la importancia de desarrollar un equipo mejor preparado y competente en estos temas para reforzar el impacto; su trabajo continuará aunque haya terminado el Genfest gracias a la inspiración, la energía y la unidad experimentada, continuando el compromiso de Embajadores por un Mundo Unido. Michael Grueter
«Estoy realmente contenta de vivir aquí el Genfest con ustedes y con aquellos que están conectados. ¡Los saludo con todo el corazón! Soy testigo de la relación de Chiara con miles de jóvenes de todo el mundo: su diálogo con ellos siempre ha sido apasionante, abierto, sincero, caracterizado por la confianza. Era exigente así como lo son ustedes y estaba convencida de que las nuevas generaciones, que tienen en el corazón el ideal de la unidad, forman a hombres y mujeres nuevos que irradian esta luz, testimoniando que el mundo unido es posible, porque está ya presente y vivo entre nosotros, como hoy aquí. También yo he tenido la fortuna de conocer a jóvenes de todas partes del mundo y siempre me ha fascinado y enriquecido su vitalidad, creatividad, valentía. Chiara los ha retado a ser hombres y mujeres de la unidad, que logran llevar en su corazón los tesoros característicos de cada cultura y donarlos a los demás: mujeres y hombres mundo. En el Genfest de 2012 ustedes lanzaron un proyecto ambicioso, el Proyecto Mundo Unido. En estos años han llevado adelante muchas concreciones y la propuesta fundamental del proyecto –promover y difundir la cultura de la fraternidad– se ha extendido a otros muchos, también adultos y chicos. Sé que dentro de poco se lanzará un nuevo itinerario en continuidad con el proyecto que ya se está desarrollando, que nos hará transitar a todos por sus muchos caminos para realizar un mundo unido. Tenemos un objetivo grandísimo, pero sabemos que son los grandes ideales los que hacen la historia. Nuestro objetivo es: “Que todos sean uno”. ¡Ese “todos” es nuestro horizonte! Hacer nuestro aquel sueño de Dios nos une al Cielo y al mismo tiempo nos inserta fuertemente en la historia de la humanidad para que emerja en ella el camino hacia la fraternidad universal. Con la propuesta, que se lanzará ahora, el Genfest se concluye; todos regresamos a nuestros Países, a nuestras ciudades. ¿Qué haremos? Ese mundo unido, que estamos viviendo aquí, lo llevaremos por todas partes, allí donde vayamos para realizarlo en nuestra familia, en el ambiente de estudio, de trabajo, en el deporte… Hay un secreto para no perder nunca esta meta, que aquí en el Genfest se nos muestra tan bonita, tan viva, tan fascinante. Lo resumiría en tres palabras: ¡Amar! ¡Recomenzar! ¡Compartir! Amar es el secreto de una vida feliz, plena, interesante, siempre nueva, para nada aburrida, ¡siempre sorprendente! Recomenzar cuando las dificultades, el desánimo, los fracasos, nos aturden, haciendo que vacile nuestra pasión por el mundo unido. Los campeones del mundo se entrenan y vuelven a levantarse después de cada caída, hasta llegar a la meta. Compartir nuestras experiencias, nuestras alegrías, nuestras dificultades, nuestros talentos, nuestros bienes. Usemos todos los medios útiles para crear una red; lancemos las más variadas iniciativas para construir la unidad: operaciones de amplio alcance, local y mundial, y hagamos visible la fraternidad universal. Sabemos que la parte emergente de un iceberg se apoya sobre una base sumergida: del mismo modo la fraternidad se construye sobre gestos cotidianos y acciones realizadas con la fuerte convicción de que el medio más potente, que podemos usar para renovar el mundo, es nuestro corazón. Mientras nuestro corazón esté latiendo, podemos amar, podemos recomenzar, podemos compartir. La fraternidad universal comienza por mi – por nuestro corazón. Es el desafío fascinante que queremos vivir juntos para que el mundo unido llegue a ser un sueño realizado».
MANILA (Filipinas) – Acaba de finalizar la undécima edición del Genfest, en el que 6.000 jóvenes de los Focolares de más de cien países del mundo han puesto en marcha el proyecto “Caminos hacia el mundo unido”: caminos y acciones para acercar personas y pueblos, construyendo relaciones fraternales en los ámbitos de la economía, de la justicia, de la política, del medio ambiente, del diálogo intercultural e interreligioso que se lanzará en todo el mundo. “En la época de las migraciones crecientes y de los nacionalismos que avanzan, como reacción a una globalización exclusivamente económica que descuida la diversidad de culturas y religiones, – resume Maria Voce, presidente de los Focolares – el Genfest propone a los jóvenes un cambio de perspectiva: no detenerse de este lado de los muros personales, sociales y políticos, sino más bien, aceptar sin temor y prejuicios cualquier tipo de diversidad”. En los próximos años, por lo tanto, los Jóvenes por un Mundo Unido de los Focolares se comprometerán a crear una red de actividades, con el objetivo de enraizar en sus ambientes y países, la mentalidad y las prácticas de paz y solidaridad. “El 6 de julio fuimos a la sede de la FAO y de la UNESCO, aquí en Manila – dice Marco Provenzale – para presentar nuestros proyectos y ofrecer a las organizaciones internacionales el compromiso de muchos jóvenes que se convertirán en sus países en embajadores de fraternidad, con una misión precisa: promover acciones “beyond all borders”, como dice el título del Genfest, más allá de las fronteras culturales, sociales y políticas. El Genfest fue una fiesta y un compromiso al mismo tiempo, donde el arte y el entretenimiento también tenían como objetivo expresar la superación de las fronteras, como las dos noches de conciertos que llevaron a Asia al resto del mundo y viceversa. También fue muy visitada la Explo, una exhibición multimedia e interactiva que propuso una lectura a la inversa de la historia del mundo, vista desde la perspectiva de los pasos de paz de la humanidad y la centralidad del compromiso personal para construirla. Y para no quedarse en teoría, la acción Hands for Humanity les ofreció a los participantes la oportunidad de “ensuciarse las manos”: los jóvenes podían elegir entre 12 actividades de solidaridad, acogida y desarrollo urbano que se llevó a cabo en diferentes puntos de Manila. Historias más allá de los muros Sin embargo, las verdaderas protagonistas de esta undécima edición fueron las historias de los jóvenes que viven el drama de la migración y la segregación en la vida cotidiana. “Hoy se habla poco de quién vive el límite en la vida cotidiana – explican los organizadores – de quien vive ante muros, con una sensación de impotencia y deseo de redención”.
Aziz (Iraq)
Estas, son historias de relevancia actual, como la de Noé Herrera (México) y Josef Capacio (EE. UU.), que viven justo más allá de la frontera estatal, entre sus dos países. Noé tiene que afrontar todos los días horas de fila para ir a la escuela al otro lado de la frontera. ¿De dónde le viene la esperanza? De la amistad con Josef y otros chicos norteamericanos con quienes trabaja para difundir una mentalidad compartida de respeto y conocimiento recíproco. Aziz, por otro lado, es iraquí: ahora vive en Francia y hace una pregunta a los jóvenes del Genfest: “¿Alguna vez pensaste que un día, de repente, podrías perder todo: familia, hogar, sueños? Y tú, tú, ¿qué harías?”. Egide y Jean Paul, uno ruandés y el otro burundés, se encontraron en una circunstancia dramática. En una parada de autobús, Jean Paul fue agredido hasta casi matarlo. Egide lo salvó, ayudándolo durante meses. Un gesto extraordinario si uno piensa en la herida que nunca se cerró por el reciente conflicto entre sus países. Entonces, ¿hay una receta para superar los muros y las fronteras cuando todo parece ir en la dirección opuesta?, se pregunta el pueblo del Genfest. Maria Voce propone tres palabras que también son un programa de vida para todos los jóvenes que ahora están regresando a sus países: amar, recomenzar y compartir. Amar a los pueblos de los demás como al propio; recomenzar sin perder la esperanza de que sea posible otro mundo y compartir riqueza, recursos y pesos personales y colectivos. Y concluye desafiando a los jóvenes a ser hombres y mujeres de unidad, personas que llevan en sus corazones los tesoros de cada cultura, pero que también saben dárselos a los demás y ser, en definitiva, hombres y mujeres globales.
MENSAJE de su Santidad Ecuménica, Patriarca Bartolomé Al Genfest internacional 2018, de los Jóvenes por un mundo unido: Más allá de la fronteras (Beyond All Borders – Manila, 6-8 de Julio de 2018) Con una alegría especial os saludamos a todos vosotros, que participáis en la primera edición del Genfest de Manila, cuyo título es “Beyond All Borders”, y que tiene como objetivo la apertura de jóvenes corazones y mentes de la nueva generación del mañana. Sabed que nosotros apoyamos vuestra iniciativa y este deseo de encontraros y compartir vuestras florecientes ideas para superar fronteras sociales y personales; porque sólo a través de un espíritu de solidaridad, respeto y mutuo entendimiento estos obstáculos podrán ser vencidos y podrán dejar de ser causa de división y conflicto entre personas de nuestro mundo. Vosotros os embarcáis en este viaje para afrontar estos desafíos, y os esforzáis por crear una unidad mundial y una convivencia pacífica – por supuesto siempre permaneciendo unidos en vuestras propias nobles aspiraciones y el vínculo de acción y testimonio comunes, que ciertamente son una promesa de un futuro mejor – y nosotros os alentamos a seguir firmes en la visión de este encuentro recordandor bien lo que promovió la fundadora del Movimiento de los Focolares, Chiara Lubich. Que con mis oraciones y deseos, que quieren ser como una “catarata de Dios”, todas las cosas lleguen a su cumplimiento y se transfiguren. Con estas palabras de profunda congratulación, invocamos para vosotros la infinita gracia y misericordia de Dios omnipotente, y quedamos con vosotros en el afecto. En el Patriarcado Ecuménico, 6 de Julio de 2018. Bartolomé, Arzobispo de Constantinopla-Nueva Roma y Patriarca Ecuménico.
El segundo día está repleto de novedades. Con sus foros y talleres, en total unos 117, y 10 actividades ecológicas, sociales, interculturales e interreligiosas, al pueblo del Genfest se le ofrece una oportunidad única, pasar de la teoría a la práctica en menos de 24 horas. “Learning by doing” , aprender haciendo, es uno de los pilares de la moderna pedagogía profesional. Y es justo ésto lo que los jóvenes están experimentando en estas horas: una escuela de cambio personal y social, la superación de las vallas y los muros no sólo como argumento de discusión y motivo para compartir buenas prácticas, sino también para pasar a la acción y experimentar en el campo, en un contexto “glocal”, como el filipino, con ideas, proyectos y realizaciones procedentes de todo el mundo. Los jóvenes se inscribieron en los talleres desde hace varios meses. Las expectativas son altas. Un chico protugués dice:: «Estoy yendo al foro que se llama “¡Quiero ayudar! Cómo dejar de lado el efecto espectador”. El título es intrigante y además, es así como me siento a veces: un espectador impotente delante de una situación que me supera: la desocupación, el racismo, el sentido de impotencia frente a los desafíos de la vida y en las relaciones humanas. Quisiera lograr superar la sensación de que es demasiado, que no puedo hacer nada para que las cosas cambien”. Un grupo de jóvenes de Cebú participa al forum, muy numeroso por su asistencia “Alimentar la naturaleza”. Kim Atienza, famoso presentador filipino y divulgador de temáticas ambientales, alienta a los jóvenes a conocer a fondo la naturaleza, el ciclo de la vida y sus procesos y les enseña estilos de vida y de producción sustentables. Es posible también hacer una “full immersion” en la cultura asiática, con talleres de origami y cocina fusion, o asistir a laboratorios dedicados al conocimiento y al trabajo sobre sí mismos: como manejar el estrés, los miedos, el cuidado de los demás. Son muchos los espacios dedicados a la economía social, civil y de comunión, a la arquitectura, al lenguaje del cine. No falta la política, pero «esa política que da esperanza». Una chica de Burundi: «Yo estuve en el taller que trataba la corrupción. Estuvimos profundizando las diversas formas de corrupción y los instrumentos para combatirla. Viniendo de un continente donde la corrupción es una plaga, ¿qué fue lo que me dio esperanza? El hecho de que somos jóvenes de todo el mundo para derribar también este muro» Durante la tarde, los jóvenes pasaron a la fase dos de la jornada, “Hands4Humanity”, manos para la humanidad. Les proponen diez actividades de solidaridad, acogida y recalificación urbana en diversos lugares de Manila, para experimentar pequeños gestos que puedan cambiar, lentamente pero de forma irreversible, la realidad circundante, y ofrecer propuestas para la realización de iniciativas “ad hoc”, al regreso en sus ciudades. La elección es amplia: desde el servicio en el comedor a los niños del Centro Social de Bukas Palad, a actividades de limpieza de las calles y otras áreas urbanas, la visita a hospitales, a los ancianos, a los sordomudos, hasta el teatro callejero y el intercambio cultural con las comunidades musulmanas e hindúes. En Tramo Street, en el cordón periférico de Manila, un nutrido grupo de jóvenes procedentes de Australia, Brasil, Europa, además de diversos filipinos, pintan y limpian, junto con la gente del lugar. Un joven californiano explica: «Nunca se me hubiera ocurrido hacer algo por una ciudad que no es la mía, y a donde, tal vez, no vuelva, pero estoy contento, es más, quiero conocer más la ciudad de Manila. Al principio pensaba que no me importaba nada, pero ahora no es más así». «La idea de que el Genfest sea un laboratorio de aprendizaje y experimentación de técnicas de transformación humana y comunitaria es una elección de impacto, sea para los jóvenes como para la ciudad», explica Tina Bonifacio, emprendedora y coordinadora de los forum. «El intento es el de hacer una experiencia real de superación de los límites, sean físicos que mentales. Cada persona, cultura, porción del mundo, tiene siempre algo que dar y compartir con los demás» «Una jornada intensa, pues, para los jóvenes presentes en Manila. Pero no terminó aún: se concluirá esta noche con el concierto internacional donde muchos se exhibirán con canciones y performances. Serán la música y el arte los que relaten otro tramo de “beyond all borders”.
Finalmente aquí estamos: el Genfest ha iniciado hoy en Manila, en el World Trade Centre. Es la cita más importante, pero más de otros veinte Genfest nacionales se han llevado a cabo o están realizándose en los cinco continentes. El programa, con canciones, coreografías, experiencias, tiene como enfoque la superación de todo tipo de barrera, “Beyond all borders”. Un slogan corajudo, escogido por los mismos protagonistas como respuesta a las distintas formas de división que hoy se experimentan por todas partes, pero también ha sido el motor de las acciones realizadas en estos años de preparación. Desde las primeras fases, el Genfest tuvo la fisonomía de un evento “en colaboración”: cada participante ha sido un protagonista. La primera mañana, que acaba de terminar, empezó con un vídeo de las distintas locations y acciones del “pre” Genfest, que se llevó a cabo en veinte lugares diferentes del Sudeste asiático, desde el 28 de junio hasta el 5 de julio, en donde centenares de jóvenes desarrollaron acciones de solidaridad y servicio a comunidades y proyectos. El micrófono entonces pasó a los presentadores y a los “vloggers”, que acompañarán a los participantes a lo largo de todo el programa. Para los nacidos antes de la mitad de la década de 1990, aclaramos que los vloggers y los influencers son figuras mediáticas que tienen un gran seguimiento en los medios de comunicación social por parte de adolescentes y jóvenes. En los últimos meses, Louis de Burundi, Maria Clara de Brasil y Ceska de Filipinas son parte de esas figuras por el número día a día creciente de seguidores de sus perfiles Instagram y Facebook. Lo que ha caracterizado esta primera jornada han sido los testimonios de fuerte impacto. Como el de Josef Capacio de San Diego (USA) y Noé Herrera de Mexicali (México). En un tiempo de desequilibrios políticos y sociales y de todo tipo de divisiones, decidieron promover la paz justamente a lo largo del muro que divide las dos naciones. El trabajo conjunto de jóvenes estadounidenses y mexicanos – cuenta Noé – permitió descubrir que los valores, los objetivos y la visión del mundo, aun vistos desde fronteras opuestas, no son tan distintos. «Somos todos iguales y puedo amar a su país como al mío». Luego, tenemos la historia de Jean Paul Muhanuzi, de Burundi, y Egide Nduwayezu, de Ruanda. Es la narración de una amistad verdadera que creció en situaciones dramáticas: tras un atentado que ambos sufrieron, pero que dejó a Jean Paul por el suelo con una grave lesión en la espina dorsal, Egide lo dejó todo para sostenerlo durante la fase de rehabilitación que siguió a la operación de la columna vertebral. La superación de barreras, en su caso, llevó al descubrimiento de la belleza de los respectivos pueblos, etnias y tribus. Jaime Zayas, de El Salvador, lanzó desde el escenario la idea de cambiar el “metro cuadrado” de cada uno, como él mismo experimentó en su propio país, en un contexto de violencia urbana y desconfianza generalizada. El esfuerzo fue ser constructor de paz: «Sabemos que nuestro país tiene problemas complejos, pero podemos cambiar en lo cotidiano viviendo relaciones que se fundan en la reciprocidad». Tommaso Carriere, italiano, es co-fundador de la Asociación “Non dalla Guerra”, un proyecto para formar a las personas a la paz, mostrándoles qué es la guerra, cómo nace y cómo se desarrolla. «Contamos lo que hemos visto en países afectados por la guerra y cómo los conflictos destruyen la sociedad, minando la esperanza y la posibilidad de construir un futuro mejor». Desde 2014 la asociacióm promueve campamentos de verano en Jordania, en donde chicos europeos visitan campamentos de refugiados e interactúan con quienes sufren las consecuencias de la guerra. Las voces de esta primera jornada en Manila cuentan itinerarios de vida y proyectos, “fragmentos de fraternidad”, pequeños pasos que acercan a personas y pueblos y alimentan la esperanza.
Después de haber recorrido pasajes de la realidad juvenil de los años ’80, como la salida a vida pública después de los tumultos de las plazas en distintas capitales del mundo. Chiara Lubich explica cómo los jóvenes «han creído en la posibilidad de un renacimiento de nuestro planeta y se arremangaron para proporcionar un remedio. Y lo hicieron con una riqueza de iniciativas increíble». Y continúa: «Ahí están, pues, recorriendo ya diversos caminos para alcanzar la meta de un mundo unido: el de la unidad entre razas, de la unidad entre los pueblos, el camino del desarrollo, de la unidad entre ricos y pobres, de la unidad entre generaciones, entre naciones en guerra para lograr la paz, entre fieles de distintas religiones, entre el hombre y la naturaleza, entre personas de ideologías distintas, el camino de la unidad con las minorías étnicas, con los que están solos o con quien de alguna manera sufre (…) Ellos, sin respeto humano, reconocieron que Jesús es el camino – de hecho él dijo: “Yo soy el camino” (Jn 14, 6) – y lo han recorrido tratando de actuar a la letra su doctrina, poniendo en práctica la Palabra de Dios. Por otra parte, ¿de quién podrían fiarse los jóvenes sino de él? Llevan y propugnan en su corazón ideales que sólo él puede ayudarles a realizar. Aman, buscan, quieren la libertad. Y ¿quién mejor se la puede dar sino Jesús, que ha dicho: “Si os mantenéis fieles a mi palabra, (…) conoceréis la verdad y la verdad os hará libres” (Jn 8, 31-32)? Los jóvenes quieren que se respete la naturaleza y en muchas naciones combaten por salvar al hombre de la autodestrucción a causa de la contaminación ambiental. ¿Quién puede responder mejor a este deseo sino quien creó la naturaleza para el hombre? Los jóvenes aman, quieren la paz. Y ¿quién se la puede garantizar sino él, que ha dicho: “Os dejo la paz, os doy mi paz; no os la doy como la da el mundo” (Jn 14, 27)? Los jóvenes quieren que sean respetados los derechos humanos. ¿Acaso Cristo no vino a la tierra para anunciar la Buena Nueva justamente a los pobres, para proclamar la liberación a los cautivos, devolver la vista a los ciegos, para dar la libertad a los oprimidos (cfr. Lc 4, 18)? Los jóvenes piden justicia social. ¿Dónde encuentran mejor el valor para afrontar cara a cara contradicciones, miserias e hipocresías, llagas abiertas de la sociedad de consumo sino en quien llama bienaventurado a quien tiene hambre y sed de justicia” (Mt 5, 6)? A los jóvenes no les gustan las divisiones. ¿Quién los podrá satisfacer sino quien ve a la humanidad como una cosa sola y ha venido para derribar las barreras entre grupos, minorías, razas, pueblos? A los jóvenes les atrae la no violencia. ¿Dónde pueden encontrar su ideal mejor personificado sino en quien ha dicho que hay que amar incluso a los propios enemigos y con ello ha llevado la no violencia hasta sus últimas consecuencias? Los jóvenes aman la solidaridad, la comunión de los bienes entre ricos y pobres. Jesús, que ha dicho que hay que dar a quien pide y que no hay que dar la espalda a quien solicita un préstamo, es para ellos modelo de solidaridad. Y así como los primeros cristianos habían comprendido sus palabras en modo tal que ninguno consideraba suyo lo que le pertenecía, así también los jóvenes encuentran en Jesús la realización de todas sus exigencias. (…) Sí, los jóvenes con Cristo, los jóvenes y Cristo, los caminos y el Camino: son estos los binomios que pueden darnos verdadera esperanza (…) Vayan adelante, queridísimos jóvenes, con paso seguro. Vayan adelante con perseverancia. Con sus acciones iluminen y con su fe resplandezcan ante la humanidad que conduce muchas veces una existencia mediocre y sin sentido, y demuestren que se puede evitar cualquier desunidad y que siempre se puede construir la unidad. Digan claramente que este ideal no es una utopía. Que, al contrario, sólo quien tiene grandes ideales hace la historia. (Extraído del: Mensaje de Chiara Lubich en el Genfest, Mollens, 24 de marzo de 1987 – Fuente: www.centrochiaralubich.org)
El Papa Francisco estará en Bari (Italia), el sábado 7 de julio, para el encuentro ecuménico de reflexión y oración con los Patriarcas y Jefes de las Iglesias de Medio Oriente. El Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales y el Cardenal Kurt Koch, Presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, presentaron el evento en la Sala de Prensa de la Santa Sede. “La idea de un encuentro como el que tendrá lugar en Bari tiene tiempo y ha surgido de varias personas –comentó el Cardenal Sandri- distintas Iglesias o Patriarcas refrieron directamente al Santo Padre. En Bari van a rezar con el Papa francisco, Bartolomé I, Patriarca ecuménico de Constantinopla y Tawadros II, Patriarca de la Iglesia Copto-ortodossa di Alessandria”. El evento tiene en sí mismo un gran valor ecuménico y no tiene precedentes en el historia del ecumenismo, tendrá dos momentos; la oración en la rivera del mar, junto con los fieles, y el momento de reflexión y escucha recíprocas, entre el Santo Padre y los Jefes de las Iglesias y Comunidades Eclesiales de Medio Oriente, donde cada uno llevará su propio punto de vista, observaciones y propuestas. La ciudad de Bari ha sido definida como “ventana hacia el Oriente” porque custodia la antigua tumba de San Nicolás, a quien veneran los católicos y los ortodoxos.
Jefe de sector El responsable de nuestro sector, desde hacía algún tiempo, parecía un motor en su máxima potencia. Todos tratábamos de evitarlo. Un día, hablando con mi abuela, ella me contó que el abuelo había pasado por un período de agotamiento durante el cual parecía un caballo desbocado. Su curación la facilitó la atmósfera de serenidad que la familia supo construir a su lado. Al día siguiente me reuní con algunos colegas y les propuse que ayudáramos a nuestro jefe, tratando de escucharlo con serenidad y ayudarlo en cada deseo suyo. No todos estaban de acuerdo, pero la mayoría comprendió. Después de algún tiempo, el jefe nos confió las tragedias que estaba viviendo en su familia. Y nos agradeció diciendo: “Con la ayuda que ustedes me dieron, me aumentó la esperanza». C. M. – EspañaCambio de ruta A los 61 años conocí a unos jóvenes comprometidos en poner en práctica el Evangelio. Me asombraba su serenidad y armonía. Yo había sido marinero y sabía bien lo difícil que era vivir juntos. Esto me impulsó a querer conocer más, por lo tanto compré un Evangelio. Leyéndolo por primera vez, comprendí que debía cambiar de ruta: no era suficiente ser honesto, no robar, para sentirme cómodo. También tenía que amar a los demás, sin excluir a nadie. Esto implicó un cambio radical en mi modo de pensar y de ser, comenzando por mi familia. En efecto, mientras con los extraños yo estaba siempre sonriente y conversaba con gusto, en cambio en mi casa hablaba poco, solamente lo necesario y también de modo autoritario. G. – ItaliaBullying Sentí en carne propia el “bullying”. Cuando era joven, algunos compañeros de la escuela decidieron agarrar a golpes al primer compañero pelirrojo que fuera al baño. Y había sido yo. Ahora soy profesor. Un día, antes de la clase, un alumno me vino a buscar a la sala de profesores. Me confesó que tenía el encargo de tender una trampa a su mejor amigo, y que si no lo hacía, iba a sufrir él, el mismo tratamiento. Estaba asustado y temblaba. Durante la clase, relaté lo que me había pasado a mí. Les pregunté a mis alumnos “como juzgaban ellos esta acción” y mis palabras fueron seguidas por palabras y largos silencios. Después de algunos días me enteré que la trampa no se había ejecutado. H.N. HungríaEl regreso de papá La noticia de que papá había vuelto a Italia con su nueva esposa, a pasar un período de vacaciones, revolucionó mi vida y la de mi hermana. Después de la separación de nuestros padres, vivimos años difíciles. Desde nuestro regreso al país con mamá, hasta que ella falleció por una enfermedad incurable, la relación entre nosotras era serena, pero esta notica de que papá llegaba, ponía a flote sentimientos olvidados y sufrimientos superados. “¡No lo quiero ver!”, fue el primer impulso. Después se abrió paso un pensamiento: “Dios, descubierto como único valor, nos recordaba que había que amar a nuestros enemigos”. El encuentro con papá estuvo bien, tratamos sólo de amarlo. Se había construido un puente entre nosotros. E. R. – Italia
Hablar de Spiga Dorata significa relatar la historia de un gran deseo de entregarse a los más pobres. Un deseo que se convirtió en una maravillosa locura empresarial. Se trata de un proyecto que, en el transcurso del tiempo, ha producido cada vez más y su contabilidad llega hoy a números importantes. Desafiando los obstáculos y amenazas de un lugar frecuentemente hostil como el de la periferia metropolitana de Brasil. La iniciativa es pionera del proyecto de EdC que Chiara Lubich lanzó justamente en San Pablo en 1991, aunque los primeros intentos de vender panificados en la calle se remontan a 1988. Inmediatamente encarnan la visión, los valores y el entusiasmo por este nuevo modo revolucionario de plantear la Economía. «Era un período de fuerte crisis – relata Adriana Valle, italiana que vive en Brasil desde hace 38 años y es responsable de la actividad-, los recursos económicos eran limitados, se sentía el peso de la inflación y de la desocupación. En este escenario, un grupo de jóvenes, uniendo sus competencias individuales, intentaron desarrollar una pequeña producción de panificados y, con una cesta en la mano se pusieron a venderlos por las aceras que están fuera de la actual Mariápolis Ginetta, cerca de Vargem Grande Paulista». Después de un par de puntos de ventas improvisados, se interrumpió la producción, pero para su sorpresa varios automóviles que pasaban por la ruta, seguían deteniéndose a preguntar por las “chicas del pan y de la sonrisa”. Decidieron en ese momento, continuar con la actividad acogiendo y dando trabajo a madres y jóvenes, proporcionándoles una formación y un ingreso económico. No tenían aún claras ideas empresariales, sin embargo los clientes iban aumentando, la cordialidad detrás del mostrador atraía a la gente. En 1994, la actividad se trasladó del punto de venta en la calle a un pequeño espacio cerrado, mientras estaba en construcción el Polo Industrial EdC cerca de la ciudadela. Se creó un segundo punto de venta del otro lado de la ruta, cerca de una “favela”: el objetivo era ofrecer a los habitantes de la favela, la posibilidad de comprar pan sin el peligro de cruzar la ruta rápida. Las dos actividades siguieron adelante con el nombre – dado por la misma Chiara Lubich – de Spiga Dorata I y II, que recuerda el grano de trigo maduro que brilla con el sol. El deseo es ofrecer una mirada fraternal, luz, armonía; un ambiente en el que la persona se sienta recibida y aliviada. Mientras la actividad continúa, algunos destruyen “a priori” la idea de la empresa basándose sólo en los números limitados del comienzo (“con media bolsa de harina no se llega a ningún lado”), pero hay otros que en cambio, creen y forman parte del desarrollo del proyecto. Como por ejemplo, dos empresarios, que, asombrados por el gran trabajo llevado adelante, a pesar de contar con un espacio tan reducido por su estructura, colaboran financieramente. Dan así la posibilidad de evitar los despidos y de reestructurar las instalaciones, ofreciendo un lugar más digno para los clientes y ampliando la oferta con otros productos de calidad. Son numerosas las anécdotas vividas tras esos mostradores: hay quien viene desde lejos para sentir esa energía positiva que encuentran detrás del café, y quien, gracias a una sonrisa, encuentran el deseo de recomenzar. Sin embargo, no faltan las dificultades. En ese ambiente de periferia los comercios sufren asaltos. En uno de los últimos sucedió que delante de la pistola que la apuntaba con la intención de llevarse el dinero de la caja, Adriana tuvo el valor de dialogar con los rapiñeros. Demostró sincera preocupación por su destino, una vez que estuvieran fuera del local. El gesto de respeto y empatía fue tan eficaz que los muchachos se quitaron la máscara y soltaron el arma. Después de ese episodio, no hubo más asaltos. Los locales, hoy, tienen una planilla de 20 empleados fijos y 15 jóvenes que se alternan. Amasan 10 bolsas de harina por día y tienen de 1200 a 1500 clientes. Los fines de semana ofrecen, a quienes tienen mayor poder adquisitivo, una variedad de panes especiales, platillos precocidos, confitería para las fiestas, helado artesanal, garantizando siempre precios accesibles para los clientes cotidianos más pobres. Además de crear puestos de trabajo e irradiar amor auténtico, la misión esencial de Spiga Dorata es la de crear vínculos cercanos entre diversas categorías sociales donde el pobre se siente parte de la familia y los de mayor bienestar económico vuelven, colaboran y agradecen por tener la posibilidad no sólo de dar, sino ¡de recibir! Fuente: EdC online
Insistir sobre la importancia del diálogo, ¿no es una concesión al relativismo de hecho, donde son suficientes los buenos modales y se dejan de lado los valores fundamentales de la actividad política? «El Movimiento políticos por la UNidad (MPPU) no es un partido, sino que es un espacio de diálogo en el Parlamento y en las ciudades, entre todas las orientaciones políticas. Propone una reflexión sobre el alma de la representación parlamentaria, para salir de la crisis mediante formas de democracia participativa y deliberativa. El instrumento es el “pacto elegidos-electores”. No se trata sólo de buenos modales. La fraternidad es un método experimentado que nos hace libres e iguales en nuestra diversidad. Es posible volver a descubrir el alma de la política, yendo más allá del pragmatismo sin ideales, para ponerse al servicio del bien común con “el amor de los amores”, como nos enseñó la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich. Queremos encaminar un ciclo de diálogos sobre temas elevados y concretos mediante argumentaciones y sin caer en la insoportable tendencia actual, que llega al insulto y al choque frontal». ¿Dónde se está corriendo el riesgo, no sólo ocurre en Italia, de perder el alma de la democracia hoy? La democracia representativa está en crisis debido al predomino de la finanza globalizada sobre la economía real y sobre la misma política. Los partidos débiles son fácilmente condicionados por los grupos de presión. El final de las ideologías coincide frecuentemente con la pobreza de los ideales. Es necesario dar una robusta inyección de participación popular que esté en grado de comprometer a los ciudadanos y a los partidos en temas como el trabajo, la justicia social, la paz y el desarme, en la lucha contra el juego de azar, la desintegración de las mafias y la corrupción, que valore el bien común y los grandes recursos culturales y ambientales del país. El Pacto elegidos-electores, que se establecido entre varios parlamentarios e intendentes, puede acercar a los ciudadanos a las instituciones y dar un alma a la democracia representativa enriquecida por aquellaparticipativa y deliberativa. El MPPU ha estado atento a la realidad, no disertando sobre temas conflictivos. ¿Cuáles son las urgencias que ustedes quieren enfrentar hoy? «El Movimiento Político Por la Unidad es un espacio fraterno de encuentro entre personas en primer lugar, comprometidas en casi todos los partidos. Y esto no es un problema, sino una riqueza única. En la pasada legislatura dimos prioridad a los derechos sociales y civiles. Ahora consideramos urgente enfrentar el tema del trabajo para los jóvenes, de la lucha contra la pobreza, la economía para el desarme que pasa por la necesaria reconversión a fines civiles (de fábricas que producen armas), dado que estamos en un país que en su Constitución «repudia la guerra». La integración, además de la acogida a los emigrantes regulares y de sus hijos, sin olvidar la importancia de la seguridad y la legalidad» ¿Existen algunas propuestas concretas que ustedes piensan que pueden llevar adelante? «El MPPU debe facilitar, junto al trabajo en el aula parlamentaria y de las comisiones, las propuestas concretas de los talleres parlamentarios de encuentro entre culturas políticas distintas, con estudiosos y representantes competentes de la sociedad civil. Podemos alentar un ciclo de diálogos en la legislatura sobre un plano ideal y concreto al mismo tiempo». Fuente:MPPU online
Estamos en plena cuenta atrás para el GenFest 2018 (manifestación juvenil del Movimiento de los Focolares). Junto a los jóvenes que participarán en el Genfest en Manila y a los que seguirán por streaming dicho evento desde todo el mundo, queremos ser una “Wave of Love”, una ola de amor que atraviese las barreras de nuestras relaciones, de las incomprensiones, de los grandes desafíos de la humanidad. Aquí tienen, en exclusiva para ustedes, un pequeño adelanto de lo que el Gen Verde cantará en el Genfest y… ¡hasta muy pronto! https://www.youtube.com/watch?v=Mh75HR_YI1g&list=UUuSTi05GBlACXtCu4zEY7FQ
«Miradas de luz. Siempre hacen bien, especialmente en un mundo donde hay pocas». Fueron las primeras frases que recogí de Anna, quien se declara no creyente, a la salida de la sala que este año hospedó la primera Mariápolis de Piamonte. Miradas de luz era el título de estos tres días vividos por 200 personas de todas las edades y categorías sociales, provenientes de distintas ciudades de esta región. Luz que brota de momentos de espiritualidad y del compartir, que ha iluminado temas álgidos de actualidad, como la situación de Europa, la migración, el Medio Oriente, el fin de la vida y los cuidados paliativos, que se alternaron con momentos de distensión, excursiones. Para regenerar el alma y el cuerpo. No sólo. En el oscuro marco de los desafíos de la vida pública y de la incertidumbre económica y política, en medio de un clima que hace pensar que la fraternidad es un lujo para unos pocos, una mirada de luz ha iluminado también la vida de Bra, una ciudad con una historia antiquísima pero proyectada al futuro. Aquí la fraternidad, elevada a categoría política, está inscrita desde hace años en el Estatuto de la ciudad. Y no se ha quedado en letra muerta. Dos adolescentes, son el soporte de un power point, presentan los hechos, con un lema “ColoreAmos” la ciudad. Son muchas las iniciativas, como pintar las paredes de la escuela o los muros maltratados de la ciudad, la recolección de basura, limpieza de la maleza, las visitas a los ancianos en los albergues. Para dejar por doquier un signo de amor y contagiar a los demás de la felicidad que experimentan cuando se pone en movimiento la revolución del Evangelio. La misma que está detrás de una ciudadana honoraria de Bra, Chiara Lubich.«Las iniciativas de estos de –subrayó Bruna Sibille, alcaldesa de Bra – han contaminados a quienes tiene algunos años más, otras comunidades, como la comunidad albanesa, trabajadores del sector de la construcción, grupos de ortodoxos, junto a su Pope, un grupo de rumanos y otras realidades de los barrios. El próximo mes de septiembre –anunció- antes del inicio de las clases, nos volveremos a reunir para seguir trabajando juntos». Uno de los puntos programáticos que están en la base de su mandato, que está por concluir, ha sido “el crecimiento de la cohesión social pasando del modelo de la ciudad al de una comunidad inclusiva”. «Los chicos han sido un factor de cohesión muy importante en esta dirección. Así –agregó- se pusieron las bases para dar una señal importante sobre cómo administrar una ciudad y formar a las futuras generaciones de administradores, en un momento en donde hay muchos ejemplos negativos. Si se cuida la propia ciudad y el bien común –concluyó- se tendrá una ciudad más segura y se superarán muchos males, que no siempre son reales, sino virtuales, y todavía más difíciles de vencer».
En las periferias de grandes megalópolis o en pequeñas aldeas rurales, en barrios marginales y periféricos, en orfanatos o cárceles, o bien a lo largo de una playa turística que hay que limpiar, siempre en contacto directo con la población del lugar. Cuatrocientos chicos se están preparando así, en veinte distintas localidades del sudeste asiático, al Genfest 2018, que abrirá sus puertas el próximo 6 de julio en el “World Trade Center” de Manila, con talleres diseminados en varias universidades de la gran ciudad filipina. Una semana de compromiso social e intercambios con el lema de la interculturalidad, que anticipa el espíritu de una manifestación de la que participarán seis mil jóvenes de varias partes del mundo. Una gran oportunidad para experimentar concretamente la caída de fronteras, ante todo las culturales, y para interactuar con personas de culturas y religiones diferentes. Todo esto es el “pre-Genfest”. «La finalidad del Genfest – explica Romè Vital, uno de los coordinadores de esta empresa – es el de ofrecer a estos jóvenes, que están por participar en el Genfest de Manila, la oportunidad de hacer una concreta experiencia “en miniatura” de fraternidad universal. Y también otro objetivo es abrirlos a realidades sociales que están muy lejos geográficamente de sus países de origen. Hemos querido ofrecerles la posibilidad de entender más acerca de las diversidades culturales presentes en Asia». Un grupo de jóvenes está haciendo la experiencia de la vida frenética de los barrios periféricos de ciudades como Hong Kong y Seúl; otros están visitando áreas rurales en Masbate o en Pangasinan, en las Filipinas; otros están haciendo una experiencia de diálogo interreligioso, como en Chiang Mai (en Tailandia), en Medan (Indonesia) y en Yangon (Myanmar). En Coimbatore, India, esta experiencia intercultural e interreligiosa está bajo la guía del lema de Gandhi “sé el cambio que quieres ver”, mientras que en Taipei (Taiwan) los jóvenes están interactuando con los habitantes de la isla. En Aklan, Filipinas, se está llevando a cabo una verdadera “inmersión” en la cultura de la comunidad de Atis (Aetas), tribu que se piensa está entre las originarias de la isla Boracay. Pero hay también iniciativas de tipo ecológico y de la tutela del territorio, como en Hanoi, Vietnam, en donde los chicos están participando en la cosecha del arroz, o en Palawan, famosa localidad turística de las Filipinas, en donde un grupo está limpiando algunas playas». «En muchas localidades – continúa Vital – un recorrido socio-cultural ayuda a entrar profundamente en la historia de ese país. Es el caso de Seúl, en Corea, en donde los jóvenes presentes están profundizando los eventos que han producido la división entre Corea del Norte y del Sur, con la guía de expertos que conducen talleres sobre la paz, exportables a cualquier latitud. Otras localidades también han acogido a chicos, como Mumbai (India), Ho Chi Min (Vietnam), Bangkok (Tailandia), además de las distintas ciudades de las Filipinas como Baguio, Cebu, Dumaguete, La Union y Tacloban. Fundamental la presencia en la preparación de la semana fue la colaboración con organizaciones como “Bukas Palad” y “Façenda da Esperanza”, en las Filipinas, y “Shanti Ashram” en la India». «Esta semana “pre-Genfest” tendrá un impacto indeleble en la vida de los jóvenes que están partipando en él, porque la construcción de un mundo unido comienza siempre con acciones concretas, como dijo recientemente, durante su visita a Loppiano el 10 de mayo pasado, el Papa Francisco: “hay que entrenarse a usar juntos tres lenguajes: el de la mente, el del corazón y el de las manos”. Éste es un elemento fundamental en la formación de las nuevas generaciones. En la misma ocasión, el Papa invitó al Movimiento de los Focolares a ponerse “al servicio de todos, con la mirada que abraza a toda la humanidad, empezando por aquellos que de alguna manera están relegados a las periferias de la existencia”. Cuando lleguen a Manila para el Genfest, estos jóvenes ya habrán experimentado en pequeña escala lo que significa la “fraternidad universal”, porque el mundo unido necesita las manos de todos. Entonces sí que será una verdadera “experiencia de Dios”. Ésta es la finalidad por la que ha nacido el Genfest». María Clara RamírezVer el video
En su segunda carta a la comunidad de Corinto, el apóstol Pablo se mide con unos cuantos que ponen en cuestión la legitimidad de su actividad apostólica. Pero no se defiende enumerando sus méritos y sus logros; al contrario, pone de manifiesto la obra que Dios ha cumplido en él y a través de él. Pablo alude a una experiencia mística suya de profunda relación con Dios (cf. 2 Co 11, 1-7), pero para compartir acto seguido su sufrimiento por una «espina» que lo atormenta. No explica de qué se trata exactamente, pero se entiende que es una dificultad grande que podría limitarlo en su tarea de evangelizador. Por ello, confiesa haberle pedido a Dios que lo libere de ese impedimento. Pero la respuesta que recibe del mismo Dios es perturbadora. «Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza». Todos experimentamos continuamente las debilidades físicas, psicológicas y espirituales nuestras y de los demás, y vemos a nuestro alrededor una humanidad a menudo afligida y extraviada. Nos sentimos débiles e incapaces de resolver esas dificultades, incluso de hacerles frente, y como mucho nos limitamos a no hacer mal a nadie. in embargo, esta experiencia de Pablo nos abre un horizonte nuevo: reconociendo y aceptando nuestra debilidad, podemos abandonarnos plenamente en brazos del Padre, que nos ama tal como somos y quiere ayudarnos en nuestro camino. Y de hecho, más adelante en esta carta, afirma: «cuando soy débil, entonces es cuando soy fuerte» (2 Co 12, 10). A propósito de esto, Chiara Lubich escribió: «[…] ante tal afirmación, nuestra razón se rebela, pues hay una contradicción flagrante o simplemente una audaz paradoja. En realidad esta expresa una de las verdades más altas de la fe cristiana. Jesús nos la explica con su vida y sobre todo con su muerte. ¿Cuándo cumplió la obra que el Padre le había encomendado? ¿Cuándo redimió a la humanidad? ¿Cuándo venció al pecado? Cuando murió en la cruz, reducido a nada, después de gritar: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Jesús fue más fuerte precisamente cuando era más débil. Jesús habría podido dar origen al nuevo pueblo de Dios solo con su predicación, o con más milagros, o con algún signo extraordinario. Pero no. No, porque la Iglesia es obra de Dios, y es en el dolor –y solo en el dolor– donde florecen las obras de Dios. Así pues, en nuestra debilidad, en la experiencia de nuestra fragilidad se esconde una ocasión única: la de experimentar la fuerza de Cristo muerto y resucitado […]». (1) «Mi gracia te basta, que mi fuerza se realiza en la flaqueza». Es la paradoja del Evangelio: a los mansos se les promete en herencia la tierra (cf. Mt 5, 5); María exalta en el Magnificat (cf. Lc 1, 46-55) el poder del Señor, que puede expresarse totalmente y definitivamente –en la historia personal y en la historia de la humanidad– precisamente en el espacio de la pequeñez y de la total confianza en la acción de Dios. Comentando esta experiencia de Pablo, Chiara sugería además: «[…] la opción que los cristianos debemos hacer es de signo absolutamente contrario a la que se hace normalmente. En esto vamos en verdad a contracorriente. En general, el ideal de vida del mundo consiste en el éxito, el poder, el prestigio… Pablo, al contrario, nos dice que hay que gloriarse en la flaqueza […] Fiémonos de Dios. Él actuará sobre nuestra debilidad, sobre nuestra nada. Y cuando Él actúa, podemos estar seguros de que realiza obras que valen, que irradian un bien duradero y responden a las necesidades auténticas de los individuos y de la colectividad». Letizia Magri1 Cf. C. Lubich, «La fuerza de la debilidad», Ciudad Nueva 169 (7/1982), p. 26.
Defensa de fronteras, desplazamientos forzados, alianzas de estados para proteger identidades y economías nacionales, cuotas humanas para el control de los flujos migratorios. ¿Qué hay detrás de aquellas que se han convertido en palabras clave en estos últimos días? “A menudo es el miedo la madre de cada valla y actitud proteccionista”, explica Maria Voce, presidente de los “Focolares”. “Sin embargo, para los jóvenes esto no parece ser la solución definitiva. En cambio, creen que las fronteras son horizontes, puntos de partida, diversidad de la cual enriquecerse”. Es por eso que los jóvenes de los Focolares han elegido para su próximo evento mundial que se celebrará en Manila del 6 al 8 de julio, el gran tema de las fronteras, como dice el título “Más allá de todas las fronteras”. Invitan a un cambio valiente de perspectiva para mirar a los pueblos, culturas y economías; un cambio necesario, dicen, en estos tiempos de exasperación de los particularismos y cerrazón social. Nacido en 1973 de una idea de Chiara Lubich, fundadora de los Focolares, el Genfest llega este año a su undécima edición y, por primera vez, se celebrará fuera de Europa, en la capital filipina, del 6 al 8 de julio. Se esperan 6.000 jóvenes de todo el mundo, de 18 a 30 años, mientras que miles más participarán en las 23 ediciones locales. “Hemos elegido Asia porque aquí viven seis de cada diez jóvenes del mundo”, explica Kiara Lauren, filipina, de Jóvenes por un mundo unido de los Focolares, promotores del evento. “A pesar de los problemas y la división socioeconómica, este continente habla al mundo de la esperanza y de deseo de cambio. No nos reconocemos en este contexto geopolítico internacional que a menudo sacrifica pueblos enteros en detrimento de una élite. Queremos llevar a los individuos y a nuestras naciones a mirar fuera de sus fronteras personales, culturales, religiosas, políticas, para conocer a los demás, y dejarse contaminar por la diversidad. El Genfest será un laboratorio único en el mundo: quien entrará encontrará las herramientas para hacer un cambio en sí mismo y en su entorno, para pasar – como recientemente invitó el papa Francisco en Loppiano – , “del yo al nosotros”. El programa: compartir y trabajar Amplio espacio se dará a los testimonios: los esfuerzos conjuntos de jóvenes estadounidenses y mexicanos en la frontera de sus países; gestos de ayuda y reconciliación en situaciones de conflicto en África y Medio Oriente, actividades para apoyar a la población en los campos de refugiados y acogida en las ciudades, compromiso con una nueva forma de hacer política, diálogo entre diferentes religiones, etc. En la tarde del 7 de julio, el Genfest propone la acción Hands for Humanity: los jóvenes podrán elegir entre 12 actividades de solidaridad, acogida y mejoras urbanas que se llevará a cabo en diferentes puntos de Manila. El objetivo es experimentar que los pequeños gestos pueden cambiar la realidad que nos rodea, además de recoger ideas exportables e imitables en sus propios países. ExpLo y Foro: aprenda y experimente la paz Luego está la Explo, un acrónimo compuesto por las palabras “Exposición” y “Exploración”. Se trata de una muestra interactiva que lleva al visitante a través de una experiencia sensorial inmersiva en la historia de la humanidad, contada desde la perspectiva de la fraternidad universal: “No la historia tal como la conocemos – dice a Erika Ivacson, artista húngara curadora de la exposición – hecha de guerras, conquistas, armisticio. Diremos, en cambio, qué ha permitido a la humanidad progresar desde el punto de vista de la paz, de la amistad entre personas, pueblos y culturas. La última etapa estará enteramente dedicada a la pregunta: ¿y qué puedo hacer yo?”. Habrá 110 foros y talleres sobre temas clave para la construcción de sociedades abiertas y solidarias: desde técnicas de limpieza urbana y cuidado del territorio, a formas de empresas sociales, a la gestión de conflictos personales y políticos, hasta el uso de redes sociales para paz y mucho más. Para seguir el Genfest Será posible seguir la transmisión en directo streaming, en inglés y con traducciones en francés, italiano, portugués y español, a través del sitio web de Jóvenes por un mundo unido: http://www.y4uw.org/liveHorarios de transmisión en vivo (hora de Manila, UTC / GMT +8 horas): 6 de julio: 16-18:30 y 20-21:45 7 de julio: 17:45-18: 45 y 20-21:45 8 de julio: 10:30-13 En las redes sociales: Facebook: www.facebook.com/genfest/ o @genfest Twitter: https://twitter.com/genfest_en o @genfest_en Instagram: www.instagram.com/genfest.official/ Youtube: genfest-official o https://www.youtube.com/c/GenfestOfficialPrograma Genfest
En un tú a tú con Jesús Como alcalde, no hay día en que no me detengan por la calle aunque más no sea para saludarme. Incluso en la iglesia, durante la misa, no consigo encontrar un momento para estar en un “tú a tú” con Jesús. Un domingo fui a misa a una ciudad cercana, esperando que pasaría inadvertido. Pero me encontré con una iglesia repleta, una liturgia larguísima presidida por el obispo. Fuera de la iglesia había una mujer a quien le di una limosna. Pocos pasos después me encuentro con otro pobre, con el rostro desfigurado. Seguí adelante. Luego, me vino un pensamiento: “¿Me buscabas? Allí estoy, en esa señora necesitada y en ese señor con el rostro desfigurado”. Volví para atrás. El hombre estaba aún allí, agradecido porque había regresado a buscarlo. G. – Italia Superstición Subo al taxi y noto que el coche está lleno de amuletos y alhajitas, signo de que el taxista debía tener creencias superticiosas. Durante el trayecto, me animé y le dije: “Yo creo en Dios, mi confianza se apoya sólo en él”. Mientras conducía, me escuchaba en silencio. Un rato después debo llamar nuevamente a un taxi. Con gran asombro me encuentro con el mismo taxista y el mismo coche. Pero para mi sorpresa noto que esos objetos habían desaparecido y un rosario estaba colgado del espejito. N. – Suiza En equipo Somos una enfermera, un técnico de laboratorio y un médico. Trabajamos en sectores distintos del mismo hospital. Estamos convencidos de que el Evangelio vivido no se limita a transformar al hombre, sino que puede también renovar las estructuras, los barrios, los ambientes de trabajo. Por eso, en la mañana, antes de iniciar el trabajo, buscamos un momento para compartir dolores y alegrías. Es un descubrimiento constatar que podemos transferir a nuestro lugar de trabajo esa carga de amor concreto para con todos, viviendo cotidianamente nuestra tarea profesional. E., L. y B. – Italia El dinero en la almohada Saliendo de la iglesia con mi hijo, se nos acercó una mujer, pidiéndonos una limosna. Abrí mi cartera y le di lo que tenía conmigo, 20 euros. Mi hijo se sorprendió, para él era demasiado, pero yo lo tranquilicé diciéndole que en cada pobre está Jesús y que me había parecido que debía darle a esa señora todo lo que tenía. Cuando llegamos a casa, me puse a ordenar la habitación en donde habíamos recibido a una pareja llegada a la ciudad para ver a un pariente enfermo. Mi hijo vino a ayudarme. Cuando cambiamos la funda de la almohada, cayeron 200 euros. Nosotros les habiamos dado a esas personas la posibilidad de estar cerca de una persona que sufría, y ellos quisieron dejarnos ese dinero. M. G. – Italia Hockey sobre hielo Fanático como soy del hockey sobre hielo, esperaba muy ansioso, enseguida después del colegio, ver por televisión el final de un partido importante. Cuando sonó la campana, salí corriendo hacia mi moto. Pero después de algunos metros se me pinchó una rueda. Traté de inflarla con el inflador. Pero, tras haber andado muy poco, me encontré nuevamente con la goma desinflada. Además se largó a llover. Seguí a pie, empujando la moto, y mientras tanto crecía mi malhumor. De golpe se me cruzó por la mente un pensamiento: Jesús sufrió tanto en la cruz, y tú, ¿no eres capaz de aceptar esta pequeña contrariedad? Eso me devolvió la paz. G. – Holanda
Los adolescentes y los jóvenes de hoy pueden convertirse en la primera generación que logre erradicar el hambre en el mundo. Lo dicen los 17 objetivos de Desarrollo Sostenible que, el 25 de septiembre de 2015 los 193 estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron, comprometiéndose a implementarlos en quince años (2015-2030). El segundo, el “Objetivo Hambre Cero”, está en el corazón del programa. Y para lograr estos objetivos, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dio la bienvenida hoy, 22 de junio de 2018, en su sede de Roma, a 630 jóvenes (de entre 9 y 14 años) del Movimiento de los Focolares. El evento fue seguido, a través de una conexión en vivo, por muchos otros coetáneos repartidos en los cinco continentes, en particular, 400 chicos reunidos en un congreso, en Loppiano, cerca de Florencia, en la ciudadela internacional de los Focolares. Es la primera vez que las jóvenes generaciones del Movimiento, creado por Chiara Lubich, entran en la FAO. Una gran emoción no solo para estas chicas, que ocuparon sus lugares en la prestigiosa sala plenaria, sino también por la FAO. “Estoy muy feliz de ver esta sala llena de mujeres, de mujeres jóvenes”, dijo Marcela Villareal, directora de la FAO para la división de cooperación Sur-Sur. “He trabajado aquí en la FAO durante más de 20 años, he hablado en esta sala plenaria muchas veces, pero nunca la he visto tan hermosa, tan llena de mujeres jóvenes. Gracias por sus esfuerzos, por ayudar a alcanzar el objetivo Hambre Cero”. Hoy, 800 millones de personas en el mundo sufren de hambre. En los últimos 10 años, esta cifra había disminuido, mientras que el año pasado debido a las guerras y al cambio climático ha vuelto a aumentar. “Para nosotros, aquí en la FAO, es el mayor escándalo que existe”, dijo Villareal. “Y por eso luchamos todos los días para que estas personas tengan el alimento necesario, pero también una vida buena y donde los niños puedan tener una vida plena. Estamos convencidos de que con nuestro trabajo podemos lograr un mundo sin hambre”. En septiembre de 2015, las Naciones Unidas firmaron la agenda del desarrollo sostenible, que comprende 17 objetivos que deben alcanzarse para el 2030. “Nunca antes los líderes mundiales se comprometieron con una agenda tan amplia y universal”, dijo Sabina Zaccaro de la oficina de comunicación institucional de la FAO – Para vencer el hambre del mundo (objetivo n° 2) necesitamos superar la pobreza (objetivo n° 1). Pero para hacer esto, todos debemos vivir de manera sostenible (objetivo n° 12), tratando de resolver la lucha contra el cambio climático en términos concretos (objetivo n° 13)”. Las primeras ciudadanas Hambre Cero Los jóvenes de los Focolares, presentes en todo el mundo, pueden dar un gran aporte personal y diario para alcanzar el objetivo en el 2030. La FAO, el próximo 16 de octubre, cumple 73 años de su nacimiento y será la oportunidad para relanzar este objetivo. “Nosotros este cumpleaños lo usamos para comunicar temas que aparezcan en los periódicos, en la televisión, las escuelas, la calle”, dijo Clara Vélez, jefa de la oficina de difusión de actividades promocionales de la FAO. “Cada año hablamos de un tema (inmigración, cambio climático …) y este año hablaremos de hambre cero. Y saber que hoy están aquí es hermoso. Aquí el próximo 16 de octubre en su lugar habrá representantes de todos los países. Y tendrán el libro que tuvieron hoy, que explica cómo con muchas acciones diarias podemos hacer algo para combatir el hambre. En la última página del libro hay un pasaporte. Hoy se convertirán en las primeras ciudades de Hambre Cero. Con los derechos y deberes que se deben respetar”. Pero, ¿cuáles son los deberes de los ciudadanos Hambre Cero? “Un tercio de la comida en el mundo se desperdicia y se tira a la basura. Estoy segura de que no quieren ser parte de este escándalo”, dijo Laura Hernández de la agencia de difusión y promoción de la FAO. “Hay cosas que puedes hacer en casa. Por ejemplo, cuando te queda comida, puedes congelarla o comerla al día siguiente. También cuando van a un restaurante y queda comida, la puedes llevar a casa. Con las etiquetas de los alimentos no hay que dejarse engañar. La indicación “vence el”, indica que ese alimento ya no es bueno. Pero si está escrito “consumir preferiblemente en”, significa que también podemos usarlo unos días después de esa fecha. Otra cosa importante es el agua, un bien precioso y no debe desperdiciarse. Entonces, cuando nos cepillamos los dientes, cerramos el grifo. O bien le recordamos a mamá y papá que utilicen el lavavajillas a plena capacidad, o la secadora solo cuando sea necesario”. La carta de compromiso de las chicas Finalmente, tomaron la palabra las chicas, representadas por Elena y Agnes: “Estamos muy honradas y felices de estar aquí. Estamos seguras de que a partir de ahora trabajaremos con más entusiasmo para lograr este objetivo. Ahora nos sentimos parte de la generación hambre cero. Es un gran sueño imaginar que también gracias a nuestro aporte en unos años ya no habrá más hambre en el mundo. Estamos muy contentas de colaborar con la FAO porque solo uniendo fuerzas, podremos lograr un objetivo tan alto, como Hambre Cero en el 2030”. Algunos chicos del Movimiento de los Focolares de 11 naciones han reunido ideas para entender cómo resolver el problema del hambre en el mundo. “Hemos resumido estas ideas con un lema: cabeza, corazón y manos, y nació nuestra Carta de Compromiso. Cabeza, para nosotros significa informarnos y estudiar el problema tanto a nivel global como en nuestra ciudad. Corazón, o bien, sensibilizarnos a nosotros mismos y a muchos otros. Involucrar a la mayor cantidad de personas para lograr nuestro objetivo. Finalmente, nos ponemos en acción concretamente usando nuestras manos. Al final, las chicas entregaron su Tarjeta de Compromiso a la FAO. Luego, el gesto simbólico del pasaporte: las chicas escribieron sus compromisos en este pequeño documento y lo firmaron. Se convirtieron en las primeras ciudades #HambreCero. Lorenzo Russo Revisa la transmisión (en inglés)
Sulcis-Iglesiente es una región histórica de Cerdeña, caracterizada no sólo por su impresionante belleza natural, sino también por la historia de los trabajadores de las minas, un patrimonio humano, espiritual, cultural y ambiental de primer orden. Una joya única en el mundo, que todavía no logra expresar plenamente todo el potencial del que dispone, desde el punto de vista económico. El 3 de marzo de 2017, en Cagliari, en el Sur de Cerdeña, tuvo lugar una conferencia sobre el tema del desarme, organizada por la Escuela de Participación política “Domenico Mangano”. En ese congreso algunos habitantes de Sulcis-Iglesiente se sintieron interpelados directamente; de hecho en su territorio tiene la sede la RWM Italia, controlada por la Rheinmetall, una fábrica de bombas vendidas a Arabia Saudita y utilizadas en la guerra en Yemen. A raíz de esta toma de conciencia, hace un año, nació un comité que trabaja en el territorio, uniendo fuerzas por un objetivo común: la reconversión de la fábrica de producción militar a fines civiles. Es el “Comité reconversión de la RWM por la paz, el trabajo sostenible, la reconversión de la industria bélica, el desarme, la participación cívica en los procesos de cambio, la valoración del patrimonio ambiental y social de Sulcis-Iglesiente”. Entre los promotores de esta acción está Cinzia Guaita, del Movimiento de los Focolares. Con ella vemos a qué punto está la situación. «El trabajo del comité no es fácil porque Sulcis-Iglesiente es un territorio donde no hay trabajo, y el que existe es defendido a capa y espada. No es fácil poner en marcha un proceso que lleve a un cambio de mentalidad que permita elegir algo diferente y quizás menos seguro». «Somos una red muy densa y variada. Antes no se hablaba de esto, ahora la cuestión ética, ambiental y legal se ha convertido en patrimonio de todos. Ya hay un primer resultado cultural, aunque el proceso es a largo plazo». ¿En qué se puede ver el cambio más grande? «Tomemos el tema del trabajo, antes no se ponía en discusión, ahora en cambio junto al trabajo está el tema de la paz, de la justicia, y eso no es poco para un territorio pobre como el nuestro». Hablas de confrontación, pero ustedes usan sobre todo el diálogo… «Es verdad, estamos dialogando, y lo hacemos con todos porque este es un problema que concierne a todos, y sólo se puede resolver mirando las cosas desde distintos puntos de vista. Te pongo un ejemplo, abrimos una mesa técnica de reflexión con expertos de la universidad para estudiar un proyecto de reconversión; se reúnen los técnicos, los docentes universitarios, otras personas como representantes del Banco Ético, la Iglesia Protestante: el comité es una especie de laboratorio, no resolutivo, pero es el inicio de un camino concreto». ¿Cómo es vista la fábrica RWM en el territorio? «La fábrica se injertó con mucha benevolencia en la dinámica social local, pero viola una ley nacional que prohíbe la venta de armas a países en guerra o que no respeten los derechos humanos, pero prevé también la posibilidad de un fondo para la reconversión de las empresas que producen armas. Por lo tanto las posibilidades existen. Reconversión no quiere decir dar un salto en el vacío, sino un proceso compartido de maduración y mejoramiento de la vida de todos». ¿Qué papel desempeña la prensa en este proceso? «Un papel decisivo diría, y nosotros mismos nos sorprendimos de que la prensa internacional se haya interesado en nosotros. También la TV alemana nos está siguiendo y ha relatado en Alemania lo que está sucediendo aquí. Hay mucho silencio con respecto a las guerras, como la de Yemen. Encender los reflectores sobre el conflicto ha hecho que todos pongan atención sobre el problema que se está viviendo. Para construir la paz no podemos cerrar los ojos. Se necesitan todos, porque también las pequeñas acciones locales pueden tener una incidencia amplia. Amar un territorio quiere decir esto. Puede ser un riesgo, pero para construir la paz vale la pena correrlo». Fonte:United World Project
http://vimeo.com/69165925 El secreto del amor verdadero es este, consiste en esto; el amor del que hablamos es el que comprendimos en el Evangelio. Ahora bien, el Evangelio es la buena nueva que Cristo ha traído a la tierra, por lo tanto es un amor tal como Dios lo concibe, no como se concibe en la tierra. Por lo tanto un amor que se ve vivido por las personas de la Santísima Trinidad, por ejemplo; el Padre ama a todos y hace llover y salir el sol sobre buenos y malos, ama a todos; por lo tanto es un amor que nos pone a todos en disposición de amar a todos los hermanos, por lo tanto no sólo a los familiares, a los amigos o a los que nos son agradables, sino que es necesario amar a todos. Por lo tanto a lo largo del día, para amarlo, tenemos que tener en cuenta a cada persona que encontremos. Una segunda exigencia de este amor, que no existe en la tierra, precisamente, porque viene del Cielo, es que es necesario ser los primeros en amar, no esperar ser amados. Generalmente, para amar se espera ser amado, mientras que en cambio: es necesario ser los primeros y lo demuestra Jesús, la segunda divina Persona hecho hombre, el cual murió por nosotros cuando todavía éramos pecadores, lo que significa que, sin duda, no amábamos. Es un amor, además, concreto como el de Jesús, que dio la vida, no un amor sentimental, platónico, sino que precisamente llega a lo concreto, que… un amor que se hace uno con el otro, con quien sufre y con quien goza y participa del sufrimiento y da una ayuda a quien sufre o participa de la alegría. Si este amor se pone en práctica en el mundo, y el Movimiento lo… es el secreto del Movimiento, lo pone en práctica en todas las naciones del mundo, en general es correspondido porque las personas se sienten amadas y se encuentran bien con nosotros, y entonces nos preguntan: “Pero, ¿por qué?” Y les contamos por qué amamos. Y entonces se instaura el diálogo entre nosotros y los demás, que son personas no todas cristianas, no todas católicas, incluso muchas veces de otras religiones, y también no creyentes; pero que aunque no crean tienen en su ADN la idea del amor, la fuerza de amar porque han sido creados por Dios que es amor. Esto, esto es algo sobre el amor». Chiara Lubich Transcripción de una entrevista de Erik Hendriks, Sylvester production, del 24 de mayo de 2004, para la TV belga. www.centrochiaralubich.org
La relación entre los jóvenes y la Iglesia vive un momento particularmente feliz. Una nueva ocasión de discusión e intercambio de experiencias sobre “jóvenes, fe y discernimiento vocacional” se da a raíz del encuentro anual de los movimientos eclesiales, organizado por el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, de la Santa Sede. El encuentro coincide con la publicación del “Instrumento de Trabajo” sobre el que los obispos discutirán durante el próximo Sínodo de octubre, completamente dedicado a los jóvenes. Es un documento articulado y rico, que es también fruto de la contribución de los jóvenes de todo el mundo. La jornada fue introducida por Kevin Farrell, el cardenal prefecto del Dicasterio, y vio los aportes de Monseñor Simón Vázquez, delegado para la Familia y la Vida, que presentó los “aggiornamentos” referidos al IX Encuentro Mundial de las Familias, que tendrá lugar en Dublín del 21 al 26 de agosto, y del Padre Alexandre Awi Mello, secretario del Dicastero, que contó acerca de los preparativos del Sínodo de octubre, mientras que Giovanna Guerrieri Nalin, de la Oficina Jóvenes, refirió sobre la Jornada mundial de la Juventud, que se hará en enero de 2019 en Panamá. Por la tarde, el secretario general del Sínodo de los obispos, el Cardenal Lorenzo Baldisseri, ilustró sobre las finalidades, las expectativas y las perspectivas del Sínodo. Entre los participantes, está también el Movimiento de los Focolares, representado por un joven, Nelson Vanegas del Salvador, y por la presidente, María Voce, que explica: «Las iniciativas apostólicas dirigidas a los jóvenes en los dos distintos ámbitos del anuncio de la fe y de la vocación echan raíces en la experiencia característica que nace del carisma de la unidad». Chiara Lubich se dirigía especialmente a los jóvenes ya desde la década de 1960. Fue suyo el llamado a un nuevo tipo de revolución, inspirada en el amor evangélico (“Jóvenes de todo el mundo, uníos”), lo cual dio vida, con el tiempo, a instrumentos y lugares de formación y testimonio, vividos junto con los jóvenes en tres direcciones: el don recíproco entre jóvenes y adultos, el binomio entre vida y pensamiento, la fraternidad vivida concretamente para responder a las exigencias y problemáticas del mundo de hoy. Nelson, quien ya estuvo presente en la reunión presinodal de marzo, expone lo que el Movimiento de los Focolares está llevando adelante: «En los cursos anuales de verano, para la formación de jóvenes – es su testimonio –, se abren recorridos de profundización teológica y moral, fruto de haber hecho un camino juntos, según un estilo de acompañamiento que encuentra confirmación en lo que sugiere el papa Francisco. Una experiencia análoga se encuentra en las llamadas “Escuelas de discernimiento vocacional”, un verdadero recorrido de formación y acompañamiento para los jóvenes de 23 a 30 años, una franja de edad crucial para afrontar opciones decisivas en el proyecto de vida personal». Pero, explica, hay ocasiones, también, en las cuales los jóvenes experimentan que la vida y el estudio son una sola cosa: «El Instituto Universitario Sophia, con sede en Loppiano, nace para favorecer la interacción entre los conocimientos en un horizonte de sabiduría, con un proyecto académico focalizado en la experiencia de una comunidad de estudio en donde se comparten investigación, pensamiento y vida, no sólo entre los estudiantes de distintas proveniencias, sino también entre estudiantes y docentes». No faltan otros espacios, como las escuelas gen o los congresos nacionales e internacionales. Finalmente, los Genfest: «una experiencia formativa, que se construye sobre el esfuerzo continuo de inclusión, acogida y escucha del otro, que lleva al diálogo verdadero y a la construcción de relaciones profundas. Sobre todo, son una profunda experiencia espiritual, en la que muchos jóvenes sintieron y concretaron un llamado de Dios, a vivir por algo grande, un llamado a realizar el sueño de Jesús». El próximo Genfest es inminente. En Manila, del 6 al 8 de julio, y tendrá como título “Beyond all borders”.
Hoy, en ocasión del 70° aniversario de la fundación del Consejo Ecuménico de las Iglesias (CEC), el Papa está visitando el Centro ecuménico de Ginebra (Suiza), en un peregrinaje ecuménico. A los periodistas, en el vuelo hacia el País Helvético, ha declarado: “voy para llevar adelante la unidad”. Tema de ésta jornada: “Caminar, rezar y trabajar juntos”. El CEC se cuenta entre los organismos más amplios e inclusivos de las organizaciones ecuménicas. Fundado en Amsterdam (Países Bajos) en el 1948, está formado actualmente por 350 iglesias de 110 Países del mundo y representa cerca de 500 millones de cristianos. Con sede en Ginebra, comprende la mayor parte de las iglesias ortodoxas, numerosas iglesias protestantes históricas (anglicanas, bautistas, luteranas, metodistas, reformadas) y otras iglesias indipendientes. La Iglesia católica no es miembro del CEC, pero los teólogos católicos trabajan en importantes comisiones como membro a pleno título. Entre las citas previstas, la oración en común y el encuentro a la tarde, presentes el reverendo Olav Fykse Tveit y su esposa Agnes Abuom, respectivamente Secretario general y Moderador del CEC. A la conclusión, el significativo saludo a ocho miembros de Corea del Norte y del Sur.
Concluyó recientemente, en Bodo-Dioulasso, en Burkina Faso, un seminario sobre el Periodismo Dialógico (9-13 de junio), con la presencia de periodistas y profesionales de la comunicación: Michele Zanzucchi (Italia), Guy Roland (Benín) y Armand Djoualeu (Camerún) y la participación de profesores, estudiantes y profesionales, cristianos y musulmanes, de Nigeria, Mali, Cosa de Marfil, Benín y Burkina Faso. El objetivo del seminario fue el de ofrecer formación a los periodistas en el diálogo, colocando a la persona en el centro de la atención, con respeto y sentido de responsabilidad. En la apertura del seminario se desarrolló una mesa redonda sobre “Periodismo y Migración”, contando con la presencia de autoridades del Gobierno y de la Iglesia católica. La propuesta que se formalizó fue la de constituir una red regional de periodistas para formar e informar correctamente a la población sobre el fenómeno de la migración, en especial la migración hacia Europa.
Lough Key Forest Park, 800 hectáreas de silencio, senderos naturales, imponentes cedros y un lago, en la costa meridional de Lough Key, a 40 km al de Sligo Town, y 3 km al Este de Boyle; este fue el marco de la jornada para las familias organizada por la diócesis de Elphin a finales del mes de abril. Entre los promotores, que colaboraron con el Obispo Kevin Doran, estaba también el Movimiento de los Focolares. «Un compartir en un clima de diversión y amistad al que todos estaban invitados –había dicho el obispo- también las familias de otras convicciones religiosas, los vecinos, los amigos». El objetivo era prepararse al gran evento con el Papa Francisco, que reunirá en la capital irlandesa a finales de agosto, a familias de todo el mundo con el tema “El Evangelio de la familia alegría para el mundo”. Cada tres años, esta cita internacional pone en el centro de la atención a la familia cristiana, como primera piedra de la sociedad. Después de la inauguración, el 21 de agosto, que se celebrará simultáneamente en todas las diócesis de Irlanda, se realizará en Dublín un Congreso internacional de tres días (22-24) con la presentación de ponencias de expertos de varias partes del mundo, testimonios, talleres y actividades para los niños y los adolescentes. Con la llegada del Santo Padre, el sábado 25 de agosto, el gran festival de las Familias, dará la posibilidad de escuchar música y testimonios de los varios continentes, además naturalmente de sus esperadas palabras. El evento se concluirá con la solemne celebración eucarística del 26, presidida por él en el Phoenix Park di Dublín. «No somos muchos en esta región de Irlanda, pero quisimos acoger la invitación del obispo» escriben desde las comunidades de los Focolares. Ya desde hace un año, junto a todas las familias de la diócesis, se están preparando, atentos a las complejas dinámicas de cada familia y a su papel en la sociedad, a través de una reflexión común a la luz de la exhortación apostólica “Amoris Laetitia”. Evelyn, ayudada por la comunidad del Focolar, forma parte de un comité que trabaja en los preparativos. «Para mí, es una gran ocasión para construir con todos relaciones de unidad. Cada pensamiento, cada aporte, cada decisión o acción por emprender han sido fruto de este camino entre nosotros, junto al Obispo. Se ha creado un clima de amor recíproco entre todos». En la entrada del gran parque público, colgando de las ramas de los árboles, estaban las caras del “dado del amor” y escritos de Chiara Lubich y de la “Amoris Laetitia” sobre la familia, que saludaban, movidos por el viento, al público que llegaba. También hicieron rodar el dado en el palco, al inicio del programa, para sintonizarnos con un único mensaje: “ser los primeros en amar”. La jornada fue una serie festiva de música y talleres sobre el cuidado de la naturaleza, juegos en la familia, diversión, pinta caritas, danza, ayuda a los necesitados. Fue especialmente intenso el momento de la oración común, conducido por el obispo católico y el anglicano, quienes después cortaron una torta, que no por casualidad tenía forma de “cubo”, un momento que quedó inmortalizado por el periódico local “Roscommon Hearld” y por otros sitios y boletines. Como conclusión de la jornada, Andrew, uno de los participantes, cantó una canción que él compuso, sobre tres palabras sugeridas por el Papa Francisco para la vida de familia: “Por favor, gracias, disculpa”. «Caminando entre la gente – fue el comentario de Áine, de los Focolares- pensaba en las palabras “el gran atractivo del tiempo moderno”, escritas por Chiara Lubich en una meditación suya. Y las sentía actuales, en medio de una multitud compuesta por personas provenientes de pueblos y aldeas remotas, no sólo católicas, sino también de otras denominaciones, y de lugares remotísimos como los nuevos refugiados que han llegado para pedir asilo, desde África y Medio Oriente, en su mayoría musulmanes. Para ellos fue una sorpresa, encontrar también en Irlanda esta atención a la familia».
Los chicos y los jóvenes pueden llegar a ser la primera generación que logre desterrar el hambre en el mundo. Lo dicen los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), aprobados el 25 de septiembre de 2015 por los 193 Estados Miembros de las Naciones Unidas (ONU), con el compromiso de realizarlos en el período de quince años (2015-2030). El segundo objetivo, “Hambre Cero”, está en el corazón de este programa. Para poderlo alcanzar la Organización de las Naciones Unidas para la alimentación y la agricultura (FAO) apuesta a las nuevas generaciones. Los chicos del Movimiento de los Focolares han elegido hacer de este objetivo un punto central de su congreso de formación anual, del 20 al 24 de junio, 630 chicas se encontrarán en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo, mientras 250 chicos vivirán este momento de formación en la ciudadela internacional de Loppiano (provincia de Florencia). Provienen de varios países de Europa y Sudamérica. En Loppiano, los 250 adolescentes profundizarán el tema “Hambre Cero” tratando de entender cómo concretarlo en la vida de cada día, redescubriendo valores como el coraje, el perdón, el servicio, el esfuerzo, la espiritualidad, la paciencia, la responsabilidad, la fidelidad, el reconocimiento de la capacidad del otro. Las chicas, en cambio, vivirán un día especial el 22 de junio, cuando visiten la sede internacional de la FAO, en el centro de Roma, para participar en la discusión sobre el objetivo “Hambre Cero”. Al concluir la mañana, recibirán el pasaporte de “Ciudadanas Hambre Cero”. Sigue el streaming el 22 de junio de 2018, a las 11 horas de Roma. Lorenzo Russo
El 20 de junio se celebra en todo el mundo la Jornada Mundial del Refugiado, instituida por la asamblea general de las Naciones Unidas, para sensibilizar la opinión pública acerca de la condición de millones de refugiados y personas que solicitan asilo por haber dejado su propio país obligados a escapar por guerras y violencias. La agencia de la Onu para los refugiado ha lanzado la campaña «#WithRefugees», para dar visibilidad a los gestos de solidaridad hacia los refugiados, dando voz a quien recibe y fomentando el encuentro entre las comunidades locales y los que solicitan asilo. Pero #WithRefugees también es una petición, con la que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados (Unhcr) pide a los gobiernos que garanticen que todos los niños refugiados tengan una instrucción, que toda familia refugiada tenga un sitio seguro en donde vivir, que todo refugiado pueda trabajar o adquirir nuevas habilidades para dar su contribución a la comunidad. La petición será presentada a la Asamblea de las Naciones Unidas antes de finales de 2018 con ocasión de la adopción del Global Compact para los refugiados. «Hoy – dice Carlotta Sami, portavoz del Unhcr para el Sur de Europa – estar del lado de los refugiados no es solamente un acto de humanidad, lamentablemente es un acto de coraje. Se ha vuelto incómodo estar del lado de los que no eligieron dejar su País y que afrontan un desafío muy pesado, el de volver a empezar de cero en un ambiente nuevo, a menudo difidente y, en el peor de los casos, hostil». Numerosos los eventos previstos hasta fin de mes. Ver:http://www.unhcr.org/withrefugees/es/
Las erupciones del 3 de junio no les dieron tiempo a muchísimos habitantes de los pueblos y aldeas a los pies del volcán del Fuego para que pudieran escapar. Y aún siguieron con menor intensidad en los días siguientes, Pero el peligro más grande parece ser el de las continuas avalanchas de lodo, escombros y cenizas incandescentes, llamadas “Lahar”. Descienden a una altísima velocidad desde el cono del Fuego, con una potencia tal que arrasan con todo o tapan lo que encuentran en su trayecto, provocando fuertes vibraciones similares a los terremotos. La Coordinación Nacional para la Reducción de Desastres también confirmó en los días pasados el estado de alerta en tres distritos, dando informaciones actualizadas acerca de los desaparecidos y los centros de acogida y hoteles que con gran generosidad están abriendo sus puertas. Allí también trabaja Lourdes Barrientos. «Una de mis funciones – explica – es la del adiestramiento y organización de las comunidades como respuesta a las emergencias y a los desastres. Ahora estamos viviendo esta emergencia, que ha provocado dolor, pérdidas y muertes en muchas familias que vivían cerca del volcán, especialmente en las comunidades de Chimaltenango, Escuintila y Sacatepéquez», los distritos en donde la alerta sigue siendo “roja”, o sea en el nivel más alto. Mientras tanto continúa, dolorosamente, el recuento de las personas encontradas sin vida, y en la sede central de la agencia, en Ciudad de Guatemala, la capital, se organizan los socorros. «Trato de ir más allá de mi cansancio para realizar plenamente las tareas que se me asignan. Al comienzo no era simple, porque me parecía que no estaba haciendo nada directamente por mi gente y por las víctimas, y que estaba perdiendo el tiempo quedándome en la sede central. De hecho, frente a los grandes problemas que las instituciones tienen que afrontar, mi trabajo consiste en recoger todo tipo de información acerca de las comunidades afectadas. Esta situación me abatía, sabiendo que mis compañeros se encontraban en cambio en el “punto cero”, o sea en los lugares del desastre del 3 de junio, intentando encontrar otros cuerpos y socorrer a las víctimas. Sabía que estaban cansados, que estaban ocupados en la organización y acogida en los hoteles, y todo esto mientras yo estaba sentada en una oficina. Para colmo yo seguía recibiendo mensajes de amigos y conocidos, de mis amigas gen, y de mi familia, preguntándome si me encontraba bien y si estaba en la zona del desastre. Después entendí la importancia de poner todo de mí en cualquier lugar en donde me encontrara actuando, sin perder la paciencia, a pesar de que estuvieran todos cansados y nerviosos. Estamos todos en primera línea: sobre todo puedo ofrecer lo que hago por mis compañeros que están en el frente, en particular por uno que perdió la vida durante las operaciones de rescate. De todos lados llegan pedidos de información sobre las víctimas, hay mucho dolor, en todas partes necesidades de todo tipo. Muchas personas ofrecen ayuda, muchos hoteles han abierto sus puertas. Se siente el amor concreto de mucha gente. Esto nos da la fuerza para continuar».
En el 50º aniversario del nacimiento de la Comunidad de Sant’Egidio, difundida en 76 países en los cinco continentes, la ciudad de Asís otorgó la ciudadanía honoraria por la paz al Prof. Andrea Riccardi. En el documento se lee: «en las periferias del mundo, la Comunidad se entrega continuamente, con fidelidad y pasión, en favor de los más pobres y de los más débiles, de los niños, de los ancianos, de los enfermos y de los discapacitados, de los que no tienen vivienda, de las minorías, de los emigrantes y de los refugiados» y «da una contribución importante por la paz en muchos países acosados por la guerra y la violencia; practica con tenacidad el “arte del diálogo” y continúa difundiendo el “espíritu de Asís” con los encuentros anuales de oración por la paz; dentro de un espíritu de oración, de amistad con los pobres y de paz, sabe ser intérprete del mensaje de San Francisco» Ver: Comunidad Sant’Egidio
«Partí para este país no a título personal, o en nombre de la Comunidad Misionera de Villaregia (Italia), a la que pertenezco, sino en nombre de toda la Iglesia, o también en nombre de quienes no pueden venir aquí por un tiempo tan prolongado. Por eso os escribo, para que seamos “misioneros juntos”». El padre Domenico De Martino, hace pocos días, como ya había hecho en otras ocasiones, aprovechó de un momento libre. Escribió una carta larga y generosa de detalles, fascinado por una realidad «distinta a la nuestra, pero habitada por hombres y mujeres que comparten deseos, miedos, tribulaciones y esperanzas como las que tenemos todos. Cambia el contexto, cambian los problemas y su incidencia en la vida, pero en el fondo el alma de todo hombre, en Europa o en África, tiene el mismo anhelo, encontrarse consigo mismo y encontrar la felicidad». «La semana pasada, una mañana alrededor de las 7, golpearon a mi puerta dos chicas, con el rostro profundamente triste. Dos amigas, de 18 y 20 años. Se habían conocido el año pasado, en la catequesis para recibir el bautismo. La mayor estaba embarazada de tres meses. El novio, cuando supo la noticia, desapareció. Para una mujer, en estas tierras, quedar embarazada sin que ningún hombre reconozca al hijo trae consigo graves consecuencias. Ya marcada como una “no muy buena cosa”, pasa a ser una vergüenza en el pueblo, pierde el trabajo y queda marginada incluso de la familia. La hermana de su amiga la había alojado en la casa, pero la intimó: o te conviertes a nuestra religión (en realidad es una secta, muy difundida) o te tienes que ir. Se escaparon juntas, desesperadas, buscando un alojamiento. “He recibido el bautismo – dice entre lágrimas – conocí a Jesús y ahora no lo quiero traicionar. Pero, ¿cómo hago?”. La idea de abortar, o de convertirse, como solución para volver a una vida tranquila, no le pasa por la mente siquiera. Fiel a sí misma, como mujer y como madre, es capaz de asumir, con sólo 20 años, las consecunecias de sus opciones. Si bien no tiene dinero, ni casa, ni familia, y una reputación ya perdida. Todo esto me hace reflexionar acerca de mi fidelidad. Lógicamente con los otros misioneros de la parroquia decidimos ayudarla. Por el momento fue recibida en la casa de una familia de la parroquia, que le puso a disposición una habitación en su humilde casa. Otros se están movilizando para convencer a su familia de origen para que la vuelva a recibir. Estamos afrontando los gastos de las primeras consultas médicas, que aquí quedan a cargo de cada persona totalmente. Y para quien no tiene nada, es un peso no indiferente». Se ha instaurado con Adam también una amistad muy bonita. « Con 23 años, huérfano de padre y madre desde cuando tenía siete años y criado por un tío paterno, Adam consiguió ir a la escuela hasta comenzar el bachillerato, sostenido por una ong francesa con un programa de adopción a distancia. En un momento dado, se le interrumpieron las ayudas, porque alguien robaba el dinero. Así terminaron también sus posibilidades de estudiar. Ahora vive solo, en una casa de ladrillos de barro, y no siempre logra comer. Tiene un sueño: abrir una pequeña oficina, con un ordenador y vender material de librería. Está siempre contento, y nunca falla en sus compromisos con la parroquia. Un domingo por la tarde yo estaba en su casa con otros jóvenes. En un momento de silencio, me preguntó: “¿Por qué estás aquí? ¿Qué impulsa a un sacerdote misionero europeo, que tiene también muchos compromisos en la parroquia, que conoce gente que tiene dinero, autos, casas bonitas, a estar con nosotros, que no tenemos nada para ofrecer, más que un plato de alubias y maíz? E incluso hoy es domingo…”. En silencio esperaban una respuesta. “Vosostros sois importantes para Dios y para mí, por eso estoy aquí”. “Bueno, si somos importantes – dijo uno de ellos – entonces hay que festejar”, y fue a comprar una cerveza». El tiempo del calor sofocante ha terminado. «Nuestra casa era un horno. Sábanas calientes, agua que salía del grifo a 50 grados. Ahora la gente se prepara para la estación de las lluvias. Un joven me contó que el año pasado, por las fuertes lluvias, su casa de ladrillos de barro, prácticamente se deshizo. Desde hace pocas semanas su mujer dio a luz a su tercer hijo. Su trabajo no le da mucho para vivir, tiene tres niños y una casa medio destruida. No consigo encontrar nada positivo en lo que cuenta. Pero, viéndome, exclamó: “¡Has venido a visitarnos! ¡Es el signo de que Dios está con nosotros!”». Ésta es la belleza del pueblo de Burkina Faso, que no por casualidad quiere decir: “El pueblo de los hombres íntegros”.
No recogeremos laureles, ciertamente, por lo que hagamos; pero como contrapartida tendremos la conciencia tranquila. No consigo entender que entrando en la política, entrando en la órbita de la colectividad, uno tenga que dejar, de hecho, de ser cristiano; que en ese terreno tenga que separar la fe de las obras; que deba reducir el apostolado a una negación que hoy se llama anticomunismo, y antes se llamaba antiliberalismo, antiluteranismo… Está bien la negación, pero una vez que la hemos presentado, también vale – debe actuar – y aún más, la afirmación. Pues bien, la afirmación esencial es ésta: que, cuando me encuentro con un hombre, ya sea en una iglesia, o por la calle o en el Parlamento, me encuentro con un hermano, un hijo de Dios, un redimido por la sangre sin precio; le debo amor, cualquiera sea la forma en que ha sido catalogado, o esté vestido o los galones que tenga. Limitarse a la negación es atribuirse un absurdo derecho a odiar, evadir las positivas obligaciones del servicio social, empobrecer el Evangelio; así por lo menos me parece. Creer que el cristianismo puede adornarse con deformaciones, por lo que quede legitimado el odio, es creer que el cristianismo es un lubrificante de pasiones humanas, de avaricia y de homicidio. (Igino Giordani, Carta al sacerdote Primo Mazzolari, 2 de febrero de 1951) Servir al pueblo es servir a Dios; servir a un ciudadano, a un trabajador, al ama de casa, a los escolares, a los pueblos, es trabajar por Cristo. “Lo que hayáis hecho al más pequeños de mis hermanos, a mí me lo habréis hecho” (Mt. 25,40): Jesús mismo lo aseguró. Mirándola así la política pierde ciertos caracteres de hostilidad, odio, exclusivismo. Incluso en la pluralidad de opiniones, que quiere decir también riqueza de ideas, el cristiano ve también a un hermano en quien está afiliado a otro partido y, aunque rechace las opiniones, no rechaza el alma, nacida del mismo Padre Cesletial y por lo tanto heredero del derecho a su amor. (Igino Giordani, Difficoltà del cristiano oggi, Città Nuova, Roma, 1976, p.129) Los católicos en la política tienen que propugnar la creación de una sociedad inspirada en el Evangelio. Ahora bien, ello compromete a una pobreza interior, a un desprecio de la riqueza y la vanagloria, a una moralidad que en la política es lo que representa el oxígeno en la respiración, al ejercicio del poder como de un servicio, a un dejar de lado castas y privilegios; compromete a una revolución… (Igino Giordani, «La via», junio de 1950, p.1) Recogido por el Centro Igino Giordani
Es juez civil del tribunal de Marion en Indianápolis desde 1999 y en el 2007 fue nombrado “Juez del Año” por su trabajo en favor de los detenidos y sentenciados por sus delitos como tóxico-dependientes. David Shaheed és afroamericano y musulmán y divide la pasión por el Derecho con su pasión por el diálogo interreligioso. A partir de 2019, presidirá la “Interfaith Alliance” de Indianàpolis. El curriculum podría merecer objeciones, sin embargo el Doctor Shaheed desplaza todo tipo de discrepancia por su simplicidad y la libertad con la cual habla de su fe y de la relación que lo vincula a Chiara Lubich. «Me dio el valor de ir más allá de nuestros credos, de ayudar a los otros y de comprenderlos. Pero esto no quedó en un concepto abstracto porque Chiara me enseñó el modo de vivirlo y demostrarlo». El juez se inspiró en la experiencia de destrucción de la Segunda Guerra Mundial vivida por Chiara para instalar una reforma en la Corte. «El mundo estaba bajo la presión de este enorme conflicto. Sin embargo esta joven trentina superó sus miedos personales para amar el dolor de los demás: su testimonio me dio fuerza para instituir en mi trabajo un Tribunal especial para las personas con problemas mentales o aquellas personas dependientes de sustancias estupefacientes». El juez, efectivamente, rompió con la tradición judicial que confiaba a los tribunales ordinarios el tratamiento de los acusados con déficit psíquicos o con dependencia al alcohol o a las drogas. Los tribunales condenaban sin ayudar a los acusados a su rehabilitación. El pidió a los colegas que observaran el impacto que la cárcel o la libertad vigilada tenía en la vida de los acusados. Y en efecto, muchos de estos reos reincidían en nuevos delitos por los cuales volvían a la Corte o a la prisión, dado que no habían recibido tratamientos adecuados a su persona y a su enfermedad. Después de mucho escepticismo y desconfianza por parte de los otros jueces, el desafío de “servir a los últimos” , se convirtió en el objetivo común de los magistrados del Tribunal local, que, superando la tradición de la “Common law”, que asigna a la Corte de Apelación absoluta competencia en la materia, el año pasado se lanzó un juicio especializado en personas “especiales”. De este modo, los acusados son atendidos en su tratamiento psiquiátrico adecuado y en consultas especializadas ya sea en la prisión, como en la Corte. Así es que, el sistema judicial completo está orientado a las necesidades de la persona y no a la condena y al castigo por acciones delictivas, pues, “debido a su enfermedad”, estas personas no serían culpables. «Crecí en América del Norte, donde, hasta hoy, existe una historia fuerte de racismo, y encontrar a los Focolares, me ayudó a comprender que los blancos y sus antepasados europeos no tenían todos la misma hostilidad hacia los afroamericanos. Para mi fue una experiencia liberadora, porque vivía bajo la influencia de esta mentalidad y en cambio, por primera vez, tenía hermanos de descendencia europea. Aprendí de los Focolares que la vida de Jesús fue mostrar misericordia y compasión por los demás. Aprendí a vivir así como juez y a sentir compasión. Formar parte de la comunidad del Focolar significa para mí dar la mejor prueba de cómo vivir los atributos de Dios escritos en el Corán, es decir el amor, la misericordia y la compasión». Observando la misión del Movimiento, a los diez años de la muerte de Chiara Lubich, el juez de Indiana desea que «el diálogo vaya adelante, porque el de los Focolares es uno de los mejores modelos de encuentro entre personas de diferentes religiones, etnias o nacionalidades. En un clima de fuerte nacionalismo como el que estamos viviendo, donde los propios intereses tienen la prioridad en todo, nuestra experiencia es ir contra la corriente porque muestra que la palabra de Dios conduce a las personas a encontrarse y a no aislarse, y este es un ejemplo no sólo para la fe y la religión, sino que es un ejemplo de vida que sirve para nuestro País» Fuente:Città Nuova n.6, junio de 2018
Los días 6 y 7 de noviembre estará presente María Voce, presidenta del Movimiento de los Focolares.Info:Obispossegves@focolare.org tel. +39/06 947 98150
El 8 de junio pasado se publicó el Documento Preparatorio de la Santa Sede en vista del Sínodo de los obispos para la región Panamazónica, el cual ya fue anunciado en octubre de 2017. El mismo tendrá lugar en Roma en el mes de octubre de 2019. El texto se encuentra disponible en www.vatican.va en idioma italiano, francés, inglés, español y portugués. Está dividido en tres partes: ver (”Identidad y grito de la Panamazonia”), discernir (“Hacia una conversión pastoral y ecológica”) y actuar (“Nuevos caminos para una Iglesia de rostro amazónico”). «Las reflexiones del Sínodo Especial – afirma el Documento en su introducción- superan el ámbito estrictamente eclesial amazónico, tendiendo hacia la Iglesia universal y también hacia el futuro de todo el planeta. Partimos de un territorio específico para, a partir de éste, construir puentes hacia otras zonas problemáticas del mundo: la cuenca del Congo, el corredor biológico mesoamericano, los bosques tropicales del Pacífico asiático, la cuenca acuífera Guaraní, entre otros temas. Escuchar a los pueblos indígenas y a todas las comunidades que viven en el Amazonas, como primeros interlocutores de este Sínodo, es de vital importancia también para la Iglesia universal»