Horacio Pirotta

 
“Lo más parecido a un cristiano…” (30 de enero de 1951 – 14 de septiembre de 2013)

Portada-HoracioP-250x157Se incubaba una de las crisis sociopolíticas más agudas del país, cuando, en agosto de 2001, se depositaba en ese humus tormentoso, la primera semilla del Movimiento Políticos por la Unidad (MPPU) en la Argentina. Horacio Pirotta, protagonista en el corazón de esa patriada utópica, en uno de sus inefables mail a los compañeros de aventura recordaba cómo, “en un salón de propiedad del Estado, calle por medio de la emblemática plaza de Mayo, y en un día agitado por el repiquetear de tambores –reclamando participación y transformación en una nación que se desmembraba-, se paría esta realidad deseada por Chiara para generar más y más fraternidad, no sólo en la política, sino desde ella en toda la comunidad”. Se iniciaba una tarea no fácil: “Soplan vientos de cambio, frente a ellos algunos levantan muros y otros construyen molinos… esta alegoría la escuché en la misa del domingo en un momento de agobio y fue una caricia del Padre: estamos construyendo molinos, el viento lo pone OTRO…”.

Con la comisión del Movimiento Políticos por la Unidad. Horacio es el segundo de la izquierda.
Con la comisión del Movimiento Políticos por la Unidad. Horacio es el segundo de la izquierda.

Es una suerte que se conserven los frecuentes y alentadores mails a sus compañeros de aventura, donde ya con el proyecto en marcha y él como co-presidente, intercala comentarios que definen su compromiso y convicciones: “la fraternidad no es que sea posible o que deba ser… somos hermanos o no creemos en Dios… es algo que hace a la naturaleza del hombre porque es la naturaleza de Dios… es tan real como ir a trabajar o dormir o vivir el matrimonio con el esfuerzo de todos los días”.

Sus distintas tareas en la docencia, la gerencia y dirección de organizaciones sociales, sus distintos cargos en la función pública, lo tuvieron siempre como incansable gestor de relaciones en todos los niveles. No por nada, su último emprendimiento, NEXUSred, se definía como generadora de Bienes Relacionales puesta al servicio de empresas, organizaciones civiles y políticas. Apasionado promotor del cooperativismo, y luego de la Economía de Comunión, repartía sus energías entre el trabajo, la militancia política, el compromiso eclesial y su numerosa familia. Casado en segundas nupcias, tenía seis hijos de su primer matrimonio y tres del segundo con Blanca, con la que además de compartir su vocación de voluntarios y la tarea profesional, aportaban con su testimonio en la Escuela Loreto de Argentina.

Sorprendido por una afección incurable a la edad de 62 años, en su funeral el intendente de la ciudad de Lincoln, del cual era estrecho colaborador en la jefatura de gabinete, resumiendo los numerosos testimonios y mensajes llegados de los lugares más diversos, decía: “Partió un amigo, un padre, un profeta de la fe, que uno aprende a conocer cuando aparecen sus pergaminos que hoy traen todos ustedes por el amor que les dejó a cada a uno”. Entre aquellos mensajes un joven de Colombia le aplicaba los versos de Galeano: “hay fuegos que arden la vida con tantas ganas que no se los puede mirar sin parpadear y quien se acerca se enciende”. Alguien había definido a Horacio como “lo más parecido a un cristiano…”. Entre otras cosas, Horacio había soñado radicarse con su familia en la Mariápolis Lía, donde construyó su casa, para una entrega más plena al ideal de la unidad. Hoy la ciudadela lo tiene como una de sus raíces en el Cielo.

Grabado en su lápida, perdura el testimonio de la Palabra de vida que había abrazado: “Perseverar y dar frutos”.

 

 

Normas(500)