Silvana, Dios como Ideal de la vida

 
El 2 de diciembre Silvana Veronesi ha dejado esta tierra. Entre las más jóvenes del primer grupo alrededor de Chiara Lubich, siguió el desarrollo del Movimiento de los Focolares desde los inicios. Había nacido en Trieste en 1929.Visitó el Cono Sur y la Mariápolis Lía en reiteradas oportunidades.

Silvana Veronesi, una de las primeras y más estrechas colaboradoras de la fundadora de los Focolares falleció a la edad de 86 años. La comunicación la dio la presidente María Voce a las comunidades del Movimiento presentes en los cinco continentes: «La acompañamos con la certeza de que habrá gran fiesta en el Cielo».

12316189_444904062379000_4545535679970388981_nSe remonta a 1945 su primer encuentro con Chiara Lubich. Tenía sólo 16 años y estaba en búsqueda de algo grande por lo cual vivir. Desde entonces, fascinada por la espiritualidad de la unidad, entró a formar parte del grupo que dio vida a la experiencia del Movimiento de los Focolares.

En 1949 se transfirió a Florencia para frecuentar la facultad de Medicina. Con sencillez, dio testimonio de esta nueva vida a jóvenes y chicos, haciendo surgir la primera comunidad de los Focolares en Toscana. Después fue a Turín y a Milán.

Desde 1955 estuvo en Roma, junto a Chiara Lubich, con tareas particulares. En noviembre de 1960 hizo su primer viaje a Estados Unidos y Canadá, donde puso las bases para el desarrollo del Movimiento en Norteamérica. De 1961 a 1972 fue la responsable central de las focolarinas, un encargo que tuvo nuevamente de 1990 al 2002. En 1972 se le confiaron las jóvenes del Movimiento y estuvo en primera línea acompañando a las nuevas generaciones por casi dos décadas.

A ellas les recordaba la viva impresión de su primer encuentro con Chiara Lubich: «Entendimos que teníamos solo una vida. Si hubiésemos tenido 3 o 4 habríamos podido gastarlas en muchas formas, pero como teníamos una sola había que gastarla bien, por algo grande, que valiera la pena, por algo que permaneciera: Dios, y nosotros hicimos de Dios el Ideal de nuestra vida».

Silvana acompaña a Chiara en su visita de 1998.
Silvana acompaña a Chiara en su visita de 1998.

Tuvo oportunidad de visitar en reiteradas oportunidades los países del Cono Sur, para encontrarse con las y los jóvenes o para visitar a las focolarinas. Un momento importante fue cuando junto a Giorgio Marchetti visitaron en nombre de Chiara Lubich el convento franciscano con 50 hectáreas de tierras donde surgiría luego la Mariápolis permanente. También acompañó a Chiara en su última visita en marzo-abril de 1998. En abril de 2011 estuvo en la Mariápolis Lía y Buenos Aires.

La recordamos con su sonrisa, su atenta escucha, el trato directo y un estilo siempre juvenil que hacía espontánea la relación con ella.

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