La Economía de Comunión con el Papa Francisco
https://vimeo.com/204006754
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PULSE. CHANGE YOUR HEART. CHANGE THE WORLD. UN RITMO. UN LATIDO. UNA LLAMADA. UN SOLO MUNDO. Es la cita mundial que abrirá la edición 2017 de la Semana Mundo Unido, una jornada en la que se reunirán jóvenes de más de 40 países para mostrar a todos el verdadero “latido” de la humanidad: las infinitas acciones de paz y fraternidad que llenan la vida de individuos, grupos y pueblos. Ideas traducidas en música, coreografías, palabras, testimonios y espacios de diálogo sobre política, economía, arte, religión, cultura, compromiso social a favor de la paz. PROGRAMA PRIMERO DE MAYO 10.00-15.15 – Inicio: acogida & animación Talleres: Paz &…
15.30-16.30 – Muchos latidos, un solo mundo: historias de paz 16.45 – Estalla la paz: music4peace Información y reservas: www.primomaggioloppiano.it FB primomaggioloppiano
Desde hace veinte años la Semana Mundo Unido es la cita que reúne a jóvenes de todo el mundo que se comprometen, a través de acciones, manifestaciones, congresos y debates culturales, a incidir en la opinión pública de los países que la hospedan, y testimonian juntos que un mundo unido es posible, dejando un signo palpable en las ciudades e instituciones involucradas. Este año parte de Loppiano (Florencia) con el evento del Primero de Mayo, precedido por el Meeting internacional de los Jóvenes por un Mundo Unido. Programa del Meeting de los Jóvenes por un mundo unido (29 y 30 de Abril) 2 días para encontrarse, reflexionar, aprender, comprometerse, proyectar un mundo nuevo en el que la Paz sea ley universal; 800 jóvenes de todo el mundo, son los Jóvenes por un Mundo Unido; 3 talleres sobre acogida e integración; compromiso social; la paz en el arte; 4 Forum sobre Paz y tradiciones religiosas; Economía y Política; Educación a la paz; Paz y Naturaleza. Programa del Primero de Mayo Es la cita mundial que abrirá la edición 2017 de la Semana Mundo Unido, 10.00-15.15 – Inicio: acogida & animación Talleres: Paz &…
15.30-16.30 – Muchos latidos, un solo mundo: historias de paz 16.45 – Estalla la paz: music4peace Información y reserva: www.primomaggioloppiano.it FB primomaggioloppiano
Un viaje para conocer y elegir qué hacer para cambiar el rumbo de la historia, volviéndose un nudo de la red mundial que une a los JMU comprometidos en esta tarea junto con otras asociaciones y grupos. Las acciones de los JMU, los “fragmentos de fraternidad”, se encuentran recopiladas en el United World Project, que desde el 2012 pone en red a gente de todas las latitudes que ha elegido la fraternidad universal como estilo de vida. Programa del Meeting que precede la Semana Mundo Unido (1-10 de mayo de 2017) que se abrirá con el evento del Primero de Mayo
29 de abril 15.00 – Acogida: Paz en el mundo 17.00 – Paz en nuestros países y ciudades 18.45 – Encuentros por grupos 21.15 – Velada 30 de abril 9.15 – Paz interior 10.45 – Diálogo 12.30 – Oración 15.00 – Talleres & forum 18.45 – Encuentros por grupos 21.15 – Velada Organizaciones patrocinadoras Instituto Universitario Sophia, Non Dalla Guerra, Nuovi Orizzonti, Rondine, A.M.U., Italia che cambia, EdC, Living Peace, Eco One, DanceLab, Centro La Pira (Florencia), Jóvenes musulmanes, Grupo Asís, Barbiana. Información y reservas: www.primomaggioloppiano.it – FB primomaggioloppiano
Ciudadelas, pequeñas ciudades. Bosquejos de sociedad, de intercambio entre generaciones, realidades productivas, escuelas, oficinas, tiendas, lugares de arte. Pero… sobre todo. Ciudadelas en las que la primera regla, base de la convivencia, es el amor recíproco entre todos sus habitantes. No es por nada que una de las ciudadelas del movimiento de los Focolares, la de Tailandia, se llama “Regla de oro”. Es la norma que está presente en todas las culturas y credos religiosos: haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti. Son por lo tanto “ciudades sobre el monte”, “ciudades escuela”, “ciudades futuro”, ciudades “ideales”, pero reales, a las que se puede mirar como a ejemplos concretos y tangibles de una sociedad sana, sin rivalidades, competencias, guerras, ilegalidad, odio. Encarnaciones de un sueño, del ideal de un mundo unido, “suspensiones luminosas” de una humanidad que mira hacia un futuro de paz. ¿Utópico? No parece serlo, pasando por los corredores del Centro internacional de Castel Gandolfo (Roma), donde durante una semana, del 5 al 12 de febrero, se dio cita una heterogénea representación de los habitantes (un centenar entre jóvenes y adultos) de estas pequeñas, pero significativas realidades “ciudadanas” para su primer encuentro internacional.
Veinticinco ciudadelas (da ganas de decir ciudades-bellas) que comparten. Realidades con una personalidad definida, cada una con su propia historia, calada en un contexto social, con un número variable de habitantes y estructuras, con desarrollos y desafíos que no se pueden replicar de un lugar a otro. Pero todas mancomunadas por una misma chispa inspiradora, por un idéntico filamento de “ADN” que las convierte en lugares de testimonio, en los que se puede palpar cómo sería el mundo si viviera el Evangelio, donde “lo invisible”, la presencia de Dios, se vuelve realidad. Sin olvidar temas como la administración, la organización, la sostenibilidad económica, la relación con el territorio circundante y el futuro hacia dónde dirigirse. Las presentaciones son como una vuelta al mundo: de México (El Diamante) a Filipinas (Paz), de Camerún (Fontem) a Irlanda (a 40 km de Dublin), de Alemania (Ottmaring) a Croacia (Faro), de Estados Unidos (Hyde Park) a Italia (Loppiano). Juntas forman una red en el mapamundi. Clara Zanolini y Vit Valtr, quienes son el punto de referencia para todas las ciudadelas de los Focolares, concluyendo la semana subrayan: «Un elemento fundamental es que el camino para llevar adelante hoy las Ciudadelas es esta forma ensanchada de responsabilidad (…). No existe un cliché: cada una es completa en sí, con su propia fisionomía. Y aunque en muchas no hay muchas estructuras, o escuelas, o empresitas, lo que les da valor es la presencia de Jesús entre sus habitantes». Característica emergente es la creciente osmosis con el territorio circundante, tanto del punto de vista profesional (como el proyecto “Preset-Participation, Resilience and Employability through Sustainability, Entrepreneurship and Training” en la Ciudadela Lia Brunet, en Argentina), que del humano y espiritual (notable la contribución al diálogo ecuménico e interreligioso).
Determinante el papel de los jóvenes, especialmente en algunas experiencias de gerencia innovadora (como en Marienkron, Holanda). ¿Cuáles son las perspectivas, al finalizar una semana tan intensa y fecunda? Siempre Clara y Vit: «Volver a partir desde el deber ser de las Mariápolis (ciudad de María) permanentes, y dar un testimonio específico, el de la Obra de María en su unidad», actuando el diálogo correspondiente al propio contexto, ecuménico, interreligioso, con cada persona de buena voluntad. «Además existe la exigencia unánime de crear una red: una ciudadela en sintonía con las demás y en sinergia con la respectiva zona. La experiencia vivida en estos días dice lo importante que es la reciprocidad, cuánto la experiencia de una puede ser una ayuda para las demás, dando a menudo un impulso importante para encontrar un camino de solución a una dificultad». Por lo tanto no se trata de una utopía, un lugar existe. Más aún, son ya veinticinco.
El 10 de febrero de 2017, Fray Gino Alberati, en el aula de la Asamblea Legislativa del gobierno de Manaos, recibió el título de ciudadano amazonense, un reconocimiento merecido por sus 47 años de misión dedicados a beneficio de la gente del Estado de Amazonas, en Brasil. Fray Gino Alberati, es un capuchino auténtico e incansable, ha vivido todos estos años animado por la Espiritualidad de la unidad que caracteriza al Movimiento de los Focolares. El diputado José Ricardo Wending, comprometido en el grupo de políticos que promueven el Movimiento políticos por la Unidad (MPPU) que se inspira precisamente en este Movimiento, fue el principal artífice de este alto y significativo reconocimiento. El momento de la entrega del reconocimiento se desarrolló en forma sencilla y fraterna. Por encima de la etiqueta del protocolo prevaleció el clima de fraternidad que se creó. En su discurso, que no tenía nada de rígida oficialidad, el pequeño hermano Fray Gino subrayó su vocación a la fraternidad, característica que es parte de su ser hijo de San Francisco de Asís. Transmitió también el sentido sencillo y profundo del carisma de la unidad, de Chiara Lubich, que conoció cuando era un joven fraile preparándose a partir para Brasil.
Estos 47 años vividos en Brasil han confirmado lo que dijo. Su voz de tenor, que no ha dejado nunca de resonar en medio de la selva amazónica, resonó también en el aula, porque cantó el Ave María en medio de la conmoción de todos. Además de las autoridades civiles y religiosas, estaba presente un nutrido grupo de hermanos capuchinos y algunos miembros de la Obra de María. En las varias intervenciones que se alternaron se subrayó el precioso servicio de los misioneros en la Iglesia, no sólo para la evangelización, pero sobre todo en el amor concreto al prójimo en aras de la promoción humana. Sobre todo en el campo de la educación y de la prevención de la salud, tan frágil y amenazada en estas tierras. Fuente: Blog CROM
En los primeros meses de matrimonio, feliz y enamorada, todo parecía ir bien. Sin embargo, pronto, aparecieron tensiones entre mi marido y yo las cuales eran cada vez más frecuentes y me ponían cada vez más triste. Seguramente me equivocaba mucho, pero trataba igual de mantener la relación convencida de que el amor no podía haberse terminado. Fuimos adelante entre altos y bajos. Después de cinco años nació una niña y posteriormente un niño. Nuestra hija nació con una enfermedad congénita, por lo cual tuvo que ser internada varias veces en el hospital, que quedaba lejos de casa. También nuestro hijo tenía una salud delicada y a menudo también había que llevarlo al hospital. Una delicada operación quirúrgica fue la solución para la niña, pero vivimos años muy difíciles. Mi marido se sentía aplastado por esta situación y decía que él no soportaba todos estos problemas. Cuando me di cuenta de que se había enamorado de mi mejor amiga, ya era demasiado tarde para lograr que diera marcha atrás en su nueva relación. Así, fue que después de 13 años de matrimonio, me quedé sola con los dos niños de 8 y 5 años. Estaba tan mal que no quería seguir viviendo. La muerte no me daba miedo y traté de suicidarme tomando una potente dosis de medicamentos. Pero mi primer plan fracasó y después de diez días en el hospital, volví a casa. Fue en este momento que a través de la espiritualidad de los Focolares descubrí a Dios como amor. El Evangelio empezó a entrar en mi vida, experimentando la alegría que da tratar de vivirlo. Los niños sufrían mucho por nuestra separación y tenía muchas dificultades también con ellos. Pero Dios no dejó de guiar mi vida poniendo en mi camino a personas que me ayudaron a superar la cantidad de problemas que encontraba, como el deseo ardiente de tener cerca mío el afecto de un hombre, o las ganas de salir a divertirme, o simplemente de pensar sólo en mi misma. Y poco a poco la luz volvía a aclarar mi vida. También fue así cuando tuve que enfrentar la experiencia más trágica para un padre: mi amada hija, de 21 años, resultó víctima de un accidente mortal. En ese momento me sentí destrozada por el dolor, pero le pedí a Dios que me diera la fuerza para repetir mi “sí” a Él. Y Él no permitió que me quedara en la desesperación. Enseguida la sentí viva y al lado mío. Desde que ella nos dejó me llegan muchas señales del amor de Dios y, aunque no la puedo ver ni abrazar, estoy en paz. Como ella quería ser docente y ya estaba por graduarse, gracias a la generosidad de muchas personas, nació un proyecto de alfabetización en Costa de Marfil, que fue apoyado durante algunos años también por la parroquia. Ahora existe la idea de construir una escuela y el compromiso continúa. El amor de Dios se expresa también cuando los amigos de mi hija me cuentan lo que viven, me invitan a sus fiestas de graduación, me visitan, me llevan a la pizzería con ellos, me piden consejo y me llaman “Mami dos”. Actualmente mi hijo vive todavía conmigo y yo soy feliz abriéndome a las necesidades de los demás. Cuando conozco a personas de otras ciudades que se internan en el hospital oncológico que tengo cerca, trato de estar cerca de ellos, tratando de ser un pequeño reflejo del amor que Dios tiene hacia mí. Un día encontré la fuerza de perdonar a mi marido, logré no juzgarlo. Desde ese momento me siento liberada del gran peso que me oprimía y, aunque está aún lejos de mi, ningún divorcio me hará decir que él no es más mi marido. Me acuerdo siempre de lo que me decía mi hija: «Mamá, tu renuncia a rehacer una familia será la salvación de papá», y tengo confianza en que estas palabras se cumplirán.
Campus. ¿Qué es lo que lleva a elegir la violencia como instrumento de cambio social? ¿Qué le pasa por la cabeza a un chico que decide unirse a una célula terrorista? Preguntas que podrían contar la historia de los jóvenes de Campus, quienes encaran las elecciones y los dramas de la humanidad de hoy: terrorismo, odio entre pueblos, desigualdad social y distribución de las riquezas. El musical se presentará en el Auditorio del Centro de Loppiano (Florencia) el 17 de febrero, día de inicio de la gira italiana. Nacida de una idea original de Chiara Lubich, la obra se inspira en hechos realmente acontecidos y llega a los escenarios después de más de 10 años de investigación artística. «Era el 2004 y pocos días antes habían sucedido los ataques terroristas en una estación de metro de Madrid – cuenta Valerio Gentile, manager del Gen Rosso – y es precisamente en el andén de cualquiera estación de nuestras ciudades, que se abre la escena de Campus; una historia de búsqueda, dolor, preguntas y rescate que pone al público ante las heridas más profundas de nuestro tiempo». El musical está compuesto por 23 canciones, representaciones coreográficas que interactúan con escenas filmadas y escenas teatrales. «El proyecto es el resultado de la colaboración de un equipo de profesionales internacionales» – explica Benedikt Enderle quien estuvo a cargo de la musicalización. «Las sonoridades son fuertes y ricas de fusiones, de enlaces armónicos apasionantes, con líricas que abarcan desde la suavidad de algunos estilos latinos, hasta el pathos de ciertos ritmos afro, en una síntesis sonora que impresiona y atrapa». El impacto escénico es de vanguardia. «He trabajado en muchas producciones de carácter internacional – cuenta Jean Paul Carradori, escenógrafo –. Campus para mí ha sido un desafío inesperado por su implementación dramatúrgica y teatral tan fuerte. Era necesario crear un clima que valorara sus contenidos y que al mismo tiempo condujera al espectador a sumergirse en la historia». La dirección es coordinada por Sarah Finch (Gran Bretaña), el desarrollo de la idea y el guión por Valerio Ciprì (Italia), la musicalización por Benedikt Enderle (Suiza) y José Manuel García (España), las coreografías por Raymond Estrada (Filipinas), el sector técnico por Emanuele Gervasoni (Italia), el set-design video, luces por Jean Paul Carradori (Italia-Bélgica), los arreglos musicales por Emanuele Chirco (Italia), el sonido y la producción final por Max Zenoni. El proyecto “ITALIA por”. Cada etapa de la gira está compuesta, además del Musical, por un evento cultural promovido por el Instituto Universitario Sophia – IUS. En red con instituciones y asociaciones locales, el proyecto pretende ofrecer, junto a la performance artística, una contribución de reflexión y acción acerca de los desafíos globales y específicos de los territorios, para eliminar las causas que favorecen el odio entre las distintas etnias, las religiones y las culturas en nuestras sociedades. Oficina de prensa: sif@loppiano.it Reservaciones: accoglienza@loppiano.it Informaciones: www.genrosso.com www.iu-sophia.org www.loppiano.it FB genrosso INSTAGRAM @genrosso
«[…] Hoy el vínculo matrimonial estable parece en contradicción con la libertad personal. Más que en los valores ‘relacionales’, se hace hincapié en las diferencias y en los puntos de conflicto. En el ámbito político, instituciones y gobiernos codifican estos ‘datos de hecho’ en leyes contrarias al bien integral de la persona. Divorcio, aborto, eutanasia, experimentos biogenéticos, entran en las conciencias como prácticas posibles y, por lo tanto, lícitas. La tasa 0 de natalidad, las libres convivencias, la anarquía sexual, se convierten en moda y costumbre. […] ¿Cuántos cónyuges dejados y frustrados? ¿Cuántos niños privados de uno de los padres? ¿Cuántos hijos drogadictos? ¿Cuántos en la espiral de la delincuencia y de la prostitución? ¿Cuántos esposos e hijos arrebatados por las guerras? ¿Cuántos ancianos abandonados? ¿Cuántos niños mueren de hambre cada día? […] Podemos representar de manera plástica a la familia actual con una imagen: una madre herida y desolada que recoge en su seno el sufrimiento de la Humanidad y grita al Cielo su “por qué”. […] Pero si creemos que detrás del entramado de la existencia está Dios con su amor, y si, fortalecidos por esta fe, percibimos en los pequeños y grandes sufrimientos cotidianos, nuestros y de los demás, una sombra del dolor de Cristo crucificado y abandonado, una participación en el dolor que redimió al mundo, es posible comprender el significado y el horizonte también de las situaciones más absurdas. Ante cualquier sufrimiento grande o pequeño, ante las contradicciones y los problemas sin solución, intentemos adentrarnos en nosotros mismos y mirar de frente lo absurdo, la injusticia, el dolor inocente, la humillación, la alienación, la desesperación… En ello reconoceremos uno de los muchos rostros del Hombre de los dolores. Es el encuentro con Él que, siendo Persona divina, se hizo individuo sin relaciones, con Él, el Dios del hombre contemporáneo, que trasforma la nada en “ser”, el dolor en amor. Será nuestro “sí”, nuestro gesto de amor y de apertura hacia Él, lo que comenzará a desmoronar nuestro individualismo, haciéndonos hombres nuevos, capaces de sanar y revitalizar con el amor las situaciones más desesperadas. […] No son sueños, son las experiencias cotidianas de muchas familias que, pasando por el plano inclinado del abandono del Hombre-Dios, han transformado ese dolor que los desbordaba en una vida nueva. A veces los traumas se resuelven, las familias se recomponen. A veces no. Las situaciones externas siguen igual, pero el dolor se ilumina, la angustia se sana, la fractura se supera. A veces el sufrimiento físico o espiritual permanece, pero adquiere un nuevo sentido, uniendo la propia pasión a la de Cristo, que continúa redimiendo y salvando a las familias y a la Humanidad entera. Entonces el yugo se vuelve suave. La familia puede intentar recomponerse en el esplendor originario del designio del Creador, bebiendo de la fuente del amor que Cristo trajo a la Tierra. Creo que los esposos y las familias pueden saciar en esa fuente su sed de autenticidad, de comunión continua y sin reservas, de valores transcendentes, duraderos, siempre nuevos. También porque es Dios mismo quien puede estar presente en su casa y compartir con ellos su misma vida. Jesús dijo: “Donde dos o más están reunidos en mi nombre – que significa en mi amor – allí estoy yo en medio de ellos” (Mt 18, 20). Es una espléndida posibilidad que se le ofrece también a la familia, la de convertirse en lugar de la presencia de Dios.» (Fragmento de la intervención de Chiara Lubich “La familia es el futuro” en el Congreso de la Fundación Suiza para la familia – Lucerna – Suiza, 16/05/1999). Ver el video completo
«Nací a mil metros, en un pequeño barrio de los Pre-Alpes piamonteses». Así empieza Aldo Baima el relato de su vida, agradecido a la tierra que lo vio nacer y lo vio, desde pequeño, acompañar a sus padres a las praderas de las altas montañas. Después de la escuela primaria, su maestra logró convencer a sus padres de que lo dejaran continuar sus estudios, primero el colegio, después en forma itinerante, viajando a menudo en los vagones destinados al ganado: eran tiempos de guerra. Un sacerdote le propuso participar en un grupo de jóvenes de la Acción Católica: «Diez años de descubrimientos y de ímpetu apostólico» dirá Aldo, en los cuales se compromete con pasión. Durante el verano sigue regresando a sus prados. Una turista, viéndolo con un libro de teología, le preguntó si pretendía entrar al seminario. «¡No, para nada!» respondió Aldo. Y ante la respuesta de la chica le siguió preguntando: «¿Pero no preferirías leer novelas de amor?» Aldo declaró: «¡Pero ésta es una bellísima novela de amor!». Al terminar el Instituto Pedagógico empezó a trabajar como maestro. Se inscribió en la Universidad de Turín, donde estudió pedagogía y filosofía. Allí encontró un viejo compañero de estudios que le habló de una original experiencia, iniciada en Trento por algunas chicas que “ponen en práctica el Evangelio”. El diálogo con el amigo, también él contagiado por la novedad de esta vida, se profundiza,cubre inquietudes cada vez más profundas, tanto que suscita en Aldo la decisión de poner también él el Evangelio como base de su vida. Lo impresiona especialmente una frase, leída y meditada muchas veces pero que ahora se vuelve vital: “Todo lo que hagan al más pequeño de estos hermanos míos a mí me lo hicieron”. (Mt 25,40). Con decisión se compromete a asistir a quien pasa necesidad, descubriendo en cada pobre a un hermano y tratando de involucrar a sus amigos de la parroquia. En el verano del ’52 transcurre una semana en el focolar de Trento; después va a la montaña, a Tonadico, donde está en curso la Mariápolis. “Allí tuve la impresión –confiesa- que sólo formando parte de esa familia habrían sido realmente mías esa luz y esa vida de las que no podía prescindir”. Dejando a su novia decide entrar en el focolar.
Siguen años de generosa donación: en Turín, Sassari, Roma, y desde 1961 en Francia. Por su rectitud moral y espiritual, jóvenes y adultos encuentran en Aldo un guía seguro hacia Dios. Ante las situaciones difíciles su actitud es la de la escucha profunda. Su transparencia y su apertura de alma capaz de acoger la cultura francesa conquista los corazones, estableciendo relaciones de auténtica amistad. En 1975 recibe la ordenación sacerdotal. En 1983 va al centro del Movimiento para colaborar con la formación de los focolarinos. Sucesivamente va a Estambul para después transferirse a la ciudadela de Montet (Suiza). A partir del 2001 regresa nuevamente al centro del Movimiento al servicio de los focolarinos de todo el mundo. Y es aquí que inicia la progresiva fragilidad de su salud, con la cual, son palabras suyas, «el Padre quiere ponerme en las condiciones de entrar finalmente en el misterio del Abandono y la Resurrección que comporta». En el 2005 escribe: «Ha renacido en mí la certeza de que este año dedicado a Jesús abandonado puede ser también para mí un momento para responder a este nuevo llamado. Tiempo de salvación que viene de Él, tiempo de gracia que arrastra dentro de su llaga, para hacernos vivir en el seno del Padre». Una gracia que lo acompaña en su condición de casi inmovilidad en donde se encuentra por años, ensimismado con Jesús en el abandono que, en su juventud, había elegido como el ideal de su vida. Hasta el 12 de enero de 2017, cuando, con noventa años, parte sereno para el Cielo.