Hoy en día se habla del Amazonas sobre todo porque estamos preocupados por su deforestación y por la explotación de sus numerosos recursos por parte de políticos y economistas sin escrúpulos. Pero son pocos los que conocen los problemas de las comunidades que viven en las riberas de su inmenso, homónimo río, tan valioso para nuestro enfermo planeta. Las dificultades para acceder a cualquier tipo de asistencia sanitaria son enormes. Por ejemplo en Óbidos (casi 50.000 habitantes), el único hospital que existe, gestionado por los Terciarios Franciscanos, dispone de un solo médico para atender los casos más urgentes, mientras que para citas con especialistas hay que trasladarse hasta Santarém, a 6 horas de navegación. La Conferencia episcopal brasileña (CNBB) pide respuestas concretas, preocupada también por la escasa asistencia espiritual a una población con una índole profundamente religiosa. Este llamamiento ha despertado el interés de centenares de personas de los Focolares (jóvenes y adultos de todo el País) y no sólo ellos, que desde el 2005 dan vida al “Proyecto Amazonas”. Ellas, de año en año, en la época de las vacaciones, se ponen en viaje para visitar las diferentes comunidades ribereñas de la región. Son profesionales de la sanidad, pero también gente común, que van allí para escuchar los problemas de la gente, cuidar a los enfermos, jugar con los niños, en un tácito pero explícito testimonio de Evangelio vivido. En este mes de julio se están llevando a cabo misiones de este tipo en tres diferentes localidades: Obidos (Pará), Magnificat (Maranhão) e Barreirinha (Amazonas).A Óbidos fueron 22 voluntarios, entre los que había 4 médicos, un dentista, una fisioterapista y un estudiante de medicina. Éstos, con el soporte logístico de los habitantes y de la prefectura, en los 7 días de su incansable permanencia en el lugar, han logrado visitar siete comunidades, atendiendo en total a más de 1000 personas. Fueron de casa en casa, hospedados durante la noche por la generosidad de la gente, que no ha dudado en apoyar a los voluntarios para echarles una mano, creando así un clima de gran fraternidad entre todos. Y en el momento de separarse, cada vez se repetía la misma escena: nadie quería creer que al día siguiente los “misioneros” se irían a otra comunidad, como también nadie podía decir quien había probado más alegría por aquel intenso día vivido juntos. Pues, si es cierto el dicho que “hay más alegría en dar que en recibir” también es verdad que – según decían los voluntarios – quien ha recibido más han sido ellos, por haber conocido de cerca a una población tan genuina, tan rica de valores, de coraje, de fe auténtica. Cada saludo final ha terminado con la promesa de volver el año próximo, acompañados por nuevos amigos contagiados por su entusiasmo. Significativo el testimonio de un joven voluntario de Benevides que daba las gracias por haber “crecido espiritualmente y humanamente”. Y el de una muchacha de Belén que, impresionada “por estas personas extraordinarias que he conocido”, ha declarado que una vez de vuelta a casa “iba a recomendar a todos una experiencia de este tipo”. Un joven venido de Belém comentaba: “Vivo en una sociedad en la que uno se interesa solo por el último Smartphone, mientras que aquí he visto niños felices por haber recibido un simple lápiz. He visto a personas que se ponían en fila sin la seguridad de que iban a ser atendidos por los médicos, mientras que donde vivo, si tengo que esperar aunque sea un poquito empezamos a reclamar. Y a pesar de todo, incluso en situaciones desfavorables, entre ellos no falta la alegría. Escuchando sus historias, me he convencido de que algunos de ellos merecerían un doctorado honoris causa. Ver también: http://projetoamazonia2016.blogspot.com.br/
Syrian artist, Tammam Azzam’s artwork for Caritas ‘Syria: Peace is Possible’ campaign
Una movilización masiva, una campaña que tiene como fin movilizar el mundo entero. Es el objetivo de #PeacePossibile4Syria, el proyecto lanzado por Caritas Internacional que involucra a todos los países en donde está presente la organización. «No es una campaña contra algo, sino a favor de la paz. A pesar de que denuncia abiertamente la venta de armas», explica Rosette Hechaime, libanesa, coordinadora de Caritas en Medio Oriente. «El Santo Padre siente mucho la situación de Siria y en varias ocasiones, cuando nos hemos encontrado con él, nos ha invitado a levantar la voz para hacer callar las armas. Caritas es una de las entidades más grandes que responde a esta crisis humanitaria, en curso desde hace 5 años. Hemos recogido historias de quien emigra y de quien se queda, para darlas a conocer a través de las redes sociales, para no dejar de creer que la paz en Siria es posible». En la página http://syria.caritas.org/ es posible encontrar todo el material para adherir a la campaña y difundirla poco a poco. «Porque la guerra en Siria ya ha dejado 4,8 millones de refugiados en el extranjero y 6.5 millones han sido desplazados dentro del país. Y lo que es demasiado, es demasiado», continua Rosette. https://www.youtube.com/watch?v=E-Q-8rThyUY (Videomensaje del Papa – integral) En su mensaje el Papa Francisco no se cansa de exhortar a todos: «Únanos las fuerzas, a todo nivel, para hacer posible la paz en la amada Siria». ֿ También creen en esto las 230 personas que del 5 al 10 de julio se reunieron en Al Btar (en las montañas del litoral sirio), provenientes de varias partes del país, para vivir la “Mariápolis – la ciudad de María”, «un verdadero don de Dios en medio de tanta violencia». La alegría ha sido común por poder volverse a encontrar después de 5 años, durante los cuales, precisamente por la inestabilidad de la situación, no fue posible verse. El título elegido para esta cita fue “Después de la espera hemos vuelto a ti”. «El programa, que era intenso en la mañana y recreativo en la tarde, ayudó a cada participante, mediante la intervención de sacerdotes y religiosos expertos, a encontrarse consigo mismos, a revisar la relación personal con Dios, cómo vivir la oración y la relación con el otro», escriben desde los Focolares de Damasco y de Alepo. «Regresamos con el Paraíso dentro para llevarlo allí donde estamos y donde hay todavía tanto infierno», comentó uno de los participantes. «Para quien viene desde fuera es realmente un milagro –cuenta M.Grazia, italiana, quien está desde hace algunos meses en el focolar de Damasco-. Estamos en guerra. Me impresiona la integridad de la gente, no sólo los numerosísimos jóvenes: es gente pacífica que sueña y desea la paz. Tantos han perdido la esperanza, nos preguntamos: ¿Creer en la unidad, no es una utopía? ¿Es una utopía la paz? En cambio, a pesar de todo se sigue creyendo en Dios, pero sientes en tu piel estas preguntas. La Mariápolis ha sido una bocanada de oxígeno en medio de esta realidad, estuvo llena de experiencias fortísimas: a quien le raptaron a su hermano, quien perdió todo de un día para otro, quien no tiene noticias de sus parientes, familias desmembradas, luz y agua a cuentagotas con 40º de temperatura, sin saber cómo será el mañana, se vive en la más absoluta incertidumbre». Como conclusión, los 230 mandaron un saludo que le dio la vuelta al mundo, conscientes de que no están solos y que forman parte de una gran familia. Con el impulso, como exhortó el Papa en su mensaje, de encarnar esta Palabra de Dios: «Yo conozco el proyecto que tengo sobre ustedes –dice el Señor- un proyecto de paz y no de desventura, para concederles un futuro lleno de esperanza» (Jeremías 29,11)». https://vimeo.com/175367097 Maria Chiara De Lorenzo
«Carmen, ¡qué gran ayuda para el Camino! ¡Qué mujer fuerte! Nunca conocí a nadie como ella». Con estas palabras Kiko Argüello comunica la muerte de Carmen Hernández en una cartadirigida a todos los caminantes, los que adhieren a la propuesta del Camino Neocatecumenal. Kiko Argüello escribe también que Carmen fue para él «un ser maravilloso» y recuerda «a la mujer, su gran genialidad, su carisma, su amor por el Papa y, sobre todo su amor a la Iglesia» Carmen Hernández era la responsable junto con Kiko Argüello y el Padre Mario Pezzi del Camino a nivel internacional. Los funerales se realizarán el 21 de julio en la Catedral de Madrid y los presidirá el Arzobispo Carlos Osoro Sierra. La recuerdan las más de 30 mil comunidades neocatecumenales, que están presentes en 120 países del mundo. Estará presente un numeroso grupo de obispos y cardenales cercanos a la realidad neocatecumenal. Ella nació en Olvega, en España, y vivió una larga vida. Estaba atenta a escuchar al Espíritu que la llevó, después de haber estudiado química, a encontrar la vocación misionera que advirtió en su juventud. Hizo una experiencia en un instituto misionero, realizó estudios de liturgia en el contexto de la profunda renovación conciliar y pasó un período de dos años en Tierra Santa. Finalmente, en 1964 tuvo un encuentro con Kiko entre los marginados de Palomeras Altas, en la periferia de Madrid. Allí el impulso evangelizador de Carmen tomó una forma nueva, junto con la comunidad cristiana que con Kiko iba formándose en medio de los pobres. La presencia de Carmen proporciona una sólida base teológica y litúrgica a la fuerte catequesis de Kiko, y su acción se convierte en una verdadera y justa formación post-bautismal. Fue fundamental su rol en la redacción del Estatuto del Camino que tuvo la aprobación de la Santa Sede en 2011. En el 2015 recibió el Doctorado Honoris Causa en Sagrada Teología de la Catholic University de América de Washington, en reconocimiento a su gran contribución a la formación cristiana en todo el mundo. «Ustedes recibieron un gran carisma, para la renovación bautismal de la vida», dijo el papa Francisco en su discurso a los adherentes al Camino Neocatecumenal el pasado 18 de marzo, la última vez que Carmen Hernández fue vista en público. Pero el Santo Padre habló con ella personalmente por teléfono el 1º de julio pasado durante una audiencia privada que le concedió a Kiko Argüello y al Padre Mario Pezzi. El Movimiento de los Focolares se une a la oración y al agradecimiento, teniendo un vivo recuerdo de la comunión entre los movimientos eclesiales sellada en Pentecostés de 1998 cuando Juan Pablo II se encontró por primera vez con los Movimientos y las Nuevas comunidades, cada uno fruto particular de un carisma donado por el Espíritu Santo a la Iglesia y a la humanidad para responder a las exigencias de nuestro tiempo. Maria Chiara De Lorenzo
Quinientos kilómetros. Tres estudiantes de arquitectura colombianos, una lista de lugares, personas de Italia y Malta, paisajes y experiencias con los cuales confrontarse, privilegiando los lugares menos conocidos. «Estos son los ingredientes de una gira inspirada en los Grandes Tours que hacían los estudiantes recién graduados en Italia, para aprender en el lugar, para palpar, para hacer una experiencia directa», explican los arquitectos italianos Iole Parisi y Mario Tancredi, coordinadores del proyecto. Revelando así el origen del nombre, “Habitandando (Habitar-andando): el viaje como método, el territorio como aula”. Es un viaje que comenzaron el 29 de junio y concluyeron el 16 de julio: «Habitar, que quiere decir algo así como poseer; y andar, representa en cambio lo fugaz, lo errante. El territorio hay que poseerlo para poder comprenderlo y el viaje es el método de aprendizaje». El viaje, realizado por ‘Diálogos en Arquitectura’ junto con el taller itinerante de la Universidad de La Salle de Bogotá, con quienes desde hace años existe una fluida colaboración, tuvo un componente académico y una parte más experiencial. Las etapas del recorrido llevaron al grupo Habitandando (Habitar andando) a Catania, donde un grupo de arquitectos e ingenieros está trabajando en un gran proyecto – dirigido por Paolo Mungiovino – que consiste en la recuperación de un antiguo edificio histórico. Se trata del ex “Convento dei Crociferi”, situado en el centro histórico que será acondicionado como Museo Egipcio, gracias a un convenio con el Museo de Turín. En Chiaramonte Gulfi (RG), después de un cálido recibimiento, con la presencia del vice-alcaldesa y algunos miembros del consejo comunal, conocieron la experiencia de la Cooperativa Fo.Co, que trabaja para responder a los desafíos actuales de Sicilia y de la región: la llegada de los emigrantes y refugiados. «Allí aprendimos cómo se puede conciliar el amor por la propia tierra con los desafíos de la integración; en forma capilar, atenta. Una verdadera lección de diálogo», cuentan Mario y Iole. En Calabria, la guía fue María Elena Lo Schiavo, vice-alcaldesa de Marina di Gioiosa Ionica: «Con su sencillez, nos mostró la conocida determinación de la gente de esta tierra que dice “no” a las pandillas, a través de muchos “sí”, al compromiso, a lo positivo, a la creatividad. Anna Cundari, arquitecta de Consenza, nos llevó al corazón del Parque nacional del Pollino, pasando por barrios de alto riesgo, abandonados, y nos hizo conocer a personas que por el amor a su propia tierra, también ellos dicen “si”, con fuerza y generosidad, restaurando y levantando, a menudo con sus propias manos, casas y capillas y, a través de ellas, devuelven también poco de alma a este territorio». En Pescara, los estudiantes y docentes de la Universidad de Annunzio, inspirados por el fuerte impulso social de la Universidad de Bogotá, se comprometieron en un difícil proyecto, en uno de los grandes barrios marginales de la ciudad adriática, habitada por gitanos e inmigrantes, involucrando escuelas y asociaciones. «La lista de los contactos de estos 15 días de viaje –concluyen los organizadores- sería todavía bastante larga, pero en síntesis nos parece que pudimos saborear una “belleza” que, lejos de apreciaciones estéticas, surge de las relaciones entre las personas y de la relación que ellas tienen con los territorios. De modo que la belleza de los paisajes, de las aldeas y de las ciudades se “encendió” gracias a las relaciones, al diálogo, al poner en relieve las buenas prácticas que todavía muchos, sin demasiado ruido, son capaces de poner en movimiento». Maria Chiara De Lorenzo
27 de julio: cita con los jóvenes del Movimiento de los Focolares en el contexto del Festival de la Juventud
El programa de la JMJ Todas las informaciones: http://www.krakow2016.com/es/ «Nosotros, los polacos, tuvimos una enorme alegría cuando recibimos la noticia de que la próxima Jornada Mundial de la Juventud se realizaría en Cracovia. En los tres años de preparación con los jóvenes del Movimiento de los Focolares nos preguntamos de qué forma podríamos contribuir en la realización de este evento. Nos parecía que lo lógico era integrarnos en el programa de forma activa y comunitaria. Poco a poco se fue aclarando nuestro rol en el Festival de la Juventud, un programa religioso y artístico-cultural que se desarrollará durante la JMJ y que incluye iniciativas artísticas de tipo religioso y espiritual. Habrá conciertos, exposiciones, talleres, eventos deportivos, teatro, etc, a los cuales están invitados a participar gratuitamente todos los jóvenes de la JMJ que estén interesados. Se nos confió la preparación de uno de estos eventos que se realizará el día 27 de julio y… en este momento estamos sumergidos en su preparación. Estamos trabajando para este encuentro que constará de dos partes: integración y reflexión. La primera parte será un momento de juegos, bailes y cantos, una ocasión para conocer al otro. Sabemos que los participantes vendrán de distintas partes del mundo por lo tanto, esperamos que el idioma no sea un obstáculo para la unidad. Teniendo en cuenta que el tema de la JMJ se refiere a las palabras: “Felices los misericordiosos, porque encontrarán misericordia” (Mt 5,7), elegimos como lema de nuestro encuentro la red de misericordia que queremos tejer entre nosotros y a la que queremos invitar al hermano que se encuentre a nuestro lado. También queremos invitar a los jóvenes a una oración internacional. En la segunda parte del evento organizaremos una vigilia de reflexión, en la cual, a través de coreografías, música y testimonios, nos detendremos en las obras de misericordia espirituales y corporales. Durante la adoración del Santísimo Sacramento acompañarán la reflexión los textos de Chiara Lubich y canciones del Gen Rosso. Estaremos presentes también en el Centro de las Vocaciones donde los jóvenes podrán conocer las iniciativas de las congregaciones religiosas, de las escuelas y universidades católicas, de las casas editoriales religiosas, las organizaciones misioneras, los movimientos y comunidades nacionales e internacionales. Aquí, como Movimiento de los Focolares estaremos a disposición de todos aquéllos que deseen conocer más sobre nuestra comunidad. Deseamos que esta JMJ pueda ser para nosotros un tiempo de unión con Dios y con los demás y que todos los que participen de nuestro evento puedan vivir una experiencia de unidad y que después puedan compartir con otros y concretar en los ambientes en los que viven» Fuente: Noticiero Mariápolis Julio 2016
Ludo-dependiente «Soy sacerdote. Un ex compañero mío del seminario que no continuó con los estudios para el sacerdocio cayó en los juegos de azar, convirtiéndose en víctima de ellos. Era un joven brillante. La esposa lo abandonó debido a las deudas que adquiría e inclusive su propia familia se desinteresó de él. Sus ingresos no logran cubrir los intereses de los bancos. Cuando se me acercó, pidiéndome ayuda, lo escuché durante largo tiempo, pero su preocupación era sólo la de lograr pagar las deudas, no quería otros consejos. Le presenté a un amigo médico y a un abogado: su situación de dependencia del juego era clara. Busqué posteriormente un centro que lo pudiese curar y también el abogado se comprometió a atenderlo gratis. Ahora está en un instituto y se está recuperando bien. Un día, mientras rezaba por él, me daba cuenta que la caridad, para ser verdadera, precisa el corazón, la mente y las fuerzas» (B. D. – Italia) La vecina de casa «Mi vecina estaba en dificultades: se notaba por la forma de vestirse y por su tristeza. Una tarde la invité a mi casa, me contó que la enfermedad de su esposo había agotado todos sus ahorros y que la pensión que recibían era insuficiente. Mi marido y yo decidimos ofrecerle una parte de nuestros ahorros. Ella no quería aceptar porque no sabía cómo iba a hacer para devolvernos el dinero. Pero insistimos, seguros de que la Providencia nos habría ayudado en caso de necesidad. Poco después nuestra hija empezó a trabajar; precisaba un auto para trasladarse, pero lo que teníanos no nos permitía comprar el auto. Un pariente de nuestra vecina supo que teníamos esta necesidad y nos regaló un auto en perfecto estado que él no usaba más. El motivo de este gesto: “Supe lo que ustedes hicieron con mis tíos. Es lo mínimo que yo puedo hacer para agradecerles”» (R. F. – Francia) Jugo de nabos rojos«Cristina, viuda desde hace algún año, no se detuvo ante las dificultades que aparecieron después de la muerte de su marido, al contrario, ella siguió con mayor compromiso ocupándose de los demás. En su trabajo tiene una colega, que también es viuda, que por su modo de actuar, era antipática para todos. Un día, viéndola especialmente pálida, Cristina le preguntó si tenía algún problema. La colega respondió evasivamente que no se encontraba bien y que tomaba muchos medicamentos. Cristina entonces empezó a pareparar para ella, todas las semanas, botellas de jugo de nabos rojos o de zanahorias. Sorprendida por estas atenciones, la colega le confió a Cristina: “Pienso que tu fuerza de ir hacia los demás es un don que te viene de Dios. Yo, en cambio, después de la muerte de mi marido, me llené solamente de rabia y dolor. Esta es mi verdadera enfermedad”» (C. K. – Hungría) Fuente: El Evangelio del Día, Editorial Città Nuova, Julio 2016
«”Un incendio nunca comienza con un gran fuego, sino siempre con una pequeña llama. Hoy, estamos aquí para encender esa llama”. Estas palabras de Mons. Gaspard Béby Gnéba, pronunciadas en las “Jornadas de la misericordia y de la fraternidad entre los pueblos” expresan cómo fue la experiencia que vivieron», escriben Vitoria Fransiscati y Bertin Lubundi desde la ciudadela de los Focolares en Man, la Mariápolis Victoria, al concluir las “Jornadas de la Misericordia”, organizadas por los Focolares por iniciativa del Obispo de Man, desde el 24 al 26 de junio pasado. La preparación dio pie a realizar una serie de encuentros entre las categorías más variadas, en una diócesis que cuenta solo con el 6% de personas bautizadas. Las ocasiones de diálogo, por lo tanto, ¡no faltaron! En la jornada de formación sobre la Fraternidad en la vida política, el 25 a la mañana, estuvieron presentes 15 jefes tradicionales y 18 imames de los 33 barrios de la ciudad. Resolución de los conflictos, pensamiento y experiencias sobre el “ejercicio del poder” según la espiritualidad de la unidad, fue uno de los temas que trataron juntos y que despertaron una viva polémica. Entre todos los testimonios, uno muy interesante, fue el del Imam Rev. Koné, de la mezquita más importante de Man. Habla de su relación con el obispo católico: “Fue él el primero en venir a verme, él me amó antes que yo a él. Elaboramos un trabajo en conjunto; ahora llegó el momento de ponerlo en práctica: deberemos instruir a nuestros fieles, aprender a respetarnos, aceptar nuestras diferencias y conocer la fe el uno del otro”. Estas jornadas comenzaron la noche anterior (viernes 24 de junio) con un concierto que tenía por título, “Muchos pueblos, una familia”, que contó con las actuaciones de algunos grupos artísticos de diversas etnias. Las Jornadas de la Misericordia despertaron la ciudad de Man con una marcha por la paz. Cristianos y musulmanes juntos, caminaron 7 km desde el centro de la ciudad hasta la ciudadela de los Focolares. Luego se realizaron una serie de visitas, para llevar regalos a 32 familias pobres, llegando así prácticamente a todos los barrios de Man. Los protagonistas fueron el obispo, con su delegación y las familias. «Momentos de emoción y de alegría de las personas que fueron visitadas, también por la sorpresa de ver que el obispo personalmente llevaba un regalo sin esperar nada a cambio, como lamentablemente sucede a menudo, sobre todo por parte de algunos políticos que lo hacen para “comprar un voto”, escriben desde Man. Un comienzo, para llegar a realizar un sueño, como lo expresó el Obispo: «Un proyecto de formación para quien tiene la responsabilidad en la sociedad: políticos, administradores, los que trabajan en el diálogo interreligioso», para continuar «viviendo la misericordia en la vida social» El reportaje de RTI (Radio Televisión de Costa de Marfil) en francés https://www.youtube.com/watch?v=yvsr0KwISTs&feature=player_embedded Maria Chiara De Lorenzo
«La ilusión y el sueño son las características de este proyecto», cuenta Flavia Cerino, abogada, coordinadora de las actividades en Sicilia. En la compleja realidad de las migraciones, encontró uno de los problemas más urgentes: el de los menores extranjeros no acompañados (MENA) que desembarcan en las costas italianas extenuados por los largos viajes, pero todavía llenos de esperanza en el futuro. Entre los migrantes que llegan a Europa, sin duda los menores no acompañados son los que más necesitan apoyo. En los primeros 5 meses de 2016 (fuente UNICEF) se registraron en Italia 7.000 llegadas, el doble con respecto al mismo periodo del año anterior. «Para poderse quedarse legalmente en Italia, agrega Flavia, estos muchachos necesitan insertarse en el mundo del trabajo lo más rápido posible. Si no logran hacerlo y no regularizan sus papeles, una vez que alcanzan la mayoría edad, se convierten por ley en clandestinos, con el riesgo concreto de entrar en los círculos de la delincuencia». «Por mucho tiempo reflexionamos juntos sobre la situación y las posibles intervenciones, agrega Francesco Tortorella de AMU – Acción por un Mundo Unido, uno de los promotores del proyecto. Nos confrontamos también con varios profesionales que conocen el problema en sus mínimos detalles. La Cooperativa Fo. Co., otro ente promotor, que desde hace años trabaja con los jóvenes migrantes y los acompaña en sus trayectorias de vida. Además fue fundamental, desde el inicio, la contribución de AFN – Acción por Familias Nuevas: los chicos antes que nada necesitan una familia, en el sentido más amplio y profundo de la palabra». La primera fase del proyecto “Conformar una red más allá de la Acogida” empezó oficialmente el pasado 6 de junio, en Catania y en Ragusa, con la puesta en marcha de un programa de formación profesional. Se seleccionaron 43 jóvenes, entre los cuales 11 italianos que, por distintas situaciones de inadaptación social, viven en albergues. La presencia de chicos italianos es una fortaleza del proyecto, que quiere apoyar a jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, independientemente de su ciudadanía. La formación durará hasta octubre, incluidas las primeras prácticas empresariales; la segunda fase del proyecto, tal vez la más innovadora, involucrará en todas las provincias italianas, tanto a empresas disponibles a insertar a jóvenes en equipos de trabajo, como a familias en las que lo jóvenes puedan encontrar un núcleo de relaciones estables, indispensable para su inserción social. En toda Italia se constituyeron nudos territoriales: una verdadera red de seguridad para poder vincular la disponibilidad de familias y empresas con las necesidades de capacitación y trabajo de los chicos. Las empresas que adhieren a Economía de Comunión y al AIPEC tendrán un papel fundamental. Es a partir de estas redes que se busca ofrecer oportunidades de trabajo a los jóvenes que participarán en el proyecto. Por su parte, AFN osfl ha activado desde hace varios meses su red de familias, promoviendo la disponibilidad a la acogida de los jóvenes, por ahora se ha hecho la experiencia en los periodos de vacaciones. «A finales de 2015, escribe Paola Iacovone, 7 chicos que viven en comunidad pudieron hacer una experiencia de familia que fue para todos, también para quienes los acogieron, muy positiva. Provenían de Egipto, Malí y Senegal, eran cristianos copto ortodoxos y musulmanes, y los acogieron familias de Roma, Lanciano, Ancona y Cosenza». En fin, ¡la aventura sólo acaba de empezar! Las instituciones brindaron una óptima acogida al proyecto; si este primer modelo experimental funcionara, se podría sin duda proponer y realizarlo a mayor escala, tal como todos desean. En el sito del proyecto todos los detalles y las informaciones para adherir y contribuir.
A finales de 2013, empezaron los disturbios en Kiev que desembocaron, en abril de 2014, en la revolución de Ucrania del este. Desde entonces todo quedó igual. Situaciones que ocupaban las primeras páginas de los periódicos, y de las que los medios de comunicación ya no hablan. Pero la violencia sigue manteniendo paralizada a la población que vive en condiciones dramáticas. En Ucrania viven pequeñas comunidades de los Focolares (Mukácheve, Leópolis, Kiev), que tratan de responder al mal que los rodea. En los últimos meses se realizaron varios viajes, y la visita de un pequeño grupo de los Focolares de Eslovaquia a la capital, Kiev y a Járkov, ciudad en el noreste del país. Elena Vladova y Martin Uher comparten su experiencia directa. «Por el éxodo de personas en edad laboral, en las familias se han quedado sólo los ancianos, tal vez uno de los padres y los niños de varias edades. Estos niños son “huérfanos sociales”, como afirma Su Beatitud Sviatoslav Sevcuk, el Arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica: “saben lo que es la familia sólo a través de internet y también en el futuro no sabrán crear una familia verdadera y sana”». Entre las entidades que valientemente tratan de dar vida a iniciativas humanitarias, se encuentra la Iglesia Católica a través de Cáritas y de los Institutos religiosos. Gracias, también a los numerosos llamados del Papa Francisco, como el del pasado 3 de abril, ha sido posible crear una red de ayuda y apoyo a los sectores más afectados, reconocida con gratitud por muchos, incluso por las autoridades gubernamentales. Está conformada por comedores para los pobres, centros de rehabilitación, casas de acogida para madres solteras y sus niños nacidos por la violencia. En este sentido resulta significativo el trabajo de las hermanas de Don Orione que han equipado una casa para cuidarlos. También los Focolares tratan de expresar su cercanía a las personas ucranianas con las que están en contacto, a través de las comunidades de Eslovaquia. Recientemente, en mayo, un grupo de Eslovaquia viajó a Kiev, la capital, para encontrarse con las familias y otras personas. «Visitar los lugares que fueron escenario de “la revolución”, hace dos años, es siempre muy impactante. Forman parte de la cultura contemporánea ucraniana. Están escritos los nombres de las personas que murieron durante los combates en la plaza Maidán de Ucrania y los de quienes murieron en la guerra en Ucrania del este (que todavía sigue en curso). La gente está orgullosa de ellos», escribieron a su regreso. «Muchos coloquios personales, mucho dolor con tantos temores que hay que llevar juntos… Y así las familias tratan de poner en práctica la invitación de S.B. Sviatoslav Sevcuk: “Necesitamos familias que sean ‘médicos’ para nuestras familias”».
Elena Vladova y Martin Uher con Mons. Stanislav Szyrokoradiuk, obispo de Kharkiv
«Desde el inicio de este año, el Padre Anton Konecny de los Focolares, por pedido del Obispo de Mukácheve (Ucrania) Antal Majnek, se trasladó de su diócesis ubicada en Košice (Eslovaquia del este) a una parroquia en Ucrania del oeste. Su presencia y su servicio contribuyen al desarrollo de las relaciones tanto dentro de la parroquia como en el plano ecuménico y también con las autoridades civiles». Elena y Martin, luego, viajaron a Ucrania del este llegando hasta Járkov, una hermosa ciudad que cuenta con 2 millones de habitantes y que fue capital del país antes de la revolución rusa, pero que ahora lleva las huellas de la situación actual. Visitaron a Mons. Stanislav Szyrokoradiuk, amigo de los Focolares y desde hace dos años Obispo de la diócesis de Járkov, que abarca todos los territorios donde hasta hoy se combate. Ahí se dieron cuenta «de la gran necesidad que tiene la población de poder contar con la solidaridad de todos. Y de la importancia, para los cristianos ucranianos, de saber que también fuera de su país hay quienes rezan y ofrecen por la paz en Ucrania. Precisamente como subrayó el Cardenal Parolín durante su reciente visita a Ucrania: “¡Dios no los ha olvidado…!”». Maria Chiara De Lorenzo
Unidad: palabra divina. Si en un momento dado fuese pronunciada por el Omnipotente y los hombres la llevasen a la práctica en sus más variadas aplicaciones, veríamos el mundo pararse de golpe en su marcha general y, como en una moviola, reanudar la carrera de la vida en dirección opuesta. Innumerables personas desandarían el ancho camino de la perdición y se convertirían a Dios, encaminándose por la senda estrecha… Familias desmembradas por peleas, heladas por la incomprensión y el odio y como muertas debido a los divorcios, se recompondrían. Y nacerían niños en un ambiente de amor humano y divino y se forjarían como hombres nuevos para un mañana más cristiano. Las fábricas, normalmente llenas de «esclavos» del trabajo en un ambiente de tedio, si no de blasfemia, se convertirían en lugares de paz, donde cada cual trabaja en su parcela para bien de todos. Y las escuelas reventarían los muros de la limitada ciencia para poner conocimientos de todo tipo al servicio de la contemplación eterna, aprendida en los pupitres como en un continuo desvelarse de misterios intuidos a partir de pequeñas fórmulas, de leyes simples, hasta de los números… Y los parlamentos se transformarían en un lugar de encuentro de hombres a los que les apremia, más que la idea que cada uno sostiene, el bien de todos, sin engaños a hermanos ni a patrias. En definitiva, veríamos el mundo hacerse más bueno y el Cielo bajar como por encanto a la Tierra, y la armonía de la creación serviría de marco a la concordia de los corazones. Veríamos… ¡Es un sueño! ¡Parece un sueño! Y sin embargo, Tú no pediste menos cuando rezaste: «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Chiara LubichFuente: Lubich, Chiara Fermentos de unidad, Ed. Ciudad Nueva, 1969.
«Han pasado 25 años desde que, en mayo de 1991, Chiara Lubich lanzara en Brasil la semilla de la Economía de Comunión (EdC). Entonces yo era un joven recién licenciado en economía y sentí que lo que estaba ocurriendo en Sao Paulo tenía que ver también conmigo. Aún no sabía cómo, pero intuía que yo formaría parte de aquella historia que estaba comenzando. Hoy sé que haber acompañado el desarrollo de aquel “sueño” ha sido un acontecimiento decisivo en mi vida. Mi vida habría sido muy distinta sin aquel encuentro profético entre una mirada de mujer y el pueblo brasileño. El muro de Berlín acababa de caer y en aquel mundo y en aquel tiempo la propuesta lanzada por Chiara a los empresarios de compartir sus talentos, sus riquezas y sus beneficios para ocuparse directamente de la pobreza, resonó como una gran innovación, que hizo de la EdC una novedad económica y social importante y de frontera en el ámbito de la responsabilidad social de la empresa, que todavía se encontraba en sus primeros tiempos. No se trataba simplemente, como dijo algún economista (Serge Latouche, por ejemplo), de una reedición del “empresariado católico”. El ADN de aquella semilla llevaba también una idea distinta de la naturaleza de los beneficios y por consiguiente de la empresa, entendida como bien común, en una perspectiva global y mundial (no muy frecuente en aquellos años). Los empresarios se vieron involucrados de este modo en la solución a un problema social de desigualdad.
A Chiara le impresionó el contraste entre las favelas y los rascacielos de la ciudad de Sao Paulo, pero en lugar de lanzar un proyecto social en las periferias de la ciudad o una actividad de captación de fondos, dirigió su invitación a los empresarios, que, como sabemos, no tienen como objetivo primario la creación de beneficios para donarlos fuera de la empresa, porque, cuando las empresas son honradas, no hay muchos beneficios extra y los que hay muchas veces son reinvertidos en la propia empresa. Así pues, la EdC lleva dentro de sí la intuición de que para reducir la pobreza y la desigualdad hay que reformar el capitalismo y, por consiguiente, su institución principal: la empresa. El lenguaje con que se expresó la intuición de Chiara y su primera mediación cultural y económica fueron los que estaban a disposición de la sociedad, de la Iglesia, del pueblo brasileño y del Movimiento de los Focolares. Pero a 25 años de distancia, el gran reto colectivo que se le plantea a la EdC consiste en expresar las intuiciones clave de 1991 en palabras y categorías capaces de hablar y ser comprendidas en un mundo cultural y socioeconómico que en estos 25 años ha cambiado radicalmente. También la frontera de la responsabilidad social de las empresas y la comprensión de las pobrezas han avanzado mucho con el cambio de milenio. El mundo de la empresa social se ha convertido en un movimiento variado, dinámico y en constante crecimiento. La llamada sharing economy está produciendo en todo el mundo experiencias muy innovadoras.
La reflexión sobre la pobreza y las acciones para aliviarla se han enriquecido, gracias al pensamiento y a la acción de economistas como Amartya Sen o Muhammad Yunus. A finales del segundo milenio, compartir los beneficios de las empresas a favor de los pobres y de los jóvenes representaba una innovación en sí misma. Pero si en 2016 seguimos encarnando la propuesta de la EdC con aquellas mismas formas, la propuesta parecerá obsoleta e insuficientemente atractiva, sobre todo para los jóvenes. En un mundo social y económico radicalmente distinto, la EdC está llamada a regenerarse, como está haciendo y como siempre ha hecho para llegar viva a sus “bodas de plata”. Y de bodas se trata, porque cada vez que un carisma logra encarnarse, hay un encuentro esponsal entre cielo y tierra, entre ideal e historia. Bodas como las de Caná, cuando el agua se convirtió en vino porque una mujer vio que la gente se había quedado sin vino, creyó, pidió y obtuvo el milagro. La Economía de Comunión seguirá viviendo y llegará a su 50º cumpleaños y más, si hay mujeres y hombres con una “mirada distinta”, capaces de darse cuenta de lo que le falta a la gente de su tiempo y de pedir el milagro del agua transformada en vino, de los beneficios convertidos en alimento del cuerpo y del corazón. ¡Felicidades, EdC!». Publicado en Città Nuova nº 6/2016 – Junio 2016
«Cuando mi vuelo de la mañana de Boloña a Londres, que ya estaba atrasado debido a los temporales que arreciaban sobre la capital inglesa, empezó a volar en círculo sobre el aeropuerto por otros 20 minutos, entendí que sería casi imposible que lograra tomar el vuelo de coincidencia, de hecho poco después me encontré en una fila interminable junto a otros cientos de pasajeros que habían perdido su vuelo. Las compañías aéreas estaban congestionadas y también los teléfonos estaban bloqueados. La mayor parte de las personas logró soportar la espera durante una hora, pero cuando llegaron a ser dos y después tres, después mucho más tarde de la hora de la cena, la atmósfera empezó a volverse cada vez más tensa. Yo estaba cómoda con un libro, pero también yo empecé a agitarme cuando me di cuenta que iba a ser difícil ponerme en contacto con la amiga que tenía que venir a buscarme al aeropuerto de Estados Unidos. No soy muy locuaz con los desconocidos, sobre todo cuando viajo sola; pero a ese punto me sentí impulsada a mirar a mí alrededor y a recordarme que el calor y el alivio de la presencia de Dios se podían percibir también en esa fila caótica. Me di cuenta de que tenía un paquetito de galletas en la cartera, mediante el cual establecí un primer contacto con un estudiante hambriento que estaba detrás de mí. Fue suficiente para romper el hielo con todos los que estaban en esa parte de la fila. Cuando empezamos a contar nuestras historias y a solidarizarnos, Nos dimos cuenta de que podíamos ayudarnos recíprocamente. La batería de mi lap top era apenas suficiente para recargar el celular de una pareja alemana que necesitaba llamar a la familia, y esa pareja se puso a disposición para echarle un ojo a mi equipaje mientras que iba a buscar un lugar con Internet para poderle enviar un email a mi amiga. Un rápido saludo en italiano a otra pareja me bastó para darme cuenta de que otras dos parejas –ambas en el viaje de luna de miel- no entendían los anuncios que se hacían, así que se los traduje para que pudieran valorar las varias opciones. Después de cinco horas y media no se había encontrado un vuelo alternativo así que nos dieron un vale por una habitación en un hotel y una comida, y nos indicaron que llamáramos a las líneas aéreas desde el hotel. Así lo hice, entonces supe que tenía que ir de nuevo al hotel después de pocas horas. Mientras intentaba acomodarme en una silla del aeropuerto, tratando de dormir al menos un poquito, me di cuenta de que a pesar de la incomodidad, todas esas ‘conexiones’ que en cambio había construido con quien tenía a mi lado en el momento presente habían llenado mi día de un insólito de una sensación de paz. Al día siguiente llegué a casa, cansada, pero serena». Amy Uelmen, Bethesda, Maryland (Usa) Fuente: Living City Mayoo 2016 – www.livingcitymagazine.com
Eran enormes las expectativas que esta cita había levantado, preparada desde 1961 (es decir desde que se reunió la primera conferencia pan-ortodoxa convocada por el patriarca Atenágoras). El título ya es bastante significativo: “He called all to unity” (Ha llamado a todos a la unidad), tomado del himno de Pentecostés en el rito bizantino. Las diferentes Iglesias ortodoxas, de hecho, compartían el deseo de encaminarse hacia una sinodalidad y participación más explícita y de corroborar la unidad de la Iglesia ortodoxa, urgidas también por la necesidad de enfrentarse juntas a los nuevos desafíos del milenio. Esta cumbre marcó el paso a nuevas aperturas: en el ecumenismo y en el diálogo interreligioso, a los hallazgos científicos y tecnológicos; dedicó energías en la cuestión ecológica, y en el drama de las migraciones y de los cristianos perseguidos en Oriente Medio; abrió “su horizonte al multiforme mundo actual”. Aunque fue convocado por una decisión sinodal tomada a la unanimidad por los responsables de las 14 Iglesias ortodoxas, durante su reunión en Chambesy el pasado mes de enero, se ha visto marcado desde el principio por un gran dolor: la ausencia física de 4 de las 14 Iglesias. La Iglesia ortodoxa rusa no se ha expresado todavía a este respecto y espera la reunión del Santo Sínodo de julio para manifestar su valoración sobre el acontecimiento apenas concluido. En el Sínodo estaban presentes también 15 observadores, delegados de varias Iglesias cristianas, que han podido participar en la sesión inaugural y conclusiva del Concilio. Y cristianos no ortodoxos, en todo el mundo, han acompañado con la oración este importante evento de la Iglesia ortodoxa: «Recemos todos también por el Concilio pan-ortodoxo, se lo confío como si fuera el Concilio de la mi Iglesia, porque es mi Iglesia en este momento», había dicho María Voce a un grupo de focolarinos de varias Iglesias reunidos en Rocca di Papa a finales de mayo. Lo que más de uno ha subrayado ha sido, no tanto las deliberaciones finales, los seis documentos firmados por los patriarcas [sobre la misión en el mundo contemporáneo, sobre la importancia del ayuno, sobre la relación de la Iglesia ortodoxa con el resto del mundo cristiano, sobre el matrimonio, sobre la diáspora Ortodoxa y sobre la autonomía de las Iglesias], sino más bien la esencia misma del Sínodo, es decir, el hecho de que se haya realizado, y que esta ocasión de encuentro finalmente se haya dado. En la perspectiva de que este Sínodo no sea un evento aislado, sino que pueda repetirse como si fuera una praxis del camino de la iglesia. Al regreso de su viaje a Armenia, al periodista que le pide una evaluación sobre el sínodo pan-ortodoxo recientemente concluido, papa Francisco respondió: «¡Una valoración positiva! Se ha dado un paso adelante: no al cien por cien, pero sí un paso adelante. Las cosas que han dicho para justificar, entre comillas, [las ausencias] para ellos son sinceras, son cosas que con el tiempo se podrán resolver». «El mero hecho de que estas Iglesias autocéfalas se hayan reunido, en nombre de la Ortodoxia, (…) es más que positivo. Yo doy gracias al Señor. En el próximo serán más. ¡Bendito sea el Señor!». Y hablando a la delegación ortodoxa presente para la festividad de los Santos Pedro y Pablo, Francisco cita el Concilio Pan-ortodoxo, para auspiciar “abundantes frutos para el bien de la Iglesia”. Encíclica del Grand y Santo SínodoMensaje del Gran y Santo Sínodo Maria Chiara De Lorenzo
«A aquéllos que ya se han donado a Dios con toda su mente, con todo su corazón, con todas sus fuerzas e incluso por encima de sus mismas fuerzas, en cierto momento Dios les pide que se lo elija una segunda vez. La primera vez habíamos entendido que a Dios había que amarlo por encima de todo. Pero si se pudiera seccionar esa elección nuestra, nos encontraríamos que en realidad contenía un 30% de amor de Dios, un 30% de hastío por la mediocridad y vacío en el que vivíamos, un 15% de alegría y de entusiasmo por el hecho de habernos donado a una causa tan hermosa y santa, para alguno quizás un 10% de remordimiento por los pecados cometidos en el pasado… (…) En realidad, es prácticamente imposible que la primera vez que elegimos a Dios seriamente, lo hayamos hecho con un amor total y pleno. Pero desde el momento en que entendemos que la perfección consiste sólo en la caridad, todos aquellos motivos secundarios que al principio nos ayudaron porque venían acompañados por nuestra buena voluntad y por nuestro deseo de amar a Dios, poco a poco salen a flote y nos molestan. Es lógico que salgan a flote, pues ya estaban allí anteriormente, como cizaña que ha crecido junto con el buen trigo, como dice el Evangelio de Mateo. Se trata de pequeños apegos, de defectos, de actitudes que no son en realidad santidad auténtica, porque no construyen el Reino de Dios sino que nos molestan a nosotros y a los demás. Quizás no son siquiera pecados veniales, pero no son tampoco amor puro. ¿Qué tenemos que hacer en ese momento? Una nueva elección de Dios. Es decir, querer que el motivo de toda nuestra vida sea solamente el amor de Dios, el amor puro, y ninguna otra cosa en absoluto. (…) Hay que hacer un salto de calidad: elijo amar a Dios por Dios, no por lo que siento, no por los frutos que produce sino por Él mismo, para responder con mi amor personal al Amor personal que Él tiene por mí. Debo encontrar en esta unión con Dios el motivo de mi existir, de mi vida cotidiana. Cuando se llega a tener esta relación con Dios, se llega a ser personas libres, no condicionadas. Cualquier cosa que suceda, cualquier calumnia, dificultad, preocupación, motivo de amargura, nada altera esa paz, porque se vive insertados en Dios. Y se encuentra en Dios esa unidad, esa alegría, esa serenidad que sólo el amor de Dios puede dar. (…) Lo cierto es que la elección de Dios hay que renovarla siempre. Quizás se nos pedirá una tercera elección y después seguirán otras , porque la vida en Dios es siempre nueva, inagotable y llena de sorpresas». Pasquale Foresi Fuente: Pasquale Foresi, Colloqui, Città Nuova Editrice, 2009
«“La unidad es posible” ¿Es una afirmación absurda hoy, en una Europa marcada por el terrorismo global y por la multiplicación de guerras, de migraciones de dimensiones bíblicas, de creciente intolerancia? ¿Hablamos de un sueño, de una utopía? No. Hablamos de una experiencia que varios Movimientos y comunidades cristianas de Europa viven ya desde hace más de 15 años, testimoniando que la unidad es posible. Hemos hecho la experiencia de que hay algo eterno, indestructible, que nos une: es el Amor, es Dios Amor. Este Amor ha abierto de par en par nuestros ojos y nuestro corazón para abrazar los temores, las lágrimas, las esperanzas de este continente. En todo lo negativo, que parece que nos aplasta, reconocemos el dolor que Dios, hecho hombre, sufrió en la cruz, demostrándonos así su amor sin medida y abriéndonos la esperanza de la resurrección. Tres palabras-clave caracterizan esta manifestación nuestra: encuentro – reconciliación – futuro. Podemos encontrarnos porque Dios vino a nuestro encuentro encarnándose. Podemos reconciliarnos porque Jesús en la cruz nos reconcilió con Dios y entre nosotros. Podemos caminar seguros hacia el futuro porque Él, que venció la muerte, camina en medio de nosotros y nos conduce hacia la unidad de Europa y del mundo, hasta la realización de su oración “Que todos sean uno” (Jn. 17, 21). Para un fin tan alto vale la pena, sin duda, comprometer toda la propia existencia. Juntos, queremos pedir perdón por las divisiones del pasado que han provocado guerras y muerte en Europa. Juntos queremos testimoniar hoy nuestra unidad en el respeto y en la belleza de las diversidades de nuestras Iglesias y comunidades. Juntos queremos ponernos al servicio de una novedad que sirve hoy para poder emprender de nuevo el camino europeo. Lo que nosotros podemos ofrecer – comprometiendo nuestra vida – es la novedad del Evangelio. Jesús antes de morir rezó así: “Padre, que todos sean uno”. Mostró que todos somos hermanos, que es posible una única “familia humana”, que la unidad es posible, que la unidad es nuestro destino. Hoy, nosotros aquí nos comprometemos a ser instrumentos de este cambio, instrumentos de una nueva visión de Europa, instrumentos de una aceleración en el camino hacia la unidad, abriendo, con todos y para todos los hombres y mujeres de nuestro planeta, un dialogo profundo. Diálogo factible por la así llamada “regla de oro”, que dice: “No hagas a los demás lo que no querrías que te hicieran a ti” (Cf. Lc 6,31). En el fondo, quiere decir: ama. Y, si el amor se hace recíproco, hace que florezca, entre todos, la fraternidad. Y precisamente, con la fraternidad universal es con lo que Europa puede redescubrir su propia vocación. Chiara Lubich, ya en los años ’50 escribía: “Si un día los pueblos supieran posponer a sí mismos, la idea que tienen de la propia patria (…), por aquel amor recíproco entre los Estados, que Dios pide como pide el amor recíproco entre hermanos, ese día sería el inicio de una nueva era”. ¡Vivamos entonces para esta nueva era! ¡La unidad es posible!» Maria VoceMúnich de Baviera, 2 de julio de 2016
«Queridos amigos de Juntos por Europa, sé que están reunidos en Múnich muchos Movimientos y Grupos, provenientes de varias Iglesias y Comunidades. Tienen razón. Es hora de que nos pongamos juntos, para afrontar con verdadero espíritu europeo las problemáticas de nuestro tiempo». Así inicia el denso video mensaje que el papa Francisco ha dirigido a los participantes de Juntos por Europa reunidos hoy en la Karlsplatz (Stachus) de Múnich, Alemania. Después de poner de relieve los desafíos de Europa, el papa Bergoglio invita a los participantes a «presentar el testimonio de una sociedad civil que trabaja en red para la acogida y la solidaridad hacia los más débiles y desafortunados, para construir puentes, para superar los conflictos declarados o latentes». Y luego concluye: «Mantengan la frescura de sus carismas; mantengan vivo el “Juntos”, y ¡amplíenlo! Hagan que sus casas, comunidades y ciudades sean laboratorios de comunión, de amistad y de fraternidad, capaces de integrar, abiertos al mundo entero».
(C) MfE – Foto Brehm
También el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I ha querido estar presente a través de un mensaje personal, donde entre otras cosas dice: «Incluso cuando la tentación nos llevaría a no estar juntos, los cristianos en especial, están llamados a expresar el principio fundamental de la Iglesia, que es comunión (koinonía).Solamente cuando compartimos generosa y libremente los dones otorgados por Dios, somos capaces de hacer una experiencia plena».La manifestación de hoy, que concluye la 4ª edición de Juntos por Europa, titulado “500 años de división son suficientes – ¡la unidad es posible!”, refiriéndose a los 500 años de la separación entre la Iglesia católica y las Iglesias de la Reforma protestante. Sobre el tema de la unidad intervino Maria Voce, presidente de los Focolares: «Lo que nosotros podemos ofrecer – comprometiendo nuestra vida – es la novedad del Evangelio. Jesús antes de morir rezó así: “Padre, que todos sean uno”. Mostró que todos somos hermanos, que es posible ser una única “familia humana”, que la unidad es posible, que la unidad es nuestro destino.Hoy, nosotros aquí nos comprometemos a ser instrumentos de este cambio, instrumentos de una nueva visión de Europa, instrumentos de una aceleración en el camino hacia la unidad,abriendo, con todos y para todos los hombres y mujeres de nuestro planeta, un diálogo profundo».
(C) MfE – Foto Brehm
Otras intervenciones fueron las de Gerhard Pross (YMCA Esslingen): “Unidad en la diversidad reconciliada” y de Andrea Riccardi (Comunidad de San Egidio): “¡No más murallas!”. Sobre “La reconciliación abre al futuro – 500 años de la división son suficientes” han hablado juntos desde el escenario el cardenal Kurt Koch (Pontificio Consejo para la Promoción de la unidad de los cristianos), el obispo Frank Otfried July (Federación Luterana mundial), el metropolitana Serafim Joanta (Metropolita rumano-ortodoxo para Alemania y centro y norte de Europa) y el Secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, el reverendo Olav Fykse Tveit. Una entrevista sobre “Misión y futuro” permitió un interesante diálogo entre el obispo evangélico Heinrich Bedford-Strohm y el cardenal Reinhard Marx. El mensaje final, leído por los miembros del Comité de orientación y distribuido en miles de copias entre los asistentes, además de señalar «la visión de un juntos en Europaque es más fuerte que cualquier miedo y egoísmo», expresó un compromiso común de todos aquellos que adhieren a Juntos por Europa a «caminar el camino de la reconciliación”, a «vivir juntos en la diversidad», a «llegar a personas de diferentes religiones y creencias con respeto y buscando el diálogo» promover en el mundo «humanidad y la paz».
(c) MfE, Foto: Fischer
Durante los dos días precedentes se celebró un congreso en el Circus-Krone-Bau, articulado en 36 foros y mesas redondas, con 1.700 responsables y colaboradores de los más de 300 Comunidades y Movimientos que adhieren a Juntos por Europa. «La reconciliación será nuestra palabra clave», ha afirmado Martin Wagner (CVJM Múnich) en la apertura, «Ya la hemos experimentado y este es nuestro futuro. Queremos compartir, trabajar juntos por la unidad y sobre todo contribuir, como cristianos, a apoyar los retos de Europa hoy». Las mesas redondas y foros se centraron en la integración y reconciliación, solidaridad con los más débiles, sostenibilidad y tutela del medio ambiente, ecumenismo, cristianos y musulmanes en diálogo, matrimonio y familia, economía. Intercambio de experiencias, ideas y proyectos, pero también testimonios de fe. En el numeroso foro “El precio y el premio de la unidad”, el cardenal Walter Kasper, ha dicho «el esfuerzo de una auténtica reconciliación constituye uno de los mayores tropiezos en el movimiento ecuménico. Se necesita perdón para proseguir el camino juntos». La mesa redonda “Cristianos y musulmanes en diálogo” ha puesto de manifiesto la necesidad de conocerse, reunirse y trabajar juntos, conscientes, como ha señalado Pasquale Ferrara, nuevo embajador italiano en Argel, que «el diálogo no lo hacen las culturas o las religiones, sino las personas». El debate sobre el cambio climático y los desafíos ecológicos “Hacia la sostenibilidad en Europa” en el diálogo entre ciencia y religión, fue apoyado por el cardenal Peter Turkson, por el ingeniero ambiental Daniel Renzi y otros expertos. En la mesa redonda que se preguntaba “¿Qué alma para Europa?”, Jesús Morán, copresidente de los Focolares, ha evidenciado que «la perspectiva que Europa puede y debe todavía, y más que nunca, dar al mundo es formar una cultura de unidad en la diversidad en todos los niveles, desde lo personal y cotidiano hasta el nivel institucional». Textos y fotos de las ponencias están disponibles en www.together4europe.org/live Ya ha bajado el sol cuando en el escenario en la Karlsplatz se lee el mensaje final de Juntos por Europa 2016. El programa, animado por bandas musicales y por el entusiasmo creativo de los jóvenes, continúa con un concierto rock. Fuente: Nota de prensa del SIF – 2 de julio de 2016
¿Cuáles son hoy los desafíos de Europa? ¿Cuál es la responsabilidad social y política frente a los otros continentes? ¿Qué contribución pueden ofrecer los movimientos cristianos? Son muchas las preguntas que abrieron la segunda jornada del Congreso, que tuvo lugar el 1º de julio. La misma se enfocó en el hoy del continente europeo con sus desafíos locales y mundiales. “Hay que dejar la Europa de los padres y construir la de los hijos – exhortó Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de S. Egidio-. Los cristianos debemos volver a elegir a Europa, juntos, no podemos construirla solos. Europa no puede vivir para ella misma, debe vivir un cristianismo para los demás y con los demás. Ahora es el momento de un ‘humanismo espiritual’. La vida de las Iglesias y de las comunidades debe emerger y aportar su propia contribución” Gérard Testard de Efesia (París), puso el acento en la necesidad de la acción cristiana en la vida pública. No puede existir por un lado la ciudadanía celestial y por otro lado la terrenal. Hay que vivir ambas realidades juntas. Michael Hochschild, sociólogo y docente de pensamiento post-moderno en el Time-Lab de París, subrayó la importancia sociopolítica de los Movimientos y de las Comunidades espirituales en Europa. Pero para que esto ocurra, afirmó, “deben considerarse y demostrar, con mayor decisión, que son fuerzas “modelo” del panorama cultural. Deben convertirse en ‘Movimientos socio-civiles”. Afirmó además, que en un tiempo de incertidumbre y escasez de perspectivas, las Comunidades comprometidas en “Juntos por Europa” ofrecen modelos alternativos de vida. “Precisamente el miedo al futuro puede obligarnos a hacer todo lo que podamos para que éste sea mejor”, afirmó Herbert Lauenroth, experto en interculturalidad del Centro Ecuménico de Ottmaring (Augsburgo). Según su análisis, la situación actual de Europa nace como una reacción al miedo y a la inseguridad causada por una sensación de sofocamiento existencial. Esta situación al mismo tiempo representa un desafío: El miedo podría convertirse en una experiencia de aprendizaje. “Se trata de preferir aquello que es desconocido, extraño, lo que está en la periferia como lugar donde aprender la fe”. A través de la confrontación con los abismos es que la sociedad está encontrando que una nueva orientación sobre la base de la fe es posible. “Europa está atravesando la noche de sus principios, la noche de su rol en el mundo, la noche de sus sueños”, afirmó en su intervención la presidente de los Focolares María Voce. “La red ‘Juntos por Europa’ nos parece el sujeto capaz de inspirar a personas individuales o asociadas en su compromiso por una Europa libre, reconciliada, demócrata, solidaria y fraterna que puede ser un don para el resto de la humanidad” Steffen Kern de la Federación Evangélica de Wuerttemberg continuó la reflexión sobre Europa y la esperanza: “¿Dónde ponemos la esperanza nosotros, los cristianos? Hay que tener sentido de responsabilidad y asumir los dolores y las oscuridades de nuestras ciudades. Hemos fundado en Stuttgart, la Casa de la Esperanza que acoge a mujeres y a personas que están solas para testimoniar con nuestro compromiso que Dios no abandona a nadie”. Thomas Roemer (YMCA, Múnich), aclaró que si no sustituimos la Europa del miedo por la de la esperanza, ésta última corre el riesgo de morir. También Europa, al igual que los discípulos en otra época, se encuentra sobre la barca con Jesús. “Jesús está presente también en las tempestades; hay que tener fe. El subió a la barca para salvarnos”. Durante la tarde, “Juntos por Europa” abrió sus propios círculos de diálogo, de intercambio de ideas y de proyectos, a todos los que deseaban encontrarse con los protagonistas y tratar los temas de estas jornadas. En la mesa redonda sobre “Cristianos y musulmanes en diálogo”, surgió la necesidad de conocerse, encontrarse y trabajar juntos en torno a los desafíos sociales y culturales. Pasquale Ferrara, nuevo embajador italiano en Argelia, subrayó que el diálogo no lo hacen las culturas o las religiones, sino las personas. Es necesario sumergirse en lo concreto y en la realidad. Y el imán Bastami invitó a encontrar al otro, a conocerlo. Son muchas las ideas y los proyectos que surgieron del debate entre la filósofa de las Religiones, Beate Beckmann-Zoeller, el Dr. Thomas Amberg de la Iglesia Evangélica y el obispo francés, M. Dubost. En la mesa redonda “Hacia una Europa sostenible”, el Card. Turkson, el ingeniero ambiental Daniele Renzi, Hans-Hermann Böhm, y otros expertos aceptaron la invitación del Papa Francisco a realizar un debate serio y abierto sobre los cambios climáticos y los desafíos ecológicos. “Ciencias y religiones deberían dialogar –afirmó el Card. Turkson- para dar una contribución común a la sociedad”. “La mística del encuentro” puso en diálogo a exponentes de la izquierda europea con teólogos y filósofos de movimientos cristianos. “Con respecto a las últimas preguntas sobre el sentido de Europa: estamos más cerca entre nosotros de lo que pensamos”, afirmó Walter Baier, miembro del partido comunista austríaco y coordinador de la red europea, “Transform! Europe”. Jesús Morán, copresidente del Movimiento de los Focolares se expresó a favor de formas nuevas e inclusivas de integración de personas de distintas convicciones. Y concluyó: “La armonía entre nosotros en el día de hoy es motivo de gran esperanza” El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los cristianos, habló de ‘Encuentro, reconciliación, futuro’ (las tres palabras que conformaron el título del evento), “Es Dios quien viene al encuentro y da el primer paso”. “Se puede perdonar sólo cuando se reconoce el mal, lo negativo, por eso hay que trabajar los corazones endurecidos”. Por esto los movimientos cristianos están “llamados a ser misioneros de la reconciliación, comenzando por la oración, traduciéndola después en vida cotidiana”. Fuente: www.together4europe.org
El streaming será transmitido en alemán, inglés, francés, italiano, portugués, español y húngaro. Después de las 6.00 pm el programa será transmitido solo en idioma original hasta las 10.00 pm.
«Es paradójico que la nueva Europa, nacida con la caída del Muro de Berlín, esté tentada, víctima del miedo, de encerrarse dentro de nuevos recintos, construyendo otros muros, con la ilusión de poder detener la historia que, una vez más, llama a sus puertas», afirma la presidente de los Focolares, María Voce, durante el congreso con 1700 representantes de Movimientos y Comunidades, que precede la gran manifestación pública del 2 de julio en el centro de Múnich. Presenta dos ejemplos que muestran cuán lejos están los ideales de unidad política, identidad, solidaridad y colaboración: «por una parte la gran lentitud para intervenir con ayudas y los encendidos debates que siguieron a la crisis de la deuda en Grecia y que han amenazado fuertemente las bases de la solidaridad entre los Países miembros de la Unión, llegando incluso a la hipótesis de la salida de Grecia del Euro; y por otro lado, la posibilidad de que Gran Bretaña decida salir de la Unión Europea, de forma deliberada y a través de un referéndum. También en este caso la cuestión de la solidaridad es central, porque la salida de la Unión no es como abandonar un club, sino que equivale, radicalmente, a abandonar a los socios con los cuales ya no se comparte más la misma motivación para estar juntos, el pacto fundacional». «Europa atraviesa la noche de sus principios, la noche de su rol en el mundo, la noche de sus sueños», afirma, vinculada a una gran desorientación provocada por la aparición de tres crisis contemporáneas: la crisis migratoria, económica y demográfica. ¿Cuáles son las razones más profundas de la situación de debilidad de la Europa de hoy? María Voce las atribuye a «la negación de Dios y de lo trascendente, fruto de la progresiva afirmación y difusión de la cultura laicista que quiere prescindir de todo vínculo con lo sobrenatural. Europa, en búsqueda de una total libertad, ya no reconoce que la propia cultura ha ido formándose a través de 2000 años de tradición cristiana; negar esto significa cortar las propias raíces y encontrarse como un árbol sin vida». «Por tanto ¿Todo se derrumba? ¿Se está destruyendo el sueño de unidad del continente?», se pregunta, pero la esperanza proviene precisamente del estar « aquí juntos, Movimientos y comunidades cristianas de Europa, porque creemos que existe algo que no se derrumba. Es el Amor. Es Dios Amor». «Todos nosotros – continua –podemos testimoniar, juntos, que un día hemos encontrado a Cristo y nos hemos dejado fascinar y atrapar por su Evangelio. Vivir sus palabras nos ha empujado a cambiar empezando por nosotros mismos para ir hacia los demás, construyendo relaciones de amor evangélico y haciendo surgir comunidades que son levadura en cualquier lugar en el que actúan. Hemos vuelto a descubrir una disponibilidad y apertura hacia todos, yendo más allá de los confines entre las Iglesias, entre las religiones, entre las razas y las culturas, en un diálogo a 360º hasta descubrirnos todos hermanos. De esta manera hemos descubierto la raíz de nuestra cultura europea y, sobre esta base, hemos intentado interpretar el tiempo presente que involucra, como nunca, al entero planeta y a toda la Humanidad, en una prospectiva que tiende al mundo unido. De hecho, actualizar hoy los ideales de paz, de justicia, de libertad, de igualdad, significa tener una dimensión universal que hace posible la fraternidad. Es necesario cultivar una visión consciente y responsable de un futuro de integración creativa, cuyas identidades no se anulan sino que juntas crecen, se enriquecen, actúan en favor de un mundo más justo y equitativo. Hace falta superar el paradigma de la seguridad entendida como protección y rechazo, una seguridad sólo ilusoria, para entrar en aquél más amplio de la “seguridad humana”, es decir una seguridad que considera en primer lugar a las personas y su destino, la preservación de la vida, la prospectiva de la esperanza». Una integración creativa, concluye, que « puede verse como un proyecto también en la red de nuestros Movimientos: todos hijos de Dios, unidos y diferentes, vinculados por el amor recíproco que genera la presencia de Dios entre nosotros (“Donde dos o más están unidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos” MT 18, 20). Es Él el don más grande que esta red de Movimientos y comunidades puede dar a Europa. Ésta es nuestra respuesta: el Resucitado entre nosotros que, a través de nuestros carismas, consuela, reanima, renueva. Juntos por Europa nos parece que es justamente el sujeto capaz de inspirar a las personas individualmente o asociadas, en su compromiso por una Europa libre, reconciliada, democrática, solidaria y fraterna: no un “viejo” continente, sino un continente vivo y vivaz, que descubre que tiene un proyecto para realizar y que puede ser un don para el resto de la Humanidad». Congreso Juntos por Europa – Múnich de Baviera, 1º de julio de 2016 Intervención de María Voce (texto integral)
Martin Wagner, CVJM München (l) y Gabriele Deutschmann, CVJM Esslingen entrevistan al Obispo evangélico luterano Heinrich Bedford-Strohm, y al Card.Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (C) IPE, Foto: Haaf
«Los Movimientos y las Comunidades cristianas pueden recomponer el continente europeo que se está polarizando cada vez más. Dijo el Obispo evangélico-luterano Heinrich Bedford-Strohm durante la primera mañana del Congreso a los participantes comprometidos en el red ecuménica de Juntos por Europa, reunidos en Múnich», señaló comunicado de prensa de Juntos por Europa al concluirse la primera jornada de trabajo. Son 1700 las personas reunidas con este fin en el Circus Krone, del 30 de junio al 1º de julio, provenientes de 200 Movimientos y Comunidades, de 40 países. «“Si no aclaramos las cuestiones urgentes de Europa, éstas nos atropellarán” – declaró en la apertura Gerhard Pross del Comité de Orientación internacional- “¡Europa debe aprender a compartir!”. Los quince años de experiencia de las Comunidades y Movimientos en “un proceso profundo de reconciliación en vista de la comunión, donde la diversidad es experimentada como riqueza” capacita a las Comunidades a contraponer a las fuerzas centrífugas de Europa un camino hacia una nueva Unidad», declara la red Juntos por Europa. Como «una comunión de servicio», la definió la presidente de los Focolares María Voce en la rueda de prensa al inicio de la manifestación, el 30 de junio en Múnich. «Y por eso», subrayó recordando los 7 Sí del 2007, «se asumen compromisos concretos», para sostener la vida, la familia, la creación, una economía solidaria, la paz, la responsabilidad personal y colectiva. «En este período nos hemos entrenado», explicó María Voce «y hemos descubierto que hay más fuerza e impacto si estas cosas las hacemos juntos. Superando nuestras diferencias, superando las fronteras, superando cualquier obstáculo. Hemos descubierto que también las instituciones tienen necesidad de ello, porque demasiado frecuentemente también ellas se encuentran solas afrontando problemas graves».
Rueda de prensa del 30 de junio
El Cardenal Reinhard Marx y el Obispo Heinrich Bedford-Strohm, refiriéndose a los organizadores dijeron, «han dado un ejemplo convincente de su amistad y del camino hecho juntos. El ecumenismo del corazón promete mucho más para el futuro de las Iglesias de lo que se puede pensar, dijo el presidente de la Iglesia Evangélica de Alemania. La meta de la unidad se alcanza solo con una profunda reconciliación, subrayó el Card. Max. La fuerza para hacerlo proviene del encuentro: “el otro nos hace fuertes y nos ayuda en el camino de la reconciliación”». Se realizaron 19 Foros con temas distintos durante la tarde: fue una posibilidad de establecer un diálogo entre los participantes. Se presentaron proyectos e iniciativas de las distintas comunidades, pero también testimonios personales de fe. En el foro sobre “Los obstáculos para el ecumenismo”, en el que estuvo presente el Cardenal Kasper, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los cristianos, hubo mucha participación. “¡En cuanto a las experiencias de aprendizaje y a las experiencias de reconciliación ustedes está en una posición de vanguardia importante!” dijo el experto en ecumenismo. Dejó entrever que próximamente podría haber una declaración conjunta de la Iglesia evangélico-luterana y la Iglesia católica sobre doctrinas concordantes sobre la Iglesia, el ministerio y la Eucaristía. Al final sobre las tendencias que parecen disgregar el continente, un argumento que emergió durante la rueda de prensa, intervino María Voce, afirmando que las «tendencias nacionalistas, separatistas, que circulan en Europa, son el fruto del hecho que Europa ha olvidado sus valores. No bastan las declaraciones de los representantes de las iglesias, se necesita la vida de los cristianos, y en esto nos sentimos especialmente comprometidos a dar nuestro aporte».
Llamado por la Naturaleza y la Humanidad Estimulados por las decisiones tomadas por nuestros líderes –por ejemplo recordamos, la institución de la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación (Patriarca Demetrio, 1989), el Evangelical Climate Initiative (2006) y la encíclica Laudato si’ (Papa Francisco, 2015). Reconociendo la deuda que los pueblos de antigua tradición cristiana hemos contraído con los pobres de la Tierra y las generaciones futuras a causa de la contaminación de la Biósfera, fruto antes que nada de nuestro progreso irresponsable en los últimos siglos. Conscientes de que la alarma por el cambio climático puede convertirse en una oportunidad de un nuevo desarrollo integral para todos los pueblos. Nosotros cristianos, abiertos a la contribución de todas las personas de cualquier convicción, nos comprometemos en la oración y en la acción para evitar la destrucción de la naturaleza y una nueva guerra mundial, adhiriendo a los siguientes diez desafíos:
Transformar en proyectos de paz las armas esparcidas a nuestro alrededor, sobre todo las atómicas.
Incrementar la investigación en las ciencias de la Biósfera y sus aplicaciones, para que puedan llegar a ser más seguras.
Clasificar y reciclar los desechos domésticos e industriales.
Intensificar el uso de fuentes de energía renovable.
Realizar programas de reforestación y políticas forestales a todos los niveles (tanto local como internacional).
Potenciar los transportes ecológicos, como los vehículos eléctricos y de hidrógeno, y el uso del transporte público local.
Destinar cada vez más los hidrocarburos a la producción de sustancias y materiales útiles a la humanidad, en vez de usarlos para la combustión.
Evitar el desperdicio de bienes preciosos comunes como el agua y los alimentos, asegurando una distribución más equitativa de los mismos.
Respetar a los demás seres vivientes, reconociendo que cada cosa está en relación con el planeta.
Transformar nuestras casas, nuestros barrios y nuestras ciudades, de manera que vuelvan a ser lugares caracterizados por la belleza, la armonía y la fraternidad.
¿Cómo?
Apoyando la posición asumida por nuestros líderes y promoviendo leyes que estén en sintonía con aquella, como el Convenio de París.
Promoviendo iniciativas según la “Regla de Oro” y sosteniendo las iniciativas de los demás, de cualquier convicción ellos
Pidiendo consejos a nuestras comunidades y cooperando con ellas para promover acciones en pos de salvaguardar la naturaleza y la humanidad.
Podemos alcanzar estos objetivos si empezamos ya, antes de que sea demasiado tarde. En especial, podremos contribuir a que los gases de efecto invernadero no superen valores peligrosos, como está previsto en el Convenio de París y como recomienda la comunidad científica». EcoOne (www.ecoone.org/) Civilización del amor (www.civiltadellamore.org/)
Gulu, situada en el norte de Uganda, es después de Kampala, la capital, la segunda ciudad del país. Muchos de trasladan a esta ciudad sea por estudio como por trabajo, y entre estos también Gloria Mukambonera, quien trabaja en el campo de la informática. Cuando en 2013 llegó a Gulu, se puso en contacto con la comunidad local de los Focolares, buscando a los que compartían su mismo ideal de paz que está en la raíz del Evangelio vivido. «Allí encontré una verdadera familia – cuenta- donde podía compartir las alegrías y los dolores. Tratamos de vivir también la comunión de bienes, siguiendo el ejemplo de los primeros cristianos, según las posibilidades de cada uno. Lo recaudado lo utilizamos para ayudar a quien padece alguna necesidad y para el tratamiento de las personas enfermas de la comunidad». Es una experiencia que lleva a mirar las necesidades que tienen los que nos rodean, que no faltan, también debido a las consecuencias de la guerra que se siguen arrastrando. «Un día – cuenta Gloria- un sacerdote nos pidió que fuéramos a visitar a las personas de una parroquia que queda a 4 horas de distancia, porque – nos explicó- existían conflictos inter-tribales y tal vez nosotros podíamos ayudar a que las personas se reconciliaran. Nos sugirió que les habláramos de nuestro compromiso en vivir el Evangelio y de las experiencias de paz y de unidad que nacen al vivir de este modo. En particular les donamos nuestro testimonio sobre el perdón, sobre cómo nos hemos ayudado a superar las divisiones entre nosotros a través del “arte de amar” que nace del Evangelio. El encuentro con los jóvenes del lugar fue algo muy especial. Leímos juntos la Palabra de Vida y compartimos las experiencias al tratar de practicarla, abriéndonos después a la comunión; y también cantamos, jugamos y realizamos espectáculos teatrales…. En el diálogo abierto que continuó se podía percibir en ellos el deseo de comenzar a vivir en reconciliación» Fue una posibilidad de «convertirse en constructores de paz», como nos invitó a hacer el Obispo, «eligiendo el camino del amor evangélico para estar en grado de reconstruir el país, después de la destrucción causada por la guerra de los años pasados». Ibanda, está situada en la zona de Uganda occidental. Desde hace varios años vive allí un grupo animado por la espiritualidad de los Focolares, y el trabajo que hacen es el de transformarse a sí mismos para transformar el ambiente que los rodea, comenzando por las cárceles. «Cambió radicalmente nuestro modo de mirar las cosas y también el modo de actuar, sobre todo la actitud negativa que teníamos hacia los presos», cuenta Sara Matziko. «La frase del Evangelio: «Todo lo que quieran que los hombres les hagan a ustedes, háganlo a los demás» (Mt. 7, 12) nos dio ánimo para ir a visitarlos y rezar junto con ellos. Nos dimos cuenta de que algunos de ellos, desde hacía muchos años, no recibían los sacramentos. El sacerdote de nuestra comunidad vino con nosotros y pudo ofrecer este importante servicio». Lentamente se fue venciendo también la desconfianza que los familiares sentían hacia ellos y se fue construyendo una relación de amistad, hasta llegar a ir juntos a visitar a los reclusos. Durante estas visitas conocimos a un joven, Ambrogio, quien, después de haber cumplido su pena quiso seguir estudiando. «Lo ayudamos a completar el liceo», cuenta Sara. «Vivir la Palabra de Vida día tras día, mejoró la relación entre nosotros y con toda la comunidad. También el párroco nos acompaña en este camino que tratamos de compartir también con las otras comunidades parroquiales. Algunos de nosotros tuvimos la posibilidad de participar en el encuentro internacional de la Economía de Comunión que tuvo lugar en Kenia, en la ciudadela “Mariápolis Piero” (27 al 31 de mayo de 2015). Nos ayudó a ir adelante con los proyectos que están en curso».
No hay nada más bello que oír que nos dicen: «Te quiero». Cuando alguien nos quiere, no nos sentimos solos, caminamos seguros, podemos afrontar incluso dificultades y situaciones críticas. Si además el quererse se vuelve recíproco, la esperanza y la confianza se refuerzan, nos sentimos protegidos. Todos sabemos que para crecer bien, los niños necesitan estar rodeados de amor, de alguien que los quiera. Pero esto es cierto a cualquier edad. Por eso la Palabra de vida nos invita a ser «buenos» los unos con los otros, o sea, a querernos; y nos pone de modelo a Dios mismo. Precisamente su ejemplo nos recuerda que quererse no es un mero sentimiento; es un «querer el bien del otro» muy concreto y exigente. En Jesús, Dios se acercó a los enfermos y a los pobres, sintió compasión por la multitud, tuvo misericordia con los pecadores y perdonó a quienes lo habían crucificado. También para nosotros querer el bien del otro significa escucharlo, demostrarle una atención sincera, compartir sus alegrías y sus pruebas, preocuparse de él, acompañarlo en su camino. El otro no es nunca un extraño, sino un hermano, una hermana que es parte de mí, a quien quiero servir. Todo lo contrario de lo que sucede cuando percibimos al otro como un rival, un competidor, un enemigo, y llegamos a desearle el mal, a machacarlo, a eliminarlo incluso, tal como, por desgracia, nos cuentan las crónicas de cada día. Aun sin llegar a tanto, ¿no nos sucede también a nosotros que acumulamos rencor, desconfianza, hostilidad o simplemente indiferencia o desinterés hacia personas que nos han perjudicado, que nos resultan antipáticas o que no pertenecen a nuestro círculo social? Querer el bien los unos de los otros –nos enseña la Palabra de vida– significa tomar el camino de la misericordia, dispuestos a perdonarnos cada vez que nos equivocamos. A este respecto, Chiara Lubich cuenta que, al principio de la experiencia de su nueva comunidad cristiana, había hecho un pacto de amor recíproco con sus primeras compañeras para poner en práctica el mandato de Jesús. Y a pesar de ello, «sobre todo al principio, no siempre era fácil para un grupo de chicas vivir la radicalidad del amor. Éramos personas como las demás, aunque sostenidas por un don especial de Dios; y también entre nosotras, en nuestras relaciones, podía depositarse polvo, y la unidad podía languidecer. Ocurría, por ejemplo, cuando nos dábamos cuenta de los defectos e imperfecciones de los demás y los juzgábamos, de modo que la corriente de amor mutuo se enfriaba. »Para reaccionar a esta situación, un día pensamos en sellar entre nosotras un pacto, al que llamamos “pacto de misericordia”. Decidimos ver cada mañana al prójimo con quien nos encontrábamos –en el focolar, en clase, en el trabajo, etc.– verlo nuevo, totalmente nuevo, sin recordar en absoluto sus tachas ni sus defectos, sino cubriéndolo todo con el amor. Y acercarnos a todos con una amnistía completa del corazón, con un perdón universal. Era un compromiso fuerte, que adquirimos todas juntas y que nos ayudaba a ser siempre las primeras en amar, a imitación de Dios misericordioso, el cual perdona y olvida»1. ¡Un pacto de misericordia! ¿No podría ser este un modo de crecer en bondad? FABIO CIARDI 1 C. LUBICH, El amor al prójimo, charla a un grupo de musulmanes, Castel Gandolfo, 1-11-2002.
El resultado del reciente referéndum británico es uno de los muchos síntomas de la fragmentación de Europa, una confirmación más de que no son suficientes las medidas funcionales para dar sentido y convicción a una pertenencia común. Tiempos de crisis que invoca nuevas reflexiones y propuestas audaces. Un momento oportuno para Juntos por Europa, claro signo público de renovación del continente, con la etapa en Múnich, del 30 de junio al 2 de julio de 2016. Quien conoce Juntos por Europa sabe que no es un evento sino un camino de unidad en la diversidad que se inició en 1999 e involucra un número cada vez mayor – hoy más de 300 – de Movimientos y Comunidades de diferentes Iglesias de distintos países europeos, conscientes de ser parte de una minoría que confía. Un proceso que, a través del encuentro y la reconciliación, ha producido sus efectos: Comunidades y Movimientos prueban el sabor de encontrarse, se descubren complementarios, la mutua confianza cambia las personas. Programa. El 30 de junio y 1° de julio un Congreso en el Circus-Krone-Bau para 1.500 responsables y colaboradores, articulado en 36 foros y mesas redondas. Entre las participaciones destacadas, la del cardenal Peter Turkson. El 2 de julio un evento en la estación central Karlsplatz (Stachus) de Múnich, abierto a la ciudadanía. En programa las ponencias del Secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias Olav Fykse Tveit, de los cardenales católicos Kurt Koch y Reinhard Marx, de los obispos evangélicos Frank Otfried July y Heinrich Bedford-Strohm, del metropolita ortodoxo Serafim Joanta, en representación de las diferentes Iglesias. De los Movimientos y Comunidades intervendrán Maria Voce (Movimiento de los Focolares), Gerhard Pross (YMCA Esslingen), Andrea Riccardi (Comunidad de San Egidio), Michelle Moran (ICCRS), Walter Heidenreich (FCJG Lüdenscheid), p. Heinrich Walter (Movimiento Schoenstatt). Activa, comprometida y creativa participación de los jóvenes desde su preparación. Papa Francisco y el Patriarca ecuménico Bartolomé estarán presentes a través de video mensajes. Una transmisión en vivo internet en 7 idiomas permitirá seguir el programa (www.togheter4europe.org). Los temas que se tratarán, entre los cuales integración y reconciliación, solidaridad con los más débiles, sostenibilidad y protección del medio ambiente, cristianos y musulmanes en diálogo, matrimonio y familia, economía, quieren centrarse en una responsabilidad que va más allá de Europa, porque según Maria Voce, «tiene que dar al mundo la experiencia de estos 2 mil años de cristianismo, que maduró ideas, cultura, vida, acciones que sirven para el mundo de hoy y que, lamentablemente, hasta ahora que no se han puesto en relieve».La edición de Múnich se apoya en un constante camino de compartir, de reflexión y debate de enfoques y experiencias. De relieve la mesa redonda en Ginebra del pasado 21 de abril, organizado por el Consejo Ecuménico de las Iglesias y por el Movimiento de los Focolares, titulado «Europa, qué identidad, qué valores». En esa ocasión, Pasquale Ferrara, diplomático y profesor universitario, afirmó que hoy en Europa, más que hablar de referencias a sus raíces cristianas, es necesario producir juntos «frutos cristianos». Y presentó como parte de la solución, «la “regla de oro”, que invita a que hagamos a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros». Esa regla – dijo Ferrara – «no es sólo un valor ético, sino que asume una dimensión política, porque está replanteando la naturaleza y el carácter de la comunidad política».Juntos por Europa se presenta como un de los sujetos capaces de interpretar esta dimensión, por inspirar y motivar a personas de distintas generaciones y comunidades que pertenecen transversalmente a los pueblos de Europa, para encarnar los valores de la justicia, acogida, reconciliación, paz en la vida cotidiana. Una tesela para poner en pie esa «Europa protagonista» que, según papa Francisco al Parlamento europeo en noviembre de 2014, «contempla el cielo y persigue ideales, mira, defiende y protege a los hombres, camina sobre tierra segura y firme, valioso punto de referencia para toda la humanidad».El evento en Múnich es patrocinado por la Unesco, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea.Comunicado de prensa SIF
Jesús Abandonado es la expresión más alta de la misericordia del Padre Es Jesucristo quien revela el verdadero rostro de Dios (cf. MV 1), y es para todos nosotros la imagen del Padre, su expresión, su esplendor, su belleza, la belleza de su amor (cfr. Jn. 14,8-9). Pero, ¿hasta dónde llegó Jesús por amor a nosotros? Hasta morir por nosotros. Es en la cruz, de hecho, cuando la Divinidad se inclina más profundamente hacia el hombre (cfr. DM 8). En el cumplimiento del misterio pascual, Jesús vence el dolor, el pecado, la muerte, y transforma todo en misericordia (cfr. Rm 5,20). Dios se hizo hombre para amar –afirma Chiara- no sólo con el Amor sino también con el Dolor: asumió en Sí “todos los dolores del mundo, todas las desunidades del universo y las hizo, por Amor, ¡Dios!”. Él, habiéndose recubierto de nuestros pecados, traduce el dolor en amor, traduce la miseria en Misericordia”. En una carta de 1945, Chiara dice confidencialmente: “También yo caigo a menudo y siempre. Pero cuando levanto la mirada hacia Él veo que es incapaz de vengarse porque está clavado en la cruz por un exceso de Amor, me dejo acariciar por su infinita Misericordia y sé que es esa cruz la única que debe triunfar en mí. ¿Qué sería de Él, infinitamente misericordioso? ¿Para qué?¡Si no fuera por nuestros pecados! En un impulso vital, que revela su elección originaria y su consagración a Dios en su abandono, Chiara exclama: “Quisiera testimoniar al mundo que Jesús Abandonado ha llenado todo vacío, ha iluminado toda tiniebla, ha acompañado toda soledad, ha anulado todo dolor, ha cancelado todo pecado”. Estos son, en síntesis, algunos puntos de la espiritualidad trazada por Chiara Lubich, vistos desde la perspectiva de la misericordia hacia la cual el Año Santo nos impulsa a dirigir la mirada. Pero no podemos terminar sin hacer referencia brevemente a María, la madre de la misericordia y la madre de la Obra fundada por Chiara y a ella dedicada, “Obra de María”. “Una madre –afirma Chiara- no deja de amar al hijo aunque sea malo, no deja de esperarlo si está lejos, no desea nada más que volver a encontrarlo, perdonarlo, abrazarlo nuevamente, porque el amor de una madre todo lo perfuma de misericordia. (…) El suyo es un amor que, porque está por encima de todo, desea cubrirlo todo, (…) El amor de una madre es naturalmente más fuerte que la muerte. (…) Bien, si es así en las madres normales, podemos muy bien imaginar cómo es María, ¡Madre humano-divina del niño que era Dios, y madre espiritual de todos nosotros! (…) Pero Dios en María deposita su designio sobre la humanidad (cfr. Lc. 1, 49); en María revela todo su misericordia por los hombres”. Fuente: Centro Chiara Lubich Prima parte: La misericordia en la espiritualidad de Chiara Lubich Segunda parte: Chiara Lubich: el amor al prójimo y las obras de misericordiaTexto integral de Alba Sgariglia (italiano)
«Aquí escuché buenos consejos sobre cómo dialogar con mis hijos. Volveré», comenta convencida una mamá envuelta en su sari. Y un papá: «Decidí dedicar más tiempo a mis niños». Son éstos algunos de los comentarios de los 60 participantes al curso sobre paternidad y maternidad que se desarrolló en Udisha con el título: “El niño, futuro de nuestra nación”. En el mismo lugar, sus hijos, una vez terminadas las clases, todos los días encuentran una comida caliente, juegos y actividades de educación no formal. Para algunos padres, los temas tratados fueron de una sorprendente novedad, para otros un abrir los ojos ante los propios errores y también ante los peligros y riesgos a los que sus hijos se encuentran expuestos. Pero el curso no ha sido la única iniciativa orientada a los padres. De hecho, llegamos ya al 5° año, en el que en Udisha – uno de los proyectos sociales de los Focolares dirigido a chicos y familias en dificultad – les ofrece la posibilidad acceder a un microcrédito, gracias al cual la economía de numerosas familias ha mejorado notablemente. Las beneficiadas son sobre todo las mujeres, las cuales, incentivadas por un financiamiento inicial, en número cada vez mayor, han logrado dar vida a pequeñas actividades artesanales o comerciales como producir bolsas tejidas a crochet o preparar comida para la venta. Ya son 52 las mamás que una vez por mes se encuentran en grupos, para intercambiar experiencias sobre su hacer empresa trabajo de empresarias y para resolver juntas los problemas que encuentran. Otra actividad que se lleva adelante con éxito también este año, es la profilaxis contra la tifoidea, de la que se beneficiaron 107 entre niños y adultos y el suministro de vacunas antitetánicas y contra la rubéola a 72 adultos y 95 niños. Sin embargo las mayores energías del proyecto se reservan para los chicos, involucrados en iniciativas siempre nuevas. Para recordar la independencia del país, el 15 de agosto se realizó la ceremonia de izamiento de la bandera, con cantos patrióticos y poesías. En septiembre, en cambio, en ocasión de la feria de Bandra – uno de los eventos más importantes de la ciudad – los niños y los padres fueron en bus a visitar la basílica de Mount Mary. Siempre en septiembre, se celebra en India el día del maestro y los niños quisieron agradecer a sus animadores con una presentación de danzas, cantos y escenas de teatro. El 2 de octubre, día del padre de la nación – elMahatmaGandhi – la celebración empezó con pensamientos de Gandhi sobre la no violencia y la paz, para luego reflexionar acerca de la pobreza de tantos menores que viven por las calles y de cómo es importante compartir. También los niños de Udisha son muy pobres, pero a pesar de esto quisieron compartir lo poco que tienen: alguna prenda de vestir, un pequeño juguete, un dulce. Y hablando entre ellos enumeraban también todas las demás cosas que se pueden compartir: las buenas ideas, la alegría, la sonrisa. La fiesta más importante de India cae cada año entre octubre y noviembre y dura cuatro días. Es el Diwali (Fiesta de la Luz), durante el cual los niños de Udisha pusieron en marcha toda su creatividad pintando vasijas de terracota y haciendo dibujos con polvo de colores. Es su manera de contribuir al proyecto, en gran parte financiado por el apoyo a distancia de AFN osl. Es realmente conmovedora la intensidad con la que los niños de Udisha absorben la ‘cultura del dar’, ese principio inspirador que es el corazón del proyecto y de la formación que reciben a través del mismo. Un valor que les llega no tanto a través de las palabras, sino del amor concreto de los voluntarios del lugar y de quienes, más allá del océano, sin haberlos jamás conocido, deciden cuidar de ellos.
Ya pasaron casi dos meses desde que Ecuador fue sacudido por un desastroso terremoto. El Movimiento de los Focolares, a través de una coordinación de emergencias, lanzó enseguida una colecta de fondos, a fin de afrontar las primeras necesidades del lugar y además activó un grupo de trabajo coordinado por AMU y AFNonlus. La solidaridad de la gente, de todas partes del mundo, no tardó en responder y ahora tenemos la posibilidad de enviarlos primeros fondos para socorrer a la población ecuatoriana en el área alimenticia, sanitaria y psicológica. Los auxilios serán dirigidos sobre todo para sostener las familias que viven en las provincias de Manabi y Esmeraldas, que fueron las más afectadas por el terremoto. Las actividades de apoyo en esta primera fase tendrán una duración de 6 meses (de junio a noviembre) y durante este período, en sociedad con la ONG local FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio), se estudiarán las posibilidades de reconstrucción de las infra estructuras dañadas y de reactivación de las actividades productivas de la localidad. El estudio de las próximas actividades de reconstrucción y rehabilitación se realizará en colaboración también con la red internacional de arquitectura “Arquitecturalímite”, especializada en los servicios de diseño en los contextos de exclusión socio-económica. Desde el 9 al 13 de noviembre próximo, simultáneamente con una escuela de paz para los jóvenes, se desarrollarán en Quito una serie de talleres de arquitectura que tienen como objetivo precisamente analizar las posibles intervenciones de reconstrucción post-terremoto. Cómo ayudar Fuente: AMU – AFN Onlus
Una nueva vida «Trabajo como médico en emergencias. Una mañana fui llamado para socorrer a un anciano que se había sentido mal. Vivía en medio de un gran desorden, estaba destruido por el dolor por la muerte de su único hijo, que había ocurrido en circunstancias misteriosas. Después de un momento de desorientación (por los documentos me había dado cuenta de que me encontraba ante una persona que, durante el régimen comunista, había hecho mucho daño a la gente), aparté de mí todo tipo de prejuicio y me esforcé en ayudar a este hombre que sufría y que necesitaba principalmente afecto. Más allá de todo, ahora para mí él era un prójimo que Jesús me pedía que amara. En el hospital, donde fui a visitarlo varias veces, a menudo me contaba sobre su pasado. Algunas veces me resultaba difícil escucharlo, pero cuando pude hablarle de mi fe, vi que en ese hombre se encendía una esperanza: parecía que nacía a una nueva vida» (M. U. – República Checa) El soborno «Soy responsable del sector ventas de una empresa. En una ocasión presentamos una licitación para obtener el contrato de una importante proveeduría y poseíamos toda la documentación para ganarla: el proyecto, el precio conveniente… Pero para obtener el contrato teníamos que pagar un soborno. Con un colega, cristiano como yo, decidimos no continuar con ese intento, a costa de perder un notable porcentaje de las ventas del mes. El mes siguiente sin embargo, las ventas superaron las proyecciones del balance y cubrieron el déficit precedente: para nosotros fue la confirmación de que siempre conviene confiar en Dios» (J. P. – Panamá) Una traducción «Tenía que terminar para hoy la traducción de una conferencia para un congreso. Ocurrió que me llamó por teléfono un amigo para decirme que tenía urgencia de que lo ayudara en la traducción de una carta. Como él recién había ingresado en ese trabajo, hacer bien esa traducción era algo muy importante para él. Le dije que lo iba a ayudar. Cuando recibí la carta, me di cuenta de que había algunos términos técnicos que resultaban difíciles también para mí, que no pertenecía a su sector. Sólo con la ayuda de Internet y varias llamadas telefónicas a especialistas logré terminar la traducción de la carta. Apesar de que me había atrasado en mi trabajo, estaba tranquilo por haber ayudado a mi amigo. En ese momento llamé a la sociedad que me había confiado el trabajo para explicar que enviaría la traducción al día siguiente, pensando que me quedaría trabajando toda la noche. La respuesta fue: “Puedes dormir tranquilo. Esa intervención fue cambiada de fecha”» (T. M. – Eslovaquia)
Una carta desde Amman, en Jordania. La firma Wael Suleiman, director de la Cáritas Jordana, que se ocupa de la acogida de los centenares de millares de refugiados llegados desde Irak, Siria y Palestina: «La vida ya no tiene sentido para nadie en Oriente Medio. Hay una oscuridad absoluta. Miedo. Muerte. Odio. Refugiados. Campos. Pero el ideal que nos hace seguir adelante, más allá de todo esto, es descubrir que Dios todavía está ahí y además es amor y nos ama inmensamente, que el amor es más fuerte que todo». Es una fe sólida la que sostiene al director de la Cáritas Jordana. Y esa fe va acompañada de obras concretas: la labor cotidiana de tantos voluntarios, pero también las ayudas que se reciben y los proyectos internacionales. Entre estos está también “HOST SPOT”, la propuesta de New Humanity junto con otras asociaciones de 9 países europeos y de Oriente Medio para difundir una cultura de la comprensión y para proteger los derechos humanos. Del 7 al 19 de agosto del 2016 un grupo de jóvenes de varias nacionalidades se trasladarán allí para realizar una experiencia de voluntariado en los centros de acogida de prófugos en Jordania, movidos por el deseo de conocer de primera mano las reales dificultades que enfrentan los refugiados. Son jóvenes con un background diferente, dispuestos a adquirir competencias y conocimientos para defender el derecho a la libertad de expresión, y para involucrarse en la producción de documentales que se ocupen de narrar las historias de vida de los refugiados. El proyecto prevé que se encuentren con los prófugos que escapan del conflicto sirio e iraquí y que encuentran refugio en Jordania. Esta actividad forma parte de un proyecto financiado por la Comunidad Europea (programa Erasmus) llamado “HOST SPOT”. El título elegido refleja los dos aspectos del proyecto. Se juega con el concepto europeo de ‘acercamiento Hotspot’ – término de la UE que indica los puntos de llegada, donde se acoge por primera vez a los refugiados y donde se separan de los emigrantes por razones económicas – y la palabra host (hospitalidad), subraya el aspecto de la acogida y spot, que es una breve presentación comercial en la televisión o en la radio, incluida entre los programas principales, dado que el proyecto contempla la realización de un video-documental. Después de Jordania, el proyecto prevé también un curso de formación en Turquía (octubre 2016) con el fin de mejorar las capacidades periodísticas y de “storytelling” (arte de contar historias) de los participantes, para la promoción de los derechos humanos y en especial de la libertad de expresión, y otro curso en Alemania (marzo 2017) con el objetivo de desarrollar habilidades técnicas en la producción de documentales sociales, con las imágenes recogidas en las primeras experiencias; al mismo tiempo se tendrá la oportunidad de encontrarse con los refugiados en los campos de prófugos alemanes y hacer una comparación entre los diferentes sistemas de acogida. Bajo el lema del encuentro y de la reciprocidad, lo que se propone es documentar y grabar las historias personales y la vida diaria en los campos de prófugos, con el fin de ofrecer a la opinión pública mayores informaciones para comprender el fenómeno de los flujos migratorios y sensibilizar las conciencias. Info: info@new-humanity.org Maria Chiara De Lorenzo
Apenas se supo de la gravedad de la enfermedad, los amigos de Andrés, junto a chicos y adultos de Appignano empezaron a reunirse alrededor de los familiares en la pequeña iglesia de la Virgen Dolorosa. Cada vez eran más numerosos y era cada vez más sentida la oración, por la sanación de Andrés. Y conforme el internamiento se iba prolongando, pedían con fe también la fuerza y la paz para sus papás, y para que Andrés no se sintiera nunca solo, ni siquiera cuanto tenía que afrontar exámenes o terapias, para que no tuviera que sufrir demasiado. Precisamente este año su salón de clases se estaba preparando para la Primera Comunión y los chicos y sus padres, todos de acuerdo, decidieron postergar el evento al siguiente año para permitirle a Andrés celebrarlo con todos. Finalmente Andrés regresa a casa. Sus amigos sabiendo que por el tratamiento había perdido todo el cabello, para no hacer que se sienta mal, también ellos se rapan el pelo para recibirlo. Mientras tanto Andrés, como un verdadero campeón de la serenidad, prosigue el tratamiento, sin perder nunca su maravillosa sonrisa. Después de dos años Andrés parece curado, tanto que puede participar en el curso de verano de formación y en los encuentros semanales de los chicos del Movimiento diocesano de los Focolares. En febrero de 2016 hay una novedad: los exámenes sugieren que haga un nuevo ciclo de terapia, que también esta vez parece dar buenos resultados. Pero precisamente mientras regresa a casa de un encuentro Gen 3, tiene una grave crisis que lo obliga a internarse de inmediato. Es difícil describir lo que sucedió entonces en Appignano. Tres veces a la semana los compañeros de clases y de toda la escuela, junto a los jóvenes amigos de Federica, su hermana y muchas otras personas cercanas a la familia, vuelven a llenar la iglesita de la Dolorosa. Quienes guían los momentos de oración son los mismos chicos, en un extraordinario clima espiritual de fe en Dios Amor, seguros de que todo lo que Él manda o permite, siempre conduce al Bien. Es ésta una certeza que también cuando Andrés, con trece años, deja esta tierra, no decae su presencia en la comunidad de Appignano. Durante dos días un peregrinaje continuo de chicos y de adultos prosigue en forma continua en la capilla de la Dolorosa –donde está el cuerpo de Andrés- para acompañar a la familia, y hacen turnos para no dejarlo nunca solo. En el funeral, que se celebra en la parroquia, la iglesia no logra contener a todas las personas que vienen. El celebrante habla de Andrés como de un “guerrero” y un “maestro de vida” al recordar la fuerza con la que enfrentó la enfermedad. Subraya con estupor el gran sentido de humanidad, de fraternidad, de fe que el chico supo despertar en toda la comunidad. A la salida, los niños y los adolescentes lanzan al cielo cientos de globos blancos, como símbolo de su seguridad de que Andrés está en el Paraíso y de la gran cercanía de toda la comunidad con la familia: es una imagen que inunda también las redes sociales. Un obrero, padre de familia, observaba: “Lo que más me impresiona es esta gran participación de personas, de nacionalidades y religiones distintas. Es una verdadera enseñanza también para nosotros los adultos, que a menudo nos olvidamos de la humanidad que nos une a todos. Realmente Andrés y sus amigos son nuestros maestros de vida”. Y una chica: “Rezamos mucho pidiendo el milagro. Y el milagro ocurrió: un chico logró unir a todo el pueblo a su alrededor. Es algo que no se puede explicar”. En el cementerio, una niña viendo a una mujer llorar desconsolada, se le acercó para decirle: “No llores. Ahora Andrés está con Jesús”. Ya han transcurrido dos meses desde que ocurrieron estos acontecimientos e inexplicablemente los encuentros de oración en Appignano prosiguen todos los miércoles, “porque precisamente es así –dicen los chicos- tenemos que seguir adelante para que los frutos de Andrés –asi me gusta llamarlos, dice una de ellos- sigan madurando entre nosotros”.
Desde los inicios del Movimiento, sobre todo por las circunstancias dolorosas de la guerra, Chiara y sus compañeras estuvieron muy atentas en amar a los pobres de su ciudad, acogiéndolos en su casa, visitándolos, llevándoles lo necesario, socorriéndolos de todas formas. Por este ejercicio de amor, de caridad hacia el prójimo más necesitado, más tarde comprendieron que su corazón no tenía que dirigirse sólo a los pobres sino a todas las personas indistintamente. (…) Sobre las obras de misericordia Chiara habla en varias cartas enviadas, desde los primeros tiempos a cuantos se acercaban al Movimiento. Entre las muchas que escribió, hacemos referencia a lo que escribió a su amiga Ana, exhortándola a vivir en cada momento del día la obra de misericordia que Dios le pone delante y hacerlo también en la relación consigo misma, a Jesús que está dentro de ella: “Recuerda que al final de la vida te interrogarán sobre las 7+7 obras de Misericordia. Si las cumpliste, habrás hecho todo. Quisiera que vivieras con nosotros el momento presente y en el presente, la obra de Misericordia que Dios te pide. ¿Estudias? Instruye al ignorante. Una compañera te preguntan algo. Aconseja al dudoso. ¿Comes o das de comer?. Alimentas al hambriento. (…), etc. Las 14 obras de misericordia son tales que resuelven cada una de tus acciones. Y tu actividad puede estar dirigida a Jesús que debe vivir y crecer en ti y en tu prójimo”. El amor recíproco, el pacto de misericordia y el perdón El mandamiento nuevo de Jesús: “ámense los unos a los otros como yo los he amado…” (cfr. Jn. 13, 34), pone de relieve la característica de las relaciones interpersonales de los cristianos y el fin último de la misericordia.Representa otro punto fundamental de la espiritualidad de Chiara. Es el amor recíproco que, vivido en la tensión de “ser los primeros en amar”, de donación incondicionada, gratuita de los unos hacia los otros, caracterizó la vida del primer focolar. Chiara misma describe la radicalidad de esta vida, hablando a un grupo de amigos musulmanes sobre el “pacto de misericordia”. (…) En otras circunstancias Chiara reafirma cuán oportuna es esta práctica, subrayando el valor del perdón, y defendiéndolo como un auténtico acto de libertad: “Perdonar. Perdonar siempre. El perdón no es un olvido que a menudo significa no querer ver de frente la realidad. El perdón no es debilidad, o sea no tener en cuenta un desaire por miedo a quien lo ha cometido que es más fuerte que nosotros. El perdón no consiste en afirmar que no tiene importancia lo que es grave, o que es bueno lo que es malo. El perdón no es indiferencia. El perdón es un acto de voluntad y de lucidez, por lo tanto, la libertad consiste en recibir al hermano así como es, a pesar del mal que ha hecho, como Dios que nos acoge siendo pecadores, a pesar de nuestros defectos. El perdón consiste en no responder a la ofensa con la ofensa, sino hacer lo que Pablo dice: ‘No te dejes vencer por el mal, vence con el bien el mal’. El perdón consiste en abrirle a quien te hace daño la posibilidad de una relación nueva contigo, por lo tanto, la posibilidad para él y para ti de volver a empezar la vida, de tener un porvenir en el cual el mal no tenga la última palabra. (…) Sobre esta actitud que se ha de tener delante de cada hermano, Chiara insiste y especifica la necesidad de volver a empezar siempre: “Quizás ese hermano, como todos nosotros, ha cometido errores, pero ¿cómo lo ve Dios? ¿Cuál es realmente su condición, la verdad de su estado? Si está bien delante de Dios, si Dios ya no recuerda nada, y ha borrado todo con su sangre. ¿Por qué tenemos que recordar nosotros? ¿Quién está en el error en ese momento? ¿Yo que lo juzgo, o el hermano? Yo. Entonces tengo que ponerme a ver las cosas desde el punto de vista de Dios, en la verdad, y tratar consecuentemente al hermano. Y si lamentablemente él todavía no se ha arreglado con el Señor, el calor de mi amor, que es Cristo en mí, lo debería llevar al arrepentimiento como el sol que absorbe y cicatriza tantas llagas. La caridad nos mantiene en la verdad y la verdad es misericordia pura, de la cual tenemos que revestirnos completamente para poder llamarnos cristianos. ¿Mi hermano regresa? Yo tengo que verlo nuevo, como si nada hubiese sucedido y recomenzar la vida juntos, en la unidad de Cristo, como la primera vez, porque ya no queda nada de aquello que me dolió. Esta confianza lo salvaguardará de otras caídas, y también yo, si lo mido así a él, podré tener la esperanza de ser juzgado un día por Dios de la misma manera”. Fuente: Centro Chiara Lubich Primera parte: La misericordia en la espiritualidad de Chiara Lubich Texto integral de Alba Sgariglia (italiano)
«Mientras estoy volviendo a casa – cuenta Ofelia quien vive en un barrio marginal de Valencia, la tercera ciudad de Venezuela–veo una pareja que se dirige a pie hacia la zona donde está mi casa. Freno el auto y les pregunto si quieren que los lleve. Exhaustos, sin tener casi fuerza para responder, suben al auto. Después de haberse reanimado, me cuentan que se levantaron temprano para conseguir harina y otros alimentos de primera necesidad para sus hijos, pero la cola era tan larga que cuando les llegó el turno ya no había nada. Desilusionados, lo único que llevaban a casa era un fuerte dolor de cabeza por no haber desayunado ni almorzado» Son situaciones dolorosas y lamentablemente frecuentes, ante las cuales a menudo no hay respuesta. De hecho, tampoco Ofelia tenía algo para darles. También su bolso estaba vacío y tampoco ella tenía trabajo. La difundida carencia de medios ha impulsado a la comunidad del Focolar presente en Venezuela a ayudarse y a ayudar en todas las formas posibles. Por ejemplo las señoras se arreglan y se corta nel cabello unas a otras y arreglan los vestidos antiguos compartiéndolos según las necesidades de cada una, de forma de estar presentables y armoniosas a pesar de la lpobreza. Testimonian también de esta forma visible el amor evangélico que tratan de vivir entre ellas. «Un día – cuenta un padre de familia- voy a comprar la comida, pero no encuentronada: parecía que todo había desaparecido. Dando vueltas por aquí y allá veo el “fororo” (maíz tostado). En general no lo comemos, pero recordando que una familia de amigos nuestros lo comían, pensé que era mejor que nada. A la tarde, pasando delante de su casa, me detuve y pregunté a sus moradores: ¿Almorzaron? No, me respondió la esposa, y tampoco desayunamos. No tenemos plata y mi marido ya no tiene fuerza por el hambre que sufre. Les dije que no podían irse a dormir sin haber comido, y corrí a casa a buscar el fororo que había comprado. Esa noche tuve una gran alegría porque ellos pudieron cenar, aunque fuera simplemente fororo» Un día, Laura se encuentra con una señora que le confiesa su preocupación por no lograr encontrar las medicinas para controlar la hipertensión. Ella, en cambio, había logrado conseguir los fármacos a través de sus conocidos del extranjero. En tiempos como éstos, la prudencia aconsejaría tenerlos reservados, también porque no se sabe si se podrá conseguir nuevamente la medicina. Pero en el Evangelio Jesús dice «den y se les dará» y, sin pensarlo dos veces, abre su cartera y le da un blister entero de comprimidos. En esta difícil situación del país, la visita (21 – 25 de mayo) de Cecilia Di Lascio, argentina, coordinadora regional del Movimiento Políticos por la Unidad, no podía ser más oportuna. En Caracas, fue interesante el intercambio que ella tuvo con 75 personas – entre los cuales no faltaban varios jóvenes- comprometidas a favor del bien común. Se comunicó el ideal de la fraternidad a un grupito de personas que trabajan en política en una sala de la Asamblea Nacional; y antes de dejar el país, se realizó un encuentro con un grupo de docentes universitarios en el que se reflexionó sobre cómo formar a los jóvenes según el paradigma de la fraternidad en los diversos ámbitos del conocimiento y de las actividades humanas. Se realizaron también dos eventos importantes en Maracaibo: el encuentro con el Dr. Lombardi, rector de la Universidad Cecilio Acosta, y una reunión con la comisión RUEF (Red Universitaria de estudios sobre la Fraternidad). Todo esto contribuyó a adquirir una mayor comprensión del proceso político que el país está viviendo. «Hay que apuntar a la equidad como objetivo central a partir del paradigma de la fraternidad– afirmó Di Lascio en sus varias intervenciones- . En esta situación que no es fácil creo firmemente en la importancia del compromiso de todos juntos por el bien común».
«Cuando sonó el teléfono el domingo a la mañana, del otro lado del cable estaba el hijo de mi marido que gritaba y lloraba: un amigo suyo se encontraba entre las víctimas de la masacre de Orlando. Quedamos paralizados y también nosotros lloramos abiertamente. La tragedia había entrado en nuestra casa». Rachel sintió que la única respuesta posible a este dolor sin sentido era el amor, era reunir a la familia. «Nos unimos al momento de silencio de las 6.00 de la tarde, que hizo que toda la ciudad y el Estado se detuvieran, y luego fuimos a misa porque sólo Dios podía consolar a las familias, a los heridos, a los amigos y a nuestro hijo». El salón de belleza de Eva que queda a pocas cuadras del club y los colaboradores conocían bien a algunas de las personas que lo frecuentaban. «No había visto la Tv y no me había alarmado particularmente por las sirenas nocturnas y por lo tanto, me enteré del atentado sólo en la iglesia cuando anunciaron que un parroquiano nuestro había sido asesinado. Lo conocíamos. Estas personas, eran profesionales, eran nuestras amigas, no sólo gay. Lo que le ocurrió a ellos me podría haber ocurrido a mí o a mis seres queridos. Me pregunté si había dado lo mejor de mí misma para amar a quien estaba a mi lado. Esos disparos habían asesinado a jóvenes, pero yo no podía dejar que el amor muriera».
Una vigilia de oración por las víctimas de la matanza de Orlando
Son muchos los testimonios que se intercambiaron los miembros de los Focolares en las horas siguientes a la masacre de Orlando, donde en un conocido night club para Lgtb perdieron la vida 49 personas, asesinadas por Omar Matee, un hombre con serios problemas psíquicos, que quiso marcar ese gesto de muerte como una reivindicación religiosa. Las investigaciones hasta el momento demuestran que el Islam no tiene nada que ver con los homicidios perpetrados, dado que el asesino hace tiempo había sido identificado por su carácter belicoso y agresivo. «Las noticias de homicidios brutales como el del domingo parece que se han convertido en algo normal y sentía que estaba siendo contagiado por un sentimiento de insensibilidad – confiesa Martín. ¿Por qué seguir creyendo en la fraternidad y en el amor frente a esta misión imposible de revertir el mal? Cuando estos pensamientos abstractos tomaron el rostro de muchos amigos musulmanes, advertí físicamente la angustia y el dolor que estaban sintiendo al ser tachados nuevamente como terroristas. No podía ignorar las horas transcurridas dialogando con ellos, conociéndolos y en muchas ocasiones ayudándonos recíprocamente. No puedo y no quiero ignorar el bien que existe y que permite que este mundo se convierta en un mejor lugar». El riesgo de que los musulmanes sean nuevamente acusados de favorecer actos de violencia es fuerte, pero la realidad es muy distinta porque justamente ellos fueron los primeros en donar su sangre para muchos heridos y en muchas ciudades la oración del fin de la jornada del Ramadán fue dedicada especialmente a los muertos de Orlando. Las edades de Sandra, Milagros y Joyce, juntas suman menos de 70 años. Se repitieron a sí mismas que el Evangelio es la única arma que no hiere a los demás, sólo al propio orgullo y al propio egoísmo. «Es completamente insensato todo lo que estamos viviendo, pero no dejar que el miedo nos detenga. Debemos demostrar que nuestro amor personal justamente porque comienza por el más pequeño, por la paz en nuestro ambiente de trabajo, por nuestro vecino, puede cambiar mucho, puede llevar perdón y esperanza» «Cuando el domingo a la mañana me enteré de la tragedia, que ocurrió lejos de mi casa, a personas que han hecho elecciones distintas de la mía, pensé que la diversidad no puede dividirnos: son nuestros hermanos y hermanas». Celi comenzó con este testimonio una cadena de oraciones y de comunión. «La única respuesta al odio y al terrorismo es no dejar de vivir con esta fe y sobre todo junto a todos aquellos que realmente no se rinden, y siguen ofreciendo la caricia de Dios, a pesar de sus muchas fragilidades».
“Cristianos de fiesta” fue el título de un gran encuentro ecuménico realizado en Niza (Francia), donde Martin Hoegger, pastor reformado suizo, fue invitado a dar su testimonio sobre “Cristo, luz en mi vida”, y sobre cómo esta luz lo llevó del ateísmo a la fe. Reportamos una síntesis. La intervención integral se puede leer en francés en su blog. «Cuando tenía 18 años, me hacía muchas preguntas sobre el sentido de la vida. Me preguntaba qué estudios emprender. Estaba muy aferrado a la Filosofía y a la Literatura, pero lo que buscaba no era sólo la sabiduría. También quería conocer a Dios. Me inscribí en la Facultad de Teología de Lausana. Me atraía el estudio de la religión y pensaba que encontraría mi camino en la Teología. Pero a medida que avanzaba, aumentaban los interrogantes. Después de 10 meses me había vuelto ateo. Un día entré en una iglesia y dejé escrita mi rebelión en el atril: “¡Dios no existe!”. Entonces decidí dejar de estudiar, pero seguí haciéndome preguntas. Tiempo después, un amigo me invitó a participar en un encuentro en Aix-en-Provence, en una facultad de Teología protestante. Allí Dios me esperaba. Me impresionó la atmósfera de fraternidad que se vivía en ese encuentro. A la noche, me arrodillé en mi habitación y sólo una palabra salió de mi boca: “perdón”. Estaba sorprendido: ¿a quién dirigía esa palabra? En el fondo sabía por qué la había pronunciado: en esa época había entrado en conflicto con muchas personas y había herido a bastantes de ellas. Regresando a casa fui a visitarlas para pedir “perdón”. Cada vez era una experiencia nueva, de luz. Sentía que Cristo me esperaba en los demás, sobre todo en los más débiles. A partir de allí busqué un contacto con otros cristianos. Hasta ese día había vivido por mi cuenta. Ahora descubría la luz de Jesús Resucitado que ilumina a quienes se reúnen en Su nombre. Comparto con ustedes tres experiencias de la Palabra que tienen una fuerte dimensión ecuménica. La escuela de la Palabra: cuando era director de la Sociedad Bíblica Suiza entré en contacto con el Card. Martini, quien entonces era el arzobispo de Milán. Él reunía a miles de jóvenes mediante la propuesta de la lectio divina. A algunos dirigentes juveniles de las iglesias católicas, reformada y evangélica en Suiza les interesó esta experiencia. El Cardenal nos animó a lanzar una escuela ecuménica de La Palabra. Experimentamos que escuchar juntos a Cristo nos une profundamente. La Palabra de Vida, como “luz en mi camino” (Salmos 119,105). La Palabra de Vida la publica el Movimiento de los Focolares, con el que estoy en contacto desde hace unos veinte años. Se trata de tomar un versículo de la Biblia, meditarlo y profundizarlo durante todo el mes, pero sobre todo, de tratar de vivirlo en la vida cotidiana y compartir los frutos con los demás. En las parroquias donde he ejercitado mi ministerio he propuesto vivirla: renueva la parroquia. La celebración de la Palabra en la catedral de Lausana, el primer domingo a la noche de cada mes. La Comunidad de las Iglesias cristianas del cantón de Vaud, ha invitado a las 20 iglesias que forman parte de él. Desde el 2004, más de 100 celebraciones nos han reunido en este lugar. Son un aprendizaje introductorio al ecumenismo en donde descubrimos nuestras diversidades y gozamos por ellas. Nos anima a no tener miedo de la diversidad y a dar gracias por los dones encontrados en los otros, que no dejan de enriquecernos. Esta iniciativa es preciosa para ayudarnos como cristianos a caminar juntos hacia la unidad. Reunirnos juntos ante la presencia de Dios para escuchar su Palabra, es anticipar desde ya la plena comunión. Mediante la oración, el Espíritu Santo nos une. Por eso Cristo es luz en mi vida». Maria Chiara De LorenzoBlog de Martin HoeggerDiscurso del papa Francisco a la Directiva de la Comunión mundial de las Iglesias Reformadas.
La Carta “Iuvenescit Ecclesia”, firmada por el Cardenal prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Ludwig Müller, y por el arzobispo secretario, Luis Ladaria, fue aprobada por el Papa Francisco, y está dirigida a los obispos de la Iglesia Católica. Está centrada “en la relación entre los dones jerárquicos y los carismáticos para la vida y la misión de la Iglesia”. La Carta está injertada en el camino de la Iglesia “en salida”, en esta nueva fase de la historia y representa un motivo de alegría y de gratitud para las nuevas realidades eclesiales de las que el Movimiento de los Focolares es una expresión.Esta reciprocidad entre los dones jerárquicos y los dones carismáticos, de la que hace referencia la Carta, interpreta plenamente la experiencia que ha acompañado al Movimiento de los Focolares hasta hoy. Éste se encuentra inmerso en el cauce de las “olas de Movimientos” suscitadas por el Espíritu Santo para la renovación de la Iglesia en sinergia con sus Pastores, como afirmó el entonces Card. Ratzinger en mayo de 1998, en preparación al Jubileo del 2000. El Movimiento de los Focolares se siente ulteriormente motivado, por la “Iuvenescit Ecclesia”, a corresponder con autenticidad a la co-esencialidad entre dones jerárquicos y dones carismáticos que San Juan Pablo II indicó, siguiendo la línea del Concilio Vaticano II. Hoy día, dicha co-esencialidad se ha vuelto más que nunca necesaria para la vida y la misión de la Iglesia, al servicio de la humanidad, de sus expectativas, heridas e instancias, con el objetivo, comprometedor pero realista, de edificar todos juntos la civilización del amor. Lee el documento integralFuente:Servicio de informaciones Focolares-SIF
La crisis de los refugiados en Europa interpela a todo el mundo, por sus dimensiones y sus muertes, las fronteras cerradas, y también por la gran generosidad de muchos. Esta noticia nos llegó desde Indonesia y los que escriben son los Jóvenes por un Mundo Unido de la ciudad de Medan (que tiene 4 millones de habitantes).«Los numerosos refugiados que acampan en Grecia nos interpelaban. Queríamos hacer algo. Decidimos por lo tanto vivir nuestra Semana del Mundo Unido de 2016, organizando un concierto para recaudar fondos para ellos. Ese concierto era también una expresión fuerte para afirmar que la paz es posible y comienza por nosotros mismos, a través de hechos concretos». «Teníamos dos meses para prepararlo; no era mucho tiempo, pero dijimos que lo íbamos a lograr y nos pusimos a trabajar sin prestarle atención al cansancio físico y a las dificultades económicas. Para cubrir los gastos de la organización fuimos a tocar nuestras canciones a los restaurantes, y tampoco faltó la providencia de Dios. Logramos así pagar el alquiler de la sala, una parte del sistema de sonido y otros gastos varios». «Cuando vi a todos esos jóvenes delante de mí – cuenta Ika- traté de no pensar en mí misma sino en los refugiados y me armé de coraje». Desde el punto de vista técnico – confiesan con simplicidad- «hubo muchos errores, pero la atmósfera de entusiasmo y de alegría de casi 350 participantes nos convenció de que ¡valió la pena!». Un coro de una universidad católica y 4 cantantes quisieron dar su contribución al concierto por la paz». «Se recaudaron € 600, que corresponde a 3 ó 4 meses de sueldo base en Indonesia. No es muchísimo, pero estábamos muy felices porque pudimos dar nuestro grano de arena por nuestros hermanos en dificultades» «Fue una experiencia extraordinaria – afirma Randi -. Sentí fuerte que las diferencias, tanto religiosas como de etnia, verdaderamente son bellas. Espero que muchos corazones hayan sentido el impacto y comiencen a amar con gestos concretos» «En un mural en el que estaba escrito “Let’s bridge”, los participantes dejaron por escrito su compromiso de construir la paz».
Párroco de misericordia «Para comenzar el Año de la misericordia con un gesto concreto, le pedí perdón a mis parroquianos si no se habían sentido siempre amados por mí e invité, a aquél que lo deseaba, a acercarse y darnos un apretón de manos para sellar el pacto de vernos con ojos nuevos. Se formó una fila larguísima; con cada uno pude intercambiar alguna palabra. Al día siguiente, una parroquiana que no había estado presente vino a pedirme si podía repetir con ella ese gesto que había impresionado mucho a la gente del pueblo y que estaba teniendo muchas consecuencias» (I. S. – Hungría) Compartir «Estoy casi ciego. El compañero que me ayuda a estudiar me dio 1.220 chelines para comprar el medicamento contra la malaria. En la calle hacia la farmacia, me encontré con una señora pobre que me contó sus necesidades económicas. Para ayudarla le di 200 chelines. Poco después, delante de la farmacia, me encontré con otra mujer, también ella necesitada de dinero: no tenía lo suficiente para comprar un medicamento que precisaba. También en ella reconocí a Jesús que me pedía ayuda. Así que otros 200 chelines fueron para ella. Ahora, para comprar mi medicamento me faltaban 400 chelines. Estaba seguro de que Dios no me haría faltar su auxilio, así que entré igualmente a la farmacia. Y allí encontré un amigo que hacía tiempo no veía. Apenas le conté lo que me pasaba, él insistió en ofrecerme 500 chelines: más de lo que necesitaba». (R. S. – Tanzania) En el lavadero público «Éramos muchas las que estábamos en el lavadero público lavando nuestra ropa cuando llegó un hombre casi ciego con dos sábanas, una camisa y un turbante para lavar. Pidió que le hiciéramos un poco de sitio. Como nadie quería moverse, me dirigí a él: «Baba, dame tus cosas: te las lavo yo» Las otras se pusieron a reír. Antes de irse, el señor, contento con su ropa lavada, me dio su bendición y también un pedacito de jabón que cuidaba celosamente. Ahora nadie se burlaba. Al contrario, comenzaron a prestarse las cosas y a ayudarse entre ellas». (F. R. – Pakistán) Divorcio anulado «No fue fácil para Susanna aceptar mi decisión de pedir el divorcio. Sobre todo porque deseaba trasladarme a otra ciudad con la persona con quien había comenzado una nueva relación. Después de un rechazo oficial, la actitud de mi esposa cambió: me sorprendía su gran dignidad y no comprendía de dónde sacaba esa energía que le permitía tratarme bien a pesar de mi traición. Este pensamiento me quitó la paz. Un día la invité a almorzar a un restaurante: quería saber. Con simplicidad ella me confesó que había descubierto, a través de la cercanía con algunos amigos cristianos, el amor de Dios. Dios que nos ama siempre, a pesar de nuestra infidelidad, y está al lado nuestro también en los acontecimientos dolorosos de la vida. Esto fue suficiente para hacerme cambiar de idea. Susanna y yo recomenzamos» (L. M. – Usa)
«Cochabamba es el corazón del país, la tercera ciudad boliviana. Está sumergida en un valle fértil, rodeada por la Cordillera de los Andes. Ya el viaje me prepara para escalar mis montañas personales para dar el salto de dejar atrás mi cultura, mis categorías, mis prejuicios, y estar así lo suficientemente libre para acoger la belleza de esta experiencia en la que cada uno será un don para el otro». «El 26 a la mañana visitamos el centro histórico, donde se respira un clima tradicional y culto y donde se conservan numerosas imágenes coloniales que yacen en muchos templos y en las grandes viviendas coloniales. Por la tarde nos dirigimos hacia la “Universidad Católica Boliviana San Pablo” para participar de un encuentro con 70 jóvenes de varias facultades. Después de las presentaciones teóricas, escuchamos unas experiencias, precedidas por una dinámica de grupo que preparó Aldo Calliera quien nos propuso buscar el “Norte”, ya que – dijo – “el mundo perdió su brújula”. Para la Economía de Comunión, lo sabemos, el norte es el Otro». «El día 27 de mayo empezó el 1° Congreso de empresarios EdC en Bolivia, del cual tuve la suerte de participaren vivo y en directo, observando, escuchando, para relatar un evento extraordinario, compuesto por muchas historias que apuestan a la comunión día tras día». «Ramón Cerviño, empresario argentino, nos recibió mientras nos recordaba que vinimos para hacer una experiencia de comunión, porque es precisamente la comunión la riqueza más importante de la EdC». «El programa nos llevó a sumergirnos hasta las raíces del Carisma de la unidad, para redescubrir los orígenes de la EdC. Luego, fuimos a visitar el “Centro Rincón de Luz”, una obra social que ofrece apoyo escolar a los niños de un barrio muy pobre. Allí, no siempre las familias pueden seguir y controlar las tareas escolares de los pequeños pues viven amontonados en pequeñas cabañas de uno o dos cuartos, a menudo están desnutridos y a veces incluso, son maltratados. Maricruz, quien ahora es una de las directoras, era una de estos niños. Solidaridad que genera más solidaridad. El círculo virtuoso de la reciprocidad es la clave para responder a los problemas sociales concretos». «Visitamos también la “Casa de los Niños”.Chiara Lubich alguna vez expresó el deseo de que un día se cerraran todos los orfanatos, con la esperanza de que cada niño pudiera gozar del calor y del amor de una familia. Persiguiendo este sueño, muchos, como Arístides se pusieron a trabajar, allá donde y cómo se puede, para darles un alojamiento provisional y apoyar a las familias de los niños que sufren el abandono más grande, los que son portadores de VIH. En estos últimos años, gracias a la ayuda de muchas personas, lograron acoger a casi un centenar de familias y ofrecerles una vivienda digna. A pesar del dolor de esas familias, muchas de las cuales son seropositivas, la belleza de la ciudadela demuestra que es posible abrazar el dolor inocente y llenarlo de alegría, de juegos, flores y esperanza». «En el encuentro entre empresarios mexicanos, paraguayos, argentinos y bolivianos, compartimos nuestros sueños, los fracasos, los éxitos, las dificultades y las esperanzas. El 28 de mayo tuvo lugar un encuentro especial en el “Gran Hotel Cochabamba”, del cual participaron unas 120 personas, entre las cuales había empresarios, estudiantes, docentes, ejecutivos y personas interesadas en una “nueva cultura económica”. El domingo 29 fue un día de fiesta: |se celebraba el 25° aniversario de Economía de comunión! Cantos, danzas, comidas típicas y mucho compartir. Gracias Bolivia por haberme hecho redescubrir “el norte”, donde cielo y tierra parecen confundirse». Fuente: sito del Cono Sur
“Misericordiosos como el Padre” es el programa de vida propuesto por el Papa Francisco para el Año Santo. “En la misericordia, de hecho –dice la Bulla de convocación – tenemos la prueba de cuánto Dios nos ama. Él da todo de sí mismo, por siempre, gratuitamente, y sin pedir nada a cambio. Nos ayuda cuando lo invocamos. (…) Su ayuda consiste en hacernos sentir su presencia y su cercanía” (MV 14). Es éste el rostro del Amor . Misericordia que revela plenamente la Paternidad de Dios. Dios es Amor: es la chispa inspiradora que origina el carisma de la unidad que el Espíritu Santo donó a Chiara Lubich en nuestro tiempo (…) Chiara, entonces, no descubre un Dios lejano, inaccesible, extraño a su vida, sino el rostro Paterno de Él (…) Por lo tanto, todo lo que sucede es visto como realización del plan de amor sobre cada uno, como prueba tangible de su mirada vigilante, de su presencia cercana. “Incluso los cabellos de sus cabezas están contados” (Mt 10,30). Es un amor paterno que provee ante todas las necesidades, incluso las más pequeñas, hasta llegar incluso a colmar los vacíos dejados por nuestras imperfecciones, por nuestros pecados. Es el rostro del Padre misericordioso que –mediante el Hijo encarnado- se manifiesta y revela plenamente su amor misericordioso. Episodios evangélicos sobre la misericordia En varios documentos del Magisterio de la Iglesia dedicados al tema de la misericordia, se hace referencia a esos pasajes evangélicos que mejor la ilustran. Un ejemplo clásico es la parábola del hijo pródigo (Lc. 15,11-32). (…) Una vez Chiara ilustró esta parábola a un nutrido grupo de jóvenes reunidos en la catedral de Paderborn, en Alemania. Era el 12 de junio de 1999. Estas son sus palabras: “El padre del hijo pródigo tendría muchas cosas que hacer: ocuparse de la hacienda, de los empleados, de la familia; pero su principal actitud era la de la espera, la espera del hijo que se había ido. Subía a la torrecita de su casa y miraba a lo lejos. Así es el Padre Celestial. Imaginen, jóvenes, si pueden, su divina, altísima y dinámica vida trinitaria, su empeño de sostener la creación, de dar un lugar a quien llega al Paraíso. Sin embargo, Él sobre todo hace una cosa: espera. ¿A quién? A nosotros, a mí, a ustedes, especialmente si nos encontramos lejos de Él. Un buen día ese hijo, que el padre terreno tanto amaba, después de haber despilfarrado todo, regresa. El padre lo abraza, lo cubre con una vestidura preciosa, le pone un anillo en el dedo, hace preparar el ternero gordo para hacer una fiesta. ¿Qué debemos pensar? Que él deseaba ver a su hijo renovado, ya no quiere recordarlo como era antes. Y no sólo lo quiere perdonar, sino que lleva incluso a olvidar su pasado. Éste es el amor por él, en la parábola. Así es el amor del Padre por nosotros en la vida: nos perdona y olvida”. Fuente: Centro Chiara LubichTesto integral de Alba Sgariglia (italiano)
«Tuve que dejarlo todo: patria, esposa, dos hijos pequeños. La verdad es que no tenía otra opción. Siendo docente y hombre todavía joven, hubiera tenido que enrolarme en el ISIS y difundir sus ideas. Y dado que me opuse, me hubieran matado si me quedaba allí». Una vez llegado a Graz (Austria), Mohamed, como muchos otros migrantes, quedó “aparcado” en un campo para refugiados, donde durante meses no tuvo nada que hacer ni posibilidades de contactos con el mundo exterior. «Nos sentíamos aislados y deprimidos – cuenta – pero en un determinado momento alguien empezó a interesarse en nosotros». Eran los de la comunidad local de los Focolares. Ellos, gracias a la mediación de una amiga siria, que se encuentra en Graz desde hace tres años, invitaron a los refugiados de Siria que vivían en el campo – unos cuarenta – para que se reunieran en una sala parroquial. Allí pudieron expresar sus necesidades más apremiantes: aprender el idioma y encontrar un trabajo. La comunidad se puso manos a la obra y en poco tiempo logró organizar un curso de alemán. Alguien ofreció dinero para los libros de texto; una señora recogió entre los amigos unas quince bicicletas, cubrió personalmente los gastos de reparación y las puso a disposición de los estudiantes que debían recorrer unos 10 km para llegar a clases; otros realizaron trabajitos de restauración en las casas y en el cuidado de los jardines. «Por fin teníamos algo útil que hacer – suspira con alivio Mohamed –, por fin alguien nos daba una mano y nos apreciaba». Así nació una amistad que se ha vuelto cada vez más profunda. De tal suerte que llegó a ser lógico encontrarse, comer juntos y también abrirse al diálogo cultural y religioso. El primer paso fue ir juntos a la mezquita, donde encontraron a muchas otras personas; una vez llegaron incluso a ser unos 400, «Algo grandioso para nosotros – confía Mohamed –. Por fin nos sentíamos nosotros mismos. Allí podíamos olvidar lo que nos estaba pasando y entrar en contacto directo con Dios. Vivir ese momento juntos musulmanes y cristianos nos hizo sentir aún más cercanos los unos con los otros». Durante el verano, 4 musulmanes participaron de laMariápolis, cuya fecha coincidía precisamente con el fin del Ramadán, celebrado todos juntos con músicas árabes, danzas al aire libre y dulces sirios. En esos mismos días, Mohamed se enteró de la muerte de su madre. Fue una ocasión conmovedora para orar juntos por ella recitando algunos Salmos, elegidos de manera que respetaran la sensibilidad de todos. También comprender el dolor del otro es un diálogo profundo. Luego Mohamed presentó a las Autoridades la solicitud de reagrupación familiar en Austria, trámite que se reveló muy complicado. Veintidós veces su esposa se preparó para alcanzar a pie la frontera (7 horas de caminata, pasando hambre, frío y peligros), para luego ser puntualmente rechazada. Una vez fue incluso encarcelada. Pero al final logró cruzar los confines. Se acercaba entonces la tan esperada recomposición de la familia. Les sugirieron no radicarse en Graz, sino en Viena. Con pesar Mohamed tuvo que dejar a sus amigos de Graz, ignorando que la misma cálida acogida la encontraría también en la comunidad focolarina de la capital que, mientras tanto, fue avisada de su llegada. La comunidad del Focolar se activó para ofrecer a la familia una vivienda digna, lo cual no era algo fácil dada la escasez de alojamientos. Nació así la idea de dirigirse a unas religiosas amigas que administraban una casa para ancianos. En el lapso de un día llegó la primera respuesta positiva, gracias a un tranquilizador coloquio con los miembros del Focolar. Así, desde hace dos meses, la familia de Mohamed vive en esta casa de religiosas cristianas, con ningún tipo de incomodidad por ambos lados. Las religiosas han tomado conciencia de las costumbres de los huéspedes musulmanes y la familia vive en una estructura con numerosos y evidentes símbolos cristianos. También esto es parte del diálogo y, como afirma Mohamed: «cristianos y musulmanes somos realmente hermanos».
El 4 de junio en Viterbo, capital de Tuscia, se dedicó a Chiara Lubich, el jardín “Porta della Verità”, para subrayar el apoyo que la ciudad brinda a su mensaje de unidad entre los pueblos: «Un mensaje de interculturalidad que se vive como riqueza en la diversidad y respeto recíproco», como se lee en uno de los periódicos locales, que dedicaron un amplio espacio a la noticia. El jardín de Porta della Verità es un pequeño espacio verde situado dentro de la zona histórica de la ciudad de Viterbo. El 4 de junio estaban presentes muchos jóvenes de las escuelas y algunas personalidades representativas de la historia de la ciudad, además de autoridades municipales: el alcalde Leonardo Michelini y el obispo Lino Fumagalli. El proyecto fue promovido por la Alcaldía en el año 2014. Fue diseñado y construido por Acli en colaboración con el Instituto Comprensivo “L.Fantappié” y preveía la instalación del Dado de la Solidaridad. «Deseábamos que el Dado estuviera en nuestra ciudad porque es un ejemplo concreto de solidaridad. La realización fue posible gracias a la colaboración de todos los sectores de la administración comunal», explica Renzo Salvatori, presidente de Acli de Viterbo. «El tema de la solidaridad es un tema que toca la vida de todos nosotros – subraya el obispo Lino Fumagalli-. El grado de crecimiento de una sociedad se puede medir por la cantidad de las obras solidarias. Las frases que se pueden leer en las caras del dado, si se viven cada día, dan calor a nuestros corazones» Los estudiantes cuentan sus experiencias cotidianas de solidaridad explicando, además, qué cosa los condujo a la elaboración de las seis frases elegidas para el Dado Solidario (a través de un concurso que se realizó en la escuela en el que se evaluaron más de 120 frases presentadas). «El Dado Solidario es un proyecto que le da sentido al trabajo de la escuela que comienza dentro de cada clase y continúa también después de que suena el timbre de salida– agrega Alessando Ernestini del Instituto Fantappié- La escuela es un elemento importante para la comunidad pues es capaz de trabajar en el territorio junto con las diversas asociaciones como Acli, y otros órganos administrativos» «Esta jornada es un momento que ingresa en la historia de la ciudad – concluye el alcalde Leonardo Michelini-. El proyecto al principio no parecía realizable, pero los mensajes que el Dado Solidario transmite tienen un valor universal». Fuente: ViterboPost