La vida consagrada en India es una vocación que está en crecimiento. Es una vida que crece en varios puntos del subcontinente: en Andra Pradesh, en Orissa, en los Estados del Nordeste. «Existe aprecio por el sentido de la fe y por la visión de la vida religiosa y se ve que el deseo que más anima a los jóvenes que entran en el noviciado es el de tener una intimidad con el Señor». Lo declara el Padre Attulli en una entrevista realizada a “Unità e Carismi” (Unidad y Carismas) del grupo editorial de Città Nuova. «Lo buscan con la experiencia de la oración, como elemento primario –continúa- y quieren dedicarse más a las obras de caridad. El ejemplo de la Madre Teresa de Calcutta es muy fuerte. Ella, por la experiencia de su vida concreta en India, logra descubrirse a sí misma y a su propia vocación, pasando a través de una oración más profunda; de allí nace su nueva vocación».Los jóvenes que llegan al noviciado provienen de un contexto que no esconde las desigualdades sociales, la pobreza, aunque el subcontinente indio se ubique entre las nuevas economías mundiales. Pero no pierden la dimensión espiritual, al contrario, «Buscan la solución en Dios», encontrando al mismo tiempo su desenlace en el compromiso social, de hecho «se inspiran en realizar obras de caridad para resolver los problemas de la pobreza material, de la educación y así también otros problemas. Vienen con una experiencia de Dios, luego esta exeriencia de Dios los lleva a obras apostólicas en favor de los más necesitados». Estamos en el Año que la iglesia católica dedica a la Vida consagrada. ¿Qué pasos dar para mejorar? «En el contexto indio – explica el Padre Attulli- la Iglesia en general y los religiosos en particular pueden dar un testimonio de la presencia del Señor Jesús, estando más cerca de los pobres, ya sea en el espíritu como en las necesidades concretas. Es un desafío dentro del mundo secularizado, ¡donde estamos hasta el extremo intoxicados por el bienestar! La gente quiere redescubrir el rostro de Dios en nosotros, dejando de lado la droga del bienestar». «¿Cómo es posible que la gente se aleje de Dios? ¿Por qué no siente la necesidad de ir hacia El?», se pregunta el religioso. Y la respuesta la encuentra en su propia experiencia de vida: «Si estamos cerca de los pobres, de los necesitados, descubrimos el rostro de Dios en ellos. Los misioneros que viven con los pobres, viven en contacto con gente que tiene fe, aunque deben ayudarlos a crecer en la “cultura de la fe”, con la catequesis, la oración y los sacramentos». «En el continente indio –concluye- no existe solamente la pobreza material sino que existen también las periferias existenciales donde es fuerte la pobreza espiritual. Nosotros somos creados por amor y en el amor, estamos llamados a vivir una vida serena, pacífica, gozosa. La fe no es para cansar la cabeza, sino para vivir gozosamente, no sólo en la vida escatológica, sino aquí y ahora. Por esto, nuestra presencia en las periferias y con los pobres es importante».
«Florencia: comenzando por quien lo vive. Este quisiera ser el espíritu del Congreso eclesial». Así lo anunció en la inauguración, el secretario general de la CEI, Monseñor Nunzio Galantino, subrayando, que la participación en este encuentro de representantes de distintas realidades eclesiales que trabajan en el ámbito social, es ya una prueba. «El Congreso Eclesial empezará el mes de noviembre en Prato, periferia de Florencia, y asistirá también el Papa» El Prof. Piero Coda, sintetizó, en una entrevista, el objetivo de los dos días de trabajo del encuentro de preparación (15 y 16 de mayo) con estas palabras: «Ofrecer el aporte de algunas de las realidades vivas de la iglesia en Italia, que trabajan al servicio de los más necesitados y del diálogo en todos los ámbitos, a través de la reflexión y del testimonio de experiencias». El encuentro tuvo como tema “El Siervo del Señor y la humanidad de los hombres” y fue organizado por el Grupo Abele, a través de la revista “Il Regno”, en colaboración con la Acción Católica Italiana, Cáritas, el Cnca, las Redes de la Caridad y el Movimiento de los Focolares. Junto a otras, éstas son experiencias que, continúa Coda, «se abren a todas las fronteras existenciales de nuestra sociedad», como dice el papa Francisco. «En la Evangelii Gaudium, el Papa usa una linda expresión: ‘sí a las relaciones nuevas generadas por Jesús’. Todas las realidades que están participando en este evento plasman de distintas formas este “sí a las relaciones nuevas”. Relaciones nuevas en la diversidad cultural, social, con las personas marginadas, con el mundo que está a nuestro alrededor, con la casa común que es la Creación, precisamente como expresión de esta capacidad relacional». La presencia de María Voce subrayó la adhesión de los Focolares a este camino, que quiere sobre todo, poner en evidencia la vida de todos aquéllos que cada día se esfuerzan en la construcción de un “nuevo humanismo”. «La Iglesia va más allá de los límites de los edificios dedicados al culto y, en la plena comunión entre el clero y los laicos, se hace más cercana a la humanidad de hoy», afirmó en su intervención, María Voce. El presente congreso «quiere marcar una nueva etapa en la vida y la misión de la Iglesia en Italia, no sólo por lo que respecta a la urgente “conversión pastoral”, sino también por lo que se refiere al rol y la praxis pública de los cristianos ante la realidad social, económica, política de nuestro país, con la mirada abierta a Europa y al mundo». María Voce se refirió más adelante al desafío del pluralismo y a la necesidad de integrar las múltiples diversidades que encontramos en el ámbito público. «Esta nueva etapa significa transformar el mundo, partiendo de la conversión radical del corazón y de la mente para estar dispuestos a encontrar a Jesús en cada uno. Dios no nos puede aceptar aislados; quiere que vayamos a Él con los hermanos… Dar el nombre cristiano de la fraternidad al vínculo social, quiere decir comprometerse en armonizar el entretejido de las relaciones humanas, reconociendo nuestra co-pertenencia recíproca y los vínculos de responsabilidad que se derivan, y orientar nuestra acción personal y colectiva al bien de todos». Por esto «es necesario darle voz y dignidad a todos los que están marginados, ensanchar los círculos de inclusión, sanar y reconstruir el tejido social disgregado. Los jóvenes son los primeros que quieren dar su aporte, ¡Cuántas iniciativas difundidas localmente, en el corazón de innumerables fragmentos de vida civil “fraterna”!» La presencia de casi 200 personas pertenecientes a los Focolares en este encuentro, confirmaba las palabras de María Voce. Son personas que están comprometidas de distintas maneras en los organismos eclesiales y que ejercen su actividad en el campo del diálogo interreligioso, de la acogida a los emigrantes, de la política, en la cultura, de la promoción de la legalidad, en el ámbito educativo, auténticos laboratorios abiertos para el bien de Italia. Una participación que indica que se está asumiendo un compromiso nuevo y concreto, junto con muchas otras asociaciones que están trabajando en este sentido. «Hay necesidad de esperanza – ha afirmado el padre Ciotti, fundador del grupo “Abele” y de “Libera” – y tenemos que comenzar por los que han sido excluídos de la esperanza». Esta mayor “atención por los excluídos”, expresada por Ciotti, fue acogida por los presentes como humilde estímulo que “nos colega al “jubileo de la misericordia”.
Audio mp3 en italiano“Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo” (Ef. 2, 4-5)«El comentario de esta Palabra subraya dos características del amor de Dios con respecto a nosotros. La primera es que el amor de Dios ha tomado la iniciativa y nos ha amado cuando nosotros no éramos dignos de ser amados (“muertos por el pecado”). La segunda es que Dios, con su amor, no se ha limitado a perdonar nuestros pecados, sino que, amándonos sin límites, nos ha hecho partícipes de su misma vida (“nos ha hecho revivir con Cristo”). Estas palabras y estas consideraciones me recuerdan los comienzos del Movimiento, cuando Dios encendió en nuestro corazón la “chispa” de nuestro gran ideal. En efecto, a la luz de esta espléndida Palabra, me doy cuenta de que aquella chispa o aquel fuego no eran otra cosa que participación del Amor mismo que es Dios. ¿Acaso encontrábamos, en medio de la desolación de la guerra y en el desierto que nos rodeaba, a algún otro que tomara la iniciativa de amarnos? ¿Y no éramos nosotros quienes, por un don particular de Dios, encendíamos la llama del amor en muchísimos corazones con el deseo de que se extendiera a todos? ¿Mirábamos acaso si nuestros prójimos eran amables para decidir amarlos? ¿No eran más bien los más pobres quienes nos atraían y en los cuales entreveíamos mejor el rostro de Cristo, o los pecadores, que eran quienes necesitaban de su misericordia? Sí, por un milagro divino (esos milagros que ocurren cada vez que se enciende un carisma del Espíritu sobre esta Tierra) también nuestro pequeño corazón podía afirmar que era rico en misericordia. Y, tal como sabemos, amar a los prójimos no significaba para nosotras simplemente hacernos uno con ellos hasta llevarlos a Dios. Significaba enrolarlos en nuestra misma revolución de amor, en nuestro mismo ideal. Al ser todos candidatos a la unidad, podían participar, y de hecho participaban, en esa dinámica vida divina que Dios había desencadenado en un punto de su Iglesia. Entonces era así. También ahora tiene que ser así. Ciertamente los tiempos han cambiado, pero no es difícil admitir que si en aquellos días lejanos, el mundo se nos mostraba como un desierto por las destrucciones de la guerra, no es menos desierto ahora, aunque sea por otros motivos. Muchos factores han determinado una nivelación de nuestra sociedad moderna por lo cual se vive en un peligroso equívoco. Antes la sociedad era fundamentalmente cristiana y se distinguía muy netamente el bien del mal. Hoy es distinto: en nombre de una libertad, que no es verdadera libertad, el bien y el mal, el cumplimiento o el no cumplimiento de la ley de Dios han sido colocados en el mismo plano. Es un nuevo desierto, donde lo que ha sido bombardeado no son las casas, las iglesias, los edificios, sino las leyes morales y, consecuentemente, las conciencias. ¿Qué hacer entonces? ¿Nos encontramos desarmados para combatir nuestra batalla a fin de llevar el perdón y el amor de Cristo a los hombres, cuando éstos tienen tan poco en cuenta el pecado? No, no estamos desarmados. Este mundo que ha perdido el sentido de lo sagrado tiene un rostro para nosotros: el de Jesús Abandonado, en quien lo sagrado y lo divino se ha ocultado completamente. Él, Dios que se siente abandonado por Dios, refleja toda situación negativa. En su nombre y por amor a Él encontraremos la fuerza de amar lo que hoy es tan poco digno de ser amado. Con la llama encendida en nuestro corazón, tomando siempre la iniciativa como nuestro Dios, seremos capaces de ir al encuentro de todos. Y Dios en nosotros despertará e iluminará las conciencias, suscitará arrepentimiento, volverá a dar esperanza, llenará de entusiasmo hasta que, en muchos que estaban muertos, nazca el deseo de revivir con Cristo de vivir en Cristo. La Palabra nos pone en el corazón estos tres propósitos: mantener encendido el fuego en nuestro corazón, ser los primeros en amar, amar de un modo no restringido sino ilimitado, de manera que sepamos llevar a todos a vivir nuestro ideal, que es vivir a Cristo. Sólo de esta manera estaremos de acuerdo con lo que la Escritura nos pide este mes» […] (Chiara LubichRoccadi Papa, el 3 deenero de 1985)(Juntos en camino, Ciudad Nueva, Buenos Aires 1988, págs. 54 – 57) Fuente: Centro Chiara Lubich
«El Forum de la Paz fue una experiencia única. Disfruté cada momento del programa. Un encuentro como éste (…) nos permite esperar que llegarán días mejores y que algún día la pobreza, el hambre, la discriminación y la guerra, acabarán». Así describe Rasha, docente de inglés en el Rowad American College, el Living Peace 2015 que se llevó a cabo en El Cairo del 4 al 6 de mayo, precedido por tres días de congreso en Alejandría, siempre en Egipto, fundamentales para crear una base de conocimiento entre los jóvenes y los estudiantes procedentes de todas partes del mundo, para asegurar el éxito del Forum organizado por el Rowad American College del Cairo,junto a New Humanity y a la Schengen Foundation de Luxemburgo. “Hoy en día involucra a más de 25.000 estudiantes en todo el mundo”, aclaran los organizadores y el proyecto involucra a más de 80 mil chicos de 200 escuelas. El Forum ha sido organizado por la Rowad American College, en colaboración con New Humanity (a través del Proyecto Cayrus, aprobado por la Unión Europea) y con Shengen Foundation de Luxemburgo. Al mismo han adherido otros ocho patrocinadores de distintos Países que han enviado a Egipto una delegación de jóvenes y estudiantes. Living Peace nació en 2011 por iniciativa de un docente de inglés, en el Rowad American College de El Cairo, como proyecto de educación a la paz. Actualmente, involucra a más de 80 mil estudiantes de 200 escuelas. Una de sus características es la participación de estudiantes y docentes, que en primera persona se comprometen en la creación de iniciativas de educación a la paz, en una red mundial de personas e instituciones. Adhiriendo a este proyecto, cada escuela puede desarrollar varias iniciativas según sus posibilidades, favoreciendo la creatividad de los chicos con la conciencia de que están contribuyendo a una finalidad común. Esto crea una dinámica de participación que entusiasma a los varios integrantes de la escuela, consolidando la solidaridad entre estudiantes, docentes, directores y padres de familia, con consecuencias directas también en la sociedad civil. En Alejandría hubo momentos de intercambio y de conocimiento recíproco, además de la posibilidad de compartir alegrías y dolores que cada uno de los participantes traía de sus propios países. Luego, en El Cairo, una hermosa acogida, con una fiesta fascinante a lo largo del Nilo, a bordo de una gran enbarcación, con juegos, cantos y danzas, que luego dejaron espacio al Forum Mundial de los estudiantes por la Paz. Tres días durante los cuales los 1300 participantes, entre estudiantes y profesores de muchas escuelas nacionales e internacionales, testimoniaron el compromiso común por la paz entrelazando varios lenguajes: testimonios, buenas prácticas, presentación de más de 50 proyectos educativos por la paz, talleres, seminarios, exposiciones y momentos artísticos. Estaban presentes los embajadores y otros representantes diplomáticos de Argentina, Brasil, Uruguay, Guatemala, Cuba, R.D de Congo, Camerún, Pakistán, Portugal, Croacia, México, Alemania y Sudán. El Forum 2015 fue la ocasión para presentar Scholas Occurrentes, la gran red mundial que conecta a más de 400.000 escuelas de todo el mundo, una iniciativa querida por el Papa Francisco cuando aún era arzobispo de Buenos Aires. La presencia de Dominicus Rohde de Alemania, Presidente del Forum Mundial de la Paz, le dio peso y valor a cada momento del mismo. Seguramente, siendo el primer forum mundial realizado para los jóvenes, abrió las puertas a un camino nuevo. El Foro mundial por la paz le otorgó a New Humanity el premio por la paz de Luxembourg, y le entregó la prestigiosa medalla “Nelson Mandela” a Cecilia Landucci, en representación de la Ong, precisamente allí en El Cairo. Para ver las imágenes más significativas de Living Peace 2015 https://www.youtube.com/watch?v=nugDbxgoccg&feature=youtu.be Fuente:ONG New-humanity, AMU y Humanidad Nueva. Actualizado al 27 de mayo 2015
«La Iglesia universal, cuando llega a María, canta. En medio de la mediocridad y del aburrimiento, aparece su nombre y la atmósfera se aclara, un sinnúmero de luces se encienden. Ella es el sol en el que Dios puso su habitación». Así escribió Igino Giordani (en María modelo perfecto, Città Nuova, Roma, 2012) y también él canta con la Iglesia, ubicándose entre los numerosos artistas, teólogos, santos, quienes, casi compitiendo entre ellos, ilustraron las virtudes de la Madre de Dios, su belleza, la grandeza de su función en la economía de la redención. En el libro mencionado se concluye una trayectoria: el camino recorrido por Giordani en la comprensión del misterio de María, en su actitud de vida hacia ella. Giordani ya había escrito sobre ella repetidas veces en artículos y en numerosas páginas de sus libros. Ya le había dedicado un volumen: María de Nazaret, de 1944. Pero hasta ese momento, el tema siempre había sido contemplar, alabar, invocar a María. En María modelo perfecto aparece una diferencia, que refleja totalmente el salto de madurez que había dado: ahora el tema es, sí, contemplar, pero sobre todo imitara María. La relación intelectual y de vida de Giordani con la Madre de Jesús adquiere una dimensión más profunda en 1948, a partir de su encuentro con Chiara Lubich y con el movimiento al que ella dio vida, conocido como Movimiento de los Focolares, pero cuyo nombre verdadero es Obra de María. Desde sus inicios, la experiencia de Chiara y de las personas que han entrado en comunión con ella – experiencia centrada en la Palabra y de manera especial en la oración de Jesús por la unidad – tuvo un «sello mariano». Esto se aclara y se desarrolla por etapas sucesivas. A saber, entre otras: la total disponibilidad en hacer germinar la presencia de María en la vida espiritual, personal y comunitaria; el compromiso de repetir su vida, en la medida de lo posible, recorriendo su camino – la Via Mariae – tal como éste se manifiesta en los Evangelios; una especialísima elección de ella como madre. Estas realidades impregnan el discurso de Giordani. Él lo desarrolla enriqueciéndolo con su cultura teológica y literaria y con ese ardor característico que lo convierte en testigo singular de amor entusiasta a la Madre de Dios. «María encarna la fuerza, porque encarna el amor, y el amor es más fuerte que la muerte. Sólo en él la desesperación del mundo se disuelve en nueva vida, desde este calvario en el que la culpa universal nos une a todos. (…) Poesía, ciencia, sabiduría, amor, se condensan en María, que es el refugio en la desolación, es la estrella en la tempestad, es la belleza en el horror; ella marca el camino para llegar al Hijo, de la misma manera como Él llega a nosotros más amorosamente a través de ella. No estamos solos porque está la madre. Es suficiente encender su nombre en la noche del desierto. (…) Cada santo, cada cristiano consciente, está en la cruz, como Cristo, pero teniendo a su lado a la Madre. En el momento más aterrador, entrevé los ojos implorantes de ella, siente su unidad, y entonces, con confianza, vuelve a encomendar su espíritu en las manos del Padre». Giordani indica «la imitación de María» como meta válida para mujeres y varones, para vírgenes, sacerdotes y laicos con aplicaciones tanto espirituales como sociales. «Es la hora de María», escribe Giordani. Esta hora en la que ella quiere revivir en almas que, «transformadas místicamente en ella», logren generar nuevamente a Jesús en medio de los hombres de hoy, cada vez más necesitados de él. Y especialmente en la profundidad abismal de su desolación, Giordani la ve convertirse en madre de los redimidos, llegar a ser alma de quien sabe hospedarla, transformarse en camino practicable para la santificación de cada uno de nosotros. Tommaso Sorgi www.iginogiordani.info
Adolescentes y jóvenes de losFocolares con muchos de sus amigos. Señales de quien no se da paz hasta que no haya paz para todos. Un focus sobre algunas iniciativas, no entre las más concurridas o conocidas ciudades, pero significativas porque dicen que cualquier persona, en cualquier situación, puede dar su aporte a la paz. Kinshasa, Congo. Unos mil jóvenes, cristianos y musulmanes marcharon ante las autoridades civiles: alcaldes, gobernadores, diputados, embajadores. Muy convencidos (un niño invitó a 70 amigos y recibió por adelantado sus cuotas de participación). La carrera, de una hora, en medio del tráfico caótico de Kinshasa, con el objetivo de llegar a Petite Flamme, la organización escolar de los Focolares, en el barrio Ndolo, que ofrece a muchos chicos la posibilidad de construir un futuro en su propio país sin tener que emigrar. Otros jóvenes han competido en la inestable región oriental en Bukavu, Goma y Kikwit. Damasco, Siria. Desde muchas partes habían solicitado su palabra y los chicos sirios han respondido a través de las redes sociales: “Soy M. y estoy en Damasco después de que nos escapamos de nuestra casa. En la noche hubo fuertes bombardeos en nuestro barrio. En las casas de otros amigos han caído cohetes… Las familias de los Focolares se ocuparon de encontrar alojamiento para ellos. Algunos de nosotros hemos perdido familiares, amigos, escuela… Sin embargo, creemos en la paz, vivimos por la paz y pedimos a Dios que regrese. Hemos ido a un asilo de huérfanos y en grupos preparamos tortas, galletas saladas, pulseras… Hemos jugado con ellos y pasamos un lindo día juntos”. Otros 65 jóvenes de distintas ciudades del país, afrontando los riesgos del viaje, quisieron reunirse dos días: “Un oasis como lo fue para el pueblo de Israel que, entre mil dificultades, cruzaron el desierto por 40 años”.Cascais, Portugal. Recogen el llamado de los chicos de Siria los 900 jóvenes de Portugal que llegaron a la ciudadela de Cascais: rezar por la paz y ser todos puntos de paz en la vida cotidiana, para que se extienda el amor y la paz se difunda. “Nos dieron fuerza y determinación, relativizando nuestras pequeñas dificultades y desafíos”. El asesor de las políticas juveniles les animó: “Sigan creyendo en lo que creen. Continúen siendo lo que son. ¡El mundo los necesita!Bahía Blanca, Argentina. Una lluvia de “Papelitos en la ciudad” con mensajes positivos publicados por todas partes: en el aula, en las puertas, ascensores, en buzones, en motos, autos, bicicletas, etc. La idea: “Alegrar el día a todos y ayudar a disminuir la violencia”, inspirada en la regla de oro de los libros sagrados y en otros textos. Difundida en Whatsapp y en Facebook, la iniciativa ha involucrado a otros grupos (scouts, etc.) y también despertó opiniones contrapuestas, que han fortalecido en los chicos la determinación a “escribir esas frases con la vida”. Hamm, Alemania. Jóvenes católicos y evangélicos han atravesado la ciudad tocando diferentes lugares símbolo de la oración, como la mezquita y un templo hindú. Eslovaquia. Una ciudad en la frontera fue destino para adolescentes y jóvenes eslovacos y ucranianos alrededor de actividades diferentes, pero sobre todo para compartir el sufrimiento de un conflicto que continúa sembrando muerte y destrucción. Hong Kong y Macao. La cita: uno de los barrios más comerciales y traficados de HK para sensibilizar a los transeúntes sobre la necesidad de paz y su prioridad absoluta. Belén. Este año la cita de la carrera de relevos por la paz de los chicos cristianos y musulmanes de Jerusalén, Nazaret y Haifa, fue en Belén, en la Plaza de la Basílica de la Natividad. Una caminata que les llevó hasta el monasterio salesiano en el valle de Cremisan, donde la lucha no violenta de la población local impidió la construcción de un tramo del muro entre Israel y los Territorios palestinos. Fuente: Notas de prensa
Chiara Lubich, Gabri Fallacara, Frère Roger Schutz (1978).
El 12 de mayo se celebran los cien años del nacimiento de Frère Roger Schutz, fundador de la Comunidad de Taizé. ¿Cuándo lo conociste por primera vez? «En el mes de agosto de 1974, se llevó a cabo en Taizé – Borgoña, el Concilio de los Jóvenes. Chiara Lubich me invitó a participar con algunos jóvenes franceses. Al llegar, los 40.000 participantes se encontraban con muchos carteles con la palabra “Silencio” en varios idiomas. Era una forma sencilla pero directa para introducirnos en una extraordinaria atmósfera de oración, un ‘espacio de creatividad’ tal como lo llamaba Frère Roger: nada de tabaco o alcohol, sino oración y diálogo entre todos, libertad y confianza. Había católicos, protestantes, anglicanos, ortodoxos, judíos, agnósticos… una composición que reflejaba la de los hermanos que vivían con Frère Roger, de la iglesia Reformada Calvinista. Schutz estaba siempre presente. Con sus rasgos dulces, mansos, que hablaban de Dios, saludaba a cada uno. Cuando escuchó que nos enviaba Chiara, teniéndome la mano dijo: “Estoy feliz de verla aquí, dígale a Chiara que la llevo en mi corazón”. En otro momento agregó: “Abracen a Chiara de mi parte”. En el documento final se reflejaba la fuerza y el compromiso de todos a vivir, sin reservas, las bienaventuranzas y ser “fermento de sociedades sin clases ni privilegios”. Un impulso a vivir lo inesperable, a vivir la paz, en la concordia». ¿Era la primera vez que el Prior de Taizé conocía a alguien del Movimiento de los Focolares? «No. Su encuentro con los Focolares se remonta a los años ’50. De esto habló él mismo en el prefacio del libro “Méditations” de Chiara, publicado en París en 1966: “Hace más de diez años acogí en Taizé a algunos jóvenes, chicas y chicos. Los escuché con tranquilidad y más los escuchaba, más entreveía en ellos la luz de Cristo. ¿Quiénes eran esos jóvenes? Los focolarinos. Luego nos volvimos a ver en varias ocasiones, no sólo en Taizé sino también en Roma, en Florencia, en Milán o en otros lugares, y vi siempre la misma luz de Cristo. Un día, que estaba en Roma, invité a Chiara Lubich, quien fundó esta familia espiritual de los focolarinos. Ese encuentro fue memorable. Luego volví a ver a Chiara en varias ocasiones, y la transparencia de esa mujer era siempre la misma página abierta de Evangelio. No olvido que Chiara fue elegida entre los humildes, los trabajadores, para confundir a los fuertes, a los poderosos de este mundo. Sé que a través de mujeres como Chiara, Dios nos dona un incomparable instrumento de unidad para nosotros los cristianos que estamos separados desde hace siglos por un largo divorcio”».
Chiara Lubich, Eli Folonari, Frére Roger Schutz
Un testimonio de estima y respeto recíproco entre los dos movimientos y entre los dos fundadores… «Las del prefacio son palabras que expresan la comprensión que Roger tuvo de la figura de Chiara como instrumento de unidad, para esa reconciliación entre los cristianos de distintas denominaciones que también él deseaba ardientemente. Chiara siempre tuvo una gran estima por él y apoyó su obra también concretamente. Por ejemplo, pidió a un focolarino que colaborara por un año en la organización del gran Concilio. Más tarde surgió la colaboración para el proyecto “Juntos por Europa”, en el que Roger estaba muy interesado. La Comunidad de Taizé estuvo siempre presente en las varias manifestaciones, y lo estará también en la que se está preparando para el 2016 en Múnich. Por primera vez algunos Movimientos de varias Iglesias se ponían de acuerdo para crecer juntos en la vida del Evangelio. Ya que cada uno de ellos cuenta con muchas personas, con esta novedad se entregó a la historia algo importante, que no pasa desapercibido». Tú lo conociste personalmente. ¿Qué nos puedes decir de Frère Roger como figura ecuménica?«Con Frère Roger se inauguró una nueva era. Se oraba los unos por los otros, se compartían dificultades y esperanzas. Roger Schutz nos dejó un mensaje de certeza. Empezó su obra acogiendo a refugiados y a personas en dificultad, reuniendo a muchos jóvenes. En su larga vida – falleció a los 90 años y fue una muerte especial, como es sabido – realmente experimentó el amor del Padre por la humanidad. Él fue transparencia de este amor divino. Me atrevería a decir que para él la oración era una clave que le permitía abrir el misterio de Dios y Roger tenía el sentido divino de la oración, fuera del tiempo. Él creía en la unidad entre los cristianos, creía de manera absoluta en ella, por lo tanto, empezó a realizar, junto a la gente, lo que se podía hacer en seguida: orar. La unidad llegará como un don de Dios».
10 de mayo de 2013. El papa Francisco y el papa Tawadros II se encuentran en el Vaticano, recordando el histórico encuentro ocurrido 40 años atrás entre sus predecesores, el papa Pablo VI y el papa Shenouda III. A partir de aquel momento nació una declaración comúnsobre la única fe profesada por iglesias con tradiciones distintas. «Estoy convencido – había afirmado el papa Francisco – de que, con la guía del Espíritu Santo, nuestra perseverante oración, nuestro diálogo y la voluntad de construir día tras día la comunión en el amor recíproco, será posible dar nuevos e importantes pasos hacia la plena unidad» «Yo creo en la diversidad dentro de la unidad – había declarado el papa Tawadros II en una entrevista-. Si entro en un jardín donde todas las flores son rojas y de la misma altura, es algo monótono. En cambio, si entro en un jardín y encuentro una rosa roja, otra amarilla y una tercera de color blanco y veo árboles de distinta altura, esta diversidad expresa belleza y también fuerza. Mientras estoy sentado con ustedes, me siento rico gracias a mis hermanos en Cristo».«Son palabras de alguien que tiene el valor de amar a los hermanos – comenta Sherin, focolarina copta- y de alguien que quiere acortar las distancias y el tiempo para llegar a una comprensión y comunión nueva después de años de lejanía, permitiendo a las dos Iglesias emprender un camino de paz y de fraternidad. No será posible borrar estas palabras de la memoria ni de la historia del ecumenismo mientras la iglesia no llegue algún día a la plena unidad de sus hijos». El de mayo de 2013 fue el primer viaje que realizó el papa Tawadros II luego de su elección, pues quiso realizarlo para visitar al sucesor de San Pedro, al papa Francisco. Ésta fue la segunda visita histórica del Papa de los Coptos al Papa de Roma, acortando cada vez más la distancia entre las dos Iglesias. «Está vivo en mi mente el encuentro de estos dos grandes hombres de Dios, guiados por el Espíritu Santo para conducir su grey hacia la única Iglesia, que existirá en el tiempo de Dios. El recuerdo del abrazo fraternal y del amor mutuo visible entre ellos inunda mi alma de una enorme alegría. Celebro con los hermanos de las dos Iglesias esta ocasión y con entusiasmo miro al futuro próximo y tengo confianza en los pasos que nos acercarán cada vez más. ¡Es una gran alegría para toda la Iglesia! Esto me impulsa a vivir más por la unidad, una perspectiva que me atrajo hace muchos años cuando conocí el Movimiento de los Focolares, donde encontré la “Perla preciosa” del Evangelio por la cual se vende todo. En el focolar, comparto esta vida con hermanas de varias Iglesias, donde experimentamos la alegría del Resucitado, signo de lo que será la Iglesia cuando exista la plena unidad. En la vida cotidiana rezamos, trabajamos y también compartimos momentos de sufrimiento – como decía el papa Francisco hablando del ecumenismo del sufrimiento –que nos hacen crecer en el amor y en el respeto recíproco, creyendo que Jesús en la Cruz superó todas las divisiones y colmó todos los vacíos. Estoy feliz de compartir esta experiencia con muchas otras personas que en el mundo rezan y viven para que esta unidad sea experimentada y vivida por todos». Sherin, Focolar de Sohag (Egipto)
«La aventura de la unidad»: a Chiara Lubich y a sus primeras compañeras les gustaba definir así la elección de Dios como Ideal que las llevó a vivir por la unidad de la familia humana. Graziella De Luca estuvo con ella desde los albores. Imposible contar en pocas líneas su riquísima vida que la ha visto difundir la espiritualidad de la unidad en muchos lugares y en muchos corazones. «Fuego he venido a traer a la Tierra y cómo querría que ya estuviera ardiendo» (Lc 12, 49) es la Palabra de Jesús que Chiara Lubich le había indicado como meta, y también por su marcado espíritu apostólico que, con sencillez, la hacía acercarse tanto a diputados como a sencillos obreros, para contarles el descubrimiento que había cambiado su vida, el encuentro con el amor de Dios. Graziella De Luca, nacida en Trento el 21 de marzo de 1925, se ha apagado el 9 de mayo a las 15.35, mientras las focolarinas que estaban con ella estaban recitando el “Ven Espíritu Santo”; lo escribe la Presidente de los Focolares Maria Voce para informar a las comunidades en todo el mundo. «¡Agradezcamos a Dios por su riquísima vida! – continúa – Recemos por ella, con la alegría de pensarla ahora en el seno del Padre, junto a la Virgen y a todos nuestros seres queridos. Y, con confianza, le encomendamos la Obra “en salida”, seguros de que nos ayudará a incendiar el mundo con el amor». Live streaming de los funerales: live.focolare.org/graziella
«En estas horas, en las que nos sentimos literalmente bombardeados por la violencia y las guerras, en medio de tanta indiferencia, nosotros queremos testimoniar con fuerza que otro mundo existe, porque ¡sí existe!». Así comenzaron diciendo, desde el escenario del Auditorium de Loppiano, Nino, Nahomi, Luigi y Anna, quienes condujeron con entusiasmo y profundidad las dos horas de diálogo con los 1.400 jóvenes presentes. La 42° edición del Meeting de jóvenes italianos de los Focolares, se llevó a cabo – como todos los años – el 1°de mayo en la ciudadela de Loppiano (Florencia) y eligió como título: “OUTSIDE, Look, Choose, Be” (Salir, mirar alrededor, elegir, ser). Fueron numerosas las propuestas de los Jóvenes por un Mundo Unido que apoyan la cultura de la fraternidad, como método para salir de la inercia personal y social y comprometerse a cambiar el mundo. Con la Expo de los “Fragmentos de Fraternidad”, exhibieron la solidaridad y la participación social a través de una red de organizaciones dirigidas por jóvenes. «Me llamo Kareem, soy palestino. Tengo 23 años y me gradué en Administración de Empresas. Después de la caída del gobierno de Arafat, para nosotros los cristianos de la Franja de Gaza, empezaron las dificultades. En aquella época éramos aproximadamente 2000 sobre 1 millón y medio de habitantes. Luego nos redujimos mucho numéricamente. Fueron bombardeadas incluso dos iglesias». Es uno de los fuertes testimonios del 1° de mayo. «La guerra empezó en 2008 – continúa Kareem – Un día me cayó una bomba muy cerca, al punto que la explosión me tiró al suelo. ¡Tanta destrucción, tantas personas muertas! Antes que nada intenté ir donde mi papá en la oficina de las Naciones Unidas, porque me parecía el lugar más seguro, pero no fue posible. Sólo 4 horas más tarde logré llegar a mi casa y tuve que pasar incluso sobre los cuerpos de los muertos. Mi mamá lloraba porque no tenía noticias mías. Vivimos 28 días en esta constante tensión. Luego, logramos dejar la Franja de Gaza para ir a Jordania. Con las personas del Focolar, experimentando una vida fraterna, logré poco a poco superar el fuerte trauma y empezar a creer que con el amor es posible construir un mundo de paz. Hace 7 meses que me encuentro en Loppiano. Para mí, vivir con jóvenes de culturas y religiones distintas es una experiencia nueva, porque en Gaza no teníamos contactos externos. Trato de abrirme, de aceptar a los demás. Ahora me siento en casa; encontré el tesoro que buscaba». «Después del terremoto de Haití en 2010, que provocó la muerte de más de 220 mil personas, miles de haitianos emigraron a Brasil». Joao de Florianópolis, en el sur de Brasil, abre un escenario sobre esa realidad social: «Muchos de ellos son graduados, pero, como no hablan bien el portugués, encuentran trabajo sólo como albañiles y a menudo reciben sueldos bajos y son tratados con desprecio. Nos preguntamos qué podíamos hacer. Para tener un primer contacto, recolectamos ropa y comida. No sabíamos cómo movernos: ellos hablaban francés y criollo haitiano, y nosotros no conocíamos su cultura. Pero el deseo de poner en práctica esa frase del Evangelio “era extranjero y me acogiste”, superó cualquier obstáculo. Poco a poco nos conocimos y entendimos cuáles eran sus principales dificultades. La primera era el idioma. Empezamos a dictar clases de portugués, con diapositivas, videos y música. Luego los ayudamos en los trámites para pedir los documentos y para la inscripción a los cursos técnicos que el gobierno ofrece gratuitamente, de manera que puedan conseguir un trabajo, una vida mejor. Organizamos veladas culturales, con comidas, bailes y cantos típicos de su tierra. Fuimos a la playa y jugamos al fútbol juntos. Ahora queremos constituir una asociación para aprovechar todas las posibilidades que ofrecen las instituciones para favorecer su integración social y cultural. No todo está resuelto y tenemos aún mucho trabajo por hacer, pero nos parece que se plantó una semilla de fraternidad». Éste es un flash sobre el Meeting 2015, rico de testimonios y de muchas propuestas concretas para responder a las urgentes necesidades de muchos. Mientras tanto, desde hace años, en Italiafunciona una red de jóvenes, de asociaciones, de organizaciones, que trabaja en varios niveles del tejido social, hacia las que el papa Francisco llama periferias existenciales: “Queremos hacer emerger este sotobosque de solidaridad que existe y que está construyendo un presente y un futuro de paz, pero que no es suficientemente conocido” – explican los jóvenes de los Focolares.
Bobo Dioulasso es la segunda ciudad de Burkina Faso, la más cercana a Bamako, capital de Malí, donde se presentaron algunos casos de Ébola. Entre las dos ciudades hay un gran intercambio social y económico con un continuo vaivén de personas y mercancías. «Era necesario actuar con urgencia para reducir al máximo el riesgo de que el virus llegara también a Burkina – escribe el equipo de sensibilización contra la enfermedad del virus Ébola del Movimiento de los Focolares en Bobo Dioulasso -. En la práctica, se necesitaba instruir sobre las medidas de prevención al mayor número posible de personas, pero la situación política del país no siempre permitía una intervención gubernamental». «Entonces decidimos hacer algo nosotros. Félicité es una voluntaria, médica epidemióloga que trabaja en el OOAS (Organización de la Salud para Oeste de África). Su función es precisamente la de formar al personal sanitario en la lucha contra las epidemias. Ella misma trabajó en países como Guinea-Conakry, Liberia, Sierra Leona. Félicité en seguida dio su disponibilidad». «Lo primero que teníamos que hacer era avisar al obispo, pero en ese momento no se encontraba en la ciudad. Fuimos entonces a hablar con el vicario general, el Abbé Sylvestre, quien nos aseguró el pleno apoyo de la diócesis para animar al clero y a los fieles para que se informaran acerca de las necesarias medidas que había que adoptar. Carlo, un focolarino médico del dispensario de la Mariápolis Victoria (Man), desde Costa de Marfil nos envió unos audiovisuales, que nosotros luego duplicamos para los distintos grupos de jóvenes y adultos que llevarían adelante la sensibilización. Enviamos este material también a un sacerdote y a un docente de otras dos ciudades (Dedougou y Toussiana), interesados en nuestra iniciativa. Félicité se encargó de la formación de los grupos, ayudada por 15 estudiantes de países del Oeste de África enviados por la OOAS, algunos de ellos musulmanes». «La campaña empezó en febrero, primero en los encuentros del Movimiento de los Focolares, para extenderse luego a los distintos barrios, a las parroquias y también a un gran congreso de jóvenes organizado por la misma diócesis de Bobo Dioulasso. El domingo fuimos a hablar también en las iglesias. Pudimos intervenir en una emisora radial privada, en la diocesana y también en la nacional, utilizando los tres idiomas más hablados aquí: francés, diula y mooré». «Esta campaña nos dio la posibilidad de conocer a muchas personas. Cuando Jean-Bernard explicó a sus vecinos qué pensaba hacer en el barrio, cada uno quiso ofrecer algo. Estuvo quien consiguió la amplificación, quien invitó a un cantante para la animación, otro se encargó del transporte del material y otro más del agua para beber. En la presentación estuvieron presentes unas 200 personas. La voz pasó también a los barrios cercanos y Jean-Bernard tuvo que repetir la presentación varias veces. En una de ellas, un enfermero profesional se ofreció para contestar las preguntas; en otra, llegó un experto en los idiomas locales, óptimo traductor. Los funcionarios del Municipio, a los que se les pidió el permiso para realizar la manifestación, se mostraron muy agradecidos». «Mientras tanto supimos que en Malí la enfermedad había sido erradicada, por lo tanto el riesgo en Burkina Faso se había drásticamente reducido. Lo importante ahora es seguir respetando las medidas de prevención. Esta experiencia fue también una gran oportunidad para aprender a trabajar juntos para nuestra gente. Ahora es necesario ir adelante».
«Los hechos que acontecieron despertaron la solidaridad en la comunidad ciudadana. Muchos líderes y grupos religiosos, además de organizaciones civiles, se pusieron a trabajar juntos para limpiar las calles y los edificios y para ayudar de muchas formas, mostrando el rostro positivo de la ciudad, que sin embargo está profundamente herida», escribe Lucía, corresponsable del Movimiento de los Focolares, desde Washington.Los hechos de los que habla son bien conocidos. Se refiere a las protestas populares que se desencadenaron en Baltimore, el mes pasado, después de la muerte de Freddie Gray, afroamericano de 25 años de edad, mientras se encontraba bajo arresto. Baltimore, la ciudad más grande de Maryland que cuenta con más de 600.000 habitantes, es un crisol de grupos étnicos, en especial afroamericanos. Leonie y Jennifer, dos voluntarias de los Focolares, viven en el centro de la ciudad. «La situación sigue siendo muy tensa; ayer, el alcalde hizo cerrar las escuelas y el gobernador del Estado desplegó las fuerzas armadas. Pero podemos decirles que todos los que conocemos están bien». Leonie está cerca de los lugares de los choques y enseña en una escuela primaria casi totalmente afro, en un sector en el que hay mucha pobreza. «Vi por televisión a uno de mis alumnos de 3° de primaria que participaba de los saqueos de edificios y propiedades». «No podemos permanecer indiferentes. Queremos hacer algo concreto, con la conciencia de que nuestra contribución para establecer relaciones auténticas entre las personas es más urgente que nunca. Además sabemos que cada acto de amor construye relaciones nuevas y contribuye a hacer crecer la fraternidad entre las personas», escriben Marilena y Mike. «Por ahora, participaremos de los distintos momentos de oración organizados por las autoridades religiosas, empezando por la misa que el arzobispo Lori celebrará en nuestro barrio, invocando la paz». «Hoy volví a la escuela – cuenta Leonie –, tratando de mirar a mis alumnos (que han participado en los saqueos) con “ojos nuevos”. Me puse en contacto con una docente afroamericana musulmana que conoce a dos representantes religiosos negros de la escuela, para ofrecer mi solidaridad y nos pusimos de acuerdo para trabajar juntos». Jennifer trabaja en una empresa donde la mayoría de los empleados son blancos. «Una colega que vive cerca de los lugares donde se produjeron hechos de violencia, hoy vino a visitarme y me habló de su sufrimiento al ver lo que está sucediendo. No tenía el valor de contárselo a nadie por temor a ser marginada por los colegas. Fue la ocasión para decirle que podemos ser nosotros los que empezamos a construir el diálogo con todos, una persona a la vez, y difundir así una mentalidad nueva. Mi colega no es practicante, pero su rostro se iluminó y me dijo que es precisamente esto lo que ella también quiere». Mientras tanto, los líderes de las varias comunidades religiosas empiezan a trabajar juntos por la paz. «El Imam Talib, de la mezquita de Washington, me invitó para que el 5 de mayo ofreciera mi testimonio como focolarina, y del ideal que nos anima», continúa Lucia. «Desea que hable en un encuentro abierto al público y organizado por ellos junto al Procurador Distrital, para integrar la perspectiva religiosa como una dimensión esencial para calmar la violencia. El título del evento es: “Heal the Hurt, Heal the Heart” (Sana la herida, sana el corazón). Nos parece que es una óptima posibilidad de diálogo entre las religiones, pero también una oportunidad para mostrar la riqueza de la diversidad».
«En estos días, también en Sudáfrica, existen muchos desórdenes, mucha violencia, se violan los derechos humanos…. Los sudafricanos no quieren ya recibir en su país a más hermanos suyos de otras naciones africanas. No se comprende cómo estos fuegos de violencia aparecen con tanta fuerza. Es necesario promover la tolerancia hacia la diversidad en los grupos y en las comunidades, en todas partes. Los emigrantes viven en el miedo y muchos ya volvieron a sus países de origen», escribe Jacira, de Johannesburgo. Es en este contexto en el que se desarrolló, en el 7º aniversario del fallecimiento de Chiara Lubich,(22/01/1920 – 14/03/2008), un seminario cuyo título fue “Religiones al servicio de la Paz”. Fue muy significativa la intervención de Ela Gandhi, nieta de Mahatma Gandhi, que en distintas ocasiones en sus viajes a Italia quedó muy atraída por la figura de Chiara Lubich y por su espiritualidad de la unidad . A ella cita en su articulada intervención. Entre otras cosas Ela Gandhiafirma: «Reconociendo al igual que Gandhi, que nada se alcanza cuando las personas no tienen trabajo, comida o dónde vivir ni nada con qué vestirse, Chiara concibió la idea de la Economía de Comunión en la libertad. ¡Es elocuente su llamado a cuidarnos los unos a los otros! ». Explica además: «El amor por los demás, bajo la forma de la misericordia es el amor que abre los corazones y las manos para abrazar a los desamparados, a los pobres, a todos aquéllos que están siendo descartados de la vida y también a los pecadores arrepentidos». «Si nos propusiéramos practicar nuestra religión con fidelidad, ¿por qué deberían existir las luchas, las guerras, los abusos y los sufrimientos perpetrados por el hombre contra el hombre y las inimaginables atrocidades cometidas por el hombre en este mundo?», se pregunta. Y luego afirma con decisión: «Cada comunidad de fieles debe tomar la responsabilidad de corregir las interpretaciones erróneas de su propia fe y no abandonar la fe». «Aquí en Sudáfrica, – según Ms Ela Gandhi – durante los años del apartheid, que se basó en la errónea interpretación de la Biblia, nuestros hermanos y hermanas cristianos convinieron juntos en producir el Kairos Document. Este documento afirma: “el problema…. en Sudáfrica no es simplemente el de una culpa a nivel personal; es un problema de injusticia de las estructuras”». Y concluye: «Hoy, cuando el mundo y también nuestro país experimenta un alto nivel de violencia y de comportamientos locos, de rabia y destrucción, de pobreza y de indigencia, es necesario dirigir nuevamente la mirada a nuestro concepto de ubuntuy ver de qué modo cada uno de nosotros puede comenzar a introducir en su vida el agape, bhavana y muchos otros términos similares que se refieren al amor puro, de modo de ayudar a crear un mundo mejor». Hoy más que nunca, para dar su propia contribución, los miembros de los Focolares están comprometidos en este país caracterizado por sus grandes distancias, a llegar a las comunidades más lejanas, para compartir y profundizar el mensaje de paz y de unidad que es fruto del Evangelio vivido.
“Yo era uno de los niños de Petite Flamme.La escuela me puso en condición de realizar algo en la vida”, cuenta Trésor, 29 años, a través de un video proyectado durante la ceremonia que tuvo lugar el pasado 29 de abril en el Museo Hebraico de Berlín. En la actualidad es estudiante de Matemáticas en el College nacional. “Cuando era pequeño, mi papá había ido a la guerra y mi mamá no tenía nada para darnos y hacernos crecer”, agrega Jean Paul Ngandu Masamuna, 31 años, el séptimo de nueve hijos. Hoy es ingeniero. “Tenía que luchar para sovrevivir. Petite Flamme me dio de comer y la posibilidad de estudiar. Mis amigos se fueron a Europa, pero cada vez que hablo con ellos me dicen que no tienen nada, que están sin trabajo y sin documentos, que no tienen la libertad que yo tengo. Sus sueños no se han realizado. Amo vivir en Kinshasa con mi pueblo congolés; quiero quedarme y trabajar en África para salvar la vida de muchas personas que sufren”. Petite Flamme, es una organización escolar de los Focolares en Congo, que brinda a muchos chicos la posibilidad de construirse un futuro en su país de origen, sin estar obligados a emigrar. La inmigración, la necesidad de detener las masacres en el mar, las urgentes iniciativas políticas de la comunidad internacional en favor de ciertas regiones de África subsahariana y del Oriente Medio, fueron los temas centrales del debate que se llevó a cabo en ocasión de “The Roland Berger Human Dignity Award”, en Berlín. Del evento participaron Frank-Walter Steinmeier, Ministro de Asuntos Exteriores alemán, Romano Prodi, ex presidente de la Comisión europea, y otros representantes del mundo económico y político. La “Roland Berger Foundation” opera en Alemania para brindar apoyo a los estudiantes que se encuentran en situaciones difíciles y para defender los derechos humanos. Dicha organización, durante el evento, entregó el reconocimiento 2015, dedicado al compromiso para defender la vida y la dignidad de los refugiados y prevenir las problemáticas de la inmigración. Entre los ganadores, además de Petite Flamme, estaban dos mujeres valientes que trabajan a favor de los refugiados: la Dra. Katrine Camilleri, de Malta quien trabaja desde hace años para ofrecer apoyo legal a los refugiados y la Dra. Alganesc Fessaha, presidente de la ONG “Gandhi”, que ofrece asistencia humanitaria a los refugiados africanos. «Todo empezó con una idea de Chiara Lubich – cuenta Dada Diambu, quien coordina el proyecto in situ, junto a Odon Makela – cuando, para afrontar la difícil situación en la que se encontraban muchos niños en el mundo, lanzó el proyecto de “solidaridad a distancia” de Familias Nuevas. Petite Flamme nació en 1996 para dar instrucción a los niños de Ndolo, un barrio de Kinshasa sumido en una situación de extrema pobreza. Los niños estaban desnutridos, por lo tanto, la prioridad era darles una comida caliente y los cuidados médicos necesarios. En los años siguientes se abrieron nuevos centros, se amplió el ciclo escolar y se extendió la iniciativa a adolescentes y familias. Además se abrieron clases para niños ciegos y sordomudos. Más tarde empezó la experiencia de las “clases de refuerzo bajo el árbol”: 14 clases bajo 14 árboles por falta de otras estructuras. Las sedes del proyecto, que evoluciona continuamente, están ubicadas en los barrios más marginados de la periferia de Kinshasa; y también en Idiofa, en la provincia de Bandundu a 750 km de la capital, en Kisandu en el Bajo Congo y en Kikwit. El proyecto está financiado por varios entes, algunas Ong y por la Asociación para Familias Nuevas onlus, que garantizan educación, asistencia sanitaria y nutrición, a 2400 niños y chicos, ayudándoles a crecer como personas libres, para que puedan salir de la miseria y ser capaces de construir una vida digna para sí mismos y para la comunidad». Monika-Maria Wolff, quien vive en Congo desde hace mucho años, nos explica: «Durante la misión militar de la Unión Europea “Eufor”, que tenía la tarea de cuidar el proceso electoral en Congo en 2006, el contraalmirante Henning Bess, responsable de los militares alemanes y vice comandante de la misión, llegó a conocer “Petite Flamme”. Desde entonces se ha comprometido, junto con su escuadrón, a enviar ayudas consistentes de vario tipo. Una vez finalizada la misión, el contraalmirante, con su esposa Julie Müller, siguió apoyando Petite Flamme – junto al proyecto de “solidaridad a distancia” de Familias Nuevas – gracias a una red de más de 350 sostenedores alemanes». Durante la ceremonia, se desarrolló una mesa redonda sobre las conclusiones de la reciente Cumbre extraordinaria de la Unión Europea sobre migración. Participaron Romano Prodi, el ministro de Asuntos Exteriores Steinmeier, un representante del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, periodistas y miembros de varios organismos humanitarios. Emergían dos soluciones como las únicas que pueden ofrecer un remedio sostenible: que la comunidad internacional colabore de forma más compacta y decidida por la paz y que se apoyen iniciativas que aspiran a resolver el problema de raíz, como por ejemplo la de Petite Flamme, que les pueden ofrecer a los jóvenes la oportunidad de tener una vida digna dentro de su propio país, sin estar obligados a huir hacia el norte. Galería de fotos
Un video de los Chicos por la Unidad de Siria cuenta cómo están viviendo teniendo encendida la llama de la esperanza en su conflictiva tierra. Lo verán los coetáneos de otras naciones, comprometidos en testimoniar, con gestos de fraternidad, su empeño en la construcción de un presente en paz. Los jóvenes de Eslovaquia se trasladarán a Ucrania, a las puertas de Mucachevo: «Aunque la guerra se combate en otra parte del país – escriben- aquí se siente la gran crisis económica y una atmósfera sin esperanza». Un pequeño grupo se dirigirá a Kiev para sostener a los amigos ucranianos. En Belén, ciudad de la paz, correrán juntos chicos cristianos y musulmanes de Belén, Jerusalén, Nazaret y Haifa. Partirán de la plaza de la Natividad: «Allí le manifestaremos al Alcalde – Vera Baboun- y a la gente que encontremos, nuestro compromiso de vivir la Regla de Oro para construir la fraternidad», dicen los jóvenes de Tierra Santa. En Arequipa, Perú, a 2300 metros sobre el nivel del mar, se lanzará una cadena de solidaridad. Cada joven llevará alimentos y material escolar que será destinado a dos centros: uno de ellos es donde viven niños abandonados y en el otro viven niños con capacidades diferentes.La carrera la comenzará el grupo de Wellington, Nueva Zelandia, y la finalizarán los de Los Ángeles, Estados Unidos. La Presidente de la República de Malta, M. Luise Coleiro Preca, es quien dará la largada a la carrera en Malta. Entre los lugares simbólicos, en Budapest, Hungría, los jóvenes tocarán la estatua de la libertad situada en la colina de San Gellert, mientras que en Cochabamba, Bolivia, subirán hasta los pies del Cristo de la Concordia donde está escrito “Que todos sean uno”. En Trelew, Argentina, habrá murales por la paz en el centro de la ciudad y en Huston (Texas) se realizará una colecta de alimentos para los refugiados. Todas las actividades del Cono Sur de América Latina y de Brasil son pintorescas y están cargadas de un fuerte sello social. En Lituania, en Caunas y en Alemania, en Hamm, habrá manifestaciones de carácter interreligioso. La Run4Unity de Hamm está patrocinada por el Alcalde Thomas Hunsteger-Petermann, y prevén un “Reli Rally”, que vinculará los distintos lugares de oración de la ciudad, entre ellos, la mezquita y el templo hindú. Los jóvenes de Bahaí llamarán la atención con un flashmob. Juntos, quieren contribuir a un proyecto social local que ayuda a los niños de los países en guerra (www.hammer-forum.de). También en Goma, Congo, están involucrados los jóvenes de toda la ciudad, cristianos de distintas iglesias y musulmanes. Un momento que unirá los diversos puntos del mundo es el Time-Out, a las 12 horas de cada huso horario. Se rezará por todos los jóvenes que viven en situación de dolor, por las víctimas del reciente terremoto de Nepal y por todos los conflictos que están en curso, así como también por todos aquéllos que se ven obligados a abandonar su propio país. Pero la Run4Unity correrá también por las redes sociales: a través del hashtag #run4unity todos los vínculos de paz y de unidad que se construirán o reconstruirán serán compartidos con fotos, videos y estarán a disposición en el sitio del evento http://www.run4unity.net/2015/.Run4unity se desarrolla dentro de la Semana del Mundo Unido – “Discovering fraternity” es el título del 2015- que es la propuesta anual de los jóvenes para promover la paz en todos los niveles, que este año tendrá a India como anfitrión del evento central.
Con un trabajo de organización “en red” y una presencia generosa y concreta, el “padre Vilson” promueve la vida y la dignidad de los más excluidos. Le preguntamos qué significa la Eucaristía como fuente de unidad en su trabajo en las periferias. Ofrecemos aquí algunos fragmentos de su relato, mucho más rico y extenso. «El otro día me encontré con una persona que vive en la calle, un periodista y poeta. En un momento de nuestra conversación me preguntó: “¿Por qué usted se encuentra en las calles como nosotros?”. Le contesté que para mí era una gran contradicción celebrar la Misa cada domingo en la catedral y a la salida encontrarme con 70-80 personas sin un techo y que no habían comido. ¿Cómo me podía ir a casa? En la colina de la ciudad de Florianópolis, donde se ha multiplicado una multitud de casas muy pobres, se encuentra también la mía, sencilla y sin llave. Durante el día siempre llega alguien a tomar café o a comer. En la mesa siempre ponemos un plato de más. Esa puerta abierta representa la apertura a la comunidad del barrio: siempre hay un lugar para quien llama a la puerta. Y es también una forma de recordar que la Eucaristía “no cierra” nunca, está “a disposición” de todos las 24 horas. En la práctica, esto quiere decir que nuestra heladera debe ser la refrigeradora de la gente, nuestro pan el pan de ellos, nuestros vestidos la ropa de los pobres. En mi casa, tengo la posibilidad de tener una capillita con el sagrario y un reclinatorio. Volver a casa al final del día significa para mí ir a dormir allí donde me espera Jesús, en la Eucaristía. Para mí es como reclinar la cabeza en Él, en lugar de recurrir a la televisión o a internet, que después lleva a tantas otras cosas. En la patena que uso para la Misa está escrita la frase de mi ordenación: “Tenía hambre y me diste de comer, tenía sed y me diste de beber”, hasta la frase final del texto evangélico: “Todo lo que hagan al más pequeño de mis hermanos a mí me lo hicieron”. De esta manera cuando pongo en la patena el pan para la Eucaristía, veo estas palabras y esto me ayuda a no perder el día. Una señora del barrio me preguntó un día: “¿Usted sabe, padre Vilson, por qué Jesús se quiso quedar en la Eucaristía? Para que la gente no se sienta sola y no sea huérfana”». La Eucaristía es el grito de la humanidad. «No puede haber separación entre la mesa de la Eucaristía y la mesa de la justicia social. Con nuestros gestos, con nuestros brazos, con nuestra forma de organización, nosotros prolongamos la realidad de Jesús Eucaristía y donamos al mundo una señal de comprensión y de sostenibilidad. Guiados por esta convicción, con el pasar de los años y junto a otros, hemos formado una red de 340 personas que cada mes reciben un sueldo, 7 organizaciones y un instituto. Son 5000 las niñas, los niños, los adolescentes y los jóvenesen contacto con nuestra red derelaciones. Todos los años invertimos 15 millones de reales (alrededor de 5 millones de Euros) y colaboramos con otras 80 instituciones y organizaciones no gubernamentales. Paralanzar puentes, hemos decidido volver a abrir una iglesia en el corazón de la ciudad, que casi siempre estaba cerrada; allí se ha constituido una gran comunidad local en la que participan intelectuales, personas de clase media y empresarios que se han involucrado de distinta forma en nuestras actividades. Celebramos la Misa en ese lugar todos los sábados y domingos y así creamos como un “contrapunto” entre la periferia y el centro».
En camino « Soy camionero y recorro siempre, más o menos, las mismas carreteras. Todos los días, por lo tanto, veo una multitud de personas. Hay quien cruza la calle cuando no puede, quien toca la bocina porque me he demorado un segundo en el semáforo, quien me obliga a una frenada brusca… Menos mal que de vez en cuando logro acordarme que cada uno de ellos es mi hermano y entonces hasta el tráfico más caótico se vuelve menos complicado. Un día hacía mucho calor. En mi trayecto, observo que un indigente, a quien había visto muchas veces, estaba tirado en el andén, como desmayado. Ese era su rincón de la calle; ese cartón era su casa. Generalmente se veía bien, nunca antes me había detenido con él, pero esta vez, viendo que algo iba mal, no podía hacer como si nada, a pesar de que estaba atrasado en las entregas. Pero mi camión, estacionado en una zona de intenso tráfico, llamó enseguida la atención de la policía local que, desde lejos, me hacía señas indicándome que me alejara de inmediato. Siempre con los gestos les indiqué que quería interesarme por esa persona que estaba en dificultad. Ellos seguían pidiéndome que me fuera, y me mostraban el formulario de las multas. Yo pensaba que ellos mismos hubieran tenido que encargarse de él, pero dada su despreocupación, corrí a una cafetería a comprar una bebida fresca para aquel pobre. Volví donde él estaba y lo acaricié delicadamente en la mejilla para no despertarlo de golpe. Gracias a Dios reaccionó, pero estaba cansado y asustado. Le acerqué el vaso a los labios y él contestó con una sonrisa, agradeciéndome repetidamente. Al final llegaron también los policías quienes, viendo la escena, guardaron el formulario en el bolsillo y me saludaron sonriendo». Alexander – GreciaGorila «Además de estudiar, trabajo como “gorila”, en un pub. Es un trabajo ingrato y a veces comporta ciertos riesgos, sobre todo porque tengo que tratar con personas que están pasadas de copas. Un mes, la Palabra de vida nos invitaba a ser los primeros en amar. ¿Cómo ponerla en práctica en un ambiente de trabajo como el mío? Antes que nada, trataba de sonreír y ser el primero en saludar a los clientes, aunque no recibía una respuesta. Después de una semana, con gran alegría, vi que empezaban a contestar a mi saludo. Entonces, ¡funcionaba! Y esto no fue todo. Si antes, con los más “difíciles”, utilizaba métodos bruscos, ahora, viendo a Jesús en cada uno, trataba de ser cordial, de interesarme por ellos. De esta forma, en los momentos críticos, lograba evitar las peleas y apaciguar los ánimos. En cierto sentido era como una táctica preventiva, que entre otras cosas me hacía conquistar la estima de los clientes y de mi jefe. Y si alguien me preguntaba el por qué de mi manera de actuar, ésta era la ocasión de hablarle de Dios Amor. En el local ahora se respira otro aire y esto, entre otras cosas, tiene el efecto de atraer a nuevos clientes». M- Polinesia
Son más de 120 los jóvenes representantes de 25 países: desde Japón hasta Italia, desde Corea hasta Colombia, desde Nepal hasta Rumania. Es un laboratorio, que, en el ámbito de la Semana del Mundo Unido se desarrolla en todo el mundo y testimonia que las diferencias culturales y religiosas no son un obstáculo para el diálogo entre los pueblos, sino que representan un trampolín de lanzamiento para construir un mundo más unido y fraterno. El título elegido para esta edición es “Fabric, Flavour, Festival –discovering fraternity”, el cual tiene como objetivo el diálogo a 360º: Fabric (Tejido): Enfrentar los desafíos del diálogo para construir el Mundo Unido con el descubrimiento de la propia identidad, la acogida y el respeto del otro, el coraje de tomar la iniciativa. Flavour (Sabor): Un diálogo en acción viviendo la Regla de Oro: “Haz al otro lo que quisieras que otros te hicieran”, frase con la cual se abre el camino a la reciprocidad y al compartir. Festival: Alegría al descubrirnos hermanos y vivir en la paz. La multiculturalidad es el leit-motiv de estos días en Mombay. Representantes de Shanti Ashram (movimiento hindú) y de Rissho Kosei-Kai (movimiento budista), se unen junto a los jóvenes cristianos para vivir momentos de fraternidad también al servicio de los jóvenes hindúes y de la comunidad civil.Lawrence, representante de “Religions for Peace”, nos dice que es aquí porque «existe la necesidad de mostrar al mundo hechos positivos. Debemos mostrar al mundo que la fraternidad puede cambiar la historia». Crisfan, joven hindú, cuenta que conoció a los Jóvenes por un Mundo Unido hace algunos años y que «desde ese momento, siento el deseo de construir puentes de fraternidad. En India, la religión no es nunca un obstáculo. Cada uno sigue un recorrido, pero todos somos hermanos». Está casado desde hace algunos meses y ha involucrado también a su esposa en esta aventura. Son días de intenso trabajo, en los cuales se comparten también tragedias como la del vecino Nepal, donde el terremoto –como se sabe- provocó millares de víctimas y heridos. Aquí en Mombay están presentes también Sana y Roshan que desde hace muchas horas no logran conectarse con sus propias familias. Sin embargo parecen estar serenos: «estamos seguros de que Dios pensará en ellos», nos dicen. Y, mientras tanto, todos rezan. Al final del día, llega la linda noticia: sus familias se encuentran bien. Están desalojadas, pero el amor de Dios no se hizo esperar. María Chiara, italiana, nos cuenta que desde hace tiempo desea vivir una experiencia de este tipo. «Cuando Christian me invitó, sentí que no podía dejar escapar esta oportunidad. Estoy aquí para conocer a otros jóvenes y para aprender a vivir la cultura del otro como la mía». Christian es rumano y estudia en el Instituto Universitario Sophia, que tiene su sede en Italia. Después de haber estado en Tierra Santa en el 2013 y en Kenya en el 2014, este año decidió cerrar los libros «para conocer cómo se vive la fraternidad en una cultura distinta de la mía» La fraternidad vivida concretamente es ya la experiencia de estos primeros días del laboratorio internacional de India; mientras se desarrollan iniciativas de todo tipo, en favor de la paz, en muchas partes del mundo.
«Se habla mucho de la construcción de una casa común europea, pero estamos convencidos de que esta obra tan necesaria no será completa si no se piensa en ella como en un particular de esa “aldea global” que es la Tierra que habitamos. Este pensamiento me lo sugiere también la preocupación expresada en su carta por las condiciones precarias de nuestro ambiente natural. (…) De hecho, se están multiplicando los análisis alarmados de científicos, políticos, entes internacionales sobre nuestro ecosistema. De varios lugares se lanzan propuestas para sanar a nuestro mundo enfermo. (…) La Ecología, en el fondo, representa un desafío que se puede vencer solamente cambiando de mentalidad y formando las conciencias. Se ha demostrado efectivamente con muchos estudios científicos serios que no faltarían los recursos técnicos ni los económicos para mejorar el ambiente. En cambio, lo que falta es ese suplemento de alma, ese amor nuevo por el hombre, que hace que todos nos sintamos responsables de todos, en el esfuerzo común de administrar los recursos de la tierra de un modo inteligente, justo, medido (…). La distribución de los bienes en el mundo, la ayuda a las poblaciones más pobres, la solidaridad del Norte con el Sur y de los ricos con los pobres son la otra cara del problema ecológico. Si los inmensos recursos económicos destinados a las industrias bélicas y a una súper producción que requiere cada vez más súper-consumadores, sin hablar del derroche de los bienes en los Países ricos, si estos enormes recursos sirvieran al menos en parte para ayudar a que los Países más pobres encuentren una propia y digna vía de desarrollo, ¡cómo sería más respirable el clima, cuántos bosques se podrían salvaguardar, cuántas zonas evitarían la desertificación y cuántas vidas humanas se salvarían! (…) Sin embargo, sin una nueva conciencia de solidaridad universal nunca daremos un paso adelante. (…) Si el hombre no está en paz con Dios, la tierra misma no estará en paz. Las personas religiosas advierten el “sufrimiento” de la tierra cuando el hombre no la ha usado según el plan de Dios, sino sólo por egoísmo, por un deseo insaciable de poseer. Este egoísmo y este deseo contaminan el ambiente aún más y antes que cualquier otra contaminación, que es sólo consecuencia de ellos. (…) Ahora tales consecuencias desastrosas constriñen a ver la realidad todos juntos en la prospectiva de un mundo unido: si no afrontamos todos juntos este problema, no se resolverá. (…) Si se descubre que todo lo creado es don de un Padre que nos ama, será mucho más fácil encontrar una relación armoniosa con la naturaleza. Y si se descubre además que este don es para todos los miembros de la familia humana, y no sólo para algunos, se pondrá más atención y respeto por algo que pertenece a la humanidad entera presente y futura».
No hubo ningún anticipo sobre la encíclica del papa Francisco sobre la Creación, pero sí una gran expectativa por el documento que será presentado al inicio de junio. “El mundo espera escuchar su enseñanza y lo que dirá en la encíclica y en su discurso a la Asamblea de las Naciones Unidas el próximo 25 de septiembre”, declara Jeffrey Sachs, director de la agencia de la ONU para el desarrollo sostenible (UN sustainable Development Solutions Networks), entre los promotores de la cumbre, junto a la Academia Pontificia de las Ciencias participa ‘Religiones por la Paz’, de las cuales María Voce es una de las co-presidentes. Está presente el secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-Moon, el presidente de la República italiana Sergio Mattarella y de la República de Ecuador, Rafael Vicente Correa. Es un congreso que ha reunido a científicos, ecologistas, premios Nobel, líderes políticos y religiosos, para profundizar en el debate sobre los cambios climáticos y el desarrollo sostenible, precisamente en preparación a la presentación de la encíclica. El eje temático de la jornada es la dimensión moral del compromiso a favor del desarrollo sostenible. Es por eso que el hecho de haber involucrado a las comunidades religiosas, muy distintas entre ellas; es una novedad recibida como un buen auspicio. Para María Voce, de esta cumbre emerge una “nueva conciencia de que para obtener algo positivo es necesario trabajar juntos, porque nadie, por sí solo, tiene la receta para salir de las más dramáticas situaciones. Señala que la humanidad tiene en sí misma la capacidad de salir de las crisis, pero lo puede hacer sólo en sinergia con todos los componentes. Está surgiendo la necesidad recíproca de escucharse y hacer las cosas juntos”. Y las respuestas que se encuentran no pueden ser sólo técnicas, sino que deben estar basadas en la dimensión moral, y orientadas al bienestar de la humanidad, como dijo el Card. Turkson, presidente del dicasterio Justicia y Paz. El progreso económico, científico, tecnológico ha introducido estilos de vida inimaginables por nuestros predecesores, pero también tiene “lados oscuros y costes inaceptables”. “Mientras la sociedad global se define sobre valores como el consumo y sobre indicadores económicos, el privilegiado de turno es torpe ante el grito de los pobres”. “Sobre 7 mil millones de personas, 3 viven en condiciones de pobreza, mientras que una élite consume una buena parte de los recursos”. Y se termina inevitablemente con el tema de la comida, que será el centro de la Expo mundial del 2015, y que ya está a las puertas. Tukson denuncia con fuerza la explotación laboral, el tráfico humano y las modernas formas de esclavitud. El papa Francisco deplora esta “cultura del descarte” y la “globalización de la indiferencia”, recordó el cardenal. “La Iglesia no es experta en ciencia, ni en tecnología, ni en economía”. –declara- “pero es experta en humanidad”. Para vencer el desafío del desarrollo sostenible “es necesaria la misma conversión, la transformación personal y la renovación que invocó hace 50 años Pablo VI y que hoy promueve el papa Francisco”. “Una posibilidad para actuar concretamente se nos ofrece a través de una iniciativa inspirada en el proyecto de Eco One”, explica María Voce en una entrevista. “Se trata del ‘Dado de la Tierra’. En las seis caras incluyen frases que ayudan a vivir la tutela del ambiente: ¡sonríe al mundo!, ¡descubre la belleza! También enseña a vivir la sobriedad, a tomar sólo lo necesario, como hacen los árboles. Se trata de gestos cotidianos, de actos concretos: no desperdiciar el agua, reciclar los desechos, reutilizar las cosas. La última cara dice: ahora es el momento, no esperes a mañana. Estas sencillas iniciativas pueden sostener a quienes quieren poner en práctica lo que dice el Papa, pero no saben cómo hacer”.
Cuando el Señor se apareció a Moisés en el Monte Sinaí, proclamó su propia identidad llamándose «Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad» (Ex 34, 6). Para indicar la naturaleza de este amor de misericordia, la Biblia hebrea utiliza una palabra, raḥămîm, que se refiere al vientre materno, el lugar de donde proviene la vida. Al darse a conocer como «misericordioso», Dios muestra la premura que siente por toda criatura suya, semejante a la de una madre por su niño: lo quiere, está cerca de él, lo protege y se preocupa por él. La Biblia usa también otro término, ḥesed, para expresar otros aspectos del amor-misericordia: fidelidad, benevolencia, bondad y solidaridad.
También María canta en su Magnificat a la misericordia del Omnipotente, que se extiende de generación en generación (cf. Lc 1, 50).
El propio Jesús nos habló del amor de Dios, a quien reveló como un «Padre» cercano y atento a cualquier necesidad nuestra, dispuesto a perdonar, a dar todo aquello que necesitemos, que «hace salir su sol sobre malos y buenos y manda la lluvia a justos e injustos» (Mt 5, 45). Su amor es en verdad «rico» y «grande», tal como lo describe la carta a los Efesios, de la que está tomada la palabra de vida:
«Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo».
Pablo casi grita de alegría al contemplar la acción extraordinaria que Dios ha realizado con nosotros: estábamos muertos y nos ha hecho revivir, y así nos dio una nueva vida.
La frase comienza con un «pero» para indicar el contraste con lo que Pablo había observado anteriormente: la condición trágica de la humanidad, abrumada por culpas y pecados, prisionera de deseos egoístas y malvados, bajo el influjo de las fuerzas del mal y en abierta rebelión contra Dios. En esta situación merecería que se desencadenase su ira (cf. Ef 2, 1-3). Sin embargo, Dios, en lugar de castigar –y de ahí el gran estupor de Pablo– le da vida, no se deja guiar por la ira, sino por la misericordia y el amor.
Jesús ya había revelado este actuar de Dios al relatar la parábola del padre de los dos hijos que recibe con los brazos abiertos al más joven, sumido en una vida inhumana. Y lo mismo con la parábola del pastor bueno que va a buscar a la oveja perdida y se la carga sobre los hombros para llevarla de nuevo a casa; o la del buen samaritano, que le cura las heridas al hombre que había caído en manos de unos bandidos (cf. Lc 15, 11-32; 3-7; 10, 30-37).
Dios, Padre misericordioso, simbolizado en las parábolas, no solo nos ha perdonado, sino que nos ha dado la misma vida de su hijo Jesús y nos ha dado la plenitud de la vida divina.
De ahí el himno de gratitud:
«Pero Dios, que es rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, precisamente cuando estábamos muertos a causa de nuestros pecados, nos hizo revivir con Cristo».
Esta palabra de vida debería suscitar en nosotros la misma alegría y gratitud que en Pablo y en la primera comunidad cristiana. Dios también se muestra «rico en misericordia» y «grande en el amor» por cada uno de nosotros, dispuesto a perdonar y a devolvernos la confianza. No hay situación de pecado, de dolor o de soledad en la que Él no se haga presente, no se ponga a nuestro lado para acompañarnos en nuestro camino, no nos dé confianza, la posibilidad de rehacernos y la fuerza para volver a empezar siempre.
El 17 de marzo de hace dos años, en su primer Ángelus, el papa Francisco comenzó a hablar de la misericordia de Dios, un tema que luego se ha hecho habitual en él. En aquella ocasión dijo: «El rostro de Dios es el de un padre misericordioso, que siempre tiene paciencia… nos comprende, nos espera, no se cansa de perdonarnos…». Y concluyó aquel breve saludo recordando que «Él es el Padre amoroso que siempre perdona, que tiene ese corazón misericordioso con todos nosotros. Aprendamos también nosotros a ser misericordiosos con todos».
Esta última indicación nos sugiere un modo concreto de vivir la Palabra de vida. Si Dios es con nosotros rico en misericordia y grande en el amor, también nosotros estamos llamados a ser misericordiosos con los demás. Si Él ama a personas malas, que son sus enemigas, también nosotros tendremos que aprender a amar a quienes no son «amables», incluidos los enemigos. ¿No nos dijo Jesús: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5, 7)? ¿No nos pidió que fuésemos «misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso» (Lc 6, 36)? También Pablo invitaba a sus comunidades, elegidas y amadas por Dios, a revestirse «de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia» (Col 3, 12).
Si hemos creído en el amor de Dios, también nosotros podremos amar a nuestra vez con ese amor que hace suya cualquier situación de dolor y de necesidad, que todo lo excusa, que protege y que sabe ocuparse.
Viviendo así podremos ser testigos del amor de Dios y ayudar a todos aquellos con quienes nos encontremos a descubrir que, también con ellos, Dios es rico en misericordia y grande en el amor.
Cuarenta y dos personas de 8 países de Europa y América Latina recibieron la invitación. El seminario, que se realizó del 9 al 21 de marzo, fue financiado por la Unión Europea. La cita fue en la Ciudadela Lía, en la Provincia de Buenos Aires, que no sólo hospedó a los participantes del seminario, sino que ella misma fue objeto de estudio para la creación de un modelo de gerencia y desarrollo sustentable de un lugar residencial. En esta época es más que nunca urgente cuestionarse acerca del medio ambiente y promover la investigación sobre nuevas tecnologías, so pena de poner en riesgo la subsistencia del planeta. Es por esto que resultó de gran actualidad la iniciativa a la que adhirió Diálogos en Arquitectura, la red de estudiosos y expertos del área, inspirada en la espiritualidad de los Focolares. Sumergidos en el conocimiento del territorio y de sus estructuras, los jóvenes se dedicaron antes que nada al estudio de PRESET (“, un proyecto de investigación – promovido por la asociación Starkmacher – sobre la sustentabilidad de las ciudadelas de los Focolares y de otras realidades aliadas como la Fazenda da Esperança (Brasil), la Fundación Unisol (Bolivia), New Humanity (ONGdel Movimientode los Focolaresacreditado ante laONU), Economy for tomorrow (Eslovenia), para luego trabajar específicamente en una propuesta integral eco-sustentable para la ciudadela Lía. Los jóvenes, repartidos en cinco talleres temáticos, cuyo eje trasversal fue el valor de la fraternidad como estilo de vida, llegaron a una propuesta integral eco-sustentable (Ecocity Mariápolis) en la que involucraron a todos los habitantes de la ciudadela. Y también a los chicos de la región cercana a la Mariápolis, con quienes se encontraron una tarde para comunicarles el proyecto y hablar de medio ambiente. Ecocity Mariápolis deberá realizarse respetando la historia de la ciudadela y dialogando de manera efectiva con sus habitantes. Ya en los días del seminario se instaló una planta de biogás para una de las viviendas de la ciudadela, y se hizo la divulgación de cómo se obtiene el compost, un estudio para la realización de una instalación fotovoltaica, para el aislamiento de las construcciones en aras del ahorro energético y para la sustitución de los bombillos con la iluminación Led y otras cosas más. Se avanzó simultáneamente en la educación sobre el tema del medio ambiente. Por esto nacerá una producción de material didáctico para los habitantes y visitantes de la Mariápolis, que se podrá difundir también en los colegios y a través de la Web. Incluso el arte colaboró en la eficacia de la propuesta con la creación de una línea de productos (sombreros, etc.) decorados con motivos étnicos y realizados con material ecológico, y con una performance teatral concerniente al tema. Gracias a una favorable coincidencia, en esos días se encontraba en la ciudadela también el Rector del Instituto Universitario Sophia de Loppiano, prof. Piero Coda: «Pienso que no se trata simplemente de una coincidencia – dijo Coda –. Puede ser que sea el designo del amor de Dios que nos lleva hacia algo nuevo; y está creando cree entre nosotros una red de comunión, de trabajo por la solidaridad, por la justicia». Significativo el testimonio de Francisco, de Udine: «Trabajo como arquitecto y estoy haciendo un master en ‘Edificios energía cero’. Lo que más me llamó la atención en este taller es el hecho de que estamos junto a personas que tienen potencialidades y especializaciones distintas. No son sólo arquitectos como nosotros y creo que ésta es la parte más enriquecedora para todo el grupo: Partir con potencialidades distintas para alcanzar un objetivo común que es el de la sustentabilidad, que para nosotros es una sustentabilidad desde el punto de vista ambiental pero también económico y social». También Ricardo, arquitecto italiano, está convencido de la importancia del trabajo realizado. «Creo firmemente que lo que puedo hacer yo es sólo una pequeña parte mientras que, si estamos juntos, podemos lograr objetivos que tienen un resultado positivo para todos, para toda la sociedad, para aprovechar bien de los recursos, más aun creando un bienestar y una satisfacción para todos, tanto para los profesionales como para la sociedad». www.eco-navigation.eu https://www.youtube.com/watch?v=uR9LbLbBfFI
«La situación no es para nada buena. Personalmente estoy vivo, pero ahora vivimos afuera de nuestra casa, tanto de día como de noche. Muchas personas se murieron, otros están por morir y muchísimos están heridos. Hay todavía constantes sacudidas que crean destrucciones constantes», escriben algunos amigos de Nepal. Además del número de víctimas sigue creciendo, Unicefestima que hay 940 mil niños en situación de riesgo, con urgente necesidad de asistencia sanitaria. El Movimiento de los Focolares se une en oración por las personas afectadas, por sus familias, pidiendo consuelo en esta enorme tragedia, y se moviliza para recoger ayuda. Desde Mumbai, donde están reunidos para la preparación de la Semana del Mundo Unido, los jóvenes de los Focolares- entre ellos hay tres procedentes de Nepal- lanzan un llamado a los Jóvenes por un Mundo Unido de todo el mundo, para organizar inmediatamente una acción para ayudar a las personas afectadas por el desastre: «la Semana del Mundo Unido- escriben- puede ser una ocasión inmediata que exprese concretamente nuestra colaboración». El Papa Francesco después de haber rezado en el Ángelus por las víctimas del terremoto, exhortando al “apoyo de la solidaridad fraternal”, expresó en un mensaje que envió al Nuncio Apostólico de Nepal su propia cercanía a la población nepalesa. Caritas de Nepal, además, se puso en acción para enfrentar la situación de emergencia, pero se necesitan refuerzos. Se distribuyen carpas y alimentos: el problema principal por el momento es el de ofrecer un refugio a la gente, para protegerlos del frío y de la lluvia.
La ayuda económica se puede depositar en la cuenta de los Jóvenes por un Mundo Unido CUENTA CORRIENTE DE LA SECRETARIA CENTRAL DE LOS JOVENES POR UN MUNDO UNIDO (JMU) Concepto: EMERGENCIA NEPAL A NOMBRE DE :PIA ASSOCIAZIONE MASCHILE OPERA DI MARIA Via Frascati 306, Rocca di Papa, 00040 Roma, Italia DIRECCIÓN BANCARIA: BANCA PROSSIMA Piazza Paolo Ferrari 10 20121 Milano Italia. CÓDIGO IBAN PARA TRANSFERENCIAS NACIONALES E INTERNACIONALES: IBAN IT62 W033 5901 6001 0000 0113 348 BIC BCITITMX
Cuando alguien llega por primera vez a Santa Cruz de la Sierra, se encuentra en un contexto inesperado: la naturaleza es exuberante y acogedora, el lenguaje es desconocido, la cultura local es muy distinta, existe también la pobreza con todas sus consecuencias, y además simplicidad y generosidad sin límites de las personas.
En ocasión de la Semana Santa, un grupo de jóvenes y familias de los Focolares eligieron pasarla precisamente en Santa Cruz, junto con muchos amigos Nahua. La Iglesia local, de hecho, por las enormes necesidades pastorales, proporciona un permiso especial durante los días santos a los laicos, preparados apropiadamente, para ejercer como ministros, según el criterio de los párrocos.
Pero dejamos la palabra a los protagonistas del acontecimiento:
«El sol apenas apareció en el horizonte y el autobus trepa por las callecitas de montaña de la Sierra Madre oriental, llevando consigo a 43 personas, entre jóvenes y familias de los Focolares. El viaje se prevé largo y emocionante: el cansancio no se advierte porque es mucha la alegría. Al final del camino están los hermanos, familias y amigos de 33 comunidades nahuas dispuestos a vivir junto con nosotros la Semana Santa.
Ocho horas después de haber salido de la Ciudad de México somos recibidos en Santa Cruz por una población humilde y generosa que vive en el corazón de la huasteca hidalguense (“Flor que no se seca”): una región húmeda y de temperaturas elevadas, cubierta por árboles de cedro, ébano y caoba.
Allí, en una parroquia de la “Misión Javeriana”, nos dividimos en siete grupos para estar con la gente y ayudar –junto con los catequistas de la localidad- en las funciones litúrgicas de muchas comunidades, donde la semilla de la espiritualidad de la unidad llegó ya desde hace algunos años.
El encuentro es muy conmovedor: empezamos a compartir la fe, la vida y el pan.. Se cuentan algunos testimonios de vida evangélica, se intercambian pequeños y grandes dones. Después de la celebración del “lavado de los pies”, uno de los jóvenes participantes exclama: “¡Es fantástico sentirse cristiano!” Una chica dice que participó en varias misiones pero “con Jesús entre nosotros es distinto, de hecho, es Él quien atrae a las personas y es por esto que queremos asistir a los encuentros y a las celebraciones litúrgicas”.
Entre los numerosos encuentros personales, hay uno que nos impresiona particularmente: visitamos a un anciano que vive solo, inmóvil desde hace mucho tiempo. Su situación de higiene es grave. Lo lavamos y limpiamos su pequeñísimo cuarto: lo ayudamos a prepararse a recibir a Jesús Eucaristía y se lo llevamos. Muere al día siguiente. Después de una Semana Santa vivida intensamente y después de haber experimentado la mutua donación en la simplicidad y generosidad, llega la hora de volver a Ciudad de México. Durante el viaje, algunos recuerdan las palabras de Chiara Lubich pronunciadas en la Basílica de Guadalupe en junio de 1997: “La inculturación exige un intercambio de dones”.
Visto el entusiasmo de los jóvenes “misioneros” y de los miembros de las comunidades visitadas, nace la esperanza de que la “Misión” en Santa Cruz no quede como un elemento aislado, sino que sea el comienzo de un proceso de donación creciente de los Focolares en México».
«La cosa empezó, como las cosas de Dios, de una humilde semilla. Silvia Lubich era hija de un comerciante de vino, quien se había visto reducido a empleado municipal debido a la crisis económica de la Segunda Guerra Mundial, y de una ama de casa de Trento, quien siendo joven había trabajado en la tipografía de Cesare Battisti. Dos cristianos trentinos: sencillos, honestos, sin muchas historias. Ellos habían traído al mundo cuatro hijos, un varón, el primogénito, y tres chicas, entre las cuales Silvia, que nació el 22 de enero de 1920, era la mayor. A todos les impartieron una educación cristiana, la cual forjó en Silvia una piedad lineal desde la infancia. Lineal, porque no permitía dobleces: no permitía que se dividiera el deseo entre Dios y el mundo, que se pensara en el bien y el mal, que se mostrara una cosa y se escondiera otra. Estaba Dios: Dios era todo y por lo tanto era necesario ser todos de Dios: hacer la voluntad de Él, siempre, como un rayo de sol que sale del cielo para posarse en la tierra».
Es el inicio de Historia de Light, es decir la historia de Chiara Lubich escrita por uno de los protagonistas de los acontecimientos descritos: Igino Giordani, personalidad insigne de la cultura y de la política italiana, co-fundador del Movimiento de los Focolares.
«Ser una obra maestra no es nunca fácil para ninguna obra», escribe Alberto Lo Presti, director del Centro Igino Giordani, al introducir el primer capítulo. «Imaginen lo que será para un libro que tiene que disputar esa primacía con otro centenar, todos los que escribió Giordani. La historia de Light, en cambio, nunca ha visto la luz. No sólo: es un texto desconocido también para quienes –en estos años- lo han custodiado. Fue el mismo Giordani quien pidió que esperaran, cuando –en realidad- cualquier autor habría preferido lo contrario, sobre todo por lo que se refiere a sus mejores trabajos».
«Historia de Light no es una investigación conducida según las normas y la metodología de la historiografía. Podríamos definirla como la narración de la prodigiosa intervención suscitada por el Espíritu Santo –que se hace visible en la figura y en las acciones de Chiara Lubich- en la historia del siglo XX. En otras palabras, está constituida por una serie de cuadros narrativos en donde la línea biográfica de Chiara se entrelaza con el designio de Dios sobre la humanidad afligida, sin ideales y trastornada socialmente por las divisiones y las guerras mundiales. Por eso en la sutil trama de la Historia de Light, reconocemos algunos elementos básicos de la compleja personalidad de Giordani. Él vivió, como protagonista, todos los principales dramas del siglo XX, recibió heridas de guerra, sufrió persecuciones ideológicas, aceptó la marginación civil. Fue un hombre de fe, trabajó para la Iglesia y la cultura, consciente de que el mal radical sería vencido por un nuevo espíritu cristiano, que buscó tenazmente. Encontró a Chiara Lubich, en septiembre de 1948, y percibió en ella la luz (light) que estaba buscando. Fue su discípulo poniendo a disposición de la fundadora del Movimiento de los Focolares toda su inteligencia y voluntad. Nunca tuvo dudas de la fuerza y de la preminencia de la figura de Chiara para la Iglesia, para la sociedad, para la historia contemporánea y para el porvenir. Por lo tanto, Giordani no podía, ni si lo hubiese querido, escribir una historia completa de Chiara Lubich, tomando distancia, con una metodología inexpugnable. Su vinculación humana y espiritual no se lo podían conceder».
«El Autor había escrito numerosos volúmenes sobre las más grandes figuras espirituales: Catalina de Siena, Ignacio de Loyola, Magdalena de Canossa, Contardo Ferrini, Francisco de Paula, Vicente de Paúl, Francisco de Sales, Francisco de Asís, sólo para citar algunos trabajos monográficos. Se trata de una galería de personalidades extraordinarias, de épocas y contextos diferentes. El lugar de honor, en esta rica secuela, ha sido asignado a Chiara Lubich, de cuya historia hizo su “obra maestra”. Cuando, con 54 años, la historia lo llamó a la cita con Chiara, no llegó espiritualmente desarmando. Sabía evaluar la grandeza religiosa de un ideal, y tenía los instrumentos para medir la magnitud de una intuición mística. Por dicha razón […] podemos creer que Giordani advirtió una especie de supremo deber de dar testimonio de la verdad de quién fue realmente Chiara. Por otra parte, este papel él lo asumió desde los primeros momentos en que empezó a frecuentar a Chiara y al primer núcleo de focolarinas. Con su erudición, estaba en grado de revelar la importancia y la novedad de la figura de Chiara a las jóvenes que la seguían».
«Giordani vivió momentos difíciles en donde Chiara Lubich y los Focolares estuvieron bajo la lupa de la Congregación del Santo Oficio. De dicho período –estamos en los años Cincuenta- y todavía durante muchos años después, se produjo una difusa actitud de prudencia que inducía a la máxima discreción sobre la figura de Chiara. Si bien era necesario contener los sentimientos de afecto y de estima hacia Chiara, a Giordani no le cabía duda de que la verdad sobre ella se escribiría y se transmitiría. Por eso, Historia de Light, su “obra de arte”.
El Movimiento político por la unidad (MPPU), expresión en el ámbito político del Movimiento de los Focolares, hace sentir su voz ante el drama migratorio hacia Europa, voz que se suma a las de tantas asociaciones y gente sensible de todo el mundo.
«El plan presentado por la cumbre europea sobre la migración –escriben- que fue convocado de urgencia después de la enésima tragedia sucedida en el Canal de Sicilia con su pesadísimo balance de vidas perdidas, extiende el área de intervención de las operaciones de vigilancia marítima Tritón y Poseidón, de forma que los barcos dedicados a estas dos misiones, que fueron aumentados gracias a la triplicación de los recursos financieros, puedan ir más allá de las 30 millas costeras de los países de la UE. Todavía quedan acciones dentro del mandato de Frontex cuya función es la vigilancia marítima dentro de las 30 millas de la costa europea y no una política migratoria integral».
El MPPU denuncia que el plan contiene en sí mismo una fuerte contradicción: «De hecho, los Estados de la Unión, no han demostrado absolutamente la misma disponibilidad para acoger a los inmigrantes, como si no tuvieran que llegar más. Sin embargo todos sabemos que destruir las frágiles bancazas, si bien (podría ser) que en parte desanimara a los traficantes de seres humanos, ciertamente no va a servir para salvar a todas las víctimas de las migraciones ilegales, ni para detener el flujo migratorio». De hecho sabemos por las noticias de estos días que, en Macedonia, un tren atropelló y mató a 14 inmigrantes que caminaban a los largo de los rieles en la ruta que sigue la vía terrestre.
«Una política seria de la Unión Europea (y no sólo) en materia de migración –prosigue el llamado- debería tener una perspectiva muy diferente y distinguir tres ámbitos distintos de iniciativa y acción pública y política. En primer lugar es necesario dar una señal fuerte de que se están activando todos los recursos disponibles a nivel institucional, de infraestructura, humanos y financieros en los países de acogida con el fin de encaminar una vasta movilización que pueda responder a la emergencia con instrumentos adecuados y en forma concreta, inmediata y eficaz. La acogida temporal de los emigrantes y de los refugiados se debe repartir equitativamente en el territorio, tomando en cuenta las estructuras disponibles, la composición y consistencia de la población residente y la presencia de redes locales que puedan intervenir en forma solidaria, organizada y responsable».
El llamado continúa dando ejemplos ya en acto de acogida y solidaridad y afirma que «el Movimiento político por la unidad asegura su total apoyo humano y político a todos aquellos funcionarios, llamados en este período, a asumir decisiones difíciles a menudo impopulares (…) Es un deber de todo administrador público, tanto a nivel local, como nacional o internacional, hacer comprender la razón de las medidas de emergencia de hospitalidad, adoptadas en el pleno respeto de los derechos y de las expectativas de las comunidades políticas, sin por ello sustraerse de los deberes humanitarios que exigen dar una respuesta a exigencias inmediatas y elementales de otros seres humanos».
«En segundo lugar – continúa el texto del MPPU, es necesario que la Unión Europea aclare la equivocación fundamental que mina las bases de cualquier política seria de gestión del flujo migratorio. No se puede hablar de un papel más incisivo de las instituciones presentes en Bruselas si al mismo tiempo no se le da a la Unión Europea la necesaria competencia y los recursos humanos y financieros que se requieren para que los Estados miembros, incluyendo los del Mediterráneo, puedan desarrollar las funciones que hasta ahora no han querido compartir en una perspectiva de verdadera integración».
«En tercer lugar – concluye el llamado –, los fenómenos migratorios que se manifiestan en el Mediterráneo tienen causas geográficamente y políticamente todavía más amplias, incluida la misma ingobernabilidad de Libia, Somalia y grandes regiones del África subsahariana, sin contar con el desmantelamiento en acto de los contextos de la región de Medio Oriente, en especial de Siria e Irak. La vastedad y complejidad de las cuestiones políticas, económicas, sociales y culturales que caracterizan dichas áreas exigiría ´la movilización de la comunidad internacional, empezando por las Naciones Unidas, con el fin de poner en marcha un plan de intervenciones y de medidas de emergencia , superando las contraposiciones y los vetos entrecruzados».
Muchas ciudades de Siria hoy están destruidas y la electricidad falta buena parte del día. Mientras que en las ciudades. Mientras que en la ciudad se intensifica la violencia, el Consejo de los Jefes de las distintas confesiones cristianas de Alepo hace un llamado a la comunidad internacional para decir «Basta con la destrucción y la desolación. Basta de ser un laboratorio de armas de una guerra devastadora». «Queremos asegurar a cuantos se ven involucrados en estas situaciones que no los olvidamos –dijo el Papa Francisco en el Ángelus del 1º de marzo –estamos cerca de ustedes y rezamos insistentemente para que lo más pronto posible se ponga fin a la intolerable brutalidad de la que son víctimas». «Estamos allí con ustedes –queremos poder decir, retomando las palabras de una amiga, que hace pocos meses estaba en Damasco- y no podemos estar en paz si no los ayudamos, los sostenemos, no sólo con las oraciones, sino con toda forma posible de iniciativa. Sabemos que están viviendo grandes sufrimientos también ¡por el frío, por la falta de electricidad, por la falta de trabajo! Debemos movernos pronto, tenemos que hacer algo rápido. Estamos con ustedes y les agradecemos». En esta movilización, que no ha tardado en llegar, quien quiera colaborar todavía, lo puede hacer efectuando un depósito de cualquier monto en una de las siguientes cuentas corrientes:Detalle del depósito: Siria, Emergencia Siria c/c postal n. 81065005 código IBAN: IT74 D076 0103 2000 0008 1065 005 código SWIFT/BIC: BPPIITRRXXX c/c bancario n. 120434 de Banca Popolare Etica – Sucursal de Roma código IBAN: IT16 G050 1803 2000 0000 0120 434 código SWIFT/BIC: CCRTIT2184D A nombre de: Asociación “Azione per un Mondo Unito – Onlus” Via Frascati, 342 – 00040 Rocca di Papa (Roma, Italia)
¿Qué son las religiones en el mundo de hoy? Hay muchos que las ven como obstáculos a la paz, un residuo de tiempos pasados que ahora causan un extremismo violento. Pero el mundo, ¿sería verdaderamente más pacífico sin las religiones? El debate del tema a Alto Nivel “Promover la tolerancia y la reconciliación”, es animado. El segundo día del encuentro en la ONU aparecen, de hecho, algunas directivas. El secretario general Ban Ki-moon, en la apertura propone un comité consultivo con los líderes de las religiones, para ayudar a las Naciones Unidas a encontrar soluciones para los conflictos que están en curso, a menudo precisamente entre los fieles de religiones distintas. En la plenaria se presentan los testimonios de 15 líderes religiosos. Todos los presentes están de acuerdo en el hecho de que las religiones deberían ayudar a construir la paz, ir más allá de la simple tolerancia, de la aceptación –y subrayan que existen personas en todo el mundo que viven ya así en la cotidianidad. Maria Voce en su discurso recuerda la experiencia vivida por muchos en el Movimiento de los Focolares: «El encuentro entre culturas y religiones es una experiencia continua y fecunda, que no se limita a la tolerancia o al simple reconocimiento de la diversidad, sino que va más allá de la fundamental reconciliación, y en cambio crea, por así decir, una nueva identidad, más amplia, común y compartida». Y así ocurre en contextos que se han visto afectados y sufren aún ahora gravísimas crisis, como ocurre en Argelia, en Siria, en Iraq, en Líbano, en la República Democrática del Congo, en Nigeria, en Filipinas.
Introdución a la mesa redonda – H.E. Ban Ki-moon, Secretario General de la ONU (link al video)
Para responder a los desafíos y a la violencia, propone un «extremismo del diálogo», es decir un diálogo que exige el máximo compromiso, «que es arriesgado, exigente, desafiante, que aspira a renunciar a las raíces de la incomprensión, del miedo, del resentimiento». De allí, invita a aspirar a una «civilización de la alianza», «una civilización universal que logre que los pueblos se consideren parte de un acontecimiento, plural y fascinante, del camino de la humanidad hacia la unidad», e invitó a la misma ONU a reconsiderar su propia vocación, a reformular su propia misión, para ser «una institución que verdaderamente trabaje por la unidad de las naciones, en el respeto de sus riquísimas identidades» Decir que las religiones son la causa de las tensiones, es según María Voce tener una visión demasiado limitada de la situación: «Lo que estamos presenciando hoy en muchas áreas del planeta, desde Medio Oriente a África, tiene muy poco que ver con las religiones y en cambio tiene mucho que ver con los habituales mecanismos de dominio de las oligarquías y de la prevalencia de estructuras orientadas a la cultura bélica». Así pues, la vocación de las religiones está bien determinada: «Ser fieles a la propia inspiración fundamental, a la Regla de Oro que es común en todas, a la idea de la única familia humana universal». En esta línea estaban todos de acuerdo: las religiones llevan a la paz, si no son instrumentalizadas para otros fines. En la mesa redonda plenaria de la tarde, moderada por la periodista de la BBC Laura Trevelyan, el Rabino David Rosen se pregunta porqué existen tantos jóvenes que se sienten atraidos por el extremismo: «Tal vez porque están en búsqueda de la propia identidad, o por algo que dé un sentido a su vida». «En las Naciones Unidas, normalmente no se menciona a Dios», se atreve a decir el Rabino Arthur Schneier: «¿Cómo tratamos este problema –que la ONU tendría que ser neutral- cuando 5 de los 7 millares de personas en la tierra pertenecen a una religión?». Para Bhai Sahib Mohinger Singh, Sikh de Birmingham: «Dios es omnipresente, en cada uno de nosotros, por lo tanto no se puede decir que Dios no está aquí». Y para María Voce: «Se habla de Dios cuando se habla de justicia, de compartir todos los bienes de la tierra, de un desarrollo sustentable, se habla de Dios cuando pensamos en qué cosa le estamos preparando a las generaciones futuras. Esto es hablar de Dios, no es necesario hablar de forma abstracta». ¿Cómo mantener la integridad del diálogo interreligioso? Los líderes religiosos presentes ¿no están renunciando a algo, viniendo aquí a la ONU para hablar de la resolución de los conflictos? «Yo no renuncio a nada», afirma María Voce. «Yo vine por amor, pensando en traer mi contribución de amor a la humanidad. Me sentí enriquecida por esta posibilidad» Al final una mirada a las nuevas generaciones: «Volviendo a casa, lo que haré – declara- será sostener todas las actividades de los jóvenes y de los adolescentes, porque creo en su potencial profético» y le cede la palabra a Ermanno Perotti, joven italiano que la acompañó en esta etapa estadounidense. El joven de 25 años, máster en Economía del Desarrollo, aprovecha la ocasión para presentar El Atlas de la Fraternidad un dossier que reúne las iniciativas para la fraternidad que están presentes en todas las latitudes. «Con la esperanza- agrega María Voce- de que un día también estos “fragmentos de fraternidad” puedan ser presentados en las Naciones Unidas», y que las Naciones Unidas puedan acogerlos. Con esta visión está claro que las religiones tienen una gran oportunidad, pero también una gran tarea: construir la paz y responder a los desafíos con un “diálogo extremo” en vez de cerrarse en el propio grupo. Susanne Jansen, New YorkIntervención íntegra de Maria Voce (texto) Intervención íntegra de Maria Voce (video) Comunicado de prenasPrensa
Arriesgar la propia vida para aliviar los sufrimientos de los pobres: Maria Voce comienza narrando la fase final de la Segunda Guerra Mundial, cuando en Trento, en 1943 «un grupo de chicas se reúne en la pequeña ciudad de Trento, en Italia septentrional. En medio de las bombas esas chicas, guiadas por una profesora muy joven, Chiara Lubich, animadas por una renovada comprensión de la radicalidad del amor evangélico, deciden arriesgar la propia vida».
Un gesto repetido por muchos hoy todavía, que lleva a la regeneración del tejido social: Maria Voce recuerda los campos de prófugos en Líbano, Siria, Jordania, Irak, y las periferias degradadas de las megalópolis, y la fuerza de cuantos introducen «en el circuito destructivo del conflicto el empeño por la regeneración del tejido social, cumpliendo – para usar el lenguaje de esta organización – una acción de peace-building».
Aquellas chicas, afirma, «decidieron romper el círculo vicioso de la violencia, respondiendo con gestos y acciones que en el clima del conflicto habrían podido parecer veleidosas o incluso irrelevantes. ¡No fue así, no es así! ».
«También hoy estamos, quizás, en una situación de gravísima disgregación política, institucional, económica, social, que exige respuestas igualmente radicales, capaces de cambiar el paradigma prevaleciente. El conflicto y la violencia parecen, de hecho, dominar amplias áreas del planeta, involucrando a personas inocentes, cuya culpa es solamente la de encontrarse en un territorio disputado, pertenecer a una determinada etnia o profesar una determinada religión».
El encuentro entre culturas crea una nueva identidad:«En el Movimiento de los Focolares, al que tengo el honor de representar -explica Maria Voce- el encuentro entre culturas y religiones (Cristianismo, Islam, Hebraísmo, Budismo, Hinduismo, religiones tradicionales) es una experiencia continua y fecunda, que no se limita a la tolerancia o al simple reconocimiento de la diversidad, que va más allá incluso de la fundamental reconciliación y crea, por decir así, una nueva identidad, más amplia, común y compartida. Es un diálogo eficaz, que involucra a personas de las más variadas convicciones, incluso no religiosas, e impulsa a mirar a las necesidades concretas, a responder juntas a los desafíos más difíciles en el campo social, económico, cultural, político en el compromiso por una humanidad más unida y más solidaria. Ello sucede en contextos que han sido afectados o están caracterizados todavía por gravísimas crisis, como en Argelia, Siria, Irak, Líbano, República Democrática del Congo, Nigeria, Filipinas».
Descarta las medias medidas, la Presidente de los Focolares: «Si existe un extremismo de la violencia -afirma- se responde a éste (…) con igual radicalidad, pero de un modo estructuralmente distinto, es decir ¡con el «extremismo del diálogo»! Un diálogo que requiere el máximo del empeño, que es arriesgado, exigente, desafiante, que apunta a cortar las raíces de la incomprensión, del miedo, del resentimiento».
Civilización de la alianza: recordando la iniciativa de la «Alianza de las Civilizaciones», entre los promotores del evento, Maria Voce se pregunta « si hoy no se puede ir aún más a la raíz de esta nueva prospectiva, apuntando no sólo a una alianza de las civilizaciones, sino a la que podríamos llamar la “civilización de la alianza”; una civilización universal que hace que los pueblos se consideren parte del gran acontecimiento, plural y fascinante, del camino de la humanidad hacia la unidad. Una civilización que hace del diálogo el camino para reconocerse libres, iguales, hermanos».
Entre las muchas organizaciones representadas, recuerda la ONG New Humanity, que representa el Movimiento de los Focolares en la ONU. Y sobre ésta última se interroga:
«: ¿La ONU no debería quizás volver a pensar en su propia vocación, a reformular su propia misión fundamental? ¿Qué quiere decir, hoy, ser la organización de las “Naciones Unidas”, si no una institución que trabaja verdaderamente para la unidad de las naciones, en el respeto de sus riquísimas identidades? Ciertamente es fundamental trabajar por el mantenimiento de la seguridad internacional, pero la seguridad, aunque es indispensable, no necesariamente equivale a la paz.
Chiara Lubich en un Simposio en la ONU: Hacia la Unidad de la Naciones y la Unidad de los Pueblos – 28 de mayo de 1997
Los conflictos internos e internacionales, las profundas divisiones que registramos a escala mundial, junto a las grandes injusticias locales y planetarias, exigen de hecho una verdadera conversión en los hechos y en las elecciones de la governance global, que realice el lema acuñado por Chiara Lubich y lanzado en este lugar en 1997[1], “amar la patria de los demás como la propia”, hasta la edificación de la fraternidad universal».
La guerra es la irreligión: «No debemos pues ceder terreno a quien intenta representar muchos de los conflictos en acto como “guerras de religión”. La guerra es, por definición, la irreligión. El militarismo, la hegemonía económica, la intolerancia a todos los niveles son causas de conflicto juntamente a muchos otros factores sociales y culturales, de los que la religión constituye a menudo sólo un trágico pretexto. Aquello a lo que estamos asistiendo en muchas áreas del planeta, desde Oriente Medio a África, incluida la tragedia de los centenares de muertos de quienes huyen de la guerra naufragando en el mediterráneo, tiene muy poco que ver con la religión. Desde todo punto de vista, en estos casos se debería hablar no tanto de guerras de religión sino, más concretamente, realmente y prosaicamente, de religión de la guerra».
¿Qué hacer entonces? Citando a Chiara Lubich, desafía a tener el valor de “inventar la paz”: « Son muchas las señales, para que de la grave coyuntura internacional pueda emerger finalmente una nueva conciencia de la necesidad de obrar juntos para el bien común (…) con el valor de “inventar la paz”. Ha terminado el tiempo de las “guerras santas”. La guerra nunca es santa, y nunca lo ha sido. Dios no la quiere. Sólo la paz es verdaderamente santa, porque Dios mismo es la paz »
Concluye con la apelación a la regla de oro, que conduce a la inspiración fundamental que acomuna las religiones, para que sean «no un instrumento utilizado por otros poderes, aunque sea con fines nobilísimos, no una fórmula estudiada sobre el escritorio para resolver los conflictos o las crisis, sino un proceso espiritual que se encarna y se hace comunidad abierta a compartir todo lo humano, incluyendo todo el sufrimiento que esto conlleva, y a darle un alma».
Sede general de las Naciones Unidas: millares de personas trabajan allí, importantes personalidades y jefes de estado – ¿hay alguien que nunca soñó entrar ahí algún día? Ermanno Perotti, 25 años, estudiante de Economía del desarrollo en Florencia/Italia, se encuentra ahí, y no como uno de los numerosos visitantes que siguen a los guías a lo largo de los inmensos pasillos. Él acompaña a María Voce, la presidenta del Movimiento de los Focolares, que ha sido invitada con otros líderes religiosos para intervenir en el Debate de Alto Nivel sobre “Promoción de la Tolerancia y la Reconciliación: favoreciendo sociedades pacíficas, acogedoras y contrastando el extremismo violento”. Muchos comparten la impresión de Perotti: «Cada representante de un Estado da su contribución, muchas palabras bonitas e iniciativas positivas, pero parecen estar aislados, cada uno ve la ONU como una plataforma para difundir sus propios pensamientos».«La cosa que un poco me molesta es precisamente la falta de escucha. Lo que en cambio me atrae es ver el esfuerzo de llenar esta falta con una escucha y un diálogo verdadero». Con esta perspectiva, que ha heredado de la vida de los jóvenes de los Focolares, ha sentido la atracción a comprometerse en la política, para estimular relaciones más verdaderas. Casi todos los interlocutores estaban de acuerdo sobre cómo prevenir la violencia y el extremismo: no hay otro camino sino el diálogo entre las culturas. «Me gustaría hacer surgir una escuela de diálogo precisamente en la ONU» dice Perotti. De hecho, el 90% de los relatores han subrayado la necesidad de formación, y muchos han hablado de la necesidad de dar voz a las mujeres y luchar contra la pobreza.
Ermanno Perotti
Además muchos han expresado su esperanza en los jóvenes. Dijeron que se debería empezar por ellos. Perotti no comparte plenamente esta afirmación: «Son siempre los adultos que hablan de los jóvenes. ¿Dónde están los jóvenes que hablan de los jóvenes?» se pregunta. Ve que su generación está ya lista para un futuro multicultural: «Yo crecí así: en mi salón de clases somos de 10 nacionalidades y 4 religiones distintas. Podemos mostrar al mundo cómo vivimos cotidianamente y espontáneamente». El 22 de abril es el día de la mesa redonda en las Naciones Unidas. Ermanno Perotti se la toma con calma: «Me dije antes, también con María Voce, de vivir estos días antes que nada como una experiencia de Dios». También hoy, en la ONU, será una experiencia de Dios. Como algunos oradores han dicho, “al final todo se concentra en la regla de oro, ‘amar al prójimo’. De la misma manera también ir allá con la Presidenta, al final es simple porque uno va para amar y para ser un cuerpo con todos los demás jóvenes en el mundo». Susanne Janssen, New YorkConexión vía streaming en http://m.webtv.un.org
Hoy empieza el debate de la ONU sobre la “Promoción de la tolerancia y la reconciliación: favoreciendo sociedades pacíficas, acogedoras y contrastando el extremismo violento”. Entre los líderes religiosos invitados está María Voce, presidente del Movimiento de los Focolares. Tres preguntas antes de entrar en la sede de las Naciones Unidas:
¿Cómo se siente antes de participar en este evento de alto nivel con representantes de los 193 Estados miembros?
«Estoy bastante tranquila. A veces en estas organizaciones lo que falta es precisamente el testimonio de cuanto ya se hace en el mundo por la paz. Tengo la impresión de que a menudo quienes que trabajan por ella se sienten solos y tienen necesidad de que alguien éste con ellos en el campo, trabajando por los mismos fines. Con un ideal tan grande, como el que nos ha dado Chiara Lubich, no trabajamos sólo por la reconciliación y la justicia social, sino que éstos son pasos para llegar a la unidad».
Mirando el mundo de hoy, algunos piensan que las religiones levan más a la división que a la paz…
«Ciertamente ninguna religión es autora de la guerra. La palabra religión quiere decir vínculo, es un vínculo entre las personas. ¿Cómo puede una religión generar la guerra? La guerra nace en el corazón de las personas, y ellas, no importa la religión a la que pertenezcan, pueden ser buenas o malas. Muchas veces la religión se usa como un pretexto para justificar motivaciones muy terrenales y antihumanas: el deseo de poder, de aplastar a los más débiles, de vender los propios productos, incluidas las armas. La raíz de las guerras sin duda no está en las religiones, sino en estos otros motivos que en el fondo siempre son fruto del egoísmo».
¿Con los enfrentamientos que existen actualmente, por ejemplo en Medio Oriente o en Nigeria, usted sigue siendo optimista de que la paz sea posible?
«No puedo no ser optimista porque Jesús es la paz. Y como nosotros seguimos a Jesús, tenemos que creer que la paz es posible. Es verdad que Él mismo ha dicho ‘He venido a traer la espada’, pero quiere decir tomar una posición decidida. Creo que las religiones pueden ayudar a hacer que se despierte la conciencia de la humanidad: la paz no es solamente un bien entre otros bienes porque, sin la paz todos los otros bienes no sirven de nada. Se puede trabajar por la paz si nos ponemos todos juntos, tanto el rico como el pobre, tanto el potente como el menos potente, el religioso como quien no se reconoce en ninguna religión. Tenemos que trabajar por estas relaciones de paz en la familia humana, donde verdaderamente somos todos iguales, y tenemos que dar testimonio de esta igualdad».
El Debate a Alto Nivel en el Palacio de Cristal de Nueva York es una iniciativa del Presidente de la Asamblea General Sam Kutesa, del Secretario General Ban Ki-moon y del Alto Representante de la Alianza de las Civilizaciones Nassir Abdulaziz Al-Nasser. El 21 de abril se hablará de las estrategias para lograr sociedades que incluyan a todos. El 22 de abril los líderes de varias religiones han sido invitados a dar un testimonio del potencial que tienen para construir la tolerancia y la reconciliación.
Una mirada viva, una sonrisa dulce, con un velo de tristeza, que permanece cuando cuenta los trágicos acontecimientos del país que se convirtió ahora en su patria por propia elección. Ghada, ¿qué es lo que te ha empujado a volver a Siria?
A los 20 años dejé la familia y la patria para seguir a Dios. En septiembre de 2013, cuando decidí volver a Siria, el entusiasmo era el mismo. Estaba intacto. No me asustaba la idea de que podría morir. Mucho más me atraía el deseo de vivir al lado de las personas que años anteriores había conocido y quería que ellos sintieran que no habían sido abandonados. Me impulsó el deseo de compartir su vida, sus temores, la precariedad de su modo de vivir cotidiano. Aquí, de hecho, las bombas explotan cuando menos te lo esperas.
Pero, ¿no existe ningún aviso previo a los bombardeos para poderse proteger de algún modo?
No hay sirenas que anuncien los raid y tampoco se puede confiar en una estrategia que haga suponer cuándo y dónde caerán las bombas. Por otro lado, estamos ya en el 5º año de guerra y no podemos estar atrincherados por siempre. Uno se puede detener un día, un mes, pero después, aunque truenen los morteros, la vida debe continuar: los niños van a la escuela y los padres van a trabajar para mantener la familia. Todo va adelante, en la precariedad y en el riesgo más absoluto. Había vivido el mismo drama cuando estaba en el focolar en Líbano, pero aquí todo se agravó más, todo es más difícil. Aquí se respira terror y violencia en cada rincón.
Tú ya estuviste en Siria en el pasado. ¿Nos puedes decir algo del cambio que encuentras?
Cuando estaba en el focolar de Líbano, viajaba a Aleppo, a Homs y también a Damasco porque ya había muchas personas que deseaban mantenerse en contacto con los Focolares. Por la sensibilidad y la profundidad interior del pueblo sirio, resultaba fácil estrechar vínculos significativos. Se compartían los valores cristianos, que son aquí muy sentidos. Aún dentro de la pluralidad de las Iglesias y de ritos distintos, propia de esta tierra, había y hay todavía gran armonía entre todos. Cuando en el ’94 se planificó el focolar en Aleppo, fui enviada a abrirlo junto con otras dos focolarinas. Me quedé durante 9 años. Para Siria eran momentos de prosperidad: el país no tenía deuda pública y el PIL estaba en constante incremento. De noche las chicas podíamos salir libremente.
Ahora hay una tempestad. Pero lo peor es la ausencia de perspectiva de que esta guerra pueda terminarse.
Volví, para decir junto con los otros focolarinos que están en Siria, que no los hemos olvidado, que Jesús nos hizo una única familia y por esto queremos correr los mismos riesgos. También nosotros, de hecho, como todos, vamos al trabajo, a la iglesia, al mercado, sin saber si volveremos a casa. Estamos allí por el amor que nos liga y la comunidad en Siria sabe que estamos dispuestos también a dar la vida por ellos.
Del mismo modo que ellos también están dispuestos a darla por nosotros. Esta reciprocidad es de verdad excepcional. Compiten para hacernos sentir bien, para compartir con nosotros todo lo que tienen.
Ustedes las focolarinas, están en Damasco, una ciudad fascinante, rica en arte, en historia, una famosa meta turística. ¿Cómo se vive allí, hoy?
En la ciudad, pero también en los pueblos, cada día se desafía a la muerte. El transporte a menudo no existe por la falta de gasoil y los continuos sitios de bloqueo. Se sabe cuándo se sale pero no se sabe cuándo se vuelve. En las casas falta la electricidad y también el agua durante horas. Se llega a la exasperación. A tal punto que el éxodo –para quienes quieren dejar el país- está en continuo aumento. Se calcula que la emigración, tampoco está exenta de enormes riesgos, ha superado los 6 millones de personas. Pero la religiosidad es siempre muy fuerte. En el Vía Crucis del viernes santo, aún conscientes de que las bombas podían explotar de un momento a otro, los cristianos estaban todos en la procesión, llevando con ellos también a los niños. Recientemente los muchachos que conocemos hablaron por skype con un grupo de coetáneos portugueses. Ellos querían organizarse para mandar ayuda y preguntaban qué era lo que más precisaban. Y ellos, aun teniendo necesidad de muchas cosas materiales, seguían repitiendo: «Recen por nosotros, recen por la paz, recen para que se detenga este espiral de odio»
La elección de ustedes de quedarse en Siria, es una elección fuerte, valiente…
No nos sentimos héroes. Tampoco estamos aquí a título personal. Antes de partir pude encontrar al papa Francisco y en sus palabras de aliento sentí todo el amor de la Iglesia que se acerca a este pueblo tan probado. Nos sentimos sostenidos también por el amor de todo el Movimiento de los Focolares esparcido en todo el mundo. Precisamos este amor para seguir esperando, impotentes frente a la supremacía de los intereses económicos y a la proliferación del mercado internacional de armas. Nuestra misión es participar y compartir los dolores cotidianos de la gente. Festejamos juntos los aniversarios, construimos momentos de distensión entre adultos y niños para tratar de aliviar el stress. Organizamos momentos de espiritualidad, rezamos juntos por la paz. En Navidad nuestros jóvenes organizaron un concierto al que asistieron 300 personas, entre ellos también amigos musulmanes. Recientemente festejamos una boda. En la familia habían sido asesinados dos hijos y a causa del luto, la chica no podía salir de la casa vestida de novia. Entonces salió del focolar, y todos nosotros la acompañamos a la iglesia. Tratamos de integrarnos en las iniciativas de la Iglesia local y con las otras expresiones eclesiales que están aquí, nos ayudamos a aliviar los sufrimientos y las privaciones de la gente. Para continuar juntos esperando y creyendo, sosteniendo cada esfuerzo a fin de que la paz llegue.
En el distrito de Rotorua (Nueva Zelandia), el espesor de la corteza terrestre es de apenas 4 km. Aquí se pueden admirar espectaculares géiseres en erupción e, inclusive en la ciudad, charcos humeantes con burbujitas que se mueven en la superficie. Desde la tierra sale un calor que alcanza hasta los 120°C. Aquí los colonizadores ingleses habían intentado reproducir las termas romanas.
Aún hoy la actividad termal es un atractivo turístico muy importante para Rotorua, una ciudad sumergida en el verde y rodeada por colinas. A las orillas del lago homónimo surge el Keswick Christian Camp, una estructura recreativa. Para participar en un encuentro promovido por los Focolares, se dieron cita allí unas 156 personas procedentes de varias ciudades de las dos islas principales que conforman Nueva Zelandia. Su objetivo era el de pasar tres días juntos, lejos de la rutina diaria, para profundizar la espiritualidad de la unidad.
Maoríes, filipinos, chinos, coreanos, holandeses, anglosajones, italianos, malteses, singapurenses, taiwaneses, walisianos, franceses, tokelauanos, hindúes, pakistaníes…: una sorprendente variedad étnica en el bosquejo de humanidad que ha ido componiendo. A pesar de tanta diversidad, desde el primer momento se respiraba una atmósfera de familia.
Además de los momentos de espiritualidad y de actividades recreativas, el programa preveía amplios espacios para favorecer el conocimiento recíproco y el intercambio entre todos. Muy impactante el relato de la familia Pitcaithly, de Christchurch, la segunda ciudad del país, recientemente destrozada por dos fuertes terremotos. Una tragedia que unió a la población en un coro de solidaridad con el lema: “Kia kaha, stay strong Christchurch!”(traducción?), al que contribuyeron también donaciones recogidas por los Focolares en varias partes del mundo.
De Gisborne, la ciudad que goza del privilegio de ser la primera en ver cada día el nuevo amanecer, se presentó la actividad de “Fish & Chips Club”(“Club del Pescado y las Papas fritas”). Entre sus finalidades está la de recolectar fondos a favor de actividades formativas para los jóvenes, llevadas adelante por personas de varias Iglesias cristianas junto a otras de convicciones no religiosas. Juntos tratan de hacer algo útil por los demás. A pesar de la pluralidad, los jóvenes y los adultos se reúnen cada mes para reflexionar sobre el Evangelio y compartir las experiencias que surgen y tratan de ponerlo en práctica. Una manera realmente significativa para crecer como personas y sacar fuerzas para llevar adelante las distintas actividades artesanales y deportivas de un club en el que cada uno puede ser sí mismo y donde se trata de subrayar no tanto lo que separa, sino los valores que se pueden compartir.
Aunque Nueva Zelandia puede parecer un país acomodado y acogedor, una familia hindú-pakistaní contó cuán difícil ha sido para ellos insertarse en esta sociedad. Martis, padre de dos hijos, trabajaba en un asilo para ancianos y su esposa Antonieta, en una pequeña empresa de procesamiento de carnes. En un determinado momento, ambos perdieron el trabajo. La búsqueda de un nuevo empleo se prorrogaba sin resultado, hasta que decidieron volver a su patria. Faltando sólo diez días para que se les venciera la visa, alguien en una ciudad cercana, logró conseguir una entrevista de trabajo para Martins y por lo tanto, la posibilidad de renovar el permiso de residencia. Fue grande la alegría de todos y de esta familia que dio un fuerte testimonio del amor de Dios que se manifiesta a través de la comunidad.
Teresa, hablando a nombre de los jóvenes presentes, dijo: «La experiencia de estos días nos dio la carga necesaria para volver a nuestras respectivas ciudades y volver a empezar». Anne, una señora anciana maorí, muy estimada por su tribu, concluyó: «Aroha te mea nui o te ao Katoa»; lo que en su idioma significa: «El amor es el don más grande de todo el mundo».
«No se puede decir aquí quién fue Igino Giordani para el Movimiento de los Focolares. Basta pensar que él es un cofundador del Movimiento. Ahora bien, ser fundadores o también cofundadores de una Obra que la Iglesia reconoce como suya, comporta una acción múltiple y compleja de la gracia de Dios, con impulsos varios y válidos del Espíritu Santo. Se trata de un comportamiento, por parte del sujeto, tan decisivo para la Obra, que la mayoría de las veces no se puede predecir porque es sugerido de lo Alto, que ocasiona sufrimientos profundos y prolongados, dona gracias de luz y de amor, extraordinarias, por lo que es mejor confiar a la historia de la Iglesia y de los Movimientos espirituales que embellecen con los siglos, la revelación de esta figura.
Se podría decir algo, aunque no es fácil, de Igino Giordani como focolarino.
Todo lo que hace el focolarino, rezar, trabajar, sufrir, es para llegar a esta meta: ser perfecto en el amor. Pues bien, nos parece que podemos afirmar que Giordani alcanzó esta meta. Por lo que nosotros podemos apreciar, él ha sido perfecto en el amor.
Personificó el nombre de batalla con el que se le llamaba en el Movimiento: Foco, fuego, es decir, ese amor por Dios y por el prójimo, sobrenatural y natural, que es la base y el vértice de la vida cristiana, contribuyendo en forma única a mantener viva en medio nuestro la realidad de la realidad de la “palabra de vida” que se le indicó cuanto entró al Movimiento. “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”.
Quienes conocieron a fondo a Igino Giordani, concuerdan en constatar y afirmar que él vivió todas las bienaventuranzas.
“Puro de corazón” en forma excepcional, abrió a las personas casadas de ambos sexos, de varias partes del mundo, la posibilidad de una original consagración a Dios, aun en su estado matrimonial, mediante una virginidad espiritual, efecto de la más ardiente caridad.
Esta pureza de corazón le afinó los sentimientos más sagrados y se los potenció. Poseía un amor muy tierno hacia su esposa. Y al final de la vida conmovía e impresionaba la intensidad de su afecto hacia sus cuatro hijos. Igual que hacia sus nietos. Era un padre perfecto, un abuelo perfecto y un hombre todo de Dios.
Fue un “pobre de espíritu” con un desapego completo no sólo de todo lo que poseía, sino sobre todo, de todo lo que era.
Era rico de misericordia. Cerca de él también el más miserable pecador se sentía perdonado y el más pobre se sentía rey.
Una de sus características más destacadas, como documenta su historia de hombre político, era la de ser un “constructor de paz”.
Había llegado a poseer una tal mansedumbre que permitía entender por qué el Evangelio dice que quien tiene esa virtud poseerá la tierra: él con la más noble gentileza, con su trato, con su forma de hablar a cada uno, conquistaba a cuantos se le acercaban. Quienquiera que fuera se sentía a gusto, considerado, con dignidad. también los más jóvenes lograban establecer con él una relación de igual a igual. Y se constataba cómo, sobre todo en los últimos años, irradiaba, al hablar, algo sobrenatural.
“Tenía hambre y sed de justicia” y por ella combatió toda la vida. Sufrió persecuciones en nombre de Dios, por lo que hoy creemos que posee Su Reino.
Pero muchas otras palabras del Evangelio hacen recordar su figura.
Mirándolo se comprende lo que significa la conversión que Jesús pide, cuando dice que es necesario hacerse como niños. Fue un cristiano de primera clase, docto, apologista, apóstol, cuanto tuvo la impresión de que había encontrado una naciente de agua genuina, que brotaba de la Iglesia, supo “venderlo todo” para seguir a Jesús que lo llamaba a saciarse de esa agua.
Había sufrido mucho por la marginación espiritual que, en sus tiempos, le parecía entrever hacia el laicado, ambicionaba con todo su gran corazón abatir las paredes que dividían a las personas que tenían un estado de perfección y las otras que -agregaba bromeando- tenían un estado de imperfección. En la práctica, era muy sensible a los signos de los tiempos, es más, él mismo era un signo de los tiempos, de estos tiempos en los cuales el Espíritu Santo llama a todo el pueblo de Dios a la santidad.
Cuando Igino Giordani encontró el Movimiento, éste estaba conformado sólo por personas vírgenes. Fue él quien lo abrió de par en par a los casados, que siguiéndolo han advertido hambre de santidad y consagración, haciendo efectivo el proyecto, que al principio apenas se podía distinguir, de una convivencia de vírgenes y casados, en la medida que se puede permitir, según el modelo de la familia de Nazaret. Giordani ha sido uno de los más grandes dones que el cielo ha hecho al Movimiento de los Focolares».
(Tomado de: Chiara Lubich, Igino Giordani focolarino, «Città Nuova» n. 9-10 mayo 1980)
«La empresa donde trabajaba, en el 2014 – cuenta Rosette- me destinó a la región de Kurdistán iraquí (KRI). Para facilitar la inserción laboral de mi marido Eric, también él con un óptimo currículo, pensamos ubicarnos en Dubái, un rico emirato árabe donde se vive de forma placentera con todo tipo de confort. A causa de esta riqueza muchos extranjeros vienen a Dubái para obtener una vida mejor para ellos mismos y para sus familias, aunque esto signifique abandonar a sus seres queridos en sus países de origen.
En uno de mis viajes a Kurdistán, aun estando en el aeropuerto con dos horas de anticipación, fui borrada de la lista de pasajeros. Estaba nerviosa porque significaba tomar un avión más pequeño que salía a la una de la madrugada. Faltaba mucho tiempo para el embarque pero igualmente fui a al nuevo terminal, pues nunca se sabe si puede pasar algo imprevisto. Me resultó extraño ver tanta gente, muchas personas estaban durmiendo en el piso. Pregunté cuánto tengo que esperar. Una señora me dice: “Depende: puede salir enseguida pero puede ser también dentro de algunos días”. Efectivamente, ella estaba allí desde hacía casi dos días a causa de un error ortográfico en su visa. Y no la dejaban salir. Para comenzar una conversación le pregunté si tenía algo para comer: “Sí, tengo todavía alguna galletita y un poco de agua”. La invité a comer conmigo y después de mucha resistencia, aceptó.
Mientras estábamos conversando, recibió una llamada de su jefe para saber cómo se encontraba y si tenía plata para permanecer allí. Ella no tenía dinero. Había enviado todo su sueldo a su hijo para que pagara la cuota de la Universidad. Cuando terminó la llamada telefónica me contó su historia: estaba separada del marido, los dos hijos vivían con la abuela en el país de origen. Ella había venido a trabajar a Dubái porque también la hija está terminando el liceo y se precisaba dinero para pagar la Universidad.
Poco después escuché que anunciaban mi vuelo. Pero quién sabe hasta cuándo ella tendría que esperar. La animé a que aceptara un dinero que le ofrecí. Le prometí que iba a rezar por su familia.
La suya es una de las tantas historias que muestran la vida de los emigrantes. Algunas familias están en Dubái porque en su tierra hay guerra (son palestinos, sirios, iraquíes): Dubái se presenta como un refugio seguro donde se puede vivir una vida normal. Para ellos el trabajo es todo, el principio y el fin, porque sin trabajo no tienen la visa y sin la visa no pueden permanecer en Dubái.
La distancia física y la soledad por vivir en un país extranjero que sufren en especial las personas que están solas, durante mucho tiempo, ofuscan también las más nobles de las intenciones. Conocemos personas que comenzaron relaciones extra conyugales, destruyendo así la familia por la cual vinieron a este lugar, limitándose a proveer a sus seres queridos sólo dinero y no más su presencia. Lamentablemente la mayoría de estas personas acepta estas soluciones como un hecho ineludible, aún si el precio que pagan por esta situación es muy alto.
Este mismo “precio” se nos estaba pidiendo a nosotros. Mis frecuentes viajes entre Kurdistán donde trabajaba y Dubái donde trabajaba Eric me llevaban a estar cada vez menos con mi esposo. Así que decidimos trasladarnos a Kurdistán, aunque esto significaba para Eric renunciar al buen trabajo que tenía en Dubái.
Al principio mi empresa aceptó, pero en el curso de posteriores conversaciones y debido a algunos episodios violentos en Kurdistán, nos dijeron que la empresa no podía garantizar la seguridad de Eric y por lo tanto él no podía permanecer allí. Uno de mis superiores me insinuó “… se acostumbrarán a vivir separados…”.
Frente a esta perspectiva decidimos inmediatamente presentar la renuncia. En ningún caso debíamos vivir separados, aunque esto significara renunciar a dos trabajos muy bien remunerados y a una carrera para la cual habíamos estudiado mucho. Confieso que fue una elección muy difícil. Sin embargo, en el corazón, los dos sentíamos que era la decisión más justa. Volvimos a nuestra tierra natal, Filipinas, empezando desde cero. Mi último día de trabajo fue el 31 de diciembre de 2014.
El pasado mes de enero, el Papa visitó Filipinas, y en el encuentro con las familias afirmó con fuerza el valor de la familia: “Debemos ser fuertes para decir que no a cualquier intento de colonización ideológica que quiera destruir la familia”. Parecía que lo decía a nosotros, y confirmaba la elección de ir contra la corriente que habíamos hecho”.
El modo que el Apóstol Pablo tiene de comportarse, en su extraordinaria misión, se podría expresar así: hacerse todo a todos. Él, en efecto, trata de comprender a todos, de entrar en la mentalidad de cada uno, para lo cual se hace judío con los judíos, y con los no judíos – es decir, aquellos que no tenían una ley revelada por Dios – se hace como alguien que no tiene ley.
Él se adhiere a las costumbres judías cada vez que esto sirve para salvar obstáculos, para reconciliar ánimos, y, trabajando en el mundo greco-romano, asume las formas de vivir y de la cultura, propias de este ambiente.
Y dice:
«Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles ; me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos»
Frente al apóstol se ha abierto como un abanico el gran horizonte de libertad, que ofrece el Evangelio de Cristo: la libertad del pecado, de la ley, de la muerte, del imperio de Satanás, de las barreras impuestas por las naciones, por las clases, por el sexo, por todo despotismo humano, por los tabúes de la comida y de las costumbres…
Pablo vive estas libertades en su mismo ser y se las ofrece con el Evangelio a las comunidades fundadas por él.
Sin embargo, en la libre realidad del cristianismo que él anuncia, advierte la exigencia, más aún, el imperativo de hacerse esclavo de alguien: de sus hermanos, de cada prójimo.
Él ve este imprescindible deber suyo en Cristo, que se dejó crucificar para llegar a cada hombre, donde quiera que esté, para hacerse servidor de todos.
Dios, encarnándose, se hizo cercano a cada hombre, pero en la cruz, se hizo solidario con cada uno de nosotros pecadores, con nuestra debilidad, con nuestro sufrimiento, con nuestras angustias, con nuestra ignorancia, con nuestros abandonos, con nuestros interrogantes, con nuestros pesos…
Pablo también quiere vivir así, y por eso afirma:
«Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles ; me he hecho todo a todos para salvar a toda costa a algunos»
El porqué de la vida que posees y de sus días es llegar a Dios. Y no llegar solo, sino con los hermanos. También hasta ti, cristiano, ha llegado una llamada de Dios semejante a la que tuvo Pablo. También tú, como el Apóstol, debes «ganar» a alguien, «salvar a toda costa a alguno».
Tienes a los que están junto a ti durante el día, a los que encuentras por la calle, con los que hablas por teléfono, para los que trabajas…
Ama a todos.
Pero esta vez prefiere a los más débiles. Hazte «débil con los débiles, para ganar a los débiles». Dirígete a los que flaquean en su fe, a los indiferentes, a los alejados, a quien se confiesa ateo, a quien desprecia la religión…
Si te haces uno con ellos, incluso en sus «debilidades», experimentarás el inefable método apostólico de Pablo: ¡los conquistarás!
¿Tienes una mujer que no ama absolutamente la Iglesia y le gusta estar horas y horas delante de la televisión? Hazle compañía, como puedas, cuanto puedas, interesándote por lo que más le gusta ver…
¿Tienes un hijo que ha hecho del fútbol su ídolo, desinteresándose por cualquier otra cosa, hasta olvidarse de cómo se reza?
Apasiónate por el deporte más que él…
¿Tienes un amigo al que le gusta viajar, leer, instruirse y ha echado al viento todo principio religioso?
Trata de comprenderlo en sus gustos, en sus exigencias y, si puedes, dale una mano…
Hazte uno, uno con todos; en todo, en lo que puedas, menos en el pecado. Si pecan, apártate.
Verás que el hacerse uno con el prójimo no es tiempo perdido; sino completamente ganado.
Un día –no muy lejano- ellos querrán saber lo que te interesa a ti.
Y, agradecidos, descubrirán, adorarán y amarán a es Dios que ha sido el resorte de este comportamiento cristiano tuyo.
Antonette, la joven colaboradora de una ONG, en la aldea de Rosanda.
Todavía más días de cuarentena en Sierra Leona: del 27 al 29 de marzo algunas zonas de la capital Freetown y otros puntos del norte del país, fueron nuevamente aisladas, después de los casos de ébola registrados en los días precedentes. Grupos de personas especializadas fueron casa por casa a las zonas de mayor riesgo, sensibilizando e identificando a los enfermos y a aquéllos que podrían haber sido contagiados por el virus.
«Tenían la esperanza de llegar a “cero casos” hacia fines de febrero – escribe el padre Carlo de Sierra Leona-. Las escuelas estaban listas para volver a abrir, y habían propuesto hacerlo para fines de abril. Sin embargo todavía hay incertidumbre, la gente quiere verdaderamente comenzar una vida normal, pero el virus sigue al asecho».
«Al principio de la epidemia estaba en Makeni por motivos de estudio – cuenta Antonette, una joven que trabaja para una ONG-. La crisis repentinamente se volvió tan seria que pensé volver a mi ciudad, donde no existía el virus. Pero luego, decidí quedarme como voluntaria para ayudar a las personas contagiadas. Fui destinada a un pueblo llamado Rosanda», donde se registraron 54 casos y 42 fallecimientos. «Fue muy triste en el primer período; cada día morían casi 15 personas. Debía comunicar el deceso a las familias, y, aunque trataba de transmitir todo el amor posible, no fue para mí una experiencia fácil. Dos niños me preguntaban continuamente cuándo volverían sus padres. No me sentía capaz de decirles la verdad. Trataba de consolarlos con mi presencia y algunos pequeños regalos». «Durante un mes, cada día, fui a ese pueblo – sigue Antonette- aprendiendo a ensanchar mi corazón a aquél que se encontraba en necesidad, aunque no formara parte de mi familia ni de mi círculo de amigos. Ahora en Rosanda terminaron los 21 días de cuarentena. No hubo casos nuevos y estoy agradecida a Dios de haber podido ser para todos ellos un instrumento de Su amor, que recibía cada mañana en la Eucaristía».
Al igual que Antonette, otras personas se dedicaron a enfrentar juntos este gran dolor. Algunas familias adoptaron niños que quedaron huérfanos. Los religiosos y los sacerdotes no escatimaron su esfuerzo. Entre ellos, el padre Peter, quien trabajó en algunos pueblos. Gracias a su intervención inmediata fue posible bloquear el contagio y reducir el número de víctimas.
Casas en cuarentena en la aldea de Rosanda
La historia del padre Peter tiene que ver con Small Bumbuna, pueblo de la diócesis de Makeni, ubicado a 200 millas de Kailahum, de donde partió la epidemia. «La enfermedad se propagó en Sierra Leona como un incendio en el verano. Cuando aparecerion las primeras víctimas, se pensó en el cólera, en los espíritus malignos o en otras supersticiones. La respuesta del equipo médico fue lenta: fueron necesarias dos semanas para confirmar que se trataba de ébola. Desde la parroquia, situada en otro pueblo, hubiéramos querido visitar a las personas, pero el miedo al contagio era demasiado fuerte. El equipo médico del distrito no lograba manejar la situación y enviar provisiones. Las calles eran de difícil acceso». Frente a tantas dificultades, el padre Peter, acompañado por sus parroquianos, tomó «una decisión radical que nos llevó a enfrentarnos cara a cara con el ébola. Al llegar encontramos una ciudad desierta. El jefe del pueblo nos describió la terrible situación. En los rostros se leía la falta de esperanza y la imposibilidad de hacer algo». Desde allí comenzó una acción sin pausa que involucró a la máxima autoridad del lugar. El padre Peter fue enviado como “guía” para conversar con la población y explicar cómo había que proceder para marginar el contagio y dejarse curar. En el lapso de dos semanas el peligro se revertió y las personas pudieron volver a trabajar en las actividades agrícolas. «Asumí estos riesgos – concluye el padre Peter- porque es mi comunidad. ¿Cómo podía abandonarlos en estos momentos de sufrimiento? Esta pregunta me ayudó a identificarme con ellos, a presentar la situación a las autoridades, a ofrecerme como guía. Aprendí que nada es demasiado pequeño para ofrecerlo, y tampoco demasiado pesado para asumirlo. Continuamos rezando para que la epidemia sea totalmente derrotada y se pueda volver a la vida normal».
«Muchos han intentado explicar las raíces y los motivos que dieron origen a la vida monástica, pero las máximas de los Padres y su experiencia de vida nos muestran que el monje es “el mártir viviente”, y que “han dejado el mundo por la única realidad que tiene valor: Dios”. Es quien quiere responder al amor de Dios; así como lo expresa bien un versículo de la Santa Misa Copta, que nosotros llamamos Liturgia Divina, en el que la persona se dirige a Dios diciendo: “No hay nada en las palabras dichas que pueda delinear Tu amor por los hombres”. San Jerónimo dice que mediante su ascética y su vida eremítica es como si dijeran: “El amor divino me ha flechado”; y que cada uno repitiera: “He encontrado lo que mi alma anhela, lo agarro fuerte y no lo dejaré nunca”. El deseo de estos monjes era, por lo tanto, donarse completamente a este amor, y para consagrarse a Él no encontraron otra cosa que dejar la ciudad.
San Basilio lo anunciaba claramente: “Quien ama a Dios deja todo y va hacia Él”. Y se dice que para San Tawadros, discípulo de Pacomio, su “único interés en el mundo era amar a Dios con todo el corazón según el mandamiento de Jesucristo”. Se intuye que la raíz de la vida ascética es asemejarse a Cristo: el despojamiento completo de sí, seguir la voluntad del Padre, la virginidad, en un contacto continuo con Dios Padre mediante la oración. El Padre Matta El Meskin lo explica bien: “La garantía de nuestra consagración (el ser monjes) está en el aferrarse a Cristo personalmente, y atenerse a la Biblia. Y así, con Cristo y la Biblia, podremos caminar por nuestra vía, creciendo continuamente, hasta el final”.
La elección del consagrado es seguir a Jesús “Camino, Verdad y Vida”. Vivir en Cristo y por Él sólo. Seguirlo según el estilo de vida que Él vivió. Él eligió ser pobre, virgen y obediente. Entonces el monje no elige la pobreza, sino a Cristo pobre. La elección es la elección de la misma persona de Jesús, y por lo tanto de lo que Cristo vivió, de cómo lo vivió y por qué lo vivió así.
Por lo que se refiere al aspecto comunitario de la vida ascética de los monjes del desierto, podemos recordar cómo –por ejemplo en los monasterios que seguían a Pacomio- la vida de comunión era la extensión de la Iglesia primitiva del tiempo de los apóstoles. Mirando a la vida de los Padres, podemos trazar algunas características comunitarias: el amor recíproco (San Pacomio siempre solicitaba a los suyos que se amaran, y es por la caridad entre los monjes que esta vida se difundió y sigue existiendo hasta hoy); la vida en común (el “todo entre ellos estaba en común” de las primeras comunidades cristianas es la característica dominante en todos los aspectos de la convivencia de los monjes).
Las enseñanzas de los Padres del desierto me recuerdan la meditación de Chiara Lubich “El atractivo del tiempo moderno”, que expresa bien lo que siento: “Penetrar en la más alta contemplación, permaneciendo mezclados entre todos, hombre junto a hombre”. Una contemplación que actualiza la vida de los Padres en este siglo, pero en medio del mundo.
La presencia espiritual de Jesús en medio con las focolarinas católicas con las que vivo en el Focolar de Suhag, el compromiso de querernos, nos ha hecho realmente hermanas y nos hace experimentar la alegría del Resucitado, más allá de nuestras diferencias. En la vida cotidiana todo lo tenemos en común: rezamos, trabajamos, gozamos y compartimos los momentos de sufrimiento de las personas que nos rodean. Tratamos de dar testimonio a todos, con nuestra vida, de que Dios es amor.
Vivir por la unidad plena de la Iglesia de Cristo “que todos sean una sola cosa”, me fascina cada vez más. Gozo de la belleza y de la variedad de los dones de Dios que encuentro en las distintas Iglesias, y por la aspiración y la emoción de ver que estamos unidos, con Cristo entre nosotros y ser el futuro de la Iglesia según el designio de Dios.
Son un testimonio de ello los pequeños y grandes pasos en el camino ecuménico, también en mi país. Desde hace algunos años, por ejemplo, se constituyó una comisión ecuménica con personas de todas las confesiones presentes en Suhag. Cada vez nos encontramos en una iglesia distinta, este año en la copta ortodoxa. El 5 de marzo estaban presentes casi todos los responsables locales de las iglesias. El tema principal era “la victoria sobre el mal”, a partir de la situación de persecución de los cristianos en Libia, se recorren las etapas del pueblo de Israel que deja Egipto. «La bandera que hondea sobre nosotros es el amor de Dios», afirmó el obispo copto ortodoxo Mons. Bakhoum, augurando a los presentes «que nos encontremos siempre en el Amor».
«El Viernes Santo ocurrió la masacre de Garissa. Fui a la morgue donde estaban trasladando las salmas de los estudiantes para el reconocimiento, cerca de mi casa en Nairobi. Llevaba conmigo la cámara fotográfica, era imposible no escuchar las sirenas. Encontré por un lado a los padres de los estudiantes asesinados que se desmayaban… por el otro, a los colegas con las cámaras. Ciertamente hubiera podido grabar unas entrevistas, pero no lo logré; no podía hacer otra cosa sino llorar con esas familias. Había una fuerte presión por parte de todos, de la opinión pública, que quería noticias, esperaba algo… Sin embargo, yo necesitaba tiempo para asumir y digerir esa situación tan dolorosa, para ser capaz de decir algo constructivo. Sentía que mi parte era la de estar en silencio con este dolor, y resistir a las presiones». Esto nos cuenta, con visible emoción, Liliane Mugombozi, periodista keniana.
Son casi 150 las víctimas del ataque por parte de extremistas somalíes en el Garissa University College, en el Noreste de Kenia. De hecho el 3 de abril, los terroristas habían asaltado la residencia, buscando a los estudiantes cristianos. Sólo la intervención de las fuerzas armadas gubernamentales, que afrontaron todo el día a los asaltantes, evitó que la masacre alcanzara dimensiones aún mayores. Pero sigue siendo fuerte el miedo generalizado ante la posibilidad de nuevos ataques, de manera que cualquier incidente puede desencadenar el pánico con graves consecuencias, tal como sucedió el 12 de abril en otra residencia universitaria en Uthiru, cerca de Nairobi: un transformador eléctrico se incendió en el 4° y 5° piso, provocando un estruendo parecido al estallido de una bomba. El balance: un estudiante muerto y unos 150 heridos, algunos de gravedad.
«Ya desde los primeros días, fuimos con muchas personas de la comunidad a la morgue adonde trasladaron los cuerpos de los 148 jóvenes asesinados, para consolar a las personas que perdieron a sus hijos – cuenta Charles Besigye de la comunidad local de los Focolares –. Hoy 11 de abril, junto a nuestros jóvenes, pasamos ahí toda la tarde. ¡Es algo que te destroza el corazón! Personas en la más absoluta suspensión que, a distancia de una semana, todavía no saben dónde están sus hijos. Algunos cuerpos ya fueron identificados y se los están llevando para el entierro en las respectivas aldeas. El dolor es inmenso… vimos escenas angustiantes de los familiares. Es desgarrador verlos desmoronarse después de tanto tiempo de espera. Nos quedamos allí para compartir con ellos el dolor, para ayudarles a cargar esta cruz tan pesada. Para llorar con quien todavía logra hacerlo, porque hay quienes ya no tienen lágrimas. Una de nosotros se ofreció para ayudar a arreglar los cuerpos de los jóvenes fallecidos antes de mostrarlos a sus familiares. ¡Fue una experiencia muy fuerte! Hay mucho espíritu de solidaridad por parte de las distintas asociaciones y de todo el pueblo keniano: llevan pan, leche, bebidas, etc… Emociona respirar una atmósfera tan sagrada. Las personas se recogen, hay quien reza a Dios y quien consuela».
Durante el Vía Crucis en el Coliseo de Roma, la noche del Viernes Santo, el Papa pronunció palabras muy duras: «La sed de tu Padre misericordioso – dijo Francisco – que en ti quiso abrazar, perdonar y salvar a toda la humanidad, nos hace pensar en la sed de nuestros hermanos perseguidos, decapitados y crucificados por su fe en ti, ante nuestros ojos o, a menudo, con nuestro silencio cómplice». Es un fuerte llamado que nos invita a no callar.
En la sentida invocación pascual del papa Francisco por tantos hermanos nuestros que en el mundo «padecen injustamente las consecuencias de los conflictos y las violencias que se están produciendo», no podía faltar una súplica por «la amada Ucrania», para que «reencuentre la paz y la esperanza gracias al compromiso de todas las partes implicadas».
Sí, porque la de Ucrania es una guerra que aún sigue adelante en su absurda violencia. Hablamos de ella con Roberto Catalano, quien fue invitado a dictar unas conferencias en la universidad de Leopoli, Ivanova Franziksva y Ternopil sobre el tema del diálogo. Es significativo que en medio de la “crisis” los jóvenes (y sus tutores) antes que atrincherarse en los privado, se comprometan a profundizar el diálogo, como único recurso hacia el cual merece orientar todo esfuerzo.
Roberto, en el encuentro con la gente… ¿qué atmósfera percibiste?
«Al final de una conferencia, una colaboradora escolar me mostró tres fotos de ex-estudiantes de la Universidad asesinados en el conflicto en el sureste del país. Con los ojos llenos de lágrimas me contó que cada noche, al finalizar las clases, un grupo de estudiantes se reúne en la cafetería de la universidad para preparar platos típicos ucranianos, que luego se congelan y se mandan a los soldados. Otra señora me contó que su hijo, que ni siquiera tiene 6 años, dibuja unas cartulinas que envía a los soldados para agradecerles por el esfuerzo que hacen para defender su país. Lamentablemente hoy en Italia ya no es noticia lo que está sucediendo en Ucrania, mientras que el año pasado también nuestros telenoticieros hablaban de ello. Sin embargo en Ucrania occidental se está librando una verdadera guerra».
Una situación que parece sin salida, que genera inseguridad y sufrimiento en el corazón de las personas…
«Tuve la prueba de este profundo dolor en cada momento de mi permanencia en Ucrania. Estudiantes y profesores me preguntaron qué pensaba yo de la situación del país y, sobre todo, qué se dice en el resto de Europa. No tuve el valor de expresar juicios. Ante el dolor y el miedo preferí escuchar y guardar silencio. Me impresionó la fuerza y la dignidad de este pueblo, pero me dio miedo el hecho de que el resto de Europa y del mundo lo ha dejado prácticamente solo, un hecho que se ve agravado, entre otras cosas, por el creciente nacionalismo, un fenómeno que puede siempre esconder grandes peligros para el futuro».
Exactamente como dijo el Papa hablando de la masacre de los estudiantes en Kenia. Ante estas atrocidades parece que la Comunidad Internacional quita la mirada. Sin embargo también el pueblo ucraniano es nuestro hermano, por la común humanidad y por la fe cristiana que lo anima.
«Entré en una gran iglesia en la que se estaba celebrando la liturgia en rito oriental. Impresiona el iconostasio, modernísimo, de enorme belleza, pero más aún sorprende la religiosidad de la gente, en una participación atenta, concentrada, sagrada. Impresiona la larga fila de personas que esperan su turno para la confesión. Setenta años de marxismo no han borrado la fe en la gente».
Según tu opinión, ¿hay esperanza para una posible paz?
«Pude visitar sólo la mitad de Ucrania y no tuve la posibilidad, como me hubiera gustado, de encontrar a personas del bando opuesto. También ellos sufren por dolores que tal vez es difícil comprender. Aquí está presente la historia con sus vaivenes, pero también con sus problemas actuales, dictados por los intereses internacionales en el gas y el carburante. Se corre el riesgo de caer en un silencio que borra el dolor de millones de personas, en cualquier bando ellas se ubiquen. Tal como dijo el Papa, se necesita el compromiso de todas las partes implicadas. Sólo de esta forma se podrá llegar a una paz duradera».
Un evento internacional compuesto por congresos y seminarios en distintas capitales del mundo. El hilo conductor de muchos de estos eventos fue la reflexión sobre las perspectivas que emergen del mensaje de unidad traído por Chiara para la política de hoy. Pero la relación entre el carisma de la unidad y la política no fue el único aspecto subrayado en el 7º aniversario de Chiara Lubich.
En Estambul, el Patriarca Bartolomé fue el anfitrión durante una cita -por la presentación de los libros de Chiara traducidos en griego- que involucró a más de un centenar de representantes del mundo ortodoxo y católico. En su discurso, la definió como una de esas «santas mujeres que con su ejemplo, con su amor basado en la filantropía divina y con su palabra inspirada por el Espíritu Santo, suscitan continuamente una “metanoia”, es decir, una conversión del corazón por toda la humanidad que sufre».
Dentro de las crisis – Los dos encuentros que se realizaron en Congo fueron una respuesta a la crisis política en curso en el país. En Lubumbashi participaron 370 personas, cristianos y musulmanes. Los jóvenes de los Focolares presentaron en forma artística el amor de Chiara por los pobres, su encuentro con Igino Giordani, su “sueño”: la unidad de la familia humana. La Misa fue animada por unos cincuenta seminaristas. En Goma, la jornada contó con la participación de 400 personas, entre ellas un numeroso grupo de políticos de la provincia de Kivu-Norte y representantes de la sociedad civil. Después del encuentro, la RTNC difundió el evento en los cuatro idiomas locales.
No faltaron iniciativas audaces en otros puntos álgidos del planeta. En Nigeria, por ejemplo, se realizaron varios eventos: en Yola, donde son numerosos los refugiados, el obispo celebró la misa por Chiara rezando por la paz; en Abuja y en Lagos se realizaron jornadas preparadas por jóvenes para los jóvenes; en Onitsha se hizo un encuentro con más de 300 personas entre adultos, jóvenes y niños; en Jos, donde no se pudo hacer una jornada grande por la explosión ocurrida pocos días antes, un grupo de los Focolares fue a visitar el Centro Penitenciario para Menores.
El tema de la paz fue el centro también de la jornada organizada en Buyumbura (Burundi) con más de mil participantes. En el programa, muchos testimonios pusieron de relieve la posibilidad de vivir en armonía y construir la paz también donde no es fácil. En la mañana estuvo presente el arzobispo Mons. Evariste Ngoyagoye.
En Centroamérica, el tema de la política sigue siendo álgido. Desde Honduras escriben: «cansados de una política corrupta y del bombardeo de noticias violentas que generan desánimo en la población, organizamos este evento para dar el aporte del carisma de la unidad, mediante ideas y testimonios». En El Salvador que espera la beatificación de Romero, nos preguntamos cómo se puede vivir la unidad en medio de la violencia. Entre los testimonios estuvo el de Francisco, quien fue atracado por dos chicos armados. Logró entablar con ellos un diálogo y hablar de Dios. Los dos delincuentes, sin palabras, retiraron las armas y se fueron.
En Paquistán, en Karachi, Lahore, Rawalpindi, Dalwal – fueron más de mil personas en total- en las 4 celebraciones ávidas de esperanza después de los trágicos eventos del 15 de marzo en Yohannabad.
En las sedes institucionales – En Seúl numerosos diputados y personas comprometidas en la administración pública se dieron cita en el Parlamento para hacer un balance de camino hecho hacia una política de fraternidad emprendido hace diez años; en Madrid, la sede del Parlamento Europeo alojó al seminario sobre «Un mundo, muchos pueblos abrazando la diversidad»; mientras que Estrasburgo (Francia), sede de las instituciones europeas, hospedó tres días de eventos sobre el tema de la fraternidad como categoría política. En Roma el congreso «Chiara Lubich: la unidad y la política» tuvo lugar en el Aula del Palacio de los Grupos parlamentarios de la Cámara de Diputados.
Fueron numerosos los políticos presentes en la mesa redonda organizada en Toronto, enfocada en la visión de Chiara de la política. En Solingen (Alemania), en cambio, el tema central del congreso fue la cultura de la fraternidad en tres campos muy actuales: los refugiados, la paz y el diálogo con las otras culturas. Eran más de cien participantes, de varias confesiones y religiones, y de distintas nacionalidades.
«El pensamiento y la acción política de Chiara Lubich» fue el tema alrededor del cual se desarrolló el trabajo de otro evento dedicado a Chiara: el congreso de Curitiba (Brasil), durante el cual se imprimió una estampilla conmemorativa. La Legislatura de la Provincia de Córdoba (Argentina) recordó a Chiara aprobando el decreto de reconocimiento póstumo de su obra.
Se realizaron momentos de reflexión sobre la política también en otras ciudades de Italia, en Hungría, República Checa, Portugal, Suecia, Estados Unidos, Honduras, México, Colombia, Tanzania, Kenia.
En varios ámbitos – Pero con ocasión del 14 de marzo de 2015, para recordar a Chiara, no se habló sólo de política. Arte y cultura fueron el centro de numerosos y originales eventos. En Durban (República Sudafricana) tuvo lugar la tercera edición del «Chiara Lubich Memorial Lecture» con la participación de Ela Gandhi, nieta del Mahatma Gandhi; mientras que en Maracaibo (Venezuela) la Universidad Católica «Cecilio Acosta» (UNICA) realizó un concurso por la IV Bienal de Arte Chiara Lubich. Estuvo dirigida a artistas profesionales, estudiantes y aficionados, quienes pudieron exponer sus propias obras en la Plaza de la República.
En varios países se realizaron eventos vinculados al 14 de marzo, que dieron la posibilidad de reunirse. Por ejemplo las dos citas de Cuba: en La Habana con más de 200 personas y en Santiago de Cuba con 150; las comunidades locales prepararon jornadas para presentar el Movimiento de los Focolares y ofrecieron su testimonio sobre la incidencia de la espiritualidad de la unidad en muchos ámbitos de la vida personal y social. En Cochabamba, Bolivia fueron 120 personas. En Ciudad de México y el territorio de Nezahualcoyotl se recordó a Chiara durante la Mariápolis.
En Vietnam, tanto en Ho Chi Minh City en el sur, como en la pequeña aldea de Ngo Khe (Ha Noi), en el norte, se reunieron alrededor del altar para renovar «delante de Dios y de Chiara, el compromiso de llevar adelante con fidelidad su consigna», escribieron. En Myanmar, en Yangon, la mayoría de los miembros de los Focolares nunca conoció a Chiara personalmente, pero se sienten atraídos por su carisma. También en Tailandia, tanto en Bangkok como en Chiang Mai, la familia de los Focolares se reunió. Había 600 personas en Eslovaquia, entre Kosice y Bratislava. «Los testimonios de los miembros del Movimiento de otras Iglesias –cuentan- y de las personas sin una referencia religiosa, nos hacen ver cómo Chiara pertenece a todos. El rector de la Universidad de Trnava, el Prof. Peter Blaho, quien en el 2003 otorgó a Chiara el doctorado honoris causa en Teología, compartió los recuerdos de su encuentro con ella.
En Fontem (Camerún) fueron 500 personas de todas las aldeas cercanas a la ciudadela, que recordaron a la “Mafua Ndem”, Chiara Lubich. El tema elegido fue “El impacto del Ideal de la Unidad en los varios aspectos de la vida social”. Los jóvenes del colegio presentaron sus experiencias del “dado de la paz”: «Desde que introdujimos el dado en nuestras clases –escriben- han disminuido los robos, el ausentismo, el rendimiento escolar ha mejorado, cada uno está pendiente de los objetos de los demás, hay más tolerancia y nos perdonamos más fácilmente. Ha crecido la capacidad de compartir entre los estudiantes…».
Momentos de oración – En las celebraciones eucarísticas en varias partes del mundo estuvieron presentes muchas personalidades civiles y religiosas. Entre las numerosas intervenciones de Obispos y Cardenales en las distintas celebraciones, mencionamos la del Card. Angelo Scola de Milán quien entre otras cosas dijo: «Nuestro compromiso de hoy es recoger con renovada conciencia el sueño que ha animado la vida y el pensamiento de Chiara, construyendo espacios de fraternidad dondequiera que nos encontremos y ayudando con las necesidades del prójimo que tenemos a nuestro lado y también las de quien está lejos en países donde hay guerra y violencia. Quisiéramos de este modo, ser testigos auténticos del carisma que Dios ha dado a Chiara, estando al servicio de la Iglesia y de la humanidad».
Christos anesti! Alithos anesti! Христос воскресе!Christ is Risen! Indeed He is risen! Khrishti unjal! Vertet unjal! Hristos voskrese! Vo istina voskrese! Khrystos uvaskros! Sapraudy uvaskros! Le Christ est ressuscité! En verité il est ressuscité! Kriste ahzdkhah! Chezdmaridet! Christus ist erstanden! Er ist wahrhaftig erstanden! Cristo è risorto! Veramente è risorto! Cristos a inviat! Adevarat a inviat! Khristos voskrese! Voistinu voskrese! Cristos vaskres! Vaistinu vaskres!Christ is risen from the dead, trampling down death by death, and on those in the tombs bestowing life!Христос воскресе из мертвых, смертию смерть поправ, и сущим во гробех живот даровав!