Proyectos de desarrollo integral desde los principios de Economía de Comunión

Desde el Programa de Turismo Sustentable y Solidario NOA, Renata González y Agustín Cabezas han iniciado hace 4 años un camino de acompañamiento a comunidades indígenas y rurales que quisieran incorporar el turismo como actividad complementaria a las tradicionales fuentes de sustento. Múltiples familias y grupos han iniciado sus emprendimientos de alojamiento, gastronomía, artesanías, productos regionales, y excursiones, por nombrar algunos.
Las premisas de las acciones que se vienen realizando han sido desde el comienzo: la reciprocidad, en el reconocimiento de que todos tenemos algo para dar y la búsqueda de dicha riqueza en y junto al otro; la interculturalidad que permite que el turismo sea un puente entre culturas e historias, un verdadero encuentro entre personas; y la subsidiariedad, que hace que cada persona camine con sus propios pies, los agentes externos solo acompañan y colaboran, pero los tiempos para el desarrollo y crecimiento, y el mayor impulso, nacen de cada comunidad.

Los coordinadores del proyecto comparten y viven los principios de la Economía de Comunión, pero este año, se ha dado un salto en la articulación del proyecto con EdC.
En colaboración con la Asociación Mundo Unido (AMU), que gestiona parte de los aportes de los empresarios de EdC, se está realizando un proyecto para el fortalecimiento emprendimientos y para infraestructura en algunas comunidades que tienen, por ejemplo, dificultades en el acceso al agua.
En este marco, desde la Asociación de EdC, Florencia Locascio acompañó a Agustín Cabezas y Renata Gonzalez a visitar la comunidad jujeña de Hornaditas, con quienes trabajan desde hace tiempo, para conocer la experiencia que vienen haciendo.

“En lo personal, fue un momento de intercambio super enriquecedor” cuenta Florencia; y agrega: “Clarita, la dueña de casa, mostraba orgullosa las mejoras recientes que había hecho a su propiedad, donde no solo reside su familia, sino que también recibe a los turistas. Además de compartir mates, charlas y paseos, hubo espacios de trabajo, donde Renata orientaba a Clarita para ponerse en el lugar del turista, para comprender las exigencias del mercado, e ir viendo posibilidades de mejorar su emprendimiento. Hoy Clarita cuenta con pasantes extranjeros que le ayudan cuando reciben grupos y viajeros, al tiempo que hacen la experiencia de vivir junto con la comunidad”. La familia de Clarita Lamas, será una de las beneficiarias del proyecto.

Por la tarde, “nos reunimos con el consejo de la comunidad, les contamos sobre la aprobación del proyecto, en cuya elaboración la comunidad había participado, las implicancias y qué era la Economía de Comunión. Enseguida remarcaron la sintonía entre la EdC y su forma de organizarse y de trabajar”.

El proyecto financiado por la AMU tiene como principal objetivo mejorar los emprendimientos que ya están en marcha mediante la adquisición de equipamiento o refacciones edilicias y ademas de aportar en los procesos de comercialización. El dinero recibido por cada beneficiario implica una devolución de una parte en efectivo, en las cuotas que se acuerden, para un fondo de reciprocidad destinado a otros proyectos sociales de AMU y otra parte en acciones de reciprocidad: los beneficiarios se comprometen a dar a otras comunidades, por ejemplo, asesoramiento técnico, talleres de artesanías, recibir a otros emprendedores para intercambiar experiencias, etc.

El consejo comunitario de Hornaditas adhirió con gusto a esta propuesta, sintiéndose a gusto con la posibilidad de vivir la reciprocidad, que ya es parte de su identidad; ofrecieron de inmediato a su técnico de agua para que colabore con la instalación en otras comunidades.

Participarán de este proyecto diversas comunidades en las provincias de Tucumán, Catamarca, Salta y Jujuy.

Difusión de la EdC, una cultura que se expande

Se realizó una charla abierta donde se presentó la EdC a un público variado; Florencia compartió también lo vivido en la Asamblea internacional de EdC, de Nairobi, en mayo de este año; y Agustín y Renata contaron sobre el programa de turismo. Diversas preguntas completaron la exposición, entre ellas, una joven salteña que trabaja en una empresa familiar que consultó a los disertantes “¿como hacemos para que nuestra empresa sea de EdC?”.
La difusión del evento incluyó una entrevista radial.

Por otra parte, nos recibieron unos 250 adolescentes y sus docentes en el colegio salesiano. La propuesta de la EdC no era nueva para todos, de hecho, un numeroso grupo de jóvenes y profesores había participado en abril pasado del congreso anual de EdC, gracias a las gestiones de Gabriela Carral, docente que presentó este modelo económico en la institución.

El colegio tiene orientación en economía, y los directivos desean que esta formación se haga desde una mirada centrada en el desarrollo integral de la persona y la sociedad. Encontraron en la EdC una propuesta económica afín a los valores promovidos por el colegio y quieren comenzar a integrarla a la currícula.

El nivel de atención, la cantidad y la calidad de las preguntas de los chicos mostraron la conciencia sobre el desafío que implica salirse de los esquemas tradicionales y el interés por una economía distinta.
“Cuando se presento EdC a los jóvenes me sorprendió el interés con que lo recibieron, y la sorpresa de descubrir otra forma de ver la economía. Me hizo pensar la gran tarea que tenemos de difundir este proyecto sobre todo en las nuevas generaciones”, comenta Agustín.

Posteriormente, y café de por medio, tuvimos un momento de encuentro con las directoras, quienes expresaron el deseo de trabajar en conjunto.

(Con la colaboración de Agustín Cabezas y Florencia Locascio)