“Vence la indiferencia y conquista la paz”

 
En el Año Santo de la Misericordia, el llamado de Francisco a abrirnos al hermano para conquistar la paz.

«El Señor haga resplandecer para ti su rostro […]. El Señor dirija a ti su rostro» (Nm 6,25-26). También yo les deseo esto: que el Señor ponga su mirada sobre ustedes y que puedan alegrarse, sabiendo que cada día su rostro misericordioso, más brillante que el sol, resplandece sobre ustedes y ¡no se oculta nunca! Descubrir el rostro de Dios hace nueva la vida. Porque es un Padre enamorado del hombre, que tiene mucha image013paciencia con nosotros, no se cansa nunca de recomenzar desde el inicio cada vez que nosotros caemos. Pero no promete cambios mágicos, Él no usa la vara mágica. Ama cambiar la realidad desde dentro, con paciencia y amor; pide entrar en nuestra vida con delicadeza, como la lluvia en la tierra, para llevar fruto. Y siempre nos espera y nos mira con ternura. Cada mañana, al despertar, podemos decir: “Hoy el Señor hace resplandecer su rostro sobre mí”. Hermosa oración que es una realidad.

La bendición bíblica continúa así: «[El Señor] te conceda paz» (v. 26). Hoy celebramos la Jornada Mundial de la Paz, que tiene por tema: “Vence la indiferencia y conquista la paz”. La paz, que Dios Padre desea sembrar en el mundo, debe ser cultivada por nosotros. No sólo, debe ser también “conquistada”. Esto implica una verdadera lucha, una lucha espiritual que tiene lugar en nuestro corazón. Porque enemiga de la paz no es sólo la guerra, sino también la indiferencia, que hace pensar sólo a sí mismos para crear muros, sospechas, miedos y cerrazones. Estas cosas son enemigas de la paz. Tenemos, gracias a Dios, tantas informaciones; pero a veces estamos tan sumergidos de noticias que nos distraemos de la realidad, del hermano y de la hermana que necesitan de nosotros. Comencemos a abrir el corazón, despertando la atención hacia el prójimo, a quien es más cercano. Este es el camino para la conquista de la paz.

Papa Francisco, Angelus 01-01-2006

Normas(500)