Movimiento de los Focolares

Se va a Dios a través del hombre

Las inseguridades derivadas de los desafíos mundiales como la globalización, el cambio climático y la pandemia del coronavirus parecen despertar en muchas personas una nueva necesidad de vida espiritual. Pero una espiritualidad para hoy -dice Chiara Lubich en el siguiente texto- se caracteriza por una fuerte dimensión comunitaria.    Una de las características más originales de la espiritualidad de la unidad reside en su dimensión comunitaria. Sabemos que, en estos dos mil años desde la venida de Jesús, la Iglesia ha visto florecer en su seno, una tras otra y a veces simultáneamente, las más bellas y ricas espiritualidades, de modo que la Esposa de Cristo se ha visto adornada con las perlas más preciosas, con los brillantes más singulares, que han forjado y seguirán forjando muchos santos. En medio de este esplendor, siempre ha habido una nota constante: es sobre todo la persona, individualmente, la que va a Dios. […] Pero hoy los tiempos han cambiado. En esta época el Espíritu Santo llama con fuerza a los hombres a caminar junto a otros hombres, e incluso a ser un solo corazón y una sola alma con todos los que lo deseen. Y el Espíritu Santo impulsó a nuestro Movimiento, desde sus inicios, a dar un decidido viraje hacia los hombres. Según nuestra espiritualidad, vamos a Dios pasando precisamente por el hermano. «Yo-el hermano-Dios», decimos. Vamos a Dios junto con el hombre, junto con los hermanos; es más, vamos a Dios a través del hombre […] Así pues, estamos en una época en la que la realidad de la comunión sale a la luz, en la que se busca, además del Reino de Dios en cada persona, también el Reino de Dios en medio de las personas. Además, las espiritualidades más propiamente individuales manifiestan en general exigencias precisas a los que se comprometen más con ellas: la soledad y la fuga de las criaturas para alcanzar la unión mística con la Trinidad dentro de sí. Para proteger la soledad se exige el silencio. Para mantenerse separados de las personas se emplean el velo y la clausura, además de un hábito determinado. Para imitar la pasión de Cristo se hacen penitencias de todo tipo, a veces durísimas, ayunos, vigilias. También en el camino de la unidad buscamos la soledad y el silencio, por ejemplo, para realizar la invitación de Jesús a encerrarnos en nuestra habitación a rezar y huir de los demás cuando nos inducen al pecado. Pero en general acogemos a los hermanos, amamos a Cristo en el hermano, en cada hermano: a Cristo, que puede estar vivo en él o que puede renacer con la ayuda que le damos. Queremos unirnos a los hermanos en el nombre de Jesús para tener garantizada su presencia en medio de nosotros (Cf. Mt 18,20). En las espiritualidades individuales es como si uno estuviera en un magnífico jardín (la Iglesia) observando y admirando sobre todo una flor: la presencia de Dios dentro de sí. En una espiritualidad colectiva se aman y admiran todas las flores del jardín, cada presencia de Cristo en las personas, y se la ama como a la propia. […]

Chiara Lubich

De: Una espiritualidad de comunión. Cf. Chiara Lubich, La doctrina espiritual, Buenos Aires 2005, pp. 62-65.

Gennadios Zervos: por la unidad de dos Iglesias hermanas

Una larga y profunda amistad unió al Metropolita recientemente fallecido al Movimiento de los Focolares. El recuerdo de Gabriella Fallacara, focolarina, especialista en ecumenismo, quien por muchos años fue la responsable del Centro “Uno” por la unidad de los cristianos del Movimiento de los Focolares. “Cuando por primera vez entré en la sencilla casa de Gennadios Zervos,[1] – fui acogida con particular cordialidad: su madre hablaba poco italiano y muy bien el griego, me ofreció un extraño dulce, un pequeño nudo cremoso y blanco, que estaba pegado a una larga cuchara sumergida en un vaso de agua límpida. Su delicado sabor parecía contener todos los matices orientales”. Así empecé mi artículo entrevista a Gennadios Zervos escrito para la revista Città Nuova. Ese primer encuentro se remonta a noviembre de 1970. No sabía que después de pocos meses habría sido elegido por el Patriarca Atenágoras de Constantinopla  y por su Sínodo como nuevo obispo de Krateia. Con ello, después de 275 años, por primera vez en la historia se ordenaba en Italia un nuevo Obispo ortodoxo. Esa atmósfera de “casa” acompañó la amistad con la que desde entonces, el obispo Gennadios nos honró por muchísimos años. Zervos llegó siendo muy jovencito entre los napolitanos, en 1961, cuando tenía veinticuatro años. Ya entonces fue profesor de liceo, docente de patrología griega en Bari, en el Instituto Superior de Teología, escritor de la publicación más importante del mundo griego, la revista Stakis. Se graduó en teología ortodoxa en Constantinopla y en teología católica en la Pontificia Facultad de Teología de Nápoles. La suya fue una carrera prestigiosa, pero ¿cómo fue madurando? En realidad pensaba desarrollar su misión en Grecia, pero el Patriarca Atenágoras le cambió de destino, a Italia, porque –dijo- “era el centro del catolicismo. Y allí tenemos que tener jóvenes teólogos (…), para la unidad de las dos Iglesias hermanas”. Una profecía que se realizó. En el último intercambio de correspondencia de hace algunos meses, así expresaba nuestra común alegría: “No olvidaré nunca nuestros encuentros[2]  en Rocca di Papa, me han permitido tener la gran alegría de conocer a Chiara Lubich, a quien he admirado durante muchos años, en nuestros encuentros con los Ortodoxos, pero también en nuestros encuentros con los Obispos Amigos del Movimiento. La última vez que la vi en el Hospital Gemelli; en mi alma vive su espléndida figura, su espléndida personalidad. Para nosotros ella es una columna de amor y de unidad que nos ha hecho conocer el supremo testamento de nuestro Salvador, la Voluntad de Dios: “que todos sean una sola cosa”. Gennadios ha sido un protagonista humilde y tenaz de los “nuevos tiempos” abiertos con el Concilio Vaticano II y traducidos en historia mediante el carisma de la unidad de Chiara Lubich, que él compartió y vivió. Ha traído la riqueza de Su Iglesia de Oriente con sencillez e integridad creando nuevos puentes de respeto, colaboración y comprensión. Ha escrito una parte de la historia de la Iglesia que nos llena de gratitud.

Gabri Fallacara

[1] G. Fallacara, “Atenágoras lo eligió para los nuevos tiempos”, Città Nuova, febrero 1971, pp.32-34. [2] Se trata de los encuentros ecuménicos promovidos por el Centro “Uno”, la secretaría para la unidad de los cristianos del Movimiento de los Focolares. Foto: El Metropolita Gennadios Zervos y Gabriella Fallacara en la 59° Semana ecuménica promovida por el Centro “Uno”, Castel Gandolfo (Italia), 13 de mayo de 2017.

Gennadios Zervos: místico apóstol de la unidad

Gennadios Zervos: místico apóstol de la unidad

Después de algunos días del fallecimiento del Metropolita, publicamos el recuerdo que de él escribió Mons. Piero Coda, docente de Ontología Trinitaria en el Instituto Universitario Sophia de Loppiano (Italia), del que fue Rector de 2008 a 2020. “Tuve una visión: una puerta estaba abierta en el cielo…”. Con estas palabras, extraídas del libro del Apocalipsis, el Metropolita Gennadios Zervos, Arzobispo Ortodoxo de Italia y Malta, amaba describir con mirada sapiencial el encuentro entre el Patriarca Atenágoras y Chiara Lubich. Porque –decía ya Atenágoras– si la puerta está abierta, estamos llamados a atravesarla juntos, y así compartir el estupor y la alegría del don divino de la Unidad. No encuentro palabras más apropiadas para describir la llama que había encendido el corazón e iluminaba la acción del Metropolita Gennadios. Así era este extraordinario e infatigable apóstol de la Unidad entre la Iglesia de Oriente y la Iglesia de Occidente, que hemos conocido en el Concilio Vaticano II y con quien hemos seguido vinculados hasta hoy. Había llegado a Italia en aquel lejano año 1960, desde su Grecia natal, enviado por el Patriarca Atenágoras.  Fue discípulo humilde y fervoroso de la bimilenaria tradición de la Iglesia de Oriente, personificada en la profética figura del Patriarca Atenágoras y en la cual se había formado desde la época de sus estudios en la histórica Escuela teológica de Chalki. Había compartido esa experiencia con quien sería luego el Patriarca Bartolomé; y había abrazado el carisma de la unidad donado por el Espíritu Santo a Chiara Lubich para la Iglesia entera de nuestro tiempo, más allá de las distinciones confesionales. De esa forma vivió, como protagonista activo y discreto, la entusiástica estación inaugurada por la reconciliación entre Roma y Constantinopla, en la conclusión del Vaticano II, sellada con el histórico abrazo entre el Papa Paulo VI y el Patriarca Atenágoras en Jerusalén.  Proseguiría luego por ese camino, con paciencia y sin titubeos, y llegaría a ser un aporte único, en Italia, para fomentar el recíproco conocimiento de las dos Iglesias hermanas.  Nutriéndose siempre, a manos llenas y con íntima alegría, de la luz del carisma de la unidad. Con ese espíritu el Metropolita Gennadios animó su ministerio en la Diócesis Ortodoxa de Italia y Malta, conduciéndola con amplitud de mirada como Arzobispo –el primero después de cuatro siglos– hacia un magnífico florecimiento en la constante búsqueda de la comunión con la Iglesia católica y en diálogo sincero con todos.  Por último, como si fuese la preciosa herencia que quiso dejarnos, promovió intensamente la Cátedra ecuménica Patriarca Atenágoras-Chiara Lubich en el Instituto Universitario Sophia, en sinergia con el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla:  “signo –remarcó el día de la inauguración– de nuestro infinito amor por estos dos extraordinarios protagonistas del diálogo del amor”. Soy testigo, y no dejo de sorprenderme siempre, con inmensa gratitud, del amor que profesaba por esa última criatura.  Veía en esa Cátedra el instrumento indispensable para que el ‘milagro’ llovido del Cielo –así se expresaba sobre ese evento–, el encuentro entre Atenágoras y Chiara  –en donde Chiara se había construido un puente vivo entre el Patriarca de Constantinopla y el Papa de Roma, Paulo VI– pudiera dar un nuevo impulso, que él consideraba incluso imprescindible, al camino hacia la plena y visible unidad. Solía repetir: «el amor entre Atenágoras, Chiara y Paulo VI es una realidad tan potente que nadie puede borrarla ya, porque se trata de la presencia de Jesús en medio de ellos”. Con inmensa gratitud recogemos este pensamiento que él, como testigo que fue, nos transmite.  Lo recordamos emocionados con las palabras del Patriarca Bartolomé, quien ha querido celebrar los muchos y luminosos carismas que el Metropolita tenía y de los que hemos gozado y que ahora con plena luminosidad contemplamos: “entre ellos los más grandes fueron la humildad y la dulzura, la paz y la sabiduría, y los mayores de todos el amor por la Madre Iglesia y la fe en ella”.

Piero Coda

 

Evangelio vivido: compañeros de viaje

Como Jesús, nosotros también podemos ir al encuentro de nuestro prójimo sin miedo, ponernos a su lado para caminar juntos en los momentos difíciles o alegres, valorar sus cualidades, compartir bienes materiales y espirituales, alentar, dar esperanza, perdonar.   El arte de enseñar Durante la pandemia yo también como mis colegas, impartí mis clases a través de los medios digitales.  Al comienzo todo era novedad y por ende había participación por parte de los chicos, pero con el tiempo algunos listillos encontraron el modo de hacer alguna otra cosa, desinteresándose lentamente de las clases. En esta variedad de respuestas a mi esfuerzo por ellos, traté de no mostrar preferencias o aprobaciones, sino en cambio poner siempre el acento en la responsabilidad personal, algo que en ese tiempo de crisis resultaba claramente más difícil.  El verdadero dilema, sin embargo, fue cuando hubo que evaluarlos, entre otras cosas porque veía claramente que las tareas escritas que me mandaban carecían de originalidad, por no decir que las habían copiado. Un día les pregunté a los mismos alumnos qué habrían hecho en mi lugar.  Fue la ocasión para examinar a fondo si habían participado o no.  Y –ello me conmovió– ellos mismos se juzgaron. Tal vez una lección de vida así nunca la había vivido. (G.P. – Eslovenia) Superar las crisis juntos No pudimos tener hijos y esa “derrota” nos llevó a ambos a concentrarnos en nuestra carrera. Después de 24 años, nuestro matrimonio estaba en crisis. Él parecía esquivarme.  Me di cuenta de que estábamos pasando de un amor de jóvenes a uno de adultos, y decidí que me correspondía a mí dar un primer paso.  Por ello, le pedí que me acompañara a ver a un especialista. Cuando volvimos a casa, él, visiblemente entristecido, confesó que nunca habría imaginado que yo sufriese tanto y me pidió perdón. Le pedí ayuda a Dios, recé. Me pareció oportuno dejar ese trabajo que me llevaba a sobresalir y traté de estar más presente en casa, más afectuosa y comprensiva.  Fue necesaria mucha dulzura y paciencia, pero ahora nuestra relación ha madurado, ya no está vinculada a expresiones que cuando éramos jóvenes nos parecían esenciales. Hoy oigo de él frases impensables años atrás, como: “No podría vivir sin ti”. Somos como dos compañeros de viaje conscientemente caminando en la tensión hacia la realización el plan de Dios en nosotros dos unidos. (S.T – Italia) Un nieto adolescente Durante el período en que los colegios estuvieron cerrados por la pandemia, mi nieto adolescente se volvió más agresivo que nunca. Vivimos en la misma casa y puedo decir que, como abuela, lo crié, poniéndome en el lugar de los padres; lo acompañé también en momentos difíciles con sus compañeros de colegio y profesores. Un día su reacción a una comida que no le había gustado fue incluso ofensiva. Los primeros pensamientos que tuve fueron juzgarlo duramente, pero enseguida el instinto a amar tomando la iniciativa me hizo ir a la cocina a prepararle rápidamente un postre que a él le gusta. Cuando percibió el aroma que venía del horno, se me acercó, me abrazó y me pidió perdón. No le dije nada, como si no hubiese pasado nada. Entonces él empezó a abrir su corazón y nació un diálogo que no teníamos desde hacía tiempo. Cuando volvieron los padres, para mi sorpresa, les dijo que, respecto de sus compañeros de clase, se sentía un privilegiado por tener una abuela en su misma casa. (P.B. – Eslovaquia) No más quejas A menudo, en lugar de estar agradecidos a Dios por lo que tenemos y de compartirlo con los que no tienen, nos quejamos por la comida que no nos gusta, por la estrechez de nuestra casa, por carecer de cierta ropa, etc. Nos olvidamos de que Jesús considera como si se lo hubieran hecho a él mismo cualquier cosa que hagamos en favor de un hermano nuestro.  Lo que nos hizo cambiar de actitud a mí y a algunos amigos, dándonos un fuerte impulso a fijarnos en las necesidades de los demás, fue el huracán María, que causó víctimas y destrucción en nuestro país. De entre los muchos que quedaron sin techo, también estaba la familia de un compañero de clase: padres y seis hijos que vivían en una especie de sótano, y que habían quedado sin nada. Junto con otros compañeros compuse una lista de las cosas que necesitábamos y organizamos una recolección de fondos con la válida ayuda de los monaguillos de mi parroquia. Cuando fuimos a entregar la “providencia” recogida, era conmovedor ver con qué alegría nuestro compañero y su familia recibieron todo. (Némesis – Puerto Rico)

Recogido por Stefania Tanesini

(extraído de Il Vangelo del Giorno, Città Nuova, año VI, n.5, septiembre-octubre de 2020)

The economy of Francesco

The economy of Francesco

El encuentro se celebrará online del 19 al 21 de noviembre. Maria Gaglione, del equipo organizativo, ha recogida las historias de los participantes: economistas, investigadores, académicos y profesores universitarios, emprendedores y startupper, estudiantes, activistas y changemakers de 115 países de todo el mundo. “Es fundamental formar y apoyar a las nuevas generaciones de economistas y emprendedores” para adoptar un nuevo modelo de desarrollo que “no excluye sino que incluye” y no genera desigualdades. Hablando a economistas y banqueros, el Papa ha destacado la urgencia de una “reconversión ecológica” de la economía y destacó el papel decisivo de los jóvenes. Sobre estos temas les invitó a debatir en Asís (Italia), donde San Francisco “se despojó de todo para elegir a Dios como protagonista de su vida, se hizo pobre con los pobres (…). De su elección de la pobreza surgió una visión muy actual de la economía”. El encuentro, titulado Economía de Francisco, se realizará on line del 19 al 21 de noviembre. Maria Gaglione, del equipo organizador,  ha recopilado las historias de los participantes: “Los jóvenes que respondieron al llamamiento del Papa son economistas, investigadores, académicos y profesores universitarios, empresarios y startupper y, estudiantes, activistas y agentes de cambio de 115 países de todo el mundo. Ellos mismos son “constructores” de una economía más justa, que apunta a la inclusión. Las universidades, las empresas, las comunidades donde operan son “laboratorios de esperanza”, como las define el Papa, su lema es “Que nadie se quede atrás”, porque quieren una economía que no deje a nadie atrás. En esto se parecen a San Francisco que elige una nueva vida para dedicarse a los últimos”. San Francisco prefirió la lógica del don a la del lucro. ¿Qué significa hacer del trabajo y el estudio un don para los demás? “Estos jóvenes optan por dar su vida, sus capacidades, sus talentos, para darle a todo un sentido más profundo. No pocos, habiendo emprendido una actividad de estudio o laboral, en algún momento optan por cambiar de dirección. Joel Thompson es ingeniero electrónico. Inspirado por la encíclica  Laudato Si, del papa Francisco, decidió comprometerse con la justicia ambiental y social, y ahora vive y trabaja en una aldea indígena en la Guyana amazónica donde se ocupa de formación en 16 aldeas. Diego Wawrzeniak es un emprendedor social brasileño, miembro de la comunidad Inkiri. Trabajó en el sector financiero y después de crear una startup decidió unirse a su comunidad para desarrollar un banco y una moneda local y ahora sigue proyectos que combinan la innovación, el espíritu empresarial y la economía local. Maria Carvalho, de origen indio, creció entre Arabia Saudita y Canadá y trabaja en Londres en políticas energéticas y climáticas. Dice que el mensaje de fraternidad de San Francisco inspira su vida y que ha elegido convertirse en científico social para luchar contra la pobreza y la desigualdad”. Debido a la pandemia, el evento, pensado para marzo, se llevará a cabo on line en noviembre. ¿Cómo será? Se conserva el enfoque original del evento, que fue pensado como una ocasión para dar voz, al pensamiento y las perspectivas de jóvenes economistas y emprendedores. Durante meses, alrededor de 1200 jóvenes de todos los continentes han estado trabajando en los grandes temas de la economía actual, tratando de conciliar dimensiones aparentemente distantes: finanzas y humanidad; agricultura y justicia; energía y pobreza; etc. La cita de noviembre será la etapa fundamental de un proceso ya iniciado para contar la experiencia y el trabajo de estos meses. Las propuestas y reflexiones encontrarán espacio en las distintas sesiones del programa on line, donde los jóvenes dialogarán con economistas y expertos de renombre internacional. Habrá conexiones desde los lugares simbólicos de Asís y momentos en los que los jóvenes contarán sus historias. Y espacios para el arte, la poesía, la meditación, las realidades territoriales. Gran parte del programa estará disponible en streaming conectándose al sitio web www.francescoeconomy.org El Papa nos ha comunicado su presencia.

Claudia Di Lorenzi

Una ecología integral requiere una profunda conversión interior

Una ecología integral requiere una profunda conversión interior

El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes de la conferencia de EcoOne, una iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares. El Papa Francisco envió un mensaje a los participantes de la conferencia de EcoOne, una iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, que tuvo lugar del 23 al 25 de octubre en transmisión en vivo desde el Centro Mariapolis de Castel Gandolfo (Italia). “Saludo a todos los que participan en este Encuentro Internacional que se celebra en el marco del año especial dedicado al quinto aniversario de la Carta encíclica Laudato si’. Expreso mi gratitud a EcoOne, iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, y a los representantes del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y del Movimiento Católico Mundial para el Clima, que han colaborado para hacer posible este evento. Vuestro encuentro, sobre el tema «Nuevos caminos hacia una ecología integral: cinco años después de la Laudato si’», plantea una visión relacional de la humanidad y el cuidado de nuestro mundo desde diferentes puntos de vista: ético, científico, social y teológico. Recordando la convicción de Chiara Lubich de que el mundo lleva en sí mismo un carisma de unidad, confío en que esta perspectiva suya guíe vuestro trabajo en el reconocimiento de que «todo está conectado» y de que «se requiere una preocupación por el ambiente unida al amor sincero hacia los seres humanos y a un constante compromiso ante los problemas de la sociedad» (Carta enc. Laudato si’, 91). Entre estos problemas está la urgencia de un nuevo y más inclusivo paradigma socioeconómico, que pueda reflejar la verdad de que somos «una única humanidad, como caminantes de la misma carne humana, como hijos de esta misma tierra que nos cobija a todos» (Carta enc. Fratelli tutti, 8). Esta solidaridad entre nosotros y con el mundo que nos rodea necesita una firme voluntad de elaborar y aplicar medidas concretas que favorezcan la dignidad de todas las personas en sus relaciones humanas, familiares y laborales, combatiendo al mismo tiempo las causas estructurales de la pobreza y trabajando para proteger el medioambiente natural. Lograr una ecología integral requiere una profunda conversión interior, tanto a nivel personal como comunitario. Mientras examinan los grandes desafíos a los que nos enfrentamos en estos momentos, entre ellos el cambio climático, la necesidad de un desarrollo sostenible y la contribución que la religión puede aportar a la crisis ambiental, es esencial romper con la lógica de la explotación y el egoísmo, y promover la práctica de un modo de vida sobrio, sencillo y humilde (cf. Carta enc. Laudato si’, 222-224). Espero que vuestra labor contribuya a cultivar en el corazón de nuestros hermanos y hermanas una responsabilidad compartida de unos con otros, como hijos de Dios, y un compromiso renovado de ser buenos administradores del don de su creación (cf. Gn 2,15). Queridos amigos: Les agradezco una vez más vuestra búsqueda y vuestros esfuerzos de colaboración para hallar nuevos caminos que conduzcan a una ecología integral, por el bien común de la familia humana y del mundo. Mientras manifiesto mis mejores deseos y la oración por vuestras deliberaciones durante este encuentro, invoco cordialmente sobre ustedes, sus familias y colaboradores la bendición divina, fuente de sabiduría, fortaleza y paz. Y les pido, por favor, que se acuerden de mí en sus oraciones”.

Oficina Comunicaciones Focolares

El coraje del perdón

Las restricciones causadas por la pandemia, en particular en los momentos de confinamiento, a menudo han causado o aumentado las tensiones en las relaciones personales. Es necesario el perdón. Pero el perdón requiere fuerza, coraje y entrenamiento. Con frecuencia las familias se deshacen porque no sabemos perdonar. Viejos rencores mantienen la división entre familiares, entre grupos sociales, entre pueblos. Hay quien incluso enseña a no olvidar las ofensas sufridas, a cultivar sentimientos de venganza… Y un rencor sordo envenena el alma y corroe el corazón. Hay quien piensa que el perdón sea una debilidad. No, es la expresión de una valentía extrema, es amor verdadero, el más auténtico porque es el más desinteresado. «Si aman a los que les aman, ¿qué mérito tienen? –dice Jesús–. Esto lo saben hacer todos. Ustedes amen a sus enemigos».[1] También a nosotros se nos pide, aprendiendo de Él, que tengamos un amor de padre, un amor de madre, un amor de misericordia con todos aquellos que encontremos durante el día, especialmente con los que se equivocan. Pero además, a los que están llamados a vivir una espiritualidad de comunión, o sea, la espiritualidad cristiana, el Nuevo Testamento les pide aún más: «Perdónense los unos a los otros».[2] El amor recíproco exige casi un pacto entre nosotros: estar siempre dispuestos a perdonarnos unos a otros. Solo así podremos contribuir a crear la fraternidad universal.

                                                                                                                                             Chiara Lubich

Extraído de: Palabra de Vida, Septiembre de 2002, en: Chiara Lubich, Parole di Vita, pag. 666. Città Nuova Ed., 2017. [1] Cf. Mt 5,42-47 [2] Cf. Col 3,13

Emiratos Árabes Unidos: cuando el trabajo se convierte en desarrollo

Emiratos Árabes Unidos: cuando el trabajo se convierte en desarrollo

En este año especial destinado a profundizar en los principios de la encíclica Laudato si’, nos encontramos con Abdullah Al Atrash, un joven empresario italo-sirio de los Emiratos Árabes Unidos. Como no creyente, se unió a la Economía de la Comunión del Movimiento de los Focolares. En la empresa que dirige, emplea principalmente a migrantes asiáticos y africanos, garantizando un salario y medidas de apoyo social, así como la máxima seguridad para los empleados y el medio ambiente, incluso en este momento de pandemia. Son paquistaníes, indios, nepalíes, filipinos e incluso nigerianos, cameruneses, senegaleses. Tienen en común un pasado de gran pobreza, que les ha obligado a abandonar su patria y su familia y a emigrar, y un presente que trata de mantenerlos alejados de la explotación y de nuevas dificultades. Son muchos de los 212 empleados de Mas Paints, una fábrica de madera y pintura mural fundada en 1989 en Italia y presente desde 2000 en Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos, país en el que -en comparación con unos 10 millones de habitantes- 9 de cada 10 personas son de origen extranjero. Abdullah Al Atrash, gerente general de la compañía relata a Vatican News acerca de estos “colegas y amigos de la compañía” que fue fundada por su padre y su tío. Escuchar a este joven empresario italo-siropeo de 42 años, licenciado en economía y comercio por la Universidad de Ancona y con un máster en el Instituto Adriano Olivetti de la capital de las Marcas, nos hace pensar en la reflexión sobre la obra contenida en la Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, que lleva al Pontífice a poner de relieve que es “una necesidad”, “una parte del sentido de la vida en esta tierra, un camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal”. La otra persona “Cualquier forma de trabajo -sigue destacando el Papa- presupone una idea de la relación que el ser humano puede o debe establecer con el otro”. Al llegar a Dubai en 2005, Abdullah observó, estudió y, en cierto sentido, hizo suyo el mundo de los trabajadores migrantes. “Fue un trauma para mí ver cómo vive esta gente. Todos los que van de países pobres a trabajar en otros Estados, sean cuales sean, tienen que enviar mucho dinero a casa para mantener a un gran número de parientes, porque todos tienen un sistema de familia extendida, en el sentido de que también ayudan a los padres, hermanos, primos. Entonces hice un cálculo según el cual -explica- en promedio cada uno de ellos tiene que mantener a 10 personas y esto no sólo desde el punto de vista del dinero necesario para hacer las compras, sino también desde el punto de vista del dinero que realmente hace la diferencia entre la vida y la muerte, porque en muchos de esos países no existe un estado de bienestar, por diferentes razones: mucha pobreza, guerra, inestabilidad política, tensiones étnicas o religiosas. Estas personas generalmente trabajan largas horas, con trabajo duro, con salarios muy bajos. He visto casos de personas que trabajan en la construcción y ganan hasta 130-150 euros al mes, privándose de todo para enviar dinero a casa”. Una cultura de la reciprocidad En su Carta Encíclica de 2015 el Pontífice señala cómo “ayudar a los pobres con dinero” puede ser un “remedio temporal para las emergencias”: el “verdadero objetivo” – aclara – debe ser siempre permitirles “una vida digna a través del trabajo”. Ateo, casado con una mujer católica y padre de dos hijos, Abdullah comparte con su esposa Manuela la experiencia del Movimiento de los Focolares y las iniciativas de la Economía de Comunión, lanzada en 1991 por Chiara Lubich para promover una cultura económica basada en la reciprocidad, proponiendo y viviendo un estilo de vida alternativo al dominante en el sistema capitalista. Un camino de vida, el del empresario italo-siropeo, que le llevó a “tener en cuenta los costes de la vida y el mundo en el que viven estos inmigrantes”, adoptando medidas concretas para los trabajadores de su empresa. No fue fácil, confiesa, pero “multipliqué por 5 el salario básico para que pudieran tener una vida absolutamente digna. Y decidí pagarles, no sólo al empleado sino a toda la familia ‘extendida’, los gastos médicos de cualquier tipo y los de la educación de sus hijos – porque sin educación difícilmente encontrarían trabajo – apoyándolos en sus estudios hasta la universidad”. Un bien común El valor predominante parece ser, por lo tanto, ese capital social que es el conjunto de relaciones de confianza, de fiabilidad, de respeto de las reglas indispensables para toda convivencia civil, como señala Francisco en la Encíclica, citando la Caritas in Veritate de Benedicto XVI. Abdullah dice que ha “creado un fondo, que se toma de las ganancias”, para ir más allá en la ayuda a los trabajadores. “El beneficio de la empresa – quiere subrayar – debe servir, en mi opinión, tanto para invertir en la empresa para que pueda crecer, como obviamente para las necesidades de los propietarios, pero también debe ir en igual medida a los empleados de la empresa. De hecho, es un bien común: una empresa es de todos, porque todos trabajan allí y deben servir a todos”. “En cierto momento – continúa – me di cuenta de que, entre los empleados, además de estas necesidades, estaba también el problema de la casa en casa. Lo entendí hablando con la gente, quería establecer una relación humana con ellos y no sólo de trabajo, hablando de mí y de ellos, de nuestras vidas. Esta es la comunidad. Y eso me hizo comprender que, para construir una casa en sus países de origen, tenían dos maneras: intentar sacar dinero de los bancos, pero los bancos no prestan dinero a los pobres, o – y para mí fue doloroso saberlo – recurrir a los usureros, porque la usura está muy extendida en esos países, haciendo luego enormes sacrificios para devolver el dinero y tardando años. Así que traté de entender de cuántas personas estaba compuesta la familia, dónde querían construir la casa y, calculando la cantidad necesaria, les dimos un préstamo, para ser devuelto libremente con el tiempo y de acuerdo con las posibilidades. La suma prestada tiene un tipo cero, aunque el tipo cero no existe porque siempre hay inflación, especialmente en ciertos países”. Una producción que respeta el medio ambiente Durante el año especial convocado por el Papa Francisco hasta el 24 de mayo de 2021 para reflexionar sobre la Encíclica Laudato sí, le preguntamos a Abdullah cómo puede responder su compañía al urgente desafío de proteger el “hogar común”. “Producimos algunas pinturas que no son absolutamente tóxicas, por lo tanto, no son dañinas ni contaminantes. Además, hay otras gamas de productos necesariamente tóxicos, por ejemplo, los disolventes, que también se utilizan ampliamente en el ámbito farmacéutico. Lo importante es que no dañen el medio ambiente, porque el medio ambiente somos nosotros: el Papa nos lo recuerda todo el tiempo. Yo, como ateo, entiendo que el medio ambiente es todo lo que vive”. “Así que en la empresa -continúa- nos proponemos proteger a los trabajadores, para que su salud esté protegida al 100%, invirtiendo mucho en seguridad, en máscaras, sistemas de ventilación y maquinaria que no libere sustancias como los disolventes. En lo que respecta a los residuos, hemos invertido mucho en maquinaria que separa los residuos sólidos, líquidos y gaseosos. Posteriormente, las empresas públicas, del gobierno, vienen a tomarlos y trasladarlos a lugares apropiados y adecuados para su eliminación, para evitar que contaminen el medio ambiente. Porque debajo de nosotros está el mar: ¡cuando cavamos un poco debajo de la fábrica encontramos el mar!”. La pandemia En la emergencia mundial de coronavirus, la preocupación por las condiciones de los trabajadores ha aumentado. “La ola que vino aquí – recuerda Abdullah – fue muy fuerte, golpeó a Irán, Kuwait, Arabia Saudita, todos los países de nuestro alrededor. El período más duro, con cierre total, fue entre marzo y abril. Cuando salieron las primeras noticias del virus, preparamos medidas como la adopción de barreras de vidrio para los empleados, en un espacio similar al mostrador de un banco, el uso de máscaras quirúrgicas, la medición de la temperatura corporal, el respeto de la distancia de seguridad de dos metros, hisopos para todos los empleados, la coordinación diaria con el Ministerio de Salud local. Además, he alquilado unos treinta estudios para observar la cuarentena con seguridad”. Una reunión de convivencia Lo que llama la atención es la palabra “coexistencia” que aparece varias veces en la conversación con Abdullah, incluso cuando recuerda haber participado, a principios de 2019, en la misa del Papa en Abu Dhabi, con motivo del viaje de Francis a los Emiratos Árabes Unidos. “Una magnífica experiencia, fui con algunos de mis colegas y amigos del Movimiento de los Focolares. Había tanta gente, tanto que yo estaba fuera del estadio, en el césped, desde donde se podía seguir el evento a través de pantallas gigantes. Noté que la gran mayoría de los presentes eran católicos, pero también había 5.000 musulmanes, así como algunos grupos de budistas, hindúes y sijs. Transmitieron imágenes del sincero abrazo con el Gran Imán de Al-Azhar Ahamad al-Tayyib. Fue un momento liberador, de encuentro entre el mundo islámico y el mundo occidental, con el Papa que vino aquí con gran humildad: agradeció al país, a las autoridades, al pueblo, en el espíritu de coexistencia, de paz, de tolerancia. Quería decirnos que estar todos juntos es posible”.

Giada Aquilino – Vatican News

El dolor de los Focolares por un caso de abusos en Francia

María Voce: “Inmenso dolor e incondicional cooperación del Movimiento para que se pueda esclarecer la verdad; institución de un organismo de investigación independiente después de una reunión con algunas víctimas de un ex miembro consagrado del Movimiento de los Focolares”.  “Frente a este inmenso dolor estamos convencidos de que el único camino a seguir es ofrecer a las víctimas una escucha total y el reconocimiento de los daños sufridos. Por esta razón quiero reiterar la plena e incondicional cooperación del Movimiento, para que se pueda conocer la verdad sobre los hechos y se haga justicia a las víctimas.” Son las palabras de María Voce, Presidenta del Movimiento de los Focolares, en un comunicado de prensa del 22 de octubre de 2020 sobre el caso de violencia contra menores por parte de J.M.M., ex-miembro consagrado de los Focolares, residente en Francia. Una víctima ha hecho público su caso que se remonta a 1981 y 1982 cuando – entonces tenía quince años – sufrió acoso sexual. Se está constituyendo un organismo independiente a través del cual el Movimiento de los Focolares ha decidido iniciar una investigación extraordinaria tras la reunión con algunas víctimas el 18 de septiembre de 2020. En esa ocasión el Copresidente del Movimiento de los Focolares, Jesús Morán, expresó su dolor y vergüenza por los abusos cometidos por JMM, “así como por el silencio o la falta de iniciativa mantenida durante años por parte de los responsables”. En breve se anunciará la composición de este organismo independiente, que tendrá la tarea de escuchar a las presuntas víctimas, recopilar ulteriores testimonios e indagar sobre eventuales omisiones, encubrimientos o silencios por parte de los responsables del Movimiento. Al final de las investigaciones, el organismo independiente hará público su informe final. A fin de permitir que las investigaciones se lleven a cabo en su totalidad y garantizar su total transparencia, los dos corresponsables de los Focolares en Francia y el corresponsable del Movimiento para Europa Occidental han presentado la dimisión de sus respectivos cargos el 21 de octubre de 2020. Dimisiones aceptadas por la Presidenta de los Focolares.

Joachim Schwind

Comunicado de prensa

¡Ánimo! Los 100 años de Danilo Zanzucchi

El pasado 11 de agosto festejamos los 100 años de Danilo Zanzucchi. Con la esposa Anna María fueron durante más de 40 años los responsables del Movimiento Familias Nuevas. Su historia es una historia muy rica, una historia de amor dado, recibido, generado. Fuimos a visitarlos a su casa, en Grottaferrata… https://vimeo.com/465833781

Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, visita el Centro internacional de los Focolares

Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, visita el Centro internacional de los Focolares

Esta mañana, su Santidad Bartolomé I, Patriarca Ecuménico de Constantinopla, visitó el Centro Internacional de los Focolares, en Rocca di Papa. Lo ha recibido la presidente, Maria Voce, con quien visitó la casa donde vivía Chiara Lubich y se recogió en oración ante su tumba. A continuación, un intercambio de saludos y obsequios, también han estado presentes el copresidente, Jesús Morán, y una pequeña delegación del Movimiento. El Patriarca está visitando Roma por el Encuentro Internacional de Oración por la Paz, promovido hoy, en el Campidoglio (sede del municipio de Roma), por la Comunidad de San Egidio y la concesión, mañana, de un doctorado honoris causa en filosofía, en la Universidad Antonianum. El patriarca también mantendrá un encuentro con el papa Francisco.

©J. García – CSC Audiovisivi

“Chiara se ha comprometido con la fraternidad, la unidad y la paz en todos los ámbitos de la vida humana, entregándonos un mensaje a través de su vida y de sus escritos, que no podemos ignorar”. Con estas palabras, el patriarca Bartolomé I ha recordado a Chiara Lubich, fundadora de los Focolares esta mañana, visitando el Centro Internacional de los Focolares, en Rocca di Papa. De la delegación formaban parte también Su Eminencia Emmanuel, Metropolita de Francia, Su excelencia Cassianos, Igumeno del Monasterio de Chalki (Grecia), el reverendo Iakovos, diácono Patriarcal. Fueron acompañados por monseñor Andrea Palmieri, subsecretario del Pontificio Consejo para la Unidad de los Cristianos (PCPUC).  “El Movimiento y todas las obras que existen hoy, gracias a su carisma – ha dicho – son el testimonio de una vida dedicada al Señor, también pasada por la Cruz, pero siempre orientada a la Resurrección”. La visita del Patriarca se enmarca en el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich: “¡Cuántas otras cosas habría hecho Chiara si todavía estuviera con nosotros! – ha dicho Su Santidad Bartolomé I, recordándola – Pero no son los años los que dan sentido a la vida, no es la cantidad, la duración, sino cómo usamos los talentos que Él nos ha dado, es la calidad de vida, gastada para dar testimonio de Él que es la Vida”.

©J. García – CSC Audiovisivi

El Patriarca llegó a Rocca di Papa a última hora de la mañana y fue recibido por la presidente del Movimiento María Voce, el copresidente, Jesús Morán. Con ellos visitó la casa donde vivía Chiara Lubich y la capilla del Centro Internacional donde se encuentra la tumba de la fundadora de los Focolares. Aquí dejó una larga dedicatoria escrita en griego en el libro de los visitantes. Luego, en el Auditorio, cumpliendo con las normas sanitarias, ha sido posible un breve encuentro entre el patriarca y algunos miembros del Consejo General de los Focolares, algunos miembros del Movimiento pertenecientes a la Iglesia Ortodoxa y una pequeña delegación de jóvenes. El Patriarca tuvo palabras de afecto y estima por Maria Voce, a quien definió como “hermana querida”, “cuya amistad con nosotras y con nuestro Patriarcado Ecuménico es larga y sólida, desde los años de su estancia en Constantinopla, donde verdaderamente dejó un sello imborrable del ministerio de la fraternidad, la unidad y el amor a todos”. “Habiendo llegado al final de su mandato como presidente – ha dicho dirigiéndose nuevamente a Maria Voce nosotros también queremos agradecerle su gran aporte a la obra; el recuerdo que tenemos de Ud., como de todos ustedes, permanece en nuestro corazón, y Ud. seguramente continuará el carisma donde el Señor la llamará”.

©J. García – CSC Audiovisivi

A continuación, se presentaron al patriarca algunos actos organizados con motivo del centenario de Chiara Lubich y algunos jóvenes de los Focolares le hablaron sobre el proyecto United Word Project”, que este año con el lema “dare to care” (atrévete a cuidar) se centra en el cuidado del medio ambiente y de las porciones más frágiles de las sociedades de todo el mundo. El patriarca comentó: “Ideas y acción, teoría y práctica. Espero que a este proyecto se sumen algunos jóvenes ortodoxos para colaborar con ustedes por el bien de la humanidad”. Al final del encuentro un intercambio de regalos. La presidente Maria Voce entregó una escultura que representa a la Virgen María con el niño Jesús que estaba en la casa de Chiara Lubich en Suiza, y el Patriarca regaló un icono maravilloso.

Stefania Tanesini

Para leer la homilía de Su Santidad Bartolomé, Arzobispo de Constantinopla, haga clic aquí   https://vimeo.com/470579948

Roma se convierte en “capital de la paz”

Martes 20 de octubre, en Roma, el Encuentro Internacional de Oración por la Paz entre algunos líderes de distintas religiones promovido por la Comunidad de San Egidio. Presente también la Presidente del Movimiento de los Focolares. Será posible seguir el evento vía streaming. “Estamos muy felices que este encuentro se pueda realizar, porque necesitamos palabras de paz, palabras de esperanza, palabras que nos indiquen un futuro para la humanidad tan trastornada por la pandemia”. Con estas palabras Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de San Egidio presentó la edición 2020 del Encuentro Internacional de Oración por la Paz entre las grandes religiones mundiales, en el espíritu de Asís, promovido precisamente por San Egidio. El evento tiene el título “Nadie se salva solo – Paz y fraternidad” y se realiza hoy 20 de octubre en Roma (Italia) en la Plaza del Campidoglio donde reunirán líderes de distintas religiones y representantes de las instituciones en una “Oración por la Paz”, será un momento solemne de reflexión que quiere ofrecer un mensaje de esperanza para el futuro. Durante esta cita habrá un espacio de oración, cada uno según su propia tradición. Después tendrá lugar la intervención de los líderes que pondrán en evidencia el aporte de las religiones a la construcción de un futuro mejor, de paz y fraternidad, sobre todo ahora que la pandemia está provocando una gran crisis económica y social y que ha hecho que todos se vuelvan más pobres. En la manifestación participará también la presidente del Movimiento de los Focolares, María Voce. El inicio está previsto para las 4.30 p.m. (utc+2) cuando los representantes religiosos se encontrarán para rezar en lugares diferentes. La oración ecuménica de los cristianos tendrá lugar en la Basílica de Santa María de Aracoeli (haz clic aquí para ver el programa). A continuación, hacia las 5.20 p.m. (utc+2) será el encuentro en la plaza del Campidoglio. Durante la ceremonia tomarán la palabra el presidente de la República Italiana, Sergio Mattarella, el fundador de la Comunidad de San Egidio, Andrea Riccardi y, a través de un video-mensaje, la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Proseguirán con las intervenciones del patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, del rabino Jefe de  Francia, Rav Haim Korsia, del secretario general del Comité Superior de la Fraternidad Humana, Dr. Mohamed Abdelsalam Abdellatif, del ven. Shoten Minegishi (Budismo Soto Zen), del Dr. Karmaljit Singh Dillon (Comité Nacional Sikh Gurdwara Parbandhak), de la Sra. Divya Punchayil Prashoban (Hinduismo) y, como conclusión, la del Papa Francisco. La ceremonia proseguirá con un minuto de silencio en memoria de las víctimas de la pandemia y de todas las guerras, la lectura de un apelo de paz 2020, que será entregado por un grupo de niños a los embajadores y a los representantes de la política nacional e internacional, y el encendido del candelabro de la paz por parte del Papa Francisco. El Encuentro de “Oración por la Paz” entre las religiones será transmitido integralmente en directa streaming en el sitio del evento y en las redes sociales de la Comunidad de San Egidio.

 Lorenzo Russo

La invención de los jóvenes, la obra maestra de Chiara

La invención de los jóvenes, la obra maestra de Chiara

Un Webinar para recorrer la historia del Movimiento Gen, una de las más revolucionarias agrupaciones juveniles del siglo pasado, que continúa su carrera en el siglo XXI también. En el año del centenario de Chiara Lubich, sin lugar a dudas había que retomar la aventura del Movimiento Gen, que vio la luz en 1967, y que involucró en su idealidad de un mundo unido a cientos de miles de jóvenes, en todo el mundo.  Un Webinar, el pasado 18 de octubre, moderado por el periodista de la RAI Gianni Bianco, recorrió la historia de una agrupación juvenil que, aun con altibajos, supo formar a hombres y mujeres que se hicieron un espacio en la vida, y no a través de actos de fuerza o de la ambición desenfrenada, sino a través del ideal evangélico del hacerse uno con todos. Gente que, tanto la que ha quedado en el álveo del Movimiento, como la que se alejó de él, ha seguido “viviendo” de las intuiciones carismáticas de Chiara Lubich, cada uno de ellos en su propia dimensión espiritual y profesional. Uno de los presentes era Franz Coriasco, autor del libro publicado en italiano Generazione nuova. La storia del Movimento Gen raccontata da un testimone (Generación nueva.  La historia del Movimiento Gen contada por un testigo), de la editorial Città Nuova.  Su visión era muy personal, pero al mismo tiempo colectiva, no sólo por la búsqueda apasionada y profunda que llevó a cabo, sino también por la coincidencia de los cientos de intervenciones que sostienen su narración. También estaba presente Luigino De Zottis, quien, junto con Virgo Folonari había sido elegido en 1966 por la misma Chiara Lubich para iniciar el Movimiento Gen.  En su intervención recordó a aquellos que permitieron el nacimiento de la nueva agrupación de jóvenes vinculados al focolar: «La inspiración de Chiara fue inesperada –dijo– pero nos involucró de una manera más que radical.  Mi vida y la de una infinidad de otros jóvenes tuvieron un desarrollo inusitado.  Recuerdo que a nosotros, los adultos que debíamos hacer nacer el Movimiento Gen, Chiara nos dijo: “Ustedes, adultos, no tienen que hacer nada para que nazca el movimiento de los jóvenes.  Tienen que ser para ellos como ángeles custodios”». Esta “regla”, la de la relación intergeneracional, ha hecho historia y sigue siendo innovadora. Il Cardenal Joao Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para la vida consagrada, participó también, pues él había sido uno de los primeros “Gens”, o sea los Gen seminaristas. Focalizó la atención en el elemento central del carisma de Chiara Lubich: «Jesús abandonado no es algo pequeño, es el reconocimiento de una verdad y es lo que permite ir adelante cuando las dificultades parecen insuperables». Y con palabras fuertes invitó al Movimiento a redescubrir su propio espíritu de comunión originario. Intervinieron también algunas personas que han quedado trabajando activamente dentro del Movimiento. Una de ellas tuvo palabras muy significativas; se trata de Margarita Karram, de Tierra Santa, que sintetizó así su aventura con Chiara: «La revolución del amor evangélico es la que ama incluso a los enemigos.  Por un lado quiero mencionar la palabra “identidad”: mi tierra me dejó la convicción de que mi verdadera identidad es la de Jesús de Nazaret.  Y por otro lado, la palabra “corazón”, porque el Evangelio hay que vivirlo con radicalidad, con un corazón de carne, no de piedra, sin erigir muros». «¿Estamos en el comienzo del final, o en el final del comienzo?», se preguntaba Franz Coriasco cuando habló.  Le respondió Jesús Morán, actual copresidente de los Focolares: «Hoy ya no estamos en la fase de la utopía de la unidad, la conciencia de la unidad en la humanidad es trágica. O nos volvemos uno o nos destruimos.  Las posibilidades para los Gen son enormes, porque hay una conciencia más clara de lo que es la unidad.  Estoy convencido de que estamos en el comienzo de nuevos desarrollos, que mostrarán un carisma encarnado».

Laura Salerno

La conclusión del webinar fue confiada a los Gen de hoy –en nombre de todos, hablaron  Laura Salerno, Conlet Burns y Anna Aleotti− y tenía que ser así, porque la aventura continúa.  El Movimiento Gen nació en el período de la exuberancia juvenil de los años 1967-1968, y los Gen de la época tenían una mirada revolucionaria.  Pero hoy también la tienen, como por ejemplo dan testimonio de ello los jóvenes  Gen libaneses que salieron a las plazas un año atrás, a partir del 17 de octubre de 2019, para propugnar una sociedad menos corrupta, más fraterna, más justa y más inclusiva. Makran, Salim, Mia y sus amigos muestran que el impulso revolucionario de 1967 sigue siendo válido en 2020.

Michele Zanzucchi

El más directo

Los cristianos saben cuál es el  examen que deberán superar al final de su vida. De hecho, Jesús nos reveló las preguntas que nos hará cuando nos presentemos ante Él. Son más actuales que nunca – como explica Chiara Lubich. Es urgente transformar todas nuestras relaciones con los hermanos, padres, parientes, compañeros, conocidos y hombres de todo el mundo en relaciones cristianas. E, impulsados e iluminados por el amor, dar origen a obras individuales y sociales, recordando que, si un vaso de agua tendrá su recompensa, un hospital, una escuela, un orfanato, un centro de reinserción, etc.,  hechos como medio de expresar nuestra caridad, nos prepararán para un brillante examen final de nuestra vida. Dios, de hecho nos dirá: “Tenía hambre en tu marido, en tus hijos, así como en la población de la India, y tú, reconociéndome en ellos, me diste de comer”. “Tenía sed, estaba desnudo en tus niños cada mañana, así como en tus hermanos de muchas naciones en donde las condiciones de vida eran inhumanas, y tú, reconociéndome siempre en todos, me vestiste con todo lo que tenías”. “Estaba huérfano, hambriento, enfermo en el niño de tu barrio, como en la población de Pakistán destruida por los cataclismos, y tú hiciste todos los esfuerzos posibles para socorrerme”. «Soportaste a tu suegra o a tu esposa nerviosa, así como a tus obreros provocadores o a tu jefe en el trabajo, poco comprensivo, porque estabas convencido de que una perfecta justicia social existirá solo si florece de la caridad social; y esto lo hiciste porque me viste en todos». «Visitaste a tu pariente en la cárcel, socorriste en lo posible a los que viven oprimidos y dominados en lo más íntimo de su espíritu y rezaste por ellos…». Entonces nosotros, atónitos, dejaremos escapar de nuestros labios una sola palabra: gracias. Gracias, Dios mío, por habernos abierto en la tierra un camino, «el más directo», el más breve para llegar pronto y directamente al destino celestial

Chiara Lubich

Cf. Chiara Lubich, Hacia un nuevo humanismo, en: Chiara Lubich, Lo esencial de hoy. Escritos espirituales /2, ed. Ciudad Nueva, Madrid, 1999, pp. 139-140.

#daretocare en Nigeria

Un viaje por distintos puntos de Nigeria, donde algunos de los miembros de la comunidad del Movimiento de los Focolares nos hacen ver sus iniciativas y proyectos de cuidados, sostenibilidad, educación y espíritu empresarial en sus localidades.   https://vimeo.com/465815851

El Metropolita Gennadios Zervos: hombre del diálogo y de la unidad

El Metropolita Gennadios Zervos: hombre del diálogo y de la unidad

Un breve perfil del Metropolita que fue gran amigo de los Focolares y la expresión de oración y cercanía de María Voce en nombre del Movimiento. Hoy 16 de octubre, la Arquidiócesis Ortodoxa de Italia y Malta anunció que el metropolita Gennadios ha “pasado al cielo” [1]. Vivió 57 años en Italia, primero como párroco en Nápoles, en 1970 como obispo de Kratea y luego desde 1996 como arzobispo de la diócesis de Italia y Malta y exarca del sur de Europa, con sede en Venecia. Tenía un gran amor por los fieles de su Arquidiócesis; lo expresa en una carta del pasado 3 de octubre, en la que escribía: “Están en mi corazón. ¡Son mi vida!”[2]. En 2007 el Patriarca Bartolomé dijo de él: “Con inmenso amor […] has trabajado durante muchos años de manera misionera por vuestro rebaño, distinguiéndote por muchos y diversos carismas, que expresan la personalidad de Vuestra Eminencia, entre los que destacan los más grandes y son la humildad y la dulzura, la tranquilidad y la sabiduría de tu carácter, pero lo más grande de todo es tu amor y fe hacia la Madre Iglesia” [3]. Ha sido un hombre de diálogo que participó activamente en la actividad ecuménica en Italia y más allá, como se puede ver en esta entrevista con Radio Vaticano en 2015: “Orar significa caminar juntos y, como me dijo una vez el papa Francisco, ‘caminar significa unión. Cuando caminamos juntos, la unidad está más cerca de nosotros’”[4]. Hablando de la división de los cristianos, dice: “Ahora debemos ser crucificados, los hombres debemos subir a la cruz, para hacer desaparecer nuestras pasiones, nuestros defectos, nuestros errores. Jesucristo ya no viene para ser crucificado sino que nosotros debemos estar en la cruz para borrar el fanatismo, el odio, el egoísmo”[5]. Gran amigo del Movimiento de los Focolares, el metropolita a menudo recordaba un diálogo con Atenágoras en 1970. “¡Me recibió durante 48 minutos! Numerosos obispos, sacerdotes, teólogos y otros estaban en el pasillo esperando la bendición del Patriarca. Todos estaban asombrados de que hubiera estado en audiencia durante tanto tiempo […] ¿Qué había pasado? ¡El Patriarca habló de mí durante 2 minutos, del Papa Pablo VI durante 5 minutos y durante 40 minutos de Chiara!” [6]. Participó en muchos eventos de los Focolares: desde las reuniones de los obispos amigos del Movimiento, hasta las escuelas del ecumenismo y las semanas ecuménicas organizadas por el Centro “Uno” [7]. Durante la última edición, en 2017, entregó a Maria Voce una medalla en agradecimiento por la labor ecuménica de los Focolares. Fue idea suya poner en marcha la “Cátedra Ecuménica Internacional Patriarca Atenágoras – Chiara Lubich”, de la que era co-titular, en la Universidad Sophia y en 2017 pronunció el discurso inaugural sobre el tema “El Patriarca Atenágoras y Chiara Lubich, protagonistas de la unidad” [8] El metropolita Gennadios pudo saludar a Chiara unos días antes de su muerte cuando la visitó junto con el Patriarca Bartolomé en el policlínico Gemelli. De ese último encuentro recordaba: “Estaba llena de alegría, sonriente como siempre, dulce, serena y su “carisma” estaba muy vivo. De hecho, sus últimas palabras antes de despedirnos fueron: “¡Siempre unidos!” [9]. Parece que el metropolita Gennadios cumplió lo que le dijo proféticamente el patriarca Atenágoras en 1960: “Irás a Italia, necesitamos nuevos sacerdotes para los tiempos venideros, tiempos de reconciliación y diálogo con la Iglesia católica” [10].

Joan Patricia Back

[1] Sitio ortodossia.it [2] Sitio ortodossia.it [3] Sitio ortodossia.it [4] Entrevistado por Radio Vaticana 23 de enero de 2015 en el sitio ortodossia.it [5] Entrevistado por Radio Vaticana 23 de enero de 2015 en el sitio ortodossia.it [6] 50° del Centro “Uno”, Trento, 12 de marzo de 2011. [7] El Centro “Uno”, para la unidad de los cristianos, se ocupa del diálogo ecuménico del Movimiento de los Focolares. [8]  www.sophiauniversity.org/it [9] 50° del Centro “Uno” Trento, 12 de marzo de 2011. [10] Sitio ortodossia.it

Evangelio vivido: humildad

Como escribe Chiara Lubich: “Ser humildes no sólo quiere decir no ser ambiciosos, sino ser conscientes de la propia nada, sentirse pequeños delante de Dios y por lo tanto ponerse en sus manos, como niños”. Una escuela de vida Durante la pandemia también yo me vi obligado al confinamiento. Aunque seguí manteniendo la relación con algunas de las personas que asisto a través de Internet, el verdadero trabajo era conmigo mismo. No podía eximirme de ayudar a mis hijos a hacer las tareas, de adivinar cómo llenar su tiempo, de proveer a mis padres ancianos, de ayudar a mi esposa en la cocina, a inventar nuevos menús… había subvalorado la importancia que pueden tener los pequeños gestos cotidianos para el conocimiento de sí mismos y ahora tenía la posibilidad de descubrir dimensiones fundamentales de la existencia. Pero el descubrimiento más importante de este período ha sido la oración, la relación a tú a tú con Dios. La había descuidado, dejándola de lado junto con otras cosas, comprometido como estaba con mis investigaciones y mi trabajo. Al administrar un tiempo sin márgenes, reflexioné sobre la vida, sobre la muerte, sobre la esperanza… No sé cómo ha sido para los demás, pero para mí este exilio forzado se ha convertido en una auténtica escuela, más eficaz que muchos libros y cursos de especialización. (M.V. – Suiza) Envejecer juntos Después de décadas de vida matrimonial en el amor, me di cuenta de que me estaba volviendo insensible hacia mi mujer. Ella no estaba de acuerdo con tantas cosas que yo hacía y me repetía siempre el mismo sermón. Un día, después de escucharla una primera y una segunda vez, le respondí con rabia que sabía lo que tenía que hacer, que ya me lo había dicho. Naturalmente ella se quedó mal, pero también yo. Le pedí perdón, pero dentro de mí quedó el gran dolor de no haber respetado, aceptado su envejecimiento. Si esto sucede con ella, reflexioné, quien sabe cuántas cosas hago yo que le hacen daño a mi esposa. Le contamos este hecho a una nieta que había venido a visitarnos con su compañero, cuando ella, sin motivo aparente, empezó a llorar mientras él le tomaba la mano, acariciándola. Después de un silencio nos contaron que habían decidido separarse debido a la incompatibilidad de caracteres entre ellos. Pero escuchando nuestro relato les había conmovido la belleza de envejecer juntos e intentar reconstruir siempre el amor. (P.T. – Hungría) Escuchar, comprender Si vuelvo a pensar en los 25 años transcurridos haciéndome cargo de la salud de mis pacientes, me parece que no he hecho otra cosa que escucharlos. Siempre recuerdo, en mis primeros días como médico de familia, a una mujer que había pasado por no sé cuántos hospitales de Suiza hasta Italia. Me estaba describiendo un detalle de su historia personal que podía ser la clave de los disturbios que sufría desde hacía 15 años. Ante mi pregunta: “Pero usted, señora, ¿alguna vez le habló a los médicos de esto?”, me respondió: “Doctor, es la primera vez que lo recuerdo. Usted me escuchó y yo lo recordé”. Me sirvió tanto la experiencia de esa cita, más que una actualización profesional. Sí, porque escuchar, sobre todo hoy que hacemos todo de prisa, debería corresponder cada vez más a “comprender”. Todos estos años para mí han sido una escuela al respecto… y ¡seguramente no he terminado de aprender! Escuchar no es otra cosa que una expresión del amor del que Cristo nos ha dado ejemplo; hacer el vacío para poder acoger en sí mismos al otro. (Ugo – Italia) Saborear Cuando, después de los últimos exámenes, el médico me anunció que el cáncer había vuelto a aparecer, mi primer pensamiento fue para la familia, para nuestros hijos y nietos. Mi esposo y yo hablamos serenamente y decidimos vivir el período que me queda como el tiempo más bello que podíamos dejarles en herencia, de un amor fiel hasta el final. Así empezaron días que, aunque eran pesados por los dolores, tenían un color y un calor nuevos. No sólo aumentó el amor entre todos, sino que diría que estamos aprendiendo a “saborear” el tiempo. Cada gesto es único porque podría ser el último, y lo mismo cada llamada telefónica, cada palabra pronunciada. Desde la atención al otro, al tono de la voz, que sirven para crear armonía entre nosotros… todo ha asumido un valor. Mi esposo se sorprende de cuánta alegría están llenos nuestros días y a menudo me repite: “Es el único bien que podemos dejar a nuestros hijos”. En los momentos dedicados a la oración sentimos que el cielo se abre, porque se ha convertido solamente en un acto de agradecimiento. (G.C. – Italia)

a cargo de Stefania Tanesini

(Tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio de cada día), Città Nuova, año VI, n.5, septiembre-octubre 2020)

Italia – El Polo Acogida y Solidaridad de Ascoli Piceno (PAS)

En Ascoli Piceno, en el centro de Italia, algunas asociaciones decidieron unirse para sostener el malestar económico y social ciudadano. Así desde hace algunos años nació el PAS, Polo Acogida y Solidaridad, una experiencia de “red” que ha encontrado una casa hace pocos meses. https://vimeo.com/465826725

El Pacto Global por la Educación

El Pacto Global por la Educación

El evento querido por el papa Francisco tendrá lugar el 15 de octubre: agencias de formación, actores sociales, instituciones y organismos internacionales se reunirán para construir alianzas por una humanidad más fraterna. Hablamos de ello con Carina Rossa, focolarina, en el equipo organizador. “Nunca antes había sido necesario unir esfuerzos en una amplia alianza educativa para formar personas maduras, capaces de superar fragmentaciones y contrastes y reconstruir el tejido de relaciones para una humanidad más fraterna”. Así, el papa Francisco en el Mensaje del lanzamiento del Pacto Mundial por la Educación: una invitación a promover “una educación más abierta e inclusiva, capaz de escuchar con paciencia, diálogo constructivo y comprensión mutua”. El Pacto inspira un evento mundial, pospuesto debido a la pandemia. Una reunión virtual tendrá lugar el 15 de octubre a las 2:30 pm (utc+2) en streaming en vivo en los canales de Youtube de las Noticias del Vaticano con traducción simultánea en español, italiano, inglés, francés y portugués. Hablamos de ello con Carina Rossa, focolarina argentina, en el equipo organizador del evento: El Papa nos invita a una alianza por la educación que produzca un cambio de mentalidad. ¿Cómo se expresa este nuevo pensamiento? “El Papa subraya que la educación es la base de todos los cambios sociales y culturales y nos llama a comprometernos en este ámbito. Entonces, el primer cambio radica en dar dignidad a la educación. Luego, da a la educación un propósito, “cambiar el mundo”, y nos invita a pensar en el estudio como una herramienta para afrontar los desafíos de nuestro tiempo: paz y ciudadanía, solidaridad y desarrollo, dignidad y derechos humanos, cuidado de la casa común. Además, Francisco denuncia que el Pacto entre la familia, la escuela, la sociedad y la cultura se ha roto y debe ser reconstruido: aquí el cambio de mentalidad  involucra a agencias de formación, actores sociales, instituciones y organismos internacionales, para que construyan alianzas para lograr objetivos comunes y suscitar una humanidad más fraterna. Para ello, el Santo Padre propone una metodología de tres pasos: poner a la persona en el centro, invertir las mejores energías y formar personas capaces de ponerse al servicio”. Entonces, ¿en qué dirección debemos educar a los jóvenes? ¿Qué valores cultivar? “Las nuevas generaciones están en el centro de la oferta educativa, porque son los niños, los adolescentes, los jóvenes los que cambiarán el mundo. “Hombres y mujeres nuevos” – es la esperanza – que estarán “unidos en la diversidad”, en diálogo constante, al servicio de los valores de la paz, la solidaridad y la fraternidad universal, respetando los derechos humanos y la dignidad humana”. El evento mundial dedicado al Pacto debía realizarse el 14 de mayo, pero debido a la pandemia se pospuso para el 15 de octubre y se realizará en forma virtual. ¿Cómo va con la preparación del evento? “La pandemia nos ha obligado a repensar toda la propuesta y la cita de octubre será un primer paso hacia el evento mundial que esperamos celebrar más tarde con el Papa. La Congregación para la Educación Católica – nombrada por el Santo Padre para impulsar el evento – ha encomendado la coordinación científica de la iniciativa a la Escuela de Educación Superior EIS de la Universidad LUMSA y en esta fase se trabaja para establecer relaciones e iniciar procesos: por ejemplo, se ha constituido una mesa con las organizaciones representativas del mundo educativo a nivel mundial. También estamos recopilando experiencias educativas internacionales para ser publicadas en la web del evento, como un Observatorio del Pacto Educativo, y las ponencias realizadas durante los encuentros preparatorios que conformarán una publicación.

Claudia Di Lorenzi

Las exigencias del amor verdadero  

La pandemia no solo conlleva graves consecuencias inmediatas, sino que a menudo también pone de relieve muchos problemas preexistentes de carácter personal, social y político. En el siguiente texto Chiara Lubich subraya el primer paso imprescindible para aquellos que realmente quieren cambiar el mundo.  Un gran psicólogo de nuestro tiempo dijo: “Nuestra civilización muy raras veces trata de aprender el arte de amar y, no obstante el profundo anhelo de amor, casi todo lo demás se considera más importante: el éxito, el prestigio, el dinero, el poder. Casi toda nuestra energía la dedicamos a lograr esos objetivos y casi ninguna a conocer el arte de amar”[1]. El verdadero arte de amar surge enteramente del Evangelio de Cristo. Y ponerlo en práctica es el primer paso imprescindible para poder desencadenar esa revolución pacífica, pero tan incisiva y radical que lo cambia todo. Afecta no solo a la esfera espiritual, sino también a la humana, renovando todas sus expresiones: cultural, filosófica, política, económica, educativa, científica, etc. Es el secreto de esa revolución que permitió a los primeros cristianos invadir el mundo entonces conocido. […] Este amor no está hecho solo de palabras o de sentimiento, sino que es concreto. Exige que nos hagamos “uno” con los demás, que “vivamos” en cierto modo al otro con sus sufrimientos, sus alegrías, sus necesidades, para comprenderlo y poder ayudarlo eficazmente.

Chiara Lubich

Cf. Chiara Lubich, El arte de amar, Editorial Ciudad Nueva, España, 2006, pág 17 [1] E. Fromm, L’arte di amare, Milano 1971, p.18.

Cambio climático: ¿última llamada?

Cambio climático: ¿última llamada?

EcoOne, iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, organiza en encuentro internacional “Nuevas vías hacia una ecología integral: cinco años después de la Laudato Sii”, se realizará en Castelgandolfo (Roma) del 23 al 25 de octubre de 2020. La historia de nuestro planeta es una historia de relaciones entre sus partes. Concentrémonos en tres de ellas: la atmósfera, los organismos vivos y la humanidad. Hace 2,5 billones de años, no había el oxígeno en la atmósfera y la vida humana entonces no habría sido posible. Después, gracias al pequeño aporte de innumerables y (aparentemente) insignificantes organismos unicelulares simples –las cianobacterias- el aire se enriqueció de oxígeno hasta alcanzar su composición actual. Este es un ejemplo del efecto positivo de los organismos vivientes en la atmósfera, al menos desde nuestro punto de vista. Más recientemente, se empezó a formar el carbón a partir de los bosques extinguidos (hace alrededor de 350 millones de años) y el petróleo de los microorganismos muertos (hace alrededor de 100 millones de años). Gracias a estos procesos, los organismos vivientes tomaron el anhídrido carbónico de la atmósfera. A partir del siglo XIX, la humanidad empezó a quemar de forma masiva el carbón y el petróleo, emitiendo anhídrido carbónico a la atmósfera, causando así el calentamiento global. En este caso, el efecto del hombre ha sido negativo para la atmósfera, siempre desde nuestro punto de vista. El 11 de septiembre fue publicado en Science, una importantísima revista científica, el siguiente gráfico que demuestra que – si no se reducen las emisiones de gas sierra- para el 2100 habrán desaparecido los glaciales y antes del 2300 los casquetes polares, el clima volverá a ser como el de hace 50 millones de años. La Tierra sobrevivirá pero las consecuencias para la humanidad podrán ser graves en términos de eventos meteorológicos extremos, inundaciones, sequías y una subida del nivel del mar, no tenemos mucho tiempo para afrontar el desafío de restablecer las relaciones armoniosas entre la humanidad y las otras partes de nuestro planeta. ¿Pero, por qué seguimos quemando combustibles fósiles? El motivo fue explicado por el Papa Francisco en la encíclica Laudato Sii del 2015 y resumido el 3 de mayo en su discurso a los representantes de la industria minera: “La precaria condición de nuestra casa común es en gran parte el resultado de un modelo económico falaz implementado desde hace demasiado tiempo. Es un modelo voraz, orientado a la explotación, miope y basado en una concepción errónea del crecimiento económico ilimitado. Y aunque a menudo vemos sus desastrosos efectos en el mundo natural y en la vida de las personas, seguimos resistiéndonos al cambio”. EcoOne, iniciativa ecológica del Movimiento de los Focolares, organiza el Encuentro internacional “Nuevas vías hacia la ecología integral: Cinco años después de la Laudato Sii” que se realizará en Castelgandolfo (Roma) del 23 al 25 de octubre de 2020 y que será transmitido en los principales idiomas del mundo. Participarán prestigiosos relatores que ilustrarán los desafíos ambientales contemporáneos que la ciencia, la tecnología, la economía y la sociedad tienen que afrontar, con el objetivo de contribuir al cambio auspiciado por el Papa Francisco, abriendo un diálogo transdisciplinario, interreligioso y multicultural sobre el cuidado de nuestra casa común. (Mayores informaciones sobre cómo conectarse al encuentro serán actualizadas frecuentemente en el sitio www.ecoone.org).

Luca Fiorani

Chiara Luce Badano: más viva que nunca

¿Qué tiene para decir hoy la joven beata a los jóvenes y a todos los que vivimos en las arenas movedizas de estos tiempos inciertos generados por la pandemia? Le preguntamos a Chicca Coriasco, la histórica mejor amiga de Chiara Luce, 10 años después de su beatificación y 30 después de su muerte. El 25 de septiembre de hace diez años hubo veinticinco mil dentro y sobre todo fuera del santuario romano del Divino Amore para celebrar la beatificación de Chiara Badano. Ese día, la santidad se convirtió en algo más cercano y accesible para muchos jóvenes (y no solo) de todo el mundo, que vieron en esta italiana de 19 años, alegre y profunda, capaz de vivir y morir por Dios, un modelo alcanzable e imitable. Hoy, treinta años después de su muerte, que ocurrió el 7 de octubre de 1990, es imposible calcular cuántas personas “conocieron” a Chiara Luce, basta pensar que hace exactamente un año, y antes de que la pandemia y el encierro nos obligaran a adoptar formas alternativas de encuentro y comunicación, María Teresa Badano, mamá de Chiara y Chicca Coriasco su mejor amiga, estaban en Argentina. En 13 días recorrieron más de dos mil kilómetros, atravesaron cuatro regiones, logrando que más de 8.000 personas se encontraran con Chiara Luce Badano. Le hicimos algunas preguntas a Chicca. Treinta años después de su muerte, Chiara Luce sigue presente y amada… ¿Cómo explicas este seguimiento de tantos jóvenes que no disminuye sino que crece con el tiempo? Chiara supo sacar lo mejor de cada persona que la rodeaba, y conmigo siempre lo logró, al igual que con sus padres. Creo que esta maravilla continúa haciéndolo con cualquiera que entabla una relación con ella, incluso hoy. Ella nunca dio discursos ni cosas extraordinarias, pero extraordinario fue ese ‘sí’ que le dijo a Dios momento a momento, paso a paso, con sencillez: es lo que, entonces como hoy, sigue conquistando y fascinando a muchos, especialmente a los jóvenes. ¿Puedes decirnos cuál fue el momento más importante que viviste con ella? El pacto que hicimos entre nosotros el 22 de agosto de 1990. Nos dijimos que la primera que partiría al cielo ayudaría a la otra a llegar, mientras que quien se quedaba, intentaría llenar el vacío dejado por la otra. Después de 30 años puedo decir que probablemente había un designio que se reveló en escenarios que entonces eran inimaginables, que han adquirido un significado y una realización que continúan hasta el día de hoy. ¿Qué tiene para decir Chiara Luce a los jóvenes de hoy? De vez en cuando trataba de imaginarme a Chiara viviendo en este tiempo… Probablemente como supo hacer en su vida, es decir, sin centrarse nunca en sí misma, mirando hacia adelante con valentía y determinación, enfocándose en la belleza que existe también hoy, en las nuevas ocasiones que este escenario incierto nos hace descubrir. Chiara Lubich nos había dicho que además del sufrimiento de Jesús en la cruz, también era necesario el nuestro para cooperar en la construcción de un mundo más unido: “Vivir a medias  – dijo – es muy poco: Dios te propone algo grande, está en ustedes aceptarlo”. Fue la experiencia que Chiara Luce y sus amigos hicimos con ella. Más que nunca, estas palabras de Chiara Lubich son hoy muy actuales y practicables. ¿Quién es Chiara Luce HOY para ti? Ella siempre está muy presente en todos los aspectos de mi vida. No sé si está satisfecha conmigo, pero la siento cerca y espero que siga ayudándome a ser fiel a mis ideales, que eran iguales a los suyos. En el nuevo libro publicado hace un año y editado por la Fundación, “Nel mio stare il vostro andare”, donde muchos testigos directos contaron sobre su amistad con Chiara Luce, inmediatamente me dirigí directamente a ella: “Querida Chiara – le escribí –  tendría un gran deseo de abrazarte y compartir contigo muchos desafíos, incertezas y descubrimientos íntimos. Pero, la verdad es que ha sido un poco así en todos estos años (….) Sigue acompañándonos, como sabes hacer, con tus ‘toques’ y tu presencia silenciosa, pero que está aquí y siempre ha estado, ¡cuento con ello! Te quiero, Chicca”. ¿Cuáles son los eventos que planea la Fundación Chiara Badano en un futuro próximo? Este año, debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia, no es posible visitar el cuarto de Chiara. Para el décimo aniversario de la beatificación, publicamos un video en su sitio web oficial (www.chiarabadano.org) que muestra aquellos momentos inolvidables. Por los 30 años transcurridos desde su “partida”, en cambio, hemos producido otro video que nos permite revivir, a través de la voz de los testigos, algo de los últimos días de Chiara. El video estará disponible en el sitio web a partir del 7 de octubre de 2020, desde las 14.10 (hora de su partida). Finalmente, el 25 de octubre, fiesta litúrgica de Chiara Luce, se compartirá con el obispo de la Diócesis de Acqui y los actores de la Causa de canonización de Chiara, la celebración de la misa solemne, el time out en el camposanto a las 12, y la entrega de los ganadores del premio Chiara Luce Badano. Todo se puede seguir vía streaming en el sitio. También se están organizando varios eventos en todo el mundo: la Fundación quiere ser el portavoz y canal de esta luz que brillará en muchos lugares del planeta.

Stefania Tanesini

María Voce: un llamamiento a la fraternidad

El pasado 3 de octubre, durante la Conexión CH  – la videoconferencia bimensual que conecta las comunidades de los Focolares en el mundo – María Voce hizo un llamamiento a todos, pidiendo un compromiso no pequeño: vivir las relaciones con los demás según el modelo de las relaciones  “trinitarias”, en las que cada uno hace emerger al otro, encontrando “su identidad más profunda” y poniendo así las bases de una sociedad fraterna. La video-conferencia tenía lugar pocas horas después de la firma en Asís de “Fratelli tutti”, la última encíclica del Papa Francisco. Así que era inevitable sentirse llamados en primera persona. A continuación, una síntesis del discurso de la presidenta de los Focolares. Pregunta: Hoy, el Papa en Asís ha firmado la nueva Encíclica con este título tan bonito: “Fratelli tutti”. Y en un tweet ha escrito: “El esfuerzo para construir una sociedad más justa implica una capacidad de fraternidad, un espíritu de comunión humana. ¿Te ha sorprendido que el Papa haya elegido este argumento? Maria Voce: ¡En absoluto! Porque es la necesidad más grande de la humanidad de hoy. El Papa ha sabido hacerse eco de ella y con esta encíclica ha querido ponernos a todos juntos a buscar la respuesta a esta necesidad de la humanidad. Nos surge una pregunta: “¿Qué podemos hacer?” A este punto quisiera dirigirme especialmente a todos aquellos que se sienten llamados por Dios a hacer algo para responder y hacerlo dándose completamente, sin medida, sin miedos. A todos los que han encontrado en el carisma de la unidad, en el carisma de Chiara Lubich, una ayuda que les ha hecho ver que es posible, que les ha hecho vivir la experiencia concreta, verdadera, profunda de la unidad en esta tierra; a todos estos quisiera decirles: ¡Hagámoslo juntos! ¡Hagámoslo juntos! Sí, hemos recibido un don que nos ha permitido hacer esa experiencia; pero esta llamada a la fraternidad, que para nosotros es la llamada al “Que todos sean uno” (Jn  17,21), a la unidad, esta llamada querría que en la tierra se viviese como en el Cielo, como -déjenme decirlo- en la Trinidad, donde la unidad y la distinción coexisten, donde cada persona respeta a la otra, cada persona deja espacio a la otra, cada persona trata de hacer emerger a la otra, cada uno en cierto modo trata de perderse completamente para que el otro pueda expresarse completamente. Y en esto no se anula, al contrario, manifiesta su verdadera, su más profunda identidad. Una unidad tan grande tiene un ejemplo solo: Jesús, que supo perder completamente su ser Dios para hacerse hombre y compartir en la cruz – en el momento del abandono – todos los abandonos, todos los dolores, todas las angustias, todos los sufrimientos, todos los extremismos, todas las victimizaciones, las laceraciones, los abandonos que los hombres de todos los tiempos, de toda condición viven y han vivido, y los asumió con este amor tan grande que logró rehacer, reconstruir esa unidad que se había roto entre Dios y el hombre, entre todos los hombres y también con toda la creación. Si logramos tener un amor tan grande, podemos testimoniarle al mundo que esta unidad existe, que esta unidad es posible, que esta unidad ya ha comenzado. Quisiera que con todos aquellos que me están escuchando en este momento pudiésemos ser para el Papa una primera respuesta ya iniciada y que le diésemos consolación y esperanza, porque ya algo ha comenzado. Que todos juntos, nosotros, pequeño grupo que se inspira en el carisma recibido de Chiara Lubich, fuésemos un principio, una partícula pequeña pero eficaz de esa levadura que penetra en la humanidad y que puede transformarla en un mundo nuevo. Yo quisiera asumir este compromiso juntamente con todos ustedes. ¡Yo estoy dispuesta, quiero hacer toda mi parte, e invito a todos los que quieran a hacer su propia parte!

Stefania Tanesini

Aqui la edición integral de  la Conexión CH.

Chiara Lubich: La fraternidad universal

El 8 de mayo de 2004 en Stuttgart, en Alemania, Chiara tenía delante a casi 9000 personas en la primera cita de “Juntos por Europa”. Un momento histórico, en el que ofreció la llave para construir la paz en el continente-mosaico que es Europa y en el mundo entero: construir fragmentos de fraternidad universal. La fraternidad universal es y ha sido una aspiración profundamente humana, presente – por ejemplo – en almas grandes. Martin Luther King decía: “Tengo un sueño: que un día los hombres (…) se darán cuenta de que han sido creados para vivir juntos como hermanos (…); y que la fraternidad (…) será el orden del día de un hombre de negocios y la palabra de orden del hombre de gobierno”.[2] El Mahatma Gandhi, refiriéndose a sí mismo afirmaba: “Mi misión no es, simplemente, la fraternidad de la humanidad india. (…) Sino que a través de la realización de la libertad de la India, espero realizar y desarrollar la misión de la fraternidad de los hombres”.[3] La fraternidad universal ha sido también el programa de personas que no estaban inspiradas por motivos religiosos. El proyecto mismo de la Revolución francesa tenía como lema: “libertad, igualdad, fraternidad”. Pero aunque después numerosos países, al implantar regímenes democráticos, lograron poner en práctica, de algún modo, la libertad y la igualdad, la fraternidad, en cambio, fue más anunciada que vivida. Pero quien, por el contrario, ha proclamado la fraternidad universal y nos ha dado el modo de realizarla ha sido Jesús. Él, revelándonos la paternidad de Dios derribó los muros que separan a los “iguales” de los “diferentes”, a los amigos de los enemigos. Y liberó a cada hombre de mil formas de subordinación y de esclavitud, de toda relación injusta, realizando así una auténtica revolución existencial, cultural y política. Muchas corrientes espirituales, además, a lo largo de los siglos, han tratado de desarrollar esta revolución. Una vida verdaderamente fraterna fue, por ejemplo, el proyecto audaz y obstinado de Francisco de Asís y de sus primeros compañeros[4], cuya vida es un ejemplo admirable de fraternidad que abraza junto a todos los hombres y las mujeres también el cosmos con el hermano sol, la luna y las estrellas… El instrumento que Jesús nos ha ofrecido para realizar esta fraternidad universal es el amor: un amor grande, un amor nuevo, distinto del que conocemos habitualmente. En efecto, Él, Jesús trasplantó en la tierra el estilo de amar del Cielo. Este amor exige que se ame a todos: es decir, no solamente a parientes y amigos; pide que se ame al simpático y al antipático, al compatriota y al extranjero, al europeo y al inmigrante, al de la propia Iglesia y al de otra, de la propia religión y de la que es diferente. […] Este amor pide que se ame también al enemigo, y que se le perdone si es que nos hubiera hecho daño. […]  Me refiero, por tanto, a un amor que no hace distinciones y toma en consideración a todos aquellos que están físicamente a nuestro lado, pero también a aquellos de los que hablamos o se habla; a los destinatarios del trabajo que nos ocupa día a día, a aquellos de los que sabemos alguna noticia por el periódico o la televisión. Porque así ama Dios Padre, que manda el sol y la lluvia sobre todos sus hijos, sobre los buenos y los malos, sobre los justos y los injustos (Cf. Mt 5,45). La segunda exigencia de este amor es que seamos los primeros en amar. El amor que Jesús trajo a la tierra es desinteresado; no espera el amor del otro, sino que toma siempre la iniciativa, como Jesús mismo hizo dando la vida por nosotros cuando todavía éramos pecadores, y por lo tanto no amábamos. […] El amor que Jesús trajo no es un amor platónico, sentimental, de palabras, es un amor concreto. Exige que se vaya a los hechos, y esto es posible si nos hacemos todo a todos: enfermos con quien está enfermo; alegres con quien está alegre; preocupados, inseguros, hambrientos, pobres con los demás.  Y sintiendo en nosotros lo que los demás sienten, actuar en consecuencia. […] Además, cuando este amor es vivido por varias personas, se hace recíproco, y esto es lo que Jesús subraya más: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado” (Jn. 13,34). Es el mandamiento que Él llama suyo y “nuevo”. A este amor recíproco no están llamados solo los individuos, sino también los grupos, los Movimientos, las ciudades, las regiones, los Estados. Los tiempos actuales exigen, de hecho, que los discípulos de Jesús adquieran una conciencia “social” del cristianismo. Es más urgente y necesario que nunca que se ame la patria del otro como la propia. […] Este amor, que alcanza su perfección en la reciprocidad, expresa la potencia del cristianismo porque atrae sobre esta tierra la misma presencia de Jesús entre nosotros, hombres y mujeres. ¿Acaso no dijo Él: “Donde dos o tres están unidos en mi nombre yo estoy en medio de ellos (Mt 18,20)?” ¿Y esta promesa suya, no es una garantía de fraternidad? Si Él, el hermano por excelencia, está con nosotros, ¿cómo podremos dejar de sentirnos hermanos y hermanas los unos de los otros? […] Que el Espíritu Santo nos ayude a todos a formar en el mundo, allí donde estamos, porciones de fraternidad universal cada vez más extendidas, viviendo el amor que Jesús nos trajo del Cielo.

Chiara Lubich

  [2] Cf. MARTIN LUTHER KING, Discurso de la Vigilia de Navidad 1967, Atlanta, cit. en Il fronte della coscienza, Torino 1968. [3] M.K. GANDHI, Antichi come le montagne, Milano 1970, p.162. [4] Cf. Card. R. Etchegaray, Homilía con motivo del Jubileo de la Familia franciscana, en «L’Osservatore Romano», 12 de abril de 2000, p.8. https://vimeo.com/465672222

Siria: el peligro del trabajo infanti

Diez años de guerra y las restricciones por el embargo y la pandemia del Coronavirus han impuesto a la población siria condiciones de vida que están en el límite de la pobreza, favoreciendo el resurgimiento de la explotación del trabajo infantil. “Tras casi una semana de cuarentena quedé impactada al ver que uno de nuestros alumnos vendía verdura en un coche”.  De la experiencia de una de las maestras del apoyo escolar “Generación de esperanza” de Homs, del programa “Emergencia Siria”, nace la preocupación frente al fenómeno de la explotación del trabajo infantil en crecimiento. Según lo que nos dicen nuestros operadores, en el pasado se conocían algunos casos en los que los adolescentes eran empleados en trabajos manuales, pero hoy, es diminuta la edad de los chicos empleados en la venta de verdura en los mercados o como obreros, peluqueros, mozos en los negocios de fast food o en una fábrica. Cuando se les pregunta a los padres, las respuestas hacen hincapié en el hecho que esa práctica es casi inevitable viendo las condiciones económicas y la gran incertidumbre del futuro.  Algunos consideran que hoy es más importante aprender un trabajo en lugar de quedarse en casa (por la pandemia) o bien explican que esas actividades son necesarias para ayudar al balance familiar, que ya no se puede sostener sólo con el trabajo, muchas veces no regular, de los padres. Durante la cuarentena impuesta para enfrentar el Covid19, los operadores y los docentes del apoyo escolar de Homs se comprometieron a seguir a los chicos a la distancia incluso, a pesar de que ello no fuera posible siempre. Muchos viven hacinados en sus casas y la disponibilidad de dispositivos digitales y de la red no está al alcance de todos. Este distanciamiento ha alimentado la fragilidad de los chicos y la opción por parte de los padres de emplearlos en esos trabajos. Por esa razón en el breve período en que se retomó la actividad, en julio, el apoyo escolar de Homs organizó algunos encuentros para indagar en el fenómeno y hacer entender la importancia de preferir la instrucción al trabajo infantil, aun en condiciones de graves dificultades económicas. De esos encuentros surgió que los niños, aunque no quisieran trabajar, sienten la responsabilidad de contribuir económicamente para afrontar los gastos familiares, además del temor de que los dadores de trabajo, frente al rechazo de los niños, puedan hacer daño a los padres. El Centro se cerró nuevamente por la expansión del Coronavirus, pero, ni bien sea posible, operadores y docentes retomarán su trabajo, conscientes de trabajar en lo que pueda ayudar a combatir la práctica del trabajo infantil y garantizar a los chicos de Homs el apoyo para recibir la instrucción adecuada y así construir su futuro.

De la página web Amu – Azione per un mondo unito

Miriam, mártir por la paz

Su sonrisa, su alegría de vivir, su compromiso por la justicia y la paz. Estas son las palabras que se siguen evocando al recordar a Myriam Dessaivre, de 26 años, quien perdió la vida el domingo 9 de agosto en Níger. Con ella fueron asesinados otros cinco jóvenes franceses, además del chófer y guía nigeriano que los acompañó ese día a visitar la reserva de jirafas de Kouré, situada a 60 Km. al sureste de la capital Niamey. Los jóvenes franceses estaban en una misión humanitaria con la ONG Acted en un país que sufre una crisis múltiple, en el último lugar en términos de desarrollo humano. Graduada en Comunicación e Información en el Instituto Católico de Toulouse y Máster en Estudios sobre la Paz en el Paris-Dauphine, Myriam, mártir por la paz, se había especializado en resolución de conflictos políticos. El tema de su tesis de graduación fue: “El estado colombiano y las FARC ¿hacia una reconciliación posible? Su formación se estaba desarrollando también en el campo porque trabajaba en Colombia, Túnez y Chad. El 18 de junio de 2016 ilustró la elección de su carrera durante el Consejo Nacional de la Asociación Mouvement de la paix. Entonces tenía 21 años. Impresiona la fuerza de sus palabras y la resonancia que asumen hoy. Citamos su intervención al final de este artículo. “Personalmente, tengo la impresión que una parte creciente de nuestra generación quiere promover la paz. También pienso que las redes sociales favorecen esta tendencia, no sólo por la profusión de malas noticias, sino porque se percibe el aumento de una especie de “solidaridad global”.  La indignación ante los actuales horrores (ataques terroristas, guerras en Medio Oriente, carestía) se transmite instantáneamente por las redes sociales y nos sentimos directamente afectados por estas noticias, tanto que nos preguntarnos: “¿Cuándo voy?”  Por eso no me sorprende que cada vez más nosotros queramos emprender profesiones para favorecer la paz, quizás simplemente para permitirnos encontrar los medios para vivir en un mundo mejor. Este mundo mejor había aprendido a construirlo gracias a la espiritualidad de los Focolares y a su compromiso con los jóvenes del Movimiento.  Su padre, fallecido en el 2014, era un voluntario. “Era mi mejor amiga”, dice Sophie, desconsolada. “La conocí cuando tenía 13 años durante una Mariápolis en Lourdes. Podrías reír y divertirte de todo cuando estabas con ella”, dice. “Tenía grandes convicciones y defendía los valores de la paz y de la justicia social. No era un trabajo fácil el suyo, pero ella era una apasionada y ese sentía realizada en ese lugar”, testimonia su amiga. “Me consuela saber que por más injusta, terrible y violenta que haya sido su muerte, no carece de significado. Ha dado la vida por lo que creía que era justo”. Otro amigo, Carl, veía a Miriam “como una persona radiante, humilde y bella, que ha dado su vida al servicio de la vida, de la paz, de los demás”. Para él éste es el significado de su muerte: “Me doy cuenta que durante toda su vida ha construido un mensaje que ahora nos transmite a través de su partida al paraíso. Es el martirio del mal que de una u otra forma cada uno de nosotros nutre cotidianamente con sus malas acciones y/o por su inacción”. “Miriam ha realizado su sueño, su pasión, uniendo su experiencia y su compromiso en el campo” dice Anne-Marie, una focolarina que la conocía. “Resulta evidente para los 120 representantes Gen de todo el mundo, reunidos para un congreso online del 7 al 14 de agosto, que Miriam será el precioso ángel de la guarda del Progetto #Daretocare (“Osar y hacerse cargo”) que tiene como objetivo promover iniciativas a favor de una ciudadanía activa en el ámbito de la justicia social, la política y la economía”. Para Anne-Marie, “es como si ahora nos dijera: ¡Adelante! No se carguen con cosas inútiles”.

Emilie Tévané, para Nouvelle Cité

Llamados al diálogo

El camino por excelencia para superar divergencias de cualquier tipo y crear comunión y unidad es – como enseña Chiara Lubich – el diálogo. Podemos vivirlo incluso cuando debemos dedicarnos a nosotros mismos. Todos estamos llamados a reflejar en nosotros la Santísima Trinidad, donde las tres divinas Personas están en eterno diálogo, son eternamente uno y eternamente distintas. Prácticamente, para todos nosotros significa que cada vez que tenemos que tratar con uno o más hermanos o hermanas, directa o indirectamente –por teléfono o por escrito, o porque se dirige a ellos el trabajo que hacemos, las oraciones que rezamos– nos sentimos todos permanentemente en diálogo, llamados al diálogo. ¿Cómo? Abriéndonos a cada prójimo, escuchando con el alma vacía lo que él quiere, lo que dice, lo que le preocupa, lo que desea. Y, cuando hemos hecho esto, intervenir nosotros dándole lo que desea y lo que sea oportuno. Y si dispongo de momentos y horas que tengo que dedicarlos a mí misma (para comer, reposar, vestirme, etc.), hacer cada cosa en función de los hermanos, de las hermanas, teniendo siempre presentes a los que me esperan. De esta manera y solo así, viviendo continuamente la “espiritualidad de la unidad” o “de comunión”, puedo contribuir eficazmente a hacer que mi Iglesia sea “una casa y una escuela de comunión”; a hacer que progrese ‒con los fieles de otras Iglesias o comunidades eclesiales‒ la unidad de la Iglesia; a realizar ‒con personas de otras religiones y culturas‒ espacios cada vez más amplios de fraternidad universal.

Chiara Lubich

Extraído de: Chiara Lubich, Chiamati a rispecchiare la Trinità, en: Città nuova, 5/2004, p. 7.

Evangelio vivido: el amor es la palabra más elocuente

Jesús anuncia libremente su mensaje a hombres y mujeres, de distintos pueblos y culturas, que acudían a él para escucharlo; es un mensaje universal, dirigido a todos y que todos pueden acoger para realizarse como personas, creadas por Dios Amor a su imagen. Una tragedia compartida Hace varios años, con nuestras cuatro hijas, nos transferimos desde el Líbano en guerra a Tasmania, en donde hicimos un gran esfuerzo para integrarnos  a un mundo muy distinto del nuestro: la gente de aquí, de hecho, es muy reservada y la familia “nuclear” contrasta con la “ampliada” de nuestro país. Al principio, enseguida después de nuestra llegada, un compañero de trabajo de mi esposo perdió a su hijo de dos años en un incendio; desde ese momento, con su mujer, rechazaba la idea de recibir visitas o de encontrarse con gente, y se quedaba segregado en su casa. No podíamos entender esa actitud, porque en nuestro país las tragedias se comparten, y nos preguntábamos cómo teníamos que hacer para amarlos, asumiendo nosotros también ese dolor. Entonces, durante algunas semanas, les cociné todos los días, dejándoles fuera de la puerta la comida, con un mensaje, sin molestar. Al final, esa puerta se abrió y desde entonces entre ellos y nosotros nació una relación de amistad. Con el pasar del tiempo nos hicimos amigos, y nos enriquecen con su cultura.  Y a nuestra casa ahora siempre viene alguien a vernos, así como sucedía en el Líbano. (Carole – Australia) Inculturación Para ponernos en los zapatos del otro es importante hablar su idioma. Pero no siempre es necesario. Lo veo con muchas personas que atendí (soy médico) y con las que ha quedado una relación, me doy cuenta de que un mensaje se ha transmitido.  Una vez, en Camerún, le pedí un consejo a un anciano del lugar para ensimismarme con su gente.  Él me dijo: “Si amas realmente con el corazón, los demás lo entienden.  Basta amar”.  Me volvió a poner en lo esencial del Evangelio y era la confirmación de que compartir los sufrimientos y las alegrías de los demás viene antes que cualquier otra cosa. Si luego consigo profundizar su lengua y sus costumbres, mucho mejor… En todas partes, el amor es la palabra más elocuente para expresar la paternidad de Dios. (Ciro – Italia) El apoyo para no aflojar Tras el divorcio, seguí viéndome con mis hijos. Pero con el tiempo, por parte de mi ex esposa, aumentaban los chantajes, las pretensiones, las acusaciones… Temía que tuviera personas que la aconsejaban mal. La prueba más dolorosa fue cuando los hijos también, sobre todo mi hija mayor, empezaron a acusarme de haberles arruinado la vida.  En un momento ya no sabía qué hacer. Cada encuentro que tenía con ellos se había vuelto un infierno.  Una gran ayuda me llegó de un sacerdote amigo, que me sugirió amar a fondo perdido, sin esperar nada.  Lo intenté, sobre su palabra, durante algunos meses. Cuando mi suegra se enfermó y quedó postrada en una cama, me preocupé no sólo por ir a visitarla a menudo, sino también por aliviar de todas las formas posibles su nuevo estado. Un día, en que justamente le estaba haciendo compañía, llegó mi hija. Encontró a su abuela serena y divertida mientras ordenábamos viejos álbumes de fotos. Algo debió cambiar en ella pues esa misma noche mi llamó por teléfono para pedirme perdón.  Es dura la escalada, pero cada vez que intento amar encuentro el apoyo para no aflojar. (V.J. – Suiza) Coloured Mi marido Baldwyn y yo somos coloured, raza mestiza que a menudo sufre una gravísima discriminación. Mi madre era africana y mi padre indio.  Quedándome huérfana de él poco después de nacer, con mi madre nos fuimos a vivir con sus parientes negros, en donde fui educada según sus tradiciones. Pero con el pasar de los años me di cuenta de que era diferente y sufría sintiéndome objeto de burla. Cuando Baldwyn y yo decidimos casarnos, descubrí que yo no estaba registrada en ningún sitio, y por lo tanto yo para el Estado no existía y fue un fuerte impacto para mí.  Nuevamente me sentía rechazada. En ese período tan difícil las circunstancias nos llevaron a conocer a algunas familias cristianas, blancas y negras.  Pertenecían al Movimiento Familias Nuevas y no hacían diferencias de raza.  En ese ambiente por primera vez me sentí a gusto, aceptada como era. La atención de esas personas respecto de mí, me hizo descubrir que Dios me amaba.  Logré aceptarme a mí misma con mis diferencias y también a los demás. Me volví libre. (Gloria – Sudáfrica)

Recogido por Stefania Tanesini

 (extraído del Evangelio del Día, Città Nuova, anno VI, n.5, septiembre-octubre de 2020)

De la cultura de la confianza a la primacía de las relaciones

A un grupo de focolarinos, el 19 de septiembre pasado María Voce le contó aquello que más le importa en este momento. Transcribimos algunos fragmentos de este discurso espontáneo. Lo ha definido “un nuevo paso” y lo está comunicando a las comunidades de los Focolares de todo el mundo. Ahora lo que más le importa a la presidenta de los Focolares, Maria Voce, se podría resumir en una palabra: “relaciones”. Una nueva invitación que parece cumplir una parábola que comenzó hace 12 años, en los primeros días de su toma de posesión como presidente de los Focolares, cuando invitó a todos a vivir según la “cultura de la confianza”, para construir con compromiso relaciones que generen una convivencia social pacífica y respetuosa de la diversidad. Hoy, al final de su segundo mandato, pocos meses antes de la Asamblea de los Focolares y en un momento marcado profundamente por esta larga pandemia y crisis económica, María Voce vuelve a uno de los temas clave de su presidencia: la centralidad de las relaciones, visto en la óptica del carisma de Chiara Lubich. Una invitación, una vez más, a trabajar en red y en comunión con aquellos – individuos, comunidades y organizaciones –  que apuntan en la misma dirección, la de la fraternidad. “Este pensamiento fue muy fuerte para mí: Chiara en el 43 se enfrentó a este mundo desastroso, donde todo se derrumbaba, y Dios le dijo: no es cierto que todo se derrumbe. Hay una cosa que no se derrumba: ¡es Dios, solo Dios! ¿Y qué hizo Chiara? Salió a decir: está Dios, Dios nos ama, este Dios está más allá de la guerra. Esto era lo que se necesitaba en ese momento. Jesús vino a la tierra y no vino solo, porque seguramente donde estaba Jesús, que era el Hijo de Dios, estaba toda la Trinidad. Entonces el Dios de la Trinidad vino a la tierra para abrirnos el camino, para enseñarnos a vivir a su manera. ¿Y para hacer qué? Transformar el mundo. Pero ¿qué significa esto? Significa relaciones, significa vínculos, significa igualdad, significa escucha mutua, significa uno en el otro, que uno se pierde en el otro. Esta mañana estaba pensando en esto y decía: vino a la tierra y ¿qué hizo? Caminaba por las calles de Galilea, ¿y qué encontró? Un funcionario probablemente corrupto que recaudaba impuestos; encontró a un niño fascinado por las palabras que decía; encontró al dueño de un pequeño negocio, Pedro, que tenía una barca. Y los llamó, y tuvo el valor de transformarlos en sus apóstoles, que significa personas enviadas para continuar llevando su mensaje hasta los últimos confines de la tierra. Luego, ¿a quién más encontró? Encontró gente de todo tipo, encontró a la pecadora, encontró al muerto, encontró a los hambrientos, y ¿qué hizo? Multiplicó los panes, resucitó a los muertos, es decir, se ocupó de las necesidades de los demás, estando en medio de ellos. Después, incluso fue tan lejos como para arrastrar a esta multitud detrás de él. ¿Qué significa esto? Construyó la comunidad, es decir, hizo una comunidad capaz de escuchar a los demás, de darse cuenta de que hablaban otro idioma, pero de escucharlos en su idioma. ¿Qué significa eso? Capaces de aceptarse a sí mismos plenamente, capaces de entenderse incluso cuando uno habla de manera diferente, capaces de aceptarse plenamente. Transformó a estas personas en su fraternidad, en su comunidad, y las hizo vivir en solidaridad entre sí, porque cuando tenían hambre decía: “Denles de comer”; cuando sanó a esa otra mujer que tenía fiebre, pero luego la puso a servir; la niña que resucitó se la devolvió a la familia para que la familia pudiera cuidarla. Es decir, no destruyó nada de lo que había allí, ¡pero lo transformó! Y ¿qué debemos hacer? Debemos transformar el mundo, siendo nosotros este Jesús. Debemos llevar estas relaciones trinitarias. Y no hay otro camino que elegir a Jesús abandonado, que significa saber perderse el uno en el otro, saber hacer emerger al otro. Entonces, Dios Padre seguirá creando cosas nuevas y el Espíritu Santo seguirá iluminándonos”.

Recogido por Stefania Tanesini

 

Jóvenes: nuevas ideas gracias a la web

Jóvenes: nuevas ideas gracias a la web

Una escuela de formación internacional realizada completamente online a causa del Covid con metodologías nuevas y la participación de 115 Gen 2, los jóvenes de los Focolares, de 18 países. Un laboratorio replicado en varias partes del mundo. ¿Puede la emergencia Covid detener nuestro compromiso en la realización de un mundo más unido y la posibilidad de hacerlo juntos?  Una pregunta que, en estos meses, no ha dejado en paz a muchos Gen 2, los jóvenes del Movimiento de los Focolares, junto a sus formadores. Entonces, aunque la pandemia les haya impedido viajar de un país a otro o incluso salir de casa, las nuevas tecnologías han permitido a los jóvenes seguir trabajando por la paz y la unidad del mundo, e incluso han favorecido el nacimiento de iniciativas nuevas y originales, todas rigurosamente vía web. Por ello, viendo los encuentros internacionales programados desde hacía tiempo, los jóvenes de los Focolares decidieron no cancelar ni siquiera la escuela internacional anual de formación para responsables de los grupos juveniles prevista para agosto de 2020 en Italia y,  en cambio,  realizarla justamente online.   Sin duda requirió un trabajo extra para transformar los programas de los 10 días de escuela, adaptarlos a la modalidad de formación vía web y buscar plataformas y app que permitiesen momentos de escucha y profundización, pero que favoreciesen también momentos de comunión, todos juntos y en pequeños grupos. Así nació la “Escuela Internacional 2020” con un formato completamente nuevo. Participaron en ella 82 jóvenes y 33 adultos formadores, de 38 países y 16 idiomas. “Aprender a trabajar online es algo positivo que el Covid nos ha dejado –dijo uno de los participantes de Argentina– también porque facilita la participación de quienes, por motivos económicos o de tiempo, nunca había hecho y no habría conseguido hacer una experiencia internacional trasladándose físicamente”. La escuela, que tuvo como título “Así en la tierra como en el cielo”, estuvo centrada en temáticas de carácter espiritual y de actualidad, como la paz, el compromiso social y la ciudadanía activa, profundizadas a la luz del carisma de Chiara Lubich. Uno de los puntos principales fue: “Dare to Care” (Atreverse a cuidar), tema central del recorrido (Pathways) que los jóvenes, con todo el Movimiento de los Focolares, se comprometieron a poner en práctica. Todos los años al recorrido de  Pathways se asocia un color: este años es el negro que Chiara Lubich había relacionado con el compromiso político, civil y social por el bien común.  Y, así como el negro hace de fondo a todos los demás colores, este compromiso es el fondo sobre el cual resaltan los varios ámbitos de la vida de todos los días: la familia, la sociedad, la escuela. Se arrancó con escritos de Chiara Lubich, luego experiencias de testigos comprometidos en el ámbito político y social; expertos como el teólogo Padre Fabio Ciardi, miembro de la Escuela Abbá, el Centro de Estudios del Movimiento de los Focolares; Alberto Lo Presti, director del Centro Igino Giordani; Daniela Ropelato y Antonio Maria Baggio, docentes del Instituto Universitario Sophia de  Loppiano (Italia). “Ustedes son personas que han decidido dar la vida –fueron las palabras conclusivas de María Voce, Presidente del Movimento de los Focolares y del Co-Presidente Jesús  Morán– en esta escuela han hecho la prueba en este laboratorio. Ahora el laboratorio termina, ahora hay que ir a vivir”. De allí en más,  esta escuela, junto al compromiso de vida que trae consigo, se está difundiendo y multiplicando: los 100 participantes se han hecho promotores de otras ediciones en diez distintos puntos del globo.

Letizia Spano

Un modo nuevo de ver las cosas

No tener preferencias y no esperarse una recompensa: he aquí la receta sencilla pero revolucionaria de Chiara Lubich para un estilo de amor que puede cambiar el mundo también hoy. “El que está en Cristo, es una nueva creación; “pasó lo viejo, todo es nuevo” (2 Cor 5, 17). (Esta frase) habla […] del  “hombre nuevo” (Cf. Ef 4,24) que, mediante el bautismo y la adhesión a la fe, se ha establecido en nosotros […] con un modo nuevo de ver las cosas, de actuar, de amar. […] ¿Cómo es este amor? […] Siendo una participación del amor mismo que está en Dios, que es Dios, se diferencia del amor simplemente humano por innumerables elementos, pero sobre todo por dos aspectos: el amor humano hace distinciones, es parcial, ama a algunos hermanos, como por ejemplo a los que son de su misma sangre, o a los cultos, a los ricos, a los guapos, a los respetables, a los sanos, a los jóvenes…; ama a los de una cierta raza o categoría, y no ama, o por lo menos no del mismo modo, a los demás. El amor divino, en cambio, ama a todos, es universal. La segunda diferencia está en el hecho de que en el amor humano, generalmente, uno ama porque es amado; e incluso cuando el amor es noble, se ama en el otro algo de uno mismo. Hay siempre algo de egoísmo en el amor humano, o bien, se espera a amar cuando el interés nos lleve a hacerlo. El amor divino, sobrenatural, en cambio, es gratuito, es el primero en amar. Por tanto, si queremos dejar vivir en nosotros al “hombre nuevo” si queremos dejar encendida en nosotros la llama del amor sobrenatural, también nosotros tenemos que amar a todos y ser los primeros en amar. En fin, tenemos que ser como Jesús, otros Jesús. Jesús murió en la cruz por todos: su amor fue universal. Y con su muerte fue el primero en amar.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 8 de enero de 1987) Extraído de: “Amar a todos, ser los primeros en amar”. Cf. Chiara Lubich, Buscando las cosas de arriba, Ciudad Nueva, Madrid, 1993, págs. 15-16.

Un lenguaje capaz de construir puentes

Un lenguaje capaz de construir puentes

Trento, ciudad natal de Chiara Lubich. Será la sede del próximo congreso dedicado a profundizar el valor de los textos, discursos y escritos, de la fundadora de los Focolares desde el punto de vista lingüístico y literario. El evento, que se desarrolla en el marco del centenario del nacimiento de Lubich, es coordinado por un grupo de estudio y de investigación internacional y podrá ser seguido por Internet.

© CSC Audiovisivi

No sólo palabras, sino cofres capaces de ofrecer nuevas comprensiones del carisma de Chiara Lubich. El análisis de lenguaje de la fundadora de los Focolares, de los textos de sus discursos y escritos, es, desde hace algunos años, el centro del trabajo de un Grupo internacional de Estudio e investigación en el ámbito de la Lingüística, la Filología y la Literatura que forma parte de la Escuela Abba del Movimiento de los Focolares. El Grupo, junto con el Centro Chiara Lubich, entre otras cosas es el promotor del congreso que tendrá lugar en Trento del 24 al 27 de septiembre de 2020 con el título “Chiara Lubich en diálogo con el mundo. Un enfoque lingüístico, filológico y literario de sus escritos”. Al respecto hablamos con la coordinadora, Anna María Rossi, lingüista, docente, colaboradora del Centro Chiara Lubich, una de las curadoras de la exposición “Chiara Lubich Ciudad Mundo” de las Galerías de Trento (Italia). ¿Por qué decidieron para este congreso un título que pone el acento en el estar “en diálogo con el mundo” de Lubich? Es una elección que nació espontáneamente de la experiencia de diálogo entre los estudiosos y estudiosas del grupo de investigación que lo promueve. Ellos representan ámbitos disciplinarios, edades, proveniencias culturales, geográficas y sociales muy distintas. Nutriendo del mensaje y del testimonio de Chiara Lubich nuestra vida y nuestro trabajo, experimentamos la riqueza y la fecundidad del diálogo, de la apertura al otro y de la valoración de la diversidad. A este propósito los discursos y los escritos de Chiara son una fuente preciosa, que amerita un estudio atento. Además nos parece que en el contexto en el que vivimos hoy, en un mundo cada vez más interconectado, pero que a veces le cuesta encontrar las palabras capaces de construir un tejido de relaciones auténticas, la temática del diálogo en todo sentido es particularmente actual. Las temáticas que serán afrontadas en el congreso son varias, tocarán distintos ámbitos y serán profundizadas por estudiosos de varias partes del mundo. Según su parecer, ¿cuáles con los aportes más originales e innovadores que ofrecerá este congreso para la comprensión del pensamiento y del Carisma de Chiara Lubich? Los escritos de autoras y autores que podemos considerar maestros del espíritu, como por ejemplo las místicas y los místicos, especialmente aquellos contemporáneos, a menudo son vistos como textos de edificación espiritual. En realidad son obras de gran valor literario, testimonios de una lengua viva, creativa, audaz. Son escritos que merecen ser estudiados y hacerlos accesibles a un público vario, no necesariamente religioso, pero que se deja tocar por la belleza y los valores. La palabra de Chiara, hablada o escrita, sus textos y sus discursos, son expresión de una excelente capacidad de entrar en relación con el otro y de donar su pensamiento y sus aspiraciones en forma sencilla, comprensible para todos, y al mismo tiempo literariamente eficaz. Los estudios más recientes en el ámbito lingüístico ponen en evidencia además cómo no sólo la realidad construye el lenguaje, sino que también es el lenguaje, las palabras que usamos, las que construye la realidad. No es difícil constatarlo también en la vida cotidiana; palabras de odio, excluyentes, ofensivas logran crear una sociedad cerrada, violenta, agresiva. Chiara siempre usó un lenguaje capaz de construir puentes, de abrir nuevas comprensiones, de llegar a cada persona, a cada pueblo. No por nada sus escritos son traducidos en los más variados idiomas, y también esto es un signo de un pensamiento y de una palabra capaz de abrazar a todo el mundo. ¿Es la primera vez que se realiza un congreso de este tipo? No, este evento pretende ser una continuación de otro congreso que se realizó en Castel Gandolfo (Italia) en el 2015, cuyo título se inspiró en una expresión de Chiara Lubich: “el decir es dar”. La palabra entendida como “don” y principal constructora de relaciones suscitó reflexiones de investigadores e investigadoras de varios campos del ámbito humanista, y que fueron recogidas en una publicación editada por Città Nuova “El decir es dar. La palabra como don y relación en el pensamiento de Chiara Lubich”. A cinco años de distancia hemos pensado de dar continuidad a aquella iniciativa, para presentar ulteriores estudios en el ámbito lingüístico y literario, basados en textos, sobre su pensamiento y carisma. Este encuentro habría tenido que realizarse en abril del 2020, en el marco de los eventos por el Centenario del nacimiento de Chiara Lubich, pero fue anulado debido al confinamiento. ¿Puede decirnos ahora cómo se va a desarrollar? Después de la pandemia suspendimos todo tipo de actividad pública, sin perder la esperanza de poder realizar igualmente el evento en el año del Centenario de Chiara, si bien con modalidades distintas. De hecho ahora –gracias a las nuevas modalidades de comunicación- nos encontramos en una situación que, paradójicamente, favorece una participación más amplia. De acuerdo con la Fundación del Museo histórico del Trentino, que albergue el evento en las Galerías de Trento, podemos acoger con seguridad unas cincuenta personas en forma presencial. Pero también se podrá seguir el Congreso a través de una conexión por zoom, solicitando el link a la Secretaría organizativa (studi_linguistici@centrochiaralubich.org.) De este modo participarán personas de varias partes del mundo; ya hemos recibido inscripciones desde México, Brasil, Venezuela, Taiwán. Las ponencias serán traducidas simultáneamente en portugués e inglés. Esperamos que sea realmente una posibilidad de “diálogo con el mundo”.

A cargo de Anna Lisa Innocenti

Evangelio vivido: den y se les dará

Jesús revela la novedad del Evangelio: el Padre ama a cada hijo personalmente con un amor “desbordante” y les dona la capacidad de ensanchar el corazón a los hermanos. Son palabras acuciantes y exigentes: dar de lo nuestro; bienes materiales, pero también acogida, misericordia, perdón, con generosidad, al igual que Dios. Leche en polvo En una ciudad satélite cerca de Brasilia, hay un barrio muy pobre donde desde hace años llevamos no sólo ayudas materiales, promoción humana, sino que intentamos difundir la buena noticia de Jesús. Siempre me sorprende ver cómo estas personas descubren el amor de Dios y empiezan a ayudarse entre ellos, compartiendo lo poco que tienen con quien tiene menos. Ofrecen incluso la propia barraca. Fieles al “den y se les dará”, una señora a la que le habíamos entregado leche en polvo para sus niños nos contó que lo había compartido con su vecina que no tenía nada para darle a sus hijos. Ese mismo día, para su sorpresa, recibió más leche en polvo. (H.I. – Brasil) La herida Durante ciertas fiestas le doy a mis cuatro hijos una cuota para que compren regalos para los niños pobres. Este año mi hijo menor me pidió más dinero, había sabido que su papá estaba desocupado y no podía hacerles regalos a los niños que había tenido con otra mujer. Para mí fue como un balde de agua fría. Mi esposo nos había abandonado hacía años y dentro la herida estaba ahí. Esa noche lloré mucho, me sentía traicionada también por mis muchachos. Pero quizás era yo la que me estaba equivocando y el pequeño me estaba dando una lección. A la mañana siguiente le aumenté la cuota. Tiempo después mis hijos me pidieron que le ayudara a su papá a encontrar un trabajo. Era el colmo. ¡Precisamente ellos que nunca habían recibido ni un regalo de él ahora me pedían esto a mí! A pesar de los recuerdos dolorosos, entendí que tenía que poner en práctica el mandamiento de Jesús de amar a los enemigos. Le agradecí a Dios por su generosidad pero también porque me habían permitido quitar de mi corazón un resentimiento que me torturaba desde hacía años. (C.C. – Colombia) Despido Hace varios meses cuando la importante compañía de computación en la que trabajo anunció que iban a despedir al 40% de los empleados, entré en shock. Gracias a ese trabajo en mi familia no nos faltaba nada, si siquiera lo superfluo. ¿Cómo pagaríamos las cuotas de la casa? ¿Cómo hacer con el seguro de salud? Y así con las demás cosas. Con Jennifer y mis hijas nos sentimos más responsables con respecto a nuestra economía. Dispuestos a vender los objetos de mayor valor y a otros posibles sacrificios, pensamos en la posibilidad de trabajar por cuenta propia, considerando nuestras capacidades personales… Pero sobre todo nos confiamos a Dios Padre, y seguimos manteniendo la esperanza. El día de los despidos, 6500 de mis colegas perdieron el trabajo. Habría preferido desaparecer para no ver; pero después me quedé para compartir el momento con quien se iba. No sé cómo terminarán las cosas para mí, pero una cosa es segura, esta prueba nos ha unido más como familia, ha creado un vínculo profundo con otras familias y nos ha permitido abrir los ojos a los problemas de los demás. Ahora nos damos cuenta cuáles son las cosas importantes en la vida. (Roger – Usa) Perdoné al asesino de mi hijo Desde cuando mi hijo fue asesinado en un asalto, ya nada tenía sentido en mi vida. En mi búsqueda desesperada de ayuda, participé en un encuentro sobre el Evangelio. Allí escuché hablar de la frase de Jesús “Amen a sus enemigos”. Palabras que en mí resonaron como un mazazo. ¿Cómo podía yo perdonar a quien había asesinado a mi hijo? Sin embargo una semilla entró en mí. Frecuentando ese grupo, advertía cada vez más fuerte el impulso a perdonar. Quería reencontrar la paz del corazón. Y de cuál paz hablaba el Evangelio: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios”. En la tragedia de mi familia, finalmente prevaleció la decisión de perdonar. Ahora puedo decirme verdaderamente “hija de Dios”. Recientemente fui llamada a una confrontación con el asesino de mi hijo que había sido capturado. Lo conocía. Fue duro, pero intervino la gracia. No sentí odio, ni rencor hacia él. En mi corazón de madre había sólo una gran piedad y la intención de confiarlo a la misericordia de Dios. (M.A. – Venezuela)

a cargo de  Stefania Tanesini

(tomado de Il Vangelo del Giorno (El Evangelio de cada día), Città Nuova, año VI, n.5, septiembre-octubre 2020)

Chile, nace de los mismos chicos un proyecto de eco-educación

Del interés por el ambiente nace una propuesta inesperada y el inicio de un compromiso en el ámbito ecológico que hoy día ha alcanzado amplias dimensiones. La historia de Javier, un joven de diecisiete años de Chile. Siempre me ha gustado mucho la naturaleza y he sentido una conexión especial con ella. En el año 2017 me enteré del daño que la humanidad le estaba haciendo al planeta, “y –me dije- ¿qué puede hacer un simple adolecente para ayudar a cambiar la realidad del planeta?”. Pero, un día, mi tía me invitó a participar en un Foro de Desarrollo Sostenible que se realizaría en la sede de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe). Estaba sorprendido y al mismo tiempo entusiasmado porque mi tía que me dijo que como adolescentes debíamos asumir las decisiones importantes y alzar la voz, ya que el futuro nos pertenece a nosotros, entonces decidí participar y con la ayuda de la escuela involucré a otros compañeros interesados en la problemática social y ambiental. Durante el Foro pudimos conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las acciones que están realizando los países de América Latina y el Caribe para alcanzarlos. También tuvimos la oportunidad de expresar nuestra opinión ante todas las autoridades presentes. Una de las iniciativas que más nos llamó la atención fue CONCAUSA que es parte de la ONG América Solidaria. Esta ONG trabaja especialmente por la superación de la pobreza infantil y apoya la formación de los adolescentes para que sean auténticos agentes de cambio. Con dos compañeras decidimos crear un proyecto de educación. Lo postulamos al programa CONCAUSA una primera vez y no calificó. Sin embargo tiempo después, visto nuestro interés en estas temáticas CONCAUSA decidió llevar a cabo un taller llamado Accionadores, el cual nos enseñó a elaborar mejor un proyecto. Vimos que en el colegio había “basura” botada en el suelo y se generaban residuos sin ninguna conciencia. Nos propusimos promover la reutilización y reciclaje de los residuos y crear una cultura ecológica. Así nació el proyecto “Eco-Educación”. Observamos que gran parte del residuo eran Tetra-Pack. Entonces los reutilizamos para crear “Econtendores” para diferenciar la basura reutilizable, y lo envoltorios y botellas plásticas las usamos para hacer eco-ladrillos. Gracias a nuestro trabajo muchos de nuestros compañeros han aprendido a reciclar y ahora han involucrado a sus padres y lo hacen también en sus casas. Mientras tanto también junto con los Chicos por la Unidad de los Focolares de los que formo parte, hemos incluido, durante nuestros encuentros periódicos, talleres y la profundización de los temas ambientales. Después de un año de trabajo con nuestro proyecto “Eco-educación”, fuimos elegidos para representar a Chile en un Campamento Continental de “Concausa” que se realiza cada año en nuestro país y en el cual participan proyectos de las tres Américas. Yo estuve entre los participantes. La experiencia fue inolvidable. . Conocí personas de muchos países, cada uno tenía una cultura diferente, al conocernos recíprocamente nos sentimos iguales, éramos y somos una familia, una generación que lucha por un futuro más unido y solidario. . El último día fuimos invitados a  presentar un discurso frente a las autoridades de América Solidaria, UNICEF y CEPAL sobre las distintas realidades que vivimos en nuestros países y de qué manera estamos dando nuestro aporte a favor del ambiente. Ahora sigo conectado con los participantes en el Campamento y seguimos trabajando juntos a través de vídeo llamadas. Hemos ideado el proyecto “1000 Acciones para un Cambio” que intenta generar acciones ecológicas para mitigar la crisis climática, soy el representante en mi país para la implementación de este proyecto.  Aquí el testimonio de Javier con ocasión del lanzamiento de la campaña Pathway 2020-2021 “Dare to care”

A cargo de Anna Lisa Innocenti

Amor que se vea

El amor cristiano no es solo una actitud interior, sino que se demuestra con hechos concretos, con hechos visibles, a partir de una simple sonrisa. Esta es la invitación que lanza Chiara Lubich  en el siguiente escrito. Aunque en este periodo de pandemia quizás la sonrisa se esconda detrás de las mascarillas, hay otras mil maneras de mostrar nuestro amor “Ámense mutuamente”[1]. Es la vocación de todo cristiano, pero, podríamos añadir, que, especialmente es la nuestra. En estos días me han venido a la mente las palabras que se decían de los primeros cristianos: “Mira cómo se aman, están dispuestos a morir el uno por el otro”[2]. Por tanto, se veía que cada uno estaba dispuesto a morir por el otro. Quizás esto dependía del hecho que, en tiempos de persecución, no era raro el caso de que alguno se ofreciera a morir por el otro. De todos modos, el hecho es que, esta medida de amarse entre los cristianos, se veía. A nosotros, por lo general, no se nos pide precisamente morir. Sin embargo, debemos estar dispuestos a hacerlo. Cada uno de nuestros actos de amor recíproco hay que hacerlo sobre esta base. […] Que también una simple sonrisa nuestra, un gesto, un acto de amor, una palabra, un consejo, una opinión, una corrección a su debido tiempo, a los hermanos, revelen nuestra prontitud a morir por ellos. Que se vea nuestro amor, no por vanidad, ciertamente, sino para garantizarnos el arma potente del testimonio. A menudo, también nosotros, como los primeros cristianos, estamos en un mundo sin Dios, descristianizado. Por lo tanto, debemos testimoniar a Jesús.

Chiara Lubich

(En una conferencia telefónica, Rocca di Papa, 11 de mayo de 1989) Cf. Chiara Lubich, Buscando las cosas de arriba, Ciudad Nueva, Madrid 1993, pág. 140 [1] Cf. Jn 13,34. [2] Tertulliano, Apologetico, 39,7.

Enid Brooks

  • Fecha de la muerte: 14/09/2020
  • Rama de pertenencia: voluntaria
  • Nación: Gran Bretaña

Poner en luz al otro

Con tres días de videoconferencia de los delegados de los Focolares en las diferentes áreas del mundo y el consejo general, ha comenzado una nueva fase preparatoria hacia la Asamblea General de los Focolares que se celebrará en enero de 2021. El encuentro de los responsables de los Focolares de todo el mundo finalizó el 12 de septiembre, celebrado este año mediante videoconferencia; una fecha que, en condiciones normales, también habría marcado el último día del mandato de la actual presidenta, María Voce. Pero estos tiempos – que de normal tienen muy poco – registran, en cambio, una prolongación del mandato de la presidente porque, debido al Covid, la Asamblea General, que tiene la tarea de elegir todos los órganos de gobierno de los Focolares, ha sido aplazada de inicios de septiembre de 2020 a 2021 (24 de enero – 7 de febrero). Entonces, ¿cómo transformar este tiempo de espera en un tiempo de gracia? Una pregunta que abrió y orientó la reunión de los responsables y a la que María Voce respondió de manera profunda y sintética: “¡Estamos llamados a dar testimonio de la posibilidad de relaciones trinitarias! Lo que simplemente significa: que cada uno haga de todo para que el otro se manifieste”. Las sesiones dedicadas a compartir la vida de las comunidades de los Focolares en las distintas áreas geográficas del mundo destacaron el compromiso global para afrontar el desafío y las nuevas consecuencias “hijas” de la pandemia del Coronavirus: la imposibilidad de hacer reuniones presenciales ha llevado a un aumento de encuentros digitales que, en muchas ocasiones, llegan a más personas y rompen esquemas territoriales o de categorías que, en la situación actual, están mostrando múltiples límites. Las dificultades económicas, además, exigen nuevas reflexiones en busca de soluciones para un estilo de vida sobrio y sostenible y a favor de obras y estructuras adecuadas. Además, el clima de creciente inseguridad personal y comunitaria empuja a una nueva opción de vida evangélica en vista de un mundo más unido. El tercer día del congreso marcó entonces el inicio de un nuevo camino preparatorio del Movimiento hacia la Asamblea General de 2021. El tiempo ganado servirá para favorecer una preparación más participativa y capilar, un camino sinodal. Hasta el 24 de octubre los miembros del Movimiento tendrán la oportunidad de profundizar en los temas recogidos hasta el momento para identificar aquellos de preferencia que serán incluidos en un documento de trabajo. Antes de Navidad, los participantes en la Asamblea tendrán la posibilidad de conocer a posibles candidatas y candidatos a Presidente y Copresidente. Y con una serie de Webinar, se podrán tratar las temáticas principales con la ayuda de expertos externos. La preparación terminará en las primeras semanas de enero con trabajos en grupo entre los participantes.

Joachim Schwind

Actuar en el mundo

Emmanuel y Annick del Movimiento de los Focolares dedican su tiempo libre a la Cruz Roja francesa.  Desde los comienzos de la crisis sanitaria causada por el coronavirus, en todo el territorio francés se emprendieron acciones de apoyo a personas en dificultad. Esta pareja ayudó en dos de ellas. La primera actividad consistía en organizar la entrega de medicamentos o víveres a personas que no podían hacer las compras solas.  Emmanuel, que es ingeniero y trabaja en la Universidad de Estrasburgo, transcurrió el período de su voluntariado trabajando casi full time para coordinar la acción para toda la provincia de Bas-Rhin (alrededor de la ciudad de Estrasburgo). “Organizar los equipos y facilitar el flujo de informaciones –nos dice– fue un gran trabajo logístico.  A pesar de que a veces no conseguía salir de casa durante tres días, no me sentía solo.  Por el contrario puedo decir que tengo la frustración de haber trabajado duro sin haber podido ver casi nunca a los beneficiarios de mi trabajo». En ese período, los pedidos estallaron, sobre todo de alimentos. De hecho, muchas asociaciones de asistencia social tuvieron que cerrar, porque la mayoría de los voluntarios estaban obligados a quedarse en casa por la edad. La otra actividad fue lanzada del 29 de abril al 31 de julio de 2020 por el Parlamento Europeo en Estrasburgo, con la decisión de volver a abrir sus cocinas para preparar 500 comidas por día. La Prefectura era resonsable de la búsqueda de los beneficiarios de la comida a nivel local y la Cruz Roja francesa de la entrega.  Annick, que siguió su trabajo de enfermera y su actividad de voluntariado, dice: “Veíamos a las personas felices de recibir algo. Aunque algunos quedaron sorprendidos e incrédulos –pensando en controles escondidos– esperaban ansiosamente esa comida”. “Las instituciones invirtieron enormemente en el corazón de la crisis”, observa Emmanuel. ¿Qué significa este compromiso para Emmanuel y Annick? “Me alimento de la espiritualidad de los Focolares, pero la expresión de nuestra vida es en la sociedad, es dar (y dar de nosotros mismos) concretamente en el mundo”, responde Annick. Emmanuel añade:  “Es importante no quedarse en nuestro rincón, con personas de los Focolares, sino actuar en el mundo.  Además, los siete principios de la Cruz Roja que son la humanidad, la unidad, la universalidad, la neutralidad, la independencia, la imparcialidad y el servicio voluntario, están muy en armonía con el “arte de amar” y la “Regla de oro”. “En el contexto tenso de la crisis, la calidad de las relaciones humanas entre voluntarios y beneficiarios en el campo y en la organización fue importante.  Por ejemplo, fui mediador entre los voluntarios cuando surgieron tensiones.  El carisma de la unidad de los Focolares fue de gran ayuda para mí, para comprender las situaciones, perder mi idea, vivir el momento presente”, comparte Emmanuel. “Este período hizo surgir lo bueno o lo malo que hay en nosotros”, observa Annick. Su esposo está feliz de constatar que ha generado nuevas ideas para la acción, particularmente con relación a la divergencia digital o a la pobreza relacional. “La gran lección de la pandemia para muchos es la conciencia de que no podemos vivir el uno sin el otro –dice. La interdependencia fue la gran batalla de Chiara Lubich al final de su vida … Mi optimismo me lleva a creer que muchas personas quedarán involucradas en las asociaciones y desarrollarán su sentido del voluntariado”.

Émilie Tévané

Fuente: Nouvelle Cité, N°604, julio-agosto 2020, p. 41.

Acoger el dolor del mundo

El encuentro anual de los delegados de los Focolares de todo el mundo con los miembros del Consejo General del Movimiento tendrá lugar por videoconferencia desde el jueves 10 de septiembre hasta el sábado 12 de septiembre. El llamamiento de la presidenta Maria Voce. “Debemos olvidarnos de nosotros mismos y estar, como Movimiento, más disponibles a acoger el dolor del mundo”. Con este contundente llamado, la presidenta Maria Voce dio una clara indicación al congreso internacional de los responsables de los Focolares que está a punto de comenzar este jueves 10 de septiembre, vía videoconferencia. En un discurso durante un reciente encuentro con el Consejo general de los Focolares, Maria Voce comunicó su consternación ante los numerosos sufrimientos que diariamente informan los medios de comunicación, especialmente en este período de pandemia. Y compartió una pregunta con sus colaboradores más cercanos: “¿Quién puede absorber todo este dolor? Me parece que Dios nos pide estar más cerca de este dolor en el mundo, más disponibles para acogerlo, amarlo, a rezar… pero también para hacer algo más”. Una respuesta que es tanto un programa espiritual como de acción. El programa del encuentro de los delegados del Movimiento de todo el mundo con el Consejo General (10-12 de septiembre) se desarrollará a través de videoconferencia y se caracterizará por un amplio intercambio sobre los desafíos locales, propios de los diferentes contextos geográficos, pero también comunes, de este período en particular; con su enorme sufrimiento y su nuevo potencial. En el diálogo y en el compartir se intentará identificar la contribución específica de los Focolares a los cambios de época en curso, presentes y futuros. Esta temática seguramente no se agotará en estos días, sino que también quedará sobre la mesa para la próxima Asamblea General del Movimiento, inicialmente prevista para la primera quincena de septiembre de 2020 pero que debido a la emergencia Covid-19 se ha pospuesto para el inicio del próximo año: del 24 de enero al 7 de febrero de 2021. Durante la próxima conferencia, los delegados del Movimiento también serán informados sobre las modalidades propuestas por la Comisión preparatoria de la Asamblea general para aprovechar el tiempo “ganado” en vista de una participación cada vez mayor de todos los miembros del Movimiento en la preparación de la Asamblea.

Joachim Schwind

Estados Unidos: la pandemia nos pone en lo esencial

Estados Unidos: la pandemia nos pone en lo esencial

Un sacerdote recorre muchos kilómetros todos los días, desde hace meses, en bicicleta o con una camioneta para estar cerca de su comunidad. Una experiencia, vivida junto a un equipo de parroquianos, que ha unido y ampliado horizontes, con efectos también en la pos-pandemia. Si los periodos de encierro y las normas de distanciamiento social nos obligan a no acudir a lugares de como la parroquia, ¿por qué no puede ser el párroco quien haga de puente y vínculo entre todos? Esto es lo que está haciendo el padre Clint Ressler, un sacerdote católico de los Estados Unidos, que todos los días desde el inicio de la pandemia, recorre a lo largo y ancho el territorio de su parroquia de Santa María de la Medalla Milagrosa en la ciudad de Texas, para visitar a sus feligreses. Padre Clint, ¿cómo ha cambiado la vida en su parroquia durante esta pandemia? Es cierto que la pandemia está cambiando drásticamente la forma en que mantenemos las relaciones y las acrecentamos. Siento mucho más fuerte en mí la conciencia de que Dios nos llama a la corresponsabilidad. Como pastor, me siento aliviado y rodeado de un gran equipo, fuerte y muy motivado. Quizás, también debido al hecho de que estamos más enfocados en lo esencial de nuestra misión, experimentamos alegría y gratitud al ver los frutos de nuestro esfuerzo. Antes de la pandemia, mis días estaban llenos de contacto con tanta gente. Puede ser que en ocasiones haya estado demasiado ocupado con proyectos o reuniones o con estar presente y atento a cada persona. Ahora, también porque en todos hay necesidad de comunión, de relaciones auténticas, me encuentro más en mi “ser” que en mi “hacer”. La relación entre los grupos parroquiales y otros que ofrecen un servicio parroquial es más personal, con contactos a través del teléfono, las redes sociales e incluso con visitas breves. Me parece que este gran deseo de vivir la comunión, que Dios ha puesto en nuestro corazón, encuentra su camino para superar las dificultades. ¿Qué hizo para seguir estando cerca de sus parroquianos? Quizás también porque hay menos reuniones y una mayor atención a la misión esencial, no me siento tan ocupado como antes de la pandemia. Luego, está la voz de Dios dentro que sugiere ir más despacio, confiar en Él y tener paciencia. Al comienzo de la pandemia, trataba de visitar a muchos parroquianos, en bicicleta o con una camioneta. En los primeros meses, visité a doce familias al día. Ahora voy a un ritmo más lento; hago menos visitas, pero trato de pasar más tiempo con las personas. ¿Puede contarnos el momento más bonito y más difícil de estas visitas? No es fácil elegir un solo episodio. Una vez llegué a la casa de una familia que había perdido su casa unos días antes a causa de un incendio. Los niños se quedaron no solo sin techo, sino también sin juguetes. Un vecino le ofreció hospitalidad de inmediato y llevó a esta familia a su casa. Fue la visita más triste, pero la más edificante. Me llamó la atención cómo esta experiencia cambió repentinamente el llamado del Papa Francisco a ser “discípulos misioneros” de palabras hermosas a algo que podría y debería ser vivido desesperadamente. En su opinión, ¿qué traerá esta experiencia de positivo en la vida de su comunidad parroquial incluso después del final de la pandemia? La pandemia ha ayudado a muchas personas a familiarizarse con la “fe online”. Los parroquianos  se han vuelto más expertos en el uso de los medios tecnológicos n general, pero también en lo que concierne a su fe. Personalmente, me edifica cómo nuestros feligreses se cuidan unos a otros. Creo que después de la pandemia veremos los frutos de esta cercanía y estas expresiones concretas de reciprocidad. Con la pandemia, el sentido de solidaridad se ha vuelto aún mayor; nos sentimos llamados a vivir la solidaridad no solo con los cercanos, sino también en las necesidades y desafíos del mundo entero. Sentimos que “estamos todos juntos” en esta situación. Y espero que esto permanezca en nuestros corazones y en todo lo que hacemos, incluso después de la pandemia. Ud. conoce y vives la espiritualidad de los Focolares, ¿qué influencia tiene en tu vida como sacerdote y párroco, en general y especialmente en este período de pandemia? La responsabilidad de una parroquia puede ser pesada y compleja y requiere discernimiento y decisiones difíciles. Sin embargo, si trato de concentrarme en el amor concreto, no parece tan abrumador. Evidentemente, todo comienza con la unión con Dios. Como sacerdote y sobre todo como pastor, se me encomendó una tarea que implica influencia y autoridad. A veces, siendo el líder, puedo caer en un “enfoque empresarial” que valora la eficiencia, evita riesgos y evalúa resultados. La espiritualidad de los Focolares, el testimonio de Jesús, me llama al servicio, a la humildad y a la fidelidad en la paciencia. Comprendí que para nosotros el punto de partida fundamental para descubrir la voluntad de Dios es vivir con Jesús en medio. En otras palabras, debemos ser “Iglesia”, el cuerpo místico de Cristo. Mientras que por la gracia de Dios vivimos y crecemos en estas relaciones recíprocas, podemos escuchar la voz “sutil” del Espíritu Santo. Creo que estos años de vida con el Movimiento de los Focolares han arraigado en mí el deseo de llevar este tipo de discernimiento a la parroquia, con el personal parroquial, con el consejo pastoral, y con cada grupo y comisión.

Anna Lisa Innocenti

Ayuda recíproca

Todos estamos vinculados como miembros de un único cuerpo. Si uno es más débil, interviene el otro. Esta es la sencilla, pero sorprendente lógica evangélica que Chiara Lubich nos presenta en el siguiente escrito, hoy más actual que nunca He visto a un hombre escayolado en una sala de hospital. Tenía inutilizados el tórax y un brazo, el brazo derecho. Con el izquierdo se las arreglaba para hacerlo todo… como podía. La escayola era una tortura, pero el brazo izquierdo, aunque estaba más cansado por la noche, se robustecía trabajando por los dos. Nosotros somos miembros unos de los otros y el servicio recíproco es nuestro deber. Jesús no solo nos lo ha aconsejado, sino que nos lo ha mandado. Cuando, por caridad, sirvamos a alguien, no nos creamos santos. Si el prójimo es impotente, debemos ayudarle, y ayudarle como él mismo se ayudaría, si pudiera. De otro modo, ¿qué clase de cristianos somos? Si después, cuando llegue nuestra hora, tenemos necesidad de la caridad del hermano, no nos sintamos humillados. En el juicio final oiremos repetir a Jesús: “Estaba… enfermo… y me visitasteis,… estaba encarcelado, estaba desnudo, hambriento”[1]…, pues a Jesús le gusta ocultarse precisamente en el que sufre, en el necesitado. Por tanto sintamos nuestra dignidad también por ello y demos gracias de todo corazón a quien nos ayuda, pero reservemos el más profundo agradecimiento para Dios, que ha creado el corazón humano caritativo; para Cristo que difundiendo con su sangre la Buena Nueva y sobre todo “su” mandamiento, ha impulsado a un inmenso número de corazones a moverse en ayuda recíproca.

                                                                   Chiara Lubich

  Extraído de: Chiara Lubich, Estaba enfermo, en: Chiara Lubich, El atractivo de nuestro tiempo. Escritos espirituales /1, Ed. Ciudad Nueva, Madrid 1995, 59-60. [1] Mt 25,35-36.

Vietnam: una respuesta a la pobreza provocada por la pandemia

Vietnam: una respuesta a la pobreza provocada por la pandemia

Algunos proyectos solidarios llevados a cabo por la Asociación “Goccia dopo goccia”, también en colaboración con otras organizaciones que operan en el Sudeste Asiático. Las víctimas del coronavirus en todo el mundo siguen siendo muy altos. Pero muchas más son las personas que, a pesar de no haber contraído el virus, debido a la situación económica y social creada, se encuentran en condiciones de pobreza extrema privadas, en algunos casos, incluso de lo necesario para vivir. También en estas situaciones se multiplican las iniciativas solidarias, fruto de redes que en ocasiones trascienden las fronteras nacionales. En Vietnam, por ejemplo, el área de Long An, al sur de la ciudad de Ho Chi Minh, tiene situaciones de pobreza muy profundas. Aquí son los estratos vulnerables de la sociedad los que se ven afectados por las consecuencias de la pandemia. Muchos, incluso entre los ancianos, que vivían de la venta de billetes de lotería, con el bloqueo de actividades, se vieron obligados a permanecer encerrados en casa, muy a menudo reducidos al hambre. En esta región es donde opera la asociación “Goccia dopo goccia” con sede en Suiza, coordinada por un focolarino italiano, Luigi Butori, que vive en Asia desde hace muchos años. Entre los voluntarios y simpatizantes del mismo, en varios países del mundo, hay muchos amigos del Movimiento de los Focolares. “Goccia dopo Goccia” ha estado trabajando desde hace algunos años implementando más de 20 proyectos solidarios en Tailandia, Myanmar y Vietnam. En Long An, la asociación distribuye alrededor de 40 raciones de leche y alimentos cada mes. Entre las personas atendidas, además de los ancianos, también discapacitados, adultos solos, niños abandonados con sus abuelos o personas que sufren las consecuencias de accidentes graves, como An, de 14 años, que quedó paralizada y obligada a vivir en una cama. A nivel local, la asociación cuenta con una persona que interviene cuando es necesario. Gracias a estos colaboradores voluntarios locales intenta llegar a los “últimos de los últimos” y aportar, además de ayuda material, también un apoyo que les haga sentir que no están solos en este período dramático de la historia humana. Esto, para los responsables de “Goccia dopo goccia” es un elemento muy importante de su actividad: hacer sentir a las personas que no están abandonadas, sino que hay alguien que las cuida, empezando por una sonrisa. El proyecto de Long An va adelante desde hace aproximadamente dos años y se sostiene con la ayuda de niños de algunas clases y varias familias en diferentes países del mundo. Mucha gente que envía pequeñas sumas de dinero y que, como dice el nombre de la asociación, como muchas pequeñas gotas permiten llevar grandes cantidades de ayuda. Pero “Goccia dopo goccia” también opera a lo largo de la frontera entre Tailandia y Myanmar, con otro proyecto que apoya a los niños Karen en varios pueblos de Mae Sot, en el campo de refugiados de Mae La, en el orfanato Heavenly Home. Incluso en período de pandemia los voluntarios de “Goccia dopo goccia”  han afrontado recientemente un largo viaje para visitarlos y también entregarles ayuda material. “Tres días maravillosos – dicen – en los que recibimos mucho más de lo que dimos”. Y, finalmente, durante el período de difusión de Covid-19 “Goccia dopo goccia” pudo colaborar con Caritas Singapur  y Caritas Vietnam, junto con otras Asociaciones que operan en el Sudeste Asiático, para un proyecto destinado a distribuir 1.200 paquetes-compra a familias en la zona de Binh Thanh de la ciudad de Ho Chi Minh.

Anna Lisa Innocenti

Aquí el video de la acción

Peru – autoridad y misericordia

Peru – autoridad y misericordia

El testimonio de José Luis Raygada, un médico peruano en primera línea en la lucha contra el COVID-19. Cómo conjugar el rol profesional y de padre, en coherencia con los valores evangélicos.

Soy médico desde hace 25 años y padre desde hace 17 años, y me doy cuenta de que no termino de aprender a ser ambas cosas en coherencia con los valores en los que creo.

En estos tiempos de pandemia, descubro una escuela intensiva para mejorar en ambos roles, también en aspectos hasta ahora poco considerados por mí, así como por la mayoría.

Desde el inicio de esta epidemia mundial, estoy trabajando en un hospital de campaña para enfermos de Covid 19 en la ciudad de Piura (norte del Perú), el primero en esta ciudad. Estoy ayudando a los enfermos internados y he visto morir a más pacientes en estos últimos 3 meses que lo que he visto en mis 25 años como médico.

He sido formado en una de las mejores escuelas de medicina del país, con prestigio académico y rigor científico. He descubierto, ante esta terrible enfermedad, las limitaciones, la impotencia y la frustración de la “medicina científica” ante esta infección desconocida. He visto a mis pacientes sufrir y morir asfixiados por falta de oxígeno, aún suministrándolo a grandes flujos; con todo lo que la ciencia iba proponiéndonos como terapias, pero con todas las carencias de personal y equipos de un hospital en un país pobre. Y cuando la enfermedad se torna agresiva, me he visto, muchas veces frente al paciente, impávido y frustrado con mi ciencia. Es en medio de este desconcierto, que escucho con frecuencia un grito: ¡Tengo sed! … ¡Agua por favor! … ¡Dénme agua! … ¡Agua!… A veces sólo gimen y, sólo cuando te acercas y les preguntas si quieren beber, asienten con un movimiento de cabeza.

A la par de mi labor “científica”, comencé a dar de beber a todo el que me lo pedía, a acomodarles la almohada, a sostener sus manos entre las mías, a acariciar su frente, a darle un masaje a su espalda cuando me lo pedían o a pasarle el balde para que orinen. O tan sólo acompañarlos y hasta rezar con ellos o por ellos; y, finalmente, a consolarlos en su partida.

Me he dado cuenta de mi doble dimensión como médico: la dimensión de autoridad respaldada en lo científico, que muchas veces cura, y mi dimensión como ser humano, fundada en la misericordia y en el amor que provienen de Dios y expresados en actos cotidianos y sencillos que tantas veces sanan el alma. Ciencia y humanidad plena, conocimiento y misericordia, cuerpo y alma, hombre y Dios, razón y fe, una moneda de dos caras que hace pleno nuestro dar y vivir, un balance delicado de lograr.

Entre el trabajo desgastante en el hospital, la sobrecarga de emociones intensas y mis propias debilidades, llegaba a casa a cenar con ganas de descansar y de desahogarme. Mi hijo mayor, en plena adolescencia, frustrados sus proyectos por el encierro y con la energía juvenil, comenzó a enfrentarse con todos, pero especialmente conmigo. Parecía que yo había pasado a ser como su contrincante o enemigo, convirtiendo la mesa en un campo de batalla. Inicialmente, presa de mis pasiones e impulsividad, terminábamos en una agria y hasta insultante pelea. Nuevamente veía “mi autoridad” mellada y, querer imponerla por la fuerza empeoraba las cosas.

Entonces, también en casa he redescubierto el otro aspecto de mi rol como padre: “misericordia y humildad”; y así comenzar a callar y a ofrecer a Dios ante el improperio; expresarle mi perdón y pedir perdón si me excedí; tratar de leer entre sus agresiones un pedido de ayuda y cariño; hacer más silencio para enfriar una discusión y continuar orando en soledad y en familia aunque pareciera inútil.

Poco a poco nuestra relación se va restableciendo dentro de los cauces normales de la relación de un padre y un hijo. Nuevamente estos dos ejes: autoridad y misericordia, que ¿no son, acaso, expresiones de la vida divina?

Experiencia recogida por Gustavo E. Clariá

Nuevos caminos hacia la ecología integral

Nuevos caminos hacia la ecología integral

El 1 de septiembre se conmemora la “Jornada mundial de oración por el cuidado de la Creación”. El compromiso de los Focolares con la adhesión a la iniciativa “El tiempo de la Creación” y con un meeting en octubre de 2020. El 1 de septiembre se celebra la “Jornada mundial de oración por el cuidado de la Creación”. Fue instituida por el Papa Francisco en 2015, el año de la Encíclica Laudato si’.  En ella el Papa invita a todos a comprometerse en el cuidado de la Creación. Es nuestra casa, el bien más precioso. Y pide que superemos el actual sistema socio-económico.  Ya no podemos explotar el planeta tierra como si hubiese recursos naturales ilimitados. Hay que actuar de prisa y encontrar un modelo de desarrollo diferente.  ¿Qué podemos hacer para ser más concretos? La Laudato si’ muestra un camino hacia una “conversión ecológica”: cambiar estilos de vida y tratar de poner en práctica los principios de la ecología integral. En este texto, por lo tanto, no se habla sólo de ambiente sino también de política, economía, sociedad.  Tenemos que partir de nosotros mismos, de nuestras opciones cotidianas de consumo, de las elecciones para que haya políticos más atentos al cuidado de la naturaleza; incidir más en la sociedad para aumentar las energías renovables y disminuir la utilización de las fuentes fósiles. Este año también el Movimiento de los Focolares adhiere a la iniciativa “El Tiempo de la Creación”, la celebración anual de oración y acción por nuestra casa común que empieza justamente el 1 de septiembre y termina el 4 de octubre, fiesta de San Francisco de Asís, patrono de la ecología, amado por muchas confesiones cristianas. Esta red global alienta a todos a organizar eventos y registrarlos en la página web. Una iniciativa de carácter ecuménico cuyas raíces tienen ya treinta años: en 1989 fue el  patriarca de la Iglesia Ortodoxa de Constantinopla, Dimitrios quien dio el puntapié decisivo a las diferentes Iglesias cristianas para declarar conjuntamente el 1 de septiembre “Jornada mundial de oración por el cuidado de la Creación”. Para este año el tema sugerido es: “Jubileo para la Tierra: nuevos ritmos, nueva esperanza”. Un evento útil para considerar la relación integral entre el descanso de la Tierra y las formas de vida ecológicas, económicas, sociales y políticas, sobre todo como consecuencia de los efectos de vasto alcance causados por la pandemia global de Covid-19. Del 23 al 25 de octubre en Castel Gandolfo (Italia), además, habrá un meeting organizado por  EcoOne –la red ecológica de los Focolares– que comprenderá la participación de expertos, políticos, docentes universitarios, entes y asociaciones, para examinar el impacto de la Laudato sì’  en el mundo contemporáneo y los nuevos caminos explorados hacia una ecología integral. El evento quiere mostrar el rol que individuos y entes sociales pueden desempeñar en el cuidado de nuestra casa común. Éste, entre otras cosas, es también un año especial, porque el 24 de mayo pasado, con ocasión del quinto aniversario de la encíclica, el Papa Francisco anunció un año especial  –hasta el 24 de mayo de 2021– de la Laudato si’. La urgencia de la situación es tal que requiere respuestas concretas e inmediatas que involucren a todos a nivel nacional, regional, nacional e internacional. En particular, es necesario crear “un movimiento popular” desde abajo, y una alianza entre todos los hombres de buena voluntad.  Para ello es importante participar en iniciativas como “El Tiempo de la Creación” o el meeting de EcoOne de octubre próximo. Como el Papa Francisco nos recuerda, “todos podemos colaborar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno con su propia cultura y experiencia, sus propias iniciativas y capacidades.” (LS, 14)

 Lorenzo Russo

 

Un amor al servicio de los demás

En muchos países las restricciones debidas a la pandemia del coronavirus han bloqueado también todas las formas de encuentros religiosos, de culto, de oración. Sin embargo, el deseo de los fieles de estar con Dios no ha disminuido. ¿Qué podemos hacer? Chiara Lubich propone un modo original. Yo estaré siempre con ustedes hasta el fin del mundo” (Mt 28,20). […] Jesús dirige estas palabras a los discípulos […] (pero) nos tenía presentes también a nosotros, que habríamos tenido que vivir sumergidos en la existencia compleja de cada día. Ya que es Amor encarnado, habrá pensado: quisiera estar siempre con los hombres, quisiera compartir con ellos cualquier preocupación, quisiera aconsejarlos, quisiera caminar con ellos por las calles, entrar en sus casas, reavivar con mi presencia su alegría. Por eso quiso permanecer con nosotros y hacernos sentir su cercanía, su fuerza, su amor. […] Si vivimos lo que Él nos propone, especialmente su mandamiento nuevo, podemos experimentar esa presencia suya también fuera de los templos, en medio de la gente, en los lugares donde uno vive, por todas partes. Lo que se nos pide es ese amor recíproco, de servicio, de comprensión, de participación en los dolores, en las preocupaciones y las alegrías de nuestros hermanos; ese amor que cubre todo, que perdona todo, típico del cristianismo. Vivamos así, para que todos tengan la posibilidad de encontrarse con Él ya en esta tierra.

Chiara Lubich

Extraido de: Palabra de Vida, Mayo de 2002, en: Chiara Lubich, Parole di Vita, pag. 657. Città Nuova Ed., 2017.

“La experiencia” de la Mariápolis Lía ahora tendrá reconocimiento universitario 

“La experiencia” de la Mariápolis Lía ahora tendrá reconocimiento universitario 

La escuela de la ciudadela argentina que desde hace cincuenta años forma a miles de jóvenes de todo el mundo es reconocida ahora como un “programa de extensión universitaria y formación profesional”. Hasta hace poco más de un mes se lo podía definir como una especie de máster en “vida según la cultura de la unidad”, pero ahora la “experiencia”, como con razón se define el curso anual para jóvenes de la Mariápolis Lía, en Argentina, consta con un certificado universitario. El nuevo programa de estudios es el resultado de la elaboración conjunta entre los equipos pedagógicos de la Fundación Centro Latinoamericano para la Evangelización Social (CLAdeES)  y la Escuela Juvenil Mariápolis Lía, en acuerdo con la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires (Unnoba). El “programa de extensión universitaria y formación profesional” –es éste el título académico que los estudiantes obtendrán en O’Higgins– articula la dimensión formativa integral según  cuatro ejes temáticos: antropolítico-filosófico, histórico-cultural, comunitario y trascendente.  Dura 11 meses y el que lo completa tendrá acceso a la extensión de la universidad y a la acreditación de la formación profesional con tres posibles orientaciones: educación, eco-responsabilidad y gestión multicultural; liderazgo de la comunidad y desarrollo de los procesos participativos; o arte, comunicación y  producción multimedial. La propuesta formativa se desenvuelve a través de semimarios especializados, pasantías laborales e investigaciones de aplicación en el campo a partir de los valores del pensamiento social cristiano. Además se prevé también una próxima integración con la sección latinoamericana del Instituto Universitario Sophia. Ubicada cerca del pueblo de O’Higgins, en la provincia de Buenos Aires, la Mariápolis Lía ofrece a los jóvenes una experiencia formativa que integra trabajo, estudio, actividades culturales  y recreativas, deporte e intereses particulares. Estas actividades se entienden como aspectos distintos de una misma formación integral.  De hecho, el concepto de estudiante coincide con el de ciudadano, por lo cual se presume que todos son constructores de la ciudad. Un equipo de expertos y docentes en las distintas disciplinas les hace un seguimiento en al aprendizaje desde el punto de vista espiritual, antropológico, social y doctrinal. Los más de 6000 jóvenes que han transcurrido un período en la Mariápolis son, ellos mismos, la prueba del valor formativo en sus vidas, que ha fructificado en los más variados ambientes (gerentes de empresa, economistas, educadores, profesionales, trabajadores, padres, personas consagradas…).  “La experiencia” sigue siendo un punto luminoso a lo largo de todo el recorrido de la vida, contribuyendo a superar momentos humanos y profesionales difíciles.

Stefania Tanesini

Evangelio vivido/2 – Los unos por los otros

¡Cuántas veces Dios se vale de alguien para acercarnos a Él!   No deberíamos olvidarlo nunca pues nosotros también podríamos ser un día instrumentos de Dios para alguien. Una nueva esperanza Estando en Estados Unido por mis estudios, había decidido volver a mi país por la insistencia de mi familia, pero me quedé bloqueado por la cuarentena en un instituto cerca de la frontera junto con otras 500 personas.   Con la sensación exacta de encontrarme en una cárcel.  Por suerte el celular me mantenía conectado con el mundo exterior.  Cuando tuve la posibilidad de ver a alguien, leía en ellos mis mismas preguntas sobre lo que estaba sucediendo. En esos días conocí  “a la distancia” a un sacerdote salesiano. Aunque estaba aislado como yo, emanaba una paz que ni los demás ni yo teníamos.  Era como si él no se sorprendiese por nada.  En un primer momento celebraba él  solo en su habitación, luego empecé a participar con él en la misa.  En pocas palabras, volví a los sacramentos y a la vida de fe de antes, si bien ya no como antes.  Mi novia también notó que yo había cambiado.  A veces pienso: si se dio en mí esta transformación, ¿no puede ser que se dé en otras personas?   Y entonces nace dentro de mí una nueva esperanza, que ese mundo que antes parecía quitármela ahora pueda retomar el camino sobre otros rieles. K. – Eslovaquia Cochecito para recién nacidos Había conocido a una joven gitana que esperaba a un hijo.  Necesitaba de todo, desde  ropa hasta todo lo que se necesita ante un nacimiento.  Había leído en el Evangelio “Todo lo que pidan al Padre… él se lo concederá”.  Ese día con fe le pedí a Jesús, durante la misa, un cochecito para recién nacidos.  Más tarde, ya en el colegio, me esforcé más por amar a compañeros y profesores.  Cuando volví a casa por la noche, supe por mi madre que una vecina de mi casa, al saber que ayudo a los pobres, había dejado algo para mí. ¡Era una cochecito para bebés!  Me conmovió esa tan rápida respuesta de la Providencia. C. – España Bendición Siendo enfermero desde hacía un mes, justamente en el período del coronavirus, en el hospital en donde prestaba servicio compartí la soledad de muchos pacientes que pasaron a la otra vida sin el sostén de sus seres queridos. Pero la experiencia más fuerte fue cuando, habiendo sabido por mi madre que, según las palabras del papa, los médicos y los enfermeros también estaban habilitados a dar una bendición a los pacientes difuntos, pude hacer un signo de la cruz en la frente y el pecho de varios de ellos antes incluso de que se hiciesen los trámites para confirmar la muerte y enviar los cuerpos a la morgue. Giuseppe – Italia

Recogido por Stefania Tanesini