«Ha sido para muchísimas personas un verdadero testigo de la misericordia infinita de Dios – escribe Maria Voce a los miembros del Movimiento –, que ahora ciertamente experimenta en su plenitud». Nacido en Pistoia, el 8 de septiembre del 1926, tuvo su primer contacto con el Movimiento naciente en diciembre de 1949, con ocasión de una visita de Graziella De Luca a su ciudad – también ella una de las primeras focolarinas – para encontrarse con Pasquale Foresi. Fue ordenado sacerdote en 1978, y asumió muchas tareas en el Movimiento, pero “una de las mayores gracias que he tenido – dirá – ha sidola de compartir el encargo del aspecto de la Economía y el Trabajo por más de 30 años con Giosi Guella, una persona excepcional; y experimentar la intervención constante de la Providencia que me hacía sentir que estamos en las manos de Dios”.
Bruno Venturini (el tercero a la derecha). Siempre estuvo muy cerca de Chiara Lubich.
Ha estado siempre muy cerca de Chiara Lubich, en especial durante los últimos años de su vida, en los cuales Bruno celebraba cada mañana la misa en la capilla de la casa de Chiara. Una experiencia que lo lleva a “una nueva intimidad con Jesús”, como confía a alguien. Bruno tenía un alma grande, capaz de acoger y de escuchar hasta el fondo a cualquier persona con un corazón rico de misericordia; esta característica suya la subraya también la presidente de los Focolares al indicar la coincidencia de su fallecimiento con el “día del perdón de Asís”. Los funerales se llevarán a cabo mañana 3 de agosto, a las 16,30, en el Centro internacional de Castel Gandolfo.
«Los resultados de este seminario superaron ampliamente todas nuestras expectativas». Así dice Roberto Catalano del Centro para el Diálogo interreligioso de los Focolares, al finalizar la primera cita del grupo de investigación denominado “Wings of Unity” (“Alas de unidad”), que concluyó con la firma de una agenda muy comprometedora, si pensamos en la difícil fase que Europa atraviesa. El rector del Instituto Universitario Sophia (IUS), Piero Coda y el profesor Mohammad Ali Shomali (Director del Centro Islámico londinense Islamic Centre of England), fungieron como codirectores de tal iniciativa. La idea de reencontrarse en Loppiano surgió en el mes de abril pasado, cuando el profesor Shomali fue invitado a dar una clase sobre las “Perspectivas Interdisciplinarias de las Religiones en el Mundo Contemporáneo”, un curso que se da en Sophia coordinado por el profesor Frizzi. Pero las raíces de Wings of Unity son mucho más profundas. Existe una historia de amistad, de solidaridad, de confianza entre los amigos musulmanes y los cristianos de los Focolares, que comenzó hace 19 años y que, vinculando los lugares de la vida cotidiana a los de la investigación académica, los condujo a crear una etapa común de testimonio y fraternidad. Y es esto lo que vivieron los 14 participantes del Seminario, que tuvo lugar en Sophia desde el viernes 8 al domingo 10 de julio, contando con la asistencia de cinco musulmanes chiítas. Estuvo presente también la teóloga iraní Sharzad Housmand, docente de la Pontificia Universidad Gregoriana y experta en el diálogo islamo-cristiano, que al finalizar el curso quiso subrayar con fuerza la novedad del mismo. También asistió una estudiante pakistaní de Sophia, Arooj Javed, cristiana, que, como dice ella, nunca hubiera podido imaginar un espíritu de comunión tan profundo y al mismo tiempo de apertura y transparencia entre cristianos y musulmanes. Los trabajos comenzaron con algunos textos extraídos del patrimonio espiritual de Chiara Lubich y propuestos por los docentes Coda y Catalano. En estos textos la fundadora de los Focolares subraya, entre otras cosas, que la unidad se debe buscar con todas las personas, porque todos somos hijos de un único Padre. Sucesivamente el Profesor Shomali presentó los contenidos y las realidades extraídas del Corán y de las tradiciones sucesivas, que a menudo se revelaron coincidentes con todo lo que hasta el momento había sido expuesto. Y así es que, con sorpresa, a medida que el diálogo se profundizaba, la “dureza” de la diversidad se iba debilitando, dejando lugar a la esperanza de que un diálogo orientado a la escucha y a la comprensión recíproca es posible. La intervención de los profesores Callebaut y Ropelato fue muy apreciada, pues en la centralidad del amor detectaron la capacidad que la persona posee de unificar, dentro y fuera de ella misma, los diversos ámbitos humanos y visualizar nuevas líneas para la vida social, económica y política. Muy valiosos también fueron los aportes de los huéspedes chiítas que abrieron nuevos escenarios sobre la experiencia de la unidad, un valor que – retomando las palabras de Coda- se convierte en “kairos, momento oportuno”. Fue extraordinariamente convincente el augurio de la profesora Mahnaz Heydarpoor, chiíta, sobre la importancia de la formación de las nuevas generaciones en el diálogo interreligioso. Entre las iniciativas futuras, se realizará en Sophia una Escuela de Verano interreligiosa para los jóvenes, y ya se puso en agenda para el verano de 2017, con el objetivo de dar continuidad al “laboratorio” de comunión inaugurado en esos días: “Después de tantos años invertidos en construir la confianza entre nosotros – dijo en la conclusión una de las participantes musulmanas-, ahora las nuevas generaciones no deben esperar más. Queremos hacer todo lo que sea posible para que puedan experimentar la unidad que en estos días ha colmado de forma tan intensa nuestro corazón y nuestra mente”. Fuente: Sophia online
¿Qué es una Mariápolis? Es la cita más característica del Movimiento de los Focolares. Juntos, grandes y pequeños, y personas de los más variados orígenes, se reúnen durante unos días para dar vida a un laboratorio de fraternidad, a la luz de los valores universales del Evangelio. Esta experiencia original, que se repite en numerosos países del mundo, tiene por línea directriz la “regla de oro”, que nos invita a hacer a los demás lo que quisiéramos que hicieran a nosotros. Son días oportunos para experimentar que vivir lo cotidiano poniendo a la base de toda relación la escucha, la gratuidad y el don, es posible. Historia de las Mariápolis En el difícil período del posguerra, mientras las heridas infligidas a los pueblos de Europa por el segundo conflicto mundial demoran en sanarse, en verano, en las montañas del Trentino (norte de Italia) un número cada vez mayor de jóvenes, familias, trabajadores, profesionales, políticos, se une al naciente grupo del Movimiento. Se compone así la Mariápolis, un bosquejo de sociedad renovada por el amor del Evangelio. Allí se encuentran tiroleses del sur e italianos, franceses y alemanes, que ven disolverse el odio y el resentimiento. “Chóferes, estudiantes y médicos, farmacéuticos y diputados, aquí en Mariápolis están parificados. ¿De qué valen los cargos si aquí hermanos somos?”, reza una vieja canción, en boga en las primeras Mariápolis, que expresa bien el sentido de fraternidad que se respiraba y se respira aún hoy en muchos países del mundo donde se repite esta experiencia única. La nota de la internacionalidad caracteriza pronto el Movimiento, en rápida expansión primero por toda Italia, luego, a partir de 1952, en otros países europeos y, desde 1958, en los otros continentes. En 1959 fueron más de 10.000 las personas que concurrieron a Fiera di Primiero, en el Trentino, aprovechando el periodo de veraneo. Representaban a 27 países de diferentes continentes. En esa Mariápolis – y luego, en 1960, en Friburgo – Chiara Lubich, hablando de la unidad de los pueblos a grupos de diferentes países, trasladó a la relación entre naciones la ley evangélica del amor, y propuso “amar la patria de los demás como la propia”. La Mariápolis se desarrollan hoy en los cinco continentes. En base a este modelo, surgieron las “Mariápolis permanentes”, las ciudadelas del Movimiento – alrededor de veinte, en diversas etapas de desarrollo. La primera nació en 1964 en Loppiano (en proximidad de Florencia, Italia).
“¿Por qué vas a la JMJ?” “Porque espero encontrar a Jesús ”, respondió una joven que llegó a Colonia junto a un centenar de miles de jóvenes de todo el mundo. Pienso que no es la única que tiene en el corazón este deseo impetuoso: ¡encontrar a Jesús! Y es también el lema de esta Jornada Mundial de la Juventud: buscar a Cristo, encontrarlo y adorarlo. La “Jornada Mundial de la Juventud” – esta inspirada invención de nuestro amadísimo Papa Juan Pablo II – es una ocasión privilegiada para encontrar a Jesús vivo en su Iglesia, en unidad con el nuevo Papa Benedicto XVI, con los obispos y entre los jóvenes provenientes de todos los rincones de la Tierra. Encontrar a Jesús, adorarlo y después llevarlo a los demás, donde quiera que vayamos. Queridísimos jóvenes ¿Saben que existe un secreto para no perder más a este Jesús que durante los acontecimientos de la JMJ se nos presenta tan bello, tan vivo, tan fascinante? El secreto es éste: ¡es necesario amar! ¡Para amar a Dios, para permanecer en Él, para estar en la luz siempre, es necesario amar a los demás! Miren, yo les hablo desde mi experiencia de más de sesenta años, pero también desde la experiencia de un pueblo entero, esparcido por todo el planeta, de millones de hombres, mujeres y niños que ¡han elegido el amor como estilo de vida! ¡Éste es el secreto de una vida feliz, plena, interesante, siempre nueva, nunca aburrida, siempre sorprendente! Les cuento un pequeño, pero gran ejemplo: He sabido recientemente que un grupo de jóvenes en un campo de refugiados en África, donde falta casi de todo, quiere cambiar, con su amor, el campo en un Paraíso, y me cuentan experiencias concretas verdaderamente donde esto se realiza. ¿Entienden lo que significa esto? Quiere decir que ¡el amor vence todo!. Se podrían decir infinitas cosas de este amor que Jesús nos enseña con su vida, con sus palabras, con sus santos. Pero hoy me gustaría subrayar sólo dos puntos, que sin embargo son de una importancia fundamental: Es necesario amar A TODOS, sin excepciones, sin selecciones, sin preferencias, ¡como Dios hace con nosotros! Y aquí se trata de amar al amigo y al enemigo, al simpático y al antipático, al profesor y al vecino de casa, al cartero y al compañero. Amar A TODOS significa también amar a la gente que está lejos de nosotros, pero presente a través de los medios de comunicación, como las víctimas del Tsunami en el Sudeste Asiático, o los jóvenes de la JMJ, llegados desde Países pobres, a los que ustedes han ayudado con el Fondo de solidaridad. El segundo punto: es necesario SER LOS PRIMEROS EN AMAR. Normalmente, amamos cuando nos sentimos amados, se responde al amor que nos llega. ¿Y si no nos llega? No, es mucho mejor tomar nosotros la iniciativa, ser nosotros los primeros en dar un signo de amistad, de perdón, de voluntad de volver a empezar desde el inicio. Intenten amar de esta manera, experimentarán una gran libertad porque ¡ustedes son los protagonistas! Queridísimos jóvenes, ¡ánimo! Vale la pena vivir así, ustedes no están hechos para las cosas a medias, den su corazón a Aquél que sabe llenarlo. Dios necesita jóvenes así, incendiados, que no se dejan frenar por sus propios problemas, estos eternos obstáculos al amor, personas que han quemado todo en el fuego del Amor de Dios y que arrastran a los demás. ¡Qué Jesús, a quien han encontrado, permanezca siempre con ustedes! En el Amor verdadero. (Chiara Lubich, Colonia, 16 agosto 2005) Fuente:Centro Chiara Lubich
De la diócesis de Verona (Italia), son 5 los autobuses de chicos – todos ellos de 17 años –, acompañados por sacerdotes, monitores y familias, que están saliendo hacia Polonia. El campo escuela, organizado para ellos en Cracovia en el marco de la JMJ, está dirigido exclusivamente a ellos, entre los cuales hay también Gen 3, entusiasmados por hacer una experiencia semejante. «Una etapa del viaje se previó para el 22 de julio en Múnich –cuenta Padre Stefano Marcolini de los Focolares, uno de los sacerdotes que acompaña al grupo–, desde donde se irá al ex campo de concentración nazi de Dachau. Por la noche, de regreso a Múnich, decidimos hacer un paseo turístico por la ciudad, ignorando que iba a ser el escenario de un atentado terrorista. No estamos en los aledaños del centro comercial donde sucede el tiroteo, pero la confusión es tal que toda la ciudad (metro, bar y lugares públicos), es tomada por el pánico. El miedo es muchísimo, como también es muy difícil reencontrarse. Menos mal que funcionan los móviles y Google maps. Finalmente, a las 3 de la mañana, nos volvemos a encontrar todos, generosamente acogidos por la iglesia local que nos hospeda y nos ofrece un abundante desayuno. Pero cuando nos ponemos en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores italiano, nos ordenan que regresemos a Italia, dado que el grupo está compuesto por menores».Pero los chicos no se dan por vencidos. Alentados por las palabras con las que el papa Francisco los había invitado a la JMJ: “No se dejen robar la esperanza”, una vez de regreso a Italia han querido participar igualmente en un campo escuela – el que hubieran tenido que hacer en Cracovia – y que el Obispo hace montar a toda prisa en Campofontana (Verona). «El papa, quien fue informado sobre esta aventura, alentó a los chicos a no rendirse, diciéndoles que los esperaba a todos en Cracovia. Mientras tanto, tres de estos muchachos y un sacerdote, son invitados a Cracovia para participar al Festival de los jóvenes de Italia. Y ellos han sido elegidos, junto a otros jóvenes, para hacer, en la conexión con el papa Francisco, una pregunta justamente sobre lo sucedido en Múnich». «Respondiendo a la invitación personal del Papa –continúa Padre Stefano–, al final del campo escuela, los autobuses vuelven a partir hacia Polonia, para llegar a tiempo para participar, el sábado 30, a una audiencia privada con el papa Francisco que ha cambiado su programa para recibirlos. Pero hay más: para el gran encuentro del sábado a la noche, al cual asistirán 2 millones de jóvenes, los chicos de Verona estarán en la primera fila! Y todo esto porque, como dice Ricardo, uno de los Gen 3, “¡no nos hemos dejado robar la esperanza!”».
Hace ya más de 70 años que se vive la Palabra de vida. Llega esta hojita a nuestras manos y leemos su comentario, pero lo que quisiéramos que permaneciese es la frase que se propone, una palabra de la Escritura, en muchos casos de Jesús. La «Palabra de vida» no es una simple meditación, sino que en ella es Jesús quien nos habla, nos invita a vivir, llevándonos siempre a amar, a hacer de nuestra vida un don. Es una «invención» de Chiara Lubich, que contó así su origen: «Tenía hambre de la verdad, y de ahí que estudiase filosofía. Es más, como muchos otros jóvenes, buscaba la verdad y creía que la encontraría estudiando. Pero he aquí una de las grandes ideas en los primeros días del Movimiento, y que comuniqué enseguida a mis compañeras: “¿Para qué buscar la verdad, cuando esta vive encarnada en Jesús, el hombre-Dios? Si la verdad nos atrae, dejémoslo todo, busquémoslo a Él y sigámoslo”. Y así lo hicimos». Tomaron el Evangelio y comenzaron a leerlo palabra por palabra. Les pareció completamente nuevo. «Cada palabra de Jesús era un haz de luz incandescente: ¡puramente divino! […] Sus palabras son únicas, eternas […], fascinantes, escritas con divino esplendor, […] eran palabras de vida, para traducir en vida, palabras universales en el espacio y en el tiempo». No les pareció que estuviesen estancadas en el pasado ni que fuesen un simple recuerdo, sino palabras que Él seguía dirigiéndonos a nosotros y a cualquier persona de todo tiempo y latitud»[1]. Pero ¿de verdad Jesús es nuestro Maestro? Estamos rodeados de muchas opciones de vida, de muchos maestros de pensamiento, algunos aberrantes, que inducen incluso a la violencia, y otros rectos e inspirados. Pero las palabras de Jesús poseen una profundidad y una capacidad envolvente que otras palabras –sean de filósofos, políticos o poetas– no tienen. Son «palabras de vida», se pueden vivir y dan la plenitud de la vida, comunican la vida misma de Dios. Cada mes destacamos una, y así, lentamente, el Evangelio penetra en nuestro ánimo, nos transforma, nos lleva a adquirir el pensamiento mismo de Jesús, lo que nos hace capaces de responder a las situaciones más variadas. Jesús se convierte en nuestro Maestro. A veces podemos leerla con otros. Quisiéramos que el propio Jesús, el Resucitado, vivo en medio de quienes estamos reunidos en su nombre, nos la explicase, nos la actualizase, nos sugiriese cómo ponerla en práctica. Pero la gran novedad de la «Palabra de vida» consiste en que podemos compartir la experiencia y la gracia que nacen de vivirla, tal como Chiara explica refiriéndose a lo que sucedía al inicio y sigue vigente hoy: «Sentíamos el deber de comunicar a los demás lo que experimentábamos, pues éramos conscientes de que, alcomunicarla, la experiencia permanecía para edificación de nuestra vida interior; mientras que, si no la comunicábamos, el alma se empobrecía lentamente. Así pues, vivíamos con intensidad la palabra durante todo el día y nos comunicábamos los resultados no solo entre nosotros, sino también a las personas que iban añadiéndose al primer grupo. […] Cuando la vivíamos, ya no era yo o nosotros los que vivíamos, sino la palabra en mí, la palabra en el grupo. Y esto era una revolución cristiana con todas sus consecuencias»[2]. Lo mismo puede sucedernos a nosotros hoy. FABIO CIARDI [1] Cf. C. Lubich, La palabra de vida (1975): Escritos espirituales/3. Todos uno, Ciudad Nueva, Madrid 1998, p. 124. [2]Ibid., pp. 129-130.
El proyecto, en marcha desde hace algunos años e impulsado porAMU (Acción por un mundo unido) en la República de Kiribati, se dirige a la población de Buota, uno de los pueblos más pobres de la isla de Tarawa, en el pequeño estado insular oceánico. El objetivo del proyecto es el de mejorar las condiciones de vida de la comunidad, por medio de iniciativas dirigidas principalmente a mujeres y niños. Los niños que asistieron al pre escolar son 61, tanto católicos como de otras confesiones o credos religiosos. Quince niños ya terminaron el periodo pre escolar y obtuvieron, por parte del Ministerio de Educación Pública, el diploma que certifica el nivel de conocimientos y competencias adquiridas que los califica para comenzar la escuela primaria. «El pre escolar es una actividad que contribuye a reforzar la colaboración entre los miembros de la comunidad -nos escriben los referentes locales-. Por ejemplo, las madres de los alumnos a menudo trabajan en grupo para proporcionar la ayuda necesaria. Además de algunas colectas de fondos realizadas con la venta de pan y marquetas de hielo, colaboraron en la construcción de una nueva aula entretejiendo la paja para el techo. Toda la comunidad de los Focolares en Buota, que fue la que ideó el proyecto, se ocupó voluntariamente de construir una nueva aula para responder al aumento de los alumnos». El proyecto en Kiribati prevé tambiénalgunas actividades de formación para las mujeres. «Algunas veces fueron actividades difíciles de organizar por el mal estado de las calles: en Buota los caminos no son siempre transitables y llegar al pueblo puede ser muy trabajoso. A pesar de ello, también se trabajó para solucionar este problema». El año pasado 4 personas del Ministerio de Salud dirigieron un breve taller sobre la nutrición de los niños. En esa ocasión se habló de la importancia de una alimentación nutritiva para el desarrollo físico y mental, se habló sobre la higiene, sobre los métodos naturales de planificación familiar y también explicaron cómo armar huertas biológicas. Para alentar la adopción de estilos de vida saludables, el equipo local del proyecto organizó un taller de dos días sobre “cómo cultivar una huerta biológica”, y contaron para ello con la colaboración de personal calificado del Departamento de Agricultura. Se subrayó la necesidad de que muchas personas se dedicaran a esta actividad, de forma que pudieran compartir las experiencias y aprender más fácilmente la manera de obtener un terreno rico de componentes orgánicos. Desde la isla cuentan que, hacia fines del 2015, comenzaron a verse en distintas viviendas de Buota las primeras huertas biológicas ¡con repollos y tomates! Es un aspecto importante en este contexto donde, el progresivo aumento del nivel del mar, va limitando claramente la superficie de la tierra que puede ser destinada a la agricultura. Fuente: AMU online (Asociación para un mundo unido)
Queridos hermanos y hermanas: Está ya cercana la trigésima primera Jornada Mundial de la Juventud, que me lleva a encontrar a los jóvenes del mundo, convocados en Cracovia, y que me ofrece también la feliz oportunidad de encontrarme con la querida nación polaca. Todo va a estar marcado por el signo de la misericordia, en este Año jubilar, y por la memoria agradecida y devota de san Juan Pablo II, que fue el artífice de la Jornada Mundial de la Juventud, y fue el guía del pueblo polaco en su reciente camino histórico hacia libertad. Queridos jóvenes polacos, sé que desde hace tiempo estáis preparando, sobre todo con la oración, el gran encuentro de Cracovia. Os agradezco de corazón todo lo que estáis haciendo, y el amor con el que lo hacéis; desde ahora, os abrazo y os bendigo. Queridos jóvenes de toda Europa, África, América, Asia y Oceanía, bendigo también vuestros países, vuestros deseos y vuestros pasos hacia Cracovia, para que sean una peregrinación de fe y de fraternidad. Que el señor Jesús os conceda la gracia de experimentar en vosotros mismos estas palabras suyas: «Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia» (Mt 5,7). Deseo mucho encontrarme con vosotros, para ofrecer al mundo un nuevo signo de armonía, un mosaico de rostros diferentes, de tantas razas, lenguas, pueblos y culturas, pero todos unidos en el nombre de Jesús, que es el Rostro de la Misericordia. Y ahora me dirijo a vosotros, queridos hijos e hijas de la nación polaca. Siento que es un gran don del Señor el estar entre vosotros, por que sois un pueblo que en su historia ha atravesado tantas pruebas, algunas muy duras, y ha salido adelante con la fuerza de la fe, sostenido por la mano materna de la Virgen María. Estoy convencido de que la peregrinación al Santuario de Częstochowa será para mí una inmersión en esta fe probada, que me hará mucho bien. Os agradezco las oraciones con las que estáis preparando mi visita. Doy las gracias a los Obispos y sacerdotes, a los religiosos y religiosas, a los fieles laicos, especialmente a las familias, a las que llevo en espíritu la Exhortación apostólica postsinodal Amoris laetitia. La «salud» moral y espiritual de una nación se ve por sus familias; por eso, san Juan Pablo II se interesaba especialmente por los novios, los jóvenes esposos y por las familias. Continuad por este camino. Queridos hermanos y hermanas, os envío este mensaje como prueba de mi afecto. Permanezcamos unidos en la oración. ¡Y nos vemos en Polonia!
Acogida «La administración de mi ciudad estaba creando un servicio especial para los inmigrantes. He sentido el impulso de ofrecer mi disponibilidad para este nuevo servicio. He tratado de saber quien, en el edificio donde vivo, había respondido a la llamada. Encontrándome con varias familias me he dado cuenta de toda la aversión que existe hacia los extracomunitarios. En el mismo lugar de trabajo a muchos de mis colegas les molestaba la presencia de los inmigrantes, a los que veían solo como rivales para la obtención de un trabajo o una casa. Al principio, hablando con los colegas y tratando de poner de relieve la importancia de acoger al otro, aunque sea diferente de nosotros, parecía que mi argumento era absolutamente ineficaz. Pero lentamente he visto que tanto ellos como los inquilinos de mi edificio han empezado a demostrar una actitud más “suave”.» (E. M. – Italia) El inicio de una fe nueva «Recuerdo que acababa de llegar a mi lugar de trabajo cuando empezó un bombardeo brutal. Con los otros colegas fuimos a protegernos en el subsuelo con la oreja pegada a la radio para tener noticias. Fue así como supe que el barrio donde trabajaba mi marido también había sido bombardeado. Me sentí mal, estaba a punto de desmallarme. En ese momento en mi mente se abrió camino un pensamiento: «Dios mío, ahora me estás pidiendo que renueve mi fe en ti». Le encomendé a mis niños, a mi marido, a mis padres, pidiéndole que no permitiera que nos alejáramos de él; le pedí sobre todo que los niños, si se hubieran hallado sin padres, encontraran en su camino a personas que los supieran guiar hacia él. Fue un momento inolvidable con el corazón abierto hacia Dios. Desde ese momento vivo mi vida con fe y con una gratitud infinita. » (H. S. – Libano) Limpieza «Un día el propietario del edificio donde vivo decide eliminar todas las antenas TV que están sobre el techo, seguramente por motivos estéticos, Pero a pesar de ello en el inmueble se instaura un clima de batalla. Pero, ¿cómo vencer a “Goliat”? El Evangelio me sugiere que tome el camino de la humildad. Ya que el portero estaba ausente por motivos de salud, la limpieza de las escaleras y de la entrada dejaba mucho que desear. Puesto que los otros inquilinos no se soñaban para nada limpiar ni siquiera el proprio rellano, tomo yo la iniciativa y me pongo a limpiar las escaleras desde arriba hasta la acera. Lo hago con alegría y con ganas. Esa misma noche el propietario llama a mi puerta y con gran amabilidad propone poner él mismo mi antena de televisión allí donde estaba. Desarmado y asombrado, aprovecho de sus buenas intenciones para pedirle que instale también las otras antenas. Al final todo vuelve a su lugar. Con los vecinos, desde aquel momento, empieza una relación muy diferente. Ahora, además, limpian a turno las escaleras.» (B. M. – Francia)
Al joven filipino que le preguntaba: “Con el corazón en la mano, ¿qué quisieras decirnos a todos nosotros, que estamos aquí en el Genfest, y a los jóvenes del mundo que nos siguen por televisión?”, Chiara Lubich respondió: «Les repito lo que dijo una vez santa Catalina de Siena, una gran santa, una mujer maravillosa, hablando a sus discípulos: “No se contenten con cosas pequeñas porque Él, Dios las quiere grandes”. Yo les digo: gen, jóvenes, no se contenten con las migajas. Tienen una única vida. Aspiren a lo más alto. No se contenten con las pequeñas alegrías, busquen las grandes, busquen la plenitud de la alegría. Me podrán preguntar: “¿Dónde la encontramos, Chiara?”. Bien, acabo mi discurso nombrando una vez más a Jesús. Él dijo que quien vive la unidad tendrá la plenitud de la alegría. Por tanto la herencia que recibirán, si viven este ideal, será la plenitud de la alegría. Esto es lo que anhelo para ustedes y la última palabra que les dejo». Roma, Palaeur, Genfest 20 de mayo de 1995 Fuente:Cercate la pienezza della gioia. 50 risposte ai giovani, Città Nuova 2012
Hoy en día se habla del Amazonas sobre todo porque estamos preocupados por su deforestación y por la explotación de sus numerosos recursos por parte de políticos y economistas sin escrúpulos. Pero son pocos los que conocen los problemas de las comunidades que viven en las riberas de su inmenso, homónimo río, tan valioso para nuestro enfermo planeta. Las dificultades para acceder a cualquier tipo de asistencia sanitaria son enormes. Por ejemplo en Óbidos (casi 50.000 habitantes), el único hospital que existe, gestionado por los Terciarios Franciscanos, dispone de un solo médico para atender los casos más urgentes, mientras que para citas con especialistas hay que trasladarse hasta Santarém, a 6 horas de navegación. La Conferencia episcopal brasileña (CNBB) pide respuestas concretas, preocupada también por la escasa asistencia espiritual a una población con una índole profundamente religiosa. Este llamamiento ha despertado el interés de centenares de personas de los Focolares (jóvenes y adultos de todo el País) y no sólo ellos, que desde el 2005 dan vida al “Proyecto Amazonas”. Ellas, de año en año, en la época de las vacaciones, se ponen en viaje para visitar las diferentes comunidades ribereñas de la región. Son profesionales de la sanidad, pero también gente común, que van allí para escuchar los problemas de la gente, cuidar a los enfermos, jugar con los niños, en un tácito pero explícito testimonio de Evangelio vivido. En este mes de julio se están llevando a cabo misiones de este tipo en tres diferentes localidades: Obidos (Pará), Magnificat (Maranhão) e Barreirinha (Amazonas).A Óbidos fueron 22 voluntarios, entre los que había 4 médicos, un dentista, una fisioterapista y un estudiante de medicina. Éstos, con el soporte logístico de los habitantes y de la prefectura, en los 7 días de su incansable permanencia en el lugar, han logrado visitar siete comunidades, atendiendo en total a más de 1000 personas. Fueron de casa en casa, hospedados durante la noche por la generosidad de la gente, que no ha dudado en apoyar a los voluntarios para echarles una mano, creando así un clima de gran fraternidad entre todos. Y en el momento de separarse, cada vez se repetía la misma escena: nadie quería creer que al día siguiente los “misioneros” se irían a otra comunidad, como también nadie podía decir quien había probado más alegría por aquel intenso día vivido juntos. Pues, si es cierto el dicho que “hay más alegría en dar que en recibir” también es verdad que – según decían los voluntarios – quien ha recibido más han sido ellos, por haber conocido de cerca a una población tan genuina, tan rica de valores, de coraje, de fe auténtica. Cada saludo final ha terminado con la promesa de volver el año próximo, acompañados por nuevos amigos contagiados por su entusiasmo. Significativo el testimonio de un joven voluntario de Benevides que daba las gracias por haber “crecido espiritualmente y humanamente”. Y el de una muchacha de Belén que, impresionada “por estas personas extraordinarias que he conocido”, ha declarado que una vez de vuelta a casa “iba a recomendar a todos una experiencia de este tipo”. Un joven venido de Belém comentaba: “Vivo en una sociedad en la que uno se interesa solo por el último Smartphone, mientras que aquí he visto niños felices por haber recibido un simple lápiz. He visto a personas que se ponían en fila sin la seguridad de que iban a ser atendidos por los médicos, mientras que donde vivo, si tengo que esperar aunque sea un poquito empezamos a reclamar. Y a pesar de todo, incluso en situaciones desfavorables, entre ellos no falta la alegría. Escuchando sus historias, me he convencido de que algunos de ellos merecerían un doctorado honoris causa. Ver también: http://projetoamazonia2016.blogspot.com.br/
Syrian artist, Tammam Azzam’s artwork for Caritas ‘Syria: Peace is Possible’ campaign
Una movilización masiva, una campaña que tiene como fin movilizar el mundo entero. Es el objetivo de #PeacePossibile4Syria, el proyecto lanzado por Caritas Internacional que involucra a todos los países en donde está presente la organización. «No es una campaña contra algo, sino a favor de la paz. A pesar de que denuncia abiertamente la venta de armas», explica Rosette Hechaime, libanesa, coordinadora de Caritas en Medio Oriente. «El Santo Padre siente mucho la situación de Siria y en varias ocasiones, cuando nos hemos encontrado con él, nos ha invitado a levantar la voz para hacer callar las armas. Caritas es una de las entidades más grandes que responde a esta crisis humanitaria, en curso desde hace 5 años. Hemos recogido historias de quien emigra y de quien se queda, para darlas a conocer a través de las redes sociales, para no dejar de creer que la paz en Siria es posible». En la página http://syria.caritas.org/ es posible encontrar todo el material para adherir a la campaña y difundirla poco a poco. «Porque la guerra en Siria ya ha dejado 4,8 millones de refugiados en el extranjero y 6.5 millones han sido desplazados dentro del país. Y lo que es demasiado, es demasiado», continua Rosette. https://www.youtube.com/watch?v=E-Q-8rThyUY (Videomensaje del Papa – integral) En su mensaje el Papa Francisco no se cansa de exhortar a todos: «Únanos las fuerzas, a todo nivel, para hacer posible la paz en la amada Siria». ֿ También creen en esto las 230 personas que del 5 al 10 de julio se reunieron en Al Btar (en las montañas del litoral sirio), provenientes de varias partes del país, para vivir la “Mariápolis – la ciudad de María”, «un verdadero don de Dios en medio de tanta violencia». La alegría ha sido común por poder volverse a encontrar después de 5 años, durante los cuales, precisamente por la inestabilidad de la situación, no fue posible verse. El título elegido para esta cita fue “Después de la espera hemos vuelto a ti”. «El programa, que era intenso en la mañana y recreativo en la tarde, ayudó a cada participante, mediante la intervención de sacerdotes y religiosos expertos, a encontrarse consigo mismos, a revisar la relación personal con Dios, cómo vivir la oración y la relación con el otro», escriben desde los Focolares de Damasco y de Alepo. «Regresamos con el Paraíso dentro para llevarlo allí donde estamos y donde hay todavía tanto infierno», comentó uno de los participantes. «Para quien viene desde fuera es realmente un milagro –cuenta M.Grazia, italiana, quien está desde hace algunos meses en el focolar de Damasco-. Estamos en guerra. Me impresiona la integridad de la gente, no sólo los numerosísimos jóvenes: es gente pacífica que sueña y desea la paz. Tantos han perdido la esperanza, nos preguntamos: ¿Creer en la unidad, no es una utopía? ¿Es una utopía la paz? En cambio, a pesar de todo se sigue creyendo en Dios, pero sientes en tu piel estas preguntas. La Mariápolis ha sido una bocanada de oxígeno en medio de esta realidad, estuvo llena de experiencias fortísimas: a quien le raptaron a su hermano, quien perdió todo de un día para otro, quien no tiene noticias de sus parientes, familias desmembradas, luz y agua a cuentagotas con 40º de temperatura, sin saber cómo será el mañana, se vive en la más absoluta incertidumbre». Como conclusión, los 230 mandaron un saludo que le dio la vuelta al mundo, conscientes de que no están solos y que forman parte de una gran familia. Con el impulso, como exhortó el Papa en su mensaje, de encarnar esta Palabra de Dios: «Yo conozco el proyecto que tengo sobre ustedes –dice el Señor- un proyecto de paz y no de desventura, para concederles un futuro lleno de esperanza» (Jeremías 29,11)». https://vimeo.com/175367097 Maria Chiara De Lorenzo
«Carmen, ¡qué gran ayuda para el Camino! ¡Qué mujer fuerte! Nunca conocí a nadie como ella». Con estas palabras Kiko Argüello comunica la muerte de Carmen Hernández en una cartadirigida a todos los caminantes, los que adhieren a la propuesta del Camino Neocatecumenal. Kiko Argüello escribe también que Carmen fue para él «un ser maravilloso» y recuerda «a la mujer, su gran genialidad, su carisma, su amor por el Papa y, sobre todo su amor a la Iglesia» Carmen Hernández era la responsable junto con Kiko Argüello y el Padre Mario Pezzi del Camino a nivel internacional. Los funerales se realizarán el 21 de julio en la Catedral de Madrid y los presidirá el Arzobispo Carlos Osoro Sierra. La recuerdan las más de 30 mil comunidades neocatecumenales, que están presentes en 120 países del mundo. Estará presente un numeroso grupo de obispos y cardenales cercanos a la realidad neocatecumenal. Ella nació en Olvega, en España, y vivió una larga vida. Estaba atenta a escuchar al Espíritu que la llevó, después de haber estudiado química, a encontrar la vocación misionera que advirtió en su juventud. Hizo una experiencia en un instituto misionero, realizó estudios de liturgia en el contexto de la profunda renovación conciliar y pasó un período de dos años en Tierra Santa. Finalmente, en 1964 tuvo un encuentro con Kiko entre los marginados de Palomeras Altas, en la periferia de Madrid. Allí el impulso evangelizador de Carmen tomó una forma nueva, junto con la comunidad cristiana que con Kiko iba formándose en medio de los pobres. La presencia de Carmen proporciona una sólida base teológica y litúrgica a la fuerte catequesis de Kiko, y su acción se convierte en una verdadera y justa formación post-bautismal. Fue fundamental su rol en la redacción del Estatuto del Camino que tuvo la aprobación de la Santa Sede en 2011. En el 2015 recibió el Doctorado Honoris Causa en Sagrada Teología de la Catholic University de América de Washington, en reconocimiento a su gran contribución a la formación cristiana en todo el mundo. «Ustedes recibieron un gran carisma, para la renovación bautismal de la vida», dijo el papa Francisco en su discurso a los adherentes al Camino Neocatecumenal el pasado 18 de marzo, la última vez que Carmen Hernández fue vista en público. Pero el Santo Padre habló con ella personalmente por teléfono el 1º de julio pasado durante una audiencia privada que le concedió a Kiko Argüello y al Padre Mario Pezzi. El Movimiento de los Focolares se une a la oración y al agradecimiento, teniendo un vivo recuerdo de la comunión entre los movimientos eclesiales sellada en Pentecostés de 1998 cuando Juan Pablo II se encontró por primera vez con los Movimientos y las Nuevas comunidades, cada uno fruto particular de un carisma donado por el Espíritu Santo a la Iglesia y a la humanidad para responder a las exigencias de nuestro tiempo. Maria Chiara De Lorenzo
Quinientos kilómetros. Tres estudiantes de arquitectura colombianos, una lista de lugares, personas de Italia y Malta, paisajes y experiencias con los cuales confrontarse, privilegiando los lugares menos conocidos. «Estos son los ingredientes de una gira inspirada en los Grandes Tours que hacían los estudiantes recién graduados en Italia, para aprender en el lugar, para palpar, para hacer una experiencia directa», explican los arquitectos italianos Iole Parisi y Mario Tancredi, coordinadores del proyecto. Revelando así el origen del nombre, “Habitandando (Habitar-andando): el viaje como método, el territorio como aula”. Es un viaje que comenzaron el 29 de junio y concluyeron el 16 de julio: «Habitar, que quiere decir algo así como poseer; y andar, representa en cambio lo fugaz, lo errante. El territorio hay que poseerlo para poder comprenderlo y el viaje es el método de aprendizaje». El viaje, realizado por ‘Diálogos en Arquitectura’ junto con el taller itinerante de la Universidad de La Salle de Bogotá, con quienes desde hace años existe una fluida colaboración, tuvo un componente académico y una parte más experiencial. Las etapas del recorrido llevaron al grupo Habitandando (Habitar andando) a Catania, donde un grupo de arquitectos e ingenieros está trabajando en un gran proyecto – dirigido por Paolo Mungiovino – que consiste en la recuperación de un antiguo edificio histórico. Se trata del ex “Convento dei Crociferi”, situado en el centro histórico que será acondicionado como Museo Egipcio, gracias a un convenio con el Museo de Turín. En Chiaramonte Gulfi (RG), después de un cálido recibimiento, con la presencia del vice-alcaldesa y algunos miembros del consejo comunal, conocieron la experiencia de la Cooperativa Fo.Co, que trabaja para responder a los desafíos actuales de Sicilia y de la región: la llegada de los emigrantes y refugiados. «Allí aprendimos cómo se puede conciliar el amor por la propia tierra con los desafíos de la integración; en forma capilar, atenta. Una verdadera lección de diálogo», cuentan Mario y Iole. En Calabria, la guía fue María Elena Lo Schiavo, vice-alcaldesa de Marina di Gioiosa Ionica: «Con su sencillez, nos mostró la conocida determinación de la gente de esta tierra que dice “no” a las pandillas, a través de muchos “sí”, al compromiso, a lo positivo, a la creatividad. Anna Cundari, arquitecta de Consenza, nos llevó al corazón del Parque nacional del Pollino, pasando por barrios de alto riesgo, abandonados, y nos hizo conocer a personas que por el amor a su propia tierra, también ellos dicen “si”, con fuerza y generosidad, restaurando y levantando, a menudo con sus propias manos, casas y capillas y, a través de ellas, devuelven también poco de alma a este territorio». En Pescara, los estudiantes y docentes de la Universidad de Annunzio, inspirados por el fuerte impulso social de la Universidad de Bogotá, se comprometieron en un difícil proyecto, en uno de los grandes barrios marginales de la ciudad adriática, habitada por gitanos e inmigrantes, involucrando escuelas y asociaciones. «La lista de los contactos de estos 15 días de viaje –concluyen los organizadores- sería todavía bastante larga, pero en síntesis nos parece que pudimos saborear una “belleza” que, lejos de apreciaciones estéticas, surge de las relaciones entre las personas y de la relación que ellas tienen con los territorios. De modo que la belleza de los paisajes, de las aldeas y de las ciudades se “encendió” gracias a las relaciones, al diálogo, al poner en relieve las buenas prácticas que todavía muchos, sin demasiado ruido, son capaces de poner en movimiento». Maria Chiara De Lorenzo
27 de julio: cita con los jóvenes del Movimiento de los Focolares en el contexto del Festival de la Juventud
El programa de la JMJ Todas las informaciones: http://www.krakow2016.com/es/ «Nosotros, los polacos, tuvimos una enorme alegría cuando recibimos la noticia de que la próxima Jornada Mundial de la Juventud se realizaría en Cracovia. En los tres años de preparación con los jóvenes del Movimiento de los Focolares nos preguntamos de qué forma podríamos contribuir en la realización de este evento. Nos parecía que lo lógico era integrarnos en el programa de forma activa y comunitaria. Poco a poco se fue aclarando nuestro rol en el Festival de la Juventud, un programa religioso y artístico-cultural que se desarrollará durante la JMJ y que incluye iniciativas artísticas de tipo religioso y espiritual. Habrá conciertos, exposiciones, talleres, eventos deportivos, teatro, etc, a los cuales están invitados a participar gratuitamente todos los jóvenes de la JMJ que estén interesados. Se nos confió la preparación de uno de estos eventos que se realizará el día 27 de julio y… en este momento estamos sumergidos en su preparación. Estamos trabajando para este encuentro que constará de dos partes: integración y reflexión. La primera parte será un momento de juegos, bailes y cantos, una ocasión para conocer al otro. Sabemos que los participantes vendrán de distintas partes del mundo por lo tanto, esperamos que el idioma no sea un obstáculo para la unidad. Teniendo en cuenta que el tema de la JMJ se refiere a las palabras: “Felices los misericordiosos, porque encontrarán misericordia” (Mt 5,7), elegimos como lema de nuestro encuentro la red de misericordia que queremos tejer entre nosotros y a la que queremos invitar al hermano que se encuentre a nuestro lado. También queremos invitar a los jóvenes a una oración internacional. En la segunda parte del evento organizaremos una vigilia de reflexión, en la cual, a través de coreografías, música y testimonios, nos detendremos en las obras de misericordia espirituales y corporales. Durante la adoración del Santísimo Sacramento acompañarán la reflexión los textos de Chiara Lubich y canciones del Gen Rosso. Estaremos presentes también en el Centro de las Vocaciones donde los jóvenes podrán conocer las iniciativas de las congregaciones religiosas, de las escuelas y universidades católicas, de las casas editoriales religiosas, las organizaciones misioneras, los movimientos y comunidades nacionales e internacionales. Aquí, como Movimiento de los Focolares estaremos a disposición de todos aquéllos que deseen conocer más sobre nuestra comunidad. Deseamos que esta JMJ pueda ser para nosotros un tiempo de unión con Dios y con los demás y que todos los que participen de nuestro evento puedan vivir una experiencia de unidad y que después puedan compartir con otros y concretar en los ambientes en los que viven» Fuente: Noticiero Mariápolis Julio 2016
Ludo-dependiente «Soy sacerdote. Un ex compañero mío del seminario que no continuó con los estudios para el sacerdocio cayó en los juegos de azar, convirtiéndose en víctima de ellos. Era un joven brillante. La esposa lo abandonó debido a las deudas que adquiría e inclusive su propia familia se desinteresó de él. Sus ingresos no logran cubrir los intereses de los bancos. Cuando se me acercó, pidiéndome ayuda, lo escuché durante largo tiempo, pero su preocupación era sólo la de lograr pagar las deudas, no quería otros consejos. Le presenté a un amigo médico y a un abogado: su situación de dependencia del juego era clara. Busqué posteriormente un centro que lo pudiese curar y también el abogado se comprometió a atenderlo gratis. Ahora está en un instituto y se está recuperando bien. Un día, mientras rezaba por él, me daba cuenta que la caridad, para ser verdadera, precisa el corazón, la mente y las fuerzas» (B. D. – Italia) La vecina de casa «Mi vecina estaba en dificultades: se notaba por la forma de vestirse y por su tristeza. Una tarde la invité a mi casa, me contó que la enfermedad de su esposo había agotado todos sus ahorros y que la pensión que recibían era insuficiente. Mi marido y yo decidimos ofrecerle una parte de nuestros ahorros. Ella no quería aceptar porque no sabía cómo iba a hacer para devolvernos el dinero. Pero insistimos, seguros de que la Providencia nos habría ayudado en caso de necesidad. Poco después nuestra hija empezó a trabajar; precisaba un auto para trasladarse, pero lo que teníanos no nos permitía comprar el auto. Un pariente de nuestra vecina supo que teníamos esta necesidad y nos regaló un auto en perfecto estado que él no usaba más. El motivo de este gesto: “Supe lo que ustedes hicieron con mis tíos. Es lo mínimo que yo puedo hacer para agradecerles”» (R. F. – Francia) Jugo de nabos rojos«Cristina, viuda desde hace algún año, no se detuvo ante las dificultades que aparecieron después de la muerte de su marido, al contrario, ella siguió con mayor compromiso ocupándose de los demás. En su trabajo tiene una colega, que también es viuda, que por su modo de actuar, era antipática para todos. Un día, viéndola especialmente pálida, Cristina le preguntó si tenía algún problema. La colega respondió evasivamente que no se encontraba bien y que tomaba muchos medicamentos. Cristina entonces empezó a pareparar para ella, todas las semanas, botellas de jugo de nabos rojos o de zanahorias. Sorprendida por estas atenciones, la colega le confió a Cristina: “Pienso que tu fuerza de ir hacia los demás es un don que te viene de Dios. Yo, en cambio, después de la muerte de mi marido, me llené solamente de rabia y dolor. Esta es mi verdadera enfermedad”» (C. K. – Hungría) Fuente: El Evangelio del Día, Editorial Città Nuova, Julio 2016
«”Un incendio nunca comienza con un gran fuego, sino siempre con una pequeña llama. Hoy, estamos aquí para encender esa llama”. Estas palabras de Mons. Gaspard Béby Gnéba, pronunciadas en las “Jornadas de la misericordia y de la fraternidad entre los pueblos” expresan cómo fue la experiencia que vivieron», escriben Vitoria Fransiscati y Bertin Lubundi desde la ciudadela de los Focolares en Man, la Mariápolis Victoria, al concluir las “Jornadas de la Misericordia”, organizadas por los Focolares por iniciativa del Obispo de Man, desde el 24 al 26 de junio pasado. La preparación dio pie a realizar una serie de encuentros entre las categorías más variadas, en una diócesis que cuenta solo con el 6% de personas bautizadas. Las ocasiones de diálogo, por lo tanto, ¡no faltaron! En la jornada de formación sobre la Fraternidad en la vida política, el 25 a la mañana, estuvieron presentes 15 jefes tradicionales y 18 imames de los 33 barrios de la ciudad. Resolución de los conflictos, pensamiento y experiencias sobre el “ejercicio del poder” según la espiritualidad de la unidad, fue uno de los temas que trataron juntos y que despertaron una viva polémica. Entre todos los testimonios, uno muy interesante, fue el del Imam Rev. Koné, de la mezquita más importante de Man. Habla de su relación con el obispo católico: “Fue él el primero en venir a verme, él me amó antes que yo a él. Elaboramos un trabajo en conjunto; ahora llegó el momento de ponerlo en práctica: deberemos instruir a nuestros fieles, aprender a respetarnos, aceptar nuestras diferencias y conocer la fe el uno del otro”. Estas jornadas comenzaron la noche anterior (viernes 24 de junio) con un concierto que tenía por título, “Muchos pueblos, una familia”, que contó con las actuaciones de algunos grupos artísticos de diversas etnias. Las Jornadas de la Misericordia despertaron la ciudad de Man con una marcha por la paz. Cristianos y musulmanes juntos, caminaron 7 km desde el centro de la ciudad hasta la ciudadela de los Focolares. Luego se realizaron una serie de visitas, para llevar regalos a 32 familias pobres, llegando así prácticamente a todos los barrios de Man. Los protagonistas fueron el obispo, con su delegación y las familias. «Momentos de emoción y de alegría de las personas que fueron visitadas, también por la sorpresa de ver que el obispo personalmente llevaba un regalo sin esperar nada a cambio, como lamentablemente sucede a menudo, sobre todo por parte de algunos políticos que lo hacen para “comprar un voto”, escriben desde Man. Un comienzo, para llegar a realizar un sueño, como lo expresó el Obispo: «Un proyecto de formación para quien tiene la responsabilidad en la sociedad: políticos, administradores, los que trabajan en el diálogo interreligioso», para continuar «viviendo la misericordia en la vida social» El reportaje de RTI (Radio Televisión de Costa de Marfil) en francés https://www.youtube.com/watch?v=yvsr0KwISTs&feature=player_embedded Maria Chiara De Lorenzo
«La ilusión y el sueño son las características de este proyecto», cuenta Flavia Cerino, abogada, coordinadora de las actividades en Sicilia. En la compleja realidad de las migraciones, encontró uno de los problemas más urgentes: el de los menores extranjeros no acompañados (MENA) que desembarcan en las costas italianas extenuados por los largos viajes, pero todavía llenos de esperanza en el futuro. Entre los migrantes que llegan a Europa, sin duda los menores no acompañados son los que más necesitan apoyo. En los primeros 5 meses de 2016 (fuente UNICEF) se registraron en Italia 7.000 llegadas, el doble con respecto al mismo periodo del año anterior. «Para poderse quedarse legalmente en Italia, agrega Flavia, estos muchachos necesitan insertarse en el mundo del trabajo lo más rápido posible. Si no logran hacerlo y no regularizan sus papeles, una vez que alcanzan la mayoría edad, se convierten por ley en clandestinos, con el riesgo concreto de entrar en los círculos de la delincuencia». «Por mucho tiempo reflexionamos juntos sobre la situación y las posibles intervenciones, agrega Francesco Tortorella de AMU – Acción por un Mundo Unido, uno de los promotores del proyecto. Nos confrontamos también con varios profesionales que conocen el problema en sus mínimos detalles. La Cooperativa Fo. Co., otro ente promotor, que desde hace años trabaja con los jóvenes migrantes y los acompaña en sus trayectorias de vida. Además fue fundamental, desde el inicio, la contribución de AFN – Acción por Familias Nuevas: los chicos antes que nada necesitan una familia, en el sentido más amplio y profundo de la palabra». La primera fase del proyecto “Conformar una red más allá de la Acogida” empezó oficialmente el pasado 6 de junio, en Catania y en Ragusa, con la puesta en marcha de un programa de formación profesional. Se seleccionaron 43 jóvenes, entre los cuales 11 italianos que, por distintas situaciones de inadaptación social, viven en albergues. La presencia de chicos italianos es una fortaleza del proyecto, que quiere apoyar a jóvenes en condiciones de vulnerabilidad, independientemente de su ciudadanía. La formación durará hasta octubre, incluidas las primeras prácticas empresariales; la segunda fase del proyecto, tal vez la más innovadora, involucrará en todas las provincias italianas, tanto a empresas disponibles a insertar a jóvenes en equipos de trabajo, como a familias en las que lo jóvenes puedan encontrar un núcleo de relaciones estables, indispensable para su inserción social. En toda Italia se constituyeron nudos territoriales: una verdadera red de seguridad para poder vincular la disponibilidad de familias y empresas con las necesidades de capacitación y trabajo de los chicos. Las empresas que adhieren a Economía de Comunión y al AIPEC tendrán un papel fundamental. Es a partir de estas redes que se busca ofrecer oportunidades de trabajo a los jóvenes que participarán en el proyecto. Por su parte, AFN osfl ha activado desde hace varios meses su red de familias, promoviendo la disponibilidad a la acogida de los jóvenes, por ahora se ha hecho la experiencia en los periodos de vacaciones. «A finales de 2015, escribe Paola Iacovone, 7 chicos que viven en comunidad pudieron hacer una experiencia de familia que fue para todos, también para quienes los acogieron, muy positiva. Provenían de Egipto, Malí y Senegal, eran cristianos copto ortodoxos y musulmanes, y los acogieron familias de Roma, Lanciano, Ancona y Cosenza». En fin, ¡la aventura sólo acaba de empezar! Las instituciones brindaron una óptima acogida al proyecto; si este primer modelo experimental funcionara, se podría sin duda proponer y realizarlo a mayor escala, tal como todos desean. En el sito del proyecto todos los detalles y las informaciones para adherir y contribuir.
A finales de 2013, empezaron los disturbios en Kiev que desembocaron, en abril de 2014, en la revolución de Ucrania del este. Desde entonces todo quedó igual. Situaciones que ocupaban las primeras páginas de los periódicos, y de las que los medios de comunicación ya no hablan. Pero la violencia sigue manteniendo paralizada a la población que vive en condiciones dramáticas. En Ucrania viven pequeñas comunidades de los Focolares (Mukácheve, Leópolis, Kiev), que tratan de responder al mal que los rodea. En los últimos meses se realizaron varios viajes, y la visita de un pequeño grupo de los Focolares de Eslovaquia a la capital, Kiev y a Járkov, ciudad en el noreste del país. Elena Vladova y Martin Uher comparten su experiencia directa. «Por el éxodo de personas en edad laboral, en las familias se han quedado sólo los ancianos, tal vez uno de los padres y los niños de varias edades. Estos niños son “huérfanos sociales”, como afirma Su Beatitud Sviatoslav Sevcuk, el Arzobispo Mayor de la Iglesia greco-católica: “saben lo que es la familia sólo a través de internet y también en el futuro no sabrán crear una familia verdadera y sana”». Entre las entidades que valientemente tratan de dar vida a iniciativas humanitarias, se encuentra la Iglesia Católica a través de Cáritas y de los Institutos religiosos. Gracias, también a los numerosos llamados del Papa Francisco, como el del pasado 3 de abril, ha sido posible crear una red de ayuda y apoyo a los sectores más afectados, reconocida con gratitud por muchos, incluso por las autoridades gubernamentales. Está conformada por comedores para los pobres, centros de rehabilitación, casas de acogida para madres solteras y sus niños nacidos por la violencia. En este sentido resulta significativo el trabajo de las hermanas de Don Orione que han equipado una casa para cuidarlos. También los Focolares tratan de expresar su cercanía a las personas ucranianas con las que están en contacto, a través de las comunidades de Eslovaquia. Recientemente, en mayo, un grupo de Eslovaquia viajó a Kiev, la capital, para encontrarse con las familias y otras personas. «Visitar los lugares que fueron escenario de “la revolución”, hace dos años, es siempre muy impactante. Forman parte de la cultura contemporánea ucraniana. Están escritos los nombres de las personas que murieron durante los combates en la plaza Maidán de Ucrania y los de quienes murieron en la guerra en Ucrania del este (que todavía sigue en curso). La gente está orgullosa de ellos», escribieron a su regreso. «Muchos coloquios personales, mucho dolor con tantos temores que hay que llevar juntos… Y así las familias tratan de poner en práctica la invitación de S.B. Sviatoslav Sevcuk: “Necesitamos familias que sean ‘médicos’ para nuestras familias”».
Elena Vladova y Martin Uher con Mons. Stanislav Szyrokoradiuk, obispo de Kharkiv
«Desde el inicio de este año, el Padre Anton Konecny de los Focolares, por pedido del Obispo de Mukácheve (Ucrania) Antal Majnek, se trasladó de su diócesis ubicada en Košice (Eslovaquia del este) a una parroquia en Ucrania del oeste. Su presencia y su servicio contribuyen al desarrollo de las relaciones tanto dentro de la parroquia como en el plano ecuménico y también con las autoridades civiles». Elena y Martin, luego, viajaron a Ucrania del este llegando hasta Járkov, una hermosa ciudad que cuenta con 2 millones de habitantes y que fue capital del país antes de la revolución rusa, pero que ahora lleva las huellas de la situación actual. Visitaron a Mons. Stanislav Szyrokoradiuk, amigo de los Focolares y desde hace dos años Obispo de la diócesis de Járkov, que abarca todos los territorios donde hasta hoy se combate. Ahí se dieron cuenta «de la gran necesidad que tiene la población de poder contar con la solidaridad de todos. Y de la importancia, para los cristianos ucranianos, de saber que también fuera de su país hay quienes rezan y ofrecen por la paz en Ucrania. Precisamente como subrayó el Cardenal Parolín durante su reciente visita a Ucrania: “¡Dios no los ha olvidado…!”». Maria Chiara De Lorenzo
Unidad: palabra divina. Si en un momento dado fuese pronunciada por el Omnipotente y los hombres la llevasen a la práctica en sus más variadas aplicaciones, veríamos el mundo pararse de golpe en su marcha general y, como en una moviola, reanudar la carrera de la vida en dirección opuesta. Innumerables personas desandarían el ancho camino de la perdición y se convertirían a Dios, encaminándose por la senda estrecha… Familias desmembradas por peleas, heladas por la incomprensión y el odio y como muertas debido a los divorcios, se recompondrían. Y nacerían niños en un ambiente de amor humano y divino y se forjarían como hombres nuevos para un mañana más cristiano. Las fábricas, normalmente llenas de «esclavos» del trabajo en un ambiente de tedio, si no de blasfemia, se convertirían en lugares de paz, donde cada cual trabaja en su parcela para bien de todos. Y las escuelas reventarían los muros de la limitada ciencia para poner conocimientos de todo tipo al servicio de la contemplación eterna, aprendida en los pupitres como en un continuo desvelarse de misterios intuidos a partir de pequeñas fórmulas, de leyes simples, hasta de los números… Y los parlamentos se transformarían en un lugar de encuentro de hombres a los que les apremia, más que la idea que cada uno sostiene, el bien de todos, sin engaños a hermanos ni a patrias. En definitiva, veríamos el mundo hacerse más bueno y el Cielo bajar como por encanto a la Tierra, y la armonía de la creación serviría de marco a la concordia de los corazones. Veríamos… ¡Es un sueño! ¡Parece un sueño! Y sin embargo, Tú no pediste menos cuando rezaste: «Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo». Chiara LubichFuente: Lubich, Chiara Fermentos de unidad, Ed. Ciudad Nueva, 1969.
«Han pasado 25 años desde que, en mayo de 1991, Chiara Lubich lanzara en Brasil la semilla de la Economía de Comunión (EdC). Entonces yo era un joven recién licenciado en economía y sentí que lo que estaba ocurriendo en Sao Paulo tenía que ver también conmigo. Aún no sabía cómo, pero intuía que yo formaría parte de aquella historia que estaba comenzando. Hoy sé que haber acompañado el desarrollo de aquel “sueño” ha sido un acontecimiento decisivo en mi vida. Mi vida habría sido muy distinta sin aquel encuentro profético entre una mirada de mujer y el pueblo brasileño. El muro de Berlín acababa de caer y en aquel mundo y en aquel tiempo la propuesta lanzada por Chiara a los empresarios de compartir sus talentos, sus riquezas y sus beneficios para ocuparse directamente de la pobreza, resonó como una gran innovación, que hizo de la EdC una novedad económica y social importante y de frontera en el ámbito de la responsabilidad social de la empresa, que todavía se encontraba en sus primeros tiempos. No se trataba simplemente, como dijo algún economista (Serge Latouche, por ejemplo), de una reedición del “empresariado católico”. El ADN de aquella semilla llevaba también una idea distinta de la naturaleza de los beneficios y por consiguiente de la empresa, entendida como bien común, en una perspectiva global y mundial (no muy frecuente en aquellos años). Los empresarios se vieron involucrados de este modo en la solución a un problema social de desigualdad.
A Chiara le impresionó el contraste entre las favelas y los rascacielos de la ciudad de Sao Paulo, pero en lugar de lanzar un proyecto social en las periferias de la ciudad o una actividad de captación de fondos, dirigió su invitación a los empresarios, que, como sabemos, no tienen como objetivo primario la creación de beneficios para donarlos fuera de la empresa, porque, cuando las empresas son honradas, no hay muchos beneficios extra y los que hay muchas veces son reinvertidos en la propia empresa. Así pues, la EdC lleva dentro de sí la intuición de que para reducir la pobreza y la desigualdad hay que reformar el capitalismo y, por consiguiente, su institución principal: la empresa. El lenguaje con que se expresó la intuición de Chiara y su primera mediación cultural y económica fueron los que estaban a disposición de la sociedad, de la Iglesia, del pueblo brasileño y del Movimiento de los Focolares. Pero a 25 años de distancia, el gran reto colectivo que se le plantea a la EdC consiste en expresar las intuiciones clave de 1991 en palabras y categorías capaces de hablar y ser comprendidas en un mundo cultural y socioeconómico que en estos 25 años ha cambiado radicalmente. También la frontera de la responsabilidad social de las empresas y la comprensión de las pobrezas han avanzado mucho con el cambio de milenio. El mundo de la empresa social se ha convertido en un movimiento variado, dinámico y en constante crecimiento. La llamada sharing economy está produciendo en todo el mundo experiencias muy innovadoras.
La reflexión sobre la pobreza y las acciones para aliviarla se han enriquecido, gracias al pensamiento y a la acción de economistas como Amartya Sen o Muhammad Yunus. A finales del segundo milenio, compartir los beneficios de las empresas a favor de los pobres y de los jóvenes representaba una innovación en sí misma. Pero si en 2016 seguimos encarnando la propuesta de la EdC con aquellas mismas formas, la propuesta parecerá obsoleta e insuficientemente atractiva, sobre todo para los jóvenes. En un mundo social y económico radicalmente distinto, la EdC está llamada a regenerarse, como está haciendo y como siempre ha hecho para llegar viva a sus “bodas de plata”. Y de bodas se trata, porque cada vez que un carisma logra encarnarse, hay un encuentro esponsal entre cielo y tierra, entre ideal e historia. Bodas como las de Caná, cuando el agua se convirtió en vino porque una mujer vio que la gente se había quedado sin vino, creyó, pidió y obtuvo el milagro. La Economía de Comunión seguirá viviendo y llegará a su 50º cumpleaños y más, si hay mujeres y hombres con una “mirada distinta”, capaces de darse cuenta de lo que le falta a la gente de su tiempo y de pedir el milagro del agua transformada en vino, de los beneficios convertidos en alimento del cuerpo y del corazón. ¡Felicidades, EdC!». Publicado en Città Nuova nº 6/2016 – Junio 2016
«Cuando mi vuelo de la mañana de Boloña a Londres, que ya estaba atrasado debido a los temporales que arreciaban sobre la capital inglesa, empezó a volar en círculo sobre el aeropuerto por otros 20 minutos, entendí que sería casi imposible que lograra tomar el vuelo de coincidencia, de hecho poco después me encontré en una fila interminable junto a otros cientos de pasajeros que habían perdido su vuelo. Las compañías aéreas estaban congestionadas y también los teléfonos estaban bloqueados. La mayor parte de las personas logró soportar la espera durante una hora, pero cuando llegaron a ser dos y después tres, después mucho más tarde de la hora de la cena, la atmósfera empezó a volverse cada vez más tensa. Yo estaba cómoda con un libro, pero también yo empecé a agitarme cuando me di cuenta que iba a ser difícil ponerme en contacto con la amiga que tenía que venir a buscarme al aeropuerto de Estados Unidos. No soy muy locuaz con los desconocidos, sobre todo cuando viajo sola; pero a ese punto me sentí impulsada a mirar a mí alrededor y a recordarme que el calor y el alivio de la presencia de Dios se podían percibir también en esa fila caótica. Me di cuenta de que tenía un paquetito de galletas en la cartera, mediante el cual establecí un primer contacto con un estudiante hambriento que estaba detrás de mí. Fue suficiente para romper el hielo con todos los que estaban en esa parte de la fila. Cuando empezamos a contar nuestras historias y a solidarizarnos, Nos dimos cuenta de que podíamos ayudarnos recíprocamente. La batería de mi lap top era apenas suficiente para recargar el celular de una pareja alemana que necesitaba llamar a la familia, y esa pareja se puso a disposición para echarle un ojo a mi equipaje mientras que iba a buscar un lugar con Internet para poderle enviar un email a mi amiga. Un rápido saludo en italiano a otra pareja me bastó para darme cuenta de que otras dos parejas –ambas en el viaje de luna de miel- no entendían los anuncios que se hacían, así que se los traduje para que pudieran valorar las varias opciones. Después de cinco horas y media no se había encontrado un vuelo alternativo así que nos dieron un vale por una habitación en un hotel y una comida, y nos indicaron que llamáramos a las líneas aéreas desde el hotel. Así lo hice, entonces supe que tenía que ir de nuevo al hotel después de pocas horas. Mientras intentaba acomodarme en una silla del aeropuerto, tratando de dormir al menos un poquito, me di cuenta de que a pesar de la incomodidad, todas esas ‘conexiones’ que en cambio había construido con quien tenía a mi lado en el momento presente habían llenado mi día de un insólito de una sensación de paz. Al día siguiente llegué a casa, cansada, pero serena». Amy Uelmen, Bethesda, Maryland (Usa) Fuente: Living City Mayoo 2016 – www.livingcitymagazine.com
Eran enormes las expectativas que esta cita había levantado, preparada desde 1961 (es decir desde que se reunió la primera conferencia pan-ortodoxa convocada por el patriarca Atenágoras). El título ya es bastante significativo: “He called all to unity” (Ha llamado a todos a la unidad), tomado del himno de Pentecostés en el rito bizantino. Las diferentes Iglesias ortodoxas, de hecho, compartían el deseo de encaminarse hacia una sinodalidad y participación más explícita y de corroborar la unidad de la Iglesia ortodoxa, urgidas también por la necesidad de enfrentarse juntas a los nuevos desafíos del milenio. Esta cumbre marcó el paso a nuevas aperturas: en el ecumenismo y en el diálogo interreligioso, a los hallazgos científicos y tecnológicos; dedicó energías en la cuestión ecológica, y en el drama de las migraciones y de los cristianos perseguidos en Oriente Medio; abrió “su horizonte al multiforme mundo actual”. Aunque fue convocado por una decisión sinodal tomada a la unanimidad por los responsables de las 14 Iglesias ortodoxas, durante su reunión en Chambesy el pasado mes de enero, se ha visto marcado desde el principio por un gran dolor: la ausencia física de 4 de las 14 Iglesias. La Iglesia ortodoxa rusa no se ha expresado todavía a este respecto y espera la reunión del Santo Sínodo de julio para manifestar su valoración sobre el acontecimiento apenas concluido. En el Sínodo estaban presentes también 15 observadores, delegados de varias Iglesias cristianas, que han podido participar en la sesión inaugural y conclusiva del Concilio. Y cristianos no ortodoxos, en todo el mundo, han acompañado con la oración este importante evento de la Iglesia ortodoxa: «Recemos todos también por el Concilio pan-ortodoxo, se lo confío como si fuera el Concilio de la mi Iglesia, porque es mi Iglesia en este momento», había dicho María Voce a un grupo de focolarinos de varias Iglesias reunidos en Rocca di Papa a finales de mayo. Lo que más de uno ha subrayado ha sido, no tanto las deliberaciones finales, los seis documentos firmados por los patriarcas [sobre la misión en el mundo contemporáneo, sobre la importancia del ayuno, sobre la relación de la Iglesia ortodoxa con el resto del mundo cristiano, sobre el matrimonio, sobre la diáspora Ortodoxa y sobre la autonomía de las Iglesias], sino más bien la esencia misma del Sínodo, es decir, el hecho de que se haya realizado, y que esta ocasión de encuentro finalmente se haya dado. En la perspectiva de que este Sínodo no sea un evento aislado, sino que pueda repetirse como si fuera una praxis del camino de la iglesia. Al regreso de su viaje a Armenia, al periodista que le pide una evaluación sobre el sínodo pan-ortodoxo recientemente concluido, papa Francisco respondió: «¡Una valoración positiva! Se ha dado un paso adelante: no al cien por cien, pero sí un paso adelante. Las cosas que han dicho para justificar, entre comillas, [las ausencias] para ellos son sinceras, son cosas que con el tiempo se podrán resolver». «El mero hecho de que estas Iglesias autocéfalas se hayan reunido, en nombre de la Ortodoxia, (…) es más que positivo. Yo doy gracias al Señor. En el próximo serán más. ¡Bendito sea el Señor!». Y hablando a la delegación ortodoxa presente para la festividad de los Santos Pedro y Pablo, Francisco cita el Concilio Pan-ortodoxo, para auspiciar “abundantes frutos para el bien de la Iglesia”. Encíclica del Grand y Santo SínodoMensaje del Gran y Santo Sínodo Maria Chiara De Lorenzo
«A aquéllos que ya se han donado a Dios con toda su mente, con todo su corazón, con todas sus fuerzas e incluso por encima de sus mismas fuerzas, en cierto momento Dios les pide que se lo elija una segunda vez. La primera vez habíamos entendido que a Dios había que amarlo por encima de todo. Pero si se pudiera seccionar esa elección nuestra, nos encontraríamos que en realidad contenía un 30% de amor de Dios, un 30% de hastío por la mediocridad y vacío en el que vivíamos, un 15% de alegría y de entusiasmo por el hecho de habernos donado a una causa tan hermosa y santa, para alguno quizás un 10% de remordimiento por los pecados cometidos en el pasado… (…) En realidad, es prácticamente imposible que la primera vez que elegimos a Dios seriamente, lo hayamos hecho con un amor total y pleno. Pero desde el momento en que entendemos que la perfección consiste sólo en la caridad, todos aquellos motivos secundarios que al principio nos ayudaron porque venían acompañados por nuestra buena voluntad y por nuestro deseo de amar a Dios, poco a poco salen a flote y nos molestan. Es lógico que salgan a flote, pues ya estaban allí anteriormente, como cizaña que ha crecido junto con el buen trigo, como dice el Evangelio de Mateo. Se trata de pequeños apegos, de defectos, de actitudes que no son en realidad santidad auténtica, porque no construyen el Reino de Dios sino que nos molestan a nosotros y a los demás. Quizás no son siquiera pecados veniales, pero no son tampoco amor puro. ¿Qué tenemos que hacer en ese momento? Una nueva elección de Dios. Es decir, querer que el motivo de toda nuestra vida sea solamente el amor de Dios, el amor puro, y ninguna otra cosa en absoluto. (…) Hay que hacer un salto de calidad: elijo amar a Dios por Dios, no por lo que siento, no por los frutos que produce sino por Él mismo, para responder con mi amor personal al Amor personal que Él tiene por mí. Debo encontrar en esta unión con Dios el motivo de mi existir, de mi vida cotidiana. Cuando se llega a tener esta relación con Dios, se llega a ser personas libres, no condicionadas. Cualquier cosa que suceda, cualquier calumnia, dificultad, preocupación, motivo de amargura, nada altera esa paz, porque se vive insertados en Dios. Y se encuentra en Dios esa unidad, esa alegría, esa serenidad que sólo el amor de Dios puede dar. (…) Lo cierto es que la elección de Dios hay que renovarla siempre. Quizás se nos pedirá una tercera elección y después seguirán otras , porque la vida en Dios es siempre nueva, inagotable y llena de sorpresas». Pasquale Foresi Fuente: Pasquale Foresi, Colloqui, Città Nuova Editrice, 2009
«“La unidad es posible” ¿Es una afirmación absurda hoy, en una Europa marcada por el terrorismo global y por la multiplicación de guerras, de migraciones de dimensiones bíblicas, de creciente intolerancia? ¿Hablamos de un sueño, de una utopía? No. Hablamos de una experiencia que varios Movimientos y comunidades cristianas de Europa viven ya desde hace más de 15 años, testimoniando que la unidad es posible. Hemos hecho la experiencia de que hay algo eterno, indestructible, que nos une: es el Amor, es Dios Amor. Este Amor ha abierto de par en par nuestros ojos y nuestro corazón para abrazar los temores, las lágrimas, las esperanzas de este continente. En todo lo negativo, que parece que nos aplasta, reconocemos el dolor que Dios, hecho hombre, sufrió en la cruz, demostrándonos así su amor sin medida y abriéndonos la esperanza de la resurrección. Tres palabras-clave caracterizan esta manifestación nuestra: encuentro – reconciliación – futuro. Podemos encontrarnos porque Dios vino a nuestro encuentro encarnándose. Podemos reconciliarnos porque Jesús en la cruz nos reconcilió con Dios y entre nosotros. Podemos caminar seguros hacia el futuro porque Él, que venció la muerte, camina en medio de nosotros y nos conduce hacia la unidad de Europa y del mundo, hasta la realización de su oración “Que todos sean uno” (Jn. 17, 21). Para un fin tan alto vale la pena, sin duda, comprometer toda la propia existencia. Juntos, queremos pedir perdón por las divisiones del pasado que han provocado guerras y muerte en Europa. Juntos queremos testimoniar hoy nuestra unidad en el respeto y en la belleza de las diversidades de nuestras Iglesias y comunidades. Juntos queremos ponernos al servicio de una novedad que sirve hoy para poder emprender de nuevo el camino europeo. Lo que nosotros podemos ofrecer – comprometiendo nuestra vida – es la novedad del Evangelio. Jesús antes de morir rezó así: «Padre, que todos sean uno”. Mostró que todos somos hermanos, que es posible una única «familia humana», que la unidad es posible, que la unidad es nuestro destino. Hoy, nosotros aquí nos comprometemos a ser instrumentos de este cambio, instrumentos de una nueva visión de Europa, instrumentos de una aceleración en el camino hacia la unidad, abriendo, con todos y para todos los hombres y mujeres de nuestro planeta, un dialogo profundo. Diálogo factible por la así llamada «regla de oro», que dice: «No hagas a los demás lo que no querrías que te hicieran a ti» (Cf. Lc 6,31). En el fondo, quiere decir: ama. Y, si el amor se hace recíproco, hace que florezca, entre todos, la fraternidad. Y precisamente, con la fraternidad universal es con lo que Europa puede redescubrir su propia vocación. Chiara Lubich, ya en los años ’50 escribía: “Si un día los pueblos supieran posponer a sí mismos, la idea que tienen de la propia patria (…), por aquel amor recíproco entre los Estados, que Dios pide como pide el amor recíproco entre hermanos, ese día sería el inicio de una nueva era”. ¡Vivamos entonces para esta nueva era! ¡La unidad es posible!» Maria VoceMúnich de Baviera, 2 de julio de 2016
«Queridos amigos de Juntos por Europa, sé que están reunidos en Múnich muchos Movimientos y Grupos, provenientes de varias Iglesias y Comunidades. Tienen razón. Es hora de que nos pongamos juntos, para afrontar con verdadero espíritu europeo las problemáticas de nuestro tiempo». Así inicia el denso video mensaje que el papa Francisco ha dirigido a los participantes de Juntos por Europa reunidos hoy en la Karlsplatz (Stachus) de Múnich, Alemania. Después de poner de relieve los desafíos de Europa, el papa Bergoglio invita a los participantes a «presentar el testimonio de una sociedad civil que trabaja en red para la acogida y la solidaridad hacia los más débiles y desafortunados, para construir puentes, para superar los conflictos declarados o latentes». Y luego concluye: «Mantengan la frescura de sus carismas; mantengan vivo el “Juntos”, y ¡amplíenlo! Hagan que sus casas, comunidades y ciudades sean laboratorios de comunión, de amistad y de fraternidad, capaces de integrar, abiertos al mundo entero».
(C) MfE – Foto Brehm
También el patriarca de Constantinopla, Bartolomé I ha querido estar presente a través de un mensaje personal, donde entre otras cosas dice: «Incluso cuando la tentación nos llevaría a no estar juntos, los cristianos en especial, están llamados a expresar el principio fundamental de la Iglesia, que es comunión (koinonía).Solamente cuando compartimos generosa y libremente los dones otorgados por Dios, somos capaces de hacer una experiencia plena».La manifestación de hoy, que concluye la 4ª edición de Juntos por Europa, titulado «500 años de división son suficientes – ¡la unidad es posible!», refiriéndose a los 500 años de la separación entre la Iglesia católica y las Iglesias de la Reforma protestante. Sobre el tema de la unidad intervino Maria Voce, presidente de los Focolares: «Lo que nosotros podemos ofrecer – comprometiendo nuestra vida – es la novedad del Evangelio. Jesús antes de morir rezó así: «Padre, que todos sean uno”. Mostró que todos somos hermanos, que es posible ser una única «familia humana», que la unidad es posible, que la unidad es nuestro destino.Hoy, nosotros aquí nos comprometemos a ser instrumentos de este cambio, instrumentos de una nueva visión de Europa, instrumentos de una aceleración en el camino hacia la unidad,abriendo, con todos y para todos los hombres y mujeres de nuestro planeta, un diálogo profundo».
(C) MfE – Foto Brehm
Otras intervenciones fueron las de Gerhard Pross (YMCA Esslingen): «Unidad en la diversidad reconciliada» y de Andrea Riccardi (Comunidad de San Egidio): «¡No más murallas!». Sobre «La reconciliación abre al futuro – 500 años de la división son suficientes» han hablado juntos desde el escenario el cardenal Kurt Koch (Pontificio Consejo para la Promoción de la unidad de los cristianos), el obispo Frank Otfried July (Federación Luterana mundial), el metropolitana Serafim Joanta (Metropolita rumano-ortodoxo para Alemania y centro y norte de Europa) y el Secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias, el reverendo Olav Fykse Tveit. Una entrevista sobre «Misión y futuro» permitió un interesante diálogo entre el obispo evangélico Heinrich Bedford-Strohm y el cardenal Reinhard Marx. El mensaje final, leído por los miembros del Comité de orientación y distribuido en miles de copias entre los asistentes, además de señalar «la visión de un juntos en Europaque es más fuerte que cualquier miedo y egoísmo», expresó un compromiso común de todos aquellos que adhieren a Juntos por Europa a «caminar el camino de la reconciliación», a «vivir juntos en la diversidad», a «llegar a personas de diferentes religiones y creencias con respeto y buscando el diálogo» promover en el mundo «humanidad y la paz».
(c) MfE, Foto: Fischer
Durante los dos días precedentes se celebró un congreso en el Circus-Krone-Bau, articulado en 36 foros y mesas redondas, con 1.700 responsables y colaboradores de los más de 300 Comunidades y Movimientos que adhieren a Juntos por Europa. «La reconciliación será nuestra palabra clave», ha afirmado Martin Wagner (CVJM Múnich) en la apertura, «Ya la hemos experimentado y este es nuestro futuro. Queremos compartir, trabajar juntos por la unidad y sobre todo contribuir, como cristianos, a apoyar los retos de Europa hoy». Las mesas redondas y foros se centraron en la integración y reconciliación, solidaridad con los más débiles, sostenibilidad y tutela del medio ambiente, ecumenismo, cristianos y musulmanes en diálogo, matrimonio y familia, economía. Intercambio de experiencias, ideas y proyectos, pero también testimonios de fe. En el numeroso foro «El precio y el premio de la unidad”, el cardenal Walter Kasper, ha dicho «el esfuerzo de una auténtica reconciliación constituye uno de los mayores tropiezos en el movimiento ecuménico. Se necesita perdón para proseguir el camino juntos». La mesa redonda «Cristianos y musulmanes en diálogo» ha puesto de manifiesto la necesidad de conocerse, reunirse y trabajar juntos, conscientes, como ha señalado Pasquale Ferrara, nuevo embajador italiano en Argel, que «el diálogo no lo hacen las culturas o las religiones, sino las personas». El debate sobre el cambio climático y los desafíos ecológicos «Hacia la sostenibilidad en Europa» en el diálogo entre ciencia y religión, fue apoyado por el cardenal Peter Turkson, por el ingeniero ambiental Daniel Renzi y otros expertos. En la mesa redonda que se preguntaba «¿Qué alma para Europa?», Jesús Morán, copresidente de los Focolares, ha evidenciado que «la perspectiva que Europa puede y debe todavía, y más que nunca, dar al mundo es formar una cultura de unidad en la diversidad en todos los niveles, desde lo personal y cotidiano hasta el nivel institucional». Textos y fotos de las ponencias están disponibles en www.together4europe.org/live Ya ha bajado el sol cuando en el escenario en la Karlsplatz se lee el mensaje final de Juntos por Europa 2016. El programa, animado por bandas musicales y por el entusiasmo creativo de los jóvenes, continúa con un concierto rock. Fuente: Nota de prensa del SIF – 2 de julio de 2016
¿Cuáles son hoy los desafíos de Europa? ¿Cuál es la responsabilidad social y política frente a los otros continentes? ¿Qué contribución pueden ofrecer los movimientos cristianos? Son muchas las preguntas que abrieron la segunda jornada del Congreso, que tuvo lugar el 1º de julio. La misma se enfocó en el hoy del continente europeo con sus desafíos locales y mundiales. “Hay que dejar la Europa de los padres y construir la de los hijos – exhortó Marco Impagliazzo, presidente de la Comunidad de S. Egidio-. Los cristianos debemos volver a elegir a Europa, juntos, no podemos construirla solos. Europa no puede vivir para ella misma, debe vivir un cristianismo para los demás y con los demás. Ahora es el momento de un ‘humanismo espiritual’. La vida de las Iglesias y de las comunidades debe emerger y aportar su propia contribución” Gérard Testard de Efesia (París), puso el acento en la necesidad de la acción cristiana en la vida pública. No puede existir por un lado la ciudadanía celestial y por otro lado la terrenal. Hay que vivir ambas realidades juntas. Michael Hochschild, sociólogo y docente de pensamiento post-moderno en el Time-Lab de París, subrayó la importancia sociopolítica de los Movimientos y de las Comunidades espirituales en Europa. Pero para que esto ocurra, afirmó, “deben considerarse y demostrar, con mayor decisión, que son fuerzas “modelo” del panorama cultural. Deben convertirse en ‘Movimientos socio-civiles”. Afirmó además, que en un tiempo de incertidumbre y escasez de perspectivas, las Comunidades comprometidas en “Juntos por Europa” ofrecen modelos alternativos de vida. “Precisamente el miedo al futuro puede obligarnos a hacer todo lo que podamos para que éste sea mejor”, afirmó Herbert Lauenroth, experto en interculturalidad del Centro Ecuménico de Ottmaring (Augsburgo). Según su análisis, la situación actual de Europa nace como una reacción al miedo y a la inseguridad causada por una sensación de sofocamiento existencial. Esta situación al mismo tiempo representa un desafío: El miedo podría convertirse en una experiencia de aprendizaje. “Se trata de preferir aquello que es desconocido, extraño, lo que está en la periferia como lugar donde aprender la fe”. A través de la confrontación con los abismos es que la sociedad está encontrando que una nueva orientación sobre la base de la fe es posible. “Europa está atravesando la noche de sus principios, la noche de su rol en el mundo, la noche de sus sueños”, afirmó en su intervención la presidente de los Focolares María Voce. “La red ‘Juntos por Europa’ nos parece el sujeto capaz de inspirar a personas individuales o asociadas en su compromiso por una Europa libre, reconciliada, demócrata, solidaria y fraterna que puede ser un don para el resto de la humanidad” Steffen Kern de la Federación Evangélica de Wuerttemberg continuó la reflexión sobre Europa y la esperanza: “¿Dónde ponemos la esperanza nosotros, los cristianos? Hay que tener sentido de responsabilidad y asumir los dolores y las oscuridades de nuestras ciudades. Hemos fundado en Stuttgart, la Casa de la Esperanza que acoge a mujeres y a personas que están solas para testimoniar con nuestro compromiso que Dios no abandona a nadie”. Thomas Roemer (YMCA, Múnich), aclaró que si no sustituimos la Europa del miedo por la de la esperanza, ésta última corre el riesgo de morir. También Europa, al igual que los discípulos en otra época, se encuentra sobre la barca con Jesús. “Jesús está presente también en las tempestades; hay que tener fe. El subió a la barca para salvarnos”. Durante la tarde, “Juntos por Europa” abrió sus propios círculos de diálogo, de intercambio de ideas y de proyectos, a todos los que deseaban encontrarse con los protagonistas y tratar los temas de estas jornadas. En la mesa redonda sobre “Cristianos y musulmanes en diálogo”, surgió la necesidad de conocerse, encontrarse y trabajar juntos en torno a los desafíos sociales y culturales. Pasquale Ferrara, nuevo embajador italiano en Argelia, subrayó que el diálogo no lo hacen las culturas o las religiones, sino las personas. Es necesario sumergirse en lo concreto y en la realidad. Y el imán Bastami invitó a encontrar al otro, a conocerlo. Son muchas las ideas y los proyectos que surgieron del debate entre la filósofa de las Religiones, Beate Beckmann-Zoeller, el Dr. Thomas Amberg de la Iglesia Evangélica y el obispo francés, M. Dubost. En la mesa redonda “Hacia una Europa sostenible”, el Card. Turkson, el ingeniero ambiental Daniele Renzi, Hans-Hermann Böhm, y otros expertos aceptaron la invitación del Papa Francisco a realizar un debate serio y abierto sobre los cambios climáticos y los desafíos ecológicos. “Ciencias y religiones deberían dialogar –afirmó el Card. Turkson- para dar una contribución común a la sociedad”. “La mística del encuentro” puso en diálogo a exponentes de la izquierda europea con teólogos y filósofos de movimientos cristianos. “Con respecto a las últimas preguntas sobre el sentido de Europa: estamos más cerca entre nosotros de lo que pensamos”, afirmó Walter Baier, miembro del partido comunista austríaco y coordinador de la red europea, “Transform! Europe”. Jesús Morán, copresidente del Movimiento de los Focolares se expresó a favor de formas nuevas e inclusivas de integración de personas de distintas convicciones. Y concluyó: “La armonía entre nosotros en el día de hoy es motivo de gran esperanza” El cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los cristianos, habló de ‘Encuentro, reconciliación, futuro’ (las tres palabras que conformaron el título del evento), “Es Dios quien viene al encuentro y da el primer paso”. “Se puede perdonar sólo cuando se reconoce el mal, lo negativo, por eso hay que trabajar los corazones endurecidos”. Por esto los movimientos cristianos están “llamados a ser misioneros de la reconciliación, comenzando por la oración, traduciéndola después en vida cotidiana”. Fuente: www.together4europe.org
El streaming será transmitido en alemán, inglés, francés, italiano, portugués, español y húngaro. Después de las 6.00 pm el programa será transmitido solo en idioma original hasta las 10.00 pm.
«Es paradójico que la nueva Europa, nacida con la caída del Muro de Berlín, esté tentada, víctima del miedo, de encerrarse dentro de nuevos recintos, construyendo otros muros, con la ilusión de poder detener la historia que, una vez más, llama a sus puertas», afirma la presidente de los Focolares, María Voce, durante el congreso con 1700 representantes de Movimientos y Comunidades, que precede la gran manifestación pública del 2 de julio en el centro de Múnich. Presenta dos ejemplos que muestran cuán lejos están los ideales de unidad política, identidad, solidaridad y colaboración: «por una parte la gran lentitud para intervenir con ayudas y los encendidos debates que siguieron a la crisis de la deuda en Grecia y que han amenazado fuertemente las bases de la solidaridad entre los Países miembros de la Unión, llegando incluso a la hipótesis de la salida de Grecia del Euro; y por otro lado, la posibilidad de que Gran Bretaña decida salir de la Unión Europea, de forma deliberada y a través de un referéndum. También en este caso la cuestión de la solidaridad es central, porque la salida de la Unión no es como abandonar un club, sino que equivale, radicalmente, a abandonar a los socios con los cuales ya no se comparte más la misma motivación para estar juntos, el pacto fundacional». «Europa atraviesa la noche de sus principios, la noche de su rol en el mundo, la noche de sus sueños», afirma, vinculada a una gran desorientación provocada por la aparición de tres crisis contemporáneas: la crisis migratoria, económica y demográfica. ¿Cuáles son las razones más profundas de la situación de debilidad de la Europa de hoy? María Voce las atribuye a «la negación de Dios y de lo trascendente, fruto de la progresiva afirmación y difusión de la cultura laicista que quiere prescindir de todo vínculo con lo sobrenatural. Europa, en búsqueda de una total libertad, ya no reconoce que la propia cultura ha ido formándose a través de 2000 años de tradición cristiana; negar esto significa cortar las propias raíces y encontrarse como un árbol sin vida». «Por tanto ¿Todo se derrumba? ¿Se está destruyendo el sueño de unidad del continente?», se pregunta, pero la esperanza proviene precisamente del estar « aquí juntos, Movimientos y comunidades cristianas de Europa, porque creemos que existe algo que no se derrumba. Es el Amor. Es Dios Amor». «Todos nosotros – continua –podemos testimoniar, juntos, que un día hemos encontrado a Cristo y nos hemos dejado fascinar y atrapar por su Evangelio. Vivir sus palabras nos ha empujado a cambiar empezando por nosotros mismos para ir hacia los demás, construyendo relaciones de amor evangélico y haciendo surgir comunidades que son levadura en cualquier lugar en el que actúan. Hemos vuelto a descubrir una disponibilidad y apertura hacia todos, yendo más allá de los confines entre las Iglesias, entre las religiones, entre las razas y las culturas, en un diálogo a 360º hasta descubrirnos todos hermanos. De esta manera hemos descubierto la raíz de nuestra cultura europea y, sobre esta base, hemos intentado interpretar el tiempo presente que involucra, como nunca, al entero planeta y a toda la Humanidad, en una prospectiva que tiende al mundo unido. De hecho, actualizar hoy los ideales de paz, de justicia, de libertad, de igualdad, significa tener una dimensión universal que hace posible la fraternidad. Es necesario cultivar una visión consciente y responsable de un futuro de integración creativa, cuyas identidades no se anulan sino que juntas crecen, se enriquecen, actúan en favor de un mundo más justo y equitativo. Hace falta superar el paradigma de la seguridad entendida como protección y rechazo, una seguridad sólo ilusoria, para entrar en aquél más amplio de la «seguridad humana», es decir una seguridad que considera en primer lugar a las personas y su destino, la preservación de la vida, la prospectiva de la esperanza». Una integración creativa, concluye, que « puede verse como un proyecto también en la red de nuestros Movimientos: todos hijos de Dios, unidos y diferentes, vinculados por el amor recíproco que genera la presencia de Dios entre nosotros («Donde dos o más están unidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos» MT 18, 20). Es Él el don más grande que esta red de Movimientos y comunidades puede dar a Europa. Ésta es nuestra respuesta: el Resucitado entre nosotros que, a través de nuestros carismas, consuela, reanima, renueva. Juntos por Europa nos parece que es justamente el sujeto capaz de inspirar a las personas individualmente o asociadas, en su compromiso por una Europa libre, reconciliada, democrática, solidaria y fraterna: no un «viejo» continente, sino un continente vivo y vivaz, que descubre que tiene un proyecto para realizar y que puede ser un don para el resto de la Humanidad». Congreso Juntos por Europa – Múnich de Baviera, 1º de julio de 2016 Intervención de María Voce (texto integral)
Martin Wagner, CVJM München (l) y Gabriele Deutschmann, CVJM Esslingen entrevistan al Obispo evangélico luterano Heinrich Bedford-Strohm, y al Card.Reinhard Marx, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana (C) IPE, Foto: Haaf
«Los Movimientos y las Comunidades cristianas pueden recomponer el continente europeo que se está polarizando cada vez más. Dijo el Obispo evangélico-luterano Heinrich Bedford-Strohm durante la primera mañana del Congreso a los participantes comprometidos en el red ecuménica de Juntos por Europa, reunidos en Múnich», señaló comunicado de prensa de Juntos por Europa al concluirse la primera jornada de trabajo. Son 1700 las personas reunidas con este fin en el Circus Krone, del 30 de junio al 1º de julio, provenientes de 200 Movimientos y Comunidades, de 40 países. «“Si no aclaramos las cuestiones urgentes de Europa, éstas nos atropellarán” – declaró en la apertura Gerhard Pross del Comité de Orientación internacional- “¡Europa debe aprender a compartir!”. Los quince años de experiencia de las Comunidades y Movimientos en “un proceso profundo de reconciliación en vista de la comunión, donde la diversidad es experimentada como riqueza” capacita a las Comunidades a contraponer a las fuerzas centrífugas de Europa un camino hacia una nueva Unidad», declara la red Juntos por Europa. Como «una comunión de servicio», la definió la presidente de los Focolares María Voce en la rueda de prensa al inicio de la manifestación, el 30 de junio en Múnich. «Y por eso», subrayó recordando los 7 Sí del 2007, «se asumen compromisos concretos», para sostener la vida, la familia, la creación, una economía solidaria, la paz, la responsabilidad personal y colectiva. «En este período nos hemos entrenado», explicó María Voce «y hemos descubierto que hay más fuerza e impacto si estas cosas las hacemos juntos. Superando nuestras diferencias, superando las fronteras, superando cualquier obstáculo. Hemos descubierto que también las instituciones tienen necesidad de ello, porque demasiado frecuentemente también ellas se encuentran solas afrontando problemas graves».
Rueda de prensa del 30 de junio
El Cardenal Reinhard Marx y el Obispo Heinrich Bedford-Strohm, refiriéndose a los organizadores dijeron, «han dado un ejemplo convincente de su amistad y del camino hecho juntos. El ecumenismo del corazón promete mucho más para el futuro de las Iglesias de lo que se puede pensar, dijo el presidente de la Iglesia Evangélica de Alemania. La meta de la unidad se alcanza solo con una profunda reconciliación, subrayó el Card. Max. La fuerza para hacerlo proviene del encuentro: “el otro nos hace fuertes y nos ayuda en el camino de la reconciliación”». Se realizaron 19 Foros con temas distintos durante la tarde: fue una posibilidad de establecer un diálogo entre los participantes. Se presentaron proyectos e iniciativas de las distintas comunidades, pero también testimonios personales de fe. En el foro sobre “Los obstáculos para el ecumenismo”, en el que estuvo presente el Cardenal Kasper, presidente emérito del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los cristianos, hubo mucha participación. “¡En cuanto a las experiencias de aprendizaje y a las experiencias de reconciliación ustedes está en una posición de vanguardia importante!” dijo el experto en ecumenismo. Dejó entrever que próximamente podría haber una declaración conjunta de la Iglesia evangélico-luterana y la Iglesia católica sobre doctrinas concordantes sobre la Iglesia, el ministerio y la Eucaristía. Al final sobre las tendencias que parecen disgregar el continente, un argumento que emergió durante la rueda de prensa, intervino María Voce, afirmando que las «tendencias nacionalistas, separatistas, que circulan en Europa, son el fruto del hecho que Europa ha olvidado sus valores. No bastan las declaraciones de los representantes de las iglesias, se necesita la vida de los cristianos, y en esto nos sentimos especialmente comprometidos a dar nuestro aporte».
Llamado por la Naturaleza y la Humanidad Estimulados por las decisiones tomadas por nuestros líderes –por ejemplo recordamos, la institución de la Jornada de Oración por el Cuidado de la Creación (Patriarca Demetrio, 1989), el Evangelical Climate Initiative (2006) y la encíclica Laudato si’ (Papa Francisco, 2015). Reconociendo la deuda que los pueblos de antigua tradición cristiana hemos contraído con los pobres de la Tierra y las generaciones futuras a causa de la contaminación de la Biósfera, fruto antes que nada de nuestro progreso irresponsable en los últimos siglos. Conscientes de que la alarma por el cambio climático puede convertirse en una oportunidad de un nuevo desarrollo integral para todos los pueblos. Nosotros cristianos, abiertos a la contribución de todas las personas de cualquier convicción, nos comprometemos en la oración y en la acción para evitar la destrucción de la naturaleza y una nueva guerra mundial, adhiriendo a los siguientes diez desafíos:
Transformar en proyectos de paz las armas esparcidas a nuestro alrededor, sobre todo las atómicas.
Incrementar la investigación en las ciencias de la Biósfera y sus aplicaciones, para que puedan llegar a ser más seguras.
Clasificar y reciclar los desechos domésticos e industriales.
Intensificar el uso de fuentes de energía renovable.
Realizar programas de reforestación y políticas forestales a todos los niveles (tanto local como internacional).
Potenciar los transportes ecológicos, como los vehículos eléctricos y de hidrógeno, y el uso del transporte público local.
Destinar cada vez más los hidrocarburos a la producción de sustancias y materiales útiles a la humanidad, en vez de usarlos para la combustión.
Evitar el desperdicio de bienes preciosos comunes como el agua y los alimentos, asegurando una distribución más equitativa de los mismos.
Respetar a los demás seres vivientes, reconociendo que cada cosa está en relación con el planeta.
Transformar nuestras casas, nuestros barrios y nuestras ciudades, de manera que vuelvan a ser lugares caracterizados por la belleza, la armonía y la fraternidad.
¿Cómo?
Apoyando la posición asumida por nuestros líderes y promoviendo leyes que estén en sintonía con aquella, como el Convenio de París.
Promoviendo iniciativas según la “Regla de Oro” y sosteniendo las iniciativas de los demás, de cualquier convicción ellos
Pidiendo consejos a nuestras comunidades y cooperando con ellas para promover acciones en pos de salvaguardar la naturaleza y la humanidad.
Podemos alcanzar estos objetivos si empezamos ya, antes de que sea demasiado tarde. En especial, podremos contribuir a que los gases de efecto invernadero no superen valores peligrosos, como está previsto en el Convenio de París y como recomienda la comunidad científica». EcoOne (www.ecoone.org/) Civilización del amor (www.civiltadellamore.org/)
Gulu, situada en el norte de Uganda, es después de Kampala, la capital, la segunda ciudad del país. Muchos de trasladan a esta ciudad sea por estudio como por trabajo, y entre estos también Gloria Mukambonera, quien trabaja en el campo de la informática. Cuando en 2013 llegó a Gulu, se puso en contacto con la comunidad local de los Focolares, buscando a los que compartían su mismo ideal de paz que está en la raíz del Evangelio vivido. «Allí encontré una verdadera familia – cuenta- donde podía compartir las alegrías y los dolores. Tratamos de vivir también la comunión de bienes, siguiendo el ejemplo de los primeros cristianos, según las posibilidades de cada uno. Lo recaudado lo utilizamos para ayudar a quien padece alguna necesidad y para el tratamiento de las personas enfermas de la comunidad». Es una experiencia que lleva a mirar las necesidades que tienen los que nos rodean, que no faltan, también debido a las consecuencias de la guerra que se siguen arrastrando. «Un día – cuenta Gloria- un sacerdote nos pidió que fuéramos a visitar a las personas de una parroquia que queda a 4 horas de distancia, porque – nos explicó- existían conflictos inter-tribales y tal vez nosotros podíamos ayudar a que las personas se reconciliaran. Nos sugirió que les habláramos de nuestro compromiso en vivir el Evangelio y de las experiencias de paz y de unidad que nacen al vivir de este modo. En particular les donamos nuestro testimonio sobre el perdón, sobre cómo nos hemos ayudado a superar las divisiones entre nosotros a través del “arte de amar” que nace del Evangelio. El encuentro con los jóvenes del lugar fue algo muy especial. Leímos juntos la Palabra de Vida y compartimos las experiencias al tratar de practicarla, abriéndonos después a la comunión; y también cantamos, jugamos y realizamos espectáculos teatrales…. En el diálogo abierto que continuó se podía percibir en ellos el deseo de comenzar a vivir en reconciliación» Fue una posibilidad de «convertirse en constructores de paz», como nos invitó a hacer el Obispo, «eligiendo el camino del amor evangélico para estar en grado de reconstruir el país, después de la destrucción causada por la guerra de los años pasados». Ibanda, está situada en la zona de Uganda occidental. Desde hace varios años vive allí un grupo animado por la espiritualidad de los Focolares, y el trabajo que hacen es el de transformarse a sí mismos para transformar el ambiente que los rodea, comenzando por las cárceles. «Cambió radicalmente nuestro modo de mirar las cosas y también el modo de actuar, sobre todo la actitud negativa que teníamos hacia los presos», cuenta Sara Matziko. «La frase del Evangelio: «Todo lo que quieran que los hombres les hagan a ustedes, háganlo a los demás» (Mt. 7, 12) nos dio ánimo para ir a visitarlos y rezar junto con ellos. Nos dimos cuenta de que algunos de ellos, desde hacía muchos años, no recibían los sacramentos. El sacerdote de nuestra comunidad vino con nosotros y pudo ofrecer este importante servicio». Lentamente se fue venciendo también la desconfianza que los familiares sentían hacia ellos y se fue construyendo una relación de amistad, hasta llegar a ir juntos a visitar a los reclusos. Durante estas visitas conocimos a un joven, Ambrogio, quien, después de haber cumplido su pena quiso seguir estudiando. «Lo ayudamos a completar el liceo», cuenta Sara. «Vivir la Palabra de Vida día tras día, mejoró la relación entre nosotros y con toda la comunidad. También el párroco nos acompaña en este camino que tratamos de compartir también con las otras comunidades parroquiales. Algunos de nosotros tuvimos la posibilidad de participar en el encuentro internacional de la Economía de Comunión que tuvo lugar en Kenia, en la ciudadela “Mariápolis Piero” (27 al 31 de mayo de 2015). Nos ayudó a ir adelante con los proyectos que están en curso».
No hay nada más bello que oír que nos dicen: «Te quiero». Cuando alguien nos quiere, no nos sentimos solos, caminamos seguros, podemos afrontar incluso dificultades y situaciones críticas. Si además el quererse se vuelve recíproco, la esperanza y la confianza se refuerzan, nos sentimos protegidos. Todos sabemos que para crecer bien, los niños necesitan estar rodeados de amor, de alguien que los quiera. Pero esto es cierto a cualquier edad. Por eso la Palabra de vida nos invita a ser «buenos» los unos con los otros, o sea, a querernos; y nos pone de modelo a Dios mismo. Precisamente su ejemplo nos recuerda que quererse no es un mero sentimiento; es un «querer el bien del otro» muy concreto y exigente. En Jesús, Dios se acercó a los enfermos y a los pobres, sintió compasión por la multitud, tuvo misericordia con los pecadores y perdonó a quienes lo habían crucificado. También para nosotros querer el bien del otro significa escucharlo, demostrarle una atención sincera, compartir sus alegrías y sus pruebas, preocuparse de él, acompañarlo en su camino. El otro no es nunca un extraño, sino un hermano, una hermana que es parte de mí, a quien quiero servir. Todo lo contrario de lo que sucede cuando percibimos al otro como un rival, un competidor, un enemigo, y llegamos a desearle el mal, a machacarlo, a eliminarlo incluso, tal como, por desgracia, nos cuentan las crónicas de cada día. Aun sin llegar a tanto, ¿no nos sucede también a nosotros que acumulamos rencor, desconfianza, hostilidad o simplemente indiferencia o desinterés hacia personas que nos han perjudicado, que nos resultan antipáticas o que no pertenecen a nuestro círculo social? Querer el bien los unos de los otros –nos enseña la Palabra de vida– significa tomar el camino de la misericordia, dispuestos a perdonarnos cada vez que nos equivocamos. A este respecto, Chiara Lubich cuenta que, al principio de la experiencia de su nueva comunidad cristiana, había hecho un pacto de amor recíproco con sus primeras compañeras para poner en práctica el mandato de Jesús. Y a pesar de ello, «sobre todo al principio, no siempre era fácil para un grupo de chicas vivir la radicalidad del amor. Éramos personas como las demás, aunque sostenidas por un don especial de Dios; y también entre nosotras, en nuestras relaciones, podía depositarse polvo, y la unidad podía languidecer. Ocurría, por ejemplo, cuando nos dábamos cuenta de los defectos e imperfecciones de los demás y los juzgábamos, de modo que la corriente de amor mutuo se enfriaba. »Para reaccionar a esta situación, un día pensamos en sellar entre nosotras un pacto, al que llamamos “pacto de misericordia”. Decidimos ver cada mañana al prójimo con quien nos encontrábamos –en el focolar, en clase, en el trabajo, etc.– verlo nuevo, totalmente nuevo, sin recordar en absoluto sus tachas ni sus defectos, sino cubriéndolo todo con el amor. Y acercarnos a todos con una amnistía completa del corazón, con un perdón universal. Era un compromiso fuerte, que adquirimos todas juntas y que nos ayudaba a ser siempre las primeras en amar, a imitación de Dios misericordioso, el cual perdona y olvida»1. ¡Un pacto de misericordia! ¿No podría ser este un modo de crecer en bondad? FABIO CIARDI 1 C. LUBICH, El amor al prójimo, charla a un grupo de musulmanes, Castel Gandolfo, 1-11-2002.
El resultado del reciente referéndum británico es uno de los muchos síntomas de la fragmentación de Europa, una confirmación más de que no son suficientes las medidas funcionales para dar sentido y convicción a una pertenencia común. Tiempos de crisis que invoca nuevas reflexiones y propuestas audaces. Un momento oportuno para Juntos por Europa, claro signo público de renovación del continente, con la etapa en Múnich, del 30 de junio al 2 de julio de 2016. Quien conoce Juntos por Europa sabe que no es un evento sino un camino de unidad en la diversidad que se inició en 1999 e involucra un número cada vez mayor – hoy más de 300 – de Movimientos y Comunidades de diferentes Iglesias de distintos países europeos, conscientes de ser parte de una minoría que confía. Un proceso que, a través del encuentro y la reconciliación, ha producido sus efectos: Comunidades y Movimientos prueban el sabor de encontrarse, se descubren complementarios, la mutua confianza cambia las personas. Programa. El 30 de junio y 1° de julio un Congreso en el Circus-Krone-Bau para 1.500 responsables y colaboradores, articulado en 36 foros y mesas redondas. Entre las participaciones destacadas, la del cardenal Peter Turkson. El 2 de julio un evento en la estación central Karlsplatz (Stachus) de Múnich, abierto a la ciudadanía. En programa las ponencias del Secretario general del Consejo Mundial de las Iglesias Olav Fykse Tveit, de los cardenales católicos Kurt Koch y Reinhard Marx, de los obispos evangélicos Frank Otfried July y Heinrich Bedford-Strohm, del metropolita ortodoxo Serafim Joanta, en representación de las diferentes Iglesias. De los Movimientos y Comunidades intervendrán Maria Voce (Movimiento de los Focolares), Gerhard Pross (YMCA Esslingen), Andrea Riccardi (Comunidad de San Egidio), Michelle Moran (ICCRS), Walter Heidenreich (FCJG Lüdenscheid), p. Heinrich Walter (Movimiento Schoenstatt). Activa, comprometida y creativa participación de los jóvenes desde su preparación. Papa Francisco y el Patriarca ecuménico Bartolomé estarán presentes a través de video mensajes. Una transmisión en vivo internet en 7 idiomas permitirá seguir el programa (www.togheter4europe.org). Los temas que se tratarán, entre los cuales integración y reconciliación, solidaridad con los más débiles, sostenibilidad y protección del medio ambiente, cristianos y musulmanes en diálogo, matrimonio y familia, economía, quieren centrarse en una responsabilidad que va más allá de Europa, porque según Maria Voce, «tiene que dar al mundo la experiencia de estos 2 mil años de cristianismo, que maduró ideas, cultura, vida, acciones que sirven para el mundo de hoy y que, lamentablemente, hasta ahora que no se han puesto en relieve».La edición de Múnich se apoya en un constante camino de compartir, de reflexión y debate de enfoques y experiencias. De relieve la mesa redonda en Ginebra del pasado 21 de abril, organizado por el Consejo Ecuménico de las Iglesias y por el Movimiento de los Focolares, titulado «Europa, qué identidad, qué valores». En esa ocasión, Pasquale Ferrara, diplomático y profesor universitario, afirmó que hoy en Europa, más que hablar de referencias a sus raíces cristianas, es necesario producir juntos «frutos cristianos». Y presentó como parte de la solución, «la «regla de oro», que invita a que hagamos a los demás lo que nos gustaría que nos hicieran a nosotros». Esa regla – dijo Ferrara – «no es sólo un valor ético, sino que asume una dimensión política, porque está replanteando la naturaleza y el carácter de la comunidad política».Juntos por Europa se presenta como un de los sujetos capaces de interpretar esta dimensión, por inspirar y motivar a personas de distintas generaciones y comunidades que pertenecen transversalmente a los pueblos de Europa, para encarnar los valores de la justicia, acogida, reconciliación, paz en la vida cotidiana. Una tesela para poner en pie esa «Europa protagonista» que, según papa Francisco al Parlamento europeo en noviembre de 2014, «contempla el cielo y persigue ideales, mira, defiende y protege a los hombres, camina sobre tierra segura y firme, valioso punto de referencia para toda la humanidad».El evento en Múnich es patrocinado por la Unesco, el Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea.Comunicado de prensa SIF
Jesús Abandonado es la expresión más alta de la misericordia del Padre Es Jesucristo quien revela el verdadero rostro de Dios (cf. MV 1), y es para todos nosotros la imagen del Padre, su expresión, su esplendor, su belleza, la belleza de su amor (cfr. Jn. 14,8-9). Pero, ¿hasta dónde llegó Jesús por amor a nosotros? Hasta morir por nosotros. Es en la cruz, de hecho, cuando la Divinidad se inclina más profundamente hacia el hombre (cfr. DM 8). En el cumplimiento del misterio pascual, Jesús vence el dolor, el pecado, la muerte, y transforma todo en misericordia (cfr. Rm 5,20). Dios se hizo hombre para amar –afirma Chiara- no sólo con el Amor sino también con el Dolor: asumió en Sí “todos los dolores del mundo, todas las desunidades del universo y las hizo, por Amor, ¡Dios!”. Él, habiéndose recubierto de nuestros pecados, traduce el dolor en amor, traduce la miseria en Misericordia”. En una carta de 1945, Chiara dice confidencialmente: “También yo caigo a menudo y siempre. Pero cuando levanto la mirada hacia Él veo que es incapaz de vengarse porque está clavado en la cruz por un exceso de Amor, me dejo acariciar por su infinita Misericordia y sé que es esa cruz la única que debe triunfar en mí. ¿Qué sería de Él, infinitamente misericordioso? ¿Para qué?¡Si no fuera por nuestros pecados! En un impulso vital, que revela su elección originaria y su consagración a Dios en su abandono, Chiara exclama: “Quisiera testimoniar al mundo que Jesús Abandonado ha llenado todo vacío, ha iluminado toda tiniebla, ha acompañado toda soledad, ha anulado todo dolor, ha cancelado todo pecado”. Estos son, en síntesis, algunos puntos de la espiritualidad trazada por Chiara Lubich, vistos desde la perspectiva de la misericordia hacia la cual el Año Santo nos impulsa a dirigir la mirada. Pero no podemos terminar sin hacer referencia brevemente a María, la madre de la misericordia y la madre de la Obra fundada por Chiara y a ella dedicada, “Obra de María”. “Una madre –afirma Chiara- no deja de amar al hijo aunque sea malo, no deja de esperarlo si está lejos, no desea nada más que volver a encontrarlo, perdonarlo, abrazarlo nuevamente, porque el amor de una madre todo lo perfuma de misericordia. (…) El suyo es un amor que, porque está por encima de todo, desea cubrirlo todo, (…) El amor de una madre es naturalmente más fuerte que la muerte. (…) Bien, si es así en las madres normales, podemos muy bien imaginar cómo es María, ¡Madre humano-divina del niño que era Dios, y madre espiritual de todos nosotros! (…) Pero Dios en María deposita su designio sobre la humanidad (cfr. Lc. 1, 49); en María revela todo su misericordia por los hombres”. Fuente: Centro Chiara Lubich Prima parte: La misericordia en la espiritualidad de Chiara Lubich Segunda parte: Chiara Lubich: el amor al prójimo y las obras de misericordiaTexto integral de Alba Sgariglia (italiano)
«Aquí escuché buenos consejos sobre cómo dialogar con mis hijos. Volveré», comenta convencida una mamá envuelta en su sari. Y un papá: «Decidí dedicar más tiempo a mis niños». Son éstos algunos de los comentarios de los 60 participantes al curso sobre paternidad y maternidad que se desarrolló en Udisha con el título: “El niño, futuro de nuestra nación”. En el mismo lugar, sus hijos, una vez terminadas las clases, todos los días encuentran una comida caliente, juegos y actividades de educación no formal. Para algunos padres, los temas tratados fueron de una sorprendente novedad, para otros un abrir los ojos ante los propios errores y también ante los peligros y riesgos a los que sus hijos se encuentran expuestos. Pero el curso no ha sido la única iniciativa orientada a los padres. De hecho, llegamos ya al 5° año, en el que en Udisha – uno de los proyectos sociales de los Focolares dirigido a chicos y familias en dificultad – les ofrece la posibilidad acceder a un microcrédito, gracias al cual la economía de numerosas familias ha mejorado notablemente. Las beneficiadas son sobre todo las mujeres, las cuales, incentivadas por un financiamiento inicial, en número cada vez mayor, han logrado dar vida a pequeñas actividades artesanales o comerciales como producir bolsas tejidas a crochet o preparar comida para la venta. Ya son 52 las mamás que una vez por mes se encuentran en grupos, para intercambiar experiencias sobre su hacer empresa trabajo de empresarias y para resolver juntas los problemas que encuentran. Otra actividad que se lleva adelante con éxito también este año, es la profilaxis contra la tifoidea, de la que se beneficiaron 107 entre niños y adultos y el suministro de vacunas antitetánicas y contra la rubéola a 72 adultos y 95 niños. Sin embargo las mayores energías del proyecto se reservan para los chicos, involucrados en iniciativas siempre nuevas. Para recordar la independencia del país, el 15 de agosto se realizó la ceremonia de izamiento de la bandera, con cantos patrióticos y poesías. En septiembre, en cambio, en ocasión de la feria de Bandra – uno de los eventos más importantes de la ciudad – los niños y los padres fueron en bus a visitar la basílica de Mount Mary. Siempre en septiembre, se celebra en India el día del maestro y los niños quisieron agradecer a sus animadores con una presentación de danzas, cantos y escenas de teatro. El 2 de octubre, día del padre de la nación – elMahatmaGandhi – la celebración empezó con pensamientos de Gandhi sobre la no violencia y la paz, para luego reflexionar acerca de la pobreza de tantos menores que viven por las calles y de cómo es importante compartir. También los niños de Udisha son muy pobres, pero a pesar de esto quisieron compartir lo poco que tienen: alguna prenda de vestir, un pequeño juguete, un dulce. Y hablando entre ellos enumeraban también todas las demás cosas que se pueden compartir: las buenas ideas, la alegría, la sonrisa. La fiesta más importante de India cae cada año entre octubre y noviembre y dura cuatro días. Es el Diwali (Fiesta de la Luz), durante el cual los niños de Udisha pusieron en marcha toda su creatividad pintando vasijas de terracota y haciendo dibujos con polvo de colores. Es su manera de contribuir al proyecto, en gran parte financiado por el apoyo a distancia de AFN osl. Es realmente conmovedora la intensidad con la que los niños de Udisha absorben la ‘cultura del dar’, ese principio inspirador que es el corazón del proyecto y de la formación que reciben a través del mismo. Un valor que les llega no tanto a través de las palabras, sino del amor concreto de los voluntarios del lugar y de quienes, más allá del océano, sin haberlos jamás conocido, deciden cuidar de ellos.
Ya pasaron casi dos meses desde que Ecuador fue sacudido por un desastroso terremoto. El Movimiento de los Focolares, a través de una coordinación de emergencias, lanzó enseguida una colecta de fondos, a fin de afrontar las primeras necesidades del lugar y además activó un grupo de trabajo coordinado por AMU y AFNonlus. La solidaridad de la gente, de todas partes del mundo, no tardó en responder y ahora tenemos la posibilidad de enviarlos primeros fondos para socorrer a la población ecuatoriana en el área alimenticia, sanitaria y psicológica. Los auxilios serán dirigidos sobre todo para sostener las familias que viven en las provincias de Manabi y Esmeraldas, que fueron las más afectadas por el terremoto. Las actividades de apoyo en esta primera fase tendrán una duración de 6 meses (de junio a noviembre) y durante este período, en sociedad con la ONG local FEPP (Fondo Ecuatoriano Populorum Progressio), se estudiarán las posibilidades de reconstrucción de las infra estructuras dañadas y de reactivación de las actividades productivas de la localidad. El estudio de las próximas actividades de reconstrucción y rehabilitación se realizará en colaboración también con la red internacional de arquitectura “Arquitecturalímite”, especializada en los servicios de diseño en los contextos de exclusión socio-económica. Desde el 9 al 13 de noviembre próximo, simultáneamente con una escuela de paz para los jóvenes, se desarrollarán en Quito una serie de talleres de arquitectura que tienen como objetivo precisamente analizar las posibles intervenciones de reconstrucción post-terremoto. Cómo ayudar Fuente: AMU – AFN Onlus
Una nueva vida «Trabajo como médico en emergencias. Una mañana fui llamado para socorrer a un anciano que se había sentido mal. Vivía en medio de un gran desorden, estaba destruido por el dolor por la muerte de su único hijo, que había ocurrido en circunstancias misteriosas. Después de un momento de desorientación (por los documentos me había dado cuenta de que me encontraba ante una persona que, durante el régimen comunista, había hecho mucho daño a la gente), aparté de mí todo tipo de prejuicio y me esforcé en ayudar a este hombre que sufría y que necesitaba principalmente afecto. Más allá de todo, ahora para mí él era un prójimo que Jesús me pedía que amara. En el hospital, donde fui a visitarlo varias veces, a menudo me contaba sobre su pasado. Algunas veces me resultaba difícil escucharlo, pero cuando pude hablarle de mi fe, vi que en ese hombre se encendía una esperanza: parecía que nacía a una nueva vida» (M. U. – República Checa) El soborno «Soy responsable del sector ventas de una empresa. En una ocasión presentamos una licitación para obtener el contrato de una importante proveeduría y poseíamos toda la documentación para ganarla: el proyecto, el precio conveniente… Pero para obtener el contrato teníamos que pagar un soborno. Con un colega, cristiano como yo, decidimos no continuar con ese intento, a costa de perder un notable porcentaje de las ventas del mes. El mes siguiente sin embargo, las ventas superaron las proyecciones del balance y cubrieron el déficit precedente: para nosotros fue la confirmación de que siempre conviene confiar en Dios» (J. P. – Panamá) Una traducción «Tenía que terminar para hoy la traducción de una conferencia para un congreso. Ocurrió que me llamó por teléfono un amigo para decirme que tenía urgencia de que lo ayudara en la traducción de una carta. Como él recién había ingresado en ese trabajo, hacer bien esa traducción era algo muy importante para él. Le dije que lo iba a ayudar. Cuando recibí la carta, me di cuenta de que había algunos términos técnicos que resultaban difíciles también para mí, que no pertenecía a su sector. Sólo con la ayuda de Internet y varias llamadas telefónicas a especialistas logré terminar la traducción de la carta. Apesar de que me había atrasado en mi trabajo, estaba tranquilo por haber ayudado a mi amigo. En ese momento llamé a la sociedad que me había confiado el trabajo para explicar que enviaría la traducción al día siguiente, pensando que me quedaría trabajando toda la noche. La respuesta fue: “Puedes dormir tranquilo. Esa intervención fue cambiada de fecha”» (T. M. – Eslovaquia)
Una carta desde Amman, en Jordania. La firma Wael Suleiman, director de la Cáritas Jordana, que se ocupa de la acogida de los centenares de millares de refugiados llegados desde Irak, Siria y Palestina: «La vida ya no tiene sentido para nadie en Oriente Medio. Hay una oscuridad absoluta. Miedo. Muerte. Odio. Refugiados. Campos. Pero el ideal que nos hace seguir adelante, más allá de todo esto, es descubrir que Dios todavía está ahí y además es amor y nos ama inmensamente, que el amor es más fuerte que todo». Es una fe sólida la que sostiene al director de la Cáritas Jordana. Y esa fe va acompañada de obras concretas: la labor cotidiana de tantos voluntarios, pero también las ayudas que se reciben y los proyectos internacionales. Entre estos está también “HOST SPOT”, la propuesta de New Humanity junto con otras asociaciones de 9 países europeos y de Oriente Medio para difundir una cultura de la comprensión y para proteger los derechos humanos. Del 7 al 19 de agosto del 2016 un grupo de jóvenes de varias nacionalidades se trasladarán allí para realizar una experiencia de voluntariado en los centros de acogida de prófugos en Jordania, movidos por el deseo de conocer de primera mano las reales dificultades que enfrentan los refugiados. Son jóvenes con un background diferente, dispuestos a adquirir competencias y conocimientos para defender el derecho a la libertad de expresión, y para involucrarse en la producción de documentales que se ocupen de narrar las historias de vida de los refugiados. El proyecto prevé que se encuentren con los prófugos que escapan del conflicto sirio e iraquí y que encuentran refugio en Jordania. Esta actividad forma parte de un proyecto financiado por la Comunidad Europea (programa Erasmus) llamado “HOST SPOT”. El título elegido refleja los dos aspectos del proyecto. Se juega con el concepto europeo de ‘acercamiento Hotspot’ – término de la UE que indica los puntos de llegada, donde se acoge por primera vez a los refugiados y donde se separan de los emigrantes por razones económicas – y la palabra host (hospitalidad), subraya el aspecto de la acogida y spot, que es una breve presentación comercial en la televisión o en la radio, incluida entre los programas principales, dado que el proyecto contempla la realización de un video-documental. Después de Jordania, el proyecto prevé también un curso de formación en Turquía (octubre 2016) con el fin de mejorar las capacidades periodísticas y de “storytelling” (arte de contar historias) de los participantes, para la promoción de los derechos humanos y en especial de la libertad de expresión, y otro curso en Alemania (marzo 2017) con el objetivo de desarrollar habilidades técnicas en la producción de documentales sociales, con las imágenes recogidas en las primeras experiencias; al mismo tiempo se tendrá la oportunidad de encontrarse con los refugiados en los campos de prófugos alemanes y hacer una comparación entre los diferentes sistemas de acogida. Bajo el lema del encuentro y de la reciprocidad, lo que se propone es documentar y grabar las historias personales y la vida diaria en los campos de prófugos, con el fin de ofrecer a la opinión pública mayores informaciones para comprender el fenómeno de los flujos migratorios y sensibilizar las conciencias. Info: info@new-humanity.org Maria Chiara De Lorenzo
Apenas se supo de la gravedad de la enfermedad, los amigos de Andrés, junto a chicos y adultos de Appignano empezaron a reunirse alrededor de los familiares en la pequeña iglesia de la Virgen Dolorosa. Cada vez eran más numerosos y era cada vez más sentida la oración, por la sanación de Andrés. Y conforme el internamiento se iba prolongando, pedían con fe también la fuerza y la paz para sus papás, y para que Andrés no se sintiera nunca solo, ni siquiera cuanto tenía que afrontar exámenes o terapias, para que no tuviera que sufrir demasiado. Precisamente este año su salón de clases se estaba preparando para la Primera Comunión y los chicos y sus padres, todos de acuerdo, decidieron postergar el evento al siguiente año para permitirle a Andrés celebrarlo con todos. Finalmente Andrés regresa a casa. Sus amigos sabiendo que por el tratamiento había perdido todo el cabello, para no hacer que se sienta mal, también ellos se rapan el pelo para recibirlo. Mientras tanto Andrés, como un verdadero campeón de la serenidad, prosigue el tratamiento, sin perder nunca su maravillosa sonrisa. Después de dos años Andrés parece curado, tanto que puede participar en el curso de verano de formación y en los encuentros semanales de los chicos del Movimiento diocesano de los Focolares. En febrero de 2016 hay una novedad: los exámenes sugieren que haga un nuevo ciclo de terapia, que también esta vez parece dar buenos resultados. Pero precisamente mientras regresa a casa de un encuentro Gen 3, tiene una grave crisis que lo obliga a internarse de inmediato. Es difícil describir lo que sucedió entonces en Appignano. Tres veces a la semana los compañeros de clases y de toda la escuela, junto a los jóvenes amigos de Federica, su hermana y muchas otras personas cercanas a la familia, vuelven a llenar la iglesita de la Dolorosa. Quienes guían los momentos de oración son los mismos chicos, en un extraordinario clima espiritual de fe en Dios Amor, seguros de que todo lo que Él manda o permite, siempre conduce al Bien. Es ésta una certeza que también cuando Andrés, con trece años, deja esta tierra, no decae su presencia en la comunidad de Appignano. Durante dos días un peregrinaje continuo de chicos y de adultos prosigue en forma continua en la capilla de la Dolorosa –donde está el cuerpo de Andrés- para acompañar a la familia, y hacen turnos para no dejarlo nunca solo. En el funeral, que se celebra en la parroquia, la iglesia no logra contener a todas las personas que vienen. El celebrante habla de Andrés como de un “guerrero” y un “maestro de vida” al recordar la fuerza con la que enfrentó la enfermedad. Subraya con estupor el gran sentido de humanidad, de fraternidad, de fe que el chico supo despertar en toda la comunidad. A la salida, los niños y los adolescentes lanzan al cielo cientos de globos blancos, como símbolo de su seguridad de que Andrés está en el Paraíso y de la gran cercanía de toda la comunidad con la familia: es una imagen que inunda también las redes sociales. Un obrero, padre de familia, observaba: “Lo que más me impresiona es esta gran participación de personas, de nacionalidades y religiones distintas. Es una verdadera enseñanza también para nosotros los adultos, que a menudo nos olvidamos de la humanidad que nos une a todos. Realmente Andrés y sus amigos son nuestros maestros de vida”. Y una chica: “Rezamos mucho pidiendo el milagro. Y el milagro ocurrió: un chico logró unir a todo el pueblo a su alrededor. Es algo que no se puede explicar”. En el cementerio, una niña viendo a una mujer llorar desconsolada, se le acercó para decirle: “No llores. Ahora Andrés está con Jesús”. Ya han transcurrido dos meses desde que ocurrieron estos acontecimientos e inexplicablemente los encuentros de oración en Appignano prosiguen todos los miércoles, “porque precisamente es así –dicen los chicos- tenemos que seguir adelante para que los frutos de Andrés –asi me gusta llamarlos, dice una de ellos- sigan madurando entre nosotros”.