Creer en el amor
Creer en el amor
Creer en el amor
Animarse mutuamente
Buscar la unidad en la diversidad
Generar esperanza
La fiesta para mí es encontrarTE
Gratitud
Hechos, no palabras
Trabajar codo a codo
Seleccione subtítulos en su idioma
Foto: © Pixabay – jhenning
¡Aquí estoy!
Ser valientes en el momento presente
Llevemos la paz
[…] Estar convencidos de que, para que la civilización del amor sea una realidad, hay que hacer estallar en el mundo una corriente de amor que lo invada; sin ella todo queda a nivel de un sueño, y está destinada a morir.
[…] El amor. Enseñar a amar. Pero sabe amar realmente quien se sabe sinceramente amado. Esta es una constatación humana, pero no es menos válida en el ámbito sobrenatural.
Saber que somos amados. ¿Por quién? Por Aquel que es el Amor. Tenemos que abrir los ojos al mayor número posible de nuestros hermanos para que vean, descubran la fortuna que poseen, a menudo sin saberlo. No están solos en esta tierra. Existe el Amor; tienen un Padre que no abandona a los hijos a su destino, sino que quiere acompañarlos, custodiarlos, ayudarlos. Es un Padre que no carga pesos insoportables sobre los hombros de los demás, sino que es el primero en llevarlos; en nuestro caso: que no deja la renovación de la sociedad solo a la iniciativa de los hombres, sino que es el primero en ocuparse de ella. Es necesario que los hombres lo sepan y recurran a Él conscientes de que nada le es imposible. Creer, pues, que somos amados por Dios para poder lanzarnos con mayor fe a la aventura del amor y trabajar junto a Él por una Nueva Humanidad.
Después, poner al hombre en el centro de nuestros intereses y compartir con él desgracias y éxitos, bienes espirituales y materiales. Y, para amar bien, no ver en las dificultades y distorsiones y sufrimientos del mundo solo males sociales que hay que remediar, sino descubrir en ellos el rostro de Cristo, que no desdeña esconderse bajo cada miseria humana. Él es el resorte que desencadena las mejores energías de nuestro ser ─especialmente de los cristianos─ en favor del hombre.
Y puesto que el amor del que hablamos ciertamente no es solo filantropía, ni solo amistad, ni pura solidaridad humana, sino sobre todo un don que viene de lo Alto, ponerse en la mejor disposición para adquirirlo, alimentarse y vivir de la Palabra de Dios. […]
Y que cada uno en su pequeño o gran mundo cotidiano, en la familia, en la oficina, en la fábrica, en el sindicato, en lo vivo de los problemas locales y generales, en las instituciones públicas de la ciudad o de más grandes dimensiones, hasta la ONU, sea verdaderamente constructor de paz, testigo del amor, factor de unidad.
Chiara Lubich
Foto: © Genfest 2024 – CSC Audiovisivi
Aprender de todos
Involucrarse a favor de los demás
Ponerse en manos de Dios
Casi 9.000 kilómetros de distancia desde Loppiano (Italia), sede del grupo internacional Gen Rosso. Por primera vez la banda ha aterrizado en Mongolia, el país del Asia Oriental encerrado entre Rusia y China. Ha sido por una invitación del Prefecto Apostólico Cardenal Giorgio Marengo, que guía la joven y ferviente Iglesia católica de Mongolia (son alrededor de 1.500 los bautizados sobre una población de tres millones y medio de habitantes), como una etapa de preparación de las comunidades al Jubileo de la Iglesia Católica de 2025. “Una Iglesia joven, hecha de jóvenes, que necesita un lenguaje joven para hablarle a la gente –así se expresaba el Cardenal–. Crecí con los cantos del Gen Rosso. Luego, una persona me propuso que los contactara para hacerlos venir aquí a Mongolia. Lo pensé como una oportunidad de realizar una animación misionera al estilo del Gen Rosso, que es adecuado especialmente para una realidad como Mongolia, en donde la Iglesia está en sus comienzos. El lenguaje del arte, de los textos del Gen Rosso tienen un horizonte muy amplio y por lo tanto me pareció una ocasión de oro”.
Del 23 de noviembre al 2 de diciembre de 2024 el Gen Rosso se reunió con algunos centenares de personas, sobre todo jóvenes que participaron en varios talleres de diferentes disciplinas artísticas – danza hip hop, broadway, party dance y canto coral– para terminar con un concierto que se llevó a cabo el uno de diciembre en la capital Ulan Bator.
“Hemos pensado en hacer un concierto ‘participado’ al que han aportado incluso los jóvenes del lugar con quienes nos hemos encontrado los primeros días de nuestra permanencia en Mongolia –la banda nos cuenta–. ¿Cuál es el objetivo? Favorecer el intercambio cultural entre los jóvenes y prepararlos para ser animadores con todos nosotros del concierto del 1 de diciembre. Hemos cantado principalmente en inglés, algo en italiano y por lo menos una estrofa de la canción “Esperanza de paz” (Hopes of Peace) en idioma mongol. El deseo ha sido el de ser un aporte a la promoción de una cultura de paz y fraternidad, fundada en los valores de la compartición y la unidad”.
En la agenda un programa intenso: los encuentros con los niños del orfanato, con los que no tienen una morada fija y con algunas familias nómades. “Una gran emoción poder estar con ellos, cantar las canciones junto con los niños, dar esperanza a esas personas, pero también conocer su cultura y sus tradiciones” –comentan Emanuele Chirco y Adelson Oliveira del Gen Rosso–. Luego, se realizó un encuentro con jóvenes artistas del lugar para promover, a través de la música y el arte, una cultura de paz y fraternidad. De hecho, la banda, nacida en el año 1966 en Loppiano por inspiración de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, difunde justamente esos valores a través de la música. Antes de regresar, el Gen Rosso fue recibido también por la Embajadora de Italia en Mongolia, doctora Giovanna Piccarreta.
El viaje del Gen Rosso fue una etapa importante para la comunidad local. Aquí en 2002, cuando el Papa Juan Pablo II erigió la Prefectura, la Iglesia mongol contaba con poco más de un centenar de fieles y pocos religiosos y sacerdotes. El Cardenal Giorgio Marengo llegó en 2003 como misionero de la Consolata. La comunidad de los creyentes sigue creciendo poco a poco. En 2023 fue el histórico viaje del Papa Francisco para llevar un mensaje de esperanza.
“Ha sido una hermosa experiencia de amistad con el Gen Rosso, en donde se sentía ese común denominador que es Jesús que nos une –comenta el Cardenal Marengo al finalizar la gira–. Enseguida nos hemos sentido en sintonía. Conservo en mi mente también la belleza de ver que los varios miembros de la banda se relacionan entre ellos con una atención fraterna. Y la certeza de que cuando subieran al escenario, ofrecerían una experiencia de belleza, de profundidad para que las personas reflexionaran”.
Lorenzo Russo
Para informaciones y próximos encuentros con el Gen Rosso: www.genrosso.com
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Estar atentos a los demás
Ser “prójimos”
Nuestra fuerza está en Dios
Consolar
En un mundo marcado por guerras, crisis y polarización, el diálogo y la cooperación siguen siendo los únicos caminos hacia la paz. Con esta convicción, la ONG New Humanity ha adherido al Foro Global de la Alianza de Civilizaciones de las Naciones Unidas (UNAOC) que convocó a su Grupo de Amigos en Cascais, Portugal, del 25 al 27 de noviembre. Con el tema “Unidos en la paz, restaurar la confianza, remodelar el futuro – Reflexionar sobre dos décadas de diálogo por la humanidad”, el evento reunió a diversas partes interesadas, incluidos líderes religiosos, académicos, jóvenes, medios de comunicación y representantes de la sociedad civil. Entre los participantes de alto perfil se encontraban António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, Marcelo Rebelo de Sousa, presidente de Portugal, el Rey Felipe de España, varios ministros de Asuntos Exteriores en ejercicio y ex primeros ministros de países europeos.
La ONG New Humanity del Movimiento de los Focolares y miembro del Consejo Asesor multirreligioso de UNAOC subrayó el compromiso de la organización para promover una sociedad justa y unida, donde las religiones sean espacios de encuentro y colaboración. Arraigada en décadas de iniciativas de base, New Humanity conecta la acción local con la diplomacia internacional para abordar los desafíos globales y promover la paz. Esta participación subrayó la importancia de los esfuerzos multilaterales para restablecer la confianza y remodelar un futuro de armonía y colaboración entre las instituciones internacionales, las organizaciones religiosas y el sector privado.
Nuestro compromiso
Durante el Foro Global, Ana Clara Giovani y André Correia, representantes de los jóvenes del Movimiento de los Focolares, junto con Maddalena Maltese, principal representante de la ONG Nueva Humanidad en Nueva York, presentaron el documento “Juntos para cuidar – Por nuestra familia humana y nuestra casa común”. Este documento representa un compromiso de Jóvenes por un Mundo Unido (Y4UW) con el Pacto para el Futuro, aprobado por las Naciones Unidas el pasado mes de septiembre.
En el Genfest 2024, un encuentro de 4.000 jóvenes de todo el mundo celebrado en Brasil, se lanzaron ocho centros de innovación para promover la unidad de la familia humana y el cuidado de nuestra casa común. Las ocho Comunidades del Mundo Unido han consolidado y desarrollado propuestas y proyectos inspirados en la espiritualidad de la unidad del Movimiento de los Focolares, en línea con los principios de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos y el Pacto para el futuro de las Naciones Unidas. Estas iniciativas se concentran en áreas como el desarrollo sostenible, la acción por el clima, la promoción de la paz y los derechos humanos, el diálogo intercultural, la cohesión social y el empoderamiento de la juventud.
Estos proyectos y propuestas forman el núcleo del documento presentado en Cascais. Se abrió con una carta al Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, reconociendo sus incansables esfuerzos para apoyar la paz y el desarrollo sostenible. Las propuestas clave incluyen el establecimiento de un Foro Juvenil de Alto Nivel para integrar las perspectivas de los jóvenes en la toma de decisiones global y los preparativos para el 80º aniversario de las Naciones Unidas y la COP 30, mostrando soluciones lideradas por jóvenes para la sostenibilidad urbana y la salud climática.
Presentado a Miguel Ángel Moratinos, Alto Representante de UNAOC, y a Felipe Paullier, Alto Representante para los Asuntos de la Juventud, el documento obtuvo una entusiasta respuesta. Ambos líderes reconocieron las contribuciones de larga data de New Humanity y expresaron interés en analizar más a fondo las propuestas. Este compromiso destacó el papel central de los jóvenes en la formulación de políticas para un futuro justo y sostenible, fortaleciendo el vínculo entre las acciones de base y la diplomacia internacional.
Para ampliar el alcance y la eficacia de este trabajo, los Embajadores del Mundo Unido, una red de jóvenes, desempeñarán un papel clave al conectar iniciativas de base con instituciones internacionales como las Naciones Unidas, asegurando que las acciones locales tengan eco a nivel mundial.
New Humanity continúa su compromiso de conectar iniciativas de base con organizaciones relevantes, llevando a cabo su misión de promover la hermandad, el diálogo y el desarrollo sostenible. Las relaciones formadas durante el Foro Global de UNAOC serán cruciales para fortalecer el impacto de nuestros proyectos y amplificar las voces de los jóvenes de todo el mundo.
Ana Clara Giovani y Maddalena Maltese
Para descargar el documento, en inglés, haga clic en la imagen
Valorar lo positivo de cada uno
Ser madres/padres de todos
Ser concretos con el prójimo
Encendamos la esperanza
(…) Hoy, mirando hacia atrás, podemos comprender qué podía decirnos, hace varios decenios, ese 7 de diciembre de 1943, año del nacimiento de nuestro Movimiento; afirma que un carisma del Espíritu Santo, una nueva luz, descendió esos días a la tierra; una luz que en la mente de Dios tenía que saciar la sed abrasadora de este mundo con el agua de la Sabiduría, calentarlo con el amor divino y hacer nacer así este pueblo nuevo, alimentado por el Evangelio. Esto, ante todo.
Pero como Dios es concreto en su manera de obrar, proveyó inmediatamente a asegurase el primer ladrillo para el edificio, esta Obra que le iba a ser útil para realizar sus planes. Y pensó en llamarme a mí, una chica como cualquiera. Y de allí nació mi consagración a El, mi “sí” a Dios que muy pronto fue seguido por muchos otros “sí” de jóvenes, mujeres y hombres.
Por eso aquel día nos habla de luz y de entrega a Dios de algunas criaturas, como instrumentos en sus manos para sus fines.
Luz y entrega de sí a Dios, dos palabras extremamente útiles en aquel tiempo de desorientación general, de odio recíproco, de guerra. Tiempo de tinieblas, en el que Dios parecía estar ausente del mundo con su amor, con su paz y guía, y parecía que nadie se interesara por Él.
Pero luz y entrega a Dios son dos palabras que también hoy el Cielo quiere repetirnos, cuando en nuestro planeta se prolongan tantas guerras. (…)
Luz que significa Verbo, Palabra, Evangelio, aún tan poco conocido y, sobre todo, demasiado poco vivido.
Chiara Lubich
(Conversazioni, Città Nuova, Roma 2019, p. 665)
Foto: © Archivio CSC Audiovisivi
Descubrir el bien oculto
Juntos somos fuertes
Hacer sentir la cercanía
Confiar en Dios
La noticia de la muerte del obispo Christian Krause me llegó justo en el momento en que estaba empezando una conferencia por zoom con los obispos de varias Iglesias amigos del Movimiento de los Focolares, de quienes el obispo Christian ha sido un fiel compañero de viaje por muchos años. Desde hace un tiempo sabíamos que sus condiciones de salud se habían agravado y rezábamos por él; por lo cual fue espontáneo rezar juntos un “Padre nuestro”, agradeciendo a Dios por su presencia profética y alentadora en medio de todos nosotros. Era un hombre con un gran corazón y de amplios horizontes.
“Obispos coloreados”
Habría mucho para decir sobre el obispo Christian. Mientras escribo este texto tengo delante de mí una fotografía en donde se ven el Cardenal Vlk de Praga (República Checa), el Cardenal Kriengsak de Bangkok (Tailandia), el Doctor Mor Theophilose Kuriakose de la Iglesia Siro-ortodoxa Malankara (India), se me ve a mí, católico, y al obispo Christian Krause mientras caminamos hacia el centro de la ciudad de Lund (Suecia), vestidos con nuestros atuendos eclesiásticos. Estábamos yendo a una ceremonia en la Catedral, que marcó el comienzo del 500° aniversario de la Reforma protestante. El encuentro ecuménico, cuya anfitriona fue la Federación Luterana Mundial (LWF) y con la presencia del Papa Francisco, fue la primera vez que católicos y luteranos conmemoraron juntos la Reforma a nivel global.
La foto me recuerda la simpatía con la que el obispo Christian llamaba a los obispos de las varias Iglesias amigos de los Focolares, “obispos coloreados”. Era un apasionado de la experiencia de la variedad y de la diversidad en la unidad, inspirada por un carisma y por una espiritualidad de la unidad y sostenida por el Movimiento de los Focolares, un movimiento al que en muchas ocasiones él puso de relieve por su aspecto prevalentemente laico. Nuestros ornamentos coloreados eran un signo exterior que indicaba la riqueza más profunda del intercambio de dones que hemos experimentado en el diálogo de la vida que los obispos de las varias Iglesias han emprendido a partir del año 1982 y que el obispo Klaus Hemmerle y Chiara Lubich han iniciado, con el apoyo del Papa Juan Pablo II.
Una día histórico
Si bien él conocía a los Focolares desde la década de 1980 gracias a los contactos con el obispo Klaus Hemmerle, el encuentro con Chiara Lubich del 31 de octubre de 1999 fue para él un momento especial. Un encuentro que tuvo lugar en el contexto de lo que sin duda fue un hito fundamental de su vida: la firma, en nombre de la LWF, de la Declaración conjunta sobre la doctrina de la justificación con la Iglesia católica romana, justamente ese 31 de octubre, en la ciudad de Augsburgo, Alemania. A lo largo de todos estos años, el obispo Krause nos contó muy a menudo de ese evento, resaltando su importancia como documento firmado antes de entrar en el siglo XXI. Pero le gustaba también recordar que justamente en esa ocasión, por la tarde, un grupo de focolarinos y responsables de Movimientos y comunidades, evangélicos y católicos, se reunió en la ciudadela focolarina de Ottmaring y lanzó el proyecto “Juntos por Europa”. El encuentro con Chiara Lubich, ese día, le abrió un camino en una experiencia ecuménica que él comprendió –quizás más que muchos de nosotros– como algo rico de posibilidades e implicancias proféticas.
Abrir horizontes
Cuando fui consagrado obispo en el año 2013, empecé a tener un mayor contacto con el obispo Christian en el ámbito de los obispos de varias Iglesias amigos del Movimiento de los Focolares. Después de Lund nos encontrábamos todos los meses a través de tele-conferencias online. Los encuentros con Christian siempre nos abrían los horizontes, porque le gustaba ver las cosas en el cuadro general. Su sentido del humorismo se manifestaba en el brillo de sus ojos y en su sonrisa amable.
El obispo Christian Krause era un apasionado de la Iglesia, de la unidad de la Iglesia y de la necesidad de dar pasos hacia adelante. Para él, la vida no consistía en estar quietos. Y si queremos mejorar el futuro, ¡tenemos que estar dispuestos a desarmar el presente! En el caso de los obispos amigos de los Focolares, el obispo Christian siempre nos exhortó a ampliar el círculo y a comprometernos a promover lugares de diálogo vivo con los obispos de las varias Iglesias del Sur del mundo. Se alegró mucho cuando, en el mes de septiembre de 2021, durante la pandemia Covid, conseguimos organizar un encuentro online para 180 obispos de 70 Iglesias de todo el mundo. Fue un maravilloso encuentro de tres días.
Miradas de esperanza
Recientemente fui a visitar al obispo Christian en la residencia de salud adonde se había trasladado en las últimas semanas de vida. Tuvimos una conversación que recordaré por mucho tiempo. Me habló de su gratitud por el encuentro con el carisma de los Focolares, por el apoyo y la amistad que había experimentado. Habiendo crecido en la tradición del “despertar” (pietista), el encuentro con el Movimiento se encontraba en la línea de su personal convicción de la necesidad de la piedad, de la espiritualidad.
No ocultó su dolor por el hecho de que a veces pareciera que el mundo hubiera perdido la dinámica visionaria de la esperanza de los años de la década de 1960, cuando la misión mundial y los horizontes de la paz se presentaban muy auspiciosos. Era doloroso para él también el hecho de que aún no le fuera posible recibir la comunión en la Iglesia católica.
Sin embargo me contó de un acontecimiento en la década de 1990 cuando Chiara Lubich no se encontraba bien de salud. Mientras estaba en una reunión con el Cardenal Miloslav Vlk, éste lo invitó a ir con él y llamar por teléfono a Chiara. Debía ser simplemente una breve llamada. Por ello, para no alargar la conversación, el obispo Christian le preguntó a Chiara: “¿Tienes alguna consigna para nosotros?”. Chiara no dudó un momento y respondió: “¡Adelante siempre!”. Christian quedó muy impresionado.
“Adelante siempre” ha sido el estímulo que el obispo Christian siempre nos ha aportado. Hablándome de su preparación a la muerte, manifestó su fuerte fe con la que solía mirar el futuro, incluso la muerte, con esperanza. Compartió conmigo la oración que tomó de una conocida poesía de Dietrich Bonhoeffer que era fuente de inspiración para él en ese último tramo de vida: “Cobijados maravillosamente por las fuerzas de la bondad, miremos con confianza lo que puede venir: Dios está con nosotros por la noche y por la mañana, y sin duda en cada nuevo día”.
Monseñor Brendan Leahy
Obispo de Limerick (Irlanda)
El obispo emérito Christian Krause había nacido el 6 de enero de 1940 en el municipio de Dallgow-Döberitz (estado federado de Brandeburgo, Alemania). Estudió teología en Alemania (Marburgo, Heidelberg, Gotinga) y en Chicago (USA). Había sido ordenado pastor de la Iglesia evangélica luterana de Hannover en 1969. Trabajó como asistente en lo que era en ese entonces el Departamento de Teología de la Federación Luterana Mundial en Ginebra (Suiza), en 1969 y 1970 y en la sede del Servicio Cristiano para los Refugiados de la República de Tanganica en Dar es Salaam (Tanzania), de 1970 a 1972. De 1972 a 1985 fue responsable de los asuntos ecuménicos internacionales, desempeñando el rol de secretario ejecutivo (Oberkirchenrat) de la Iglesia evangélica luterana unida de Alemania y de la Comisión Nacional Alemana de la LWF en Hannover (Alemania). De 1985 a 1994 fue secretario general del Kirchentag evangélico alemán (Movimiento laico de la Iglesia protestante). Fue obispo de la Iglesia evangélica luterana de Brunswick (Alemania), de 1994 a 2002. De 1997 a 2003 fue Presidente de la Federación Luterana Mundial (LWF).
Murió el 28 de noviembre en Wolfenbüttel (Alemania), a la edad de 84 años. Krause deja a su esposa Gertrud Krause y cuatro hijos.
Foto: © Caris Mendez – CSC audiovisivi e Vatican Media – Encuentro de obispos de distintas Iglesias (Septiembre 2021)
No estamos solos
En el relato de la Anunciación, el ángel Gabriel visita a María de Nazaret para darle a conocer los planes de Dios sobre ella: concebirá y dará a luz un hijo, Jesús, que «será grande y será llamado Hijo del Altísimo» [1]. Este episodio sigue la estela de otros eventos del Antiguo Testamento que llevaron a mujeres estériles o muy ancianas a nacimientos prodigiosos, cuyos hijos habrían de desarrollar una tarea importante en la historia de la salvación. Aquí, aunque María quiere adherirse con plena libertad a la misión de convertirse en la madre del Mesías, se pregunta cómo podrá suceder, siendo ella virgen. Gabriel le garantiza que no será obra de hombre: [2] «El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra»[3]. Y añade:
Esta certeza, que significa que ninguna declaración o promesa de Dios quedará incumplida –pues no hay nada imposible para Él–, se puede formular también de este modo: nada es imposible con Dios. De hecho el matiz del texto griego –con, o cerca de o junto a– ilumina su estar cerca del hombre. Es al ser humano o a los seres humanos, cuando están junto a Dios y libremente se adhieren a Él, a los que nada les es imposible.
«Nada es imposible para Dios».
¿Cómo poner en práctica esta palabra de vida? Ante todo, creyendo con gran confianza que Dios puede actuar incluso dentro y más allá de nuestras limitaciones y debilidades, así como en las condiciones más oscuras de la vida.
Esa fue la experiencia de Dietrich Bonhoeffer, que, durante la reclusión que lo llevaría al suplicio, escribe: «Debemos sumergirnos una y otra vez en el vivir, hablar, actuar, sufrir y morir de Jesús para reconocer lo que Dios promete y cumple. Es cierto […] que para nosotros ya no hay nada imposible, porque nada hay imposible para Dios; […] es cierto que no debemos pretender nada y que sin embargo podemos pedirlo todo; es cierto que en el sufrimiento se oculta nuestra alegría y en la muerte nuestra vida… A todo esto Dios dijo sí y amén en Cristo. Este sí y este amén son el terreno firme en el que nos mantenemos»[4].
«Nada es imposible para Dios».
Cuando tratamos se superar la aparente «imposibilidad» de nuestra insuficiencia para alcanzar la «posibilidad» de una vida coherente, cumple un papel determinante la dimensión comunitaria, que se desarrolla allí donde los discípulos viven entre ellos el mandamiento nuevo de Jesús y así se dejan habitar, cada uno y todos juntos, por el poder de Cristo resucitado. Escribía Chiara Lubich en 1948 a un grupo de jóvenes religiosos: «¡Y adelante! No con nuestra fuerza, miserable y débil, sino con la omnipotencia de la Unidad. He constatado, palpado, que Dios entre nosotros realiza lo imposible: ¡el milagro! Si permanecemos fieles a nuestra divisa […] el mundo verá la Unidad y, con ella, la plenitud del Reino de Dios»[5].
Hace años, cuando estaba en África, muchas veces me encontraba con jóvenes que querían vivir como cristianos y me hablaban de las muchas dificultades que encontraban cada día en su entorno para permanecer fieles a los compromisos de la fe y a las enseñanzas del Evangelio. Hablábamos de ello durante horas, y al final siempre llegaban a la misma conclusión: «Solos es imposible, pero juntos podemos». Lo garantiza el propio Jesús cuando promete: «Donde están dos o tres reunidos en mi nombre (en mi amor), ahí estoy yo en medio de ellos» [6]. Y con él todo es posible.
Augusto Parody Reyes y el equipo de la Palabra de Vida
Fotos: ©Sammmie – Pixabay
[1]Lc 1, 32.
[2] Ibid, 35.
[3] Ibid, 37.
[4] D. BONHOEFFER, Resistenza e resa, San Paolo, Cinisello Balsamo 1988, p. 474. Dietrich Bonhoeffer (1906-1945) fue un teólogo y pastor luterano alemán, protagonista de la resistencia al nazismo.
[5] C. Lubich, Lettere dei primi tempi. Città Nuova, Roma 2010, p. 164.
[6] Cf. Mt 18, 20.
Cuando la vida nos presenta elecciones desafiantes e imprevistas, que incluso nos pueden asustar, emergen con claridad nuestros valores y el deseo de vivirlos con coherencia.
No siempre es fácil. Nuestra respuesta en una situación que requiere una decisión, libre y personal, puede parecer una apuesta difícil de hacer, casi un salto al vacío y necesitamos la fuerza para ir más allá de nuestros límites.
Pero, ¿dónde podemos encontrar esta fuerza? Para algunos es la fe en una dimensión sobrenatural y en un Dios personal que ama y nos acompaña. Para todos puede ser la cercanía de los amigos, de los “compañeros de viaje” que nos apoyan y nos hacen sentir su proximidad y confianza. Sacan lo mejor de nosotros y nos ayudan a superar lo aparentemente «imposible» de nuestras incapacidades para alcanzar la «posibilidad» de una vida coherente.
Es la consecuencia de la dimensión comunitaria fruto de relaciones basadas en la reciprocidad. Ya lo decía Chiara Lubich en 1948, en el lenguaje propio de la época: «¡Y adelante! No con nuestra fuerza, miserable y débil, sino con la omnipotencia de la unidad. Si permanecemos fieles a nuestra divisa […] el mundo verá la unidad”[1].
Ir más allá de nuestros límites nos abre a nuevas oportunidades y experiencias que, de otro modo, podrían parecer fuera de nuestro alcance, permitiéndonos creer y testimoniar que toda esperanza es posible.
Pero, ¿es factible creer “que todo es posible” ante lo absurdo del Mal? Es la gran pregunta de la humanidad de hoy y de siempre. Una pregunta sin respuesta que une a todos, creyentes, no creyentes, en una búsqueda que sólo puede emprenderse juntos. Porque si el “Mal” sigue siendo un misterio, igual de poderosa es la fuerza del “Bien”. No hay una respuesta, sino un horizonte de sentido.
Así lo reafirmaba en una reciente entrevista Edith Bruck, deportada a Auschwitz cuando tenía 13 años y que hoy, con noventa y dos, sigue siendo un auténtico testigo de paz. Cuando terminó la guerra, ella y su hermana tuvieron el dilema de su vida. “Cinco fascistas húngaros que habían apoyado a los nazis nos suplicaron que les ayudáramos a volver a casa clandestinamente y les ayudamos en el camino. Compartimos con ellos pan y chocolate. Ese fue uno de los momentos más intensos que yo he vivido espiritualmente. Yo estaba tratando como un amigo a alguien que podía haber matado a mi padre”. La decisión no fue fácil y discutió mucho con su hermana, pero lo hicieron porque pensaron que quizás, así, esas personas nunca volverían a maltratar a un judío [2].
LA IDEA DEL MES, es elaborada por el “Centro para el diálogo con personas de convicciones no religiosas” del Movimiento de los Focolares. Se trata de una iniciativa nacida en 2014 en Uruguay para compartir con amigos no creyentes los valores de la Palabra de Vida que es la frase de la Escritura que los miembros del Movimiento se esfuerzan por poner en práctica en su vida cotidiana. Actualmente LA IDEA DEL MES es traducida a 12 idiomas y se distribuye en más de 25 países, con adaptaciones del texto según las diferentes sensibilidades culturales. dialogue4unity.focolare.org
Fotos: © Pixabay
[1] Chiara Lubich “Lettere dei primi tempi”. Città Nuova Roma 2010 p. 16
[2] Marisol Rojas Cadena SER- artículo sobre E. Bruck 26/01/2024
Saber esperar
“El concurso ha sido y sigue siendo una forma de dar a conocer la figura de Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, especialmente a las nuevas generaciones y a un público que se ha acercado a ella desde un enfoque de carácter cultural” dice Giuliano Ruzzier, docente y colaborador del Centro Chiara Lubich.
El concurso está promovido por el Ministerio de la Instrucción y del Mérito, New Humanity y la Fundación Museo Histórico de la provincia de Trento. La temática de este año es la paz: reflexionar acerca del significado de esa palabra y de esa realidad, a la luz del aporte que nos ha dejado Chiara Lubich. “En su vasto patrimonio, considerando los ámbitos en los que ella se ha expresado de forma explícita sobre este tema –explica Ruzzier– hemos individualizado cuatro perspectivas a partir de las cuales se puede reflexionar en la temática de la paz”.
Las pistas por las que caminar son, concretamente, el diálogo constructivo entre personas de religiones y culturas diferentes, la superación de las disparidades económicas, el compromiso personal por la fraternidad generando relaciones de proximidad, y la difusión de una cultura de paz. “Chiara Lubich tuvo una mirada completa. Es conocida su invitación a ‘amar la patria del otro como la propia’, nos sigue diciendo el profesor Giuliano Ruzzier. “Seguramente algo que caracteriza el pensamiento y la vida de Chiara es el hincapié que hace en las relaciones de proximidad en la cotidianeidad. Como ella dijo, toda nuestra jornada puede llenarse de servicios concretos, humildes e inteligentes, que son expresiones de nuestro amor. No existe ningún gesto, por más pequeño que sea, que no tenga una implicancia en el cuerpo social”.
El concurso está dirigido a los niños de la escuela primaria y a chicos y jóvenes de la escuela secundaria. “Como ya sucedió en los años anteriores, este año también y de una manera especial, esperamos una amplia participación incluso por parte de las escuelas italianas en el exterior, ya que la temática escogida tiene un claro alcance internacional”.
Le preguntamos a Giuliano Ruzzier, qué les diría él como docente a sus colegas para alentarlos a participar en este concurso. “A mí me parece que con este concurso se les ofrece a los chicos la posibilidad de reflexionar de una manera original y autónoma sobre una idea que seguramente tiene gran actualidad e importancia como es el tema de la paz. Además, ofrece también la posibilidad de dialogar con el pensamiento muy singular de una mujer que recorrió y vivió de una forma fuertemente significativa el siglo XX. Y que se ha expresado de múltiples maneras”.
El término para la presentación de los trabajos es el 31 de marzo de 2025. Para acceder al reglamento y para todo tipo de información: https://chiaralubich.org/concorso-per-le-scuole-2024-25/
Carlos Mana
Guardar silencio ante el hermano/a
Realizar buenas obras
Tener una mirada benévola
Amabilidad
Esta mañana, mientras estaba comprando en el supermercado, pasé junto a un carrito grande donde una empleada estaba apilando cajas y vi que dos de ellas estaban en el suelo.
Temiendo haberlas dejado caer sin darme cuenta, me disculpé, luego recogí las cajas y las coloqué en el carrito.
La empleada me agradeció y me dijo que no me preocupara. Luego, haciendo un comentario en voz alta, añadió: “¡La amabilidad es rara!”. Otra persona que pasaba cerca confirmó: “¡Es realmente cierto!”. Entonces la dependienta le contó, a modo de explicación, lo sucedido.
Por mi parte, estaba feliz, también porque este pequeño episodio me recordaba una frase que escuché hace algún tiempo y que me llamó la atención: nos invitaba a “sembrar amabilidad”. Me pareció una “caricia” de Dios.
G.S. – Italia (*)
Sanar relaciones
Tengo un hermano, cristiano católico, que se casó con una mujer alemana de la Iglesia Evangélica. Cuando se establecieron en Italia, la relación entre mi madre y mi cuñada no fue fácil, aunque ella no se oponía a que sus hijos fueran educados en la Iglesia católica. En cuanto a mí, traté de ser un “mediador” entre ella y mi madre. Mi cuñada también sufría por la incomprensión, que sin embargo se solucionó poco antes de la muerte de nuestra madre. Desde hace un tiempo comparto con ella diariamente, vía WhatsApp, el “pensamiento del día” que nos ayuda a vivir cada día el amor evangélico. Un día nos invitó a “ser misericordiosos”, con este breve comentario: “La misericordia es un amor que sabe acoger a cada prójimo, especialmente a los más pobres y necesitados. Un amor que no mide, abundante, universal, concreto”. Su respuesta no se hizo esperar: “Si te he hecho sentir mal en cualquier circunstancia en los últimos años, perdóname”. Sorprendida, respondí a mi vez: “Yo también me disculpo”. Y ella: “No recuerdo ningún episodio por el que deba disculparte…”.
C. – Italia (*)
Llamados y testigos
Una persona muy querida me pidió que escribiera algo sobre mi experiencia como docente para un conocido suyo de otro país que estaba haciendo un proyecto sobre educación en valores.
Entendí que era una oportunidad para transformar en testimonio y “anuncio” lo que, de alguna manera, ha sido, a lo largo de mi vida, mi respuesta personal al “llamado” a vivir según las enseñanzas del Evangelio como docente y como madre.
La redacción requirió muchas horas de escritura, borrando, corrigiendo, reescribiendo, recordando aspectos que podría agregar, eliminando otros que me parecían irrelevantes y, sobre todo, filtrando cada palabra con amor. Intenté ponerme en el lugar de la persona para quien escribía, porque, aunque no la conocía, podía amar a Jesús en ella.
Se lo envié a mi amiga, sabiendo que tal vez no era exactamente lo que necesitaba, pero dispuesta para cambiarlo todo.
Para mi sorpresa, ella respondió: “Ya envié tu carta y gustó mucho”. Sin duda, no fue la escritura en sí lo que gustó, sino la obra que Dios hizo en mí y que, compartida, puede ser una pequeña luz para los demás.
Y por supuesto, las otras cosas que necesitaba hacer en esos días fueron fáciles de solucionar, ya que hubo algunos cambios de programa que me dejaron tiempo libre para hacerlas.
C.M. – Argentina
Carlos Mana
Foto © StockSnap-Pixabay
(*) De “Il Vangelo del giorno” noviembre-diciembre, Città Nuova, Roma 2024.
El 30 de septiembre de 2024, el Focolare Meeting Point recibió a la delegación coreana de la Fundación Lee Tae Seok y al director Soo-Hwan Goo, que presentaron a los participantes el documental «Resurrección».
Resurrección» cuenta la historia de John Lee Tae Seok, también conocido como “P. Jolly” (P. Allegro), un salesiano coreano que dedicó su vida a atender a los más pobres y sufrientes, especialmente en Sudán del Sur, y la historia de unos 70 de sus alumnos una década después de su muerte.
A pesar de su tristemente corta vida, el Hermano John Lee dejó una huella indeleble en los corazones de las personas que conoció a través de su compromiso como médico, educador y hombre de fe. Su legado sigue inspirando a miles de personas en todo el mundo.
Reavivar la esperanza
Vivir la Iglesia en su dimensión comunitaria a través del método sinodal. Este es uno de los mensajes que surgieron del congreso eclesial organizado por el Movimiento de los Focolares de Italia y Albania que se celebró a principios de noviembre en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo, en Italia. Un evento que contó con la participación de mil personas, de diferentes edades y vocaciones, que adhieren a la espiritualidad de los Focolares, pero también representantes de otras asociaciones.
Cristiana Formosa y Gabriele Bardo, responsables del Movimiento de los Focolares en Italia y Albania, resaltaron el camino recorrido hasta ahora junto con otras realidades de la Iglesia italiana. Todo surgió de “un diálogo profundo, crecido en el tiempo, entre sacerdotes y laicos; trabajando juntos, personas de todas las ramas de la Obra de María (es decir, Movimiento de los Focolares); una valorización creciente de todos aquellos que de diferentes maneras trabajan en la iglesia local y en los organismos diocesanos y nacionales. […] Sentimos que en los últimos años esta sensibilidad dentro del Movimiento ha crecido significativamente y tanto a nivel nacional como local colaboramos mucho más con otros Movimientos y Asociaciones eclesiales”.
El primer día, el profesor Vincenzo Di Pilato, profesor de teología fundamental y coordinador académico del Centro Evangelii Gaudium, destacó (testo) la figura de María como Madre de Dios y Madre de la humanidad, resaltando la raíz trinitaria de la encarnación y la dimensión social de María.
A continuación, el cardenal Giuseppe Petrocchi ha ahondado en la realidad del ser Iglesia hoy, subrayando cómo es necesario tener una brújula de valores para entender cómo moverse, qué iglesia ser y cómo ser iglesia. Debemos estudiar y amar el contexto sociocultural del territorio en el que actuamos y mirar los signos de los tiempos: lo que el Señor nos pide hoy.
Luego, un espacio para diversas experiencias sobre proyectos educativos dirigidos a personas marginadas, sobre las nuevas generaciones, la fraternidad universal, la opción de los “pobres” por una sinodalidad inclusiva.
El segundo día estuvo enriquecido con la presencia de la Dra. Linda Ghisoni, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, que trajo el saludo y el aliento del Prefecto del Dicasterio, el cardenal Kevin Joseph Farrell. La Dra. Ghisoni donó una reflexión meditativa titulada “Dimensión mariana: una Iglesia con rostro sinodal”. Recorriendo la vida de María, afirmó que también nosotros debemos “confiar en Dios que es fiel”. Nos corresponde a nosotros, lejos de cualquier triunfalismo, estar de pie ante las situaciones más duras de nuestra sociedad, de nuestra familia, de nuestro movimiento. No debemos avergonzarnos si parece que pertenecemos a un grupo de fracasados, si tenemos cobardes entre nosotros, y acoger la llamada a una generatividad siempre nueva, anunciando con cercanía, cuidado, escucha, inteligencia, atención y diálogo, que Dios es fiel, es cercano, es misericordioso”.
Y ha recordado las palabras que el cardenal Farrell dirigió al Movimiento de los Focolares en el 80° aniversario de su nacimiento: “El ideal que Chiara (Lubich) transmitió sigue siendo siempre actual, incluso en el mundo secularizado de hoy, tan diferente del de los inicios de la Obra. Vuestro carisma contiene en sí una gran carga vital, pero como suele decir el Santo Padre: ‘no es una pieza de museo… necesita entrar en contacto con la realidad, con las personas, con sus inquietudes y sus problemas. Y así, en este encuentro fecundo con la realidad, el carisma crece, se renueva y la realidad también se transforma, se transfigura a través de la fuerza espiritual que este carisma trae consigo’”.
Con Marina Castellitto y Carlo Fusco se profundizó en el tema de la vocación universal a la santidad, a través de las figuras de algunos miembros del Movimiento de los Focolares para quienes se ha iniciado la causa de beatificación.
Después la experiencia de la Semana social de los católicos italianos celebrada en Trento en julio de 2024: “Esos días fueron una experiencia de escucha y de estudio del aquí y ahora de nuestro tiempo: interrogándonos sobre nuestro ser comunidad de creyentes en el más amplio ámbito eclesial y, por tanto, comunidad política como historia y red de relaciones humanas”, afirmó Argia Albanese, presidenta del Movimiento Político por la Unidad (MPPU) Italia.
La jornada continuó con la experiencia de la Consulta Nacional de Agregaciones Laicas (CNAL) en presencia de la secretaria Dra. Maddalena Pievaioli. La Consulta es el lugar en el que viven de manera unitaria la relación con el Episcopado italiano, ofreciendo la riqueza de sus asociaciones y acogiendo activamente sus programas e las indicaciones pastorales. La esperanza es que esta realidad pueda difundirse cada vez más dentro de las Asociaciones.
Cerrando el intercambio de algunas buenas prácticas como el Centro Evangelii Gaudium, las experiencias del Movimiento Diocesano de Pesaro y Fermo y reflexiones sobre el diálogo ecuménico e interreligioso, el diálogo con personas de creencias no religiosas y el diálogo con el mundo de la cultura.
El último día contó con la participación de Margaret Karram y Jesús Morán, presidente y copresidente del Movimiento de los Focolares. Margaret narró su reciente experiencia en el Sínodo al ser convocada entre nueve personalidades en calidad de invitados especiales. “El Sínodo, con sus 368 participantes, entre obispos y laicos, entre ellos 16 delegados fraternos de otras Iglesias cristianas, nos ofreció un ejemplo perfecto de la dimensión universal de esta esperanza – afirmó Margaret –. Veníamos de 129 naciones y cada uno de nosotros era portador de nuestra propia realidad: de paz, de guerra, de pobreza, de bienestar, de migración, de alegrías y tristezas de todo tipo. Por eso diría que el primer mensaje, quizás el más importante, es la dimensión profundamente misionera del Sínodo. […] Y la primera lección que aprendimos es: caminar juntos, dar testimonio juntos, nos necesitamos unos a otros. La segunda lección fue la práctica espiritual del discernimiento que requiere: libertad interior, humildad, confianza mutua, apertura a la novedad”. (…) Nuestra responsabilidad es “ser portadores de la sinodalidad en todos los ámbitos: eclesial en primer lugar, basta pensar en cuántos de nosotros – ¡y aquí son muchísimos! – están comprometidos con su Iglesia local. Pero nosotros, miembros de la Obra de María, no podemos limitarnos sólo a este ámbito, somos un Movimiento laico y esta laicidad es imprescindible, viene del Carisma y no la podemos perder. El Sínodo ha subrayado en numerosas ocasiones que debemos ‘ampliar nuestra tienda’ para incluir a todos, especialmente a aquellos que se sienten excluidos”.
Jesús Morán realizó una meditación-reflexión sobre ser una Iglesia de esperanza hoy. “La esperanza – afirmó – nos ayuda a superar el miedo. La esperanza debe estar unida a la fe y al amor, las tres hermanas de la vida teologal. La esperanza es virtud comunitaria, nos libera del aislamiento de la angustia y nos lanza hacia el “nosotros”; un “nosotros” que se convierte en amor concreto al hermano”.
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Lorenzo Russo
Photo: FocolarItalia
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