Movimiento de los Focolares

Marzo 2015

Durante su viaje al norte de Galilea, por los pueblos en torno a la ciudad de Cesarea de Filipo, Jesús pregunta a sus discípulos qué piensan de él. Pedro confiesa en nombre de todos que él es el Cristo, el Mesías esperado desde hace siglos. Para evitar equívocos, Jesús explica claramente cómo pretende llevar a cabo su misión. Liberará a su pueblo, pero de un modo inesperado, pagando con su persona: deberá sufrir mucho, ser condenado, ejecutado y, al cabo de tres días, resucitar. Pedro no acepta esta visión del Mesías –como tantos otros de su tiempo, se imaginaba una persona que actuaría con poder y fuerza derrotando a los romanos y poniendo a la nación de Israel en el lugar que le correspondía en el mundo– e increpa a Jesús, quien a su vez lo reprende: «¡Tú piensas como los hombres, no como Dios!» (cf. 8, 31-33).

Jesús se pone de nuevo en camino, esta vez hacia Jerusalén, donde se cumplirá su destino de muerte y resurrección. Ahora que sus discípulos saben que va para morir, ¿querrán seguir con él? Las condiciones que Jesús pide son claras y exigentes. Convoca a la muchedumbre y a sus discípulos en torno a él y les dice:

«El que quiera venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga».

Se habían quedado fascinados por él, el Maestro, cuando había pasado por las orillas del lago mientras echaban las redes para pescar o estaban en el mostrador de los impuestos. Sin dudarlo habían dejado barcas, redes, mostrador, padre, madre, casa y familia para ir detrás de él. Lo habían visto hacer milagros y habían oído de él palabras de sabiduría. Hasta aquel momento lo habían seguido llenos de alegría y entusiasmo.

Sin embargo, seguir a Jesús resultaba ser una tarea aún más comprometida. Ahora se veía claramente que significaba compartir plenamente su vida y su destino: el fracaso y la hostilidad, incluso la muerte, ¡y vaya muerte! La más dolorosa, la más infamante, la que estaba reservada a los asesinos y a los delincuentes más despiadados. Una muerte que las Sagradas Escrituras tachaban de «maldita» (cf. Dt 21, 23). Ya solo el nombre de la «cruz» infundía terror, era casi impronunciable. Es la primera vez que esta palabra aparece en el Evangelio. Qué impresión habrá dejado en quienes lo escuchaban.

Ahora que Jesús ha afirmado claramente su identidad, puede mostrar con la misma claridad la de sus discípulos. Si el maestro es el que ama a su pueblo hasta morir por él, cargando con la cruz, también sus discípulos, para serlo, deberán dejar de lado su modo de pensar para compartir totalmente el camino de su maestro, comenzando por la cruz:

«El que quiera venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga».

Ser cristianos significa ser otros Cristo: tener «los sentimientos propios de Cristo Jesús», el cual «se humilló a sí mismo, hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz» (Flp 2, 5.8); ser crucificados con Cristo, hasta poder decir con Pablo: «no soy yo el que vive, es Cristo quien vive en mí» (Ga 2, 20); no saber «cosa alguna, sino a Jesucristo, y éste crucificado» (1 Co 2, 2). Jesús sigue viviendo, muriendo y resucitando en nosotros. Es el deseo y la ambición más grande del cristiano, la que ha forjado grandes santos: ser como el Maestro. Pero ¿cómo seguir a Jesús para llegar a ser así?

El primer paso es «negarse a uno mismo», distanciarme de mi propio modo de pensar. Era el paso que Jesús le había pedido a Pedro cuando le reprochaba que pensase como los hombres y no como Dios. También nosotros, como Pedro, a veces queremos afirmarnos de manera egoísta, o por lo menos siguiendo nuestros criterios. Buscamos el éxito fácil e inmediato, exento de cualquier dificultad, miramos con envidia a los que prosperan, soñamos con tener una familia unida y con construir en torno a nosotros una sociedad fraterna y una comunidad cristiana sin tener que pagar caro por ello.

Negarse a uno mismo significa entrar en el modo de pensar de Dios, el que Jesús nos indicó con su modo de actuar: la lógica del grano de trigo, que debe morir para dar fruto, de encontrar más alegría en dar que en recibir, de ofrecer la vida por amor; en una palabra, de cargar cada uno con su cruz.

«El que quiera venir detrás de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga».

La cruz –la de «cada día», como dice el Evangelio de Lucas (9, 23)– puede tener mil caras: una enfermedad, el quedarse sin trabajo, la incapacidad de gestionar los problemas familiares o profesionales, la sensación de fracaso por no saber crear relaciones auténticas, la sensación de impotencia ante los grandes conflictos mundiales, la indignación por los repetidos escándalos en nuestra sociedad… La cruz no hay que buscarla; nos sale al encuentro por sí sola, y precisamente cuando menos lo esperamos y de un modo que nunca nos habríamos imaginado.

Jesús nos invita a «cargar» con ella en lugar de sufrirla con resignación como un mal inevitable, de dejar que nos caiga encima y nos aplaste, o incluso de soportarla de modo sereno y desprendido. Más vale acogerla como un modo de compartir su cruz, como posibilidad de ser sus discípulos incluso en esa situación y de vivir en comunión con él también en ese dolor, porque él fue el primero en compartir nuestra cruz. Porque cuando Jesús cargó con la cruz, con ella tomó sobre sus hombros todas nuestras cruces. En cualquier dolor, tenga el rostro que tenga, podemos, pues, encontrar a Jesús, que ya lo ha hecho suyo.

Así ve Igino Giordani la inversión del papel de Simón de Cirene, que lleva la cruz de Jesús: la cruz «pesa menos si Jesús hace de Cireneo con nosotros». Y pesa aún menos, continúa, si la llevamos juntos. «Una cruz llevada por una criatura, al final aplasta; llevada juntos por varias criaturas teniendo en medio a Jesús o tomando como Cireneo a Jesús, se vuelve ligera: yugo suave. Una escalada en cordada, entre muchos, concordes, se convierte en una fiesta, y a la vez procura una ascensión»[1].

Así pues, tomar la cruz para llevarla con él, sabiendo que no la llevamos solos porque él la lleva con nosotros, es relación, es pertenencia a Jesús, hasta la plena comunión con él, hasta convertirnos en otros él. Así es como seguimos a Jesús y nos convertimos en auténticos discípulos. Entonces la cruz será de verdad para nosotros, como para Cristo, «fuerza de Dios» (1 Co 1, 18), camino de resurrección. Encontraremos la fuerza en cada debilidad, la luz en cada oscuridad, la vida en cada muerte, porque encontraremos a Jesús.

Fabio Ciardi

 

[1] I. Giordani, La divvina aventura, Città Nuova, Roma 1966, pp. 149ss.

Chiara Lubich: la unidad y la política

Chiara Lubich: la unidad y la política

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Según Chiara Lubich existe una auténtica vocación política, «un llamado personal que emerge de las circunstancias y habla a través de la conciencia». Un llamado cuya respuesta «es sobre todo un acto de fraternidad: se actúa a favor de lo público, de lo que se refiere a los demás, buscando su bien como si fuera el propio». Un acto que crea las condiciones para «una relación continua con cada ámbito de la vida» – la economía, la salud, la comunicación, el arte, la administración judicial, entre otros-, para poner de esta forma las condiciones para que la sociedad misma, con todas sus expresiones, pueda realizar plenamente su designio».

El evento mundial consiste en una pluralidad de manifestaciones que se realizan en diversos puntos del planeta y en las cuales se pone en evidencia la identidad del carisma de Chiara Lubich en relación con la forma de actuar en la política, enriquecidas con experiencias de cambio personal y de compromiso en la vida pública que van desde el reunirse para afrontar los problemas del barrio al compromiso político a nivel nacional e internacional. Son todas posibilidades para recoger, con renovada conciencia el “sueño” que animó la vida y el pensamiento de Chiara: “la fraternidad universal”.

En Roma, Italia, la cita es el 12 de marzo en el Parlamento. En la mañana, 300 jóvenes de los Focolares, provenientes de todo el mundo, se reunirán en Auletta dei Gruppi, una sala del Parlamento italiano. Dialogarán con políticos, expertos y representantes de instituciones internacionales. En la tarde, en la misma Aula se realizará el congreso con el título «Chiara Lubich: la unidad y la política».

En Estrasburgo (Francia), del 13 al 15 de marzo, tendrá lugar el seminario «Fraternité en politique: s’investir autrement dans la cité», en la sede del Consejo de Europa, mediante el cual se invita a abrir nuevas posibilidades de acción para favorecer la convivencia entre todos.

El 13 de marzo, en el Glendon College de la Universidad de York de Toronto (Canadá), tendrá lugar un debate sobre el tema: «Politics for Unity. Making a World of Difference». En Curitiba (Brasil), se realizará el congreso «Política pela unidade, fazendo toda a diferença no mundo» que subraya como trabajar en la política en función de la unidad marca la diferencia. En Seúl (Corea del Sur), el Parlamento que en el pasado fue el escenario de duros conflictos, el 14 de marzo, alojará el encuentro: «En camino hacia la fraternidad universal». Se realizarán congresos también en Nairobi (Kenia), Dar es Salan (Tanzania), Madrid (España), Budapest (Hungría), Praga (República Checa) y otros más. En el sitio www.politicsforunity.com se puede encontrar un mapa on line de los eventos programados y la información relativa. Está también disponible una síntesis de textos de Chiara Lubich, seleccionados por el comité científico del evento. Para participar en las conversaciones on line el hashtag es #politics4unity.

La reflexión alrededor del tema «Chiara Lubich: la unidad y la política», en la pluralidad de áreas geográficas y culturales, será la posibilidad para indagar ulteriormente en el patrimonio que Chiara, cuya causa de beatificación fue abierta el 27 de enero pasado, consigna a la historia.

 

Filipinas: Redes sociales por la paz

Filipinas: Redes sociales por la paz

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Los restos de los policías asesinados en la masacre de Mamasapano el 25 de enero pasado

«La nación está viviendo momentos muy difíciles. Un batallón de policías, enviados a arrestar a dos personas sospechosas de ser terroristas, fue asaltado por combatientes del Frente Nacional de Liberación Islámico y 44 de ellos fueron asesinados. El Parlamento estaba precisamente deliberando sobre el nuevo tratado de paz entre el Gobierno y los musulmanes de Mindanao, con amplias concesiones en muchos ámbitos. Ahora, con mucho pesar, se ha cancelado todo tipo de deliberación. Y ayer apareció en las redes sociales el video de un policía herido que un militante del Frente golpeó repetidamente hasta matarlo. ¡Es de imaginar la indignación de la población!». Así nos escriben Carlo y Ding desde Manila.

Oscar trabaja en el Oficina de Comunicaciones del Gobierno y que por lo tanto debía escribir sobre lo sucedido. Una tarea verdaderamente nada fácil para alguien como él que se esfuerza todos los días en vivir la espiritualidad de la unidad con todos. «Por mi trabajo – escribe- debo leer todo lo que aparece en las Redes Sociales. Esta mañana vi el video de nuestros hombres SAF (los policías) asesinados por los rebeldes musulmanes. Me impresionó mucho ver a uno de ellos en el suelo, herido pero todavía con vida, que fue golpeado dos veces en la cabeza y otro que tenía todo el vientre abierto con un facón clavado en el pecho… Era horroroso, casi irreal, no lograba respirar. En el video se ve también que los rebeldes recogen las armas y los efectos personales de los policías asesinados y luego siguen disparando las armas. Era tan difícil pensar en la paz mientras miraba estas imágenes. Quería reaccionar, hacer algo. Casi se me salían las lágrimas.

Luego, miré las sesiones del Parlamento sobre lo acontecido. Había algunos que culpaban a un general por sus imprecisiones, otros que acusaban a otro por la falta de coordinación. Volvía a pensar, ¿cómo se puede hablar de paz?

SocialMediaEl video en internet ya había sido visto por lo menos por 4 millones de personas. Parte de mi trabajo es el de comprender los posibles escenarios y cómo afrontarlos. Entonces me pregunté ¿cuál podría ser el peor escenario? Y sentí miedo. Imaginé que, después de haber mirado esas imágenes, muchos podrían sentir rabia y buscar la venganza. Podrían ver a cada musulmán como un posible agresor y lanzarse en su contra. “¿Y si se desencadena una Guerra civil?”, me preguntaba.

En la oficina, como era de prever, las emociones de los colegas eran muy fuertes. Traté de escuchar lo que Dios decía a mi corazón: “Ahora más que nunca debemos hablar de paz. Si nosotros que comprendemos mejor la situación, experimentamos estos sentimientos de venganza, ¿cómo reaccionarán los más emotivos y los menos informados?”

Uno de mis colegas, imprevistamente, dijo: “La palabra paz es impronunciable en este momento. Debemos aspirar a la unidad de todos los filipinos, más allá de su fe religiosa”. Y otro dijo: “Lo que ha ocurrido fue una acción de hombres violentos, que no se identifican con toda la comunidad musulmana”. La rabia se fue disolviendo lentamente. Recordamos también lo que un diputado de Mindanao había dicho: “Es fácil enojarse y dejarse llevar por nuestras emociones, cuando no se ha visto cara a cara el efecto de la guerra a la puerta de casa. La guerra no es la respuesta”. Quedé felizmente sorprendido y me fui del trabajo con una cierta paz en el corazón.

En estos momentos, más que cualquier otra cosa, pienso que debemos trabajar juntos para llevar el ideal de la unidad a la mayor cantidad de gente posible. La amenaza de la guerra es real. La amenaza de que nuestros compatriotas se enojen con nuestros hermanos musulmanes es real. Pero el Evangelio nos indica el camino del diálogo y de la paz. Mañana es un nuevo día para mí. Otro día de escuchar muchas conversaciones online. Tendré la posibilidad de construir relaciones de confianza y de paz».

Gen Rosso: CAMPUS – the musical

Gen Rosso: CAMPUS – the musical

Campus_MusicalAdelantémonos al tiempo e imaginemos… «Son las 7 de la mañana del 28 de abril en la estación central. Una fecha y un lugar que los estudiantes del Campus jamás olvidarán. Algo imprevisto está a punto de suceder y… deben tomar su decisión. ¡Es hora!». CAMPUS, el nuevo musical del Gen Rosso, se abre con una escena de alto impacto emotivo y teatral. El preestreno será el 14 y 15 de marzo en Loppiano, en el Auditórium del Centro Internacional.

El estreno mundial de la gira se hará en Nápoles el 28 y 29 de marzo en el Teatro Mediterráneo Mostra d’Oltremare.

La obra surgió de una idea original de Chiara Lubich, como tantas ideas originales de la fundadora de los Focolares ahora nos referimos a la de “morir por la propia gente”, una propuesta que el Gen Rosso adopta y que se inspira en hechos reales. Llega a los escenarios después de 10 años de investigación artística y de contenidos.

El campus como nuestras ciudades

Valerio Ciprì cuenta: «Me pareció en seguida que el ambiente del campus representaba bien la metáfora de la cotidianidad de nuestra convivencia urbana globalizada. Las ciudades hoy contienen graves contradicciones que van de la degradación de la delincuencia, de la droga, de la corrupción, a la presencia de lugares de recuperación en donde los ciudadanos rescatan espacios de solidaridad, de humanidad. Y el mensaje de Campus es precisamente éste: una sociedad unida no se realiza anulando las diferencias, sino mirando a los ojos los desafíos y arremangándose para construir relaciones auténticas. El marco es una época, la actual, marcada por el drama del temor y el terrorismo, allí se entrelazan las historias de un grupo de estudiantes, cada uno de ellos con sus sueños y proyectos para el futuro y con un presente marcado por una pesada carga de heridas, angustias e interrogantes».

Un espectáculo audaz, que se desarrolla entre sonoridades cautivadoras y una intensa actualidad.

El musical está compuesto por 23 piezas, coreografías que interactúan con secuencias video-grabadas, escenas teatrales y movimiento. «El proyecto artístico es el resultado de la colaboración de un equipo profesional internacional» – explica Beni Enderle. «La sonoridad es fuerte y rica de una contaminación acústica que se entreteje con armonías cautivadoras, con una lírica que va desde la alegría del ambiente latino, al pathos de los ritmos afro, en una síntesis sonora que impresiona y cautiva».

«En la medida en que nos sumergimos en la historia y en la atmósfera del espectáculo – sigue José Manuel García – se advierte el respiro global que surge de una estructura narrativa que penetra directamente en el corazón de los desafíos de la contemporaneidad, dentro de una banda sonora original y rigurosamente en vivo, que va desde los ritmos y sonoridades del Rock, Pop, Reggae, Samba-axe, la música Electrónica contemporánea, el Hip-hop hasta el Dubstep…».

El impacto escénico es de vanguardia. Jean Paul Carradori explica: «Trabajé en muchas producciones de carácter internacional. Para mí, Campus ha sido un desafío inesperado por su estructura dramática y teatral tan fuerte. Era necesario crear una atmósfera que valorara sus contenidos y al mismo tiempo condujera al espectador a sumergirse en la historia».

El Musical, producido por el Gen Rosso International Performing Arts Group (16 artistas de 9 naciones) con una metodología innovadora de trabajo artístico, técnico, directivo y gerencial, es el fruto de la convergencia y sinergia de un equipo internacional.

Pre-venta boletos: CLICK AQUÍ  (tel.055 9051102 – mail genrosso.campus@loppiano.it)

On-line: el evento se puede adquirir en Internet en las direcciones concierto 14/03concierto 15/03

Descarga aquí el afiche

Chiara Lubich: Libertad, igualdad… ¿qué fin tuvo la fraternidad?

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«Pocas veces como en este tiempo nuestro planeta ha sido y es atravesado por la desconfianza, por el temor, incluso por el terror: basta recordar el 11 de septiembre de 2001 e, incluso más cerca, el 11 de marzo de 2004, sin olvidar los cientos de atentados que en estos últimos años han nutrido la crónica cotidiana.

El terrorismo: una calamidad tan grave como -por lo menos- las decenas de guerras que siguen ensangrentando nuestro planeta.

¿Y cuáles son sus causas? Muchas. Pero no se puede dejar de reconocer que una de las más profundas es el desequilibrio económico y social que existe en el mundo entre los Países ricos y los Países pobres. Desequilibrio que genera resentimiento, hostilidad, venganza, favoreciendo de este modo el fundamentalismo que germina más fácilmente en un terreno semejante.

Ahora bien, si las cosas están así, para que el terrorismo se apague y desaparezca, la guerra ciertamente no es una respuesta, es necesario buscar los caminos del diálogo, caminos políticos y diplomáticos. Pero no es suficiente; hace falta generar más solidaridad entre todos en el mundo, y una comunión de bienes más equilibrada. Sin dejar de lado que son aún más numerosos los temas candentes que interpelan la política, tanto en la dimensión nacional como en la internacional. Incluso en el mundo occidental el modelo mismo de desarrollo económico está ahora indudablemente en crisis, una crisis que exige no solamente algunos limitados ajustes, sino un replanteo global para superar la recesión en curso.

El avance irrefrenable de la investigación científica no puede continuar sin que se garanticen la integridad y la salud de la especie humana y de todo el ecosistema.

El reconocimiento de la función esencial de los medios de comunicación en el mundo moderno debe encontrar reglas eficaces frente a las exigencias específicas de promoción de los valores y de la defensa de las personas, de los grupos y de los pueblos.

Otra cuestión fundamental surge de la necesidad de defender y valorizar la riqueza que se origina por las distintas proveniencias étnicas, religiosas, culturales, incluso en el horizonte de los irreversibles procesos de la globalización en acto.

Estos desafíos, que se nos presentan como algunos de los más grandes de la actualidad, reclaman con insistencia la idea y la práctica de la fraternidad, y teniendo en cuenta la extensión del problema, de una fraternidad universal».

Centro Chiara Lubich: Discurso integral 

Kenia: Congreso internacional de EdC

Kenia: Congreso internacional de EdC

EdCKenya_Flyer“Acuérdate, Luigino, de que la EdC nació para los pobres. Hacéis bien en estudiar, pero acuérdate siempre de los pobres”. Chiara Lubich me repitió muchas veces estas palabras a lo largo de los diez años en los que estuve a su lado, con la comisión internacional, para coordinar la EdC.

El rescate de la pobreza sufrida (bien diferente de la elegida) sigue siendo el fin último del proyecto y el sentido de nuestra acción. Mientras siga habiendo en la tierra personas que no puedan vivir una existencia decente por falta de recursos, ningún sistema económico y social podrá considerarse justo, y mucho menos de comunión.

Las pobrezas amadas y aliviadas por la EdC en estos 23 años de vida se han diversificado y ampliado. De las favelas de Sao Paulo y del Brasil, pasamos en seguida a las favelas de muchas otras ciudades; luego comprendimos, gracias a la acción tenaz de empresarios como Paco Toro (España), que para reducir las pobrezas podíamos crear puestos de trabajo y junto a la ONG Acción por un Mundo Unido (AMU) comenzamos a apoyar el desarrollo de micro actividades productivas en varios países del mundo. Por último, hemos constatado que la presente crisis ha traído pobrezas antiguas y nuevas también a la rica Europa. Una de ellas es la plaga de los juegos de azar, que está devastando centenares de miles de familias, sobre todo entre las más pobres. De aquí el esfuerzo de la EdC Italiana por apoyar la campaña Slotmob, que en un año ha llegado a más de 70 ciudades y está cambiando la mentalidad de muchas personas.

En los últimos años, la EdC está extendiendo especialmente en el continente africano, las empresas que este año han empezado a pagar beneficios para apoyar a los pobres del mundo aumentó a 10, mientras que otras 12 se han acercado al proyecto; hay varias becas a jóvenes africanos, algunos de los cuales asisten con entusiasmo al Istituto Universitario Sophia.

Así, atraídos por esta vida nueva y floreciente, como expresión de reciprocidad, hemos pensado celebrar en Nairobi (Kenia) nuestro congreso internacional, a cuatro años de distancia del que tuvo lugar en Brasil en 2011.

Pag 15 Africa EoC Logo Final ridEstaremos en esta gran ciudad del 27 al 31 de mayo, mientras que del 22 al 26 tendrá lugar la primera escuela panafricana para jóvenes. África –que hoy sigue sufriendo todavía mucho por las relaciones predatorias que muchos países industrializados han mantenido y mantienen con ella, primero olvidándola y luego aislándola, cuando siente el peligro del contagio – está destinada a ser la gran protagonista de la economía y de la sociedad del mañana.

Su deseo de vivir, sus jóvenes, sus culturas antiquísimas, lo dicen ya con fuerza. La EdC quiere ir a África para amarla, para aprender de su cultura de la vida, para practicar la comunión y la reciprocidad. Y para construir juntos un nuevo modelo de desarrollo y una nueva economía. Pero juntos y en la mutua estima. En la fiesta de los pueblos.

Luigino Bruni

Fuente: EdC online

Inscripciones:www.eoc-nairobi-2015.info

Info: info@eoc-nairobi-2015.info

Giordani: la tarea del escritor

Giordani: la tarea del escritor

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«En un mundo racional el escritor debería situarse en el centro de la vida colectiva: como quien dirige e interpreta el alma del pueblo.

Para un grupo de personas el mundo está gobernado por la racionalidad, para otros muchos por el instinto, las pasiones irracionales: por ejemplo el miedo, y entonces el escritor se vuelve popular en la medida que capta y exacerba el instinto de la masa.

Hoy día prevalecen la técnica, la mecánica, el deporte, el cine por una parte, la demagogia, el comercio, la politiquería por otra: y el escritor –si no quiere quedarse al margen- tiene que ponerse al servicio de intereses materiales y pasionales; escribir para un periodismo que, debido a los costos enormes, a menudo se ve en la necesidad de someterse a grupos de industriales, a los partidos políticos, a las ideologías y a las profesiones que son más rentables. La libertad de prensa disminuye porque la prensa libre se disipa bajo la presión financiera; y así se reduce la libertad del escritor.

Esto puede explicar que cada vez encontremos menos al gran escritor; y ayuda a explicar por qué más de uno traslade su ejercicio a la arena política o busque salida en otros campos.

Por otra parte, si es la decadencia racional de los pueblos la que produce la disipación del escritor y su aislamiento, también es verdad que la decadencia espiritual, moral e intelectual de quien escribe aleja a los lectores. La verdad es que el escritor es la causa y el efecto de su ambiente social. Sería necesario que fuese más causa y menos efecto. Si fuese lo que tiene que ser: un maestro, o, casi diría, un apóstol o un profeta, el pueblo lo seguiría o lo lapidaría: en fin mostraría mucho interés en las manifestaciones de su espíritu. El lugar del escritor debería ser de vanguardia, casi el de un visionario, en todo caso, de alguien expuesto al riesgo.

De hecho, para realizar una misión apostólica, de formación y de elevación, el escritor corre el riesgo de quedarse pobre o de ser incomprendido.

La posición del escritor es relativa al valor del mensaje que ofrece y a la fuerza y la forma de la expresión artística con el que lo transmite.

En un mundo donde la técnica y la organización, la planificación y la centralización, la vulgaridad y la falta de libertad, han sofocado al alma humana, saturándola de ruido y de mandatos, un escritor libre que apunte a la liberación espiritual –a la redención del hombre-, ayudándolo a superar la “descompensación” entre el enorme mundo externo y el exiguo mundo interno, desarrolla una tarea aun mayor que la del estadista más en boga.

En un mundo desgastado por las rupturas y tembloroso por el miedo, explotado por el odio, una palabra de fraternidad y humanidad, es decir de caridad, dicha con claridad, belleza y potencia, consagraría a su autor por la gratitud de los pueblos, confiriéndole un lugar central en la órbita de la civilización».

(De: Igino Giordani, Il compito dello scrittore, «La Via», 2.2.1952, p. 3)

Evangelio y vida: acoger siempre

Evangelio y vida: acoger siempre

«Después de una dolorosa y destructiva desilusión, por el fracaso de la relación con su pareja, nuestra hija vino a vivir con nosotros junto con su niña. A menudo estaba amargada y agresiva. Una mañana, por una tontería, me trató mal a mí y a sus hermanos, gritó y se fue al trabajo dando un portazo. Me quedé mal, me parecía que había superado todo límite. No nos merecemos este trato. Pero, ¿qué hacer para que ella sienta mi amor? Preparé un almuerzo como para una fiesta, hice un postre, puse el mantel más lindo… Cuando volvió, la saludé como si no hubiese pasado nada. Ella sonrió, sentí que no sólo la había perdonado sino que también había olvidado todo. La armonía volvió a reinar entre todos» (R. B. – Italia)

20150221-01«El sábado, mis padres y yo estábamos cerrando nuestro almacén cuando entraron dos hombres encapuchados que nos obligaron a abrir la caja fuerte. Mi papá, pensando que era la enésima rapiña con armas de juguete, los invitó a irse. Y en cambio recibió un balazo que lo hirió no gravemente. Después que los delincuentes huyeron, en un momento recordé que existe gente distinta, que se prodiga por los muchachos de un barrio en riesgo de otra ciudad siciliana. Decidí entonces, junto con algunos amigos, hacer también yo alguna cosa para impedir que los muchachos entren en el ambiente de la delincuencia. Un poco titubeante, ingresé en un barrio marginal, y, cuando conocí los problemas reales del lugar, me puse en contacto con la administración municipal, con las familias de algunos agentes de seguridad asesinados… Nació un grupo que quiere demostrar, sobre todo a los más jóvenes, que existe un mundo sin violencia, mejor. Ese sábado me cambió la vida». (M. – Sicilia, Italia )

«Tenía 12 años cuando mis padres se separaron. Entre tanto dolor, existía uno en especial que no me dejaba en paz: no lograba perdonar a mi papá por habernos dejado para formar otra familia. Al principio, cuando llamaba por teléfono, no quería ni siquiera responderle. Hasta que un día, le pedí ayuda a Jesús y encontré el valor para demostrarle que no le guardaba rencor. El cumpleaños de mi papá me dio la oportunidad de demostrarle algo porque cuando le llevé mi regalo, vi que se conmovió. Me confesó, que más allá de todo, para él lo más importante eran y seguían siéndo los hijos. Desde ese momento fue como que se abrió para él la puerta de mi corazón. A continuación, sabiendo que estaba muy solo, me resultó espontáneo hablarle de Dios, decirle que Dios ama a cada uno inmensamente. Se tranquilizó y expresó el deseo de profundizar el tema. La experiencia con mi papá me está haciendo comprender que todos se pueden equivocar, pero que cada uno tiene que tener la posibilidad de volver a levantarse». (H. – Brasil)

 

Libia en el caos: una voz valiente

Libia en el caos: una voz valiente

Mons Martinelli-a«Mons. Giovanni Martinelli es un pequeño-gran hombre. Un hombre valiente que, a pesar de un grave problema de salud que lo afecta desde hace dos años, prosigue tenazmente queriendo permanecer en su Libia, para atender como pastor amoroso a sus ovejas, que se han reducido a un puñado de filipinas que trabajan en los hospitales como enfermeras y que “no pueden” dejar el país.

“No tengo nada especial que decir –empieza-, nos quedamos huérfanos desde que se fue el embajador. Pero, repito, no tengo nada que decir. Estamos aquí porque Jesús nos quiere aquí. Estoy al servicio de este pueblo, no es que tenga quien sabe qué poder”.

¿Y la comunidad católica? “La comunidad cristiana todavía existe y estamos tranquilos”.

¿Están tranquilos? “Acabamos de celebrar la misa, Dios está con nosotros, ¿por qué debemos temer?”.

¿También en padre Sylvester está todavía en Bengasi? “Ciertamente –responde Mons. Martinelli-, también él dice que todavía se puede quedar para estar cerca de este pueblo tan probado”.

¿Qué prevén para el futuro? “Es muy difícil hacer previsiones. Es mejor no hacerlas, porque demasiadas veces hemos hecho hipótesis que después no se concretaron. Es mejor vivir día a día, es más, momento a momento. En el momento presente está todo. En ese momento me encuentro con Jesús, encuentro a los hermanos, amo a este pueblo”.

¿Cómo es la situación en Trípoli? “Me parece que está bastante calmada; no nos han prohibido nada. El clima es tranquilo y pacífico. No hay mucho peligro para circular durante el día. Cierto, en la noche nos quedamos en casa”.

¿Temor? “Por el momento no hemos recibido amenazas directas. Vamos a ver cómo se desarrollan las cosas. Quizás nos corten la cabeza… Pero yo se las daré en un plato, porque estoy aquí para morir por mi gente”.

¿Cómo ve el papel de Italia en esta situación? “Se ha comprometido mucho, especialmente el embajador, para mantener abierto el canal del diálogo entre las distintas tribus, entre las distintas facciones. Hasta ahora, Italia ha hecho propaganda de paz”.

¿Cómo vería una intervención extranjera armada? “No creo que sea la solución”.

En el 2011, cuando corrían vientos de guerra, usted dijo que si esto sucedía Libia corría el peligro de que explotaran las divisiones tribales y políticas. Pero lamentablemente los europeos parecían estar seguros de que la democracia electoral iba a contagiar positivamente al país… “La prudencia hubiera sido útil, entonces y ahora. La diplomacia internacional debería hacer su parte para recomponer las piezas de Libia. No se deben imponer visiones políticas que no pertenecen a esta gente”.

Después prosigue y concluye: “Si vienen acá sólo con armas y sin una fuerte voluntad de diálogo, no sirve de nada. Es necesario venir aquí para amar a este pueblo, no por los intereses de los occidentales, ni para aprovecharse del petróleo y de los otros recursos. Aquí se puede venir sólo si se tiene voluntad de dialogar con los musulmanes. Yo estoy aquí por esto y no tengo otra finalidad».

Fuente: Città Nuova online

 

#DoYouCare? ¿Te importa el diálogo?

#DoYouCare? ¿Te importa el diálogo?

20150219-01Un grupo de 80 jóvenes cristianos y musulmanes. Un tema: el multiculturalismo, las distintas religiones, el diálogo. Una pregunta: ¿te importa el diálogo? Un formato: el de Renovarse”. Dos días transcurridos en el Hertfordshire, en un clima sereno que permite enfrentar también temas candentes. Los protagonistas son los jóvenes de los Focolares de Gran Bretaña e Irlanda. Este año realizaron el evento junto a un grupo de la Islamic Unity Society con quienes desde hace meses está creciendo la amistad y la estima recíproca, y con quienes ya trabajaron en diversas iniciativas, desde sesiones de estudio hasta plantar árboles por la paz.

Los participantes escucharon la experiencia vivida por el Dr. Mohammad Ali Shomali, Imán y director del Centro Islámico de Inglaterra, quien habló a través de una video conferencia desde París. Alentó al grupo a “crear oportunidades de diálogo con cada uno: el diálogo es lo que nos caracteriza como seres humanos. Aceptar dialogar con una persona distinta de nosotros no nos disminuye, al contrario, nos hace más auténticos con nosotros mismos”.

20150219-02Angela Graham, periodista que trabajó para la BBC fue la huésped de honor. Ella creció en Irlanda del Norte y a partir de su propia experiencia animó a los jóvenes a convertirse en “personas de diálogo” en sus propios ambientes y a tratar de construir puentes con personas de culturas y credos distintos.

Durante el fin de semana del 14 al 15 de febrero, en el “Focolare Centre for Unity” que alojó a los jóvenes en Welwyn Garden City, se desarrollaron también talleres sobre varios temas: desde el diálogo interreligioso a las redes sociales, desde la política al compromiso civil. «Es impresionante experimentar que aquí existe gente tan apasionada en vivir y trabajar con Dios», afirmó Mohammed Mozaffari, uno de los jóvenes musulmanes de la “Islamic Unity Society”. Y Lucía, del grupo de los Jóvenes por un Mundo Unido dijo: «Las diferencias no son un obstáculo, sino una ayuda para construir algo juntos». «También quienes tenían más dificultad en identificarse con un credo formal – cuentan Nino y Mil, ambos integrantes de la organización del evento- se sintieron cómodos, constructores con todos».

Y la cita no pasó desapercibida por las autoridades civiles: «Es alentador ver a jóvenes adultos de distintas procedencias culturales y religiosas comprometidos recíprocamente en el diálogo –afirmó el consejero comunal Michael Siewniak – buscando juntos respuestas sobre cómo vivir en armonía en una sociedad multicultural y multireligiosa»

 

 

 

Chiara Lubich, otra visión y ejercicio del poder

Chiara Lubich, otra visión y ejercicio del poder

PaoloGiusti

Paolo Giusta

«La vida y el pensamiento de Chiara Lubich introdujeron una novedad radical, que supera de una vez para siempre la concepción del poder como dominio. El concepto del poder como la cima solitaria de una pirámide está siempre presente, y a veces domina: a menudo tendemos a pensar que un hombre sólo en el poder, con una visión clara y la fuerza de imponerla sea la mejor solución, la más segura [….]. Chiara tuvo siempre un concepto elevado y un respeto absoluto del poder […]. Al mismo tiempo, sus relaciones con las personas que estaban en la cúspide de la jerarquía, civiles (jefes de Estado y de gobierno, presidentes de las instituciones europeas) o religiosas (Papas, patriarcas…) no tuvieron nunca nada de servilismo. Al contrario, su respeto por la autoridad se expresaba de forma creativa, ofreciendo ideas y propuestas, en una actitud de diálogo y de estímulo, y poniendo su persona y los recursos del Movimiento [de los Focolares ndr] a disposición de proyectos a favor de la sociedad, sobre todo de los más pobres.

Corresponsabilidad.  En el ejercicio del poder, dentro del Movimiento que ella fundó, Chiara quiso que exista […] una gestión colectiva de la responsabilidad, en línea con la espiritualidad de comunión, típica de su carisma. Solo en la presidencia del Movimiento, especialmente por motivos jurídicos, existe una sola persona, y Chiara quiso que fuese una mujer, según el modelo de María, Madre de Jesús, que no tenía ningún poder excepto el de amar […] Esta es una de las ideas clave del carisma de Chiara: existe la jerarquía, tiene un rol insustituible, pero es un trasfondo. Lo que emerge es que todos somos, antes que nada, hermanos y hermanas, todos hijos de un único Dios, que es amor […]. Todos en la escuela de Jesús, único y verdadero maestro.

Un liderazgo colectivo. Tuve la oportunidad de ver personalmente –cuenta Paolo Giusta–la forma como Chiara ejercía su papel de líder en la preparación de dos encuentros de los movimientos y comunidades cristianas de distintas Iglesias en Estocolmo en el 2004 y en el 2007 […]. Me impactó su actitud con la que daba espacio a cada uno, a sus ideas y a sus preguntas. Era como si estuviese a la escucha de una palabra que Dios habría podido pronunciar a través de alguno de los participantes […]. Tomaba cada palabra en serio y la sometía a la decisión común, un verdadero ejemplo de liderazgo colectivo en acción […].

Ejercer el propio rol y dar espacio al otro. Es la esencia del concepto del poder que tiene Chiara, como también su aspecto paradójico: la persona que mantiene una posición de poder debe ejercer plenamente su rol (ser) y contemporáneamente dar total espacio al otro, incluido el sometimiento (no ser). Al mismo tiempo todos, cualquiera que sea su papel o posición jerárquica, ofrecen un aporte indispensable (ser) y, donándolo, lo pierden porque no pueden imponerlo (no ser). Es un dinamismo que crea comunión, la unidad en la diversidad. En efecto para Chiara la unidad no es nunca estática, algo que anula a los integrantes de la misma, sino que cada vez es nuevo y sorprendente porque está en un movimiento vital, a imagen de Dios y de la relación de amor entre las tres personas de la Trinidad […].

Resolver juntos los conflictos. Un ejemplo práctico del ejercicio del poder como amor, como Chiara lo concibe, es la gestión y la resolución de los conflictos. Frente a un conflicto existen distintas posibilidades: evitar la dificultad de enfrentarlo, dejar que el responsable decida por todos, o bien decidir ponerse juntos en camino, con todas las personas involucradas en el conflicto: una marcha larga y tal vez dolorosa, para atravesar el conflicto y salir de él, no con una decisión individual, sino habiendo hecho una experiencia entre todos. Esta solución no viene desde arriba ni simplemente desde abajo, sino que es el resultado de un esfuerzo común en la que cada uno da su aporte de verdad, a fin de alcanzar una solución común».

Lee el texto integral (italiano(

Chiara Lubich

Politcs for Unity

Making a world of difference

Marzo 2015

Info: http://www.politicsforunity.com/

 

Premio Renata Borlone 2015

Premio Renata Borlone 2015

20150217-01Lo infinitamente pequeño y lo infinitamente grande que se vinculan para explicar el universo, la aplicación de descubrimientos como el del “bosón de Higgs” en el ámbito médico, tecnológico, social. De todo esto habló la científica Fabiola Gianotti, la próxima directora del Cern de Ginebra, el 15 de febrero en Loppiano, ante un público de 800 personas entre las cuales había científicos, amantes del mundo científico, artistas, amigos, familias y unos doscientos estudiantes de escuelas secundarias.

En fin, parece ser que la ciencia se volvió una moda en este 2015 en el que la gente todavía está muy afectada por la crisis económica, pero al mismo tiempo se encuentra en búsqueda de «espacios de infinito, que vuelvan a indicarnos quiénes somos, cuál es nuestra dignidad y misión en la vida», según dijo uno de los presentes. Y esto sin duda es mérito de científicos como la Dra. Gianotti, pero también de eventos como el premio Renata Borlone, mujer en diálogo”. Una iniciativa con un alto valor educativo, en donde la fe y la cultura se entrelazan dando vida a una posibilidad de crecimiento personal y social.

A la Dra. Gianotti le llegaron muchos mensajes de felicitaciones, entre los cuales el de María Voce: «La asociación cultural Renata Borlone y el Instituto Universitario Sophia (IUS) se han unido al coro general de reconocimientos, subrayando de manera especial los valores en los que la doctora inspira su vida de mujer y científica». La presidente de los Focolares puso de relieve “la consonancia de ideales y objetivos entre estas dos figuras” (la Dra. Gianotti y Renata Borlone), aún si en ámbitos distintos.

«Se habla del bosón de Higgs como del lugar que le da consistencia a todas las demás partículas – afirma Lida Ciccarelli, postuladora de la causa de beatificación de Renata Borlone –. También Renata estaba enamorada, además que de la ciencia, de todo lo que tiene que ver con la humanidad, ella también había encontrado el lugar, el campo que le dio profundidad a toda su vida y significado a sus jornadas: es Dios. Y así como la científica se prepara revelarnos el mundo de la ciencia – continuó – ella encontró en Dios a Aquél que le reveló ‘al hermano’ que le pedía amor, acogida, comprensión, que le pedía que compartiera alegrías y dolores, con un corazón de carne. Vivió en este espacio divino y quien pasaba a su lado volvía a encontrar la dignidad de descubrirse hijo de Dios».

20150217-03La tercera edición del premio está destinada a los amantes de la investigación científica y aspira a promover el diálogo con aquellos que, también en campo académico, se comprometen a favor de una cultura que respeta la dignidad de la persona humana. El Prof. Sergio Rondinara del IUS leyó la motivación de este premio otorgado a Fabiola Gianotti: “Por sus altas cualidades profesionales, por la pasión demostrada en la investigación científica y por las competencias humanas reveladas en la fructuosa coordinación del elevado número de científicos e investigadores presentes en el experimento ATLAS en el Cern”. El premio es una obra del artista chino Hung y representa un acelerador de partículas en miniatura.

La intervención de la Dra. Gianotti fue una intensa y apasionada exposición que cautivó al auditorio, acompañando a los presentes en una gira virtual dentro del universo de lo infinitamente pequeño, el de las partículas elementales y, de manera especial, del bosón de Higgs, descubierto a finales del 2012 gracias al trabajo constante de 3.000 científicos de 38 países y a la tecnología del acelerador de partículas LHC (Large Hadron Collider), de 27 Km de largo, ubicado a un centenar de metros bajo tierra entre Suiza y Francia.

«Algunos de ustedes se preguntarán: pero ¿a quién le importa la masa de las partículas? – afirmó la científica –. En realidad esta pregunta se acerca mucho a nuestra vida porque si las partículas no tuvieran la masa que tienen, nosotros no estaríamos aquí. Si el electrón no tuviera masa, el átomo no estaría unido y por lo tanto no existiría la química, no existiría la materia tal como la conocemos. Entonces nosotros estamos aquí también gracias a este mecanismo de Higgs».

Con respecto a las aplicaciones de los aceleradores de partículas, la doctora explicó que se utilizan ampliamente en campo médico para el tratamiento de tumores. Concluyó diciendo que la investigación en el Cern afronta preguntas fundamentales acerca de las partículas elementales y por lo tanto de la estructura y la evolución del universo, importantes para sus consecuencias en la vida cotidiana. «Pero el conocimiento fundamental – concluyó – es importante de por sí, porque es uno de los derechos-deberes irrenunciables del ser humano, más allá de las aplicaciones concretas, un poco como el arte que es una de las expresiones más elevadas de la persona como ser pensante. Por lo tanto negar la importancia absoluta de estas actividades humanas, significa desnaturalizar la misma naturaleza humana».


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Nápoles: Familias de Corazón

Nápoles: Familias de Corazón

20150216-01Los sellos en los documentos están completos. Ya es hijo a todos los efectos. Un hijo en quien poder derramar esa abundancia de amor que siempre rebosa en los corazones de los padres adoptivos. Años de espera y travesías interoceánicas no los detuvieron. Después de un primer y fugaz encuentro en el que hijo y padres se ‘reconocieron’ y luego de haber pasado una breve convivencia en un hotel en el exterior, por fin están en casa. Una experiencia exultante, única, la de haber concluido el proceso de adopción. Sin embargo, más que a una conclusión, se parece a un inicio. Y un inicio empinado. Superado el primer impacto, mil interrogantes asaltan a los recién diplomados padres adoptivos, quienes a menudo se encuentran desorientados. Por ellos en Nápoles (Italia) “Familias de corazón”. El proyecto surgió de una idea de Acción para Familias Nuevas, onl (AFN) con la contribución de la Fundación del Banco de Nápoles. Prevé la creación de un consultorio de asesoría gratuita para las familias adoptivas del territorio, donde se ofrecen consultorías de expertos o simplemente la posibilidad de confrontarse con otras familias. Se realizarán además cursos gratuitos en donde las clases teóricas se alternan con encuentros sociales para favorecer el intercambio de experiencias entre familias y la conexión en red también con otras asociaciones presentes en el territorio. La adopción sigue siendo un desafío abierto, también porque son todavía muchos los menores en estado de abandono que hoy en día permanecen en los institutos, tanto en el norte como en el sur del mundo. Chiara Lubich, ya en el lejano 1967, quiso aceptar este desafío invitando a las familias que vivían la espiritualidad de la unidad a “vaciar los orfanatos”. Fue así que un sinnúmero de familias, con o sin hijos, abrieron su casa y su corazón a quienes no tenían una familia, ayudando a que en ese niño, acogido como hijo, se curara la herida sufrida por el abandono. «Con esta iniciativa – explican los cónyuges Gravante, responsables de la sede AFN onl Campania – deseamos dotar a las familias de aquellos instrumentos que, potenciando sus recursos, las ayuden a crecer como familias-mundo, es decir, familias capaces de abrirse a la diversidad que inevitablemente trae consigo ese hijo que ha llegado de lejos. Diversidad de patrimonio genético y de cultura. Es un itinerario fascinante pero comprometedor, como lo es también el hecho de recorrer junto al niño el abismo de su vivencia y ayudarlo a reconciliarse con ella». A AFN, como a cualquier otra agencia autorizada para las adopciones internacionales, le corresponde acompañar a la familia durante los primeros tres años del periodo de post-adopción, pero a menudo esto no es suficiente. El proceso de integración del niño en la nueva familia y su inserción en las estructuras sociales del territorio, pueden necesitar de mucho más tiempo. Las familias adoptivas, jamás se pueden dejar solas, necesitan la relación con otras familias parecidas a la propia, para lograr redescubrir todos los días el valor de la opción que hicieron y volver a encontrar el entusiasmo inicial en aras de proyectar el futuro, en un itinerario que consiste en compartir la experiencia. Y de compartir y de solidaridad habló también Andrea Turatti, presidente de AFN, durante el evento de lanzamiento del proyecto, cuando subrayó que este binomio es precisamente la realidad que anima a la asociación: «Nos complace poder ofrecer esta oportunidad a Nápoles, gracias también a la generosa participación de la Fundación Banco de Nápoles. Éste es un territorio que lo merece. En efecto, de los 850 niños que han encontrado una familia a través de AFN, son 180 los que fueron acogidos en esta región. Y es la madurez de este territorio la que permitió poner en marcha un proyecto que queremos exportar también a otras regiones de Italia, y del mundo, como aporte a una sociedad solidaria». Para más información: www.afnonlus.org

El Salvador está de fiesta por Romero

El Salvador está de fiesta por Romero

20150214-02

«Una predicación que no denuncia el pecado no es predicación del Evangelio», afirmaba Mons. Romero en uno de sus discursos. Su martirio ocurrió el 24 de marzo de 1980, mientras celebraba la Eucaristía en la capilla del hospital para enfermos terminales en el que residía. Este hechodio fuerza a muchas familias salvadoreñas que perdieron familiares y amigos durante la guerra civil que estalló de forma despiadada después de su muerte. Aún hoy su testimonio es un fuerte llamado a la paz, a la fraternidad y a la reconciliación de la que el pueblo tiene tanta necesidad.

«La noticia de que el papa Francisco firmó el decreto que reconoce el martirio por “odium fidei” de Mons. Oscar Arnulfo Romero, hizo exultar al pueblo. Los obispos hicieron repicar las campanas de todas las iglesias de El Salvador en señal de fiesta para manifestar el gran júbilo», escribe Filippo Casabianca, desde la sede de los Focolares en Centro América. «Desde que Bergoglio fue elegido Papa – explica – muchos empezaron a esperar que él, que conoce las urgentes necesidades de los pobres y los oscuros entramados de algunos regímenes dictatoriales latinoamericanos, podía desbloquear el trámite de la causa. Pronto se hará la proclamación solemne, en fecha por definir, en San Salvador».

¿Cuáles son los antecedentes detrás de bastidores de este bloqueo? «La obra misionera de la Iglesia, en ese periodo, estaba atravesada por tensiones que oscilaban entre una fidelidad genuina a las indicaciones del Concilio que invitaban a acercarse a los últimos, y la tentación de quien consideraba legítima la asociación con los movimientos de matriz marxista. Precisamente de esto último se le acusó a Romero, hasta llegar a callar su voz».

También la espiritualidad de los Focolares ha echado sus raíces, en El Salvador, en el humus de los horrores de la guerra. De hecho, las primeras visitas de los focolarinos provenientes de Colombia se remontan a finales de los años ‘70, hasta las primeras Mariápolis, en 1982, en Santiago de María.

20150214-01«Las carreteras estaban patrulladas a veces por los guerrilleros y a veces por el ejército – sigue Filippo – de manera que era necesario utilizar medios de trasporte camuflados para desplazarse so pena de someterse a interrogatorios que podían terminar con el reclutamiento forzado. La guerra estalló después de la muerte de Romero y su mensaje estaba vivo en todos». «Las palabras, la doctrina y el testimonio de Mons. Romero – cuenta Reynaldo, uno de los primeros jóvenes del Movimiento – resonaban con fuerza en quien tuvo la suerte de encontrar el Ideal de la unidad, especialmente por la invitación a realizar la opción preferencial por los pobres». Eran un fuerte llamado a la coherencia cristiana, vista por algunos con perplejidad, abrazada por muchos, a veces manipuladas por otros. «El ejemplo de Mons. Romero, junto con el encuentro con la experiencia de Chiara Lubich y sus compañeras, durante la segunda guerra mundial en Trento, nos llevó a acoger de forma más pura el Carisma de la unidad y nos ayudó a ir contracorriente».

Una contracorriente que se manifiesta aún hoy en el compromiso social del Movimiento de los Focolares en El Salvador. La atención a los presos, por ejemplo, se desarrolla en el ámbito de la Pastoral carcelaria de la Iglesia e involucra a un equipo de los Focolares que visitan periódicamente la cárcel di Mariona, tristemente famosa, que hospeda a los más peligrosos jefes de la criminalidad y del narcotráfico. Actualmente, tienen contacto con unas 180 personas que cumplen distinto tipo de penas, a través de encuentros sobre la “Palabra de Vida”, con grupos de 18 personas cada uno. En el último encuentro alguien decía: «Les pido disculpas a mis compañeros de celda, porque los traté con violencia, pero quiero cambiar».

Otras actividades están dirigidas a la inclusión social en un pueblito marginal. La situación se volvió peligrosa y el párroco recomendó mucha prudencia a los miembros del Movimiento. En otras dos ciudades se apoyan guarderías y actividades extra curriculares orientadas a detener la deserción escolar, condición que favorece el reclutamiento criminal.

Siguiendo el ejemplo de Romero, en El Salvador y no sólo allí, se reaviva el deseo de ser fieles al Evangelio que impulsa a vivir por todos y en especial, por los pequeños, los pobres y los últimos.

 

 

Egipto, Inglaterra, Alemania: un abanico ecuménico

Egipto, Inglaterra, Alemania: un abanico ecuménico

20150213-01Las Iglesias egipcias celebran en estos días – y no del 18 al 25 de enero como ocurre en muchos países- su Semana de Oración por la unidad de los cristianos. Fadiah y Philippe, del Movimiento de los Focolares en Egipto, relatan su participación en las distintas iniciativas de las Iglesias locales y cuentan también que en el centro de sus oraciones está la invocación de la protección y ayuda del Señor sobre toda la nación egipcia, en esta delicada etapa del país.

El “ecumenismo receptivo”: transformar el modo de pensar que a menudo se oculta en la forma en que los miembros de distintas iglesias se acercan unos a otros. Quien lo explica es el reverendo Doctor Callan Slipper, del Centro de Estudios Internacional del Movimiento de los Focolares, durante un encuentro ecuménico que tuvo lugar el pasado 4 de febrero en Wellwyn Garden City (Londres). Slipper, quien es también Delegado regional de todas las Iglesias en el condado de Hertfordshire, en su discurso [Chiara Lubich y el ecumenismo receptivo: ¿de qué modo la espiritualidad facilita la unidad entre los cristianos?] explicó que en lugar de pensar que todo sería mejor si los demás fuesen un poco más semejantes a nosotros, y que por lo tanto tenemos algo que enseñar, podemos ir hacia los demás para aprender» Acercándonos a los demás con esta actitud, continúa, «descubrimos que no tenemos necesidad de esconder nada, sino que podemos reconocer nuestras debilidades y la necesidad de ser curados. Esto permite una relación nueva, y nos lleva a una conversión nueva y más profunda a Cristo, en Quien descubrimos más plenamente nuestra verdadera identidad eclesial».

Quien escuchaba era un público calificado: 14 obispos católicos, anglicanos, luteranos y de la Iglesia copto-ortodoxa, procedentes de distintas partes de Inglaterra junto con el Secretario General de “Churches Together in England”, el órgano ecuménico nacional de las iglesias en Inglaterra. Para ellos fue una “degustación” de una nueva metodología ecuménica y un modo de compartir las experiencias en sus respectivas iglesias.

En esos los mismos días, en Alemania, en el Centro Ecuménico de Ottmaring, se recordó la importancia de la auténtica vida cristiana para contrarrestar los violentos fenómenos libertarios que han ocurrido recientemente, a partir de los atentados de París. Gérard Testard, francés, miembro del Comité Directivo de la red de “Juntos por Europa” y fundador de la iniciativa interreligiosa “Efesia”, fue el huésped de honor: «El encuentro de Jesús con la samaritana en el pozo de Jacob – afirmó recordando la frase elegida para la Semana de Oración “Dame de beber” (Jn 4, 7)- nos indica el camino en esta situación: Jesús derriba las barreras construidas por los hombres y se manifiesta salvador del mundo. Los acontecimientos de estos días nos obligan como cristianos a trabajar por la unidad. Es una misión que va más allá del mundo cristiano, para enfrentar los peligros del terrorismo, de la violencia y del inaceptable fanatismo». Refiriéndose a los estragos sufridos por el Charlie Hebdo, Testard afirmó: «Nos parecía que estábamos viviendo nuestro 11 de septiembre» Por esto, según el líder francés de “Efesia” «el desafío del siglo XXI no es más el ecumenismo, sino el diálogo con el Islam» Y al respecto, mencionó la experiencia de diálogo promovida por el Consejo de los Musulmanes de Francia y la Conferencia Episcopal Francesa de “Efesia”, que nació en el 2007 en el Líbano. El 25 de marzo, fiesta de la Anunciación, los cristianos y los musulmanes se encuentran regularmente, pues María es también muy venerada por los musulmanes. Después de cuatro años, las autoridades libanesas declararon el 25 de marzo como fiesta nacional islamo-cristiana de la Anunciación. Es la primera fiesta en común en la historia del país»

 

 

Zoom sobre Ucrania

Zoom sobre Ucrania

20150212-a El padre Mychayl Melnyk es un sacerdote greco-católico que vive la espiritualidad de los Focolares. Las páginas de la Revista Cittá Nuova nos han ayudado a seguir los acontecimientos de su amado y devastado país. Un año después del estallido del conflicto le pedimos que hiciera una lectura de lo sucedido. «Desde la revuelta en el Plaza Maidan al conflicto en el sur-este ha pasado casi un año y hasta el momento hay un saldo de cinco mil muertos y más de un millón de refugiados. La guerra en Donbass ya lleva meses. La gente está muriendo, las estructuras están colapsando, cientos de miles de personas han escapado. En el mosaico de los territorios controlados por los ucranianos y los separatistas, en el caos de las bandas, en los comandos en guerra entre ellos, en los ejércitos mal armados y mal adiestrados, todo podría ser un efecto colateral de una guerra de todos contra todos». Por todo esto, según el Padre Mychayl, hoy más que nunca Ucrania necesita una educación a la paz, en donde todos sean protagonistas: adultos y jóvenes, educadores y niños, padres e hijos: «Una pedagogía de paz sencilla, pero cautivadora, basada en la coherencia entre la teoría y la práctica, en los valores y las experiencias. Una educación para consolidar la cultura de la Paz, es la única que puede respetar y responder a las más auténticas exigencias de todos, en el arduo camino hacia la fraternidad universal en Ucrania». Ante la pregunta sobre cuáles son los pasos necesarios que hay que dar en Ucrania, afirma: «Me permito responder con lo que Chiara Lubich dijo en Londres en el 2004: (…) se debería proponer a todos los actores políticos que formulen un pacto de fraternidad a favor de su país, que ponga el bien del mismo por encima de cualquier interés parcial, ya sea individual, de grupo, de clase o de partido. Porque la fraternidad ofrece posibilidades sorprendentes: permite apuntar siempre a valorar las exigencias que de lo contrario pueden llegar a convertirse en conflictos incurables. Armoniza, por ejemplo, las experiencias de las autonomías locales con el sentido de la historia común; consolida la conciencia de la importancia de los organismos internacionales y de todos esos procesos que buscan superar las barreras y alcanzan importantes etapas hacia la unidad de la familia humana». La crisis ucraniana ha generado, después de la guerra de los Balcanes, la más grande ola de refugiados: más de 900.000 son sólo los desplazados dentro del territorio. «En la ciudad de Donetsk es imposible tener una vida normal. Los ancianos –testigos por segunda vez de los horrores de la guerra- mueren por falta de tratamiento médico o tienen que dejar sus casas. Muchos no reciben la pensión estatal. En las áreas controladas por los separatistas hay de todo en las tiendas y en las farmacias, pero no hay dinero. Los bancos y la oficina del correo cerraron». ¿Cómo reconstruir las casas, las calles y esos puentes que no son sólo los de las conexiones estructurales, para sanar esas heridas invisibles? «No es algo fácil. Brindar una ayuda psicológica a las poblaciones afectadas es más difícil que reconstruir una calle o mandar ayuda humanitaria. Ya desde hace algunos años los docentes del Instituto Universitario Sophia, en colaboración con el Dicasterio de Justicia y Paz, están haciendo cursos para formar a los jóvenes para que puedan dar su aporte como ciudadanos, para construir el bien común de Ucrania». «Después de la ola de protestas y de la guerra, el país necesita estas “Escuelas de participación” que forman al compromiso civil y político, radicadas dentro de tejido ciudadano; lugares en donde se experimente una acción política basada en valores compartidos y nutrida por el ideal de la “fraternidad universal”. Ucrania, gracias a las manifestaciones de la plaza Maidan, se ha convertido en una auténtica nación, un pueblo que quiere construir su vida sobre los valores cristianos. Ahora se trata de transformar los valores vividos durante las protestas en la plaza en cosas concretas de la vida cotidiana; de hacerse cargo de las expectativas y de las necesidades más profundas del país, para no caer definitivamente en la apatía». Las escuelas de Participación ofrecen, de hecho, modelos de interpretación y propuestas operativas dirigidas a difundir la cultura de la paz: «Uno de los principales desafíos para Ucrania es la situación de los emigrantes dentro del territorio, su integración a otras regiones de Ucrania, y la superación de las consecuencias de las hostilidades. Una formación basada en conocimientos y competencias flexibles, es lo que se necesita, para promover el diálogo intercultural e interreligioso, los derechos humanos, la mediación, la prevención y la resolución de conflictos, la educación a la no violencia, la tolerancia, la aceptación y el respeto recíprocos y a la reconciliación, son los objetivos que queremos plantearnos en el centro educativo para el futuro».

Ucrania: la única palabra correcta es paz

Ucrania: la única palabra correcta es paz

20150212-01«Hermanos y hermanas, cuando escucho las palabras ‘victoria’ o ‘derrota’ –dijo el papa Francisco en la audiencia general del 4 de febrero pasado- siento un gran dolor, una gran tristeza en el corazón. No son palabras justas; la única palabra justa es ‘paz’. Ésta es la única palabra justa. Yo pienso en ustedes, hermanos y hermanas ucranianos… Piensen, ¡ésta es una guerra entre cristianos! ¡Todos ustedes han recibido el mismo bautismo! Están luchando entre cristianos. Piensen en el escándalo. Y recemos todos, porque la oración es nuestra protesta ante Dios en tiempos de guerra». Mientras la diplomacia mundial se moviliza, los hechos parecerían objetar cada perspectiva de paz. Sin embargo hay gente e instituciones que trabajan con valentía para salvaguardarla, incluso poniendo en riesgo su vida. Preguntamos a Vera Fediva, del Movimiento de los Focolares residente en Ucrania: ¿Cómo vive la gente común esta situación? «Es un período muy difícil para nuestro país; un período lleno de dolor y frustración. Casi 5.000 civiles han muerto, hay muchos heridos y personas que han quedado discapacitadas, miles de refugiados y lamentablemente no se logra entrever el fin de esta tragedia. A menudo recordamos la forma como nació el Movimiento, durante la Segunda Guerra Mundial, cuando todo se derrumbaba… pero nunca hubiéramos podido imaginar que pudiera suceder todavía en el siglo XXI, casi en el corazón de Europa en un país tranquilo como Ucrania. Nuestra comunidad reside en Mukacevo, en la parte occidental del país, donde no hay conflictos armados. Pero psicológicamente es difícil mantener el equilibrio también porque muchos de nosotros tenemos amigos, parientes, vecinos de casa que combaten. Muchos han perdido seres queridos. Vivimos una situación en donde nada es estable. Es difícil planificar algo. Nadie sabe qué puede suceder mañana. Quizás el único hijo o el marido parten para la guerra. Podemos contar sólo con Dios, que es Amor. Como cuando inició el Movimiento… En esta situación sentimos que es muy importante no dejar que el odio entre en nuestro corazón, para tener la capacidad de perdonar y también de rezar por nuestros enemigos». Come dice el Papa, la oración es nuestra protesta. Un año después del inicio del conflicto, ¡cómo se han movido como comunidad de los Focolares y junto a otros cristianos para hacer sentir esta “protesta”? «Desde hace algunos años trabajamos en defensa de la vida en todas sus formas; esto nos ha permitido construir muchas relaciones con personas de varias iglesias cristianas de nuestra ciudad. Hemos realizado algunos eventos como las “Marchas por la vida” y las “Fiestas de la familia”. El estímulo nos llegó del ejemplo del grupo “Ecumena” de Kosice (Eslovaquia), que se basa en la espiritualidad de la unidad . El año pasado organizamos, en el centro de la ciudad, un gran evento de “Oración por la Paz en Ucrania”, junto con unas diez iglesias distintas, con una grandísima participación del pueblo. Posteriormente seguimos encontrándonos y hemos vivido juntos tres grandes momentos de “Oración por la paz” desde cuando empezó la guerra. Nos parece que esta unidad entre nosotros es especialmente importante, ahora que los cristianos combaten y se matan unos a otros en esta guerra sin sentido. Es nuestra pequeña y silenciosa respuesta a la oración del Papa, para superar el escándalo de la división y dar un aporte a la paz y a la reconciliación de nuestro país».  

Chiara Lubich: «No existe una parte de la vida que sea indigna de ser vivida»

Centro Chiara Lubich – Video (en italiano)

«Si nosotros ponemos a la base de las leyes o de las iniciativas sociales la mentalidad de irrespeto al que sufre, al incapacitado, al anciano, poco a poco creamos una falsa sociedad, porque damos importancia solamente a algunos valores, como la salud física, la fuerza, la productividad exasperada, el poder y alteramos el fin por el que vive un Estado, que es el bien del hombre y de la sociedad.

La salud, como se sabe, es un don precioso que es necesario salvaguardar.

Por eso, es necesario hacer de manera que nuestro físico y el de nuestros hermanos se nutra, descanse, no se exponga a enfermedades, a accidentes, a un deporte exagerado.

También el cuerpo, de hecho, es importante para un cristiano.

Pero, si la integridad del cuerpo estuviese en peligro, tenemos que recordar que hay una Vida que no está condicionada por nuestro estado de salud, sino por el amor sobrenatural que arde en nuestro corazón.

Y esta Vida superior es la que da valor a la vida física también durante la enfermedad.

De hecho, si las enfermedades se consideran sólo bajo el punto de vista humano sólo se pueden definir como desgracias. Pero si se miran con la perspectiva cristiana, vemos que son pruebas en las que nos entrenamos para la gran prueba que nos espera cuando debamos afrontar el paso a la Otra vida.

¿No ha dicho recientemente el Santo Padre que las enfermedades son ejercicios espirituales que Dios mismo nos predica?

Los enfermos tienen mayor fortuna, de otro tipo, que los demás.

La Iglesia, en ascética y mística, habla de las enfermedades no sólo como de algo que pertenece al campo de la Medicina, sino como purificaciones que Dios envía, por lo tanto, como peldaños hacia la unión con Dios.

La fe nos dice, además, que el hombre en las enfermedades participa de los sufrimientos de Cristo. Es, pues, otro Cristo crucificado que puede ofrecer su sufrimiento por lo que más vale: la salvación eterna de los hombres.

Nosotros, en el torbellino del trabajo y de la vida cotidiana a veces nos vemos tentados de considerar a las personas que sufren sólo como casos marginales a los que hay que ayudar para que superen rápidamente la enfermedad y vuelvan pronto a la actividad y no pensamos que ellos son, desde ahora, los que más pueden hacer y obrar.

Pero los enfermos son capaces de desarrollar bien su función en favor de la humanidad, si se sienten comprendidos y amados. Con el amor se les podrá ayudar a dar un significado a su estado, a ser conscientes de lo que ellos representan.

Y lo que vale para los enfermos, vale para los discapacitados. También el que tiene una incapacidad de cualquier tipo necesita amor.

Siente la exigencia de ser reconocido por el valor que tiene su vida: sagrada como cualquier otra vida, con toda la dignidad que de ello deriva. Necesita ser considerado como una persona que ha de vivir lo más posible conviviendo normalmente entre los demás hombres.

¿Y que podemos decir de los ancianos?

Toda vida necesita amor. También los ancianos necesitan amor.

Hoy en día, los ancianos constituyen incluso un problema, porque se nota un gran aumento de personas de edad avanzada, debido a que se prolonga el nivel medio de la vida.

Se advierte así que en la sociedad se tiende a marginar a los ancianos, a considerarlos, porque no producen, una carga social. Se habla de los ancianos como si fueran una categoría en sí, casi como si no se tratase de hombres.

Después, en los mismos ancianos, al desgaste físico acompaña, a menudo, un grave malestar psicológico: sentirse superados.

Hace falta volver a dar esperanza a los ancianos.

La vejez no es otra cosa que la tercera etapa de la existencia. La vida que nace, la vida que crece, la vida que declina no son sino tres aspectos del misterio de la existencia que proviene de Dios-Amor.

En ciertos países asiáticos y africanos el anciano es valorizado porque se le considera un maestro de vida, porque posee la sabiduría.

El anciano, efectivamente, es una persona que pone de relieve lo esencial, lo más importante. Recordemos lo que se dice de San Juan Evangelista que con más de 80 años, cuando visitaba las comunidades cristianas y le preguntaban cuál había sido el mensaje de Jesús, siempre respondía: “Amaos recíprocamente”, como si no tuviese nada más que añadir. Pero con esta frase verdaderamente centraba el pensamiento de Cristo.

Privarse de los ancianos es privarse de un patrimonio.

Es necesario valorizarlos, amándolos. Y valorizarlos también cuando están enfermos, incluso de gravedad; cuando humanamente no existen esperanzas y la necesidad de asistencia es más exigente.

Ante Dios no existe vida, ni hay etapa de la vida, que sea indigna de ser vivida».

 

 

 

[:it]Chiara Lubich: «Non c’è porzione di vita indegna di essere vissuta»

[:it]Chiara Lubich: «Non c’è porzione di vita indegna di essere vissuta»

20140211ChiaraLubich1986

«Si nosotros ponemos a la base de las leyes o de las iniciativas sociales la mentalidad de irrespeto al que sufre, al incapacitado, al anciano, poco a poco creamos una falsa sociedad, porque damos importancia solamente a algunos valores, como la salud física, la fuerza, la productividad exasperada, el poder y alteramos el fin por el que vive un Estado, que es el bien del hombre y de la sociedad.

La salud, como se sabe, es un don precioso que es necesario salvaguardar.

Por eso, es necesario hacer de manera que nuestro físico y el de nuestros hermanos se nutra, descanse, no se exponga a enfermedades, a accidentes, a un deporte exagerado.

También el cuerpo, de hecho, es importante para un cristiano.

Pero, si la integridad del cuerpo estuviese en peligro, tenemos que recordar que hay una Vida que no está condicionada por nuestro estado de salud, sino por el amor sobrenatural que arde en nuestro corazón.

Y esta Vida superior es la que da valor a la vida física también durante la enfermedad.

De hecho, si las enfermedades se consideran sólo bajo el punto de vista humano sólo se pueden definir como desgracias. Pero si se miran con la perspectiva cristiana, vemos que son pruebas en las que nos entrenamos para la gran prueba que nos espera cuando debamos afrontar el paso a la Otra vida.

¿No ha dicho recientemente el Santo Padre que las enfermedades son ejercicios espirituales que Dios mismo nos predica?

Los enfermos tienen mayor fortuna, de otro tipo, que los demás.

La Iglesia, en ascética y mística, habla de las enfermedades no sólo como de algo que pertenece al campo de la Medicina, sino como purificaciones que Dios envía, por lo tanto, como peldaños hacia la unión con Dios.

La fe nos dice, además, que el hombre en las enfermedades participa de los sufrimientos de Cristo. Es, pues, otro Cristo crucificado que puede ofrecer su sufrimiento por lo que más vale: la salvación eterna de los hombres.

Nosotros, en el torbellino del trabajo y de la vida cotidiana a veces nos vemos tentados de considerar a las personas que sufren sólo como casos marginales a los que hay que ayudar para que superen rápidamente la enfermedad y vuelvan pronto a la actividad y no pensamos que ellos son, desde ahora, los que más pueden hacer y obrar.

Pero los enfermos son capaces de desarrollar bien su función en favor de la humanidad, si se sienten comprendidos y amados. Con el amor se les podrá ayudar a dar un significado a su estado, a ser conscientes de lo que ellos representan.

Y lo que vale para los enfermos, vale para los discapacitados. También el que tiene una incapacidad de cualquier tipo necesita amor.

Siente la exigencia de ser reconocido por el valor que tiene su vida: sagrada como cualquier otra vida, con toda la dignidad que de ello deriva. Necesita ser considerado como una persona que ha de vivir lo más posible conviviendo normalmente entre los demás hombres.

¿Y que podemos decir de los ancianos?

Toda vida necesita amor. También los ancianos necesitan amor.

Hoy en día, los ancianos constituyen incluso un problema, porque se nota un gran aumento de personas de edad avanzada, debido a que se prolonga el nivel medio de la vida.

Se advierte así que en la sociedad se tiende a marginar a los ancianos, a considerarlos, porque no producen, una carga social. Se habla de los ancianos como si fueran una categoría en sí, casi como si no se tratase de hombres.

Después, en los mismos ancianos, al desgaste físico acompaña, a menudo, un grave malestar psicológico: sentirse superados.

Hace falta volver a dar esperanza a los ancianos.

La vejez no es otra cosa que la tercera etapa de la existencia. La vida que nace, la vida que crece, la vida que declina no son sino tres aspectos del misterio de la existencia que proviene de Dios-Amor.

En ciertos países asiáticos y africanos el anciano es valorizado porque se le considera un maestro de vida, porque posee la sabiduría.

El anciano, efectivamente, es una persona que pone de relieve lo esencial, lo más importante. Recordemos lo que se dice de San Juan Evangelista que con más de 80 años, cuando visitaba las comunidades cristianas y le preguntaban cuál había sido el mensaje de Jesús, siempre respondía: “Amaos recíprocamente”, como si no tuviese nada más que añadir. Pero con esta frase verdaderamente centraba el pensamiento de Cristo.

Privarse de los ancianos es privarse de un patrimonio.

Es necesario valorizarlos, amándolos. Y valorizarlos también cuando están enfermos, incluso de gravedad; cuando humanamente no existen esperanzas y la necesidad de asistencia es más exigente.

Ante Dios no existe vida, ni hay etapa de la vida, que sea indigna de ser vivida».

 

Centro Chiara Lubich

Video (en italiano)

Educación: el cofre del tesoro

Educación: el cofre del tesoro

PUn pacto educativo que es necesario reconstruir de forma armoniosa: entre la familia, la escuela, las instituciones civiles, la cultura. Ésta es la idea que subyace al proyecto de las Scholas Occurrentes, [las escuelas que salen al encuentro, escuelas cercanas] surgidas en Argentina por iniciativa del entonces arzobispo de Buenos Aires J.M. Bergoglio y hoy presentadas a nivel internacional. «La iniciativa de Scholas quiere de alguna forma reintegrar el esfuerzo de todos a favor de la educación, quiere volver a estipular el pacto educativo de manera armoniosa, porque sólo sí nos armonizamos, todos nosotros responsables de la educación de nuestros muchachos y jóvenes, ésta podrá cambiar. Es por esto que Scholas promueve la cultura, el deporte, la ciencia; por esto Scholas tiende puentes, sale de lo “pequeño” y va más lejos. Hoy en día se está realizando esta interacción, este conocimiento, en todos los continentes», subraya el papa Francisco, a conclusión del 4° congreso mundial que se llevó a cabo en el Vaticano del 2 al 5 de febrero pasados. El momento culminante de estos días fue la conexión en video conferencia con algunos chicos discapacitados que participan en los programas de inclusión escolar de las 400.000 escuelas vinculadas al proyecto. Entre ellos estaba Isabel de 13 años, no vidente, quien ama el atletismo y le pidió al Papa que les diga a quienes están en dificultades «que no se rindan, porque con un poco de esfuerzo se puede llegar a donde sea». Sí, porque «en todos ustedes hay un cofre», dijo Francisco en el video mensaje a los chicos, «y dentro de él hay un tesoro. Vuestro trabajo es abrir el cofre, sacar el tesoro, hacerlo crecer, darlo a los demás y recibir el tesoro de los demás». Estaban presentes más de 250 personas entre los mayores expertos en materia de educación y responsabilidad social, de credos y culturas distintas, además de delegaciones de organizaciones deportivas, como también representantes del mundo del arte, del espectáculo y de la cultura, y de sociedades de Tecnología, información y comunicación (TIC’s) que, a través de la tecnología más avanzada, permiten «construir un aula en donde todos puedan encontrar un lugar», tal como declaró José María del Corral, director de las Scholas. 20150210-01En su intervención el Papa indicó las siguientes pistas de trabajo para la educación: redescubrir el juego como camino educativo, educar a la belleza, volver a encontrar la armonía entre el “lenguaje de la cabeza” y el “lenguaje del corazón”. Palabras que resultaron como una chispa para los actores en juego, presentes en el congreso de Scholas, quienes, en los días anteriores habían presentado experiencias, investigaciones y proyectos educativos en los que el aprendizaje y la solidaridad se funden en una línea pedagógica incluyente: alumnos con necesidades educativas especiales, dependencias, pobreza, cuidado del medio ambiente. Al respecto se presentaron, entre otros, algunos proyectos surgidos en el ámbito de los Focolares, como el proyecto Udisha en la India, la campaña contra del juego de azar de Slot Mob en Italia, el proyecto Living Peace en Egipto. Dos mañanas se dedicaron además a profundizar en la pedagogía del Aprendizaje y el Servicio Solidario, desarrollada y promovida por María Nieves Tapia de los Focolares y presentada en sus principios teóricos por Carina Rossa, de Educación y Unidad (EDU). La red de Scholas se comprometió en aplicarla. «Quienes salen ganando con todo esto son los muchachos», concluyó papa Francisco, subrayando así la importancia de este trabajo que conduce a construir puentes entre jóvenes de todas las naciones y credos, mediante la educación a la paz y a la fraternidad. Más aún, afirmó también: «No vamos a cambiar el mundo, si no cambiamos la educación». Un verdadero «plan de rescate» en curso, tal como lo definió en otras ocasiones, para poner freno a la ‘cultura del descarte’ que no está dejando lugar, en la sociedad, a toda una generación de niños y jóvenes. Y seguir creyendo que «la vida es un tesoro hermoso, pero tiene sentido sólo si la donamos». Información para adherir al proyecto: www.scholasoccurrentes.org Discurso integral del Papa  

Una luz en contra del tráfico de seres humanos

Una luz en contra del tráfico de seres humanos

logo_randiSor Tina Ventimiglia, Franciscana de los Pobres, y Resi y Alessandra, voluntarias de la Asociación Randi, encuentran en su compromiso de vida con la espiritualidad de la unidad formas nuevas para encontrar y acompañar a las personas. Y para rescatarlas. El rol de la prevención es crear oportunidades de desarrollo en el sur del mundo.

Ayer, 8 de febrero, en concomitancia con la celebración litúrgica de Santa Giuseppina Bakhita, religiosa de Sudán, que desde niña vivió la dramática experiencia de la esclavitud, se celebró la primera jornada mundial contra el tráfico de personas. Una jornada realizada para romper el silencio sobre esta “vergonzosa plaga indigna de una sociedad civil”. Así la definió el papa Francisco en el Angelus, con el corazón lleno de angustia por la multitud de “hombres, mujeres y niños esclavos, explotados, abusados como instrumentos de trabajo y de placer y a menudo torturados y mutilados”, con el augurio de que “todos los que ejercen responsabilidades de gobierno se comprometan con decisión a eliminar las causas”.

Es emblemático que los que denuncian la cuestión sobre esta ‘moderna’ e inaceptable forma de esclavitud sean precisamente los religiosos que con su presencia en los diversos puntos del planeta – los primeros y a veces los únicos ‘buenos samaritanos’- saben acercarse a las personas a quienes se les quita la libertad personal con violencia, tomando posesión de todo su ser y convirtiéndolo en esclavo.

Es significativa la experiencia de Sor Tina Ventimiglia, religiosa Franciscana de los Pobres, que desde hace doce años, junto con su comunidad se está encargando, en la ciudad de Pistoia, de chicas que provienen de la calle. “La inmigración clandestina y forzada – cuenta- muestra a menudo un rostro femenino, víctima de los así llamados protectores. Estos rostros de mirada temerosa, desconfiada o desafiante- de quien no puede confiar en nadie- nos interpelan fuertemente. A la luz de la enseñanza de nuestra fundadora y del carisma de Chiara Lubich, no las vemos como realidades de las cuales hay que escapar, descartar, alejarse, o peor, condenar, sino como ‘llagas’ de Cristo que hay que sanar. El mal no se debe ‘combatir’ sino ‘superar’ con el ejercicio de hacer el ‘vacío’ para recibir a la persona tal como es, digna de amor, independientemente de la situación en la que se encuentra. El amor no hace cálculos, ama sin medida, y sigue amando también cuando no es bien recibido o comprendido. Y es siempre el amor el que nos hace descubrir cuáles son los gestos concretos que se pueden ofrecer como brindarles atención sanitaria, o judicial para restituirles la propia identidad mediante los documentos. Así como también el acompañamiento en la reconstrucción de su vida pasada y para descubrir así los recursos interiores que les permitan vivir, logrando que se sientan personas dignas de amor y capaces de amar. Sin descuidar el ofrecimiento de una red de relaciones sanas que les dé la posibilidad de integrarse en el territorio mediante la inserción en el mundo del trabajo y la posterior autonomía habitacional”.

20150209-02Randi – cuenta Alessandra- es la niña que hace 22 años dio la luz Rebecca, en el hospital donde yo trabajaba. Había llegado clandestinamente a Livorno, no sabía nada de italiano, pero igualmente se podía entender toda su angustia porque no tenía documentos, ni visa y temía que le quitarían la niña. Fue recibida sin razonamientos ni prejuicios y logramos encontrar una solución para su problema. Después de poquísimo tiempo más de 70 chicas en situaciones incluso más dramáticas, sabían que podían contar con nuestra Asociación, que hemos llamado Randi.

¿De qué nos ocupamos? – dice Resi.- A menudo estamos frente a situaciones de verdadera y clara esclavitud con fines económicos. Éste es un negocio que mueve un mercado de 24 mil millones de euros e involucra, entre 27 y 50 millones de seres humanos en el mundo, sobre todo a mujeres y niños. Un auténtico tráfico de personas que produce miedo, aislamiento, y la imposibilidad de defenderse. Casi la mitad del fenómeno se refiere a jóvenes mujeres obligadas a la prostitución. Lograr acercarse a estas personas encadenadas, a las que se les impide cualquier contacto con el mundo externo, no es ciertamente fácil. A veces el cambio se produce gracias a un accidente, a una internación hospitalaria, a un encuentro en un tren. En el contacto con estas personas, la espiritualidad de la unidad nos ayuda a transmitirles que finalmente pueden confiar en alguien. Y aquí ocurre el milagro, porque de pronto, por primera vez, no se les pide nada a cambio”.

Sanar las heridas: el gran desafío del Evangelio. Pero también, hasta donde es posible, prevenir. Es en este sentido se han comprometido muchos religiosos y religiosas, que estando en tierras lejanas, junto con la Buena Noticia, trabajan para ayudar a desarrollar la dignidad de las personas. Es lo que están haciendo también los Focolares en el sur del mundo, donde, en 53 países de los 4 continentes, están activas más de cien iniciativas de desarrollo en la que participan 15.000 niños con sus familias, para crear con ellos oportunidades concretas de desarrollo en su tierra, en libertad.

 

Gabón: Una familia para los demás

Gabón: Una familia para los demás

20150207-a«Con veintiocho años de matrimonio, cuatro hijos, de los cuales tres se quedaron en Lubumbashi (Congo) para estudiar en la Universidad, el descubrimiento de Dios como amor, el ponerlo en el primer lugar de nuestra vida personal y de pareja, han sido los antecedentes espirituales que nos impulsaron a dejar todo para seguir a Cristo.

Desde hacía mucho tiempo la comunidad del Movimiento en Gabón estaba pidiendo la apertura de un focolar en Libreville. Así, en el 2011, llegamos nosotros como “familia-focolar”.

Nuestra elección nos llevó a ofrecer nuestra disponibilidad, a dejar nuestro trabajo y a ir a una tierra nueva. Nunca nos habíamos separado de nuestros hijos por un período tan largo. No fue fácil, pero con el consenso de toda la familia, sentimos que lo podíamos hacer. Eran muchos los interrogantes… pero la confianza en Dios-Amor era grande.

A nuestra llegada a Gabón la primera preocupación fue la de reforzar nuestro amor recíproco de esposos. De este modo el amor entre nosotros creció más, llevándonos a recomenzar siempre y amarnos el uno al otro y amar a todos los que encontrábamos.

Aquí hemos encontrado una comunidad realmente acogedora, receptiva y, a pesar de las estrecheces de la vida, muy generosa. Hemos hecho numerosos viajes recorriendo todo el país, para encontrarnos con las comunidades más lejanas. Todos nos han acogido con entusiasmo. Incluso, en algunas aldeas, nos esperaban a lo largo de las calles, con ramas de árboles plantadas a lo largo del recorrido para manifestar su alegría.

La familia cristiana aquí, como en el resto de África, sufre el contragolpe de las mutaciones socioculturales, y esto nos cuestiona mucho. Estamos acompañando en el camino de la fe a muchas parejas y hoy día varias de ellas han recibido el sacramento del matrimonio, otras están haciendo un camino para prepararse a regularizar su unión.

Hemos experimentado fuertemente la providencia de Dios, empezando por la casa que nos donó el Arzobispo de Libreville para las actividades del Movimiento. Para amoblarla, cada persona de la comunidad trajo lo que podía: una cama, un colchón, un par de sábanas, una cocina económica, un tenedor, un plato… Simultáneamente, todas las comunidades de Gabón se han organizado para ayudar concretamente con las necesidades de nuestra vida cotidiana. Periódicamente nos hacen llegar mandioca, arroz, bananos. A menudo alguno toca la puerta y con sorpresa vemos llegar aquello que necesitamos.

La unidad, el amor, la fe en las palabras del Evangelio nos han permitido superar las inevitables dificultades que encontramos aquí: la falta de trabajo, la enfermedad, la incomprensión…

Después de tres años, regresamos a Lubumbashi. Encontramos a nuestros hijos crecidos en edad y sabiduría. También en esto hemos visto que el Evangelio es verdadero. Volver a verlos fue una grandísima alegría y con cada uno de ellos sentimos una profunda unidad de corazón y de alma.

Cuando regresamos, ellos nuevamente renovaron su disponibilidad de ‘mandarnos’ de misión, lo que quiere decir hacer que las personas encuentren a Dios a través de nuestro amor recíproco y cubrir, con el calor de la familia y nuestra unidad, el gran deseo de la comunidad de Gabón de contar con un auténtico focolar”.

Jeanne y Agustín Mbwambu

Evangelio vivido: Aceptarse unos a otros, a pesar de todo

Evangelio vivido: Aceptarse unos a otros, a pesar de todo

20150206-01«Por mi formación profesional como militar y además por mi carácter demasiado rígido, encontraba muchas dificultades en la relación con mis hijos. Estaba consciente de que tenía que corregir mi actitud, pero no sabía por dónde empezar. Las palabras del Evangelio me invitaban a poner el amor como base de la educación de mis hijos y por lo tanto tenía que dar un viraje en mi relación con ellos, un viraje no a medias, sino radical. Intentando y volviendo a intentar continuamente, poco a poco se abrió el camino de la comunicación con los hijos. Traté de entrar en su mundo, de prestar más interés a sus inquietudes y aspiraciones. Pude conocer sus problemas, nos alegramos y sufrimos juntos y de esta forma se anularon las distancias, incluso con el más difícil de ellos. Mi papel como padre asumió entonces otra dimensión: para ellos ahora soy también consejero, amigo y hermano». (F. U. – Perú)

 

«Tengo 29 años y vengo de Sri Lanka. En mi país trabajaba como cocinero y luchaba por una mayor justicia entre las distintas clases sociales, pero este compromiso se veía con sospecha y por lo tanto me vi obligado a dejar mi tierra para venir a vivir en Europa, donde todo es distinto para mí. Al llegar, me sentía tremendamente solo y lleno de rabia hacia todos. Pero en el campo para refugiados, en medio de tantos desconocidos, alguien me habló de algunos jóvenes cristianos con mi mismo ideal: contribuir a mejorar el mundo. Estaba sorprendido al ver que otros tenían ese mismo sueño. Fue muy alentador y empecé a mirar a mi alrededor, a ser más amable con los demás, a saludar: nacieron relaciones realmente humanas entre la gente, con gran sorpresa del trabajador social. Yo soy budista y a través de la relación con occidentales cristianos aumentó también mi fe. Una máxima de Buda dice: “Compartir mente y espíritu con muchos otros”». – (S. – Sri Lanka)

 

«Tomando la decisión de ir a Lourdes como colaborador de Unitalsi al servicio de los enfermos, creía que experimentaría un peregrinaje lleno de sorpresas, con “efectos especiales”. En realidad Dios, aceptando mi buena voluntad y estas intenciones no completamente desinteresadas, se sirvió de esta circunstancia para hacerme entender lo que Él quería, es decir que mi servicio a los enfermos es seguramente importante para ellos, pero también y sobre todo yo “necesito de ellos”. Porque – y digo esto como síntesis de la experiencia hecha en Lourdes – si yo soy afortunado en donar lo que recibí gratuitamente por Dios, los enfermos te compensan con lo máximo que pueden darte: puede ser una sonrisa, un gesto de gratitud, un cálido saludo…».  – (M.G. – Italia)

 

Fuente: Il Vangelo del giorno, febrero 2015 – Città Nuova Editrice

Camerún, una escuela de ‘nueva evangelización’

Una escuela del Evangelio: una cita que se repite cada dos meses y que involucra a todo el pueblo, incluido el párroco y el Fon, el rey, la autoridad del lugar. ¿El programa? Profundizar un versículo del Evangelio, captando las facetas que se aplican mejor a la vida cotidiana, para tenerlo como hilo conductor hasta la próxima reunión. En cada reunión, dentro del espíritu de comunión, tratan de compartir cómo lograron ponerlo en práctica y se dan recíprocamente nueva fuerza para ir adelante con el experimento. Esta dinámica, comenzada en Fontem– la ciudadela de los Focolares de Camerún- por voluntad del Fon se reproduce también en Akum, otro pueblo de Camerún. En el comienzo, la participación es sobre todo femenina. Pero poco a poco participan cada vez más los hombres, quienes están realmente impresionados (aunque no lo admiten abiertamente) del cambio de las esposas. Tratemos de captar algo de sus propios relatos.

«Me llamo Suh Nadia – dice una chica-. Con algunos compañeros de escuela nos pusimos de acuerdo para unirnos a la oración mundial de los jóvenes de los Focolares que se llama Time-out. Al principio éramos seis, luego doce. En determinado momento lo supo el director, quien me llamó a la dirección. Pensaba: ahora nos va a castigar porque por algunos minutos interrumpimos el estudio. Me llené de valor y traté de explicarle la importancia que tenía esta oración. De hecho, aunque en Camerún hay paz, existen muchos países alrededor que están sufriendo por la guerra, por lo tanto debemos rezar por ellos. El director, después de haberme escuchado, me agradeció y me dijo que se ocuparía de modificar el horario de las clases para que todos los estudiantes puedan unirse a nosotros».

Ahora toma la palabra Evangeline: «Yendo a casa de mi tía, me di cuenta de que los vecinos maltrataban a una chica que estaba con ellos, que, para escapar, se había ido a dormir a la iglesia. Mientras la acompañaba a su casa casa el párroco trató de convencer a la familia para que la trataran bien. Pero apenas se fue el párroco, los dos comenzaron a gritarle. Ella lloraba fuerte. Me acerqué a ella, la escuché con amor y decidí hablar con su familia. Aunque mi tía me desanimaba, yo pensaba en lo que nos dice el Evangelio y entonces al día siguiente fui a conversar con esta familia. La señora me dijo que ella no era hija de ellos, sino que era una joven que trabajaba con ellos como enfermera. “Precisamente porque ella los ayuda – dije- tendrían que tratarla como a una hija”. La mujer no me prestaba atención pero el marido sí me escuchaba: “¿Quién eres?”, me preguntó, “¿Quién te envía?”. Cuando supo que había ido a esa casa por mi propia iniciativa, me agradeció y me prometió que no la iban a maltratar más. Después viendo que la chica no tenía casi nada de ropa para ponerse, le llevé algunos vestidos míos».

Verónica normalmente cocina también para su suegra. Un día la suegra le dice que por un problema en los ojos no logra ni siquiera ver lo que come y que tal vez sea mejor que no le lleve más la comida. Verónica consigue una consulta en el hospital y la noche anterior va a dormir con ella. En esa ciudad viven dos hijos de la señora, pero ellos no manifiestan interés por su madre. Los médicos deciden operarla enseguida y así Verónica, a pesar de sus compromisos de trabajo, se queda con ella en el hospital durante una semana. Volviendo a casa, ni siquiera los otros hijos de la señora se preocupan por su madre, de modo que Verónica sigue yendo a cuidarla y le lleva comida, sin importarle que los hijos van a ver a la madre sólo cuando está ella para aprovechar también ellos de la comida. «Es la cuarta vez que vengo a estas reuniones de ‘nueva evangelización’ – concluye Verónica- sólo trato de poner en práctica lo que aprendo aquí».

«Me quedaban solo 2000 francos cameruneses (frs) (unos 3 euros) y tenía que hacer las compras», cuenta Marie refiriéndose a la frase del Evangelio ‘Den y se les dará’. «Para ahorrar había ido al mercado que queda lejos, a seis millas. Me habían quedado 700 frs. Cuando, ya de regreso, me di cuenta de que no había comprado aceite. Decidí comprarlo cerca de mi casa: mis 700 frs me iban a alcanzar justo. Estaba por cruzar la calle cuando una chica me tocó el hombro y me pidió que la ayudara a comprar unas especias. Una voz dentro de mí me dijo: ¡dar!. Así fue que le pagué las especias: 250 frs. Con lo que me quedaba podía comprar medio litro de aceite. Pero un hombre que conozco me pidió que le comprara la sal: eran 100 frs. Finalmente se me acercó un muchacho y también él me pidió que le pagara las especias: otros 200 frs. Miré la plata que me quedaba en la mano: ya no me alcanzaba para comprar el aceite. Volviendo a casa le pedí a mis hijos que calentaran los recipientes para ver si salía todavía un poco de aceite, pero estaban completamente vacíos. Entonces les dije que fueran a la tienda a preguntar si nos podían dar un poco de aceite a crédito, pero no tenían. Tampoco mi vecina tenía para prestarme. ¿Cómo iba a hacer para cocinarle a mis hijos? En ese momento llegó el hijo de una querida amiga mía con una canasta en la cabeza. “Vine a verte”, me dijo, “Mi madre no pudo visitarte por la muerte de tu madre y ahora ella te manda esta canasta”. La abro y había nueces de coco, pescado seco y …. 5 litros de aceite!»

 

 

 

Para testimoniar que la unidad es posible

Para testimoniar que la unidad es posible

20150203-aLa Semana de oración por la unidad de los cristianos y el año dedicado por la iglesia católica a la vida consagrada. Dos felices coincidencias en las cuales la vocación de Heike Vesper, focolarina de la iglesia evangélica-luterana alemana, se presenta especialmente significativa.

«Tenía dieciséis años cuando murió mi hermano gemelo, quien sufría una grave discapacidad mental,cuenta-. A partir de esta circunstancia tan dolorosa nació en mí el deseo de vivir una vida que realmente tuviera sentido. Ciertamente no pensaba en una vida de consagración a Dios. En las iglesias de la reforma la vida monástica casi ha desaparecido. Para Lutero cada cristiano bautizado tiene en sí mismo un llamado totalitario a seguir a Jesús, que se realiza sustancialmente en el trabajo y en la familia. Por lo tanto Lutero no veía en la consagración a Dios un estado privilegiado, precisamente porque todos estamos llamados a la perfección, que se vuelve alcanzable sólo con el amor de Dios, con su misericordia. Por lo que a mí respecta, la consagración a Dios era algo totalmente extraño. Extraño también por el ambiente ateo que me rodeaba con el comunismo de la Alemania del Este de entonces.

Algunos meses después, en la primavera de 1977, conocí a los jóvenes de los Focolares, un movimiento nacido en la iglesia católica, abierto al diálogo con fieles de otras iglesias o religiones, y con personas de convicciones no religiosas. Fuertemente atraída por la radicalidad de su elección evangélica, también yo me comprometí junto con ellos en múltiples actividades formativas y sociales que nos proponían o que nosotros suscitábamos. Nuestros animadores eran personas un poco más grandes que nosotros, los y las focolarinas. Ellos habían hecho una elección totalitaria de Dios, viviendo en comunidad. Su vida me producía una gran fascinación, pero la veía demasiado alta para mí, inalcanzable.

En un momento dado tuvo lugar una situación de incomprensión entre el Focolar y mi pastor, por la elección personal de uno de nosotros. No era algo grave, pero sí lo suficiente para hacerme comprender que basta poco para despertar antiguos prejuicios y volver a abrir heridas que parecían estar en proceso de sanación. Fue una experiencia muy fuerte, en ella percibí que Dios me llamaba a dar, con mi vida, un ejemplo de que la unidad es posible y que esto podía realizarlo a través del Focolar. Ante este llamado sentí alegría y temor. De hecho, no me sentía capaz de afrontar 24 horas sobre 24 la tensión de la diversidad entre nuestras iglesias. Durante dos años traté de hacer callar dentro de mí esta invitación de Dios, pero cada tanto volvía a aflorar con más fuerza.

En una visita de Chiara Lubich a Alemania, un grupo de evangélicos le hacían algunas preguntas. Con sus respuestas todos mis nudos se soltaron. En sus palabras comprendí que entrar al Focolar significaba vivir el Evangelio ayudada por hermanos animados por el mismo propósito radical; querer hacerlo como cristianos católicos y evangélicos juntos; lo que significaba elegir como modelo a Jesús cuando se sintió abandonado por su Padre, gritando un ‘por qué’ que para él quedó sin respuesta, en donde recompuso la unidad entre Dios y los hombres, entre los pueblos, entre las distintas iglesias, entre todos nosotros.

En ese momento no pensé que todo esto significaría consagrarme a Dios, sino sólo responder a un llamado de Dios a dar testimonio con mi vida que la unidad es posible. Esta pasión por la unidad me marcó el corazón y el alma y siempre me ha dado alas también en los momentos de oscuridad o de prueba.

Cuando estaba en el Focolar de Lipsia, a menudo iba a la Santa Cena donde estaban los hermanos de la Christusbruderschaft. Un día, uno de ellos me preguntó cómo hacíamos para permanecer fieles a nuestras iglesias y vivir una vida espiritual intensa con los católicos. Entendí en ese momento el gran valor de la consigna de Chiara: Jesús abandonado. Amándolo a Él, quien se hizo división por nosotros, no sólo encontramos la fuerza para no sentirnos divididos en nosotros mismos, sino para ser unidad para los demás. En Él descubrimos la importancia de vivir con Jesús presente espiritualmente en medio nuestro, atraído por nuestro amor recíproco. Una presencia que no está vinculada a ningún sacramento, sino a la vida de la Palabra».

 

Chiara Lubich y la familia

Chiara Lubich y la familia

20150202-01«La espiritualidad de Chiara Lubich nos propone abrirnos a la comunión antes que nada en la familia y, una vez construida la unidad, abrirla a otras familias. Ninguna familia es una isla. Necesitamos compartir bienes espirituales y materiales, propósitos, conocimientos, tiempo, competencias, para construir redes capaces de ponerse al servicio del mundo, que espera ver el testimonio de un amor que siempre puede volver a empezar».

Anna y Alberto Friso comentan con alegría la apertura de la causa de beatificación de Chiara Lubich, que se llevó a cabo el martes pasado [27 de enero] en Frascati. Ellos conocieron personalmente a la fundadora del Movimiento de los Focolares (quien en 1967 fundó también “Familias nuevas”, una de las primeras asociaciones para la familia, de la que los Friso fueron responsables durante 12 años) cuando eran recién casados: llegaron de Padua a Rocca di Papa, con su primogénito lactante, para participar en un congreso de familias.

Recuerdan: «Nos impresionó el hecho de que una persona consagrada tuviera tanto interés en la familia y que su ideal se pudiera aplicar también a nuestra vocación de esposos». No sólo: «Chiara era una mujer moderna, bella sin ser vistosa, elegante pero no rebuscada, con una forma de hablar cautivante y armoniosa – notan los Friso –. Nosotros veníamos de la provincia, éramos dos simples empleados, bastante torpes. Con sencillez y convicción nos dijo que Jesús contaba también con nosotros, como personas y como familia». Chiara Lubich, de hecho, estaba convencida de que la espiritualidad de la unidad era especialmente adecuada para la familia, porque ésta, en su designo original, es una pequeña comunidad de personas unidas por el amor».

Hoy en día Alberto y Anna están encargados de la Asociación “Acciones de Familias Nuevas, comprometida en el Sur del mundo y con adopciones a distancia. Cuando eran responsables de “Familias nuevas”, se encontraban regularmente con la fundadora: «Escuchaba nuestras dificultades y proyectos, pero sobre todo nos animaba. Sin su impulso, hubiera sido demasiado complicado, para dos pobres criaturas, llevar adelante un movimiento de familias tan numeroso y de alcance mundial. Ella nos orientaba, nos confirmaba, soñaba con nosotros. Y muy a menudo expresaba su confianza en nosotros los casados».

Chiara Lubich acostumbraba animar a los cónyuges Friso, que son miembros del Pontificio Consejo para la familia, para que se dedicasen especialmente a los separados, a los divorciados y a los que se han vuelto a casar, es decir a aquellos que ella misma definía como «el rostro de Jesús crucificado y abandonado». El carisma de Chiara sigue anunciando a la familia y a las familias del Movimiento el amor divino hacia cada uno, «una convicción que no surge sólo de la Escritura, sino del haberlo experimentado personalmente, en nuestras vivencias. Un anuncio que resulta eficaz también para quienes ya no esperan o han perdido la fe, o piensan que la separación es inevitable. Y si Dios me ama a mí, si dio su vida por mí, yo también debo – ¡puedo! – responder a este amor, amando al prójimo que está a mi lado. Y ¿quién es más prójimo que el esposo, los hijos, los familiares?», se preguntan Alberto y Anna, explicando: «Si nos ponemos honestamente en el rayo de un amor arraigado a lo Absoluto, todo se vuelve posible: acogida, servicio, escucha, amor desinteresado, gratuidad, perdón…».

 

México, familia: acogida recíproca

México, familia: acogida recíproca

20150131-01Las dos voces se entrelazan en un creciente sufrimiento y esperanza, conmoción y maravilla. Hasta hacerles descubrir el secreto que los lleva a recomponer la unidad que parecía rota irremediablemente. Fili empieza el relato: «Me casé con Nacho hace 24 años y tenemos dos hijos. Yo soy la sexta de once hermanos. Había dolores en mi familia, como el hecho de que mi padre tenía otra mujer y otros hijos y esto me hacía sufrir mucho».

«También yo siendo pequeño – interviene Nacho – sufrí por la ausencia de mi padre y la poca atención de mi madre. Quien se hacía cargo de mí era mi abuela materna. Cuando me casé con Fili estábamos enamorados, pero con un vacío existencial muy grande, en el que cada uno se identificaba con el otro. Unimos nuestras soledades, pero no nos conocíamos interiormente y muy pronto nos dimos cuenta de que no sabíamos amar ni tampoco qué era el amor».

«Nuestros problemas empezaron desde el inicio del matrimonio –prosigue Fili-. Yo era muy celosa y posesiva, al punto que Nacho continuamente tenía que cambiar de trabajo».  «Su actitud – prosigue Nacho – me provocaba rencor, ira y frustración y las discusiones entre nostros no terminaban nunca. En este ambiente tan poco acogedor nacieron nuestros hijos. Tanto yo como Fili, sentíamos un gran amor por ellos, pero no habiendo amor entre nosotros dos, pensábamos suplirlo con cosas materiales, en cambio habríamos debido darles escucha, ternura. Así pasaron 15 años. Desilusionado por esta situación, me fui de la casa. Lo había hecho otras veces, pero todo intento de volver y reconstruir nuestra relación fracasaba. ¿Qué hacer, me preguntaba, cuando una relación está completamente rota?».

Continua Fili: «De hecho, para mí era imposible reconstruirla, tanto que acepté que volviera, sólo porque veía el sufrimiento de los hijos que tenían necesidad de él». «Un sábado en la noche – prosigue Nacho  –  estaba viendo en la TV un programa de boxeo. No me parecía interesante y por eso cambié de canal. Estaban dando un programa religioso y por curiosidad me quedé viéndolo. Había una mujer (después supe que era Chiara Lubich) que hablaba del Amor. Al final de su discurso, pasaron algunas imágenes de la ciudadela del Movimiento de los Focolares de México, que estaba cerca de nuestro pueblo, pero no la conocía».

«Así, al día siguiente – interviene Fili – fuimos a la Misa a El Diamante (que es el nombre de la ciudadela) con toda la familia. Me impreionó la forma como nos recibieron, era como si nos conocieran desde siempre. Faltaba sólo una semana para la Mariápolis, un encuentro que se iba a realizar allí, y decidimos ir. La propuesta del primer día era la frase del Evangelio: “Perdona hasta setenta veces siete”. Me pregunté: ¿pero cómo es posible perdonar siempre? La explicación la obtuve cuando me hablaron de Jesús en el abandono. Él no sólo había perdonado, sino que había dado la vida por nosotros. Me di cuenta de que ante tal amor, mis dolores eran muy perqueños. No fue fácil volver a empezar, pero la Palabra “Perdona setenta veces siete” siempre me ayuda a hacerlo».

«También para mí – confiesa Nacho – esa Mariápolis transformó mi vida. Aprendí a tener confianza en ese Dios para quien todo es posible. Con Fili aprendimos a amarnos en la diversidad. Poco a poco nos volvimos a enamorar el uno del otro. Descubrimos una plenitud de amor nunca antes experimentada, ni siquiera cuando éramos novios, porque ahora nos amábamos en la libertad, en Dios».

 

Bangko Kabayan: un negocio irrenunciable

Bangko Kabayan: un negocio irrenunciable

BN-GP002_Ganzon_G_20150123124652Teresa Ganzon y su marido compraron en 1989 la mayoría de las acciones del Bangko Kabayan, cuando el banco tenía una sóla sucursal, mientras que ahora se ubica como uno de los más grandes bancos rurales de Filipinas.

Lideran también en la Economía de Comunión, una red internacional de más de 800 empresas comprometidas en practicar la Doctrina Social de la Iglesia. En una rueda de prensa durante su reciente viaje a Filipinas, el Papa condenó la corrupción, diciendo incluso de dar una patada “donde no llega el sol” a los funcionarios corruptos.

¿Cuáles son los principales puntos de fricción para una empresa dirigida según los principios de la Doctrina Social católica en Filipinas?

«El problema principal del que hablamos es el respeto. Pagar los impuestos es un signo de contradicción para nosotros, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas. El soborno y la corrupción están en crecimiento y lamentablemente son conductas comunes en algunas oficinas públicas, de modo que para un empresario parece que el único modo de que su propia empresa sobreviva es hacer como todos y considerar estos procedimientos como “costos normales”».

Ésta actitud es contraria a la Doctrina Social y al papa Francisco. ¿Cómo enfrentan la corrupción congénita?

«Una empresa de Economía de Comunión defiende la adhesión a un estándar ético y es consciente de que tiene una vocación para cambiar el modo como se hacen las cosas, para estar más alineada con los valores cristianos. Hace algunos años, estábamos dispuestos a dar un cierto tipo de préstamo, que, estábamos seguros, habría tenido una gran demanda e iba a dejar buenos márgenes de ganancia. Pero cuando nos encontramos delante de un burócrata del Gobierno que nos pidió un porcentaje sobre los intereses, tuvimos que pensar en otro tipo de préstamo. En Filipinas, el pago de los impuestos por parte de las empresas, grandes y pequeñas, es algo que casi no existe. Hemos recibido un premio que nos certifica como una de las primeras cinco empresas contribuyentes, en una región donde existen algunas industrias manufactureras mucho más grandes que nuestro banco»

Por lo tanto, ¿renunciaron a una oportunidad de negocio antes que ceder a la corrupción?

«Sí, pero fue entonces que descubrimos la microfinanza. Ésta nos orienta a las necesidades financieras de un segmento de la sociedad considerada “fuera del ámbito de los bancos”. Hemos desarrollado así un programa de microcrédito y descubrimos un segmento de la sociedad mucho más amplio para servir, si bien no es tan fácil como el precedente».

La crítica del Papa sobre la financia especulativa, ¿cómo fue recibida por vuestra empresa?

«Él habla de tener mayor empatía hacia las personas más necesitadas de la sociedad, y para nosotros, que estamos en el área del microcrédito, sus palabras nos ayudan a ser más determinados. Es un campo de negocios muy difícil, porque implica mucho trabajo de campo y los jóvenes, cuando solicitan trabajo en un banco, imaginan que vienen a trabajar en un ambiente muy cómodo, en una empresa con aire acondicionado. Después de algunos meses, deciden que no quieren seguir haciendo un trabajo que requiere tanto esfuerzo. Para nosotros, encontrar a las personas justas que permanezcan y amen su trabajo, precisamente por la empatía con los pobres, es un gran desafío.

No alcanzamos los estándares de eficiencia tan fácilmente, pero, si alguien quiere permanecer en el mercado, no podemos hacer otra cosa que buscar por lo menos los estándares de un buen servicio. Pero el mensaje del Papa es muy claro: el verdadero negocio al cual no podemos renunciar es el servicio vital hacia los pobres».

 

Fuente: Wall Street Journal

Traducción y síntesis nuestra

Febrero 2015

Queriendo ir a Roma y, desde allí, proseguir hacia España, el apóstol Pablo manda primero una carta suya a las comunidades cristianas presentes en aquella ciudad. En estas, que pronto testimoniarán con innumerables mártires su sincera y profunda adhesión al Evangelio, no faltan, como en otros lugares, tensiones, incomprensiones y hasta rivalidades. En efecto, los cristianos de Roma son de diversa extracción social, cultural y religiosa. Los hay que proceden del judaísmo, del mundo helénico y de la antigua religión romana, tal vez del estoicismo o de otras corrientes filosóficas, cada una con sus propias tradiciones de pensamiento y convicciones éticas. A algunos se los llama débiles porque tienen usanzas alimentarias peculiares –son vegetarianos, por ejemplo– o se atienen a calendarios que señalan días especiales de ayuno; a otros se los llama fuertes porque, libres de estos condicionamientos, no están sujetos a tabúes alimentarios o a rituales especiales. A todos les dirige Pablo una invitación apremiante:

«Por eso, acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios».

En esa misma carta ya antes había entrado en el tema dirigiéndose primero a los fuertes para invitarlos a acoger a los débiles «sin discutir sus razonamientos»; y luego a los débiles para que acojan a su vez a los fuertes «sin juzgarlos, pues Dios los ha acogido».

Pablo está convencido de que cada cual, aun en la diversidad de criterios y usanzas, actúa por amor al Señor. Por ello no hay motivo para juzgar a quien piensa distinto, y menos aún de escandalizarlo actuando con arrogancia y con sentido de superioridad. Lo que hay que tener más bien en el punto de mira es el bien de todos, la «edificación mutua», o sea, el construir la comunidad, su unidad (cf. 14, 1-23).

También en este caso, se trata de aplicar la gran norma del vivir cristiano que Pablo había recordado poco antes en su carta: «la plenitud de la ley es el amor» (13, 10). Al dejar de comportarse «conforme al amor» (14, 15), se había debilitado en los cristianos de Roma el espíritu de fraternidad que debe mover a los miembros de toda comunidad.

El apóstol propone como modelo de acogida mutua a Jesús cuando, en su muerte, en lugar de «buscar su propio agrado», cargó con nuestras debilidades (cf. 15, 1-3). Desde lo alto de la cruz atrajo a todos a sí y acogió tanto al judío Juan como al centurión romano, tanto a María Magdalena como al malhechor crucificado junto a él.

«Por eso, acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios».

También en nuestras comunidades cristianas, aunque todos somos «amados de Dios, llamados santos» (1, 7), se dan, igual que en las de Roma, desacuerdos y choques entre diferentes modos de ver y culturas en muchos casos distantes unas de otras. A menudo se contraponen los tradicionalistas y los innovadores –usando un lenguaje quizá un poco simplista pero fácilmente comprensible–, personas más abiertas y otras más cerradas, interesadas en un cristianismo más social o más espiritual; diversidades que son alimentadas por convicciones políticas y extracciones sociales diferentes. El fenómeno migratorio actual añade a nuestras asambleas litúrgicas y a los distintos grupos eclesiales más elementos de diversificación cultural y de procedencia geográfica.

La misma dinámica puede surgir en las relaciones entre cristianos de Iglesias distintas, pero también en la familia, en el ámbito laboral o en el político.

Entonces se insinúa la tentación de juzgar a quien no piensa como nosotros, o de considerarnos superiores, en una estéril confrontación y exclusión recíproca.

El modelo que Pablo propone no es la uniformidad que despersonaliza, sino la comunión entre diversos que enriquece. No es casual que dos capítulos antes, en la misma carta, hable de la unidad del cuerpo y de la diversidad de sus miembros, así como de la variedad de carismas que enriquecen y animan la comunidad (cf. 12, 3-13). Usando una imagen del papa Francisco, «el modelo no es la esfera…, donde cada punto es equidistante del centro y no hay diferencias entre unos y otros. El modelo es el poliedro», que tiene superficies distintas entre sí y una composición asimétrica donde «todas las parcialidades conservan su originalidad». «Incluso las personas que puedan ser cuestionadas por sus errores, tienen algo que aportar que no debe perderse. Es la conjunción de los pueblos que, en el orden universal, conservan su propia peculiaridad; es la totalidad de las personas en una sociedad que busca un bien común que verdaderamente incorpora a todos»[1].

«Por eso, acójanse mutuamente, como Cristo los acogió para gloria de Dios».

La palabra de vida es una invitación apremiante a reconocer lo positivo del otro, al menos porque Cristo dio la vida también por esa persona a la que me darían ganas de juzgar. Es una invitación a escuchar desactivando los mecanismos defensivos, a permanecer abiertos al cambio, a acoger la diversidad con respeto y amor, para llegar a formar una comunidad plural y al mismo tiempo unida.

Esta palabra ha sido elegida por la Iglesia Evangélica en Alemania para que sus miembros la vivan y los ilumine durante todo 2015. El compartirla miembros de diferentes Iglesias, al menos este mes, muestra ya un signo de acogida recíproca.

Así podríamos dar gloria a Dios «unánimes, a una voz» (15, 6), porque, como dijo Chiara Lubich en la catedral de la Iglesia Reformada de St. Pierre, en Ginebra, «el tiempo presente […] requiere de cada uno de nosotros amor, requiere unidad, comunión, solidaridad. Y llama también a las Iglesias a recomponer la unidad rota desde hace siglos. Esta es la reforma de las reformas que el Cielo nos pide. Es el primer paso, y necesario, hacia la fraternidad universal con todos los hombres y las mujeres del mundo. Pues el mundo creerá si estamos unidos»[2].

Fabio Ciardi

 

[1] Francisco, exhortación pastoral Evangelii gaudium, 236.

[2] C. Lubich, Il dialogo è vita, Roma 2007, pp. 43-44.

Un monje budista que anuncia la fraternidad universal

Un monje budista que anuncia la fraternidad universal

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Desde la izquierda: Natalia Dallapiccola, Peppuccio Zanghì, Luce Ardente

«Cuando Luz Ardiente empezó a dar testimonio del Ideal de la unidad entre los monjes budistas, Giuseppe Maria Zanghì, Peppuccio para muchos, quien falleció en estos días, lo definió “Un nuevo san Pablo para el budismo”.

Escribe Luigi: sabiendo cuanto era difícil, para un monje, hacer parte de un movimiento cristiano y extranjero, tenía mis dudas con respecto a la posibilidad de que se concretara su afirmación. Exactamente 20 años después, puedo decir que esas palabras se están realizando.

Todo empezó en 1995, cuando un monje budista apareció por primera vez en el centro del Movimiento de los Focolares. En ese entonces se llamaba Phramaha Thongrattana Thavorn. Había llegado a Roma para acompañar a uno de sus discípulos, Somjit, quien estaba haciendo la experiencia como monje por un breve periodo antes de casarse, siguiendo así la tradición de todos los jóvenes budistas. En esa ocasión, Phra Mahathongrat, que significa ‘oro fino’, conoció a Chiara Lubich quien lo impresionó profundamente. Ella también quedó impactada por esta persona y, bajo su pedido, le dio un nombre nuevo: Luz Ardiente.

En todos estos años, desde que lo conozco, -continua Luigi- nunca había notado en él una fuerza y entusiasmo tan fuertes como en estos días, al anunciar la fraternidad universal, el ideal de ‘mamá Chiara’ (como la sigue llamando). Hoy, en una ceremonia importante, a la que Luz Ardiente me invitó, ante más de 120 monjes, entre los cuales estaban las más altas autoridades budistas de la región, Luz Ardiente pidió la palabra, dando espontáneamente, pero con mucha claridad, el testimonio de su experiencia con Chiara Lubich y con el Focolar, diciendo abiertamente que él es un miembro de la gran familia de Chiara esparcida en más de 120 naciones con millones de miembros.

20150130LuceArdenteLButoriLos monjes escucharon, para nada molestos: a algunos les pareció divertido, a otros les llamó la atención, algunos quedaron perplejos, como es normal en cualquier ‘comunidad religiosa’. Antes, durante y después de la ceremonia, Luz Ardiente quiso saludar a cada uno, dejando a un lado, a menudo, las reglas, y manifestó el máximo respeto y cariño hacia los monjes más ancianos.

En estos días, Luz Ardiente ama repetir: «Para mí ha llegado el momento de decir a todos los budistas cuánto bien mamá Chiara hizo a mi vida como monje. Yo siento que ella sigue dándome un impulso interior y una fuerza para llevar a todos el ideal de la fraternidad entre las personas».

La muerte de Peppuccio – quien trabajó mucho para el diálogo interreligioso – , el inicio del proceso de beatificación de Chiara, son momentos fuertes e importantes, no sólo para nosotros cristianos, sino para todos los miembros del Movimiento.

Después del 14 de marzo de 2008, día en el que Chiara dejó esta tierra, Luz Ardiente dijo: «Chiara ya no pertenece sólo a ustedes cristianos. Ahora ella y su ideal son un legado para la humanidad entera». En estos días, que definiría especiales, hechos como éstos atestiguan que aquellas palabras de Peppuccio se están realizando ante nuestros ojos.

Siguiendo por internet la ceremonia de apertura de la causa de beatificación de Chiara Lubich, Luz Ardiente comentó: «Ahora tenemos que testimoniar, aún más, juntos, la santidad de Chiara».

 

Gabón: Una familia para los demás

¿Dónde iré a parar?

a Villa Achillia

Hermana Mariella Giannini (segundo por la izquierda) en el centro de las Religiosas de los Focolares en Grottaferrata, Roma.

Defender la vida humana en condición de fragilidad. Es lo que alienta a las Hermanas hospitalarias del Sagrado Corazón de Jesús, la familia de sor Mariela Giannini, religiosa que vive la espiritualidad del Movimiento de los Focolares y protagonista de esta historia. «Por medio del encuentro con el carisma de la unidad de Chiara Lubich – nos cuenta – logré recomponer mi identidad de religiosa en el carisma de la Hospitalidad, que es lo específico de mi Instituto».

Filipinas, España, Italia, son las etapas que vivió en su camino. El descubrimiento que Dios «nos ama inmensamente» la marca fuertemente; a pesar de esto llega pronto un momento triste, uno de aquellos que de buena gana evitaríamos, especialmente después de haber elegido una vida de total entrega.

«Se trataba de un fuerte dolor moral – confía sor Mariela -, un momento de prueba, tal vez también de tentación. Seguramente de lucha contra Dios. Llegó de improviso la oscuridad, bajó en mí la noche, junto con el silencio de un mar oscuro y profundo, de un río cenagoso que tenía que cruzar. ¿Pero dónde iré a parar? me preguntaba. No tenía futuro».

Recuerda con emoción aquellos momentos difíciles y confiesa que, a pesar de la oscuridad, nunca dejó de entregarse a los demás. «Me vino al encuentro de manera inesperada el grito de Jesús en la Cruz: “Dios mío, ¿por qué me has abandonado? Aquel que absurdamente no tiene respuesta, ha sido la clave para mi dolor y para cada dolor humano».

Un momento delicado superado no tanto con la fuerza de voluntad, sino con el abandono confiado en Dios. «En el interior de toda familia religiosa – continua sor Mariela – es inevitable que existan problemas, porque el egoísmo no está nunca desarraigado totalmente. Pero ciertas cosas cambian dentro de ti. Lo experimenté especialmente con nuestros colaboradores laicos, que no veo más como extraños, o peor, sólo como dependientes, sino nuestros hermanos y hermanas con los cuales compartir el carisma y realizar juntos nuevos proyectos. Además, Dios me donó una nueva familia también con el Movimiento de los Focolares. Mi corazón se dilató. El carisma de la hospitalidad y el carisma de la unidad llegaron a ser para mí una única fuerza, una dinamita que renueva la casa de Dios, la Iglesia».

Habla con conocimiento de causa, porque las tareas realizadas han sido varias y delicadas, no sólo como superiora provincial, sino también en varios lugares del mundo. «Amor llama siempre Amor – afirma convencida. – Pude constatarlo y vivirlo porque, después de la carga de Provincial de mi Instituto para Italia, fui enviada, come formadora, entre las Junioras de las Filipinas. La formación inicial es una etapa delicada, fascinante y que involucra, pero con la escucha cotidiana y el diálogo recíproco llegamos a comprendernos. En este nivel, o sea cuando acojo la vida de la otra en una relación de corazón a corazón, puedo ser regazo para cada sufrimiento pasado y presente. Vivir así me ayuda a superar toda barrera de lengua, cultura y de generación».

Desde las Filipinas va a España para preparar a las jóvenes hermanas a los votos perpetuos. De regreso a Italia, en Viterbo, se ocupa de un grupo de enfermos síquicos, alcohólicos y personas con disturbios del comportamiento. Visita regularmente a los detenidos en la súper-cárcel de la ciudad: «Jesús dona grande alegría también a estos últimos porque él por primero ha elegido ser el último, y cuando estos dos polos “Dios y el hombre” se encuentran, misteriosamente la relación se ilumina y los corazones se calientan».

Papa Francisco: Chiara Lubich, luminoso ejemplo de vida

Papa Francisco: Chiara Lubich, luminoso ejemplo de vida

20150127_CarisMendesPX5A2726_800x600El clima, aunque de fiesta, tiene un timbre solemne y de oración. Después de haber entonado las Vísperas y los cantos, el celebrante principal anuncia, para la gozosa sorpresa de los presentes, la llegada de un mensaje del Papa Francisco. La misiva pontificia tiene la firma del Secretario de Estado Card. Pietro Parolin, y está dirigida a Mons. Raffaello Martinelli, Obispo de Frascati, en calidad de encargado de la apertura oficial del “Proceso sobre la vida, virtudes, fama de santidad y signos” de Chiara Lubich. La diócesis de Frascati, de hecho, es el territorio en el cual se encuentra el Centro Internacional del Movimiento de los Focolares, cerca del cual Chiara ha vivido gran parte de su vida y ha muerto (14 de marzo de 2008).

«En ocasión de la apertura de la causa de beatificación y canonización de Chiara Lubich – se lee en el mensaje del Papa –, que tiene lugar en la Catedral de Frascati, Su Santidad el Papa Francisco dirige su cordial pensamiento, auspiciando que el luminoso ejemplo de vida de la fundadora del Movimiento de los Focolares suscite en cuantos conservan su preciosa herencia espiritual, renovados propósitos de fiel adhesión a Cristo y de generoso servicio a la unidad de la Iglesia. El Santo Padre invoca abundantes dones del divino Espíritu sobre cuantos están comprometidos en la Postulación y exhorta a hacer conocer al pueblo de Dios la vida y las obras de aquella que, acogiendo la invitación del Señor, ha encendido para la Iglesia una nueva luz en el camino hacia la unidad y, mientras pide que se rece para sostenerlo en su universal ministerio como sucesor del apóstol Pedro, por intercesión de la Virgen Santa, envía a vuestra Excelencia, a la Postulación, a la entera Obra de María y a cuantos participan en el gozoso evento la implorada bendición apostólica. En el Vaticano, 27 de enero de 2015».

Maria Voce, en nombre de todo el Movimiento de los Focolares en el mundo que sigue el evento vía Internet, expresa la gratitud de todos: «Queremos, ante todo, expresar la alegría, la conmoción, la sorpresa, por este mensaje del Santo Padre, al cual queremos enviar nuestro agradecimiento y asegurarle nuestra oración, que él nos ha pedido; así como asegurarle nuestro empeño en seguir difundiendo esa “luz nueva” que él ha indicado como don de Chiara a la Iglesia y a la humanidad»

El aplauso de los presentes ha subrayado la inmensa alegría y gratitud de todo el “pueblo focolarino”.

 

 

 

 

Chiara Lubich: una nueva luz para la Iglesia

Chiara Lubich: una nueva luz para la Iglesia

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Card. João Braz De Aviz, Jesús Morán y Maria Voce, co-presidente y presidente de los Focolares

El 27 de enero, día de la Memoria, en el que el mundo recuerda la tragedia de la Shoah y todas las otras que siguen ensangrentando el planeta, la catedral de Frascati estaba rebosante, a pesar del horario y de ser un día de trabajo. Y precisamente para que “la humanidad y la historia puedan conocer un nuevo desarrollo de la paz”, es que María Voce auspicia el reconocimiento de la ejemplaridad de Chiara Lubich. Sí, porque “a su mirada y su corazón los movía un amor universal, capaz de abrazar a todos los hombres más allá de cualquier diferencia, estando siempre proyectados a realizar el testamento de Jesús ‘Que todos sean uno’”.

Un largo y prolongado aplauso puso de manifiesto el agradecimiento al papa Francisco, por su mensaje en el que exhortaba a “dar a conocer al pueblo de Dios la vida y las obras de aquella que, acogiendo la invitación del Señor, ha encendido para la Iglesia una nueva luz en el camino hacia la unidad”. María Voce, en nombre del pueblo de los Focolares aseguró “el compromiso de seguir difundiendo esa nueva luz que el Papa ha indicado” refiriéndose a la figura de Chiara.

La directa streaming permitió que se pudiera seguir en evento, con traducción simultánea en inglés, francés, portugués y español. Fueron más de dieciocho mil las conexiones simultáneas, en algunos puntos se reunieron incluso cientos de personas (como en la Mariápolis Ginetta, en Brasil o en la ciudadela de Loppiano en Toscana – Italia).

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Mons. Raffaello Martinelli, obispo de Frascati

“La tarea que nos espera no es fácil”, declaró el obispo de Frascati, Mons. Rafaello Martinelli, “pero es un servicio que queremos dar a la Iglesia para ofrecer un testimonio de fe, esperanza y caridad mediante la obra y la vida de una de sus hijas”.

Había gran internacionalidad entre los presentes. Empezando por los cardenales Tarcisio Bertone, Ennio Antonelli, Joao Braz De Aviz, Miloslav Vlk; entre los obispos estaba Carlos Tissera de Argentina y Brendan Leahy de Irlanda; y en la presencia ecuménica, el Arquimandrita Simeon Catsinas, de la Iglesia ortodoxa de Roma en representación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla, y el padre Gabriel, párroco rumano-ortodoxo de Rocca di Papa, quien fue enviado por el obispo rumano-ortodoxo de Italia, Mons. Siluan.

Entre los amigos de Chiara Lubich estaban presentes fundadores y representantes de otros Movimientos. No quiso faltar el mundo musulmán, dando así un testimonio de la voluntad de diálogo que se mantiene en este momento tan crítico, a través del director del Instituto Tevere Cenap Mustafa Aydin, de Turquía. Desde Japón, en representación del movimiento Rissho Kosei-Kai, participó el Dr. Mizumo. Con la banda tricolor italiana estuvieron presentes varios alcaldes de los municipios limítrofes, una delegación de Trento, la ciudad natal de Chiara, y un grupo de familiares de la Sierva de Dios.

20150127-02“Chiara habla de vivir el Evangelio y de ser fieles a Dios”, dice João, un joven brasileño, “pienso que no podemos ser fieles a Dios si no apuntamos a la santidad, que es lo que Dios quiere”. Y Francesca, de 13 años: “Chiara me impresionó por su gran fe que podría ser difícil que llegara a los adolescentes, en cambio ella nos la comunicaba con una simplicidad estupenda”.

La ceremonia. Una serie de actos jurídicos dieron inicio a la causa de canonización, pero, como subrayó el obispo de Frascati –“queremos transformarlos en una meditación”, por eso la ceremonia se abrió con el rezo de las vísperas. En un clima solemne se cumplió con los procedimientos de instalación del tribunal, empezando por la lectura del “supplice libello” con el que el Movimiento de los Focolares solicitó la apertura de la causa en diciembre del 2013. A lo largo de estos seis años transcurridos desde la muerte de Chiara Lubich –explica el documento- «ha crecido continua y establemente en todo el mundo entre los fieles la percepción de la pureza e integridad de la vida de la Sierva de Dios, de las virtudes por ella practicadas en grado heroico, así como las gracias y favores recibidos de Dios mediante su intercesión». Seguidamente se leyó el nihil obstat (ningún impedimento) de la Congregación de las Causas de los Santos y se constituyó el tribunal.

Mons. Angelo Amati, delegado episcopal, será quien conducirá esta fase de investigación a nivel diocesano, acompañado por el Rev. Emmanuele Faweh Kazah, nigeriano, come Promotor de Justicia, y por la notaria Patrizia Sabatini, quien ya ha trabajado los meses anteriores recogiendo unos cincuenta testimonios, para evitar que se perdieran aquellos de quienes «permitieron desde el primer momento dar testimonio de la belleza y la posibilidad de recorrer juntos, en unidad, el camino hacia la única meta», como dijo María Voce al recordar a los primeros compañeros y compañeras de Chiara, algunos de los cuales estaban presentes en la ceremonia.

El grupo de postuladores nominado por la presidente de los Focolares está conformado por el padre Silvestre Marques, portugués, como postulador y por los vice-postuladores, la italiana Lucia Abignente y el holandés, Waldery Hilgeman. El Tribunal ya estableció la próxima sesión, el 12 de febrero próximos, para escuchar el testimonio de María Voce, la primera de una lista de alrededor de 100 personas.

Nota de prensa

La oración de intercesión

Streaming: http://live.focolare.org/reply.asp

 

Chiara Lubich Sierva de Dios

Chiara Lubich Sierva de Dios

Cattedrale_FrascatiCon gran alegría, «multiplicada por el eco de alegría procedente del mundo entero » Maria Voce, Presidente del Movimiento de los Focolares, ha acogido la noticia de la apertura de la causa de beatificación de Chiara. El anuncio lo ha dado el Obispo de Frascati, Mons. Raffaello Martinelli, indicando el 27 de enero como fecha para la ceremonia de apertura del proceso en la catedral de Frascati.Es en su diócesis donde Chiara Lubich vivió gran parte de su vida y murió en 2008.

Así lo explicaba Maria Voce a través de los micrófonos de Radio Vaticana: «He comunicado enseguida a todos esta alegría y este agradecimiento, también al Obispo, que verdaderamente ha estado atento en el tratar de llevar adelante cuanto era necesario, como trabajo preliminar, para llegar a este momento. Y un gran agradecimiento también a la Iglesia, que nos permite mostrar la belleza de una vida comprometida como la de Chiara».

Ella, continua en la entrevista, « siempre ha soñado con el día en el que se pudiese hablar verdaderamente de una santidad de pueblo, porque veía que nos hacemos santos haciendo la voluntad de Dios, que es algo que Dios pide a cada persona que viene a la Tierra. Por lo tanto, su deseo non era tanto el hacerse santa ella – aunque lógicamente tenía presente también que es la voluntad de Dios ‘vuestra santificación’ – sino el deseo de que muchas, muchas personas entrasen en este camino de santidad». Trabajar para que se reconozca la santidad de Chiara Lubich, significa por lo tanto para Maria Voce «trabajar para que se reconozca esta posibilidad, abierta a todos, de hacerse santos».

¿Cómo se involucra el Movimiento de los Focolares en este camino? Con «un renovado compromiso, para que la Iglesia vea en los seguidores de Chiara el testimonio vivo de ese modelo que Chiara ha sido y sigue siendo para nosotros».

MariaVoce_2014«El testimonio del afecto de muchos por Chiara Lubich continua inmutable», se comenta en la Radio Vaticana. «Inmutable y en aumento, diría: es un testimonio del afecto que llega incluso de quien no la ha conocido personalmente. Ciertamente los que la han conocido sienten este momento como un momento particular de gracia: y me refiero tanto a autoridades de la Iglesia, como a presidentes o fundadores de otros Movimientos, o a personas de otras religiones y de otras Iglesias».

No le espera una tarea fácil a quien tendrá que examinar escritos, discursos, videos…: «Existe un mar de documentos y de escritos, que ya se han entregado para este examen. Y además hay videos, hay grabaciones de discursos que Chiara ha hecho; cartas que Chiara ha escrito… Hay muchísimo material y será seguramente una tarea grande para todo el Tribunal, una tarea que nos involucra en la preparación de estos documentos del mejor modo para que la Iglesia pueda examinarlos».

En síntesis, ¿una palabra para expresar la santidad de Chiara? «Diría la normalidad: se puede ser santos llevando una vida normal. Los frutos extraordinarios de esta vida normal son frutos que proceden de Dios, de la relación de Chiara con Dios y de la relación normal de Chiara con su pueblo. Vivir normalmente una cosa extraordinaria: Chiara nos ha dado ejemplo de esto, aunque lógicamente ha habido también momentos extraordinarios en su vida, pero ella nos ha dado el ejemplo de la santidad en la normalidad y no sólo en los momentos extraordinarios».

Y sobre Chiara Lubich como “mujer del diálogo”, necesario más que nunca en estos días, afirma: «Pienso que en este campo, Chiara todavía tenga mucho que decir para la construcción de relaciones verdaderas, profundas entre las civilizaciones, entre las razas, entre las religiones para contrastar esta oleada de violencia que parece haber invadido el mondo. Por lo tanto, una afirmación de la santidad de una persona que ha hecho de su vida un símbolo de diálogo, podría ser un signo de este momento».

Entrevista completa en Radio Vaticana

Una santidad “socializada”

Una santidad “socializada”

IginoGiordaniChiaraLubich«Lo que había entendido, leyendo las hagiografías, como el resultado de una ascesis fatigosa, reservada a pocos, se convertía en cambio en patrimonio común. Comprendía por qué Jesús había podido invitar a todos los que lo seguían a ser perfectos como su Padre: ¡perfectos como Dios!

Era todo conocido y todo nuevo.

Era un mecanismo nuevo, un nuevo espíritu. Había encontrado la llave del misterio: es decir, se le había dado paso al amor, demasiado a menudo atrincherado: y éste irrumpía, como una llama, dilatándose, creciendo, hasta convertirse en un incendio.

Esta ascensión a Dios, considerada inalcanzable, se veía facilitada y abierta a todos, al reencontrar el camino a casa para todos, mediante el sentido de la fraternidad. Esta ascesis que parecía terrorífica (cilicios, cadenas, noches oscuras, renuncias), se convertía en algo fácil, porque el camino se recorría en compañía, con la ayuda de los hermanos, con el amor a Cristo.

Renacía una santidad colectiva, socializada (para usar dos vocablos que más adelante el Concilio Vaticano II popularizó), que eliminaba el individualismo, que en cambio impulsaba a cada uno a santificarse por sí solo, cultivando meticulosamente la propia alma, a través de un análisis sin medida, pero sin perderla. Era una piedad, una vida interior, que salía de los reductos de las casas religiosas y del exclusivismo de clases privilegiadas – que se mantenían separadas, e incluso afuera, cuando no era en contra, de la misma sociedad, que en su mayoría representaba a la Iglesia viva. Llevaba esta vida interior a las plazas, a los talleres y a las oficinas, a las casas y a los campos, y también a los conventos y a los círculos de Acción católica, dado que, en todos lados, donde hay personas, hay candidatos a la perfección.
En síntesis, la ascesis se había convertido en una aventura universal del amor divino: y el amor genera luz»

«La vida es una ocasión única que hay que aprovechar. Hay que aprovecharla aquí en la tierra para prolongarla en la eternidad. Para hacer de la tierra un anticipo del cielo, integrándola en la vida de Dios tanto aquí como allá. La vida no se debe arruinar con la obsesión de ambiciones y avaricias, ni embrutecer con rencores y hostilidades: sino divinizarla – prolongarla en el seno de lo Eterno – con el Amor. Y donde está el amor está Dios. Y cada momento ha de ser aprovechado por amor, es decir para donar a Dios: lo que significa absorber a Dios para sí mismos y para los demás.

En este modo de vivir está la libertad de los hijos de Dios, en donde el espíritu no se ve inmovilizado por prejuicios. Las divisiones, las oposiciones, son obstáculos para el espíritu de Dios.

«El que vive así no piensa en santificarse, piensa en santificar. Se olvida de sí mismo: se desinteresa de sí mismo. Se santifica santificando: se ama amando, se sirve sirviendo.

De tal modo la misma obra de santificación tiene una evolución social: este donar continuo y donarse hace que la elevación de las almas sea una obra comunitaria.

“Sean perfectos como mi Padre” pidió Jesús: y nos hacemos perfectos en la voluntad del Padre unificándonos entre nosotros para unificarnos con Él, a través de Cristo».

 

Fuente: Centro Igino Giordani

 

 

Gabón: Una familia para los demás

Eucaristía y divorciados en nueva unión

20150524-01«Nos habíamos preparado al matrimonio con la certeza de comprometernos para toda la vida. Sin embargo, ya poco tiempo después del nacimiento de la niña, mi esposo empezó a salir solo y yo, que estaba enamorada pero también cansada por el trabajo y la maternidad, en un primer momento no me di cuenta de que algo no funcionaba. Siguieron 13 años de mentiras y peleas, alternadas con pseudo-aclaraciones a las que seguían indefectiblemente continuas decepciones. Deshecha y al borde del agotamiento (llegué a pesar 36 kilos) finalmente me rendí, y le volví a entregar a mi esposo su libertad.

Tres años después encontré a un compañero del colegio, también él padre separado. Inicialmente trataba de resistir al sentimiento que afloraba en mí, porque, si por un lado el hecho de sentirme amada me daba una gran felicidad, por el otro me ponía ante el problema de mi vida cristiana. Fueron momentos muy difíciles. Pero luego las dudas se desvanecieron porque, me decía, es verdad que me había casado convencida del ‘para siempre’ pero si el amor ya no es correspondido, ¿por qué no podía seguir viviendo con otra persona aquella vocación a la vida familiar que había sentido desde siempre?

Seguros de nuestro amor, decidimos juntar nuestras vidas truncadas. Después de unos dos años de convivencia tuvimos un niño, que hicimos bautizar y que tratamos de educar cristianamente.

Para mi compañero – una persona muy recta que se declara no creyente – el problema de la pertenencia a la Iglesia no existe. En cambio yo seguía asistiendo a la Misa dominical y, aún en el sufrimiento, me conformé a las disposiciones de la Iglesia absteniéndome de los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. Hubiera podido ir a una iglesia donde no me conocían, pero por obediencia nunca lo hice.

Sin embargo, con el pasar del tiempo, esta autoexclusión empezó a pesarme y me alejé de la Misa y de la vida de la comunidad. En efecto, me sentía profundamente incómoda viendo que los demás se dirigían hacia el altar, mientras yo tenía que quedarme en el banco. Me sentía abandonada, repudiada, culpable.

Unos años después, gracias a la cercanía con el Focolar retomé el camino de fe. ‘Dios te ama inmensamente’, me repetían. Junto con ellos entendí que Jesús murió y resucitó también por mí y que Él, en su infinito amor, ya había colmado ese abismo en el que había caído y sólo esperaba que yo lo siguiera por el resto de mi vida.

Descubrí así que, más allá de la Eucaristía, hay otras fuentes a través de las cuales se puede encontrar a Jesús. Él se esconde en cada prójimo que encuentro, me habla a través de Su Evangelio y está presente en la comunidad que se reúne en Su nombre. Sobre todo Lo encuentro cuando logro transformar en amor el dolor que me procura la separación de la Eucaristía.

Recuerdo el día en que nuestro hijo hizo su primera comunión. Yo era la única, entre los padres, que no fui al altar con él; un sufrimiento que no se puede expresar. Por otra parte puedo decir que fue precisamente cuando perdí la Eucaristía que redescubrí el gran don que ella representa, así como te das cuenta del valor de la buena salud en el momento en que la pierdes.

Espero que, el día en el que me presente al Padre, Él mire, más que mis fracasos, mi pequeño pero cotidiano intento de amar a los demás tal como Jesús nos enseñó».

¡Gracias Peppuccio!

¡Gracias Peppuccio!

PeppuccioConocido simplemente como Peppuccio, fue por largo tiempo responsable de la Escuela Abba, el centro cultural de los Focolares, Giuseppe Maria Zanghì falleció inesperadamente a los 85 años, después de una breve enfermedad, en la tarde del 23 de enero 2015.

“Él, quien muchas veces nos habló del Paraíso, ahora puede gozarlo plenamente” – afirma María Voce, presidente de los Focolares comunicando la noticia.

Lo recordamos con algunos fragmentos de una entrevista concedida en 2009 a la revista Città Nuova:

Compartiste con Chiara Lubich los inicios del Movimiento Gen, que congrega a los jóvenes de los Focolares. ¿A qué se debe el hecho que ella decidió comunicar también a la nueva generación esas realidades místicas conocidas como “Paraíso del ’49”?

«En fin de cuentas, ¿qué es este “Paraíso del ‘49”? Es el relato escrito que Chiara hacía a Igino Giordani de lo que acontecía en ella en el verano de 1949 en Fiera di Primiero, un periodo contemplativo en el cual Dios le imprimía en el alma, como con un hierro caliente, el proyecto de la Obra que tenía que nacer. Dios hace lo mismo con todos los místicos que deben ser fundadores de realidades en la Iglesia. La característica del ‘49 fue que quien hacía esta experiencia contemplativa con Chiara fue – por participación – un grupo de focolarinas y focolarinos que pasaban con ella un periodo de vacaciones, fundidos en uno por el amor de Dios. Sin embargo fue una fusión que dejaba intactas las distintas individualidades.

Es una experiencia muy original también en el aspecto cultural, porque se refiere a los que yo llamo un “sujeto colectivo”. Toda cultura, de hecho, nace de un sujeto; y el hombre de hoy está buscando precisamente un sujeto para la cultura que tiene que nacer. Ésta es, según mi opinión, la mayor contribución de Chiara al nacimiento de una nueva cultura. Y falta mucho aún por entender.

Pero, dejando de lado este aspecto, sobre el cual tendremos que trabajar y estudiar, la realidad en la que Dios le abrió a Chiara el abismo de su vida y le hizo comprender, al mismo tiempo, muchas cosas de la Obra que tenía que nacer. En ella no era algo sólo para recordar, era la vida del presente. Y te dabas cuenta de esto estando a su lado; sentías que seguir el ideal de la unidad no era tanto conocer una doctrina o bien oír hablar de la experiencia vivida por una persona, no; era entrar en la realidad en la que Chiara había vivido en el ‘49 y en la que seguía viviendo.

Ahora bien, para ella también los jóvenes del Movimiento tenían que entrar en el meollo de esta experiencia, al mismo tiempo humana y divina, espiritual y cultural, y quedarse ahí, desarrollándola y llevándola adelante».

Fuente: Città Nuova

 

 

 

Albert Rauch: constructor de puentes con las Iglesias orientales y ortodoxas

Albert Rauch: constructor de puentes con las Iglesias orientales y ortodoxas

dr.-albert-rauchHacia finales de los años ’60, siguiendo el camino de las múltiples aperturas auspiciadas por el Vaticano II, el episcopado alemán advierte la exigencia de fortalecer las relaciones con la Iglesia Ortodoxa. El obispo Graber de Regensburg –quien tiene a su cargo la tarea de incrementar este diálogo- sabe que puede contar con una persona de gran competencia que podrá asumir con brillantez este cometido: Albert Rauch. Fue ordenado sacerdote y completó sus estudios teológicos en la Gregoriana de Roma. Por su aguda sensibilidad hacia los ritos de Oriente, Albert decide hacer también un doctorado en el Colegio Russicum, donde aprende – entre otras cosas – el griego moderno y el ruso. Su estadía en Roma es para él la ocasión de conocer el Movimiento de los Focolares. Abraza la espiritualidad descubriendo en ella la profunda dimensión ecuménica. Casi de inmediato pide integrarlo como sacerdote focolarino. Para profundizar en el conocimiento de Oriente, Albert realiza largos viajes a Grecia, Turquía, Líbano, Siria e Israel. Forma parte de una delegación oficial que se dirige a Constantinopla, Sofía, Belgrado: éstos son los primeros e importantes pasos de acercamiento entre estas Iglesias hermanas. El Patriarca Athenágoras queda impresionado cuando lo ve tan joven y subraya la importancia de que también los jóvenes de Oriente viajen a Occidente para enriquecerse recíprocamente. Se abre así la posiblidad para que jóvenes de distintas Iglesias de Oriente vayan a Alemania. A él se le confía el recién iniciado Ostkirchliches Institut [Instituto de las Iglesias Orientales] con sede en Regensburg. Acepta esta tarea con humildad y amor. El obispo le pide a Chiara Lubich que se abra en ese lugar, también un focolar femenino, que lo ayude en su tarea.

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Centro Internacional de los Focolares, Castel Gandolfo (Roma) 2003- Dirige una oración en la escuela ecumenica

Albert, en colaboración con otro sacerdote, se prodiga en mil iniciativas, entretejiendo relaciones pan-ortodoxas y entre ortodoxos y católicos que fueron significativas y fructíferas. Un diálogo, que dada su preparación, ha sido profundamente teológico y al mismo tiempo un ‘diálogo de la vida’, como él mismo ama llamarlo. Recordando el impulso que le dio Athenágoras, a menudo lleva a sus estudiantes, que provienen de las distintas Iglesias orientales, a visitar Roma, organizando el viaje en colaboración con el Centro Uno de los Focolares. Durante más de 35 años, estos estudiantes asistieron a las ‘Semanas ecuménicas’ que tienen lugar en el Centro Mariápolis. Varios de ellos, con el correr de los años, asumieron puestos de responsabilidad en sus iglesias. En el verano, durante vacaciones cerca de Roma, no deja de visitar el Centro Uno, para compartir sus proyectos y estar informado sobre las actividades del Movimiento. En el transcurso del tiempo, Albert, o mejor dicho, el Dr. Albert Rauch, comienza su colaboración también con la Escuela Abba y con el Instituto Universitario Sophia. Su ardiente pasión por la recomposición de la unidad lo lleva a aprender unos quince idiomas, que le permitieron sembrar la semilla de la unidad en muchísimos corazones de las más diversas naciones. Su fallecimiento es una gran pérdida para el mundo ecuménico. Su ejemplo y su pasión por la unidad de los cristianos son un estímulo para todos aquellos que quieren contribuir a la realización de la oración de Jesús “Que todos sean uno”.    

Loppiano – Al Patriarca Bartolomé I el doctorado h.c. del Instituto Universitario Sophia

Loppiano – Al Patriarca Bartolomé I el doctorado h.c. del Instituto Universitario Sophia

Live streaming – Loppiano, 26.10.2015, 17:00 CET PatriarchBartholomewEn la motivación oficial de la entrega del doctorado, el rector del IUS el Prof. Piero Coda explicó que el Patriarca es merecedor del mismo por ser protagonista activo y convencido del camino ecuménico hacia la plena unidad de los cristianos y en el diálogo con personas de distintas religiones y convicciones. Además, se ha distinguido en la promoción de la justicia, de la paz, del respeto por el ambiente y la naturaleza, en conformidad con la visión de la humanidad, de la historia y del cosmos custodiada y actualizada por la tradición espiritual y teológica del Oriente cristiano. La historia de las relaciones fraternas entre el Movimiento de los Focolares y los ortodoxos tiene su raíz en el extraordinario encuentro entre Chiara Lubich y el patriarca de Constantinopla Atenágoras I. “Era el 13 de junio de 1967 –cuenta la misma Chiara. Me acogió como si me conociera desde siempre. ‘La esperaba’, exclamó y quiso que le contara de los contactos del Movimiento con luteranos y anglicanos”. Fueron veinticinco en total las citas de Chiara con Atenágoras I. Después las relaciones continuaron con el Patriarca Demetrio I. Y los contactos con el actual patriarca ecuménico Bartolomé I prosiguieron en el mismo espíritu de estima y amistad. Mientras tanto la espiritualidad del Movimiento fue acogida también por cristianos de las Antiguas Iglesias orientales, desarrollándose así el diálogo con siro-ortodoxos, coptos, etíopes, armenos y asirios. El actual evento es una pieza más en el mosaico de la importante relación de sintonía y amistad Movimiento de los Focolares y se enmarca dentro de los festejos por el 50º aniversario del nacimiento de la Ciudadela de Loppiano, iniciados el pasado septiembre con la manifestación LoppianoLab. Fuente: www.loppiano.it

En Cannes el «Premio Chiara Lubich por la fraternidad»

En Cannes el «Premio Chiara Lubich por la fraternidad»

logo_cittaperlafraternitaLa ciudad de Cannes es la ganadora de la sexta edición del Premio Chiara Lubich por la fraternidad. Lo que atrajo el reconocimiento fue el proyecto “Vivir juntos en Cannes”, en el que participan ciudadanos laicos y religiosos de distintos credos, comprometidos en una serie de iniciativas dirigidas a favorecer la convivencia pacífica. La solicitud del alcalde de Cannes como candidato al premio llegó precisamente el 7 de enero, día del atentado en París a la sede de Charlie Hebdo. «Existe el símbolo del odio y el símbolo de la paz y nosotros queremos mostrar el símbolo de la paz», declaró el abad cisterciense Vladimir Gaudrat, presente con la delegación francesa en la entrega del Premio. La ceremonia tuvo lugar en Roma, el 17 de enero pasado, en el marco del Congreso sobre el tema “Diálogo y comunidad, ¿cuál relación hay con la fraternidad?”, organizado por la Asociación Ciudades por la Fraternidad, promotora del premio. La sede elegida, el Campidoglio, hizo recordar la historia que vincula la ciudad de Roma a la persona a la que está dedicado este premio. El 22 de enero del 2000, el día en que cumplía 80 años, Chiara Lubich fue galardonada con la ciudadanía romana. Ya en el ’49, Chiara, quien hacía poco estaba en la capital –donde vivió por 10 años- en un artículo con el título “Resurrección de Roma”, describió esta ciudad desfigurada por la guerra y la miseria que ponía a prueba la dignidad de las personas. En el escrito manifiesta la voluntad de colaborar para devolver la luz y el amor a sus casas, a sus calles, a los lugares de estudio y de trabajo, al Parlamento, por doquier. Un auspicio que reformuló ese día del 2000, mostrando una vía para poder lograrlo, el arte de amar, tan en sintonía con el nombre de la capital, que si se lee al inverso resulta: “Amor”. Un arte que emerge de los valores del Evangelio. DSC_1507-560x292De estos elementos emerge la idea de Chiara Lubich de la ciudad – en la que se inspira la Asociación que actualmente reúne a 140 municipios italianos- como un lugar habitado por una comunidad que, en las relaciones entre los ciudadanos, y de los ciudadanos con las instituciones, puede ampliar sus propios confines internos y externos. «Las ciudades – explica Pasquale Ferrara, secretario general del Instituto Europeo de Florencia, quien dio su aporte al congreso- son siempre lugares de pluralismo y diversidad, donde distintas asociaciones colaboran con las instituciones locales para la resolución de problemas». También el cardenal João Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada, ofreció su testimonio sobre la importancia de la fraternidad en relación con las ciudades, recordando sus experiencias en Brasil. «Del Movimiento de los Focolares –recordó el Cardenal- aprendí la apertura a la diversidad, que después experimenté en Brasilia. Hasta llegar a Roma, donde para mí la fraternidad significa mantener un contacto abierto con todos». «En este momento que hay tantos conflictos abiertos, nos parece muy importante reflexionar sobre la fraternidad y el diálogo, en una comunidad que se está transformando, con tantas sensibilidades distintas, y dedicar una tarde a este tema y cómo se puede crear una nueva cohesión», declaró Lina Ciampi, secretaria de la Asociación ‘Ciudades para la Fraternidad’, ante los micrófonos de la Radio Vaticana. «Cannes presentó un proyecto de índole multicultural e interreligiosa, en donde se interactuaban budistas, judíos, musulmanes,… Nos parecía que respondía muy bien a todo lo que la Asociación se propone hacer». Además de la ciudad francesa de Cannes, se premiaron los municipios de Severino y Tolentino en Las Marcas por sus proyectos dirigidos a los sectores menos favorecidos de la ciudadanía y se otorgó una mención de honor al Municipio de Trieste por el Proyecto Educación a la Paz, que llevó a que se instalara en un parque público el Dado de la Paz.

Sophia: la cultura de la unidad desde el pensamiento latinoamericano

Sophia: la cultura de la unidad desde el pensamiento latinoamericano

DSC05495Los jóvenes estudiantes provenían de 10 países de habla española y Brasil. Más de la mitad de ellos habían participado en la primera y segunda edición de la EdeV. Fue organizada por el Instituto Universitario Sophia (IUS) -representado en esta oportunidad por los profesores Araceli del Pozo y Sergio Rondinara-, la Mariápolis Lía y un cuerpo de profesores latinoamericanos (procedentes de México, Guatemala, Panamá, Colombia, Perú, Bolivia, Chile, Paraguay, Uruguay y Argentina) que tuvieron a lo largo de estos años varios seminarios con Piero Coda (Rector de Sophia) en los que se fue perfilando un trabajo cultural e interdisplinario al servicio de toda Latinoamerica. El programa se centró en el estudio de la comunicación, la pedagogía y el arte. Durante las mañanas se presentaron los conceptos centrales de cada disciplina y por la tarde, en general, se realizaron los talleres y actividades: Aprendizaje y Servicio Solidario, la Prosocialidad, las formas actuales de Comunicación, el Diálogo entre las culturas originarias y las contemporáneas, la Expresividad a través de la literatura y la música. DSC05514Al inicio de cada mañana, el profesor Sergio Rondinara condujo el espacio de “Ejercitación para una Cultura de la Unidad”, en el cual se presentaron diversos autores y textos, seguidos por reflexiones de la comunidad de aprendizaje reunida en la EdeV. También se destacaron las participaciones de estudiantes, preparando y conduciendo algunos de los talleres. Varios docentes compartían la impresión de haber recorrido juntos un camino de crecimiento, también con los estudiantes. Alguno de los jóvenes sentía que la experiencia de estos años le había “roto la cabeza” porque descubría que su anterior visión de América Latina era muy reductiva. Otro decía que inexplicablemente, había pasado “de reclamar a comunicarse”. Otra chica afirmaba, con conmoción, que por primera vez lograba “aceptar y abrazar con amor” las raíces indígenas de su pueblo, que antes negaba. Otra se sentía “abrumada y feliz” por la sensación de haber derrumbado “mucha cosa superficial” en su vida. Tantos deseaban “más diálogo”, más ocasiones para darse, contarse y comprenderse juntos. Y muchos se planteaban una exigencia sencilla: “quiero profundizar más”. DSC05545Los momentos de diálogo personal y en pequeños grupos entre estudiantes, docentes y tutores fueron un sello de esta escuela. Eran ocasiones privilegiadas para abrir la propia interioridad y comunicar las angustias, los descubrimientos y los anhelos más profundos: ¿para qué estudio?,¿qué camino seguiré en la vida?, ¿cómo distingo lo verdadero en las ideas, en el mundo y en mí? Fue una gran exigencia, que los docentes aceptaron con alegría y honestidad intelectual, tratando de excavar en sí mismos para dar de lo propio y caminar juntos hacia la Verdad. Se cierra una etapa, que sin duda -es el sentir de estudiantes y profesores-, tendrá continuidad en la búsqueda de la cultura de la unidad desde el pensamiento latinoamericano.

Desde Filipinas escriben: ¡fue una experiencia inolvidable!

Desde Filipinas escriben: ¡fue una experiencia inolvidable!

20150121-03Las imágenes del reciente viaje del Papa a Sri Lanka primero y a Filipinas después, dieron la vuelta al mundo. Sus discursos, gestos, frases, fueron comunicados en los periódicos en numerosos idiomas y por las redes sociales que se convirtieron en potentes multiplicadores de su mensaje de “misericordia y compasión”, que fueron los temas centrales que eligió para este viaje histórico.

«Hemos hecho historia – escriben desde Manila- batiendo los récords de participación en la inolvidable Jornada de la Juventud de 1995 con Juan Pablo II. De hecho, en la misa celebrada en el Luneta Park los casi 7 millones de presentes demostraron una vez más su fe y el amor por el Santo Padre».

El segundo día, en el Mall de Asia, eran 40.000 los participantes en el encuentro con las familias, ubicados a lo largo de la bahía de Manila. Francisco alentó a las familias filipinas a “servir como santuarios donde se respeta la vida” y a proclamar la sacralidad de la vida desde el nacimiento hasta la muerte.

«Esperaba a una celebridad – dice Nidj, joven de los Focolares, – en cambio me encontré con un “servidor”. Sentí su amor puro, simple y que hablaba con autenticidad. Permaneció humilde y seguía siendo él mismo, a pesar de que toda la atención estaba dirigida hacía él».

Y Loli Funk dice: «Con su sabiduría nos alentó a vivir una vida cristiana auténtica, creo que no se precisa ser católico para apreciar su mensaje. Tocó nuestro corazón, en el lugar donde duele y se siente más. Comprendí que si somos una familia, una comunidad que se preocupa uno por el otro, tenemos más posibilidad de salir adelante».

Y Romé Vital dice: «Cuando le habló a los jóvenes en la Universidad de Santo Tomás, nos exhortó a vivir la reciprocidad: no sólo dar, sino también aprender a recibir el amor de Dios y de los otros. Me parece algo nuevo mostrar el valor de la reciprocidad de nuestra vida cristiana». Y también Jan Co Chua expresa: «Reflexionando en los eventos de estos días me siento como los discípulos de Emaús que se preguntaban “¿Acaso no ardía nuestro corazón mientras él conversaba con nosotros a lo largo del camino, cuando nos explicaba las Escrituras?” (Lc 24, 32)»

20150121-01La etapa más conmovedora fue la visita a los sobrevivientes de las zonas afectadas por los tifones, en Tacloban. «Estamos todavía en esta euforia de alegría que nos dejó la histórica venida de nuestro Santo Padre papa Francisco», escriben los miembros de la comunidad local de los Focolares.

«Francisco es el primer Papa que viene a visitar Tacloban. Su venida nos hizo sentir el amor materno de Dios que se expresa a través de la Iglesia. Nos hemos sentido comprendidos, consolados, después de haber sufrido tanto en los años pasados. Nos impresionó su espontaneidad en amar: su decisión, a pesar del tifón, de celebrar la misa al aire libre con el viento que soplaba muy fuerte. Nos quedamos impresionados por su homilía, por su humildad, cuando dijo que no tenía palabras delante de estos sufrimientos, y cuando nos pidió disculpas por haber venido un poco atrasado….».

La comunidad de los Focolares estuvo plenamente involucrada en la preparación. «La iglesia local nos confió la organización del lugar donde se celebraría la misa: la gran explanada que iba a contener a 120 mil personas. Ante esta comprometedora tarea pedimos ayuda a los adherentes, los simpatizantes, amigos, parientes, también de otras provincias y hemos organizado un plan por el cual trabajamos durante tres meses».

Von, confiesa que desde hace años no asistía más a la misa. «Cuando me invitaron a trabajar para el evento, me dediqué completamente a ayudar. Reencontré la fe y la familia de los Focolares».

Algunas voluntarias dedicadas a la organización del lugar, escriben: «Podíamos elegir un lugar mejor para ver al Papa. Pero nos ubicamos en los lugares más lejanos para dejar los primeros puestos a otros. Pero al final pudimos saludar lo mismo al Papa ¡desde muy cerca!»20150121-02

También los jóvenes Gen estuvieron en el servicio de orden: «Tratamos de que el amor prevaleciera sobre todo dando la preferencia a los ancianos, a los que venían desde más lejos (algunos hicieron muchos kilómetros a pie)… Estábamos muy impactados por las palabras del Santo Padre. Lo saludamos de cerca y él nos sonrió. ¡Cuánta alegría por este encuentro!».

«La visita del papa Francisco –concluyen- fue una experiencia única: estar allí con todo el pueblo, trabajando juntos 24 horas bajo la lluvia, con fuerte viento y muchas otras incomodidades. ¡Nunca se borrarán de nuestro corazón sus palabras y la experiencia vivida!».

Chiara Lubich: el obispo de Frascati abre la causa de beatificación

Chiara Lubich: el obispo de Frascati abre la causa de beatificación

ChiaraLubichSu vida se nutrió con una idea de santidad radicada en el Evangelio. Escribía Chiara Lubich: «Nosotros encontramos la santidad en Jesús, que florece en nosotros porque amamos… Si buscáramos la santidad por sí misma, nunca la alcanzaríamos. Amar, por lo tanto, y nada más. Perderlo todo, también el apego a la santidad, para aspirar sólo a amar».

La importancia eclesial del acto la subraya la catedral de Frascati (Roma), que es el lugar elegido por Mons. Raffaello Martinelli para la apertura del “Proceso sobre la vida, virtud, fama de santidad y signos” de Chiara Lubich. La diócesis de Frascati es el territorio en el que se encuentra el Centro Internacional del Movimiento de los Focolares, donde Chiara Lubich vivió gran parte de su vida y donde falleció. Sus restos descansan en la capilla del mismo Centro, en Rocca i Papa.

La ceremonia de apertura de la “Causa de beatificación y canonización”, llamada Prima Sessio, tendrá lugar el martes 27 de enero de 2015, a las 4 de la tarde, con el rezo de las Vísperas. Está prevista la lectura del Decreto de introducción de la Causa y del Rescripto de Nihil obstat de la Santa Sede, la toma de posesión del tribunal nombrado por el Obispo; luego los juramentos del Obispo, de los miembros del tribunal y de los de la postulación. A partir de ese momento Chiara Lubich podrá ser llamada sierva de Dios.

La ceremonia se podrá seguir en directo por Internet.

Con una carta al Movimiento de los Focolares la presidente María Voce comunicó con intensa alegría la apertura de la causa, e invitó a todos los que viven la espiritualidad de la unidad a ser un «testimonio vivo» de lo que Chiara vivió, anunciando y compartiendo con tantos, el compromiso común de a «hacerse santos juntos».

El itinerario para el inicio de la Causa había iniciado el 7 de diciembre de 2013, el día del setantésimo de la fundación de los Focolares, con el anuncio de la decisión de presentar la solicitud formal al obispo de Frascati, Mons. Martinelli, por parte de la Presidente María Voce. Con la misma se expresaba el deseo de tantos de que dicha solicitud fuera presentada, con el fin de aumentar en muchos el compromiso espiritual y oral, para el bien de la humanidad. Los meses siguientes fueron necesarios para realizar los actos canónicos previstos.

El hecho de que su testimonio sigue siendo de luz, lo atestigua el constante flujo de personas a los lugares donde vivió y donde ahora descansa, a lo largo de los 6 años transcurridos desde su muerte: más de 120.000 personas de varios continentes y tradiciones religiosas, cardenales y obispos, académicos, políticos, familias y jóvenes, miembros de asociaciones y Movimientos, personas de culturas no religiosas, niños y adolescentes, adultos en búsqueda de esperanza.

Nos haremos santos, explicaba siempre Chiara «si la base de nuestra santidad (ante omnia, incluso antes de la santidad) es la mutua caridad: Jesús en medio nuestro como premisa o principio, como medio para santificarnos y como fin».

Live streaming: 27 de enero de 2015, a las 4 de la tarde : http://live.focolare.org

Chiara Lubich, causa de beatificación y canonización

Nigeria, viaje entre los refugiados en Yola

Nigeria, viaje entre los refugiados en Yola

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Según las Naciones Unidas, son 700 mil las personas obligadas a dejar sus casas por causa de la violencia en los estados nigerianos del nordeste. Precisamente en los días de la masacre en París, también Nigeria apareció en las crónicas periodísticas con una escalada criminal en el Estado de Borno en manos de de los extremistas de Boko Haram. Se habla inclusive de niñas kamikaze que estallaron en dos mercados del país. La población está indefensa, mientras se proponen las lecturas políticas contrastantes y pocas de ellas desenmascaran a los poderosos intereses económicos vinculados a las ganancias del petróleo. Existe expectativa ante las próximas elecciones de febrero.

 El Movimiento de los Focolares está presente en Nigeria, con dos centros en Onitsha (en el sur del país) y otro en Abuja, la capital. «Después del primer viaje que realizamos para encontrar a las personas desplazadas por la guerra interna, tuvimos mejor conocimiento de la verdadera situación: la miseria, las enfermedades, el hambre, la falta de vestimenta, los que no tienen casa, pero sobre todo nos preocupan los niños que no tienen un mañana», escriben George y Ruth, los responsables del Movimiento en la nación africana. Posteriormente organizaron un segundo viaje, en el período de Navidad, involucrando amigos, parientes, colegas de trabajo. «Palpamos la generosidad de nuestro pueblo, al Focolar llegó de todo: dinero, comida, ropa, medicinas. Incluso llegó un auto con un chofer experto que sabía bien por donde pasar para evitar los peligros» Viajamos tres personas: una focolarina enfermera, otra persona y el chofer. Cargados de dones «para llevar la alegría de la Navidad a esta gente que más que nadie se asemeja a Jesús Niño que no tenía ni siquiera un lugar digno para nacer».

La situación es precaria: las medicinas no alcanzan para tantas necesidades: «Soy enfermera profesional – cuenta Imma- atendí a centenares y centenares de enfermos: existe desnutrición, anemia, malaria y diversas enfermedades. Ayudamos además al obispo a distribuir la comida a más de 5000 prófugos. Es una situación muy dolorosa, y cada día llegan otros refugiados».

«Que éste sea el año del Si», son los deseos de María Voce para el 2015, «un sí repetido infinitas veces: sí a Dios que nos pide algo no previsto, sí a ese prójimo que precisa nuestro amor concreto, sí a un dolor inesperado, sí a Jesús que nos espera en la humanidad porque quiere ser escuchado, transformando el dolor en alegría, en vida y resurrección»

Pero, ¿qué significa ésto en situaciones de oscuridad, que parecen sin salida, como en Nigeria? «Para nosotros es una realidad de todos los días: escriben aún Ruth y George – en las circunstancias difíciles en que nos encontramos en nuestro país. Existen muchas fuentes del Mal. Delante de estas situaciones no podemos quedar indiferentes. Llegando allá, donde está la gente que más sufre, nos encontramos cara a cara con este Jesús que nos repite aún hoy: “A Mí me lo hiciste”».

Y, de parte de toda la comunidad de los Focolares de Nigeria, envían su agradecimiento por las oraciones y el apoyo expresado de mil modos, «sobre todo en este momento y antes y después de las elecciones presidenciales y legislativas».

 

 

 

Libertad de expresión y sus límites

Libertad de expresión y sus límites

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Tg1, edición de las 8.00 – del 19 de enero de 2015 (Entrevista a María Voce a partir del minuto 8’ 10’’ más o menos)

A propósito de la reciente masacre ocurrida en París, en Nigeria y en Pakistán, la presidente de los Focolares ha emitido una declaración y el 19 de enero intervino en “Uno Mattina” sobre el tema del terrorismo, y a continuación fue entrevistada por el Tgl de las 8. «El diálogo entre las religiones es la verdadera respuesta que vence a la violencia», dijo, respondiendo a Letizia Cioffarelli. «Y no sólo el diálogo con el Islam, sino que pensamos en el diálogo con cualquier persona que encontramos más allá de su creencia religiosa, de cualquier ideología que tenga. Pensamos que es necesario difundir una cultura del encuentro, del respeto hacia el otro como hermano, porque es nuestro hermano, porque somos hijos de Dios como hombres. Si se difunde esta cultura se puede contrarrestar eficazmente el terrorismo, de lo contrario es como una planta que hemos dejado crecer demasiado, porque estamos sumergidos en una cultura de la sospecha, del desencuentro, de la desconfianza del uno hacia el otro». El asunto de las caricaturas ha puesto sobre el tapete el tema de la libertad de expresión. ¿Cómo se defiende verdaderamente? Pregunta la periodista de Tgl. «No existe una libertad que tenga la atribución de ofender a los demás, ésta no es una verdadera libertad. La libertad es la que permite amar al otro donándose completamente. Por lo tanto, si nosotros vemos en el límite la posibilidad de un amor más grande, dejamos a los otros libres y somos libres también nosotros».
20150119MariaVoceUnoMattina

Uno Mattina del 19 de enero – desde el minuto 21’ 38” y desde de minuto 28’ 33”

Reitera así un concepto que ya había expresado en la intervención de “Uno Mattina”, cuando el conductor hizo referencia a la expresión del Papa “si tú insultas a mi madre debes esperar un puñetazo mío”: «La forma un poco extrema con la que el Papa se expresó, manifiesta claramente una cosa fundamental – afirma María Voce- es decir que no se puede pensar que exista una libertad sin límites, porque la libertad de la persona tiene valor en cuanto sirve al bien común». «Ninguno de nosotros – continúa- quiere que se limite su libertad, pero si este límite es el ejercicio de un amor más grande, porque por amor al otro yo me limito en lo que podría hacer (nadie me lo impide, pero yo me pongo el límite por amor), entonces soy verdaderamente libre».

Chiara Lubich: se abre la causa de canonización

Chiara Lubich: se abre la causa de canonización

Chiara-Lubich-01Con una carta al Movimiento de los Focolares la presidente María Voce comunicó con intensa alegría la apertura de la causa, e invitó a todos los que viven la espiritualidad de la unidad a ser un «testimonio vivo» de lo que Chiara vivió, anunció y compartió con tantos, el compromiso común de «hacerse santos juntos».

La decisión de pedir la apertura de la causa de canonización había sido anunciada por María Voce el 7 de diciembre de 2013, con el auspicio de que tal reconocimiento pudiera animar a muchos a un mayor compromiso moral y espiritual para el bien de la humanidad.

El evento del 27 de enero se podrá seguir por Internet: http://live.focolare.org