Donde comienza la paz

 
En este período de "espera" de la Navidad proponemos a la meditación esta reflexión de Chiara Lubich.

La paz exige de nosotros corazones y ojos nuevos
para amar y ver en todos a otros candidatos
a la fraternidad universal.
Y nos podemos preguntar:
«¿Incluso esos vecinos problemáticos?
¿Incluso esos compañeros de trabajo que frustran mi carrera?
¿Incluso quien milita en otro partido
o en un equipo de futbol rival?
¿Incluso en otras personas de religión o de país distinto del mío?»
Sí, cada uno es mi hermano o hermana:
La paz comienza aquí, en las relaciones
que soy capaz de construir con mi prójimo.
«El mal nace en el corazón humano –escribía Igino Giordani–
para evitar el peligro de la guerra es 
necesario
evitar el espíritu de agresión, de aprovecharse 
del otro
y el egoísmo del que proviene la guerra:
es 
necesario reconstruir la conciencia».

De: El amor al hermano, Chiara Lubich,
Ciudad Nueva, Buenos Aires Noviembre 2012
[Comentario a la Palabra de Vida de Enero del 2004
«Te doy mi paz» (Jn 14,27)]
Giordani, La inutilidad de la guerra,
Ciudad Nueva, Buenos Aires, 2003.

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