Allí donde la provincia de Misiones comienza a meterse como una cuña entre Brasil y Paraguay, donde la tierra roja se cubre de de un verde intenso, allí está 25 de Mayo. Convocados por las familias nuevas que desde hace varios años viven el carisma de la unidad en la ciudad y con la participación de dos familias de Rio grande del sur, un hecho histórico como lo denominó Mons. Bitar, Obispo de Oberá. “…Ese carisma focolarino, también tiene una semillita plantada en nuestra Diócesis y Dios ha querido que el lugar sea esta comunidad de 25 de Mayo, que hoy ha recibido a varios matrimonios de nuestra diócesis y de otras diócesis de argentina y matrimonios que nos han acompañado desde nuestra hermana república del Brasil…”

Una experiencia extraordinaria, más de 70 personas en un clima simple y profundo a la vez, que comenzó con el cálido recibimiento de las familias de la ciudad que abrieron las puertas de sus casas para recibir a las familias que llegaban.
El encuentro se desarrolló el 30 de abril bajo el lema “Una luz para las familias”, una posibilidad de experimentar que el amor puede en todas las etapas y todos los momentos dar luz a nuestra vida de familias. Se sucedieron experiencias, la presentación del dado del afecto y momento de reflexión como parejas.
Concluimos la jornada con la Santa misa, celebrada por el Obispo y el párroco en un clima muy profundo.
Terminando la jornada, algunos que conocían las características especiales de esta zona, muchos inmigrantes, diferentes credos decían “Esta experiencia nos hace soñar con nuevos caminos a la unidad, y la gran alegría que Dios suscitó el Carisma para todos y nos impulsa a salir más que nunca.”

Mons. Bitar, obispo de Oberá (Misiones) se refería de este modo a este primer encuentro en 25 de Mayo que forma parte de la diócesis: “Saludo a los que los que han vivido una tarde muy especial, en esta jornada, de alguna manera histórica en la vida de nuestra diócesis, organizada por el Movimiento  de los focolares. Movimiento suscitado por el espíritu, durante la segunda guerra mundial: miren qué momento, como obra Dios, elige a una mujer, Chiara Lubich y a un grupo de sus amigas e inicia -como son las cosas de Dios-, una semilla, que plantada y regada con la oración, ya extendió sus ramas por el mundo entero. Ese carisma focolarino, también tiene una semillita plantada en nuestra Diócesis y Dios a querido que el lugar sea esta comunidad de 25 de Mayo, que hoy a recibido a unos cuantos matrimonios de nuestra diócesis y de otras diócesis de argentina y matrimonios que nos han acompañado desde nuestra hermana república del Brasil  Bienvenidos a todos”