“Juntémonos a ver el genfest por TV”. “¿Y si hacemos nuestro propio genfest?”. Esta fue la conversación que sirvió como chispa inspiradora para la realización del Genfest Chile, que se realizó entre el 13 y el 15 de julio en el Centro Mariápolis de Cunaco.

Tres días de experiencias, foros y expresiones artísticas invitaron a los jóvenes participantes a vivir por la fraternidad universal, poniendo en práctica la consigna “más allá de las fronteras”.

Jóvenes provenientes de distintas ciudades como Santiago, Viña del Mar, Constitución, Concepción y Chiloé, se reunieron con otros que llegaron de otras latitudes como Mendoza, Córdoba, Colombia y Venezuela. No importaba el lugar de origen, ni el área de estudio o trabajo, ni tampoco la creencia en una determinada fe, todos eran invitados y todos podían aportar en la construcción de esta experiencia.

El viernes nos adentramos en la vivencia de un Genfest, qué es y cómo lo podíamos vivir. Nos interiorizamos de lo vivido en Manila y compartimos experiencias cotidianas sobre cómo ser constructores de fragmentos de fraternidad. En la noche se pusieron a disposición los diversos talentos para compartir una fantástica noche de talentos.

El sábado entramos en las problemáticas del mundo actual, compartiendo nuestras ideas y profundizando, junto a expertos, en temáticas como el feminismo, la pobreza, la inmigración y la comunicación. Por la tarde se realizó una intervención cultural en la cercana ciudad de Santa Cruz, por medio de un flashmob que representaba la superación de las propias fronteras.

Finalmente, el domingo fue el día para presentar el United World Project, recoger los frutos de nuestra experiencia, además de poder disfrutar juntos de la final del mundial de futbol. “Fue una experiencia bellísima. Logré entender que la paz es posible y que sólo depende si cada uno de nosotros se pone a vivir la regla de oro”, concluyó una de las jóvenes asistentes.

(Con la colaboración de Ricardo Cárdenas)