Una Navidad con el corazón atento

 
Un testimonio que puede estimularnos a vivir la solidaridad a partir de pequeñas cosas involucrando a quienes tenemos cerca nuestro.

arbolitoFaltaba un par de semanas para Navidad y me mudaba de consultorio. Como he trabajado con niños me encontré con muchos juguetes de esos tiempos. Me los lleve a casa porque ya no los uso. Miraba esa caja pensando qué hacer: ¿Para los sobrinos? ¿Para la parroquia? Y una voz dentro: “para mí que te visito en Navidad”… en esa familia que viene los sábados a buscar una ayuda! Ese dia le conte a los chicos la idea de un sacerdote que pedía regalos para los chicos de su comunidad con algunas condiciones: que estuvieran sanos y funcionaran, que estuvieran envueltos para Jesús con un lindo moño y una tarjetita diciendo si era para nena o nene y de qué edad.
De a poco fuimos descubriendo juguetes que el mas chico ya no usaba, una gorra, y nos pusimos manos a la obra: lavar y peinar muñecos, coser peluches, lavar trompos, envolver con lindos papeles coloridos, con moños bonitos pensando en nenas y nenes de diferentes edades. Al terminar todos los paquetitos y ponerlos debajo del arbol, empezamos a esperar a Jesús que tocaría el timbre: ¿En esa familia que viene siempre? ¿En un nene? ¿Una nena? ¿Cómo vendria esta vez? ¿Quien sería el afortunado en darle el primer regalo a Jesús?
Y llego esa familia y C. cerró la puerta con el corazón contento: “¡Ya se fueron los primeros regalos!”. A los pocos dias mi marido también avisó “hoy otros dos, lastima que quedan muchos de varon y ninguno para nena…”. Y quedaban tantos que parecía que Jesús se habia olvidado de venir a buscalos…
Unos dias después supimos los nombres y las edades de otros chicos en los que El esperaba su regalo y esos ya fueron con tarjetitas con sus nombres. Quedaban algunos todavia: hace un ratito pasó una nena a la que le conté que había varios regalitos que eran para varones… y ella con ojitos alegres me respondio “¡tengo un hermano… y primos y amigos!”. Se fue feliz.Yy me dejó parada en la puerta dándome cuenta que cada paquetito que salió de casa nos preparó el corazón, a cada uno de nosotros, un corazón que estuvo y está atento a ver por donde pasa y pasará Jesús esta noche, para darle nuestros pequeños tesoros.

MJ (Córdoba)

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