Movimiento de los Focolares
Proyecto Lempira

Proyecto Lempira

Honduras es un país centroamericano, con una población de 8.5 millones de habitantes, donde el 70% de la población vive en la pobreza, y entre ella más de 4.2 millones de hondureños viven en pobreza extrema, sobreviviendo con menos de $1.00 diario, según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística de Honduras (INE). Los hermanos Galeano, jóvenes empresarios hondureños, permeados por el Ideal de Chiara Lubich, decidieron hacer algo para ayudar. Así nació el “Proyecto Lempira”, una iniciativa para llevar víveres, colchones, agua potable, abrigo y  medicamentos a las familias que viven en precarias condiciones en la comunidad del crematorio de Honduras. Diseñaron un estilo de camiseta, y una parte de las ventas se destina a un fondo de ayuda a las personas pobres. Desde que empezaron este proyecto, las ventas se han incrementado, muchas personas y empresas se han unido a esta iniciativa y la camiseta se ha vuelto un ícono de la moda. Info: http://youtu.be/Tl-KiTzyqtI http://t.co/rxLAt9IPSw (AH – Honduras)

Proyecto Lempira

Chiara Lubich y el amor en la Iglesia

Chiara Lubich con l'Arcivescovo di Canterbury Donald Coggan

Chiara Lubich con el Arzobispo de Canterbury Donald Coggan (1977)

La importancia del Concilio Vaticano II para la fundadora del Movimiento de los Focolares. Es el subtítulo del periódico de la Santa Sede, en el artículo aparecido el pasado 12 de diciembre, en donde se presentan algunos fragmentos: Chiara Lubich y el amor en la Iglesia.

«Chiara Lubich y el Vaticano II: una pasión inédita, una relación profunda que marcó para siempre el camino de la fundadora del Movimiento de los Focolares.

Así escribía al pastor luterano Klaus Hess el 13 de octubre de 1962, dos días antes de la apertura del Concilio: “Queridísimo Pfarrer Hess, ¡podrá imaginar la alegría con la que estamos viviendo en Roma estos días de la apertura del Concilio! Pienso que también usted estará siguiendo con amor lo que la Iglesia católica está haciendo”. Chiara lo invita a “respirar con nosotros esa atmósfera sobrenatural que desde ya envuelve a toda Roma y a conocer a los Obispos y Cardenales que han tenido la bondad de visitarnos tan a menudo en estos días. Para proseguir así el diálogo abierto el año pasado con tan buenos resultados y seguir siendo instrumentos, quizás inútiles e infieles, pero siempre instrumentos para que el testamento de Jesús se realice entre todos”».

Pfarrer Hess

Para Chiara Lubich, prosigue el Osservatore Romano el Vaticano II es «el Concilio del diálogo por su gran apertura, que no compromete la fe, sino que ofrece una nueva comprensión hacia las otras Iglesias y comunidades eclesiales, una posibilidad de confrontar las riquezas de cada tradición cristiana ha tratado de conserva y descubriendo lo que nos une como cristianos ya desde ahora». Contemporáneamente está el «diálogo más vasto con los creyentes de otras religiones, y el planetario con los hombres de buena voluntad, con los no creyentes, que ha abierto nuevas posibilidades a la misión evangelizadora de la Iglesia».

«Estas palabras de Chiara, por su actualidad, parecen pronunciadas hoy, mientras se acerca el proceso de canonización de la fundadora de los Focolares a partir de la solicitud firmada por María Voce, en Castelgandolfo, el 7 de diciembre, con ocasión del 70° aniversario del Movimiento. Un acto que, como declaró María Voce, “invita a todos nosotros a una santidad todavía más grande, a construirla día a día en nuestra vida, para contribuir a que emerja esa “santidad colectiva”, “santidad de pueblo” a la que Chiara tendía».

Lee el artículo completo (original)

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Minoti Aram, pionera del diálogo interreligioso

Minoti Aram

En la mañana del día de Navidad nos llegó una noticia inesperada: Minoti Aram falleció en Dubai, mientras estaba visitando a la familia de su hijo Ashok.

Desde hace años, Minoti Aram estaba en silla de ruedas y su salud tenía altos y bajos preocupantes, pero gracias a  su naturaleza indómita había  podido siempre superar todas las crisis. Continuaba siendo un punto de referencia para millares de personas que viven en la zona donde se encuentra el Shanti Ashram de Coimbatore (Tamil Nadu, al Sur de India)

Estaba casada con el Dr. Aram, educador, pacifista y miembro del Senado hindú. Minoti llevó una vida según el espíritu gandhiano, y, junto con su marido, inició en los años ’80, el Shanti Ashram, una institución de paz y de compromiso social.

En el compromiso por el diálogo interreligioso trabajaba a la par con su marido. El Dr. Aram fue durante muchos años presidente de la Conferencia Mundial de las Religiones por la Paz (hoy Religiones por la Paz). Por este motivo, en Pekín, en los años ’80, Minoti Aram conoció a Natalia Dallapiccola, una de las primeras focolarinas. Como a Minoti  a menudo le gustaba recordar, se quisieron como hermanas. Después del fallecimiento del Dr. Aram, (hacia fines del ’90) fue Minoti quien concretó un deseo de su esposo: invitar a Chiara Lubich a India.

Minoti Aram, Natalia Dallapiccola

En el 2001, propuso a las diversas organizaciones gandhianas de Tamil Nadu (Sarvodaya) que se le otorgara a Chiara Lubich el Premio Gandhi, defensor de la Paz. Su propuesta fue bien recibida y Chiara viajó a India donde residió  durante tres semanas. En Coimbatore, además de recibir el premio, se dirigió a un público de seiscientas personas, todos hindúes. Al día siguiente, Chiara, Minoti, la hija Vinu y algunos de sus colaboradores, se encontraron para comprender cómo continuar el diálogo emprendido.

Chiara Lubich, Minoti Aram

Nacieron así, los Sarvo-Foco Pariwar, mesas redondas entre las familias de Sarwodaya y del Focolar. Minoti Aram estaba siempre presente para animar este original camino de diálogo. La familia creció, muchos de los colaboradores de la familia Aram se unieron a  estos momentos de vida compartida entre el movimiento gandhiano y el movimiento de los Focolares. Comenzaron actividades sociales y artísticas, intercambio de grupos de jóvenes, hasta la organización en el 2009 del Supercongreso gen 3.

Durante los años 2002 al 2004 y en el 2007, asistió en Roma,  a simposios hindú-cristianos, junto con otros Gandhianos. En este último año, Chiara Lubich, a pesar de su débil estado de salud, quiso saludar personalmente a Minoti.

Hace dos años, en ocasión del XXVº aniversario de la fundación del Shanti Ashram, junto con muchos invitados, Minoti quiso recordar la importancia del diálogo con Chiara y Natalia, a quienes consideraba sus hermanas. En los meses pasados, había propuesto con insistencia a su hija, la Dra. Vinu Aram, que se realizara un congreso en  la sede de Shanti Ashram para recordar la figura de Natalia Dallapiccola, porque, decía, “las generaciones futuras deben conocer a los pioneros en el diálogo entre los seguidores de diversas religiones”. El congreso se fijó ¡para el mes de noviembre de 2014!

Roberto Catalano

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Jóvenes, que el fuego de la guerra sean un vago recuerdo

«En el nombre de Dios clemente y misericordioso: que el sufrimiento sea olvidado, que la felicidad y la paz reinen en los 4 ángulos del mundo; que los corazones de todos los hombres estén unidos, que el amor arda en sus corazones y que la unidad los reúna en una  sola estela de luz. Dios, haz que el fuego de la guerra sean un vago recuerdo. Dios, en tu infinita clemencia y misericordia, ayúdanos a ser más pacientes, y haz de nosotros instrumentos de amor y de paz. Alabado sea Dios. Sólo en Él existe la potencia y la fuerza». Así reza Naim, un joven musulmán de Argelia.

Hacía exactamente un año desde que, durante un encuentro de ellos mismos, resurgía la necesidad de fortalecerse en la oración. Hace un año estaban apremiados porque tenían delante el  conflicto en Siria, y en aquella oportunidad se lanzó  el Time Out por la paz. Y también hoy estos jóvenes repiten su sí. Desean ser instrumentos de paz en sus ambientes. Son jóvenes que provienen de África Central al Líbano y Argelia, del Salvador a la Argentina, y éstas  son sólo algunas de las naciones de procedencia.

Desde el 19 al 22 de diciembre intercambiaron experiencias como por ejemplo la de un joven budista, que después del encuentro con los gen sintió el impulso de profundizar en el conocimiento de su religión y decidió pasar un año en un monasterio para realizar una experiencia de convivencia con los monjes. O la de aquéllos que se preguntan sobre sus elecciones para el futuro, como tener el coraje de construir una familia, o enfrentarse con el mundo laboral. Pero el testimonio más fuerte lo dio el Medio Oriente – con representantes del Líbano y de Argelia – que subrayaron la esperanza que no muere, inclusive cuando en el horizonte el cielo no se abre.

Y para todos, entre ellos muchos de varias naciones europeas,  María Voce lanza la invitación a “salir afuera”. Se dirige con fuerza a los jóvenes presentes: «¿Hay gen que están en la universidad? ¿Están en el lugar donde hay otros jóvenes? ¿O están siempre entre ellos? ¿Hacen algo por los demás? El Papa dice repetidamente que hay que salir, salir de las sacristías, salir del propio recinto, no apoyarse en las seguridades. No debemos decir “hicimos siempre así, vamos adelante así”».

¿Qué hacer? María Voce insiste: «Arriesgar algo, tener el coraje de abrirse a lo nuevo, tener la fuerza de enfrentar alguna iniciativa audaz, extrema, para intentar recorrer nuevos caminos, para construir nuevas relaciones con la humanidad». «Y, abriéndose, llevar aquello que puede ser el don característico, la alegría de los que siguen a Jesús, alegría que es fruto de su presencia, porque Él lo dijo, donde dos o más están reunidos en su nombre »

El lema del Congreso de los jóvenes fue “Por esto los reconocerán…”, cita del Evangelio que continúa con: “Si tienen amor unos por los otros” [Jn. 13.35].

«Queremos dar toda nuestra fuerza para construir la fraternidad junto con todos» – ésta es la primera manifestación del entusiasmo de los jóvenes.

Francesco, un joven italiano, cuenta un pequeño hecho. «Un auto golpeó por atrás mi coche en el mismo lugar donde ya había recibido un golpe. Habría podido hacer la ‘picardía’ de no decir nada y exigir que me reembolsara el dinero. Por el contrario, bajé del auto, tranquilicé al descuidado señor  que me había golpeado, y le dije la verdad (que ya tenía un choque en el mismo lugar). ¿Fui tonto  al haber actuado así? Tal vez, pero en cambio sentí la alegría de haber actuado rectamente y con misericordia»

«Me impresionó la sinceridad que demostró María Voce al hablarnos, nos habló con el corazón en la mano- dice Tomaso, otro joven italiano. Nos fuimos con la sangre que nos hervía dentro” – concluye-, como decía Chiara en un video a los gen de los años ’70. Estamos más decididos que nunca a llevar a todos el fuego del Evangelio vivido, “la revolución más grande”, la que no pasa».

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República Centroafricana, estamos con ustedes

Bangui, 23 de diciembre de 2013

«Sabemos que muchos siguen atentamente las noticias sobre la dramática situación que golpea a la República Centroafricana. En los últimos días se produjeron enfrentamientos  en algunos barrios de Bangui, la capital. Es una situación previsible, dado que el desarme no es sencillo y persisten zonas de influencia, o podríamos decir, zonas de ocupación, por parte de los combatientes ‘Anti-Balaka’ que se oponen a los ‘Seleka’

Pero es también cierto que el centro de la ciudad y las calles principales de la capital están siendo vigiladas por las tropas francesas, y esto ha permitido que se reanuden al menos en parte, las actividades y el tránsito de los ciudadanos.

El aspecto más dramático es el de la población que se encuentra involucrada directamente en estos enfrentamientos.

Desde el 5 de diciembre, fecha del primer ataque de los ‘Anti-Balaka’, se produjo un verdadero éxodo de la población hacia zonas más seguras: iglesias católicas, protestantes, seminarios católicos, mezquitas para los musulmanes, zonas y campos de los alrededores de la ciudad y  el predio del aeropuerto (que está protegido por las tropas francesas)

En este período la masacre ha superado los 1000 muertos. El aspecto religioso, cristianos contra musulmanes y viceversa, está siendo instrumentalizado para fines económicos y políticos, lo cual ocasiona un grave problema en la conciencia de los fieles. ¿Cómo hablar de perdón cuando se presenció la masacre de personas queridas? Hemos ingresado en un  círculo de venganza que llega más lejos de una simple batalla.

Y ahora, en este momento, no se sufre sólo la inseguridad sino también el hambre.

La población terminó su reserva de alimentos. Las actividades comerciales se reactivan muy lentamente y los ciudadanos ponen en riesgo la vida cuando se alejan del lugar a buscar provisiones. Los precios de los comestibles están altísimos

El PAM y otras ONG, reparten comestibles, pero no llegan a responder a las enormes necesidades, a tal punto que se producen amenazas, robos y agresiones cuando se  distribuye algo. En Bangui hay una pequeña pero activa comunidad de los Focolares: jóvenes familias, muchachos… Muchos de ellos están protegidos donde encontraron refugio; otros, vuelven a su casa durante el día y de noche regresan a los refugios. Los miembros de los Focolares  se ponen en actividad ayudando  en lo que sea, en su barrio o en los refugios, y aquéllos que viven en barrios más tranquilos, alojan a personas en su casa. Una familia de la comunidad, compuesta por cinco miembros, ahora aumentó a más de treinta personas…

En su barrio, Eliane y Max atienden a unas sesenta personas: acompañan a los ancianos y a los enfermos que quedaron aislados o en zonas peligrosas ayudándolos para que lleguen a sus refugios.

Después de haber distribuido lo que la comunidad logró poner en común, ofreciendo todo lo que tenían, hicieron un censo de los casos más urgentes: casi 500 entre personas discapacitadas, ancianos y enfermos, madres embarazadas o con niños pequeños. Se dirigieron a diversos organismos para pedir auxilio.

Otros miembros de los Focolares están comprometidos ayudando en los campos de prófugos, asistiendo a las personas de diversas maneras, pero tratando sobretodo de infundir esperanza con pequeños gestos de consuelo.

Las innumerables dificultades, nos lleva a ser más conscientes de haber recibido un ‘ don’ : el carisma de la unidad que fue dado a  Chiara Lubich en épocas similares a la nuestra, durante la segunda guerra mundial. Sentimos que ésta es nuestra fuerza.

Desde este lugar tan golpeado del planeta, contamos con vuestras oraciones y auguramos que Jesús Niño traiga el milagro de la paz en la República Centroafricana».

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La aventura de la unidad/La apertura

Para las personas que han adherido al Movimiento de los Focolares el diálogo no es algo que permanece en el ámbito de lo opinable. Con sólo recorrer las etapas de su desarrollo (ver la cronología), se intuye que el Movimiento no fue planificado alrededor de una mesa, sino que surgió por una inspiración carismática que el Espíritu quiso conceder a una joven mujer de Trento. Desde los primeros años, numerosos episodios acaecidos a Chiara Lubich y a sus primeras compañeras, indicaban una vía de acogida total al otro, fuese quien fuese. Y la acogida es el primer paso para dialogar. Viendo la difusión del Movimiento en el mundo, viene en evidencia que el rápido desarrollo del espíritu de unidad no se puede atribuir únicamente a palabras pronunciadas cara a cara, por micrófono o por radio, para abrir nuevos frentes, sino al amor vivido según el arte de amar que Chiara siempre propuso como sólo y único “método” de difusión, el “hacerse uno”. Se trata de un neologismo tomado de San Pablo («me he hecho todo a todos») que en el Movimiento ha significado siempre la vía principal de evangelización. Observando la amplitud de la difusión del Movimiento, sin duda se puede comprender como la espiritualidad de la unidad haya conquistado los corazones y las almas de personas de todas las categorías sociales para su irresistible apertura a la humanidad y a sus necesidades. Una apertura que se expresa en primer lugar con una actitud de diálogo en todos los campos, en todos los tiempos y lugares. Por lo tanto, el diálogo en los Focolares se entiende en el sentido más fuerte, evangélico, que no cambia la propia identidad para llegar a compromisos, sino precisamente por la identidad que ha alcanzado puede permitirse acercarse a “quien es distinto” con espíritu abierto. En fin, ni relativismo, ni irenismo y ni siquiera sincretismo. Chiara, el 24 de enero de 2002 en Asís, invitada a hablar en nombre de la Iglesia católica junto con Andrea Riccardi (fundador de la Comunidad de San Egidio), sobre lo ocurrido después de la caída de las Torres Gemelas, ante el Papa y las mayores autoridades religiosas mundiales, quiso subrayar que la posición de la Iglesia es de “absoluto diálogo”. Y recordó sus cuatro diálogos: dentro de la propia Iglesia, el ecumenismo, la relación con fieles de otras religiones, el contacto con quien no tiene un credo religioso. Son precisamente estos cuatro diálogos que la Iglesia católica ha identificado como vías para la relación con la humanidad en sus distintas realidades, en el Vaticano II y en la encíclica de Pablo VI Ecclesiam suam. Chiara escribió en 1991: «Jesús considera como aliados y amigos a todos los hombres que luchan contra el mal y trabajan, muchas veces sin darse cuenta, para que se realice el Reino de Dios. Jesús nos pide un amor capaz de volverse diálogo, es decir, un amor que, lejos de encerrarse orgullosamente en su propio recinto, sepa abrirse a todos y colaborar con las personas de buena voluntad para construir juntos la paz y la unidad en el mundo. Tratemos por lo tanto de abrir los ojos hacia los prójimos que encontramos para admirar el bien que obran, sean cuales sean sus convicciones, para sentirnos solidarios con ellos y animarnos recíprocamente en el camino de la justicia y del amor ».

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Referencia al misterio de la Navidad

«La Navidad es el sublime misterio del amor de un Dios que tanto amó a los hombres que se hizo hombre. Como ha sido escrito, el misterio de la Encarnación es el documento de la inmensa caridad de Dios. Para abrazar en ella a todos, Él, que nació en una gruta, en medio del ganado, se puso debajo de todos: los pobres más pobres lo contemplaron debajo de su propia miseria. Celebrar la Navidad quiere decir reavivar la conciencia del amor traído del cielo a la tierra por Jesús, y distribuido por Él con la vida y la palabra. Hoy tenemos una necesidad especial de reavivar –y limpiar- el término amor, porque la convivencia humana corre el riesgo de ser cada vez más triste en la medida que carece de amor. El amor coloca al hombre al nivel de Cristo. Efectivamente,  el bien (o el mal) hecho al prójimo será considerado en el juicio supremo, como hecho a Cristo. Ahora, de la carencia de amor, es decir, de esta incapacidad de, amarnos entre nosotros, se destila el aburrimiento y la tristeza. Devolver hoy el amor a los hermanos quiere decir devolverles la alegría, la paz, la vida, y por esto la Navidad reaviva el gusto por la inocencia y la simplicidad, al redescubrir esa fuente de alegría que es Cristo en medio nuestro, como en el pesebre en medio de José, María y los pastores.   El Señor ha nacido para que nosotros renaciéramos. Él es la vida, y nosotros estábamos –estamos- en la tinieblas. Pero pasamos de la muerte a la vida si amamos a los hermanos. El compromiso cristiano exige heroísmo, sacudirse la mediocridad, vencer las presiones sociales.  Exige una vida en libertad, es decir, libertad del mal, de cualquier forma que éste se presente: debilitamiento de la fuerza física, fracaso financiero, desilusión en las relaciones humanas, desolación en medio del mundo… Lo importante es no ceder,  aunque nadie te diga:“¡muy bien!”. Y otro pecho lleve las condecoraciones. Quizás algunos te llamen fanático o ingenuo. Tú tendrás que absorber toda la desolación que te asecha, con un hambre de Dios todavía mayor, y en esto encontrarás el estímulo. Hay frases sencillas y profundas,  en la inmensidad de lo divino, que expresan esta tarea. Son frases de Jesús: “Ustedes son la sal de la tierra…”. “Ustedes son la luz del mundo…”. La sal da sabor a los alimentos disolviéndose en medio de ellos. La luz ilumina, como el silencio que penetrando, aclara. La conducta del cristiano debe ser tal que pueda dar sabor (sal) a la vida (de lo contrario, no se encuentra el sentido de la vida); debe darle una dirección. No se puede dejar de pensar en las miserias del mundo, producto en gran parte de la falta de amor… El amor es la vida para el hombre. En Jesús está el Amor que, encarnándose en María, asume nuestra humanidad, y le injerta la vida de Dios». Igino Giordani en: Città Nuova, 25.12.1967 – n.23/24

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Jóvenes: Navidad de acogida y de paz

Navidad en Belén: «Una ocasión para coronar el año encontrándose con los Jóvenes por un Mundo Unido de Tierra Santa, por una navidad de acogida y de paz», cuentan Maria Guaita, Andrew Camilleri y Claudia Barrero, de la secretaría internacional de los JMU.

¿Qué significa para ustedes transcurrir la Navidad en Tierra Santa? «Recibimos esta invitación como una propuesta que se hace extensiva a todos los Jóvenes por un Mundo Unido esparcidos en el mundo –cuenta María Guaita-. El Evangelio nos dice que María y José no encontraron lugar en el albergue, y que el Verbo de Dios vino entre su gente pero los suyos no lo recibieron. Por eso queremos acogerlo especialmente en los que están solos, en los marginados, en los pobres o en los que no tienen casa. Comprometernos para que cada una de nuestras ciudades se convierta en una pequeña Belén que hospeda el pesebre, que ofrece una cuna a Jesús».

¿Cómo se organizaron? «Propusimos a todos los Jóvenes por un Mundo Unido una Navidad de acogida y paz –explica Andrew-. Todos los días los medios nos presentan imágenes de violencia, de sufrimiento y de exclusión. Queremos responder a todo eso, empezando en este período navideño, con varias iniciativas de amor concreto hacia los hermanos».

«Quisiéramos involucrar el mayor número posible de personas –concluye María-, también parroquias, instituciones, otras asociaciones y Movimientos, según la fantasía y las posibilidades de cada uno, con la convicción de que –como decía Chiara Lubich- “nada es pequeño de lo que se hace por amor”».

Fotos y breves videos de las iniciativas que se están llevando adelante se podrán encontrar en la página de Facebook de los JMU de Tierra Santa: Youth for a United World – Holy Land (https://www.facebook.com/Y4UW.HOLYLAND?fref=ts). 

«Serán fragmentos de fraternidad –agrega Claudia-, que hablan por sí mismos y documentan una etapa importante en la realización del “United World Project”, en el camino hacia la unidad del mundo».

Para informaciones:

Jóvenes por un Mundo Unido

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Evangelii Gaudium, un comentario de María Voce

¿Qué significa para el Papa Francisco “Iglesia-comunión”? Se puede vislumbrar en los 4 puntos de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium que se refieren al  No a la guerra entre nosotros. La frase clave que lo explica, -afirma María Voce– está en el punto 99: “A los cristianos de todas las comunidades del mundo deseo pedirles especialmente un testimonio de comunión fraterna que sea atractiva y luminosa”. Este pedido – continúa la presidente de los Focolares en su comentario- está dirigido «a los cristianos, a quienes se encuentran en todas las comunidades, y por consiguiente a la Iglesia». Solicita que ellos den, diversas comunidades en que viven, «un testimonio de amor recíproco, de comunión fraterna».

Pero, ¿de qué comunidad habla el Papa? Según María Voce se podría pensar en primer lugar en grupos particulares, pero si se ve desde una perspectiva más amplia, «puede tratarse de todos los cristianos – comenta- que se encuentran en comunidades no cristianas o en comunidades donde todavía se debe comenzar el anuncio del Evangelio: ya sea que se encuentran reunidos en un convento, en una asociación, en una familia»

¿Por qué este pedido? «Lo explican sus dos últimas palabras: “Que sea (esta comunión) atractiva y luminosa”. Existe siempre el ansia de la evangelización, ya sea que se trate de una “primera” evangelización o de  una “nueva” evangelización: la comunión fraterna entre los cristianos debe tener la capacidad de atraer por su simple testimonio» Es una visión que se expresa de forma concreta: el Papa «invita a empezar. Comenzamos rezando por esa persona que en este momento nos resulta antipática, que no quisiéramos amar. Es una invitación a dar el primer paso, aunque sea mínimo, incluso simplemente recordándola en la oración. Esto ayuda a superar cada obstáculo viviendo la comunión fraterna… da la posibilidad a aquellas personas que se encuentran destruidas por odios y rencores, que han sufrido por enemistades y traiciones, a vivir un “alegre retorno” ». La alegría como característica, que desde el título, impregna toda la exhortación apostólica: «se da testimonio del Evangelio- comenta María Voce- a través de la alegría».

¿Cuáles podrían ser los impedimentos? María Voce vuelve al párrafo precedente: el obstáculo «es la mundanidad espiritual que “consiste en buscar la gloria humana y el bienestar personal, en lugar de buscar  la gloria del Señor” (93). Por lo tanto, el impedimento es el egoísmo, el mirarse a sí mismos en lugar de mirar a Dios y a los demás; el buscar la seguridad en las cosas de esta tierra, en el dinero, en el poder, en las lisonjas, en lugar de confiar completamente en Dios». Esta mundanidad «impide en su misma raíz a los cristianos que tengan entre ellos una comunión fraterna».

«El Papa estigmatiza particularmente las disputas y las envidias, los celos que pueden nacer entre los cristianos, especialmente si están dentro de comunidades religiosas o dentro de comunidades de personas comprometidas de alguna manera en el camino del testimonio del Evangelio». Según la presidente de los Focolares, de  las palabras del Papa se deduce que es imposible pensar en evangelización de este modo: «No hay ninguna posibilidad de fecundidad si en estas comunidades cristianas no existe un testimonio auténtico de amor fraterno»

Finalmente, una confidencia: «Recuerdo un pensamiento de Chiara Lubich: “A nosotros – decía a los animadores parroquiales en el año 2005- el Señor nos donó un carisma para el mundo de hoy, el carisma de la unidad. Estoy segura de que este carisma puede ayudar también a las comunidades parroquiales a renovarse, a que sean lo que deberían ser: Iglesia viva, donde todos encuentran a Jesús. Sentimos entonces la responsabilidad de haber recibido un don muy grande de Dios y tenemos la fuerza de difundir la espiritualidad de la unidad, especialmente ahora que Juan Pablo II la transmitió a toda la Iglesia como `espiritualidad de comunión´ (NMI 43)”» «Por lo tanto es también para hoy la invitación a que tomemos conciencia de que «somos portadores de un carisma y podemos contribuir a tejer vínculos de comunión fraterna en todas las comunidades donde nos encontramos, ya sea dentro de nuestro Movimiento como fuera de él».

Fuente: Città Nuova online

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Desde el Congo a Bélgica, el viaje de Belamy

Clip completo de la canción – http://www.youtube.com/watch?v=ymXHLfOal4U

Belamy Paluku es originario de Goma, pero estuvo en Bélgica durante tres meses. En su país, Congo, forma parte del grupo Gen Fuoco, una banda musical cuyo mensaje se inspira en la espiritualidad de la unidad; es el responsable del “Foyer culturel”, un centro cultural de su ciudad. Gracias a su talento musical, el Centro Wallonie-Bruxelles le ha ofrecido una beca para estudiar canto en Verviers, Bélgica. Belamy es un compositor, que destaca la búsqueda de la paz, el diálogo y el valor del sufrimiento. Su canción más conocida se llama “Nos couleurs et nos saveurs” (Nuestros colores y nuestros sabores), y es una invitación a apreciar los diferentes colores y diferentes gustos de los diversos pueblos, ya que “un mundo con un sólo color y un sólo sabor sería muy pobre”. En el video, se propone una entrevista al joven músico congoleño y a una joven belga. Belamy, tú naciste en Goma, en el Congo. En este momento estás en Bélgica como parte de un intercambio intercultural, para especializarte como músico. ¿Cómo te sientes en un mundo tan diferente? “Descubro muchas personas de diferentes orígenes, y me doy cuenta de que todo el mundo siempre tiene algo que dar y algo que recibir de los demás. La diferencia de cultura y de idioma no nos puede impedir el convivir y comunicarnos”. Y para ti, Elisabeth, que naciste en Bélgica, ¿qué significa acoger la presencia de personas que llegan de todo el mundo?

Entrevista al Belamy Paluku

“Es cierto que en Europa y especialmente en Bruselas hay una inmensa riqueza de nacionalidades y culturas diversas. Personalmente, he conocido a chicos del Movimiento de los Focolares de Siria, Eslovaquia, Italia, etc. Lo que también me ha ayudado siempre ha sido el arte de amar que concretamente te hace dar el primer paso hacia el otro. Pero pienso que no basta con vivir unos al lado de los otros, sino que podemos dar un paso más allá. El desafío para nosotros europeos, que quizás somos más reservados, es precisamente el de ir al encuentro del otro, construir puentes para que todos seamos una sola familia, a fin que nos reconozcamos todos verdaderamente hermanos”.

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Siria, futuro incierto

«Desde hace bastantes semanas se interrumpió nuestra correspondencia con Siria. Gió se vio obligada a dejar su casa de Damasco y a mudarse cerca de la costa buscando una ubicación más segura. La electricidad de todo el país es discontinua: tres horas en la mañana y luego se corta, o también a veces hay electricidad durante alguna hora de la tarde y vuelve sólo  al día siguiente. Llamando por teléfono al apartamento de Damasco, casualmente nos comunicamos con una amiga de quien escribe que fue a ver cómo estaba la situación. «Sabes, también en la capital caen bastantes bombas, pero se está bien». Intenta tranquilizarme y tranquilizarse ella misma aunque sigue declarando: «Vivimos momento a momento, no sabemos cómo será el mañana, por lo tanto lo único que vale es el hoy». Hace dos meses que dejó el trabajo,  porque su jefe le pidió que realizara tareas deshonestas y ella decidió renunciar. Se niega a decirme el tipo de trabajo: lo mantiene reservado por ella misma y por su jefe. Hace dos días presentó un currículum, ahora está esperando un cambio de su situación. Me cuenta algo de sus padres: viven en Talfita, cerca de Maaloula, el pueblo donde el 3 de septiembre pasado fueron raptadas unas religiosas ortodoxas. Existe  mucha angustia por el fin que hayan tenido estas religiosas.  «Una amiga mía las llamaba todos los días, pero ese martes el teléfono sonaba, sonaba y nadie respondía ». Mientras tanto, en un mensaje de video que pasó el canal de televisión de los rebeldes, las religiosas declararon que no fueron raptadas, sino que fueron protegidas de los ataques de la zona. Esto nadie lo cree. La vida es muy difícil en el norte del país donde los rebeldes son tan feroces como el ejército. Hace frío y la falta de electricidad no permite que se pueda llevar una vida normal. Se reemplaza con generadores a gasoil, pero el combustible sirve más para calentarse que para iluminar. «Nuestro pueblo fue casi completamente quemado. La gente no sale de la casa ni siquiera para comprar los artículos de primera necesidad. Pero Dios continúa interviniendo y salvando nuestra vida, pero no vemos aún espirales de paz, al contrario, vemos las cosas sin sentido, sin una finalidad. ¿Cuándo podremos decir basta a esta violencia? ». A cargo de Maddalena Maltese fuente: Città Nuova  

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Maria Voce, mujeres, Iglesia y dignidad a la par

Al preguntarle si le desagrada el no poder ser sacerdote, ella que es una de las mujeres más influyentes de la Iglesia, ríe sigilosamente: «Mire, conozco a pastoras evangélicas que pertenecen al Movimiento, amigas y mujeres excepcionales que son de mucho provecho en sus iglesias; pero nunca he pensado que la posibilidad de llegar a ser sacerdote aumente la dignidad de la mujer. Sería sólo un servicio añadido. Porque la cuestión es otra: como mujeres hemos de aspirar, me parece, a que se reconozca la misma dignidad, la igualdad de oportunidades en la Iglesia católica. Servicio y no servidumbre, como dice el mismo Papa Francisco… ».  Maria Voce guía desde 2008 a los Focolares, dos millones y medio de miembros en 182 Países, el único movimiento que por estatuto es conducido por una mujer. Es la sucesora de la fundadora, Chiara Lubich, que la llamaba “Emmaus”, y que está enterrada cerca, en la pequeña capilla del centro mundial en Rocca di Papa, desde cuyo ventanal se aprecia entre los pinos su casa, y frente a la lápida, un mosaico representando a María como Madre de la Iglesia. El 7 de diciembre habrán pasado 70 años de la “consagración” de Chiara a Dios. Una mujer laica que anticipó diversos temas del Concilio. «La Iglesia como apertura, comunión, amor recíproco… ».

¿Cuál es, hoy, el papel de la mujer en la Iglesia, y cuánto se les escucha?

«El papel es el de todo ser humano, hombre o mujer, que pertenece a la Iglesia como Cuerpo Místico de Cristo. En cambio, cómo son consideradas por los demás, ya es algo un poco diferente. Me parece que las mujeres todavía no tienen mucha voz en capítulo. Muchas veces se le reconocen valores como la humildad, la docilidad, la flexibilidad, pero se aprovechan un poco de esto. El Santo Padre, por otra parte, ha dicho que le da pena ver a la mujer en sumisión, no a la mujer al servicio; el servicio es una palabra clave de su pontificado, pero en cuanto servicio de amor; y no en el sentido de un servicio porque es considerada inferior y por lo tanto sumisa. En esto creo que todavía queda por hacer».

El Papa dijo que hay que pensar en una «teología de la mujer». ¿Qué significa para usted?

«Yo no soy una teóloga. Pero el Papa dio el título: “María es más grande que los apóstoles”. Es hermoso que lo diga, es muy fuerte. Pero de aquí tiene que surgir la complementariedad. La participación también en el magisterio, en un cierto sentido…».

¿En qué sentido?

«Chiara pensaba en María como el cielo azul que contiene el sol, la luna y las estrellas. En este sentido, si el sol es Dios, y las estrellas los santos, María es el cielo que los contiene, que contiene también a Dios: por voluntad del mismo Dios que se encarnó en su seno. La mujer en la Iglesia es esto, debe tener esta función, que sólo puede darse en la complementariedad con el carisma petrino. No es posible que sólo Pedro sea quien guíe la Iglesia, sino Pedro con los apóstoles y sostenido y circundado por el abrazo de esta mujer-madre que es María».

Para Francisco, debemos reflexionar sobre el lugar de la mujer “incluso donde se ejerce la autoridad”. ¿Cómo se podría efectuar?

«Las mujeres podrían conducir distintos dicasterios de la Curia, por decir, no veo ninguna dificultad. No entiendo por qué, por ejemplo, al frente de un departamento sobre la familia tenga que haber necesariamente un cardenal. Podría muy bien estar una pareja de laicos que vivan cristianamente su matrimonio y, con todo respeto, seguramente estarían más al corriente de los problemas de la familia que un cardenal. Lo mismo se podría decir respecto a otros dicasterios. Me parece normal».

¿Qué más?

«Pienso en las Congregaciones preparatorias del cónclave. Podrían participar las superioras generales de los grandes institutos religiosos y tal vez representantes electos de las diócesis. Si la asamblea fuese más amplia, ayudaría incluso al futuro Papa. Por otra parte, ¿por qué se debe consultar sólo a los otros cardenales? Es una limitación».

¿Se puede aplicar también al grupo que compone el Consejo de Cardenales que ha querido Francisco?

«Por supuesto. No veo que se agregue un grupo formado sólo por mujeres. Sería más útil un organismo mixto, con las mujeres y otros laicos que, junto con los cardenales pueden proporcionar la información necesaria y aportar perspectivas. Esto me entusiasmaría».

¿Y las mujeres cardenales? Se habló de Madre Teresa, ¿cómo lo habría visto?

«¡Quisiera saber cómo se habría visto ella! Una mujer cardenal podría ser un signo para la humanidad, pero no para mí ni para las mujeres en general, creo. No me interesa. Se trataría de una persona excepcional que fue hecha cardenal. De acuerdo, pero ¿y luego? Grandes figuras, santas y doctoras de la Iglesia, han sido valoradas. Pero es la mujer, en cuanto tal, la que no encuentra su lugar. Lo que debe ser reconocido es el genio femenino en la vida cotidiana».

La famosa complementariedad…

«Por supuesto. Hablaba de carisma petrino y carisma mariano. Pero en general yo diría que entre hombre y mujer la complementariedad está inscrita en el designio de Dios. El hombre a imagen de Dios, “hombre y mujer los creó”, no se puede realizar de otro modo. Vale también para los consagrados: incluso si uno renuncia a la relación sexual no puede renunciar a la relación, a la relación con el otro».

Gian Guido Vecchi

Fuente: Corriere della Sera, 30.11.2013

  Lee también: Donne e Chiesa, questione da affrontare (entrevista de Città Nuova)

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La aventura de la unidad/Verano del 1949

En el verano de 1949, el diputado Igino Giordani, que desde hacía algunos meses había encontrado la espiritualidad de la unidad, llegó al valle de Primiero, en Tonadico, en las montañas del Trentino, donde Chiara Lubich estaba pasando un período de descanso. Junto a la pequeña comunidad de Trento, que ya pululaba en varias ciudades de Italia, las semanas anteriores habían vivido intensamente el pasaje del Evangelio de Mateo sobre el abandono de Jesús en la cruz. El 16 de julio, empezó un período de extraordinaria intensidad, hoy conocido como Paraíso ’49. Chiara escribirá más tardea a propósito de esos meses: «Si 1943 fue el año de origen del Movimiento, 1949 marcó en cambio un paso adelante. Circunstancias impensadas, pero previstas por la Providencia, hicieron que, para descansar, el primer grupo de miembros del Movimiento se retirara del “mundo” para ir a la montaña. Debíamos retirarnos de los hombres pero no podíamos alejarnos de esa forma de vida, que constituía el por qué de nuestra existencia. Una pequeña y rústica cabaña de montaña nos hospedó. Estábamos solas: solas entre nosotras con nuestro gran Ideal vivido momento tras momento, con Jesús Eucaristía, vínculo de unidad, de quien nos saciábamos día tras día; solas en el descanso, en la oración y en la meditación. Y allí empezó un periodo de gracias especiales. Teníamos la impresión de que el Señor abriera a los ojos del alma el Reino de Dios, que estaba entre nosotros: la Trinidad que vive en una célula del Cuerpo místico: “Padre santo, custodia en tu nombre a quienes nos has dado, para que sean una sola cosa, como nosotros”; y nos pareció entender que la Obra que estaba naciendo sería nada más y nada menos que una presencia mística de María en la Iglesia. Naturalmente, no habríamos descendido nunca de esa montaña, pequeño Tabor de nuestra alma, si la voluntad de Dios hubiese sido distinta. Y fue sólo el amor a Jesús crucificado y abandonado, que vive en la humanidad inmersa en las tinieblas, que nos dio el valor»(1). En otra ocasión, es siempre Chiara quien lo afirma: “Empezó un período especialmente luminoso en el cual, entre otras cosas, nos pareció que Dios quería hacernos intuir su designio sobre nuestro Movimiento”. En los años siguientes Chiara no hizo otra cosa que realizar lo que le había sido donado en ese verano de luz. (1) Chiara LUBICH, en Escritos Espirituales/3, Roma 19963, p. 41-42.

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Chiara Lubich: hacerse santos juntos

Lucia Abignente hace parte del Centro Chiara Lubich: Centro de documentación, de estudio, de investigación científica y de promoción de la figura histórica de la fondadora de los Focolares. Chiara Santomiero de Aleteia, el 9 de diciembre de 2013, le hizo la siguiente entrevista que publicamos en parte:

Los santos son testigos de la fe que se muestran como ejemplos de la Iglesia católica: ¿cuál es la ejemplaridad de Chiara Lubich?

Abignente: Hace unos días vi el twet de Papa Francisco en el que afirmó que los santos no son superhombres, sino personas que tienen a Dios en el corazón y lo transmiten con alegría. Me hizo pensar enseguida en Chiara. Todo el itinerario de su vida desde el 7 de diciembre de hace 70 años cuando decidió consagrarse a Dios, se llevó a cabo sin ninguna programación. Ha ido detrás de Dios en lo que pidió. Pero su vida se caracterizó siempre por la transmisión a otros de la alegría pura de la fe. En los inicios de los años ’40, un sacerdote le dijo: “Dios te ama inmensamente”. Esta certeza, que fue el fundamento de su vida, Chiara quiso compartirla inmediatamente: no sólo Dios “me” ama, sino “nos” ama a todos inmensamente. Su camino nunca fue el de un individuo, siempre tuvo el carácter de la universalidad. Y lo mismo sucedió con su camino a la santidad. “Hacernos santos juntos” nos repetía. Por eso siempre nos hizo partícipes de lo que Dios le hacía comprender, para caminar juntos hacia Él. “Que todos sean uno”: este fue el deseo y el propósito de la vida de Chiara hasta el final.

En los últimos años, recordando los inicios del Movimiento en Trento y viendo la Obra de María (Movimiento de los Focolares) que se extiende en todo el mundo a través de la abundancia de los dones de Dios, Chiara dijo que tenía un sueño. Haciendo suyas las palabras del teólogo Jacques Leclercq, repetía: “En tu día, Dios mío, vendré a ti… con mi sueño más loco: llevarte el mundo en los brazos”.

Lea la entrevista integral

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Filipinas, en vivo

«Hasta ahora hemos logrado ayudar a alrededor de 500 familias, que a su vez sostienen a otras familias, gracias a la ayuda llegada de los Focolares en el mundo y también de muchos otros. Ahora estamos recogiendo fondos para reconstruir las casas destruidas, por lo tanto ¡contamos con la ayuda de todos!”». Es la invitación hecha durante la transmisión en directo mundial por internet con 6.343 localidades conectadas en los 5 continentes, por Carlo Gentile e Ding Dalisay, responsables de los Focolares en Cebú, involucrados directamente en las operaciones de socorro en las zonas más afectadas. Su relato prosigue con algunos hechos que hablan de la solidaridad puesta en marcha, aun en medio de una situación que sigue siendo precaria: «El día después del tifón, algunos de nosotros partieron para las zonas más afectadas para llevar ayuda. Algunos prefirieron dejar la ciudad, otros, se quedaron: “No podemos irnos y escapar de nuestras responsabilidades. Tenemos que pagar los sueldos, ayudar a la ciudad a levantarse…”, explicó Bimboy, rector de la universidad local y miembro de los Focolares. Bimboy camina diariamente 10 km para ir a la universidad y así asegurar un mínimo de normalidad. Pepe y Marina son los responsables de la comunidad local de los Focolares en Tacloban. Tratan de estar el servicio de todos. Un vecino tenía necesidad de gasolina, le dieron la poca que les quedaba en su auto..¿Cómo haremos ahora?”, se preguntaron. Al día siguiente llegó, repentinamente, un primo que había decidido dejar la ciudad y les dejó su pequeño autobús hasta su regreso. Mientras tanto a Cebú llegan aportes de los Focolares de todo el mundo. En New City Filipinas se lee que «El aporte de la comunidad internacional es sencillamente ‘arrollador’. La profecía del Evangelio “cuando seré levantado de la tierra, atraeré a todos a mí”, parece que se está realizando precisamente aquí en Tacloban. También los niños pequeños están enviando, de diferentes partes del mundo, los ahorros de sus alcancías». Se activa positivamente una reacción en cadena. Una pareja de ¨ítalo-filipinos residente en Italia cuenta que los miembros del Movimiento enviaron 23 paquetes para Abuyog (la aldea donde reside su familia ndr). «No se trata sólo de ayuda alimenticia –dicen, sino que también envían carpas, mosquiteros, colchonetas y otros elementos necesarios. Fue complicado hacer llegar los paquetes que quedaron detenidos a algunas horas de distancia de la ciudad… pero después lograron recuperarlos». A partir de ese momento se activó una red de solidaridad para ayudar a los menos afortunados: «Inspeccionan las zonas más afectadas, distribuyen los paquetes recibidos y el arroz que logran comprar; dejan volantes a las familias en dificultad, invitándolas a llegar a su casa para que busquen eventuales ayudas». Y sigue llegando ayuda, tanto a través de AFN Osfl como de AMU (Osfl de los Focolares), presentes en la zona y muy cercanas a la población desde hace años. Ángel, una joven de los Focolares de Filipinas, ha alentado a sus profesores y compañeros de clase a renunciar a algo para darlo a las víctimas del tifón, diciendo: «Cuando una parte de nosotros muere, la otra vive». Con su iniciativa recogió muchos bienes y 20.000 pesos (€ 400) en un solo día. Michael, otro joven de los Focolares, recogió en su pobre aldea, 7 bolsas de ropa. Están llegando ayudas de naciones ricas y de naciones pobres. Al final, cuenta Amiel: «Se necesitará mucho tiempo para regresar a la vida normal. Pero habiendo hecho una experiencia similar a la de Chiara Lubich durante la guerra, seguiremos adelante. ¡Esta es nuestra forma de dar testimonio de que Dios es Amor!». Puedes ayudar: Asociación Acción por un Mundo Unido en Banca Popolare Etica, filial de Roma. Código IBAN: IT16G0501803200000000120434 Código SWIFT/BIC CCRTIT2184D Causal: emergencia tifón Haiyan Filipinas Acción por FAMIGLIE NUOVE OnlusBanco c / n° 1000/1060 BANCA PROSSIMA Código IBAN: IT 55 K 03359 01600 100000001060 Código Bic – Swift: BCITITMX FOCOLARES – CEBU Causal: emergencia tifón Haiyan Filipinas METROPOLITAN BANK & TRUST COMPANY Cebu – Guadalupe Branch 6000 Cebu City – Cebu, Philippines Tel: 0063-32-2533728 Account name bancaria: WORK OF MARY/FOCOLARE MOVEMENT FOR WOMEN Euro Account name bancaria: 398-2-39860031-7 SWIFT Code: MBTCPHMM Causal: emergencia tifón Haiyan Filipinas Email: focolaremovementcebf@gmail.com

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Apoyo a distancia: un amor contagioso

«Tenía en el corazón el deseo de involucrar a mis colegas de la cooperativa de crédito agrícola en una actividad común de solidaridad con personas en situaciones difíciles», cuenta: B.S., voluntaria del Movimiento de los Focolares, de Trento.  Así empezó el compromiso, que con el tiempo, generó una ola de solidaridad “a distancia”. La ocasión se presentó en 1989 cuanto la guerra de Líbano, que estaba en curso hacía varios años, tuvo un período de fuerte recrudecimiento. «Nos llegó la solicitud desde ese país si podíamos hacernos cargo, a distancia, de niños huérfanos o en extrema pobreza. Lancé la propuesta entre mis colegas que adhirieron con alegría depositando todos los meses un pequeño aporte». El medio elegido fue el proyecto ayuda a distancia de Familias Nuevas, a través de los proyectos de AFN osfl. Natine, tiene 12 años, con la ayuda puede vivir más dignamente y proseguir los estudios hasta sacar el título de maestra y empezar a trabajar. Los colegas de la Cooperativa, de común acuerdo, decidieron proseguir con la iniciativa con otros 5 niños, uno en cada continente. A quienes pasan más necesidad envían un aporte navideño extraordinario, en el que involucran también al Consejo Administrativo. «Con el pasar del tiempo –cuenta con alegría B.S. – nuestros aportes a distancia han aumentado a 14 niños esparcidos en varias partes del mundo, este año se sumaron otros 6 de Uruguay: ¡en total son 20 niños! Y dado que el amor es contagioso, muchos han decidido subvencionar una ayuda personal, a la que se deben sumar otras 30 de personas que no son de la Cooperativa, pero que al saber de la iniciativa, decidieron apoyar, al menos por un período, esta iniciativa de solidaridad. ¡Hoy –conclye B.S. – los niños mantenidos a distancia en nuestro grupo y ‘alrededores’ son 75!». ¿También tú quieres mantener a un niño a distancia? Puedes escribir a sad@afnonlus.org, o llamar por teléfono al 06.9454.6412 (Roma).  

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En medio del caos social, un contagio positivo

Córdoba, una ciudad con 1.2 millones de habitantes, en el corazón de Argentina. Un conflicto salarial con la policía provincial llevó a que se acuartelaran y dejaran las calles sin vigilancia. En la tarde y noche del 3 de diciembre y durante la madrugada del 4, se produjeron saqueos a más de 1000 comercios, casas de familia y hasta el depósito de Caritas, a manos de delincuentes organizados en motos. Para destrabar el conflicto fue fundamental la acción de Comipaz (el comité interreligioso) a través del Obispo, el Rabino y representantes de distintas confesiones, con lo que se llegó a un acuerdo al mediodía del 4 y la policía poco a poco fue tomando el control de la ciudad. Ese día todos habían permanecido en sus casas: los comercios, las escuelas, las universidades y las oficinas públicas estuvieron cerradas.

Apenas se vislumbró el acuerdo comenzó la acción de Jóvenes por un mundo unido, como nos cuenta Ana María Martínez: “Todos estábamos viviendo el tema de los saqueos con miedo, en nuestras casas. Pero no podíamos permanecer ajenos a lo que pasaba en nuestra Córdoba. Teníamos un gran empuje para demostrar a la sociedad que algo bueno puede salir de tanta bronca, locura y corrupción estructural.

Nos dimos cita en una plaza del centro de la ciudad. Avisamos por las redes sociales. Al instante, mucha gente empezó a difundir nuestra iniciativa, por todos los medios.

A las 16 horas llegaron los primeros y en veinte minutos éramos alrededor de 30 jóvenes, había un canal de televisión y algún periodista gráfico. La mayoría traía alimentos no perecederos que juntábamos para luego acercar al depósito de Cáritas, que también fue víctima de los saqueos. A medida que pasaban las horas, se sumaban más, de a dos u ocho jóvenes. Venían porque se habían enterado por facebook o porque algún amigo les había contado. Terminamos siendo 100, sin contar las decenas de personas que se sumaron en sus edificios o en alguna calle”.

El trabajo era mucho: limpiar cenizas de incendios, retirar restos de las barricadas… “Más allá de la acción concreta, la idea era charlar con los vecinos, ofrecer un momento de escucha”. La noche anterior había sido terrible: tiros, sirenas de alarmas en casas cercanas, saqueos, muchos que se quedaron defendiendo su pequeño negocio.

“La respuesta fue increíble. Los vecinos traían agua para los que trabajaban, guantes, escobas, palas. Muchos se sumaban a limpiar, porque les conmovía ver que gente que no era de la zona, se había movido a limpiar su barrio”.

La repercusión fue inesperada: diarios, radios, noticieros habían transmitido la acción de los jóvenes, “y creemos que algo logramos, quizás más allá de la limpieza de las calles del centro de nuestra ciudad. El cambio fue más adentro. Entendimos que depende de cada uno salir a hacer algo distinto y que, si bien el día anterior se había producido un contagio de delincuencia y oportunismo, hoy fuimos testigos de un contagio de buena voluntad, de trabajo y esfuerzo por ayudar y protagonizar un cambio”.

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Lucía Degasperi, a 10 años de su muerte

Desde pequeña,  Lucía es una niña de una alegría irrefrenable y contagiosa. Ultima de ocho hermanos, crece en una familia muy pobre de Terlano (Bolzano-Italia). A pesar de las dificultades económicas, los esposos Degasperi mantienen siempre una gran confianza en Dios.  Con el paso de los años, Lucía está convencida de  que el amor en la tierra no existe y el pensamiento de amar sin ser correspondida la angustia. Cuando Lucía cumple los veinte años, de forma imprevista su hermano Carlos  cambia su actitud en la casa: comienza a hacer las camas, a lustrar los zapatos… Llena de curiosidad, Lucía le pregunta el motivo de su cambio y  su hermano la invita a ir a una Mariápolis,  un encuentro de varios días de los Focolares. Allí, Lucía queda profundamente impresionada cuando escucha muchas experiencias concretas que se basan en la certeza de que Dios es amor y  que ama a todos personalmente, tanto que, presa de una gran inquietud, deja la Mariápolis antes de que termine. Quedó impactada por una frase: “Cualquier cosa que hagan por el más pequeño, la hicieron a mi” (Mt 25, 40). A partir de 1964, la espiritualidad de la unidad se empieza a difundir en Alemania. Lucía se encuentra en Berlín Oeste y en los primeros años de la década del ’80, el régimen de la DDR (por su sigla en alemán), obliga a  muchos adherentes de la espiritualidad de los Focolares a reunirse en situación de semiclandestinidad y con mil dificultades. Antes de mudarse para Lipsia, Lucía debe pasar un mes en un Lager (campo de concentración). Los otros internados se quedan impresionados por su amor: ella ordenaba la habitación donde dormían  varias personas y les entrega  el café que ella quería llevarse a Lipsia. Poco a poco, muchos siguen su ejemplo y el último día, una de las guardias le confiesa: «Una unidad tan linda entre nosotros  no la hemos visto nunca…». Con el teléfono controlado y las células de micro-espionaje en el auto, Lucía utiliza su inventiva, y encuentra mil estrategias para verse con las personas que le fueron confiadas: invita a los niños a almorzar, organiza fiestas para los jóvenes, visita a muchas familias. En 1989, las focolarinas y las gen (las jóvenes de los Focolares) en la DDR festejan la caída del muro de Berlín con un largo viaje a Trento y a Roma, donde muchas personas, por primera vez conocen a Chiara Lubich. Continúan años de gran entusiasmo, pero, de forma imprevista, en 1994  a Lucía se le diagnostica un tumor. Es un dolor muy fuerte como contará años después: «Fue como una condena a muerte.» Sucedió un poco antes de comprender que «había llegado el momento de volver a confiar mi vida a Dios» Vivir el momento presente es algo que la ayuda mucho y se convierte en luz para muchas personas. Con los años, disminuye su fuerza física mientras que crece la vida espiritual. «No te digo ‘coraje’ Lucía –le escribe Chiara el 3 de diciembre de 2003- tienes todas las gracias que precisas y mucho más. Debes ser feliz». Con gran serenidad, el 10 de diciembre, Lucía parte para el Cielo. «Gracias por el amor concreto que siempre tuviste», «Gracias por tu sonrisa que construía siempre la familia»; «Gracias por tu fuerza», son algunos de la gran cantidad de mensajes que llegaron de todas partes del mundo en los días siguientes a su fallecimiento.

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Bolivia: la Casa de los Niños

En la ciudad de Cochabamba, Bolivia , donde la población está constituida por un 50% de niños y adolescentes, en su mayoría, abandonados por sus padres, desde hace algunos años, desempeña su actividad  la Asociación de Voluntariado ONLUS, llamada “Casa de los Niños”.

“Somos  fruto del encuentro con el rostro de Jesús que se ve concretamente en las personas que entraron en  nuestra historia”. Así nos escriben los responsables del proyecto que están motivados  por sueños de esperanza y de bienestar hacia las personas que viven situaciones dolorosas o de marginación, especialmente los niños.

Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, expresó una vez, el deseo de que se pudieran cerrar los orfanatos, con la esperanza de que cada uno de los pequeños huéspedes pudiera gozar del calor y del amor de una familia. “Siguiendo este sueño de Chiara Lubich – cuentan- nos pusimos a trabajar, allí donde es posible, recomponiendo, alojando transitoriamente  y sosteniendo a las familias o a los familiares de los niños que sufren mayor abandono. En estos últimos 6 años, con la ayuda de muchas personas, hemos logrado reunir casi un centenar de familias, ofreciéndoles una vivienda digna”

Un ejemplo es el caso de M.R., que fue diagnosticada hace 8 años con el virus de HIV (Sida). Cuando los trabajadores de la Asociación la conocieron no hablaba y no caminaba. Había sido excluida de la terapia intensiva, donde había sido hospitalizada  por una infección, y fue recibida en la “Casa de los Niños”. “M.R. dentro de pocos meses cumplirá 10 años – cuentan con alegría-. Mientras tanto su mamá, que había sido echada de su casa, porque la consideraban responsable de esta situación, fue también acogida por la institución. Así se recompuso  un pequeño núcleo familiar”

“Nuestro Centro – continúan– es ahora punto de referencia de todas las instituciones públicas de la ciudad para los que viven con el virus de HIV. El 20% de las familias de Cochabamba, portadores del virus, viven aquí con nosotros. También el 30% de los niños HIV positivos,  de la ciudad,  son huéspedes de nuestra “Ciudadela Arcobaleno”, donde viven junto con otros 200 niños con historias diferentes sobre sus espaldas”

La acción concreta, siempre fundamental y necesaria, no puede ser separada  de aquello que da sentido y valor a cada gesto: “El arte del encuentro marcó nuestra vida- cuentan los trabajadores- y lo que vemos florecer a nuestro alrededor es fruto de la relación con personas extraordinarias con las cuales compartimos la vida y los anhelos más profundos. Esta situación nos permite abrazar el dolor inocente, el de los niños que sufren la injusticia más absurda, de una vida que no han elegido y que los obliga a luchar contra corriente desde el primer instante. Nosotros estamos aquí con ellos, con la tenacidad de los pobres y la fe de los débiles. Creemos ingenuamente, que, a pesar de las cotidianas derrotas,  el bien siempre triunfa”

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La aventura de la unidad: Los inicios /3

Continuación de “La aventura de la Unidad”/Los inicios/2

Las muchachas que viven allí, pero también las personas que lo visitan siempre, advierten en esos meses un salto de calidad en sus vidas. Tienen la impresión de que Jesús realice entre ellas su promesa: «Donde dos o más están reunidos en mi nombre, yo estoy en medio de ellos». (Mt 18, 20). No quieren perderlo más, y hacen toda su parte para evitar que su presencia se desvanezca por su culpa. «Más tarde, mucho más tarde –precisará Chiara Lubich, se entenderá: es una reproducción, un germen sui generis, de la casita de Nazaret: una convivencia de vírgenes (muy pronto también de casados) con Jesús en medio de ellos». He aquí “el focolar”, ese lugar donde el fuego del amor calienta los corazones y sacia las mentes. «Pero para tenerlo con nosotros –explica Chiara a sus compañeras- es necesario estar dispuestas a dar la vida la una por la otra. Jesús está espiritualmente y plenamente presente entre nosotros si estamos unidas así. Él quien dijo: “Que sean también ellos una cosa sola en nosotros, para que el mundo crea”(Gv 17,21)».

En efecto, alrededor de Chiara y de las muchachas del focolar prosigue una serie impresionante de adhesiones al proyecto de la unidad que parece nuevo, si bien apenas se está delineando. Y no faltan las conversiones, las más variadas. Se salvan vocaciones en peligro, y surgen nuevas. De hecho, muy pronto –prácticamente enseguida- también muchachos y adultos se unen a las chicas del focolar. De ese período quedan especialmente en la memoria reuniones concurridas e intensas los sábados a las 3.00 de la tarde en la Sala Massaia. Allí Chiara cuenta experiencias del Evangelio vivido y anuncia los primeros descubrimientos que se convertirían posteriormente en la “espiritualidad de la unidad”. El fervor crece sin medida de modo que ya en 1945 alrededor de 500 personas –de todas las edades, hombres y mujeres, de todas las vocaciones y estratos sociales- desean compartir el ideal de las muchachas del focolar. Tienen todo en común, así como sucedía en las primeras comunidades cristianas.

Se lee en el Evangelio la frase: «Den y se les dará» (Lc 6,38). Estas palabras se transforman en experiencia cotidiana. Dan, dan siempre, las muchachas y sus amigos, siguen dando y reciben, reciben siempre, siguen recibiendo. ¿Queda un sólo huevo en casa para todas? Lo ofrecen a un pobre que viene a tocar la puerta. ¡Esa misma mañana, alguien les deja en el porche una bolsita de huevos! También está escrito: «Pidan y se les dará» (Mt 7,7). Piden muchas cosas por las múltiples necesidades, no tanto de ellas, sino de los hermanos en necesidad. Y en plena guerra llegan sacos de harina, latas de leche, frascos de mermelada, atados de leña, ropa. Frecuentemente, con el mantel más bello y la atención debida a personas recomendadas, se sientan a la mesa del focolar una focolarina y un pobre, una focolarina y un pobre…

El día de la fiesta de Cristo Rey de 1945, Chiara y sus compañeras se reúnen alrededor del altar después de la Misa. Se dirigen a Jesús con la simplicidad de quien ha entendido que es un hijo. Y le rezan: «Tú sabes la forma de realizar la unidad, el que todos sean uno. Henos aquí. Si quieres, úsanos». La liturgia del día las fascina: «Pídeme –recita el salmo- y te daré en herencia las gentes y en dominio hasta los últimos confines de la tierra ». Así, con simplicidad evangélica, piden nada menos que “los últimos confines de la tierra”: para ellas Dios es omnipotente. El comportamiento de las muchachas de la “casita” sorprende a quien las encuentra.

Todo esto no podía dejar indiferente a la ciudad, que entonces cuenta con pocas decenas de miles de habitantes, y mucho menos a la Iglesia trentina. Mons. Carlo De Ferrari entiende a Chiara y su nueva aventura y la bendi-ce. Su aprobación y su bendición acompañaron el Movimiento hasta su muerte. A partir de ese momento casi imperceptiblemente, se superan las fronteras de la región, invitadas a Milán, Roma, Sicilia. Por doquier florecen comunidades cristianas según el estilo de aquella surgida en Trento. Se llegará lejos.

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Chiara Lubich, testimonio de la fe

El Movimiento de los Focolares  pide la apertura de la causa de beatificación y canonización de Chiara Lubich – 7 Dicembre 2013

Es durante esta fecha simbólica del 7 de diciembre, que la presidente de los Focolares Maria Voce anuncia la inminente presentación de la solicitud al Obispo de Frascati, Mons. Raffaello Martinelli, para abrir la causa de beatificación de Chiara Lubich.

7 de diciembre de 1943: fecha que recuerda el nacimiento del Movimiento de los Focolares. En realidad, ese día, como ella misma cuenta, Chiara Lubich no tenía la intención de fundar nada, sino solo el deseo de seguir a Dios.

7 de diciembre de 2013: han pasado 70 años, y los frutos y las consecuencias inesperadas de esa donación se han manifestado de muchas maneras. El nacimiento de una Obra, los Focolares, el reconocimiento a la figura de Chiara como portadora de un carisma, en beneficio de muchos, y su fidelidad al mismo. El día de su funeral, el 18 de marzo de 2008, miles de personas de todo el mundo le rindieron homenaje, y los testimonios de personas pertenecientes a varias Iglesias cristianas, fieles de otras religiones, exponentes de la cultura y del mundo laico y político destacaron el impacto del carisma de Chiara en su vida personal, y para el mundo que cada uno representaba.

Phramaha Thongratana Thavorn, monje budista tailandés – 18 de marzo de 2008

«La herencia de Chiara es una de las mayores bendiciones espirituales de nuestro tiempo”, dijo el rabino de Jerusalén David Rosen. Y Samuel Kobia, ex secretario general del Consejo Ecuménico de las Iglesias: «Centrándose en la espiritualidad de la unidad, [ella] tuvo un profundo impacto en el movimiento ecuménico». «Chiara no es solo vuestra, también es nuestra. Es más, es del mundo entero», son palabras de Phramaha Thongratana Thavorn, monje budista tailandés. «Su experiencia de un cristianismo libre de cualquier dogmatismo y todo revelado en el mandatum novum [mandamiento nuevo] es una gran lección tanto para los creyentes como para los no creyentes”, escribió el filósofo Massimo Cacciari.

En la Iglesia católica se acostumbra presentar a los propios fieles, como estímulo para la vida cristiana, a personas que se han distinguido por un particular testimonio de fe y amor a Dios. Este es el resultado de un proceso canónico de verificación, que también se refiere al patrimonio de vida, de pensamiento y de acción de la persona, y que no se puede iniciar hasta pasados cinco años de su muerte.

En estos años, pensando en Chiara y en su herencia, personas comunes y también cualificadas, católicos y pertenecientes a otras Iglesias, religiones y culturas – a pesar de la diversidad de sus respectivas visiones – han expresado el deseo de que pudiese suceder así, también para ella. Un reconocimiento dirigido a animar más a los cristianos y no cristianos, a un nuevo compromiso moral y espiritual para el bien de la humanidad. Un estímulo para hacer propio el deseo, muchas veces expresado por Chiara, de santificarse juntos, para proponer a la Iglesia no la santidad de un individuo, sino la santidad del pueblo.

© CSC Media

En una entrevista a Città Nuova en marzo 2013, cuando al copresidente de los Focolares, Giancarlo Faletti, se le preguntó acerca de la diversa visión por parte de los cristianos no católicos, que también ellos forman parte del Movimiento, sobre la proclamación de la santidad de una persona respondió de este modo: “Creo que esta nueva experiencia no tiene que enriquecerse por la posible magnitud de la celebración de la beatificación o canonización, sino que tiene que evidenciar la presencia de Dios en una persona, intuir qué ha obrado en ella», y – a través de su testimonio – en muchos.

Para mayor información:

comunicado de prensa biografía Chiara Lubich

Chiara Lubich, 1973: Hoy la Obra cumple treinta años

( Italiano) http://vimeo.com/80976960 «Me han pedido que recuerde hoy, 7 de diciembre de 1973, el día 7 de diciembre de 1943, que hemos considerado siempre la fecha oficial del inicio del Movimiento. Se trata de mi consagración a Dios. Creo que para los más jóvenes y para los nuevos, sea algo grato describir aquel sencillo día. Tratar‚ de hacerlo mirando al hecho en sí mismo, Obra del Señor, y no a mí misma. ¡Imaginen a una chica enamorada! Enamorada con aquel amor que es el primero, el más puro, el que aún no ha sido declarado, pero que comienza a quemar el alma. Con una sola diferencia: la chica enamorada así, en esta tierra, tiene en los ojos la figura de su amado; esta otra, no lo ve, no lo oye, no lo toca, no advierte su perfume con los sentidos del cuerpo, sino con los del alma, a través de los cuales el Amor con la A mayúscula ha entrado y la ha invadido totalmente. Por eso siente una alegría característica, que difícilmente se vuelve a experimentar en la vida: alegría secreta, serena, exultante. Unos días antes del 7 de diciembre me habían dicho que velase durante la noche precedente, al lado del crucifijo, para prepararme mejor al casamiento con Dios, casamiento que debía realizarse en el modo más secreto. Estábamos al corriente Dios, el confesor y yo. A la noche traté de hacer esta vigilia, arrodillada al lado de la cama, delante de un crucifijo de metal que ahora tiene mi madre. Recé, me parece, un par de horas. Pero, siendo joven y poco convencida de ciertas prácticas que después se manifestaron no conformes con mi vocación, me quedé dormida, después de haber notado que el crucifijo estaba completamente mojado por la humedad de mi aliento durante la oración. Este hecho me ha parecido un símbolo: el crucificado que habría tenido que seguir, no habría sido tanto el de las llagas físicas, que muchas espiritualidades pusieron de relieve, sino el de los dolores espirituales (en aquel tiempo yo no conocía al Abandonado) que Jesús había probado». (leer más)

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Tan distantes, tan distintos, tan unidos

Ya avanzada la primavera austral se reunieron en la pequeña ciudad de San Pedro de Colalao, conocida como “La Sucursal del Cielo”, personas de distintas provincias del norte argentino (Salta, Catamarca, La Rioja, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán), para experimentar por algunos días la belleza de la vida cuando se pone a la base la ley del amor que nos trajo Jesús: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.

Durante la Mariápolis las experiencias que se contaron, las reflexiones diarias, las distintas actividades, la comunión que se fue generando entre todos, adultos y niños, personas de distintas procedencias y con raíces culturales diversas, lograron que cada uno se sintiera “en familia”, “entre hermanos” como se oía decir repetidas veces.

Una idea que partió de los jóvenes que habían participado del Genfest 2012 en Budapest fue la de intercambiar videos con jóvenes de países distantes de Argentina, como Pakistan y Filipinas, que habían conocido en esa oportunidad.

Cuando compartieron los videos con los 500 participantes, el “mundo unido” se hizo palpable. De países tan distantes, con culturas, costumbres y rasgos tan distintos, lograron descubrirse iguales, cercanos, unidos a pesar de la distancia.

Reconforta saber que en las antípodas hay hermanos y hermanas que tratan de vivir la fraternidad universal y estimula a “arremangarse” para construir una sociedad más justa en el lugar que nos toca vivir. Con esta conciencia renovada cada uno emprendió el camino de regreso.

Video desde Pakistan

Video desde Filipinas

Video desde la Mariápolis de Colalao

(Con la colaboración de María de los Angeles Córdoba. Fotos de Enzo Giannotti)

Proyecto Lempira

En Colombia se trabaja por un “Mundo Mejor”

En Colombia, junto con  las numerosas riquezas naturales conviven en el país graves llagas sociales. Entre éstas, una gran desigualdad entre poca gente rica y muchos pobres; numerosas familias se encuentran obligadas a dejar su casa y su ciudad a causa de la violencia. Hay  miles de casos de abuso de los menores…

La Fundación Mundo Mejor, organización sin fines de lucro, nació  en Medellín en 1996. Fue fundada por un grupo de personas del Movimiento de los Focolares que encontraron en el Carisma de la Unidad la fortaleza de la unidad para enfrentar las emergencias sociales que  se presentan a su alrededor. No podían ser indiferentes ante esta realidad, es más, tratando de encarnar la espiritualidad de Chiara Lubich, nacieron respuestas concretas, como diversos proyectos sociales que implican  actividades y momentos de  reflexión.

El programa de asistencia a la infancia, por ejemplo, ofrece educación integral a los niños que tienen entre 2 y 5 años, que se encuentran en posición vulnerable.

El programa de integración social ofrece asistencia  a los más carenciados, tratando de construir alternativas y proyectos de vida que les permitan insertarse en el tejido social y en el mundo laboral. En esta misma dirección está el programa de inserción en el trabajo, con el ofrecimiento de una formación profesional y asistencia personalizada en las localidades donde están radicados.

Hay también  un programa sobre los derechos humanos, que tiende a  desarrollar estrategiaspara reforzar el ejercicio de los principales derechos de los niños y sus familias.

Actualmente la Fundación tiene 155 empleados, entre nutricionistas, psicólogos, maestros y personal administrativo. Se ocupan de casi 2000 niños, además de 400 que viven al aire libre, sin techo.

Steve Carty y su esposa Sandra -peruanos, con dos hijos-  dedican todo su tiempo  a este trabajo educativo-social. “Nuestro desafío  va más allá del activismo – comenta Steve- porque comprendimos que la primera gran revolución social nace en el corazón de cada persona”

Hoy la Fundación Mundo Mejor es una institución reconocida como un válido interlocutor para el mundo político, artístico, social y deportivo. Está vinculada  con otras organizaciones que la eligieron por su transparencia y atención al otro, en el espíritu de fraternidad. Recibieron reconocimientos importantes de la Intendencia de Medellín, de las autoridades regionales y del Senado de la República de Colombia. Hace algunas semanas se firmó un acuerdo con el “Club UNESCO Heritage”, con sede en Valencia, España.

Proyecto Lempira

Una chica llamada María

«La revolución social, el inicio de una nueva era, empezó con una chica quinceañera. Pero una revolución integral tal, que comprende no sólo el cuerpo, sino también el espíritu, no sólo el tiempo, sino también la eternidad. Esta chica se llamaba María

Una hebrea de una aldea sin importancia, de donde se pensaba que no podía salir nada bueno: Nazaret.

En el principio de esta gran transformación había una mujer. Vivía en un tugurio, conocía las miserias de una familia que vivía hacinada en una gruta y sobrevivía entre sacrificios. Participaba de la profunda sed y hambre de justicia social de su pueblo.

En el seno de esta chica germinó el artífice de la revolución social. El hijo de Dios estaba por nacer como hombre, como hijo de María. La pureza perfecta se encarnó con sangre pura de la misma pureza, en su persona todo era digno, en ella no podía existir la sombra del pecado original.

Ahora bien esta chica, que por sí misma ejemplificaba la más sorprendente revolución, siendo la más humilde criatura fue elegida para la más alta de las misiones, siendo la más desconocida de las mujeres tenía que llegar a ser la más invocada por las generaciones.

Esclava humilde y, al mismo tiempo de corazón fuerte. Se apoya en la potencia de Dios, es la mujer perfecta: la mujer completa. Sin mancha ni temor. Dispuesta al sacrificio, pero segura de la justicia, toda amor y por lo tanto totalmente libre.

Su belleza envolvió con una nueva luz a la mujer, que se reveló a partir de su destello. La Virgen a ensalzado por los siglos a la mujer, ha puesto bajo una luz divinizante la función de la madre.  Su dulce maternidad es tan universal que en todos los tiempos los pueblos la han llamado Nuestra Señora. Después de que el Padre puso entre nosotros a la Madre, la convivencia adquirió un clima de familia, y estar allí es una fiesta.

Dado que la degeneración de la humanidad empezó con una mujer, cuando el Creador quiso purificar a los hombres eligió nuevamente a una mujer, y empezó por ella. Eligió a María de Nazaret, una mujer sin mancha».

Igino Giordani en: Le Feste, Società Editrice Internazionale, 1954.

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Un mensaje de unidad desde Jerusalén

Llevar a la propia diócesis y a la propia Iglesia la riqueza de la experiencia hecha: es la intención de los 33 obispos ortodoxos, de antiguas Iglesias orientales, anglicanos, metodistas, luteranos y católicos de distintos ritos, el finalizar el 32° Congreso ecuménico promovido por el Movimiento de los Focolares. El encuentro tuvo lugar en Jerusalén, del 18 al 22 de noviembre. Los temas teológicos y espirituales, pero también el fraterno y sincero intercambio de experiencias entre los obispos contribuyeron a explorar el tema del congreso: “La reciprocidad del amor entre los discípulos de Cristo”.

El momento central del encuentro fue el pacto establecido entre los presentes, de tender constantemente a vivir relaciones caracterizadas por el Mandamiento Nuevo: “Ámense los unos a los otros como yo los he amado”, porque “por esto reconocerán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Jn. 13, 31-35). El lugar elegido, muy significativo, fue la iglesita “In Gallicantu” que bordea el sendero que lleva al Cenáculo, ubicada  cerca del torrente Cedrón, donde según la tradición Jesús transcurrió la última cena. Lugar significativo porque vincula de este modo  su mandamiento del Amor y la oración al Padre por la unidad de los suyos.

El Patriarca latino S. B. Faoud Twal,, saludó a un grupo de los obispos durante la preparación del Congreso. También fue relevante el encuentro con el Patriarca greco-ortodoxo de Jerusalén, Theophilos III, quien  consideró la venida de los obispos a Jerusalén como una bendición: “Para los cristianos de Tierra Santa Tierra Santa –subrayó–es un aliciente encontrar obispos unidos, aunque sean de distintas Iglesias. Es también un apoyo fuerte para nosotros, porque es un signo evidente de que no hemos sido olvidados. Ustedes no sólo hablan de diálogo, son diálogo vivo”.

En el Congreso, se profundizaron los dos recientes documentos publicados en el ámbito ecuménico: “La Iglesia: hacia una visión común” de la Comisión Fe y Constitución, del Consejo Ecuménico de las Iglesias, y el documento de la comisión conjunta de las Iglesias luterana y católica: “Del conflicto a la comunión”, en vista del jubileo por los 500 años de la Reforma.

Los obispos fueron informados de la experiencia de comunión y colaboración de la red de “Juntos por Europa” en la que convergen 300 Movimientos y comunidades cristianas de varias Iglesiasalrededor de actividades comunes, en el respeto de las respectivas peculiaridades. “Juntos por Europa” es considerada por los especialistas como una esperanza real porque es una expresión del así llamado ecumenismo de la vida, que el Concilio consideró que es la base de cualquier otro tipo de ecumenismo.

El 21 de noviembre los obispos comunicaron su experiencia de comunión, que ya tiene varias décadas, a 120 invitados, entre los cuales se encontraban  personalidades religiosas, representantes de Movimientos y comunidades de las varias Iglesias presentes en Tierra Santa. A su vez, pudieron conocer iniciativas constructivas, promovidas por laicos, para mejorar las relaciones entre las Iglesias y con las comunidades no cristianas de su país.

La visita diaria a un lugar sagrado, hizo que se sintiera presente la vida de Jesús. Especialmente en Belén, donde se reunió también la comunidad local del Movimiento de los Focolares, e hizo experimentar a todos la luminosa presencia del  Salvador en el mundo de hoy.


Video: “Amaos como yo os he amado”: 32º Encuentro Ecuménico de Obispos

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Evangelio vivido/1

Providencia

Mi marido tiene una empresa de construcción y, luego de que los bancos cerraron las financiaciones, se quedó durante dos años  sin trabajo. Pasamos estrechez económica, cada vez mayor y tuvimos momentos de desaliento, sin embargo confiábamos en la providencia de Dios. Al principio del año escolar, las niñas necesitaban libros y no sabíamos cómo hacer para comprarlos. Una mañana llegó una amiga nuestra que nos dijo que había recibido un dinero que no esperaba recibir y que sabiendo el momento que estábamos atravesando, pensó que a nosotros nos vendría bien. Nos dijo «Me lo devolverán cuando puedan».

Hace un mes se abrió una línea de préstamos, pero igualmente la grave situación económica no nos permitía pagar con regularidad a los empleados. Un amigo nuestro, sin decirnos nada, habló con los empleados y les expuso el problema preguntándoles si estaban dispuestos a trabajar sin cobrar sueldo. Todos aceptaron. Se acercaba Navidad y a través de un familiar, nos pagaron un dinero que nos debían, completamente inesperado. Con gran alegría lo dividimos entre los empleados. Vimos que la providencia no nos abandonó. (E.M. – Italia)

La  lámpara

Siempre traté de tener una buena relación con mi suegra, una persona muy difícil. Mi marido me lo había dicho siempre, y si la relación con la madre era difícil para él, imaginemos cómo sería para mí. Quería ignorarla. Sin embargo no estaba tranquila. El Evangelio nos dice que hay que “amar a todos”, y en ese “todos” estaba comprendida también mi suegra. Entonces, la llamaba por teléfono para saber cómo estaba, la llevaba a pasear en el auto, la invitaba a almorzar a casa una vez por semana…

Poco a poco fueron cayendo las barreras y me convertí en su persona de confianza y acompañante cuando ella iba al médico. Ella me presentaba diciendo que yo era su Angel de la Guarda. Casi a los 80 años empezó a preocuparse por una vecina que estaba muy sola y que precisaba compañía. También empezó a hacer  tortas para la parroquia. Me decía: “Gracias a ti comprendí qué bien hace sentirse necesario.” Un día me confesó: “Amo mucho a esta lámpara porque me la dio mi abuelo. Es uno de los pocos recuerdos de familia. Cuando yo muera  quiero que esta lámpara sea para ti…” Ahora esa lámpara está en nuestra casa y nos recuerda que sólo queda el amor.” (I.B. – Suiza)

Fuente: El Evangelio del día, diciembre 2013.  Città Nuova Editrice.

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Consejo Mundial de Iglesias: 10ª Asamblea en Busan (Corea)

Un impulso importante para el movimiento ecuménico. Ésta es la impresión del secretario general del CMI, el Pastor Rev. Olav Fykse Tveit, al finalizar los trabajos de la 10ª Asamblea General del Consejo Mundial de Iglesias, que se realiza cada 7 años.

Estaban registradas 2.760 personas (entre delegados de las Iglesias, Consejeros, Organizaciones vinculadas, visitantes, periodistas y huéspedes), pero  el  número total de participantes que quisieron vivir esta experiencia ecuménica tan especial ascendió a la cifra de  5.000 personas, entre ellos muchos eran de Corea. Estuvieron presentes,  Karekin II, Patriarca y Catholicos supremo de todos los armenios y el Arzobispo de Canterbury Welby. El Patriarca ecuménico Bartolomeo I envió un video con su mensaje.

La Iglesia católica, aún no siendo miembro del Consejo  Mundial de Iglesias, colabora activamente a través del Pontificio Consejo para la unidad de los cristianos, presente en Busan con una delegación calificada. El cardenal Kurt Koch leyó un mensaje del Papa Francisco.

En representación del Movimiento de los Focolares –invitado como Consultor junto con otros movimientos, grupos y realidades ecuménicas – Estuvieron presentes Joan Back del Centro Uno, secretaria internacional para el diálogo interreligioso de los Focolares y Peter Dettwiler, pastor reformado suizo, perteneciente a la Iglesia reformada del Cantón de Zurich, quien está encargado del ecumenismo.

La colaboración de los Focolares con el CMI proviene del año 1967. En aquella época Chiara Lubich fue invitada tres veces a la sede de Ginebra para compartir la espiritualidad de la unidad, y aún hoy se reconoce el importante aporte que esta espiritualidad puede dar, como dijo el Rev. Tveit agradeciendo a la presidente de los Focolares María Voce por el mensaje enviado.

Joan Back y Peter Dettwiler (centro) junto a un grupo de partecipantes

Joan Back  comentó que existía “una lindísima atmósfera de fraternidad entre las Iglesias. Aunque no comparten las mismas posiciones en materia de eclesiología o moral, pueden encontrarse, rezar y también trabajar juntas.” Se presentó un documento de gran importancia: La Iglesia hacia una visión común” , producto del Departamento Fé y Constitución, un texto que muestra la convergencia entre todas las Iglesias, que fue redactado por teólogos de las Iglesias con eclesiologías muy distintas entre sí.

Los desafíos que el ecumenismo debe enfrentar son:  la Emigración, las jóvenes generaciones, los mundos multirreligiosos y el crecimiento de las realidades pentecostales. Entre éstos, algunos son  objeto de declaraciones oficiales de la Asamblea. El mensaje de conclusión, indicó la prioridad para los próximos 7 años: “caminar juntos en una peregrinación  por la justicia y la paz”. Esto refleja el espíritu del evento y los compromisos tomados que “comprenden siempre tres objetivos: servicio, testimonio misionero y reflexión teológica”, como fue explicado por Walter Altmann, pastor luterano en Brasil y último moderador del Comité Central.

Al finalizar, los 150 miembros del Comité Central apenas nombrados eligieron unánimemente a la anglicana Agnes Abuom de Nairobi (Kenia) como moderadora.

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Colocar a Jesús en el centro de la Navidad

“Se aproxima la Navidad y las calles de la ciudad se cubren de luces…” Así comienza un texto  de Chiara Lubich “Han desalojado a Jesús, que escribió un día, próximo a las fiestas navideñas, cuando circulaba en auto por las calles de una ciudad, pues quedó impresionada por el ambiente que se respiraba en cada esquina de la metrópolis: “Una hilera interminable de negocios, de una riqueza desmesurada y exorbitante”. Percibía  la amabilidad,  gracia y perfección estética de la atmósfera que rodea la Navidad,  pero le  asombraba  la ausencia de su verdadero y profundo significado. Sentía en el corazón incredulidad y luego casi una rebelión- escribía.  Este mundo rico se ha “engañado” con la Navidad y todo su contenido, y ¡ha desalojado a Jesús! Ama de la Navidad la poesía, el ambiente, la amistad que se despierta, los regalos que sugiere, las luces, las estrellas, los cantos. Se espera  la Navidad porque en los negocios significa recaudar  la principal  ganancia del año. Pero en Jesús no se piensa. ‘Vino a los suyos y no lo recibieron…’ ‘No había lugar para él en el albergue’ …, ni siquiera en Navidad. Esta noche no pude dormir- dice Chiara. Este pensamiento me mantuvo despierta” Chiara confiesa que habría querido hacer de todo para darle valor a la Navidad y transmitir a todos el “misterio de amor” que esta fiesta encierra. “Que por lo menos en todas nuestras casas – auguraba- se grite Quién fue el que nació, festejándolo como nunca”. Ya desde hace algunos años, los niños que adhieren al ideal de la unidad se adueñaron del sueño de Chiara: colocar a Jesús Niño en el centro de la Navidad. Por este motivo se ponen a trabajar con canciones, estatuitas y pequeñas representaciones, recogiendo también donaciones para socorrer las tragedias  y el sufrimiento que pasan otros niños. Este año les darán prioridad a sus coetáneos de Filipinas y Siria. El que quiera participar en esta actividad puede informarse en el sitio: www.gen4.focolare.org, donde encontrará un póster que ilustra esta actividad.

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La aventura de la unidad: Los inicios /2

Continuación de “La aventura de la Unidad”/Los inicios/1

En los meses sucesivos Chiara se encuentra rodeada de jóvenes. Algunas de ellas quieren seguir su mismo camino: Natalia Dallapiccola la primera, después Doriana Zamboni y Giosi Guella; también Graziella De Luca y las dos hermanas Gisella y Ginetta Calliari; otra pareja de hermanas, las Ronchetti, Valeria y Angelella; Bruna Tomasi, Marilen Holzhauser y Aletta Salizzoni; … Y todo esto sucede a pesar de que el camino del focolar no estaba para nada definido, salvo por el “absoluto radicalismo evangélico” de Chiara.

En esos meses la guerra encrudece también en Trento. Ruinas, escombros, muerte. Chiara y sus nuevas compañeras se encuentran en los refugios antiaéreos cada vez que hay bombardeos. Es fuerte el deseo de estar juntas, de poner en práctica el Evangelio, después de aquella fulgurante intuición que las lleva a poner a Dios amor como el centro de sus jóvenes vidas. «Cada acontecimiento nos impresionaba profundamente –dirá más tarde Chiara-. La lección que Dios nos ofrecía mediante las circunstancias era clara: Todo es vanidad de vanidades, todo pasa. Pero, con-temporáneamente, Dios ponía en mi corazón, a nombre de todas, una pregunta, y con ella una respuesta: “Pero ¿existirá un ideal que no muera, que ninguna bomba pueda hacer caer, por el cual valga la pena donar todo de nosotros?”. Sí, Dios. Decididamente decidimos hacer de Él el ideal de nuestra vida».

En el mes de mayo, en un sótano de la casa de Natalia Dallapiccola, a la luz de una vela, leen el Evangelio, como ya es su costumbre. Lo abren casualmente, y encuentran la oración de Jesús antes de morir: «Padre, que todos sean una cosa sola» (Jn. 17, 21). Es un texto evangélico extraordinario y complejo, es el testamento de Jesús, estudiado por lo exegetas y por los teólogos de toda la cristiandad: pero algo olvidado en aquella época, por ser misterioso para la mayoría. Y después la palabra “unidad” había entrado en el vocabulario de los comunistas, que en cierto sentido reclamaban el monopolio. «Pero aquellas palabras parecían iluminarse una a una – escribirá Chiara-, y nos dejaron en el corazón la convicción de que habíamos nacido para “aquella” página».

Pocos meses antes, el 24 de enero, un sacerdote les pregunta: «¿Saben cuál fue el dolor más grande de Jesús?». Las muchachas responden según la mentalidad común de los cristianos de entonces: «El que sufrió en el huerto de los olivos». Pero en sacerdote replica: «No, Jesús sufrió más cuando grito en la cruz: “Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?”(Mt 27,46)». Impresionada por esas palabras, en cuanto quedaron solas, Chiara le dice a su compa-ñera: «¡Tenemos una sola vida, gastémosla lo mejor que podamos! Si el dolor más grande de Jesús fue el abando-no por parte de su Padre, nosotros seguiremos a Jesús abandonado». A partir de ese momento Él será para Chiara el único esposo de su vida.

El conflicto mientras tanto no deja tregua. Las familias de las muchachas en gran parte se ven desplazadas a los valles de las montañas. Pero ellas deciden permanecer en Trento: quien obligada por el trabajo o por el estudio, o, como Chiara, para no abandonar a las muchas personas que empezaban a sumarse. Chiara encuentra un techo en el apartamento número 2 de la Plaza de los Capuchinos, en la periferia de Trento, donde ella y algunas de sus nuevas amigas –primero Natalia Dallapiccola, y después poco a poco las otras- se transfirieren. Es el primer focolar: un modesto apartamento con dos ambientes en el anexo arbolado a los pies de la iglesia de los Capuchinos: lo llaman “la casita del amor”, o, simplemente, “la casita”.

Diciembre 2013

«Que el Señor les haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros»

Siendo el amor el centro de la vida cristiana, si no progresa, toda la vida del cristiano lo resiente,  languidece y después puede apagarse.

No basta con haber entendido la luz del mandamiento del amor al prójimo y ni siquiera haber experimentado el entusiasmo, sus impulsos y sus arrebatos a los inicios de la propia conversión al Evangelio. Es necesario hacerlo crecer manteniéndolo siempre vivo, activo, operativo. Y esto sucederá si se saben acoger, con mayor prontitud y generosidad, a las diversas ocasiones que la vida nos ofrece cada día.

«Que el Señor les haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros»

Para San Pablo, las comunidades cristianas deben tener la frescura y la calidez de una verdadera familia.

Es comprensible por tanto la intención del apóstol de advertir sobre los peligros a los que con mayor frecuencia se ven expuestos: el individualismo, la superficialidad, la mediocridad.

Pero San Pablo quiere prevenir también sobre otro grave peligro, estrechamente vinculado al precedente: el de apoyarse en una vida tranquila y ordenada, pero cerrada en sí misma.

Él quiere comunidades abiertas, ya que es propio de la caridad amar los hermanos en la fe y, al mismo tiempo, ir hacia todos, ser sensibles a los problemas y las necesidades de todos. Hace parte de la caridad saber acoger a cualquier persona, construir puentes, poniendo en relieve el positivo y uniendo los propios deseos y esfuerzos para el bien de los que muestran buena voluntad.

«Que el Señor les haga progresar y sobreabundar en el amor de unos con otros»

¿Cómo viviremos entonces la Palabra de vida de este mes? Será tratando de crecer también nosotros en el amor mutuo dentro de nuestras familias, de nuestro ambiente de trabajo, de nuestras comunidades o asociaciones eclesiales, parroquias, etc.

Esta Palabra nos pide una caridad sobreabundante, es decir, una caridad que sepa superar las medidas mediocres y las varias barreras provenientes de nuestro sutil egoísmo. Será suficiente pensar en ciertos aspectos de la caridad (tolerancia, comprensión, acogida recíproca, paciencia, disponibilidad al servicio, misericordia hacia las verdaderas o presuntas faltas de nuestro prójimo, comunión de bienes materiales, etc.) para descubrir tantas ocasiones para vivirla.

Después es evidente que, si en nuestra comunidad hay este clima de amor mutuo, su calidez se irradiará sin falta hacia todos. También aquellos que todavía no conocen la vida cristiana advertirán su atractivo la atractiva y muy fácilmente, casi sin darse cuenta, se sentirán involucrados al punto de sentirse parte de una misma familia.

Chiara Lubich

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Filipinas emergencia

Filipinas emergencia

Associazione Azione per un Mondo Unito – Onlus

presso Banca Popolare Etica, filiale di Roma

Codice IBAN: IT16G0501803200000000120434

Codice SWIFT/BIC CCRTIT2184D

Causale: emergenza tifone Haiyan Filippine

AZIONE per FAMIGLIE NUOVE Onlus

c/c bancario n° 1000/1060

BANCA PROSSIMA

Cod. IBAN: IT 55 K 03359 01600 100000001060

Cod. Bic – Swift: BCITITMX

MOVIMENTO DEI FOCOLARI A CEBU

Payable to : Emergency Typhoon Haiyan Philippines

METROPOLITAN BANK & TRUST COMPANY

Cebu – Guadalupe Branch

6000 Cebu City – Cebu, Philippines

Tel: 0063-32-25337280063-32-2533728

Bank Account name: WORK OF MARY/FOCOLARE MOVEMENT FOR WOMEN

Euro Bank Account no.: 398-2-39860031-7

SWIFT Code: MBTCPHMM

Causale: emergenza tifone Haiyan Filippine

Email: focolaremovementcebf@gmail.com

Tel. 0063 (032) 345 1563 – 2537883 – 2536407

Leggi anche: Filippine dopo il tifone (Città Nuova online)
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Venezuela: el comedor popular de Dominga

Desde hace varios años, Dominga, una voluntaria del Movimiento de los Focolares, de Valencia (Venezuela), administra un comedor popular para ancianos de su barriada.  La iniciativa nació para permitir que personas de la tercera edad, de escasos recursos, puedan tener una alimentación balanceada en un ambiente acogedor. Los ancianos llegan ya desde la mañana y pueden estar con personas de su edad, jugar dominó o ver televisión, pero, sobre todo, pueden estar en un ambiente donde se les da atención.

Dominga siempre está atenta a los ancianos que frecuentan el comedor y, cuando alguno deja de venir, va personalmente a visitarlo. A menudo lo encuentra en situaciones de abandono y sin posibilidad de moverse.

Últimamente los productos alimenticios para preparar la comida no llegaban con regularidad, de manera  que los ancianos quisieron ir a protestar contra el gobierno regional, y hacer presente que allí ellos no sólo reciben comida, sino que también son escuchados y amados personalmente.

Mientras tanto fue nombrada una nueva coordinadora del comedor. Apenas llegó, borró a algunos ancianos de la lista de beneficiarios del comedor, argumentando que cuando hizo la inspección ellos no estaban presentes y que se estaba pagando por personas que no recibían el servicio.

Empujada por el amor hacia estas personas, Dominga explicó con firmeza que los ancianos a los que se les quería quitar el servicio eran precisamente los más débiles y necesitados, porque tenían problemas graves de salud y por ende, ella entregaba la comida a sus familiares para que se las llevaran a su domicilio.

La lista de la coordinadora servía también para incluir a los ancianos entre los beneficiarios de una nueva pensión del gobierno nacional, por lo tanto, si los borraban, se cometía una grave injusticia.

En otra ocasión llegó al comedor un indigente que quería recibir comida. Naturalmente la comida se  podía dar sólo a quien estaba registrado, pero Dominga no podía  cerrarle la puerta en la cara. Escuchando la historia de Chiara Lubich y de sus primeras compañeras, aprendió que en cada pobre está Jesús. Entonces lo recibió en su casa, donde esa persona se pudo duchar y  le ofreció ropa limpia. Finalmente le dio de comer.

Cuenta Dominga: “Un día, dos señores estaban peleando entre ellos; trataba de tranquilizarlos pero no lo lograba. Recordé entonces una frase que había oído en la Iglesia: “Donde hay paz y amor allí está Dios”. Se las dije y enseguida hicieron silencio y se calmaron”.

En estas últimas semanas ha habido dificultades con los documentos de la Declaración de la Renta del comedor, que como asociación sin fines de lucro se tiene que hacer. El procedimiento es muy complicado. Pocos días atrás, una persona sensible, al saber lo bien que tratábamos a los ancianos en el comedor, ofreció su ayuda para tramitar esos documentos tan complicados, cada vez que fuera necesario.

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Aletta, testigo de los “primeros tiempos”

Al revivir los “primeros tiempos” del Movimiento de los Focolares, las anécdotas de Vittoria Salizzoni, una de las primeras compañeras de  Chiara Lubich, tienen el sabor de historias de familia y una presencia de lo divino que en su pureza y simplicidad encanta y edifica. Los hechos narrados dan testimonio del nacimiento de la aventura de quien cree en el Amor y deja todo por Dios, en medio de la destrucción de la guerra. Más conocida como Aletta, en el libro editado por Città Nuova, ella –la tercera de ocho hermanos- cuenta:

«Mi hermana Agnese, para ir a trabajar a la ciudad, pasaba todos los días por la “busa dei frati”, un refugio antiaéreo excavado en la Plaza Cappuccini donde, en caso de alarma, muchas veces iba Chiara Lubich con otras chicas. Allí leían y dialogaban sobre el Evangelio. Agnese estaba fascinada ante ese nuevo modo de hablar, por la alegría que veía en Chiara y en todas las chicas y me contó su impresión, pero no recuerdo que me hubiese hablado de sus ideales; así, sin saber casi nada, la idea de encontrarme con esas chicas casi no me atraía.

La tenacidad de una amiga me indujo a ir a visitar a esas jóvenes “pero fui sólo para darle gusto”. Así, el 7 de enero de 1945 llegué a la Plaza Cappuccini n°2 de Trento. Lo primero  que vi entrando en la “casita,” fue a una chica que estaba cerca de la pileta de la cocina  amasando pan. Me pareció que había un ángel en esa habitación. Me la presentaron: “Es Natalia, está haciendo en pan blanco con harina de verdad, porque una de nosotros sufre del estómago”. Esa escena me impresionó. Me gustó mucho. Percibí el amor.

Aquél fue un momento decisivo para mi vida. No soy una persona que decide de inmediato y mi naturaleza es directa, pero ese día cambié totalmente. Quedé completamente sin palabras ante el  ambiente que encontré. Estaba encantada de cómo se presentaban, de cómo se movían. En la habitación de al lado, donde había una modestísima pero bella recámara sólo con los colchones, encontré a Chiara que estaba peinando a Graziella. Le estaba haciendo una trenza gruesa, que después le amoldó en la cabeza como si fuera una corona.

Observaba a estas coetáneas mías. Intuí que habían “entendido” a Dios, radicalmente. Su elección no transmitía nada pesado, solemne o austero. Su vida estaba animada por un gran entusiasmo y, siendo jóvenes, todo lo vivían como si fuera un juego. Era, se podría decir, un Dios en versión juvenil. Todo me parecía grande, nuevo, divino. Allí había Amor. Estaba Dios. Yo lo sentí.

Un día, Chiara me explicó cuán radical era su vida: “¿Ves? La vida es breve, como un relámpago. De un momento a otro cae una bomba y podemos morir. Entonces nosotros hicimos el pacto de darle todo a Dios, porque tenemos sólo una vida y cuando nos presentemos delante de Él queremos ser todas suyas. Por eso nos casamos con Dios”.

Esta frase penetró íntimamente en mi corazón. Estaba segura de que también Dios me llamaba a casarme con Él. Esto me dio alas, me cambió la vida: también yo estaba llamada a una aventura bellísima para  transmitir a todos».

8° Forum de los jóvenes en la UNESCO: ideas que se convierten en acción

En los trabajos del pasado 8º Forum de los jóvenes de la UNESCO,  realizado en París del 29 al 31 de octubre, asistieron por primera vez los Jóvenes por un Mundo Unido, en representación del Movimiento de los Focolares con el United World Project. Son quinientos los jóvenes, de 150 países, de todo el mundo, que participan de este  “taller” de los jóvenes y para los jóvenes. A partir de 1999, se reúnen cada dos años. El Forum, que  es parte integrante de la Conferencia General de la UNESCO, tiene como objetivo crear sinergias entre las organizaciones de las Naciones Unidas y  otras organizaciones e instituciones públicas que trabajan en el sector juvenil.

La temática central del 8º Forum, “Los jóvenes y la inclusión social: el compromiso civil, el diálogo y el desarrollo de competencias”, fue elegida después de una encuesta online realizada a 2500 jóvenes. En sintonía con la estrategia operativa elegida por la UNESCO en una encuesta  sobre la juventud del período 2014-2021, se formularon recomendaciones que fueron presentadas a los 195 Estados miembros de la Unión, en la 37ª Conferencia General de la UNESCO que se reunió desde el 5 al 20 de noviembre pasado.  Este año los jóvenes eligieron 15 proyectos de acción –IED (Inversión Extranjera Directa) para las cinco “regiones” UNESCO- que llevarán el sello: “Youth Forum UNESCO”.

Stella, Anne Cecile y Joaquín, provenían de Hong Kong, Francia y Argentina respectivamente. Constituyeron la delegación de los JMU (Sección juvenil de la ONG New Humanity, ndr.) cuya participación fue avalada por el trabajo que se está desarrollando con el United World Project (UWP) -Proyecto Mundo Unido-  lanzado en el Genfest de Budapest hace un año. El proyecto  promueve la fraternidad universal en varios ámbitos y sectores. Ya existían diversos contactos entre el UWP y la UNESCO. En los meses pasados, los jóvenes  se habían vinculado con 11 comisiones nacionales.  Son pasos de un conocimiento recíproco continuo.

La sede central de la UNESCO de París “se vio invadida y revolucionada – nos cuentan los JMU- por la presencia de los jóvenes voluntarios convocados para la preparación del Forum”. La labor, realizada en grupos de trabajo y en plenarias, se caracterizó por el intercambio de experiencias y de buenas prácticas. Entre todas las recomendaciones surgidas, hubo una muy bien recibida, que partió de los Jóvenes por un Mundo Unido: “La promoción de espacios de participación intergeneracional, un fruto de la vida para la fraternidad”, afirma Joaquín.

En la clausura, explica Anne Cecile, el presidente de la Conferencia General, Katalin Bogyay, quien participó en el Genfest de Budapest, “habló en su discurso de ‘Ubuntu’, que quiere decir ‘yo soy porque nosotros somos’ y es una máxima de la cultura africana, que se encuentra en la esencia  del Proyecto ‘Sharing With  Africa.’ (Compartiendo con África) que es la próxima etapa del Proyecto Mundo Unido que se desarrollará el 1º de mayo en Nairobi.  “Sus palabras –continúa la joven francesa- resonaron en nosotros de forma particular”, porque “estas ocasiones nos permiten ver – concluye Stella- que hay un camino hacia el mundo unido también aquí. Somos distintos, pero todos estamos igualmente comprometidos en resolver los problemas juntos, como en una sola familia”.

 

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Jesús Abandonado, luz para la teología

En Capua, en los alrededores de Nápoles, el 25 de noviembre, Maria Voce ha mantenido la Lectio Magistralis durante del Año Académico del Instituto Superior de Ciencias Religiosas “San Roberto Bellarmino” de la ciudad de Capua. Ha desarrollado, en presencia de Obispos de diversas diócesis de la región Campania, uno de los puntos básicos de la espiritualidad de la unidad “Jesús Abandonado, luz para la teología”. La presidente de los Focolares señala “los aspectos más destacados”, ya que – como ella dice – “no se puede agotar en breve tiempo toda la riqueza de la doctrina contenida en este argumento en la espiritualidad de Chiara Lubich”. Este es un fragmento de su Lectio:

«Quisiera empezar con un fragmento de una carta que Chiara escribió a una amiga en el lejano 1946. Fragmento emblemático, en el que se lee:

“Ves (…), yo soy un alma que pasa por este mundo.

He visto muchas cosas bellas y buenas y sólo esas me atrajeron siempre.

Un día (indefinido día) vi una luz. Me pareció más bella que las demás cosas bellas y la seguí. Me di cuenta que era la Verdad”.

Jesús en la cruz. Venido a la tierra para llevar de nuevo a los hombres (que se había alejado de Dios por el pecado) a la plena comunión con Él, toma sobre sí todo aspecto negativo del hombre: sus dolores, sus angustias, su desesperación, sus penas, sus pecados…, haciéndose Él mismo, que era el Inocente, similar al hombre pecador. “Con el fin de devolver al hombre el rostro del Padre, Jesús tuvo no sólo que asumir el rostro del hombre, sino también cargarse incluso del ‘rostro del pecado”, dice Juan Pablo II.

Estamos a principios del Movimiento, en 1944, todavía en plena Segunda Guerra Mundial. En una circunstancia especial, un sacerdote le dice a Chiara que, en su opinión, el mayor dolor de Jesús fue cuando estando en la cruz gritó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mt 27,46). Fue inmediata la conclusión de Chiara: si esa fue la culminación del dolor, sin duda también fue la culminación de su amor por nosotros.

Desde entonces, se siente llamada a ser, junto con sus primeras compañeras, y luego, a cuantos seguirían su Ideal, la “respuesta de amor” a ese grito.

Jesús abandonado se le manifiesta, por tanto, como “la viva demostración del amor de Dios aquí en la tierra”.

Lo evidencia muy bien una conocida “canción” de alabanza y gratitud, fluida espontáneamente de su corazón, dedicada precisamente a Jesús Abandonado:

“Para que tuviésemos la Luz Te hiciste ciego.

Para que tuviésemos la unión probaste la separación del Padre.

Para que poseyésemos la Sabiduría Te hiciste ‘ignorancia’.

Para que nos revistiésemos de inocencia, te hiciste ‘pecado’

Para que esperásemos, casi Te desesperaste….

Para que Dios estuviese en nosotros Lo probaste lejos de Ti.

Para que el Cielo fuese nuestro, sentiste el Infierno.

Para darnos una vida feliz en la tierra, entre más de un centenar de hermanos, fuiste expulsado del Cielo y de la tierra, de los hombres y de la naturaleza.

Eres Dios, eres mi Dios, nuestro Dios de amor infinito”.

Por este amor infinito que Jesús, en el abandono en la cruz, tuvo por cada uno de los hombres de la tierra, todos nuestros dolores han sido transformados, cada vacío ha sido llenado, cada pecado redimido. Nuestra lejanía de Dios ha sido superada en la reencontrada comunión con El y entre nosotros.

En Jesús Abandonado está encerrada, por lo tanto, la clave para penetrar y dar una respuesta al misterio más profundo que rodea la vida del hombre y de toda la humanidad: el misterio del dolor y del sufrimiento.

Es un gran misterio éste, que toca profundamente el corazón de Chiara:

“Jesús en la tierra… – escribe con emoción palpable – nuestro hermano Jesús… Jesús que por nosotros murió entre ladrones: Él, el Hijo de Dios, equiparado a los demás. ‘(…) Si viniste entre nosotros, es porque nuestra debilidad te atrajo, nuestra miseria te hirió de compasión’. Sin duda no existe un padre o una madre terrenal que esperen a un hijo perdido y lo hagan todo para su regreso como el Padre celestial”.

Del misterio que Jesús vivió en la cruz, Chiara ve emanar una luz capaz de iluminar y dar sentido a cada experiencia de dolor y de abandono que el hombre pueda vivir. Y habla de ello con facilidad, con la confianza de que, desde que Jesús Abandonado se le manifestó, le parecía que lo descubría en todos los lugares:

“Él, su rostro, su misterioso grito, parecían colorear cada momento doloroso de nuestras vidas”.

“La oscuridad, la sensación de fracaso, la aridez desaparecían – señala Chiara -. Y se empezaba a entender cuánto es dinámicamente divina la vida cristiana que no conoce el aburrimiento, la cruz, el dolor, más que de paso, y hace disfrutar de la plenitud de la vida, que significa resurrección, luz, esperanza, incluso en medio de las tribulaciones”».

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Diálogo y legalidad: María Voce en Italia del Sur

«Es emblemático que una ciudad reconozca como símbolo de paz a  una mujer de profunda fe como Chiara Lubich y que 10 años después, un gobierno de otro partido político valore su herencia”. El nuevo obispo de Capua, Salvatore Visco,  saludó de esta manera a la multitud presente en el teatro Garibaldi en S. María Capua Vetere (cerca de Nápoles) reunida para el evento “Chiara Lubich mujer del diálogo».

«A partir de vuestra ciudad se puede cambiar el mundo, porque los hechos que ustedes relataron demuestran la profunda transformación ocurrida en muchos de ustedes». Esta es la convicción de María Voce, presidente de los Focolares, al dirigirse a los jóvenes y a su compromiso concreto contra la ilegalidad y otras llagas sociales, a favor de la protección del medio ambiente, y su deseo de asumir en primera persona la responsabilidad de su propia ciudad.

«No es un diálogo abstracto entre personas o religiones- aclara María Voce-, sino que es un diálogo que tiene la capacidad de perdonar, porque somos hermanos e hijos del mismo Dios». Es muy aguda la reflexión del filósofo Aldo Masullo, quien define el diálogo como «el camino para superar la desesperación de la soledad, porque la guerra nace a partir de la desesperación, mientras que la paz se basa en la confianza que tiene como raíz la veracidad»

Nasser Hidouri, Imán de la Mezquita de San Marcellino (en Caserta) atestiguó que la vida nace del «no tenerle miedo a las diferencias» y del «no dejarse condicionar por los problemas que crea la minoría violenta», siendo conscientes de que «las preguntas que hoy no tienen respuesta, la encontrarán mañana a través de nuestros hijos»

Alberta Levi Temin, de 90 años y miembro de la Asociación “Amistad Judío-Cristiana”, sobreviviente de la persecución nacista ocurrida en el gueto de Roma cuando era una niña, ve a la humanidad “como una pirámide de múltiples caras en su base, constituida por religiones, pueblos, culturas que conducen al vértice, Dios, el cual se encuentra a la misma distancia de cada uno”.

Luego del testimonio de Antonio Casale, director del “Centro Fernándes” que se ocupa de recibir a los inmigrantes, sobre todo a los que proceden de África sub-sahariana, dijo: “Más importante que las camas, las comidas, las medicinas que proporcionamos, es el compromiso de devolver a cada uno su propia dignidad”.

En la problemática situación económica y social de la región, resuena el eco positivo de la voz del empresario antiextorsión Antonio Diana, cuyo padre fue asesinado por la camorra: “Se puede formar una empresa sin amoldarse a las normas de la corrupción ni aceptar chantajes”, dispuestos incluso a pagar con la propia vida. Una velada que mostró los frutos de un diálogo abierto a 360 grados, y que transmitió a los participantes, la esperanza de que un futuro mejor depende de la contribución que cada uno ofrezca en el momento presente.

 El domingo 24 de noviembre, Nápoles recibió más de 2000 personas de la comunidad de los Focolares, procedentes de la zona de Campania, Puglia, Basilicata, con representantes también de Albania. Empezaron con el saludo y agradecimiento del alcalde de Nápoles, Luigi de Magistris. Seguidamente tuvo lugar un diálogo abierto con María Voce y el copresidente Giancarlo Faletti. El tema era el compromiso y la responsabilidad civil y política, elecciones que se deben realizar en momentos cruciales en la juventud, como por ejemplo enfrentar los dolores y las dificultades de la vida, la formación de las nuevas generaciones, el impulso y las perspectivas del Movimiento que se pone al servicio de la humanidad para contribuir a la realización del “Que todos sean uno”

El 25 de noviembre, en Capua, María Voce presentó la Lectio Magistralis  sobre “Jesús Abandonado, luz para la Teología” inaugurando así el Año Académico del Instituto Superior de Ciencias Religiosas “San Roberto Belarmino”, con la presencia de Obispos de varias diócesis de Campania.

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Una Mariápolis de altura

Bolívar, a 3200 metros sobre el nivel del mar. En este pueblito andino de Perú, que queda   a 25 horas de viaje en autobús,  de Lima, se realizó por primera vez la Mariápolis en el pasado mes de agosto. “Un sueño que se hizo realidad y que nos hizo experimentar el amor especial de Dios” fue el comentario de algunos de los participantes.  

Para esa ocasión el pueblo entero se vio involucrado en la novedad del acontecimiento y las personas procedentes de otras comunidades fueron huéspedes de los pobladores. Fue impresionante ver la dignidad de las personas, que vestían los trajes típicos, los mejores que tenían, como en los días de fiesta.

Algunos de los 190 participantes, para poder pagar la estadía de la Mariápolis, pusieron en acción una actividad difundida en esa zona, el “trueque”, contribuyendo alguno con dos atados de leña, otro con una bolsa de papas o cebollas u otras verduras.

La numerosa presencia de jóvenes y adolescentes – casi el 60% de los presentes- dio un tono característico a las jornadas. Olga María y Walter, focolarinos, que participaron en la organización escriben: “Cuando comenzamos a cantar la primera canción, poco a poco se agregaron algunas chicas y al final toda la sala participaba y el escenario se llenó de jóvenes y niños felices”

El programa se centró en el arte de amar, con ejemplos y experiencias de la vida cotidiana. Un momento vivido con intensidad se desarrolló alrededor del tema del perdón, con una ceremonia penitencial precedida por la lectura de un escrito de Chiara Lubich.

El último día, todos, grandes y pequeños, quisieron comunicar por escrito la experiencia vivida durante esos días. Laurita, quinceañera, escribe: “La Mariápolis fue muy importante para mi, porque aprendimos a amar, compartir, ver a Jesús en el otro. Chiara nos enseña a vivir en familia”. Jhayro Jhulián, de 7 años, dice: “De ahora en adelante me portaré bien y obedeceré a mis padres. Creo más en Dios e iré a Misa todos los domingos”. Deicy, de 38 años: “Estos días me ayudaron a dar un nuevo rumbo a mi vida, sin pensar sólo en mis problemas, sino viviendo al servicio de los demás y siguiendo el ejemplo de Jesús concretamente” Edgar, 42 años: “Aprendí a amar al prójimo y a perdonar. Me siento más sereno y unido a Dios”.

“Llegando a Bolívar – concluyen Olga María y Walter- tuvimos la idea de dibujar en la pared del salón una gran ciudad, en la cual, después de algunos gestos de amor cumplidos por los participantes, se pintaba un sector. Al final de la Mariápolis la ciudad estaba muy colorida y linda, fruto del amor recíproco que había contagiado a todos”

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La aventura de la unidad: Los inicios/1

Silvia, este es el nombre de bautismo de Chiara Lubich, nace en Trento el 22 de enero de 1920, es la segunda de cuatro hijos. El padre, Luigi, comerciante de vino, ex tipógrafo antifascista y socialista, irreductible adversario político de Benito Mussolini. La madre, Luigia, tenía por una fuerte fe tradicional.  El hermano mayor, Gino, después de los estudios de medicina participa en la Resistencia con las célebres Brigadas Garibaldi, para después dedicarse al periodismo, a escribir en el periódico “L’Unitá”, del partido comunista de entonces..

Con 18 años, Silvia obtiene con excelentes calificaciones el diploma de maestra de primaria. Quiere seguir estudiando, y por eso intenta entrar en la Universidad Católica. En vano: Termina siendo la 34 sobre los 33 cupos de admisión gratuita disponibles. Sí, porque en la familia Lubich no había dinero suficiente para permitirse estudios en otra ciudad. Silvia se ve obligada a trabajar. A partir del año escolar 1940-1941 da clases en la Opera Seráfica de Trento.

Un viaje, en 1939, será el punto de partida decisivo de su experiencia humano-divina: «Fui invitada a un con-greso de estudiantes católicas en Loreto –escribe Chiara-, donde está custodiada según la tradición, en una gran iglesia-fortaleza, la casita de la Sagrada Familia de Nazaret… Participo en un colegio en el curso con todas las demás; pero, cada vez que puedo, corro allí. Me arrodillo junto al muro ennegrecido por las lámparas. Algo nuevo y divino me envuelve, es casi como si me aplastara. Contemplo con el pensamiento la vida de los tres (…). Cada pensamiento me pesa, me estruja el corazón, las lágrimas caen sin control. En cada intervalo del curso, corro siempre allí. Es el último día. La iglesia está repleta de jóvenes. Me pasa por la mente una idea clara, que nunca se borrará: serás seguida por una legión de vírgenes».

Volviendo a Trento, Chiara encuentra a sus estudiantes y al párroco que había estado muy cer-ca de ella en esos meses. Él, apenas la ve tan radiante, una chica verdaderamente feliz, le pregunta si había encontrado su camino. La respuesta de Chiara es aparentemente (para él) una desilusión, porque la joven sólo sabe decirle cuáles son las vocaciones que no advierte como “suyas”, es decir aquellas tradicionales: ni el convento, ni el matrimonio, ni la consagración en el mundo. Nada más.

En los años de la visita a Loreto de 1939 a 1943, Silvia sigue estudiando, trabajando y comprometida al servi-cio de la Iglesia. Cuando se hace terciaria franciscana, asume el nombre de Chiara.

En 1943, Chiara tiene veintitrés años, mientras va a buscar la leche a un par de kilómetros de su casa, en lugar de sus hermanitas que no habían aceptado la invitación de la mamá porque hacía mucho frío, pasando por la localidad conocida como Virgen blanca, advierte, precisamente mientras pasa bajo el puente del ferrocarril, que Dios la llama: «Date toda a mí». Chiara no pierde tiempo, y con una carta pide permiso para donarse totalmente a Dios, a un sacerdote cappuccino, el Padre Casimiro Bonetti. Lo obtiene después de un coloquio profundo. Y el 7 de diciembre de 1943, a las 6 de la mañana, se consagra. Ese día, Chiara no tenía en su corazón ninguna intención de fundar algo: simplemente se “casaba con Dios”. Y esto era todo para ella. Sólo más tarde se le atribuyó a esa fecha el inicio simbólico del Movimiento de los Focolares.

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En París, nuevo paso de “Juntos por Europa”

Los congregados fueron 125 responsables de 46 Movimientos y comunidades de diversas Iglesias, de 13 países europeos – desde Rusia a Portugal, desde Dinamarca a Eslovenia. El encuentro fue la ocasión para intercambiar las experiencias comunes y delinear perspectivas para el futuro.

Este año se tomó como objetivo uno de los puntos programáticos del mensaje final de Stuttgart 2007.  Los puntos son conocidos como “Los siete SI”  , y desde aquel momento constituyen las líneas básicas para la acción de Juntos por Europa”: Sí a la solidaridad con los pobres y los marginados, cercanos y lejanos.  Ellos son nuestros hermanos. Pedimos a nuestros gobiernos y a la Unión Europea que se comprometan decididamente a socorrer a los pobres y que trabajen por el desarrollo de los países menos favorecidos, en especial por los países de África”

Es un tema de gran actualidad, en especial por los recientes hechos dramáticos que ocurrieron en la zona del Mediterráneo, en los cuales se vio la solidaridad concreta de muchos ciudadanos y el impulso de las instituciones nacionales y europeas en avanzar hacia un mundo más fraterno.

Las Comunidades y los Movimientos manifestaron a través de variada colaboración que están mancomunados en un compromiso hacia y junto a los más necesitados. No se trata sólo de gestos de solidaridad, sino de signos de amistad y fraternidad. Jean Vanier, fundador de la  “Comunidad de Arche”, donó su experiencia.  Comenzó con estas palabras: “Jesús dice: ´El reino de Dios es como un banquete de bodas´ – todos estaban demasiado ocupados- y el rey que hizo la invitación mandó a sus empleados a buscar a los cojos por los caminos y  las encrucijadas- es esto lo que he tratado de vivir en mi vida”. Jean Vanier se dedica en especial a los discapacitados mentales a quienes considera “el pueblo más oprimido”. “Ellos me cambiaron; yo vi que el Reino de Dios está en ellos”. Ahora son 140 las comunidades ecuménicas e interreligiosas, en las cuales los “frágiles y los fuertes” viven juntos.

Durante el encuentro parisino hubo momentos de oración de los católicos, de los evangélicos y de los ruso-ortodoxos, con su grupo coral característico, que demostraron la variedad de expresiones de la fe.

Los “Amigos” de Juntos por Europa recorrieron el camino emprendido a través de  los grandes eventos de Stuttgard 2004, 2007 y Bruselas 2012. Eli Folonari del Movimiento de los Focolares afirmó: “Recordando la expresión de Chiara Lubich,´la partitura está escrita en el cielo´, nos damos cuenta de que -a través de la escucha recíproca-,  la experiencia más hermosa de estas etapas anteriores, es la profunda comunión que se he construido entre los Movimientos de distintas Iglesias. Y es este testimonio común de los cristianos, el que nos ha conducido a concretar iniciativas en el campo político y social, emprendimientos que Europa hoy necesita para que el mundo crea”.

¿Proyectos para el futuro? “Está previsto ofrecer un aporte en el 2016 – agrega Eli Folonari- a través de un congreso que se realizará probablemente en una ciudad de Alemania, para que el camino de comunión transitado  hasta ahora, sea visible”

En mayo de 2014, el Comité de Orientación se reunirá en Dillingen, Alemania, para retirar el Premio Europeo St. Ulrich edición 2014, otorgado este año a “Juntos por Europa”.

Variar el lugar de encuentro de los “Amigos” de Juntos por Europa es también una ocasión para profundizar el conocimiento recíproco. En esta oportunidad se reunieron en  la Capilla de la estación del metro de Montparnasse, confiada a la comunidad de San Egidio, para rezar juntos y conocer su trabajo en el corazón de París; la Comunidad Emmanuel, fundada por el Abbé Pierre, y la sede de Acer-Mjo (Acción cristiana de estudiantes rusos- Movimiento de la Juventud Ortodoxa), donde fueron recibidos por el joven Presidente Cyrille Sollogoub.

A cargo de  Gabri Fallacara

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Natalia Dallapiccola: una biografía

“Me dispongo a escribir esta biografía en “puntas de pie” y con un cierto temor”. Así comienza el prólogo, Matilde Cocchiaro, autora del libro sobre la biografía de Natalia Dallapiccola, la primera compañera de Chiara Lubich. En la historia de los Focolares, Natalia tuvo un rol particular. Tan especial que Chiara una vez dijo, que si no hubiese encontrado a una persona como ella, ya preparada por Dios, tal vez nunca hubiera comenzado esta vida, tan revolucionaria, basada en el Evangelio.

Por su amor incansable hacia todos, vivido siempre con la radicalidad de los comienzos, Chiara le dio  el sobrenombre de “Anzolon”, que en dialecto trentino significa “gran ángel”

Fue determinante su rol en la difusión del ideal de la unidad en los países del Bloque Comunista, más allá de la “Cortina” y en el campo del “diálogo interreligioso”, por el que puso en juego todo su talento y energía durante 30 años, hasta los últimos días de su vida terrenal.

Nichiko Niwano, presidente del movimiento budista japonés Rissho Kosei-kai, en el prólogo afirma: “Natalia fue durante largos años la ‘ventana abierta’ que nos unió con el Movimiento de los Focolares… prodigando en esta tarea los mejores talentos de su corazón y de su mente… Como dice un antiguo dicho: “Conoce el pasado y descubrirás lo nuevo”. Significa: examina la historia, estudia atentamente la tradición y obtendrás una nueva sabiduría. Por lo tanto, no deseo otra cosa y auguro que esta biografía de Natalia sea una guía preciosa en el camino hacia el futuro”

El 1º de abril de 2008 partió para el Cielo. Falleció apenas 18 días después de Chiara. Muchos tuvieron palabras de gratitud y aprecio hacia Natalia: “Entre Natalia y yo – dijo el Rabino David Rosen de Jerusalén – existía un profundo vínculo. Custodiaré siempre como un tesoro su amable y noble espíritu (…)”

Desde India, Shantilal Somaiya, Kala Acharya y Lalita Namjoshi, de Somaiya Bharatya (hindúes) dicen: “Recordamos con gran reverencia la visita que ella hizo a nuestro Instituto y  su forma de ser silenciosa, pero tan eficaz en la conducción de nuestros encuentros de diálogo”.

Desde Skopje, Azir Semani, en nombre de los amigos musulmanes de Macedonia, se dirige directamente a ella: ¡Gracias por tu mano siempre protectora!… Nosotros hemos acogido plenamente tu invitación: ‘Que todos sean uno’. La voz de Dios a través tuyo fue el llamado de amor y de confianza por el cual nosotros musulmanes, somos honrados en poder caminar juntos, hacia el mundo unido. ¡Que tu amor sea bendito!”

Monseñor Miloslav Vlk, Cardenal emérito de Praga, quien durante muchos años fue responsable de los Obispos amigos del Movimiento de los Focolares, comenta: “Puedo sinceramente decir que Natalia fue una madre del Ideal de la unidad para nuestra tierra. Con su vida, sin muchos discursos, dejaba que transparentara la luz del carisma recibido por Chiara, que ella nos transmitía en toda su profundidad. En 1968, encontrándose Natalia en las montañas de Tatra, – continúa el Cardenal– a casi seis horas de distancia de Checoslovaquia, organizó la primera Mariápolis. Oficialmente la Mariápolis era “algunos días de vacaciones” y, para evitar los controles de la policía, se realizaban largas caminatas, luego nos deteníamos y ella nos contaba algo….La vida que nos presentaba era genuina, verdadera. Cada uno de los presentes quedaba impactado por su sencillez totalmente mariana. Su amor conquistaba porque era natural y sobrenatural al mismo tiempo”.

“Natalia no dejó su historia escrita, pues estaba siempre en la tensión de amar y donarse a cada prójimo -concluye la autora del libro- . He tratado de reconstruirla… ha sido insustituible la colaboración de las primeras focolarinas y de los primeros focolarinos, que, junto con ella, vivieron con Chiara Lubich los albores del Movimiento. Pude transmitir, también algunos pensamientos espirituales de Natalia, pensamientos preciosos, escritos con su puño y letra en papeles sueltos o transmitidos verbalmente a alguien que trabajaba con ella, recogidos luego por testigos oculares y reconstruidos con fidelidad”

(Matilde Cocchiaro, “Natalia: la primera compañera de  Chiara  Lubich”, Editorial Città Nuova , Roma, 2013. Colección Città Nuova Per).

Email: info@focolare.org

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Austria: Religiones por la paz

En representación de culturas religiosas que expresan en forma diferente su anhelo de Absoluto: baha’i, budistas, cristianos, judíos, jainistas, hindúes, representantes de religiones aborígenes y tradicionales, musulmanes, sikhs, sintoístas y zoroastrianos, alrededor de seiscientos delegados de todas partes del mundo participaron en Viena, del 20 al 22 de noviembre, de la IX Asamblea general de Religiones por la paz (WFP) La Asamblea fue precedida por una conferencia promovida por el Rey Abdullah Bin Abdulaziz del International Centre for Interreligious and Intercultural Dialogue (KAICIID). Si trata de un Centro internacional para el diálogo interreligioso y cultural, fundado por iniciativa de Arabia Saudita, España y Austria que considera que es importante el papel de la Santa Sede como organismo fundador, aunque sea sólo en calidad de observador. «Welcoming the other» (“Acoger al otro”), es el lema de la IX Asamblea. Se presenta como un desafío en un mundo donde, debido a los procesos migratorios y  de la globalización, hay una confrontación entre pueblos, culturas, credos y costumbres sociales distintas. Propone la promoción, en contraposición a la tendencia creciente de considerar a quien es diferente con hostilidad, de la tolerancia y la acogida del otro, haciendo progresar así la dignidad humana. María Voce, actual presidente de los Focolares, es a partir de este año, Co-presidente del Consejo Mundial de RfP, junto a otros 49 representantes de distintas religiones y culturas, entre los cuales se incluyen el Rev. Nichiko Niwano (budista, Presidente de la Rissho Kosei-kai, Japón), El Rabino David Rosen, (judío, Presidente del Comité Judáico Internacional de Consultación Interreligiosa), Mme. Cissé Hadja Mariama Sow (musulmana, Presidente de las Mujeres Musulmanas de Guinea) y la Dra. Agnes R. Abuom, (anglicana, del Comité Ejecutivo del Consejo Mundial de la Iglesias, Kenia). «Acoger al otro –una visión multireligiosa de la paz… es un argumento de extrema actualidad en el mundo de hoy», dijo en su intervención María Voce, pero subrayó que «es necesaria la conversión del corazón. Y es aquí donde  las religiones juegan un papel fundamental. Ellas deben ofrecer, desde lo más profundo de sí mismas, la fuerza espiritual para conducir a la humanidad a la solidaridad y a la paz; deben promover iniciativas capaces de renovar las relaciones no sólo a nivel individual, sino también entre las personas de distintas razas, nacionalidades, culturas». «Chiara Lubich, a quien represento hoy, -prosiguió la Presidente- y que apoyó mucho a Religions for Peace, prodigó toda su vida para construir la unidad de la familia humana. Ella había tomado esta inspiración de la oración de Jesús: “Que todos sean una cosa sola” (Jn. 17,21). Siguiendo la enseñanza y el ejemplo de Chiara, desde los inicios del Movimiento, veíamos en cada persona, en el otro diferente de mí, a un compañero de viaje, a un hermano,con quien teníamos que presentarnos a Dios. Chiara nos invita a:  “Dirigir siempre la mirada al único Padre de tantos hijos. Para después mirar a todas las criaturas, como hijas de un sólo Padre: Dios”». Y  antes de ofrecer dos eficaces testimonios que confirman la convicción de Chiara Lubich, concluyó diciendo: «El amor al prójimo no tiene su raíz en una filantropía cualquiera, sino en el hecho de que todos somos hijos del mismo Padre. Y si somos hijos del mismo Padre, somos todos hermanos». “Chiara Lubich y las religiones” será además el tema del congreso previsto para marzo de 2014 en la Universidad Urbaniana, con motivo del 6° aniversario de su nacimiento al cielo. Religiones por la paz, nació como una Conferencia mundial de religiones por la paz. Trabaja desde 1970, para favorecer procesos de paz y encontrar una respuesta inmediata a cuestiones urgentes de la humanidad.


Prensa: “Recibir al otro” para construir la paz


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Cárceles en Italia, desarrollar la relación

«Entre  muchos episodios, voy a relatar uno. Los muchachos están en el corredor paseando. Uno de nosotros ve a un ‘recién llegado’. Tiene la mirada asustada, inmóvil. Nuestro compañero se acerca y le dice: “¿Qué te pasa?”, el otro está enmudecido. Él lo comprende perfectamente: fue también su experiencia. Le dice: “Dale, ¡ven a mi celda que te ofrezco un buen café!” Mientras lo está preparando, sigue: “Mira, aquí se la pasa bien, hoy hay sol y además encontraste un amigo, ¿qué más quieres de la vida?”. El día de los coloquios casualmente los dos están en la misma habitación. El hijo y la esposa del ‘recién llegado’ se levantan y le agradecen por la amistad donada a su familiar».

Es el relato de P.B. que trabaja como voluntario en la cárcel de Padua, testimonio de una dignidad que varios episodios ponen en evidencia y que nace de pequeños gestos cotidianos. Esta experiencia se contó en el ámbito del primer taller, para los funcionarios y demás  implicadose en el tema penitenciario de Italia. Fue organizado por el Movimiento Humanidad Nueva (de los Focolares), junto con la red internacional Comunión y Derecho (CeD).El encuentro se realizó el 9 y 10 de Noviembre pasado en Castelgandolfo (RM)

Cincuenta personas, entre voluntarios que trabajan en las cárceles, docentes, un trabajador social, una ex presidiaria, un magistrado de la contraloría del Poder Judicial, un ex presidente del tribunal ya jubilado. Estaba presente también un sacerdote anglicano con la esposa, que, junto con otros, quiere ahondar en el tema. Ellos son los protagonistas de este primer seminario: un taller muy actual por la situación carcelaria que vive Italia,  recientemente denunciada por el Presidente de la República Giorgio Napolitano.

Algunas estadísticas: existen 45.647 plazas en las cárceles frente a 65.831 personas presas, hay un excedente de más de 20.000 personas que se encuentran descontando su pena en situaciones humanamente insoportables por el hacinamiento y por las más elementales normas de higiene,  sin hablar de los casos de violencia y de abusos que notoriamente se producen en estos ambientes. ¿Cómo responder a esta situación?

«Hemos tratado de entrar en el sufrimiento, y, a veces nos encontramos con la impotencia humana frente a estas situaciones» – cuenta Francesco Giubilato, trabajador social. «Nos abocamos a lo esencial: la persona y la relación. La persona con sus sufrimientos, sus necesidades y sus expectativas, tanto del preso, como de la guardia penitenciaria, y también del funcionario carcelario incluyendo sus familias y la comunidad. La auténtica relación, la que alivia la soledad y el dolor y que a veces cura. La relación que atiende las necesidades y es creativa al brindar soluciones, dentro del respeto de la norma».

El programa del taller puso en relieve las diversas experiencias que hay en Italia para responder a esta situación. Como la de G.D., quien hizo un año de servicio civil con La Asociación “La fraternidad”, dentro de la Cárcel de Montorso, en Verona. Y sigue trabajando como voluntario de la Asociación en el “Centro de Escucha” a familiares de los presos conociendo, y atiende también  las necesidades de los ex detenidos. O como Alfonso Di Nicola quien trabaja en las cárceles romanas. Estas experiencias muestran que existe un punto crítico, que se vincula a la dificultad de relaciones entre todos los sujetos implicados, y al mismo tiempo demuestra que la interacción, si se vive en la dimensión de la fraternidad, puede cambiar radicalmente las personas y el ambiente.

Gianni Caso, Presidente Agregado Honorario emérito de la Corte de Casación  abrió otro frente que es el de la información. Información verdadera, honesta, que permita el crecimiento de la conciencia de los ciudadanos y que sacude las conciencias a fin de promover o modificar la ley y su aplicación en una dimensión de justicia, equidad y respeto de la dignidad humana.

 

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Rod Gorton: amarse recíprocamente, ápice de la caridad

Rod Gorton, focolarino casado, nos dejó el 14 de noviembre 2013 después de un accidente, mientras hacía un acto de amor. Nacido en Boston (USA) en 1933, conoció el Ideal de la unidad en los años ’60. Su infancia se vio marcada por la separación de sus padres: “Con seis años, me encontré sin papá y, debido al ambiente familiar, sin Dios”. En ese período lo ayuda la pasión por la música. Con 20 años entra en la Academia Naval para convertirse en Oficial de la Marina de los Estados Unidos. El reglamento prevé la obligación de participar de las celebraciones dominicales en la iglesia de preferencia y es así que Rod escucha hablar por primera vez de Dios. Nacen los primeros interrogantes y se pregunta: “¿Todos están locos? ¿O estoy loco yo?”. Después de una búsqueda llena de dudas, se da cuenta de que dentro de sí algo ha cambiado: “¡Cree!”. Pero descubre las contradicciones de la nueva vida porque no encuentra personas que tomen en serio el Evangelio. Al convertirse en oficial de la Marina empieza a viajar por el mundo. Se siente atraído por los misioneros que encuentra en varios países y, después de 4 años, entra en un seminario para hacerse sacerdote misionero. Pero está todavía en búsqueda…

Rod con Chiara Lubich durante su visita a
Loppiano en 1971

En la Revista Living City, que encuentra de casualidad, lee un artículo de Chiara Lubich: “Si quieres conquistar una ciudad al amor de Cristo… Toma un grupo de amigos que tengan tus mismos sentimientos, únete a ellos en nombre de Cristo… prométanse amor perpetuo y constante…”. Aquí está lo que había buscado toda su vida. También encuentra la invitación a una Mariápolis y allí queda fuertemente impresionado por la realidad de familia que experimenta entre todos: “Blancos, negros, amarillos, jóvenes, ancianos, ricos, pobres… Para todos ellos,  el Evangelio era la base de todo”. En noviembre de 1966 parte para la ciudadela de Loppiano, donde forma parte durante 6 años del conjunto musical Gen Rosso. Es muy bueno tocando la guitarra acústica, la trompeta y la armónica. Aludiendo a las promesas evangélicas, escribe: “Aquí he encontrado el céntuplo en padres, hermanos, casas y además, he conocido a mi Dios: Jesús en su abandono. Él (que ha transformado el dolor en amor) ha iluminado todo por qué de mi vida y en Él he encontrado la ‘clave’ para formar una familia”. Con simplicidad y franqueza Rod está siempre en actitud de donación, muy atento a las necesidades de cada uno, característica que mantuvo durante toda la vida.

La familia Gorton

Un día encuentra a Marzia, de Austria: “Con pocas palabras nos entendimos; ambos teníamos la misma llamita en el corazón: formar una familia para Dios”. Escribe a Chiara Lubich: “Porque he dicho sí primero a Dios, puedo decir sí a Marzia”. Rod y Mazia se casan en enero de 1972 en el Centro del Movimiento, en Rocca di Papa, en un encuentro de focolarinos casados. Entre los testigos de la boda están Igino Giordani, Spartaco Lucarini y Chiara, que da a la nueva familia una Palabra de Vida: “Ámense como yo los he amado” (Jn. 13,34). De su matrimonio nacen Cielo, Clarence, Sara, Peter, Giovanna y Pina. Siempre disponibles y generosos, donan sin medida su vida en muchas iniciativas de la ciudadela de Loppiano, donde residen. Sobre todo se comprometen a acompañar a los cientos de familias que por allí pasan. Muchas  personas quedan impresionadas por su amor y por su testimonio. “Ahora pensamos en Rod en la alegría sin fin –escribe María Voce –  seguros de que desde allá arriba seguirá acompañando a Marzia y a sus hijos que tanto ha amado”. Así como pensamos que nos acompañará a todos nosotros que estamos en camino trabajando, como hizo él, por la fraternidad universal.

Proyecto Lempira

Perú: una escuela en los Andes

«Parto de Lima con un mapa en la mano. Un amigo me había marcado las etapas principales del recorrido: Trujillo, Cajamarca, Celendin y finalmente Bolívar. En total, 31 horas de viaje. Las últimas 12 horas por calles de tierra. El autobús, lleno de personas amontonadas entre bolsas de arroz y otras cosas, llega a destino a las 10 y media de la noche. Mientras bajamos, un grupo de personas entona canciones; parece un comité de bienvenida y con gran estupor me doy cuenta de que ¡están cantando para mí! Las últimas horas de viaje las hice en la oscuridad sin darme cuenta del lugar en que me encontraba. A la mañana siguiente, cuando me despierto, me encuentro delante de un panorama maravilloso. Me digo a mí mismo: ¡llegué al paraíso!».

Quien nos cuenta esto es Walter Cerchiaro, italiano, que se encuentra en Perú desde hace 6 años. Después de su primer viaje, fue varias veces a Bolívar para encontrar a la comunidad de los Focolares. Ahora repararon algunas calles y ¡el viaje dura sólo 25 horas!

En esta pequeña ciudad que se encuentra a 3.200 metros de altura, se está encaminando un nuevo proyecto de la AMU (Acción Mundo Unido). Los habitantes de Bolívar son casi 2.500 y hay otros esparcidos en 30 comunidades de su territorio vastísimo. El párroco de Bolívar, el Padre Emeterio, cura “de frontera” y autor del proyecto, va a visitarlos una o dos veces por año. A veces emplea dos días de cabalgata en mula. Aquí la mula es lo equivalente a un auto (En Bolívar los automóviles se cuentan con los dedos de una mano)

«Algunas personas viven de la agricultura – cuenta Walter-. Cultivan papas, heno para los animales y  hay también alguna vaca lechera. Algunos encuentran trabajo en los entes públicos (en la escuela o en el municipio) pero la mayor parte de los adultos busca trabajo en la costa: los hombres como campesinos, las mujeres como domésticas en alguna casa de familia. La consecuencia de esta situación es evidente: en Bolívar están sólo los niños y los ancianos»

«El Padre Emeterio los conoce a todos y se dio cuenta de que muchos niños no asistían a la escuela pública. La razón es evidente: los padres viven en chacras (pequeños lotes de campo) y se necesitan manos para trabajar, también las de los niños. Hace dos años el párroco comenzó una escuela en los locales de la parroquia.  Desarrolló un trabajo capilar. Visitó familia por familia, asegurándoles que también daría  una comida a los niños. Posteriormente alquiló una casa porque el espacio de la parroquia no era suficiente. En poco tiempo ¡los niños llegaron a ser 80! Para poder llegar, algunos caminan todos los días durante horas y horas.

En Perú, el gobierno asegura el pago de los sueldos a los maestros, así como los de las escuelas privadas, si se dan garantías adecuadas. La escuela ya recibe este subsidio. Existe sin embargo la necesidad de garantizar la continuidad de la actividad escolar, y el hecho de tener locales alquilados no facilita las cosas. Por ejemplo, ya después de los primeros tres meses de actividad tuvieron que mudarse, porque el propietario necesitaba la casa. El proyecto tiene como objetivo garantizar la continuidad de las actividades escolares. Por esta razón se construirá una escuela nueva, que contará con once aulas más la secretaría. Podrán asistir casi 250 niños y muchachos. Será escuela primaria y secundaria. El terreno para construir la escuela ya está; es el de la parroquia. Es un terreno amplio que se adapta muy bien».

«No hay rivalidad con la escuela pública porque somos muy conscientes de que no logramos llegar a todos. No hay un personal disponible que pueda visitar familia por familia y hacer el trabajo de sensibilización hacia el estudio que hizo el Padre Emeterio».

«Además – concluye Walter- se vislumbra ya otro objetivo. Hay una franja de territorio más amplia y lejana, desde la cual los niños no pueden llegar a la escuela ni siquiera con largas horas de caminata. Para ellos se necesitaría un ambiente protegido, una casa-familia que los aloje, con personal calificado. ¿Es un sueño? Tal vez, o, más bien, es una segunda fase del proyecto. ¡Veremos! »

Fuente: AMU Noticias  n. 4/2013

Info: www.amu-it.eu

Proyecto Lempira

Emergencia Filipinas/2

Todavía se están sumando víctimas, damnificados y heridos a las cifras que la tempestad Hayan ha dejado tras de sí en muchas localidades de Filipinas. «En Manila los fuertes vientos destecharon las casas. Muchas personas tienen sus residencias destruidas, pero eso es nada en comparación con lo sucedido en Tacloban y en Cebú City. Estamos tratando de hacer algo concreto por ellos». Escribe Tita la responsable del Proyecto Bukas Palad de AFN Osfl, que surge en los barrios de Tramo y Tambo en la capital. Nacido en 1987 gracias a un grupo de médicos, dentistas y enfermeras de los Focolares, coadyuvados por personas del lugar, actualmente cuenta con 12 programas distintos de desarrollo de la infancia (instrucción preescolar y primaria, alimentación, asistencia sanitaria, actividades recreativas). Además ofrece ayuda a las familias, asistencia psicológica, microcrédito para el mejoramiento habitacional, administra un Centro Social que cuenta con un ambulatorio y laboratorios de distinto tipo. «Estamos yendo a las ciudades de Sigma y Aklan a distribuir alimentos, ropa y artículos de primera necesidad –escribe Ding, focolarina de Cebú –. Consideramos importante empezar cuanto antes la reconstrucción de las casas que quedaron completamente destruidas en las dos ciudades». Se está llevando adelante un operativo gracias a la colaboración de las Asociaciones “Acción Familias Nuevas” y “Acción por un Mundo Unido”. «Queremos informar a quienes ayudan a los niños del proyecto “Apoyo a Distancia” de Tambo, Tramo, Sulyap y La Union – prosigue Tita – que afortunadamente Metro Manila y Luzón no se vieron afectadas por el tifón. Nuestras comunidades locales están ayudando a las víctimas a través de varias iniciativas: un signo de amor concreto y solidaridad entre todos». «Apenas nos estábamos recuperando del terremoto, ¡cuando llegó este terrible tifón!» – escribe Gina, del proyecto de Mabolo, siempre en Cebú –. El tifón afectó especialmente las islas de Leyte y de Samar  dejando una auténtica devastación. No se logran contar los muertos… y ¡¡falta todo, todo!! Estamos rogando que la ayuda llegue y se pueda distribuir porque las calles están intransitables. En Tacloban, la capital de la isla de Leyte, hay muchos miembros de los Focolares. ¡Gracias a Dios, estamos descubriendo poco a poco que todos están vivos!». «De algunas personas todavía no tenemos noticias – informa Alessandra, también ella focolarina de Cebú –, pero la búsqueda prosigue. No es fácil porque no hay comunicación, ni medios de transporte, ni seguridad. La gente está deseperada y muchos han saqueado los negocios para llevar comida y artículos de primera necesidad. Mi experiencia más fuerte es compartir de cerca el dolor de tantas personas, la dolorosa suspensión al no tener noticias de sus seres queridos, la pérdida de todo. En este marco, emerge fuerte el amor que nos une, la ayuda concreta que podemos darnos unos a otros». En Tagaytay, Salib es la responsable del proyecto que ofrece alimentación, prevención y atención médica; funciona también un preescolar y un Centro Social: «Gracias a todas las oraciones, empezando por la del Santo Padre, estamos sanos y salvos. Muchas personas han perdido todo, y les falta agua y comida. «En Davao, en el sur de Filipinas, todos estamos bien –  tranquiliza Mercy, quien coordina el proyecto del barrio San Isidor –. Esta mañana supimos que algunos de nuestros amigos están a salvo, pero todavía no sabemos de todos…». Puedes ayudar: Asociación Acción por un Mundo Unido en  Banca Popolare Etica, filial de Roma. Código  IBAN: IT16G0501803200000000120434 Código  SWIFT/BIC CCRTIT2184D Causal: emergencia tifón  Haiyan Filipinas Acción por FAMIGLIE NUOVE OnlusBanco c / n° 1000/1060 BANCA PROSSIMA Código   IBAN: IT 55 K 03359 01600 100000001060 Código   Bic – Swift: BCITITMX

FOCOLARES – CEBU Causal: emergencia tifón  Haiyan Filipinas METROPOLITAN BANK & TRUST COMPANY Cebu – Guadalupe Branch 6000 Cebu City – Cebu, Philippines Tel: 0063-32-2533728 Account name bancaria:  WORK OF MARY/FOCOLARE MOVEMENT FOR WOMEN Euro Account name bancaria:  398-2-39860031-7 SWIFT Code:  MBTCPHMM Causal: emergencia tifón  Haiyan Filipinas Email: focolaremovementcebf@gmail.com
Proyecto Lempira

Visita del Papa Francisco al Quirinal

La noticia de la visita del Papa Francisco al Estado italiano, el 14 de noviembre de 2013, donde fue recibido por el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, encabezó los titulares de los diarios de todo el mundo.  La Prensa internacional enfatizó el clima del encuentro desarrollado en el palacio del Quirinal: un clima sencillo de cordial amistad y de valores compartidos, lo cual fue evidente en ambos discursos.

Fue notoria la participación de la sociedad civil.

Esta visita despertó el interés de los ciudadanos. Lo demuestran los centenares de personas que saludaron con alegría el ingreso del auto papal en el palacio presidencial. En el interior, para recibir al Papa Francisco, había una delegación del gobierno, varios representantes del mundo empresarial y académico, y algunas personalidades significativas en el ámbito social, por su compromiso en proyectos sociales a favor de los pobres, los que sufren, los últimos.

Por el Movimiento de los Focolares estuvieron presentes María Voce y Giancarlo Faletti.

“Todo se desarrolló de forma oficial y al mismo tiempo en una ‘atmósfera cordial’ – fue lo primero que dijo María Voce-. Me gustó especialmente el saludo del Presidente Napolitano, sea porque expresó gratitud hacia el Papa Francisco por su particular capacidad de llegar al corazón de los hombres, como también por la dimensión personal de las relaciones que establece. El Presidente consideró importante subrayar el patrimonio cristiano presente en los valores que formaron Europa y admitió la trágica situación que vive Italia al acentuarse una crisis que involucra la política. Venía en evidencia la esperanza, llena de confianza, de que el mensaje del Papa ayude a superar los particularismos en vista del bien común. En ambos discursos, era evidente que nos encontramos ante interrogantes que nos interpelan a todos y por lo tanto también las respuestas serán comunes, si bien en ámbitos diferentes y con métodos distintos”.

Por su lado, el copresidente Faletti destacó la impresión de haberse encontrado dentro “una página de historia de la humanidad, vinculada sin lugar a dudas a la historia italiana. Resultó evidente, como lo subrayaron las palabras y el testimonio de Napolitano y del Papa Francisco, que lo que incide en la historia es y será fundamentalmente la capacidad de entrar en diálogo”.

“Mirar a las personas de forma individual, una a la vez”, dijo el Jefe de Estado, reconociendo como “carácter distintivo” de la misión pastoral del Papa Francisco una “fuerte consideración por la persona”, el saber “comunicarse con la gente común”, el transmitir “a cada uno y al mismo tiempo a todos, los valores del mensaje cristiano”, “sobre todo, el mensaje del amor hacia los demás”, para combatir “la difusión del egoísmo, de la insensibilidad social, del más desprejuiciado culto del provecho personal”.

Concluyendo, el augurio del Papa Francisco para Italia fue: que el país, “nutrido por su rico patrimonio de valores civiles y espirituales”, sepa encontrar “la creatividad y la concordia necesarias para su armonioso desarrollo, para promover el bien común y la dignidad de cada persona ofreciendo a la asamblea internacional un aporte a la paz y la justicia”.

Discurso del Papa Francisco: lee el texto integral

Discurso de Giorgio Napolitano: lee el texto integral