
Roma: “Alberto, Carlo – No existe un amor más grande”

Hace algunos años mi marido y yo nos hicimos cargo de una pequeña empresa mecánica, con 6 empleados y una numerosa clientela. Era un pequeño sueño que se realizaba, también por el hecho que así podíamos asegurar un futuro laboral a nuestros hijos. Si bien los clientes nos habían dado todas las garantías de que nada cambiaría, ya en los primeros seis meses de actividad nos hemos topado con la dura realidad del trabajo autónomo: discontinuidad, burocracia y también algún intento solapado de corrupción. Para nosotros era importante respetar la legalidad ignorando estas solicitudes pero, a causa de esta actitud y a la crisis del sector del automóvil, en el arco de un año nos hemos dado cuenta de que la facturación de la empresa era la mitad de lo previsto. Así que nos hemos encontrado con muchas deudas que pagar, sin recursos y, consecuentemente, hemos tenido que enfrentar la durísima opción de despedir a gran parte de los obreros, dándoles el tiempo para encontrar un nuevo trabajo. También nos vimos obligados a vender las máquinas para poder darles todo lo que les correspondía. Hemos vivido todo esto como un fracaso pero no nos hemos rendido. Alrededor de nosotros la comunidad de los Focolares, de la cual formamos parte desde hace algunos años, nos sostenía con la oración y nosotros nos hemos puesto en manos de Dios para que nos guiara en nuestras decisiones. La providencia no se ha hecho esperar. Se presentó la ocasión de cambiar el sector de trabajo, lo que nos daba más garantías de continuidad; mi padre puso a nuestra disposición una suma de dinero para hacer frente a lo más urgente; un representante nos ha dejado en uso una maquinaria por largo tiempo y los proveedores nos favorecían con pagos a plazos. Así, poco a poco, nos hemos recuperado.
El fruto más hermoso de este periodo fue que nuestros hijos crecieron dando valor a las cosas importantes, como el elegir una vida sobria y poder experimentar así el amor de Dios por medio de muchos pequeños pero importantes signos. Todo esto ha reforzado la cohesión de nuestra familia. El 2009 ha marcado el inicio de la crisis económica a nivel internacional y, por lo tanto, también nosotros lo hemos advertido mucho. A veces el desaliento nos ha ganado pero hemos seguido adelante entre mil dificultades sin tener ninguna seguridad en el mañana, pero siempre confiando en la providencia que nos ha sorprendido en muchas ocasiones. Por ejemplo, aquella vez en que estábamos muy preocupados pues ¡no habíamos recibido ni siquiera un pedido! He pedido a las voluntarias de mi grupo, con las cuales comparto la espiritualidad de los Focolares, que recen y, al final de la mañana, el fax ha empezado a imprimir 72 páginas de pedidos! Realmente hemos comprobado personalmente la potencia de la oración y lo concreto que es el amor de Dios hacia nosotros.
Este verano un cliente nuestro, que nos pedía trabajos de vez en cuando, nos había solicitado una producción importante, que duró un par de meses pero que, para el futuro, anunciaba la posibilidad de fuertes pedidos y, por lo tanto, de la tranquilidad económica que soñábamos desde hacía tiempo. Hacia el final de este trabajo, descubrimos que las piezas producidas se iban a emplear en la industria de las armas pesadas. Corrían ante nuestros ojos las imágenes de desesperación de tantos prófugos que huyen de las guerras en sus países. Elegir no aceptar trabajar para aquella empresa fue difícil, porque nos hubiera asegurado el trabajo por muchos meses, pero no dudamos. Lo que nos ha hecho más felices ha sido que nuestro hijo, que ha empezado a trabajar con nosotros, ha estado completamente de acuerdo y estamos seguros de que la providencia de Dios, que hemos experimentado muchas veces durante estos años, no nos faltará.
«Dado que las guerras se originan en el espíritu de los hombres, es en el espíritu de los hombres que se debe afirmar la defensa de la paz». Así lo expresa el preámbulo del acto constitutivo de la Unesco, en su sede de París, donde el próximo 15 de noviembre, se recordará a Chiara Lubich y el compromiso del Movimiento de los Focolares en favor de la paz. Proponemos algunos de los escritos sobre la paz de Igino Giordani, quien en su existencia conoció dos guerras: «Las heridas sociales se llaman guerras, discordias que lastiman el tejido social con llagas que a veces no parece posible cerrar. El alma antigua, en sus mejores momentos, suspiraba por la paz, “si vis pacem, para bellum [si quieres la paz prepara la guerra], decían los romanos; pero en el espíritu evangélico la verdadera paz no es la procurada por la guerra, sino la que germina de una disposición pacífica, de una concordia de los ánimos. No se hace el mal para obtener el bien. “Si quieres la paz, prepara la paz”. También aquí se renueva este dicho, edificando como plataforma a la paz, la caridad, hecha para vivificar, no las armas, hechas para matar. La caridad, moviéndose, genera fraternidad, igualdad, unidad, y elimina envidias, soberbia y discordias, tendiendo a unificar a los hombres en una familia con una sola mente. La vida humana es sagrada. ¡No matar! ¡No vengarse! Ama al enemigo. Nada de ley del talión…. La humanidad que siguió a Cristo comprendió el mensaje que cantaron los ángeles, según leemos en el Evangelio, la noche de su nacimiento: “Paz en la tierra”. Basta que exista uno que ame la paz. Es la primera condición de las relaciones humanas. Jesús oponía a generales y héroes ensangrentados a los héroes pacíficos, que se vencían a sí mismos, que suscitaban las paz en sí, con los ciudadanos, con los extranjeros; creaba un heroísmo nuevo y más arduo; el de evitar la guerra bajo todas sus formas, truncando continuamente su dialéctica con el perdón y la reconciliación. Esta paz es fruto de la caridad, esa caridad por la cual se nos impone amar también a los enemigos, también a los que nos calumnian: ella impide las rupturas o las repara. En régimen de amor la discordia es un absurdo, un renegar de sí mismos; y aquel que la provoca, se pone sin duda fuera del espíritu de Cristo, y se queda fuera hasta que no restaura la concordia» Igino Giordani, El mensaje social del cristianismo, Editorial Città Nuova, Roma (1935) 1966 pp. 360-368
En 1956, Hungría fue invadida por el ejército soviético, luego de la insurrección que fue reprimida de forma cruenta. En ese entonces, Chiara Lubich, respondiendo al llamado de Papa Pio XII, escribió un mensaje que se convirtió en la “magna carta” de la nueva vocación que florecería en el interior del Movimiento de los Focolares: “los voluntarios y las voluntarias de Dios”, hombres y mujeres formados en la Espiritualidad de la unidad, que se comprometen a llevar a Dios en la sociedad con el propio testimonio, en los distintos ámbitos en los que se desenvuelven. Del 28 al 30 de octubre, se reunieron en Castel Gandolfo (Roma), 1840 voluntarias y voluntarios procedentes de toda Italia. «Hay muchas ganas de jugársela por nuestro país y se siente una fuerte necesidad, que ya no se puede aplazar, de superar la fragmentación y ponerse concreta y definitivamente en red, para que las buenas prácticas puedan llegar a ser estímulo, ayuda y apoyo recíproco; como nunca es fuerte la exigencia de compromiso intergeneracional para ser una respuesta común, concreta y replicable, a los desafíos y a los sufrimientos de nuestra sociedad». Éste fue el comentario de una joven participante que resume las tres jornadas vividas intensamente. El mensaje de María Voce, presidente de los Focolares, marcó la apertura del Congreso, animando a todos para que sean testigos del carisma de la unidad en sus expresiones más concretas y con la mirada fija en la oración de Jesús “que todos sean uno”. La parte candente del congreso se abrió con algunas reflexiones y testimonios orientados a profundizar en el nuevo tema propuesto este año a todo el Movimiento: “Jesús Abandonado, ventana de Dios, ventana de la humanidad”.
Impactante el testimonio de Pina y Tanina, dos voluntarias de Lampedusa quienes, casi con un hilo de voz por la emoción, relataron verdaderos actos de heroísmo cotidiano, al afrontar con fuerza y sencillez la acogida de miles de refugiados desembarcados en la pequeña isla en estos últimos años: «Los sentimos como nuestros a estos hermanos africanos antes de entregarlos a la humanidad; y cuando salen de aquí para esparcirse en el mundo, nos invade una gran conmoción por el futuro incierto que los espera». Riccardo Balaarm, periodista, cuenta cómo nació el compromiso con los jóvenes de la selección paraolímpica de natación, a partir de la sufrida experiencia de discapacidad de su hijo y presentó el testimonio de Arjola Trimi, medalla de plata en los 50m estilo libre en Rio (Brasil).
En las tardes, 150 grupos abordaron 35 temáticas: la formación, el compromiso en lo social y en política; la economía, la salud y la ecología, el arte, etc. Todos ámbitos en los que los voluntarios se miden cotidianamente, y a través de los cuales tratan de realizar la vocación de los “primeros cristianos del siglo XX”, tal como la llamaba Chiara Lubich: laicos que viven el Evangelio con el mismo ardor de los primeros cristianos, decididos a gastar su vida para construir un mundo unido. Un momento solemne fue la firma del acta constitutiva, en presencia de P. Andrea De Matteis, vicario del Obispo y canciller de la diócesis de Albano, a través de la cual los voluntarios asumen el compromiso de ser promotores del proceso de canonización de uno de los “primeros cristianos” de nuestros tiempos, Domenico Mangano, voluntario de Viterbo fallecido en el 2001. https://youtu.be/EDCfdVUGa6s
Tal vez fue por la participación del Papa Francisco y de los máximos representantes de la Federación luterana mundial. Tal vez fue por las palabras tan impactantes de la Declaración conjunta que se leyó en la catedral de Lund (ciudad de 115.000 habitantes en el sur de Suecia). O tal vez fue por la gran participación del pueblo. El hecho es que el éxito del evento en el que se conmemora el Vº centenario de la Reforma superó cualquier expectativa, también por su impacto en los medios de comunicación. « Cristo desea que seamos uno, para que el mundo crea», proclamaron juntos luteranos y católicos, convencidos de que «el modo en que nos relacionamos unos con otros da forma a nuestro testimonio del Evangelio». La mirada del Documento se dirige hacia el futuro y a lo cotidiano: salir de sí mismos, de la propia comunidad, de la propia iglesia para emprender acciones comunes «en el servicio, defendiendo los derechos humanos y la dignidad, especialmente la de los pobres, trabajando por la justicia y rechazando toda forma de violencia». Un propósito de trabajar juntos «para acoger al extranjero, para socorrer las necesidades de los que se ven forzados a huir a causa de la guerra y la persecución, y para defender los derechos de los refugiados y de los que buscan asilo» y para la defensa de toda la creación «que sufre explotación y los efectos de la codicia insaciable». Una Declaración que se vuelve global en el llamado final a los católicos y a los luteranos del mundo entero para que «todas las comunidades y parroquias Luteranas y Católicas» sean «valientes y creativas», olvidando los conflictos del pasado porque «la unidad entre nosotros guiará la cooperación y hará más profunda nuestra solidaridad». La Reforma de Lutero en Suecia fue introducida por motivos meramente políticos. El rey Gustav Vasa tomó el control de la Iglesia y fue sólo en el año 2000 que se dio la separación entre Estado e Iglesia. A lo largo de los siglos, el luteranismo adquirió muchos matices que se reflejan en las distintas características nacionales. . Sin embargo, más allá de la historia de cada país, vemos que hoy se abre camino la “Reforma de la unidad” querida con convicción por ambas iglesias, la luterana y la católica. Una reforma destinada a convertirse en cultura popular y por lo tanto posible. La misma se fundamenta en 5 compromisos: 1) Partir siempre de la perspectiva de la unidad y no del punto de vista de las divisiones; 2) Dejarse continuamente transformar por el encuentro con los demás; 3) Buscar una unidad visible elaborando juntos pasos concretos; 4) Redescubrir la fuerza del Evangelio; 5) Testimoniar juntos la misericordia de Dios. Estos compromisos llevan a testimoniar la belleza de ser cristianos en la diversidad, precisamente porque lo que nos une es mucho más de lo que nos separa. Es ésta la convicción que ha orientado también la larga amistad entre los Focolares y los luteranos y la acción de muchos otros movimientos. Entrevistamos a Antje Jackelen, la primera mujer arzobispo de la iglesia luterana sueca (61 años, casada con dos hijas) y le preguntamos acerca de la contribución de los movimientos. Nos dijo que éstos «son ecuménicos en su misma configuración, por lo cual con los movimientos se han derribado los prejuicios». Agregó que el evento de estos días «es también el fruto de 50 años de diálogo y de trabajo conjunto». Por la tarde, en el Malmö Arena, repleto con 10 mil personas, se alternaron los testimonios: Pranita (India), Hector Fabio (Colombia), Marguerite (Burundi), Rose (Sudán de Sur), Antoine (Siria). Ellos, más que muchos discursos, demostraron que ya existe una colaboración entre las iglesias, con acciones comunes a favor de la creación, de la justicia social, de los niños, para ayudar a los pobres, los campesinos, las víctimas de las guerras. «Que estas historias – concluyó el Papa – nos animen y nos brinden un nuevo impulso para trabajar cada vez más unidos. Cuando volvamos a nuestras casas, llevemos con nosotros el compromiso de hacer cada día un gesto de paz y de reconciliación, para ser testigos valientes y fieles de la esperanza cristiana». De las palabras, a los hechos. Para ser verdaderos, para ser creíbles.
Caritas Internacional, fuertemente empeñada en la asistencia a la población civil martirizada desde hace años por la guerra que se prolonga ya desde hace cinco años, ha organizado, el pasado 31 de octubre, una jornada mundial de oración por Siria. Al mismo tiempo, el Papa Francisco y otros líderes religiosos presentes en Suecia para la apertura de las celebraciones de los 500 años de la Reforma, han rezado juntos por la paz en Oriente Medio y, en particular, por el pueblo sirio. «Mientras el pueblo sufre, increíbles cantidades de dinero se invierten para procurar armas para los combatientes y algunos de los países que proveen de armas, son también los que hablan de paz. ¿Cómo se puede creer a quien con la mano derecha te acaricia y con la izquierda te golpea?», amonesta el Papa en su fuerte video-mensaje a favor de la campaña promovida por Caritas Internacional. Después de alentar a todos a vivir con decisión el Año de la Misericordia, el Santo Padre insiste con fuerza en que “la paz en Siria es posible”, invitando a los grupos eclesiales, a las parroquias, a las comunidades a promover todas las iniciativas posibles de sensibilización «para difundir un mensaje de paz, de unidad y de esperanza». Y añade: «A la oración tienen que seguir, después, las obras de paz».
Son muchas las comunidades que han respondido al llamamiento del Papa. Especialmente la comunidad cristiana de Damasco se reunió en oración el domingo pasado, 30 de octubre, creyendo en la fuerza de la misma para obtener el don de la paz. Escriben algunos miembros de la comunidad de los Focolares que han participado en la iniciativa: «En una iglesia abarrotada, estábamos presente fieles de todas las iglesias, católicos, ortodoxos y evangélicos, el Nuncio Apostólico y algunos obispos. En estos momentos, como nunca antes, se siente la fuerza de la oración, la unidad es tangible, hay una fuerte esperanza de que pronto se restablezca la paz. Los scouts, venidos de toda Siria, al final de la oración, han presentado en la plaza algunos documentales sobre la paz y canciones, haciéndonos vivir un momento de alegría, con fuegos artificiales y lanzando globos».
“Siria: la paz es posible”, ésta es la invitación del Papa Francisco a todos los fieles y a las personas de buena voluntad; invita a dirigirse «a aquellos que están involucrados en las tratativas de paz, de manera que tomen en serio estos acuerdos y se comprometan a facilitar el acceso a la ayuda humanitaria». Y concluye: «Unamos las fuerzas, a todos los niveles, para hacer de manera que la paz en la querida Siria, sea posible». En el sitio Caritas Siria (http://syria.caritas.org/) es posible encontrar todo el material para adherir y difundir la campaña por la paz en Siria. #peacepossible4syria https://www.youtube.com/watch?feature=youtu.be&v=E-Q-8rThyUY&app=desktop
En Castelgandolfo (Roma), además del congreso para los adherentes del Movimiento de los Focolares que se desarrolló del 27 al 29 de enero de 2017 está previsto: – 6-8 de abril de 2017 (de jueves en la mañana a sábado después del almuerzo) con llegada el 4 o el 5 en la noche (con posibilidad, para las personas que lo soliciten, de participar en la audiencia con el Papa el miércoles 5 de abril). El tema de los dos Congresos es: “Jesús abandonado: ventana de Dios, ventana de la humanidad”.
En Castel Gandolfo (Roma), están previstos dos congresos para los adherentes del Movimiento de los Focolares. 27 – 29 de enero de 2017 (desde el viernes en la mañana al domingo después de almuerzo) con la llegada el 26 en la noche 6 – 8 de abril de 2017 (desde el jueves en la mañana al sábado después de almuerzo) en la llegada el 4 o el 5 en la noche (con la posibilidad, para las personas que lo solicitan, de participar en la audiencia del Papa el miércoles 5 de abril) El tema de los dos congresos será: “Jesús abandonado: ventana de Dios, ventana de la humanidad”.
Era el 22 de octubre de 1991 cuando el Santo Sínodo de la Iglesia Ortodoxa, lo eligió por unanimidad para que fuera Arzobispo de Constantinopla-Nueva Roma y Patriarca Ecuménico. El recién elegido Patriarca ya había conocido a Chiara Lubich en los años en que, como diácono, estudiaba en Roma y en los repetidos viajes de Chiara a Estambul para visitar al Patriarca Atenágoras y, sucesivamente, al Patriarca Demetrio. Estuvo presente en varios de aquellos encuentros y, sobre todo del carisma profético de Atenágoras, había heredado esa pasión por la unidad de la Iglesia por la cual Chiara también vibraba con un vigor particular. Con el correr de los años, la amistad espiritual y la comunión fueron creciendo. El Patriarca visitó a Chiara cuando ella se encontraba internada en el Hospital Gemelli de Roma, algunos días antes de su fallecimiento, llevándole su bendición… Recordamos también la visita de octubre de 2015 a Loppiano, donde recibió el primer doctorado honoris causa en Cultura de la Unidad por el Instituto Universitario Sophia. Un mes después fue él quien recibió en la Escuela teológica de Halki (Estambul) al 34º encuentro ecuménico de los obispos amigos del Movimiento.
Este aniversario se vive por lo tanto con gran participación y alegría de todo el Movimiento. Es difícil hacer un balance exhaustivo de estos 25 años de trabajo paciente y tenaz, manso y generoso. “25 años benditos”, así los define María Voce, en un breve video mensaje. La Presidente de los Focolares expresa sentimientos de “gratitud a Dios por los dones que El le ha concedido”, por ser “guía iluminada para Su iglesia”, pero también por “involucrar a muchos en el pensamiento y en la acción concreta (…) en favor de la vida, de la creación, del diálogo, de la paz y de la construcción de la fraternidad universal”. Sábado 22 de octubre: un ambiente de fiesta en la Iglesia de S. Giorgio, la Sede del Patriarcado Ecuménico, en Estambul. Lo que pasa es que se celebra la Divina Liturgia, momento culminante de las celebraciones de este Jubileo. En griego moderno “efcharistó” es el término que se usa para decir “gracias”. Y tal vez ninguna otra palabra exprese mejor el agradecimiento a Dios por el don que El hizo a la Iglesia y al mundo a través de este hombre. En presencia de numerosos metropolitas provenientes de diversos países y vinculados al Patriarcado Ecuménico, del vicario apostólico Rubén Tierrablanca de Estambul y de un Mufti Dede Bektasi de Albania, el Patriarca hace un balance de estos años como siervo humilde y agradecido.
Monseñor Nicholas Wyrwoll, evidencia la importancia de este cuarto de siglo bajo su guía: «Muchísimas cosas cambiaron. Bartolomé ahora es reconocido como Patriarca Ecuménico, un título que no se podía nombrar ni siquiera en la Liturgia. Un cambio notable fue el del Santo Sínodo, que es el órgano de gobierno más importante de la Iglesia Bizantina. Antes, los miembros provenían de Turquía, ahora son invitados del mundo entero y se alternan con una periodicidad de seis meses. Él supo involucrar a la minúscula comunidad griega que quedó en Turquía y a las autoridades turcas en la restauración de muchas iglesias y monasterios, conservando y valorizando el enorme patrimonio cristiano de este país. Además está su interés por la salvaguardia de la Creación. Colaboró con todas las religiones; es un líder escuchado a nivel mundial. En la homilía, el Patriarca subrayó la importancia del diálogo y de la comunión: «Somos de distinta cultura, de distinta historia, de distintas experiencias -afirmó-; la expresión común de nuestra fe no se encuentra en las palabras, sino en la oración común”. Y saludó cordialmente al Mufti de Albania. Recordó el Sínodo Pan-ortodoxo realizado en Creta. Con él la búsqueda de la unidad en la Iglesia, y en particular con la Iglesia Católica, ha alcanzado una aceleración fenomenal».
Maria Voce, usted dirige el Movimiento de los Focolares que el próximo 15 de noviembre organiza en la UNESCO un encuentro cuyo título es “Reinventar la paz”. ¿Puede decirnos qué hacer con respecto a la “guerra mundial a trozos” de la que habla el Papa Francisco? ¿Se trata hoy de reinventar la “paz a pequeños trozos” y favorecer por todas partes iniciativas concretas, como pequeñas luces que brillan en la oscuridad? Las miles pequeñas acciones de paz que llevan adelante cuantos se relacionan con el Movimiento de los Focolares, que tienen ya valor por sí mismas, como las de muchísimos otros, forman parte de un designio unitario y tienen una visión común: tender a la fraternidad universal, orientarse al “que todos sean uno”: el sueño de un Dios [Cf. Jn 17,21]. Esta visión y este horizonte estimulan, sostienen y ayudan a recomenzar siempre, más allá de las dificultades y en medio de los sufrimientos que requiere el compromiso de construir la paz. Hace 20 años que la fundadora de los Focolares, Chiara Lubich, recibió en la UNESCO el premio por la Educación a la Paz. El 15 de noviembre en París este encuentro presentará las numerosas iniciativas que el Movimiento ha puesto en marcha para avanzar por el camino de una paz concreta. En Tierra Santa por ejemplo – Jordania, Palestina e Israel especialmente – tierras fundamentales para la paz en el mundo, ¿qué están promoviendo los Focolares para responder a la pregunta sobre la educación a la paz y que puede ser fuente de inspiración también en otros lugares entre las personas de buena voluntad? El encuentro entre culturas y religiones que los Focolares promueven es una experiencia cotidiana. No se limita a la tolerancia o al simple reconocimiento de la diversidad; supera incluso la reconciliación. Tal encuentro crea, por decir así, una nueva identidad, más amplia, común, compartida. De hecho, es un diálogo que involucra a personas de las más variadas convicciones, incluso no religiosas, e impulsa a hacerse cargo de las necesidades concretas, para responder juntos a los desafíos en el campo social, económico, cultural, político. Se realiza en contextos afectados por crisis gravísimas, como Siria, Irak, República Centroafricana, República Democrática del Congo, Nigeria, y muchos otros. Y de igual modo en Tierra Santa. La convicción es común: si hay un extremismo de la violencia, tratamos de responder de un modo estructuralmente distinto, es decir, con el extremismo del diálogo. Un compromiso que requiere el máximo empeño personal y comunitario, y es arriesgado, exigente, desafiante. Lo viven chicos, jóvenes y familias; cristianos, hebreos y musulmanes. Son personas que se esfuerzan, ante todo, en cortar en sí mismos las raíces de la incomprensión, del temor, del resentimiento. Un extremismo alimentado, día tras día, poniendo en práctica un arte: el arte de amar. En el plano del diálogo islamo-cristiano en particular, ¿qué se esperan de este encuentro en la UNESCO del próximo 15 de noviembre, sobre todo, después de apenas un año del atentado del 13 de noviembre en París? ¿Qué mensaje quieren enviar sobre este argumento? Esperamos que pueda llevarnos, a nosotros y a muchos otros, a una nueva y más radical toma de conciencia de que el designio de Dios sobre la Humanidad es que se componga en una sola familia, unida y plural, que supone las diversidades pero no las contrapone. Una realidad que hay que construir precisamente por la vía del diálogo, en la cual el islamo-cristiano es cada vez más importante y necesario, como demuestran los hechos, pero no es el único. Fuente: Vatican Insider
¿Cómo podemos tener la certeza de haber elegido verdaderamente a Dios y cómo concretar esta elección en la actitud del vivir cotidiano? «Chiara: (…) Sólo se puede estar seguros de lo que se vive en el presente: yo ahora, quiero esta voluntad de Dios, quiero encontrarme con estos sacerdotes, tan amados por María, tan amados por Dios. ¿Quiero estar aquí? ¡Lo quiero, con todo el corazón! Pero si me dijera en este momento: “Mira, Chiara, puedes elegir: puedes también morir y venir enseguida al Paraíso con Jesús y María, con todos los nuestros de la Mariápolis celestial, con todos los santos, con todos los ángeles; pero ésta no sería la voluntad de Dios, sería tu voluntad:¿qué es lo que elegirías?”. Yo elijo estar aquí, con ustedes, porque elijo la voluntad de Dios. (…) Desde que empecé a vivir así, naturalmente vuelvo a empezar en cada momento. Pues he entendido que aquella frase: “el justo peca siete veces”, quiere decir un sin fin de veces, porque se escapa siempre de la voluntad de Dios, hay que estar siempre al tanto para volver a ponerse dentro de la voluntad de Dios. (…) Otra experiencia que he hecho viviendo así es que cada acto, aún el más pequeño: desde lavarse a vestirse, a recoger un papel, a poner una cosa en su lugar, a encontrase con una persona… todo se vuelve un acto solemne. Es maravilloso, porque éste es un camino para todos; realmente creo que haya sido María quien nos lo ha sugerido, pues María es la mamá de todos: de los sacerdotes, de los laicos, de las mujeres, de los hombres, de los niños, de los ancianos, de todos, ella es la mamá de todos nosotros, pues es la mamá de la Iglesia; por eso nos ha dado un camino hecho para todos. (…) Ahora, esta vía es tan sencilla que todos los niños la pueden vivir, los sacerdotes, las chicas, los hombres, los casados, todos la pueden emprender, por lo que se abre una vía de acceso a la santidad para todos…, basta que lo quieran, pues ya no son ellos los que viven, es Dios quien vive en ellos. ¡A mí esto me da una inmensa alegría! Es haber podido obtener de María el secreto de la santidad, de una santidad popular, de una santidad universal para todo el pueblo de Dios. Por lo cual, para hacer lo que el Concilio desea, de que la santidad sea para todos, que no se limite a los conventos, a ciertas categorías de personas, aquí hemos encontrado el camino. Y esto es algo extraordinario. Porque, decir: “Tú puedes hacerte santo en un estado de perfección”; muy bien, ve, hazte fraile, hazte monja, etc. Pero poder decir a todos: hay un camino en el que tú puedes hacerte santo; mira, tú que quizás no puedes ir a la iglesia porque las circunstancias te lo impiden realmente; tú que estás tras el Muro de Berlín, donde no puedes tener contacto con los sacerdotes; tú que estás en prisión, tu puedes hacerte santo, es la voluntad de Dios vivida, perdiendo todo: la libertad, si estás en la cárcel; el contacto con la Iglesia, si estás “tras el muro de Berlín”… Tú lo puedes. Esto es algo extraordinario. Sólo María podía inventar algo así. Sólo una mamá que nos ama a todos y a cada uno personalmente. Sólo ella. Yo no me lo explico de otro modo. Es extraordinario. (…) Y es que la sencillez es una de las cosas más difíciles de entenderse. Porque es la unidad y es misteriosa. Entonces ¿cómo puede ser? Hay que elegir a Dios una vez; y luego ponerse en esta vía (…)». Chiara Lubich Texto completo Fuente: Centro Chiara Lubich
Chantal Grevin
El Papa Francisco, el obispo Munib Younan y el pastor Martín Junge (en representación de la Comunión de las 145 Iglesias que componen la Federación Luterana Mundial): son éstas las tres personalidades que, con un gesto pleno de significado, después de 500 años, firman juntos la invitación a la ceremonia de apertura del Vº Centenario de la Reforma. Es igualmente significativo el título del evento “Desde el conflicto a la comunión – unidos en la esperanza”, que tendrá lugar el 31 de octubre con un culto ecuménico en la Catedral de Lund al que seguirá una ceremonia pública en el estadio de Malmö en Suecia. Ya en el ’99, con la “Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación”, se había colocado un mojón en la relación ecuménica católico-luterana. Un importante documento histórico que en la conmemoración de este año se coloca como fundamento teológico, en la búsqueda de la posible, plena unidad de la única Iglesia de Cristo. Entre los luteranos y el Movimiento de los Focolares existe un largo recorrido de amistad. Serán, es cierto, los contactos con ellos los que le harán comprender a Chiara Lubich que la espiritualidad que Dios le había confiado no era sólo para los católicos.
Un poco de historia. El 14 de enero de 1961, Chiara fue invitada a hablar de la espiritualidad de la unidad a las religiosas de Darmstadt (Marienschwestern). En esa ocasión conoció a algunos pastores luteranos, entre ellos a Klaus Hess y a su esposa Amalie, cofundadores de la “Bruderschaft vom gemeinsamen Leben” en Alemania. Pocos meses después, los esposos Hess viajaron a Roma para conocer mejor el Movimiento y la Iglesia católica. El 24 de mayo de 1961, Chiara fundó en Roma el “Centro Uno” para la unidad de los cristianos y en junio del 68 se inauguró el Centro Ecuménico en la ciudadela de los Focolares de Ottmaring (Augsburgo) Mientras tanto, en las dos Alemanias de aquella época, el espíritu de los Focolares fue recibido tanto por los obispos católicos, como por los evangélicos y los luteranos. También en Escandinavia la espiritualidad de la unidad se difundió en el ámbito ecuménico y en las Mariápolis de Suecia casi la mitad de los participantes son luteranos. A partir de 1982, a los encuentros de los obispos católicos amigos del Movimiento se añaden otros encuentros ecuménicos con la participación de obispos de varias Iglesias. En el 2015, los obispos luteranos que asistieron al encuentro ecuménico de obispos realizado en Constantinopla, fueron seis, de tres países distintos. En el 88 se le otorgó a Chiara Lubich el premio “Fiesta de la paz de Augsburgo” En el 99, Chiara es invitada al histórico evento de la firma de la “Declaración conjunta sobre la Doctrina de la justificación” en Augsburgo. Durante la solemne celebración se le pidió a Chiara que compusiera y recitara una oración. En el 2003, el obispo luterano de Mónaco, Johannes Friedrich, viajó al Centro del Movimiento con una delegación. Allí Chiara les habló de Jesús Abandonado: «El se presentó (…) como el modelo para imitar en todas las pruebas y de forma especial en los dolores de la desunidad; (…) Él, abandonado, es la luz también para recomponer la plena comunión visible» En 2009, la actual presidente de los Focolares, María Voce, fue invitada a las celebraciones que se realizaron en ocasión del 10º aniversario de la “Declaración conjunta”. Para la apertura del Vº Centenario de la Reforma, dado que la presidente no podrá estar presente personalmente, el Movimiento de los Focolares estará representado por los delegados centrales Friederike Koller y Ángel Bartol. Mensaje a la asamblea de Lund (en italiano)
Por primera vez la cita mundial de los dirigentes de los Focolares no se ha realizado en una única sesión, sino en tres segmentos de 10 días cada uno, subdividiendo de forma imaginaria el planeta en tres macro-áreas: Américas y Oceanía; Asia, África y Medio Oriente; Europa. Tres eventos que se han llevado a cabo en fechas sucesivas y con el mismo contenido, de los que han participado, además de los dos delegados de la zona, los responsables de algunas naciones o territorios y algún consejero de los aspectos concretos. Han estado presentes unas noventa personas en cada turno, hombres y mujeres que representaban a las innumerables comunidades que están diseminadas en el planeta, para llevarle el espíritu de la unidad. Los recibió la presidente Maria Voce quien subrayó la riqueza de estos momentos de cosecha, gratos a Dios por la vida que ha generado el carisma de Chiara Lubich. Y fue ella quien anunció el tema espiritual elegido para este encuentro y para el año que se abre: el misterio de Jesús abandonado, llave para realizar la unidad. «Jesús vino a la tierra – recordó la presidente– para cargarse todos los dolores de la humanidad y para que estemos seguros de que, con Él, es posible pasar de la cruz a la resurrección».
Durante el intenso trabajo de los tres turnos, se vivieron momentos de mucha comunión. Empezó con las instancias de un mundo “joven” – las Américas y Oceanía – que tiende con fuerza al desarrollo social y tecnológico, pero con muchas exigencias también espirituales, sobre todo en América Latina, mientras que las otras regiones necesitan desarrollar nuevas estrategias para crecer también en los valores. «Pero no se trata – subraya Ray Asprer – de definirlas sentados en el escritorio, sino que hay que desarrollar la conciencia de que será el Espíritu Santo el que sugerirá el aporte que la sociedad actual espera del carisma de la unidad». «En Oceanía – añade Vania Cheng – tenemos que acercarnos más a los pueblos aborígenes y enfrentar el desafío de la secularización. Empezamos por aquí para seguir sembrando con coraje, con la convicción de que el Evangelio se difunde por sí mismo». «Si bien los desafíos no faltan – afirma Gabriela Melo por América Latina – nuestras comunidades viven la comunión y la reciprocidad. Y esto hace que crezca la confianza de que el objetivo de alcanzar un mundo unido no es una utopía».
Ha sido muy significativo también el encuentro de las tres macro-regiones de África, Asia y Oriente Medio, cada una envestida por problemas de todo tipo – sobre todo en Oriente Medio – donde se vive un drama que parece no tener solución. Justamente aquí, en la tierra donde Jesús vivió, emerge con fuerza la necesidad, además de sostener a las poblaciones, de difundir la “cultura de la resurrección”. «Por lo que se refiere a África – cuenta Joseph Assouad – se ha puesto de manifiesto el gran valor de la inculturación. Cada pueblo ha realizado un largo camino para descubrir la Verdad y nosotros, yendo allí, ¡no debemos creer que construiremos desde cero!». Mientras que Roberto Catalano, hablando del continente asiático, afirmó que tiene mucho que decir al mundo sobre el aspecto social y político, y subraya la importancia del diálogo interreligioso en las diferentes áreas asiáticas y también del aporte que da la escuela sobre las grandes religiones nacida en Filipinas, por obra de los Focolares.
Y para acabar, Europa, desde Siberia a Portugal. Un continente del que el mundo espera unidad, valores humanos y espirituales, capacidad de diálogo, en especial con el Islam, realidad que cada vez más toma mayor relieve en su regiones. «Y sobre todo – declara Severin Schmit – el mundo espera que Europa encuentre una digna solución al drama de los prófugos». Los desafíos son muchos: secularización, relativismo, nuevas generaciones. Y exigen propuestas y respuestas que sean fruto de la comunión entre todos los componentes geográficos del continente. «Son problemas – afirma Margherita Karram – que han provocado una mayor creatividad, conectando en red a muchas personas que, por ejemplo en Italia, han activado la acogida». De estos tres encuentros, han surgido muchos principios inspiradores, muchos estímulos. Todavía hay muchas respuestas que encontrar. Pero en todos existe la certeza de que hay que seguir abriéndose a los demás con confianza, como sugiere el Papa Francisco, seguros de que, en el camino, se abrirán nuevos e inesperados senderos. Jesús Morán, copresidente de los Focolares, está convencido de ello: «A la Magdalena, Jesús dice que vaya y que diga a sus hermanos que Él los precede en Galilea. ¿Qué es Galilea? Galilea es el mundo, fuera de la Ciudad Santa, fuera de los muros de Jerusalén, donde Jesús murió. Es el mundo. Jesús nos precede allí, nos habla allí, en el mundo».
El 16 de octubre de 1966 un Citroën 2 CV llega un Tlemcen, una ciudad de Argelia. A bordo tres focolarinos: Salvatore Strippoli y Ulises Caglioni, italianos, y Pierre Le Vaslot, francés. Será el comienzo de una aventura que en estos días está celebrando 50 años de presencia y de vida, y que desde Argelia se difundió por todas partes en el Norte de África y Medio Oriente. Dice Mourad, médico: «Éramos un grupo de jóvenes que no sabíamos exactamente lo que queríamos hacer; una nada nos hacía reír. Un día nos encontramos con Gérard que nos invitó a tomar el té en su casa, el focolar. Volvimos varias veces, hablamos, cantamos canciones, eran lindas canciones que decían muchas cosas acerca de la vida. Íbamos conociendo cada vez más un ideal que nos ha colmado, y nos enseñó a vivir. Esto fue hace cincuenta años. Ahora tengo 67 años y sigo viviendo este ideal, estoy feliz de vivirlo; es un ideal que nos enseña a vivir el amor entre las personas». Y Samira, una estudiante: «Tengo 21 años. Estoy muy impactada, agradecida y alentada por las ideas sanas de los Focolares. Sobre todo por la determinación de construir puentes entre las personas y en la transmisión de los valores morales y humanos, que unen a los hermanos de todos los horizontes y sobre todo a Alá, nuestro Señor, que es uno». Omar, enfermero de la sala de operaciones: «La paz sea con ustedes. El Movimiento de los Focolares me ha enseñado a conocer al otro, aunque sea diferente, a aprender a apreciarnos, incluso más, a enriquecernos mutuamente más allá de los prejuicios, a veces seculares. Aprendí a dar el primer paso hacia el otro, para acercarme como a un hermano, con un amor desinteresado que es la clave de la fraternidad». Y monseñor Henri Teissier, arzobispo emérito de Argel: «La Iglesia de Argelia no es más que un pequeño número de cristianos para el que es importante estar insertado en la sociedad argelina. El Focolar se ha centrado precisamente en la relación, en el diálogo, sin ocultar la propia identidad, pero dejando los amigos argelinos que se acercaban la tarea de traducirlo en su propia cultura. Creo que el Focolar, al hacerlo, ha respondido a las expectativas de la Iglesia. Obviamente, esto los ha marginado de la comunidad cristiana reunida, pero, sin duda, nuestro objetivo no es la comunidad reunida, sino una comunidad que busca a los demás para encontrarse en una realidad que va más allá de nosotros».
El centro de los Focolares “Dar es Salam” de Tlemcen da la bienvenida a dos eventos que marcan la etapa de este 50°: * El segundo Congreso Internacional de los musulmanes del Movimiento de los Focolares (28-30 de octubre de 2016), con participantes de toda Argelia, de la cuenca mediterránea (Líbano, Egipto, Jordania, Italia, Francia, Suiza) y Canadá; * La fiesta del 50 aniversario del Movimiento de los Focolares en Argelia (1 a 2 de noviembre de 2016), con participantes de diversas comunidades y algunos de los primeros testigos de esta aventura, presente también el copresidente de los Focolares Jesús Morán. Comunicado de prensa – 28 de octubre de 2016
En la cárcel «Tuve problemas con otro muchacho y los dos terminamos en la prisión. Éramos enemigos, entre nosotros no existía ninguna posibilidad de entendimiento. Cuando conocí más profundamente la enseñanza de Jesús sobre el amor, pensé en este “enemigo”. ¿Qué hacer para amarlo? Me acordé que podía compartir con él un poco de la comida que me traía mi familia, porque sé que a él nadie le trae cosas. Ahora nos hicimos buenos amigos. Otra experiencia se refiere al único recipiente de comida que tenía: me lo robaron y yo sabía quien había sido. Fui ante esa persona pero él se negó a dármelo. No sabía qué hacer. Volviendo a mi celda, comencé a leer el Evangelio, pues era mi punto de referencia para cada cosa, y en un momento dado leí el párrafo que se refiere al mandamiento nuevo. ¡Allí estaba la respuesta! Enseguida, con todo el corazón, decidí no insistir y no pensar más en el recipiente. Lo más importante era amar». (D. J. – Nigeria) La maquinilla del café « En el trabajo todos usamos la maquinita del café, pero nadie se preocupa de lavarla y recargarla. Se acostumbraron a que esa tarea la hacía yo. Un día una colega, después de haber tomado el café, vino a investigar por qué yo estaba tan dispuesto hacia los demás. Le dije que no me costaba mucho y que era la única cosa que podía hacer por ellos. Y ella: «Me estás diciendo algo importante. Me quejo siempre con mi marido porque deja todo desordenado y en cambio debo comenzar también yo a hacer lo que él no hace». Desde ese día la atmósfera en el trabajo dio un salto de calidad» (R.C. España) Ese hijo “desconocido” «Con el primer hijo logramos siempre tener un diálogo y darle un apoyo moral. Con el hermano, en cambio, que tiene un carácter muy fuerte, fue difícil. Encontrarse con un joven adolescente que no quiere comunicar nada creaba malestar entre todos. En la escuela además no se esforzaba y nos llegaban varias quejas de los docentes. Mi marido y yo, de común acuerdo, tratábamos de buscar un camino para “llegar” a nuestro hijo; nos alentábamos mutuamente en amarlo así como él era, poniendo en evidencia sus lados positivos aunque nos parecía que en casa era casi un desconocido. Mientras tanto seguíamos rezando y golpeando a la puerta del Cielo para que Dios nos guiara en la difícil tarea de ser padres. Se nos ocurrió la idea, de acuerdo con nuestro hijo, de cambiarlo de escuela. ¡Funcionó! Desde entonces nuestro hijo cambió positivamente: ya no es agresivo, al contrario, está siempre dispuesto a ayudar en la casa: en la escuela está sacando buenas notas; y comenzó a asistir a la iglesia. Todos estamos gozando de esta oleada de aire fresco». (B.S. – Suiza)
Hay momentos en que nos sentimos contentos, llenos de fuerza, y todo parece fácil y ligero. Otras veces nos asaltan dificultades que amargan nuestros días. Pueden ser los pequeños fallos al amar a las personas que tenemos al lado, la incapacidad de compartir con otros nuestro ideal de vida. O sobreviene una enfermedad, apuros económicos, desilusiones familiares, dudas y tribulaciones interiores, la pérdida del trabajo, situaciones de guerra…, situaciones que nos abruman y parecen no tener salida. Lo que más nos pesa en estas circunstancias es sentirnos obligados a afrontar solos las pruebas de la vida, sin el apoyo de alguien capaz de prestarnos una ayuda decisiva. Pocas personas como el apóstol Pablo han vivido con tanta intensidad alegrías y dolores, éxitos e incomprensiones. Pero él supo perseguir con valentía su misión sin caer en el desánimo. ¿Era un superhéroe? No, se sentía débil, frágil e inepto, pero poseía un secreto, y así se lo comunica a sus amigos de Filipo: «Todo lo puedo en Aquel que me conforta». Había descubierto en su vida la presencia constante de Jesús. Incluso cuando todos lo abandonan, Pablo nunca se siente solo: Jesús permanece cerca de él. Y Él era quien le daba seguridad y lo empujaba a seguir adelante, a afrontar cualquier adversidad. Jesús había entrado plenamente en su vida y se había convertido en su fuerza. El secreto de Pablo puede ser también el nuestro. Todo lo puedo cuando, incluso en medio del sufrimiento, reconozco y acojo la cercanía misteriosa de Jesús, que se identifica con ese dolor y carga con él. Todo lo puedo cuando vivo en comunión de amor con otros, porque entonces Él viene en medio de nosotros, tal como prometió (cf. Mt 18, 20) y me siento sostenido por la fuerza de la unidad. Todo lo puedo cuando acojo y pongo en práctica las palabras del Evangelio, pues me hacen atisbar el camino que estoy llamado a recorrer día a día, me enseñan cómo vivir, me dan confianza. Tendré la fuerza para afrontar no solo mis pruebas personales o las de mi familia, sino también las del mundo que me rodea. Puede parecer una ingenuidad o una utopía, ¡con lo inmensos que son los problemas de la sociedad y de los pueblos! Y sin embargo, todo lo podemos con la presencia del Omnipotente; todo y solo el bien que Él, con su amor misericordioso, ha pensado para mí y para los demás a través de mí. Y si no se realiza inmediatamente, podemos seguir creyendo con esperanza en el proyecto de amor de Dios, que abraza la eternidad y se cumplirá de todos modos. Bastará con trabajar «entre dos», como enseñaba Chiara Lubich: «Yo no puedo hacer nada en ese caso, por esa persona querida en peligro o enferma, por esa circunstancia intrincada… Pues bien, haré lo que Dios quiere de mí en este momento: estudiar bien, barrer bien, rezar bien, atender bien a mis niños… Y Dios se encargará de desenredar esa madeja, de consolar a quien sufre, de resolver ese imprevisto. Es un trabajo entre dos, en perfecta comunión, que requiere de nosotros una fe grande en el amor de Dios por sus hijos y, por nuestro modo de actuar, le da al mismo Dios la posibilidad de tener confianza en nosotros. Esta confianza recíproca obra milagros. Se verá que, donde no llegamos nosotros, llega verdaderamente Otro que actúa inmensamente mejor que nosotros»1. FABIO CIARDI 1 Cf. C. LUBICH, Si, sí; no, no: Escritos espirituales/2, Ciudad Nueva, Madrid 1999, pp. 194-195 (en catalán, en Escrits espirituals/3, Publicacions de l’Abadia de Montserrat/Ciutat Nova, Barcelona 1986, pp. 95-96).
«Siempre habíamos deseado tener una familia amplia», dicen Corrado y Elisabetta Ferri. Pero para quien ya tiene cinco hijos, de edades comprendidas entre los 10 y los 21 años, ampliar la familia adquiere otro valor: significa abrir el corazón a los problemas del mundo, y esto no se hace sin sacrificios. Corrado y Elisabetta están casados desde hace 24 años y, viendo crecer a sus hijos rodeados de ese amor que sólo el calor familiar sabe donar, han deseado ayudar a quien no tiene ese afecto. “Por eso – nos cuentan – apenas lo permitieron nuestras condiciones económicas, hemos adherido a uno de los proyectos de Ayuda a Distancia (SAD) de la Asociación AFNOnlus y hemos acogido a Athiphong, un niño tailandés”. Después de veinte años de sostenerlo y de una intensa correspondencia con él, Athiphong, ya adulto, encontró un trabajo y, gracias a los estudios emprendidos, hoy ya puede sostener a su nueva familia y también a la de origen. «Un año pudimos redondear un poco la cantidad que enviábamos como aporte, poca cosa en realidad, pero fue conmovedor saber que, con aquel pequeño extra, la familia de Athiphong había podido “pavimentar” con cemento el interior de su modesta vivienda, levantando la admiración y la aprobación también de los vecinos». Ahora que Athiphong se ha independizado, la familia Ferri ha decidido sostener a una muchacha tailandesa. Después de haber vivido esta experiencia y habiendo crecido en un ambiente en que se vive la solidaridad y el compartir, los hijos de Corrado y Elisabetta han decidido juntar todos los ahorros obtenidos con los cumpleaños y las fiestas de cada uno, para concentrarlos en un nuevo proyecto. Esto ha hecho posible la llegada de Maleta, un estupendo niño congolés. «¡Qué sorpresa y que carcajadas hemos dado cuando, hace algunas Navidades, nos llegó la habitual cartita con foto, en la cual Maleta, junto con un simpático grupo de coetáneos, lucían orgullosos las camisetas del equipo de futbol italiano, del que todos nosotros somos hinchas en nuestra familia». De esta forma, el vínculo familiar no conoce distancias y todos comparten las vivencias, incluso dolorosas, de Maleta, el cual, al trasladarse a otra ciudad con su tía, ha sido acompañado por el recuerdo y las oraciones de sus papás y hermanos lejanos. «Ahora nuestros hijos, todos juntos, sostienen al pequeño Nzata». Quien ha continuado esta extraordinaria cadena de solidaridad, ha sido Eduardo, el segundo hijo. “Cuando se diplomó con la nota máxima, participó en un concurso. Ganó el primer premio y una beca de estudios en dinero de una cierta importancia: Nosotros en la familia – cuenta Corrado y Elisabetta – estábamos tan orgullosos de él y del excelente resultado obtenido con gran esfuerzo, que insistíamos para que se quedara esa suma para él, pues la había merecido. Pero él quiso pensarlo durante algunos días y, después, con una cierta sorpresa por nuestra parte, nos dijo que con gusto iba a destinar la suma a un niño, en un nuevo proyecto de ayuda a distancia, suyo personal. Fue así que ahora ha llegado a nuestra familia una niña de Jordania». Y terminan con convicción: «Creemos que este corazón dilatado nos ha hecho bien a nosotros y a nuestros hijos y que el amor que se da, siempre vuelve con abundancia».
Los jóvenes estudian sentados en troncos de árbol, usando como banco sus rodillas. Es lo que ocurre en la isla de Idjwi, en el centro del lago Kivu, en la zona oriental de la República Democrática del Congo. Por su ubicación, fue usada como plataforma para movimientos secretos de distintas tropas militares, en los recientes conflictos que afectaron al país. En la isla faltan muchos servicios entre ellos la conexión de corriente eléctrica y el transporte público. Los traslados de la población entre la isla y la tierra firme se realizan principalmente con piraguas que, por su inestabilidad, son causa de numerosos accidentes y muertes por naufragios. Esto marca un alto porcentaje de mortandad: las estadísticas expresan que existe una viuda o un huérfano en una familia cada cinco. La economía de la isla está basada en la agricultura y la pesca, En especial se cultivan frijoles (porotos), mandioca, cacahuetes (maníes), soja y café. Existen también criaderos de pollos, cabras; pavos y cerdos . En los últimos años, sin embargo, la producción agrícola disminuyó por varios motivos entre ellos el desgaste de la calidad del suelo, la escasa formación de los campesinos, la ausencia de semillas y de variedades de cultivos más resistentes a las plagas. Dada la situación económica, muchos jóvenes de la isla no tienen trabajo y perspectivas de futuro profesional. Las cuatro parroquias que existen tratan de responder a esta necesidad de la población local. En especial la de Bumpeta, en la parte septentrional de la isla, que cuenta con unos 76.000 habitantes. Es muy activa en la gestión de las escuelas primarias y secundarias y por ello recibieron un reconocimiento por parte del Estado congolés.
Viendo la participación activa de la población en la promoción de la instrucción de los niños y de los jóvenes de la isla, la AMU encaminó un proyecto que apunta con convicción al futuro del país y que se propone sostener la parroquia de Bumpeta en el equipamiento del Instituto Cikoma. Se trata de una escuela superior con dirección pedagógica y social que forma a los futuros maestros y profesores de la isla. Una escuela que apunta al futuro pero que tiene que luchar con un presente marcado por el atraso, con una población a la que le cuesta salir de la pobreza. Casi 900 chicos y chicas asisten a la escuela. Están divididos en 14 clases. En algunas de las clases hay escritorios estropeados, en otras no hay ninguno. El proyecto prevé proporcionar a la escuela 308 pupitres, dado que éstos no existen. En este momento muchos estudiantes usan todavía como asientos los troncos de los árboles y como mesa sus rodillas, lo que ocasiona serios disturbios de postura en la columna y en el cuello. Una fábrica congolesa fabricará los pupitres y de este modo el proyecto contribuirá también a sostener las actividades productivas locales. La población de Bumpeta participa activamente en la realización del proyecto y se ocupará en especial del traslado de los mismos a la isla. Fuente: AMU online
Sensible a los problemas sociales, el joven Paulo de Lisboa (Portugal) se topó con la pobreza y la degradación humana de los barrios pobres de la ciudad. No pudiendo tolerar esa desigualdad, decidió luchar con un grupo de extremistas, pero muy pronto descubrió que no todo lo que ellos postulaban era digno de ser compartido y, si bien siempre estuvo abierto en su búsqueda, con amargura se alejó de ellos. Cuando conoció a los jóvenes de los Focolares, descubrió que también ellos querían una revolución, pero era la del Evangelio, que te hace salir de ti mismo y de tu comodidad para ponerse al servicio de los demás. Fue un itinerario que condujo a Paulo a realizar una elección todavía más valiente: concluidos sus estudios de economía, se sintió llamado a dejar todo para hacerse discípulo de Jesús y, después de un periodo de formación, entró en la comunidad del focolar. En 1997 se traslada a África: primero a Nairobi y más tarde a Kinshasa. Paulo comparte con estos nuevos hermanos alegrías, sufrimientos, desafíos y entusiasmos, con el amor y la sabiduría que lo caracterizan y observado por los congoleses que aprecian profundamente su obra. Un día de fiesta ellos lo compararon con el colibrí, pájaro totem que simboliza la alegría de vivir, la simpatía, la capacidad de adaptación y de saber responder rápidamente a los estímulos, la resiliencia y la ligereza con que sabía sacudirse de encima la negatividad. Paulo, hombre-mundo, logra inculturarse tan bien con el pueblo africano, que se convirtió él mismo en un hijo de África. Y es como tal que los congoleses, al conocer su muerte imprevista (12.9.2016), quisieron saludarlo y honrarlo.
En varios lugares de Congo se han celebrado misas, “dueil (luto)” y vigilias de oración, contemporáneamente con los funerales en Portugal. «Queríamos testimoniar todo lo que Paulo nos ha enseñado con su vida –escriben desde Kinshasa – por eso, después de la misa celebrada en varios puntos del Congo, en el week end ya no se ha seguido llorando por Paulo, sino que se le ha festejado con misas de acción de gracias y presentando testimonios sobre él. Y así como la tradición y la cultura congolesas piden, lo hemos despedido también con danzas, con una bebida típica y con un pequeño dulce. En Kinshasa la ceremonia se organizó en el terreno de la escuela Petite Flamme (Llamita), una obra social a la que también Paulo dio un gran aporte. Después, muchos testimonios sobre él y una ceremonia tradicional que lo condujo simbólicamente ante los antepasados, a los ancestros, haciendo una fosa en el terreno – que normalmente se escava delante del salón de la casa del difunto – en la cual se echa vino de palma mientras se pronuncian estas palabras: ” (…) Aquí estamos para darte las gracias por el tiempo que hemos pasado juntos. Y dado que tú has vivido según las enseñanzas de los antepasados, nuestro clan te toma como modelo. Te prometemos vivir como has vivido tú. Sabemos que has llegado a la aldea de los antepasados. Ahora te pedimos que vengas a compartir con nosotros este vino de palma, como símbolo de nuestros hermosos recuerdos; te saludamos y te pedimos que saludes también a todos los nuestros que están contigo en la aldea de los antepasados (…)”». «¿Cómo es posible no sentir en estas palabras – subrayan los focolarinos del Congo – la expresión de una sabiduría antigua que recuerda la comunión de los santos que une tierra y cielo, y el amor que sigue uniéndonos también más allá de la muerte? Paulo se inculturó tan profundamente con los congoleses, que su extremo saludo quisieron que fuera expresión de las antiguas tradiciones y del Evangelio. En ellos ha prevalecido el amor, también considerando que no han hecho caso de los miedos ancestrales que atribuyen la muerte inesperada de un hombre, en el pleno vigor de su existencia, a las fuerzas maléficas, movidas por alguien que es su enemigo, un culpable del que hay que vengarse sin falta». Significativa la expresión de una pareja: «Con tu llegada allá arriba, sentimos que no nos hemos empobrecido, al contrario, nos hemos vuelto más fuertes. Has estado realmente a nuestro lado, un verdadero apóstol de la unidad, un gran buscador de Dios que sabía dónde encontrarlo: en el hermano».
Este año se conmemora el sexagésimo de la revolución de Hungría de 1956. Es una conmemoración muy sentida en todo el país y vinculada también a algunos hechos importantes del Movimiento de los Focolares, en especial al nacimiento de una de sus ramas: los voluntarios. Pero los ideales del 56, ¿se han quedado vinculados a una situación coyuntural que ahora forma parte del pasado, de la historia de Hungría? ¿O bien celebrar este aniversario puede convertirse en una ocasión para reavivar y actualizar aquellos valores por los cuales millares de personas han dado su vida? Aquí presentamos algunos hechos históricos, a través del testimonio de personas que todavía hoy están comprometidas en ámbito social, fieles a los valores más genuinos del 56, a partir de una opción en consonancia con el Evangelio. Video multilingüe subtitulado https://youtu.be/F-m85VMcI8g https://youtu.be/bpxqy-fYHc8
La primera iniciativa del Centro Evangelii Gaudium, que se encuentra en Loppiano (Florencia) para ser “Iglesia en salida”, es un curso de cualificación, en colaboración con el Instituto Universitario Sophia, con el título “Despierten el mundo”. Un eslogan convincente. Porqué son justamente las personas consagrada las que, con su radical elección de vida, contribuyen a realizar en el mundo la verdadera fraternidad y la comunión. Es la historia del Padre Antonio Guiotto en Sierra Leona: un misionero javeriano que desde estudiante se compenetró con la espiritualidad de los Focolares y que ahora festeja su 50º de sacerdocio. Cincuenta años que transcurrió casi todos en el País africano, entre ellos una decena (desde el ’91 al 2001) en primera línea en una guerra civil durísima que aterrorizó y devastó Sierra Leona. Al igual que otros extranjeros, él habría podido volver a su patria, pero el Padre Antonio decidió quedarse en Kabala para compartir con su gente todo lo que sucedía, ayudándola a continuar creyendo en el inmenso amor de Dios, a pesar de todo. Pronto, a su alrededor y junto con el Padre Carlo, un compañero que también vivía el espíritu del focolar, se formó un pequeño grupo que deseaba vivir el Evangelio y compartir las experiencias de vida: una chispa de esperanza que se encendió en medio de tanto odio y violencia. Pero también Kabala fue invadida por los rebeldes y los dos religiosos – fácil presa de raptos con el fin de extorsión porque eran extranjeros- buscaron refugio en los bosques. A pesar de los peligros, su gente los socorrió llevándoles comida y agua, sostenida a su vez por la luz y la esperanza que los dos religiosos infundían. Cuando cesó el peligro inmediato, una familia les abrió las puertas de su propia casa, dado que la casa de los misioneros fue completamente destruida. Después de un mes, durante el cual la familia que los hospedaba compartía con ellos lo poco que tenía y los dos religiosos se ofrecían en las tareas de la casa y en el cuidado de los niños, los dos esposos les dicen que quieren hacerse cristianos y bautizar a los hijos. Mientras tanto la situación empeoró. Escuadras de rebeldes se movilizaron por toda Sierra Leona y los dos Padres tuvieron que trasladarse a Freetown. Un traslado forzado que se conviertió en la ocasión para sembrar el Evangelio también en la capital.
En el 2000 un intento de golpe de estado puso nuevamente en riesgo sus vidas, tanto que el embajador italiano decidió transferirlos de urgencia con un pequeño avión a Guinea. No obstante estas adversidades, la espiritualidad de los Focolares transmitida con su vida iba caminando a grandes pasos. Apenas les resultó posible, se organizó una Mariápolis de tres días con 170 personas, en la que está presente también el obispo de Makeni. «Puedo verdaderamente afirmar – escribe el Padre Antonio- que la promesa de Jesús “Cualquiera que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o hijos, o campos en mi nombre, recibirá cien veces más” se cumplió verdaderamente. En la misión encontré padre, madre, hermanos y el céntuplo en esta vida como garantía de la vida futura. Nacieron nuevos cristianos, muchas parejas se casaron en la iglesia, nacieron comunidades de los Focolares en Freetown, Makeni, Kamabai, Kabala y también en pueblos perdidos. Se construyeron nuevas iglesias y nuevas escuelas católicas. Ahora, después de un período en Italia, el Señor me dio la gracia de volver a mi amada Sierra Leona para continuar gastando mi vida por mi gente» Desde octubre de 2016 a marzo de 2017 el curso del Centro Evangelii Gaudium, dirigido a los formadores, animadores y estudiantes de Teología pastoral misionera, prevee módulos mensuales de dos días durante los cuales, las lecciones se alternan con ejercicios prácticos, con el fin de convertirse – como está escrito en el dépliant- en “expertos en comunión”, que como el Padre Antonio “despiertan al mundo”. El módulo de octubre se concluyó con una veintena de inscriptos, el segundo se desarrollará desde el 13 al 15 de noviembre. Los responsables del curso son dos personas de gran experiencia académica en Roma: la Hermana Tiziana Longhitano sfp, presidente de la Pontificia Universidad Urbaniana y el Padre Theo Jansen ofmcap, docente de la Potificia Universidad Antonianum. * Para info y eventuales inscripciones en el curso de Loppiano “Despierten al mundo”. Celular de Sr. Tiziana . +39.329.1663136, Celular del P. Theo . +39.338.6845737.
Dar y recibir sin poner medidas y con gran generosidad. Esto es lo que los Jóvenes por un Mundo Unido de Managua (Nicaragua), han experimentado durante su visita a la pequeña comunidad de La Cal, una aldea que se encarama a 1200 metros de altitud en las cercanías de Jinotega, que es llamada la capital del café. Cargados con algunos sacos de vestuario, alimentos, medicinas, juguetes, recolectados con la ayuda de la comunidad de Managua, llegaron, primero, a Jinotega (tres horas de autobús) para después recorrer, con un pick-up, 8 km. de un camino que cada vez se vuelve más accidentado, hasta tal punto que incluso un todo-terreno se rinde. Para llegar a la aldea todavía falta 1 km y medio de bosque, lleno de piedras, encrespadas y empinadas laderas, que resultan inaccesibles incluso a los caballos. Y los jóvenes han tenido que enfrentarlos a pie y con los sacos en los hombros, poniendo a prueba su forma física. «No se puede imaginar la alegría y el entusiasmo con los que hemos sido recibidos», cuentan los jóvenes los cuales, desde el primer impacto, se dan cuenta del estado de precariedad en que se encuentra La Cal. Sus casitas, todas de madera y llenas de niños, no tienen energía eléctrica, agua corriente y no cuentan con un ambulatorio médico. En la aldea hay un pequeño almacén con artículos de primera necesidad, una escuelita con una única aula y con un solo maestro y una minúscula capilla en el caso de que llegue un sacerdote para la misa. Si no fuera por algunos pequeños paneles solares instalados en las casitas, la entera aldea estaría en la más absoluta obscuridad.
Con los Jóvenes por un mundo unido, había también dos médicos. Una de éstos, odontóloga, inició el día con una demostración de higiene oral a una trentena de niños, muy felices de poder usar dentífrico y cepillos traídos por la doctora. A la hora del almuerzo una familia quiso ofrecer buenísimas tortillas todavía calientes, mientras los jóvenes se entretenían con las personas y hacían jugar a los niños. Por la tarde se habló a los adultos sobre la prevención de la parasitosis. La jornada, muy intensa, terminó con la lectura de la Palabra de Vida, un momento de fuerte espiritualidad que involucró a todos. Fue conmovedor el gesto de un señor que al final quiso dar a todos su bendición. A continuación distribuyeron todo lo que habían traído para ellos. Para pasar la noche, habían preparado un local obtenido limpiando para la ocasión un ex-gallinero. «Fue una gran emoción para nosotros – escriben – poder revivir la experiencia de los focolarinos de Trento cuyo primer focolar había sido preparado en un ex-gallinero. La mañana siguiente, después de un buen desayuno preparado por las señoras de la aldea, y los caloroso saludos de todos, que nos pedían que volviéramos pronto, hemos partido en dirección a Jinotega. En la Catedral hemos ido a dar gracias a Dios por una experiencia que nos ha cambiado tan profundamente, que nos ha hecho conocer personas generosas que con dignidad luchan para ir adelante, con la alegría de sentirse inmensamente amadas por Dios. Y por haber construido, incluso en medio de aquellas montañas, un fragmento de fraternidad».
El objetivo del congreso , que se llevará a cabo en el Centro Mariápolis de Castel Gandolfo (Roma), es el de enfocarse en las profesiones o actividades de magistrados, abogados, cancilleres, personal penitenciario, fuerzas del orden y descubrir el camino a recorrer juntos para llegar a la Justicia, involucrando a todos los “actores” de las múltiples relaciones que pueden concurrir a ello. El sábado por la tarde están previstas sesiones diferenciadas por profesiones o ámbitos de compromiso y se desarrollarán de manera que puedan favorecer este recorrido: magistrados coordinados por el Dr. Gianni Caso, Presidente Emérito de Sección de la Corte de Casación, abogados coordinados por los Abogados Orazio Moscatello del foro de Bari y por Fiorella Verona del foro de S. Maria Capua Vetere, personal judicial coordinado por Concetta Rubino, Canciller en el Tribunal de Nápoles, personal penitenciario coordinado por el Dr. Sebastiano Zinna, ex dirigente UEPE de Roma y por el Dr. Salvatore Nasca, dirigente UEPE de Florencia, fuerzas del orden coordinadas por el Dr. Pasquale De Rosa, ex funcionario del Ministerio de la Defensa. El congreso está en curso de acreditación en el Consejo del Orden de los Abogados de Velletri (Roma) para el reconocimiento de los créditos formativos. Programa Inscripciones y reservas abiertas hasta el 15 de noviembre del 2016 prenotazioni@comunionediritto.org Ficha de inscripción
El 17 de octubre se conmemoró la Jornada Mundial en contra de la Pobreza, instituida por iniciativa del Padre Wresinski quien, en 1987, organizó en París, una gran manifestación por los derechos humanos. La pobreza asume rostros distintos, encarna situaciones, lugares, poblaciones enteras. No nos acostumbramos nunca al hecho de que los seres humanos no puedan gozar de una vida digna de ser vivida. Los Jóvenes por un Mundo Unido de Eslovenia, durante el invierno, se dedican – entre otras actividades- a la organización del “Summerjob”, un campamento de trabajo durante el verano. Esto implica la búsqueda del lugar, varias entrevistas con los alcaldes, los obispos, los párrocos y las personas de una determinada localidad, para comprender de qué forma ofrecer su contribución durante el verano en favor de las personas que sufren necesidades. Este año la colaboración con la Cáritas local permitió encontrar a personas y familias que necesitaban una ayuda muy concreta.
Se citaron para fines del verano, desde el 15 al 19 de agosto pasado, en Vrbje, un pequeño pueblo cercano a Celje. En esta tercera edición se abrieron nuevas áreas. Casi 40 personas se comprometieron durante siete horas al día, en muchas actividades, como el trabajo en el campo, la reestructuración del espacio externo de las casas, la construcción de un gallinero, la organización de la casa de una señora inválida, la preparación de ayuda para la población de Macedonia que había sufrido a causa de las inundaciones o también en pintar la vivienda de una señora que vive en condiciones miserables. Trataron en especial de poner en práctica concretamente la fraternidad, tejiendo relaciones profundas con la gente del lugar, y devolviendo a muchos la dignidad que a veces sienten perdida. Compartir algunas situaciones tratando de aliviar a todos los que viven al margen de la sociedad es una elección comprometedora que requiere mucha energía y tiempo, pero lo que motivó la iniciativa fue la elección de donarse a los demás.
Es muy significativo lo que escriben algunos de los jóvenes que participaron: «Precisamente las tareas más trabajosas son las que nos hicieron comprender que en la base de la indigencia existen con frecuencia problemas de relaciones humanas. Con una señora, por ejemplo, a pesar de que nuestro trabajo estaba ya definido hacía tiempo, nos tomamos varias horas del primer día sólo para conocernos, para que ella pudiera confiar en nosotros. Sólo después de que nos conoció, nos permitió hacer algo en su apartamento que necesitaba de todo» Dedicamos mucho tiempo a escuchar, a hablar con muchas personas e intercambiar experiencias, preocupaciones, futuros proyectos. Todo lo vivimos en un clima en el cual todos ayudaban a todos, la disponibilidad era máxima y por consiguiente la alegría era de verdad grande. Pero el Summer job no fue solamente trabajo. De noche compartíamos lo que habíamos vivido durante el día y éstos eran los momentos solemnes, comprometedores, que vinculaban y unían cada vez más a los participantes. Nos escriben: «Para saludarnos, el último día, junto con nuestros “empleadores”, propusimos tomar un café y ver las fotos del campamento de verano. Fue de verdad inexplicable todo lo que se había logrado construir en tan solo cuatro días. ¡Fue un momento fuertísimo!». En el fondo, al final, el que recibe es siempre el que da con alegría. Mira la página facebook del Summerjob Eslovenia 2016
Habrá también representantes de la iglesia metodista de Brasil y de la bautista de Filipinas. Actuará como moderador responsable el Cardenal Francis X. Kriengsak Kovithavanij, arzobispo de Bangkok. El tema elegido para este año es: “Jesús crucificado y abandonado, fundamento de una espiritualidad de comunión”, en un clima de comunión fraterna y de reconciliación, en el contexto de las celebraciones por los 500 años de la reforma. El programa prevé varios aportes teológicos y espirituales a la luz de la espiritualidad de los Focolares, las celebraciones litúrgicas de varias tradiciones cristianas y muchas ocasiones de intercambio y comunión entre los participantes. Además, se han programado algunas visitas: al campo de concentración de Dachau y a algunos lugares significativos para la reforma. Un momento importante será la liturgia ecuménica en la iglesia de Santa Ana en Augsburgo el 26 de octubre. En el centro de la celebración, se recordará la “Declaración conjunta sobre la Justificación”, con la cual la Iglesia católica y la Alianza luterana mundial pusieron fin a juicios y anatemas recíprocos. Jueves, 27 de octubre, los obispos serán recibidos por el alcalde de Augsburgo, Dr. Kurt Gribl.
Hace demasiados años, las guerras destruyen los continentes que un brazo de mar separa de Europa, guerras que ya han entrado en nuestra casa y han hecho que el terrorismo sea la última frontera con la que tenemos que medirnos. Y precisamente en Francia, después de un año de la terrible masacre del Bataclan, se relanza la apuesta de la paz. El 17 de diciembre de 1996 en Paris, Chiara Lubich recibió de la Unesco el Premio “Por la educación a la paz”, como reconocimiento a su vida totalmente entregada a la difusión de la cultura de la unidad y de la paz y a formar con ella a miles y miles de personas, de todos los credos y latitudes. El Movimiento de los Focolares, presente en la Unesco a través de la Ong New Humanity, la Dirección General de la Unesco y el Observatorio Permanente de la Santa Sede, sintieron juntos la exigencia de testimoniar y reafirmar el compromiso por la unidad y la paz, proponiendo una jornada rica de reflexiones y testimonios orientados según cinco pistas principales: Educación, Bien común, Justicia, Ecología y Arte. El tema del evento En el pasado mes de abril, en la sede de la Onu en Nueva York, en su intervención durante un debate temático de Alto nivel sobre la promoción de la tolerancia y la reconciliación, la actual Presidente de los Focolares, María Voce propuso, para caminar hacia la paz, la radicalidad del diálogo «que es arriesgado, exigente, desafiante, que pretende cortar las raíces de la incomprensión, del miedo, del resentimiento». El desafío del diálogo es más que nunca actual, es el punto de partida para construir, día tras días, las teselas del mosaico de la paz. Un planeta en el que pueden existir el recíproco reconocimiento de las identidades y las diferencias, la reconstrucción de un tejido social destrozado, una nueva atención a las necesidades, la justicia, la dignidad humana, la comunión de los bienes. La misma palabra paz encuentra su más profundo sentido a partir de la raíz sánscrita pak que significa ligar, unir. Comprometerse en reinventar la paz, por lo tanto, significa orientarse a establecer vínculos que requieren recursos humanos, intelectuales, institucionales. Quiere decir involucrar la economía mundial, el derecho internacional, la educación a la paz en todos los niveles. Valorar la diversidad cultural, es decir, la riqueza de la identidad de cada pueblo. Formar las nuevas generaciones a una cultura del diálogo y del encuentro. Afrontar concretamente el drama migratorio. Tutelar el ambiente. Contrastar la corrupción y promover la legalidad en todos los ámbitos. Detener el incremento de los gastos militares y del comercio internacional de los armamentos. Trabajar en pos de una nueva configuración de seguridad, estabilidad y cooperación para Oriente Medio. Programa y relatores En el evento participarán representantes del mundo diplomático, expertos en relaciones internacionales y de los procesos de paz y exponentes de New Humanity y del Movimiento de los Focolares. La primera sesión, que tendrá como título “Chiara Lubich, la educación a la paz”, será introducida por el representante de la Unesco y por Mons. Francesco Follo, Observador permanente de la Santa Sede. Seguirán las intervenciones de María Voce y Jesús Morán, respectivamente presidente y copresidente de los Focolares. La segunda sesión,“Cinco caminos para la educación a la paz en los cinco continentes”, estará constituida por la presentación del testimonio de buenas prácticas en todo el mundo. Por la tarde se llevará a cabo: “El diálogo, remedio a las divisiones del mundo”, sesión abierta por Enrico Letta, quien fue Primer Ministro Italiano y es actualmente Presidente del Instituto Jacques Delors. Seguirán dos momentos de intercambio sobre religiones, economía y política.
Info : Unesco – New Humanity Roma: Tel: +39 06 94798133/+39 338 2640371; info.unesco2016@focolare.org Paris: Tél: +33 6 73 78 56 64 Email: reinventerlapaix2016@gmail.com
La décima edición del “Forum mundial de la paz”’ y la segunda del “Forum Mundial de los Jóvenes por la Paz” se llevó a cabo contemporáneamente en Florianópolis, Brasil (22-25 de septiembre), con algunos programas compartidos y otros por separado. El Forum vió la participación de 1.500 jóvenes y adultos que venían de 60 países, de diferentes culturas y creencias religiosas. El tema “Nosotros Creemos”, estuvo articulado de esta manera: Nosotros creemos en el cambio, Jornada dedicada a la ecología; Nosotros creemos en los derechos humanos, Jornada dedicada a la humanidad; Nosotros creemos en la paz, Jornada dedicada a la educación. 21 de septiembre, la ceremonia de apertura se realizó en la plaza, frente a la Catedral, donde se presentó un espectáculo con más de 400 bailarines. Entre las cinco banderas agitadas durante la coreografía, estaba también la del Movimiento de los Focolares. La característica principal de la ceremonia la representó el profundo clima de oración en favor de la paz. El 22 de septiembre, se llevó a cabo una marcha por la paz a lo largo de las calles de la ciudad, en la que participaron niños, jóvenes y adultos. «Ha sido una gran emoción – comenta Carlos Palma, Presidente del Forum Mundial de los Jóvenes por la Paz – ver escrito, sobre la puerta de una de las grandes aulas, el nombre de Chiara Lubich acompañado del título “Constructor de Paz” (atribuido por la UNESCO en 1996 por la Educación a la Paz)».
El Forum con los jóvenes fue una explosión de vida con conmovedores testimonios de sus diferentes proyectos y experiencias personales vividas comprometiéndose a favor de la paz. El 23 de septiembre, otros 500 jóvenes provenientes de todo el mundo se conectaron mediante la web a la Conferencia Mundial de los Jóvenes por la Paz que forma parte del proyecto Living Peace International en colaboración con Peace Pals International (New York, USA), que se realiza cada dos meses. El Forum mundial de la Paz concluyó el 25 de septiembre con un profundo momento de oración interreligiosa, con unos 30 representantes de diferentes religiones y tradiciones espirituales. Una parte importante del programa fue la dedicada a la Educación a la Paz, en el centro de la cual se hizo la presentación de Living Peace. La presentación y la historia de este proyecto, cómo se ha difundido en todo el mundo y su pedagogía, fue acompañada por una serie de testimonios de jóvenes de Brasil, España, Paraguay, Estados Unidos de América y de otras partes del mundo.
La consigna del Premio Luxemburgo por la Paz a Omar Abou Baker del Cairo, un joven de Living Peace International fue un momento particularmente emotivo. Al igual que el anuncio de las sucesivas ediciones del Forum Mundial de la Paz: en Amman (Jordania), en el mes de septiembre de 2017 junto a los adultos, y otro en Manila /Filipinas), organizado por los jóvenes con ocasión del Genfest 2018. La firma, en una solemne ceremonia, del Protocolo de Florianópolis, que lleva por título “1% por la Paz”, fue una digna conclusión. Este documento propone a las organizaciones privadas y públicas destinar el 1% de lo que invierten en la seguridad interna y externa, al financiamiento de acciones y proyectos para la formación de una cultura de paz. Eliana Quadro, una joven voluntaria de los Focolares de Florianópolis, recibió una medalla de plata: “Comandante del Forum Mundial por la Paz”, en reconocimiento a su labor en la realización del evento. «El Forum se ha caracterizado por las relaciones profundas que se han creado, – concluyó Carlos Palma – por la gran alegría que albergaban los corazones de todos los participantes, y sobre todo, por la inmensa gratitud hacia Dios y hacia el carisma de Chiara Lubich que nos impulsa hacia la humanidad, haciéndonos constructores de paz y de unidad».
«Educar significa encender una llama, y no llenar un odre. Pero si es una llama que hay que alimentar, hay que educar al hombre para que guarde y aumente el calor y la luz: necesita la educación, que no dura solamente en la época de la infancia, sino que se prolonga desde el nacimiento hasta la muerte, es decir, en todo el tramo de la vida en el que hace falta dar calor y encender una luz». Giordani fue un escritor y un periodista, un hombre político, pero fue también un formidable educador. Sus escritos estaban pensados para enseñar, para formar al ciudadano a una vida recta y, de hecho, fueron muchos – laicos y clero, en la Iglesia y en la sociedad civil – que se formaron con las publicaciones de Giordani, en el difícil periodo de la resistencia cultural al fascismo y después en los años de la guerra fría. Giordani vivía y escribí. Escribía y con ello enseñaba. A su parecer, la educación debe ser un proceso universal, que involucre a todos los ciudadanos. El significado de la función educativa es el de transmitir dos principios que fundamentan a la persona: libertad y responsabilidad. Haciendo referencia a una imagen usada por Plutarco, para Giordani educar significa encender una llama, y crear las condiciones para que el discípulo sepa mantenerla constantemente viva. El baricentro del proceso educativo, con ello, se traslada del docente al alumno, y de la infancia al entero arco de la vida, hacia una auténtica educación permanente: «Los educadores son de orden natural: familia y Estado, y de orden sobrenatural: Iglesia. Cuando los unos y la otra colaboran para alcanzar un solo ideal, cooperando en lugar de tropezándose, la educación alcanza su plena eficacia. Entonces tanto los individuos como las masas no se quedan impasibles y neutrales ante su destino, sino que lo enfrentan con valor: entonces se viven periodos épicos de las grandes empresas de paz y de guerra, del pensamiento y del trabajo. La familia no es sólo un vivero o un hospicio o un alojamiento corporativo: es una iglesia y una escuela. Los padres gozan del derecho que les da la naturaleza, y por ello de Dios, de educar además del de engendrar y alimentar, a los hijos: derecho y deber, irrenunciables, anteriores a cualquier otro derecho de la sociedad civil.
La familia educará si los padres no sólo son personas educadas, sino si tienen conciencia de su misión de maestros; si saben alimentar en las almas infantiles ideales superiores a la comida y a la carrera; si actúan como pequeña iglesia docente. La religión nos sirve también para recordar, elevar y proteger la obligación pedagógica que posee la familia. Y la política debe hacer otro tanto. Por lo tanto, el Estado es el otro gran educador y cumple este deber sobre todo a través de la escuela. Hoy el Estado posee sus escuelas, y tiene el pleno derecho natural de poseerlas. Pero ya no estaría en su derecho si en estas escuelas coartara la conciencia religiosa y pervirtiera la moral; y aún peor, si impidiera a la Iglesia que tenga sus escuelas». «Por lo que se refiere a la moral, la educación es, o tendría que ser, una sola, desde la familia al Estado, desde la parroquia a la propia profesión; educación que toma sus normas de la ley de Dios y construye sobre ésta las leyes del hombre; una educación cuya alma es una fe trascendente que, como tal, saca a los individuos del individualismo y los conecta entre ellos, bajo el impulso de la justicia y de la caridad. Como dijo un pedagogo ilustre: “la verdadera cultura social nació en el Gólgota”». (Igino Giordani, “Educación e instrucción” en La società cristiana, Città Nuova, (1942) 2010, págs. 108 – 111)
Kevin Kelly
Con el sugerente título de “powertà” –la pobreza de las riquezas y la riqueza de las pobrezas– volvió a reabrir sus puertas LoppianoLab 2016, un espacio en el que nadie es sólo mero espectador. Siguiendo el hilo de la cultura de la unidad se entrelazan personas e instituciones, ideas y experiencias y juntos se intenta recoser desgarros y tejer un mañana más fraterno en los distintos ámbitos de la vida. “Este año como novedad propusimos “Jóvenes in action!”, workshop artisticos abiertos a quienes más que nadie, por motivos de edad, buscan un futuro distinto”, nos cuenta Mileni del Gen Verde. Hasta 160 jóvenes, la mayoría italianos pero entre ellos también unos cincuenta provenientes de otras partes del mundo, lanzados en una enriquecedora experiencia intercultural colaboraron unidos por un clima familiar de escucha, confianza, contacto sin prejuicios. “Trataron –sigue Mileni-“de comprender la exigencia de quien está al lado y no sólo la nuestra” como ellos mismos decían. Y continuaban: “Podemos elegir: o pasar de quien está en dificultad o ayudarlo” y, sobre todo, descubrieron el milagro que supone el “juntos” y encontraron riquezas para compartir en la pobreza de la vida diaria de cada uno. A la pregunta que se les dirigió: “¿Habéis descubierto algo nuevo con este trabajo?”, respondieron: “Hemos comprendido el valor de la solidaridad, de la ayuda recíproca en el trabajo en equipo, el sentido de responsabilidad ante el grupo y de confianza mutua para alcanzar un mejor resultado”. Y seguían: “la superación de la barrera del idioma o de quien es de otra ciudad buscando una comunicación sincera y atenta. Afrontar los momentos de desánimo, de errores, descubrir el valor de la alegría o del cantar, bailar y tocar juntos”. Y ¿qué aplicarás en tu vida diaria de todo lo que experimentaste aquí? Nos dicen los jóvenes: “Escuchar y fiarme de los demás sin mirarme a mí mismo”. Otro dijo: “Hemos adquirido mayor confianza en nosotros mismos y comprendido que las personas no son siempre como aparentan externamente. Podemos eliminar los prejuicios favoreciendo un clima de sociabilidad para integrarnos con los demás”. Extraordinario final la última noche en un Auditórium repleto con casi 900 personas en el que nadie se quedó sentado, con la performance ofrecida por el Gen Verde junto a los jóvenes. Una escucha profunda, gran participación y una explosión de alegría para todos. Alguien decía: “Me ha gustado el estilo fresco, actual, de compromiso del concierto” y añadía: “He sentido la fuerza que encierra la diversidad; ha sido precioso. Al final hubiera querido decir muchas cosas pero permanecí en silencio. Silencio para meditar todos los valores que nos habéis transmitido”. Ver video
16, 17 y 18 de noviembre: talleres con los jóvenes. Noviembre 19: Concierto en el Teatro Civico La Spezia a las 20:30 21 de noviembre: la retroalimentación con los jóvenes.
Inestabilidad política, precariedad económica, corrupción, extremismo religioso, reducción de las ofertas educativas. Estas son sólo algunas de las causas que impulsan a la población iraquí a una emigración sin precedentes. Hoy, quedarse en Irak, es una decisión realmente difícil. Sobre todo si eres cristiano. Y a pesar de todo Irak dispone de abundantes recursos naturales y su pueblo es rico de humanidad y de gran capacidad de inclusión. Basta pensar en la pluralidad de culturas, lenguas, religiones, en las diferentes etnias que durante siglos han sabido convivir en paz. Morada del patrimonio cristiano desde sus orígenes, desde hace dos mil años Irak ha sido la casa natural de comunidades cristianas muy vivas. Al encrudecerse la guerra, hoy se han convertido en objeto de discriminación y persecución. El suceso más atroz se dio hace dos años, cuando los extremistas del ISIS tomaron Mosul y toda la llanura que la rodea: en pocas horas miles de cristianos tuvieron que abandonar sus casas y, con sólo la ropa encima, entre mil inconvenientes y peligros, tuvieron que huir y después emigrar hacia Jordania o Líbano, donde han encontrado asilo en campos improvisados para prófugos. Según algunas estadísticas, los cristianos, que eran un millón y medio en el 2003, hoy no alcanzan los 300.000. También la comunidad de los Focolares ha sufrido los efectos devastadores de esta barbarie. Pero, ya sea los que han dejado el país, ya sea quien se ha quedado – concentrados en las ciudades de Erbil, Baghdad y Basora, y en Dohuk – tratan de transmitir paz en todas partes, construyendo puentes de solidaridad. De todos modos, mientras que en los congresos de verano de algunos días de duración, característicos de los Focolares, las Mariápolis, en un pasado se reunían más de 400 personas, en el congreso realizado del 9 al 11 de septiembre de este año, estuvieron apenas unas 40 personas. Pero la disminución numérica no ha influenciado el perfil cualitativo, que ha crecido decididamente en intensidad y profundidad, y esto también porque el tema central puso el acento sobre las relaciones interpersonales que hay que vivir a la luz de la misericordia. Hospedados en un convento en Sulaymaniya, cerca de la frontera con Irán, los participantes han vivido tres días de verdaderos ejercicios de amor recíproco. Nos cuenta Rula, focolarina jordana del focolar de Erbil: «Hemos rezado, jugado, paseado en un clima de familia, experimentando la verdadera comunión. En el momento dedicado a la familia, se puso en acción una comunión tal que ha permitido hablar de la relación de pareja, del desafío de la inmigración, de cómo conciliar trabajo y familia, de la educación de los hijos… Por su parte, los jóvenes, por medio de coreografías, han mostrado cómo llegar a ser puentes de los unos hacia los otros». La Mariápolis ha contado también con la presencia del obispo de Baghdad, Mons. Salomone, quien ha inflamado a todos con sus palabras: «Jesús nos pide que seamos fermento en este mundo. Me alegro de que hayan elegido esta ciudad para encontrarse porque, aunque sean pocos, seguramente dejarán aquí la típica huella de quien se empeña seriamente en vivir el Evangelio». El focolar trata de sostener a todos los que se han quedado, como también a quien decide partir, pues sabe que no es fácil, sobre todo para los jóvenes, vivir sin poder proyectar el propio futuro. «Vemos que a pesar de encontrarse en el extranjero – continúa Rula – todavía quieren permanecer en contacto. Un joven, desde un campo de refugiados, nos ha escrito diciéndonos que la espiritualidad de la unidad es la única luz que lo sostiene y que el tratar de amar a los demás, da sentido a la interminable espera que está viviendo». Entre las muchas experiencias compartidas en la Mariápolis, resulta emblemática la de un cirujano de un hospital público. Dado que los médicos no reciben con regularidad los sueldos, trataban de programar las operaciones por la tarde, cuando se realizan sólo las que son de pago. Pero él ha decidido ayudar al mayor número de personas posible, fijando todas las citas por la mañana. Al principio los colegas lo criticaban, pero después, poco a poco, también ellos han decidido hacer como él.
https://vimeo.com/183458796
Lionello nació el 10 de octubre de 1925, en Parma (Italia), en una familia acomodada de la que recibió una educación basada en la honestidad y la autenticidad. Cursó el bachillerato en los años marcados por la segunda guerra mundial, en los que advirtió un especial atractivo hacia los problemas sociales y civiles. En 1943 se inscribió en la facultad de Jurisprudencia y se graduó en 1947 con la máxima puntuación y “cum laude”, después de un periodo de pausa que pasó en la cárcel por haber apoyado el movimiento partisano. Después de la guerra se empeñó en las actividades formativas y culturales de la FUCI (Federación Universitaria Católica Italiana) y en las actividades políticas de la Democracia Cristiana, sin descuidar la asistencia a los pobres a través de la Conferencia de S. Vicente. Sin embargo temía aburguesarse. Adhirió por tanto a una iniciativa que reunía a jóvenes deseosos de ahondar espiritualmente en la luz del Evangelio. Allí se enteró de la existencia de la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich y, en enero de 1950, se encontró con Ginetta Calliari, una de las primeras focolarinas. «Ella nos habló de forma muy simple, pero con gran convicción. (…) El cristianismo que exponía era tan fresco y fascinante que me parecía casi escuchar por primera vez qué era el cristianismo mismo», recuerda. Junto a este crecimiento espiritual sigue también el profesional: llegó a ser el magistrado más joven de Italia. En 1953 participó en la Mariápolis de verano, en la que se profundizaba la espiritualidad de la unidad. Encontró a Chiara Lubich, Pasquale Foresi e Igino Giordani. Fueron días que marcaron por siempre su vida. Así los recuerda: «Esa convivencia, aun siendo de dimensiones reducidas, era completa: había vírgenes y casados, sacerdotes y obreros. Podía ser un modelo para la sociedad entera, porque contenía una ley de valor universal. Vi en ese “cuerpo” de personas unidas en Cristo, si bien pobre de medios materiales, aun compuesto por personas no faltas de defectos e ingenuidades, un organismo en el que el Señor había depositado una luz, una ley, una riqueza destinadas a difundirse en todo el mundo (…)». En esa ocasión decidió seguir a Dios en el focolar. En 1961 dio un paso que causó sensación: dejó la profesión (mientras tanto había sido nombrado Sustituto Procurador de la Magistratura en Parma) para dedicarse por completo al Movimiento. El semanal “Gente” publicó un artículo sobre este Magistrado que «había dejado la toga por la Biblia». En 1962 recibió el «Premio de la bondad» de la Región Emilia (Norte de Italia).
Luego Lionello estuvo en Roma, en la primera escuela internacional de Grottaferrata, después en Turín y finalmente llegó a la ciudadela de Loppiano en 1965 donde, por 15 años, dictó clases a los jóvenes focolarinos y dedicó todo si mismo al desarrollo de la ciudadela naciente con “el amor recíproco como ley fundamental”. Fue ordenado sacerdote en 1973 y para él esto consistía en «estar al servicio del carisma, ser una trasparencia de amor, ser “más Jesús” para los demás». En 1981 cubrió varios cargos en el centro del Movimiento en Rocca di Papa. Después de la licencia en Teología y Derecho Canónico, se volvió un experto de asociaciones laicales, desarrollando un trabajo precioso como consultor para la formulación de los Estatutos del Movimiento de los Focolares (Obra de María), en contacto con los mejores canonistas de la Santa Sede. En el último verano, en 1986, le diagnosticaron un tumor y a menudo le volvían a la mente y al corazón algunos pensamientos de Chiara Lubich, especialmente uno sobre María: «Es toda bella la oración del Ave María en cada expresión suya, pero hoy yo quisiera sugerir de subrayar con el corazón de forma especial ese doble pedido: “Ruega por nosotros pecadores ahora” y “en la hora de nuestra muerte”, para que María nos asista con su intercesión ante Dios en cada nuestro momento presente y para que en ese momento importante, que es la muerte, esté presente a nuestro lado de manera especial». Murió al improviso el 11 de octubre. Hay quien lo definió como el “hombre de las bienaventuranzas”, porque precisamente en ellas lo encontramos reflejado: en la pureza de corazón, en la mansedumbre, en la misericordia, en la paz, en el hambre y sed de justicia. De hecho, la frase del Evangelio que orientó su vida fue: “Buscad primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura” (Mt 6, 33).
La decisión del papa Francisco de dedicar la XV Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos a “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional“, en octubre de 2018, fue recibido con alegría e interés también por el Movimiento de los Focolares y, con acentos particularmente significativos, por sus ramas juveniles. Las nuevas generaciones siempre han sido esenciales para la vida de los Focolares, en la reciprocidad con los adultos que acompañan a los jóvenes en el discernimiento de su proyecto de vida. Las primeras reacciones de los jóvenes de los Focolares: “Es una buena noticia y también una respuesta. La elección corresponde a una necesidad. Ya estamos tratando de vivir la vocación no como una opción en sí misma, sino como realidad unida a la fe. Es hora de unificarla en nuestras vidas. ¡Estamos contentos de que el Papa piense en nosotros! “. (Gloria, Uganda) “Estupenda noticia. Si no se ofrece un ambiente bueno para los jóvenes en la Iglesia hoy, no habrá una cultura buena en la Iglesia mañana. Creo que el Papa quiere dejar la Iglesia en buenas manos. Se necesita buenos pensamientos acerca de cómo vivir la vocación. Y no sólo en lo referente a opciones futuras: casarse, ser sacerdote, religioso, focolarino… En la formación con los Focolares aprendí a considerar la vocación también en el presente, como una respuesta para vivir inmediatamente. Así que espero que el Sínodo se centre en este aspecto para dejar la Iglesia en buenas manos”. (Ryan, Estados Unidos) “Ha sido una sorpresa. Estoy segura de que el Papa sabrá llegar a todos los jóvenes. Muchos alejados de la Iglesia se interesaron por su encíclica sobre el medio ambiente. Veo en este Sínodo una gran oportunidad. Si se llega a todos será fantástico”. (Amanda, Brasil) “Lo que se aprende de la Iglesia católica en el Estado donde yo crecí, difiere en algunos aspectos de lo que se aprende en otro Estado. Los pensamientos son diferentes, aunque hay herramientas comunes como el Youcat. La globalización y las redes sociales nos ponen en contacto con lo que la Iglesia enseña en otras partes del mundo. La diferencia de enfoques sobre cuestiones importantes puede generar confusión ante la ausencia de una voz clara. Este Papa y la Iglesia universal juegan un papel importante, teniendo en cuenta la diversidad de culturas. Veo en el Sínodo una buena perspectiva”. (Aileen, India) “En los jóvenes crece la información sobre los problemas de la Iglesia, particularmente sobre temas candentes: escándalos, cuestión social, Iglesia y política. Son argumentos que en el Perú, por ejemplo, crean siempre más distancia entre la posición del clero y la realidad de los jóvenes. La noticia del Sínodo me da esperanza: podría mostrar un rostro más humano de la Iglesia, con la ayuda de jóvenes y de sus ideas, utilizando los medios y las redes sociales de manera transparente y convergente”. (Jorge, Perú) “Crecí en la parroquia. Creo que el tema vocación y juventud se tendría que haber abordado hace años. Hoy estamos en medio de una crisis de vocación en general: a la familia, también a la vida religiosa, como ciudadanos, etc. Por esto puedo decir: Gracias por la opción”. (Damián, Argentina) “La Iglesia ha demostrado apertura hacia la juventud con las Jornadas Mundiales. Con el papa Francisco creo que se desea pasar de la teoría a la práctica poniendo en primer lugar a los jóvenes. También porque seremos nosotros los que encontraremos soluciones para un mundo en conflicto. A veces se piensa que los jóvenes no somos capaces de afrontar los problemas, pero con gente con experiencia y madurez llegamos a soluciones. Es como si el Papa nos dijera: “Están listos para el desafío”. (Jorge, El Salvador) “Quién sabe cómo se desarrollará, de hecho, este Sínodo. Pero si los jóvenes pudieran participar en persona sería importante. Creo que el deseo de todos es tener una voz activa en este Sínodo”. (José Luis, Brasil) Los jóvenes de los Focolares gozan también de la coincidencia del Sínodo con la cita que se han dado en Manila para el mes de julio de 2018, el Genfest, donde convergerán de los cinco continentes. “Es una coincidencia maravillosa. Estaremos en las Filipinas, en un continente con muchos jóvenes y mirados con atención por el Papa. Este tiempo de preparación nos hará comprender cómo podemos dar nuestro aporte al Sínodo”. (José Luis, Colombia) Fuente: Notas de Prensa
El Instituto Universitario Sophia tiene el agrado de invitarlo a la inauguración del Año Académico 2016/17. Para mayores informaciones y para seguir en directo la transmisión streaming, consultar la página que se dedicará al evento en el sitio www.iu-sophia.org Depliant invito
El Congreso, que se lleva a cabo cada tres años, esta vez celebra los 50° años del Movimiento Gen: “generación nueva” del Movimiento de los Focolares. En 1966 Chiara Lubich les propuso a los jóvenes que hacían parte del Movimiento “Una revolución de amor”, que, como explicará luego, tiene como finalidad la de colaborar con la realización del testamento de Jesús: “Qué todos sean uno”. El Movimiento Gen nació de la adhesión a este programa de miles de jóvenes en todo el planeta. Ahora está esparcido en todo el mundo con miembros de las más diversas culturas, clases sociales, religiones y también jóvenes que no profesan una fe religiosa.
La tempestad más violenta que en los últimos años impactó la isla – ya tan asolada – provocó al menos 900 víctimas. Ahora está amenazada por un peligro aún más grave, es decir las epidemias, en especial el cólera. Wilfrid Joachim Joseph, referente SAD en Haití – apoyo a distancia, promovido por las Familias Nuevas – nos informa que en los alrededores de Mont-organisé, zona rural en el distrito de Ouanaminthe, en el Nordeste de Haití, «donde AFN (Acción Familias Nuevas) apoya a distancia a numerosos niños, el ciclón Matthew no causó víctimas, pero sí muchos daños a las construcciones. En especial a las granjas y a los establos, afectando así, con graves consecuencias, las pocas fuentes de sustento de la población que, precisamente por ser rural, vive de la agricultura y la ganadería”. El Movimiento de los Focolares se ha movilizado de inmediato para ofrecer ayudas de todo tipo a las personas víctimas de esta grave calamidad natural. La “Coordinación ayudas para las emergencias humanitarias”, indica las siguientes cuentas corrientes a quienes deseen dar su contribución para Haití, especialmente para las comunidades de los Focolares: CAUSAL: Emergencia Haiti
Acción por un Mundo Unido ONLUS (AMU) | Acción para Familias Nuevas ONLUS (AFN) |
IBAN: IT16 G050 1803 2000 0000 0120 434 De la Banca Popolare Ética | IBAN: IT55 K033 5901 6001 0000 0001 060 De la Banca Prossima |
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Las cifras depositadas en estas dos cuentas corrientes con esa causal, serán administradas conjuntamente por AMU y AFN. Estas donaciones gozan de beneficios fiscales en muchos Países de la Unión Europea y en otros Países del mundo, según las diferentes normas locales.
Lionello nació el 10 de octubre de 1925, en Parma (Italia), en una familia acomodada de la que recibió una educación basada en la honestidad y la autenticidad. Cursó el bachillerato en los años marcados por la segunda guerra mundial, en los que advirtió un especial atractivo hacia los problemas sociales y civiles. En 1943 se inscribió en la facultad de Jurisprudencia y se graduó en 1947 con la máxima puntuación y “cum laude”, después de un periodo de pausa que pasó en la cárcel por haber apoyado el movimiento partisano. Después de la guerra se empeñó en las actividades formativas y culturales de la FUCI (Federación Universitaria Católica Italiana) y en las actividades políticas de la Democracia Cristiana, sin descuidar la asistencia a los pobres a través de la Conferencia de S. Vicente. Sin embargo temía aburguesarse. Adhirió por tanto a una iniciativa que reunía a jóvenes deseosos de ahondar espiritualmente en la luz del Evangelio. Allí se enteró de la existencia de la espiritualidad de la unidad de Chiara Lubich y, en enero de 1950, se encontró con Ginetta Calliari, una de las primeras focolarinas. «Ella nos habló de forma muy simple, pero con gran convicción. (…) El cristianismo que exponía era tan fresco y fascinante que me parecía casi escuchar por primera vez qué era el cristianismo mismo», recuerda. Junto a este crecimiento espiritual sigue también el profesional: llegó a ser el magistrado más joven de Italia. En 1953 participó en la Mariápolis de verano, en la que se profundizaba la espiritualidad de la unidad. Encontró a Chiara Lubich, Pasquale Foresi e Igino Giordani. Fueron días que marcaron por siempre su vida. Así los recuerda: «Esa convivencia, aun siendo de dimensiones reducidas, era completa: había vírgenes y casados, sacerdotes y obreros. Podía ser un modelo para la sociedad entera, porque contenía una ley de valor universal. Vi en ese “cuerpo” de personas unidas en Cristo, si bien pobre de medios materiales, aun compuesto por personas no faltas de defectos e ingenuidades, un organismo en el que el Señor había depositado una luz, una ley, una riqueza destinadas a difundirse en todo el mundo (…)». En esa ocasión decidió seguir a Dios en el focolar. En 1961 dio un paso que causó sensación: dejó la profesión (mientras tanto había sido nombrado Sustituto Procurador de la Magistratura en Parma) para dedicarse por completo al Movimiento. El semanal “Gente” publicó un artículo sobre este Magistrado que «había dejado la toga por la Biblia». En 1962 recibió el «Premio de la bondad» de la Región Emilia (Norte de Italia).
Luego Lionello estuvo en Roma, en la primera escuela internacional de Grottaferrata, después en Turín y finalmente llegó a la ciudadela de Loppiano en 1965 donde, por 15 años, dictó clases a los jóvenes focolarinos y dedicó todo si mismo al desarrollo de la ciudadela naciente con “el amor recíproco como ley fundamental”. Fue ordenado sacerdote en 1973 y para él esto consistía en «estar al servicio del carisma, ser una trasparencia de amor, ser “más Jesús” para los demás». En 1981 cubrió varios cargos en el centro del Movimiento en Rocca di Papa. Después de la licencia en Teología y Derecho Canónico, se volvió un experto de asociaciones laicales, desarrollando un trabajo precioso como consultor para la formulación de los Estatutos del Movimiento de los Focolares (Obra de María), en contacto con los mejores canonistas de la Santa Sede. En el último verano, en 1986, le diagnosticaron un tumor y a menudo le volvían a la mente y al corazón algunos pensamientos de Chiara Lubich, especialmente uno sobre María: «Es toda bella la oración del Ave María en cada expresión suya, pero hoy yo quisiera sugerir de subrayar con el corazón de forma especial ese doble pedido: “Ruega por nosotros pecadores ahora” y “en la hora de nuestra muerte”, para que María nos asista con su intercesión ante Dios en cada nuestro momento presente y para que en ese momento importante, que es la muerte, esté presente a nuestro lado de manera especial». Murió al improviso el 11 de octubre. Hay quien lo definió como el “hombre de las bienaventuranzas”, porque precisamente en ellas lo encontramos reflejado: en la pureza de corazón, en la mansedumbre, en la misericordia, en la paz, en el hambre y sed de justicia. De hecho, la frase del Evangelio que orientó su vida fue: “Buscad primero el reino y su justicia, y todo eso se os dará por añadidura” (Mt 6, 33).
«Conocemos a Khalid desde hace más de diez años. Un día tocó a nuestra puerta para vendernos algo, pero sobre todo para que lo ayudáramos a encontrar un trabajo. Estaba en Italia desde hacía más de un año, clandestino y sin un lugar donde vivir. Tenía 24 años y venía de Marruecos, donde había dejado a su madre, viuda con dos hijos menores. Después de una semana, volvió de nuevo. “Tenía hambre y me disteis de comer, era forastero y me recibisteis”…. Las frases del evangelio nos interpelaban con fuerza. En aquel momento lo que podíamos hacer era invitarlo a nuestra mesa. Por la tarde le ofrecimos que trabajara en el huerto y en el jardín. Estuvo con nosotros otros dos días. Así pudo enviar una pequeña suma de dinero a su mamá. Era la primera vez que lograba ayudar a su familia y eso lo hizo feliz. Nos movimos para buscarle un trabajo pero la respuesta era siembre la misma: es un clandestino, no podemos contratarlo. Al final ha encontrado un trabajo provisional en una empresa agrícola. Trabajaba en un invernadero, vivía en un contenedor con un hindú; su vida era dura pero estaba contento. Un día sonó el teléfono: su amigo hindú nos decía que Khalid no se encontraba bien. De nuevo era Jesús quien nos llamaba. Fuimos a verlo y lo acompañamos a la consulta de nuestra doctora que dio su disponibilidad; tenía una dolorosa otitis y había que tenerlo bajo control. Entonces decidimos ponerlo en la habitación junto con nuestro hijo. Al principio teníamos que levantarnos más de una vez durante la noche para cuidarlo. También nuestros hijos se han demostrado atentos hacia él. Mientras tanto, el dueño de la empresa no tenía intención de regularizar la situación. Nosotros nos habíamos convertido en la última esperanza a la que todavía podía recurrir. El Señor nos pedía un acto de amor todavía más radical. De modo que decidimos asumir a Khalid como empleado domestico y más tarde fuimos madurando la idea de alojarlo en nuestra casa como otro hijo más. Le pusimos a disposición algunos espacios de la casa donde pudiera tener su independencia; cuando preparábamos la comida, estábamos al tanto para respetar sus convicciones religiosas, así como sus momentos de oración y sus horarios de comidas durante el Ramadán. Así se fue profundizando también el diálogo a nivel religioso. La relación entre nosotros ha llegado a ser cada vez más confidencial: por la noche a menudo nos quedábamos hablando de su vida y de la nuestra, de sus tradiciones y de las nuestras. Dudas y dificultades no nos han faltado, pero, junto con la comunidad del Movimiento que nunca dejó de sostenernos, encontrábamos la fuerza de ir adelante. La providencia nunca faltó. Un señor desconocido nos regaló una motocicleta que después pusimos en regla. Personas del Movimiento le han procurado la ropa necesaria… Después le ofrecieron un trabajo que lo satisfacía, aunque era provisional, y que le ha permitido ayudar a su familia y también devolver parte de los gastos que habíamos hecho por él. Después de unos siete meses, quedó libre una casita en la que pudo transferirse con algunos de sus amigos. Después volvió a Marruecos donde se casó. A su regreso a Italia con su esposa, encontró un trabajo a tiempo indeterminado que le permite llevar una vida más tranquila. Nacieron tres niños, dos de los cuales ya están en la escuela elemental. También con su esposa se ha construido una hermosa relación, a pesar de las dificultades de la lengua. Un día quiso demostrarnos su agradecimiento y nos ofreció preparar en nuestra casa un almuerzo completamente marroquí, que hemos degustado junto con nuestros hijos. ¡Nos hemos convertido en los abuelos de sus niños, los cuales están a menudo en nuestra casa! Compartiendo con ellos, experimentamos continuamente la alegría de la presencia de Dios entre nosotros.» (G. de Mantova –Italia-)
La Palabra de vida de este mes nos invita a no responer a la ofensa que recibimos con una nueva ofensa sino – como sugiere Chiara Lubich – «con un acto de voluntad y lucidez, por lo tanto de libertad, recibiendo al hermano así como es, a pesar del mal que nos hizo, como Dios nos recibe a nosotros pecadores, a pesar de nuestros defectos». Algunos breves testimonios: Aquel muro se derribó «Viví una niñez y una juventud muy triste, a tal punto que no conservaba ni siquiera un recuerdo positivo. Incluso cuando me casé, las relaciones con mi familia de origen me dejaban siempre una profunda amargura; eran sólo críticas y desprecio. No fue fácil olvidar, pero traté de vivir las palabras del Evangelio: dar sin sin esperar la recompensa. Un día mis padres vinieron a pasar las vacaciones con nosotros. Decidí darles gusto sin esperar nada a cambio. Le di un beso a mi madre, algo que no sucedía desde mi infancia. Ella me abrazó y le saltaron las lágrimas. Sentí que el muro que nos dividía se derrumbaba. Y papá, el día de su cumpleaños, quiso que pusiera su música preferida y que bailara con él. ¡Fue una gran conquista lograr esta armonía con mi familia!» (Margherita . Suiza ) Una pelea que terminó dulcemente «Cuando estaba en la casa de mi hermana supe que mis padres se habían peleado. Desde hacía tres días no se hablaban y papá rechazaba comer la comida que mi mamá preparaba. Cuando llegué a casa, enseguida advertí una atmósfera pesada. Sin hacer preguntas, me puse a servir concretamente adelantando algunos trabajos; en la primera ocasión en que me encontré a solas con mi padre, traté de que me dijera qué había pasado. Se abrió conmigo y así también yo le pude decir mi compromiso en tratar de vivir las palabras de Jesús. Cuando mencioné el perdón del cual Jesús nos dio el ejemplo, se puso más atento. Al final nos pusimos de acuerdo en que cuando volviera mamá a casa la iba a escuchar atentamente. Desde la ventana de la cocina vi la escena de ella que volvía y de mi padre que le preguntaba dulcemente cómo le había ido en el trabajo» (P. F. – Camerun) Un simple “hola” «Existían desde hacía algún tiempo algunas incomprensiones entre mi hermana y yo, a tal punto que no nos saludábamos más. Un día decidí dar el primer paso para reconciliarnos. Pero no era nada fácil: yo era el hermano mayor, tenía mi dignidad…. Después de una noche agitada, de mañana en la cocina le dije “hola”, pero tan bajito que ella no escuchó. Armándome de coraje, repetí con más fuerza el “hola”. Ella se quedó sorprendida y enseguida hicimos las paces. Fue tal la alegría y el sentimiento de liberación que experimenté, que me puse a canturrear» (Dolfi – Italia)
«La fiesta fue increíble! Llegó al corazón y se disfrutó de un hermoso clima de fraternidad que ayuda a recargar pilas!». «Me di cuenta que puedo optar por quedarme en la cueva o salir de ella. Descubrí qué importante es abrirme y compartir lo que me pasa adentro con otros». «Pude ver en el grupo de jóvenes de la ciudadela una gran vitalidad, radicalidad, alegría, profundidad, capacidad de enfrentar las dificultades…». «Una experiencia muy linda de vivir. Parto con la convicción que sí es posible una vida distinta y que no estamos solos para ser quien de verdad queremos ser y arriesgarnos». Son algunas voces de los mil jóvenes congregados, el 24 y 25 septiempre pasados, para la Fiesta de los Jóvenes 2016, en la ciudadela argentina de los Focolares sumergida en la pampa. Una tradicional cita que se renueva cada año con la potencia creadora de los jóvenes al momento de transmitir los ideales por los cuales quieren gastar sus vidas. La participación de jóvenes desde distintos puntos del Cono Sur de Latinoamérica a la edición 2016, es un clásico que se repite y que enriquece culturalmente la Fiesta de los Jóvenes. Este año, convocados por el lema “Arriésgate, existe lo que buscas”, más de 1000 jóvenes llegaron desde Paraguay, Uruguay, Chile, Brasil y de distintas ciudades de Argentina. ¿De qué se trata la propuesta? De una experiencia de fraternidad, compartiendo por 48 horas el estilo de vida evangélico de esta ciudadela permanente del Movimiento de los Focolares, donde viven actualmente 85 jóvenes de 17 países, además de familias y adultos. Y no sólo eso, porque con la experiencia compartida, y a través de música, teatro y danza, se ponen en común problemáticas actuales que atraviesan toda la realidad juvenil: las relaciones familiares, el estudio, los éxitos y fracasos de la vida, las adicciones, los momentos de dolor, y sobre todo el encuentro con un Dios cercano que tiene una respuesta personal para cada uno. La idea no termina allí, ya que se busca involucrar a todas las personas en la construcción de un mundo unido sin distinción de credo o religión. E
ste año el programa preveía una combinación de teatro, música y testimonios, con una impactante imagen que fue reproducida a gran escala a la entrada de la sala donde se llevaba a cabo la presentación, con un cartel que invitaba a todos: ARRIESGATE! El lenguaje elegido para transmitir las experiencias y armar las escenas de teatro, era directo e interpelaba a cada uno de manera personal. Las canciones, con mucha energía y musicalidad, ayudaban a hacer la síntesis de este compromiso en la búsqueda de algo grande para cada uno. Los momentos compartidos fuera de la sala como la visita a la ciudadela, los almuerzos, los paseos, sirvieron para este intercambio de jóvenes latinoamericanos que demostraron su deseo y capacidad de querer construir un mundo unido, una sociedad para todos. Como final, la propuesta a cada uno de los participantes de repetir este espacio de fraternidad en cada lugar del planeta donde estemos. Y los ecos no se hicieron esperar: “Desde Paraguay quiero darles las gracias porque nos hicieron vivir días inolvidables. Estamos emocionados y dispuesto a aceptar el desafío!» «Esta mañana viajando en el colectivo para ir al trabajo – escribe otro jóven participante – me volvían a a la mente los días vividos juntos y tenía ganas de vivir bien el día de hoy, de dar ese algo más, de arriesgar». Fuente: Cono Sur online
No es un error haber puesto una “W” dentro del título en italiano sino que fue el desafío lanzado a los miles de participantes presentes y a cuantos se han conectado vía streaming. Si por un lado hay una Italia en la que los que se consideran pobres absolutos han aumentado del 130% en siete años, en la que cada día sus costas meridionales sirven de puente a centenares de miles de migrantes que huyen de la miseria y de las guerras, por otra parte existe el enorme deseo de hacer algo concreto: voluntarios, asociaciones, jóvenes que quieren experimentar nuevas formas empresariales para ayudar a las personas a sobrevivir en medio de la emergencia cotidiana. Sí, porque el empeño (que viene de “dar algo en-prenda”, según las palabras de Alberto Frassinetti, uno de los fundadores del Polo Lionello Polo Lionello), es el espíritu que anima a aquellos que han presentado sus experiencias en el marco de las iniciativas programadas para Loppiano Lab 2016: economía, pero también política, welfare, inmigración, comunicación, tecnología e instrucción. La iniciativa, que tiene como promotores al Polo Lionello Bonfanti , al Grupo Editorial Città Nuova, Instituto Universitario Sophia y a la Ciudadela de Loppiano, nació en el 2010 con la idea de crear un laboratorio nacional que pusiera en movimiento, como había deseado en su mensaje Maria Voce, Presidente de los Focolares, “las cualidades que han engrandecido a los italianos: su creatividad, su laboriosidad, la acogida y la solidaridad, la cultura y el arte”. Expertos del mundo de la cultura, de la economía y de la política se han alternado en los varios momentos del programa previsto, junto con otras muchas voces de la sociedad civil por medio de las iniciativas promovidas por los centenares de asociaciones, individuos y comunidades, reforzando y creando una red de personas apasionadas por traducir en práctica ideas, proyectos y estilos de vida.
Tres jornadas, tres temas focales para acoger diversos desafíos: el de la innovación tecno-científica, el del desarrollo y el de la pobreza para reinventar la paz. Y justamente en LoppianoLab han sido celebrados dos importantes aniversarios: el proyecto de Economía de Comunión (EdC) en su 25° año de vida y el de la revista de los Focolares, Ciudad Nueva, que cumple 60 años. Tres jornadas, treinta workshop multitemáticos, tres transmisiones en directa vía streaming, y también laboratorios para niños y adolescentes: “Loppiano Kids. Es hora de dar” con una serie de encuentros sobre el tema de la pobreza, de la solidaridad y de la ecología, y “Loppiano Young” con performance y presentaciones artísticas promovidas por la banda internacional Gen Verde.
Jesús Morán, copresidente de los Focolares y filósofo, ha concluido el último día hablando de los tres desafíos que hoy tiene que enfrentar la humanidad: el de la globalización y la post globalización, el desafío antropológico, el “post humano”, y el último, el humanitario, lo infrahumano, desafío que nos llama a elaborar una “cultura de la resurrección”, para asumir hasta el fondo el dolor del hombre que sufre. La pregunta que debemos hacernos – según Morán – es ¿cuánto espacio concedemos, en nuestra vida, a los últimos, a los “abandonados” de hoy? Y para finalizar, durante el forum “La riqueza de las pobrezas invisibles”, se lanzó la propuesta de crear un observatorio sobre la pobreza que, basándose en un plan de trabajo bienal, desarrolle un sistema informativo para monitorear los efectos de las ayudas de la EdC a nivel global, y estudie algunos casos específicos y significativos por los resultados obtenidos o por las metodologías adoptadas. Lee también: Città Nuova online: Speciale LoppianoLab Loppiano Economia di comunione