Después del extraordinario encuentro de los Movimientos y de las nuevas asociaciones y comunidades con el Papa Francisco durante Pentecostés, la presidente de los Focolares, María Voce, retoma su viaje por el sur de Alemania , acompañada por el copresidente Giancarlo Faletti.
El pasado 24 de mayo, fueron recibidos en Friburgo por el arzobispo Robert Zollitsch, presidente de la Conferencia Episcopal Alemana. Zollitsch se interesó en el compromiso y la difusión del Movimiento de los Focolares en Alemania y todo el mundo, animando al Movimiento a dar su aporte a la Iglesia y a la sociedad.
En una atmósfera cálida María Voce le contó del compromiso de la comunidad internacional de los Focolares a favor del ecumenismo y del diálogo con las otras religiones. Loa centros de los Focolares en los varios países responden siempre a las exigencias y necesidades del lugar, le explicó al arzobispo: “Nuestra ciudadela en Ottmaring tiene un explícito carácter ecuménico”.
El presidente de la Conferencia Episcopal se informó acerca de los sacerdotes que viven la espiritualidad de los Focolares y subrayó la importancia para los sacerdotes de involucrarse en una comunidad espiritual viva. Manifestó su alegría por los cursos de formación a la fe que el Movimiento ofrece a los jóvenes en el sur de Alemania: “En una sociedad en la que a menudo falta el valor para tomar decisiones e involucrarse es importante que los jóvenes encuentren testigos de la fe en sus ambientes”.
Zollitsch dijo que le impresionó en forma positiva el encuentro de obispos de varias iglesias y representantes de Movimientos de la red “Juntos por Europa” en el que participó el día antes de Stuttgart. Estaba presente, entre otros, también en presidente de la iglesia evangélica alemana Nikolaus Schneider. La viva relación entre los Movimientos y las comunidades promotoras del encuentro, entre los cuales el Movimiento de los Focolares, lo dejó impresionado: “Nos contaron sobre el pacto, de la alianza de amor recíproco que hicieron durante uno de los primeros encuentros. Y se sentía que este amor sigue vivo entre ellos, que este pacto marca todavía hoy sus relaciones”.
El punto fuerte del Movimiento de los Focolares, según el arzobispo, radica en lograr motivar a las personas “No sólo en vivir para confesar la fe, sino también en comunicarse las respectivas experiencias personales; hablar de la propia fe, ¡esto nos falta en Alemania! De hecho, aquí la fe se encierra en el ámbito privado”.
Y concluyó con un augurio y una constatación: “El aporte de los Movimientos es un don y una riqueza también para nuestras parroquias. Los Movimientos, como el de los Focolares, pueden involucrar a muchas personas en una vida de fe auténtica y activa. Son un don del Espíritu Santo para nuestro tiempo”.
El Prof. Mohammad Shomali, muy activo en el campo deldiálogo interreligiosoes Decano de Estudios de Postgrado en la sección internacional de la Jami’at al-Zahra y Director del Instituto Internacional de Estudios Islámicos de Qum, Irán. Gracias a él se organizaron distintos momentos de diálogo entre musulmanes chiítas y monjes benedictinos, y también entre chiístas y menonitas. Fue guía de tres delegaciones de estudiantes iraníes que culminaron sus estudios con la maestría y doctorado visitando Roma a fin de realizar contactos espirituales con el mundo cristiano. Recientemente el Prof. Shomalí estuvo nuevamente en Roma con un grupo femenino de estudiantes. Le hemos dirigido algunas preguntas de las que publicamos dos: Usted acaba de guiar una delegación de mujeres iraníes en visita a Roma. ¿Cuál fue su experiencia y la de ellas?«En el mes de mayo de 2013, con mi esposa acompañé a un grupo de diez mujeres, estudiantes de Mastría y Doctorado de Jami’atul Zahra, el seminario teológico más grande para mujeres en Irán (Qum). Era la séptima visita que hacíamos a Italia, pero fue la que tuvo más éxito (…) porque, con el correr del tiempo se construye la confianza recíproca, se establece una relación de amistad y se puede ahondar el nivel de diálogo y de amistad». ¿Cuál es su experiencia de diálogo con los Focolares y cuáles son las características de este diálogo? « (…) Para nosotros este Movimiento ha representado la puerta abierta hacia el cristianismo. Con los amigos del Focolar uno se siente a gusto, gracias a su sentido de compromiso con Dios, del amor profundo a Dios y al hombre, y al mismo tiempo, por la actitud de gran apertura (…). Se advierte que ponen lo mejor de sí mismos para que uno se sienta cómodo, mientras se aseguran de que juntos podamos construir el bien. Estoy convencido de que el carisma de Chiara Lubich, su espiritualidad es un don de Dios para el siglo XX y esperemos que pueda dar aún más fruto en el siglo XXI. Personalmente, aprecio mucho la idea de la unidad en el sentido de actuarla como comunidad. Deberíamos reflexionar juntos, hacer programas comunes, trabajar unidos. Esto es muy semejante, me parece, al punto central del mensaje del Islam, especialmente de la escuela de Ahlulbayt (corriente del Islam chiíta) que subraya y se concentra mucho en el amor que debería existir entre los creyentes. Por esto, encuentro que la espiritualidad del Focolar es muy interesante. Lo que predican y lo que muestran en su comportamiento confirma que podemos llegar a grandes resultados si tenemos un amor verdadero hacia Dios y hacia el prójimo».
“¡Sigan trabajando con el ‘Corazón en acción’!”. Así exhorta el Papa Francisco a dos emocionadísimos gen 3 – un paraguayo y una ecuatoriana- quienes, en nombre de los casi 800 presentes en la audiencia generaldel miércoles 22 de mayo, le entregan un álbum de fotos de las numerosas iniciativas desarrolladas en diversas partes del mundo. El Papa comienza a ojearlo deteniéndose en las imágenes y agrega que lo va a leer más tarde con más atención.
El Papa Francisco quiso saludar a “los chicos del Movimiento de los Focolares reunidos en el Congreso Internacional `Gen 3´, que impulsados por el slogan ´Un corazón en acción´ están poniendo en práctica durante este año las obras de misericordia”. En las palabras del Pontífice sobre la unidad, sobre la comunión y sobre la acción del Espíritu Santo los gen 3 sienten gran sintonía con el estilo de vida que tratan de vivir; “Sentí una felicidad que no sé explicar… ¡impresionante!, confiesa uno de ellos; “lo que nos dijo concuerda exactamente con lo que siempre nos dijo Chiara (Lubich”, dice otra.
Provienen de varias naciones, tienen entre 9 y 13 años. Las gen 3 comienzan su Congreso el domingo 19 de mayo y junto con los gen 3, que concluyen el suyo, son más de 1200 en total, con un programa que desde el inicio tiene una meta alta. Presentan a la ciudadanía de Castelgandolfo (Italia) y a la intendente, la alcaldesa M. Silvia Monachesi, la “Regla de oro” con bailes y juegos.
En la tarde, en directo por Internet, viven juntos un ´tú a tú´ con Maria Voce, presidente del Movimiento de los Focolares. A ella le presentan los aportes de todo el mundo al proyecto “Un corazón en acción”: la empresita “Condimentar con un poco de amor” de Hungría; la campaña de no desperdiciar la comida de los almuerzos escolares de una ciudad italiana; la siembra de un huerto en un barrio de Los Ángeles cuya fruta y verdura será destinada a los más necesitados; la recaudación de zapatos para un grupo de niños de Filipinas; varias actividades económicas para pagar el tratamiento de una amiga enferma de Nigeria, por nombrar sólo algunas actividades.
Después, continúan con preguntas: sobre el bullying, sobre la identidad del gen 3, sobre el sufrimiento. Están dirigidas a alguien que “sabe ponerse en nuestro lugar, y, por su experiencia, sabe darnos un consejo”. Maria Voce, con determinación, invita a “amar, sabiendo que en la raíz del bullying no está en la fuerza sino la debilidad, en el miedo”; afirma que “en los gen 3ha encontrado una vivacidad excepcional, una gran iniciativa, están siempre dispuestos a inventar modos nuevos de transmitir el ideal de la unidad a los demás con una vida plena. ¡Pero lo más lindo es que para los y las gen 3 de todo el mundo, Jesús es de verdad un amigo!”, y concluye: “Chiara Lubich comenzó por el Evangelio, que nospide hacer comunión, dar con generosidad… vuestro su corazón en acción los impulsa a dar su amistad a los niños que están en los orfanatos, a dar compañía de los enfermos de Alzheimer, a dar la ganancia de sus actividades, y Jesús por su parte les da, les da, les da… es una competencia de generosidad entre ustedes y Jesús… para cambiar la mentalidad del mundo, donde todos viven por el ´poseer´”.
Fue especialmente impresionante la lectura de una carta que enviaron las gen 3 de Aleppo (Siria), que hubieran querido estar presentes: “Nos comprometemos a irradiar el amor para que los terroristas abandonen sus negros pensamientos… en la medida de nuestras posibilidades hemos empezado a hacer proyectos a favor de los pobres que han aumentado muchísimo, algunos perdieron la casa, el trabajo, los hijos. Estamos muy contentas del Time Out por la paz, ¡gracias porque piensan en nosotros!”
Al despedirse, María Voce comparte y confía a todos los gen 3 del mundo el compromiso de esta cita cotidiana: “Rezar con el Time Out, cada día y sentir que somos una cosa sola, viviendo junto a ustedes esta situación”.
Silvia Vacca, joven empresaria del norte de Italia, quien en estos meses ha tenido un papel protagónico en la dirección ejecutiva de SEC y se prepara para ser la presidente del CDA, en una entrevista publicada en el sitio web de Economía de Comunión, define así las perspectivas: «Se trata de una escuela que es también un proyecto de investigación que pretende promover la realización de un mercado civil y civilizador que ponga en el centro de la actividad económica a la persona, con sus necesidades, sus aspiraciones y su realización; un mercado en el que los agentes interactúen en beneficio mutuo y a favor del bien común, en contraposición con la lógica utilitaria y que busca exclusivamente el incremento de la ganancia. Una lógica que se ha ido afirmando a escala mundial y que nos ha conducido a estos tiempos de crisis».
Se trata por lo tanto de un centro de estudios, donde se quiere estructurar la investigación de un camino innovador, redefiniendo la relación de la persona con el mercado, trabajando sobre las cenizas del capitalismo individualista cuyas señales de crisis han salido de los ámbitos universitarios para convertirse en vida cotidiana de mucha gente.
La orientación cultural ha sido confiada a Stefano Zamagni, Luigino Bruni y Renato Ruffini, quienes desde hace años son promotores de la Economía Civil, asisitidos por una Comunidad docente a la que se suman personalidades destacadas de las más grandes universidades italianas.
La propuesta de la SEC nace de la necesidad de crear conciencia sobre algunos principios económicos –en especial los que se refieren a la centralidad de la persona y del bien común– en ambientes que por su forma jurídica o por su sensibilidad son afines a estos principios, promoviendo así una formación destinada sobre todo a la clase dirigente de las instituciones, asociaciones, empresas que ya han asumido este papel o que ambicionan hacerlo; SEC se orienta también al ámbito docente, proponiendo cursos formativos para directores de instituciones educativas y profesores.
Los cursos comenzarán en octubre de 2013, después del lanzamiento oficial de SEC que tendrá lugar el próximo 20 de septiembre en el ámbito de la gran Expo “LoppianoLab” que se realiza todos los años en el Polo Lionello (Florencia), en la ciudadela de Loppiano, donde será construida la sede de la nueva Escuela.
«Antes de comenzar la larga gira (16 de mayo-27 de julio) en Brasil – escriben los amigos del Gen Rosso – estuvo el esperado encuentro con los fundadores de la Fazenda da Esperança, comunidad en la que viven jóvenes en dificultades, fundada con un estilo de vida evangélico: nos encontramos con el franciscano alemán padre Hans Stapel y el brasileño Nelson Giovaneli, en la sede central de Guaratinguetá, cerca de San Pablo. Teníamos la percepción de que en este comprometedor viaje era necesario un momento de “intimidad” con Dios y con aquellos, que, junto con nosotros, decidieron comenzar una aventura que tiene sus raíces en el Evangelio»
La visita a la “Fazenda” comienza en la pequeña capilla donde recordamos a Chiara Lubich; su espiritualidades lo que ha inspirado la vida de la “Fazenda da Esperança” desde su nacimiento. Cuando en el 2010 se obtuvo el reconoscimiento oficialpor parte del Consejo para los Laicos, Frei Hans y sus compañeros fueron a la sede internacional de los Focolares, para “agradecer” a Chiara, saludándola en la capilla donde descansa.
Los amigos del Gen Rosso le preguntan a padre Hans qué es lo que siente en su corazón, queriendo saber qué desea que suceda en estos meses en Brasil: «Miremos los comienzos del Movimiento de los Focolares en Trento – responde: alrededor de la mesa del primer focolar había una focolarina y un pobre, una focolarina y un pobre…Existía una realidad espiritual conjugada con la realidad social. Este es nuestro desafío, sobre todo aquí en América del Sur, pero pienso que es un desafío para el mundo entero. Cuando existe la dimensión espiritual sin la encarnación en lo social, falta algo. Cuando, al revés, existe el compromiso social sin las raíces en Dios, el esfuerzo es vano. El desafío consiste en la unidad de las dos dimensiones»
De la misma forma está pensada la gira del Gen Rosso, que comenzó el 16 de mayo con el Musical Streetlight junto con los 200 jóvenes de la Fazenda da Esperança y terminará con la participación en la Jornada Mundial de la Juventud en Rio de Janeiroel 27 de julio. Reunieron a 5000 personas en los primeros 3 espectáculos. «Tratamos de sumergir nuestras raíces en Dios todos los días –escribe el Gen Rosso- a través de la reflexión y la vida de la Palabra y del amor mutuo entre todos, que genera la presencia espiritual de Jesús en medio nuestro (Mt 18, 20). Con esta fuerza suya trataremos de amar a todos los chicos y chicas con los que llevaremos adelante el proyecto “Fuertes sin violencia”» Son muchachos que a menudo han sufrido experiencias de abandono y dolores profundos, que encontraron en la droga su refugio: «Quisiéramos darles una alegría que no pasa –escriben- porque Jesús abre las puertas a lo Eterno, aún en medio de muchos dolores nuestros y del mundo».
Es más: «Este es el mensaje que quisiéramos gritarle a la sociedad de Brasil, a través de los espectáculos y los medios de comunicación:
Existe algo que no pasa, Dios, que nos ama inmensamente. Es El quien nos puede transformar en “fuertes sin violencia”!».
Se conocieron trabajando como capellanes en la cárcel de Viterbo, el Padre Vasile Bobita y el Padre Gianfrancesco Bagnulo, llevando consuelo, el primero a los presos ortodoxos, el segundo a los católicos. Con el tiempo entre ambos surgió una relación muy fraternal, que después involucró a los miembros de las dos comunidades y que los llevó a colaborar en la organización de un evento local del proyecto “Juntos por Europa” (Mayo 2012) promovido, entre otros, por el Movimiento de los Focolares.
Los dos capellanes tuvieron la idea de visitar juntos la ciudadela testimonial de Loppiano (Florencia, Italia), y extendieron la invitación a la comunidad rumano-ortodoxa de Padre Vasile y a dos monjes ortodoxos del monasterio de San Giovanni Therestis, en Bivongi, en la provincia de Reggio Calabria.
El 15 de mayo pasado, entre las agradables colinas toscanas, después de la presentación de la historia de Chiara Lubich y de la ciudadela, en este grupo tan variado se abrió un vivaz diálogo sobre “la evangelización y el diálogo”, sobre la espiritualidad de la unidad del Movimiento, sobre las relaciones con la Iglesia ortodoxa (relación que nace en los años ’60), sobre el testamento de Jesús: «Que todos sean uno» (Jn 17,21). Este diálogo permitió profundizar el conocimiento recíproco y compartir esperanzas, desafíos, dolores y alegrías al que contribuyó el aporte de una focolarina ortodoxa rumana que vive en la ciudadela.
Fue breve pero significativo el comentario del Padre Vasile: “Ahora comprendo porqué me sentí siempre bien recibido por el Padre Gianfrancesco: porque ustedes viven la realidad de la unidad”.
Al final, todos quisieron asistir, junto a los habitantes de la ciudadela, a la Santa Misa que se celebró en la iglesia dedicada a María Theotokos que, como dijo el Padre Gianfrancesco, “nos impresionó muchísimo porque es el lugar del encuentro, de las relaciones vividas concretamente a la luz del Evangelio”.
Esta visita fue especialmente significativa porque coincidió con el 10º aniversario de la colocación de la primera piedra del santuario (2003-2013) cuando, – en presencia de Chiara Lubich y de personalidades religiosas y civiles-, los representantes del Patriarcado ecuménico de Constantinopla quisieron donar algunas piedras de colores, provenientes de importantes santuarios marianos ortodoxos distribuidos en todo el mundo, para poner junto a la primera piedra como símbolo del camino de comunión que nos une.
«Un momento de profunda conmoción, íntimo y sereno». Con estas palabras María Voce describe el clima experimentado esta mañana en la Santa Misa celebrada por el Papa Francisco en la capilla de la Casa Santa Marta, a la que fue invitada a participar junto con el co-presidente de los Focolares Giancarlo Faletti. Particularmente fuertes resuenan las palabras del Papa en la homilía –refiriéndose al Evangelio del día (Mc 9,30-37)– en donde subraya que para el cristiano, progresar significa decrecer, y que el poder en la Iglesia es servicio: “El verdadero poder es el servicio. Cómo lo hizo Él, que no vino para ser servido, sino para servir, y su servicio ha sido el servicio de la Cruz. Él se humilló hasta la muerte, la muerte en la Cruz, por nosotros, para servirnos a nosotros, para salvarnos. Y no hay otro camino en la Iglesia para seguir adelante. Para el cristiano, ir adelante, progresar significa decrecer. Si no aprendemos esta regla cristiana, nunca, nunca seremos capaces de entender el verdadero mensaje de Jesús sobre el poder”. En el saludo, al final de la Misa, María Voce aseguró al Santo Padre las oraciones y la gratitud de todo el Movimiento de los Focolares: «Todos estamos comprometidos en vivir al pie de la letra lo que Usted dice, en especial en salir al encuentro de las personas para que encuentren a Cristo». «¡Lo que se necesita –respondió el Santo Padre- es la cultura del encuentro!».
CTV – El Papa Francisco: el verdadero poder es el servicio a los demás (21.5.2013) http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=HquzYPDPGq0
«Ha sido muy lindo poderle dar al Papa Francisco la seguridad de que también hoy en la Iglesia existe una fuerza vital, a pesar de las muchas dificultades que existen», afirma María Voce, quien para los micrófonos de la Radio Vaticana explica cuales son las confirmaciones y novedades que ha sacado de este encuentro tan especial.
«Seguramente fuimos confirmados en el compromiso de vivir nuestro carisma, porque se sentía fuerte cuánto la comunión es la característica esencial de la Iglesia, y por lo tanto me parece que nuestro carisma de comunión nos lo ponía de relieve como una necesidad de servir a la Iglesia. Esto se confirmaba también al ver con cuál alegría nos encontrábamos, preguntábamos unos por otros, nos asegurábamos oraciones….».
«Quizás fue renovada la fuerza para enfrentar el mundo, porque seguramente cada Movimiento tiene ese impulso interior, que el Papa Francisco subrayó con fuerza, de ir hacia los demás, de ponerse a disposición de la Iglesia, de servir a los últimos. Pero escucharlo decir al Papa con tanta fuerza,nos daba el coraje de decir: somos pequeños, somos débiles, pero a pesar de todo Jesús nos guía, Jesús está con nosotros, el Papa nos envía, podemos ir…»
Mirando el horizonte del camino que espera a los diversos carismas y Movimientos, el Papa dijo que hay que cuidarse del particularismo y de la homologación, y señaló tres palabras: armonía, novedad, misión. ¿Qué significado tienen para Ud. estas palabras?
«Me impresionó la palabra “novedad”, porque todos tenemos la tendencia de apoyarnos en las seguridades del camino ya recorrido, por la experiencia acumulada, y en cambio el Papa nos reta a recibir las sorpresas del Espíritu, a escuchar bien lo Él nos pide y a seguirlo por los caminos del mundo»
Fuente: Radio Vaticana – Noticioso del 21.05.2013, edición de las 19.30
El Dr. Giovanni Caso (a la derecha) recibe el reconocimiento
Comunión y Derecho, es decir identificar aspectos de la espiritualidad de la unidad que surgen del carisma de Chiara Lubich que tienen relación con el mundo de la jurisprudencia de modo que surjan pistas de reflexión y nuevos paradigmas. El Dr. Caso es presidente adjunto honorario de la Corte de Casación italiana. Actualmente trabaja en este ámbito del Movimiento de los Focolares y acaba de concluir un viaje por Guatemala Guatemala y Colombia que le permitió profundizar el conocimiento de estos países. En esta ocasión se le otorgó también un condecoración – conferido por parte del Parlamento Colombiano al Movimiento de los Focolares.
Le pedimos que compartiera sus reflexiones.
¿Qué aporte puede dar la experiencia de Comunión y Derecho a sociedades portadoras de problemáticas tan graves en el plano de la legalidad?
«La tarea de Comunión y Derecho en relación con la realidad social, económica y política de esos países se desarrolla en una doble dirección: en el sentido de cómo trabajar para la transformación de dicha realidad, y el respeto por la cultura dominante y la relación recíproca entre dicha cultura con el orden económico, político y jurídico de la sociedad.
El primero de los aspectos antes mencionados fue evidente en Guatemala: aquí querían saber nuestras ideas sobre cómo trabajar en la creación de un Estado de derecho a través del cual transformar la realidad social absolutamente injusta y que no ofrece ninguna garantía de tutela de los ciudadanos y de la comunidad.
El segundo aspecto se puso manifestó en Colombia, donde es evidente la estrecha relación que se ha instaurado entre la cultura individualista y la organización económica, política y jurídica, en el sentido que la cultura individualista sirve para consolidar una estructura económica basada en el beneficio propio y viceversa, la misma estructura económica fomenta la susodicha cultura individualista. De consecuencia se produce una gran división y desigualdad social, la conformación de una clase de ricos y la exclusión de gran parte de la población de cargos directivos a nivel económico, político y cultural».
Ante un panorama tan difícil y áspero ¿se pueden identificar señales positivas y posibilidades de cambio?
«La impresión más fuerte la tuve confrontando la situación social y cultural de esos países de América Latina y la situación existente en Italia y en general en Europa. Allí es muy fuerte la “cultura de la vida”. Aun en situaciones sociales dificilísimas por la gran desigualdad social, que genera pobreza y la exclusión de gran parte de la población, la gente está animada por las ganas y la alegría de vivir, debidas a la presencia de muchos niños y jóvenes –(por lo general los padres, aunque sean pobres, atienden con gran amor a sus hijos). Aquí en Europa parece que impera una “cultura de la muerte”: pocos hijos, escasa juventud, sociedad envejecida, muchas personas solas, repliegue sobre sí mismos, depresión y falta de impulso vital. Todo esto es evidente para quien visita esos países y después vuelve aquí ».
Autor: Anselm Grün Páginas: 112 Formato: 13×20 “El celibato sacerdotal es un tema que se debate con frecuencia. Personalmente, opino que es perfectamente concebible que los sacerdotes seculares puedan ser tanto solteros como casados, pero en este libro abordo la posibilidad de vivir el celibato de forma plena. Tengo en cuenta sobre todo a los que somos religiosos –hombres o mujeres– pero también de manera general la situación de los sacerdotes seculares. Y también, cómo no, la situación de muchos hombres y mujeres solteros”, dice Anselm Grün Cuando uno entra en una congregación, probablemente no es del todo consciente de lo que significa el celibato activo, y a lo largo de su vida debe renovar continuamente la opción que ha hecho. El caso de los solteros es parecido: por diversas razones se han quedado solos, y en un momento dado tienen que plantearse si aceptan su soltería como una opción o si en realidad están deseando casarse. En los dos casos es necesario encontrar una motivación para vivir el celibato de manera fecunda para con uno mismo y para con los demás. Precisamente en nuestro tiempo, en medio de tanta incapacidad de entablar relaciones auténticas, un celibato vivido en plenitud podría desarrollar una cultura del eros, una cultura de la relación humana y del amor recíproco. Y nos demostraría que Dios es tan real, que es capaz de saciar nuestros anhelos más profundos. Anselm Grün (Alemania 1945), monje benedictino, dirige el centro de espiritualidad anexo a la abadía de Münsterschwarzach, cerca de Würzburg. Es muy apreciado como escritor, conferenciante y terapeuta, y sus libros están traducidos en las principales lenguas. Editorial Ciudad Nueva – Madrid
4 preguntas y 4 respuestas que van del brazo. Las palabras del Papa son el momento más impresionante de la vigilia de Pentecostés del 18 de mayo de 2013, que reunió en la Plaza de San Pedro a 200 mil fieles de numerosas realidades eclesiales. «Conocía sus preguntas… es la verdad», confiesa el Papa. Sin embargo las respuestas son espontáneas y atrapan a los presentes en una atención profunda y silenciosa. ¿Cómo alcanzó la certeza de la fe y cómo vencer la propia fragilidad? Es la primera pregunta. Responde contando su historia: «Yo tuve la gracia de crecer en una familia donde la fe se vivía de forma simple y concreta. Sobre todo fue mi abuela la que marcó mi camino de fe. Nos hablaba de Jesús y nos enseñaba el catecismo, el Viernes Santo nos llevaba a la procesión de las velas, al final llegaba el Cristo en la cruz, la abuela nos hacía arrodillar y decía: está muerto ¡pero mañana resucita! Recibí el primer anuncio del cristianismo de la abuela!». Su invitación es la de abandonar el miedo: «Somos frágiles, lo sabemos, pero Èl es más fuerte. Con el Señor estamos seguros, la fe crece con el Señor…».
¿Cuál es la cosa más importante que debemos hacer?«¿Qué es lo más importante? Jesús. Si vamos adelante con la organización, pero sin Jesús, no avanzamos». Invita a vivir en “sinergía con el Espíritu Santo”. Más que hablar, testimoniar con la coherencia de vida.
¿Cómo vivir una iglesia pobre y para los pobres?¿Qué contribución dar a la iglesia y a la sociedad en esta crisis que daña la ética pública? “Vivir el Evangelio es la principal contribución que podemos dar. La iglesia no es un movimiento político, ni tampoco es una estructura bien organizada. No somos una ONG, y cuando la iglesia se convierte en una ONG pierde la sal, no tiene sabor, es solo una organización vacía”.
Señala que los peligros más grandes están en la eficiencia y en el aislarse. El encerrarse conduce a la enfermedad: “La iglesia debe salir de sí misma hacia las periferias existenciales”. Es un riesgo salir, pueden acaecer accidentes, pero: “Prefiero mil veces una iglesia accidentada que una iglesia enferma por estar cerrada en sí misma. ¡Salgan afuera, salgan!”. Es la invitación del Papa para salir de la cultura del desencuentro y de la fragmentación, de la “cultura del descarte”, para vivir en cambio la cultura del encuentro con el otro; con Jesús y con todos los hermanos, comenzando por los más pobres, mirándolos a los ojos y tocándoles la mano, para “tocar la carne de Cristo, tomar sobre nosotros el dolor de los pobres”.
¿Cómo confesar la fe? “Para anunciar el Evangelio se precisan dos virtudes: el valor y la paciencia”, como recordó también el testimonio del hermano de Shabhaz Bhattí, el ministro paquistaní asesinado en el 2011. Estamos todos en camino hacia el martirio: está el que da la vida testimoniando a Jesús, y está quien vive los pequeños martirios cotidianos. “Un cristiano debe saber siempre responder al mal con el bien. Tratemos de que estos hermanos y hermanas sientan que estamos profundamente unidos en esta situación. ¿Ustedes rezan por estos hermanos y hermanas en la oración de cada día?”.
María Voce, saludándolo junto a otros líderes de varios movimientos, expresa al Santo Padre el agradecimiento y el compromiso del Movimiento de los Focolares de “dar este testimonio de cristianismo valiente y alegre”. Entre las primeras impresiones, la presidente de los Focolares confiesa “que el discurso del Papa le hizo bien al corazón”, en especial la insistencia de la importancia del encuentro con Jesús y de la oración, que repitió en todas las respuestas, subrayando “la dimensión espiritual del cristiano; la oración, el encuentro con Jesús que ocurre a través de las personas, en las periferias, afuera. Ha eliminado los razonamientos, las estrategias teóricas, sin ignorar los desafíos. Hay que mirar a Jesús y todo el resto viene como consecuencia». María Voce subrayó también la atmósfera de amistad y de alegría entre los varios fundadores y representantes de comunidades y movimientos: “Creo que el Papa, cuando llegó a la Plaza, sintió este corazón alegre de la Iglesia”. Y Giancarlo Faletti, copresidente del Movimiento, resaltó que el Papa indicó en el amor a Jesús y al prójimo el dinamismo de vida de quien sabe mirar hacia fuera: “Nos ha mirado no tanto como un particular de la iglesia sino como cristianos, tenía delante suyo la cristiandad”.
¡Oh, Espíritu Santo, qué agradecidos deberíamos estar contigo y qué poco lo estimo! Nos consuela
el hecho de que eres totalmente uno con Jesús y con el Padre, a quienes a menudo nos dirigimos, pero esto no nos justifica .
Queremos estar contigo…, fuente del mayor consuelo, dulce huésped del alma, descanso de
nuestro esfuerzo”.
Tú eres la luz, la alegría, la belleza.
Tú arrastras las almas tú inflamas los corazones e inspira pensamientos profundos y decididos de
santidad con compromisos personales inesperados.
Tú operas lo que muchos sermones no serían capaces de enseñar.
Tú santificas.
Sobre todo, Espíritu Santo, tú, que eres tan discreto, aunque impetuoso y arrollador, y que soplas
como vientecillo suave que pocos saben escuchar y sentir, mira la rudeza de nuestra tosquedad y haznos discípulos tuyos. Que no pase un día sin invocarte, sin darte gracias, sin adorarte, sin amarte, sin vivir como asiduos discípulos tuyos. Te pedimos esta gracia. Y envuélvenos en tu gran luz de amor, sobre todo en la hora de las tinieblas más espesas: cuando se apague esta visión de la vida para perderse en la que es eterna.
Chiara Lubich ( “La doctrina espiritual”, libro editado en Italia por la Mondadori en el 2001 )
Se esperan en Roma más de 120.000 personas de 150 movimientos y realidades eclesiales, provenientes de numerosos Países de cada continente. Es la Jornada de los Movimientos, de las nuevas comunidades, de las asociaciones y comunidades laicas, que se realizará en la plaza de San Pedro el sábado 18 y el domingo 19 de mayo.
El encuentro, en el contexto de las iniciativas del Año de la fe, fue presentado por el arzobispo Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, durante la conferencia de prensa que se desarrolló en la Sala de Prensa de la santa Sede.
Es significativo el slogan elegido: “¡Yo creo! Aumenta en nosotros la fe”. “Los pronombres personales –explicó el prelado– atestiguan el significado sobre entendido. Cada uno en la iglesia está llamado a pronunciar en primera persona su adhesión a Cristo y a la Iglesia”. Una elección libre, personal, pero que dice tambén que la fe es un hecho comunitario, «un “nostro” que se carga de valores de la comunidad como primer lugar de la Iglesia. Muchos jóvenes, hombres y mujeres –agregó– en estos movimientos y asociaciones, frecuentemente “han vuelto a encontrar no sólo la fe que habían perdido”, sino que “realizaron una verdadera conversión de vida”. “Las realidades eclesiales –afirmó– son uno de los frutos más evidentes del concilio Vaticano II”. Palabras que evocan la fuerte expresión usada por Benedicto XVI que, en Pentecostés del 2006, definía las nuevas realidades eclesiales como “una de las novedades más importantes suscitadas por el Espíritu Santo en la iglesia para encarnar el Concilio Vaticano II”.
La elección de Pentecostés, continúa mons. Fisichella, lleva a comprender que “en la Iglesia de hoy las nuevas realidades eclesiales son el signo de la presencia de Cristo Resucitado que guía su Iglesia en la obra de evangelización”.
El encuentro comienza en la plaza de San Pedro con la recepción a las 15 horas. Seguirá una sucesión de testimonios y momentos artísticos y musicales. Está prevista la participación del conjunto musical internacional Gen Verde y un coro compuesto por 150 personas de distintos movimientos.
El Papa Francisco llegará aproximadamente a las 18 horas, y después de escuchar los testimonios de personas de Irlanda y Pakistán, iniciará un diálogo respondiendo algunas preguntas.
El domingo 19 de mayo, el Papa celebrará la Misa a las 10.30 a.m. en la San Pedro y luego se recitará el Regina coeli.
En estos meses de preparación, con frecuencia recordamos las palabras que pronunció Juan Pablo II en el primer gran encuentro de Pentecostés de 1998: “¡Cuánta necesidad existe hoy de personalidades cristianas maduras, conscientes de su propia identidad bautismal, de su propia vocación y misión en la Iglesia y en el mundo! ¡Cuánta necesidad de comunidades vivas! Y aquí están, entonces, los movimientos y las nuevas comunidades eclesiales: ellos son la respuesta, suscitada por el Espíritu Santo a este dramático desafío del fin del milenio. Ustedes son esta respuesta providencial”.
«El Espíritu Santo que une criaturas y Creador genera una convivencia humano-divina.
Pentecostés, haciendo de la “multitud de los fieles un sólo corazón y una sola alma”, provocó como espontánea consecuencia de la unidad, la comunidad de vida. Por este motivo, la convivencia cotidiana en medio de las distracciones y rumores resulta una convivencia divina, en donde los hermanos nos sirven para subir a Dios. Es más, cada hermano que encontramos nos da un suministro de vida divina porque, amándolo por Cristo, nos da acceso a Dios. Y así la marcha de la vida no resulta más, como se dijo, una marcha hacia la muerte, sino un crecimiento hacia la juventud eterna.
«Vivir el Espíritu de Dios, es dejar vivir al Espíritu Santo en sí. Y entonces en la medida en que se ama a Dios, se ama a los hermanos que son su representación (…). Y en la medida en que se comunican los dones del Espíritu Santo éstos se multiplican. Para desarrollarse y arder, la caridad debe expandirse, es sangre y quiere circular, es fuego y quiere irrumpir. Como la vida natural es constante circulación de calor, comunicado de una célula a otra, así desde la primera célula encendida por el Creador ha habido un continuo pasaje y un asiduo aumento de calor en el tiempo y en el espacio. Así la vida sobrenatural es una constante comunicación de calor –la gracia, la caridad- desde el sol que es Dios, a las almas que participan de Dios. Los hermanos son canales de transmisión de la gracia; son en cierto modo sacramentos de Dios. Si se excluye a los hermanos, el Espíritu Santo no pasa más, la vida se detiene. Y se comprende: el amor que pasa de mí al hermano y del hermano a mí es Dios que circula.
«El origen de todo este milagro hay que buscarlo en la encarnación y por lo tanto, en la caridad. Por lo tanto el hombre, siendo a imagen y semejanza de Dios, (…) es Dios que vive –encarnado por decir de alguna forma- en límites humanos. Si es así, debe ser visto y tratado por mí como si tratara de la esfinge de Dios. Recíprocamente, yo debo comportarme como un representante de Dios; de esto deriva mi dignidad vicaria y las obligaciones de mi forma de actuar.
«El hombre es hechura de Dios y lleva en cada célula del cuerpo y en cada pliegue del espíritu la marca de fábrica, que es la fábrica de lo Eterno. De tal artífice ha recibido una huella inconfundible, por eso el hombre es una obra maestra en sí. Él lleva en cada molécula la prueba de la existencia del Dios que lo trajo al mundo. El Espíritu Santo es el agente de tal divinización. Él es el principio activo de la encarnación de Dios. Todos los seres humanos participan de algún modo de la unión con Dios y es ese mismo amor que hace del hombre un Dios y de Dios un hombre».
Igino Giordani en: La divina aventura, Città Nuova, 1993, (Garzanti, 1953)
África Subsahariana unificada por el pensamiento de sus pueblos: «Un terreno sobre el cual construir un futuro mejor -afirma Gisèle Moulatsa de Gabón – no para permanecer encerrados en nuestro pequeño mundo, sino para abrirnos cada vez más a la familia universal». Es una afirmación rica de significado, al concluir la cita del 10 al 13 de mayo que reunió a participantes de varias naciones africanas.
¿Qué es la escuela para la inculturación? En la Exhortación Apostólica Evangelii nuntiandi, Pablo VI había expresado su preocupación por la fractura entre Evangelio y cultura, viendo en ella el drama de nuestro tiempo. Por lo tanto auspiciaba que se colmara esta separación acercándose a las varias culturas con más interés y atención. La evangelización de las culturas es, como subrayaba Juan Pablo II, la forma más profunda y más completa para que el mensaje de Cristo entre en las conciencias y penetre en las costumbres de las personas, en su actividad, en sus instituciones y estructuras. En sintonía con el pensamiento de los pontífices, Chiara Lubich, en mayo de 1992, funda la escuela para la inculturación inspirada en la espiritualidad de la unidad, durante un viaje suyo a Nairobi, Kenia. En esa ocasión define su finalidad: encontrar la forma de dialogar con las culturas y los valores africanos para favorecer la evangelización de los pueblos del continente.
Este año el estudio se refiere a la Persona en el África Subsahariana, un tema examinado desde la perspectiva antropológica africana en su raíz comunitaria y según la especificidad de las áreas geográficas del continente; desde la perspectiva bíblico-semita y de los escritos del Nuevo Testamento; de los documentos del Concilio Vaticano II y del aporte de la espiritualidad de la unidad. Los participantes además comparten numerosas experiencias, enriqueciendo con la vida el trabajo de reflexión académica.
«El examen de algunos aspectos de nuestra cultura a la luz del Evangelio nos confronta con valores divergentes, Jesús es exigente», explica Vital Muhindo del Congo. «Los desafíos existen: no es el Evangelio el que tiene que entrar en nuestras culturas, sino nuestras culturas en la lógica del Evangelio». En este contexto, Victorien Kone, recuerda el momento fuerte del fallecimiento de su hija Joëlle, a la edad de 6 años. Según su cultura, la pequeña no podía ser sepultada, porque todavía estaba en proceso de convertirse en persona.«¿Pero cómo no hacerle un funeral digno? –cuenta el papá- ¡Aun siendo tan pequeña, Jöelle espiritualmente era grandísima! Tenía una relación profunda con Chiara Lubich, era amada por todos, grandes y pequeños. El funeral se hace, con la participación de muchísimas personas, es un gran ejemplo de vida. Esta forma de actuar sorprende, pero es un testimonio que influye en la mentalidad común».
Esta edición de la escuela para la inculturación acoge también a los jóvenes del Movimiento de los Focolares de muchas partes del mundo, que participan en el lanzamiento de Sharing with Africa, una etapa del más amplio Proyecto Mundo Unido (UWP), simultáneamente con motivo de la Semana Mundo Unido 2013 se realizan varias actividades, en la unidad de pediatría de un hospital de Burkina Faso, en Nigeria el primer Genfest nacional con 1000 jóvenes –cristianos y musulmanes- y en Costa de Marfil se presenta el UWP a la comisión nacional de la UNESCO.
“He sido un hombre muy afortunado; quisiera expresar todo el amor de Dios pero creo que es imposible decir todo lo que he recibido [de Él] y poderlo comunicar”. En 1997, Oreste empieza así a contar su historia a un grupo de jóvenes, siguiendo el hilo de oro que la entretejió.
Nace en Florencia, el 1° de enero de 1922, en una familia que le trasmite los principios cristianos y una rectitud a toda prueba. Ama los estudios humanísticos, y sueña con una profesión y una vida cómoda. La experiencia de la guerra es “una lección terrible, porque allí se ve como caen todos los ideales humanos”. “Lo único que permanecía en pie después de la guerra –recuerda- eran los afectos naturales, los de la familia”. Habiendo conseguido el título de ingeniero, en el ’46 encuentra trabajo en una industria en Sesto San Giovanni (Milán), que entonces era considerada la “Stalingrado de Italia”. Vive en Milán y en las noches a menudo va a un comedor donde se encuentra con algunos amigos – Piero Pasolini, Danilo Zanzucchi, Guglielmo Boselli, Alfredo Zirondoli – quienes estarán entre los primerísimos que siguieron la aventura del focolar. Conversan sobre Maritain, el neotomismo, el arte, la música. Uno de ellos, Giorgio Battisti, un día propone a Oreste si quiere “conocer algo bello: chicas que viven el Evangelio”.
Una de ellas, Ginetta Calliari, entre las primeras que siguieron a Chiara Lubich, se encuentra con estos jóvenes quienes hacen una tempestad de preguntas y se quedan escuchándola hasta tarde “Empezamos a entender – cuenta Oreste – que el Evangelio lo podían vivir no sólo personas lejanas sino también nosotros”. Los frutos de esta nueva vida se hacen evidentes: Oreste se gana la estima de un subalterno políticamente muy activo quien observándolo conoce su ideal evangélico y le dice: “Si usted cree en Dios también yo puedo creer en Él como usted dice”.
En 1951, Oreste deja su casa y va a formar parte del focolar de Milán junto a otros compañeros que en el anuncio de Ginetta escucharon el llamado a seguir este camino; poco después conoce a Chiara Lubich: “¡Un encuentro bellísimo!” – afirm. Me pareció una persona estupenda de grandísima sencillez y luz”.
Mientras tanto, en varias ciudades de Italia iba aumentando el número de personas deseosas de conocer el Movimiento naciente, Oreste Basso se traslada a Parma junto con Lionello Bonfanti. Su relato sobre aquellos días el sabor de los orígenes: “Para poder dormir había un sofá, y para comer compramos una cocinita de espiral. Por lo general comíamos queso y tomábamos leche. ¡Muchas veces la leche era nuestra salvación! ¡Pero éramos realmente felices!”.
Después de algunos años, el Movimiento de los Focolares – Obra de María (éste fue el nombre dado por Chiara a la nueva realidad eclesial) se difunde y se delinean su múltiples aspectos. A Oreste entonces se le invita a transferirse a Florencia, para asumir un rol de responsabilidad. Su respuesta afirmativa es inmediata a pesar de que en su trabajo le habían hecho la propuesta de ascenderlo y el mismo director general estaba desolado por su partida. “Empezó otra vida –comenta Oreste- inmerso completamente en el carisma del que Chiara era portadora”.
A finales de los años ’50 es llamado a Roma, donde, junto a Chiara, desempeña con su estilo alegre y discreto, una tarea de orden en la redacción de los Estatutos de la Obra que con los años se van adecuando a una realidad en constante crecimiento. En 1981, Oreste es ordenado sacerdote, un ministerio que considera un privilegio, un llamado a un amor más grande.
Elegido en 1996co-presidente del Movimiento , ejerce un papel fundamental ante la muerte de Chiara (14 de marzo de 2008) y durante la sucesiva Asamblea General en donde se elige a quien tendría que tomar el lugar de la fundadora.
Los mensajes llegados ante la noticia de su fallecimiento por parte del Santo Padre, por parte del Secretario de Estado Vaticano, el Cardenal Bertone y de Mons. Rylko, presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, dan crédito de la radicalidad de la vida evangélica y de la sencillez en las relaciones sinceras que Oreste Basso supo construir día tras día hasta el último día. Siguen llegando numerosísimos testimonios sobre él, que expresan afecto y gratitud.
Klaus HemmerleKlaus Hemmerle, fue obispo de Aquisgrana, teólogo y filósofo destacado, dejó una huella especial, un importante aporte a la profundización doctrinal del carisma de la unidad y a su difusión entre los obispos. Por lo tanto, la visita de la presidente de los Focolares, Maria Voce, el 11 de mayo 2013, se realizó bajo el signo de la influencia que Mons. Hemmerle tuvo en la teología y en la vida de la iglesia y de la sociedad. “Chiara Lubich lo inspiró y se dejó inspirar por él”, afirmó María Voce al describir la relación entre el teólogo obispo alemán y el Movimiento de los Focolares. La misma Chiara lo contaba entre sus cofundadores.
En la mañana María Voce fue invitada a una entrevista privada con el actual obispo de Aquisgrana, Heinrich Mussinghoff. Después fueron juntos a la Catedral para visitar la tumba de Hemmerle. En la tarde en el antiguo domicilio de Hemmerle se reunió un pequeño grupo de miembros del Comité central de los católicos alemanes (que reúne a las organizaciones laica), teólogos y quienes fueron sus colaboradores.
Entre ellos, Matthias Sellmann, docente de Teología pastoral en Bochum, y Claudia Lücking-Michel, vicepresidente del comité Central y secretaria general de la Obra de Cusanus, – asociación que distribuye becas para estudiantes distinguidos-. Desarrollaron dos breves temas sobre la figura del obispo Hemmerle. En la segunda parte los participantes contaron testimonios de sus encuentros personales con él.
“Su pensamiento teológico y su influencia en nuestro trabajo en el comité de laicos alemanes han producido muchos frutos incluso luego de su vida terrena”, declaró Claudia Lücking-Michel quien, aun habiendo encontrado a Hemerle sólo una vez, profundizó en su pensamiento y quedó impactada por él. Lo describe como un constructor de puentes en múltiples situaciones, lo que la estimula a reflexionar sobre el sentido de la vida y de la muerte.
Matthias Sellmann, en cambio, definió a Hemmerle como el maestro por excelencia para enseñar un cristianismo convincente, y subrayó su pensamiento plural. Según su parecer fue un pensador de vanguardia: “Se ponía en la situación del que quiere aprender y estaba convencido de que la materia teológica siempre tenía más de una fuente. ¡Hemmerle lograba explicarte la Trinidad en forma tal que te venía el deseo y el gusto de vivirla!”. “Un gran sabio –así lo describió también Sellmann – que lograba explicar los grandes teoremas en forma sencilla”.
“Estamos agradecidos de haberlo tenido entre nosotros y quizás sólo en el futuro lograremos descifrar el alcance de su teología”, afirmó el actual obispo de Aquisgrana Heinrich Mussinghoff, y prosiguió “Podemos aprender de él cómo pensar en forma nueva la fe, cómo vivirla y cómo contarla en forma nueva”.
En el intercambio entre los presentes se pusieron en evidencia algunas ideas interesantes sobre cómo hacer para que la herencia de Klaus Hemmerle dé frutos en el futuro: estudiar el aspecto del lenguaje “muy comprensible y original al mismo tiempo” como sugería el Prof. Michael Albus, quien hizo su doctorado con Hemmerle. Y también, promover un premio entre los científicos comprometidos en los grandes temas del pensamiento de Hemmerle; empezar un proyecto de intercambio para colaboradores y dirigentes del ámbito eclesial, fue una de las propuestas de Claudia Lücking-Michel. Del conjunto emergió la importancia de la figura de Mons. Hemmerle para la teología y la vida de la iglesia no sólo en la Alemania de su tiempo, sino para la realidad eclesial de hoy y del futuro.
No es ciertamente la primera vez que esta editorial se ocupa de diálogo interreligioso. En efecto, hace unos años editó “Ecumenismo y diálogo interreligioso en la Argentina”. En esa ocasión el prólogo lo firmó el cardenal Jorge Mario Bergoglio, hoy el papa Francisco. Entre otras cosas, escribía: “Este libro busca sostenernos en el camino, en la adoración del único Dios, en el cotidiano procurar ser irreprochables. Es un eslabón más en la nube de testigos. Este libro procura excitar más todavía nuestra fraternal sed de encuentro”.
La obra de Silvina Chemen y Francisco Canzani, sobre la que conversamos con ellos, representa una propuesta y un testimonio de esta forma de encuentro.
–¿Cómo surgió la idea de escribir juntos “Un diálogo para la vida”?
Silvina Chemen: Nosotros no nos encontramos para escribir, en realidad el libro fue fruto de un encuentro en la vida que se fue embelleciendo con el correr del tiempo. Y mientras lo escribíamos decidimos agregar un pequeño apéndice en cada capítulo titulado “Aprendizajes en el camino”, porque entendíamos que al poner esto blanco sobre negro estábamos también haciendo una experiencia en este sentido.
Francisco Canzani: Además fue una experiencia comunitaria, en un contexto de diálogo que nos incluye. No queríamos caer en lugares comunes, en cuestiones muy técnicas, académicas o políticamente correctas, sino en lo testimonial. No pensamos en un libro de buenos consejos sobre cómo dialogar sino partir de una experiencia personal y comunitaria y que a su vez tuviera los fundamentos teóricos suficientes que aportaran elementos para involucrarse en el diálogo judeo-cristiano y, tal vez, pretensión ambiciosa, en cualquier forma de diálogo.
–¿Cuál es el objetivo principal del libro?
Silvina Chemen: Nuestro intento es generar conciencia de que el diálogo es una oportunidad para vivir mejor, porque si algo tienen que hacer las religiones en este mundo globalizado es preservar ciertos sentidos éticos, de esperanza, darle sentido a la existencia. (…)
–Retomando el concepto de convivencia, el documento de la Iglesia católica Lumen Gentium habla de la “construcción de la familia humana”.
Francisco Canzani: No hay que tenerle miedo a las identidades: identidades sólidas ayudan mejor al diálogo. Más identidad, más vínculo. Además, la identidad incluye la honestidad intelectual y la honestidad espiritual.
Para leer la versión integral de la entrevista de José María Poirier y Santiago Durante (Buenos Aires), ingresar a Revista Cn.
«Como muchos de ustedes saben, aquí, sobre todo en Jerusalén, vivimos separados. Los árabes no se hablan con los israelitas y viceversa. No hay una verdadera coparticipación en nuestra vida cotidiana»
Quien nos habla es Lara, una joven cristiana que vive en Jerusalén y estudia en la universidad hebrea. Sus palabras realzan el evento del pasado 30 de abril que se realizó en la Sinagoga Kehillat Yedidya “Descubriendo la humanidad en el otro”, este es el lema del simposio que reunió a jóvenes de 3 religiones monoteístas. Son un buen número los Jóvenes por un Mundo Unido, reunidos también en el mismo evento, en ocasión de la conclusión del año del Genfest: Be the Bridge. Los demás son coetáneos que viven en Tierra Santa. Lara continúa con su relato, hablando de «una idea que nació de dos jóvenes mujeres ambiciosas que querían mejorar sus vidas y dar a los jóvenes la oportunidad de encontrarse, rompiendo con todos los arquetipos» Un desafío que comenzó hace 6 años y que continúa aún hoy. Cada año el grupo cuenta con unos veinte jóvenes de las tres religiones: son hebreos, cristianos y musulmanes, entre los 14 y los 16 años.
Lara participó en el primer proyecto, como “joven entusiasta que mira el lado luminoso de la situación y sueña con el mundo unido que se aproxima» Los encuentros se realizan dos veces por mes: «nos vamos descubriendo y explorando las semejanzas y las diferencias entre nosotros» En los encuentros se tratan diversos temas que sirven para conocerse: la familia, los valores y la educación en las distintas religiones, etc….
Un proyecto que es importante, pero la pregunta permanece: cuando terminan estas citas, ¿nos seguiremos viendo? La experiencia va adelante, y el proyecto ayudó a comprender también el punto de vista del otro. Lara nos explica: «En épocas de conflicto y dificultades, nos encontramos, compartimos el dolor y rezamos. Parece un sueño lejano de la realidad, pero es una verdad que vivimos juntos». Lara es una de los 4 jóvenes que ofrecieron su testimonio, sus sueños y sus esperanzas. Con ella también aportaron su experiencia Hani, musulmán palestino, que estudia abogacía, Huda, hebreo, que nació en Nueva York y se mudó a Israel cuando era pequeño y Nalik, cristiana de Portugal.
El nuncio Mons. Lazzarotto se dirigió a los jóvenes invitándolos a “ser profetas”, para “que esta tierra sea nuevamente una tierra de soñadores”. Una oración, que el prof. Alberto Lo Presti traduce en un “principio social”, el de la fraternidad que tendría de por sí “el poder de transformar nuestra historia”. Luego de su intervención respondió el rabino Raymond Apple (ICCI) subrayando la necesidad de aprender a tener confianza unos en otros: “El camino de la fraternidad es poder decir: yo confío en ti”. El rabino Kronish, moderador del evento – director del Consejo Interreligioso de Coordinación en Israel (Interreligious Coordinating Council en Israel) (ICCI)-concluyendo alentó a los jóvenes presentes a que continúen llevando a todos este mensaje de esperanza.
Parten de Jerusalén con el deseo de aspirar a cosas grandes y crecer en la confianza recíproca.
Nueva Zelandia. “Cada mes desarrollamos una actividad social distinta. En nuestro país hay muchas lindas playas, accesibles a todos: familias, jóvenes, deportistas, niños. Generalmente se considera y se respeta la naturaleza, aunque a veces las playas no están muy limpias. Nos vinculamos con el Consejo de la ciudad de Wellington que escuchó nuestra iniciativa proporcionándonos todas las herramientas necesarias para la limpieza. Una tarde nos encontramos con un grupo de jóvenes por un mundo unido, con guantes y bolsas para la basura, para limpiar una de las playas más concurridas. Además de desarrollar un servicio a la ciudad, construimos relaciones de amistad con muchos jóvenes que se involucraron con nosotros en la misma tarea”
En París.“Enseguida del Tsunami y del desastre nuclear de Fukushima del año pasado, organizamos una velada de solidaridad. En el transcurso de la noche se presentó el UWP (United World Project) y hubo una conexión por Internet con un grupo de jóvenes por un mundo unido de Japón. Ellos nos contaron como vivieron este desastre, tratando de ayudar a las personas a su alrededor. Pudimos conocer más la comunidad del Movimiento de Japón y su vida cotidiana. Algunos amigos nuestros presentes en la noche descubrieron la importancia de la solidaridad y la alegría de trabajar en un proyecto de fraternidad. El dinero recolectado se envió a Japón para ayudar a la comunidad local”.
Siena (Italia). “Mi madre (94 años) fue llevada de urgencia a la emergencia del hospital a las 11 de la noche. Con mi hermana estábamos preocupadas y también disgustadas porque en el hospital nos dijeron que nos fuéramos y mamá se quedó sola. Al lado nuestro estaba sentado un joven que parecía ansioso por hablar. Le preguntamos por qué razón estaba allí. Nos respondió que su madre había tenido una crisis cardíaca repentina. Cuando nos dejaron ver a nuestra madre, descubrimos que estaba en la misma pieza que la mamá de ese joven. Así pudimos llevarle noticias a él y al marido de la señora que estaba sentado delante de nosotros. Luego el muchacho entró a la pieza y él también nos dio noticias de nuestra madre. El padre – que al principio estaba silencioso- comenzó a hablar con nosotros de su trabajo y de los problemas que tenía. Después de dos horas y media ambas madres fueron dadas de alta. Cuando nos saludamos el joven nos dijo: ‘¡Fue un placer hablar con ustedes! ¡Espero que nos volvamos a ver!’ Se nos fue la angustia de haber estado en la emergencia del hospital. Nos dimos cuenta que el dolor personal, la preocupación y también la angustia desaparecen cuando amamos a quien está cerca nuestro”.
Glolé (Costa de Marfil). Las madres que tienen hijos pequeños no logran concentrarse en el trabajo del campo. Para ayudarse tuvieron la idea de hacer turnos para poder cuidar a los niños. Antes de ir al trabajo dejan a los pequeños a dos de ellas, que ese día se quedan en casa: preparan la comida y están con ellos todo el tiempo necesario. Al final del trabajo, cada mamá viene a buscar a su hijo. Entre este grupo de madres nació una gran confianza recíproca”
Contribuir a que se logre experimentar un estilo de vida evangélico centrado en la comunión, para luego poder enseñarlo y difundirlo en los Seminarios: es el núcleo del paradigma sobre el que se basó el curso para formadores que se realizó en la capital tailandesa desde el 15 de abril al 5 de mayo.
El pequeño grupo de sacerdotes europeos provenientes de Roma se encontró con una realidad eclesial viva, joven y abierta al soplo del Espíritu. Los seminarios están todavía llenos, como ocurría antes a los seminarios del viejo continente, si bien el contexto social y económico se encuentra en gran evolución.
Los 60 participantes en el curso provenían de distintas zonas de Asia: Pakistán, India, Malasia, Myanmar, Vietnam, Laos, Timor Este y Tailandia. Cada uno de ellos traía orientaciones culturales distintas, sin embargo el desafío de transformar en oportunidad de comunicación lo que parecía un obstáculo, fue aceptado por todos con alegría.
El inicio del trabajo fue precedido por una celebración eucarística que presidió Mons. Francesco Kovithavanij, arzobispo de Bangkok y responsable en la Conferencia episcopal local de los seminarios y la formación del clero.
Con el pasar de las lecciones y de los días, muchos captaron el testimonio de unidad de los animadores del Curso, comprometidos en primer lugar en vivir de forma coherente lo que enseñaban.
Don Silvestre Marques, director del Curso dijo que fue notable “la creciente comunión entre todos, de experiencias, de dificultades y las muchas preguntas en un clima de gran unidad y apertura”
Para Brendan Purcell, de la diócesis de Sydney (Australia), un fruto de esta atmósfera fue la profunda coparticipación: “En especial los que provenían de Myanmar y Vietnam contaron cómo su vida humana y sacerdotal había sido marcada por experiencias trágicas – asesinatos, muerte violenta de los padres –que se produjeron cuando eran muy jóvenes”
La segunda parte del Curso estuvo orientada a la forma de concretar la espiritualidad de la unidad, en las varias áreas de la formación. Mediante una dinámica de tipo laboratorio de experiencias, donde identificaron los desafíos más urgentes y asumieron el compromiso de concretar lo que aprendieron en los propios seminarios. “Estamos realizando un curso vital – así se expresó uno de ellos- en estos días estamos aprendiendo a poner en práctica la vida de comunión, con un beneficio directo para cada uno de nosotros pero también para las iglesias locales que representamos”
Después de tres semanas de vida transcurrida juntos y de una experiencia concreta de comunión, todos sin distinción dieron testimonio de la realidad “de familia” que se creó entre ellos y del deseo de continuar llevando adelante esta desafiante aventura, la formación y preparación de los futuros presbíteros, ya sea en Asia como en cualquier otra parte del mundo.
Giulia “Eli” Folonari fue, durante cincuenta años, secretaria personal de Chiara Lubich. A lo largo de estas páginas se revelan aspectos de la personalidad pública y privada de la fundadora del Movimiento de los Focolares, de gran riqueza para profundizar en la vida de quien se convirtió en verdadera testigo e impulsora de un Evangelio que quiere llegar a todos los hombres y mujeres del mundo.
“Camino a la santidad”: Juan Pablo II en el N. 87 de la exhortación Apostólica Ecclesia in África, presenta el proceso de inculturación. Alienta en esta dirección a los obispos de Kenya ya en 1980. Chiara Lubich en mayo de 1992 en profunda sintonía con el pensamiento del pontífice, funda en Nairobi (Kenya) una escuela de inculturación según la espiritualidad de la unidad. Chiara intuye que en el “hacerse uno más profundo, que es el ‘hacerse todo a todos’ de San Pablo (1 Cor 9, 22), hay “un arma super poderosa” “No se puede entrar en el alma de un hermano – explica Chiara- para comprenderlo, para entenderlo… si nuestro espíritu está lleno de aprensión, de un juicio”, “Hacerse uno” – continúa- significa ponerse delante de todos en posición de aprender, porque realmente hay que aprender. Significa cortar completamente la raíz de la propia cultura y entrar en la cultura del otro y comprenderlo y dejar que se exprese, cuando lo hayas comprendido dentro de ti podrás comenzar el diálogo con él y transmitir también el mensaje evangélico a través de las riquezas que él ya posee”. Así es la inculturación, concebida por Chiara, es como un “intercambio de dones”: “El hermano primero se dona a nosotros y luego nosotros hacemos lo mismo…. Y sobre esta realidad ‘viva’ nosotros podemos – sirviendo- injertar con dulzura, con amor, con ilimitada discreción, esos aspectos de la verdad, del mensaje evangélico que llevamos y que dan plenitud y entereza a aquello que el prójimo ya cree, son aspectos que a menudo él espera y casi ansia, que después llevan consigo, toda la verdad”. En resumen, sintetiza Chiara en el 2000 visitando la ciudadela Fontem (Camerún), “el amor es el que debe guiarnos en la inculturación, de forma que actúe el Espíritu Santo” En estos 21 años la escuela de inculturación se han repetido cada dos años. En cada edición se examina un aspecto, cultural o existencial de la vida: la propiedad y el trabajo; el concepto de Dios; la persona y la comunidad; la reconciliación; el sufrimiento, la enfermedad y la muerte; la educación; la comunicación; lo sagrado en la religiosidad tradicional de África sub-sahariana. Este año, del 10 al 13 de mayo, el tema de reflexión será “la persona en la cultura africana”. Examinarán el tema, como es habitual, bajo tres perspectivas: la de la cultura africana tradicional, de la Sagrada Escritura y la del Magisterio de la Iglesia a la luz del carisma de la unidad. Fuente: párrafos de Chiara Lubich de la Presentación al volumen: “El sentido de lo sagrado enÁfrica subsahariana” Opus Mariae, Nairobi, Centro para la inculturación, 2012, pp.5-7.
A veces son los acontecimientos más sencillos los que encierran un mensaje importante: Zwochau en un pequeño pueblo alemán, más o menos a 20 Km. al noreste de Lipsia. A partir del 1° de enero integra una nueva alcaldía junto con otros dos pueblos. Un paso inevitable, que se dio no sin tensiones y heridas. Zwochau de por sí tiene poco más de 1000 habitantes, una antigua iglesia y, desde 1993, acoge un centro de encuentros y de formación de los Focolares: el Centro Mariápolis.
Los focolarinos, bien injertados en la vida de la pequeña comunidad, frecuentan las asambleas comunales y las actividades de varias asociaciones del pueblo. Y, a pesar de que la mayoría de la población no tiene una convicción religiosa, el Centro Mariápolis es utilizado por los vecinos para fiestas, bodas y cumpleaños. Nos ayudamos entre todos, así como estábamos acostumbrados en los tiempos de la RDA.
Por lo tanto era lógico que los amigos más allegados expresaran su deseo de tener un encuentro propio con la presidente de los Focolares, Maria Voce,, quien empezó su viaje por Germania precisamente en Zwochau. Son unos treinta los vecinos reunidos el domingo, 5 de mayo, en la tarde para tomar un café con ella. Entre ellos está el alcalde, el ex-alcalde, el capitán de los bomberos, el presidente del club de ping-pong. Le ofrecen como regalo a la Presidente una cesta con productos típicos: lana, un té de hierbas locales, una cera para metales producida en Zwochau.
Después, en cuanto “experta en la cultura de la confianza”, le piden a María Voce un consejo sobre cómo llegar a una auténtica comunión dentro del municipio, marcado por tantas diferencias y algunas heridas.
La Presidente toma como ejemplo la cesta que acaba de recibir: “Confianza –explica- significa precisamente partir de la idea que el otro puede ser un don para mí, que tiene algo bueno que dar”. Entonces se trata de ser curiosos, de ir a buscar ese bien que el otro posee, de crear esa atmósfera, esa relación, de animar a cada uno a sacar lo mejor de sí y hacer un regalo. Una parte de la aldea será buena para la lana, la otra para recoger hierba, la otra en la producción de cera para metales. Si cada uno saca lo mejor de sí poco a poco se compone una linda cesta en donde cada uno está representado con su propia característica, y la composición del conjunto puede convertirse en un aporte para el bien de todos.
Una imagen, o mejor, un mensaje que ¿vale sólo para el pueblo de Zwochau? ¿O puede ser también una sugerencia para otros tipos de convivencia, entre personas, grupos, asociaciones, ciudades?
Para los presentes fue un momento alegre. Un acontecimiento sencillo pero con un mensaje universal.
Abril 2013.Uno de los muchos encuentros que desde hace más de 20 años en todo el mundo crean ocasiones de diálogo entre el Movimiento y amigos de convicciones diversas. Una apertura que hoy es todavía más necesaria en un mundo en el que ciertas antiguas distinciones entre ateos, creyentes, agnósticos y otras parecen cada vez menos apropiadas para clasificar a los seres humanos. Y aún más porque en los países donde el sentido religioso está más desarrollado, el ateismo a menudo asume las características de un simple anticlericalismo. Chiara Lubich fue una de las primeras personas en intuir la importancia del diálogo entre cristianos y amigos de convicciones no religiosas, con una delicadeza y fraternidad, en el enfoque, altamente innovadora. Fue ella misma quien lo confirmó a un grupo de personas en Loppiano, en mayo del ‘95. “Nosotros tenemos una vocación universal. Por eso nuestro lema es “Que todos sean uno”. Ahora bien, en el todos están también ustedes. No podemos prescindir de ustedes, porque están en el ‘todos’”. Desde entonces las ocasiones de encuentro y de intercambio se han multiplicado. Diálogos a 360 grados, construidos abatiendo estereotipos y precedentes prejuicios. “El alma humana es salgo maravilloso. Y esto pertenece también a mi materialismo. – explica Peter Fleissner, austriaco -.¿Por qué me comprometo con el Movimiento de los Focolares? Porque tenemos una herencia en común: el mundo”. Por su parte el neozelandés James Hall-Kenney, afirma que “en el Movimiento de los Focolares las personas se comunican desde el amor, desde el corazón, incluso si existen diferencias de terminología”. Luan Omari proviene de Albania, y propone las señales de los valores comunes: “Yo creo en los valores quepredica Jesucristo aun no creyendo que Jesús se un hijo de Dios por ejemplo. Pero acojo sus valores, me solidarizo con estos valores. Este es un terreno común que nos une”. Claudio Vanni es el responsable de relaciones externas en la Unicoop de Florencia; habla del individualismo como una de las características que acompañan el consumismo: “Si el individualismo se afirma como cultura y como concepto es lo opuesto del diálogo y por lo tanto cada uno mira a sus propios intereses, no mira los intereses de los demás y sin diálogo no existe bien común, no hay crecimiento social y existen los conflictos”. Desde Argentina, Rubén Durante habla de la capacidad de escuchar: “Si yo me quedo con mi idea dentro no tengo la capacidad de escucharte pues tú también necesitas decirme y donarme tu idea y tu experiencia humana”. Se trata por lo tanto de un diálogo en continua evolución tratando de definir cada vez mejor las relaciones y las prospectivas entre un “nosotros” y un “ustedes” que, sin embargo implica pertenecer a un único cuerpo. María Voce, presente en el congreso pasado, ante la pregunta de qué esperaba de los amigos de convicciones no religiosas, respondió: “Espero que llevan a la periferia, fuera del Movimiento, los ideales que alienta el Movimiento” “Y ¿qué pueden esperarse del Movimiento nuestros amigos? Creo que pueden esperarse lo que cada uno de nosotros quiere; es decir sentirse acogidos”.A cargo de Franz Coriasco
«Conozco el Movimiento de los Focolares desde pequeña. Durante los últimos dos años tuve la ocasión de re-descubrir mi relación con Dios a través de la experiencia de la separación de mis padres. Fueron años muy difíciles, en los que vi cómo se derrumbaban todas mis seguridades. Varias veces puse en causa mi fe en Dios y Su amor por mí.
Por ser la mayor terminé siendo la persona alrededor de quien más giraba la situación.Mis padres me hablaban durante horas por teléfono comentándome la rabia que sentía cada uno hacia el otro. En ese período me sentía muy sola, sin puntos de referencia. A Dios lo veía muy distante: sólo oía Su silencio.
Un día, cuando pensaba que las cosas no podían ir peor, recibí la llamada de mi madre que me contaba lo que le había sugerido el abogado: que mi hermana y yo atestiguáramos en el tribunal en contra de mi padre, porque según ella era la única forma de cerrar la causal de separación rápidamente.
¡Se me vino el mundo abajo! Sentía una lucha interna: mi padre, es cierto, se había comportado mal con nosotros. Además sentía que nunca había podido establecer una relación fuerte con él. Además pocos días antes me había vuelto a fallar: había sido mi cumpleaños y él me llamó pero no para felicitarme (se había olvidado de mi cumpleaños) sino para desahogarse y lamentarse de mi madre, como de costumbre.
Sin embargo, en ese momento de desesperación extrema,después de meses de “silencio” sentí la voz de Dios clara y fuerte dentro, que me decía que no me dejara llevar por la rabia y que pensara sólo en amar, siempre y a pesar de todo, sin esperar nada en cambio.
Me armé de valor y le dije a mi madre que no iba a testimoniar en contra de mi padre. Ella se puso muy mal y se enojó. Me acusó de que no la quería ayudar. Nos dejamos de hablar por varios días. Sufrí mucho –a pesar de tener la convicción de que ese “no” dicho a ella, era un “sí” dicho a Dios.
Inesperadamente, desde ese momento, las cosas empezaron a marchar mejor. Poco a poco se fueron disolviendo todos los nudos y sobre todo mis padres comprendieron que no debían involucrarnos a nosotras, hijas, en sus problemas. Cuando pasó la crisis, mi madre comprendió el sentido de mi gesto, estuvo de acuerdo y nuestra relación se fortaleció. La relación con mi padre también avanzó porque cuando supo mi decisión y se quedó “impactado por mi valentía”.
Ahora experimento dentro una fuerza, una serenidad y una fe nuevas, que nacen de la seguridad de que no estoy sola. Incluso en los momentos en que no siento Su voz, Él está siempre a mi lado. Es verdad que Dios pide que dejemos todo para seguirlo, al final lo que nos da a cambio tiene mucho más valor que cualquier cosa que hayamos dejado. ¡Es de verdad el céntuplo prometido!»
Preparado por: Joel C. Elowsky ISBN: 978-84-9715-272-3 Páginas: 560 Formato: 17×24 Sinopsis: Con este segundo volumen sobre el evangelio de Juan, se completan los volumenes correspondientes a los cuatro evangelios de la Biblia Comentada por los Padres de las Iglesia. Editorial Ciudad Nueva – Madrid
Berlín. Entre los presentes, representantes de varias culturas y religiones, se encuentran el Nuncio Apostólico, Mons. Jean Claude Périsset, el obispo auxiliar emérito de Berlín, Wolfgang Wieder, el embajador de la República Democrática del Congo, Clementina Shakembo Kamanga y Sona Eypper, presidente del Convenio internacional de Comunidades Cristianas en Berlín.
Con trozos de un video y con algunas entrevistas en el palco, los organizadores de la velada dan una breve visión sobre el compromiso del Movimiento de los Focolaresen los diversos frentes de diálogo: con la cultura y las religiones, en la economía y política, entre las generaciones.
En su discurso María Voce se refiere a algunos desafíos importantes de la sociedad actual, en Europa y en todo el mundo: necesidades materiales agravadas por la crisis financiera, restricciones frente a la creciente inmigración, tensiones sociales provocadas por las diversidades culturales y la escasa integración.
«Hemos descubierto el diálogo como camino por excelencia para todos los que quieren contribuir en trabajar por la fraternidad universal con la esperanza de lograrlo», explica la presidente. «El diálogo es un estilo de vida, una cultura nueva, que el Movimiento puede y quiere ofrecer a los hombres y a las mujeres de hoy».
Si cada persona se dejara guiar por la conciencia de ser hijo o hija de un único Padre y por consiguiente de que todos somos hermanos, entonces tendríamos la posibilidad de llegar a un verdadero «diálogo entre las personas, no entre las ideologías o corrientes de pensamiento», sino más bien un intercambio caracterizado por la misericordia, la compasión y el amor.
En los medios de comunicación María Voce ve instrumentos muy adecuados para este tipo de diálogo, siempre y cuando no se reduzcan a contactos «breves, efímeros, sin significado, en un espacio exclusivamente virtual»
Se trata en cambio de «transformar los contactos en relaciones, es decir construir redes de fraternidad verdadera»
Luego de la intervención se continúa con un diálogo vivaz y profundo con el público: ¿cómo hacer cuando el otro no tiene ningún interés en crear una relación fraterna? ¿Es correcto juzgar las redes sociales como instrumentos superficiales en las relaciones personales? María Voce responde de forma muy concreta, dando ejemplos de su vida e invitando a los presentes a que den siempre el primer paso.
«Para mí – dijo haciendo un balance de su primer contacto con la capital alemana- Berlín es una ciudad que lleva las llagas de la historia. Aquí sin embargo fueron derribados los muros. Y ustedes berlineses presentando estas llagas e invitan a los demás a compartir los frutos»
«Maria Voce no se detiene en la teoría = afirma el Nuncio Périsset, quien recibió a la presidente de los Focolares en la mañana del mismo día. Nos invita a derribar los muros, a construir puentes y a dar el primer paso. Esto es importante también en mi trabajo como diplomático. Dios redime al mundo en nosotros y a través nuestro. Esto es lo que he visto y vivido esta tarde»
El 5 de mayo la Iglesia ortodoxa celebró la Santa Pascua. A los hermanos y hermanas ortodoxas de todo el mundo ofrecemos un augurio festivo con el antiguo anuncio de la Resurrección del Señor según la liturgia bizantina, el Tropario Pascual (una breve oración rítmica compuesta por poquísimas frases, elemento constitutivo de la iconografía greco cristiana);
¡Cristo resucitó de entre los muertos, y por su muerte triunfó sobre la muerte;Él nos libera de la sepultura para darnos la vida:!
Griego:
Χριστός ανέστη εκ νεκρών, θανάτω θάνατον πατήσας, και τοις εν τοις μνήμασι ζωήν χαρισάμενος.
Christós anésti ek nekrón, thanáto thánaton patísas, kié tis en tis mnímasi zoín harisámenos.
Inglés:
Christ is risen from the dead, trampling down death by death, and to those in the tombs, granting life.
Ruso:
Христос Воскресе из мертвых, смертию смерть поправ и сущим во гробех живот даровав
Rumeno:
Hristos a înviat din morţi, cu moartea pre moarte călcând, Şi celor din morminte viaţă dăruindu-le!
Árabe:
المسيح قام من بين الاموات و وطيء الموت بالموت و وهب الحياة للذين في القبور
A las 4.30 de la tarde del 1° de mayo en Jerusalén: una pequeña multitud de jóvenes se reunió en las cercanías de la escalera que está en el Valle del Cedrón que, según la tradición, fue la que Jesús recorrió cuando rogó a su Padre: “Que todos sean una sola cosa” (Jn. 7, 21).
Los días anteriores recorrieron las calles de esta tierra, cuna de una cultura milenaria pero a menudo escenario de conflictos y divisiones, alternando este programa con momentos artísticos y talleres con encuentros y foros, todo bajo el signo del diálogo y la multiculturalidad. Se concluyó hoy con una marcha a la que llevaban una manta que expresaba un programa de vida: Be the bridge. “Ser nosotros mismos puentes entre todos con nuestra vida”, explicó Nalik, portuguesa, durante la conexión que unió a Jerusalén, Mumbai, Budapest y Loppiano (Italia), en un único gran abrazo que se transmitió por Internet y vía satélite.
En Budapest más de 150 jóvenes se reunieron en el Rincón de la Fraternidad, inaugurado con motivo del Genfest: cinco banquitos de piedra llevan escrita la Regla de Oro, fundamento de la fraternidad, en otros tantos idiomas. Junto a ellos el Dr. Miklos Rethelyi, Presidente de la Comisión Nacional Húngara para la UNESCO, recibió las fichas que describen los muchos “Fragmentos de fraternidad” en curso en el país. Los Fragmentos de Fraternidad son acciones con el objetivo de construir la fraternidad a nivel local, en las ciudades, en los barrios, y a nivel mundial a través de un amplio abanico de gestos que van desde experiencias personales vividas en lo cotidiano a intervenciones inmediatas para asistir a las víctimas de terremotos, inundaciones, guerras, carestías. Para el representante de la UNESCO no se trata sólo de “buenas intenciones, sino de actividades de numerosos hombres y mujeres húngaros que han profundizado sus relaciones de hermanos y hermanas”.
Mumbai contribuye con una experiencia de perdón, y Loppiano con la canción Crossin’ the bridge, en sintonía con el mensaje enviado por Maria Voce, Presidente del Movimiento de los Focolares, a los 3000 jóvenes presentes: “El puente sirve precisamente para unir (…); no se cansen de dirigirse a los jóvenes que tienen a su lado. A veces el primer paso es el más costoso, tengan ánimo, lo hacemos juntos”.
Después se presentó el United World Project, nacido en el marco del Genfest y el United World Watch (el Observatorio sobre la fraternidad) que recoge gestos cotidianos, realizaciones originales y fantasiosas. La Dra. Shyami Puvimanasinghr, Oficial de la ONU para el Derecho al Desarrollo, en un video-mensaje animó a los jóvenes a participar en los trabajos para el próximo Foro social (Sudáfrica, 11-13 diciembre 2014) con entusiasmo e identidad.
La jornada recién concluida marca el inicio de la Semana Mundo Unido (United World Workshop), expo de un estilo de vida y de iniciativas que expresan acogida, disponibilidad, colaboración, relaciones auténticas; los jóvenes de las Filipinas eligieron estar discretamente al servicio de los “más pobres de los pobres” en algunos barrios de Manila. En Bruselas, los jóvenes provenientes de varias comunidades lingüísticas de Bélgica, con el proyecto ‘Let’s peace- together4peace’ contagiaron a los más de 600 presentes con la alegría de vivir el “arte de amar”. En Portugal se alternaron: un café concierto, actividades de voluntariado, performance artísticos. En Zambia se presentó el proyecto a otros jóvenes. En Yogyakarta, Indonesia, se preparó el primer Youth Day de los Jóvenes por un Mundo Unido, también este con la intención de demostrar que la fraternidad no es una utopía, sino que ya se han empezado a escribir las páginas de una nueva historia.
«Sandro me contó una experiencia de su vida. Con su familia, esposa, un hijo de 14 años, una hija de 12 y el chiquito de 2 años, fueron al mercado de compras. Un señor vendía 15 alcachofas (alcaucil) por 3 euro, toda la familia estaba de acuerdo: ¡¡¡compraron!!!
Cuando compraron todo lo que necesitaban, volviendo a casa, se encontraron con una señora pobre que le dijo al papá: “¿Me regalas alguna alcachofa (alcaucil)? No tengo nada para comer”
Giorgio, de acuerdo con la familia, le regaló 5 alcachofas (alcaucil) a la señora.
La hija de Sandro, Gioia, le dice al papá: “Si esta señora le pide alcachofas (alcauciles) a muchas personas… tal vez no es justo…” Y el papá: “Nosotros tratamos de hacer el bien, luego, ella responderá según su conciencia” Volvieron a casa contentos de las compras.
Al día siguiente, mientras Sandro estaba en una iglesia saludando a la Virgen y le pedía ayudaporque tenía que comprar los lentes a su hijo y no tenía la plata necesaria, sonó el teléfono y quedó sorprendido al escuchar a un viejo amigo a quien hacía muchos años le había prestado dinero, que llamaba para decir que ahora podía devolverlo.
La cantidad era justo la que se necesitaba para los lentes.
«¡Esta Palabra de Vida es verdadera! El otro día estaba yendo al trabajo. Uno de los empleados me pidió una pequeña cantidad de plata que le di con gusto. En estos días estamos trabajando (soy docente) aunque las escuelas están cerradas. Cuando fui a cobrar lo que debía, quedé sorprendido pues la administración nos dio una cantidad que no esperábamos. Era 5 veces más de lo que le había dado a mi compañero».
Llegaron al Hotel Sheraton de Chicago, preparado para la ocasión, casi 500 participantes de todo Norteamérica, Santo Domingo, Australia y Europa. La conexión por Internet registró otros mil contactos.
Expo 2013presentó el rostro de una América creativa, trabajadora, valiente, la de los individuos y de las comunidades que se ponen en red, y conociéndose, comparten un itinerario común. Durante las sesiones plenarias no se presentaron ni temas, ni ponencias, ni mesas redondas: sólo breves series de experiencias para introducir los ocho laboratorios del sábado en la tarde. Música, trabajo, arte, fe, salud, educación, ecología, compromiso civil, medios y comunicación: el cambio positivo empezó por estos ámbitos.
«Es un cambio que empieza a partir de las relaciones, de las relaciones que se crean entre las personas que construyen el tejido social» – declaró el Card. Francis George, arzobispo de la ciudad, quien intervino con un saludo. «Y es este el augurio que les hago de ahora en adelante: que sigan construyendo la unidad a todo nivel, corriendo los riesgos que sean necesarios, porque es esto lo que le sirve a la sociedad de hoy».
Un riesgo que ha corrido, entre otros, también Carol Spale, quien vive en Chicago: en una situación de dificultad para su familia, recibió la ayuda de algunos vecinos, hecho que provocó una reacción en cadena que hoy ve a todo su barrio comprometido a favor de los más necesitados de la ciudad, y que ha involucrado a todas las instancias de la administración. También esto es reciprocidad.
Y Marisol Jiménez, quien en Santo Domingo lleva adelante la escuela Café con Leche, y que además de asegurar alimentación e instrucción a más de 500 niños, juega un papel fundamental para el restablecimiento de la armonía social de uno de los barrios más pobres de la ciudad.
Así sucede también en Canadá, así sucede en toda Norteamérica. Están reunidos en Chicago para mirarse cara a cara, hacer un balance de la situación, y obtener nuevs fuerzas para volver a empezar y seguir llevando adelante las acciones más variadas en todo el territorio.
«Ya había caído la noche sobre Roma. Y en aquel pequeño semisótano el grupito de chicas que querían vivir el Evangelio se estaban dando las buenas noches. Pero sonó el timbre. ¿Quién sería a esas horas? Delante de la puerta había un hombre presa del pánico, desesperado: al día siguiente lo iban a desahuciar junto con su familia por no pagar el alquiler. Las chicas se miraron y, sin decirse nada, abrieron el cajón donde habían guardado en varios sobres lo que quedaba de sus sueldos y un depósito para los recibos del gas, del teléfono y de la luz. Se lo dieron todo a aquel hombre sin hacer razonamientos, y esa noche durmieron felices. Ya pensaría alguien en ellas. Pero aún no había amanecido cuando sonó el teléfono: “Voy ahora mismo en un taxi”, dijo la voz del hombre. Asombradas de que eligiese ese medio de transporte, las chicas lo esperaron. La cara del visitante indicaba que algo había cambiado: “Ayer por la noche, nada más volver a casa, me encontré con que había recibido una herencia que nunca habría imaginado. Y pensé que tenía que daros la mitad”. Era exactamente el doble de lo que habían dado generosamente».
«Dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante».
¿No te ha pasado también a ti? Si no es así, recuerda que hay que dar desinteresadamente, sin esperar nada a cambio, a cualquiera que pida.
Haz la prueba. Pero no lo hagas para comprobar el resultado, sino porque amas a Dios.
Me dirás: «Si yo no tengo nada».
No es verdad. Si queremos, tenemos tesoros inagotables: nuestro tiempo libre, nuestro corazón, nuestra sonrisa, nuestro consejo, nuestra cultura, nuestra paz, nuestra palabra para convencer a quien tiene de que dé a quien no tiene…
Me dirás entonces: «No sé a quién dar».
Mira alrededor de ti: ¿te acuerdas de aquel enfermo hospitalizado, de esa señora viuda siempre sola, de aquel compañero tan deprimido por los suspensos, de aquel joven sin trabajo, siempre tan triste, de tu hermano pequeño, que necesita ayuda, de ese amigo que está en la cárcel, de ese aprendiz inseguro? Cristo te espera en ellos.
Adopta ese comportamiento nuevo del cristiano que rezuma en todo el Evangelio y que es lo opuesto a encerrarse en uno mismo y a preocuparse. Renuncia a depositar tu seguridad en los bienes de la tierra y apóyate en Dios. Ahí se verá tu fe en Él, que pronto será confirmada por el regalo que Él te hará a su vez.
Como es lógico, Dios no se comporta así para enriquecerte o enriquecernos, sino para que otros, muchos otros, al ver los pequeños milagros que cosecha nuestro dar, hagan lo mismo.
Lo hace porque cuanto más tengamos, más podremos dar, y para que –como auténticos administradores de los bienes de Dios– pongamos todo en circulación en la comunidad que nos rodea, de modo que se pueda decir, como de la primera comunidad de Jerusalén: «Entre ellos no había necesitados» (Hch 4, 34).
¿No te parece que con ello contribuyes a dar un alma firme a la revolución social que el mundo espera?
«Dad y se os dará». Naturalmente, Jesús se refería en primer lugar a la recompensa que tendremos en el Paraíso, pero todo lo que sucede en esta tierra es ya preludio y garantía de aquélla.
El 1° de mayo un flashmob y una marcha por la paz en Jerusalén, para concluir con un programa en directo streaming que involucrará a jóvenes en todo el mundo. Se han previsto conexiones en directo con Loppiano (Florencia, Italia), Mumbai y Budapest.
Iniciará aquí la Semana Mundo Unido, que desde 1996 es la cita anual de los jóvenes de los Focolares, punta de iceberg de un compromiso concreto para la promoción de la unidad y la paz en todos los niveles. “Ser puentes”, pues, en línea con el United World Project (Proyecto Mundo unido) que precisamente en el Genfest2012 hadado sus primeros pasos.
Un compromiso amplio, que quiere acoger el llamado del papa Francisco a los jóvenes: “no se dejen robar la esperanza” y una etapa natural hacia JMJ 2013 en Rio de Janeiro.
La amistad y la colaboración que une al Consejo Mundial de Iglesias (CMI) con el Movimiento de los Focolares tiene sus raíces desde finales de los años ’60; una nueva página se escribió el 25 de abril en la sede de Ginebra (Suiza) de la organización ecuménica, donde tuvo lugar una conferencia y seguidamente una mesa redonda con el título “Paz y justicia: frutos de la unidad”, con el fin de darle realce a los frutos que el carisma de Chiara Lubich ha producido en términos de diálogo interreligioso, de difusión de paradigmas fundamentales para la promoción de los derechos humanos, de comunión en el ejercicio de la política.
El Rév. Dr Olav Fykse Tveit secretario general del CMI, muy a su pesar, no pudo estar presente, debido a un viaje importante a Egipto, Etiopía, Sudán y Sur Sudán. Estaba el vice-secretario general, M. Georges Lemopoulos quien acogió calurosamente a los invitados, y subrayó la importancia de este acontecimiento en el marco de la preparación de la Asamblea General del CMI, que tendrá lugar del 30 de octubre al 8 de noviembre de 2013 en Busan, en Corea del Sur, con el tema “Dios de la vida, guíanos hacia la justicia y la paz”.
Suiguió la lectura del mensaje de Maria Voce presidente del Movimiento de los Focolares: “Nutro un gran aprecio por el apasionado compromiso de tantos –también hoy presentes aquí- en favor de la plena y visible comunión de la Iglesia de Cristo, para que la cristiandad con voz unánime pueda dar su aporte indispensable de vida y de pensamiento a la construcción de un mundo más justo y en paz. Da alegría saberlos unidos a nosotros en este esfuerzo a favor de la fraternidad universal, tan importante para la humanidad de hoy, personas valiosas pertenecientes a otros credos u organismos con fines humanitarios”. “Es precisamente el amor fraterno el que transforma nuestra acción conjunta en relaciones de reciprocidad”.
Después, Michel Vandeleene, doctor en teología espiritual, ilustró a los más de 180 presentes, en su mayoría representantes de organismos internacionales y colaboradores de organizaciones ecuménicas, el desarrollo y la característica específica del carisma de Chiara Lubich, subrayando su “pasión por la paz, la justicia y la unidad” que le merecieron el premio Unesco por la educación a la paz, y en 1998 el del Consejo de Europa por los derechos humanos.
Durante la mesa redonda que siguió, varios relatores evocaron la inspiración que encontraron en el carisma de Chiara para su compromiso a favor de la paz y la política. Ada Marra, Consejera Nacional del Parlamento suizo compartió su deseo de mantener el diálogo con sus colegas, más allá de las divergencias políticas. Dio testimonio de su compromiso de establecer relaciones interpersonales que respeten las diferencias de opinión e ideología. María Francisca Ize-Charrin, ex-directora del Comisariado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas, quiso entender mejor la relación entre el estilo de vida propuesto por Chiara –la unidad- y las dos principales preocupaciones de las Naciones Unidas: el reconocimiento universal de los Derechos Humanos y la tutela de cada persona. El prof. Ioan Sauca, director del Instituto Ecuménico de Bossey, agregó que “la amistad con Chiara ha dado frutos significativos; entre otras cosas, ha predispuesto al cambio al Instituto, llevándolo entre otras cosas a una mayor unidad entre sus miembros, la colaboración con profesores de otras religiones y la apertura a estudiantes de nuevos Movimientos religiosos. Un huésped declaró que había quedado impresionado por la reunión y subrayó cómo la actuación del carisma de Chiara “tiene que empezar por las relaciones interpersonales para inducir después a un profundo cambio de la sociedad que podrá llevarla al desarrollo y la paz”,
Se llama “Condecoración de la Orden del Congreso de Colombia”, y fue instituida en 1987 por el parlamento colombiano: es el reconocimiento que las dos cámaras, en nombre del pueblo, otorgan a ciudadanos o instituciones por su servicio al país. Y fue esta la motivación por la que se otorgó la condecoración –solicitada por el Senador de la República José Darío Salazar Cruz– al Movimiento del los Focolares, que fue entregada al magistrado italiano, Dr. Giovanni Caso, presidente honorario adjunto de la Corte de Casación italiana.
“Acogemos este reconocimiento a la obra de Chiaracomo un ulterior estímulo a proseguir, con mayor convicción y brío, el camino por ella trazado por doquier y en especial en Colombia”; escribió la presidente de los Focolares María Voce en el mensaje de agradecimiento enviado a los diputados y a todos los presentes reunidos en sesión extraordinaria en el Congreso de la República de Colombia, el 25 de abril. En dicha ocasión se le otorgó a los Focolares el título de “Comendador”, con el objeto de “poner en evidencia el excelso aporte que el Movimiento ha dado a lo largo de sus 40 años de presencia en Colombiaen beneficio de la convivencia y de la fraternidad”.
Estaban presentes el secretario de la Conferencia Episcopal, Mons. Daniel Falla Robles, el obispo anglicano Francisco Duque, y el Personero de Bogotá (responsable de la oficina de Derechos Humanos del distrito), Dr. Ricardo Cañón. En el reconocimiento se recordó en especial cómo los Focolares, en sus 40 años de permanencia en Colombia, han generado “modelos de convivencia en varios ambientes de la sociedad, en el mundo de la pedagogía, del derecho, de la economía…”. En su discurso, el Senador citó entre sus obras concretas, la de Los Chircales, la Escuela Sol Naciente, la colaboración con la Pastoral Social de Soacha, entre otras.
Sobre la fraternidad, “presupuesto esencial de toda convivencia”, también puso el acento María Voce, considerando que “si se aplica a vasta escala, en la acción política, jurídica, social, ofrece posibilidades sorprendentes. Favorece el diálogo a distintos niveles y permite mantener unidas y valorar las culturas, distintas formas de pensar, experiencias humanas divergentes, que de lo contrario podrían desembocar en conflictos irremediables. Gracias a la fraternidad adquiere también un nuevo significado la libertad, y la igualdad, que son las bases de la democracia. La fraternidad puede sustentar y darle nueva luz a los organismos comprometidos en superar las barreras existentes entre individuos y pueblos y acelerar las etapas del camino hacia la unidad de la familia humana y garantizar la paz”.
Prosigue por lo tanto el compromiso de los Focolares en Colombia, donde en días pasados concretaron también una serie de encuentros con el Dr. Caso, quien es miembro de la comisión central internacional de Comunión y Derecho, que es la red internacional de investigadores y profesionales en el campo del derecho. Precedentemente tuvieron lugar en su agenda otras intervenciones en Centroamérica, en especial una importante cita con los profesionales del derecho de Guatemala.
David es miembro de la Acción Católica, tiene 24 años y afirma que la elección de estudiar en Sophia es una de las más acertadas que ha hecho en su vida. Como representante de los estudiantes, presenta a sus colegas: actualmente son casi 80, contando a los que están inscritos en las especialidades y doctorados.
Vanessa previene de Líbano. Conoce desde pequeña el Movimiento de los Focolaes, pero en determinado momento, la búsqueda de la verdad, del sentido de la vida, de Dios, le genera una profunda inquietud.
Confiando en la propuesta que le hace un amigo focolarino decide estudiar en Sophia, como última posibilidad de reencontrar ese Dios de quien duda que exista. Sophia demuestra ser una experiencia exigente, pero donde comprende que no está sola en esta búsqueda.
Emmanuele, 24 años, de Génova, está graduado en Filosofía y ahora cursa el segundo año de Sophia, experimenta cómo el Instituto universitario da a todos, más allá de la pertenencia o no al Movimiento de los Focolares, la posibilidad de llegar a los fundamentos del carisma de la unidad, partiendo del corazón de la particular experiencia de luz que Chiara Lubich vivió en el ’49, durante la cual recibió de Dios las intuiciones fundamentales de la Obra que habría nacido posteriormente. “En Sophia -afirma- la dimensión universal del carisma de Chiara es comprendida inclusive por aquellos que no forman parte del Movimiento”.
Lorenzo se presenta definiéndose como un estudiante atípico. Tiene 47 años, un trabajo estable y descubrió la existencia de Sophia cuando fue invitado a intervenir en un debate económico en el que se hablaba también de la Economia di Comunione. Para él, la propuesta nueva de una economía “civil” lo abrió a nuevas perspectivas. Y así como le ocurrió a él, piensa que lo mismo le puede suceder a muchas “personas que ya estudiaron o tienen un trabajo”.
Lía del Paraguay asiste al segundo año de orientación política. Dirige una pregunta a la presidente de los Focolares, vice gran canciller del Instituto Universitario, sobre la particularidad de la experiencia, constituida por el estudio y la vida. Maria Voce explica: “Una dificultad puede ser vista como un obstáculo o como un desafío para dar un paso adelante. El desafío de la convivencia entre ustedes les permite testimoniar la fraternidad universal, idea básica del Movimiento y de Sophia. ¿Cómo se hace para dar testimonio de la comprensión recíproca, de la superación de diversas visiones si no se tiene la experiencia concreta? Viniendo aquí ustedes adhirieron a un proyecto distinto que los ha fascinado, de lo contrario habrían buscado otra cosa. Este proyecto tiene la raíz en una luz extraordinaria, en un “sueño” que en realidad es un esfuerzo cotidiano. Ustedes fueron elegidos para esto y están realizando una experiencia importante, están experimentando que es construir la fraternidad: el esfuerzo no los debe asustar, ni tampoco puede ser una experiencia fácil, porque se trata de algo muy grande”. Ninguno se retrae ante el compromiso exigido y tampoco la presidente quien concluye admitiendo: “Necesitamos tener la apertura de creer que nuestra raíz está en un sueño que nació de Dios, que fue transmitido a través de Chiara y que exige el compromiso de quienes deben convertir este sueño en realidad. Es una gran responsabilidad para almas grandes”
«Hace 3 años llegamos a Denver, Colorado, provenientes de Argentina, sin conocer a nadie, en un blanco invierno. Ambos estábamos jubilados y se abría para nosotros un capítulo nuevo de nuestra vida, pero también la oportunidad de vivir el arte de amar evangélico: tomar la iniciativa y ser los primeros en ir al encuentro de los demás, de los vecinos de casa o de la parroquia, para conocerlos y construir con ellos relaciones duraderas.
En la gran parroquia católica de la que formamos parte, después de la Misa,, tratamos de iniciar una conversación con cada uno. Hablábamos de Denver y de las excursiones a la montaña, de cosas cotidianas…. y luego, cuando se daba la oportunidad, tratábamos de compartir algo de nuestra vida espiritual y hacíamos la experiencia de tratar de vivir –no sólo pensar- el espíritu del Evangelio. Poco a poco fue creciendo el respeto y la amistad hacia nosotros. Y en menos de 18 meses nos nombraron miembros del consejo parroquial.
En el 2012, en nuestro barrio de 253 familias, comenzamos con otro matrimonio un “proyecto de buena vecindad”. Consistía en ir puerta por puerta e invitar a las personas a asistir a encuentros mensuales, con el fin de conocernos entre las personas que vivíamos en la misma comunidad local. Era necesario también el esfuerzo personal de mantener y desarrollar estas nuevas relaciones, invitando a las parejas a cenar a nuestra casa, a participar en eventos culturales, o simplemente a tomar un café o a dar un paseo. En un año teníamos 95 nombres en nuestra lista de correos y una participación de 40 personas en nuestros encuentros periódicos.
Luego de algunos meses del comienzo del proyecto, en la parroquia nos pidieron que comenzáramos con un grupo llamado “pequeña comunidad de fe”. Aceptamos, tratando de resaltar la relación entre la Escritura y la vida cotidiana y de testimoniar el amor de Dios. Poco a poco la gente del grupo comenzó a compartir las experiencias que hacían viviendo la Palabra.
Un ejemplo: George, ingeniero informático, decía que desde que conoció este nuevo ‘método’ de acercamiento al Evangelio, se dio cuenta de que tenía que cambiar su relación con los clientes y colegas, y estar más atento y presente al 100% en cada momento, en sus llamadas telefónicas con clientes ansiosos por solucionar los problemas de su pc, o en los trabajos más complejos que su jefe le confiaba. Con otra señora, en cambio, fuimos a visitar a un matrimonio que apenas conocíamos. Nos enteramos que la esposa estaba haciéndose quimioterapia y el marido estaba muy preocupado. Nos ofrecimos a prepararle la comida y compramos flores para recibirla cuando volviera del sanatorio.
Algunas veces nos ha sucedido que antes de una reunión nos damos cuenta de que tenemos opiniones distintas sobre cómo realizarla. Pero sabemos que tenemos la responsabilidad de practicar lo que anunciamos: estar unidos es el requisito. Y en la medida en que nos ejercitamos en vivir el amor al prójimo, más vemos que se concretan los frutos de nuestros esfuerzos».
“El sábado, era una multitud bajando del tren todos los que lograron venir, vi con mis propios ojos ese ejército de amor… eran muchos los jóvenes por un mundo unido que se acercaron a La Plata… Durante el día, en los barrios los miraba trabajando con amor, locura y empeño a quienes tenía cerca y pensaba: si, claro, esta es la verdadera revolución!”, escribe Sofía después de intensas jornadas de asistencia a los damnificados por la gran inundación del 3 de abril. Son incalculables los daños: media ciudad bajo el agua, muchos los muertos y el dolor de perder todo. Pero una vez más son los jóvenes quienes se ponen en primera línea para canalizar la cadena de solidaridad que se despertó en todo el país. “Eramos como 40 en la estación -cuenta Pilar-. Nos dividimos en 3 grupos para poder ayudar mas. Nos encontramos con una familia que abrió sus puertas para juntar cosas y poder distribuirlas en el barrio. Cuando vimos su casa tenía todo bajo barro, y algunos nos quedamos limpiando sus cosas, otros separando ropa y alimentos para todos los que se acercarían y otros limpiando casas de vecinos. Estoy muy cansada, pero super contenta de haber dado una mano donde se necesitaba” “Nosotros fuimos primero a un colegio dónde ayudamos a clasificar las donaciones y a descargar camiones de mercadería, colchones, lavandina, agua -cuentan otros-. Luego fuimos por el barrio y pudimos conversar con la gente. Nos dimos cuenta de cuánta necesidad tienen de compartir lo que vivieron y lo que viven. Hay gente en este barrio que perdió todo. Un señor al que ayudamos a cargar la basura de su vereda a un camión nos ofreció lo único que tenía: agua caliente para el mate. Nos invitó a pasar a su casa. Había perdido todos los muebles, e incluso el agua arruinó todos los productos de su local de electrónica”. “Personalmente me dediqué mucho a estar con los niños. Relatos llenos de vida, de sentimientos. Miradas, miradas y miradas que me atravesaron el alma. Porque entre tanto caos y perdidas de cosas materiales, también la gente busca miradas, busca cariño, busca quien escuche su experiencia. Estuve de madre de mas de uno, dándole de comer a los mas chiquitos, cuidando a los bebes de pocos meses mientras las madres limpiaban…”. A kilómetros de distancia del epicentro del desastre natural, desde Pigüé, escriben: “El sábado teníamos programado hacer el encuentro de Palabra de Vida. Pero justamente el local que utilizamos para reunirnos era el centro de recolección de las donaciones. Así que nos dimos cita igual, pero no para contarnos las experiencias como hacemos otras veces, sino para trabajar juntos clasificando las donaciones y armando paquetes para mandar a La Plata. ¡Fue el encuentro más lindo que podamos recordar!”. En otro pueblo, Luisa y otros comienzan una rápida campaña casa por casa. Avisan que están juntando mercaderías, ropa y que abrirían una cuenta en el banco para enviar dinero, pero dice: “No se si alguien depositará algo…”. Joaquín de 9 años escuchaba la conversación y miraba por la tele las imágenes de la inundación. Se levanta y va a su cuarto, vuelve y le entrega a Luisa: “Aquí está mi dinero”, la mamá, sorprendida, le dice: “Pero eso era para tu bici” (hacia un año que Joaquín estaba ahorrando ese dinero). Joaquín le responde: “Mamá ellos lo necesitan más que yo”. No se supo la cantidad, tan rápido lo dio. Muchas familias de los Focolares se vieron afectadas, con pérdidas de consideración. Se podrían contar muchos testimonios, pero en todos los casos, después del primer momento de sorpresa y dolor, enseguida se engancharon en la corriente de solidaridad: abriendo sus casas a otros, recogiendo y distribuyendo donaciones, acompañando. Ante la magnitud de los hechos todo parece poco. Uno de esos jóvenes que bajaron del tren para ayudar lo expresa de este modo: “Siento que el aporte es pequeño, pero cada granito de arena es muy valioso. Quizás no podamos solucionar los problemas de tantas familias pero sí podemos unirnos en la oración para que Dios Amor ayude a estas personas que tienen que recomenzar de cero. Gracias a cada uno! Me dio mucha esperanza, mucha fuerza vernos unidos para, de alguna manera, morir por nuestra propia gente!”
El Peace Center se encuentra en el corazón político y multireligioso de Belén. En la misma plaza, un cuadrado de piedra blanca delimitado con palmeras, están la Basílica de la Natividad y la mezquita: una convivencia que no tiene nada de conflicto o de intolerancia. Al lado está la alcaldía, mientras que alrededor los colores del mercado. Siempre en Belén está el muro que el gobierno israelí decidió construir para defender su territorio y es una presencia casi obsesiva.
I Jóvenes por un Mundo Unido del Movimiento de los Focolares, 130 de 25 naciones distintas, quisieron empezar desde el Peace Center a reforzar los puentes de fraternidad que han empezado a construir en muchas partes del mundo. Si el eslogan en el Genfest era Let’s bridge –metáfora que invitaba a construir relaciones y a superar barreras entre pueblos, credos, culturas- ahora es Be the bridge – ser puentes, el proyecto que se lanzará precisamente desde Tierra Santa, mediante un banco de datos que se propone catalogar las buenas prácticas inspiradas en la fraternidad que han puesto en macha personas individualmente, grupos, organizaciones y Estados.
Vera Baboun, primera alcaldesa de Belén y de los territorios palestinos acogió la propuesta de este lanzamiento, «feliz y orgullosa porque creo en la fuerza y la capacidad del diálogo precisamente en una tierra herida por la ausencia de fraternidad». Cristiana, docente universitaria, viuda con cinco hijos, durante cuarenta minutos habló de su experiencia como alcaldesa y respondió a las apremiantes preguntas de los jóvenes presentes. Ferviente defensora del cambio y de las nuevas generaciones recalcó varias veces que: “De nosotros depende dar los pasos para crear algo nuevo. Para construir puentes sirven tres cosas: la valentía, la buena voluntad y la verdad. Es necesario confiar en nosotros mismos y creer que se puede cambiar”.
Para confirmar la novedad que caracteriza su administración presentó el proyecto de un Consejo Consultivo formado por jóvenes que acompañará al que elija la ciudad. En el saludo final no podía faltar una referencia a los muros que rodean su ciudad: “El muro ha sido construido por las manos del hombre. ¿Quién lo puede abatir? Las manos del hombre. Saquemos partido de la desventaja y trabajemos por un sueño común: hacer del mundo una sola casa donde los hombres sean realmente una sola humanidad. Y los palestinos forman parte de esta humanidad”.
En tanto, proseguirá hasta el 1° de mayo, en Jerusalén, la última etapa del Genfest, con el taller de fraternidad de los jóvenes de los Focolares de Tierra Santa, iniciado el 24 de abril. Son varias las citas previstas, con hebreos, árabes, musulmanes y cristianos para seguir construyendo puentes, así como se comprometieron desde Budapest. Con 200 estudiantes musulmanes y cristianos en la Universidad de Belén para un laboratorio sobre la reconciliación y la paz, mientras que se recorren los caminos del arte y la música junto al Gen Rosso y al Gen Verde y artistas locales.
El 1° de mayo tendrá lugar una conexión internacional desde Jerusalén con Italia, Hungría e India en la que se sellará con un pacto mundial de fraternidad y se relanzará el United World Project, el proyecto que apunta a incrementar la unidad entre los pueblos, personas, instituciones a través de la creación de un banco de datos de todas las iniciativas que a lo largo de los años se han movido en esta dirección.
«Nuestro Movimiento -como sabemos- surgió porque un pequeño número de personas, una célula de humanidad, fue a dar con una fuente, se dejó empapar por un manantia de agua viva: una comprensión nueva, más profunda de la buena nueva: ¡Dios es Amor! Dios nos ama. Dios ama a todos los hombres. En nuestra vida, en la vida más concreta de cada día, con sus problemas y proyectos, sus dolores y sus alegrías, nosotros no estamos solos. Basta acoger, si queremos, esa Presencia superior extraordinaria, que jugará su papel ayudando de modo imprevisible, enriqueciendo y sublimando nuestro vivir cotidiano en todas sus manifestaciones.
Un Padre, una Providencia divina está con nosotros y nos acompaña. Ciertamente, esta fe en el amor de Dios no está ausente, tampoco hoy, del corazón de muchos. Sin embargo, muchas veces no se perciben todas las consecuencias y se lleva la vida, se construye la ciudad terrena, se intenta renovar el mundo, como si la empresa dependiera sólo de nosotros. (…) Una de las mayores convicciones a que ha llegado, por ejemplo, nuestro Movimiento en estos cuarenta años de vida, convicción avalada por la experiencia cotidiana, es ésta: vivir según la Buena Nueva, desencadenar en el mundo la revolución evangélica equivale a desencadenar también la más potente revolución social.
¿Existen, hoy, desniveles sociales en el mundo? ¿Siguen estando frente a frente ricos y pobres? Nosotros, como María, creemos -y gracias a Dios lo hemos visto realizarse en muchos puntos de nuestro planeta- que la ley del Evangelio puesta en práctica puede realmente colmar de bienes a cuantos tienen hambre y “despedir a los ricos sin nada”. (Lc. 1,53). Somos testigos de cómo la bienaventuranza de la pobreza (cf. Lc. 6,20) y la conminación “¡ay de vosotros, los ricos!” de Jesús (Lc. 6,24), tomadas en serio, pueden dar un solemne impulso al restablecimiento de los equilibrios sociales.
¿Tenemos hoy el problema del desempleo, de los ancianos, de los marginados, de los minusválidos, del hambre y tantos problemas en el Tercer Mundo? ¿No enseña toda la historia cristiana que esa página del Evangelio del examen final de todo cristiano “Tuve hambre y me dieron de comer…” (Mt. 25,35 ss.) ha ofrecido extraordinarias soluciones? ¿No hemos experimentado también nosotros que, puesta en práctica, con empeño cotidiano según las exigencias actuales y con métodos adecuados a nuestro tiempo, puede resolver muchos de estos problemas?
¿Y ese “dar”, que el Evangelio exige (“Den y se les dará”) con la promesa segura de “medidas buenas, apretadas y sacudidas hasta desbordar” (cf. Lc. 6,38), que nuestro Movimiento tantas veces ha constatado, no es también una actitud concreta que puede aliviar al que está en la miseria, al que tiene hambre, al que está solo, necesitado de todo?
Es una experiencia cotidiana, además, que “pidiendo”, como enseña el Evangelio, se obtiene (cf. Lc. 11,10); que “el resto” (y este resto, para unos, puede ser la salud, para otros, un puesto de trabajo, para otros, la casa, o un hijo, o lo que necesite) llega por añadidura (cf. Mt. 6,33).
Con nuestros propios ojos hemos comprobado después, tantas veces, para gloria de Dios, ese “céntuplo”, que Cristo prometió a cuantos se desprenden de todo por El (cf. Mt. 19,23). (…) Y si llega al Movimiento por eso poco que hacemos, con la gracia de Dios, por eso poco que amamos, ¿por qué no puede llegar a todas partes?».
Se encontraban en el mismo auto volviendo de la frontera turca. Llegando a la periferia de Alepo, un grupo de hombres armados rodeó el auto, hizo descender a los pasajeros y mató al diácono que manejaba el auto. Se perdieron los rastros de los dos metropolitas. Mor Gregorious Yohanna Ibrahim, arzobispo de la iglesia sirio-ortodoxa de Alepo, es un obispo muy conocido: es amigo del Movimiento de los Focolares y colabora con la comunidad de San Egidio, al igual que el obispo Paul Yazigi. El director de la Oficina de Prensa del Vaticano, el padre Federico Lombardi, declaró que «es una dramática confirmación de la trágica situación en que vive la población de Siria y sus comunidades cristianas». «El Santo Padre Francisco –continúa el portavoz del Vaticano- sigue los acontecimientos con profundo interés e intensa oración por la salud y la liberación de los dos obispos secuestrados para que, con el compromiso de todos, el pueblo sirio pueda finalmente ver respuestas eficaces al drama humanitario y que surjan en el horizonte esperanzas reales de paz y de reconciliación». En este momento hay incertidumbre sobre la situación de los dos obispos. El 23 de abril se difundió en los medios de comunicación la noticia de su liberación, pero en el lugar todavía se está tratando de comprender la verdad de los hechos. Durante la noche una pequeña multitud se reunió delante del Obispado de Alepo, pero luego regresaron a casa. Se esperan novedades en las próximas horas. En todo el mundo se reza por su liberación. Fuente: Città Nuova online http://cittanuova.it/c/427746/Incertezza_sulla_sorte_dei_due_vescovi.htmlhttp://cittanuova.it/c/427729/Rapiti_due_vescovi_in_Siria.htmlhttp://cittanuova.it/c/427611/Diario_dalla_Siria32.html
“El paradigma de la unidad: un diálogo interdisciplinario sobre el pensamiento de Chiara Lubich”, este es el título del seminario que se realizó el 12 y 13 de abril pasados en la Universidad Católica de Fu Jen (Taipéi).
Organizado en colaboración con el Instituto Universitario Sophia y con otros dos ateneos católicos de Taiwán, el evento selló una relación que desde los años ’50 la fundadora de los Focolares cultivó con la Iglesia y el mundo académico de la isla, y que tuvo su ápice –como recordó María Voce en el saludo que envió para la ocasión- cuando la Universidad Católica de Taipéi tuvo la iniciativa de otorgarle el doctorado honoris causa en Teología en 1997.
Hoy, en el mismo lugar, emerge con claridad el carisma de Chiara, su herencia. El Papa Francisco, en el mensaje que quiso donar a los presentes, los animó a “renovar la alegría del encuentro con Cristo y a dar testimonio de su presencia en el mundo”.
El tema inaugural lo desarrolló el Card. Joao Braz de Aviz, Prefecto de la Congregación para la Vida Consagrada, quien puso en evidencia un desafío que la Iglesia está llamada a afrontar: conjugar la unidad “su característica esencial” y la catolicidad [ver el artículo del Osservatore Romano]. “En otros términos –precisó- cómo ser uno en la gran variedad de culturas, tradiciones, experiencias espirituales y teológicas”. En este camino hacia la plenitud “de la unidad en la multiplicidad” se injerta el carisma de Chiara como “un gran don”.
Los aportes de Piero Coda para el ámbito teológico y de Luigino Bruni para el aspecto económico se alternaron con las intervenciones de relatores locales, en una sinergia fructífera y rica de perspectivas de ulterior colaboración futura, que llevó a firmar un convenio con Sophia.
Yu-Xing-yang, diputado taiwanés, quiso ofrecer su apasionado testimonio de cómo el carisma de Chiara es la fuente de inspiración también para su propia actividad política.
La nutrida presencia de miembros de varias corrientes budistas además del representante de la Iglesia Ortodoxa en Taiwán, le dio un especial sabor interreligioso y ecuménico al desarrollo del trabajo.
Para las conclusiones dejamos la palabra al Padre Ramón de la Providence University quien resumió la luminosidad de los días transcurridos: “Chiara vino a Taiwán en 1997, hoy ella pasó por segunda vez, y no la debemos dejar ir”.
Con este volumen que contiene las últimas catequesis de Benedicto XVI, Ciudad Nueva cierra un ciclo que ha recorrido los principales temas con los que el papa emérito ha formado a los fieles en sus ocho años de pontificado.
El 11 de octubre de 2012, Benedicto XVI inauguró solemnemente un Año de la fe.
Apenas cuatro meses después anunció su renuncia al pontificado. Y sin embargo, en tan breve tiempo nos ha dejado 19 catequesis de enorme profundidad y claridad sobre la fe de la Iglesia y sobre el “deseo de Dios” que todo ser humano lleva en lo más profundo de si mismo.
“Es en primer lugar una historia de amistad”. Con estas palabras empezaron los trabajos del convenio promovido por la Comunidad islámica de Sicilia y el Movimiento de los Focolares, que tuvo lugar en Catania el pasado 14 de abril. “Algunos miembros del Movimiento de los Focolares conocimos al Imán de Catania y esta amistad creció y se extendió a otros musulmanes y personas del Movimiento, sobre todo a familias, con momentos en los que hemos podido compartir juntos los valores de la fraternidad universal, realizando experiencias concretas”. Laque habla es Giusy Brogna, de los Focolares, experta en el diálogo interreligioso con el Islam luego de haber vivido varios años en Medio Oriente, quien, junto con el periodista Roberto Mazzarella y Kheit Abdelhafid, Imán y Presidente de la Comunidad Islámica de Sicilia y el vicepresidente Ismail Bouchnafa, organizaron este evento.
Fueron casi 500 las personas que asistieron: familias completas provenientes de diversas ciudades sicilianas en donde ya desde hacía tiempo había nacido amistad entre comunidades del Movimiento de los Focolares y algunas familias musulmanas.
La visión cristiana de la familia y el valor agregado que tiene la familia musulmana gracias a la sociedad italiana: estefue uno de los temas centrales, presentado respectivamente por los esposos Gaetano y Grazia María Amore y por el Imán Kheit Abdelhafid, que dijo que estaba satisfecho por la jornada y por el largo trabajo de preparación: “La familia es central para ambas religiones, sobre todo pensando en el futuro de nuestros hijos, que quisiéramos vivieran en un mundo sin barreras, en el que la diversidad sea vista como una riqueza”. Las experiencias dieron consistencia a todo lo que se dijo: se presentó una familia de Scicli: Giosi y Zanja, compañeros de una escuela en Ispica, Fátima y Hamed de Rosolini con su hija Rabia y con algunos amigos católicos. Algunos de ellos apoyan desde hace años –en locales parroquiales- una escuela para las mujeres emigrantes.
En la tarde se continuó con los jóvenes quienes juntos –cristianos y musulmanes- en las semanas pasadas pasaron un corto metraje para describir con ironía los principales lugares comunes donde hay desencuentros cuando no se conocen las diversas tradiciones culturales y religiosas.
El arzobispo de Catania, S.E. Monseñor Salvatore Gristina, presente en el encuentro, alentó a continuar en este camino. “Confiemos en la ayuda de Dios” – dijo- y vayamos adelante de la mano”. Entre las personalidades civiles que intervinieron, estaba también el alcalde de Catania Raffaele Stancanelli, quien quiso agradecer por haber elegido su ciudad para este evento tan importante “capaz de contagiar en términos positivos nuestra comunidad nacional”
Este encuentro del 14 de abril en Catania forma parte de las experiencias de fraternidad que hace tiempo se llevan adelante entre algunas comunidades islámicas y los Focolares, en el ámbito del Proyecto Italia, y que han tenido un momento importante de notoriedad el pasado mes de noviembre en Brescia.
Los reflectores se dirigen a Suecia: país escandinavo de rigurosa tradición luterana, envestidos desde hace decenios, como toda la gran península, por una difundida secularización expresada no sólo por los mínimos porcentajes de participación en las celebraciones religiosas, sino también por un estilo de vida que parece haber arrinconado toda referencia a lo trascendente.
En este contexto y con esta intención encuadramos dos iniciativas promovidas por el Movimiento de los Focolares, en la celebración del 5° aniversario de Chiara Lubich.
“Que nadie se les acerque en vano, sino que cada uno encuentre en ustedes luz para su vida, calor para su corazón, sostén para sus pasos; (…). Permanezcan fieles a su carisma y sean testigos de Cristo en este mundo tan confundido, a veces cansado, sin entusiasmo”, esta fue una consigna y una exhortación que mons. Nowacki, Nuncio Apostólico de Suecia, dejó a los miembros del Movimiento de los Focolares.
En la homilía pronunciada durante la Misa que celebró el 14 de marzo pasado, en ocasión del quinto aniversario de la muerte de Chiara Lubich, la recordó como “una mujer extraordinaria que (…) incendió el mundo con la llama del amor de Cristo y descubrió en la cruz de Jesús el motivo fundamental para vivir en íntima unión con Él (…), cada día como expresión de amor a Dios y a los hermanos”.
Animada por la estima del Nuncio, dos días después, la comunidad local del Movimiento organizó en la sala de una iglesia luterana una velada cuyo título fue: “¿Qué relevancia tiene el Evangelio hoy?”, en la cual se transmitieron testimonios y experiencias de vida, relatos de actividades concretas de solidaridad, y una profundización espiritual con números artísticos.
Algunos ecos expresan muy bien el tono de esa tarde: “El lunes pensaba ir al trabajo a hacer valer mis razones, pero después de la experiencia escuchada en la sala comprendí que debo ser el primero en amar”; “comprendí que vivir el Evangelio es posible, quiero probar también yo”.
El próximo encuentro para los Focolares en Suecia: la Mariápolis en Kumla (Orebro), desde el 27 al 30 de junio.
Del 4 al 7 de abril, adolescentes de varias islas de Filipinas se reunieron en Tagaytay para una aventura distinta de lo común. Dejaron el confort de sus casas, tomaron distancia de la tecnología y afrontaron el desafío de salir al encuentro de la diversidad, decidieron estar en contacto con la naturaleza, mientras estrechaban nuevas amistades por personas de todo el país. Con el lema “El otro… es otro yo” trataron de descubrir cómo vivir una jornada totalmente guiada por el amor.
Durante la actividad “Coloreemos la ciudad, los jóvenes participantes en el campamento desarrollaron varias actividades sociales: visitas a orfanatos y a la prisión local; breves viajes a aldeas lejanas de la periferia de Tagaytay, donde sembraron un centenar de árboles nuevos. Todas ocasiones para poner en práctica el lema del campamento, especialmente la aplicación de la frase del Evangelio: “Cualquier cosa que hayan hecho al más pequeño de mis hermanos a mí me la hicieron” (Mt. 25,40).
Momentos que han dejado una huella importante en los chicos, como comentó uno de ellos después de haber ayudado en un hospital a algunas personas con lesiones cerebrales: “Entendí cuan frecuentemente doy por descontadas cosas que en realidad son un privilegio y un regalo que he recibido”. Y otro, después de haber pasado varias horas con los niños huérfanos: “En el poco tiempo transcurrido con ellos sentí que me había convertido en padre de uno de estos niños sin papás”.
En cambio quien visitó a los detenidos de la prisión de Tagaytay City quedó impresionado por sus testimonios, sobre cómo trataban de resurgir de sus vidas fracturadas. Los detenidos advirtieron a los chicos para que no cometan graves errores que van contra la ley, destruyendo sus vidas y las de otras personas.
Los chicos participaron también en talleres de arte, teatro, danza, música, periodismo y deporte. Compartieron experiencias de vida, como la de la familia de Lito Bulan: ante grandes dificultades, como la de la enfermedad de su esposa, afrontó la situación con mayor amor y perseverancia, igualmente su hija, tratando de vivir “el arte de amar”, se dio a la tarea de mantener intacta la unidad entre todos. Ella contó que las pruebas de la vida sirven como ‘filtro’ para crear una relación de amor en la familia más fuerte y profunda.
Durante el campamento tuvo lugar una “Amazing Race” (carrera extraordinaria): una competencia para medir la unidad y la capacidad de trabajar en equipo entre los 15 grupos que se habían formado. De las 15 etapas, la más emocionante fue la de resbalar en el fango –una lección de confianza y valentía para la vida- y la carrera de obstáculos, ¡una auténtica prueba de perseverancia!
El último día fue dedicado a la oración, a la reflexión y al sacramento de la reconciliación. Un momento para meditar e integrar lo aprendido a lo largo de estos 4 días significativos y llenos de aventuras. Con en cada youth camp (éste es el 5° año consecutivo), es siempre difícil despedirse, pero fue más fuerte el desafío de regresar a “amar al prójimo y colorear los rincones oscuros de nuestras ciudades”. Las páginas de Facebook de los participantes en poco tiempo se llenaron de fotos e historias que expresan que ¡esté “ha sido el verano más inolvidable” de su vida! Ahora estos 300 jóvenes filipinos han regresado para llevar la experiencia vivida en el Youth Camp a sus ambientes cotidianos.